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Universidad de Santander
La correspondencia relacionada con este proyecto debe ser dirigida a Fernando Alberto
Quintero Sánchez,
Contacto: albertoquinterosanz@hotmail.com
Introducción.
El proceso pedagógico formativo es un extenso terreno en el cual concurren diversos elementos
que contribuyen a la organización, orientación, fundamentación, aplicación y cualificación de los
quehaceres didácticos y pedagógicos hacia la adquisición y fortalecimiento de habilidades,
destrezas, conocimientos, capacidades y competencias de forma ordenada, gradual, ascendente y
organizada.
Para dar consecución a las metas de calidad educativa planteadas por las nuevas colectividades del
conocimiento, en los preludios del siglo XXI y a las puertas de la globalización, la internalización y
el período de la informática y las comunicaciones, se demanda a las Instituciones Educativas y en
especial a los profesores proyectar y desarrollar de manera clara y bien constituida su pericia y
servicio pedagógico. Por ende, la planeación curricular es un asunto que solicita de gran esmero,
cuidado y consagración, para dar coherencia, claridad, y progresión a las diversas acciones
formuladas. Para esto, se comprometen contener etapas como la elección del área y tema de
aprendizaje, objetivos medibles y alcanzables elaboración de metas claras y las correspondientes
actividades, detallando metódicamente los procedimientos, pasos, y acciones a promover.
“Las Taxonomías para la Evaluación”, es una invitación a nosotros como docentes de las
Instituciones Educativas a detenernos y basarnos en las diversas maneras de evaluar a los educandos
y analizar las contribuciones que hacen diferentes autores con relación a la “Taxonomía”, la cual se
utiliza para la composición de los objetivos de aprendizaje a fin de orientarse hacia lo que se quiere
y se aspira lograr de los educandos al interior de los salones de clase. Lo cual habla de la jerarquía
que en nuestros días ha alcanzado las TIC en la educación. Y también de la necesidad de que los
docentes estén al tanto de las últimas herramientas que existen en lo referente a las Tecnologías de
la Información y la Comunicación. De no involucrar las TIC en el proceso formativo-pedagógico, la
brecha digital se hará cada vez más grande para los docentes y educandos que se queden atrasados.
Se podría considerar que los efectos estarían más marcados en los docentes, ya que los jóvenes
educandos están creciendo de la mano con el desarrollo de la tecnología.
Así pues, en este documento se trata de identificar la manera adecuada de escribir objetivos de
aprendizaje como diferentes proposiciones de taxonomías y de acuerdo al nivel taxonómico de
Bloom, partiendo de la caracterización de dimensiones cognitivas en el educando, explorando los
dominios de conocimiento y los niveles de proceso de la información.
ANÁLISIS DE TAXONOMÍAS PARA LA EVALUACIÓN
De acuerdo a lo leído en los libros electrónicos multimedia Cap.2, (LEM) “La Taxonomías para la
Evaluación”, nos estimula a los educadores de las Instituciones Educativas a detenernos por instante
y reflexionar acerca de las diversas maneras de evaluar a los educandos y considerar los aportes que
diferentes autores hacen en lo referente a la “Taxonomía”, la cual se emplea para la composición de
los objetivos de aprendizaje para encaminarse hacia lo que desea y lo que se pretende obtener de los
educandos al interior de los salones de clase.
Al delinear una secuencia didáctica de aprendizaje se muestra la necesidad de construir lo que se
pretende enseñar y las competencias que deben lograr los educandos. Los estudios elaborados por
Bloom y Marzano y Kendall (Marzano & Kendall, 2007) nos esbozan taxonomías de objetivos de
aprendizaje en forma jerárquica y sistémica que llevan al docente a fortalecer su organización
didáctica en las prácticas dentro del salón de clase acomodadas en un entorno digital como las
últimas actualizaciones.
La base de la taxonomía de Bloom esboza los dominios de conocimientos que permiten situar lo
que debe lograr el educando. Es decir, que traza una clasificación que deja establecer diversos
objetivos de aprendizaje, identificando varias actividades y estrategias de evaluación teniendo en
cuenta cada etapa de desarrollo.
Anderson (2001) hizo algunos ajustes a la taxonomía de Bloom, en la cual usó verbos en lugar de
los sustantivos y utilizó subcategorías o elementos taxonómicos, tiene métodos y herramientas, por
lo cual el educador cuando planea las actividades, ha de iniciar en el nivel del conocimiento, donde
los educandos paso a paso con el acompañamiento respectivo aprenden información básica
recordando y en muchas ocasiones memorizando, para ponerla a la par con las nuevas expectativas
de la era digital. Efectivamente, en ella ajustó cada categoría con verbos y herramientas del mundo
digital, que viabilizan el desarrollo de diversas habilidades que son de suma importancia para
recordar, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear.
La taxonomía de Marzano y Kendall (2007), los cataloga en dominio de conocimiento y niveles de
procesamiento cognitivo, que pretende diseñar nuevas prácticas educativas y evaluativas. Por tal
motivo, se estipula en la toma de decisiones, para la formación de educandos competentes.
En seguida se describen la taxonomía de objetivos de la educación, distinguida de igual manera
como taxonomía de Benjamín Boom, la cual concibe una clasificación de diversos objetivos y
habilidades que los docentes han de proponer a sus educandos. Si bien es cierto, han trascurrido más
de 50 años y la taxonomía de Boom sigue siendo un instrumento importante para los educadores,
para instaurar en las diversas áreas del conocimiento objetivos de aprendizaje. Por ende, hay tres
dimensiones en la taxonomía de la educación propuesta por Bloom:
Dimensión Afectiva
Es el grado de interiorización que una actitud, como las personas reaccionan y se enfrentan a
diferentes estímulos, situaciones y acontecimientos emocionales manifestándose a través de la
recepción, la respuesta, la valorización, la organización y la caracterización con un valor o un
complejo de valores. Incluye las emociones, sentimientos, valores, apreciaciones, motivación y
actitudes. Los niveles de dominio afectivo se distribuyen según la complejidad de las reacciones.
1. Recepción: El nivel más bajo; (No puede haber aprendizaje y el estudiante presta atención en
forma pasiva).
5. Caracterización: El estudiante cuenta con un valor particular o creencia que ahora ejerce
influencia en su comportamiento que torna una característica.
Dimensión psicomotora
En esta dimensión se hace referencia a los procesos y habilidades físicas, incluye el movimiento y
la coordinación en el manejo de herramientas e instrumentos en la realización de una actividad. El
desarrollo de estas competencias requiere práctica y se mide en función de la complejidad de la
conducta, en relación con datos tales como velocidad, precisión, procedimientos, etc, y comprende
los niveles de: Disposición - Percepción - Mecanismo Adaptación, Creación - Respuesta compleja.
Dimensión cognitiva
Esta dimensión reúne tanto el conocimiento al igual que el desarrollo de las actitudes intelectuales
en el sentido académico del término. Este dominio se forma de dos dimensiones diferentes:
conocimiento y procesos cognitivos. El punto de concordancia entre ambas dimensiones establece
el nivel que tiene el aprendiz:
Dimensión de conocimiento: clasifica el tipo de conocimiento que el alumno adquirirá,
desde el más específico a lo más abstracto.
Dimensión de procesos cognitivos: representa un continuo de procesos cognitivos de
complejidad creciente.
Son los objetivos del dominio cognitivo (conocimiento- comprensión), se dividen en niveles
cognitivos así:
Planeación Académica
I.E Metropolitano María Occidente de Popayán
Docente de área Miriam López
Curso 3 básica primaria
Área Lengua Castellana
Intensidad Horaria 4 horas por semana
Unidades Didácticas a Desarrollar 4
Unidad Didáctica Tema a desarrollar Objetivo de aprendizaje
La narración El cuento
Dimensión Cognitiva – conocimiento:
Consultar en internet, mediante buscadores y
meta buscadores, diferentes fuentes acerca de
identificar en el cuento, sus elementos,
distintivos e instantes en diferentes narraciones y
contextos.
Asumir una actitud de explotación y regocijo de la lectura, forjando cultura frente a esta,
comprendiendo y apreciando sus enseñanzas. (Dominio de Procedimientos mentales)
Análisis: Con estos objetivos se proyecta que el educando descubra la estructura del texto tipo
cuento, consiga establecer que estos textos se forman de momentos secuenciados, inicio-desarrollo-
final y dado que la intención comunicativa de este texto es contar una historia, que el estudiante use
el conocimiento adquirido para construir historias, enunciar sus ideas de tal manera que se puedan
comprender. Con esta actividad se desea además fomentar una cultura de lectura, valorando y
comprendiendo los saberes que esta pueda traer.
Actividades: Se inicia la sesión con apoyo de una presentación en power point en la que los
educandos pueden apreciar párrafos de un mismo texto en desorden cronológico.
Los educandos responderán las siguientes interrogantes:
¿Qué observan?, ¿comprenden la historia que se presenta en estos párrafos?, ¿por qué? y ¿cómo
podría está historia tener alguna relación con su vida actual?
La educadora de la I.E Metropolitano María Occidente expondrá a los educandos, que a
continuación desarrollarán actividades en las que tendrán que poner en práctica sus conocimientos.
Por último, los educandos son invitados a tomar parte de la evaluación de la sesión y los
aprendizajes logrados de la jornada, mediante un dialogo dirigido por la docente, para observar la
aplicabilidad en la cotidianidad de lo aprendido, de igual manera permite que los estudiantes puedan
corregir sus errores, como parte del proceso pedagógico.
Análisis: Con estos objetivos se pretende que el aprendiz realice acciones de apropiación de
procedimientos y saberes, generación y elaboración de procesos comunicativos y lecto-escriturales
significativos, coherentes, con sentido lógico en un contexto semántico y gramático propuesto.
Conclusiones
Para lograr un buen proceso evaluativo hay que leer demasiado, como dirían los educandos hoy en
día.
Sin embargo, no es algo imposible de lograr. Ya que por ejemplo, la taxonomía de Bloom describe
el proceso a través del cual se sitúa y establece el logro de un aprendizaje a través de la
construcción de objetivos de aprendizaje, y su establecimiento en niveles en los que describe el
grado de complejidad que el pensamiento demanda para lograr un de aprehensión cognitiva y/o
procedimental, integral y completa, pasando por diferentes fases, que van desde crear hasta
recordar.
Frente a la evaluación se debe quizá aceptar que la taxonomía es una guía que sitúa la secuencia y
direcciona de forma progresiva el proceso de aprendizaje y aprobando ubicar sus logros de manera
estratégica para aprobar un análisis claro, verídico, explícito y consecuente de cada proceso y
habilidad y estructurada en el contorno educativo, donde la planeación de la enseñanza se basa en la
cosecha, por así decirlo, de indiscutibles conjuntos de objetivos.
Los educadores hemos de potencializar el aprendizaje de los educandos, edificando sobre la base de
recordar conocimiento y comprenderlo para llevarlos a aplicar habilidades; a examinar y evaluar
procesos, consecuencias y resultados y, a innovar, elaborar y porque no, crear.
Los límites y los obstáculos los ponemos nosotros mismos.
Bibliografía
Díaz, Francel (2013). Taxonomía de Bloom y Taxonomía de Marzano. Blog: Tecnología
educativa. Tomado de: http://tecno-edu-francel.blogspot.com/2013/07/taxonomia-de-bloom-y-
taxonomia-de.html
López García, Juan Carlos. (2009). Eduteka: Taxonomía de Bloom para la era digital.
Tomado de: http://www.eduteka.org/TaxonomiaBloomDigital.php