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DÍA
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32º DÍA - DISCIPULADO RADICAL

“En la alegría de su nuevo discipulado, Mateo anhelaba llevar
a Jesú s a sus antiguos compañ eros” (El Deseado de todas las
gentes, pá g. 239).

Su tarea no termina con el bautismo de su amigo o miembro

de la familia. La misió n no está completa hasta que se convierta en un
discípulo. La primera fase del proceso se lleva a cabo la conversió n.
Ahí es cuando su amigo recibe las instrucciones adecuadas sobre las
doctrinas bíblicas y recibe el bautismo. Luego se pasa por un proceso
de confirmació n de la fe y la madurez espiritual, y, en consecuencia,
debe ser enviado a cumplir la Gran Comisió n de Cristo. Es decir, el
nuevo discípulo inicia el proceso para convertirse en un discípulo.

Una de las formas má s interesantes es llevarlo a la CLASE DE

DISCIPULADO que dirige la Comisió n de Mayordomía en la hora de
la Escuela Sabá tica. Todos los nuevos discípulos (recié n bautizados)
deben ser discipulados en una clase especial por un maestro excelente.

Como discípulo aprendiz, debe ir acompañ ado en todo el

proceso. En primer lugar, debe ser instruido para identificar a un
amigo, vecino o familiar para convertirlo en un discípulo de Cristo.
É l debe ser instruido para seguir los mé todos de Cristo, y cuando
llegue el momento de iniciar el estudio de la Biblia, debe formar una
PAREJA DISCIPULADORA dentro de la Unidad de Acció n de Escuela
Sabá tica. Acá es importante la labor del Maestro como pastor. Esta
pareja discipuladora le ayudará en esta nueva experiencia. Anime a su
discípulo a dar estudios bíblicos y esté siempre a su lado para darle
seguridad. Cuando este nuevo discípulo sea llenado por el Espíritu, se
convertirá en un discipulador. É l se duplicará con este nuevo creyente,
y usted irá al campo de misió n para salvar a otro.

La mensajera del Señ or señ ala que “El primer impulso del
corazó n renovado consiste en traer a otros tambié n al Salvador.
Aquellos que no poseen ese deseo dan muestras de que han perdido

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su primer amor; deben examinar detenidamente su propio corazó n a la
luz de la Palabra de Dios y buscar fervientemente un nuevo bautismo
del Espíritu; deben orar por una comprensió n má s profunda de aquel
admirable amor que Jesú s manifestó por nosotros al dejar el reino de
gloria, y al venir a un mundo caído para salvar a los que perecían”
(Joyas de los testimonios, t. 2. pá g. 126).

Pero los que no tienen este deseo, dan evidencia de haber perdido
el primer amor; por lo tanto, “deben examinar determinadamente su
propio corazó n a la luz de la Palabra de Dios y buscar fervientemente
un nuevo bautismo del Espíritu” (Elena White, El ministerio de bondad,
pá g. 60) a fin de ser verdaderos discípulos.

¡Vamos juntos y conecta2!

¿Qué destaca usted de la lecció n de hoy?

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¿Qué es lo que usted hará ahora?

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