Formulación de iniciativa

Inicialmente se puso a disposición 4000 obreros del lado británico y 4000 del francés para trabajar
en el proyecto y terminar en la fecha estipulada cada una de sus excavaciones, que se
encontrarían a mitad de camino.

El proyecto para llevar a cabo la construcción submarina constaba de dos túneles ferroviarios
principales, un túnel central más pequeño y 245 pasarelas de cruce. Todo esto supuso excavar un
total de 153 kilómetros, por lo que fue necesario utilizar un millón de toneladas de hormigón para
reforzar la estructura.

A una distancia del nivel del mar de entre 40 y 75 metros, la excavación de los túneles de cada país
tenía que ser precisa, no distanciándose más de 2,5 metros en el momento de encontrarse a mitad
del recorrido. Para ello se utilizaron 12 tuneladoras, cada una de ellas con un coste de 15 millones
de euros. Eran capaces de avanzar hasta 75 metros diarios y excavar 36.000 toneladas de roca
cada 24 horas.

Las máquinas tuneladoras fueron construidas por franceses y británicos. Con una forma cilíndrica,
la máquina tuneladora lleva varias cuchillas («dientes») montadas en su parte frontal. Los dientes
están diseñados con un metal extremadamente duro y al girar van penetrando en el terreno,
creando el espacio para que la máquina pueda seguir avanzando. La perforadora tenía 8,78 m de
diámetro y 200 m de longitud, con un peso total de 1100 toneladas.

Se diseñó con una longitud de 50,5 km de los cuales 39 km son submarinos (túnel submarino más
largo del mundo), con una profundidad máxima sobre el mar de 75 m. El proyecto constó de tres
túneles, 2 para transporte (ida y vuelta) y 1 de servicio y mantenimiento.

Los tres túneles están unidos cada 375 m por las pasarelas transversales.

Con estos datos, debido a los retrasos en las fases de perforación y construcción de la red de
transporte y unido a la subida de tipos de interés, el coste final del proyecto ascendió a
15.000.000.000€.