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“…es en el acto mismo de conocer, íntimamente donde aparecen, por una especie de
necesidad funcional, los entorpecimientos y las confusiones. Es ahí donde mostraremos
causas de estancamiento y hasta de retroceso, es ahí donde discerniremos causas de
inercia que llamaremos obstáculos epistemológicos…”
Una clase de obstáculos lo constituye los conocimientos mal adquiridos, como por
ejemplo los que nos pueden dan la observación inmediata: vemos “salir” el sol por una
zona que llamamos Este, y para comprender que se trata solo de un movimiento
“aparente” que oculta un movimiento “real” el movimiento de rotación de la tierra, que
es el produce aquella “ilusión”, es preciso destruir el primero” (J. C. Urse)
“…Otra clase de obstáculo epistemológico es aquella que tiene que ver con el
conocimiento que en su momento fueron correctamente elaborados, como puede ser
cualquier teoría científica que durante largo tiempo satisface una serie importante de
explicaciones, pero que al cabo de los años se puede convertir en algo que no nos deja
ver cosas nuevas, que nos impide avanzar o interrogarnos sobre otros fenómenos…” (J.
C . Urse)
Una vez abordado el tema en el curso del desarrollo histórico de las ciencias, Bachelard
se detiene a caracterizarlo también en la práctica de la educación, afirmando al respecto,
que en la educación ha sido completamente ignorada la noción de obstáculo
pedagógico
“...los puntos de vista que los profesores tienen sobre el conocimiento, es decir
sus epistemologías, afectan al modo en que enfocan su enseñanza...”
Al decir de Bachelard el docente para hacer una buena labor (para investigar) debe ser
consciente de los obstáculos epistemológicos que afectan su función, para actuar en
consecuencia; estos son:
el narcisismo intelectual
certidumbre y unidad
inercia y soberbia del educador
relaciones de poder
falsas simplificaciones
ideas previas
el estancamiento
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La inercia y soberbia del educador, cuando considera que el fracaso es de los demás.
Son muchos los docentes que se quejan de que los estudiantes no entienden lo que ellos
tratan de “enseñar” y que no entienden por qué sucede eso.
Bachelard hace un llamado a los docentes a permanecer alertas contra ellos mismos,
contra sus seguridades, contra su soberbia, contra su temor a perder autoridad ante el
estudiante, contra su miedo a cambiar porque teme perder el control en la relación
docente-alumno.
Quien enseña manda. Se instala un criterio de autoridad con el que se cortan las alas al
educando se marchitan sus dudas y preguntas, se descalifican sus estrategias
individuales y se condenan sus críticas.
“No hay fin para el aprendizaje, si no hay conocimiento absoluto porque todo
conocimiento está en permanente transformación tampoco hay un final para el
aprendizaje...el conocimiento es un proceso de construcción, destrucción y nueva
construcción permanentes. Se trata de un proceso continuado de logros y rupturas. La
continuidad de este proceso no es evolutiva ni acumulativa sino poblada de rupturas y
de saltos: una continuidad discontinua.” (J. C. Urse)
Así una visión compleja de las ciencias sociales, de las ciencias humanas se
opone a pensar una realidad económica, por una parte, aislada de una realidad
sicológica, demográfica o sociológica. En lo económico están también las necesidades,
deseos y pasiones humanas, La dimensión económica contiene pues otras dimensiones,
no hay realidad que pueda comprenderse de manera unidimensional. Tenemos que
participar en el mundo con otro conocimiento, observar la realidad de otro modo,
renovando y articulando los diversos saberes.
Bibliografía utilizada;