El contrato estatal como todo contrato es un acuerdo de voluntades que busca generar

obligaciones para las partes que lo contraen, en donde uno de los extremos de la relación
contractual es una entidad estatal, lo cual genera un régimen jurídico especial mediado por
principios de orden público, que buscan en términos generales el cumplimiento de los fines
misionales del Estado, con el objetivo de materializar a través del contrato el progreso social, el
suplir las necesidades colectivas, la prestación de algunos servicios públicos, la materializar
derechos fundamentales, entre otros.

Los contratos estatales están supeditados en primer lugar a la Constitución Nacional, pero debido
a sus particularidades se ha creado un régimen jurídico especial conformado por la Ley 80 de 1993
conocida como el Estatuto General de Contratación Publica y ley 1150 de 2007 que introduce las
medidas de transparencia y eficiencia, y se señalan elementos normativos generales para el uso
correcto de los recursos públicos, sin desconocer que el Código Civil Colombiano y el Código de
Comercio Colombiano también hacen parte fundamental de este compendio normativo.

Con base en lo anterior la normatividad es posible señalar que el contrato estatal cuenta con una
serie de elementos que los diferencia de otros tipos de relaciones contractuales pues en este: 1.
No se busca un interés particular, con su celebración sino los intereses y la satisfacción de las
necesidades de la población