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El Consejo Latinoamericano de Ciencias


Sociales (CLACSO) es una institución internacional
no-gubernamental con status asociativo en la UNESCO,
creada en 1967. Actualmente, reúne 609 centros de in-
ernando Calderón Gutiérrez hace ciencia
social como los cartógrafos dibujan mapas,
creando maneras de describir la realidad, gene-
no son fáciles de leer, menos dibujar; pero son
esenciales, creo, para entender por qué el pasado
se yergue sobre el presente.
Fernando Calderón Gutiérrez Fernando Calderón Gutiérrez es Doctor
en Sociología de la Escuela de Altos Estudios
de Paris, Francia.Licenciado en Sociología de la
vestigación y posgrado en el campo de las ciencias Universidad de Chile.
rando cartas de navegación e hilando puntos Este método se llama ciencia social en América
sociales y las humanidades en 46 países de América
Latina, Estados Unidos, Canadá, Alemania, España,
Francia y Portugal.
conexos donde el resto solo vemos puntos. Latina. Contrasta el mundo real con el concepto y La construcción social de los derechos Profesor de las universidades de Chile y Católi-
A diferencia de muchos académicos que ven siempre está dispuesto a transformar el concepto,
y la cuestión del desarrollo ca en Valparaíso, Chile; San Andrés en La Paz y

La construcción social de los derechos


Sus principales objetivos son: América Latina como inconclusa, subdesarrollada construir una nueva categoría, para describir San Simón en Cochabamba, Bolivia; de FLAC-
• Promover la investigación social para el combate a la SO; de las universidades de Chicago, Austin,
pobreza y la desigualdad, el fortalecimiento de los o atrasada, Fernando ve proyectos alternativos de mejor la realidad. Ahí viene el enganche con la

Fernando Calderón Gutiérrez


Cornell y California-Berkeley,Estados Unidos, y
derechos humanos y la participación democrática. modernidad en pugna, donde “no falta nada”, ni cartografía, la capacidad de describir un mundo
de Barcelona, España. Conferencista y profe-
• Contribuir, desde los aportes de la investigación existe “carencia” ni “atraso” alguno. En sus mapas que cambia. sor invitado en más de 10 universidades de

y la cuestión del desarrollo


académica y del pensamiento crítico, a promover polí-
ticas de desarrollo sustentables en términos económi- cognitivos de América Latina coexisten prácticas América Latina y diversas partes del mundo.
cos, sociales y ambientales. populares, instituciones neoliberales y hábitos
• Tender puentes entre la investigación social y las Ha sido investigador invitado en el Centro de
políticas públicas, impulsando acciones innovadoras,
neoindigenistas, en pugna política abierta, pero Del Prólogo de Gray Molina en Los laberintos de
Estudios Globales de Paris de la Maison de
creativas y viables ante los grandes desafíos sociales, sin disonancia cognitiva. Los mapas de Fernando la libertad.
educativos, culturales y ambientales de América Latina Sciencies de l’Homme y en el Departamento de
y el Caribe. Comunicaciones de la Universidad de Southern
• Apoyar la formación de redes de investigadores/as e California en Los Ángeles. Actualmente dirige el
instituciones que actúan en el campo de las ciencias programa Innovación, desarrollo y multicul-
sociales y las humanidades. turalismo en la misma Universidad y le ha sido
• Fortalecer los procesos de internacionalización aca- otorgada la Cátedra Simón Bolívar (2017/18)
démica en América Latina y el Caribe.
por la Universidad de Cambridge en Inglaterra.
• Ampliar la cooperación y el diálogo académico
Sur-Sur y Norte-Sur.
• Estimular el desarrollo y la consolidación de las
Ha sido Secretario Ejecutivo de CLACSO, Ase-
ciencias sociales y del pensamiento crítico en los países sor en Políticas Sociales de la CEPAL, Asesor
más pobres de América Latina y el Caribe. Especial regional en Desarrollo Huma- no y
• Intervenir en el debate público nacional y regional, Gobernabilidad del PNUD para América Latina.
aportando las perspectivas y contribuciones de la Ha coordinado y asesorado más de 10 Informes
investigación social basada en resultados. Patrocinado por de desarrollo humano a nivel na- cional, regio-
• Colaborar con la formación de agentes gubernamen-
nal y mundial y ha dirigido el Proyecto de Análi-
tales, activistas sociales y profesionales de la prensa en
temas sociales, educativos, culturales y ambientales, sis Político y Prospectiva para América latina
acercándolos a problemáticas abordadas desde las cien- (PAPEP).
cias sociales y a las evidencias que la investigación
social aporta.
Agencia Sueca de Desarrollo Internacional
Antología esencial Es autor de más de veinte libros en temas de mo-
• Generar condiciones de acceso abierto a la producción vimientos sociales, política, cultura y desa-
académica latinoamericana y caribeña, contribuyendo a
la democratización del acceso al conocimiento y per- rrollo, además de haber participado en más de
mitiendo su más activa utilización por parte de los Prólogo de treinta compilaciones sobre los mismos temas.
gestores de políticas públicas, las organizaciones sociales
y ciudadanas, la prensa y el propio sistema universitario. ALAIN TOURAINE
ISBN 978-987-722-239-5

COLECCIÓN ANTOLOGÍAS DEL PENSAMIENTO


9 789877 222395 SOCIAL LATINOAMERICANO Y CARIBEÑO
CALDERÓN GUTIÉRREZ

Black
La construcción social
de los derechos y la cuestión
del desarrollo
Calderón, Fernando
La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo :
antología esencial de Fernando Calderón Gutiérrez / Fernando Calderón ;
prólogo de Alain Touraine. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires :
CLACSO, 2017.
Libro digital, PDF

Archivo Digital: descarga


ISBN 978-987-722-239-5

1. Análisis Sociológico. 2. Ensayo Sociológico. I. Touraine, Alain, prolog. II.


Título.
CDD 301

Otros descriptores asignados por la Biblioteca virtual de CLACSO:


Desarrollo / Globalización / Movimientos Sociales / Cultura / Estado /
Diversidad / Políticas Públicas / Democracia / Ciudadanía / América Latina
Colección Antologías del Pensamiento Social
Latinoamericano y Caribeño

Fernando Calderón Gutiérrez

La construcción social
de los derechos y la cuestión
del desarrollo

Antología esencial

Prólogo de
Alain Touraine
Colección Antologías del Pensamiento Social Latinoamericano y Caribeño
Director de la Colección: Pablo Gentili

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Conocimiento abierto, conocimiento libre.

Primera edición
Fernando Calderón. La construcción social de los derechos y la cuestión social del desarrollo. Antología esencial
(Buenos Aires: CLACSO, junio de 2017)

ISBN 978-987-722-239-5
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no necesariamente refleja los puntos de vista de la Secretaría Ejecutiva de CLACSO.
Índice

Prólogo......................................................................................................................................... 11
Alain Touraine

Primera Parte
Política y desarrollo

Navegar contra el viento... O las perspectivas de América Latina en la era de la


información (2016)..................................................................................................................... 49
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología
del actor (2015)........................................................................................................................... 75
Carisma, sociedad y política (2013)....................................................................................... 121
Fernando Calderón G. y Daniel Moreno
Los líderes y la sociedad frente al espejo (2013).................................................................. 161
Fernando Calderón G., Caterina Colombo y Daniel Moreno
Una inflexión histórica. Cambio político y situación socioinstitucional
en América Latina (2008)......................................................................................................... 211
Panorama electoral de América Latina. ¿Qué reemplaza al
modelo neoliberal? (2006)....................................................................................................... 237
Las nuevas condiciones sociales de la democracia (2004)................................................. 247
La nueva cuestión social bajo la mirada del desarrollo humano.
Una fundamentación sociológica desde la experiencia latinoamericana (2000)............. 257
Modernización y gobernabilidad democrática (1998)......................................................... 281
Fernando Calderón G. y Norbert Lechner
La pobreza y las nuevas condiciones de desigualdad social (1997)................................... 311
Fernando Calderón G. y Alicia Szmukler
Gobernabilidad, competitividad e integración social (1995).............................................. 329
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad. Las dimensiones culturales de la
transformación productiva con equidad (1994)................................................................... 349
Fernando Calderón G., Martín Hopenhayn y Ernesto Ottone

Segunda Parte
Política y movimientos socioculturales

“Disculpe la molestia, estamos cambiando el país”. Politicidad y protestas:


los jóvenes en Chile, México y Brasil (2014)........................................................................ 399
Fernando Calderón G. y Alicia Szmukler
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina (2012)............................................ 409
Movimientos culturales y la emergencia de una nueva politicidad (2011)....................... 449
La revelación de los bordes o repensando la portada de San Lorenzo (2010)................. 467
Ciudadanía y desarrollo humano (2007)................................................................................ 475
La participación local como factor estratégico de la reforma del Estado (2005)............ 513
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible (2004)................................................................. 525
Fernando Calderón G. y Alicia Szmukler
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano (2004)......................................... 565
América Latina en la era de la información. Cambio estructural, crisis,
actores sociales, procesos de transformación (2003).......................................................... 627
Fernando Calderón G. y Manuel Castells
Entre el gobierno de los Diablos y el gobierno de los Ángeles (2002).............................. 707
Bolivia. Un siglo de luchas sociales (1999)........................................................................... 419
Muralismo y revolución nacional (1998)............................................................................... 747
Diversidad cultural y ciudadanía (1997)................................................................................ 761
¿Todo lo que se termina se acaba? La sociedad y el ciclo estado-nación (1995)............. 769
Fernando Calderón G. y Mario R. dos Santos
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina. Veinte tesis sociopolíticas
y un corolario de cierre (1991)............................................................................................... 799
Fernando Calderón G. y Mario R. dos Santos
“Esa hoja verde y divina la coca es” (1989)........................................................................... 837
Los movimientos sociales frente a la crisis (1986).............................................................. 847
Prólogo
Alain Touraine*

F ernando Calderón –sociólogo boliviano,


Ex Secretario Ejecutivo de CLACSO, par-
ticipante muy activo del PNUD (programa de
décadas– para construir una imagen comple-
ja y coherente del nuevo tipo social en que
vivimos. Este último lleva al mundo entero,
Naciones Unidas para el desarrollo) para va- empujado por la globalización, hacia un nue-
rios países del continente, amigo muy cercano vo modelo social dominante, y hacia nuevas
de Manuel Castells– es de esos sociólogos, eco- combinaciones entre ese modelo central y ti-
nomistas o politólogos que no corren el riesgo pos de sociedades más o menos dependientes,
de encerrase en las diferencias que separan a ya sea de los antiguos poderes colonizadores
unas naciones de las otras en esta región vasta como de los Estados que sostienen más cla-
y diversa. ramente el nuevo modelo social. Un modelo
Desde hace tiempo, él forma parte del pe- social que está claramente conformado de una
queño grupo de precursores que, antes que manera post industrial, tal como lo habíamos
los otros, levantaron la bandera de pensar lo propuesto con cierto éxito Daniel Bell –gran
global, lo que obliga a consagrar una reflexión intelectual americano y profesor de Harvard
y una formación profesional permanentes a University– y yo mismo, en la École des Hau-
todos los especialistas, juristas, ecologistas, tes Études en París desde los años 70, todavía
antropólogos o especialistas de comunicación en un siglo XX dominado por la Guerra Fría
que trabajan –algunos desde hace más de me- entre los Estados Unidos y la Unión Soviética,
dio siglo y la mayoría desde hace dos o tres que se desencadenó casi al mismo tiempo que
la victoria de los Aliados sobre el ejército y el
régimen hitleriano, y que ya estaba inscrita en
* École des Hautes Études en Sciences Sociales, París. los acuerdos de Yalta.
12 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Si es desde hace tiempo necesario leer con las sociedades que se definían por un conflicto
una atención particular a los y las que fueron social central, que oponía a asalariados y due-
los primeros convencidos de la necesidad de ños de las industrias alrededor de la convicción
dar prioridad a la historia global sobre las his- compartida por ambos campos de que la creati-
torias nacionales y hasta regionales, es sola- vidad humana se manifiesta más directamente
mente ahora, después de una larga generación por su capacidad técnica.
de trabajos, que podemos leer, gracias a gran- El continente americano recibió por su de-
des investigadores como Fernando Calderón, pendencia colonial, ante todo una herencia
los estudios que combinan una fuerte concien- cultural, primeramente lingüística, de los paí-
cia de la necesidad de una sociología global y ses colonizadores, España y Portugal, pero
un conocimiento profundo de varios países, en también, desde la mitad del siglo XIX, en el
particular en el caso de Fernando Calderón, caso de Chile y Perú, sufrieron la ocupación
Bolivia, Argentina y Chile. del oeste americano. Desde la fiebre del oro,
Nos hemos acostumbrado a leer y escribir que condujo en la costa pacífica de América
historias nacionales hasta en el caso de las del Sur, un desarrollo económico del cual Val-
naciones colonizadas, por la fuerza con que la paraíso es la ciudad simbólica y del cual varias
identidad nacional de las potencias coloniales, ciudades, como Iquique –bastante más al norte
que tendían fuertemente a acordar un valor que Valparaíso– guardaron la marca candente
universal a sus propias características sociales de la represión a los primeros movimientos de
y culturales, y que ha marcado la organización los mineros del cobre y de salitre. América La-
de esas naciones y la vida de sus habitantes. A tina no es solamente un continente colonizado
lo largo de los dos últimos siglos, es la produc- por los españoles y los portugueses, sino que
ción industrial, sus conflictos sociales y las re- ha estado durante mucho tiempo, marcado por
formas que provocaron, ya sea por la ley o por la hegemonía británica que duró hasta el breve
las negociaciones colectivas, así como también periodo que separó las dos guerras mundiales
por los movimientos revolucionarios, lo que de- del siglo XX y enseguida por una hegemonía
finió más fuertemente a estas sociedades, que norteamericana que acabó, en su forma más
parecían en ese entonces más potentes y que extrema, incorporando recientemente México
las otras querían imitar. Más concretamente, a América del Norte.
Prólogo | Alain Touraine 13

No obstante, no subestimemos la herencia países del mundo, o bien se aferran a los mo-
del periodo que fue el de las grandes expedicio- delos anteriores que intentan renovar, o bien se
nes y exploraciones coloniales y que culminó agotan y desaparecen a causa de su incapaci-
creando un orden social y político preocupado dad de comprender el mundo que se substitu-
sobre todo por hacer respetar los intereses del ye al mundo industrial y a crear movimientos
sistema colonial, pero que, tal como las mis- sociales y formas de acción política bastante
ma metrópolis europeas, se inspiraba de una adaptados a situaciones nuevas para darles
concepción general de la vida social y del go- rápidamente una gran influencia en todos los
biernos más jurídica y política que económica aspectos de la vida política.
y social. Situación cuya influencia fue aún más Los países de América Latina fueron moder-
durable, ya que España o Portugal así como en nizados y entraron en la civilización industrial,
la vecina Francia, mantuvieron al final del si- antes que nada por la llegada masiva de inmi-
glo XIX esta concepción más jurídica y política grantes, venidos sobre todo de los países medi-
que económica y que subordinó los conflictos terráneos pero también de Alemania, de Suiza
sociales a los intereses de la nación, sea ésta la y de Francia, así como del imperio turco antes
del poder colonizador o, por el contrario, la de de la Primera Guerra Mundial, lo que les dio el
los movimientos de liberación nacional. nombre de “Turcos” a los Sirios y los Libaneses
Si insisto sobre la importancia dominante de que se ampararon del gran comercio y a veces
la economía y de la sociedad industrial en el de las industrias textiles en las dos orillas del
mundo del siglo XX, es porque la mejor mane- Atlántico. Acción completada por la presencia
ra de comprender la naturaleza del nuevo mo- de otra imagen, más material, de la sociedad
delo social que vemos formarse se comprende industrial, la aparición en varios países del con-
mejor cuando lo comparamos con el modelo tinente de una economía minera y sobre todo
industrial. Por la simple razón que si los diri- de una clase obrera de mineros que fue, con los
gentes económicos se adaptaron fácilmente a obreros que vinieron más tarde del petróleo, los
la aparición de un orden que controlan y que actores principales de las luchas sociales indus-
utilizan, los movimientos populares, sociales o triales, cuya resistencia marcó con sangre mu-
políticos aun cuando no son víctimas de una chos paisajes, aun si los movimientos obreros
represión masiva, como es el caso de tantos fueron a menudo controlados o utilizados por
14 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

los nacionalismos políticos que reunían alrede- subcomandante (y por lo tanto no indígena)
dor de ellos mismos categorías mucho más di- Marcos fue su portavoz e inspirador.
versas y por lo tanto más potentes. Pero la vida Ya que nuestro objetivo es situar la historia
política de todos los países fue dominada por de los países latinoamericanos en el interior
movimientos más políticos que sociales y has- de un nuevo modelo de transformaciones so-
ta por una voluntad de participación y de dis- ciales y culturales que dominan el mundo de
tribución a todos los ciudadanos más que por hoy intentemos desde ahora, lo antes posible,
los conflictos de clase. Argentina fue el ejemplo de definir ese nuevo modelo. Para el sociólogo,
más importante de este “nacional-populismo  ” el cambio más importante es que el poder ya no
del que Perón se convirtió la personalidad em- pertenezca a los dueños de las fábricas y de las
blemática, incluso cuando la oligarquía enrique- minas sino a aquellos que son capaces de pro-
cida por la Pampa, lejos de defender formas de ducir, difundir y eventualmente imponer repre-
dominación tradicional, estaba fuertemente in- sentaciones, lo que prefiero llamar con un tér-
fluenciada por el racionalismo y el positivismo mino más amplio “interpretaciones ” prácticas
venidos de la Europa urbana, y se comprometía y técnicas utilizadas. El poder, en todo el mun-
con la creación de repúblicas laicas. do, se basa en la dominación y el control de las
En el norte del continente, donde existe y don- actitudes, de las decisiones, de las evaluaciones
de se ha mantenido una fuerte población india, de la elección del modo de vida. Tal es el sen-
los prejuicios y los conflictos étnicos logra- tido sociológico principal de la emergencia de
ron inclusive comandar ampliamente la vida un nuevo tipo de sociedad que podemos llamar
política hasta nuestros días, en particular en sociedades de comunicación para subrayar que
América Central y con más fuerza en Guatema- son éstas que ocupan ahora el lugar central que
la y en México, donde el apoyo oficial dado al había pertenecido durante por lo menos dos si-
movimiento indigenista, si bien culminó con la glos a la fabricación industrial. Transformacio-
creación de un admirable museo antropológico nes de las cuales es imposible sobrestimar la
en México, no terminó con la exclusión a me- importancia. Ya no es la posesión de bienes ma-
nudo brutal que han sufrido los indígenas y no teriales, sino de bienes “subjetivos”, de modos
ha podido reducir o hacer desaparecer al acti- de conducta, de informaciones y de decisiones
vo movimiento neozapatista de Chiapas, cuyo que definen el poder. Como aquellos que po-
Prólogo | Alain Touraine 15

seen tanto poder sobre los seres humanos no Unidos y en el mundo británico, Canadá y Aus-
renuncian a su poder sobre las cosas y los capi- tralia incluidos. Recientemente la Academia
tales. Debemos concluir que la transformación Americana de Ciencias, para lanzar una cam-
más importante de las sociedades nuevas con paña nacional de defensa y de financiamiento
relación a las que precedieron es la formación de las universidades públicas de investigación,
de poderes que me veo obligado a nombrar en recordó con fuerza que hoy no existe una inno-
su totalidad para evitar el contrasentido que in- vación técnica importante que no tenga raíces
troduce aquí la idea de totalitarismo que pode- en la investigación y los descubrimientos de la
mos sin duda aplicar a la sociedad comunista ciencia fundamental.
china o a las sociedades djihadistas sunitas o Aquí estamos con la pregunta más difícil: la en-
chiitas, pero que ciertamente no se aplican a trada en el mundo en una nueva era, la de la
los Estados Unidos de América, incluso cuan- comunicación y de la globalización ¿facilita la
do, después del salvaje atentado de doscientas participación de un número mucho más grande
personas, acarrearon peligrosas expediciones de personas a las nuevas tecnologías o, al con-
punitivas. Lo que le interesa sobre todo a la so- trario, crea una barrera cada vez más alta entre
ciología es que frente a estos poderes totales los grandes campeones, que viven en un peque-
se yerguen reivindicaciones a su vez más y más ño número de “ciudades mundiales “ y la masa
“totales ”, animadas por la voluntad de muchos de los y las que pueden utilizar esas técnicas
de ser dueños del sentido de su propia vida y únicamente para alcanzar objetivos que se si-
de la de los otros y por ende de su entorno. La túan a un nivel mucho más bajo, como el robo,
fuerza social que anima a las sociedades del la corrupción, los tráficos ilícitos o inclusive las
nuevo tipo ya no son aquellas cuya sede eran masacres masivas o los actos de terrorismo?
los grandes bancos, o luego las grandes empre- Pero la respuesta a esta pregunta podría ser
sas que se llamaron fordistas. Esta fuerza es la menos difícil de lo que puede parecer a prime-
del conocimiento. Las instituciones que fueron ra vista. Ya que si el acceso a muchas técnicas
destinadas a jugar el papel central en las socie- es muy simple, como lo muestra la difusión en
dades de conocimiento y de comunicación son todo el mundo de los teléfonos inteligentes, de
las universidades de investigación, hoy en día Facebook, de Twitter, la creación de un siste-
prácticamente todas situadas en los Estados ma de decisiones económicas, políticas o mi-
16 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

litares supone el control, no solamente de un sistemas que no toman en cuenta las relaciones
gran número de elementos, sino sobre todo siempre complejas entre conflictos de intere-
de modos de interacción muy diversos, lo que ses, de las previsiones contradictorias, de los
Edgar Morin dijo claramente en una palabra efectos muy diversos en las opiniones públicas,
cuya importancia no ha cesado de crecer: la sobre todo en los países democráticos. Esta
complejidad. No es difícil transportar grandes constatación, presentada aquí bajo una forma
cantidades de drogas o de armas de México a simplificada, tiene efectos importantes sobre la
los Estados Unidos o a Europa, pero las comu- formación o la imposibilidad de formar actores
nicaciones, las informaciones, la penetración sociales nuevos en las sociedades que pueden
de las redes de espionaje suponen el conoci- alcanzar una concepción más consciente, más
miento, el control y la modificación de un nú- “reflexiva ” de su propia capacidad de creación
mero elevado de códigos de una complejidad y de transformación de ellas mismas, de sus
extrema. De la misma manera que, si es posi- instrumentos, de sus métodos e inclusive de su
ble para un buen científico ampararse de un entorno. Una tal conclusión merece ser repe-
resultado importante para el armamiento de tida bajo una forma más cercana de nuestras
su país, la creación de un sistema de armas es observaciones habituales.
de una complejidad, y por ende de un costo, El gran descubrimiento que nos aporta nues-
extremadamente elevado. Lo más extraordina- tra entrada en la sociedad de comunicación
rio en la nueva organización económica es que globalizada es que en el centro de ese nuevo
cada vez es más fácil consumir informaciones mundo, por primera vez, tomamos conciencia
y cada vez es más difícil y costoso construir sis- de nosotros mismos, seres humanos, no sola-
temas. Si aceptamos esta conclusión, que está mente como legisladores y creadores de orden
respaldada por la observación de la extrema o de la técnica pero directamente, sin interme-
concentración de los lugares de concepción de diarios, como creadores de nosotros mismos,
nuevos sistemas, tenemos que reconocer que de nuestra conciencia de nosotros mismos
los que no pertenecen a los centros de creación como creadores.
más avanzadas están fuertemente dirigidos no Esta expresión parece abstracta; debo enton-
hacia tecnologías más simples sino hacia sis- ces dar un ejemplo por lo menos para mos-
temas cuya finalidad es de un nivel más bajo, trar claramente la importancia del giro que se
Prólogo | Alain Touraine 17

produce ante nuestros ojos. El que me apare- na Judith Butler la que fue más lejos en este
ce con más fuerza es el de las mujeres. Hasta camino propiamente revolucionario en el que
aquí, las mujeres han sido definidas por el lu- ya se había lanzado Simone de Beauvoir dos
gar que les daba los sistemas de parentesco, generaciones antes.
por lo tanto los intereses fundamentales de un Prefiero sin embargo seguir a Antoinette Fou-
sistema social, luego, en las primeras socieda- que, que insiste en reconocer y además reforzar
des modernas, en la época de lo que se llamó el la dualidad de los sexos, a condición de preci-
Renacimiento, sobre todo en Italia, se las defi- sar que esta dualidad debe reforzar la comple-
nió e incluso sacralizó como objeto del deseo jidad de las interacciones entre los dos sexos y
masculino. Ellas estaban definidas en función no reservar un espacio inferior a uno de ellos, a
del hombre, sin ser ellas mismas creadoras. Es menudo al sexo femenino. Este ejemplo es tan
verdad que más tarde, unas reformas limitadas masivo que nos obliga a reconocer que tene-
quisieron disminuir la desigualdad que conti- mos una capacidad creciente de imaginar y de
nuaba golpeando a las mujeres, lo que condujo construir las relaciones entre hombres y muje-
a la idea de la paridad, por lo menos en algunos res. Lo que nos sugiere también otro ejemplo de
países; lo que satisfizo a muchos políticos, pero cambio cultural. Después de haber escuchado a
cuyos efectos reales siguen siendo limitados. los “progresistas  ” hacer el elogio del desarro-
De hecho, como lo recordó recientemente la llo durable que tiene en cuenta un gran número
excelente socióloga americana Nancy Frazer, de aspectos sociales y culturales del crecimien-
los cuidados materiales, el “care”, que exige to económico, reconocemos hoy que debemos
una familia y sobre todo las necesidades de los elegir entre una voluntad de devolver la acción
muy jóvenes y de los muy viejos están a cargo humana a los límites impuestos por un cuadro
de las mujeres, que por lo tanto están menos natural y, de manera completamente opuesta,
disponible para la reflexión y la acción pública. escuchar las condiciones de sobrevivencia y de
La ruptura se hizo solamente cuando acepta- crecimiento de las sociedades humanas, toman-
mos definir a la mujer como una construcción do en cuenta las amenazas que pesan de manera
hecha para el hombre en función de sus inte- cada vez más visible no sólo sobre los seres hu-
reses y sus necesidades, tanto sexuales como manos sino también sobre su entorno climático
políticas o económicas. Es la filósofa america- y de manera más general, biológico.
18 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

El lector puede sorprenderse de ser introdu- considerar nuestras sociedades posindustria-


cido en el análisis sociológico por considera- les como posmodernas, pero al contrario, sí
ciones que la desbordan ampliamente. La razón como híper modernas, es decir como teniendo
es simple. El progreso de la tecnología, en par- una intención más directa y más exigente que
ticular de la robótica y hasta de las previsiones las otra sociedades de la libertad, la igualdad y
de funcionamiento de los sistemas ha creado la dignidad de todos los seres humanos. Para
para muchos una confianza casi sin límite en decirlo con palabras que pueden parecer tra-
los efectos de las innovaciones tecnológicas y dicionales, la tarea principal de las ciencias
del análisis económico. Para muchas personas, humanas es devolver la centralidad al análisis
todo ocurre como si las leyes de la naturaleza de la consciencia y la voluntad de defender los
fueran a liberar a los seres humanos que deben derechos humanos fundamentales, que deben
abandonar sus creencias y preferencias para ser colocados en nuestras sociedades híper
someterse a unas leyes naturales que les son modernas encima de todas las leyes, ya que
fundamentalmente favorables, ya que hacen éstas están cada vez más influenciadas por las
que la razón y el orden triunfen sobre la pasión exigencias mismas de las tecnologías.
y el desorden. No es para nada en esta direc- Mientras escribo estas páginas, puede pare-
ción que reacciona hoy, con mucho atraso, la cer paradojal buscar la presencia de América
sociología que entiende bien que sólo puede Latina en las transformaciones culturales que,
defenderse contra la acción de la razón, some- estrictamente hablando, han creado la civiliza-
tida demasiadas veces a la voluntad del poder, ción en la que hemos entrado; sin embargo es
mostrando que los sistemas sociales y los mis- indispensable para identificar la naturaleza de
mos individuos sean orientados en su acción la caída política y social que vive este continen-
al igual o más que las leyes de la naturaleza, te y que acarrea tantos testigos apremiados a
por sus consciencia de ser el fin último de su contentarse registrando la serie de sus fraca-
propia acción. Hacen de ésta una intervención sos, de sus escándalos y de sus decepciones.
cada vez más voluntaria y calculada sobre las Ya que estos fracasos no se deben ni a las de-
situaciones en las cuales procura hacer avan- nominaciones impuestas ni a coyunturas eco-
zar la libertad de la mayoría. Este vigoroso avi- nómicas desfavorables, tampoco a errores de
so de las ciencias sociales no nos lleva a querer gestión. Defiendo la idea de que la crisis de
Prólogo | Alain Touraine 19

América Latina se debe en primer lugar, como sólidamente en las etapas que debió atravesar.
la de varios países europeos, al retraso de la Lo que puedo resumir en dos hipótesis. La pri-
conciencia de su propia condición y, sobre mera –la más importante, parecería– es que un
todo, de sus posibilidades. América Latina, bajo país sólo puede entrar en un mundo globaliza-
la influencia a la vez de ciertos intelectuales, do si ha logrado a comportarse él mismo como
y sobre todo de ciertas grandes potencias, en un Estado nacional, tomando esta expresión
particular de la Unión Soviética, dio ella misma en el sentido que Europa le dio a partir de la
unos análisis que apuntaban sistemáticamente Revolución Francesa y de la Independencia
a negar su propia capacidad de acción, aunque americana.
varios países del continente –y en particular Hipótesis confirmada por la gravedad de la cri-
en Chile– tenían éxitos económicos excepcio- sis actual de la idea de Estado nacional. Mien-
nales. Vimos desarrollarse la idea de que la no tras que algunos quieran sobrepasarla comple-
intervención de fuerzas políticas y sociales era tamente en nombre del cosmopolitismo prác-
la condición del triunfo económico. Idea que ticamente sin instituciones, otros, asustados
sin embargo había sido negada de manera casi por ese peligro y por el riesgo de sumisión a
constante en el pasado por los actores y los nuevas hegemonías, quieren remplazar al Es-
analistas de la modernización y sobre todo de tado nacional por un Estado comunitario, que
la industrialización, tanto en Gran Bretaña y en es en realidad lo opuesto. Y la importancia de
los Estados Unidos como en la Unión Soviética este tema se fortaleció por la debilidad general
y en China. del Estado nacional en América Latina y los
No pretendo aquí hacer un elogio general de éxitos innombrables de los regímenes nacio-
las ideologías voluntaristas y condenar la con- nales populares que demuestran rápidamente
fianza muchas veces excesiva que se les da a su incapacidad a combinar las demandas so-
los mercados. Quiero proponer una hipótesis ciales con las exigencias de la competitividad
más limitada y más concreta históricamente. económica.
Esta hipótesis es que un país, sea cual fuere, La otra condición para entrar vigorosamente
para pasar una etapa, la de la industrialización, en la economía globalizada es evidentemente
a la etapa siguiente, la de las comunicaciones y encontrarse en uno de los ejes de las grandes
de la globalización, debe haberse establecido actividades de los intercambios internaciona-
20 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

les. Es demasiado fácil recordar aquí que gran- nes de acción tan importantes como la lucha
des países se han enriquecido con la produc- contra la dependencia.
ción y la venta de petróleo y, antes que ellos, Es porque existen objetivos fundamentales
otros, con la explotación masiva de carbón. para la acción política que ésta posee una auto-
Los Estados Unidos y Canadá se esfuerzan nomía real, lo que representa una transforma-
para demostrarnos hoy que su independencia ción completa de lo que era tal vez una posi-
económica está asegurada por el gas de es- ción reformista y que se convierte al contrario
quisto, pero los más ecologistas tienen razón lo que podríamos llamar una concepción políti-
al recordar que el precio de esta independen- ca del desarrollo definida por la convicción de
cia es aplastador para regiones enteras y que que la acción política tiene objetivos propios y
es inaceptable proponer a la humanidad entera que la capacidad de crear una acción política
regresar a la violencia a la vez tecnológica y es más importante todavía que una lucha más
social de la primera industrialización europea ideológica que realmente política contra la de-
y americana. Entre los sociólogos latinoameri- pendencia. Es ésta misma autonomía de la ac-
canos Fernando Henrique Cardoso, sociólogo ción política, más todavía que la participación
antes de ser Presidente, es el que insistió con en el desarrollo económico moderno, la que
más fuerza y convicción sobre la importancia tiene efectos más directos e incluso más de-
de esos factores de éxito, y sobre todo, la in- cisivos sobre la capacidad de un país a través
tegración nacional. Contra los defensores más de su Estado de entrar en una nueva fase de la
radicales de la teoría de la dependencia –para modernización. La situación actual nos ofrece,
los cuales la política nacional de los Estados fuera de América Latina, una prueba masiva.
latinoamericanos no podían tener ningún La alianza del Tercer Mundo y de la Unión So-
otro papel que el de combatir directamente y viética en la conferencia de Bandung permitió
completamente la dependencia respecto de la formación y la consolidación de varios Es-
las potencias imperialistas– recordó que si la tados nacionales, de la Indonesia de Soemako
dependencia traía indudablemente problemas al Egipto de Nasser y hasta la China de Chou
fundamentales, la defensa o la creación de la Enlai, vedette de esta conferencia. Podríamos
unidad nacional y de otra parte el conflicto de fácilmente añadir a estos resultados tan impor-
las clases sociales eran objetivos y dimensio- tantes el de Pakistán y sobre todo el de Fidel
Prólogo | Alain Touraine 21

Castro que se proclamó en Cuba como herede- del desarrollo –y en primer lugar a la conscien-
ro de José Marti. cia nacional– que a los factores objetivos, a la
En cambio, los países de la Mesopotamia pe- posesión de recursos limitados e incluso al es-
ro también los del Sahel africano se revelaron píritu de emprendimiento. No obstante, Amé-
incapaces de construirse una consciencia y rica Latina no tuvo –con alguna excepción– la
una gestión nacionales. En Irak, los chiitas do- voluntad de creación de naciones que habían
minan el sur, los sunitas el centro y sobre todo levantado a Europa en 1848 (la “primavera
Tikrit, la base de Saddam Hussein, y los kurdos de los pueblos”) poco después de la caída del
el norte. Mali fue víctima del levantamiento régimen nazi y de las guerras de descoloniza-
de los nómadas del norte y Boko Haram en el ción. ¿Cómo no reconocer, leyendo los desta-
norte musulmán de Nigeria se volvió práctica- cados trabajos de Fernando Calderón, que es
mente independiente de los intereses petrolí- la debilidad de lo que los Europeos llaman hoy
feros del delta del Níger. La Republica Centro la “clase política” que explica de mejor mane-
Africana, tal como Sudán, explotó y Somalia ra los fracasos actuales del continente? Que
tal como Eritrea está descompuesta y envía basta recordar que las políticas de inversión
numerosos refugiados, en particular hacia Ita- no están casi nunca formadas, mientras que
lia. No se trata aquí de tomar partido por los los objetivos centrales de la acción política
soberanistas, sino al contrario recordar que la eran la participación a la vida nacional y la
consciencia nacional – que no es el nacionalis- distribución de las riquezas a una nueva cla-
mo, todavía menos el comunitarismo – es un se media. Ya tuve la ocasión aquí de resumir
elemento indispensable de la capacidad de ac- la historia política del continente, de la revo-
ción de una nación. Los que lo habrían olvida- lución mexicana al triunfo de los regímenes
do pueden pedirle tanto a los franceses como a autoritarios en Chile, en el Brasil, en Argen-
los americanos o los soviéticos que confirmen tina y en Uruguay como la subida y la caída
esta afirmación. de los regímenes nacionales populares, cuyo
Los temas que vienen de ser evocados aquí, modelo más potente fue el peronismo argen-
son de una tal importancia en el mundo entero tino, ya sea en el primer gobierno de Perón
que debemos acordar desde ahora al menos la o en el segundo, y más recientemente en las
misma importancia a los factores subjetivos presidencias de los Kirchner.
22 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

La herencia de Cárdenas en México fue me- intentos hasta ahora exitosos de construcción
nos extrema y se trasformó en la creación de de un Estado nacional orientado a la vez hacia
una potente burocracia de Estado, lo que expli- el desarrollo económico y la redistribución so-
ca el desarrollo económico importante de Mé- cial. Al contrario, durante el último cuarto de
xico que se oponía a la caída de Argentina, que siglo, la historia económica del mundo estuvo
disponía sin embargo de ventajas excepciona- dominada por la industrialización de la China,
les desde el inicio. El Brasil se separó de ma- nueva fábrica del mundo, y ahora exportadora
nera más clara de los dos casos precedentes, de capitales, mientras que los Estados Unidos
abandonándose, después del vigor de Kubits- eran, más que nunca, la oficina de estudios del
chek, a la debilidad de Janio y de Django antes mundo y el centro más importante, de lejos, de
de caer en una dictadura militar que tomó la la creación de conocimientos fundamentales y
forma de una represión brutal a partir del Acto por ende de innovaciones tecnológicas.
institucional número cinco. El Brasil le debió América Latina ha sido llevada a la formación
a Cardoso el retorno a una democracia institu- acelerada de una economía de la comunicación
cional sólida que fue completada por la distri- globalizada. Los países de la costa Pacífica,
bución masiva durante las dos presidencias de Chile y Perú en primer lugar, aprovecharon el
Lula de ayuda económica a los pobres, lo que precio elevado de los metales que vendieron en
permitió a decenas de millones de ellos entrar gran cantidad a la China. Es verdad que hace
en una pequeña clase media capaz de subsistir. poco el precio del cobre bajó fuertemente en
Es algo muy reciente que este Estado brasilero, los mercados mundiales, pero durante una ge-
asociado a la fuerte industrialización dirigida neración Chile fue sin duda el mejor alumno
por São Paulo y que levantó todo este Estado del desarrollo mundial y el Perú, que había su-
haya sido sobrepasado por la corrupción políti- frido profundamente la violencia política del
ca apoyada sobre los notables locales regiona- Sendero Luminoso y de la corrupción del go-
les. Es evidente que no fue Lula –y todavía me- bierno de Fujimori, vivió una transformación
nos Dilma– quienes introdujeron la corrupción profunda. En la costa atlántica es la exporta-
en el sistema político brasilero: por el contrario, ción de soja hacia la china la que aportó los
ese sistema fundado sobre la autonomía de los recursos más considerables a la Argentina y
Estados es lo que destruyó el conjunto de los también al Brasil. El sur del continente se dejó
Prólogo | Alain Touraine 23

llevar por el desplazamiento del comercio in- de manera más extrema todavía, portuguesas.
ternacional hacia el Pacífico pero el conjunto ¿Fueron los levantamientos sociales y políticos
del continente se encuentra hoy en una depen- que levantaron a América Latina, desde los paí-
dencia doble más que en una independencia ses más comprometidos en la economía mun-
mejor protegida. dial hasta los países del norte y de los Caribes?
Una de las dos condiciones fundamentales Si, y esos levantamientos alejaron a las oligar-
del desarrollo de América Latina está presen- quías mercantiles generalmente subordinadas
te: el continente aprovecha la nueva división a los países industriales más grandes, y en par-
del trabajo mundial, pero no logró hasta ahora ticular a los Estados Unidos, pero esos levanta-
construir Estados nacionales fuertes, ya que mientos fueron orientados hacia la creación de
los regímenes militares fueron más represivos nuevas clases medias más que hacia la transfor-
que industrializadores, con la excepción par- mación de la situación de las poblaciones rura-
cial de Chile. El análisis que propongo –en par- les desfavorecidas y fueron utilizados a menu-
ticular gracias a la lectura de Fernando Calde- do por las dictaduras más que por una voluntad
rón– de la historia de América Latina concierne de racionalización económica y de justicia so-
al mundo entero: la creación (o al contario) la cial. Desde este punto de vista tan importante
impotencia de crear Estados nacionales, es la situación de América Latina está más próxi-
decir actores políticos centrales, capaces de ma de Rusia que de la China, porque después
elaborar estrategias a largo plazo –y eventual- del periodo de la Perestroika el presidente Elt-
mente de defender por las armas los intereses sine suprimió el Partido comunista soviético y
de sus países– es el elemento más importante abrió la economía a la especulación, pero tuvo
de lo que llamamos el desarrollo que, en su fase que ceder rápidamente el lugar al nuevo zar Pu-
precedente, había sido analizado en términos tin quien reconstruyó un Estado autoritario sin
casi únicamente económicos. asegurar ni la redistribución social ni la moder-
La creación de Estados nacionales consta de nización económica. Hay que dejar aquí de lado
movilizaciones populares sin las cuales estos a Chile, que constituyó una gran excepción en
Estados corren el riesgo de reducirse a monar- el continente desde sus inicios en el siglo XIX y
quías u oligarquías potentes, así se produjo en la fuerte acción de Diego Portales, que creó un
la época de las grandes conquistas españolas y Estado fuerte al servicio de un comercio inter-
24 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

nacional fundado en las empresas mineras en las diferencias regionales y la multiplicidad de


lugar de la industrialización y la creación de un lenguas y culturas. Sólo China llegó a ser una
mercado interior. Al contrario, la Argentina e gran potencia e incluso, a través del eje que for-
incluso el Brasil fueron dominados por la inmi- ma con los Estados Unidos, el elemento central
gración de origen europea, y por consecuente de la economía mundial en formación.
por las reivindicaciones sociales más preocu- El mundo, al principio del siglo XXI, y sobre
padas de crear una nueva clase media que de todo después del debilitamiento profundo y du-
mejorar la situación de los más desfavorecidos. rable de Europa después de la crisis financiera
Hemos vivido durante mucho tiempo con la de 2007-2008 –y más todavía después de la sali-
idea de que se formaba una nueva generación da del Reino Unido de la Unión Europea– ya no
de “Grandes Potencias ”, que un funcionario lla- creó ningún modelo general de modernización.
mó lo BRICS. Pero ¿qué tenían en común China El modelo comunista ya no es un modelo so-
y Brasil, o Rusia e India? Esta categoría sigue cial y cultural sino también un modelo político
siendo puramente artificial, estadística. Mien- y policial. Es hasta extraño ver formarse impe-
tras que las grandes potencias de la historia an- rios, es decir poderes a la vez económicos, polí-
terior pertenecían todas a la misma civilización ticos y culturales de pequeña talla como el Irán
y siguieron los mismos procesos fundamenta- de Khomeiny, y tal vez incluso la Turquía de Er-
les de modernización basados en orientaciones dogan, mientras que ni Brasil ni Rusia pueden
universalistas y en el monoteísmo, los países desempeñar el papel de imperios.
del grupo BRICS, no teniendo ningún elemen- Es un gran descubrimiento de la socióloga a-
to común, siguieron rápidamente destinos muy mericana Saskia Sassen haber descrito el
diferentes. La nueva Rusia, sin embargo, here- mundo globalizado actual ya no como una pi-
dera de la gran industrialización soviética, su- rámide de naciones y de Estados, sino como un
frió una verdadera regresión, particularmente conjunto de ciudades mundiales, de las cuales
en el ámbito de la creación científica e indus- algunas constituyen hasta centros de comuni-
trial. La India, que posee una élite científica caciones mundiales tan importantes como los
destacable, permaneció fragmentada, ya que el Estados grandes. Esto es verdad sobre todo
sistema de castas, aunque oficialmente supri- en Singapur pero también y de manera casi
mido, continúa existiendo al mismo tiempo que idéntica en Hong Kong. Observación que po-
Prólogo | Alain Touraine 25

demos estar tentados de aplicar a América particular en África, mientras que las grandes
Latina, que se ha convertido en un continente ciudades europeas han sido ante todo capita-
de grandes megalópolis más que un conjunto les nacionales.
de Estados nacionales modernizadores. Amé- Las guerrillas contribuyeron incluso a de-
rica Latina es una red formada por San Pablo, bilitar la vida política nacional, sobre todo en
México, Río de Janeiro y Buenos Aires, pero los países tenuemente integrados, en particu-
también Bogotá, Lima e incluso Santiago, lar Bolivia, naturalmente dividida entre la zona
cuya conurbación reúne un tercio de la pobla- de la Cordillera y las tierras bajas de las cuales
ción nacional. Esta transformación es funda- Santa Cruz es la capital económica.
mental. Sobre todo cuando completamos esta El caso de Chile merece una vez más una aten-
descripción con la evocación de las regiones ción particular. Todos los observadores fueron
urbanas y rurales rápidamente vaciadas de su golpeados por la división interna de la Unidad
población por una emigración tanto interior Popular, a pesar de su lema “un pueblo unido ja-
como exterior en dirección de los Estados más será vencido”: de un lado el Partido comu-
Unidos. Los habitantes de Buenos Aires son nista y la central sindical dominante, la CUT, que
más porteños que argentinos, es decir conciu- fueron los apoyos sólidos de Salvador Allende,
dadanos de los habitantes de Jujuy y de Salta. y del otro lado la mayoría del Partido socialis-
Esta autonomía económica de las megalópolis ta, que era de hecho un partido izquierdista que
que ha debilitado aún más a los Estados nacio- se habría podido llamar trotskista en la Europa
nales, y por consecuente creó los instrumen- de aquella época, mucho más cercano de las
tos de la corrupción, que permiten a unos po- tesis revolucionarias, y sobre todo del modelo
líticos de importancia secundaria imponer sus castrista que de las tradiciones nacionales. No
intereses a unas regiones que son marginales podemos negar que el presidente Allende haya
con relación a los centros principales de la ac- estado él mismo fuertemente atraído por la fi-
tividad económica mundial. La corrupción es gura y el ejemplo de Fidel Castro que pasó una
la manifestación más visible del declive de los larga temporada en Santiago, si bien su propia
Estados nacionales con relación a las mega- acción, y sobre todo su último combate y su
lópolis globalizadas. Esta observación que se muerte se hayan situado dentro del modelo re-
puede aplicar a otras regiones del mundo, en volucionario de origen europeo.
26 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Pero no es esta constatación que merece la hablar de la complejidad política de éste perio-
más gran atención; es más bien la evolución do y menos todavía de contentarnos con una ex-
posterior de Chile, y en particular de la mayo- plicación puramente nacional de su evolución.
ría que, después del plebiscito que acabó con el Lo esencial de este periodo es efectivamente la
régimen de Pinochet, eligió una política de re- transformación de la economía mundial, ya que
conciliación en lugar de la revancha y ha mante- es ésta la que abrió nuevas posibilidades a un
nido una parte del poder impuesto por la dicta- Chile orientado desde siempre hacia la econo-
dura militar. ¿No es acaso sorprendente que el mía internacional. La historia de los países lati-
plebiscito perdido por Pinochet no le haya im- no-americanos transcurre ahora en dos niveles
pedido terminar su vida sin haber sido juzgado diferentes: un nivel nacional del que vengo de
o condenado y sin siquiera que la constitución indicar la debilidad y un nivel mundial en el cual
que él había impuesto a su país haya sido aboli- el papel principal lo tienen los nuevos imperios
da? Es que una parte de la mayoría democrática que dominan la economía y las crisis políticas y
quiso dar prioridad a la consolidación de un de- culturales que destruyen los Estados naciona-
sarrollo económico que sólo había comenzado les o que se desarrollan sobre sus ruinas.
realmente después de 1983. Lo que se llamó en Al nivel nacional, el hecho más visible es el
términos políticos la Concertación fue más una debilitamiento o incluso la desaparición de los
subordinación de la política chilena a las posi- movimientos nacionales revolucionarios, agra-
bilidades ofrecidas por la globalización que la vados por el desarrollo de la corrupción, del
reconciliación de las víctimas de la dictadura clientelismo y de las manipulaciones de la opi-
con las instituciones democráticas. Solamen- nión. Formulo esta conclusión, que podemos
te el presidente Ricardo Lagos logró modificar esperar sea provisoria, en términos radicales,
sensiblemente la constitución de Pinochet pero tanto se habían consolidado durante un largo
es el refuerzo de la nueva burguesía chilena, de periodo la consciencia y los símbolos de un con-
unos muy ricos más que simplemente ricos, que tinente proyectado por la conjunción de luchas
fue el resultado principal de este periodo. Chile sociales internas que podríamos llamar conflic-
eligió no pagar completamente la deuda moral tos de clase y un movimiento internacional que
que tenía con los muertos y los desaparecidos se definía a menudo como antiimperialista y de
de la dictadura. No podemos contentarnos de inspiración más revolucionaria que social. Lo
Prólogo | Alain Touraine 27

que domina la situación actual del continente la tortura. Es la derrota de Argentina en una
no es un combate a la vez social e internacional, tentativa de conquista de las Islas Malvinas –en
un enfrentamiento de ideologías que se apoyan poder de Gran Bretaña– que permitió la vuelta
en campos en lucha por el control del planeta a la democracia. Pero el presidente Alfonsín,
como en la época de la Guerra Fría; es al con- destacado defensor de las libertades públicas,
trario la debilidad de la capacidad de acción na- no logró enderezar la economía, lo que llevó al
cional. ¿No fue acaso la crisis de la Argentina poder al peronista Menem cuya política ultra li-
en 2001 el evento más grave? Este país había beral de dolarización de la economía nacional,
alcanzado a inicios del siglo XX un nuevo nivel desencadenó la crisis económica que llevó a la
de riqueza económica comparable al de los Es- quiebra a una gran parte de la potente clase me-
tados Unidos, y Buenos Aires era la capital cul- dia argentina.
tural de todo el continente. Pero rápidamente el Si el nuevo presidente Néstor Kirchner llevó
país, dominado por el conflicto entre una polí- una política de rehabilitación de las víctimas
tica de integración masiva de los inmigrantes y de la dictadura y de apoyo al movimiento po-
unas reacciones nacionalistas militarizadas, sa- pular que le permitió reestablecer el equilibrio
crificó su desarrollo económico, a pesar de que político del país, fue la tendencia dominante
su enriquecimiento durante la Segunda Guerra tradicional del peronismo a la redistribución
Mundial, a la gloria mussoliniana del Presiden- más que a la inversión que condujo bajo la di-
te Perón, a la figura del cual fue asociada la de rección de su mujer, que le sucedió, a la Argen-
su mujer Eva, convertida en un mito nacional. tina a una crisis económica permanente y a la
Después de un periodo de ajuste dirigida por el fuga de los capitales. Ejemplo extremo de una
presidente Frondizi, pero interrumpido por gol- gestión política nacionalista incapaz de hacer
pes de estado militares, el nuevo gobierno de frente a las nuevas exigencias del orden eco-
Perón, pronto remplazado por su nueva esposa nómico internacional.
Isabel, se lanzó en un populismo nacional cada A pesar de las diferencias profundas que se-
vez más influenciado por una juventud revolu- paran a los dos países y que se basan sobre
cionaria nacionalista pero que fue rápidamente todo en el papel central de una burguesía in-
vencida y reprimida, a partir de 1976, por una dustrializadora en São Paulo, el Brasil pasó
dictadura militar que recurrió masivamente a por un periodo de redistribución social exito-
28 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

sa justificada por la extrema desigualdad de la nales entre “bloques” que dominaron durante
sociedad brasilera y ampliada por grandes mo- este largo periodo de la vida del continente; es
vimientos sociales como el de los sem terra, la yuxtaposición de los efectos de la mundiali-
los campesinos pobres del noreste, pero que zación económica y de la crisis de cada uno de
fue detenida por la crisis del Estado roído por los Estados nacionales. Los movimientos cam-
la corrupción. pesinos y obreros han perdido su fuerza y son
La tercera gran potencia de continente, Mé- las fuerzas de descomposición urbana que han
xico, dirigida durante mucho tiempo de mane- desempeñado el papel más importante en la
ra autoritaria por el PRI, partido nacido de la vida de los Estados nacionales. Conclusión que
Revolución, vivió una transformación econó- coincide con la de los analistas de Europa, hoy
mica y social más sólida, pero una vez más el en día dominada por el conflicto entre la globa-
sistema político, conducido por la búsqueda lización económica y las identidades naciona-
de su propio poder hacia un clientelismo pa- les o más exactamente los nacionalismos auto-
ralizante, se topó con una reacción liberal di- ritarios que se esfuerzan por elevar a la opinión
rigida por los presidentes Salinas de Gortari y pública contra los inmigrantes y lo refugiados,
Ernesto Zedillo, lo que acabó con una degra- presentándolos como una amenaza para las
dación del poder y de la sociedad mexicana, a identidades nacionales. En Europa también la
la vez integrada a la potencia americana e im- oposición entre la derecha y la izquierda, de-
potente frente a una violencia desencadenada finidas socialmente y económicamente cede
por los traficantes de droga que encontraron el lugar a la formación de movimientos xenó-
en México la influencia que habían perdido en fobos y racistas y a una globalización econó-
Colombia. Sean cuales fueran las diferencias mica cuyos efectos políticos contribuyen al
que separan todos estos países, y en particu- remplazo de las viejas socialdemocracias por
lar una Argentina creada por los europeos y un una derecha económicamente liberal pero so-
México incapaz, a pesar de sus declaraciones, bre todo socialmente favorable al incremento
de integrar a la población indígena en la vida de las desigualdades. Esta conclusión gene-
urbana moderna, y que condujo al movimiento ral está conforme con el principio general de
neozapatista de Chiapas. No son ni los conflic- análisis que ha establecido desde el inicio de
tos de clase ni los enfrentamientos internacio- éste prólogo: tenemos que “pensar global”, es
Prólogo | Alain Touraine 29

decir reconocer que la vida y la historia de cada de la economía nacional, y por consecuente a la
país están hoy comandadas por los efectos de imposibilidad para su sucesor Maduro de formar
la globalización económica y sobre todo por la con Cuba un frente de resistencia a la hegemonía
dificultad creciente de la mayoría de los países americana sobre el continente.
de dar una respuesta social y política eficaces a La resistencia del presidente socialista ecua-
las exigencias del sistema mundial. toriano Correa, en conflicto con las grandes
Esta transformación se agravó todavía más empresas petrolíferas americanas, está tam-
con el fracaso de la desagregación de los movi- bién debilitada por la crisis del modelo nacional
mientos que quisieron ser revolucionarios afir- revolucionario que muestra más claramente to-
mando que su acción política era representativa davía su fracaso en Nicaragua, bien alejado hoy
de la situación social de las clases y de las cate- del impulso del movimiento sandinista de 1979
gorías más desfavorecidas, es decir sometidas a que fue socavado después de la adopción de
la dominación de la elite dirigente que buscaba una nueva constitución que reconoce la impor-
constantemente transformar su propia domi- tancia de los actores privados en la economía.
nación en una hegemonía a la vez económica, Es solamente en Bolivia, y a pesar de las
política y cultural. grandes dificultades internas, que el movimien-
En el momento en que escribo (finales del 2016), to de la revolución castrista ejerce todavía una
estamos muy lejos de la lógica antiimperialista y influencia considerable. De una parte a causa
revolucionaria, del “foquismo” de las guerrillas de la potencia social y política del movimiento
guevaristas, atraídas por el ejemplo de la revo- social tradicionalmente apoyado en los mine-
lución cultural maoísta. El populismo de Hugo ros y que comandó la acción de los presidentes
Chávez, en Venezuela, cuya importancia vino del Paz Estenssoro y Siles Zuazo, de otra parte por
doble apoyo de la armada y de los movimientos las reacciones populares a la política liberal del
populares, logró alcanzar el poder y pudo desa- presidente Sánchez de Lozada, y sobre todo de
rrollar a la vez una política de nacionalización la importancia del movimiento indígena que
antiamericana y una política de distribución de pedía desde hace tiempo el reconocimiento de
bienes y servicios a grandes masas, donde la sus derechos políticos hasta obtenerlos tras la
población no resistió mucho tiempo luego de la elección de Evo Morales, dirigente aymara del
muerte de sus jefe y la profunda descomposición MAS. La nueva constitución dio los derechos
30 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

políticos a los indígenas lo que representó un anticoloniales en el mundo entero, ningún mo-
éxito único en el continente. vimiento político y social tuvo tanta influen-
Los ideólogos indigenistas, tan vigorosos cia como el que llevó a Fiel Castro al poder y
en México nunca condujeron a un reconoci- ninguna figura estuvo tan cargada de emoción
miento real de los derechos de los indígenas, revolucionaria como la de Ernesto Guevara,
que el mismo movimiento zapatista fue inca- que se aproximaba más al modelo maoísta que
paz de obtener. el mismo Fidel Castro. La idea revolucionaria
La derrota de la corriente revolucionaria ha- encontró un eco considerable en América La-
bía sido impuesta tiempo atrás y de manera muy tina ante todo debido a la influencia directa de
violenta en Guatemala por la CIA, que provocó Cuba hasta que los golpes de Estado militares
el fin el régimen de Árbenz ya en 1954 y que fue destruyeran los movimientos revolucionarios
confirmado por la represión muy violenta de los y sus aliados nacionalistas.
años 1980. Aún si los derechos de los indígenas La política en América latina fue mucho tiem-
fueron reconocidos parcialmente en ese país, la po análoga a la de los países de la Europa lati-
violencia política se volvió endémica. na, de Francia en particular. En los dos casos
No obtante, es la evolución de Cuba, su su- la política – lo que los a los franceses les gus-
misión activa a la política soviética y a sus ta llamar el espíritu republicano – dominó y
consecuencias sobre la economía, sobre todo hasta marginalizó a los movimientos sociales,
después de la caída de la Unión Soviética que y en particular al sindicalismo obrero. En los
marcó de manera más profunda y más durable dos continentes la “izquierda radical ” fue más
el fin del periodo durante el cual el movimien- potente y más visible que los movimientos de
to comunista, leninista y estaliniano –y luego clase, ya sean campesinos u obreros. De ahí la
maoísta– había adquirido un peso inmenso en importancia de las luchas contra la Iglesia ca-
el continente e incluso en los intelectuales y tólica que tomó una forma extremadamente
los estudiantes occidentales que buscaban violenta en varias regiones de México tras la
nuevos símbolos del espíritu revolucionario. aniquilación de los movimientos campesinos,
Si bien la importancia de Cuba estuvo directa- y en particular el asesinato de Zapata. El mo-
mente vinculada a la influencia de la Unión So- vimiento obrero fue sin embargo poderoso y
viética sobre los movimientos nacionalistas y libró combates dónde muchos militantes de
Prólogo | Alain Touraine 31

clase perdieron la vida, pero ya señalé que su por Perón o hasta por Allende. En América
potencia sólo fue importante en las minas, de Latina los líderes – que no quiero confundir
México a Chile pasando por Bolivia y Perú. La con los caudillos – siempre fueron más pode-
debilidad relativa de la industrialización dio rosos y sobre todo más movilizadores que los
más influencia política al radicalismo políti- partidos. De ahí la fragilidad de las maquinas
co que a la acción de clase, tan grande que a políticas, que nunca fueron capaces de trans-
menudo los dirigentes sociales se transforma- formar en fuerza regulación de una industria-
ron en modernizadores asociados a la política lización anticapitalista o más exactamente
americana después de haber llegado al poder antiimperialista.
en nombre de una Revolución, palabra que in- Es difícil imaginar una inversión de la situa-
dicaba la sumisión de un movimiento social ción más completa que la que condujo de la
a una fuerza política más que lo contrario. Y emoción provocada por la muerte – resulta ten-
la política misma estuvo sometida con menos tador decir el mártir – del Che Guevara al des-
frecuencia a la acción de masa que a la perso- moronamiento de la figura de Lula que acom-
nalidad de líderes que mostraron que la fuer- pañó en 2016 a la destitución de la presidenta
za de los símbolos suele ser más grande que la Dilma Rousseff, que había sido ella misma víc-
de las masas. Este desfase entre las luchas so- tima de torturas infligidas por el gobierno mili-
ciales y el enfrentamiento continental con la tar de su país. Una interpretación en términos
dependencia al capitalismo internacional dio sociopolíticos de este contraste conduciría a
a la figura de Fidel Castro un relieve profun- una incongruencia. De la misma manera que la
damente diferente de la imagen ejemplar de confusión del actor histórico, político e ideoló-
Lenin, y todavía más, de Mao. América Latina gico al igual que social que hemos llamado la
no unió la emoción revolucionaria a la críti- “clase obrera ” con la masa de los trabajadores
ca racionalista, como lo hizo el leninismo. La precarios o desempleados de larga duración
mezcla del rechazo de la esperanza y del sa- que constituyen hoy, por ejemplo en Francia,
crificio no dio a luz ideas políticas potentes una parte importante del electorado del Frente
ni en el México de Cárdenas que fue con todo Nacional, es a nivel mundial y ya no nacional
más cercano de las revoluciones europeas que las situaciones se transforman hoy en ac-
que de los movimientos dirigidos por Vargas, tores históricos.
32 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Esta inversión deja a América Latina en el Su más grande creación estuvo gravada en
vacío. No entró en el mundo occidental y la ella desde su formación, cuando un papa tra-
creación del mundo occidental, ni a la crea- zó la frontera que debía separar las posesiones
ción del mundo tecnológico y de los conflic- portuguesas de las tierras españolas. Pues el
tos sociales en torno al trabajo y al dinero; no Brasil fue lo contrario a la América española,
rompió tampoco con la potencia del capitalis- como un inmenso imperio, contrariamente a
mo para inventar un mundo obrero como lo los países que se dividieron las tierras atrave-
hizo Rusia, ni transformó un país campesino sadas y recortadas por las cordilleras y las re-
como la China en “la fábrica del mundo “. En públicas que luchaban sin cesar para redefinir
fin, no pudo alzar un monumento a la nación, sus fronteras. La Argentina, situada encima de
ya que, por el contrario, distribuyó poder a sus vecinos por la riqueza de la pampa que ali-
unos ciudadanos recién llegados y dejando mentaba al mundo, nunca quiso ser una “gran
de lado a los indígenas. No se puso al servicio potencia ” y se dejó devorar por sus propios ha-
de ningún dios ni religión, ni política ni popu- bitantes, mientras que al lado, pero en realidad
lar. Otras partes del mundo se identificaron al muy lejos, San Pablo, creaba por el positivismo
este o al oeste. Algunos se situaron sobre el y el espíritu emprendedor de su burguesía in-
eje norte-sur para asegurar el poder del norte dustrial lo que casi se convirtió en una nación-
sobre el sur. América Latina merece su extra- continente, extendiéndose casi desde un océa-
ño nombre a que recuerda más al nombre de no hasta otro o al menos hasta las montañas
sus dueños que al gran proyecto de una ci- que prohibían el acceso. En ese inmenso espa-
vilización. Fue y es la tierra de las mezclas, cio todo lo que está yuxtapuesto o mezclado en
de las influencias mutuas, de los mestizajes, las repúblicas hispánicas parece haber unido a
aquella donde lo universal nunca está separa- los contrarios: la potencia del capital al placer
do de las diferencias sociales y ni siquiera de de los sentidos, y el espíritu mesiánico a la in-
las barreras étnicas. Ella dio a luz a muchos movilidad de las playas. Tentación única, cons-
hombres armados que impusieron un orden tantemente hundida para construir una nueva
a poblaciones que resistían más por los lazos civilización. País casi sin Estado, mientras que
con un pasado particular que por la idea de el otro gran país, México, se convertía más en
otro porvenir. un Estado revolucionario –expresión contra-
Prólogo | Alain Touraine 33

dictoria– que en una sociedad, más en una tie- En un mundo dominado ya no por los Esta-
rra de sufrimiento, de muerte y de revuelta que dos nacionales ni los por los movimientos de-
en un control del tiempo y del espacio. mocráticos, pero sí por imperios, prohibicio-
Las revoluciones latinoamericanas siempre nes, migraciones y movimientos masivos de
terminaron en regímenes militares o en buro- refugiados; un mundo cubierto por comunica-
cracias asfixiantes. Los levantamientos popula- ciones y vigilancias, América Latina es un es-
res no crearon sociedades que abrieran nuevos pacio de violencias, pero también de autono-
horizontes a los pueblos liberados. Los escla- mía y de manifestaciones religiosas, políticas
vos sublevados siempre fueron arrestados por o afectivas débilmente organizadas y contro-
nuevos dueños, que crearon cada vez una nue- ladas. Es una zona con una baja previsibilidad
va burguesía de Estado o guerrillas prontas a sobre las conductas individuales o colectivas,
encontrar en la droga, en los secuestros, en la e incluso una zona de difícil definición, que re-
corrupción, medios para enriquecerse que com- sulta confusa o incierta en lo que concierne a
partieron hasta con sus adversarios –pues en las modificaciones sociales o a los proyectos
este continente ninguna frontera ha separado de transformación de las reglas económicas,
claramente al ladrón del policía– a lo permitido sociales o culturales. Es el continente donde la
de lo prohibido y al orden de la represión. Con- informalidad ha resistido, para bien o para mal,
tinente que no estuvo sometido ni a la ley del a un mundo donde la formalidad son los rasca-
capitalismo ni a la de un partido totalitario ni cielos, los algoritmos y los informes, pero don-
al capricho de un potente Caudillo. Continente de las favelas y las infra-construcciones que
dónde todo está mezclado, donde todo ha sido rodean las grandes aglomeraciones urbanas
posible, donde nada nunca estuvo sólidamente siguen existiendo. América Latina es el conti-
instalado, continente donde la experiencia vivi- nente de lo incierto pero también el continente
da, donde la violencia y la imaginación siempre de lo posible, aquel donde las manifestaciones
rebasaron la construcción de un orden social y las escenificaciones pueden modificar de ma-
o de un poder político. Continente en el cual nera drástica las reglas de la vida social e inclu-
las instituciones sociales estuvieron siempre so del poder político.
limitadas por la herencia del pasado o por la Las expresiones que vengo a emplear pueden
construcción de un poder personal. ser interpretadas de dos maneras opuestas,
34 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

pero son de hecho complementarias, como lo a la gestión de los medios, que a la intensidad
muestran varios autores. Por un lado, la mezcla de los sentimientos expresados en las plazas de
de significaciones diferentes y la resistencia de las grandes ciudades.
la experiencia vivida a reglas e interpretacio- Nos contentamos demasiado rápido de esta
nes generalizadas y racionales contaron siem- constatación que se ha utilizado siempre como
pre con un riesgo importante de ineficacia de la crítica de los actores de base y de los movi-
acción colectiva. El mundo entero se ha impre- mientos de huelga o de los grandes desfiles de
sionado por la debilidad de los movimientos de masa, cuando lo comparamos a la eficacia de
masas de la Primavera Árabe, especialmente las campañas de cambio por la legislación. Sin
en Egipto, que como en Túnez, vivió una rápida embargo, si nos limitamos a esbozar tales crí-
movilización de masas y la fuerte pero breve ticas, subestimamos fuertemente dos efectos
preponderancia de las comunicaciones hori- importantes de estos “movimientos de base”
zontales en lugar de la organización vertical. que son al mismo tiempo culturales y políti-
Esta observación es todavía más real en Améri- cos, sociales y afectivos. Lo más visible son las
ca Latina, donde los movimientos sociales y los reuniones de actores formados en realidades
golpes de Estado militares no han remplazado de lo más diversas en torno a objetivos gene-
la elaboración de una estrategia y la definición rales e incluso universales. El significado más
de límites ni el tema central mismo del con- importante de estos grupos sociales ha sido el
flicto. También hemos podido demostrar que de rehusar definir al ser humano y a los gru-
el triunfo del movimiento alter mundialista y pos sociales como unos simples consumidores
de los foros nacionales que se crearon a raíz cuya finalidad última sería únicamente utilita-
del movimiento de Porto Alegre ha producido ria, contrariamente a lo que ocurrió en la socie-
pocos resultados durables. Los sentimientos dad industrial. El problema de la personalidad,
y las emociones que suscitaron no han tenido de la dignidad y de los derechos de los grupos
efectos a nivel político de gran amplitud –val- movilizados ha ampliado y reforzado de mane-
ga el ejemplo de Brasil después de los Juegos ra notoria la capacidad de acción de las cate-
Olímpicos. Esta constatación pesimista debe gorías dominadas, particularmente de aquellas
ser aceptada. Lo que obliga al mismo tiempo que estaban sometidas a valores y a normas au-
a dar la misma importancia a las estrategias y toritarias. Un ejemplo merece ser mencionado
Prólogo | Alain Touraine 35

con una insistencia particular. No existe cate- tradicionales en estos nuevos terrenos. Come-
goría más masivamente dominada, reprimida y teríamos un error de gran amplitud si pensára-
sometida de manera más violenta a todo tipo mos que los “nuevos movimientos sociales “ se
de discriminaciones que las mujeres, y la his- crean y se manifiestan de la misma manera y a
toria ha demostrado la débil participación de través de las mismas estrategias que el movi-
éstas en los movimientos de contestación y miento obrero, tal y como sucedió en los pri-
reivindicación, incluso cuando su fin explícito meros países industrializados.
era la lucha contra esa negación de derechos ¿En qué lugar del mundo existe un espacio
y esta cultura de la dominación masculina. Sin favorable a la formación de nuevos movimien-
embargo, se observa hoy un aumento masivo tos sociales? En los países industrializados y de
de la participación de las mujeres, sobre todo tradición democrática las instituciones políti-
jóvenes, en los movimientos de protesta, lo que cas han integrado de manera mayoritaria a los
se asocia en muchos países a una superiori- representantes o a los defensores de movimien-
dad de las mujeres jóvenes sobre los hombres tos sociales y los Estados les han incluso reser-
jóvenes en cuanto a nivel escolar y por tanto vado muchas veces puestos, no de decisión,
en cuanto a sus capacidades de llevar a cabo pero por lo menos donde a los que toman las
reivindicaciones y proyectos de reformas. Este decisiones les gusta mostrar que están a cargo
fenómeno general es visible en América Latina, de representar las demandas de los ciudadanos.
especialmente en ciertos países donde desta- En los países de régimen autoritario, los repre-
can los del Cono Sur, pero también Bolivia. sentantes de los movimientos sociales se han
Esta observación se debe complementar convertido en los agentes del partido-Estado.
con la que muestra la importancia cada vez En otros países, los dirigentes de los movimien-
más importante de las cuestiones que ponen tos sociales o intelectuales están entre rejas o
en entredicho la vida individual, ya sea profe- en el exilio, como es el caso de China.
sional o afectiva, en la creación de actitudes y Existe poca esperanza de libertad para aque-
de demandas políticas. El campo de la acción llos que quieren al mismo tiempo ser indepen-
colectiva y del debate público se ha extendido dientes del poder y estar presentes en la vida
mucho. En particular las ONG, intervienen de pública, en particular política. América Latina
manera bastante más activa que los partidos me parece hoy una de las regiones más tole-
36 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

rantes en cuanto a aquellos que quieren parti- leninista y también trotskista han estado cada
cipar de la vida pública y presentar demandas vez más subordinados a la acción política, una
ciudadanas sin ser incorporados a los partidos transición constante entre la acción social y la
políticos o a puestos de poder. La confusión en- acción política que permite una importante ca-
tre todos los niveles de la vida pública que he pacidad de influencia política a los movimientos
señalado como característica de este continen- sociales. Es el caso por ejemplo de la Revolu-
te debe comprenderse como un elemento favo- ción Boliviana de 1952. También es cierto que
rable a la aparición de actores intermediarios los nuevos poderes políticos imponen recurren-
entre la sociedad civil y la política. temente su voluntad a la base social que les ha
En un mundo aún dominado por la idea de impulsado al poder. Pero también es verdad que,
un orden a la vez natural y sagrado, la defensa incluso en Chile, la Unidad Popular ha mostra-
de los intereses económicos, en particular los do ser creativa en este espacio intermedio entre
de los trabajadores industriales, es impoten- el movimiento social y la acción polític,a y ese
te para revocar un orden establecido en el que fue el caso también de las guerrillas urbanas de
todo, desde las relaciones familiares al discurso la Argentina y de Uruguay. Hoy en día, aunque
religioso, refuerza un modelo incapaz de man- el sistema soviético leninista haya desapareci-
tenerse por sí mismo a causa de una eficacia do, se observa en América Latina un resurgir
económica muy limitada. Se trata de la alianza de vías entre las reivindicaciones sociales y los
de las clases medias innovadoras, instruidas, proyectos políticos. Podemos llegar incluso a
capaces de organizar una acción política y so- pensar que es la globalización que impuso o im-
bre todo de movilizar la conciencia nacional y pulsó este giro al que le doy tanta importancia.
las fuerzas masivas, pero también expuestas a Los movimientos sociales, todavía débiles en
la transformación rápida de los dirigentes de los los países insuficientemente industrializados, se
movimientos populares en dirigentes autorita- han reforzado por la globalización, que ha crea-
rios de partidos políticos que ocuparon un espa- do en su centro nuevos imperios políticos o re-
cio que nunca fue definido correctamente entre ligiosos que han puesto en entredicho el orden
el poder y la sociedad. En México y Bolivia, por económico mundial que, como he precisado, ha
tratar dos ejemplos muy conocidos, podemos debilitado los poderes locales y regionales, y en
ver que los movimientos sociales de modelo consecuencia ha fortalecido la creación y el po-
Prólogo | Alain Touraine 37

der de estos movimientos sociales y políticos. bras poder y dependencia. Hacía tiempo que el
Es por ello que hay que dar especial importancia monopolio de la palabra y del poder de acción
al caso boliviano, como lo hace naturalmente no habían estado tan controlados por los que
Fernando Calderón, ya que es en ese país donde el movimiento americano Occupy llama el 1%
se ha formado el movimiento katarista, al mis- de la población, formado por los más ricos y
mo tiempo aymara y campesino u obrero, que los más cercanos al poder, y por aquellos que
ha desembocado en el reconocimiento de varias llamamos los comunicantes, cuya función es la
nacionalidades dentro de la nación boliviana. de hacer pasar el mensaje de los poderosos y
La gran reforma constitucional de Evo Morales no las protestas ni los proyectos de aquellos y
está considerada dentro del continente como aquellas que no tienen ningún medio directo de
uno de los acontecimientos más importantes de acción sobre las decisiones importantes. Esta
su historia social. especie de representación teatral tiene un tras-
Me gustaría desarrollar la mayoría de las ob- fondo impresionante y hace uso de todo tipo de
servaciones y de los análisis que acabo de técnicas, especialmente en materia de imagen
presentar, si bien no escribo este texto para y sonido para mantener la atención del públi-
defender ideas o propuestas personales. Lo co. Sin embargo, lo que no se ve ni se escucha
he escrito por dos motivos igualmente impor- en este espectáculo es la voz humana. No se
tantes, independientemente de mis opiniones escucha más a la esperanza que a la cólera, a la
personales. El primero es porque en América denuncia que a la solidaridad.
Latina, como en el resto del mundo, sólo tie- Las ciencias humanas no pueden darse por
nen el poder de palabra los jefes de Estado o satisfechas con los modelos de explicación y
los economistas con influencias sobre las ins- de gestión dominantes, que reducen las con-
tituciones financieras internacionales. Frente ductas humanas a la pura búsqueda racional
a estos, los ciudadanos no tienen ninguna po- del interés propio. Hace falta, por encima de
sibilidad de llamar la atención sobre sus pro- todo, tratar al ser humano como creador de
blemas y proyectos. El mundo de hoy no oye verdad, de justicia y de ideales.
la voz de los grandes movimientos reivindica- La crítica más severa que se le puede hacer a
tivos y contestatarios, ni la de los intelectuales nuestras sociedades, instituciones y prácticas
que buscan entender el significado de las pala- es que, en lugar de representar las voces huma-
38 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

nas, nos impiden escucharlas. Es por ello que, guerra civil de la potencia destructora capita-
en lugar de debatir sobre proyectos de refor- lista– centrada en la propiedad y en el poder de
mas limitadas y hasta improbables, nuestro pri- las minorías dirigentes. Tenemos por lo tanto
mer objetivo sería hacer escuchar y compren- que obrar con osadía intelectual y luchar con-
der los mensajes urgentes y lo más generales tra esta idea, motor de las contradicciones de
que intentan transmitir aquellos que no tienen la historia. La tarea de los movimientos revo-
la capacidad de ser escuchados. lucionarios consistió en destruir las contradic-
Es por eso que Fernando Calderón, primero ciones creadas por el capitalismo y el imperia-
en la línea en América Latina, y gracias a un tra- lismo occidental. Al contrario, la de los nuevos
bajo inmenso, una pasión activa por la verdad y movimientos sociales que se crearon en contra
rodeado de amigos y de discípulos ha logrado de los regímenes comunistas totalitarios y las
hacer escuchar las voces de la verdad y de la dictaduras nacionalistas fue y será cada vez
justicia en todo el continente, que yo me esfuer- más crear un espacio para la libertad y la dig-
zo por hacer escuchar mejor su voz, participan- nidad humana, es decir para la afirmación de
do en el trabajo colectivo que él ha dirigido. derechos humanos fundamentales. Tras la lla-
A la hora de concluir debemos volver a la mada a la violencia liberadora, sigue una exi-
prioridad de un análisis global sobre los análi- gencia de libertad y de dignidad que se opone a
sis regionales o nacionales. ¿Cuál es entonces todas las formas de humillación, en particular a
la característica común de la acción colectiva la supresión de la libertad y de los derechos por
de estas sociedades que han dejado atrás la so- un partido o por un dirigente todopoderoso. A
ciedad industrial, a la vez por la importancia de lo largo de todo el siglo XX hemos observado la
las comunicaciones y del poder que ejercen so- denuncia y condena de todos los actores socia-
bre la gente así como por el éxito masivo de la les: debían ser destruidos para que pueda pasar
globalización? La respuesta a esta pregunta tan el tren de la historia y de la racionalidad. Tras
general no puede ser presentada como lo hicie- un largo periodo de confusión y de impotencia
ron hace un siglo las teorías y las prácticas le- escuchamos formarse un lenguaje opuesto, el
ninistas que pusieron en el centro del debate la del respeto de los derechos y a la dignidad. Ya
cuestión de la contradicción –y por ende de la no creemos que la violencia libere, entendimos
eliminación por la movilización social y por la que, por el contrario, ésta reemplaza a los po-
Prólogo | Alain Touraine 39

deres seniles por el poder de nuevos dirigentes sociedades de redes. Todos los que, como yo
más jóvenes y más brutales que llevan consi- mismo, han querido construir una sociología
go en todas partes la guerra y la muerte. Este de actores y movimientos sociales que debe-
cambio general de perspectiva que, como indi- ría substituirse a una sociología de sistemas y
co aquí, no es exclusivo de América Latina, se de sus crisis, encuentran en las obras ya men-
nutre de las formas particulares que correspon- cionadas, como las de Fernando Calderón, las
den a la situación económica y social del con- creaciones intelectuales más importantes de
tinente, primeramente de la importancia de las este período de mutaciones sociales y de rena-
desigualdades sociales que se han constituido cimiento del pensamiento político. Éstas debe-
y en segundo lugar de la debilidad y a menudo rían ser reconocidas como partícipes de un ver-
de la corrupción de sus Estados. dadero cambio en la interpretación, utilizando
Pero sería subestimar el trabajo de Fernan- la palabra que prefiero, de la vida social, es de-
do Calderón limitar sus estudios de América cir de la transformación de las prácticas de las
Latina a ese cuadro geográfico y político. Es sociedades contemporáneas que pasan de una
por ello que juzgo necesario para cerrar el aná- sociedad industrial a un tipo de sociedad don-
lisis sobre la América Latina actual recordar de la principal fuerza de transformación es la
el significado más general de los trabajos de capacidad y la voluntad de actuar, de crear y de
Fernando Calderón. Es todavía más necesario liberarse. La obra de Fernando Calderón es una
recordar que una gran parte de sus trabajos se de las contribuciones más importantes del pen-
inscriben dentro del PNUD y por tanto direc- samiento latinoamericano sobre la mutación
tamente en la zona de influencia internacional que nos hace pasar de una cultura intelectual
principal del pensamiento de Amartya Sen, de la sociedad industrial a una más actual, y es
excelente economista y aún mejor sociólogo. por ello que le doy tanta importancia y por lo
Fernando Calderón ha trabajado también en que considero necesario recordar la naturaleza
estrecha asociación con Manuel Castells, que general de esta mutación del pensamiento so-
ha tenido un papel fundamental en la defini- cial antes de tratar los aspectos particulares de
ción de nuestras sociedades como sistemas de América Latina.
información y de comunicación, y en el ámbi- En América Latina, como en otras partes, sen-
to de las formas de acción política, como las timos ya aquel viento del oeste, pero constata-
40 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

mos también el aumento de las desigualdades: son una amenaza para ellos pero el continente
los híper-ricos que remplazan a los ricos, así no se envolvió con las mentiras de los nuevos
como las masacres en masa y la destrucción de poderes. Los sem terra del Brasil siguen sien-
las minorías. Tenemos una sólida confianza en do pobres y las desigualdades económicas y
los objetivos de creación y de liberación que culturales siguen siendo inmensas, tanto en
se refuerzan, pero a los que debemos añadir la Cuba como en México y en Chile. Los latinoa-
voluntad de liberación que debería ser domi- mericanos de hoy y de mañana tienen todavía
nante, la resistencia a la seducción del dinero el deber de defender su dignidad ultrajada,
y del placer, a la invasión de la política por la sus identidades despreciadas y sus regiones
corrupción y el clientelismo y a la exclusión y reducidas a migraciones forzadas. Porque la
el encierro de los más débiles. A la visión po- violencia se quedó muchas veces en manos
sitiva y entusiasta, a la búsqueda de libertad y de los que siempre ejercieron el poder, los
de dignidad debemos sumarle el coraje necesa- movimientos populares, impulsados por una
rio para destruir los privilegios, las mentiras y juventud que ahora está educada, deben ser
las ilusiones. Es este lado oscuro que debemos capaces de combinar la afirmación y la pro-
buscar y encontrar en América Latina, como tección de los derechos de la mayoría con la
siendo el revés de la acción para la libertad. destrucción de los privilegios y la reducción
En estos inmensos imperios, nuevos amos de las desigualdades.
han impuesto su poder bárbaro en nombre de Durante mucho tiempo la política del conti-
los sufrimientos de las víctimas de los anti- nente ha servido a las clases medias en ascenso
guos amos y de todas las fuerzas de liberación social para mantener la masa de trabajadores
que habían acabado con estos últimos, mien- en la pobreza y hasta en la miseria. Ésta debe
tras que triunfan los servidores y los espías de mantener unido lo que durante tanto tiempo ha
los nuevos amos. En América Latina no son sido considerado contradictorio: la libertad y la
los trabajadores de las grandes propiedades igualdad, la pluralidad de creencias y opiniones
como las industrias los que han tomado el po- con el respeto de los derechos fundamentales,
der. Los nuevos dirigentes se han convertido es decir universales. Esperamos de América
rápidamente en nuevos ricos, han creado nue- Latina que muestre al mundo cómo los movi-
vas burocracias y tribunales contra los que mientos de liberación social y cultural pueden
Prólogo | Alain Touraine 41

sobreponerse a los partidos obsesionados por La situación en la que se encuentra el mundo


la conquista del poder, para que los trabajado- intenta imponernos una visión de la vida social
res protegidos sean también ciudadanos libres. que corresponde todavía a la hegemonía de las
Porque América Latina es todavía un continen- fuerzas económicas y las políticas dominantes.
te de desigualdades extremas, debe tener el va- La función principal de las ciencias sociales,
lor de combatir al mismo tiempo a sus antiguos como lo muestra claramente la obra de Fer-
amos y a aquellos que la dominan en nombre de nando Calderón, es que éstas se introducen en
un mundo unido y abierto. Tal opción no está nuestra visión, y por ende en nuestros actos,
asegurada; podemos temer, al contrario, que de manera directa o indirecta, el conocimiento
el mantenimiento en varios países de una con- de las nuevas demandas, de las nuevas fuerzas
cepción de la política exclusivamente redistri- que ponen en marcha las demandas de digni-
butiva, en lugar de una gestión de incremento dad, la libertad y la creatividad que caracteri-
de los recursos, conduzca a un nuevo periodo zan al mundo de hoy.
difícil que vigorice las fuerzas más conserva- Esta observación se aplica a Europa y a los
doras o incluso las más autoritarias. Los soció- Estados Unidos, pero tiene una importancia
logos fueron siempre muy críticos con lo que particular en América Latina. En primer lugar
se llamó el populismo, y más corrientemente porque órdenes violentos y represivos se insta-
en América Latina, los movimientos naciona- laron en vastas partes del mundo, mientras que
les populares. Los que adoptaron esta actitud en toda América Latina, dirigentes y dominados
que apruebo, como ya lo dije, pueden basarse se encuentran en una época de debilidad rela-
en su realismo y su sabiduría para insistir hoy tiva y en consecuencia de cambio probable de
en la necesidad de reforzar acciones contra la las relaciones de poder. Mantengo la idea, es-
desigualdad y la injusticia. No habría nada más pecialmente cuando se trata de América Latina
peligroso que sacrificar la idea del desarrollo pero también en Europa o América del Norte –y
sostenible por la presión de unos intereses más indirectamente en el mundo chino– de la
puramente económicos y cortoplacistas; pero necesidad de construir una nueva visión de los
nada sería más peligroso que considerar que el movimientos sociales, que ya no estén organi-
desarrollo económico traerá por si solo la jus- zados alrededor de problemas de la producción
ticia social. sino alrededor de lo que yo llamo, junto a algu-
42 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

nos otros, la subjetivación, es decir la llamada de conquista del poder. Es lo que deberíamos
de grupos humanos particulares a los derechos traducir en el lenguaje del pensamiento social
humanos fundamentales, universales. Entra- como el paso de una sociedad de clases defini-
mos en un mundo que ya no está dominado por da en términos económicos a sociedades defini-
los problemas económicos pero sí por los cul- das como conjuntos de sujetos humanos y cuya
turales, es decir, ante todo, por los problemas reivindicación fundamental es la defensa de la
de derechos humanos. Es cierto que todavía libertad y de la dignidad contra cualquier forma
vemos formarse aquí y allá movimientos socia- de humillación y de dependencia.
les o políticos que llaman a modelos antiguos, Es aquí, en la definición de las orientaciones
que a menudo llamamos revolucionarios. Pero fundamentales de los actores sociales, que hay
ya hemos visto tanto en América Latina como que subrayar con mucha insistencia la natura-
en Europa o en el Medio Oriente el fracaso o la leza de los actores que aparecen en todas las
transformación en violencia extrema de estos partes del mundo. Indudablemente ya no po-
movimientos que no quieren seguir más lógica demos recurrir a nociones que convenían a las
que la de la destrucción de las fuerzas que con- sociedades preindustriales, como lo hacen to-
sideran destructivas. Tenemos al contrario la davía demasiado a menudo los franceses que
necesidad urgente de descubrir en los actores están apegados al tema de la República que
presentes la llamada a la libertad y a la dignidad es característico de una país todavía poco in-
de todos. Como ya lo he indicado, la transfor- dustrializado y comprometido con una lucha
mación más profunda es la que consigue reem- propiamente política contra la Iglesia católica
plazar un pensamiento de las contradicciones más que las transformaciones sociales lidera-
del sistema capitalista por la afirmación de das por un sindicalismo de clase. Una visión
nuevos objetivos de libertad y de afirmación de que corresponde a la situación de Francia a
los derechos universales del ser humano: no de- finales del siglo XIX pero sin duda no a lo que
jaré de repetirlo. Esta transformación permite transformó ese país, como atoda la Europa
a los actores sociales contestatarios liberarse occidental después de la Primera Guerra Mun-
de su sumisión a los nuevos dirigentes políti- dial. No podemos sin embargo seguir anclados
cos, y por tanto de someter a la política misma a las categorías de la época industrial, por muy
a exigencias éticas en vez de a una estrategia importantes que hayan sido tanto para el or-
Prólogo | Alain Touraine 43

den político como para el orden económico. talitarios más peligrosos. Este cambio de pers-
Debemos, al mismo tiempo que pasemos de pectiva es particularmente importante para las
un análisis nacional a uno global, comprender ciencias sociales en América Latina porque
y valorar el paso de una acción dominada por han sido al mismo tiempo destruidas por visio-
categorías económicas a acciones dominadas nes puramente económicas de las situaciones
por los problemas de la cultura y más preci- nacionales y también por formas más o menos
samente de la consciencia de uno mismo. Lo extremas o incluso caricaturales de las catego-
que hace referencia por un lado a lo que acabo rías de la época de las revoluciones industria-
de decir sobre la importancia de los derechos les. Finalmente, cómo no otorgar a las ciencias
humanos fundamentales pero que nos obliga sociales en América Latina la importancia que
también a considerar con mayor atención lo merecen por los temas que tratan y por la ca-
que ocurre en las categorías más excluidas, lidad de sus propios trabajos cuando en ese
explotadas y perseguidas. Sin olvidar la nue- continente, como en los otros, las fuerzas más
va importancia de los medios que fabrican la potentes tienden a eliminarlas para tratar a los
opinión al mismo tiempo que la analizan y la grupos humanos como simples masas de con-
miden. El ejemplo de los Estados Unidos debe sumidores manipulables.
instruirnos. La campaña de Donald Trump no Quiero ver en esta publicación importante
era concebible ayer en ningún país occidental, de las obras de Fernando Calderón una señal
ni siquiera en América Latina. Hoy en día sec- importante de la renovación de las ciencias so-
ciones enteras de todas las sociedades se de- ciales que no se puede separar de la defensa de
rrumban, ya sea en la riqueza o en la exclusión la democracia, que en ese continente ha estado
y la pobreza o en la incertidumbre o la angustia siempre expuesta a la violencia de las reaccio-
frente a las amenazas exteriores en el caso de nes autocráticas o militares. La renovación de
las clases medias que, no hace mucho tiempo las ciencias sociales es una protección necesa-
atrás, fueron el impulso de los movimientos to- ria para las democracias siempre en peligro.
“Ahora mismo hablaba
de mi conmigo, y ponía
sobre un pequeño libro un pan tremendo”
Cesar Vallejo, “Ello es el lugar donde me
pongo” en Poemas humanos, 1939.
Primera Parte

Política y desarrollo
Navegar contra el viento…
O las perspectivas de América Latina
en la era de la información*

¿ Tendrán chances los diversos y desigua-


les procesos de desarrollo en curso en la
gímenes democráticos legítimos y efectivos?
En síntesis, ¿cuál es el nuevo sentido posible
región,de lograr transformar los logros y limi- del desarrollo?
taciones experimentados en la última década Para tratar de responder estas preguntas
en fuerzas que les permitan sortear con éxito se realizaron 11 estudios nacionales, además
la crisis y las trasformaciones del capitalismo de compartir y discutir un mapa cognitivo de
global y así expandir e innovar dinámicas de la problemática; se impulsaron cuatro temas
un desarrollo humano de carácter cada vez de investigación íntimamente vinculados tan-
más autónomo, incluyente e informacional? to por la capacidad de acción de los actores
¿Qué condiciones políticas e institucionales del desarrollo como por las condiciones es-
existen para promover y expandir un desarro- tructurales y los procesos históricos particu-
llo humano informacional? ¿Qué actores pue- lares de cada país. Se estudió las dinámicas
den impulsarlo y cómo pueden construir re- del desarrollo económico y su articulación
con el desarrollo humano, por una parte, y
* El presente texto se basa en el libro América Lati- se vinculó ambos tipos de desarrollo con las
na en la era de la información (dos tomos) 2016 (Bue- transformaciones tecno-informacionales y
nos Aires: UNSAM). Este presenta estudios de caso de culturales que experimentó cada país. Asi-
Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,
México, Nicaragua, Panamá, Venezuela y Uruguay, mismo, se asumió que la fuerza de las diver-
coordinados por Calderón desde la UNSAM. Además, sas orientaciones políticas y los conflictos
presenta reflexiones teóricas sobre la temática, con la socioculturales en cada uno de ellos organi-
participación de Manuel Castells. zaron las matrices de desarrollo menciona-
50 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

das. El estudio no alcanzó todos los casos Por su parte, Medina Echavarría planteó la
latinoamericanos y del Caribe que ameritan cuestión de las condiciones sociológicas del de-
semejante pretensión, pero se avanzó hacia sarrollo económico. Las necesarias conexiones
un panorama relativamente representativo, entre el tipo de institucionalidad y el modelo de
por cierto incompleto. desarrollo suponen actores con capacidad de
construir una relación fecunda entre ambas di-
námicas. Con Medina se inicia la Escuela de la
Perspectivas conceptuales Sociología política del desarrollo, que más ade-
lante será desarrollada por variados autores en
La experiencia de la investigación descansóen la región como E. Faletto, F.H. Cardoso (parti-
la críticade tres perspectivas conceptuales so- cularmente su libro Dependencia y desarrollo
bre la política, el desarrollo y la cultura. económico: 2010), A.Gurrieri,J.C. Torrez, J.L.
La primera perspectiva está vinculada a las Reyna, Fonseca, entre otrospertenecientes a
teorías estructurales de desarrollo impulsa- toda una generación de sociólogos latinoameri-
das por la CEPAL y muy particularmente por canos. Para Medina una ética del desarrollo su-
los trabajos de Prebisch y Medina Echavarría. pone a la vez una responsabilidad compartida
En Hacia una teoría de la transformación, y una cierta ética del consumo. Precisamente
Presbisch no solo realiza una crítica al capita- aquí descansa una de las limitaciones crónicas
lismo periférico sino que también plantea las más importantes de la región: la debilidad de
limitaciones de la ortodoxia neoclásica para las elites dirigentes para impulsar regímenes
interpretar la realidad y para impulsar políticas democráticos que puedan consolidar un desa-
viables para el desarrollo. Enfatiza a lo largo de rrollo socialmente incluyente.
su obra conceptos clave como “progreso téc- La idea movilizadora del desarrollismo cepa-
nico”, “patrones de demanda”, “intercambios linosupone un desarrollo “desde dentro” a par-
desiguales” y “particularidades del capitalismo tir de iniciativas de Estado, hacia una industria-
latinoamericano”. (Martin Puchet et al: 2016) lización sustitutiva y hacia una modernización
en su estudio sobre el caso mexicano hace un socialmente incluyente. Esta perspectiva sigue
balance crítico de esta perspectiva económica constituyendo un referente importante para
de desarrollo. comprender las nuevas opciones de desarrollo
Navegar contra el viento… 51

en los países de la región. “Vivir con lo nues- Desgraciadamente los aspectos políticos de
tro”, lo denomina hoy Aldo Ferrer. la TPE no pudieron estudiarse por barreras y
En las décadas de los 80 y los 90, los tra- circunstancias políticas limitativas que vivía
bajos de Fernando Fajnzylber reactualiza- la institución y la región. Ya eran los tiempos
ron este enfoque estructural de desarrollo, reinantes del neoliberalismo.
esta vez en base a una referencia compara- La segunda perspectiva está asociada a los
tiva con el sudeste asiático. Su artículo “Del informes sobre desarrollo humano y política
hueco negro al casillero vacio” fue germinal. producidos sobre todo en Latinoamérica e in-
Las tesis sobre la Transformación Productiva fluenciados por la perspectiva conceptual de
con Equidad (TPE) y sobre el papel estraté- AmartyaSen y MabulUlHaq. Ambos, además
gico de la educación y el conocimiento en la de promover un enfoque interdisciplinario y
misma TPE empezaron a colocar la gramática empírico del desarrollo, impulsaron una visión
del estructuralismo en la temática de la glo- holística, critica, empírica y normativa del mis-
balización y el informacionalismo. Sin equi- mo, en el que la gente es el objeto y el sujeto
dad no es posible un desarrollo competitivo del desarrollo.
y sostenible, argumenta el enfoque, que una Los conceptos de “libertad real”, “capacida-
vez más descansa en el progreso técnico y des” y “funcionamientos” son centrales en el
en la educación y el conocimiento como lla- pensamiento de Sen, así como los de “libertad
ves para vivir tiempos modernos. Incluso la cultural” y “agencia”. Ellos son referencias im-
CEPAL promovió un enfoque cultural del portantes del enfoque del estudio. Para Sen el
desarrollo que planteaba terminar con una desarrollo supone mayor libertad. Su principal
cultura de “negación del otro” y con arcanas aporte fue vincular la idea de libertad con la
estructuras de estratificación de clase de ori- idea de capacidad. Ser libre de tener hambre,
gen colonial o neo colonial, tan arraigadas en de pasar enfermedades, de ausencia de cono-
nuestras sociedades. Se buscó poner acento cimiento, de poder hablar en público, ser par-
en asumir un tejido intercultural propio de te de relaciones sociales. De no tener pajcha,
las identidades múltiples y dinámicas de la se diría en Cochabamba. En quechua, pajcha
región, promoviendo asimismo una ciudada- significa pobreza, que se comprende como
nía activa como principal garantía de la TPE. no tener amigos, no tener lazo social; es de-
52 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

cir, la pobreza está asociada a lo subjetivo, a Precisamente, la tercera perspectiva ana-


los vínculos sociales y familiares y no solo a lítica está ligada a Alain Touraine y Manuel
lo económico. Ser libre entonces, para desa- Castells,dos intelectuales que trabajan esta
rrollar las capacidades y elegir el tipo de vida cuestión −e históricamente han estado vin-
que se sueña vivir y además tener el derecho a culados al pensamiento del desarrollo en la
cambiar. Ser parte de colectividades, en nues- región−, y a sus teorías de la acción y del
tro enfoque, por elección personal y optar por poder que elaboraron desde distintos án-
lógicas individuales como resultado de delibe- gulos. En el libro La palabra y la sangre
raciones colectivas. (no traducido del francés al español sino
Aquí vale la pena resaltar la importancia escrito en español en América Latina y lue-
crucial que le da Sen a la relación entre cultura go traducido al francés), Touraine elabora
y desarrollo. Para él las conexiones son múl- un balance fundamental para entender los
tiples e insoslayables. La cultura, argumenta, modos de desarrollo y los cambios socio-
es constitutiva del desarrollo, influencia en el políticos en Latinoamérica. Allí, las formas
comportamiento económico y produce remu- de poder en el proceso histórico del desa-
neración. Está asociada con la participación rrollo están directamente asociadas con las
política y la solidaridad social y es fundamen- orientaciones y las prácticas de los actores
tal en la formación de valores(Sen, 2004). En y el Estado. El concepto de campo de his-
breve, es lo que le da sentido al desarrollo y a toricidad resultacrucial para comprender
la vida misma. Por eso, en sociedades multicul- la dinámica del conflicto y el cambio en la
turales como las nuestras resulta fundamental actualidad(Touraine: 1973). Su penúltimo
fortalecer la idea de interculturalidad y la con- texto,Le fin de sociétés (El fin de las socie-
vivencia entre distintos con planos comunes dades), plantea que la ética es el último re-
de igualdad. Y esto está directamente asociado curso fundacional de un proyecto emancipa-
con el tema del conflicto, el poder y el cambio. torio frente a una crisis multiglobal impues-
Temas que ninguno de estos autores trabajó ta por las dinámicas anti-éticas del capital
directamente y que para nosotros están en el financiero trasnacional.
centro de las disputas por el tipo de desarrollo Por otra parte, el peso de los tres tomos de
que se busca. La era de la información(1999)de Manuel
Navegar contra el viento… 53

Castells y, más recientemente, de su libro Co- profundos cambios en los escenarios geopolí-
municación y poder (2009), fue crucial para la ticos mundiales.
estructuración conceptual y analítica a lo largo Por otra parte, un estudio sobre los modos
del estudio. La discusión y los seminarios dedi- de desarrollo en la era de la información, coor-
cados a estas obras fueron permanentes, pues dinado por (Manuel Castells y PekkaHima-
nos permitían vincular en la globalización, la nen,2015), que analiza casos paradigmáticos
situación y las posibilidades de un desarrollo -China, Sudáfrica, el Silicón Valley en Estados
humano informacional en Latinoamérica, y con Unidos, Finlandia y Chile y Costa Rica-, ade-
ello repensar las preguntas que nos hicimos al más de un conjunto de trabajos teóricos sobre
inicio del estudio. el tema, no solo fueron una referencia para
En este ámbito, hay dos referencias analíti- nuestro trabajo sino en alguna medida una con-
cas que deseo particularmente destacar y que tinuación de esa aventura.
constituyen en realidad antecedentes directos Conceptualmente hay tres cuestiones que
de nuestro estudio. Por una parte, la discusión se trató de conjugar en el presente estudio: el
que tuvimos a inicios del presente siglo con papel central del conflicto social y del poder en
un grupo de investigadores de la región sobre el desarrollo humano, el carácter condicionan-
el sentido que tenían para Latinoamérica los te del desarrollo informacional y el rol central
cambios en la economía y la política global, que juega en ellos la idea cultural de una vida
tomando como referencia los tres tomos men- digna.La vida digna se interpretó como la in-
cionados de Castells. El resultado fue un diálo- divisibilidad de los derechos humanos y como
go con él y un libro que se organizó sobre una fundamento de la libertad y la justicia y en
pregunta acerca de si era sostenible la globali- consecuencia del desarrollo humano. La digni-
zación en América Latina (Calderón, 2003). dad fundamenta la misma idea de libertad real.
Eran los tiempos del fin del proceso neoliberal. Ella sería un sustento de los valores de vida,
Hoy habría que preguntarse, una vez más, si por lo tanto de sostenibilidad intercultural del
las experiencias neodesarrollistas son soste- desarrollo. Una hipótesis es que las actuales
nibles frente a las necesidades de innovación protestas y movimientos socioculturales que
y desarrollo y a los conflictos de poder en un suceden más o menos a nivel global, al buscar
momento de crisis global generalizada y bajo- un nuevo sentido de la política para solucionar
54 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

sus problemas de vida, estarían colocando en El desarrollo informacional motorizó los


el centro del desarrollo una demanda de dig- procesos de globalización y éstos, a su vez,
nidad y redefiniendo así el campo histórico de lo impulsan. El desarrollo informacional se
lo posible. basa en la producción e interconexión de
En este ámbito, la idea de innovación es mul- empresas, personas y organizaciones en
tidimensional y se refiere a la capacidad crea- redes que tienen la particularidad de poder
tiva de los actores individuales y colectivos en actuar en tiempo real desde cualquier lugar
los distintos aspectos del desarrollo humano conectado del planeta. Se basa en el uso de
informacional, pero a partir de su constitución las tecnologías de información y comunica-
esencialmente multicultural. ción, sin las cuales sería imposible el desa-
Como mencionamos en las notas teóricas rrollo moderno.
del libro, el desarrollo informacional es un No reemplazó al modelo de desarrollo indus-
proceso de desarrollo que se corresponde con trial, sino que lo incorporó progresivamente a
una lógica de acumulación capitalista una vez su lógica. Hoy los procesos de industrialización
que el modelo de desarrollo industrialista pre- en América Latina, para ser sostenibles nece-
vio entró en crisis. No se trata de la emergen- sitan integrase a la dinámica informacional. Y
cia natural o necesaria en una línea de evolu- ahí precisamente anida uno de los nudos de la
ción de las sociedades y sus economías, sino cuestión del desarrollo actual.
de un “modelo” que pudo construirse dadas Por otro lado, innovar, como argumenta Cas-
ciertas circunstancias históricas -económi- tells, implica agregar un nuevo valor a un pro-
cas, políticas, culturales, tecnológicas- espe- ducto o servicio o al proceso de producción,
cíficas. Cabalmente la disputa, con todas sus consumo y/o distribución del mismo. La posi-
variaciones, por las orientaciones del infor- bilidad de generar un nuevo valor se vincula
macionalismo en el período analizado entre con la capacidad creativa, que es la fuente que
orientaciones “neoliberales” y “neodesarro- produce nuevo conocimiento. Aquí radicaría
llistas” constituye el campo de historicidad de uno de los elementos fundamentales en la ac-
la época actual. tualización del enfoque de desarrollo humano.
Vale la pena retomar algunas referencias La expansión de las capacidades creativas en
conceptuales: el informacionalismo y en sus múltiples dimen-
Navegar contra el viento… 55

siones son las que permiten impulsar un nuevo sible y deseable centrado en la dignidad de las
tipo de desarrollo humano: el desarrollo huma- personas sería el que crearía otro tipo de desa-
no informacional. rrollo. Lo que lógicamente vuelve a colocar a
La innovación, entonces, no sólo es tecno- las orientaciones culturales de los actores en el
lógica; ella se produce a nivel social, organi- centro de los conflictos de poder y de creativi-
zacional y particularmente cultural. La innova- dad humana.
ción se vincula, además, a las capacidades so- En breve, el triángulo de interacciones en-
ciales, culturales, educacionales, de agencia, tre producción material, bienestar social y
de los actores individuales y colectivos, por organización sociocultural sería el núcleo que
lo que resulta fundamental el contexto (polí- produce desarrollo. Como afirman Castells y
tico, institucional, tecnológico, económico, Himanen(2014): “La competitividad de los te-
ecológico, cultural, etc.) en el que la creati- rritorios y firmas pasó a depender fuertemen-
vidad individual y social se desarrolla, como te de su habilidad para seguir las reglas de la
también la expansión y el manejo de los códi- economía informacional: creación de valor
gos de modernidad en el sentido elaborado en transformando información en conocimiento,
el textoEducación y conocimiento: eje de la y luego aplicación del conocimiento a todas
de la TPE, como de los códigos del informa- las tareas a ser ejecutadas sobre la base de la
cionalismo tratados en las notas teóricas del capacidad tecnológica y humana incorporada
libro de permitió esta síntesis y que se refieren en el sistema” (p. 29). Se daría una suerte de
a poder navegar con creatividad los conflictos sinergia entre informacionalismo y productivi-
en las redes. dad entre países, regiones y firmas, bajo dos
Asimismo, como la comunicación es central condiciones: cambio organizacional bajo la
en los procesos creativos, se vuelve un aspecto forma de redes y mejora de la calidad del tra-
clave en las posibilidades de generar innova- bajo humano sobre la base de la educación y la
ción en los distintos ámbitos. Y ello tanto en calidad de vida. Sin embargo este informacio-
los resultados de dichos procesos como en los nalismo se subordinó a un capitalismo finan-
procesos en sí mismos. Sin embargo es en el ciero dominante que llevó a la crisis mundial
plano de la multiculturalidad donde la innova- actual y con ello a una crisis multicultural que
ción cobra sentido. Un nuevo modo de vida po- redefine el orden y las posibilidades de desa-
56 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

rrollo en la globalización. Este ha sido preci- 1. Orientaciones políticas diversas. Co-


samente la coyuntura histórica del estudio que existen en la última década, foco del análi-
aquí se sintetiza. sis realizado, orientaciones políticas diver-
sas y cambiantes, que van desde opciones
de modernización conservadora, como en
Tendencias generales el caso de Colombia y Panamá −donde el
desarrollo y el cambio informacional son
Inicialmente, se rescata la idea de que en la sobre todo el resultado de la fuerza del
región las dinámicas del desarrollo son con- mercado y de valores tradicionales de con-
secuencia tanto de los cambios globales en servación de un patrimonio nacional de las
la era de la información como de conflictos elites en el poder−, hasta orientaciones de
sociales y de orientaciones políticas deter- neodesarrollismo comunitario o indígena
minadas. La democracia de ciudadanía sería en Bolivia, donde se busca conjugar lógicas
una condición necesaria del desarrollo y de la entre un nuevo poder estatal como eje del
misma reinvención política de la sociedad y desarrollo y la innovación y lógicas comu-
sus actores. Se entiende el desarrollo humano nitarias de pueblos originarios de los An-
como la conflictiva construcción no de una so- des y la Amazonía, combinación por cierto
ciedad perfecta, sino de una sociedad mejor, alimentada por conflictos y visiones a me-
donde el bienestar conviva con la dignidad de nudo distintas y a veces contrapuestas.
las personas y las colectividades, y se postula Entre ambos extremos se desarrollan una
un desarrollo humano innovador en los distin- serie de combinaciones particulares de
tos componentes del desarrollo: competitivi- opciones de reformismo práctico de ca-
dad, sostenibilidad, equidad, institucionalidad rácter neodesarrollista y con fuertes ras-
e interculturalidad, centrados en la capacidad gos nacional-populares como Venezuela,
de creación y agencia de la misma sociedad, Nicaragua y, de manera más atenuada, en
donde la cultura y sus actores constituyen la Argentina y Brasil. También encontramos
mejor energía para avanzar en una sociedad otras combinaciones de reformismo prácti-
de bienestar digna. co, de tipo socialdemócrata, que gestionan
modelos liberales como en Chile, Costa
Navegar contra el viento… 57

Rica y en cierta medida Uruguay. Cierta- legitimidad de la democracia electoral son


mente, las orientaciones políticas han cam- altos), crecer de manera sostenida en la
biado en varios casos y los énfasis políticos última década, mejorar los indicadores de
también. Por otro lado, es posible recono- pobreza e incluso disminuir la desigualdad.
cer una tendencia de recesión económica No fueron pocos los logros de integración
con fuerte impacto político y social, sobre social, sobre todo bajo las orientaciones
todo asociada con los precios de las mate- neodesarrollistas, y el Estado recuperó, li-
rias primas de exportación, pero también mitadamente, un papel activo en la gestión
con el incremento de problemas institucio- del desarrollo y la política(Ver Notas 2, 3
nales y de carácter ético en el conjunto de y 4.)Los avances en varios casos de una
las orientaciones políticas del desarrollo democracia participativa y de una mejor
estudiadas, que debilitan o dificultan los in- convivencia intercultural son evidentes,
tereses de las orientaciones mencionadas, sin negar empero las fuertes dificultades
además de otros factores claves para supe- en las distintas sociedades para expandir
rar barreras y lograr un desarrollo humano un pluralismo democrático. En el periodo
informacional incluyente y, sobre todo, pa- analizado sobresalen nuevos problemas
raenfrentar una multicrisis producida por vinculados a la vida cotidiana referidos a
un capitalismo financiero global que deses- la inseguridad, la economía perversa, la co-
tructura sociedades y regímenes democrá- rrupción, el malestar, la frustración social,
ticos en todas partes del mundo. la legitimidad institucional, la contamina-
2. Los niveles de desarrollo económico ción ambiental y, sobre todo en algunos
en la región son desiguales como tam- países, a la violación de los derechos hu-
bién los indicadores del desarrollo huma- manos. También persisten patrones de des-
no (ver Nota 1). Asimismo, los límites de igualdad territorial y entre campo y ciudad
un desarrollo informacional son evidentes que se han reproducido e incluso en varios
y generalizados en todas las sociedades y casos amplificado. Todos estos proble-
economías de la región.Sin embargo, la re- mas son condiciones duras para cualquier
gión logró avanzar en la consolidación de apuesta política democrática que sea reno-
un régimen democrático (los niveles de vadora del desarrollo (ver Nota5).
58 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

3. “Extractivismo informacional”. Existi- mercados culturales de comunicación al-


rían avances en la economía tecno-infor- tamente monopólicos y de extraordinario
macional, sobre todo en lo que se denomi- poder cultural, político y económico. El
nó preliminarmente como “extractivismo consumo de internet y otros medios ma-
informacional”, economía extractiva sus- sivos de comunicación tiende a ser gene-
tentada en inversiones novedosas y a ve- ralizado, y es mayor en a medida que los
ces muy creativas tecnológicamente para indicadores de desarrollo humano son más
explotar los recursos naturales de exporta- altos. En este ámbito, el Estado ha jugado
ción, pero también, en menor medida, de un papel fundamental al crear plataformas
industrias de bienes secundarios vincula- de uso, consumo y educación en sistema
das al mercado interno, regional o interna- informacionales de acceso creciente y a
cional. A partir de esta economía, el Esta- veces priorizando a los sectores más ex-
do ha jugado un rol central construyendo cluidos, como el caso del Plan CEIBAL,
en varios casos una amplia coordinación analizado en el caso de Uruguay, y los
económica y social, logrando estabilidad programas de entrega de computadores
en las cuentas fiscales, inversiones esta- gratuitos en varios países de la región. El
tales amplias y diversificadas, sobre todo Estado mismo se ha modernizado informa-
en infraestructura, heterodoxas formas cionalmente en varios de sus aparatos de
de asociación con nuevos capitales trans- gestión burocrática, aunque el carácter pa-
nacionales para fortalecer tal “extractivis- trimonial, corporativo y para-institucional
mo” y complejas ecuaciones políticas de de las relaciones entre Estado y sociedad
un nuevo regionalismo latinoamericanis- sigue siendo central a lo largo y a lo ancho
ta, aunque más político que económico o de Latinoamérica(ver Nota 6).
socio-cultural. 5. Bajo desarrollo en ciencia y tecnología.
4. Redes informacionales de comunica- Las inversiones en ciencia y tecnología son,
ción. La incorporación social al mercado en general, muy bajas. Los países con me-
de las TIC es diferenciada a lo largo de la nor crecimiento registran aún menor inver-
región, pero constante y creciente, como sión en investigación y más importaciones
también lo es la expansión de industrias y de alta tecnología y un incremento conside-
Navegar contra el viento… 59

rable del consumo de internet y derivados. sostenibilidad de un desarrollo económico


El sistema de innovación es acorde con el siempre y cuando las capacidades políticas
patrón y nivel de crecimiento. El resultado de los actores y el Estado puedan comple-
es una baja tasa de inversión en investiga- mentar de manera compleja avances com-
ción, ciencia y tecnología, y el desarrollo binados y pertinentes entre una dinámica y
informacional innovador se canaliza pre- otra. En esta cuestión, los avances han sido
dominantemente hacia la incorporación de insuficientes pero ya están instalados en el
alta tecnología en productos de exporta- horizontede las sociedades como tareas
ción de origen primario. Sin embargo, vale pendientes.
la pena subrayar que si bien se ha avanzado
7. El sistema de innovación es congruen-
en la incorporación de valor tecnológico
te con un patrón de crecimiento pre-
local a los productos de exportación, gran
dominantemente “extrovertido”. El re-
parte de este tipo de contenido continúa
sultado final, sobre todo comparado con el
siendo importado. Los avances en minería,
sudeste asiático, es una baja tasa de inver-
petróleo, gas y agricultura han sido extraor-
sión en investigación y desarrollo. El ingre-
dinarios, pero también hubo una acelerada
destrucción del medioambiente que viene so per cápita en períodos largos no crece
deteriorando la sustentabilidad ecológica, y la igualdad en la distribución del ingreso
por cierto muy a menudo afectando terri- crece poco. Sin embargo, la disminución de
torios y lógicas comunitarias de pueblos la pobreza, sobre todo la absoluta, ha sido
originarios en regiones como la Amazonía impresionante prácticamente en toda la re-
en Sudamérica (ver Nota 7). gión. La cuestión es el tipo, la cualidad y la
sostenibilidad de la inserción de los exclui-
6. Concentración, pobreza y desigualdad.
dos. Posiblemente aquí radique uno de los
Bajó la pobreza, y también la desigualdad
desafíos futuros fundamentales del conjun-
en menor escala, pero se mantuvieron los
niveles de concentración de riqueza. La te- to de los países de la región(ver Nota 8).
sis de una complementariedad entre igual- 8. Asincronía cultural. Retomando el con-
dad y competitividad en el sentido de la cepto de “asincronía” de Germani (1966)
TPE supone que la equidad predispone a la para explicar los procesos de cambio esta
60 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

vez a nivel multicultural, es posible con- gerentes avances, aunque no suficientes,


cluir de los estudios realizados que los sen- en la mayoría de los casos estudiados. En
tidos, la dirección y la intensidad del cam- el plano de los derechos humanos se des-
bio cultural se han complejizado y mues- tacan logros institucionales, sobre todo en
tran potencialidades de cambio inéditas en la Argentina, especialmente en relación a
la región. Así, resaltan las experiencias de la memoria y la justicia; en ese mismo país
reconocimiento y construcción institucio- también hubo avances notables en el re-
nal a nivel de las relaciones inter-étnicas y conocimiento institucional de plenos de-
culturales; un ejemplo en este sentido es rechos referidos a los migrantes. Por otro
Bolivia, donde se creó una nueva Constitu- lado, es particularmente notable la búsque-
ción que transformó el Estado, el sistema da de construcción de un proceso de paz
político y las lógicas culturales, recono- en Colombia que posiblemente condicione
ciendo el rol central de los pueblos origi- una apertura democrática y de cambio en
narios en la conformación del Estado y de los patrones de desarrollo. Su resultado,
la democracia; asimismo, se impulsaron sobre todo si es positivo para la paz, afec-
políticas antidiscriminatorias, pero sin re- taría no solamente a la región sino a los
solver la construcción plena y práctica de conflictos multiculturales a nivel mundial.
una interculturalidad plural, sobre todo en En el plano de la industria y el mercado
los ámbitos urbanos y en la Amazonía. Es- cultural los cambios han sido extraordi-
tos procesos han estado cruzados por ten- narios en toda la región. Un relativamente
siones y conflictos aun no resueltos, como nuevo poder cultural, económico y políti-
se destacó en el estudio del caso boliviano. co de los medios de comunicación tiende a
En el otro extremo están el “modelo de mo- estar altamente concentrado en todos los
dernización conservadora” en Colombia y países y constituye además una extraor-
la crisis multicultural mexicana que, bajo la dinaria fuerza de la tecno-economía de la
apariencia de un reconocimiento multicul- información. Su impacto en el consumo y
tural, finalmente re significan un modelo la vida cotidiana de las personas son ex-
mono-cultural históricamente dominante. traordinarios. Los sistemas y regímenes
En medio de estos casos,existen muy su- políticos predominantes en la región no
Navegar contra el viento… 61

alcanzan a procesar tal poder, por cierto la actual situación chilena realizado en el
con dinámicas internas a menudo con- estudio es muy ilustrativo al respecto.
tradictorias por la presencia de fuerzas y 9. Desigualdades de género. Un tema que
componentes disímiles. Sin embargo, ellos merece especial interés y que necesita ser
en gran medida redefinen las agendas po- estudiado mejor, es el papel de las relaciones
líticas con sentidos ambivalentes. O Glo- de género en el desarrollo, pues a pesar de
bo en Brasil, la red Clarín en Argentina o importantes avances en el reconocimiento,
Televisa en México, son referentes regio- la distribución y participación de las muje-
nales y globales. En gran medida su poder res en el desarrollo en la última década, las
está asociado con la emergencia de una situaciones estructurales de desigualdad
política y un nuevo poder de lo público, fe- persisten y atraviesan al conjunto de los
nómeno complementario con el desarrollo procesos de desarrollo analizados. El siste-
de una nueva tecno-sociabilidad que, entre ma patriarcal, tan arraigado en las socieda-
otros factores, supone no sólo el acceso des y culturas latinoamericanas, constituye
creciente a los medios de comunicación un límite estructural del desarrollo humano
masivos vinculados a internet y a la tele- informacional. Empero, el movimiento fe-
fonía celular, sino muy particularmente a minista está buscando redefinir el espacio
nuevas formas de acción colectiva e indi- público, renovando una democracia más de-
vidual. Como se mencionó en el estudio liberativa, donde la relación entre lo público,
La protesta social en América Latina, en lo privado, la política y el desarrollo sea con-
su gran mayoría los conflictos sociales se sociativa. Este tema es, sin lugar a dudas, la
desplazan para ser gestionados en la red cuestión central de un cambio ético, político
y los nuevos movimientos socioculturales, y cultural en la sociedad red emergente.
como los de estudiantes en Chile en 2011, En síntesis la “asincronía” multicultural
en México en 2012 y en Brasil en 2014, en todas sus dimensiones, aquí ultra sinte-
ejemplifican la emergencia de una nueva tizadas, constituye la nueva dinámica del
politicidad, entendida como nuevos senti- cambio sistémico vinculado a las nuevas
dos de la política y como ampliación del formas de poder y, sobre todo, a una nueva
campo de lo posible. El estudio de caso de construcción sociocultural de la dignidad
62 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

que, con todas sus complejidades y realida- ses, alimentarían esta tendencia (ver Nota
des, ya emergió en la región. 8).Hoy está en juego una suerte de redefi-
10. Frustración de expectativas. Posible- nición del campo de historicidad.
mente de no mediar cambios drásticos y 11. La nueva y cambiante geopolítica. El
positivos de políticas de desarrollo huma- cambio en el escenario geopolítico global
no informacional incluyentes, estaremos asociado con la multicrisis en curso ya ha
frente a una creciente y nueva “frustración colocado a la región en medio de compli-
de expectativas” y a un creciente malestar cadas ecuaciones económicas, culturales
social respecto de la política y sus insti- y políticas. Aquí vale la pena resaltar dos
tuciones.El valor agregado del sector TIC aspectos. Por un lado, el reforzamiento
observa en casi todos los casos una tasa de las relaciones financiero-comerciales,
de crecimiento promedio anual mayor que de inversión en infraestructura y produc-
los puestos de trabajo y las remuneracio- tivas, especialmente de China, es trans-
nes; si a esto se agrega el incremento ace- versal prácticamente a todos los países de
lerado de los consumos de TIC y de me- la región. Además se inician o renuevan
joría relativa de los niveles de educación dinámicas con India, Rusia, África y Asia,
y, con todo ello, mayores aspiraciones y sin dejar de lado el peso estructural de las
expectativas de la sociedad, es muy posi- economías desarrolladas de occidente,
ble que los Estados no tengan, sobre todo particularmente de Estados Unidos. Hoy
por las condiciones internacionales de el mundo es multipolar y de nuevo tipo y
recesión, posibilidades de satisfacerlas. los latinoamericanos ya estamos navegan-
Así, estaremos frente a un creciente ma- do en él. No se sabe si se navegará como
lestar social que puede terminar minando barco a la deriva o con estrategias y car-
y deslegitimizando los logros y los proce- tas de navegación hacia un desarrollo que
sos de desarrollo logrados, alimentando reduzcan el riesgo y empujen al bienestar.
nuevos conflictos y opciones políticas in- Por otro lado, la crisis y la restructuración
éditas. Cabalmente, las demandas de una económica global y la emergencia de diver-
nueva politicidad que registran los casos sos problemas socio-institucionales en la
de Chile, México y Brasil, entre otros paí- mayoría de los países, colocan a las diver-
Navegar contra el viento… 63

sas apuestas de desarrollo, particularmen- los procesos de desarrollo en curso posibilitan


te a las políticamente progresistas, ante la una diversidad de interacciones que podría
disyuntiva de cómo enfrentar la crisis: si promover una mayor autonomía e independen-
se hace reinventando ecuaciones políticas cia. Ello supone, empero, incrementar cualita-
y económicas, ampliando y desarrollando tivamente la capacidad de agencia de los acto-
una lógica informacional asociada con in- res del desarrollo de cada país y de la región en
novaciones productivas, políticas, institu- su conjunto.
cionales y culturales, o rediseñando ajustes Todavía no se aprende a navegar plenamen-
socioeconómicos que supongan costos so- te contra el viento, como argumentaba Hirsch-
ciales y de gobernabilidad política. Nueva- man, pero en eso estamos…
mente, los temas de gobernabilidad de la
economía, de umbrales mínimos de funcio-
namiento de las instituciones y de niveles Notas empíricas para la
o límites de la integración social y cultural, ilustración de tendencias
están en las opciones y escenarios políticos
latinoamericanos. Las presentes notas sólo ilustran las tenden-
cias señaladas. Para una mayor verificación
empírica ver el libro América Latina en la Era
Corolario de la Información.

En el fondo, la cuestión consiste en cómo se Nota 1


puede mutar de las diferentes situaciones y
procesos de dependencia que predominaron en El Cuadro 1 muestra los países bajo análisis
el pasado hacia una mayor interdependencia y agrupados según su nivel de desarrollo huma-
autonomía. Es decir, se trata de detectar si hay no. Chile y Argentina son los únicos con un
condiciones, voluntad y posibilidades políticas grado muy alto de desarrollo humano. Argen-
para promover, a escala regional y nacional, un tina posee la mayor cantidad de años espera-
desarrollo humano informacional genuino y dos de escolaridad. Chile encabeza el ranking
sostenible. Finalmente, es posible concluir que de años promedio de escolaridad. Asimismo,
64 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

junto con Costa Rica, cuyo nivel de desarrollo guay. En los casos de Colombia y Brasil, esta
humano es alto, tienen la mayor esperanza de diferencia era negativa, es decir el INB tenía
vida al nacer. una mejor clasificación que su nivel de desa-
En el Informe de Desarrollo Humano 2013 rrollo humano.
se calculó el IDH excluyendo los ingresos. Para ¿Es sostenible la baja de la desigualdad
todos los países, salvo Brasil y Colombia, la di- en la región cuando se evidencian limitacio-
ferencia entre el ranking del IDH y el ranking nes significativas en los actuales modelos
del Ingreso nacional bruto per cápita (INB) era de desarrollo latinoamericanos bajo un per-
positiva. La mayor brecha entre ambos ran- sistente contexto económico internacional
kings se observó en Chile, Costa Rica y Uru- desfavorable?

Cuadro 1. Índice de Desarrollo Humano (IDH) y sus componentes, 2013 (INB ajustado por PPP en dólares
constantes de 2011)

Fuente: elaboración propia sobre la base de datos del Informe sobre desarrollo humano 2014.
Navegar contra el viento… 65

Índice de Concentración de GINI. América Latina (promedio simple);años 1997, 1999, 2002, 2005, 2008,
2010, 2012 y 2013

Fuente: Elaboración propia en base a datos CEPAL (2015).

NOTA 2 región durante el período analizado, así como


La expansión del empleo fue uno de los prin- también un eslabón fundamental en los proce-
cipales factores que incidieron en la mejora sos de integración social de los modelos de de-
en los niveles de distribución del ingreso en la sarrollo analizados.
66 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Tasa de desempleo. América Latina y el Caribe 1991-2014

Fuente: CEPAL, 2015.

NOTA 3 ticas y en el Estado en la región, donde se


observan las particularidades históricas de
Luego de la crisis del final del período neo- cada caso. Ahora bien, en los últimos años
liberal, en la primera década del siglo se re- la desconfianza vuelve a emerger, ahora bajo
gistra una baja generalizada en los niveles los ejes de nuevas demandas sociales e ins-
de desconfianza en las instituciones polí- titucionales.
Navegar contra el viento… 67

Porcentaje de desconfianza en las instituciones políticas y en el Estado. América Latina y el Caribe


1996-2013

Fuente: CEPAL, 2015.

NOTA 4 tro los niveles siguen siendo altos en términos


históricos, aunque registran una tendencia a
Durante el primer decenio del siglo XXI los la baja como consecuencia de los cambios
términos de intercambio registraron los nive- producidos en los mercados internacionales a
les más favorables de los últimos 30 años para partir de la crisis internacional desatada en el
las economías de la región. En el último lus- año 2008.
68 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Índice de términos de intercambio de bienes. (2010=100) América Latina y el Caribe 1980-2014

Fuente: CEPAL, 2015.

NOTA 5 mas 3 décadas en la región. La mayoría de las


No sin cierta volatilidad, los niveles de in- inversiones se volcó directa e indirectamente
versión extranjera directa durante las segun- en proyectos basados en la extracción de re-
da etapa del período analizado (2007-2014) cursos naturales, muchas veces bajo formas
alcanzaron los registros más altos de las últi- heterodoxas de asociación público- privadas.
Navegar contra el viento… 69

Inversión extranjera neta. (millones de dólares) América Latina y el Caribe 1990-2014

Fuente: CEPAL, 2015

NOTA6 y el Caribe en investigación y desarrollo (I+D).


A pesar de lo avanzado en la última década, los
Brasil, México y Argentina concentran el 92% países de la región se encuentran lejos de las
de la inversión que se hace en América Latina mejores prácticas internacionales.
70 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Relación porcentual entre los gastos de investigación y desarrollo respecto del PBI
en países seleccionados. Año 2011

Fuente: “Indicadores de Ciencia y Tecnología. Argentina 2011”, Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva, 2013.
Navegar contra el viento… 71

NOTA 7 en los últimos 15 años, aunque se regis-


tran brechas digitales en relación al gé-
Los países de la región han logrado sus- nero y al estrato socioeconómico y entre
tanciales avances en el acceso a las TIC países.

Suscriptores de telefonía celular móvil y usuarios de internet en América Latina. Cantidad cada
100 habitantes

Fuente: CEPAL, 2015.


72 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

NOTA 8 significativamente si se los compara con


otros indicadores, máxime considerando
Contrastando con la figura anterior, en que al 2013 prácticamente la mitad (46%) de
términos de empleo, desempleo y partici- la ocupados urbanos de la región están em-
pación, la región muestra los indicadores pleados en el sector informal y 1 de cada 10
más favorables de los últimos 20 años. Sin vive en hogares en situación de indigencia
embargo, el salario real no ha aumentado (CEPAL, 2015).

Salario Medio Real Anual (2000=100). América Latina 1992-2013

Fuente: CEPAL, 2015


Navegar contra el viento… 73

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74 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

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(Barcelona: Planeta). (París: Odile Jacob).
Repensando el Desarrollo Humano
desde la perspectiva de la
sociología del actor* **

Antecedentes tuar la dignidad en el centro del debate. El ca-


pítulo analiza más adelante los rasgos básicos
La idea central de este capítulo sostiene que el de este patrón de desarrollo y propone cuatro
objetivo actual del desarrollo humano es tanto temas estratégicos para fortalecer sus pro-
la autonomía como la dignidad de las personas. puestas: informacionalismo, medioambiente,
Desde este punto de partida es posible analizar inclusión y exclusión social y conflicto social.
procesos y desarrollar políticas. Este objetivo Propone, finalmente, la idea de una “agencia de
constituiría la principal exigencia de las perso- desarrollo humano basada en las capacidades
nas que buscan nuevos modos de vida que se ex- de los actores socioculturales”. El capítulo cul-
presen en los ámbitos culturales, institucionales, mina con un corolario acerca de la pedagogía
socioeconómicos, ecológicos y políticos. La dig- de la propuesta.
nidad daría un significado nuevo al desarrollo. El argumento se apoya en el enfoque de la
El texto comienza con argumentos concep- sociología del actor y en los conceptos y ha-
tuales y ejemplos empíricos que apuntan a si- llazgos empíricos de informes de desarrollo hu-
mano, especialmente en los informes globales
* Este trabajo fue publicado originalmente en M. Cas- y en algunos informes regionales y nacionales
tells y P. Himanen 2008 Repensando el desarrollo en la promovidos por las Naciones Unidas en los
era de la información (Santiago de Chile: Fondo de cuales el autor ha participado. Este capítulo se
Cultura Económica).
basa también en los debates del grupo que ha
** Agradecemos especialmente a Fondo de Cultura
trabajado en el estudio.
Económica de Chile la autorización para publicar este
trabajo.
76 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

¿Por qué la dignidad? Esto requiere encontrar nuevas perspectivas


y políticas que combinen las opciones naciona-
En las últimas décadas el desarrollo humano ha les con la política global, que consideren los al-
experimentado significativos avances en todo tos niveles de interdependencia asimétrica que
el mundo. Han mejorado, especialmente, los tienen los fenómenos de cambio e incertidum-
indicadores estadísticos de bienestar en salud, bre. En todo el mundo, las numerosas deman-
educación e ingresos. Sin embargo estos logros das de las protestas sociales están subrayando
no siempre han resultado suficientes. Interna- asuntos de desarrollo vinculados con la digni-
cionalmente, las desigualdades entre países y dad, los derechos humanos y la paz, así como
entre diferentes grupos sociales han persistido la búsqueda de perspectivas que trascienden
y en algunos casos se han acentuado, debido las respuestas instrumentales, institucionales y
sobre todo a los altos niveles de concentración económicas a los problemas vigentes.
de ingresos y exclusión social. La situación ac- La crisis en sus múltiples dimensiones,2 está
tual de cambio e incertidumbre, vinculada a la provocando el surgimiento de nuevas deman-
crisis global, tiende a producir nuevas desigual- das, críticas, conflictos y protestas por digni-
dades incluso en países desarrollados. En 2010, dad y derechos humanos en numerosas socie-
por ejemplo, el 0,6% de la población mundial dades y culturas. La crisis combina protestas
adulta propietaria de un patrimonio neto de un
millón de dólares o más, poseía el 39,3% de la
riqueza mundial, mientras el 69,3% de la pobla- expertise/2012/10/en/global-wealth-2012-the year-in-
review.html>.
ción mundial adulta, con un patrimonio neto
inferior a diez mil dólares, poseía solo el 3,3% 2 La crisis financiera, los problemas de gobernanza
democrática y autonomía nacional, los límites de las
de la riqueza mundial (Credit Suisse Research opciones de coexistencia multicultural, los cambios
Institute, 2012).1 geopolíticos en las estructuras globales de poder, la
emergencia del Estado como un agente de posiciona-
miento de las economías nacionales a nivel global, la
1 Credit Suisse Research Institute 2012 Global distancia entre la innovación científica y tecnológica y
Wealth Report 2012, en <https://www.credidt-suis- los sistemas institucionales y educacionales, y la crisis
se.com/ch/en/news-and-expertise/news/economy/ medioambiental ligada a un modelo económico basado
global-trends.articler.html/article/pwp/news-and- en el consumo y la degradación del entorno.
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 77

en el nivel local, nacional, regional y global, las 1. Un estudio que se refiere a la India analiza
cuales —además de expresar las quejas— bus- las protestas por mejor salud y educación,
can nuevos modos de vida social y, en última que buscaban potenciar el desarrollo y que
instancia, cambios políticos y culturales en abordaron diversos asuntos relacionados
las experiencias de desarrollo de los últimos con derechos humanos, centrándose en las
treinta años. relaciones de género (Patel, 2010).
Según Castells (2012: 2-3),3 están emergien- 2. Levitt y Merry (2010)4 examinan cómo los
do conflictos seculares vinculados con la injus- derechos humanos estaban en el núcleo
ticia actual, configurando una rebelión multifa- mismo de la movilización social en la ciudad
cética, donde hay humillación provocada por el de Nueva York y describen en particular el
cinismo y la arrogancia de los que tienen el po- esfuerzo por enfatizar los derechos huma-
der —financiero, político o cultural—, que une nos para combatir la discriminación sistémi-
a quienes convierten su miedo en agravio y el ca por raza y género. Los autores sostienen
agravio en la esperanza de una humanidad me- que en determinados contextos los derechos
jor. Una humanidad que habría que reconstruir humanos pueden ofrecer recursos políticos
casi desde cero, que escapa de la multitud de relevantes a movimientos sociales en los Es-
trampas ideológicas e institucionales que han tados Unidos. Sin embargo, lo hacen de una
conducido una y otra vez a caminos sin salida, manera difusa, distante del sistema formal
que forja un nuevo sendero al tiempo que lo re- de las leyes de derechos humanos. Este caso
corre. Se trata de la búsqueda de dignidad en describe un fenómeno nuevo en Estados
medio del sufrimiento de la humillación, temas Unidos: la movilización de campañas de de-
recurrentes en la mayoría de los movimientos. rechos humanos por parte de movimientos
Hay varios estudios e informes que comple- por la justicia social que desde hace mucho
mentan lo anterior:

4 Levitt, P. y Merry. S. 2010 “Law from below:


Women’s Human Rights and Social Movements in New
3 Castells, M. 2012 Networks of Outrage and Hope: York City”, en Law and Society Review 44 (1), pp. 101-
Social Movements in the Internet Age (Cambridge: Po- 128.
lity Press).
78 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

se apoyaban solamente en las leyes de dere- 31): “La Toila es un instrumento soñado para
chos civiles. la democracia directa, de ciudadanía. Que-
3. Otra investigación ha analizado los conflic- remos un mundo sin jefes, donde cada uno
tos y protestas sociales en torno de derechos pueda participar en la toma de decisiones,
sociales y culturales en 17 países de América donde cada uno pueda producir cambios en
Latina y el Caribe (Calderón, 2012).5 Estos la realidad”.
conflictos comparten varios rasgos: platafor- 5. El movimiento japonés antinuclear por la
mas de exclusión y desigualdades crónicas paz, especialmente después del desastre de
que los ciudadanos cuestionan; racionalida- Fukushima, es otro ejemplo. Algunos estu-
des prácticas vinculadas con la reproduc- dios recientes muestran que los temores que
ción social, que coexisten con demandas de generaron los bombardeos de Nagasaki e
mayor eficacia y eficiencia a nivel institucio- Hiroshima han influido la experiencia de la
nal y con conflictos culturales sistémicos; contaminación alimentaria en 50 distintos
conflictos cada vez más presentes en la red tipos de manifestantes y activistas sociales
y con efectos multiplicadores en los nue- actuales, especialmente en gente joven y
vos escenarios globales de poder. Hay una mujeres que fortalecen una opinión públi-
mayor complejidad social relacionada con ca pacifista. El papel de las tecnologías de
sistemas políticos y Estados con limitadas información y comunicación (TIC) ha sido
capacidades de gestión. decisivo en estas manifestaciones (Hiraba-
4. Las protestas de la “primavera árabe”, de un yashi, 2012).
modo intenso y variado, expresaban críti-
cas a las formas autoritarias de poder, con Así, este renovado acercamiento al desarrollo
demandas de paz, dignidad y participación. humano en el que estamos comprometidos se
Fue decisivo el papel de la juventud y el ac- desprende de la siguiente constatación: el ma-
tivismo en las redes sociales. Como ha sos- lestar público, las demandas sociales y las pro-
tenido el ciberactivista L. B. Mhenni (2011: testas masivas en todo el mundo están subra-
yando la necesidad de recuperar y reconstruir
tanto la dignidad como las metas individuales
5 Calderón, F. (2012). y colectivas. Si bien este camino se ha consi-
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 79

derado un elemento de desarrollo humano, se la gente para alcanzar sus metas de autonomía
ha tornado más y más significativo en el con- y dignidad.
texto de la crisis global.6 También ha subraya- Este enfoque de capacidades “ve la vida
do la necesidad de la autonomía de los actores humana como un conjunto de realizaciones y
sociales para alcanzar sus metas personales y logros” (funcionamientos) y relaciona la eva-
colectivas de dignidad. luación de la calidad de vida con la evaluación
Otro rasgo distintivo es el desplazamiento de la capacidad de funcionar” (Sen, 2003a: 4).9
de esas demandas a la sociedad de la informa- Pensamos que estos funcionamientos son par-
ción recurriendo a las distintas redes sociales te de la dignidad de los individuos.
como medios para expresar los reclamos y las En este sentido, el concepto de Sen de liber-
soluciones propuestas. Se trata de un tipo muy tad real se organiza en función de la dignidad y
específico de dignidad fomentada por las co- recién allí se refiere al desarrollo de las capaci-
municaciones globales.7 dades de las personas para vivir la vida que va-
En este sentido, el enfoque del desarrollo loran según sus aspiraciones.10 La innovación,
humano, con su marco holístico, interdiscipli- educación y el conocimiento son fundamenta-
nario y normativo,8 se podría redefinir en tér- les no solo en términos de socialización demo-
minos de la subjetividad y el fortalecimiento crática o de productividad, empleo e igualdad,
de los actores individuales y colectivos como sino también en la elección de la clase de vida
la clave para enfrentar los cambios globales que se desea vivir. De aquí que la educación
de este momento. Por otra parte, tendría que con innovación, las opciones mencionadas y
fortalecerse en el corto plazo la capacidad de el desarrollo estén estrechamente vinculados,
especialmente en un contexto de rápidos cam-
6 Para más detalles, ver PNUD 2000 Human De-
velopment Report 2000. Human Rights and Hu- 9 Sen, Amartya 2003a “Development as Capability
man Development (Nueva York: Oxford University Expansion,” en S. Fakuda-Parr y A. K. Shiva Kumar
Press). (eds.) Readings in Human Development (Oxford:
7 Como en el caso de los más recientes movimientos Oxford University Press).
estudiantiles en Chile. 10 Sen, A. 1999 Development as Freedom (Nueva York:
8 Como define M. Ul Haq en Fakuda et al. (2003). Anchor Knopf), p. 12.
80 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

bios globales y creciente predominio de la so- Desde una perspectiva conceptual, uno
ciedad de la información.11 de los rasgos principales de las sociedades
Tanto la dinámica estructural de la globa- contemporáneas es una cierta brecha entre
lización como su crisis actual han situado la las racionalidades instrumental y simbólica.
cuestión de la dignidad humana y de los de- Esto constituiría una especie de separación
rechos humanos, como ejes de una nueva entre cultura, por una parte, y economía
reforma social y política, en el centro de las por otra. En esta separación, las relaciones
demandas sociales y de los desafíos de desa- de poder se asocian con la reestructuración
rrollo, más allá de contextos nacionales y/o económica y la “multi-crisis global” (Rojas,
regionales o culturales o de diferentes niveles 2011),13 que simultáneamente se está vol-
de desarrollo. La dignidad, entendida como la viendo más disociada y difusa en medio de
estima y el respeto de uno mismo, es esencial la complejidad, el riesgo y el vacío social
para que los individuos formen una ciudadanía (Castells, 1997; Touraine, 1997; Beck, 2006;
integrada con otros.12 C. Rojas, 2011).

11 Para más detalles, ver CEPAL 1992 Educación y co-


nocimiento: eje de la transformación productiva con también importantes experiencias empresariales, es-
equidad, Libros de la CEPAL Nº 33 (Santiago de Chile: pecialmente a escala pequeña y mediana, que muestran
CEPAL). prácticas y avances que combinan desarrollo humano y
12 En un nivel más individual que en los ejemplos elementos informacionales. Por otra parte, la valoriza-
que siguen, muchos activistas de derechos humanos ción de la dignidad y los derechos humanos se expresa
en todo el mundo trabajan desde esta perspectiva de también en el nivel institucional por medio de nuevas
dignidad y conflicto (ver <http://www.cdhrsupport. leyes, constituciones y arreglos institucionales, a me-
org/2012/02/20how-the-human-rigts-movement-has-go- nudo asociados con redes de ONGs. Los Millennium
ne-global/> y <http://monnews.org/?=3929>). Asimismo, Development Goals, promovidos por Naciones Unidas,
los informes del Global Peace Index (2012) muestran y diversas organizaciones intergubernamentales, han lo-
avances y retrocesos en términos de paz y derechos grado importantes acuerdos y políticas que se han visto
humanos en todo el mundo. Podemos hallar experien- limitados por las consecuencias de la crisis.
cias regionales, locales y urbanas significativas —como 13 Así se la ha llamado debido a las variadas crisis eco-
en Kerala, Barcelona y Porto Alegre— que se producen lógicas, financieras, multiculturales y políticas a nivel
en el contexto de valores de desarrollo humano. Hay global.
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 81

El punto es reintegrar lógica sustantiva y ló- de las personas se sitúan en la constitución


gica instrumental. Me pregunto por las posibi- misma de los objetivos del desarrollo, y ya
lidades de una fructífera articulación entre las no los mercados o los estados. La calidad de
dinámicas del cambio, asociadas con la “tecno- vida expresa la necesidad de ser considera-
economía de la información”, y las dinámicas do como poseedor de una renovada dignidad
socioculturales, vinculadas con las nuevas humana, lo que incluye identidades colecti-
demandas de calidad de vida que surgen de vas e individuales, redes sociales y relacio-
la crisis y el cambio globales. El propósito es nes interculturales compuestas por diversas
explorar las posibilidades de una nueva histo- aspiraciones y conocimiento específico. La
ricidad, entendida como la capacidad de una búsqueda activa de dignidad da un significado
sociedad de producirse e innovarse a sí misma renovado en la actualidad a la perspectiva del
y de expandir sus mecanismos de acción y par- desarrollo humano.
ticipación. Un enfoque renovado de desarrollo Esta perspectiva se basa en una teoría cons-
humano, apropiado para las nuevas circuns- tructivista que sitúa en el centro las subjetivi-
tancias, puede constituir una referencia impor- dades y las capacidades de las sociedades y
tante para propuestas de políticas relativas a la de los actores sociales, por sobre la dinámica
dignidad de los individuos y sus sociedades. En de los mercados y de los estados. Se espera,
este planteamiento, los actores, las personas, además, que los mercados y el Estado puedan
las comunidades y los grupos socioculturales trabajar para “lo público” o el bien común, para
son sujetos y objetos del desarrollo. todas las personas y sus sociedades. En este
Esta perspectiva supone que la multi-crisis sentido, el espacio público se valora como el
global no elimina la capacidad de acción so- lugar donde las personas pueden realizar este
cial, sino que abre otras posibilidades. Impli- tipo de trabajo cooperativo. Pero parece nece-
ca, también, que las acciones socioculturales sario observar que la noción de lo público es
no solo se pueden oponer a las cambiantes re- compleja y que constantemente cambia y es
laciones de poder, sino que se pueden trans- redefinida en la actual sociedad de la informa-
formar en opciones para participar en el cam- ción, lo que la vuelve más global.
bio global y dar un significado diferente al de- En este sentido, se supone que las perso-
sarrollo. Así, la calidad de vida y la dignidad nas son actores que buscan constantemente el
82 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

cambio y se adaptan a él, pero que no lo hacen debiera entenderse como un valor generador
en un vacío; lo hacen, más bien, en escenarios de cambios.
institucionales y económicos específicos y
con el peso de sus respectivas subjetividades,
lo que implica el reconocimiento de la subje- El desarrollo como
tividad de otros que son diferentes pero igua- fortalecimiento de las
les. Solamente si se potencia la capacidad de capacidades de los actores
acción y la reflexión individual y colectiva es
posible avanzar en el logro de resultados a fa- Desarrollo significa crear el acceso necesario
vor de la democracia y el desarrollo como un para fortalecer las capacidades de los acto-
acuerdo colectivo. res. En este sentido, la meta de un desarrollo
En el centro de esta aproximación construc- humano “posible” es conseguir una “sociedad
tivista se colocan la autonomía y la libertad éticamente aceptable”. En otras palabras, una
personales de los actores, que son valores rela- sociedad en la cual las personas puedan vivir
cionados con la política y el desarrollo. La sub- una vida decente y los actores sean capaces de
jetividad, en particular, se refiere a la dignidad especificar las injusticias manifiestas (injusti-
humana, y no es solo un fin en sí misma sino cias patentes) como resultado de una delibe-
también una acción. Mejor aún: es una agencia ración pública y como un método para definir
que optimiza intereses particulares, los cuales situaciones y opciones (Sen, 1997 y 2000).
al expandirse en el conjunto social, adquieren La capacidad de una persona para ser un
un carácter colectivo. Pero los compromisos actor se asocia a la autonomía que tenga para
colectivos permiten también el logro de metas elegir sus metas y lograr resultados coherentes
y valores individuales. En este sentido, la auto- con el proceso de búsqueda de esos resultados.
nomía del actor y la búsqueda de libertad y sus Esta es la meta inseparable del logro de una
diversas opciones no solo son eficientes sino “cultura de solidaridad procesal” (Pizzorno,
justas, porque necesitan y tienden a implicar a 1984). Allí reside la importancia de la idea de
la sociedad en su conjunto. La dignidad, como la comunicación ciudadana según valores bási-
valor y práctica, permite evaluar los cambios cos compartidos como los derechos humanos
que ocurren o ya han ocurrido, pero también y la dignidad.
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 83

Himanen (2012b: 5) observa: Sen parte del El reconocimiento de la identidad cultu-


concepto de libertad, pero no ofrece una ra- ral es una condición de la dignidad humana
zón por la cual las personas debieran ser li- y se refiere al pluralismo multicultural de las
bres. Esta noción requiere de justificación, la sociedades contemporáneas. Tendría que ser
cual es la idea de dignidad, es decir que to- incluido como una capacidad relevante para
das las personas son dignas de libertad. Esta el desarrollo. Desde una perspectiva cultural
es una razón para elevar la dignidad al valor sobre el desarrollo humano, la dignidad se
más fundamental y, en consecuencia, para refiere a la necesidad de asegurar y expandir
elevar la noción de una vida digna a objetivo las posibilidades de las personas de una ma-
fundamental. Así, todas las personas tienen nera constructiva en función de que escojan
derechos porque son “dignas de derechos” y el estilo de vida que prefieran considerando la
“valiosas para tener valores”. Una vida digna existencia de otros modos de vida. Por otra
significa una vida con dignidad. parte, es imposible concebir una acción o una
La idea de “dignidad” sitúa en el centro del agencia en términos de un actor único, porque
desarrollo la subjetividad de las personas y se acción y agencia se construyen con otros. La
refiere a su capacidad y a la de sus sociedades importancia de la identidad cultural está aso-
para decidir las orientaciones de sus vidas de ciada a la equidad requerida para la realiza-
acuerdo a sus valores y deseos. La dignidad, ción de su dignidad. El ejercicio de identidad
en este sentido, no es unívoca y se relaciona cultural por todas las personas puede condu-
directamente con el patrimonio cultural de las cir a una ampliación de la diversidad cultural
personas y de sus sociedades. Por otra parte, que les permita contar con más opciones y un
esta perspectiva de desarrollo también afirma espectro cultural más amplio (UNDP, 2004b).
que la formación de valores y la evolución de la En este enfoque, dignidad significa prestar
ética social basada en la solidaridad fortalecen atención a la dignidad de todos, lo que necesa-
los propósitos del desarrollo y guían la relación riamente implica consideraciones de justicia e
entre el mercado y las instituciones.14 igualdad. En este sentido, la agencia de digni-
dad también se refiere a una identidad reflexi-
va, lo que supone la capacidad de transformar
14 Esta idea se inspira en el concepto de “libertad real”
(Sen, 1999). Ver también Rao y Walton (eds.), 2004. relaciones de poder.
84 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

La perspectiva de desarrollo humano trata La libertad cultural se refiere entonces a la


de enfocarse tanto en la preservación de la diversidad cultural inherente a todas las socie-
herencia cultural como en la libertad de las dades. Destaca también la relevancia de expan-
personas para expandir las esferas culturales. dir y garantizar las opciones de las personas
Sin embargo se debe advertir que la identidad para elegir el tipo de vida que deseen vivir con-
cultural no es la única relevante para las per- siderando también estilos de vida alternativos.
sonas: hay identidades diferentes, relaciona- “La importancia de la libertad se vincula bien
das con la religión, la lengua, el gusto musi- con la necesidad de equidad en la búsqueda de
cal, las costumbres alimenticias, etc. Además, libertad”, lo que incluye necesariamente las li-
según las circunstancias, la identidad no es bertades de cada persona.15
un mero descubrimiento que a veces implica Para lograr una genuina libertad cultural
una elección: puede dar lugar a restricciones deben considerarse las aspiraciones cultura-
(Sen, 1999). les de la gente y se las debe reconocer de
El ejercicio de la libertad cultural es un dere- una manera digna y ética. También se debe
cho sin limitaciones al reconocimiento de una incluir en una noción comprehensiva de la
especificidad humana y es una condición de so- libertad cultural la inclusión social, las as-
ciabilidad democrática. Es esencial decidir qué piraciones colectivas, el derecho a la priva-
es relevante en el patrimonio cultural y los di- cidad, la construcción de la identidad y su
ferentes grupos a los que puede pertenecer una reconocimiento.16
persona. En este sentido, es decisivo resistir la
imposición de una identidad por otros, pero no
es factible asumir una identidad como propia 15 PNUD 2004 Human Development Report 2004:
si no se la ha construido en relación con otros. Cultural Liberty in Today’s Diverse World (Nueva
Entendemos el interculturalismo como la coe- York: Oxford University Press).
xistencia equilibrada entre diferentes personas
y como un valor compartido por cada indivi- 16 Para un análisis exhaustivo de cultura y aspiracio-
duo. Es un modo de vida. Y es un modo de vida nes, ver Sen, A., en Walton y V. Rao (2004); para un exa-
men del papel de la deliberación pública en la cultura
particular que es válido en la medida que aspire
política, ver Calderón, F. y Szmukler, A., en Walton y
a ser universal.. Rao (2004).
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 85

Al mismo tiempo, la justicia —apoyada por cerse como tal— debe luchar contra fuerzas
la diversidad cultural— tendría que garantizar que limitan su subjetividad, como el mercado,
las aspiraciones individuales de los actores so- la publicidad, las lógicas fundamentalistas y las
ciales y promover un entorno en el cual pros- restricciones a la expresión de diversas identi-
peren para todos los derechos ciudadanos, la dades. Si relacionamos esta perspectiva con el
igualdad, la participación, el reconocimiento planteamiento de Sen, se podría pensar que la
político, la libertad cultural y condiciones so- agencia podría construirse en base a la dignidad.
cioeconómicas básicas.
Vale la pena analizar en detalle esta idea de vivre ensemble? Égaux et différents (1997: 183),
dignidad como fuerza histórica de cambio, Touraine propone su tesis de la otredad de las socie-
como “lugar” de construcción de significado. dades informacionales y del conocimiento. Expande
Según Touraine,17 el individuo —para estable- también su teoría de la producción de la sociedad en
contextos multiculturales y valora positivamente la
perspectiva del desarrollo humano del PNUD pues
17 Alain Touraine ha desarrollado en sus escritos la introduce una nueva definición de modernidad que
noción de auto-reproducción de la sociedad, como enfatiza la libertad política, la creatividad y la dig-
núcleo de la tensión entre reproducción y cambios nidad personal. En 2008 Après la crisis, la cuarta y
sociales. En Production de la société (1973: 7), afir- más significativa conclusión de Touraine, afirma que
ma que: “las sociedades aprenden a conocerse socio- en una economía crecientemente global las únicas
lógicamente cuando se reconocen como el producto fuerzas opositoras viables “son los derechos univer-
de su trabajo y de sus relaciones sociales, cuando lo sales, id est el derecho a la existencia, a la libertad y
que parece en principio un conjunto de datos socia- el reconocimiento de esas libertades, considerando
les, se reconoce como resultado de una acción social, que las identidades sociales y culturales están siendo
de decisiones o transacciones, de una dominación o amenazadas por el mundo inhumano de las ganan-
de conflictos”. En Le retour de l’acteur (1984), Tou- cias”. Desde este punto de vista, la vida social está
raine analiza el cambio de historicidad que provoca amenazada y debilitada por el capitalismo financiero,
la transición desde una sociedad industrial hacia una que es contrario al interés de la población en general.
sociedad programada y el surgimiento de nuevos Touraine, Alain 1973 Production de la societé (París:
conflictos sociales sobre todo de naturaleza cultural Seuil); Touraine, Alain 1984 Le retour de l’acteur (Pa-
y global. Los actores se oponen al totalitarismo y la rís: Fayard); Touraine, Alain 1988 La parole et le sang
tortura y también a las seudo-racionalidades polí- (París: Editions Odile Jacob); Touraine, Alain 1997
ticas de los poderes fácticos, y al hacer esto pasan Pourrons-nous vivre ensemble? Égaux et différents
de revolucionarios a libertarios. En Pourrons-nous (París: Fayard).
86 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

El actor, entretanto, se asocia con una po- La idea de dignidad y autonomía del actor es
sición social. El actor, colectivo o individual, por lo tanto esencial para comprender las po-
puede convertirse en sujeto cuando cuestiona sibilidades de que la crisis actual mute en una
una lógica alienante que propende a reproducir opción de desarrollo que se apoye en la subje-
su posición subordinada en el sistema social. tividad de las personas. Vale la pena precisar,
El actor es una persona o un grupo que, apo- pues, en qué consiste la dignidad como fuerza
yado en sus capacidades y en su subjetividad, de desarrollo.
actúa para lograr sus objetivos mientras inter- Himanen (2012b) ha argumentado que: otra
viene para producir cambios en su entorno. razón por la cual la dignidad se eleva aquí como
Este planteamiento de desarrollo supone la nuestro concepto y valor central es que, ade-
disposición de diversos actores para transfor- más de la libertad y la justicia, es la base fun-
mar su sociedad y, como tal, se debiera vincu- damental de los valores de la vida. En otras
lar con la idea de la capacidad de la sociedad palabras, es la raíz de los siguientes conceptos:
para transformarse a sí misma. El desarrollo, valor individual (id est la libertad del individuo
aquí, es en buena medida el resultado de un para ser un sujeto); valor de comunidad (id est
conflicto entre fuerzas que disputan su orien- la oportunidad justa para que el sujeto sea parte
tación. Esta propuesta, por lo tanto, ofrece una de un colectivo), y valores de vida (id est el res-
visión del conflicto que no está claramente pre- peto por la vida y la existencia humana como
sente en el enfoque tradicional del desarrollo parte de la humanidad). Aquí el concepto va
humano, en el cual se lo trata en términos de mucho más allá que la Declaración Universal
oposición entre modelos de desarrollo, pero de Derechos Humanos de las Naciones Unidas,
no como oposición en las relaciones de poder, la cual —si bien está dividida entre valores re-
como una disputa entre actores y/u oposición lativos a la vida, la libertad y la justicia— con-
entre distintas orientaciones políticas. cibe la noción de derechos como el derecho
El reconocimiento político de la igualdad en- a la vida. En el presente análisis la noción de
tre diferentes culturas supone una sociedad de dignidad significa adicionalmente el derecho de
comunicación intercultural. El asunto es cómo generaciones futuras a una vida similarmente
desarrollar actores autónomos y responsables digna, lo que incluye necesariamente la noción
y cómo saber cuáles son las instituciones clave. de un entorno sustentable (debe destacarse
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 87

aquí que la sustentabilidad ecológica se pre- lógica instrumental de la globalización, del


senta como nuestra responsabilidad ética para mercado y de las tecno-economías de la in-
con los derechos de las futuras generaciones a formación. Resumiendo, la subjetividad se
la posibilidad misma de una vida digna. En un opone en muchos sentidos a una concentra-
nivel conceptual, esta formulación no alcanza ción de poder transnacional.
a comentar otro asunto importante, a saber si Sin embargo se debe subrayar la ausencia de
la vida distinta a la humana posee un valor in- garantías, la incertidumbre predominante en
trínseco propio. El autor tiene una posición per- las relaciones de poder y el hecho de que no
sonal en esta materia, pero respecto del asunto está asegurada una agencia de dignidad. Un un-
de la sustentabilidad ecológica los argumentos foque renovado de desarrollo humano, centra-
ofrecidos son más que suficientes). La dignidad do en la dignidad de las personas, se debe en-
es el concepto fundamental, porque es el funda- tender en el contexto de un nuevo “campo de
mento de los valores y derechos señalados más historicidad” donde los actores y los grupos de
arriba, a saber la libertad, la justicia y la vida. interés debaten y discuten las opciones dispo-
La dignidad está asociada a identidades, as- nibles de desarrollo. Estas disputas se han tor-
piraciones y cuestionamientos; a preguntas, nado particularmente evidentes en la sociedad
demandas, deseos y ansiedades de individuos conectada en red: actores locales, nacionales
y grupos que procuran integrar sus experien- y globales están disputando las orientaciones
cias en el espacio público y en el discurso de la sociedad según sus preferencias respecto
público, y que intentan que la sociedad en su del papel del Estado, el libre mercado y el de-
conjunto reconozca sus subjetividades y ex- sarrollo humano.
periencias cotidianas como parte fundamental Dicho lo anterior, la globalización, par-
de la vida social. ticularmente por medio de cambios en los
La subjetividad, como hemos menciona- mercados industrial y cultural y en las comu-
do, es particularmente importante como nicaciones, también ha tenido un impacto en
contraparte de la modernización y la glo- la expansión de las subjetividades, estable-
balización. Las múltiples manifestaciones ciendo un pluralismo nuevo y más universal,
culturales y subjetivas son ahora una fuerza es decir un pluralismo en la sociedad red.
que se opone a —y está en tensión con— la Por otra parte, la subjetividad y las deman-
88 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

das de dignidad son la mejor garantía de una Pero las acciones individuales se valoran co-
renovación de la política, la democracia y la lectivamente como un bien común.
ciudadanía. La libertad cultural, entendida como un bien
En la actualidad están emergiendo actores común, es también un principio indiscutido de
y nuevos movimientos socioculturales vincu- igualdad social. En este sentido, los hombres y
lados con la expansión de sus propias subjeti- las sociedades intentan redefinir sus fortalezas
vidades, que se establecen en relación con los ante nuevas formas de dominación, y si aspiran
nuevos dominios de la ciencia, la tecnología, el a vivir con dignidad, saben que no pueden ha-
conocimiento y la sociedad conectada en red. cerlo en una sociedad injusta. La libertad per-
Las demandas de dignidad constituyen una ten- sonal y la igualdad colectiva, en consecuencia,
sión intrínseca al futuro de la propia globaliza- pueden constituir un bien común. Una refuerza
ción. Precisamente por esta razón, la dignidad, a la otra, son las hendíadis de un desarrollo hu-
el sujeto y la globalización no son fenómenos mano renovado.
separados. Se producen en relación con una La idea de dignidad está ligada a la cons-
nueva tensión histórica en cuyo contexto se trucción intersubjetiva de la coexistencia con
desarrollan las sociedades contemporáneas. iguales. Esta afirmación se asocia con la tesis
En un mundo donde la innovación de la demo- sociológica de que las diferentes identidades
cracia es un valor incontrovertible, el sujeto, la y orientaciones de los actores se construyen
persona o el grupo no construyen su subjetivi- en relación con los otros. La igualdad y la di-
dad en un vacío o en soledad; lo hacen en me- ferencia son entonces equivalentes y ambas
dio de relaciones sociales y con otros sujetos están asociadas al bien común. En términos
distintos de ellos mismos. más sencillos, esto se vincularía con nuevas
La acción colectiva se ha asociado de ma- experiencias de gestión local o municipal, con
nera creciente con demandas u orientaciones la importancia creciente de las tecnologías de
individuales. Las personas tratan de reconsti- comunicación horizontal y con las demandas
tuirse asumiendo la experiencia propia y cons- de nuevos actores de dignidad como el centro
truyendo su especificidad en oposición a nue- de sus preocupaciones.
vas formas de poder, y en esta oposición dan La idea de dignidad también está vinculada
sentido individual a su existencia colectiva. estrechamente con los conflictos predominan-
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 89

tes en la sociedad conectada en red. Las redes son inseparables, necesitan de permanente re-
sociales se han convertido en espacios para la novación y son por definición incompletas.
comunicación y los conflictos: la discrimina- Los nuevos derechos culturales vinculados
ción y también la búsqueda de reconocimien- a la expansión de subjetividades individuales
to democrático están presentes e interactúan y colectivas (de religión, etnicidad, género,
dinámicamente. En una red social fácilmente sexualidad, migración y ecología, entre otras),
se pueden hallar expresiones de racismo y dis- que redefinen nuestras sociedades como esen-
criminación social, pero también demandas cialmente multiculturales, necesitan integrarse
de participación, emancipación y dignidad. con derechos sociales y políticos para conver-
Al mismo tiempo, las personas experimentan tirse en democráticos. Es muy difícil expandir
una tensión constante cuando participan en las subjetividades y las libertades culturales sin
redes sociales. Por una parte, hay una pérdida el desarrollo de la ciudadanía social, sin el de-
de intimidad y privacidad; por otra, hay nume- sarrollo de dignidad y de un bienestar básico de
rosas oportunidades de interacción fructífera las personas. La consolidación de condiciones
con pares y personas con los más variados básicas para una vida decente es fundamental
perfiles. Incluso si los espacios privados están para que las personas puedan desarrollar sus
atravesados por poderes políticos, comercia- capacidades y subjetividades y así elegir sus
les o institucionales que tratan de imponer preferencias.
sus visiones, las redes sociales promueven el Pero también es imposible pensar la ex-
conocimiento y el libre intercambio de ideas y pansión de una ciudadanía social y el recono-
posibilitan la transformación de demandas en cimiento de los nuevos derechos culturales si
verdaderos cambios en el corazón de las mis- no hay un reconocimiento pleno del estatus
mas redes sociales. político de cada ciudadano individual. Precisa-
Desde el punto de vista de la democracia, mente por esta razón la construcción de una
la articulación de diferentes subjetividades comunidad de ciudadanos es el área de reco-
y culturas en una comunidad de ciudadanos nocimiento de la expansión de nuevas subjeti-
ocupa un lugar central. Precisamente por esto vidades. En una comunidad de ciudadanos, que
la expansión de la ciudadanía es una garantía también es global de manera creciente, las dis-
importante de igualdad. Ciudadanía e igualdad tintas especificidades de cada subjetividad se
90 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

redefinen en términos de la condición común samente asociado con la comunidad política


de ciudadanía. Las políticas de inclusión, a su de ciudadanos. Hoy existe una curiosa cons-
vez, se legitiman por la participación de los ciu- trucción social que vincula el Estado nacional
dadanos en la vida democrática. La comunidad y los espacios públicos más abiertos e inter-
de ciudadanos es por lo tanto una unidad polí- nacionalizados con las demandas y prácticas
tica inclusiva que se expresa en la construcción ciudadanas que articulan plenamente lo local
del bien común. La comunidad de ciudadanos, con lo global.
entonces, por una parte, integra la diversidad
y el pluralismo, pero por otra da a todas esas
diversidades un estatus común: ciudadanía, Dignidad humana y derechos
con derechos y responsabilidades. Se entiende humanos
entonces que todas las personas, independien-
temente de sus subjetividades, sean considera- Como ha reiterado Habermas (2010), la digni-
das ciudadanos. dad humana es una e indivisible, como lo es
Parece clave reconocer que hay tensiones cada ser humano en particular. Solo una políti-
y contradicciones entre la expansión de par- ca que busque un progreso sustantivo e integral
ticularidades subjetivas y el elemento común y cooperación entre los variados niveles de de-
universal, el ciudadano. Una esfera pública rechos humanos (sociales, políticos, económi-
internacional que garantice la unidad trascen- cos, culturales, etc.) y los diversos tipos de ciu-
diendo las distintas subjetividades también in- dadanía, puede aspirar a respetar igualmente la
fluye en el Estado. De aquí que en democracia dignidad de cada persona. Esto supone solida-
esta integración entre ciudadanos y política ridad y cooperación entre distintos individuos
esté ligada a la comunidad política de ciuda- y la asunción de valores comunes.
danos. La ciudadanía política es la referencia Los derechos humanos, en este sentido, re-
universal del pluralismo subjetivo de nuestras siden en el núcleo de una comunidad de ciuda-
sociedades. Los movimientos sociales y cultu- danos, de modo que ella puede exigir respeto
rales buscan el reconocimiento de sus nuevos por la dignidad humana. Sin embargo esto es
derechos de participación, distribución y re- insuficiente si no está asociado al desarrollo,
conocimiento, pero su despliegue está preci- lo que implica actores y agencias de desarro-
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 91

llo humano que promuevan una política y una Aquí se sostiene que la dignidad humana
economía basada en las personas. Por esto son está conectada con los derechos y una ética
complementarios el desarrollo humano y los y con el tipo de desarrollo económico que los
derechos humanos. hace posible. Y esto es lo que está en juego en
Según Sen, el desarrollo humano y los de- la crisis global. Las opciones actuales parecen
rechos humanos comparten una motivación insuficientes y anticuadas.
común y se pueden complementar. “El primer La institucionalización de los derechos
paso es comprender que las evaluaciones del humanos y el desarrollo humano debe ser
desarrollo humano, si se combinan con una simultánea. La cuestión es conocer, en cual-
perspectiva de derechos humanos, pueden quier caso particular, cuáles son los actores
indicar los deberes de los demás en la socie- de la historicidad y los campos emergentes
dad para mejorar el desarrollo humano de uno de conflicto.
u otro modo. Y con la invocación de deberes El actor puede ser un “proveedor” de re-
llega una multitud de inquietudes relacionadas, conocimiento legal (auto-contenido), que es
como las relacionadas con la transparencia, la auto-determinado: vive, siente, piensa y actúa
responsabilidad y la culpabilidad” (Sen, 2003a: en relación con su propio juicio (Habermas,
50, en Fakuda et al.).18 2010: 12).
En este sentido, el actor puede transformar
sus necesidades en acciones que operen en
18 Sen, Amartya 2003b “Human Rights and Human campos institucionales específicos. La digni-
Development”, en S. Fakuda-Parr y A. K. Shiva Kumar dad es un estatus de respeto hacia uno mismo
(eds.), Readings in Human Development (Oxford: y hacia los otros y se puede consolidar sola-
Oxford University Press). De un modo semejante, el
mente con un desarrollo económico que bus-
Human Development Report 2000 argumenta a favor
de una fuerte conexión entre desarrollo humano y dere- que la inclusión y la participación social. Solo
chos humanos. Este informe afirma que ambos plantea- se puede conseguir una dignidad humana sus-
mientos comparten un compromiso fundamental con la tentable e innovadora con mejores patrones
promoción de la libertad y la dignidad para todos. La de desarrollo.
redefinición de estas últimas nociones está en juego en
Los derechos humanos se asocian a una
el contexto de crisis y cambios provocados por el auge
de la sociedad conectada en red. comunidad nacional y están conectados con
92 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

una demanda crecientemente global. Lo global lugar donde se expresan, entre otras cosas, el
rebasa lo nacional y apresura la universaliza- sentido de la acción de nuevos movimientos
ción de los derechos humanos. Esto implica la de “alter-globalización” que conducen a nuevas
búsqueda de un nuevo orden global institucio- formas de sociabilidad y socialización y, como
nalizado y de un patrón de desarrollo humano resultado, a la reconstrucción de las opciones
que lo fundamente. Actualmente los conflictos de desarrollo humano.
sociales se han extendido y combinado, a es- Hoy las pautas de socialización de las nue-
cala nacional y global, y en distintos niveles vas generaciones son diferentes a las del pa-
y dimensiones, así como la violencia social y sado. La relación entre educación y empleo es
económica y la ausencia de libertad y de capa- más compleja y difícil. Ha habido mutaciones
cidades humanas. y rupturas del monopolio de las escuelas tradi-
cionales por acción de la educación en casa y
las nuevas tecnologías de información y comu-
La Red como espacio público nicación, además de las nuevas subjetividades
culturales.
En la actualidad, los movimientos que exigen Los conflictos se relacionan de manera
mayor dignidad y reconocimiento de dere- creciente con los usos socioculturales de
chos humanos están vinculados con los proce- estas nuevas tecnologías de información y
sos de transformación de nuevas tecnologías comunicación. Las nuevas formas de sociabi-
de comunicación y con la sociedad red. Hoy, lidad son paradójicas: están abiertas al mun-
la dinámica de los nuevos conflictos y de los do de la red pero su mayor impacto se da en
movimientos socioculturales se expresa y de- grupos y espacios restringidos, por lo menos
sarrolla en las sociedades de la información y hasta ahora.
pretende transformar las relaciones de poder La nueva cultura de sociabilidad tecnológica
tanto dentro como fuera de la red. Este quizás puede alterar tanto la subjetividad como los pa-
sea el desafío más significativo de estas nue- trones de conocimiento y la vida cotidiana de
vas subjetividades, sencillamente porque la red individuos y comunidades. Sin embargo esto
es el nuevo lugar para expresar y desarrollar no se hace en un vacío, sino en el contexto de
nuevas formas de poder. La red es entonces el experiencias de relaciones sociales históricas
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 93

concretas. Esta nueva subjetividad es hoy la Sostenemos que un nuevo tipo de desarrollo
nueva fuerza de cambio. humano informacional, es decir un desarrollo
En este sentido, para desarrollar las capa- humano vinculado con las nuevas posibilida-
cidades y habilidades en el mundo global de des de intercomunicación tecnológica de ma-
la tecno-economía de la información y de las nejar las relaciones personales y sociales y la
redes sociales en una sociedad digna, las políti- participación, debiera ser el mejor recurso con
cas de desarrollo humano necesitan reducir las que pudieran contar las sociedades y los indivi-
brechas informacionales y promover capacida- duos para encarar las nuevas formas de poder
des de información y educación que permitan y dominación asociadas a los cambios en la glo-
manejar los códigos de cambio informacional y balización y a los mapas de poder emergentes.
aseguren de este modo un acceso más equitati-
vo a las redes globales de tecnologías de infor-
mación y comunicación. Esta es una condición Una opción decisiva: dignidad
para que las personas, como actores autóno- como libertad real
mos, puedan producir y reproducir su dignidad
y luchar por ella; de lo contrario, corren el ries- La diferencia principal entre las escuelas de
go de ser excluidas y quedar aisladas. crecimiento económico y el desarrollo huma-
Estos son los códigos que representan el ma- no es que las primeras se ocupan de la expan-
nejo de habilidades y capacidades para comu- sión de los ingresos —medidos según el PIB—,
nicar en la red: adaptabilidad, flexibilidad, hori- mientras que el desarrollo humano se centra en
zontalidad, constitución de redes, innovación, la expansión de todas las opciones de los in-
articulación, multiplicación e intercambios;
todos ellos son requisitos para la acción proac-
tiva en la sociedad de la información como el transformación productiva que aumente también la
principal recurso para la construcción de una equidad. Esa transformación también requiere una pla-
sociedad digna.19 taforma común y el uso extensivo de “códigos de mo-
dernidad”, es decir el manejo de abstracciones básicas,
de las operaciones aritméticas elementales y una ade-
19 Según la CEPAL (1992), la educación y el conoci- cuada comprensión de lectura. Hoy a esto se le deben
miento tienen relevancia estratégica para lograr una agregar los códigos informacionales mencionados.
94 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

dividuos, sean éstas económicas, sociales, cul- razón fundamental por la cual el crecimiento
turales o políticas. Si bien ingresos más altos del ingreso puede que no se traduzca en más
pueden generar mayores opciones, la relación opciones de desarrollo humano reside en las
no es automática. El ingreso puede estar distri- prioridades que una sociedad identifica.
buido desigualmente en una sociedad, de modo Por ello es útil comparar los principales
tal que las personas de ingresos bajos tendrán énfasis de las perspectivas de desarrollo, tal
sus oportunidades muy restringidas. Pero la como se esboza en la Tabla 9.1:

Tabla 9.1. Comparación entre distintos énfasis de las perspectivas de desarrollo


Estado Mercado Persona
Objetivo principal Desarrollo económico Maximización de ingreso y Expansión de capacidades y
ganancia de oportunidades para lograr
bienestar integral
Preocupación primor- Estado Mercados Dignidad humana
dial
Principio que guía las Participación de las masas Eficiencia Autonomía, equidad, libertad
acciones y ciudadanía
Énfasis Apunta a lograr objetivos Medios para lograr objetivos Propósitos para lograr obje-
tivos
Identidad cultural Nacional y popular Cultura de consumo Interculturalismo
Metas de educación, Medios para modernizar el Aporte al crecimiento: Inver- Son fines en sí mismos; el
salud y nutrición Estado y la sociedad sión en capital humano que acceso a ellas es un derecho
contribuya al crecimiento humano
Rasgos/objetivos del Liderazgo fuerte El Estado solo debe promover Democracia
gobierno el papel de los mercados
Integración nacional El Estado es esencial para
Respeto por derechos hu- promover el desarrollo hu-
manos asociados con el mano
mercado, por ej. derechos de Respeto por los derechos
propiedad humanos y la dignidad
Estabilidad económica
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 95

Estado Mercado Persona


Crecimiento econó- Determinante para el creci- Un fin en sí mismo Esencial, pero solo si bene-
mico miento interno ficia equitativamente a los
El bien de la sociedad está
individuos
subordinado al objetivo de
crecimiento Un medio para el desarrollo
humano
Principales directrices Modernización de la socie- Desregulación y privatización Expansión de la capacidad
de políticas dad a través de la educación de agencia de actores e
Mejoras en eficiencia
instituciones
Integración nacional e indus- Inversión en capital humano
trialización por sustitución de Dignidad y ciudadanía como
importaciones Estabilidad macroeconómica ejes de desarrollo
Movilización de masas Reducción de desigualdades
Reestructuración de pre-
supuestos nacionales;
desarrollo humano regional
y local
Promoción de empleo
Estrategias para erra- Políticas sociales universales Efecto “derrame” del creci- Fortalecimiento de los po-
dicar la pobreza miento bres como actores sociales
Empleo
Inversión en sectores so- Igual participación en la
Estado de bienestar
ciales sociedad
Distribución de riqueza e
Redes de protección social Acceso a bienes y servicios
ingresos
Se apunta a mejorar indica- Orientación de los beneficios
dores sociales, especialmen- del crecimiento hacia los
te la educación pobres
96 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Estado Mercado Persona


Indicadores princi- Mejoramiento de indicadores PIB Índice de desarrollo humano
pales sociales, sobre todo de edu- Tasa de crecimiento del PIB Índice de pobreza multidi-
cación mensional
Índice de desarrollo relacio-
nado con el género Índice de dignidad
Tasa de inflación
Deuda/PIB
Fuente: Tabla preparada por el autor.

La perspectiva de desarrollo humano que pro- primer lugar en la dignidad personal. En se-
ponemos analiza el vínculo supuestamente gundo lugar, puede advertirse que el desarrollo
automático entre el crecimiento del ingreso y humano tiene dos aspectos: 1) la formación de
la sobredimensión del mercado. Este vínculo capacidades humanas (salud, conocimiento y
depende de la calidad y distribución del creci- habilidades) y; 2) el uso que las personas dan a
miento económico y se puede crear por medio sus capacidades (empleo, actividades produc-
de políticas públicas como el aumento del gas- tivas u ocio). Las sociedades pueden construir
to en servicios sociales y políticas fiscales re- capacidades humanas y asegurar acceso equi-
distributivas. Pero este enfoque también cues- tativo a opciones de vida. En tercer lugar, es
tiona la sobrevaloración de las masas, la debili- posible hacer una cuidadosa distinción entre
dad de la autodeterminación de las personas y medios y fines: las personas son el fin y el cre-
la sobrevaluación del Estado, identificado con cimiento del PIB es la manera esencial de ex-
la nación o el pueblo, aunque no niega su rol pandir las opciones. Pero la naturaleza y distri-
como fuerza histórica e ideológica a favor de bución del crecimiento económico se debiera
la justicia social, sobre todo en países del Sur. medir en términos de cómo enriquecer la vida
Para impulsar una perspectiva renovada del de los individuos. En cuarto lugar, el desarrollo
desarrollo humano, además de llevar a cabo humano abarca la sociedad entera, es univer-
importantes reformas políticas y económicas, sal y no solo nacional y contempla no solo la
el foco de atención debiera concentrarse en economía sino también los aspectos políticos,
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 97

sociales, ecológicos y culturales reciben tanta luchadores por los derechos humanos y por
atención como los económicos (Ul Haq, 1995). la paz; movimientos que desafían una globa-
La democracia está vinculada de varias ma- lización que solo concentra poder, y que bus-
neras con el tema de la dignidad: 1) la partici- can una alter-globalización basada en objeti-
pación política es una parte integral de la vida vos más emancipatorios (Wieviorka, 2008).
en sociedad, el papel de un ciudadano de un Si bien estos movimientos pelean por nuevas
país o de la humanidad siempre está presente; globalizaciones, son también un fenómeno
2) la democracia es un buen espacio para dis- global tanto por sus inquietudes como por
cutir reclamos y demandas, para determinar la sus miembros. Los activistas pueden ser de
importancia relativa de diversas capacidades todas partes del mundo y se unen en la red
(incluso de la libertad cultural), la participa- para oponerse a lo que perciben como graves
ción en las discusiones debe desempeñar un injusticias globales. Los movimientos anti- y
papel central en la búsqueda de logros de de- alter- globalización quizás sean los movimien-
sarrollo y; 3) aunque la democracia se consi- tos éticos más globalizados de hoy. Es esen-
dere un concepto esencialmente occidental, la cial analizar el centro de sus protestas, que
historia de las religiones y las culturas que no no se refieren a la globalización en sí sino a la
son solamente occidentales está llena de valo- desigualdad humana.
res que se refieren a la dignidad humana, a la La cuestión decisiva se relaciona, en conse-
tolerancia y a la reciprocidad, y en este sentido cuencia, con la distribución de los beneficios
la democracia como valor es mucho más anti- potenciales de la globalización entre países
gua y extensa. ricos y países pobres y entre distintos grupos
En la actualidad el mundo es próspero y po- en cualquier sociedad.20 En el supuesto de
bre al mismo tiempo. La gravedad de las divi-
siones y exclusiones amenaza la existencia del
propio sentido de la dignidad humana. 20 Un análisis de las tendencias de largo plazo en la
Como ya se ha mencionado, la crítica con- distribución del ingreso mundial entre los países mues-
tra la exclusión vinculada a la globalización tra que la distancia entre los más ricos y los más po-
bres era de aproximadamente 3 a 1 en 1820, 11 a 1 en
se manifiesta en los movimientos de los “in-
1913, 35 a 1 en 1950, 44 a 1 en 1973, y 72 a 1 en 1992. Lo
dignados” en España y en todas partes en los más asombroso es que los británicos tenían en 1820 un
98 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

que hay ganancias con la cooperación entre culturalmente diversas y estructuralmente he-
países, es importante preguntarse si es justa terogéneas, tendría que existir un compromiso
la distribución de beneficios y no meramente sobre la gestión de conflictos producido delibe-
si hay ganancias. En este sentido, las políticas rativamente. Así, la gestión de conflictos es ne-
económicas nacionales de los países ricos y cesaria para avanzar en una cultura de delibe-
de los países pobres debieran ejecutarse, re- ración. En estos espacios deliberativos es po-
formarse y orientarse hacia una división in- sible crear acuerdos pragmáticos que promue-
ternacional más equitativa de los beneficios van el desarrollo humano. La sociedad, para
de la globalización. Una vez más: “el verdade- desarrollarse, necesita combinar un enfoque
ro asunto es la distribución de los beneficios pragmático, pluralista y participativo (PNUD,
de la globalización” (Sen, en Sen y Klisberg, 2002; PNUD-Bolivia, 2002; PNUD-Chile, 1998;
2007: 21). PNUD-Bulgaria; PNUD-Sao Tomé y Príncipe,
Una conclusión en distintos informes de de- 2004; PNUD-Egipto, 2002).
sarrollo humano es que para que el desarrollo Finalmente, todas estas ideas se refieren
y la democracia sean sostenibles en sociedades al potencial de actores sociales con posibili-
dades de autodeterminación, con capacidad
de representar intereses y demandas y con
ingreso de aproximadamente seis veces el de los etío- orientaciones de desarrollo; actores que tie-
pes en 1992. Japón, por ejemplo, tenía apenas el 20%
del ingreso de Estados Unidos en 1950, pero el 90% en nen la capacidad de movilizar a una diversi-
1992. El sur de Europa ha experimentado una tenden- dad cultural, en función de un desarrollo co-
cia semejante, con un 26% del ingreso estadounidense mún que requiere de consenso y compromiso.
en 1950 y el 53% en 1992. Algunos estados árabes han Es difícil pensar un cambio de orientación sin
gozado también de un gran aumento de ingresos. Los
un acuerdo entre los actores en conflicto. Pre-
bienes de las tres personas más ricas son mayores que
el PIB combinado de todos los países menos desarrolla- cisamente por esto es esencial para la demo-
dos. Los bienes de las 200 personas más ricas son ma- cracia un proceso de renovación e innovación
yores que el ingreso combinado del 47% de la población política. Viene a generar las condiciones polí-
del mundo. Una contribución anual del 1% de la riqueza ticas para un nuevo patrón de desarrollo que
de las 200 personas más ricas podría dar acceso uni-
se apoya en la capacidad y las potencialidades
versal a la educación primaria para todos (US$ 7-8.000
millones) (PNUD, 1999). de las sociedades para la acción; un modelo
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 99

de desarrollo basado en el poder constructivo economía internacional por medio de la


de la política. transformación de los sistemas productivos,
organizacionales, culturales e instituciona-
les, basada en una revolución tecnológica
Temas estratégicos sustentada en la creación de formas nuevas
de información y comunicación. Con estas
La necesaria renovación de la perspectiva del transformaciones vinculadas al informacio-
desarrollo humano reafirma los rasgos funda- nalismo, el mundo se ha articulado como
mentales que organizan su teoría y su adapta- una unidad en tiempo real y esto ha cambia-
ción histórica, y al mismo tiempo introduce do todas las áreas de la actividad humana.
en su análisis y propuestas asuntos emergen- Esta nueva dinámica se desarrolla desde re-
tes y sucesos actuales, especialmente aque- des de intercambio y flujos de comunicación
llos relacionados con demandas sociales y que incluyen todo lo que aumenta su valor y
culturales. Entre los asuntos estratégicos excluyen todo lo que deja de tener valor; de
que deseamos destacar y explorar en este esta manera los mercados y las ganancias se
capítulo están los del informacionalismo, el transforman en los criterios que determinan
medioambiente, los patrones de inclusión y quiénes quedan excluidos o incluidos en las
exclusión social y nuevos patrones de con- redes globales.
flicto social. Se puede apreciar que está aumentando
la frecuencia de la tecnología en los hogares
Informacionalismo (ver Figura 9.1). En el contexto de esta di-
námica informacional, se están expandiendo
En relación con el informacionalismo,21 de manera compleja identidades multicultu-
Castells analiza cómo se ha globalizado la rales como núcleos de organización social
y acción política. También se están desa-
rrollando nuevas identidades individuales
21 “Informacionismo: productividad, competitividad, “auto-construidas” en torno de proyectos
eficiencia, comunicación y poder a partir de la capaci-
personales.
dad tecnológica para procesar información y generar
conocimiento” (Castells, 1997: 19).
100 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Figura 9.1. Desarrollo global de TIC 2001-2011 so. Para que el desarrollo humano pueda apo-
yarse en las nuevas tecnologías, hay que con-
siderar que: 1) la brecha tecnológica no debe
seguir el patrón de la división de ingresos,
ya que la tecnología ha sido una herramien-
ta fundamental en el progreso del desarrollo
humano; 2) los mercados carecen de poder
suficiente para crear y difundir la tecnología
que se requiere para erradicar la pobreza; 3)
los países en desarrollo enfrentan serios de-
safíos en la gestión de los riesgos asociados
con las nuevas tecnologías; 4) la revolución
tecnológica y la globalización están creando
una era de redes que cambia la manera en
que se crea y difunde la tecnología; 5) todos
Fuente: ITU World Telecommunication/Base de datos de los países, incluso los más pobres, deben im-
indicadores TIC. plementar políticas que promuevan la inno-
vación tecnológica y; 6) se requiere de inicia-
tivas internacionales y normas globales más
Las políticas y las reflexiones sobre el desa- justas para crear adelantos tecnológicos para
rrollo humano son importantes pero limita- las necesidades más urgentes de los pobres
das ante los significativos cambios que ocu- (PNUD, 2001).
rren a escala global. El Informe de Desarrollo Estas ideas son importantes pero insuficien-
Humano (IDH) 2001 se centra en el impacto tes. Los desafíos del cambio global requieren
que los avances tecnológicos tendrían en los de una renovación intelectual capaz de asociar
países pobres y subdesarrollados. Sostiene el desarrollo humano con la innovación infor-
que sin políticas públicas adecuadas ese pro- macional y la política multicultural democráti-
greso puede resultar una fuente de exclusión ca así como con las necesidades de la teoría de
social en lugar de una herramienta de progre- la “sociedad red”.
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 101

En suma, Castells (2012: 22) sostiene que rrollo humano que proponemos, la competitivi-
la noción de sociedad de la información o del dad y la equidad se potencian mutuamente. El
conocimiento no es una mera extrapolación enfoque también supone sociedades y actores
tecnológica de la sociedad industrial, por lo que promuevan activamente la interacción en-
general asimilada a la cultura de la moderniza- tre competitividad y desarrollo humano. En la
ción occidental. El concepto de sociedad red práctica, para que las estrategias políticas re-
desplaza el énfasis a la transformación orga- sulten sustentables en el largo plazo tendrán
nizacional y al surgimiento de una estructura que encarar simultáneamente el desarrollo hu-
social globalmente interdependiente, con sus mano y el desarrollo informacional.
procesos de dominación y contra-dominación. Una perspectiva renovada del desarrollo hu-
También ayuda a definir los términos del dile- mano necesita comprender los nuevos mapas
ma fundamental de nuestro mundo: el predo- y conceptos que dan cuenta de las conexiones
minio de los programas de una red global de entre los procesos de cambio en la sociedad
poder sin control social o, en su lugar, el surgi- red, el multiculturalismo y el Estado.
miento de una red de culturas y redes sociales
que interactúan unidas por la creencia común El medioambiente
en el valor ético de redefinir la calidad y la di-
rección de la misma globalización. El desarrollo humano está ligado a la degrada-
Por otra parte, el desarrollo humano y el ción ambiental y al surgimiento del cambio cli-
informacional se pueden complementar uno mático. Estos temas presentan un desafío parti-
al otro. Como el desarrollo informacional pro- cular y universal al mismo tiempo debido a la ne-
mueve la competitividad y el conocimiento, tie- cesidad de renovación del enfoque de desarrollo
ne un efecto positivo en el desarrollo humano. humano. El IDH 2011 destaca una suerte de pa-
Al mismo tiempo, la promoción de la competiti- radoja entre el progreso en el desarrollo huma-
vidad exige altos niveles de desarrollo humano, no, especialmente en países con altas tasas de
en particular en términos de educación. Tanto desarrollo, y su enorme impacto en la degrada-
el desarrollo informacional como la competiti- ción medioambiental. Es sencillo: con variantes,
vidad dependen de las capacidades de los indi- más desarrollo significa más contaminación; así
viduos y de la sociedad. En el enfoque de desa- se manifiesta la insostenibilidad de los actuales
102 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

patrones de crecimiento económico en el media- El IDH 2007-2008 calculó que se necesitaría de


no y largo plazo.22 La insostenibilidad en el largo nueve planetas (PNUD, 2007-2008: 3) si todos
plazo resulta obvia para cualquiera, pero los re- los habitantes de la tierra generaran la misma
sultados más impactantes se producirían en los cantidad de gases de efecto invernadero que
países con los más bajos niveles de desarrollo generan algunos países desarrollados. Según
humano (PNUD, 2011; PNUD, 2007-2008). el PNUD (2011), hay una correlación positiva
entre equidad y desarrollo sostenible: a mayor
Figura 9.2. Amenazas medioambientales y de equidad global mayor sostenibilidad medioam-
desigualdad al desarrollo humano biental. Y la equidad no solo se asocia con me-
1,0
joramientos en el bienestar, sino con el empo-
Caso base
Países de
muy alto IDH
Desafío medioambiental
Desastre medioambiental
deramiento de los actores del desarrollo y con
0,9
la búsqueda de dignidad personal. La pregunta
0,8 política que se debe plantear es qué es posi-
ble en las circunstancias actuales. Algunas re-
Índice DH

0,7 Caso base


Países de bajo,
medio y alto IDH
Desafío medioambiental flexiones sobre este tema:
0,6 Desastre medioambiental

0,5 1. La necesidad de diversificar los patrones


0,4
de desarrollo según las metas y los valores
interculturales relacionados con las comu-
0,3
1980 1990 2000 2010 2020 2030 2040 2050 nidades y ciudadanos democráticos, des-
tacando la dignidad personal y colectiva
Fuente: IDH 2011
como valor central. Esto implica cambio de
estilos de vida y de patrones de consumo y
22 El habitante promedio de un país con el más alto ín- establecer un modo de vida reintegrado a la
dice de desarrollo humano emite cuatro veces más an- naturaleza.
hídrido carbónico y dos veces más metano y óxido ni- 2. Un debate público global como recurso cla-
troso que las personas que viven en países con índices
bajos, medios y altos, y cerca de 30 veces las emisiones
ve para el logro de tales metas. La delibera-
de una persona de un país de bajo índice de desarrollo ción y el diálogo no solo son valiosos per se
humano (PNUD, 2011: 3). para resolver problemas y desarrollar metas,
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 103

sino también para evaluar resultados y par- goce de esos derechos es un prerrequisito
ticipar en los procesos de construcción de para que se considere valiosa a una sociedad.
los mismos. Esta perspectiva incluye cuatro puntos: 1) las
3. La gestión de esta compleja política ecoló- limitaciones a la participación y la [falta de
gica debe ser flexible pero con metas claras respeto social] indican la ausencia de dere-
que combinen la sustentabilidad, la equi- chos básicos; 2) el énfasis se coloca no en los
dad y la productividad (Hirschman, 1996). resultados del ejercicio de derechos básicos,
sino en la igualdad en términos de libertades
4. El papel de la educación y el conocimiento
para gozar de esos derechos; 3) un reconoci-
cultural es estratégico en la propuesta de
miento de que las personas tienen diversas
un marco ecológico ligado a un renovado
capacidades para aprovechar las oportunida-
enfoque de desarrollo. Este marco se pre-
des disponibles y; 4) el énfasis se coloca en
senta tanto en el espacio intelectual como
las metas, no en los medios (así, por ejemplo,
en el nuevo movimiento por la dignidad,
los ingresos se consideran uno de los muchos
especialmente entre los jóvenes (PNUD,
modos que pueden contribuir a la inclusión
2009; Patel, 2010).
social) (Klasen, 1999).
Todos los criterios anteriores se deben asociar En el enfoque que proponemos aquí, además
con el fortalecimiento de las capacidades de de ser un derecho básico, el trabajo brinda re-
acción de los movimientos ecologistas y con conocimiento social; es el núcleo en torno de
una creciente legitimidad de la opinión pública la dignidad social vinculada con un sistema de
internacional favorable a un desarrollo ecológi- valores inclusivo: los que están empleados son
camente sustentable. miembros de una comunidad social y cultural
y son reconocidos como ciudadanos plenos.
Exclusión e inclusión sociales Entonces, como argumenta Sen (2000), los
efectos adversos de la pérdida de empleo no
La exclusión social se entiende respecto a solo son una pérdida de ingresos, sino también
las relaciones sociales en cuestión y como una pérdida de capacidades, la ruptura de lazos
la falta de derechos básicos y el consiguien- sociales y la disminución de libertades indivi-
te deterioro de la dignidad humana. El pleno duales. El trabajo genera identidad, refuerza
104 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

la dignidad y eleva las capacidades de agencia que debieran gobernar la relación entre el Es-
para la acción social. tado, lo público y el mercado. Esto requiere de
En América Latina, por ejemplo, la desigual- una reflexión acerca del papel del Estado y de
dad y la exclusión social son los efectos más los mercados en términos del desarrollo de las
negativos de las reformas estructurales asocia- personas. Los mercados son esenciales para el
das con experiencias heterogéneas de globali- intercambio de bienes y servicios. Sin embar-
zación (PNUD, 2004a; Calderón, 2007b). Como go, ¿son capaces y completamente libres para
tendencia general, la dinámica económica de promover la inclusión social de todos? ¿Qué
las décadas recientes ha sido excluyente: mu- tipo de influencia tienen en el desarrollo y la
chos jóvenes han sido excluidos o incluidos de distribución de los ingresos? Como se muestra
manera desfavorable (Kostzer, 2008). Si bien en el IDH 1993, los mercados tienen [barreras]
en los últimos años ha mejorado la situación, y no son ni automática ni inevitablemente fa-
especialmente por la reducción de la pobreza, vorables para las personas.23 Entonces, inclu-
América Latina sigue siendo la región más des- so si están operando de manera eficiente, los
igual del mundo (CEPAL, 2010). La gran mayo- mercados pueden provocar un aumento de la
ría de la gente en distintos países se ubica entre pobreza, de la desigualdad y del desempleo.
la exclusión y la inclusión desfavorable. También pueden ignorar la sustentabilidad
Necesitamos un cambio de perspectiva para medioambiental y toda inquietud intergene-
encarar los desafíos que implica la compleja racional. El enfoque de desarrollo humano no
realidad de la dinámica entre exclusión e in- solo necesita que los mercados sean eficientes,
clusión. El IDH 1993 (PNUD, 1993) mostró que sino que consideren también la equidad y la
la dinámica de exclusión del mercado laboral sustentabilidad. En este sentido, sostenemos
estaba relacionada directamente con la diná- que la ética y la política, por medio de los ac-
mica de competitividad económica y que éstas tores sociales —individual y colectivamente—
eran algunos de los principales límites para el intentan influir en los mercados para que in-
desarrollo. corporen el paradigma de desarrollo humano y
El enfoque de desarrollo humano destaca la
necesidad de un esfuerzo concertado entre Es-
23 PNUD 1993 Human Development 1993, People’s
tado y mercado, y sugiere algunos parámetros Participation (Nueva York: Oxford University Press).
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 105

más bien no subordinen el desarrollo humano Si el desarrollo humano no se asocia con in-
a una lógica reificante del mercado.24 Entre- novación y con la creación de un estado de lo
tanto el Estado —y especialmente el Estado público en términos del bienestar de la socie-
de bienestar— ha sido un participante signi- dad, las limitaciones resultan obvias.
ficativo en muchos procesos históricos, pro- Según Sen, se debe entender la exclusión
moviendo la integración social y proveyendo dentro del contexto más amplio de las rela-
garantías institucionales para la vida pública. ciones sociales y la pobreza, en términos de
Sin embargo sus acciones con frecuencia se falta de capacidades. De modo semejante, la
ven perjudicadas por burocracias ineficientes pobreza no se puede considerar solo como una
e intereses económicos dominantes y por una carencia de ingresos, sino como “vida empo-
restructuración financiera que tiende a des- brecida”, es decir, desde una perspectiva rela-
truirlo, como se puede apreciar en Europa oc- cional que toma en cuenta las múltiples dimen-
cidental. Solo una ciudadanía compleja, crítica siones de la pobreza y la exclusión. Según este
y autónoma puede imponer límites a la tenden- planteamiento, las personas no solo aprecian
cia estatal a concentrar el poder o reorientar y necesitan los ingresos, sino que aspiran tam-
los mercados hacia un horizonte inclusivo. En bién a no ser excluidas de las relaciones socia-
este sentido, los modelos de desarrollo que se les. En consecuencia, en este planteamiento la
enfocan únicamente en el Estado o en los mer- exclusión social integra la pobreza de capaci-
cados son insuficientes en términos de desa- dades (Sen, 2000). Si la exclusión es parte de
rrollo humano. la pobreza, entonces resulta central para la
participación en la vida social y en la interac-
ción con los otros. La imposibilidad de partici-
24 El IDH 1993 sostiene que los mercados deben ser
pación constituye una privación. La exclusión
favorables para el público. Tres deficiencias del merca-
do deben regularse: 1) deficiencias provocadas por mo- también se puede ver, desde una perspectiva
nopolios, controles de precios e intervención deficien- cultural y política, como la imposibilidad de
te del Estado; 2) disparidades entre las personas que elegir un modo de vida o los límites para ele-
participan en los mercados debido a exclusión racial o girlo (PNUD, 2004b).
capacidades insuficientes y; 3) externalidades como la
Al mismo tiempo, estar excluido de las
contaminación o la prevención de enfermedades conta-
giosas (PNUD). relaciones sociales puede conducir a otras
106 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

privaciones económicas que limitan aún más los que participan de la economía y la política
oportunidades. El desempleo, por ejemplo, formales mantienen relaciones dependientes
puede generar empobrecimiento en términos e incertidumbres dadas las fluctuaciones de la
económicos, lo que a su vez puede generar economía. Esta situación afecta fuertemente
privación: por ejemplo, restringiendo el ac- las capacidades de agencia de los individuos y
ceso al conocimiento y estableciendo así una de los actores sociales. Hoy no hay garantías de
especie de círculo vicioso en el cual un tipo equidad o de movilidad social, porque el mun-
de exclusión conduce a otro. En suma, los di- do está experimentando un riesgo mayor debi-
versos tipos de exclusión (económica, social, do al alcance global de la crisis económica. Así
educacional, cultural, laboral, etc.) suelen re- pues, la dinámica entre inclusión y exclusión
troalimentarse y conducen a la exclusión de está inmersa en un contexto de cambio cons-
la posibilidad de vivir una vida digna y una tante, de riesgo e incertidumbre, problemas
ciudadanía plena. que tiene que encarar un enfoque de desarrollo.
Es necesario considerar el dinamismo que A esto se agrega la “inclusión desfavorable”
adquiere la exclusión en un mundo rápidamen- en las economías desarrolladas, debido al alto
te cambiante. Los procesos de globalización, riesgo de que conduzca a la exclusión. Por
informacionalismo y de comunicación en red ejemplo, las demandas de mejores o más justas
incorporan permanentemente nuevos grupos a condiciones de empleo o de una participación
la interacción económica en un medio cultural social más igualitaria están vinculadas con una
y social determinado. En este sentido la globa- situación de inclusión desfavorable, no con una
lización presenta tanto riesgos como oportuni- de exclusión. Sin embargo, debe quedar en cla-
dades, si bien a las oportunidades solo pueden ro que la inclusión desfavorable y la exclusión
acceder los que no están excluidos (Sen, 2000). no son lo mismo; quien, por ejemplo, está in-
El proceso de globalización se debe pensar en cluido desfavorablemente por las injustas con-
términos de desarrollo humano. diciones laborales en que trabaja puede estar
En este contexto, la crisis, la incertidumbre excluido en otros aspectos de la vida social.25
y el riesgo son datos de las nuevas condicio-
nes de desarrollo en la globalización. Nadie
25 Para más referencias, ver el Anexo Estadístico: el
está totalmente libre de la exclusión. Incluso Índice de Pobreza Multidimensional, que muestra la im-
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 107

Sostenemos que están en juego tanto los los movimientos alter-globalización. La tasa
beneficios como los costos de la globalización Tobin constituye, en este sentido, un ejemplo
y de la crisis global. En este sentido, no solo prometedor de Objetivos de Desarrollo del Mi-
la asignación de costos y recursos, sino tam- lenio renovados y más ambiciosos.27 En suma,
bién la orientación política de las políticas de incluso con diferentes “pisos históricos”, las
desarrollo y de la crisis impactan en el equi- economías desarrolladas podrían implemen-
librio de poder.26 La noción de inclusión des- tar políticas orientadas a revertir las tenden-
favorable es un reflejo de la ambivalencia de cias negativas en términos de degradación
los resultados sociales más relevantes de la social, y las economías emergentes podrían
crisis global. Por una parte, los planes de aus- enfocarse en sostener y expandir sus logros
teridad implementados en la Unión Europea, recientes. Este contexto está contribuyendo a
y en menor medida en los Estados Unidos, la redefinición de las relaciones entre los paí-
han infligido costos significativos a sus ciuda- ses y su interdependencia.
danos. Por otra parte, las políticas expansivas Es importante analizar la relación entre la
de economías emergentes, como en América exclusión socioeconómica y la exclusión po-
Latina y especialmente en Brasil, han ayuda- lítico-cultural. El progreso conseguido por las
do a sacar de la pobreza a más 60 millones de economías del Sudeste asiático, cuyo éxito se
personas. En ambas situaciones, la evolución suele presentar como un ejemplo a imitar en
hacia una inclusión activa requiere de políti- América Latina, está relacionado con la habi-
cas consensuadas que promuevan desarrollo lidad de sus gobiernos para evitar la exclusión
y equidad con énfasis en los grupos excluidos en el campo de la educación y de las oportu-
o algo excluidos de la sociedad. Las políticas nidades sociales básicas, aunque en el campo
deben combinar adicionalmente asuntos glo- político se ha limitado la inclusión, lo cual es
bales y locales, como hace mucho demandan quizás el problema más serio de desarrollo hu-
mano en esos países.
portancia de la exclusión social en el desarrollo global;
y Sen, A., Temas claves del siglo XXI, pp. 28-30.
26 Para más detalle, ver el análisis de Beck (2013) de la
crisis del euro y el modelo alemán. 27 Ver el Informe de Desarrollo Humano 2003.
108 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Conflictos sociales En América Latina, por ejemplo, un estudio


reciente concluyó que no solo existe el man-
Los actuales conflictos sociales están en el tenimiento de extensos e intensos conflictos
centro de los temas estratégicos y están siendo asociados a la reproducción social y la inclu-
enteramente redefinidos por los impactos de sión, la legitimidad institucional y el orden
la globalización. Aún más, son principalmente multicultural, sino también conflictos que
el resultado de un conflicto redistributivo aso- combinan una lógica nacional contra los es-
ciado a los impactos de la globalización. Las tados y los poderes internacionales con otra
diversas dimensiones de la actual crisis global, que se basa en lo global en función de una anti
y especialmente las consecuencias sociales de o alter-globalización. Además, la mayoría de
algunas políticas económicas que son útiles al las agendas de poder, opciones de políticas y
capital financiero global o regional, redefinen narrativas de conflicto se producen en un nue-
el conflicto social. Hoy estamos experimentan- vo espacio público cada vez más interactivo
do un cambio en el sistema político global de y tecnológico de redes de comunicación (C.
toma de decisiones y esto afecta las diversas Rojas, 2011).
matrices del orden social emergente. Vivimos Varios estudios han mostrado que en esta
en un mundo multipolar con economías emer- época de crisis las distintas demandas y con-
gentes como China, Rusia, Sudáfrica, India y flictos sociales tienden a multiplicarse y frag-
Brasil. La crisis multicultural y las limitacio- mentarse. Son el resultado de cambios en el
nes de una convivencia multicultural adquie- proceso de globalización; la política y las op-
ren muchas formas en Europa y en Estados ciones clásicas de desarrollo no han sido ca-
Unidos, especialmente entre Occidente y el paces de procesar y gestionar rápidamente las
mundo árabe musulmán. En última instancia, demandas en la vida cotidiana de la gente.
redefinen la crisis ecológica y las graves difi- En términos generales, los cambios pare-
cultades de las economías centrales para lo- cen estar relacionados con los límites de un
grar acuerdos políticos sobre los impactos del patrón cultural de consumo asociado con
cambio climático. una reificación del mercado como núcleo de
Todas estas crisis, cambios y conflictos la vida social: un límite estructural de la re-
tienden a tener efectos sistémicos y globales. producción del entorno a una acelerada di-
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 109

ferenciación social con altos niveles de con- vos entre diferentes partes de la red global;
centración de ingresos, recursos y poder eco- como articulando el papel de la deliberación
nómico y en última instancia un límite a un política entre la indignación y la exigencia de
policentrismo social que tiene una capacidad un nuevo tipo de sociedad y de política; como
enorme para ser gobernado por las actuales en búsqueda de unidad y solidaridad, y como
opciones políticas. indicadores de la naturaleza reflexiva de los
La lógica del conflicto y la acción social se seres humanos y de su búsqueda de valores
expresa en la actualidad en una pluralidad de sociales que efectivamente puedan influir en
actores, muchos de ellos circunstanciales, que la opinión pública con consecuencias para el
tienden a moverse hacia redes de información régimen y el sistema político. Lo que estaría
y comunicación. Las redes sociales se están en juego, en última instancia, es la posibilidad
convirtiendo entonces en lugares donde las de autonomía del sujeto y un nuevo patrón de
personas pueden manifestar y desarrollar rela- desarrollo (Castells, 2012). En general, los in-
ciones de conflicto y poder y no solo en las so- formes y la teoría del desarrollo humano han
ciedades de la información y el conocimiento, concedido poco espacio al papel estratégico
sino también en sociedades y economías indus- de los conflictos en el desarrollo. El tema del
triales y precapitalistas. conflicto, como uno de los mayores factores
En un estudio sobre conflictos y movimien- de desarrollo, ha surgido más bien en el ni-
tos recientes en las redes, centrados en las vel sub-regional o nacional. La teoría de la
demandas de dignidad y cambio, Castells ha agencia social solo asume implícitamente el
caracterizado los movimientos de la siguien- tremendo poder que los conflictos tienen en
te manera: como conectados y descentrali- la viabilidad de las estrategias de desarrollo
zados en redes de numerosas maneras y de y cambio.
forma flexible; como construyendo espacios La definición de desarrollo humano en
autónomos que vinculan la red con el espa- consonancia con una nueva era todavía es
cio público; como locales y globales al mismo una tarea pendiente. En el centro de ese
tiempo; como combinando la búsqueda de cambio se sitúan los problemas de exclusión
nuevos modos de vida con el uso de un “tiem- y las opciones para una renovada agencia de
po atemporal”; como siendo intercomunicati- desarrollo.
110 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Hacia una agencia de actores de en las áreas restantes. Sin embargo, la ciu-
desarrollo humano dadanía ha adquirido una dinámica distinta
a la que tenía en sociedades clásicas y de-
Desde una perspectiva de la agencia de los acto- pendientes. La ciudadanía tiene que encarar
res del desarrollo humano, el asunto central es las transiciones y conflictos en sociedades
la posibilidad de que los excluidos puedan trans- crecientemente policéntricas y cambiantes.
formar sus necesidades en demandas y acciones Esto produce una explosión de nuevas nece-
e interactuar con la sociedad y en las esferas ins- sidades y derechos relacionados con un cam-
titucionales.28 En este sentido, el mejoramiento po más amplio que el de la clásica ciudadanía
de las condiciones de vida y la integración polí- política y social: el derecho a la educación
tica de los excluidos son asuntos democráticos requiere vincularse con el derecho al trabajo
en relación con el Estado y con todos los aspec- y redefine también la ciudadanía social. Los
tos y temas estratégicos mencionados. derechos de género, las minorías sexuales, la
Por esta razón es muy importante promover identidad cultural, los temas medioambienta-
la agencia de inclusión y justicia. La perspecti- les y el acceso a la sociedad de la informa-
va de desarrollo humano plantea la necesidad ción, entre otros asuntos, pueden redefinir la
de vincular exclusión e inclusión por medio de acción en nuevas áreas.
las nociones de dignidad e igualdad de dere- El concepto de “agencia de ciudadanía” pue-
chos. Estas nociones se pueden vincular direc- de ser un recurso interesante para enfrentar
tamente al ejercicio de una ciudadanía activa estos temas. Esta agencia tiene el poder de mo-
(Calderón, 2007a). vilizar las capacidades de los ciudadanos para
La exclusión de la participación política modificar un contexto particular y promover
se puede considerar una privación y una ne- mayor equidad en el acceso a la propiedad y
gación de libertades políticas y de derechos los servicios y mayor libertad de elección, que
civiles. Como contrapartida, la inclusión po- resultaría en una mayor inclusión social.
lítica crea oportunidades para que se avance Una agencia de ciudadanía podría generar, a
través de condiciones estructurales y políticas
específicas, mayor inclusión e igualdad social.
28 Para más explicaciones, ver PNUD (2009), capítulo I. Por otra parte, este tipo de agencia podría pro-
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 111

mover la renovación y la sustentabilidad del sible asimismo que los ciudadanos intenten ar-
desarrollo humano. ticular el reconocimiento de identidades y de
Estamos hablando, desde esta perspectiva, derechos políticos, económicos y sociales de
de un desarrollo en el que prevalece la noción participación en el proceso de toma de deci-
de ser humano como actor: una fuerza abierta a siones. Mientras más equitativo y sinérgico sea
la acción creadora, poseedora de una voluntad el equilibrio entre reconocimiento, distribu-
y una capacidad para transformar el desarrollo ción y participación, mayor será la capacidad
en términos de su relación con otros, con ellos de operatividad y dignidad humana. En cam-
mismos y con su entorno. Se trata de un nuevo bio, mientras menor sea el nivel de equilibrio y
tipo de coexistencia: ser parte, en última ins- sinergia, menor será la capacidad de agencia y
tancia, de una comunidad de ciudadanos.29 mayor la exclusión.
En otras palabras, aumentando el grado de Cada contexto social mostrará entonces di-
inclusión cultural hay condiciones para una ferentes situaciones y relaciones que resulta-
mayor agencia. Si aquella disminuye, será más rán en distintos equilibrios, incluso dentro de
difícil que haya agencia. Una inclusión dismi- una misma comunidad o conglomerado social.
nuida o desfavorable produciría una capacidad La determinación de qué es importante en una
limitada de acción o agencia. En suma, agencia agencia de ciudadanía es indispensable para
e inclusión pueden configurar el círculo virtuo- identificar el nivel deseado de articulación entre
so del desarrollo. Esto implica la presencia de reconocimiento, distribución y participación.
mediación política, ya que solamente la políti- Vale la pena observar que no hay una jerar-
ca puede potenciar una interacción fructífera quía predeterminada para la articulación entre
entre inclusión social y agencia de ciudadanía. reconocimiento, distribución y participación.
La agencia supone también la presencia de al- De hecho, esa articulación varía según proce-
gunas condiciones económicas básicas. Es po- sos históricos específicos.30 Un índice de agen-

29 Para una perspectiva comparativa y teorética sobre 30 Para una discusión sobre cultura, acción pública y
el desarrollo humano, ver PNUD 2008 Ciudadanía y deliberación, ver Sen, A. “How Does Culture Matter?” y
desarrollo humano. Cuaderno I de gobernabilidad de- Calderón, F. y Szmukler, A. “Political Culture and Deve-
mocrática (Buenos Aires: Siglo XXI) y PNUD (2004b). lopment”, en Walton, M. y Rao, V. (2004).
112 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

cia calculado para cuatro ciudades del Merco- La construcción de esta capacidad operati-
sur —Asunción, Buenos Aires, Montevideo y va está relacionada indirectamente con la ca-
Río de Janeiro— no solo identificó la fortaleza pacidad de un actor para combinar sus metas
de la agencia de ciudadanía y el significativo (guiadas por valores) con su identidad y con
papel de las mujeres, sino que también encon- los problemas o conflictos que implique el lo-
tró diferencias entre las generaciones más jó- gro de esas metas. El estudio del actor, en par-
venes en términos de la relevancia atribuida a ticular, determina por lo menos cuatro áreas
la distribución y a la participación.31 de desarrollo:
Si la exclusión y la calidad de la vida co-
tidiana constituyen los desafíos principales •• Primero, todo actor busca ciertos tipos de
para el desarrollo humano, la articulación y orientación y desde alguna de estas orienta-
traducción de una agencia de reconocimiento ciones vive una experiencia de participación.
de derechos, y la distribución y participación Los niveles y formas de la participación de un
necesarias para enfrentar esos desafíos, im- actor determinan la fortaleza de sus metas.
plica que los actores pueden transformar sus •• Segundo, todo actor tiene su propio hori-
necesidades en demandas y en acciones que zonte temporal, definido en su mayor parte
modifiquen su realidad, es decir, que pueden por sus acciones, desde el sistema de rela-
convertirse en actores de su propia emanci- ciones de exclusión-inclusión. Entonces,
pación. Pero esto supone también cierta dis- incluso cuando los actores tienen su propia
posición subjetiva hacia un desarrollo eman- continuidad histórica y sus propias expe-
cipatorio que permita articular tradición con riencias, su orientación o motivación princi-
innovación e individualización con desarrollo pal se define por puntos de inflexión, crisis
colectivo. En este área es vital, para el desa- y conflictos.
rrollo de sociedades aceptables, un renovado •• Tercero, los actores muestran una evolución
papel del espacio público como lugar de en- heterogénea según sus diferentes identida-
cuentro e intercambio cultural. des, los desiguales niveles de desarrollo en
términos de información, conciencia, orga-
31 Informe de Desarrollo Humano de Mercosur 2008- nización y finanzas personales, sus ciudades
2009 (PNUD). o comunidades.
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 113

•• Cuarto, es importante considerar el impacto es más general: es la libertad para obtener cual-
de los actores en las relaciones sociales y en quier cosa que la persona, como actor respon-
la sociedad, no solo por las acciones aisla- sable, se proponga conseguir.
das sino también por un área de conflicto en La libertad implica el reconocimiento de la
la cual los actores involucrados se modifican pluralidad constitutiva de las sociedades mo-
a sí mismos para conseguir una meta (Tou- dernas. Esta idea de libertad abarca dos aspec-
raine, 1984 y 2005). tos diferentes: poder y control. En el primer
aspecto la libertad de una persona se puede
El actor es primordialmente un ciudadano. Su evaluar sobre la base de su poder para lograr
desarrollo como persona es inseparable del resultados específicos sin referencia a meca-
desarrollo humano. La construcción de su ver- nismos o procedimientos de control. Al poder
dadera libertad y dignidad es inseparable de la no le importa cómo ocurren las elecciones
vida colectiva de su sociedad. Sen (1998) iden- mientras se obtengan los resultados deseados.
tifica las condiciones que se requieren para ser El poder efectivo permite la elección contra-
un agente y la relación entre agencia, libertad fáctica: las cosas podrían hacerse de acuerdo
personal y compromisos colectivos. La libertad al conocimiento que se tiene sobre lo que el
con bienestar es un tipo particular de libertad y individuo elegiría si realmente tuviera control
por lo tanto se la define como la capacidad de sobre el resultado. El control, sin embargo, se
una persona para lograr muchas cosas y disfru- refiere a la capacidad de monitorear el proceso
tar el bienestar. y los mecanismos utilizados. En democracia,
Este concepto debe diferenciarse de la liber- es el ejercicio de los derechos y obligaciones
tad de ser un agente, que alude a lo que la perso- de los ciudadanos. Supone además —como ya
na es libre de hacer y a que persigue las metas o se mencionó— una cultura de solidaridad en
valores que considera relevantes. La faceta de los procedimientos.
actor de un individuo no se puede comprender Estas ideas ayudan a comprender cómo
sin considerar sus objetivos, propósitos y obli- construir una opción colectiva respetando la
gaciones y su concepción del bien. Mientras autodeterminación de las personas. La capa-
que la libertad de bienestar puede lograr cual- cidad de construcción de una agencia de ciu-
quier cosa determinada, la libertad de agencia dadanía requiere de un proceso deliberativo,
114 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ya que la agencia debe construirse en relación problemas se manejan (el Estado-nación), es


con otros. Es imposible, incluso en los más ab- una fuente de la actual crisis de desarrollo. Los
surdos escenarios de soledad, pensar en una déficit de eficiencia, legitimidad, identidad y
acción aislada. Toda acción individual o colec- equidad, que afectan a las instituciones de go-
tiva, en el nivel real o en el nivel imaginario, bernabilidad, están reforzando ahora la necesi-
supone la presencia de otros. dad de construir áreas multilaterales y globales
Actor y agencia constituyen en este contex- de gobernanza. La crisis global tiene algunas
to una suerte de dialéctica del desarrollo hu- características que, por una parte, afectan los
mano. A medida que aumenta la agencia del actuales planes políticos y económicos de ac-
actor, éste puede utilizar más capacidades de ción, pero por otra crean nuevas posibilidades
autodeterminación y generar más opciones para discutir temas de desarrollo en un nivel a
de vida según sus valores y aspiraciones. Pero la vez nacional, regional y global.
también los actores pueden desarrollar, en un Estos desafíos han sido planteados con fre-
nivel subjetivo, un sentido crítico y reflexivo cuencia por actores socioculturales y redes
de su propio accionar, pensándose a sí mismos sociales no gubernamentales, pero también
como una articulación entre innovación y tra- a través de las limitaciones que enfrentan la
dición, por una parte, y entre individualidad y cooperación internacional y los organismos de
colectividad, por otra. crédito —como el Banco Mundial y el Fondo
El mundo está experimentando un proceso Monetario Internacional— y también Naciones
de cambio peculiar suscitado por la crisis de la Unidas y el Programa de Naciones Unidas para
globalización. Procesos globales que trascien- el Desarrollo. Son instituciones que necesitan
den la soberanía nacional (Beck, 2006) gene- cambiar su cultura organizacional para enfren-
ran asuntos críticos que afectan la vida diaria tar los cambios y las nuevas relaciones de po-
de personas y gobiernos. No todo el mundo der emergentes.
ni todas las cosas están globalizados, pero Como resultado de esta crisis, la sociedad
las redes globales afectan a todos y a todo. La civil y los actores no gubernamentales desarro-
brecha creciente entre el deterioro ambiental llan mecanismos que defienden los intereses,
y exclusión que generan los problemas finan- necesidades y valores de los ciudadanos y afec-
cieros (globales) y el espacio en el cual estos tan la respuesta de los gobiernos. Hoy existe
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 115

una esfera pública que opera en una arena po- campos de desarrollo— se orientan a la indivi-
lítica internacional no sujeta mecánicamente dualización sin desconocer nuevas demandas
a ningún poder soberano y configurada por la colectivas y el reconocimiento de otros que
geometría variable de relaciones entre Estados provienen cada día más de otras culturas. El
y actores globales (movimientos, corporacio- multiculturalismo y la individualización, junto
nes multinacionales, religiones, creadores de con la redefinición de metas colectivas que hoy
cultura y cosmopolitas intelectuales y globa- son más socioculturales y prácticas y no polí-
les). Se forma así una “sociedad civil global”. ticas en sentido estricto, ya forman parte del
Y precisamente en este espacio se puede dar inventario de una nueva agencia de los actores
sentido a las experiencias colectivas de delibe- del desarrollo que se observa en todas partes.
ración social internacional. Estos cambios en la agencia, en el contexto de
Uno de los problemas que genera la globali- la cultura de la tecno-sociabilidad, están rede-
zación y el cambio político es la complejidad y finiendo la solidaridad y las metas colectivas,
la transformación de economías y sociedades pero también están provocando tensiones en-
versus los límites de la política y de las insti- tre lo público y lo privado, entre lo individual y
tuciones del Estado nacional para procesar lo colectivo, entre la tradición y la innovación.
los cambios. Las sociedades son cada vez más Por otra parte, se advierten discrepancias entre
policéntricas y los políticos tienen dificultades la construcción personal de la individualización
importantes para decodificarlas y gobernarlas. y la construcción de individuos autónomos por
Hay escenarios políticos nuevos, pero aún no parte de la sociedad. Se está redefiniendo lo so-
existen mapas apropiados para navegar por cial mismo.
ellos.32 Se está abriendo el horizonte cultural Las posibilidades de construir una agencia
del cambio político. de desarrollo en el espacio público debieran
Los cambios que han ocurrido en las dimen- estar relacionadas con la renovación de las
siones de la agencia y sus relaciones —logros políticas públicas, el reconocimiento de condi-
de capacidades, orientaciones, de desarrollo y ciones estructurales y la subjetividad y cultura
que conllevan estos procesos. Por lo tanto se
requiere de una agenda política para fortalecer
32 Para más información, ver Calderón y Lechner
(1998) y Lechner (2002). capacidades, especialmente que los jóvenes
116 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

comprendan y actúen en sus propios procesos comunicación entre distintos puntos de vista
de cambio y consecuentemente en sus socie- incida en la evolución de las instituciones po-
dades. El derecho a la acción política, entendi- líticas. El espacio público no solo es un espa-
do como un bien colectivo, es tanto un bien so- cio instrumental de encuentros, sino también
cial como un bien común. Como ha afirmado el patrimonio cultural de ideas y proyectos de
Rawls (1971), un acuerdo social solo es justo una sociedad que está alimentando continua-
cuando, comparado con otros acuerdos socia- mente el debate público. El desarrollo de una
les, las personas que en la sociedad se encuen- cultura política democrática es decisivo, ya
tran en la posición menos ventajosa obtienen que permite la acumulación de experiencia e
una posición mejor. Aquí la capacidad integra- innovación en el desarrollo democrático. En
dora de la política se refiere a la política como este sentido, las virtudes y valores de una de-
un promotor de poder democrático en el cual mocracia pluralista que conectan el sentido
los distintos agentes —o actores— intercam- público con el bien común constituyen una
bian argumentos y propuestas para construir garantía de sustentabilidad de la democracia
opciones. Una política para y de los actores y el desarrollo humano.
tendría que hacerse cargo de la diversidad de
subjetividades y condiciones estructurales.
Esto requiere que se tenga en cuenta la nueva Corolario: hacia una pedagogía
“politicidad”: más local y enfocada en la vida para renovar la perspectiva
cotidiana, preocupada por asuntos ambienta-
les y culturales, y tendiente a una inclusión La renovación de la perspectiva presupone,
social que integre educación y empleo y lo in- sobre todo, el mantenimiento y adaptación del
dividual con lo colectivo. terreno para los cambios y desafíos de una cri-
El desarrollo de la capacidad de agencia sis multiglobal. Esto descansa en la promoción
de los actores del desarrollo solo sería posi- de una suerte de “cultura de pedagogía de de-
ble en la esfera pública, entendida como el sarrollo humano” y se centra en la renovación
lugar de encuentro entre la sociedad y el Es- de las capacidades de agencia de actores indi-
tado, donde se desarrollen lazos políticos por viduales y colectivos para combinar espacios
medio de la participación pública y donde la locales con espacios globales y áreas históri-
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 117

cas con innovación cultural y tecnológica, en y efectiva para combinar opciones personales
una lógica de resultados centrada en valores y colectivas.
de dignidad y en horizontes subjetivos abier- La pedagogía del desarrollo humano sería
tos. Esto implica, por una parte, mantener y una nueva manera de pensar sobre el ambiente
fortalecer una reflexión orientada por valores y la cultura. Es una manera “ecológica” de pen-
prácticos de resultados y, por otra, una re- sar, en la cual el actor es parte de la naturaleza
flexión teórica basada en normas abiertas de y de sus cambios y no se opone a ella. El actor
desarrollo humano que apunten a lograr digni- ni domina ni destruye la naturaleza. La natu-
dad como una condición de libertad humana. raleza es parte intrínseca de un renovado de-
La dignidad y la libertad son tanto sustanti- sarrollo humano. Es necesario cambiar, entre
vas como procedimentales. Sustantivas, por- otras cosas, la manera de pensar las relaciones
que están abiertas a varias opciones en relación entre el hombre y la naturaleza. Las metas de
con los actores y sus habilidades y destrezas libertad y dignidad no pueden excluir la pre-
para manejar códigos en sociedades de riesgo servación del equilibrio ecológico. Recuperar
en cambio constante —dados los procesos del ideas filosóficas acerca de la naturaleza, como
informacionalismo y la globalización—, y sus las andinas, que buscan una armonía fructífera
capacidades de acción y reflexión en relacio- entre la naturaleza y los seres humanos, es tam-
nes conflictivas en un orden democrático. Pro- bién una tarea intelectual pendiente.
cedimentales, porque implican experiencias Esta nueva pedagogía supone una política pú-
deliberativas para elegir opciones y metas en blica que busque confrontar subjetividades y cul-
términos de resultados y porque permiten la op- turas, las complejidades de la realidad contempo-
timización de intereses particulares asociados ránea y, desde allí, redefinir las metas del desarro-
con lo público. La deliberación entre diferentes llo humano con un espíritu de austeridad y paz.
es el modo de creación e innovación sustanti- En conclusión, desde una perspectiva re-
va del desarrollo humano. Los acuerdos que novada de desarrollo humano, la crisis global
puedan surgir serán más exitosos cuanto más —más allá de sus diversos componentes y
alta sea la contribución de múltiples actores. dimensiones— pone de manifiesto que las ac-
La deliberación es un procedimiento óptimo tuales opciones económicas y financieras de
para el desarrollo humano, porque es legítima desarrollo basadas en patrones culturales de
118 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

consumo, niveles extraordinarios de concen- crisis global están profundamente arraigadas


tración de riqueza, exclusión social y cultural, en una reevaluación de la dignidad de las perso-
pobreza, degradación medioambiental e insti- nas y de diversos grupos multiculturales. Estas
tuciones políticas y democráticas debilitadas, demandas de dignidad y el impacto negativo de
tanto en el nivel local como global, no son sus- la crisis global y la incertidumbre que genera,
tentables en el largo plazo ni una solución a la requieren de una reingeniería del enfoque de
crisis. El surgimiento de nuevos conflictos y de desarrollo humano, que se profundice y amplíe
demandas centradas en las subjetividades y en con las posibilidades que crea el desarrollo in-
la dignidad de los individuos y las comunida- formacional. Nuestras observaciones finales en
des, como nuevas condiciones y dinámicas de este sentido son las siguientes:
la sociedad red y de la economía de la tecno- Primero, el vínculo entre competencias y li-
logía de la información y de la comunicación, bertades debiera redefinirse según la subjetivi-
parece tornar evidente la necesidad de renovar dad y la dignidad de las personas. La dignidad
un patrón de desarrollo humano sustentable humana se ha convertido, en términos genera-
que se base en la calidad de vida de la gente, en les, en un valor esencial no solo en los niveles
la paz, el pluralismo cultural y el bien común. locales y nacionales sino como un bien univer-
Esto constituiría un nuevo tipo de sociedad de sal deseable. Las personas son los actores fun-
bienestar basada en la dignidad humana, en la damentales de este enfoque de desarrollo.
cual los sujetos del desarrollo son las personas, Segundo, las metas del enfoque menciona-
y sus comunidades expanden y renuevan sus do son factibles de lograr, pero no están ase-
capacidades de agencia, vinculando creativa- guradas debido a los riesgos e incertidumbres
mente el desarrollo humano con el desarrollo inherentes a nuestras actuales sociedades. En
informacional y el multiculturalismo. particular, las metas clave son las siguientes: 1)
aumento de la agencia política de los actores
del desarrollo; 2) fortalecimiento de las capa-
Observaciones finales cidades informacionales para interactuar con
eficiencia en las redes sociales y; 3) conexión
Hemos sostenido que las actuales demandas de las demandas de dignidad y derechos huma-
y protestas socioculturales provocadas por la nos con un desarrollo informacional inclusivo
Repensando el Desarrollo Humano desde la perspectiva de la sociología del actor 119

e intercultural. La dignidad es a un tiempo uni- Finalmente, este reenfoque de desarrollo hu-


versal e indivisible en nuestro enfoque. mano sostiene que los principales obstáculos
Tercero, nuestra perspectiva —que está ba- para que el desarrollo humano haga avanzar la
sada en el reconocimiento de las capacidades dignidad de las personas son la ausencia o las
de agencia de las personas— considera el pa- limitaciones de libertad real y de libertad cultu-
pel que desempeñan los numerosos conflictos ral y la prevalencia, cuando no crecimiento, de
sociales sin que importe su origen (local, na- las desigualdades. Existe, en particular, un au-
cional, global, económico o medioambiental). mento significativo de inclusión desfavorable;
Los consiguientes conflictos e incertidumbre personas pobres de las economías emergentes
impactan el espacio principal donde se define y también de algunas economías en desarrollo
la probabilidad de que este enfoque de desa- se han convertido en semi-incluidos. Es vital
rrollo humano forme parte de un nuevo “cam- entonces lograr una asociación genuina entre
po de historicidad”. En este campo de histo- innovación, inclusión sociocultural y sustenta-
ricidad, tres opciones principales disputan las bilidad medioambiental.
orientaciones de la sociedad red y de la tecno- En suma, defendemos un desarrollo humano
economía: una centrada en el Estado, otra cen- renovado, centrado en la agencia de los actores
trada en el mercado y una tercera centrada en socioculturales, que buscan jugar un rol signifi-
las personas. cativo en la sociedad de la información por me-
Cuarto, nuestro enfoque propone una reno- dio de la articulación de innovación, equidad,
vada asociación entre mercados, estados y so- libertad real y sustentabilidad medioambiental.
ciedades, en la cual el bienestar de todos se va- No estamos buscando un mundo idílico. Sólo
lore como bien público y como una orientación estamos reconociendo que una sociedad mejor
tanto para los mercados como para los estados. es posible.
Carisma, sociedad y política*
Fernando Calderón G. y Daniel Moreno**

Introducción también sus aspectos teóricos. En este senti-


do, éste es un ensayo experimental y adolece
La política va más allá que las instituciones, las de una seria de limitaciones empíricas y me-
estructuras económicas y las cifras estadísti- todológicas. No obstante, a juicio de los auto-
cas. Sin negar su importancia, en el presente res, puede constituir un aporte al momento de
ensayo se busca indagar en los principales atri- entender los procesos de cambio político y los
butos y la influencia de los líderes políticos en patrones de desarrollo que se analizaron en el
algunos procesos históricos y especialmente presente libro y además permiten contextuali-
de aquellos que experimentan una importante zar el estudio de los liderazgos emergentes y
legitimidad carismática. conectores del próximo Tomo de la colección
América latina, con todos sus matices, sería promovida por el PAPEP.
imposible de entender sin la fuerza de sus líde- Las consecuencias de las reformas estructu-
res carismáticos, sin embargo, los estudios so- rales, del Estado mínimo y de gobiernos neo-
bre ellos son escasos. De ahí la importancia de liberales, son un hito fundamental para com-
profundizar la comprensión del fenómeno ca- prender la situación actual en Latinoamérica,
rismático, no sólo como factor histórico sino con un saldo de crisis e “inflexión histórica”
en numerosos países de la región. Tal cambio
produjo diversas orientaciones políticas de dis-
* Este trabajo fue escrito junto a Daniel Moreno y fue
publicado originalmente en el libro América Latina tinto corte ideológico. Sin embargo, lo más sig-
¿Del neoliberalismo al desarrollo? 2013 (Buenos Aires: nificativo ha sido la demanda social de retorno
Siglo XXI/PNUD). del Estado –como actor central del desarrollo
** Agradecemos la colaboración de Caterine Colombo. y la política– en casi todos los casos nacionales
122 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

y con ello la instalación, en la mayor parte de En este sentido, para comprender los actuales
los países, de líderes con rasgos carismáticos, procesos políticos y de desarrollo es importan-
que impulsan políticas neo desarrollistas desde te considerar, al menos, algunas referencias
el poder político. Si se agregan las condiciones históricas y sociológicas sobre la relación en-
económicas internacionales relativamente fa- tre carisma, instituciones y sociedad.
vorables sobre todo para Sudamérica, es posi- Este texto parte de una revisión conceptual
ble sugerir el inicio de un nuevo ciclo histórico, breve del carisma y plantea algunos rasgos
y quizás de desarrollo, que en buena medida clásicos del carisma político latinoamericano
descansa en estos líderes, pero también en la tanto de los líderes históricos de la primera ge-
consolidación de una democracia electoral neración nacional popular como de los actua-
que hasta el momento tiende a reforzar tanto les líderes. Estos, como se verá a lo largo del
su legitimidad como la de las fuerzas políticas texto, promueven orientaciones neo desarro-
que los acompañan. La posibilidad de este neo llistas, con fuertes rasgos nacional populares o
desarrollismo estaría en el centro del juego po- populistas y actúan en espacios democráticos
lítico en la región. que refuerzan su legitimidad. A continuación,
Desde una perspectiva de mediano plazo la se estudia algunas características de la subje-
sostenibilidad y dirección de tales procesos es- tividad ciudadana a partir datos provenientes
tarían fuertemente asociados con los cambios de encuestas de opinión pública, tratando de
recientes en las sociedades latinoamericanas y detectar las demandas sociales de este tipo de
con la sociedad del conocimiento y la tecno- liderazgo en la región. Aquí se supone que la
economía de la información. demanda por determinado tipo de líderes sur-
Así, el enfoque del presente estudio plantea ge de las condiciones subjetivas y objetivas de
que en América Latina existe una cierta cultu- la sociedad, así como de sus experiencias re-
ra política del liderazgo político carismático cientes y valoraciones pasadas. Se considera,
y, como tal, tendría un carácter acumulativo y además, que estos fenómenos estructurales y
condicionante, pero también, espacios de liber- cotidianos se dan en sistemas políticos que tie-
tad y renovación. El líder aunque esté condi- nen un carácter cada vez más global.
cionado estructuralmente actúa sobre la base La hipótesis que organiza el ensayo es la
de su conocimiento, iniciativas e intuiciones. existencia de una asociación entre carisma,
Carisma, sociedad y política 123

sociedad y política como un rasgo central de “fuerte” y estratégico, suele referirse al carisma
los procesos históricos de buena parte de los como un rasgo peculiar de la personalidad de
países latinoamericanos. Cuando los pisos ins- los líderes, que independientemente de su sig-
titucionales son relativamente débiles, la inte- no ideológico, han jugado un papel relevante
gración nacional insuficiente y el tejido social en la historia de sus sociedades. Sin embargo,
ha sido resquebrajado, el peso de la demanda lo fundamental no es el carisma político per se
subjetiva por líderes carismáticos tiende a ser sino las condiciones estructurales e históricas
mayor. A su vez, tales líderes plantean pro- particulares que condicionan y posibilitan este
puestas y realizan prácticas sobre la base de la tipo de liderazgo. Más aún, los tipos de líderes
inclusión y cohesión socio cultural, mientras carismáticos son muy amplios y diversos y pue-
generan nuevos mecanismos de legitimidad y den tener signos políticos y culturales diferen-
dominio institucional. tes. Desde papas Católicos como Juan XXIII,
Estudiar y reconocer este fenómeno no im- hasta lideres como Otto von Bismark en Ale-
plica necesariamente la justificación o valora- mania, Vladimir Lenin o León Trostky en Rusia,
ción excesiva de los actuales procesos neode- así como líderes democráticos como Winston
sarrollistas sino el reconocimiento de que hoy Churchill, Franklin Delano Roosevelt en el
en día marcan el curso incierto de la historia. mundo anglosajón, Nelson Mandela en Sudá-
Como afirman Cardoso y Faletto: “Sabemos frica; Juan Domingo Perón, Salvador Allende o
que el curso concreto de la historia, aunque Fidel Castro en Latinoamérica.
sea señalado por condiciones dadas, depende En sus orígenes, el carisma se relacionaría
en gran parte de la osadía de quienes se propo- con la cultura del “don” (Marcel Mauss: 1971).
nen actuar en función de fines históricamente A partir de ella, y en situaciones históricas –y
viables.”(Cardoso y Faletto, 166:2011) específicas–, una persona dotada de una fuerza
psicológica especial o carismática se transfor-
ma en líder, sobre la base de una relación de in-
1. Reflexión conceptual e histórica tercambio con la gente. Para Boudon y Bourri-
caud (1980:78) el carisma “puede ser definido
En la teoría sociológica, el análisis de los líde- como una relación de poder fuertemente asi-
res políticos con características de liderazgo métrica, entre un guía inspirado y una corte de
124 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

seguidores que reconocen en él, y en su mensa- En sociedades con procesos rezagados de for-
je, la promesa y la realización anticipada de un mación de clases sociales y con fuertes jerar-
orden nuevo, al cual ellos de adhieren con una quías socioculturales muchas veces étnicas,
convicción más, o menos, intensa”. con Estados-nación inconclusos y con insti-
El origen del carisma según Bobbio tuciones débiles, como las latinoamericanas,
(1985:219) “se relaciona con temores colecti- las condiciones para el surgimiento de líderes
vos de pueblos enteros, con estados de insegu- con fuertes rasgos carismáticos que apelen a la
ridad radical y de ansia generalizada”. El líder movilización del pueblo, en función de un de-
carismático constituye una respuesta a esas sarrollo inclusivo, son altas. Desarrollismo y
situaciones. “Se le acepta como portavoz de la populismo, como se analiza más adelante, han
nueva seguridad fundamental, de la esperanza, sido una fuerza histórica constante en la histo-
del fin del sufrimiento”. El carisma descansa ria moderna de Latinoamérica.
tanto en las demandas, valores y aspiraciones Los cambios promovidos por estos líde-
de la gente como en los talentos especiales y res, dice Bobbio (op.cit., 220), “son tanto más
pertinentes del líder. Hay una especie de dia- radicales cuanto más se cuestiona el tipo de
léctica líder-masa. El líder atrae y asusta, po- legitimación, el modo de distribución del po-
see una suerte de gracia, virtud excepcional o der, el sistema de valores-normas básicas que
don, que a la vez es un enigma. Crea una idea inspiran y rigen el comportamiento de la co-
de comunidad, produce ilusión y es deman- lectividad”. En Latinoamérica esto se ha vin-
dado o esperado por la gente. De ahí que este culado con la idea de Estado-nación-pueblo
don le otorgue al líder un poder extraordinario, y la impugnación al Estado y Nación por su
que hipnotiza, atrae, pero a la vez amenaza. El relación con las elites tradicionales y con regí-
líder incluye, protege, se sacrifica. Es un “su- menes económicos fracasados, así como con
perhombre” que se sacrifica y exige sacrificios. el imperialismo que impide la conformación
Transforma a los sujetos pasivos o huérfanos de la nación y sojuzga al pueblo, Aricó (1987)
en sujetos activos en movimiento. En pueblo y Touraine (1988:161-201). En el pasado se
activo es el nuevo sujeto político. La relación identificaba como enemigo a las oligarquías
líder-masa habita en el mundo de las pasiones, terratenientes; hoy, a los neoliberales. Ambos
a menudo en momentos históricos de crisis. asociados al poder del imperio.
Carisma, sociedad y política 125

La sociedad reclama un talento afectivo-ra- interna de control social y una capacidad de


cional fuera de lo común. En este contexto, el continuidad elevadísima”. Éste sería el caso,
líder construye su relación con los demás de por ejemplo, de los nuevos líderes carismáti-
forma directa, cara a cara, personalizada: “al cos latinoamericanos. La situación adquiere
hablar a todos habla con cada uno”. Se cons- perfiles complejos cuando se piensa en fenó-
truye un espacio de reciprocidad simbólico: menos democráticos, sobre todo si se piensa
“tú me das legitimidad, yo te doy un destino en la democracia como un orden conflictivo y
que es el mío y el de todos”. “Te doy una ilu- políticamente pluralista y no meramente elec-
sión para compartirla”. Para Weber: “la domi- toral o de democracia de ciuadadanía.
nación carismática es de carácter específica- El mismo Weber (1964:215) argumentaba
mente extraordinario y presenta una relación que, en situaciones específicas, puede haber
social estrictamente personal, vinculada con cierta conciliación entre ambos términos y
el valor carismático de las cualidades perso- menciona la idea de democracia plebiscitaria
nales y su confirmación” (Weber 1964: 253). como “el tipo más importante de democracia
El líder y la gente construyen una comunidad de jefes es, según su sentido genuino, una es-
emocional. Entre ellos hay confianza y hay su- pecie de dominación carismática oculta bajo la
misión. Sin embargo, es importante mencio- forma de una legitimidad derivada de la volun-
nar que la dominación carismática –como in- tad de los dominados y sólo por ella perdura-
dica Weber– no está desprovista de legalidad ble”. En su apartado sobre la transformación
ni es necesariamente anti formal. Según Bob- anti autoritaria del carisma argumenta que “el
bio (op. cit., 221): “a pesar de la teórica con- principio carismático de legitimidad interpre-
tradicción entre el carácter personal del caris- tado según su sentido original de modo auto-
ma y el carácter formal de la institución, esta ritario, puede ser reinterpretado en forma anti
forma de trasmisión hace que coincidan los autoritaria, pues la validez de hecho de la au-
dos términos, sumando la fuerza de dos tipos toridad carismática descansa, en realidad, por
distintos de autoridad que se relacionan con completo sobre el reconocimiento, condiciona-
él: la autoridad legal, burocrática, y la autori- do por la “corroboración”, de los dominados,
dad por don excepcional. La institución legí- que ciertamente tiene el carácter de deber fren-
tima de esta manera logra tener una potencia te a los calificados y, por tanto legítimos”. Y,
126 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

más adelante, concluye: “el imperante es ahora sistema de jerarquías y de prestigio entre los
jefe libremente elegido”. Posiblemente aquí ra- miembros, en el cual el líder no sólo ocupa la
dique la explicación de la dinámica de líderes posición más alta, sino que también se con-
neodesarrollistas-democráticos de los últimos vierte en el mecanismo que organiza dichas
años en la región. jerarquías, retribuciones o castigos. El status
La comunidad emocional que arropa este en el grupo depende del grado y la intimidad
tipo de movimientos nace de la crisis, de si- con el Jefe. La movilidad social y el poder po-
tuaciones de malestar únicas. Están asocia- lítico particular dependen de la relación con
das con una ruptura social, con un quiebre el líder. Si el líder cae, los movimientos suelen
del lazo social y con el desgaste de creencias descomponerse, racionalizarse, o reorgani-
e instituciones. A menudo se trata de una zarse bajo la égida de nuevos líderes carismá-
respuesta a situaciones de frustración de ex- ticos. En este caso entra de lleno la cuestión
pectativas. Cuando todo se desmorona y un clave de la sucesión.
pesimismo arraigado busca salidas extraordi- “Las condiciones del carisma son una brecha
narias, cuando el miedo y la inseguridad co- en el tejido de la sociedad, y el reconocimiento
tidiana y la ausencia de proyectos colectivos de la autoridad del jefe por quienes se some-
e individuales de futuro son el centro de la ten a él” (Moscovici, 1993: 568). En la América
vida cotidiana, se dan las condiciones para el Latina los nuevos “líderes carismáticos neode-
surgimiento de un líder honrado, genuino, va- sarrollistas”, por lo general, han nacido del fra-
liente, eficaz, que ofrece una conducta consis- caso de las reformas estructurales y como res-
tente y un futuro mejor. Si bien con el carisma puesta a las situaciones de inflexión histórica.
se produce una ruptura de continuidad histó- Con ellos retorna el Estado. Más aún, son líde-
rica, normalmente busca “encarnarse, como res que actúan y promueven la legitimidad del
argumentan Boudon y Bourricoud, en un sis- voto, es decir, una democracia electoral que los
tema de poder institucionalmente legitimo” legitime constantemente. “Estamos apostando,
(1982: 77). Los mismos autores mencionan decía el Presidente Mujica, a transformaciones
que para que un poder carismático se legiti- dentro del juego de la democracia liberal ¿no?
me e institucionalice, debe establecerse en la Porque si no, somos una contradicción con pa-
“comunidad emocional” del movimiento, un tas” (Alfredo García, 2009:103).
Carisma, sociedad y política 127

Pero ¿Qué es el carisma? ¿Por qué despier- mitos y realidades que han conmovido la me-
ta pasión y seguimiento en las multitudes? Si moria de la gente. Para Moscovici (1993: 373),
bien es clave diferenciar históricamente tanto “las impresiones del pasado se conservan en la
las situaciones como el tipo de liderazgo exis- vida mental de las masas igualmente en forma
tente y de usos instrumentales de la política de rastros amnésicos. En algunas condiciones
–cada vez más signados por la relación con los favorables, se los puede restituir y revivificar.
medios y los publicistas que siempre buscan Se conservan, por lo demás, tanto mejor cuan-
recrearlo o prefabricarlo–, el héroe, dice Le to más antiguos son”. Y esto significaría una
Bon (1896), tendrá siempre la estructura de un forma de imago, de representaciones figuradas.
César ante las masas: “su brillantez la seduce, “La imago puede pues objetivarse tanto en sen-
su autoridad les infunde respeto y su sable les timientos y conductas como en imágenes” (La-
atemoriza”. Su poder reside en la subjetividad planche y Pontalis, en Moscovici, 1993: 374). El
de las personas. rito sacrificial de antiguos héroes carismáticos
Existe una relación profunda y compleja en- es recreado por los nuevos líderes: Zapata, Ge-
tre el carisma y el pasado, o con experiencias tulio, Allende, el Che, están presentes en el re-
particulares del pasado. El líder carismático se vival de los nuevos líderes como una promesa:
alimenta y reafirma, reconstituyendo, o rein- se muere o se triunfa, o, bien, se triunfa y se
ventado un pasado perdido. El pasado recon- sigue pelando. La figura paradigmática de ca-
figurado se relaciona con la memoria histórica risma exitoso es Fidel Castro que es valorado
de las sociedades y su capacidad para ser trans- como un capital moral e histórico por varios de
mitida de diferentes maneras. Hoy en día, los los líderes actuales. Esto se denomina la “se-
líderes neodesarrollistas con rasgos populistas ducción por la nostalgia”, un dato del roman-
como los latinoamericanos utilizan la idea de ticismo latinoamericano. El líder carismático
retorno al pasado, por lo general asociado con ofrece el renacimiento sostenido por el deseo
lo mejor de las experiencias populistas vividas de una masa que busca reconocerse en un pa-
y sus líderes: Zapata y Villa o Cárdenas en Mé- sado mejor.
xico, Perón y Evita en la Argentina, Bolívar o Toda política carismática según Freund
Túpac Katari en Venezuela y Bolivia, respec- (1967: 208) es “una aventura, no sólo porque
tivamente. En este sentido, se alimentan de corre el riesgo de un fracaso, sino porque in-
128 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

cesantemente está obligada a encontrar un nocen este tipo de componentes. En los nuevos
nuevo impulso, a encontrar otros motivos de líderes empresariales también se registra este
entusiasmo para confirmar su poder”. El pro- nuevo código del liderazgo. Tal es el caso de
ceso de cambio es una razón de vida. La razón Steve Jobs, que combinaba demandas subjeti-
carismática, decía Weber, es la “epifanía” en vas personales, semi religiosas y profanas, con
sí misma. shows mediáticos y promesas de futuro de au-
En las sociedades de la información y de to-realización mediante el uso y la compra de
la democracia de lo público sucede lo mismo sus productos. Él mismo se ofrendó a su sueño.
aunque de otra manera. Los líderes carismáti- La sociedad de la información y la comu-
cos se redefinen en el espacio público que es nicación está redefiniendo y complejizando
esencialmente mediático. Parecen ser un puen- un nuevo tipo de líderes carismáticos. En la
te entre sistemas de representación partidarios región hay, y probablemente siga habiendo,
obsoletos o limitados, movilizaciones sociales, una combinación de rasgos pasados y moder-
encuestas de opinión y el peso de la publicidad nos, entre líderes de sociedades “semi indus-
regidos por el rating y el spin (Bosetti define trializadas”, “cuasi modernas” y líderes de la
spin como la actividad de políticos, normal- sociedad de la información y la comunicación
mente a través de asesores, que consiste en en redes virtuales. La demanda de comunidad
comunicar los asuntos de modo que favorez- se asocia con la inclusión en la sociedad de la
can sus intereses, además de perjudicar al ad- comunicación y, a través del consumo, espe-
versario”, citado por Castells 2009: 275). Sobre cialmente el cultural.
esta base elaboran una propuesta mediática Al mismo tiempo, la relación del líder con
capaz de seducir al público. Las actividades y las masas ya no tiene sólo a la plaza como es-
los shows mediáticos son referencias ineludi- cenario fundamental, sino también a los me-
bles de estos nuevos procesos. Quizás por eso dios. Debido a la mediatización de la política,
también más efímeros. Desde Chávez, el co- los líderes –su imagen y su “carisma”– llegan a
mandante Marcos o Lula en la política latinoa- todos los ciudadanos, entran en sus casas, en
mericana, Felipe González en España, Barack su cotidianidad, en lugar de limitarse a la even-
Obama en Estados Unidos, hasta los nuevos tualidad del discurso público o la aparición ma-
líderes en Túnez y otros países árabes, se reco- terial del caudillo. El momento y el espacio en
Carisma, sociedad y política 129

que se materializa el vínculo entre el líder y sus surgimiento de nuevos movimientos, como los
seguidores se transforma en la sociedad de la indignados o los jóvenes chilenos, que buscan
información y de la democracia de lo público. redefinir el orden democrático, y como conse-
Como señala Castells (2009: 272), “con la cuencia, podrían aparecer o reaparecer nuevos
creciente centralidad de la política mediática, líderes carismáticos.
la política personalista ha caracterizado el pro- La crisis de legitimidad institucional y la
ceso político en todo el mundo, en detrimento sensación de violencia incontrolable, también
de los partidos estables, las afinidades ideoló- podría estar incrementando la demanda por
gicas y las maquinarias políticas”. En realidad líderes salvadores con personalidades fuertes.
los mecanismos y requerimientos carismáticos La existencia de un líder carismático, con ca-
están siendo redefinidos a partir de la política pacidad de sacrificio y de seducción, de alguna
mediática y la demanda de los mercados de manera reemplaza la necesidad de institucio-
opinión pública. Los mensajes políticos aho- nes complejas y percibidas como poco con-
ra se definen en un espacio público que toma fiables por las mayorías. En este sentido, cabe
en cuenta tanto el carisma del líder como las volver a preguntarse ¿cómo es posible que en
características de su audiencia objetivo. En el sociedades cada vez más complejas, como las
centro de esas políticas se encuentran los men- latinoamericanas, haya condiciones para nue-
sajes y las imágenes que proyecta el líder, ela- vos líderes carismáticos?
boradas por los publicistas, que procesan a los En el contexto mencionado, vale la pena
“ciudadanos consumidores”. precisar algunos alcances histórico-culturales
Este fenómeno en muchos casos contribuye sobre el peso del carisma político en las socie-
a limitar la legitimidad de la democracia tan- dades de la región.
to en el plano procedimental como sustanti- En términos generales, este fenómeno en
vo y posiblemente a acentuar los niéveles de Latinoamérica se ha visto históricamente aso-
desconfianza de los mecanismos de represen- ciado al “desarrollismo-populismo” y al papel
tación política, como partidos o parlamentos. histórico del Estado. En sistemas de decisio-
Esta crisis de legitimidad, por otro lado, favo- nes políticas que han oscilado entre regímenes
rece la expansión de demandas de participa- autoritarios y democracias frágiles, el campo
ción de una ciudadanía crítica y autónoma y el para líderes carismáticos es fértil. El Estado es
130 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

el referente de poder del líder carismático. Es- mente de su adscripción a la democracia, todos
tado y líder no sólo reflejan la dinámica social, perciben que no es posible hacer política fuera
también son factores centrales de ella. Pero no de este marco institucional, lo que a su vez ga-
sólo de condiciones políticas emerge el caris- rantiza su permanencia.
ma sino también de fenómenos socioeconómi- La base de las condiciones históricas del
cos. En efecto, las falencias de los procesos de carisma puede relacionarse con la exclusión
industrialización redundaron en una demanda social y la organización del poder –sustenta-
de inclusión social que incrementó, bajo cier- da por lo general en importantes sistemas de
tas condiciones, una lógica carismática entre intermediación– pero también con el carácter
sociedad y líderes. de las luchas sociales. El período colonial y el
Las condiciones, en buena medida, se refie- tipo de modernización posterior que experi-
ren tanto al peso del Estado, a las demandas de mentó la región, enmarcada en la “dialéctica de
integración, a las luchas populares contra las la negación del otro” (Calderón, Hopenhayn y
dictaduras, así como a los avances en materia Ottone, 1996), que suponía la desvalorización
de educación e inclusión en la “cultura mediá- del diferente, negro, indio, mujer, pueblos ori-
tica”. En este contexto, quizás el atributo dis- ginarios, migrantes esclavos y después de po-
tintivo de América latina se refiere a que estas bres e indigentes, familias enteras expulsadas
sociedades semi modernas, de semi incluidos por guerras, racismos y crisis económicas en
y excluidos, vienen demandando la presencia Europa, Asia o el medio oriente, posiblemente
de líderes con rasgos carismáticos junto con constituya el sustento cultural sobre el cual se
la vigencia de la “democracia electoral”. Esto instala una cierta demanda permanente, o casi
redundaría en la convivencia entre la legitimi- permanente, por líderes carismáticos. Además
dad del régimen carismático y una democracia sugiere cierto estilo de hacer política recurren-
electoral con fuertes rasgos presidencialistas. te en estas sociedades; la demanda por líderes
Ninguno de los actuales líderes carismáticos carismáticos suele asociarse con la inclusión
latinoamericanos, ni siquiera el más radical social, el reconocimiento cultural y a promesas
en su momento de mayor euforia, ha llegado de futuro. Pero también sugiere una sociedad
a cuestionar la democracia electoral como me- asentada en relaciones familiares primarias y
canismo para llegar al poder. Independiente- sobre todo religiosas.
Carisma, sociedad y política 131

Líderes, como Tupak Amaru, que perseguían bien retratada por Vargas llosa en su libro La
la restauración del Imperio Inca, o Tupak Ka- fiesta del chivo, es una referencia importante
tari que reivindicaban la comunidad Aimara, en el Caribe como también lo fueron François
o el Cangaceiro que recreaba una “comunidad Duvalier (Papa Doc) en Haití y Juan Vicente
religiosa originaria” en el Noreste brasileño, o Gómez en Venezuela.
Simón Bolívar que buscaba asumirse como una El fenómeno es variopinto. Más hacia el sur,
“fuerza irrefrenable de libertad” y como susten- cómo ignorar la fuerza carismática de Arturo
to de la unidad latinoamericana, son antece- Alessandri en Chile, de Battle y Ordoñez en
dentes fundamentales de este tipo de demanda Uruguay o de militares progresistas como el
política de estas sociedades. Coronel Busch, “El Dictador suicida” –como
Por otro lado, el carisma no ha ajeno a las lo llamó Augusto Céspedes–; Marmaduke Gro-
experiencias autoritarias incluso totalitarias ve, General del ejército y miembro del partido
que han experimentado buena parte de los paí- socialista de Chile; o del Capitán Luis Carlos
ses del continente. Las experiencias también Prestes conocido como “El cavaleiro da espe-
han sido mixtas –chenkosas en quechua o en- ranza” y su columna que recorrió 25.000 Km en
tremezcladas en castellano– de emancipación, trece Estados e impulsó la rebelión positivista
por un lado, y de feroz represión, por otro. Ya de los tenientes en Brasil.
en el siglo XIX el terror producido por tiranos Existe un antecedente definitivo de la actual
no estaba desprovisto de legitimidad carismá- política latinoamericana, directamente asocia-
tica. Tal es el caso de Melgarejo, Rosas o Por- do con los lideres nacional populares, desarro-
firio Díaz tan bien retratados por la literatura llistas y populistas de las primeras décadas del
como en el libro de Alejo Carpentier: “El recur- siglo XX. La fuerza de las figuras primigenias
so del método”. O en el siglo XX, el libro Yo, del populismo latinoamericano, como Villa y
el supremo de Augusto Roa Bastos referido a Zapata, son fundacionales de un estilo y de una
Stroessner, a quien no le gustaba el café con cultura política no sólo en México sino también
leche. En Paraguay se decía “se toma café o se en el resto de América. Los minuciosos estu-
toma leche, nadie toma café con leche” en alu- dios sobre Pancho Villa de Paco Ignacio Taibo
sión a la política amigo-enemigo prevaleciente. II, Alan Knight o Federic Katz son referencias
La figura de Trujillo y su poder carismático, tan insoslayables al respecto, al igual que los estu-
132 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

dios sobre Zapata y los campesinos insurgen- Brasil; Pedro Aguirre Cerda, Eduardo Frei
tes de John Womack o Arturo Warman. Montalva y Salvador Allende en Chile; José
En Argentina la figura del General Perón –in- Figueras en Costa Rica; Lázaro Cárdenas
separable de la de Evita– es un parámetro funda- en México, Víctor Raúl Haya de la Torre en
mental para entender los momentos y las políti- Perú, Jacobo Arbenz en Guatemala, Augusto
cas pasadas de la Argentina, así como la polémi- César Sandino en Nicaragua, Jorge Eliécer
ca actualidad. La cultura política argentina se ali- Gaitán en Colombia y también, Fidel Castro
menta de las políticas, los mitos, ritos y signos de y el Che Guevara en Cuba. Lo curioso no es
Perón, Evita y el peronismo. Constituyen en gran que hayan fundado una orientación política
medida el imago político del país. El peronismo en sus países o su relevancia histórica, sino
cambió a todos, incluso a quienes lo cuestiona- que a pesar de las diferencias nacionales,
ban. Daniel James (1990) y la novela Santa Evita ellos y sus movimientos, se hayan comuni-
de Tomás Eloy Martínez (1995) reflejan la com- cado y conformado una suerte de pan latino
plejidad del movimiento y sus líderes. En Bolivia, americanismo nacional popular, nada ajeno
Paz Estenssoro: La palabra de Paz: un hom- a movimientos “tercermundistas” de escala
bre, un siglo de Ascarrunz (2008) y sobre todo global. En efecto, no es casual que un exi-
Don Juan de Lupe Cajías son esenciales. Lechín liado Paz Estenssoro, horas antes de viajar
constituye una referencia central del movimiento a asumir el mando de la Revolución bolivia-
obrero boliviano y latinoamericano. Al respecto na, haya almorzado con el General Perón y
uno de los autores del presente texto cuenta una Evita (Ascarrunz, 2008). Y más adelante haya
anécdota: Don Juan, le pregunté un día ¿Cómo intercambiado correspondencia con el Presi-
ha podido mantenerse por más de 50 años como dente Nasser de Egipto. Las anécdotas simi-
líder de la Central Obrera Boliviana? Fácil, me lares son numerosas.
respondió, “tengo dos grandes orejas, con ellas Ahora bien, lo clave es su impacto en las
he escuchado siempre a los trabajadores”. El últi- generaciones políticas posteriores, particu-
mo en hablar, siempre fue Juan Lechin. larmente en la actual. La política latinoame-
En la lista de líderes carismáticos de la ricana, con todas las diferencias del caso, no
región, aún con diferencias entre ellos, so- puede obviar estas experiencias históricas y la
bresalen: Getúlio Vargas y João Goulart en fuerza de sus líderes. Guste, o no, son un es-
Carisma, sociedad y política 133

pejo político del pasado de referencia para las Por otra parte, la instalación, o surgimien-
acciones futuras. to, de un “clientelismo burocrático” como
Vale la pena repasar una serie de caracte- sistema de intermediación entre sociedad y
rísticas básicas que comparten los regímenes Estado fue central bajo el orden populista.
populistas o nacional-populares. Un rasgo El Estado satisfacía necesidades colectivas
fundamental es el papel del Estado como fac- a cambio de legitimidad para el régimen. Si a
tor de integración nacional, de industrializa- esto se agrega una limitada separación entre
ción económica basada en el mercado interno roles sociales y políticos, en los cuales los lí-
y de integración social a partir de la educa- deres políticos –además de líderes sociales–
ción. Su peculiaridad política ha sido el peso eran autoridades estatales, queda dibujado el
del Poder Ejecutivo, y particularmente de la orden social del populismo. Por tal motivo, es
presidencia para organizar las relaciones de posible explicar el peso central que tuvo el Es-
poder. La formación de una red de empre- tado, tanto en articular sus alianzas sociales
sas y corporaciones estatales en función de con sectores empresariales, sectores medios
los sectores estratégicos de la economía han y trabajadores, como el carácter paraestatal
sido claves en extracción de recursos natura- del conflicto social. Desde entonces la mayo-
les, industrialización, comercialización y las ría de los conflictos sociales no sólo han sido
finanzas. Sobre la base de tales empresas se mediados por el Estado sino que han ocurrido
constituyeron “anillos burocráticos” de poder. en torno al Estado.
Al respecto, Cardoso y Faletto (2003) hacen La fuerza de los movimientos nacional popu-
un análisis regional diferenciado por situacio- lares descansaba precisamente en las alianzas
nes de dependencia, desde la perspectiva del que lograron construir sus líderes, que promo-
desarrollo económico. vieron y legitimaron organizaciones sindicales
En el informe “El estado de la ciudadanía” y sociales de base –sindicatos obreros, campe-
del PNUD se hace hincapié en este tema y se sinos y de sectores medios–, así como meca-
resalta la importancia crucial que tuvieron los nismos de negociación social. Sin embargo, no
sistemas de protección social que habrían inau- todo se explica por los mecanismos clientela-
gurado una etapa de “Estado social latinoame- res entre líderes carismáticos y dirigentes so-
ricano” (PNUD 2011:36). ciales subordinados. También intervienen las
134 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

luchas sociales que crearon una cultura popu- de ideologías sistemáticas sino de múltiples y
lar de valores, aspiraciones, creencias y formas variadas visiones, a menudo confusas, que se
de comportamiento solidario que permearon expresaban en ideales nacionalistas que, con
la calle, la familia, el barrio y la cancha de fut- frecuencia, redefinían los procesos históricos
bol. La sociabilidad populista, apoyada por la en curso.
industria cultural de la época, creó una nueva Los avances sociales fueron evidentes, al
vida cotidiana. Fenómeno, además estrecha- igual que las limitaciones de un pluralismo de-
mente vinculado con avances en términos de mocrático, capaz de reflejar la diversidad so-
ciudadanía social. ciocultural latinoamericana. Las restricciones
En un análisis comparativo de las expe- para vincular exitosamente la ciudadanía so-
riencias argentina y boliviana, Calderón y dos cial con la política fueron una debilidad central
Santos (1991:94) plantean que: “los regímenes del proceso, que generó no pocas interrogantes
nacional populares o populistas, inauguran sobre la efectividad de estos regímenes para
una nueva relación entre democracia social y articular democracia con integración social y
política. Por una parte, se dan la universali- desarrollo nacional.
zación del sufragio y un salto cualitativo en Las interpretaciones desde la sociología
el sistema de representación, de intereses política son numerosas y polémicas. Para Ger-
específicamente políticos o sectoriales; por mani (1970), por ejemplo, el fenómeno fue
otra, el desarrollo de nuevas prácticas parti- producto de la participación en la vida políti-
cipativas, el reconocimiento de identidades ca nacional de masas excluidas en países que
sociales otrora postergadas y la intervención experimentaban procesos tardíos de industria-
directa de sectores sociales en el ejercicio lización y modernización. Medina Echavarría
del poder del Estado”. Este Estado multifa- (1973), por su parte, señalaba que las dificulta-
cético que buscaba articular la vida social des para transformar el cambio político en un
y económica puede considerarse como un nuevo orden institucional que permitiese una
“Estado social latinoamericano”, con todas opción de desarrollo solida resultaban eviden-
las dificultades involucradas en economías tes. Para Di Tella (1974) estos procesos se vie-
atrasadas, poco modernas y dependientes. De ron influidos por la revolución de expectativas
hecho, tales prácticas no fueron el resultado y las asincronías del proceso de movilización
Carisma, sociedad y política 135

social. Laclau1 (1978), a su vez, distingue dos específica. Es decir, los líderes, con rasgos ca-
tipos de populista uno progresivo y otro regre- rismáticos neodesarrollistas y democráticos,
sivo, vinculados a las clases dominantes y do- surgen por la existencia de condiciones favo-
minadas, respectivamente. José Aricó (1978), rables en la subjetividad de las sociedades, que
realiza una interpretación analítica en la que pueden entenderse como una “demanda” de la
vincula el marxismo-leninismo con el pensa- sociedad que genera una respuesta por parte
miento de Haya de la Torre2. Asimismo, Alain de la esfera política que se traduce en lideraz-
Touraine (1978)3, hace un balance crítico de un gos específicos.
proceso de integración social que no se trans-
forma en un régimen democrático. El hecho 1.1. Carismáticos, neodesarrollistas y
que se haya y continúe polemizando sobre el democráticos
carácter de estos regímenes y sus líderes acen-
túa su importancia. Es probable que los resultados negativos de
Con estas breves reflexiones históricas y las reformas estructurales, que acentuaban los
conceptuales que enmarcan este ensayo, vale mecanismos centrales del mercado y del capi-
la pena detenerse brevemente en las experien- tal financiero, estén entre las principales cau-
cias actuales. En particular, un supuesto teóri- sas para la reedición de “regímenes nacional
co fundamental es que el liderazgo es una reali- populares o populistas” y el surgimiento de un
dad relacional, y se construye entre las élites y carisma de tipo neodesarrollista y democrático
la sociedad en el marco de una cultura política como un eje importante de la política latinoa-
mericana. La aparición de líderes con fuertes
rasgos carismáticos, tiende a destacar, una vez
1 Laclau, E. (1978), “Política e ideología en la teoría más, el rol fundamental y articulador del Esta-
marxista”. En: Capitalismo, fascismo y populismo.
do. Sin embargo, este proceso tiene lugar en un
México, DF: Siglo XXI.
contexto de crisis económica global y de pro-
2 Aricó, J. (1977), “Mariátegui y los orígenes del mar-
cesos políticos nacionales particulares.
xismo latinoamericano”. En: Volumen 60 de Cuadernos
de pasado y presente. Ciudad de México.. Los resultados de las reformas estructurales,
implementadas de forma casi mecánica en casi
3 Touraine, A. (1987), La parole et la sang. Paris: Odi-
le Jacob. todos los países, muestran resultados negati-
136 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

vos en múltiples planos: elevadas tasas de des- Ricardo Lagos. Dichos liderazgos se destacan
igualdad y pobreza, caída de la participación por haber logrado con relativo éxito la transi-
del PIB latinoamericano en el PIB mundial, ción a la democracia y resultados positivos en
lazos sociales y cohesión social debilitados y varios aspectos del desarrollo humano5.
crisis política, que si bien no provocó una crisis Un estudio de mitad de la década de 19906,
de la legitimidad de la democracia, sí redundó basado en entrevistas en profundidad realiza-
en obstáculos a la gobernabilidad y en la pérdi- das a intelectuales y líderes políticos, plantea
da de confianza en la mayoría de los partidos una serie de consideraciones sobre los límites
políticos. No obstante, aquellos países que apli- de la experiencia neoliberal en América Latina.
caron de manera más heterodoxa las reformas
y que contaban con cierto grado de legitimidad
5 Los gobiernos de la concertación, y el papel del Pre-
institucional y política pudieron posicionarse sidente Lagos, son inseparables del ciclo de transforma-
mejor, en comparación con los demás. Manuel ción política, el pacto social y los avances económicos,
Castells4, al analizar los procesos de reforma enmarcados en una economía liberal como la chilena.
estructural y la inserción latinoamericana en la Los resultados en materia de desarrollo humano y de
sociedad de la información y la tecno econo- institucionalidad democrática reflejan tanto los progre-
sos obtenidos, como las debilidades del proceso histó-
mía concluía que tal inserción había sido más rico. Por ejemplo, el Informe sobre Desarrollo Humano
bien pasiva y poco sostenible. La mayoría de de 1998, advierte que la modernización en curso traía
los casos latinoamericanos habría experimen- aparejada un gran malestar social que podría terminar
tado estas dinámicas regresivas. cuestionando la propia modernización .En realidad
los conflictos en curso, sobre todo entre los jóvenes,
Un interesante contra ejemplo es el proceso
responden a esta lógica. En una entrevista realizada a
chileno asociado con los liderazgos de la Con- Lagos hace veinte años, queda clara su posición frente
certación, particularmente, el del Presidente a la crisis, la necesidad plasmar cambios realistas y su
obsesión por construir un horizonte posible y deseable
para su país. Su principal mérito fue colocar a la polí-
4 Calderón, F (2004), “Prólogo”. En ¿Es sostenible la tica como referente de la economía.1991 Pensamiento
globalización en América Latina? Debates con Manuel Iberoamericano. Volumen extraordinario
Castells Vol. I. La globalización y América Latina: asig- 6 Achard, D y Flores, M. (1997), Gobernabilidad: un
naturas pendientes. Fondo de Cultura Económica: San- reportaje de América Latina. Fondo de Cultura Econó-
tiago de Chile. mica: México, DF.
Carisma, sociedad y política 137

Sus autores, Achard y Flores (1997), destacan la sobrecarga del gobierno, intensificación de
los siguientes temas: la competencia política, y un incremento del
provincialismo en política exterior. Achard y
–– Los límites de los partidos políticos, sus difi- Flores (1997) preveían un creciente malestar
cultades de representación y de intermedia- y una crisis política basada en el desencanto
ción con la sociedad y la creciente presencia y la apatía.
de competidores “extra-sistémicos” y la cri- Frente al fracaso o los límites de las políticas
sis de un modelo tradicional. de reforma estructural, se planteó7 el concepto
–– El fortalecimiento de un sistema híper pre- de inflexión histórica como recurso conceptual
sidencialista, relacionado con la caída del para tratar de comprender el cambio de direc-
bloque soviético, la desideologización de los ción política de tales reformas. Ese punto de in-
partidos y los problemas de funcionamiento flexión alude tanto al sentido de la democracia
del Estado de Bienestar. como al del desarrollo. Este proyecto implicó
identificar los diferentes problemas y procesos
–– El militante político clásico se habría con-
que experimentaban los países latinoamerica-
vertido en un consumidor político pasivo de
nos, así como el análisis de las nuevas orien-
la política. Fenómeno no ajeno al surgimien-
taciones políticas que iban surgiendo: nacional
to de un nuevo caudillismo que adopta un
populares, neo-desarrollismo indigenista, re-
discurso modernizador.
formismo práctico y modernización conserva-
–– Los centros de atención política se habrían dora. Un fenómeno transversal a todos fue el
desplazado de la búsqueda de estabilidad y retorno del Estado.
consenso a la búsqueda de efectividad. La El Estado como articulador de las relacio-
gobernabilidad, en vez del cambio, organiza- nes entre la sociedad y la economía comenzó
ba la política. a promover en la región y particularmente
en Sudamérica un proyecto neo desarrollista
En definitiva, se habría generado una erosión que, además de fomentar la demanda agrega-
de los principios democráticos de autoridad
por la disminución de la confianza ciudada-
7 Para mayor detalle, véanse Cuadernos de goberna-
na en las instituciones y en los gobernantes, bilidad democrática Vols. I y II (PNUD, 2007 y 2008).
138 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

da, negociaba con las transnacionales nue- se haya instalado una lógica más pluralista
vos acuerdos económicos. Todo imbuido en que en la misma política.
un fuerte discurso latinoamericano integra- A partir de políticas sociales masivas, los lo-
cionista. El discurso neodesarrollista se ha gros han sido significativos en toda la región,
basado en condiciones nacionales e interna- especialmente en la disminución de la pobreza.
cionales favorables. Se sustenta en una reno- También se ha brindado apoyo a los sectores
vada alianza social entre sectores populares empresariales informales, sin modificar estruc-
diversos –con ecuaciones diferentes en cada turalmente la desigualdad prevaleciente en la
país–, sectores medios y empresariales so- región, sobre todo aquella referida a la concen-
bre todo de la industria manufacturera. Esta tración de ingresos de los grupos más podero-
nueva alianza social estaría vinculada con la sos. En efecto, América Latina sigue siendo el
construcción de un mercado interno y regio- continente más desigual del mundo8. En este
nal basado, sobre todo, en bienes manufac- ámbito y en un contexto de cambio global pare-
turados y con un mercado internacional vin- cería que el mayor desafío, consiste en desarro-
culado a la exportación de bienes primarios llar capacidades políticas y de gestión empresa-
particularmente hacia China. En este ámbito rial que logren una sinergia entre la exportación
se estarían reconstituyendo empresas estata- de recursos primarios y un proceso de indus-
les en varias esferas de la economía, a veces trialización y ampliación y modernización de la
en conjunto con transnacionales. Además, se infraestructura pública, fenómenos por cierto
estarían generando anillos burocráticos de asociados con una mejora cualitativa de la edu-
poder, por lo general, asociados a sectores cación, la investigación en ciencia y tecnología
medios emergentes, partidos o movimientos y la innovación productiva que permita compe-
del poder político. Un fenómeno interesante tir en los mercados internacionales.
ha sido la aparición de políticas multicultu- La “multicrisis global”, descrita en el Cua-
rales, que estarían conformando una nueva derno sobre prospectiva política N°1, y los
institucionalidad, que promovería el reco-
nocimiento de identidades otrora discrimi-
8 Para un análisis específico de esta óptica neode-
nadas, como las de los pueblos originarios y
sarrollista, ver el Cuaderno N°7 del PAPEP, particular-
afro descendientes. Quizás desde la cultura mente los casos de Argentina, Bolivia y Brasil.
Carisma, sociedad y política 139

cambios de las relaciones económicas inter- El mapa geopolítico global se está transfor-
nacionales han colocado a América Latina, y mando, con distintos énfasis nacionales pero
sobre todo a Sudamérica, en una coyuntura con un alto componente estatal. En este ámbi-
excepcional. Los resultados en términos de to sobresale Brasil, tanto por su vocación de
estabilidad política, crecimiento económico poder en la globalización como por su influen-
y disminución de la pobreza lo corroboran. cia en la región y sobre todo en América del
El caso paradigmático de esta experiencia Sur. Brasil se ha transformado en un parámetro
es Brasil. En el presente Cuaderno de pros- de referencia política.
pectiva política se analiza el neo desarro- Hace treinta años, cuando se iniciaba la
llismo estatal latinoamericano, con énfasis “modernización neo liberal”, era prácticamen-
en los casos de Argentina, Bolivia y Brasil. te imposible imaginar que un aimara pobre
El presente texto asume que las políticas y como Evo Morales o que Lula, un migrante –
procesos neodesarrollistas analizados son también pobre– expulsado con su familia del
conducidos por una nueva camada de “líde- norte de Brasil por la miseria iban a convertir-
res carismáticos con fuertes rasgos neodesa- se en líderes nacionales y globales. O que un
rrollistas y populistas” como los descritos. florista, guerrillero como José “Pepe” Mujica,
En este sentido el neodesarrollismo es sobre luego de más de 10 años de cárcel, sería Pre-
todo una opción política promovida por los sidente de uno de los países con mayor tradi-
lideres actuales. ción democrática de la región o que Néstor
El Estado, pasa a ser un factor esencial en Kirchner, lideraría la recuperación Argentina
la mediación de los procesos económicos po- y del peronismo, o que un cura tercermundis-
líticos internos con los procesos de cambio y ta, como Fernando Lugo, buscaría remplazar
la crisis global, con una participación relativa- a Stroessner y cambiar la cultura política au-
mente activa en los nuevos mapas de poder po- toritaria en las elites de ese país. La figura de
lítico y económico que se han ido configuran- Rafael Correa que terminó con la ingoberna-
do. Estos fenómenos se vinculan con los cam- bilidad ecuatoriana también es emblemática,
bios en las relaciones con China, India, Rusia, al igual que la del Presidente Hugo Chávez,
EE.UU., la Unión Europea, e incluso África y militante de la mistificación bolivariana. Este
los países Árabes. militar, de origen humilde, ha construido
140 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

alianzas latinoamericanas inéditas, y a la vez El fallecimiento de Néstor Kirchner, el cán-


con Irán, China y Rusia. Por último, Ollanta cer y sus fantasmas que han acosado a Dilma,
Humala también de origen militar y de una fa- Chávez, Lula, Lugo y Cristina, no hacen más
milia de sectores medios bajos, de ideología que reafirmar esa ética sacrificial, casi religio-
indigenista y popular pretende impulsar un sa, que permite que estos líderes hayan logra-
proceso de cambios fuertes con sentido rea- do constituir una comunidad emocional en sus
lista en el Perú. respectivos países y reafirmar la búsqueda de
Por lo general, estos líderes no pertenecen sentido histórico de su Nación y de la región.
al sistema político tradicional, recuperan una En el juego político aparecen, por un lado,
mística popular y, a diferencia, de buena parte la aceptación y valorización de la democracia
de la tradición de líderes de izquierda pertene- electoral como recurso para legitimar el poder
cientes a los sectores medios o altos son de ori- y por otro, en mayor o menor medida, una ló-
gen popular. Son outsiders de la política, o al gica de confrontación con los opositores. Una
menos de la que primaba en la década de 1990, vez más, el imperialismo, las elites locales an-
al igual que buena parte de sus discursos y de tinacionales y neoliberales y los poderes fác-
su proyecto político. ticos son denunciados como los principales
Así, se inicia un nuevo tipo de relación entre opositores. En algunos casos, y momentos
líder y sociedad que privilegia del rol estraté- extremos, la relación se plantea en términos
gico del Estado, la inclusión social, así como de amigo-enemigo. Al respecto, es célebre el
la movilización y participación política de los discurso del Presidente Chávez ante la Asam-
sectores excluidos de las respectivas socieda- blea General de Naciones Unidas en el que se
des. El don de la palabra o del acto logra ser refiere al Presidente Bush como “el diablo”.
nuevamente un factor de cohesión social –el En otros casos, sólo se plantea en términos de
gesto en Kirchner abrazado a las masas en la oposición, pero ponderada por un termóme-
calle, Evo jugando futbol con mineros a 5000 tro de poder que mide la relación de fuerzas.
metros de altura o Mujica trabajando en su cha- Entre estos líderes, adecuados a sus culturas
cra–, un recurso mediático notable y la entrega políticas nacionales, hay prácticas negociado-
al trabajo político como un compromiso de fi- ras o confrontativas, pero en todos ellos está
nes últimos. presente la búsqueda de un desarrollo nacio-
Carisma, sociedad y política 141

nal inclusivo y de un nuevo posicionamiento pluralista, al igual que una genuina transfor-
de la región en el mundo. mación productiva vinculada con la tecno
Otra característica significativa de estos líde- economía de la información y la sociedad del
res es su nivel de secularización que les permite conocimiento. En gran medida esto descan-
orientarse en un mundo cada vez más comple- sa en sus relaciones que construyen con sus
jo. Pepe Mujica, por ejemplo, defiende la idea propias sociedades.
de un país “agro inteligente” y suele mencionar
las oportunidades de Uruguay en la sociedad
del conocimiento. Lula es un líder global y ha 2. Las demandas de la sociedad
adquirido un sofisticado conocimiento del sis-
tema financiero internacional. Evo Morales en En esta sección se discuten algunos elemen-
sus múltiples viajes por el mundo, y con el apo- tos de la cultura política latinoamericana
yo de redes de ONG, ha obtenido una amplia que podrían estar asociados con la demanda
visión de los cambios y las orientaciones políti- ciudadana por liderazgos carismáticos y de-
cas internacionales. El satélite Túpac Katari es sarrollistas, capaces de posicionar al Estado
tan sólo un ejemplo de su relación con China. en un papel protagónico en la política y en el
Chávez y su pasión por la geografía política no desarrollo, pero que al mismo tiempo satisfa-
están desligados de sus osadas alianzas con gan la necesidad de representación social. La
China o Irán. En este contexto, la presencia de existencia de tales elementos, su magnitud y
algunos de estos líderes en el Foro Social de su preponderancia en los distintos contextos
Porto Alegre y en otras esferas globales vincula nacionales, determinan la fuerza histórica de
sus posiciones, no ajenas a críticas y confron- estos líderes, así como la relación que estos
taciones políticas, con el movimiento de “alter establecen con la sociedad en el marco de
globalización”. su proyecto político. Y es que la clave para
La gran interrogante de todos estos pro- la comprensión de los liderazgos pasa por su
cesos políticos es saber si cuentan con las práctica comunicativa, entendidas como una
capacidades para transformar sus metas demanda de parte de la sociedad que encuen-
en resultados. Es decir, si son capaces de tra respuesta concreta en las propuestas y los
propiciar una democracia más incluyente y estilos de hacer política de estos líderes.
142 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

En buena parte de los países de América La- Ciertamente los diversos procesos nacionales
tina, la fórmula para el surgimiento de lideraz- marcan características particulares y diferen-
gos carismáticos neodesarrolistas pasa por una ciadas de cada caso que en buena medida y
demanda ciudadana que combina la necesidad en su complejidad se trataron en los capítulos
de desarrollo y reducción de las brechas socia- anteriores. Aquí tan solo se pretende ilustrar
les con la pronta atención a problemas impe- tendencias generales de las relaciones entre
riosos, como la de la seguridad ciudadana. Esta sociedad, política y carisma.
demanda se da en el marco de una aceptación
casi universal de los mecanismos democráti- 1. Las instituciones de la democracia gozan
cos como la única posibilidad de acceso legí- de una preferencia mayoritaria en todos los
timo al poder; esta aceptación es, en términos países de América Latina. La democracia es
políticos, el contexto mínimo en el que se da la vista como el mejor sistema de gobierno y
relación entre líderes y sociedad en la región. las percepciones contrarias son, en la mayor
Se discuten, a manera de ilustración seis parte de los casos, marginales. La democra-
tendencias generales que son parte de las ac- cia se ha consolidado como “the only game in
titudes, opiniones y valores de los ciudadanos town”, y sus reglas de juego marcan los lí-
que tienen relación con las preferencias por mites de lo políticamente posible, al menos a
los liderazgos carismáticos imperantes en la nivel discursivo.
región. Estos postulados encuentran eviden-
cia empírica en la opinión pública, en las pre- La preferencia por la democracia en América
ferencias y actitudes de los ciudadanos. Las Latina es alta, particularmente en países con
tendencias se basan en datos del Barómetro
de las Américas del Proyecto de Opinión Pú-
entrevistas llevadas a cabo durante el primer trimestre
blica de América Latina (LAPOP) para 20109. de 2010. Los países que integran la muestra son: Méxi-
co, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa
Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Venezuela, Bolivia,
9 Esta información se obtiene por medio de encuestas Perú, Paraguay, Uruguay, Brasil, Argentina, Chile y Re-
comparables que se realizan sobre muestras representa- pública Dominicana. Para mayor información sobre el
tivas de la población de cada país. Para este proyecto se Barómetro de las Américas se recomienda visitar la pá-
utilizó información de 18 países provenientes de 31.671 gina web de LAPOP (www.lapopsurveys.org).
Carisma, sociedad y política 143

sistemas democráticos consolidados, como Lo anterior implica la existencia de una base


Uruguay, Costa Rica o Argentina. Esta voca- de legitimidad de la democracia como institu-
ción democrática de los latinoamericanos es ción difícilmente cuestionable, incluso por el
elevada incluso en los países donde esta pre- más popular de los líderes contemporáneos.
ferencia es menos fuerte, como en Perú o en Además –al menos en su dimensión de elección
Honduras10. popular y decisiones mayoritarias– los regíme-
La preferencia por la democracia fuertemen- nes democráticos son favorables para líderes
te afianzada entre los latinoamericanos define que cuentan con amplio apoyo popular. Esta
la forma en que los líderes pueden acceder al combinación de carisma e institucionalidad
poder en la región. Incluso el más carismático hace conceptualmente posible el “liderazgo neo-
de los líderes necesita atravesar el ritual de desarrollista, populista democrático” de la Amé-
una elección popular para ejercer el poder de rica Latina contemporánea. El Gráfico 1 mues-
manera legítima, lo cual, en la práctica, pone tra el promedio de acuerdo con la idea de que la
ciertos límites al ejercicio del poder y reduce democracia, pese a sus problemas, es la mejor
el riesgo de autoritarismo. Este escenario de forma de gobierno en cada uno de los países de
institucionalidad democrática afianzada en la la región. (Ver gráfico 1 en pág. siguiente.)
cultura política de los latinoamericanos es fun- Es necesario reconocer, sin embargo, que
damental para comprender la emergencia de el apoyo a la democracia como mecanismo
liderazgos carismáticos en América Latina. de selección de autoridades no necesariamen-
te incluye la demanda por una democracia
“de calidad”, plural y sustantiva, que ponga
10 Entre los ejemplos de lealtad a la democracia como al ciudadano en el centro y que sea capaz de
régimen entre los latinoamericanos, sobresale el de la
garantizar igualdad en la diferencia. Hay moti-
crisis argentina de 2001, en la que los ciudadanos re-
clamaban “que se vayan todos” al mismo tiempo que vos para pensar que la idea de democracia que
exigían la persistencia de la democracia como régimen. reconocen y demandan los latinoamericanos
Sobre este punto ver, entre otros, (Boidi 2008 ; Palo- se circunscribe a la dimensión electoral y par-
mino y Pastrana 2003). Una discusión más general de ticipativa y no contempla necesariamente una
la capacidad crítica de los ciudadanos manteniendo su
responsabilidad central de ciudadanos iguales,
compromiso con la democracia como régimen puede
encontrarse en el trabajo de Pippa Norris (Norris 1999). autónomos y políticamente activos.
144 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Gráfico 1. Apoyo a la democracia en América Lati- 2. La incapacidad para generar condiciones


na en perspectiva comparada, 2010 de vida satisfactorias para los ciudadanos,
junto con las desigualdades en el acceso a los
recursos, pueden contribuir de forma signi-
Uruguay 86.2
ficativa a la proliferación de dudas sobre la
Costa Rica 80.4 democracia liberal experimentada y sus ins-
Argentina 79.6 tituciones. Situación que favorecería la de-
Chile 76.1 manda de líderes carismáticos.
Panamá 75.5

Venezuela 74.0
Las tendencias populistas de muchos nuevos líde-
res latinoamericanos parecen relacionarse con la
Brasil 73.7
incapacidad de las instituciones democráticas y
Colombia
políticas para resolver las carencias económicas
72.3

Nicaragua 71.3
y la desigualdad. Esto también explica, en parte,
Bolivia 70.3
el carácter neodesarrollista de los liderazgos lati-
Rep. Dominicana 68.6 noamericanos contemporáneos, que tienen en la
Ecuador 68.4 generación de ingresos, a través de la actividad
México 66.8 estatal, uno de sus rasgos más distintivos.
El Salvador 64.1 La relación entre nivel socioeconómico y
Paraguay 63.3
democracia ha sido documentada en nume-
Guatemala 62.8
rosos trabajos desde la ciencia política, que
señalan que la democracia como forma de
Honduras 62.6
gobierno es más viable en sociedades que han
Perú
alcanzado cierto grado de satisfacción de con-
60.1

0 20 40 60 80 100 diciones básicas para sus ciudadanos11. En


Apoyo a la democracia
95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

11 Sobre este tema ver, entre otros el trabajo clásico


de Lipset (1959). También (Hadenius y Teorell 2005 ;
Fuente: Barómetro de las Américas 2010, por LAPOP. Przeworski, et al. 2000).
Carisma, sociedad y política 145

efecto, las personas miembros de sociedades Gráfico 2. Relación entre percepción sobre
con niveles de desarrollo humano más altos el desempeño económico del gobierno, la
satisfacción con la democracia y el apoyo
tienden a estar más seguros de las ventajas de
al régimen político
la democracia que sus pares de sociedades con
mayores necesidades, y esto también se obser-
va en América Latina. 65
Las brechas en el acceso de los ciudadanos
a los beneficios del desarrollo del país también 60

tienen un efecto importante, y estadísticamen- 55

te independiente y significativo, sobre el apoyo

Promedio
a la democracia. Las sociedades con brechas 50

más amplias tienden a mostrar, en promedio, 45

niveles de confianza en la democracia más ba-


jos que las sociedades más igualitarias. 40

Pero la economía es importante no sola- 35

mente cuando se consideran indicadores obje- 1 Nada 2 3 4 5 6


¿Hasta qué punto diría que el gobierno actual combate la pobreza?
7 Mucho

tivos. Las percepciones de los ciudadanos so- Satisfacción con la democracia Apoyo al régmen político

bre el desempeño del gobierno en temas eco-


nómicos, particularmente en la lucha contra la Fuente: Barómetro de las Américas 2010, por LAPOP.
pobreza, tienen un efecto muy claro sobre la
legitimidad del régimen democrático. Tanto la
satisfacción con la democracia como el apoyo
al régimen político están condicionados por la
justo, la confianza en que los derechos de los ciudada-
idea de que el gobierno está siendo efectivo en nos están garantizados, la idea de que se debe apoyar
reducir la pobreza12. el sistema político del país, el orgullo de vivir bajo
dicho sistema político y el respeto que le confieren
las instituciones políticas del país. Este índice ha sido
12 El apoyo al régimen político es un índice com- trabajado por LAPOP como “Índice de apoyo al sis-
puesto por el promedio de los valores de 5 variables: tema” en distintos estudios (Booth y Seligson 2009 ;
la confianza en que los tribunales garantizan un juicio Seligson 1983).
146 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Las variables económicas tienen un efecto la percepción predominante durante el primer


claro sobre la legitimidad misma del régimen semestre de 2010. Al mismo tiempo, los niveles
político, y no sólo sobre la legitimidad del lí- de satisfacción con la vida mostraban una ten-
der y su ejercicio del poder. La economía y dencia positiva.
las percepciones sobre ella, afectan tanto a, El sentimiento de satisfacción es mayor que
lo que en términos weberianos puede deno- a principios de la década del 2000. En 2004,
minarse, la “autoridad carismática” del líder, solamente 37% de los habitantes de la región
como a la “autoridad racional legal”, prove- afirmaban estar muy satisfechos con su vida,
niente de la aplicación de procedimientos mientras que seis años después este porcentaje
institucionales. El “apoyo difuso” al sistema llega a 43%13. Esta tendencia al incremento en
político (Easton 1975 ; Muller, Jukam y Selig- la satisfacción con la vida parece ser general
son 1982) ocurre en situaciones de bajo de- en la región después del momento de inflexión
sarrollo, desigualdad, o cuando los ciudada- que vivió alrededor del año 2000.
nos no sienten que el gobierno esté haciendo Al mismo tiempo, las condiciones econó-
lo suficiente para mejorar sus condiciones micas personales y las del país son evaluadas
de vida. favorablemente. En 2010, 17% de los latinoa-
La percepción actual de los latinoamerica- mericanos creía que la situación económica
nos sobre la economía tiende a ser positiva. de su país era “buena” o “muy buena”, mien-
En general los latinoamericanos ven su vida tras que en 2004 apenas 6% de la población de
con optimismo. Los promedios de satisfacción la región compartía esa opinión. Una cuarta
con la vida son más altos en 2010 que en 2008. parte de la población de la región consideraba
No obstante, en los países centroamericanos en 2010 que su situación económica personal
y México se observa una caída en la satisfac-
ción con la vida durante los últimos dos años,
mientras que los saldos positivos más grandes 13 Este y los siguientes porcentajes fueron calcula-
aparecen en el Cono Sur. dos considerando 11 países de latinoamericanos para
En términos generales, éste es un continente los cuales existe información para 2004 en el banco de
datos de LAPOP. Los países son: México, Guatemala,
optimista que tiende a mirar el mundo a través
Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá,
de un filtro positivo, o al menos ésa parecía ser Colombia, Ecuador, Bolivia y la República Dominicana.
Carisma, sociedad y política 147

era “buena” o “muy buena”, el doble que en cluso en aquellos países con mayor prevalencia
2004, mientras que la proporción de gente que del mercado y más integrados a la economía
siente que su situación es mala también se ha mundial. Se espera que el Estado, y no el sector
reducido a la mitad. privado, asuma la responsabilidad de dinami-
Este optimismo económico juega un papel zar la economía y de distribuir sus beneficios
importante en la fortaleza y popularidad de los entre la población.
líderes regionales, particularmente de aquellos A continuación se presentan los promedios
que enfatizan sus rasgos personales como un nacionales del índice de estatismo para la re-
elemento central de su estilo político. Si esto es gión14. Si bien existen diferencias significativas
así, uno de los desafíos centrales que enfrentan entre los países de la región, los promedios son
estos líderes, y en general las democracias lati- altos en todos los países. El peso de los prome-
noamericanas, es ser capaces dios explicaría en buena medida la presencia
de líderes carismáticos que promueven estrate-
3. La demanda por un Estado activo y con gias neo-desarrollistas con un alto protagonis-
presencia fuerte en la economía es una ex- mo estatal.
plicación fundamental para el surgimiento
de líderes con rasgos populistas y carismáti-
cos impulsores de políticas neo-desarrollis-
tas basadas en la intervención estatal de la
economía. La debilidad institucional expli-
ca en parte la importancia de algunos meca-
nismos para-institucionales, centrados en
la relación directa entre el líder y los grupos
sociales, que representan otra dimensión
central de muchos procesos latinoamerica-
nos contemporáneos. 14 El índice de estatismo está compuesto por prome-
dios en la preferencia de los ciudadanos por un papel
protagónico del Estado en cuatro áreas de la economía:
Para el latinoamericano promedio, el Estado
propiedad de las empresas más importantes, asegurar
juega un papel fundamental en la economía, in- bienestar, crear empleo y reducir desigualdad.
148 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Gráfico 3. Promedios comparados del índice de de América Latina y es consistente con otras
estatismo fuentes de información que muestran la centra-
lidad del Estado para los latinoamericanos. Por
ejemplo, al comparar la respuesta promedio de
Paraguay
la región con los del resto del mundo a la pre-
82.0

Chile 80.1
gunta “Se debería promover la propiedad pri-
Costa Rica 79.4

Uruguay 78.7
vada de las empresas vs. se debería promover
Argentina 77.5
la propiedad estatal de las empresas” los lati-
Rep. Dominicana 76.4 noamericanos se muestran significativamente
Nicaragua 74.5 más favorables a la propiedad estatal15.
Colombia 74.3 En la misma línea, y abordando el tema
Brasil 73.5 desde el estudio de los conflictos sociales
Ecuador 73.0
en la región, el informe sobre conflictividad
Guatemala 71.6
social en América Latina del PNUD, muestra
Panamá
que el Estado es el interlocutor de la gran ma-
71.4

Perú 71.3
yoría de los conflictos sociales de la región
México 71.3

El Salvador 70.8
(Calderón 2011b). Éste es un indicio más de
Bolivia 70.3
la importancia que tiene el Estado para los la-
Honduras 69.6 tinoamericanos.
Venezuela 67.5 Una de las causas para que los latinoame-
0 20 40 60 80
ricanos demanden tanto del Estado –y lo in-
Indice de estatismo

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)


15 Los datos provienen de la Encuesta Mundial de
Valores (World Value Surveys), dirigida desde la uni-
Fuente: Barómetro de las Américas 2010, por LAPOP. versidad de Michigan. Este hallazgo es particularmen-
te relevante si se considera que en la categoría “resto
del mundo” se incluyen tanto países socialistas (como
China) como otros países donde la presencia estatal
Esta preferencia por un rol activo del Estado en la economía históricamente fuerte (como los de
en la economía parece ser un rasgo distintivo Europa oriental).
Carisma, sociedad y política 149

terpelen de manera visible– tiene que ver con favorable para una relación carismática fecun-
las limitaciones propias de los estados de la da, pero limitada, entre líder y sociedad.
región, que deben manejar la creciente com-
plejidad de las sociedades en el marco de la 4. Uno de los rasgos centrales del neodesa-
institucionalidad vigente. Si, como afirma el rrollismo carismático latinoamericano es la
mencionado informe, el Estado es el principal presencia de líderes “fuertes” y visibles, que
productor y receptor de la conflictividad en encarnan las virtudes y los defectos del pue-
América Latina (p. 52) se debe a sus limitacio- blo, y que representan su mandato de mane-
nes a la hora de resolver las demandas de la ra directa. Estos liderazgos suelen tener am-
sociedad, como inclusión e igualdad social. A plio respaldo popular, que también podrían
su vez, si los latinoamericanos esperan tanto generar un potencial autoritario.
del Estado, como sugieren los promedios del
índice de estatismo, es debido precisamente a Se trata de actores que buscan hacer confluir
la debilidad de la misma sociedad y de la eco- eficacia y eficiencia en los procesos y resulta-
nomía para resolver problemas de desarrollo dos para resolver los problemas y los deseos
o democracia. de la gente, y por eso pueden ser denominados
En este contexto adquieren relevancia al- “fuertes”. Aunque apoyan de manera casi uná-
gunos mecanismos para-institucionales como nime la democracia como forma de gobierno,
mediadores entre sociedad y Estado, que con- muchos latinoamericanos están dispuestos a
tribuyen a fortalecer la dimensión personalis- aceptar líderes fuertes, capaces de concentrar
ta de los liderazgos. Ante la debilidad de las poder y de asumir en mano propia la resolución
instituciones, la relación entre Estado y orga- de problemas que las instituciones formales no
nizaciones sociales se mueve entre lo formal parecen ser capaces de solucionar. Si bien no
y lo informal, adoptan rasgos de clientelismo es una condición necesaria, estos liderazgos
y personalismo que inciden en las relaciones fuertes pueden llegar a tener una faceta auto-
cotidianas e impregnan a las instituciones for- ritaria gravitante.
males. Esta institucionalización de la informa- La identificación entre el líder y el pueblo
lidad provocada por fracasadas políticas so- es un elemento central del liderazgo carismá-
cioeconómicas en el pasado, es ampliamente tico populista. Tanto por su origen como por
150 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

la construcción de su imagen y su carrera po- puede entenderse como una respuesta a la


lítica, los líderes suelen ser identificados como frustración colectiva que produce el recono-
un miembro más del colectivo denominado cimiento de que gobernantes y gobernados no
“pueblo”, y por tanto, de la comunidad afectiva son lo mismo. Este desencanto es uno de los
e imaginada del “nosotros”. El líder asume la principales traumas que enfrentan las demo-
representación del pueblo porque es parte de cracias modernas (Rosanvallon 2009).
éste, porque es el pueblo en sí mismo. Lo que Los líderes neodesarrollistas con rasgos ca-
hay, entonces, es una reificación del “pueblo” rismáticos y populistas contemporáneos en la
que se materializa en la imagen del líder. región son, en buena medida, actores mediá-
La percepción de los latinoamericanos sobre ticos exitosos. Saben cómo funciona la expo-
el vínculo que debería tener el presidente con sición de los medios y cómo usarla para enta-
el “pueblo” es contundente. Si bien hay algunas blar un vínculo sustantivo con la población. En
diferencias, en todos los países de la región se efecto, a través de los medios de comunicación
apoya de manera mayoritaria la idea de que “el masiva, y por medio de una presencia constan-
Presidente debe cumplir la voluntad del pueblo te en ellos, los líderes establecen un vínculo
porque éste tiene siempre la razón”16. El líder sólido con la sociedad.
y el pueblo se hacen uno en el mandato que el Los medios de comunicación tienen un lugar
primero está obligado a cumplir sin cuestiona- central en la política contemporánea. En Amé-
miento, pero también a interpretarlo dado el rica Latina, 90% de los ciudadanos consume no-
carácter de sujeto abstracto del segundo. ticias por radio, TV, prensa o internet al menos
Esta identificación carismática entre el líder algunas veces por semana, y dos terceras par-
y el pueblo es tan importante que permite pen- tes lo hace todos los días. Este consumo masi-
sar que la emergencia de los liderazgos caris- vo de noticias ha resultado en una especie de
máticos en las democracias latinoamericanas “mediatización de la política”, en la que los ac-
tores políticos tienen como principal escenario
a los medios. Esta “democracia de lo público”
16 Los promedios nacionales varían entre los 78 pun- (Manin 1992) privilegia el escenario mediático
tos en la escala de o a 100 en El Salvador, a 56 en la
sobre otros estrictamente políticos o represen-
Argentina. Los datos para esta variable provienen del
Barómetro de las Américas de 2008. tativos que podrían resultar más favorables
Carisma, sociedad y política 151

para procesos de deliberación, negociación y circunstanciales, como la sensación de amena-


toma de decisiones. za o el miedo. El miedo principal de los latinoa-
Esto no implica necesariamente que los lí- mericanos en la actualidad tiene que ver con el
deres deban congraciarse con los medios para crimen y la inseguridad ciudadana.
movilizar su base social y para ser ampliamente La inseguridad ciudadana se ha convertido
populares. De hecho, existen liderazgos que se en un factor con efectos significativos sobre
construyen y se hacen populares en oposición las perspectivas de la democracia en la región.
a los medios de comunicación de sus países. Estudios específicos han demostrado que el
Sin embargo, no dejan de ser actores mediáti- crimen y la inseguridad ciudadana erosionan
cos que comprenden la dinámica de los medios la legitimidad de la democracia y afectan ne-
y participan en ellos a partir de su lógica y re- gativamente al capital social (Cruz 2008 ; Pe-
glas particulares. rez 2012).
El gráfico siguiente muestra los resultados
5. La sensación de amenaza en una socie- de un análisis de regresión logística para la pro-
dad puede generar una preferencia entre babilidad de que una persona prefiera un líder
los ciudadanos por gobiernos efectivos, que “de mano dura” frente a uno concertador17.
sean capaces de solucionar los problemas
urgentes de la población aunque esto impli-
que dejar de lado algunos derechos e insti- 17 El gráfico de resultados de la regresión logística
tuciones democráticas básicas. En Améri- ilustra los efectos independientes de las distintas va-
ca Latina, la principal fuente de amenaza riables incorporadas en el modelo sobre la probabili-
percibida por la sociedad es la inseguridad dad de que la persona prefiera un líder de mano dura
frente a uno que busque soluciones con la participa-
ciudadana, que tiene un efecto potencial en
ción de todos. En el gráfico, si la línea que representa
la preferencia por formas de gobierno menos el coeficiente de regresión de cada variable indepen-
concertadoras. diente se cruza con la línea de 0, puede asumirse la
inexistencia de un efecto independiente estadística-
Los ciudadanos demandan y apoyan liderazgos mente significativo; por el contrario, si la totalidad de
la línea del coeficiente está a la derecha de 0, entonces
fuertes por distintas razones, como la historia y
el efecto de la variable es positivo (y negativo si está a
la tradición política de un país, o por elementos la izquierda).
152 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Gráfico 4. Resultados de la regresión logística tuación económica nacional, que tienen efec-
para la preferencia por un “gobierno de mano dura” tos negativos.
Otra variable con efecto significativo sobre
Edad
F=54.551 la preferencia por un gobierno de mano dura
N =28657
es el posicionamiento ideológico de la persona
Se siente muy inseguro
en la escala “izquierda-derecha”. Una vez que
Victimización por crimen se controla por los efectos de otras variables,
Quintiles de riqueza
las personas en los extremos izquierdo y dere-
cho se muestran más cercanas a un gobierno
Usa internet a diario o casi a diario
de mano dura que las personas que se ubican
Nivel educativo al centro. Esta preferencia es aún más eleva-
da entre quienes se identifican con el extremo
Mujer
derecho. El punto de la escala de posiciona-
Apoyo a la democracia miento ideológico en el que la probabilidad de
Percepción sit. eco. nacional
preferir un gobierno de mano dura es más baja
-0.30 -0.20 -0.10 0.00 0.10 está en la centroizquierda18.
95% Intervalo de confianza

Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP.


18 Si bien esta relación es clara en términos estadís-
ticos, es importante considerar que, particularmente
Tanto la sensación de inseguridad como la vic- en los países de América Central, la idea de la “mano
dura” ha sido empleada frecuentemente como parte
timización por crimen tienen un efecto inde-
de la plataforma electoral de candidatos de derecha
pendiente sobre la preferencia por un gobierno o centro derecha que apuntaban precisamente a la
de “mano dura”. Además de estas variables, delincuencia y la inseguridad como los problemas
otros factores cuyo efecto sobre la preferencia prioritarios. De tal manera que la preferencia por un
por un gobierno de mano dura es significativo gobierno de “mano dura” no necesariamente hace
referencia a la preferencia por formas de gobierno
son: edad, que tiene un efecto positivo; y el uso autoritarias, sino posiblemente por un proyecto polí-
de internet, el nivel educativo, el ser mujer, el tico centrado en la recuperación del orden y el impe-
apoyo a la democracia y la percepción de la si- rio de la ley.
Carisma, sociedad y política 153

El hecho de los jóvenes tiendan a ser menos Las tecnologías de la comunicación crean es-
propensos a preferir un gobierno duro es de pacios en los cuales los ciudadanos se relacio-
gran relevancia a la hora de reflexionar sobre nan y generan vínculos sociales y dinámicas
la sociedad latinoamericana y sus perspectivas políticas, conocidos como “tecnosociabilidad”
futuras. Algo similar sucede con las mujeres, (Castells 2001 ; PNUD 2010). El uso intensivo
que también se muestran menos dispuestas a de las tecnologías de la información y la comu-
preferir este tipo de gobierno. Las personas nicación, sobre todo de internet y la telefonía
más educadas tienden a preferir gobiernos celular, ha creado nuevos patrones de socia-
concertadores, así como las personas más sa- bilidad y politicidad en América Latina, en los
tisfechas con la situación económica nacional cuales los jóvenes tienen una preponderancia
y quienes apoyan de forma más explícita a la clara (Calderón 2011a ; Moreno 2012).
democracia. La relación de estas opiniones con A inicios de la segunda década del siglo XXI,
la edad, el sexo y el nivel educativo, es funda- la cobertura de la telefonía celular llega a la
mental para pensar en el surgimiento de una mayoría de los habitantes de la región. Por
nueva politicidad en la región, lo cual nos lleva ejemplo, en Argentina ya en 2008 había más
a la última hipótesis. líneas de teléfonos celulares que habitantes
(Fundación Telefónica 2009), y una relación
6. Se advierte la aparición de, lo que se po- de 9 líneas por cada 10 personas no es inusual
dría denominar una “nueva politicidad”, en la región.
definida por una ciudadanía más autóno- En términos de uso de internet, alrededor
ma, que rechaza la política tradicional, de 28% de los latinoamericanos se conecta
capaz de actuar con poca intermediación de manera diaria o casi diaria. Sin embargo,
política y concentrada en temas, a menudo, más de la mitad de la población de la región
vinculados con el bien común. Este nuevo no usa nunca la web. Sumados a quienes la
sentido de lo político es común entre jóve- usan rara vez representan dos terceras par-
nes de clases medias urbanas, con niveles de tes de la población. El acceso a las tecnolo-
educación relativamente altos, y se realiza gías de la información no es homogéneo. Paí-
en red gracias a las nuevas tecnologías, par- ses con mayor nivel de desarrollo humano
ticularmente del internet. tienen una mayor proporción de usuarios de
154 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

internet que los menos desarrollados, aun- los ciudadanos. Estas concentraciones fueron
que ésta no es la regla para la disponibilidad informadas a través de Facebook, Twitter, y
de teléfonos celulares en el hogar. De igual mensajes de texto.
forma, si bien en la región se advierte un au- Los vínculos y las relaciones de las redes
mento generalizado de usuarios de internet sociales ya no se remiten a lo virtual, sino que
y de telefonía celular, existen diferencias im- tienen consecuencias en otros ámbitos más
portantes entre los países con relación a la concretos, como la movilización social o la
tasa de crecimiento de la población usuaria generación y consolidación de nuevos lideraz-
de estos recursos. gos. Por tal motivo, la importancia de la inno-
A nivel individual, la edad es un factor de- vación tecnológica no pasa desapercibida para
cisivo para el uso de las TIC, particularmente muchos de los nuevos líderes de la región, que
de internet; los jóvenes tienden a ser usuarios buscan generar políticas que aprovechen los
mucho más frecuentes de la red. Otros fac- desarrollos tecnológicos para la superación de
tores importantes para este uso son el nivel las condiciones de desigualdad y exclusión so-
económico y educativo de las personas. Exis- cial. Este es un indicio de una nueva politicidad
te una brecha en el acceso a estas tecnolo- que no está restringida en la sociedad, sino que
gías entre las áreas urbanas y las áreas rura- se manifiesta y se entiende desde las nuevas
les, que muestran condiciones desventajosas élites políticas. Esto implica una ruptura con
frente a las ciudades. las generaciones anteriores y abre posibilida-
La membresía en la sociedad de la infor- des para una democracia más sustantiva, en
mación (Castells), o la participación activa la que la sociedad comunicada tiene un papel
en los espacios de tecnosociabilidad, mues- protagónico.
tra consecuencias relevantes en la forma en En términos de sus efectos, el uso frecuen-
que los ciudadanos participan en política, así te de TIC se asocia estadísticamente con una
como sobre algunas actitudes y valores políti- mayor participación política de los ciudadanos
cos. Por ejemplo, las masivas demostraciones por medio de canales formales e informales.
públicas durante el conflicto de la educación Una vez que se controla estadísticamente por
en Chile de 2011 pusieron de manifiesto la ca- otros factores, un uso activo de internet se vin-
pacidad de las redes sociales para movilizar a cula con una mayor participación en protestas
Carisma, sociedad y política 155

y manifestaciones y con una menor participa- tóricas que vivió la región durante las últimas
ción electoral. décadas. La tradición histórica de líderes con
Asimismo, el uso frecuente de internet tie- personalidades fuertes para la política en su
ne un efecto positivo sobre las actitudes de los tiempo es sin duda un antecedente relevante,
ciudadanos hacia otros miembros de la socie- pero existen otros de índole más estructural
dad. La participación en la sociedad de la infor- que son necesarios para la emergencia de estos
mación resulta en una mayor tolerancia a las liderazgos en la región.
minorías. En este sentido, la tecnosociabilidad Las reformas estructurales de los 90 y
parece estar cumpliendo un papel similar al de sus consecuencias sentaron las bases para
la educación, ya que expone a las personas a que se genere una demanda fuerte por un
la diversidad e incrementa su aceptación de lo rol activo del estado en la solución de los
diferente19. problemas de pobreza y desigualdad que si-
guen siendo tan evidentes en el continente
latinoamericano. Este es el primer elemento
3. Los desafíos futuros histórico que condiciona la emergencia de
los liderazgos que consideramos aquí, y que
Los liderazgos carismáticos que se expanden puede entenderse como la necesidad de un
de manera democrática en el escenario políti- estado reparador de las ausencias, vacíos y
co de los países latinoamericanos en la primera traumas colectivos profundizados durante
década del siglo XXI resultan de una intersec- dos décadas de reforma y minimización es-
ción múltiple de procesos y condiciones his- tatal. Esta sería una de las causas que expli-
carían el componente “neodesarrollista” del
liderazgo en cuestión.
19 Ésta es una tendencia, una relación de tipo estadís-
tico que no implica que, necesariamente, una persona El segundo elemento que explicaría la fuer-
conectada desde un computador sea per se más tole- za de los liderazgos contemporáneos en Amé-
rante y tenga una vocación de participación más alta. rica Latina es la legitimidad de los regímenes
Lo que este hallazgo muestra es que, una vez controlado democráticos como única forma posible de
el efecto de otros factores, los ciudadanos miembros de
llegar al poder luego de la transición del auto-
la sociedad de la información tienen estos rasgos más
acentuados que otros ciudadanos latinoamericanos. ritarismo a la democracia. Esta consolidación
156 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

del régimen democrático, tanto en términos un vínculo afectivo entre el líder carismático
de su funcionamiento institucional como en y la sociedad.
la cultura política de los latinoamericanos, Es importante resaltar que el tipo de “lide-
resultó definitiva para circunscribir los meca- razgo carismático neodesarrollista democráti-
nismos y el campo de acción de los líderes a la co” que se describe aquí en términos concep-
arena electoral. tuales es solamente eso, un tipo ideal inspira-
Pero además, es relevante que el tipo de do en Weber. Un constructo analítico que bus-
gobierno democrático universalmente adop- ca entender mejor la relación entre la sociedad
tado en la región sea el presidencialista, que y política. Por lo tanto, es muy posible que a
favorece desde las bases institucionales un go- la hora de clasificar a los líderes latinoamerica-
bierno “personalista”. Bajo el presidencialismo nos dentro de esta casilla, el lector informado
latinoamericano, la identificación de “pueblo” no encuentre un líder que pueda considerarse
y “líder” se hace más fluida y directa. Esta ca- un ejemplo perfecto y que reúna todas las ca-
racterística institucional genera una coinciden- racterísticas. De todas formas, podrá encontrar
cia entre el carácter personal del carisma y el en buena parte de los liderazgos actuales algu-
carácter formal de la institución. nos de los rasgos descritos en este libro.
Por último, las condiciones de bonanza En este sentido, parece importante conside-
económica que vive la región y que resultan rar algunos desafíos que los liderazgos caris-
principalmente de un auge en la exportación máticos democráticos enfrentan en América
de materias primas es otro elemento que ayu- Latina. Uno de ellos tiene que ver con la vigen-
da a explicar la consolidación de estos lide- cia y el fortalecimiento de las instituciones de-
razgos, en tanto posibilita la inversión y redis- mocráticas; y es que todos ellos llegan al poder
tribución de riqueza desde el estado, las que a por medio de elecciones reconocidas como
su vez son básicas para el vínculo carismático limpias y legítimas, por medio de las reglas del
entre líderes y sociedad. Sin estas condiciones juego democrático. Sin embargo, el hecho mis-
económicas favorables hubiera sido muy difí- mo de que la política se base en la personali-
cil, no imposible, plantear un retorno sosteni- dad del líder, en su carisma, hace que algunas
ble del Estado como actor central en la econo- instituciones que son importantes en el marco
mía y también difícil la capacidad de sostener democrático en tanto garantizan los contrape-
Carisma, sociedad y política 157

sos necesarios, puedan pasar a segundo plano comportamiento de la economía internacional


y pierdan relevancia ante esta dimensión per- situación que posiblemente se dará, si no por el
sonalista de la política. Un peso excesivo en contrario, saber si una cultura de innovación,
la dimensión carismática de la política podría austeridad y previsión ya estan instalada en la
afectar negativamente a las mismas institu- región.
ciones que originalmente hicieron posible el Finalmente, la emergencia nuevas formas
ascenso al poder de los nuevos líderes latinoa- de sociabilidad y politicidad, posibilitada por
mericanos, con su efecto renovador sobre los el uso creciente de las tecnologías de la comu-
sistemas políticos de la región. En este sentido, nicación y la información, presenta un desafío
el éxito de políticas neo-desarrollistas en el lar- de magnitud para estos liderazgos en tanto in-
go plazo, estarían asociadas con las capacida- corpora actores nuevos, con demandas parti-
des de una construcción e innovación institu- culares, y con un nuevo sentido de la política
cional (y económica) sostenible en el tiempo a la dinámica nacional. Los jóvenes de clases
que vayan más allá de la presencia misma de medias urbanas en América Latina han estado
los líderes que las provocaron. La cuestión de dando señales claras de un mayor involucra-
la sucesión y la sostenibilidad son temas claves miento político a partir de compromisos y de
al respecto. sistemas de valores fuertemente arraigados.
El segundo desafío tiene que ver con la de- Esta nueva politicidad trae consigo preguntas
pendencia del estilo de hacer política de los sobre el medio ambiente, sobre la igualdad de
liderazgos carismáticos neo-desarrollistas en género, sobre la participación de los jóvenes,
relación a los recursos económicos disponibles sobre la educación y sobre nuevas formas de
en las arcas estatales. Políticas redistributivas, hacer política.
superación de las brechas en salud y educación, En gran medida los temas y desafíos plan-
e inversión estatal productiva dependen todas teados a lo largo del texto cobran sentido por
de la salud de las finanzas públicas y éstas, a la presencia de líderes y autoridades nacio-
su vez, dependen en buena medida de la diná- nales y regionales que aplican, crean y hacen
mica económica internacional. La pregunta no viables las políticas neo-desarrollistas, u otras,
parece ser si es que los ingresos de los estados tratadas en este ensayo. Tema tratado en el
van a sufrir a consecuencia de cambios en el próximo volumen de esta serie.
158 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

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Los líderes y la sociedad
frente al espejo*
Fernando Calderón G., Caterina Colombo y Daniel Moreno

1. Introducción nacionales e influye en la conformación de las


demandas de liderazgo. La oferta de determi-
El presente ensayo trata sobre la relación entre
nados líderes políticos no sólo responde a las
la sociedad y los líderes en América Latina. Se
necesidades políticas de una sociedad en par-
parte del supuesto que la demanda por determi-
ticular sino también a las características de
nado tipo de líderes proviene de las condicio-
la crisis y el cambio global en curso, que son
nes, subjetivas y objetivas, de la economía y la
particularmente visibles en los numerosos es-
sociedad, así como de sus experiencias recien-
pacios de comunicación de la sociedad de la
tes y valoraciones pasadas. Pero también los
información y el conocimiento.
líderes al interpelar a sus sociedades les plan-
¿Cuando el peso de los lideres, como los
tean metas y desafíos. Se considera, además,
que se los entrevista aquí, es significativamen-
que estos fenómenos estructurales y cotidianos
te importante? Una primera respuesta hipoté-
han adquirido un carácter cada vez más global,
tica sería cuando se viven momentos de crisis,
sobre todo aquellos vinculados a la industria
cuando los pisos institucionales son relativa-
cultural y las tecnologías de comunicación.
mente débiles, la integración nacional insufi-
Se estaría conformado un espacio público
ciente y el tejido social está resquebrajado. En
global que conecta a las diferentes sociedades
esos momentos el peso y la demanda de líde-
res tiende a ser mayor. Tal sería la situación
* Este trabajo fue escrito junto a Daniel Moreno con
la colaboración de Caterina Colombo y fue publicado de la mayoría de los países latinoamericanos,
originalmente en Huellas del futuro: contrapunto de cuyos liderazgos políticos frecuentemente ha
voces sobre la realidad política latinoamericana, 2013 sido y son de gran relevancia en la conforma-
(Buenos Aires: Siglo XXI). ción de sus sociedades.
162 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Como se analizó en el Cuaderno 3 de la pre- del conocimiento y la tecno-economía de la


sente colección del PAPEP, luego del relativo información. En este contexto, la situación y
fracaso de las reformas estructurales, del Es- las acciones que impulsan los nuevos líderes,
tado mínimo y de gobiernos neoliberales, se en su diversidad sociocultural y política, son
ha vivido un momento de “inflexión histórica” fundamentales para el desarrollo. Por esto, las
que produjo diversas orientaciones políticas. visiones y los roles de un nuevo tipo de líderes
Inflexión que ha generado particularmente una políticos, son de la mayor relevancia para el
demanda social de retorno del Estado –como futuro latinoamericano.
centro del desarrollo y la política– en casi toda El enfoque de este estudio plantea, además,
la región y con ello la instalación, en buena par- que en América Latina la práctica de los lideres
te de los países, en el poder político de líderes oscila entre una cierta cultura política del lide-
con rasgos carismáticos, que impulsan políti- razgo carismático y, y una cultura instituciona-
cas neodesarrollistas y actúan en contextos lista. Los lideres actúan sobre la base de sus
democráticos. Si se agregan las condiciones conocimientos, iniciativas y de sus ideologías,
económicas internacionales relativamente fa- aunque estén condicionados estructuralmente.
vorables, sobre todo para Sudamérica, parecie- De allí que para entender los líderes “promoto-
ra haberse iniciado un nuevo ciclo histórico, y res y gestores” como aquí se han denominado a
quizás de desarrollo que descansa parcialmen- los lideres estudiados en este volumen, sea im-
te en estos líderes, pero también en la consoli- portante considerar, al menos, algunas referen-
dación de una democracia electoral que hasta cias básicas sobre sus visiones y orientaciones
el momento tiende a reforzar su legitimidad y políticos en relación a los problemas y las op-
la de las fuerzas políticas que los acompañan. ciones que sus sociedades están enfrentando.
La posibilidad de este neodesarrollismo estaría Bajo este marco, el estudio se plantea por
en el centro del juego político en la región. una parte, interrogantes sobre las capacidades
Desde una perspectiva de mediano plazo, de innovación y profundización de la política y
la sostenibilidad y dirección de tales proce- el desarrollo por parte de estos nuevos líderes
sos estarían fuertemente asociados con los latinoamericanos, su búsqueda de horizontes
cambios recientes de las sociedades latinoa- posibles y su capacidad de transformación ha-
mericanas y sus vinculaciones con la sociedad cia una democracia pluralista y de un desarro-
Los líderes y sociedad frente al espejo 163

llo humano innovador e integrador. Y por otra de encuestas de opinión pública, se describen
parte, caracterizar las condiciones y demandas los principales hallazgos, así como las coinci-
de de la sociedad hacia estos líderes. dencias y los disensos con las entrevistas en
Con respecto a la metodología, la investiga- profundidad. Se busca identificar las condi-
ción se basa en entrevistas en profundidad y ciones sociales de demanda de liderazgos y de
una encuesta, realizadas a 27 líderes latinoame- estilos de hacer política. Por último, a modo
ricanos, que ocupan un papel sobresaliente en de conclusión, se presentan reflexiones sobre
sus respectivos países. Desde luego que no han los principales puntos de encuentro, de desen-
sido incluidos todos los líderes representativos cuentro y sobre los desafíos pendientes para la
de la región; sin embargo, los consultados en- dirigencia política de la región.
tregan valiosos testimonios sobre la actualidad
latinoamericana. También se utilizaron datos del
Barómetro de las Américas de LAPOP para 2010 2. Las voces de los líderes
y 2012, cuyas variables fueron cruzadas para in-
cluir una evaluación comparativa sobre las de- En esta primera sección se busca analizar la ca-
mandas y condiciones sociales de liderazgo en pacidad reflexiva y de anticipación de una eli-
la región. De igual modo, se realizó una amplia te política latinoamericana que emergió como
revisión bibliográfica sobre los temas de estudio. respuesta a los límites, o fracasos, de las po-
Este apartado, introductorio a las entrevis- líticas de reformas estructurales aplicadas en
tas, se divide en tres secciones. En la primera las décadas de 1980 y 1990 y de las diferentes
se analiza una serie de entrevistas realizadas a experiencias sociopolíticas vividas en los últi-
líderes de la región. Se indaga sobre su capaci- mos años.
dad política, sus orientaciones de innovación Sobre la base de una plataforma común de
productiva y tecnológica y transformación so- resultados socio-históricos específicos, las eli-
ciocultural. Es decir, si son portadores de una tes entrevistadas para el presente estudio re-
nueva praxis política, que produzca resultados flexionan sobre el papel de la política frente al
y haga sostenible los cambios en curso o in- desarrollo, la innovación productiva, la equidad
cluso promuevan un nuevo paradigma políti- y el medio ambiente. Asocian tales temas con
co. En la segunda sección se presentan datos el papel y la participación política de las muje-
164 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

res y de los jóvenes, actores estratégicos en el términos de equidad y crecimiento econó-


cambio político cultural en la región, y sobre mico como la inserción pasiva y dependien-
los procesos de integración latinoamericana en te en la tecno economía de la información
un mundo en crisis y de cambio en los mapas y de la sociedad de conocimiento, constitu-
globales de poder. Desde el punto de vista del yen un hecho generalizado que explica en
análisis se indaga sobre las capacidades políti- buena medida los cambios políticos opera-
cas de un grupo significativo de líderes políticos dos en el continente1.
regionales y que, en buena medida reflejan, tan- –– Las crisis generalizada de los sistemas de
to el pluralismo constitutivo de la democracia representación política, particularmente
en la región como las circunstancias nacionales de los partidos políticos, debido a la com-
o subregionales en las cuales son protagonistas. plejización de las sociedades y expansión
de mediatización de la política asociadas a
2.1. Una plataforma común las tecnologías de información y comunica-
ción (Castells, 2010) que conviven, paradó-
A pesar de las diferencias de los diversos pro- jicamente con una amplia valorización de
cesos nacionales, como se advierte en el Vol. 3 la democracia como forma de vida y con la
Cuaderno de Prospectiva Política y en variados consolidación de la democracia electoral.
estudios políticos sobre la región, es posible Así por ejemplo, el Informe Latinobaróme-
detectar una plataforma común que no se re- tro 2010 muestra que entre 2001 y 2010 la
fiere estrictamente a una agregación de temas proporción de latinoamericanos que con-
o casos nacionales sino a un conjunto de pro- sidera que “La democracia es preferible a
blemas, intersecciones y desafíos sociológicos
comunes que experimentan las sociedades la-
tinoamericanas, desde los cuales reflexionan 1 Esto se ve reflejado en los hallazgos presentados en
los lideres entrevistados. Entre los rasgos que el Cuadro Reformas y realidades, incluido en el informe
sobresalen, cabe mencionar los siguientes: La Democracia en América Latina: hacia una democra-
cia de ciudadanas y ciudadanos (PNUD, 2004), P. 40 y
también en Calderón, F. (2003), Comp. ¿Es sostenible
–– El fin del ciclo de las reformas estructurales
la globalización en América Latina? Debates con Ma-
y los resultados, por lo general negativos en nuel Castells.
Los líderes y sociedad frente al espejo 165

cualquier otra forma de gobierno” ha pasa- ron y organizaron el liderazgo estudiado. No


do de 48 a 61%. es ajeno a esta expansión la emergencia de
–– La recurrencia de condiciones económicas un comportamiento ciudadano, sobre todo
favorables para buena parte de los países en los sectores medios, más activo y mas au-
latinoamericanos, vinculadas a un nuevo ci- tónomo que en décadas pasadas3.
clo creciente de exportaciones de materias –– El papel y el nuevo status político de los jó-
primas y recursos naturales constituye otro venes y las mujeres. En el estudio sobre las
ingrediente fundamental de esta plataforma protestas sociales4 y en el Informe de De-
de acción política. Como muestran los datos sarrollo Humano para MERCOSUR, sobre-
de CEPAL, América Latina ha crecido entre salen el peso de dichos actores en la vida
2004 y 2011, excepto en 2009, más de 4% en democrática de las sociedades y como tien-
términos reales2. den a desplazarse hacia las redes de infor-
–– El surgimiento y la expansión de un nuevo ci- mación y comunicación. Las redes cobran
clo de conflictos socioculturales e institucio- cada vez más preponderancia como el espa-
nales como de nuevos actores y movimien- cio donde los movimientos sociales actúan
tos referidos al reconocimiento cultural y la y discuten sus demandas y comparten expe-
dignidad de importantes grupos de pueblos riencias y contactos. El ámbito de acción de
originarios, afro descendientes entre otros, estas redes es lo social o cultural, antes que
de cambios en las relaciones de género, am- lo estatal. Los movimientos por la dignidad
bientalistas, empresariales y una multipli- a escala global, las demandas democráticas
cidad de actores circunstanciales que con- de los jóvenes árabes y las formas de comu-
juntamente con importantes demandas por
trabajo, calidad de vida y seguridad humana
3 Para mayor detalle véanse los Vols. 1, 2 y 3de los
de importante actores sindicales y de la opi- Cuadernos de Gobernabilidad Democrática (PNUD
nión pública, en buena medida condiciona- 2008 y 2009). Y muy especialmente el Volumen 1 Cua-
derno de Prospectiva política sobre Las protestas so-
ciales en Latinoamérica.
2 Datos obtenidos en CEPALSTAT http://websie. 4 Para mayor detalle véase los Vols. 1 y 4 de los Cua-
eclac.cl/sisgen/ConsultaIntegradaFlashProc.asp dernos de Gobernabilidad Democrática (PNUD 2009).
166 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

nicación de los estudiantes chilenos, son al- constituye otro factor fundamental de
gunos ingredientes de esta forma diferente esta plataforma. La valorización y el ma-
de hacer política. nejo de la gestión de economía, la esta-
–– En este ámbito, las mujeres jóvenes ten- bilidad y las cuentas fiscales empieza se
drían, según el estudio, sobre el desarrollo un importante indicador de cambio en la
humano mencionado, relativamente mayor cultura económica de los líderes políticos
capacidad de agencia que sus coetáneos latinoamericanos5.
varones. No obstante, cierto distanciamien- –– El surgimiento de nuevas orientaciones
to y apatía con respecto a la política y su políticas e ideológicas referidas a Moder-
capacidad de transformación también se nización conservadora, Reformismo prác-
observa entre los jóvenes. De esta mane- tico, Nacional popular y Neo-desarrollis-
ra, estaría emergiendo una nueva forma, mo indigenista6, constituye una referencia
no sólo de hacer política sino también de
comunicación que busca un nuevo sentido
5 El Vol. 2 de los Cuadernos de Gobernabilidad De-
en la política a partir sobre todo de valores
mocrática analiza en detalle el desarrollo de estas ca-
culturales. La dignidad personal y colectiva pacidades políticas surgidas en el marco de la crisis
es la principal demanda. global.
–– El retorno del Estado, en muchos casos, 6 En términos generales, estas son las principales
como actor fundamental en el desarrollo y características de las orientaciones políticas: i) Mo-
la democracia en la región, se vincula con el dernización conservadora: modernización del sistema
de partidos, retorno y reforzamiento de la autoridad,
fortalecimiento generalizado de regímenes reforma institucional para vincular actores y sistemas,
presidencialistas. Este retorno ha sido un relegitimación de la autoridad sobre la base de valores
factor concomitante a la formación y expan- indiscutibles y compartidos, orden moral asociado a
sión de los líderes estudiados. la expansión del mercado y asociación ideológica con
los Estados Unidos; ii) Reformismo práctico: renova-
–– El fortalecimiento de las capacidades po- ción y recreación del sistema de partidos, orden laico,
líticas y estatales para gestionar la crisis construcción de alianzas, búsqueda por el Estado de
económica global más allá de las orienta- una gestión institucional que combine crecimiento eco-
ciones políticas específicas de cada país, nómico con políticas de inclusión, sistema de partidos
moderno y relación pragmática con los Estados Uni-
Los líderes y sociedad frente al espejo 167

interesante para comprender el espacio mente, del movimiento estudiantil de Chi-


político plural donde se mueven estos nue- le y del movimiento ciudadano #yosoy132
vos liderazgos. Estas orientaciones no son de México.
ni excluyentes ni cerradas, son dinámicas –– La opción neo desarrollista se relaciona
y buena parte de los países y gobiernos con la presencia de líderes carismáticos
de la región combina elementos de una o democráticos con rasgos populistas, pero
más. Además las predominancias políticas también pueden observarse tal liderazgos
pueden cambiar en los distintos países. en algunos casos de la modernización con-
En efecto, hoy en día se observa que las servadora. La ecuación política es diversa.
orientaciones Nacionales populares y el Países como Bolivia, Venezuela Ecuador, y
Reformismo práctico han ganado peso y Nicaragua están bajo la orientación Nacio-
entre ellas se ha fortalecido una estrategia nal popular con un estilo más bien confron-
neo-desarrollista. Por otro lado, han apa- tativo, mientras que en Uruguay, Costa Rica
recido nuevas corrientes, centradas en la y Brasil predomina un reformismo práctico,
calidad de vida, la cultura y nuevas formas proclive a las negociaciones. Argentina se
de hacer política. Tal es el caso, principal- encontraría en una situación intermedia.
Pero en todos ellos tiende a expandirse un
nuevo desarrollismo estatal y nuevas matri-
dos. iii) Nacionalismo popular: búsqueda de hegemo- ces de fuerzas políticas. Además lo hacen
nía política, papel central del Estado en la organización en los marcos de una vocación latinoame-
del desarrollo y la democracia, movilización de masas, ricanista. Varias de estas opciones son ana-
liderazgo carismático legitimado por la democracia,
primacía de la redistribución por sobre la producción
lizadas con detalle en el Cuaderno 3 de la
y antiimperialismo. iv) Indigenismo neodesarrollista: presente colección.
participación política ampliada y democracia delibera-
tiva, movimientos sociales e indígenas fuertes, Estado Un hecho novedoso es que el modelo neo-desa-
que negocia con las empresas transnacionales y busca rrollista, que se destaca en el presente ensayo,
inclusión; orden igualitario y antiimperialismo modera-
do. Para mayor detalle sobre estas orientaciones políti-
está siendo aplicado precisamente por líderes
cas véase el Vol. 2 de los Cuadernos de Gobernabilidad como los que se entrevistan aquí. Se trata de
Democrática (PNUD, 2009). “líderes políticos promotores” y gestores de
168 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

proyectos políticos en curso7. Promueven pro- cos, son los promotores del neo desarrollismo.
yectos y estructuran roles conectores entre el No obstante, con ellos coexisten, por un
Estado, la economía y la sociedad que más allá lado, líderes con similares rasgos de promoción
de tratar de aplicar las políticas y tener los atri- pero identificados con otras orientaciones po-
butos característicos de dicho “modelo”, tienen líticas de diverso tipo, como de la orientación
una serie de rasgos sociológicos más o menos “modernización-conservadora”. Pero también,
comunes: han reemplazado a los denominados por nuevos líderes jóvenes innovadores, que
tecnócratas, que estuvieron a cargo de las re- buscan un nuevo sentido a la política e inten-
formas estructurales; privilegian la política por tan redefinir el campo del desarrollo desde la
sobre la economía; buscan tener mayor capa- crítica al poder. Varios de estos jóvenes si bien
cidad de agencia; poseen mayor sensibilidad militan en fuerzas políticas en curso, en su gran
frente a temas relativos a la multiculturalidad mayoría aspiran una renovación cultural.
y la inclusión social; muchos provienen de par- Las diferencias subregionales, como se verá
tidos, movimientos sociales y ONG de corte a continuación, constituyen otro factor impor-
popular; tienen experiencia en la gestión de tante a la hora de valorar estos lideratos. Los
conflictos y promueven la participación social. entrevistados de México y Centro América,
Estos líderes son los promotores que ejecutan por su vinculación con EE.UU., por el impacto
la agencia de los líderes históricos carismáti- que tuvo la crisis y el incremento de la violen-
cia asociado con el narcotráfico, el tráfico de
armas y el consumo, tienen una reflexión más
7 Bobbio señala que los líderes promotores crean tan- cortoplacista y práctica que sus pares suda-
to su papel como el contexto que lo realizan. Este tipo mericanos. Estos, por mejores condiciones
de líder logra dar consistencia a sus iniciativas y man-
económicas y por una mayor apertura en sus
tiene una posición de liderazgo en la institución que ha
promovido. Para Bobbio los líderes son: quienes dentro relaciones comerciales y políticas internacio-
de un grupo detentan tal posición de poder que influ- nales pueden tener mayor flexibilidad analítica
ye en forma determinante en las decisiones de carác- y planteamientos de más largo plazo.
ter estratégico. Poder que se ejerce activamente y que En síntesis, la pregunta central a la que se
encuentra una legitimación en correspondencia con las
intenta dar respuesta a través de estas entre-
expectativas del grupo. Bobbio, N. (1986), Diccionario
de Política. Siglo XXI: Editores México, pp. 946 y 949. vistas en profundidad, se refiere a las capaci-
Los líderes y sociedad frente al espejo 169

dades y disposiciones de estas elites políticas Desarrollo Humano para Mercosur, los ensayos
para enfrentar la creciente complejización de sobre movimientos sociales del PAPEP y el es-
las sociedades latinoamericanas y los impactos tudio sobre los conflictos sociales ya citado. En
de la crisis y el cambio global. este ámbito se destaca la mayor participación
Sobre la base de estos antecedentes se han creativa de la mujer en la política8, su capacidad
analizado con especial atención las reflexiones de agencia ciudadana y el creciente peso en el
y disposiciones de los líderes entrevistados imaginario político regional de los jóvenes y de
con relación a: la valoración de la política para la denominada generación de la “tecno sociabili-
enfrentar problemas complejos en una lógica dad”. Esta busca lograr una asociación práctica
de pluralismo democrático; su opinión sobre la entre innovación “tecno económica” e inclusión
presencia de un pensamiento estratégico para social. Los jóvenes valoran la construcción de
enfrentar, por una parte, problemas asociados diálogos que se traduzcan en acuerdos concre-
a la innovación productiva, la equidad y el de- tos en función del trabajo, el medio ambiente y
terioro del medio ambiente, y por otra, para la revitalización de espacios públicos. De igual
la ampliación y el reconocimiento de actores forma, se encontró en ellos una vocación que
estratégicos para renovar la política y el desa- combina preocupaciones globales y cambios lo-
rrollo, las mujeres y los jóvenes, como sugieren cales. En términos políticos, buscan acuerdos de
diversos estudios realizados por el PNUD. convivencia intergeneracionales y el desarrollo
Por último, se ha indagado las opiniones de una agencia que promueva una mayor equi-
vertidas sobre el estado actual de la integra- dad ciudadana9. Por consiguiente, el peso de los
ción latinoamericana, el rol del Brasil como jóvenes es un tema fundamental para la política
líder regional y cómo visualizan el futuro de actual. Por tal motivo, se incluyó a algunos líde-
América Latina. res jóvenes entre los líderes entrevistados. Este
La selección de los líderes entrevistados bus- es un tema que se tendría que investigar más.
có ser políticamente pluralista y se realizó sobre
la base de consultas a expertos de los diferentes
8 Véase el Vol. 4 de los Cuadernos de Gobernabilidad
países de la región. En particular, se dio una cier- Democrática (PNUD, 2010).
ta preponderancia a las mujeres en función de
9 En efecto, de los 27 entrevistados, 21 son mujeres,
los hallazgos encontrados en los Informes sobre y 3 son menores de 30 años.
170 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Pregunta Categoría
3 2 1 0
Capacidad de la política como mecanismo de Mucha Algo de Poca Nada de
solución de problemas complejos capacidad capacidad capacidad capacidad
Presencia de un pensamiento estratégico para Muy presente Algo presente Poco presente Nada presente
avanzar en equidad e innovación
Avances en la sostenibilidad ambiental Mucho avance Algún avance Poco avance Ningún avance
Avances en materia de participación femenina Mucho avance Algún avance Poco avance Ningún avance
Rol de los jóvenes en el actual proceso y en la Muy Algo Poco Nada
política importante importante importante importante
Evaluación del estado actual de la integración Muy bueno Bueno Regular Malo
regional
Evaluación del rol de Brasil como líder de la región Muy bueno Bueno Regular Malo

Se entrevistaron 27 líderes –en el marco del respuestas obtenidas por medio de una tipolo-
PAPEP– en Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, gía cualitativa con cuatro categorías ordinales
Costa Rica, Ecuador, Guatemala, El Salvador, que van desde 3 hasta 0. Donde 3 representa la
México, Perú y Uruguay entre fines de 2011 y opinión más favorable o más positiva y 0 la opi-
principios de 2012. No están todos los líderes nión menos favorable o menos positiva11. Esta
que se hubiese deseado entrevistar, pero los tipología permite reflexionar sobre las respues-
consultados marcan importantes representa- tas entregadas y ubicarlas en un contexto socio
ciones y orientaciones políticas en la región.10 histórico y analítico más amplio.
Con el objeto facilitar el análisis, e identificar Asimismo, en los casos en que fue posible
los principales consensos y diferencias entre las respuestas fueron agrupadas de acuerdo
los líderes consultados, se sistematizaron las con la orientación política de los entrevistados.

10 Para mayor detalle sobre la metodología de las en-


trevistas, véase el Capítulo 3 del Vol. 2 de los Cuadernos 11 En el anexo se presenta la tabla con el detalle de la
de Gobernabilidad (PNUD, 2008). clasificación cualitativa para cada entrevistado.
Los líderes y sociedad frente al espejo 171

Por último, cabe señalar que a lo largo del lítica sea la protagonista, por encima de la
análisis y a titulo de ilustración se han inclui- economía, de los procesos de corte progre-
do citas textuales de los líderes entrevista- sista que atraviesan varios países y que se
dos. Éstas fueron seleccionadas de modo de esté dando paso a formas más participativas
incluir dirigentes de todos los países y de las de democracia.
cuatro orientaciones políticas. A continua-
ción se describen los principales hallazgos. “Después de décadas con la economía delegada
a tecnócratas y economistas, que no habían sido
a. Valorización de la política como meca- votados por nadie, pero que guiaban nuestros
nismo de solución de problemas complejos destinos, se ha dado vuelta esa lógica. Es pri-
En cuanto al rol de la política, buena parte mero la definición política, y a partir de ahí las
de los entrevistados concuerdan en el reno- cuestiones técnicas o los programas o las cues-
tiones instrumentales”. (Funcionaria del Estado,
vado vigor que ha adquirido en los últimos
Argentina).
años y en su centralidad para promover el
crecimiento, la inclusión, así como la coope-
“Los movimientos sociales y el pueblo están ha-
ración e integración regional, el promedio de ciendo política, la política más genuina (…), pero
los puntajes asignados a cada respuesta es creo que la democracia avanza y las instituciones
1,96212. avanzan. Y por otro lado, creo que los movimien-
Aquellos que consideran que la capacidad tos sociales en muchos países estén fuertes, en
de la política es alta se ubican en la orien- la calle con la gente, y que las instituciones están
tación nacional popular o en la conjunción consolidándose con el tiempo de la democracia.”
con el reformismo pragmático. En particu- (Diputada Federal, Brasil)
lar, se valora muy positivamente que la po-
En el resto del ordenamiento hay mayor hete-
rogeneidad en las reflexiones sobre la política.
12 Para 7 de los líderes la política tiene mucha capa- Las falencias que le adjudican a la política son
cidad (3) para articular y proponer soluciones a los de- variadas. Por ejemplo, se menciona que la políti-
safíos y problemas que enfrenta América Latina; 12 de
ellos considera que tiene capacidad pero debe mejorar
ca tradicional y parlamentaria siguen generando
(2); para 6 esta capacidad es baja (1) y para 1, nula (0). desconfianza, y la necesidad de mejorar la trans-
172 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

parencia, fortalecer las instituciones y la demo- les, que tiene niveles de expectativa mucho más
cracia representativa y reposicionar a la política allá del voto, que tiene una organización ciuda-
como articuladora del bien común, entre otros. dana mucho compleja que la estudiantil y obrera
que es con la que los partidos más o menos están
acostumbrados a lidiar. Mientras la política no
“Parte de los problemas que enfrentamos hoy día
se conecte con esa realidad social más compleja
es que buena parte de estos conflictos, y dispu-
es muy difícil que pueda resolver estos temas de
tas entre medioambiente, crecimiento, conserva-
contenido.” (Dirigente política, Chile)
ción, uso razonable, responsable se cree que se
resuelve con criterio técnico no con criterio po-
lítico”. (Funcionaria del Poder Ejecutivo, Perú) Por su parte, los líderes jóvenes chilenos consi-
deran que la política actual no tiene capacidad
Para los entrevistados que señalan que la políti- alguna de resolver los problemas y que es nece-
ca actual tiene escasas capacidades de resolver sario un cambio profundo y generacional.
los problemas que experimenta América Lati-
“La gente espera un modelo donde su voz sea es-
na, esto se debe a que no ha podido dotar de
cuchada, sea representada, porque no tiene que
contenido a los proyectos de futuro, a la falta
ver con escaños en el parlamento. Tiene que ver
de visión estratégica, al hartazgo de los latinoa- quizá con una fórmula que permita que la socie-
mericanos con la dirigencia política, al incum- dad civil comunique y que tenga representantes
plimiento de promesas y la corrupción. que expresen esa opinión” (Dirigente movimiento
estudiantil, Chile).
“…No siempre o difícilmente se cumplen las
promesas que se hacen en campaña o desde los b. Demanda de un pensamiento estratégi-
gobiernos. Hay un sentimiento, una percepción co para avanzar en equidad e innovación
casi generalizada de que la política es un espacio
Este pensamiento se refiere a la necesidad
de prebendas y de privilegios, y muchas veces
de corrupción y de impunidad”. (Dirigente polí-
de contar con usinas de pensamiento estra-
tica, México) tégico de largo plazo en América Latina que
permitan generar innovaciones tecnológicas
“Hoy día tenemos una ciudadanía que en Latino- en un mundo cambiante y crecientemente
américa ha alcanzado otros niveles educaciona- interactivo para diversificar los modelos pro-
Los líderes y sociedad frente al espejo 173

ductivos e incorporar mayor valor agregado, gación y desarrollo y la desventaja que eso re-
que a su vez promuevan la inclusión social y presenta para competir, por ejemplo, con los
contribuyan a reducir la desigualdad prevale- países asiáticos:
ciente en la región.
La mayoría de los entrevistados considera “Este continente tiene un gran ingreso medio e
que el principal desafío de América Latina si- invierte menos de un 1%, 0,7 % en ciencia y tecno-
gue siendo el elevado nivel de desigualdad. Asi- logía, en sistemas educativos que no compiten en
mismo, expresan la importancia de avanzar en nada, es decir nosotros no sobresalimos en nada
en educación y por lo tanto nada de inscripción
la innovación tecnológica para profundizar la
de patentes ni nada”.
inserción en la economía mundial y la integra-
“Nunca hubo un pensamiento estratégico de cuál
ción regional. Sin embargo, no surge espontá- es realmente es el modelo económico, social, o
neamente la idea de contar con una estrategia de país que queríamos y que nos sirve. No sé si
conjunta, es decir, que la inversión en tecnolo- los otros países lo tienen pero tiendo a pensar que
gía contribuya con la reducción de la desigual- no.” (Dirigente movimiento estudiantil, Chile)
dad13, en efecto, el promedio de los puntajes a
asignados a las respuestas es 1,167. “Por supuesto que necesitamos un pensamiento
Entre aquellos que consideran que el tema estratégico, como lo hacen las empresas. Hay
está poco presente en la actual agenda regional que pensar en nuestra región hasta 2050, por lo
predomina el reformismo pragmático, mien- menos. En esa dirección están yendo las grandes
corporaciones y nosotros estamos muy atrasa-
tras que el entrevistado que afirma que la dis-
dos (…) Hemos radicado la competitividad en la
cusión ni siquiera está planteada pertenece al
infraestructura y muy poco en la ciencia, la tec-
movimiento por una mejor calidad de vida. nología, el conocimiento y la calidad educativa.”
Al respecto, un dirigente político de Costa (Funcionaria del Poder Ejecutivo, Perú).
Rica comenta la falta de inversión en investi-
“A mí me preocupa que, por ejemplo, las políti-
cas de innovación no hayan llegado a ninguno
13 El ordenamiento de las respuestas muestra que 9 de los países de manera significativa. Inclusive
de los entrevistados no menciona el tema; para 4 está países que han hecho esfuerzos notables por
presente en las discusiones regionales (2); para 13 está abrir el acceso a internet y a las nuevas tec-
poco presente (1) y para 1 no está nada presente (0).
174 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

nologías, están muy lejos de poder invertir lo Ha dejado de ser un problema de pequeñas elites
suficiente en investigación, desarrollo, ciencia, con gusto alternativo a ser un tema sentido como
tecnología, que son los caminos que van a lle- propio.” (Dirigente política, Chile).
varte a una posible innovación que permita re-
ducir las brechas”. (Ex Funcionaria del Poder “Yo creo que ya existe plena consciencia, no lo
Ejecutivo, Bolivia). voy a decir en todos, pero por lo menos obje-
tivamente ya sabemos que el tema del medio
c. Limites y avances en la sostenibilidad ambiente es un tema fundamental en el desa-
ambiental rrollo futuro” (Funcionaria del Poder Ejecuti-
Si bien se reconoce la importancia de con- vo, Costa Rica).
servar el medio ambiente y de adoptar políticas
que mitiguen los efectos del calentamiento glo- Como contraparte, los entrevistados que seña-
bal, las opiniones sobre la prioridad que ocupa lan que se ha avanzado poco, hacen hincapié
el tema en la agenda no son positivas14, en este en la centralidad de los modelos sustentables
caso el puntaje promedio es 1,217. de producción, de modificar las estructuras
Los tres dirigentes que visualizan avances productivas de los países de la región para salir
pertenecen a 3 orientaciones distintas. Coinci- de la “primarización”, de crear conciencia so-
den en que ha incrementado la preocupación bre el cambio climático, y sobre la importan-
por el medioambiente y que se están tomando cia que tiene la integración regional para poder
medidas al respecto. avanzar hacia un mayor cuidado de los recur-
sos naturales.
“Mi impresión es que nuestras sociedades le es-
tán dando una relevancia cada vez mayor, y las “En el tema ambiental, las políticas pasan por
comunidades, incluso las de muy bajo recursos, ponernos de acuerdo regionalmente: manejo de
le otorgan una gran prioridad al medioambiente. aguas, cambio climático, el tema de los ecosiste-
mas. Es una perspectiva que no llega hasta donde
llega Nicaragua, donde llega Colombia, ahí hay un
14 Al ordenar las respuestas de las elites consultadas, manejo de perspectiva regional y cuando no se
se advierte que cuatro no mencionan el tema; 5 sugie- hace los impactos son terribles.” (Dirigente polí-
ren que se ha avanzado algo (2) y el resto considera que
tica, Costa Rica).
se ha avanzado poco (1).
Los líderes y sociedad frente al espejo 175

“Hay un efecto negativo en determinados recur- d. Reconocimiento y avances en materia


sos frágiles. Yo creo que hay procesos de conta- de participación femenina
minación que atentan contra la diversidad cultu- Con relación al rol de la mujer en la vida pú-
ral y geográfica de nuestros países, pero también blica, casi todos los entrevistados coinciden en
medioambiental, hay procesos de desarrollo eco-
la mayor participación femenina y los notables
nómico que afectan ecosistemas frágiles. El tema
avances de América Latina, expresados en las
amazónico es dramático y se encuentra en una
situación compleja. En este sentido, necesitamos presidencias encabezadas por mujeres en Ar-
adquirir plena consciencia y tomar decisiones gentina, Brasil, Chile y Costa Rica, entre otros.
que realmente consideren estos temas. (Funcio- También se valora los atributos que aportan las
naria del Poder Ejecutivo, Perú). mujeres a la política y el hecho de que su peso
seguirá creciendo15. En este caso el promedio
“Cuando decimos queremos volver a ser nueva- de los puntajes es 1,840.
mente, nos referimos a que estamos en un pro-
ceso de recuperación –no solamente de nuestros “Yo creo que es una de las cosas que hay que re-
saberes, de nuestra identidad, de nuestros re- conocer como aportes a la democracia, habría
cursos naturales, de nuestra filosofía, de nuestra sido mayor el déficit democrático si no hubiera
espiritualidad– sino de recuperación de todo: de pasado lo que ha pasado con las mujeres. 40% de
nuestra historia, de nuestra identidad, de todo”. la población ahorita está gobernada por una mu-
En la actualidad, nosotros vivimos en la “socie- jer sumando a la presidenta de Brasil, Argentina
dad de la nulidad”, vivimos en el “no tiempo”. Los y Costa Rica. Es importante porque eso simbóli-
mayas dicen “vivimos el no tiempo”, por eso el camente significa que hoy puedes imaginar como
calendario Maya termina este año. Porque vamos válido un gobierno protagonizado por mujeres,
a empezar a vivir el tiempo, nosotros decimos: y el hecho de que hay tantas mujeres presiden-
estamos acercándonos a la Pacha. Al equilibrio, tas está mostrando que hay tantas posibilidades
a nuestro camino, decimos: los Aimaras tenemos como opciones de que sea buena o mala presi-
un camino que es nuestro “sarahui” que es equi-
librio, equilibrio consigo mismo, equilibrio con
nuestro entorno, equilibrio con la Madre Tierra, 15 El ordenamiento de las respuestas indica que 1 de
con la Madre Naturaleza. (Funcionario del Poder los consultados opina que se avanzado mucho (3); 19
Ejecutivo, Bolivia). que se ha avanzado (2); 5 que se ha avanzado poco (1) y
dos líderes no mencionan el tema.
176 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

denta e independientemente de su sexo (Ex fun- presidentas de cortes mujeres, fiscales generales
cionaria del Poder Ejecutivo, Bolivia). mujeres, presidentas, y vicepresidentas mujeres.
Eso da una idea de que los equilibrios de poder
“La presencia de la mujer en este rol de lideraz- se están modificando”.. (Funcionaria del Poder
go me parece que la da un tono diferente, ya que Judicial, Guatemala)
eran minorías han dejado de serlo. El problema
de las mujeres ya no es un problema de minorías. En este caso no fue posible distinguir la pre-
Tanto ha dejado de ser un problema de minorías ponderancia de una orientación política sobre
que constituyen una parte primordial de la fuerza
otra en la clasificación de las respuestas.
laboral en la mayoría de nuestros países, y tanto
Para los consultados, los desafíos que persis-
ha dejado de ser un problema de minorías que los
liderazgos importantes de la región ahora están ten en cuanto a la equidad de género se refieren
también liderados por mujeres: Bachelet en Chi- principalmente a la cultura patriarcal y machis-
le, Cristina en Argentina, Dilma en Brasil”. (Fun- ta que predomina en la región y a las brechas
cionario del Poder Ejecutivo, Argentina). históricas en participación parlamentaria, en
cargos jerárquicos y salariales. En particular,
“Creo que esto que ha pasado con la presencia de se señala que en el ámbito privado las mujeres
mujeres en roles relevantes en la política en Lati- no han obtenido las mismas conquistas que en
noamérica, es impresionante. Más que la antesa- el público16.
la de cambios que van a venir, es el producto de
Por su parte, los centroamericanos entrevis-
cambios que ya se produjeron. Se suele creer que
tados advierten que en su región se ha avanza-
la llegada de una mujer –no sé a dónde– va a cam-
biar algo, pero para mí, es más bien el fruto de do menos que en América del Sur, por ejemplo.
cambios gigantes que ha habido en este tiempo,
y que más importante es la presencia de la mujer “Nosotros no hemos llegado a tanto, como en Ar-
en el mundo laboral, la autonomía económica.” gentina, Brasil o Chile, pero sí hemos avanzado.
(Dirigente política, Chile). Creo que hay una cosa cultural durísima todavía

“También hay fiscales generales mujeres en Co-


16 Para mayor detalle, véase Álmeras, D. y Calderón
lombia, México, hubo una peruana, ya es una Magaña, C.; Coords. (2012), Si no se cuenta no cuen-
distancia porque eran espacios exclusivamente ta. Información sobre la violencia contra las mujeres.
reservados para los hombres y ahora tenemos CEPAL: Santiago de Chile.
Los líderes y sociedad frente al espejo 177

en nuestras sociedades” (Funcionaria del Poder Al igual que en la pregunta anterior, no es


Ejecutivo, El Salvador). posible relacionar las opiniones vertidas con la
orientación política.
Una senadora uruguaya que evalúa como Quienes valoran más favorablemente el rol
escasos los avances de la mujer comenta lo de los jóvenes, destacan su renovado interés
siguiente por participar activamente en la vida política y
en el espacio público
“Las mujeres que estamos en política hemos sido
invocadas a la política por el poder patriarcal. Lu- “Por primera vez en mucho tiempo los jóvenes
cía es la mujer de Mujica y yo estoy en la política están participando y militando a favor de algo y
porque me puso Mujica. Así que el poder patriar- no en contra de algo. Y se sienten parte de esta
cal está. Dilma está porque la puso Lula, y Cristi- transformación.” (Funcionario del Poder Ejecuti-
na está porque era la esposa de Kirchner.” vo, Argentina).

e. Valorización de los jóvenes en la política De igual forma, se hace hincapié en su relación


Entre las elites consultadas prevalece un con las nuevas tecnologías, el uso que hacen de
gran optimismo por la revalorización de la po- las redes sociales para comunicarse y generar
lítica por parte de los jóvenes y el papel que movimientos políticos.
pueden jugar en la promoción de estrategias
innovadoras, por su estrecho vínculo con la “Yo creo que los jóvenes son protagonistas en
informática, las redes sociales y las nuevas este cambio y en esta transformación. Prime-
tecnologías17. De hecho, el promedio de los ro tocarán vivir un mundo distinto, ellos viven
puntajes para esta pregunta es el más eleva- el mundo de la globalización, nosotros nunca
do: 2,095. hemos vivido, nunca vivimos en esta edad, por-
que ellos hablan un lenguaje distinto que es su
propio lenguaje, y este lenguaje de las redes
17 De los 21 entrevistados que mencionan el tema, 5 sociales, y este lenguaje de la internet, y ese
consideran que los jóvenes están teniendo un rol central lenguaje que no tiene no tiene autocensuras y
en la actual coyuntura (3); 13 evalúan que si bien están ese lenguaje en tiempo real.” (Dirigente políti-
participando (2), no tienen el protagonismo que ameri- ca, México)
tarían y 3, que no están siendo tomados en cuenta (1).
178 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

“Lo que se construye en Twitter, o en Facebook, miento llegó para quedarse y llegó para cam-
alimenta a la radio y a la televisión y a los diarios biar las cosas y no va a saciarse hasta ganar”.
y al final genera opinión pública. Entonces el po- En el mismo sentido argumenta una diputa-
der que tiene Giorgio con su Twitter, el poder que da brasileña:
tiene la Camila, la Camila dice “hoy día hay cace-
roleo a las nueve” y hay un caceroleo a las nue-
“Yo creo que, así como hoy un eje de desarrollo
ve.” (Dirigente movimiento estudiantil, Chile).
de Latinoamérica en torno al Estado, también
está el tema de la posibilidad de tener un desa-
Los líderes políticos que evalúan como insu- rrollo de largo plazo que incluya a los jóvenes”.
ficiente o muy insuficiente la participación o (Diputada Federal, Brasil).
la atención que brinda la política a los jóve-
nes señalan la falta de oportunidades como f. Valoración positiva y desigual de la inte-
un problema grave. Tal es el caso de dos par- gración regional
lamentarias uruguayas que manifiestan su Con respecto a la creciente visibilidad que
preocupación por la cantidad de jóvenes que está adquiriendo América Latina y los avances
no estudian ni trabajan y por la renuencia de de la integración regional, la mayoría de los en-
la dirigencia política a darle paso a las nue- trevistados se manifiesta optimista18. El prome-
vas generaciones. dio de la puntuación asignada a cada respues-
ta, es 1,815.
“Lo que yo veo en Uruguay es que la política no En términos generales, quienes expresan
tiene jóvenes porque los viejos echan a los jóve- mayor entusiasmo pueden clasificarse den-
nes. No es que los jóvenes no se acerquen a la
tro de la orientación política nacional y po-
política, a todo el mundo le interesa la política.
pular o en la intersección entre dicha cate-
A los jóvenes también les interesa, el problema
es que los viejos no quieren que su lugar sea goría y el reformismo pragmático. Se valora
ocupado por los jóvenes.” (Senadora de la Re-
pública, Uruguay).
18 Como refleja el ordenamiento de las respuestas:
No obstante, un líder estudiantil chileno señala para 4 entrevistados la integración regional es muy
buena (3), para 14, buena (2) y para el resto, regular (1).
que si bien está en su etapa inicial “este movi-
Ninguno la evaluó como mala (0).
Los líderes y sociedad frente al espejo 179

muy positivamente la capacidad de diálogo Las consideraciones sobre los temas pen-
entre los mandatarios, a pesar de las diferen- dientes para la consolidación de América Lati-
cias políticas. na como un bloque plenamente integrado difie-
ren, sobre todo, de acuerdo con la zona geográ-
“Es fantástico ver cómo un gobierno como fica de pertenencia, independientemente del
puede ser el de Chile o el de Colombia, que tie- signo político. Por ejemplo, para los entrevis-
nen a lo mejor orientaciones políticas distin- tados de Centroamérica y México, es necesario
tas, sentados, discutiendo y acordando con los ir más allá de Mercosur y Unasur e incorporar
líderes de Argentina, de Brasil, de Venezuela, las diferencias en cuanto a recursos naturales y
de Bolivia. Yo creo que es una época fantásti- estructuras productivas, entre otros.
ca en ese sentido. Fantástica. No recuerdo una
etapa en donde haya habido tanta sintonía en-
“Hay dos Américas Latinas, la Sudamérica, y Cen-
tre los líderes de la región”. (Funcionaria del
troamérica. Centroamérica no tiene materias pri-
Estado, Argentina)
mas, no tiene minerales, no tiene cobre, no tiene es-
taño, no tiene petróleo, no tiene extensiones agríco-
“(…) los presidentes ya están diciendo: “ya no las para producir soja, etc. Y una Sudamérica llena
vamos a caminar por los caminos del norte, ya de esos recursos” (Dirigente político, Costa Rica).
no, caminaremos por los caminos del sur”. En
Unasur se está discutiendo para volver a ca- Yo creo que Latinoamérica en general está muy
minar por nuestros propios caminos, volver a partida, es Sudamérica, Centroamérica, y Améri-
mirar al sur…” (Funcionario del Poder Ejecu- ca del Norte. Tenemos esas tres divisiones que no
tivo, Bolivia) sólo son geográficas, la relación se ha mejorado
pero todavía nos falta (Funcionaria del Poder
Como contraparte, en el segundo y en el tercer Ejecutivo, Guatemala).
grupo –que perciben la situación como buena
y regular, respectivamente– hay líderes de las En el grupo que valora como regular y crítica
cuatro orientaciones políticas: nacional popu- el estado de la integración regional, las opinio-
lar, reformismo pragmático, modernización nes también son diversas, aunque sí es posible
conservadora y calidad de vida, así como aque- identificar discrepancias atribuibles al signo
llos pertenecientes a las orientaciones mixtas. político, además de las geográficas.
180 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

“Hablar de América Latina en una homogeneiza- Por su parte, los líderes estudiantiles consul-
ción no corresponde a la realidad de la región. La tados que se identifican con movimientos por
región sur de América Latina ha tenido un punto la calidad de vida basan sus críticas en la au-
de apoyo, una palanca en la irrupción protagó- sencia de una identidad latinoamericana y en
nica de China (…) en comparación con el peso
la dirigencia política.
que ha tenido (…) para países como México en
donde las manufacturas chinas han desplazado
“Latinoamérica tiene una deuda gigantesca con
del mercado norteamericano a muchas manufac-
respecto a su unidad como continente, como her-
turas mexicanas. (…) no veo predecible como
mandad, como una cultura latinoamericana” (Di-
región el horizonte de la zona” (Dirigente polí-
rigente movimiento estudiantil, Chile).
tica, México).
“Los líderes de hoy día, líderes me refiero a los
En particular, dos de las entrevistadas que pue- presidentes, están muy marcados por las dictadu-
den incluirse en el marco de la modernización ras de los años 60, 70, 80, en la región. En cambio
conservadora hace énfasis en la necesidad de generaciones nuevas que venimos sin los miedos
fortalecer la institucionalidad y la democracia. de esa confrontación de ideas creo que es más
posible, es más factible” (Dirigente movimiento
“Para mí el tema de la democracia es sustantivo y estudiantil, Chile).
es difícil para los países con fuertes convicciones
y valores democráticos negociar con otros que, si g. El nuevo rol de Brasil como líder de la
bien responden a gobiernos electos, toman me- región
didas que los acercan a un sistema autoritario” Para numerosos entrevistados, el surgi-
(Representante Nacional, Uruguay).
miento de Brasil como líder regional es prác-
ticamente indiscutible. Más aún, se evalúa
“Nuestra región tiene problemas institucionales
muy graves, de gobierno, de los distintos pode- favorablemente este hecho y se espera que be-
res del estado, de las distintas instituciones, no neficie a toda la región, en promedio el puntaje
tiene reglas claras, no tiene reglas estables. Por es 1,88519.
lo tanto creo que tiene debilidades sumamente
preocupantes” (Funcionaria del Poder _Ejecuti-
19 Tres de los entrevistados evalúan muy positivamen-
vo, Chile). te (3) el desempeño de Brasil, 17 consideran que este
Los líderes y sociedad frente al espejo 181

Los líderes que manifiestan mayor conformi- Las reticencias aluden principalmente a que
dad con el rol que está jugando Brasil, perte- Brasil aún no ha logrado consolidar su lideraz-
necen a tres orientaciones políticas (nacional go, puesto que es reciente. También se advierte
y popular, reformismo pragmático y moderni- que al interior del estado brasileño no hay con-
zación conservadora), a diferencia de la rela- senso sobre este incipiente liderazgo regional.
tiva homogeneidad observada en la tendencia
anterior. “Brasil ha tenido siempre una cancillería –Ita-
maraty– casi autónoma de los gobiernos. Y
“Sobre Brasil tenemos una muy buena impresión. digo ‘casi’ porque con los gobiernos de Lula eso
Ha sido un país muy entregado en la relación empezó a cambiar” (Senadora de la República,
bilateral con nosotros, nos ha ayudado mucho.” Uruguay).
(Funcionario del Poder Ejecutivo, El Salvador)
“Brasil recién se ha abierto a América Latina, es
“El plan de avance para Brasil es ubicar en el cen- un proceso relativamente joven en el cual Brasil
tro de la política externa la integración general ha comenzado no solo a mirar sus vecinos lati-
con los países de Sur América y Latino América. noamericanos como socios, como aliados, como
Brasil tiene la vocación de darle prioridad a la po- mercados potenciales sino que también ha permi-
lítica, la integración y sobre todo, a la soberanía tido que los latinoamericanos empecemos a ver
de los pueblos” (Diputada Federal, Brasil). a Brasil como un espacio de colaboración” (Fun-
cionaria del Poder Ejecutivo, Perú).
Entre aquellos que valoran positivamente tam-
bién se advierte heterogeneidad en el signo Tres dirigentes de los seis que no evalúan posi-
político, aunque cabe destacar que, excepto tivamente el desempeño de Brasil se incluyen
uno, todos los líderes nacionales y populares dentro del reformismo pragmático y dos en la
o que se encuentran en la intersección con el intersección con la modernización conserva-
reformismo pragmático se ubican en este se- dora. A grandes rasgos, las críticas aluden a
gundo grupo. la ambigüedad en el ejercicio del liderazgo, a
la falta de una genuina vocación de guiar a la
región y a anteponer los intereses del país, en
desempeño es positivo (2), 6 como insuficiente (1) y un
entrevistado no hizo mención al tema.
desmedro de la integración.
182 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

“Brasil tiene una política exterior vinculada diplo- en la lucha contra la pobreza y, especialmente,
máticamente a lo comercial muy sofisticada, Bra- contra la desigualdad, por sus efectos negati-
sil no es un hermano de América Latina, Brasil es vos en la cohesión social y en la institucionali-
un hermano de si mismo utiliza su poder hasta to- dad democrática, entre otros.
dos los límites con América Latina, con Estados
Unidos (…). Ya están empujando a donde pueden “La pobreza, la desigualdad. Posiblemente en ese
llegar en todo para tener la venia de otros países tema soy casi monotemática, a mi me parece que
emergentes (Dirigente político, Costa Rica). vamos bastante enrumbados a no solucionar ese
problema, Latinoamérica difícilmente va a poder
“Lo que está pasando en Bolivia con el gas es una solucionar otros problemas. Vea que si bien es
prueba clara de que a Brasil no le importa la agen- cierto que me preocupa mucho la pobreza, me
da de desarrollo sostenible y democrático, sino el preocupa igualmente la desigualdad, porque creo
crecimiento de su economía.” (Ex funcionaria del que la inequidad, cada vez más visible en nuestras
Poder Ejecutivo, Bolivia). ciudades, hace que el esquema democrático, que
el esquema político se resquebraje” (Funcionaria
h. Escenarios futuros: percepciones contra- del Poder Ejecutivo, Costa Rica)
puestas
Para finalizar se les pidió a los líderes que “Realmente, no veo viable la democracia, no veo
viable la paz social, no veo viable la convivencia
indicaran cuál era el mejor y el peor escenario
en un país cuando usted tiene grados muy altos
que ellos imaginaban para América Latina, que de inequidad, grados de marginalidad absoluta de
los mantenía “despiertos” pensando sobre el grupos de la población. Eso es lo que nos tiene
futuro de la región. liquidados a Latinoamérica y la verdad es que eso
Las respuestas fueron diversas y, por tal sólo se enfrenta con políticas muy serias” (Fun-
motivo, no pudieron ser sistematizadas con la cionaria del Poder Ejecutivo, Chile)
tipología empleada previamente. Sin embargo,
ha sido posible identificar algunos puntos en Al desagregar por orientación ideológica se
común entre los entrevistados. observan algunas diferencias en cuanto a los
La mayoría de los entrevistados, indepen- escenarios negativos para la región. Entre
dientemente de su afiliación ideológica, o parti- aquellos incluidos en la orientación Nacional
daria, hizo hincapié en la necesidad de avanzar popular varios señalaron que el peor escenario
Los líderes y sociedad frente al espejo 183

para la región sería el final de lo que ellos de- “Lo que más me preocupa del futuro es que como
finen como “proceso histórico de cambio” que país, o países de la región no tengamos la capaci-
atraviesan sus respectivos países, que se pierda dad de construir las instituciones, o fortalecer las
la oportunidad de consolidar los avances que instituciones, o transformar las instituciones, y de
construir los mejores caminos para aprovechar y
para ellos ha obtenido la región.
dar cauce al talento de nuestra gente, a su creati-
vidad, a sus sueños, a sus fuerzas, innovación, a
“Me mantiene despierta como preocupación el nuestra cultura.” (Dirigente política, México)
que no se entienda el proceso histórico político
que se está viviendo, porque realmente es compli- “La evolución de un modelo tipo chavista, o sea
cado. Tenemos oposiciones y ahí estoy hablando autocracias con sistemas centralistas de poder
como mujer con una línea política. Me preocupa autoritarios que a la larga –en mi concepto– desa-
que esos procesos por efecto mediático –porque rrollen un populismo que no supera la pobreza ni
lo cierto es que los medios de comunicación en respeta la dignidad. Ese escenario me preocupa,
este momento no son la mejor fuente de informa- me preocupa un escenario de violencia, me preo-
ción– puedan hacer que existan retrocesos en el cupa un escenario en el que el narcotráfico, la vio-
proceso histórico.” (Legisladora Asamblea Legis- lencia, y la inseguridad ciudadana se impongan”
lativa Plurinacional, Bolivia). (Dirigente política, Perú).

“Un escenario negativo sería un retroceso en la Asimismo, algunos consultados mostraron


oleada de gobiernos progresistas que tenemos gran preocupación por la creciente influencia
ahora en la región. (Diputada Federal, Brasil)”
del narcotráfico y la inseguridad. Al respecto,
una funcionaria del Poder Judicial de Guate-
Como contraparte, los líderes pertenecientes
mala afirma que “el poder de corrupción que
al reformismo práctico, a la modernización
tienen las estructuras vinculadas con el nar-
conservadora o a la intersección entre ambas
cotráfico y la capacidad de generar violencia
orientaciones afirmaron que un escenario ne-
hace que la región esté en las agendas de prác-
gativo para la región sería un retroceso en la
ticamente de todos los países.”
calidad institucional, el predominio de gobier-
nos autoritarios y los perjuicios que esto podría “Lo que más me preocupa es el tema del narco-
traer a la integración regional. tráfico, porque nos agrede de una manera y con
184 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

un potencial económico que los países lo máxi- Varios líderes reclamaron mayor pluralismo
mo que hacen es estar a la defensiva, o tratar de político, en todos ellos parece prevalecer la
correr los narcotraficantes para otro lado pero valorización del dialogo como camino de con-
le caen a otro país (Senadora de la República, vivencia entre distintos. Si a esto se suman
Uruguay).
las diferencias de alcance de metas políticas y
desarrollo, por condiciones socio histórico y
“Lo peor que puede pasar, ya le decía, es que las
amenazas a la consolidación democrática y al económico diferente entre líderes de México
desarrollo económico con inclusión se convier- y Centroamérica y los de Sudamérica, queda
tan en realidad, que resurjan grupos que quieran claro que los resultados proximos serán dife-
resolver todo por la vía de la violencia, o que el rentes y que una integración latinoamericana,
crimen organizado y el narcotráfico se tomen a que es valorada por todos, queda pendiente
la estructura de los estados” (Funcionario del Po- para el futuro.
der Ejecutivo, El Salvador). Por último, se destaca un consenso casi ge-
neralizado con respecto papel de las mujeres y
En síntesis este liderazgo promotor de proyec- los jóvenes como nuevos actores del desarrollo
tos y resultados, está enfrentando las comple- y la democracia. Se subraya que se ha avanza-
jidades de la plataforma socio-histórica que les do, aunque también se señalaron múltiples li-
ha tocado vivir, valorizando la política como mitaciones. Sin embargo, desde el mundo po-
el factor central para enfrentar los problemas, lítico pareciera promoverse su inclusión activa
privilegiando resolver los problemas de equi- en los juegos del poder, lo cual podría contri-
dad e innovación productiva, pero conscientes buir a obtener cambios genuinos.
de que existen limitaciones y desafíos que son
muy difíciles de enfrentar en un mundo de con-
tinuos cambios. 3. Las voces de la gente
Entre las limitaciones se destaca la de-
bilidad de pensamientos estratégicos para En esta sección se presentan datos sobre las
construir una posición regional compartida percepciones y actitudes de los ciudadanos
en la cuestión ambiental y dificultades en de 18 países de América Latina y el Caribe que
los procesos de institucionalización política. muestran coincidencias importantes con algu-
Los líderes y sociedad frente al espejo 185

nas de las percepciones de las élites, aunque ron abordados en las entrevistas con las élites.
no necesariamente son las mismas. En este En primer lugar se presentan resultados sobre
sentido, el capítulo muestra evidencia que las valoraciones sobre capacidades políticas
complementa y, a veces, difiere de las actitu- en la región. Luego se consideran las deman-
des y opiniones de los líderes promotores re- das por desarrollo con equidad y con protago-
cogidas a través de las entrevistas realizadas nismo estatal. En tercer lugar se analizan datos
por el PAPEP. Los datos de las percepciones sobre el rol de los jóvenes y las mujeres, en la
ciudadanas provienen de las rondas de en- dinámica política nacional de los países de la
cuestas de 2010 y 2012 del Barómetro de las región. Por último, se discuten datos sobre las
Américas de LAPOP20. percepciones ciudadanas en torno a la integra-
La opinión pública es clave para compren- ción regional, haciendo énfasis en el liderazgo
der los procesos políticos de América Latina, de Brasil.
y aporta algunas pautas esclarecedoras sobre
la emergencia de ciertos liderazgos y orienta- 3.1. Capacidades políticas en la
ciones políticas. La opinión pública, entendida región
como un conjunto de actitudes y percepciones
sobre ciertos temas de interés público y canali- Las capacidades políticas de los gobiernos de
zada por medio de encuestas de opinión y por la región para manejar conflictos y para liderar
los medios de comunicación masiva, es una procesos innovadores de desarrollo innovado-
aproximación útil para comprender las tenden- res de los gobiernos de la región, dependen en
cias, las tensiones y las contradicciones exis- buena medida de la confianza que la sociedad
tentes en ella. deposite en los líderes y en el desempeño de su
La información presentada en este capítulo gestión. La capacidad de la política para proce-
se concentra en cuatro ejes temáticos que fue- sar conflictos de manera eficiente tiene que ver
fundamentalmente con el margen de maniobra
que la ciudadanía está dispuesta a otorgarles a
20 Para un mayor detalle de la información de LAPOP, los principales lideres políticos. En democra-
así como para acceder a sus datos y a la forma en la que
cias presidencialistas como las latinoamerica-
se construyen, ver el sitio web de esta organización en
www.lapopsurveys.org. nas, la capacidad de acción legítima de parte
186 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

del ejecutivo es fundamental para determinar su nivel de aprobación promedio del trabajo
las capacidades generales que tiene la política del presidente.
en el país. Y esta capacidad de gobierno depen- La evaluación que hacen los ciudadanos
de, en buena medida, del respaldo y la satisfac- de su situación económica personal tiene a
ción que sienten los ciudadanos con la política ser buena en América Latina. Sólo en un pu-
de su país. ñado de países esta evaluación era negativa
Entendidas las cosas de esa manera, puede durante el primer trimestre de 2012. Estos
afirmarse que, durante la primera mitad del se encuentran todos en Centroamérica y el
año 2012, las capacidades de la política en Caribe: República Dominicana, El Salvador,
la región son relativamente positivas, vistas Honduras, Guatemala, Nicaragua, a los que
desde la sociedad civil; la mayoría de los paí- se suma México.
ses de la región vive un momento de satisfac- La combinación del auge de exportación
ción ciudadana con la política. No obstante, de materias primas de los países latinoame-
existen diferencias importantes en las valo- ricanos con tasas de crecimiento positivas
rizaciones de las capacidades políticas entre en casi todos los países de la región genera
los países de la región. Un solo país muestra un sentimiento de cierta bonanza económica
una situación crítica en su valorización de entre los ciudadanos. Esto es más cierto en
las capacidades políticas actuales, al menos Sudamérica que en el norte de la región, que
de acuerdo con las señales encontradas en la se ha visto más afectado por la crisis econó-
opinión pública. mica internacional.
El indicador del malestar con la política, Con respecto a la valoración que hacen los
desarrollado por el PAPEP, y publicado en el ciudadanos sobre el trabajo del ejecutivo, que
Cuaderno de prospectiva política No. 2, ha es la segunda variable empleada en el indica-
demostrado ser capaz de identificar condi- dor de malestar con la política del PAPEP, las
ciones ciudadanas de malestar que definen el percepciones promedio son también positi-
margen de acción de los actores políticos, en vas. Solamente cuatro países tienen una valo-
especial el del ejecutivo. El indicador se com- ración promedio negativa del trabajo realiza-
pone de la evaluación que hacen los ciudada- do por el ejecutivo: Honduras, Chile, Panamá
nos de su situación económica personal y de y Costa Rica.
Los líderes y sociedad frente al espejo 187

Gráfico 1. Percepción promedio de la situación Gráfico 2. Valoración promedio del trabajo del
económica personal por país, 2012* ejecutivo por país, 2012

Brasil 16.4 Ecuador 36.5

Ecuador 15.1 Nicaragua 34.6

Paraguay 14.6 Brasil 30.1

Uruguay 14.3 Uruguay 25.9

Argentina 14.3 Argentina 24.7

Costa Rica 11.8 Colombia 24.5

Colombia 10.9 El Salvador 23.5

Venezuela 7.6 Venezuela 19.9

Panamá 7.1 México 16.0

Chile 2.9 Paraguay 14.7

Bolivia 2.5 Perú 12.5

Perú 2.5 Guatemala 12.3

Nicaragua -0.1 Bolivia 2.6

Guatemala -4.3 R. Dominicana 1.9

México -4.4
Costa Rica -2.8

Honduras -5.3
Panamá -4.5

El Salvador -8.1
Chile -7.6

R. Dominicana -18.0
Honduras -9.8

-20 -10 0 10 20 -10 0 10 20 30 40


Percepción situación económica personal Aprobación del trabajo del presidente

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado) 95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP. Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP.
* La formulación exacta de la pregunta empleada es: ¿Cómo
calificaría en general su situación económica? ¿Diría usted que Vale la pena resaltar que si bien los promedios de
es muy buena, buena, ni buena ni mala, mala o muy mala? Las cuatro países son negativos, en ninguno de los
respuestas fueron recodificadas para su presentación en una
escala de -100 a 100 en la que “ni buena ni mala” tiene valor de 0. casos la cifra llega a -10 en una escala que va des-
188 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de +100 hasta -10021. Como contraparte, los pro- opinión. Cabe resaltar aquí los casos de Perú
medios de aprobación son altos y llegan a más y Argentina, que en un plazo de dos años mi-
de 30 puntos en Ecuador, Brasil y Nicaragua. graron de una situación de malestar ciudadano
El único país con promedios negativos tanto con la política a una de satisfacción ciudadana.
en la aprobación del trabajo del ejecutivo como
en la valoración de la situación económica per- Gráfico 3. Posición de los países de América
sonal es Honduras. El siguiente gráfico que Latina en el indicador de malestar con la política
en 2012, y evolución desde 2010
ilustra el indicador del malestar en la política
para cada país en 2012, junto con sus tenden-
cias en relación a 2010, muestra con claridad
esta relación (Gráfico 3).
Los datos muestran capacidades políticas
ampliamente diferenciadas entre los países
de América Latina. Un grupo de 9 países, la
mitad de los países considerados, muestran
gobiernos fuertes y ciudadanos relativamente
satisfechos con su economía: los gobiernos de
Ecuador, Brasil, Uruguay, Colombia, Argen-
tina, Venezuela, Paraguay, Perú y Bolivia no
deberían tener grandes problemas para tomar
decisiones legítimas en un clima positivo de

Fuente: Barómetro de las Américas 2012, por LAPOP.


21 La pregunta fue formulada de la siguiente manera:
Hablando en general acerca del gobierno actual, ¿di-
ría usted que el trabajo que está realizando el Presi- En 8 países se advierte que sus gobiernos tienen
dente (nombre Presidente) es... Muy bueno, Bueno, Ni cierto margen de acción, definido ya sea por su
bueno, ni malo (regular), Malo, Muy malo (pésimo). capital político o por la percepción de una econo-
Las respuestas fueron recodificadas para su presenta-
ción en una escala de -100 a 100 en la que “ni buen ni
mía pujante. En Nicaragua, El Salvador, México,
malo” tiene valor de 0. Guatemala y la República Dominicana, los ciu-
Los líderes y sociedad frente al espejo 189

dadanos están insatisfechos con su economía, país durante el primer trimestre de 2012. Hondu-
y aun así valoran de forma positiva al gobierno; ras se ubica ahí, luego de que su gobierno perdiera
esto sugiere que los gobiernos tienen cierto capi- los elevados niveles de aprobación que poseía lue-
tal político que podrían emplear a su favor. go de la última elección presidencial. Esta com-
En el caso de Chile, Panamá y Costa Rica, el binación de valoración negativa del trabajo del
ciudadano promedio reprueba a su gobierno pese ejecutivo con una percepción también negativa de
a estar personalmente satisfecho con su situación la economía de parte de los ciudadanos sugiere la
económica. El margen con el que cuentan los go- instauración de un estado de malestar ciudadano
biernos en estos casos tiene que ver más con la con la política, que restringe las capacidades de
estabilidad y la bonanza de sus economías que acción de parte de los actores políticos y pone una
con sus propios méritos políticos. Esta es una presión adicional a un marco institucional débil y
combinación poco usual, ya que las percepciones golpeado por los eventos recientes.
sobre la economía suelen tener un efecto directo Existe otro dato que refleja la seriedad de la
sobre la del trabajo del gobierno y del presidente. situación política hondureña en la actualidad que
La posición de estos países puede estar sugirien- se vincula con la percepción del principal proble-
do problemas de representación política de ca- ma del país. El porcentaje de personas que identi-
rácter más bien estructural en sociedades que han fica a la política como la fuente de los principales
alcanzado cierto nivel de bienestar económico. problemas de su país es bajo en toda la región, lo
Por otro lado, el hecho de que los tres países que sugiere que la mayoría de los latinoamerica-
sean parte de la orientación política definida nos no ve a la política como un obstáculo a la so-
como “modernización conservadora” puede es- lución de sus problemas. La excepción es Hondu-
tar mostrando una mayor demanda por un mode- ras. Allí, la política es la respuesta más frecuente
lo neo-desarrollista como una tendencia general cuando se pregunta sobre el principal problema
en la región. Sin embargo, para poder corroborar del país, y un tercio de la población comparte
alguna de estas hipótesis de manera conclusiva, esta idea. Este porcentaje es el doble del país que
es imprescindible monitorear cómo evoluciona se ubica en el segundo lugar22.
la aprobación presidencial en los tres países.
La casilla de alerta que muestra una situación
22 La pregunta empleada es: En su opinión ¿cuál es
de malestar ciudadano con la política tiene un solo el problema más grave que está enfrentando el país?
190 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Gráfico 4. Porcentaje de personas que cree que la Además, Honduras es el país de América
política es el principal problema por país, 2012 Latina con los valores más bajos para dos
indicadores relevantes: la preferencia por
la democracia como forma de gobierno y
Honduras 33.7
la tolerancia política. Mientras que la ma-
Costa Rica 16.3
yoría de los ciudadanos están convencidos
Colombia 16.2

Panamá 16.1
de las ventajas de la democracia como for-
México 15.8
ma de gobierno, en promedio los hondure-
Brasil 15.4
ños muestran un bajo grado de apoyo a esta
Perú 14.4
idea, así como un bajo nivel de respeto por
Ecuador 13.2
la participación política de ciudadanos con
Paraguay 11.3
posiciones políticas distintas.
Chile 9.7
En suma, en Honduras se combina una situa-
Guatemala 8.1
ción de malestar ciudadano con la política con
Bolivia 7.4
una percepción explícita de los ciudadanos de
R. Dominicana 7.1 que la política es el principal problema, bajos
Venezuela 6.2 niveles de tolerancia política y de preferencia
Argentina 6.1 por la democracia. Esto va a contracorriente
Nicaragua 5.4 de lo que sucede en el resto de la región, don-
Uruguay 3.7 de no parece instaurarse una sensación de ma-
El Salvador 3.0 lestar y los problemas percibidos por la gente
son principalmente de orden económico o de
0 10 20 30 40

Principal problema política seguridad ciudadana. Las capacidades del sis-


95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado) tema político hondureño para manejar conflic-
tos están en una situación claramente crítica,
Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP. sin que existan elementos sólidos en la opinión
pública que puedan actuar como contención
de posibles retrocesos autoritarios.
Se consignan aquí sólo las respuestas relacionadas a
la política.
Los líderes y sociedad frente al espejo 191

3.2. Demandas ciudadanas de para reducir la desigualdad de ingresos entre ricos


desarrollo y de presencia del Estado y pobres” es alto en todos los países de la región.

Los latinoamericanos demandan un tipo de desa- Gráfico 5. Promedios nacionales de acuerdo con
la idea de que el Estado debería implementar
rrollo con fuerte presencia estatal, capaz de so- políticas para reducir la desigualdad, 2012
lucionar las brechas sociales en la región y con
énfasis en la seguridad ciudadana. La demanda
por la solución de problemas económicos y de Nicaragua 86.3

seguridad a veces se cruza con la preferencia R. Dominicana 86.3

por liderazgos fuertes, con rasgos populistas y Panamá 85.9

en ocasiones autoritarios. Paraguay 85.6

La preocupación por las desigualdades socia- Uruguay 85.4

les y, en general, por los problemas de la econo- Argentina 84.4

El Salvador
mía es grande entre los latinoamericanos. Las
83.5

Chile
brechas sociales, acentuadas durante las décadas
83.3

Brasil
de reformas estructurales, son importantes para
82.0

México 82.0
los ciudadanos de América Latina, que sigue sien-
Colombia 81.1
do la región más desigual del mundo. Esta preo-
Costa Rica 78.6
cupación por la desigualdad viene de la mano por
Perú 77.8
una demanda de mayor participación estatal en
Ecuador 76.7
la generación y distribución de ingresos.
Guatemala 72.9
La mayoría de los ciudadanos en América Lati- Bolivia 72.3
na está de acuerdo con que los estados promuevan Venezuela 71.3

políticas para reducir las desigualdades entre sus Honduras 68.3

ciudadanos. Esto muestra un interés inobjetable


por la reducción de las condiciones de desigual- 0 20 40 60

El estado debe tener políticas firmes para reducir desigualdad


80 100

dad aún existentes en la región. El gráfico siguien- 95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

te muestra que el promedio de apoyo a la idea de


que “El Estado debería implantar políticas firmes Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP.
192 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

La preferencia de los latinoamericanos por la La preferencia por un Estado que sea dueño
intervención del Estado en la economía es alta de las empresas también es alta, pero menor
no solamente cuando se considera a las políti- que en las otras áreas. El dato más relevan-
cas de reducción de las brechas sociales, sino te con relación a este tema tiene que ver con
también en otros ámbitos económicos en los que la aprobación de la idea del Estado dueño
que el Estado puede participar. En efecto, la de empresas es más alta precisamente en los
preferencia de los latinoamericanos apunta a países con una política económica más liberal
un Estado fuerte, capaz de proveer servicios, (como Panamá, Chile y Paraguay), mientras
crear empleos y reducir la desigualdad, ase- que en Venezuela es mucho más baja (el pro-
gurando el bienestar de la gente. El gráfico 6 medio es casi 30 puntos más bajo en Venezuela
muestra los promedios latinoamericanos de que en Chile).
aprobación de estas ideas23 y el gráfico 7 el ín- La demanda de presencia estatal es alta in-
dice de estatismo por país (Ver gráficos 6 y 7 en cluso en países altamente institucionalizados,
páginas siguientes). y considerados desarrollados dentro de la re-
gión, como Uruguay, Brasil y Colombia; es
más, en estos países los valores del índice de
23 Las preguntas empleadas son las siguientes: El estatismo son más altos que en países como
Estado (gentilicio), en lugar del sector privado, Bolivia, Guatemala y Perú. Este dato es de gran
debería ser el dueño de las empresas e industrias
más importantes del país; más que los individuos importancia para las circunstancias históricas
debería ser el principal responsable de asegurar el que vive la región y explica en buena parte la
bienestar de la gente; más que la empresa privada, emergencia de liderazgos fuertes con rasgos
debería ser el principal responsable de crear em- carismáticos, y con una orientación hacia po-
pleos; debe implementar políticas firmes para redu-
líticas de corte nacional popular. Y es que los
cir la desigualdad de ingresos entre ricos y pobres;
más que el sector privado, debería ser el principal ciudadanos parecen estar demandando políti-
responsable de proveer los servicios de salud. La cas neodesarrollistas, en las que el Estado es
combinación de estos 5 elementos en un promedio un actor central en la economía y en la búsque-
con una escala de 0 a 100 conforma el índice de esta- da de desarrollo y bienestar material para la
tismo que se usa en este capítulo como medida com-
población.
puesta de la preferencia por un estado protagónico
en la economía.
Los líderes y sociedad frente al espejo 193

Gráfico 6. Promedios latinoamericanos de aprobación a la intervención estatal en distintas áreas, 2012

84.0
80.2 80.6
80 78.2

60
54.9

40

20

0
Dueño empresas Asegurar bienestar Red. desigualdad Crear empleos Proveer servicios

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP.


194 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Gráfico 7. Promedios latinoamericanos del índice Más allá de una demanda circunstancial, lo an-
de estatismo, 2012 terior puede estar sugiriendo que los latinoa-
mericanos anhelan mayor presencia estatal en
la economía precisamente en los países en los
Nicaragua 87.9 que ésta es más débil, o al menos en los que
R. Dominicana 87.5 se percibe una ausencia de acción estatal. Al
Paraguay 87.2 contrario, en los países en los que la presencia
Uruguay 85.7 estatal es muy clara, los ciudadanos parecen
Argentina 84.1
inclinarse por un rol más pasivo del Estado.
El Salvador 84.1
El área de intervención en la que estas diferen-
cias pueden verse de manera más clara es la
Panamá 83.3
propiedad de las principales empresas del país,
Colombia 82.0
mientras que las responsabilidades de asegurar
Chile 81.7
bienestar, proveer servicios, crear empleos y
México 80.1
reducir la desigualdad encuentran mayor con-
Brasil 79.2
senso en la región.
Ecuador 79.2 La demanda por un rol activo del Estado
Costa Rica 78.0 en la economía es tan importante para los
Perú 76.8 latinoamericanos que se vincula con la prefe-
Venezuela 76.0 rencia misma por la democracia en la región.
Bolivia 76.0 Los países en los que la preferencia por la de-
Guatemala 74.6
mocracia es más sólida son aquellos que de-
Honduras 69.8
mandan mayor claridad un Estado con papel
protagónico. Esta relación se da también en
0 20 40 60 80 100 el nivel individual: se observa una correlación
Índice de estatismo
positiva entre índice de estatismo y prefe-
95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)
rencia de los ciudadanos por la democracia.
Estos datos indican que los latinoamericanos
Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP.
quieren un tipo de democracia específico, en
Los líderes y sociedad frente al espejo 195

el cual el Estado tiene un papel central en la En general, los ciudadanos de los países más
dinámica económica. pobres de la región tienden a identificar a los
La mayoría de los latinoamericanos identifi- problemas económicos como los más impor-
can dos tipos de problemas como los más im- tantes. La seguridad ciudadana parece preocu-
portantes para sus países: los económicos y los par más a ciudadanos de países con niveles de
de seguridad ciudadana. Aproximadamente un desarrollo socioeconómico medios, mientras
tercio de los ciudadanos de los 18 países con- que la política preocupa de manera notable so-
siderados identifica a los problemas económi- lamente en Honduras, el país que vivió un quie-
cos como los principales, y otra tercera parte bre institucional en el último lustro.
señala a los de seguridad. Siguen muy lejos los Cabe señalar que tanto las percepciones de
problemas políticos, señalados apenas por el inseguridad ciudadana como las percepciones
12% de la población. negativas sobre la economía del país están
No obstante, existen importantes diferen- asociadas con una preferencia por liderazgos
cias entre los países con relación a los proble- fuertes, incluso autoritarios. Los resultados
mas más importantes. Mientras que tres cuar- de un análisis de regresión logística grafica-
tas partes de los nicaragüenses identifican pro- dos a continuación, muestran que tanto la
blemas económicos como los más importantes, victimización por crimen como la sensación
apenas 1 de cada 7 brasileros lo hacen. Otros de inseguridad están vinculadas con la justi-
países en los que los problemas económicos ficación de un golpe de estado hipotético por
tienen una gran incidencia para sus ciudadanos parte de los militares24.
son Bolivia, Paraguay, República Dominicana,
El Salvador, Perú y Ecuador.
En cuanto a la seguridad, dos terceras partes
de los venezolanos la señala como el principal 24 La pregunta empleada para este análisis es la si-
problema del país, lo mismo que la mitad de los guiente: Alguna gente dice que en ciertas circuns-
uruguayos y de los salvadoreños. En contrapar- tancias se justificaría que los militares de este país
tida, apenas 8% de los nicaragüenses cree que tomen el poder por un golpe de Estado. En su opinión
se justificaría que hubiera un golpe de estado de los
los problemas de seguridad son los más impor-
militares frente a las siguientes circunstancias…?
tantes en su país. Frente a mucha delincuencia.
196 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Gráfico 8. Resultados de la regresión logística tienen efectos negativos sobre la justificación de


para la justificación de un golpe de Estado de un golpe de estado por parte de los militares en
parte de los militares, 2012
un hipotético caso de delincuencia extrema.
Las personas más educadas están menos
Usa internet casi a diario F=93.596 dispuestas a justificar un golpe de Estado, así
N =25785
como las personas más satisfechas con la situa-
Victimización por delincuencia ción económica nacional y quienes muestran
un apoyo más explícito a la democracia. Inde-
Se siente muy inseguro
pendientemente de su edad o nivel socioeconó-
Nivel de educación mico, las personas que usan internet frecuen-
temente son menos propensos a justificar una
Edad
interrupción militar del orden institucional que
Mujer
quienes no participan frecuentemente de la red.
Estos hallazgos reafirman la emergencia de
Apoyo a la democracia una nueva politicidad en América Latina, con-
formada principalmente por los internautas y
Percepción sit. eco. nacional
-0.30 -0.20 -0.10 0.00 0.10 0.20
las personas más educadas, aunque también
95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado) por las mujeres y los más jóvenes. Este nuevo
sentido de la política pasa por un convenci-
Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP. miento democrático sólido, pero que parte de
un ciudadano autónomo, que tiene capacidad
crítica y está conectado con distintas redes.
Además de las variables de inseguridad y crimen,
otros factores que muestran un efecto significa- 3.3. Protagonismo de la mujer y
tivo sobre la preferencia por un gobierno no de- de los jóvenes en las democracias
mocrático son la edad, el uso de internet, el nivel latinoamericanas
educativo, el apoyo a la democracia, el hecho de
ser mujer y la percepción favorable de la situa- En Latinoamérica, las mujeres y los jóvenes
ción económica nacional. Todos estos factores muestran menor interés en la política que los
Los líderes y sociedad frente al espejo 197

varones y las personas de mayor edad. Sin Gráfico 9. Porcentaje de personas que aprueba la
embargo, las mujeres son vistas como líderes idea de que los varones son mejores líderes que
las mujeres por país, 2012
menos susceptibles a la corrupción. Esto las
posiciona como actores claves para la canali-
zación de una nueva forma de hacer política,
que responda las demandas ciudadanas y sea R. Dominicana 46.0

capaz de fortalecer los sistemas democráticos Venezuela 32.3

en la región. Honduras 29.3

Cuando se pregunta a los latinoamericanos Bolivia 27.0

sobre quiénes creen que son mejores líderes, Paraguay 25.9

la gran mayoría de la población rechaza la Ecuador 25.6

idea de que los varones sean mejores líderes. El Salvador 24.8

Este es un primer hallazgo importante; casi México 24.1

tres cuartas partes de la población en la re- Chile 23.6

gión están en desacuerdo o muy en desacuer- Panamá 23.5

do con la idea de que los varones sean mejo- Nicaragua 22.0

res líderes25. Costa Rica 21.4

El gráfico siguiente muestra el porcentaje Argentina 20.3

de personas que están, al menos, de acuerdo Guatemala 19.7

con la idea de que los varones son mejores lí- Colombia 18.0

deres que las mujeres en los países incluidos Perú 17.3

en este análisis. Brasil 16.6

Uruguay 16.0

0 10 20 30 40 50

Hombres mejores líderes que mujeres


25 La pregunta empleada es Algunos dicen que en ge-
95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)
neral, los hombres son mejores líderes políticos que
las mujeres. ¿Está usted muy de acuerdo, de acuer-
do, en desacuerdo, o muy en desacuerdo? Se muestran Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP.
aquí las opciones “muy de acuerdo” y “de acuerdo”.
198 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Una cuarta parte de los habitantes de la región Pero esta percepción favorable del liderazgo
sostienen que los varones son mejores líderes. femenino no parece ser suficiente para generar
Los países que tienen actualmente presiden- condiciones de igualdad en la participación
tas mujeres están en la parte baja del cuadro. política. De manera consistente con otros es-
Mientras que casi la mitad de los dominicanos tudios, distintos factores muestran que las mu-
están convencidos de que esto es así, apenas jeres tienden a adoptar una posición pasiva en
uno en 6 uruguayos y brasileros tienen este la política con relación a sus conciudadanos
sesgo machista. Esto muestra la persistencia varones. Uno de ellos es el interés en la políti-
de una cultura machista en una fracción impor- ca: las mujeres latinoamericanas muestran un
tante de la población que menoscaba las capa- interés en la política significativamente menor,
cidades de liderazgo de las mujeres y reprodu- independientemente de su nivel educativo y
ce condiciones de dominación masculina que de otros factores socioeconómicos, que el que
se evidencian también en la política, y parece afirman tener los varones. En promedio, el in-
ser más prevalente en el Caribe que en el resto terés de las mujeres en la política es 8 puntos
de la región. porcentuales menores al de los varones. Este
A pesar de la existencia de esta cultura ma- menor interés de las latinoamericanas en la po-
chista, los liderazgos políticos de las mujeres lítica se observa a nivel regional y en todos los
son considerados como menos corruptos que países a nivel individual, excepto en Honduras
los de los varones. Cuando se pregunta quié- y México, donde no hay diferencias estadísti-
nes son más corruptos como políticos, si los camente significativas entre varones y mujeres.
hombres o las mujeres, alrededor de un ter- El convencimiento de que se conoce los
cio de los latinoamericanos afirma que los asuntos importantes del país, que parece ser
varones, mientras que sólo el 4% dice que las una condición del interés y la participación po-
mujeres, aunque la mayoría cree que ambos líticos, también muestra variaciones importan-
pueden ser corruptos. Este dato es relevante, tes en la región. Los varones creen que saben lo
puesto que señala que las mujeres tienen una que importa con más frecuencia que las muje-
reserva de confiabilidad que podría alimentar res, independientemente de su nivel educativo.
el resto del sistema político en momentos de La edad también tiene un papel distinto para
crisis de legitimidad. los varones y para las mujeres con respecto a
Los líderes y sociedad frente al espejo 199

cuáles son los asuntos más importantes del país. Gráfico 10. Sentimiento de que se conoce los
Mientras que esta seguridad se incrementa con asuntos importantes del país entre hombres y
mujeres, según rangos de edad, 2012
la edad entre los varones, entre las mujeres no
hay diferencias importantes entre los distintos
rangos de edad. Es decir, los varones tienden a
ganar confianza de que conocen los asuntos im- 52

Siente que entiende los asuntos más importantes del país


portantes del país a medida que se convierten en 50
Varones

ciudadanos maduros pero esto no sucede entre


las mujeres. El gráfico 10 muestra la evolución 48

de los promedios en el “sentimiento de que se


conoce los asuntos importantes del país” para
46

hombres y mujeres, según su edad26 (Gráfico 10). 44

Es posible proponer distintas explicaciones Mujeres

para esta participación política diferenciada: 42

desde la preeminencia de una cultura política


40
machista hasta la falta de confianza de las mu- 16-25 26-35 36-45 46-55 56-65 66+

jeres en sus capacidades políticas. Pero cual- Edad

quier explicación de la menor participación de


las mujeres en la política debe considerar que Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP.
ésta es un ámbito controlado por los varones,
que se rige por códigos y lógicas masculinas, en
el cual las mujeres tienen a menudo un papel Los esfuerzos de inclusión de las mujeres en
subordinado. Y muy posiblemente esto es lo la política, por ejemplo por medio de la ins-
que empieza a cambiar en la región. tauración de cuotas en la representación par-
lamentaria, han logrado conferirle a la política
en los países latinoamericanos mayor presen-
26 La pregunta empleada dice: Usted siente que en- cia femenina. Sin embargo, las estructuras pa-
tiende bien los asuntos políticos más importantes del
país. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuer-
triarcales que garantizan y reproducen el con-
do con esta frase? trol masculino del poder estatal distan mucho
200 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de ser completamente superadas. Esto puede eminentemente “políticas”; las manifestaciones


apreciarse todavía en la opinión pública, tanto masivas de jóvenes demandando mejores con-
en las percepciones sobre participación feme- diciones de educación en Chile, el movimiento
nina, como principalmente en las percepcio- #yosoy132 en México, o las movilizaciones por
nes y actitudes de las mismas mujeres. la paz en Colombia son indicios de la existencia
Con los jóvenes sucede algo similar, pero sin de jóvenes organizados, conectados a través de
políticas que promuevan su participación en la las tecnologías de la comunicación y activamen-
mayoría de los países de la región. Tanto a nivel te involucrados en acciones políticas que no
de América Latina como cuando se considera pasan por los canales de representación institu-
a los países de manera individual, los jóvenes cionales. Esto refleja la demanda de una nueva
muestran menos interés en la política que los politicidad de parte de los jóvenes latinoameri-
ciudadanos de mayor edad. En algunos países canos. Y es aquí donde las mujeres, percibidas
los jóvenes parecen tener mayor interés, pero como actores políticos menos susceptibles de
una vez que se introduce el nivel educativo como volverse corruptas, aparecen como un actor
variable de control, esta relación desaparece. En clave en el encausamiento de tal demanda.
otras palabras, lo que define el interés por la po-
lítica es la educación de las personas, que tiende 3.4. Escenario internacional e
a ser mayor entre los miembros de las generacio- integración regional
nes más nuevas. Una vez que se controla por éste
y otros factores, los jóvenes se muestran menos Los latinoamericanos están conscientes del
interesados en la política que los mayores. carácter crecientemente multipolar del con-
Sin embargo, antes que un desinterés gene- texto internacional en el que viven. Si bien
ral en la política, estos datos pueden estar mos- los Estados Unidos sigue siendo el país con
trando es la falta de confianza e interés en la mayor influencia en la región, se percibe su
forma específica en que la política funciona y declive. Brasil es el país que se percibe con
se practica. Para muchos jóvenes, los actores y una influencia más positiva y con una imagen
el sistema político en general están devaluados gravitante en el cono sur. Al mismo tiempo, se
y no motivan su interés y participación. Pero aprecian condiciones favorables para la inte-
esto no implica que no participen en acciones gración regional, aunque esta tendencia pare-
Los líderes y sociedad frente al espejo 201

ce más clara en Sudamérica que hacia el norte Gráfico 11. País con mayor influencia en América
de la región. Latina en la actualidad, América Latina, 2012
Alrededor de la mitad de los latinoamerica-
nos cree que los Estados Unidos son el país de
mayor influencia en la región. Alrededor de una México
Otro
4.1%
1.5%
tercera parte cree que países asiáticos (China,
Japón o la India) son los más influyentes. Me- Venezuela
5.6%
nos de 15% identifica a un país latinoamericano Brasil
6.6% China / Japón / India
como el más influyente (Gráfico 11). 32.7%
La mitad de los latinoamericanos identifica
a los Estados Unidos como el país con mayor
influencia en la región. Esta percepción tiene
su nivel más alto en Colombia, donde llega al
70% de la población y el más bajo en Venezuela,
donde apenas uno de cada 4 ciudadanos cree
que los Estados Unidos es el país más influyen- EEUU
49.5%
te en América Latina.
Sin embargo, la influencia que los latinoamerica-
nos predicen para los Estados Unidos dentro de 10
años es mucho menor. Apenas 30% de la población
País con más influencia en América Latina hoy
de la región cree que en ese lapso Estados Unidos
será el país con más influencia. Este hallazgo su-
Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP.
giere una comprensión dinámica y precisa del con-
texto internacional, bajo la cual los países ganan y
pierden su peso relativo en procesos globales de
largo y mediano plazo; los ciudadanos no tienen Brasil tiene la percepción más favorable de los
una visión estática del contexto internacional, sino países considerados. En general los latinoame-
que entienden que éste se transforma, modificando ricanos tienden a ver que la influencia del país
las relaciones de poder entre los países. sudamericano es positiva en la región. Menos
202 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

positiva es la percepción de la influencia de Ve- Gráfico 12. Porcentaje de personas que afirma
nezuela en la región, que tiene los promedios que Brasil debería ser considerado como un
modelo para su país, 2012
más bajos.
Lo anterior es consistente con las respues-
tas a la pregunta sobre qué país debería ser
considerado como un modelo en la región. Al- Argentina 29.9

rededor de 10% de los latinoamericanos iden- Paraguay 25.1

tifica a Brasil como el país que debería ser Uruguay 22.8

considerado como un modelo para el suyo. Venezuela 15.1

Argentina es el país donde esta cifra es más


Bolivia 13.4
alta: 30% de los argentinos se fija en Brasil
Perú
como modelo, mientras que apenas 1% de los
10.7

chilenos lo hace. El gráfico siguiente muestra El Salvador 10.2

los porcentajes de personas en cada país que Colombia 9.0

afirman que Brasil debería ser un modelo para Ecuador 8.5

su propia nación27 (Gráfico 12). R. Dominicana 6.4

Los ciudadanos de los tres socios origina- México 4.3


les de Brasil en el Mercosur, Argentina, Uru-
Costa Rica 3.2
guay y Paraguay son quienes más piensan en
Brasil como modelo de desarrollo para su Nicaragua 3.0

país. Los países mesoamericanos, al contra- Panamá 1.9

rio, tienen ciudadanos más interesados en Guatemala 1.2

buscar modelos de desarrollo para su país Chile 1.1

fuera de la región.
0 10 20 30 40

Brasil modelo para el país


95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

27 La pregunta empleada es: En su opinión, ¿cuál de


los siguientes países debería ser un modelo para el
Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP.
desarrollo futuro de nuestro país?
Los líderes y sociedad frente al espejo 203

Un caso particular es el de Chile, el país en con ocho años después este porcentaje llega al 48%.
el menor porcentaje de personas que cree que Esta tendencia al incremento en la satisfacción
Brasil debería ser su modelo. Dada la ubicación con la vida parece ser general en la región des-
de Chile en Sudamérica, y considerando su par- pués del momento de inflexión que vivió la re-
ticular asociación con el Mercosur, este dato gión alrededor del año 2000.
parece sorprendente; sin embargo, el nivel de Al mismo tiempo, las condiciones económi-
desarrollo y estabilidad económicos logrados cas del país son vistas, en general, de manera
por Chile puede hacer que sus ciudadanos de- positiva. El año 2012 22% de los latinoameri-
jen de buscar modelos dentro de América Lati- canos creían que la situación económica de su
na y se fijen en otras regiones o construyan un país era “buena” o “muy buena”, mientras que
modelo auto referenciado. el año 2004 apenas 6% de la población de la re-
Algo similar sucede en Brasil, donde los gión compartía esa opinión.
ciudadanos que se fijan en otros países de la Este optimismo es más claro a nivel perso-
región, pensando en un modelo de desarrollo nal –cuando se pregunta a los latinoamerica-
son proporcionalmente los menos. El 73% de nos sobre sus percepciones acerca de sus con-
los latinoamericanos identifica al modelo que diciones económicas personales o nacionales,
debería seguir su país fuera de la región. Este que cuando se toma en cuenta el nivel nacional
porcentaje es alto en todos los países, pero es (cuando el sujeto sobre el cual se consulta es el
el doble en el Brasil que en la Argentina: 89 y país). Más de una cuarta parte de la población
46% respectivamente. de la región consideraba en 2012 que su situa-
ción económica personal era “buena” o “muy
3.5. Visiones y expectativas de futuro buena”, y menos del 20% creía que era “mala”
o “muy mala”. En contraste, el año 2004 sólo
En general los latinoamericanos ven su vida 12% de los latinoamericanos sentían que su si-
con optimismo. El sentimiento de satisfacción tuación era buena o muy buena, mientras que 4
con la vida propia es más alto que a principios de cada 10 la percibía como mala o muy mala.
de la década del 2000. El año 2004, solamente En una mirada prospectiva, las dos tenden-
37% de los habitantes de la región afirmaban es- cias se hacen evidentes. Por un lado, entre los
tar muy satisfechos con su vida, mientras que latinoamericanos prima una visión optimista del
204 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

futuro, al menos cuando se trata de la economía. futuro personal pero no necesariamente sobre
Por otro, las visiones son más favorables a nivel el del país. Es decir, quienes mejor están tienen
personal que a nivel nacional. El gráfico 13 mues- menor confianza en que el país estará mejor en
tra la valoración prospectiva promedio en cada el futuro de la que tienen en sí mismos.
país, tanto para el nivel individual como para el Es un dato relevante que los sectores socioe-
nacional28 (Ver gráfico 13 en página siguiente). conómicos más favorecidos en la región tengan
En todos los países, la prospectiva que ha- niveles de optimismo más altos; esto coincide
cen los ciudadanos de su situación económica con otros hallazgos relacionados, por ejemplo,
personal es, en promedio, positiva. Pero cuan- con la legitimidad de las instituciones o la con-
do se hace referencia al futuro del país, 8 paí- fianza en las instituciones fundamentales de la
ses tienen valoraciones promedio negativas; democracia en América Latina (Seligson 2008).
nuevamente, las percepciones negativas pare- Pero también sugiere un cierto desprecio (o al
cen ser más comunes en Mesoamérica que en menos un escepticismo serio) de las élites la-
el sur del continente. tinoamericanas en relación precisamente a los
Pero las diferencias entre verse a sí mismos países que los hicieron ciudadanos privilegia-
de manera optimista y ver al país con el mismo dos. Esto es lo que Fernando Calderón llama el
entusiasmo no son constantes entre los latinoa- Teorema de Almaraz, inspirado por el desapa-
mericanos. Mientras mejores sean las condicio- recido intelectual boliviano Sergio Almaraz Paz
nes económicas de las personas, mayor es la (Calderón 2012).
propensión a que se sientan optimistas sobre su En síntesis, los latinoamericanos de la se-
gunda década del Siglo XXI ven el futuro con
optimismo, y sienten que podrán cumplir con
28 Las preguntas empleadas fueron ¿Considera usted
sus expectativas y mejorar económicamente
que dentro de 12 meses su situación económica será
mejor, igual o peor que la de ahora? Y ¿Considera us- en el futuro. Al mismo tiempo viven en socie-
ted que dentro de 12 meses la situación económica del dades con altos niveles de desigualdad y po-
país será mejor, igual o peor que la de ahora? Las breza, por lo tanto, cuando evalúan el futuro
escalas fueron recodificadas en un rango de -100 a 100, económico para el país, son menos optimistas,
en el que “igual” tiene valor de 0. Los datos para estas
particularmente si es son parte de los grupos
dos preguntas son de la ronda de encuestas de LAPOP
del año 2010. más privilegiados.
Los líderes y sociedad frente al espejo 205

Gráfico 13. Prospectiva económica personal y nacional por país, 2010

Uruguay
Paraguay
Brasil
Panamá
Costa Rica
Chile
Bolivia
El Salvador
Perú
Colombia
Honduras
Ecuador
R. Dominicana
México
Venezuela
Nicaragua
Argentina
Guatemala

-40 -20 0 20 40 60

Prospectiva económica personal Prospectiva económica país

Fuente: Barómetro de las Américas 2010, por LAPOP.

4. Hacia un balance integrado:


reflexiones finales

En primer lugar, a modo de síntesis, en el siguiente caciones y desafíos que surgen de analizar las en-
mapa se describen los principales consensos, bifur- trevistas a las elites y los datos de opinión pública.
206 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Consensos Bifurcaciones Desafíos


Valoración del presidencialismo y de Contraposición en las formas distintas Se observa un escenario cuyo
los liderazgos personales fuertes o de entender la política, que parecen ir desafío es mantener la sostenibi-
carismáticos como centrales para el de lógicas más institucionales hasta lidad económica con innovación
ejercicio de la política como mecanis- formas más participativas. en la mayoría de los países que
mo para la solución de problemas actualmente muestran condiciones
y como de la gestión eficiente de la favorables; un segundo escenario
economía asociada a estos liderazgos en el que las capacidades políticas
se sobreponen a las deficiencias
económicas, y otro en el que la efi-
ciencia económica es insuficiente
para garantizar la confianza en los
liderazgos políticos.
Importancia para enfrentar los La preocupación por resolver asuntos
problemas de la desigualdad y de prácticos inmediatos es mayor entre
la inseguridad es algo estratégico los líderes centroamericanos, mien-
y fundamental para el desarrollo tras que la visión estratégica es más
y la vigencia de la democracia en frecuente en Sudamérica.
América Latina. El papel estratégico La falta de atención a temas relacio-
del Estado para abordar ambos nados a la economía y a la seguridad
problemas es central tanto para los ciudadana parece detonar la tentación
ciudadanos como para las élites entre algunos ciudadanos por la posi-
políticas latinoamericanas. ble aceptación de formas de gobierno
Entre los líderes hay una conciencia autoritarias en contextos de inseguri-
creciente de vincular la desigualdad dad ciudadana extrema.
con una transformación productiva
aprovechando las ventajas compara-
tivas que de la exportación de bienes
primarios; la demanda por desarrollo
también existe de manera clara en la
sociedad.
Los líderes y sociedad frente al espejo 207

Consensos Bifurcaciones Desafíos


En materia de género existe cierto grado Las élites valoran positivamente el papel El desafío fundamental en torno al tema de
de consenso entre la sociedad y las de los jóvenes como nuevos líderes la participación de las mujeres es superar la
élites en relación a la importancia de la en la región. Sin embargo, los jóvenes vigencia de una cultura patriarcal muy ar-
participación de las mujeres en la políti- parecen manifestar orientaciones vari- raigada en algunos sectores de la sociedad y
ca. Se reconocen los logros alcanzados, ables y una preferencia por un sentido en buena parte del liderazgo político regional.
pero es claro que existen todavía falen- de ejercicio de la política distinto al que En cuanto a los jóvenes, el desafío para
cias importantes. existe actualmente, lo que se manifiesta la región es si las distintas orientaciones
Si bien, la mayoría de los ciudadanos a menudo en formas de ejercicio político políticas existentes en América Latina
valora los liderazgos femeninos, sub- reactivas y hasta contestatarias. No serán capaces de asimilar y nutrirse
siste una cultura patriarcal entre algunos obstante, hay una valorización de los de la demanda de los jóvenes por una
líderes y grupos de la sociedad que jóvenes en términos de su capacidad nueva forma de hacer política, o si esta
menoscaba la capacidad de las mujeres estratégica de innovación basada en la demanda deberá ser canalizada por
de actuar como líderes. tecnosociabilidad. propuestas políticas alternativas.
Se advierte una conciencia explícita En Sudamérica predomina una visión de Un integración regional y o subregional
entre los ciudadanos, y especialmente integración estratégica de largo alcance, con resultados socioeconómicos y
entre los líderes entrevistados, sobre mientras que México y los países cen- culturales compartidos.
la existencia real de una multipolaridad troamericanos parecen más preocupa-
global y fluida que afecta y definirá dos por atender sus demandas inmedi-
aún más en el futuro el desarrollo y la atas, sobre todo en lo que se refiere a la
política latinoamericana. seguridad ciudadana y el narcotráfico.
El rol de Brasil en la escena global y su
importancia creciente son reconocidos
claramente entre las élites. Sin embargo,
no todos valoran de manera positiva sus
acciones para promover la integración re-
gional. Desde el lado de la sociedad, Bra-
sil aparece como el modelo para seguir
particularmente en el cono sur, mientras
que en el resto de la región se valora más
a China y a EE. UU. como referentes.
208 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Los avances sobre varios aspectos de la demo- parece ser una tendencia general en las socie-
cracia, el desarrollo y la integración regional dades de América Latina. Los ciudadanos apo-
son evidentes pero también limitados y sobre yan liderazgos que reparen las condiciones his-
ellos la sociedad y los mismos líderes evalúan tóricas de pobreza y desigualdad de la región a
el presente y el futuro. Saben que los resulta- través de una acción prominente del estado. El
dos de las acciones actuales tienen consecuen- neodesarrollismo emerge entonces como una
cias para el futuro. opción cada vez más atractiva para ciudadanos
En términos generales, la información de las y élites, combinando un fuerte énfasis en la di-
percepciones de los líderes y de los ciudadanos mensión económica de la gestión estatal con
analizadas en este documento sugiere la persis- una orientación ideológica estatista, naciona-
tencia de viejos problemas de la cultura polí- lista, proclive a la redistribución, pero sin una
tica latinoamericana, relativos a la necesidad visión de sostenibilidad ambiental clara.
de combinar proyectos y cambios emancipato- A pesar de los avances registrados, las li-
rios, con legitimidad y eficacia institucional en mitaciones para generar condiciones de vida
el marco de una democracia pluralista. Las ten- satisfactorias para los ciudadanos, junto con
siones principales parecen darse entre la nece- las desigualdades en el acceso a los recursos,
sidad de tener una gestión pública eficaz, capaz y la excesiva concentración de las ingresos y
de generar condiciones de vida mejor y más las riquezas, pueden contribuir a la prolife-
igual para los ciudadanos, y la atención a valo- ración de dudas sobre el funcionamiento del
res relacionados a los principios democráticos, sistema político y sus instituciones. Las ten-
al medio ambiente, a la inclusión y a la inte- dencias populistas de muchos líderes latinoa-
gración regional. Estas tensiones se canalizan mericanos parecen relacionarse con las falen-
de manera variada en los países de la región, cias de los partidos políticos, parlamentos y
produciendo orientaciones políticas distintas otras instituciones liberales para resolver las
y a veces novedosas que combinan demandas brechas entre estado y sociedad, que se ven
ciudadanas y propuestas de las élites en lide- reflejadas en términos de privaciones y des-
razgos visibles. igualdad económica.
La demanda por una presencia estatal fuer- También es evidente que en la región existe,
te y activa en distintos ámbitos de la economía en general, un ambiente optimista compartido
Los líderes y sociedad frente al espejo 209

entre élites y ciudadanos, relacionado con las que se llegue a retrocesos autoritarios, como
condiciones actuales de crecimiento económi- un golpe de estado. Sin embargo, la pérdida
co y también con la emergencia de liderazgos de efectividad de los mecanismos de control
con rasgos carismáticos y promotores que ali- y contrapeso republicanos podría, en algunos
mentan un vínculo afectivo importante entre lí- casos, fortalecer tendencias semi autoritarias
deres y sociedad. Pero esta sensación de satis- y minar la calidad de la democracia de algunos
facción presenta del desafío de mantenerse en países del continente.
el futuro, tanto en términos de representación Una manera novedosa pero incipiente en la
política como del bienestar económico. Un ma- que se plantean las tensiones entre efectividad
nejo político desacertado, sobre todo en cuan- y valores en la América Latina contemporánea
to al reconocimiento del carácter pluralista de es a través del surgimiento de una nueva po-
estas sociedades puede generar condiciones liticidad, un nuevo sentido de hacer política
de frustración ciudadana incluso en contextos fuertemente arraigada en valores de equidad,
de bonanza económica. Como contraparte, un democracia y derechos humanos. Esta politici-
desempeño económico negativo, algo eminen- dad busca construir una visión estratégica y de
te bajo condiciones de vulnerabilidad e inter- futuro, con la innovación productiva y la soste-
dependencia económica internacional, podría nibilidad ambiental ocupando un papel central.
resultar en un escenario de desgaste institucio- Los jóvenes serían los principales portadores
nal innecesario. de esta comprensión alternativa de la política,
Ese escenario de expectativas frustradas y sus recientes manifestaciones políticas en
puede hacer que reaparezcan tendencias au- distintas ciudades del continente dan una indi-
toritarias. Ante el fracaso de los mecanismos cación de su magnitud y alcance potencial. La
institucionales para el ejercicio de la política valorización de la educación y la membrecía en
se convoque a líderes con fuerte respaldo po- la sociedad de la información son otros dos ele-
pular a obviar en parte el sistema de contrape- mentos que están fuertemente asociados a es-
sos que garantiza el funcionamiento del régi- tas demandas de una renovación de la política.
men democrático pluralista y sustantivo. Dado La pregunta fundamental es si los lideraz-
que la democracia electoral está sólidamente gos carismáticos y promotores en la región,
asentada en América Latina, es poco probable con sus acentos neo desarrollistas, podrán
210 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

canalizar la demanda de esta nueva forma Calderón, Fernando y Castellls, Manuel 2003¿Es
de hacer política. Sin negar la trascendencia sostenible la globalización en américa
histórica de estos liderazgos, persiste la ne- Latina? Debates con Mabnuel Castells, vol. 1
cesidad de construir un orden institucional y 2 (Santiago de Chile: PNUD).
legítimo y eficiente como factor fundamental Calderón, Fernando 2012 América Latina
en la construcción de una democracia sustan- y el Caribe: tiempos de cambio. Nuevas
tiva y pluralista. A ciencia cierta no se sabe consideraciones sociológicas sobre la
cómo evolucionará el proceso político latino- democracia y el desarrollo (Buenos
americano y cómo los líderes actuales podrán Aires: Teseo).
impulsar condiciones de bienestar e igualdad Castells, Manuel 2010 “La democracia en l’era
que satisfagan las expectativas ciudadanas y d’Internet” en Revista del centre d’estudis
de las propias élites, produciendo una trans- Jordi Pujol Nº4, pp. 7-13.
formación productiva competitiva basada en Castells, Manuel 2012 “El poder en la era de
valores y capaz de competir en el mundo post las redes sociales” en Nexos en línea, 1º de
crisis y que, por fin, que la región de un salto septiembre.
para adelante en términos de democracia y CEPALSTAT s/d Disponible en http://
desarrollo. Lo que sí se sabe es que la cons- estadisticas.cepal.org/cepalstat/WEB_
trucción de tales metas no tiene atajos, es lar- CEPALSTAT/Portada.asp
ga, compleja y llena de laberintos. LAPOP 2010 “Barómetro de las Américas”.
Disponible en http://lapop.ccp.ucr.ac.cr/
LAPOP 2012 “Barómetro de las Américas”.
Bibliografía Disponible en http://lapop.ccp.ucr.ac.cr/
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Económica). humano en Cuadernos de gobernabilidad
Bobbio, Norberto 1986b Diccionario de democrática vol. 1(Buenos Aires: Siglo
política (México: Siglo XXI). XXII/PNUD).
Una inflexión histórica
Cambio político y situación
socioinstitucional en América Latina* **

Introducción tica, América Latina —y particularmente los


países estudiados por el PAPEP—,1 viven el
El presente trabajo busca sintetizar y reflexio- inicio de un nuevo ciclo histórico. La expe-
nar sobre las tendencias sociohistóricas que riencia ha provocado un clima de malestar y
vive América Latina y que afectan de manera desencanto, pero también de importantes ex-
determinante los escenarios de gobernabilidad pectativas de cambio y progreso en el marco
democrática.
Luego de un importante periodo de refor- veda y Emilio Sampietro. El presente documento ha
mas estructurales y de transición democrá- tomado en consideración estudios nacionales sobre
coyuntura y escenarios de corto plazo de Argentina,
Bolivia, Ecuador, Honduras, Panamá, Perú, Nicara-
* Este trabajo fue publicado originalmente en Revista gua y Uruguay, así como estudios del Observatorio
de la CEPAL Nº 96, diciembre de 2008. Regional del PAPEP, una amplia bibliografía y datos
secundarios sobre la temática de estudio. El análisis
** Este documento fue elaborado por Fernando
y las recomendaciones políticas de este Informe no
Calderón, con la colaboración de Juan Enrique
reflejan necesariamente las opiniones del Programa
Vega y Caterina Colombo. Se agradecen muy espe-
de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
cialmente los comentarios y sugerencias al texto
de su Junta Ejecutiva ni de sus Estados miembros.
preliminar de Fernando Henrique Cardoso, Manuel
El Informe es una publicación independiente prepa-
Castells y Juan Gabriel Valdés, y de los colegas
rada por encargo del PNUD.
del Regional Bureau for Latin America and the Ca-
ribbean, RBLAC. Versiones previas de este trabajo
han sido discutidas en seminarios internos del PA- 1 Gobernabilidad Democrática en América Lati-
PEP-PNUD. También se agradece la cooperación de na, el cual se enmarca en la estrategia regional del
Diego Achard, Antonio Aranibar, Luis Eduardo Gon- PNUD sobre gobernabilidad democrática en Améri-
zález, Armando Ortuño, Gerardo Noto, Eugenia Bó- ca Latina.
212 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de un régimen democrático que la sociedad resuelvan esos problemas. O dicho de otra


sigue percibiendo como la forma más acep- manera, cómo —en un contexto de acele-
table de gobierno. El malestar convive con la rada globalización— la política y las insti-
generación de una ciudadanía más autónoma tuciones de la democracia procesarán los
y crítica, una ciudadanía vinculada a nuevos cambios que vienen experimentando las so-
espacios públicos de participación, conflicto ciedades en la región.
y diálogo. En este documento se presenta una serie
La idea que organiza este texto argumenta de tendencias sociohistóricas y reflexiones
que América Latina vive un momento de cri- que pretenden ilustrar y desagregar los prin-
sis, inflexión y cambio político, en el que las cipales hallazgos de este trabajo. También se
relaciones entre institucionalidad y equidad plantean perspectivas de mediano plazo bajo
son fundamentales para la gobernabilidad de- la forma de escenarios básicos, una propues-
mocrática futura. En gran medida, de cómo ta para mejorar la gobernabilidad en América
se avance en ambos planos —enmarcados Latina que contiene algunas pautas básicas
en contextos económicos internacionales y sobre las áreas en las que debe hacerse ma-
nacionales específicos— dependerán las posi- yor hincapié y, finalmente, se señalan algunas
bilidades de que el momento de inflexión se conclusiones.
transforme en una ruta renovadora de la de-
mocracia y el desarrollo.
La argumentación, además, sostiene que la I. Problemas y desafíos
crisis y la inflexión son, ante todo, sociocul- sociohistóricos
turales. La política y los actores políticos no
estarían en condiciones de resolver los proble- Entre la variedad de problemas y desafíos que
mas políticos institucionales a menos que sean viven los distintos países de la región se han
capaces de gestionar los problemas de la so- detectado temas que afectan la gobernabilidad
ciedad, particularmente aquellos referidos a la democrática y que constituyen puntos de refe-
equidad y a la pobreza. rencia para los escenarios políticos de corto y
Una pregunta fundamental es cómo cons- mediano plazo. Al respecto, las principales ten-
truir opciones político-institucionales que dencias observadas son:
Inflexión histórica 213

1. Las situaciones de crisis y los riesgos sis agudas y situaciones de riesgo o de “cuasi
político-institucionales que han venido crisis” ponen de manifiesto que la consolida-
experimentando buena parte de los países ción de las democracias latinoamericanas es
latinoamericanos problematizan la evo- un proceso problemático y que su éxito no
lución democrática, están modificando el está asegurado. Asimismo, varios de los regí-
perfil político de la región y plantean nue- menes democráticos más consolidados están
vas formas de vinculación entre institucio- atravesando procesos de inflexión sociopolí-
nes y sociedad. tica “suave”.3
Más del 30% de las democracias latinoa- Un dato empírico clave que incide en la
mericanas experimentaron crisis político- relación entre instituciones y sociedad está
institucionales agudas que afectaron las ins- dado por las expectativas insatisfechas de la
tituciones centrales de la democracia (Pre- población, que combinadas con instituciones
sidencia y Legislatura) durante el presente públicas frágiles y situaciones económicas
siglo.2 En conjunto, estas situaciones de cri- precarias, pueden desencadenar situaciones

2 Desde el inicio del siglo XXI, al menos seis países


han vivido crisis de esta naturaleza: Paraguay (2000), como las mencionadas, pero sin llegar a un “momento
Perú (2000), Argentina (2001), Venezuela (2003), Boli- de ruptura”. Entre estas circunstancias “límite” habría
via (2003 y 2005) y Ecuador (2000 y 2005). De las ocho que incluir la de Nicaragua (fines de 2004 y principios
situaciones de crisis agudas, seis concluyeron con la de 2005) y la de Honduras (principios de 2006).
caída de los respectivos presidentes (Alberto Fujimo- 3 Tal es el caso de Uruguay. Como afirma Moreira,
ri en Perú, Fernando De la Rúa en Argentina, Gonzalo Uruguay no se encuentra en una situación de crisis;
Sánchez de Losada y Carlos Mesa en Bolivia, y Jamil sin embargo, “la llegada de la izquierda al gobierno
Mahuad y Lucio Gutiérrez en Ecuador), ya sea porque marca un punto de inflexión, que al igual que las cri-
la Legislatura los destituyó o porque renunciaron; una, sis, significa una excelente ventana de oportunidad
con participación militar, culminó con la destitución para la búsqueda de un debate público que ponga
de Raúl Cubas Grau como presidente de Paraguay e en común nuestras distintas visiones y perspectivas
incluyó el asesinato de un vicepresidente, y la última sobre el país”. Constanza Moreira, De la “Suiza de
fue un golpe de Estado fracasado contra el presiden- América” al “paisito”: escenarios y prospectivas del
te venezolano Hugo Chávez. Hubo otros casos de cri- Uruguay en la tercera ola de la democracia, PAPEP-
sis políticas que se acercaron a situaciones extremas PNUD (Uruguay, 2006).
214 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de ingobernabilidad.4 Estas situaciones mues- cularmente hacia los partidos políticos y


tran las debilidades y los riesgos que enfren- los sistemas de intermediación. El surgi-
tan las democracias latinoamericanas y que miento de un ciudadano autónomo, crítico
probablemente seguirán enfrentando en el y reflexivo, las demandas de participación
futuro. Para contribuir con la consolidación local y de reconocimiento de los movi-
de la democracia en la región es necesario, mientos indígenas y de equidad de género
entonces, conocer y entender mejor la natura- son factores que pueden reconfigurar los
leza y las perspectivas de cambio político para mecanismos de representación.
buscar soluciones que avancen en el desarro- Los problemas institucionales se relacio-
llo democrático. nan con la debilidad de las capacidades de
acción política de los diferentes partidos polí-
2. Los problemas político-institucionales ticos para representar institucionalmente a la
están asociados a los límites de los sis- sociedad. Esto se traduce en crisis de repre-
temas de representación y a una descon- sentación e intermediación política. La con-
fianza institucional generalizada, parti- signa en la Argentina “que se vayan todos”,
la crisis de octubre de 2003 en Bolivia y las
demandas de “los forajidos” en Ecuador, son
4 Luis E. González presenta un análisis que de- ejemplos que ilustran el desencanto genera-
muestra empíricamente la relación entre las fragili-
dades institucionales (índice de efectividad judicial- lizado con la política y los partidos políticos
legal) y las expectativas insatisfechas (crecimiento en la región. En el Informe Latinobarómetro
del PIB per cápita 1975-2003), comprobando una 2006 se advierte que aunque 58% de los lati-
asociación moderada pero significativa entre las dos noamericanos considera que no puede existir
variables. Los seis países que experimentaron crisis
democracia sin partidos políticos, sólo 22%
políticas agudas muestran registros negativos en am-
bas variables, mientras que los tres países “consoli- confía en ellos.5
dados” (Chile, Costa Rica y Uruguay) están en el ex-
tremo opuesto. “Las crisis políticas de América Lati-
na en los primeros años del siglo”, en Diego Achard
y Luis E. González (eds.), Política y desarrollo en 5 Corporación Latinobarómetro, Informe Latinobaró-
Honduras, 2006-2009, UNDP-ASDI-AECL-DFID, Te- metro 2006 (Santiago de Chile, 2006), en <www.latino-
gucigalpa, 2006. barometro.org>.
Inflexión histórica 215

América Latina, confianza en las instituciones narios recorren gran parte de América Latina y
del Estado (1996, 2000 y 2004). En porcentajes están impactando de forma significativa el sis-
tema político, especialmente en Bolivia, Ecua-
60%
dor, Perú y Guatemala.
También se verifica, en muchos de los paí-
50% Am érica
ses de la región, la persistencia de los límites
Latina institucionales a la participación femenina. La
desigualdad de género es producto de un con-
40%
junto de desigualdades culturales y políticas
que se refuerzan mutuamente. Éstas condi-
30% cionan el acceso de las mujeres a derechos de
propiedad, riqueza y educación, limitando su
ingreso a los mercados laborales y, en general,
20%
1996 2000 2004
a las esferas de poder. A pesar de los avan-
A rgen tina B olivia Bras il Colom bia ces registrados por las mujeres en materia de
Costa Rica Chi le Ec uado r El S alvado r
Guatem ala Hondu ras México Nicaragu a políticas públicas y participación política,6
P anam á P ar aguay Perú Urugua y
A mérica Latina

Fuente: elaboración propia sobre la base de datos de 6 La evidencia empírica refleja que la participación
Latinobarómetro. política de la mujer en los países sujetos a estudio se
ha incrementado, aunque sigue siendo baja. Si bien en
Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Honduras, México,
En algunos países la crisis de representación Panamá y Perú se han establecido cuotas que determi-
nan un nivel mínimo de representación —entre 20 y
se hace más compleja con las manifestaciones 40%— para las mujeres en las listas partidarias de elec-
multiculturales, especialmente de los denomi- ciones legislativas, sólo en Argentina la participación
nados “pueblos originarios”, dada la histórica relativa de la mujer en el Parlamento es superior al 30%.
incapacidad de los sistemas institucionales De hecho, en los demás países este porcentaje oscila
para representarlos. Las demandas de partici- entre 23% (México) y 6% (Honduras). CEPAL, Anuario
estadístico de América Latina y el Caribe 2005, ONU,
pación y cambio por parte de los pueblos origi- Santiago, Chile, 2005.
216 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

aún existen importantes límites de los acto- tico, por una parte, una demanda de mayor
res político-institucionales para procesar los participación del Estado en la gestión del
cambios y las demandas en función de la equi- desarrollo y en la expansión de la institu-
dad de género, lo cual afecta negativamente la cionalidad democrática y, por otra, deman-
calidad de la democracia y la gobernabilidad das de mayor control ciudadano sobre el
democrática. poder público.
Por último, parece haber una profundiza- Buena parte de la población aboga por una
ción de las divisiones regionales subnaciona- nueva relación entre el Estado y la economía,
les. Se están generando nuevos conflictos y en la que el Estado genere integración social y
oposiciones entre lo global, lo local y lo na- equidad, pero a la vez potencie la economía en
cional. Hoy los territorios o regiones buscan el marco de la globalización. De acuerdo con
formas propias de legitimidad democrática, el Informe Latinobarómetro 2005,7 en pro-
autonomía en lo nacional y conexión directa medio sólo 31% de los latinoamericanos en-
con la globalización, demandas y aspiraciones trevistados considera que las privatizaciones
que se traducen en tensiones económicas con fueron provechosas. Por su parte, en el Infor-
manifestaciones políticas y electorales, y en me Latinobarómetro 20068 se indagó sobre la
algunos casos fuertes crisis político-institu- responsabilidad de la producción de riqueza.
cionales. Este fenómeno se observa claramen- Para tal efecto se utilizó una escala de 1 a 10,
te en Bolivia (entre el Altiplano y las tierras en la que 1= el Estado tiene que producir la
bajas), cuyas élites mencionan a los factores riqueza y 10= los privados tienen que producir
regionales como uno de los componentes cen- la riqueza, y se advierte un grado de estatismo
trales de la crisis. Pero en muchos otros países medianamente alto entre los latinoamerica-
se observan fracturas regionales que se expre-
san políticamente (costa-sierra o nortesur).
También hay en este plano tensiones por un 7 Corporación Latinobarómetro, Informe Latinoba-
rómetro 2005, Santiago, Chile, en <www. latinobaro-
nuevo orden institucional emergente.
metro.org>.
8 Corporación Latinobarómetro, Informe Latinoba-
3. De distinta manera y con diferente in-
rómetro 2006, Santiago, Chile, en <www. latinobaro-
tensidad se ha instalado en el espacio polí- metro.org>.
Inflexión histórica 217

nos, ya que el índice promedio de la región fue otra, con el aumento de acciones anómicas
de 4.1. En Argentina, según entrevistas realiza- por parte de grupos sociales excluidos, espe-
das a las élites y encuestas de opinión pública, cialmente de jóvenes, que reflejan los límites
existe el deseo compartido de que se redefinan de la cohesión social y cierto grado de frac-
las relaciones entre las empresas y el Estado. tura social.
Así, 28.5% de los encuestados afirmó que el Es- Por otro lado, se han encontrado deman-
tado debe intervenir para garantizar una justa das de coordinación entre la ciudadanía y el
distribución de los beneficios del crecimiento Estado a favor de la incorporación de me-
económico; 45.6% expresó el deseo de que las canismos para una mayor participación, así
empresas de servicios públicos sean reestati- como una consolidación de las instituciones
zadas, y 44.7% de que sigan siendo privadas, estatales, con un sentido público y de uni-
pero con mayor control estatal.9 De manera dad estatal (estatalidad). Entre ambas ten-
similar, más del 70% de los bolivianos manifes- dencias se coloca la cuestión de la rendición
tó su deseo de que el Estado tenga mayor par- de cuentas (accountability), referida a la
ticipación en el negocio del gas.10 En general transparencia, la información y a los meca-
todos los estudios nacionales realizados res- nismos de control ciudadano de las políticas
catan la idea de fortalecer la estatalidad para públicas. Las demandas de un Poder Judicial
fortalecer la gobernabilidad democrática. transparente, autónomo e institucional cons-
También es probable que esta demanda tituyen un punto de referencia muy impor-
de mayor intervención estatal se relacione, tante para la población. El Índice de Percep-
por una parte, con las demandas de mayor ción de la Corrupción, que elabora Transpa-
seguridad social para los ciudadanos,11 y por rency International, refleja claramente esta
situación.
9 PNUD Argentina, Ronda de consultas y encuesta
de opinión pública, PAPEP-PNUD Argentina, 2005.
10 PAPEP-PNUD Bolivia.
11 De acuerdo con datos de la Organización Mundial el año 2000 dicha tasa ascendía a 27.5%, en <www.who.
de la Salud, la tasa de homicidios por cada 100.000 ha- int/violence_injury_prevention/violence/world_report/
bitantes en el año 1991 era del 16.7%, mientras que para en/annex.pdf>.
218 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

América Latina (países seleccionados) rado un conjunto de transformaciones socioe-


Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) conómicas que modificaron la conformación
2005. En orden descendente
de las diferentes sociedades nacionales.
País Ranking mundial IPC
Uno de los cambios más significativos ha
sido la creciente complejización de los proce-
Chile 21 7.3
sos de diferenciación social, que han afectado
Uruguay 32 5.9
la calidad de las formas de reproducción social.
Colombia 55 4.0
Si bien los procesos de diferenciación social
Brasil 62 3.7
se han expresado mediante un incremento de
México 65 3.5
las brechas entre los países en desarrollo y los
Panamá 65 3.5
países industrializados —y América Latina sigue
Perú 65 3.5
siendo una de las regiones más desiguales del
Argentina 97 2.8 mundo, donde incluso se están incrementando
Honduras 107 2.6 las desigualdades y diferencias entre países—,
Nicaragua 107 2.6 el principal rasgo de aquéllos radica en que la
Bolivia 117 2.5 mayoría de las brechas al interior han persistido
Ecuador 117 2.5 o han aumentado. En buena parte de los países
Guatemala 117 2.5 creció la participación del 20% más rico de la po-
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos de blación en los ingresos de las personas, mientras
Transparency International. que la del 20% más pobre se mantuvo constante o
disminuyó.12 También se advierten profundas dis-
4. Los problemas de la desigualdad y la po- paridades de género, territoriales, socioeconómi-
breza se ubican en el centro de las tendencias cas y étnicas en diversos indicadores sociales.
socioeconómicas y constituyen uno de los fac-
tores con mayor incidencia en la gestación de
nuevas opciones políticas y en la gobernabili- 12 13 Entre 1990 y 2005 en algunos países disminuyó el
dad democrática de los países estudiados. Coeficiente de Gini (Uruguay, México, Guatemala, Co-
lombia, Honduras y Brasil), en otros países se mantuvo
Las políticas de reforma estructural que ex- sin variación (Chile, Nicaragua y Panamá), y en otros
perimentaron los países de la región han gene- aumentó (Argentina, Bolivia y Ecuador). Más aún, en
Inflexión histórica 219

América Latina (países seleccionados)* Concentración del ingreso de las personas, 1990 y 2005.
En porcentajes

País 20% más pobre de la población 20% más rico de la población


1990 2005 Var 1990 2005 Var
Argentina+ 4.1 3.5 -0.6 54.9 57.2 2.3
Bolivia 1.3 1.5 0.2 61.2 64.4 3.2
Brasil 2.1 2.4 0.3 66.8 65.5 -1.3
Chile 3.5 3.7 0.2 60.6 60.4 -0.2
Colombia 3.7 2.9 -0.8 57.8 63.0 5.2
Ecuador+ 4.8 3.8 -1.0 51.9 56.3 4.4
Guatemala++ 2.7 3.7 1.0 62.7 59.3 -3.4
Honduras 2.4 2.4 0.0 65.7 62.4 -3.3
México 3.9 3.7 -0.2 58.7 57.6 -1.1
Nicaragua 2.1 2.5 0.4 61.3 61.7 0.4
Panamá 2.8 2.5 -0.3 60.0 58.2 -1.8
Perú+++ 3.0 3.8 0.8 57.9 55.2 -2.7
Uruguay+ 5.1 4.8 -0.3 51.9 50.7 -1.2
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos de Panorama social de América Latina 2006, CEPAL, 2007.
* Criterio de selección: se escogieron los países que integran el PAPEP (Argentina, Bolivia, Ecuador, Honduras,
Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay) y otros que se consideraron pertinentes para referencia y comparación.
+ Zonas urbanas.
++ Datos correspondientes a 1990 y 2002.
+++ Datos correspondientes a 1997 y 2003.

2005 solamente Uruguay puede incluirse entre los paí- (Brasil, Argentina y Honduras). CEPAL, Panorama so-
ses con baja desigualdad, y gran parte de los países de cial de América Latina 2006, CEPAL-ONU, Santiago,
la región posee niveles de desigualdad altos o muy altos Chile, 2007.
220 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

En materia de género persisten importantes País 13 y más años Total


diferencias salariales —para la misma canti- de educación
dad de años de estudios aprobados— entre Perú 2003 70.8 77.4
varones y mujeres. En promedio, las mujeres Uruguay 2002 66.8 80.8
ganan aproximadamente un 80% del salario de
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos del
los varones. Esta brecha salarial puede generar Anuario estadístico de América Latina y el Caribe 2005,
efectos aún más negativos, producto del incre- CEPAL, 2006.
mento de la cantidad de mujeres que son jefas * Criterio de selección: se escogieron los países
de hogar. que integran el PAPEP (Argentina, Bolivia, Ecuador,
Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay) y
otros que se consideraron pertinentes para referencia
América Latina (países seleccionados)* Rela- y comparación.
ción de salarios entre géneros según años de
estudios aprobados, 2004 (o año más cercano).
La diferenciación social también se advierte
En porcentajes
por medio de las considerables discrepancias
País 13 y más años Total en la proporción de indigentes entre países, ge-
de educación nerando impactos significativos en materia de
Argentina 2004 76.6 86.6 gobernabilidad: en Bolivia, Guatemala, Hondu-
Bolivia 2002 64.2 74.4 ras y Nicaragua afecta a más del 30% de la po-
Brasil 2003 61.9 76.7 blación total, mientras que en el otro extremo
Chile 2003 69.0 81.7 se ubican Chile, Costa Rica y Uruguay, cuyos
Colombia 2002 80.0 89.2 niveles de indigencia son inferiores al 10%.13
Ecuador 2002 72.9 83.7
Sin embargo, no se trata de una pobreza ho-
Guatemala 2002 87.0 82.4
mogénea, sino que ella misma está diferenciada
Honduras 2002 68.7 82.8
social y culturalmente, lo que es fácil compro-
bar al observar las diferencias entre los pobres
México 2004 69.6 82.1
por zona geográfica, género y origen étnico. En
Nicaragua 2001 71.9 83.0
Panamá 2002 71.4 82.7
13 CEPAL, 2007, op. cit.
Inflexión histórica 221

2005, 39.8% de los latinoamericanos se encon- Además —como señalan Mayra Buvinic y Vi-
traba por debajo de la línea de pobreza, pero vian Roza— el género y el origen interactúan
al considerar exclusivamente las zonas rurales entre sí y generan un grado de exclusión social
este porcentaje llegaba hasta el 58.8%. aún mayor.14 Como consecuencia, los niveles
educativos de las mujeres indígenas son mu-
América Latina (países seleccionados)* cho menores que los de las mujeres no indíge-
Proporción de personas pobres en zonas nas. Más del 50% de las niñas indígenas de Bo-
rurales y urbanas, 2005 livia y Guatemala han abandonado la escuela
a los 14 años de edad.15 Y en Bolivia, Perú y
América Latina Guatemala las mujeres indígenas tienen ma-
Paraguay
yores probabilidades de obtener empleos de
Panamá
baja remuneración y en el sector informal.16
Nicaragua+

México
A esta interacción negativa se agrega el fac-
Honduras tor de la zona geográfica, ya que los pueblos
Guatemala indígenas suelen habitar las zonas rurales que
Ecuador

Colombia

Chile

B rasil
14 Mayra Buvinic y Vivian Roza, Women, Politics and
Bolivia
Democratic Prospects in Latin America, Sustainable
Development Department Technical Papers Series, WID
0.0 10.0 20.0 30.0 40.0 50.0 60.0 70.0 80.0 90.0
108, en <www.iadb.org/sds/doc/women.pdf>.
Zonas urbanas Zonas rurales

15 Omar Arias y Suzanne Duryea, Social Exclusion


Fuente: elaboración propia sobre la base de datos de Due to Race or Ethnicity in Latin America: What Do
Panorama social de América Latina 2006, CEPAL, 2007. We Know?, Working Paper, Inter-American Development
* Criterio de selección: se escogieron los países Bank, Washington, D. C., 2003.
que integran el PAPEP (Argentina, Bolivia, Ecuador, 16 Suzanne Duryea y María Eugenia Genoni, “Ethni-
Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay) y city, Race and Gender in Latin American Labor Mar-
otros que se consideraron pertinentes para referencia kets”, en Mayra Buvinic, Jacqueline Mazza y Ruthanne
y comparación. Argentina, Perú y Uruguay no realizan Deutsch (eds.), Social Inclusion and Economic Deve-
encuestas en las zonas rurales, razón por la que no son lopment in Latin America, IDB/Johns Hopkins Press,
incluidos en este gráfico. Washington, D. C., 2004.
222 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

presentan niveles de pobreza superiores a los neren resultados. Lo que estaría en juego en
de áreas urbanas. la gestión de la gobernabilidad democrática
La gobernabilidad y las políticas públicas es la capacidad de gestión del cambio que ya
relativas a la pobreza deben tomar en consi- está en curso.
deración la complejidad y la heterogeneidad
de la desigualdad y de la misma pobreza para 5. Frustración de expectativas entre la
ser efectivas. La relación entre gobernabili- población
dad y desigualdad social también está asocia- Un factor crucial de la relación entre cam-
da con la subjetividad de las personas, con bio políticoinstitucional y cambio social es
la disposición social a cambiar la situación, una creciente frustración de expectativas en
con la frustración de expectativas por parte la población, resultado de los serios proble-
de una población más educada, con el com- mas de desigualdad y pobreza descritos, su-
portamiento limitado de las élites, y muy es- mado al incremento de los niveles de educa-
pecialmente con la dinámica de los viejos y ción y acceso a los medios de comunicación
nuevos conflictos socioculturales. Enfrentar tradicionales y nuevos. El resultado son so-
la cuestión de la pobreza y la inequidad signi- ciedades más expuestas al consumo cultural
fica sobre todo potenciar la acción de las so- y con mayor educación, pero sin los medios
ciedades y los Estados para generar políticas para satisfacer las demandas que tal exposi-
que fortalezcan las capacidades ciudadanas ción provoca, lo que conduce a una frustra-
de los más pobres y excluidos. Los mismos ción de expectativas. Probablemente ésta
pobres y/o discriminados estarían buscando constituye una de las principales fuentes de
transformar sus necesidades en demandas conflicto y malestar que afectan a la goberna-
que se expresen en el sistema político y ge- bilidad democrática.
Inflexión histórica 223

América Latina (países seleccionados)* Indicadores de tecnología. Por cada 100 habitantes

País Líneas telefónicas y Computadoras personales Usuarios de Internet


teléfonos móviles
1990 2004 1998 2004 1996 2004
Argentina 9.3 58.1 5.5 8.2 0.2 16.1
Bolivia 2.8 27.0 0.8 2.3 0.2 3.9
Brasil 6.5 59.8 3.0 10.7 0.5 12.2
Chile 6.7 83.6 6.3 13.9 0.7 27.9
Colombia 6.5 40.1 3.0 5.5 0.5 8.9
Ecuador 4.8 39.1 1.9 5.5 0.1 4.7
Guatemala 2.1 34.0 0.8 1.8 0.0 6.0
Honduras 1.7 15.7 0.8 1.6 0.0 3.2
México 6.6 53.9 3.7 10.7 0.2 13.4
Nicaragua 1.3 16.8 1.9 3.5 0.1 2.2
Panamá 9.3 38.8 2.7 4.1 0.2 9.5
Perú 2.6 22.1 3.0 9.7 0.3 11.6
Uruguay 13.4 49.4 9.1 13.3 1.9 21.0
América Latina 6.4 50.1 3.4 9.1 0.3 11.9
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos de Panorama social de América
Latina 2006, CEPAL, 2007.
* Criterio de selección: se escogieron los países que integran el PAPEP (Argentina, Bolivia, Ecuador, Honduras,
Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay) y otros que se consideraron pertinentes para referencia y comparación.

En este contexto, la ciudadanía ya no se sa- ciudadanos tienden a ser más realistas, crí-
tisface con las ofertas políticas (percibidas ticos e informados y poseen una visión más
como no cumplidas) ni con las opciones de clara, en términos de su autonomía y libertad
una prometedora economía de mercado. Los de acción.
224 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

6. Un elemento que coadyuva a las crisis Latina es la mala distribución del ingreso y la
institucionales se refiere a la debilidad de pobreza estructural y; c) las élites de Estados
liderazgo nacional de las élites dirigentes. Unidos se encuentran divididas, ya que un 47%
Pareciera que los cambios y las limitacio- cree que el principal desafío de América Latina
nes estructurales de un liderazgo social y po- son las falencias institucionales, y el 44% la po-
lítico, particularmente de los grupos de po- breza y la desigualdad.17
der, inciden en el bajo perfil institucional de
la mayoría de los países de la región. Por tal
motivo, cabe preguntarse qué capacidad po-
seen las élites para articular una visión y una
práctica nacional para resolver los problemas Asimismo, la opinión pública coincide con
socio-institucionales en los marcos de una go- las élites respecto a que la pobreza y la des-
bernabilidad global. igualdad afectan el funcionamiento de la de-
Por otra parte, la percepción de las élites es mocracia en América Latina. De acuerdo con
de especial relevancia para explorar la evolu- el Informe Latinobarómetro 2005, según una
ción de la gobernabilidad democrática. En las escala de 1 (para los más pobres) a 10 (para los
entrevistas realizadas por el PAPEP a 206 líde- más ricos), en promedio los latinoamericanos
res empresariales, políticos y sociales, existe se autocalifican con 3.66. En el Informe Latin-
un consenso generalizado respecto a que tanto obarómetro 2006 se señala que más del
los problemas de pobreza como los de institu- 66% de los latinoamericanos considera que
cionalidad constituyen los principales proble- los países son gobernados por unos pocos gru-
mas de la democracia en la región. La informa- pos poderosos que sólo buscan su beneficio
ción obtenida por el Observatorio Regional del propio. Incluso en Ecuador, Nicaragua, Pana-
PAPEP indica que: a) alrededor de 50% de las má y Guatemala, menos del 20% de sus habitan-
élites de Argentina, Brasil y México consideran
que la pobreza y la inequidad son las causas re-
currentes de los problemas de la democracia 17 Observatorio Regional PAPEP, Situación actual y
perspectivas de América Latina, según élites político-
en la región; b) la mayoría de las élites euro-
profesionales de EE.UU., élites europeas y élites de Ar-
peas cree que el principal problema de América gentina, Brasil y México, PAPEP-PNUD, 2006 y 2007.
Inflexión histórica 225

tes cree que se gobierna para beneficiar a toda las percepciones de la opinión pública. Sin em-
la población.18 bargo, también se han descubierto cambios en
Por su parte, en Argentina las élites están el patrón de comportamiento de las élites o la
parcialmente “sintonizadas” con la percepción emergencia de nuevas élites con orientaciones
de los ciudadanos, ya que a diferencia de éstos, culturales diferentes. Un mayor conocimiento
muestran cierta renuencia a valorar la evolu- de las élites —los cambios en su composición,
ción de los años recientes y priorizar la lucha sus formas de socialización y orientaciones—
contra la pobreza.19 En Honduras, el despres- ayudaría a una mejor construcción del mapa
tigio de las élites afecta particularmente a los político, que constituye un factor clave para ob-
jueces (51% de los hondureños no confía en tener un diagnóstico de las tendencias sobre la
ellos) y a los diputados del Congreso Nacional gobernabilidad democrática en la región.
(71% de la población desconfía de ellos).20
Pareciera que orientaciones culturales tradi- 7. En términos generales, aumentaron los
cionales de las élites —referidas a la falta de aus- conflictos sociales y su intensidad, pero
teridad y de solidaridad y a la escasa articulación también se fragmentaron. Se trata, en al-
entre fines y medios— persisten en la región y gunos casos, de conflictos de reacción y
explicarían la distribución desigual del poder y protesta, y en otros, de nuevas fuerzas so-
cioculturales que configuran nuevas opcio-
nes políticas. Estos conflictos revelan las
18 Corporación Latinobarómetro, 2006, op. cit. dificultades de las instituciones y del Esta-
do para lograr integración, reconocimien-
19 20 Las mayores discrepancias se observan entre los
empresarios, ya que sólo un 17% de ellos considera que to y progreso social. De alguna manera, se
la pobreza es el principal problema del país, mientras están gestando nuevos mapas políticos que
que 30.2% de los argentinos encuestados mencionó el no tienen un único referente de orienta-
desempleo y la pobreza como los dos problemas que ción sino varios, intensos y limitados. Por
más afectan al país. PNUD Argentina, Ronda de consul-
eso se puede calificar a estas sociedades
tas y encuesta de opinión pública, op. cit.
como policéntricas.
20 PNUD Honduras, Honduras: los acuerdos son po-
Los ciudadanos buscaron otros canales
sibles. La experiencia de la Comisión Política de los
Partidos Políticos, Ed. Guaymuras, Tegucigalpa, 2005. para expresar sus demandas y su malestar
226 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

con la política, tanto a través de organizacio- ámbito. La gobernabilidad no puede ser


nes alternativas con capacidad de cuestio- entendida fuera de estos espacios de co-
namiento y protesta que debilitan al Estado, municación.
como de movilizaciones en las calles. Varias Un fenómeno de especial relevancia es la
de estas movilizaciones confluyeron en pro- mediatización de la política a través de la te-
yectos políticos alternativos como los del Mo- levisión y, más recientemente, por los medios
vimiento al Socialismo (MAS) en Bolivia, o en de comunicación horizontales: Internet, celu-
apoyo a fuerzas progresistas en varios países lares, etc. La arena de expresión o representa-
del continente. También se observan conduc- ción de la política es cada día más mediática.
tas “anómicas”, sobre todo por parte de los Los medios de comunicación se caracterizan
jóvenes contra un orden que no reconocen ni principalmente por ser los espacios donde se
los integra. expresa el poder. En América Latina, de acuer-
En síntesis, los problemas de institucionali- do con datos del Informe Latinobarómetro
dad y de inequidad y pobreza se refuerzan mu- 2006, la televisión y la radio se encuentran
tuamente, además de ser afectados por la si- entre las instituciones más confiables: 69% y
tuación social preexistente. Esto marcaría con 64% de los consultados, respectivamente, afir-
fuerza los límites de la democracia en la región man confiar en ellas. Además, la televisión es
y perfilaría escenarios muy difíciles. De allí la el medio de información más utilizado: 83%
importancia crucial de vincular reforma social de los latinoamericanos se informaron por
con reforma político-institucional para mejorar las noticias de la televisión en 2006.21 De he-
la gobernabilidad democrática. cho, en las rondas de consultas realizadas a
231 líderes de América Latina, 65% identificó
8. Los espacios de comunicación, sean los a los medios de comunicación como uno de
tradicionales o las nuevas redes electró- los principales poderes fácticos en la región.22
nicas, son cada vez más fundamentales
para entender los espacios y las agendas
21 Corporación Latinobarómetro, 2006, op. cit.
de poder y cambio político. El conjunto
22 PNUD, La democracia en América Latina. Hacia
de los actores políticos y sociocultura-
una democracia de ciudadanas y ciudadanos, Aguilar,
les participa y toma decisiones en este Altea-Taurus, Alfaguara, Buenos Aires, 2004.
Inflexión histórica 227

Por ejemplo, en Bolivia los medios de comu- tiva —que en 2006 será de aproximadamente
nicación, en particular la televisión, también 5%— y una leve desaceleración en 2007.24 Esta
tienen un creciente impacto en el ejercicio de desaceleración se explica por el menor ritmo
la política.23 de actividad económica mundial y por el posi-
En Ecuador, durante “La rebelión de los fo- ble aumento del precio del petróleo. La mode-
rajidos” (abril de 2005), decenas de miles de ración del crecimiento será acompañada por
familias convocadas por correo electrónico y una convergencia regional en torno a la tasa de
telefonía celular ocuparon las calles de Quito, crecimiento promedio de América Latina y el
lo que condujo a la renuncia del presidente Lu- Caribe. En este sentido, es posible clasificar a
cio Gutiérrez. Por lo general, este espacio me- los países en dos grupos: a) países con tasas de
diático determina la dinámica de los sistemas crecimiento excepcionalmente altas en 2004
de representación política, condiciona la legi- (Argentina y Uruguay) que crecerán a un ritmo
timidad institucional en la región y plantea la más cercano a la media y; b) países con cre-
cuestión del surgimiento de la democracia de cimiento inferior al promedio (Bolivia), cuyo
lo público. Este es un tema que necesita de ma- crecimiento se acelerará.
yor investigación y discusión. La actividad de la economía de la región
será impulsada, en gran parte, por la demanda
externa. Al respecto, se espera un incremento
II. Escenarios básicos de 6.4% en los términos de intercambio para
la región y aumentos aún mayores para los
Las perspectivas económicas de la economía países exportadores de petróleo, gas y mine-
mundial para los próximos dos años son fa- rales metálicos (por ejemplo, Chile, Venezue-
vorables, aunque se prevé un nivel de creci- la, Perú y Bolivia). También se espera que los
miento menor a partir de 2007. Para América precios del café y del azúcar se mantengan en
Latina se prevé una tasa de crecimiento posi-

24 CEPAL, Primer informe sobre proyecciones econó-


23 PNUD Bolivia, Informe Nacional de Desarrollo micas para el PAPEP, División de Estadística y Proyec-
Humano en Bolivia 2004. Interculturalismo y globa- ciones Económicas, Centro de Proyecciones Económi-
lización: la Bolivia posible, Plural, La Paz, 2004. cas, Santiago, Chile, 2006.
228 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

los altos niveles actuales, al igual que las re- a. Modernización conservadora: moderniza-
mesas que efectúan los emigrantes a sus paí- ción del sistema de partidos; retorno y refor-
ses de origen. zamiento de la autoridad; reforma institucio-
Las proyecciones de la economía son relati- nal para vincular actores y sistemas; re-legi-
vamente positivas para la región en el mediano timar la autoridad sobre la base de valores
plazo. Sin embargo, no se trata por lo general indiscutibles y compartidos; orden moral aso-
de un crecimiento con calidad que genere auto- ciado a la expansión del mercado; asociación
máticamente mayor equidad social o un creci- ideológica a Estados Unidos.
miento que pueda articularse adecuadamente b. Reformismo práctico: renovación y recrea-
con la política y las instituciones. Entonces ción del sistema de partidos; orden laico;
cabe preguntarse cómo afectará este creci- construcción de alianzas; el Estado busca
miento la dinámica socio-institucional, cómo una gestión institucional que combine cre-
promoverán las orientaciones del crecimiento cimiento económico con políticas de inclu-
económico dinámicas de equidad social y cuál sión; sistema de partidos moderno; relación
será el rol del Estado nacional. pragmática con Estados Unidos.
Las diversas fuerzas políticas están plan-
c. Nacionalismo popular: busca hegemonía
teando distintos modos de integración de las
política; Estado central en la organización
demandas sociales y de la presión popular.
del desarrollo y la democracia; moviliza-
En este contexto es posible visualizar cuatro
ción de masas; liderazgo carismático legi-
orientaciones políticas generales y tres tipos
timado por la democracia; prima la redis-
de escenarios.
tribución por sobre la producción; antiim-
En relación con las orientaciones, se ha ela-
perialismo.
borado una tipología25 sobre las características
políticas predominantes en la región: d. Indigenismo neo-desarrollista: participa-
ción política ampliada y democracia deli-
berativa; movimientos sociales e indígenas
fuertes; Estado que negocia con las empre-
25 Esta tipología de carácter cualitativo ha sido ela- sas transnacionales y busca inclusión; orden
borada sobre la base de discursos de líderes políticos, igualitario; antiimperialismo moderado.
programas partidarios y los resultados electorales.
Inflexión histórica 229

Por lo tanto, las preguntas más relevantes se pueden llegar incluso a situaciones de caos
refieren a cómo estas orientaciones plantean social, crisis económica y regresiones demo-
resolver las siguientes cuestiones: ¿Cómo se cráticas; la capacidad de gestión del conflicto
gestionan las demandas de la sociedad y cómo y de anticipación sería muy baja.
se distribuye la riqueza? ¿Cómo se opera en En la realidad los escenarios probables es-
condiciones de movilización social creciente, tán condicionados por las capacidades polí-
particularmente en los casos de países con im- ticas de los actores nacionales para articular
portantes recursos naturales? ¿Cómo se logra los cambios internos con su participación en
un control político democrático del conjunto el cambio internacional. Probablemente se si-
del aparato de Estado? En suma, ¿cómo se tuarán entre los tres parámetros mencionados,
combina crecimiento, transformación institu- combinando de diferentes maneras institucio-
cional y distribución del poder? nalidad, equidad-pobreza y capacidad de in-
En relación con los escenarios de gober- novación por parte de los actores del sistema
nabilidad, en la situación ideal se lograría político, posiblemente con distintos pesos en
un círculo virtuoso entre reformas sociales cada componente y con trayectorias políticas
y transformaciones institucionales con una diversas. Algunos privilegiarán avances en ins-
alta capacidad de anticipación y de gestión titucionalidad y buscarán disminuir la pobre-
del conflicto. El resultado sería una goberna- za, mientras que otros buscarán equidad con
bilidad progresiva y un dinamismo econó- escasos avances institucionales, quizás otros
mico sostenible. En un segundo escenario, busquen combinaciones sui generis. En fin,
de carácter inercial, persistiría un divorcio se presentarán diversas combinaciones como
entre lo social y lo institucional: se realiza- resultado de las acciones y las orientaciones
rían reformas políticas y sociales mínimas políticas prevalecientes en la región.
indispensables para mantener una goberna- Los escenarios se desarrollan en un ámbi-
bilidad económica mínima; las capacidades to de cambio y riesgo constantes. La forma en
de anticipación y gestión de conflictos serían que los riesgos sean transformados en opor-
irregulares. En un tercer escenario, se gene- tunidades y de cómo se pueda vivir la misma
rarían explosiones sociales, fragmentación incertidumbre —inherente al cambio moder-
de conflictos y quiebres institucionales que no—, seguramente influirá en la conformación
230 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de trayectorias políticas que pueda asumir la para combinar la oportunidad económica que
sociedad en cuestión. Las bases instituciona- vive hoy la región con el fortalecimiento de la
les previas y los avances registrados, en térmi- capacidad de los actores políticos y sociocul-
nos de equidad y de lucha contra la pobreza, turales para impulsar un nuevo ciclo de demo-
constituyen otros importantes antecedentes cracia y desarrollo en función de más y mejor
de las trayectorias políticas. En el mismo sen- equidad social. Las opciones políticas son va-
tido, la fuerza y la calidad de la participación riadas y el desafío consiste en comprender y
ciudadana jugarán un rol central en la calidad actuar sobre los cambios que están ocurriendo,
del cambio. Donde se potencien a ciudadanos a partir de las nuevas tendencias que se dan en
capaces de construir y optar por alternativas la sociedad, la economía y la política. En todos
asumiendo riesgos, las oportunidades de una los países está surgiendo una nueva forma de
evolución virtuosa serán mayores. En suma, la ciudadanía y nuevas maneras de vinculación
calidad de la matriz política lograda constitui- entre sociedad y Estado. Parece probable que
rá un factor decisivo. suceda una redistribución social del poder. Al-
Los escenarios de mediano plazo que se gunos de los temas que pueden dar lugar a la
plantean en los diferentes estudios naciona- elaboración de una agenda para la acción son:
les prefiguran las tendencias probables por las
cuales atraviesan los países de la región inclui- 1. Recuperar y fortalecer la ética políti-
dos en el proyecto PAPEP.26 ca en función de la equidad y el respeto
a las instituciones. Es necesario promover
una cultura política que valore el bien público,
III. Pautas para una agenda de pero asociada con rigurosas políticas de con-
gobernabilidad democrática trol de la actividad pública. Por lo tanto, es ne-
cesario reforzar el control ciudadano y el de-
El momento de inflexión histórica que vive sarrollo de instituciones independientes con
América Latina incluye nuevas posibilidades poderes específicos de investigación judicial, e
incluso permitir la auditoría de organizaciones
internacionales (por ejemplo, Transparency
26 Para mayor detalle véase <www.papep.org>. International).
Inflexión histórica 231

2. Vincular la renovación de la política interior del sistema de partidos, sino a par-


con los cambios experimentados por la tir de una nueva relación establecida entre
sociedad (nueva estructura social, nuevos Estado y sociedad.
mecanismos de reproducción intercultural,
nuevos patrones de socialización, desarrollo 3. Proponer nuevas formas de represen-
de la sociedad-red, importancia estratégica de tación y participación para recuperar la
la migración, etc.) y con los nuevos desafíos confianza en el sistema de partidos y en
que representa la globalización. Esto supone las instituciones de la democracia. Esto
reconstruir la capacidad de gestión política de significa incluir los temas de reconocimiento
la sociedad, fortalecer a los actores políticos y cultural en el juego institucional. Dicha in-
socioculturales, incrementar la capacidad de clusión supone el reconocimiento de formas
análisis autónomo e independiente en los paí- históricas de autogobierno, y sobre todo el
ses (universidades, centros académicos, etc.) reconocimiento de la interculturalidad en to-
para elaborar propuestas de corto y media- dos los ámbitos de la vida pública y la gene-
no plazo, impulsar procesos de deliberación, ración de mecanismos institucionales (como,
construir opciones compartidas, establecer por ejemplo, asambleas indígenas, regionales,
nuevas gramáticas del conflicto y orientar la etc.) con derechos específicos dentro de la
renovación en función de resultados que le- estructura institucional del Estado. También
gitimen la propia acción política. Se trata, en implica asumir la representación y la delibe-
definitiva, de agendas enfocadas a gestionar la ración pública como forma de auto-organiza-
innovación de la política. Ningún partido polí- ción que promueva nuevos canales de parti-
tico posee, individualmente, los recursos para cipación, tanto temáticos como territoriales.
dirigir los procesos de desarrollo, por lo que Por otra parte, parece fundamental conectar
la nueva complejidad social requiere una la participación social y multicultural con los
coordinación policéntrica, una red de nego- gobiernos locales y regionales para fortalecer
ciaciones y acuerdos y avanzar, sin negar a la sociedad civil local y regional, y sobre esa
su valor intrínseco, más allá de las demo- base, reforzar la autonomía territorial, mante-
cracias puramente electorales. Los partidos niendo el principio de subsidiariedad y la uni-
políticos no pueden renovarse sólo desde el dad del Estado.
232 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Esto también involucra el uso de los medios articulación de los distintos actores, intereses
de comunicación electrónica para el libre ac- y orientaciones en nuevos espacios de delibe-
ceso a la información pública, como medio de ración y participación que generen una nueva
consulta, interacción y debate, y para asegurar cultura cívica y política y promuevan opciones
la igualdad de oportunidades, expandiendo su de democracia y desarrollo.
uso comunitario y favoreciendo a la ciudadanía
con la ampliación de equipamientos y fondos 4. Aumentar la capacidad de acción del Es-
públicos para el ejercicio de la participación tado. El mercado y el Estado, en una concep-
democrática. ción renovada del desarrollo, pueden actuar de
Se trata, además, de buscar formas innova- forma concomitante en función de la sociedad
doras de financiamiento público a las institu- y la provisión de bienes públicos. Esto es lo que
ciones de la sociedad civil para fortalecer la actores y orientaciones renovadas de la política
participación y la ciudadanía. Resulta funda- y el desarrollo han manifestado recientemente.
mental en esta perspectiva el trabajo coordi- La reorganización e innovación del Estado po-
nado entre sociedad civil y Estado en función see, al menos, tres aspectos:
del bien común. Sin embargo, la sociedad civil
no puede ser confundida con un partido o con –– La inserción en los mercados globales se
una propuesta de poder; no puede tener una rige por el paradigma de competitividad sis-
estrategia acabada de transformación social. témica; es decir, no por la competitividad
Cualquier aspiración de copar el espacio públi- de una u otra empresa, sino por las capaci-
co por un actor social o cultural o un proyecto dades organizacionales y gerenciales de un
político, implica negar el propio espacio de la país para articular factores económicos y no
diversidad y la libertad, factor imprescindible económicos. La competitividad implica un
para que la sociedad civil misma pueda expan- rol coordinador del Estado en los distintos
dirse. Es esencial fortalecer las capacidades de procesos de competitividad sistémica.
autonomía de las personas y de la sociedad ci- –– El peso del mercado, y sus tendencias dis-
vil, son el mejor remedio contra cualquier tipo gregadoras, otorgan un rol primordial al
de hegemonía o absolutismo. El desafío, en- Estado como instancia para asegurar la co-
tonces, consiste en comprender y fomentar la hesión social. La reformulación del Estado
Inflexión histórica 233

de bienestar y de las políticas de desarrollo cebirse desde diferentes ángulos que exceden
representan un paso clave para la viabilidad la función de asistencia técnica: la integralidad
del desarrollo. de los programas nacionales, a partir de su vi-
–– El Estado de derecho comprende la acción sión agregada e intersectorial; la necesidad de
ciudadana autónoma; en suma, un Estado coordinación, a través de áreas programáticas
democrático capaz de expresar y de cohe- específicas y de jurisdicciones institucionales;
sionar a la comunidad ciudadana. la “endogeneización” de mecanismos de trans-
parencia en la gestión y de responsabilidad, no
sólo por parte del poder político, sino de los
Es evidente la necesidad de incrementar la ca-
actores privados y organizaciones de la socie-
pacidad de acción de un Estado legítimo capaz
dad civil; la “internalización” de la articulación
de participar en la globalización en nombre de
público-privada en el desarrollo e implementa-
la sociedad y en relación constante con ella. La
ción de programas y proyectos, y la adaptación
capacidad de cohesión social, que por hoy sólo
de políticas e instrumentos a las diferentes rea-
puede ser ejercida por el Estado, permitirá, de
lidades a nivel nacional y a los retos de la arti-
acuerdo con los intereses de la nación, vincular
culación nación-municipios.
crecimiento económico, políticas distributivas
y políticas de desarrollo, a fin de mejorar la jus-
5. Los avances imprescindibles en el plano
ticia social y reducir la pobreza. Es fundamen-
de la equidad deben estar asociados con
tal la regeneración de las instituciones del Es-
el fortalecimiento y la renovación de las
tado, lo que supone a la vez el fortalecimiento
instituciones de la democracia. Es impres-
de una sociedad autónoma del Estado, que sólo
cindible el círculo virtuoso entre equidad e ins-
se puede definir en cada país según las situa-
titucionalidad, en función de valores y metas
ciones históricas particulares.
sociales compartidas. La equidad, primero que
En síntesis, parece esencial el fortaleci-
nada, supone el reconocimiento práctico de la
miento de la “estatalidad” —es decir, la capa-
igualdad entre todos y la eliminación definiti-
cidad y legitimidad del Estado para asumir y
va de prácticas estamentales y clientelares, tan
desempeñar efectivamente el rol de agente de
comunes en la vida política de nuestra región.
desarrollo y de la democracia—, y puede con-
Es importante promover una cultura política
234 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

práctica asociada con mecanismos de sanción los sistemas de representación y actuación po-
institucional respecto a la discriminación étni- lítica, dado el surgimiento y establecimiento de
ca, de género, de minorías migrantes y otros esta ciudadanía autónoma y activa, y la apertu-
grupos minoritarios. La equidad no solamen- ra de espacios políticos deliberativos.
te se refiere a una distribución desigual, sino
también a las demandas y disposiciones de los 7. Los medios de comunicación y la con-
ciudadanos, no sólo para reconocer sino para figuración del espacio público. Las socie-
cambiar la situación de inequidad a la cual dades latinoamericanas están cada vez más
están sometidos diversos grupos sociales. En interconectadas. Los ciudadanos se informan
este sentido, el problema estructural de la po- y conforman sus posiciones de interés público
breza y la desigualdad en América Latina nece- a partir de la deliberación que ocurre en es-
sita ser entendido como un problema político, pacios abiertos, especialmente en los medios
por lo tanto está asociado con una política que de comunicación y las nuevas tecnologías de
busque que los pobres y excluidos transformen información. Los ciudadanos escuchan y se
sus necesidades en demandas que actúen en el hacen oír, además, mediante la opinión públi-
sistema institucional. ca y su vinculación con los medios de comuni-
cación. Si bien las tendencias al control priva-
6. El fortalecimiento de un ciudadano do de la comunicación pública son evidentes,
autónomo y activo. Es de gran importancia parece fundamental que los ciudadanos desa-
fortalecer y legitimar las prácticas de una ciu- rrollen nuevas capacidades tecnológicas que
dadanía más activa y autónoma por parte de les posibiliten nuevas formas de participación
los ciudadanos. Buscar que ellos estén más y comunicación mediante el uso de teléfonos
informados y arraiguen mejor su autonomía y celulares, blogs, Internet, etc. Las innovacio-
libertad, fortalecer su capacidad de hablar y de nes tecnológicas de la información son pode-
ser escuchados. Los partidos políticos ya no rosas fuerzas de un nuevo tipo de comunica-
pueden imponerse sin escuchar, gobernar sin ción personal, participativa e interactiva. La
convencer, y deben responder cada vez más a comunicación electrónica puede facilitar la
exigencias de verdad, transparencia y respeto deliberación entre distintos, la formación de
ciudadano. Es fundamental la renovación de opiniones y la difusión de ideas. Parece rele-
Inflexión histórica 235

vante la formulación de propuestas políticas Working Paper (Washington, D. C.: Inter-


donde se abran nuevas formas de participa- American Development Bank).
ción y de control ciudadano sobre la acción Buvinic Mayra y Vivian Roza Women,
de las instituciones públicas, nuevas propues- Politics and Democratic Prospects in
tas que se sometan al debate público usando Latin America, Sustainable Development
estos sistemas de comunicación, que tienden Department Technical Papers Series,
a ser cada vez más persuasivos en la vida co- WLD 108, en <www.iadb.org/sds/doc/
tidiana. El futuro de la gobernabilidad demo- women.pdf>.
crática está vinculado a la transformación de CEPAL 2006 Anuario estadístico de América
esferas públicas tradicionales en sistemas de Latina y el Caribe 2005 (Santiago de Chile:
comunicación interactiva. Da la impresión de CEPAL-ONU).
que la política del escándalo o la conspiración –––––– 2007 Panorama social de América
difícilmente puede tratarse limitando a los Latina 2006 (Santiago de Chile: CEPAL-
medios de comunicación; lo fundamental es ONU).
fomentar la deliberación y limitar la corrup- –––––– 2006 Primer informe sobre
ción. Resulta esencial aumentar y mejorar el proyecciones económicas para el PAPEP,
acceso de los medios de comunicación a las División de Estadística y Proyecciones
fuentes de información sobre la corrupción Económicas (Santiago de Chile: Centro de
para incidir en su disuasión, y es fundamental Proyecciones Económicas).
un estatuto de protección del periodista, así Corporación Latinobarómetro Informe
como medidas compartidas con los medios Latinobarómetro 2005, Santiago de Chile,
para regular sus acciones. en <http://www.latinobarometro.org>.
–––––––––––––––––––––––––– Informe
Latinobarómetro 2006, Santiago de Chile,
Bibliografía en <http://www.latinobarometro.org>.
Duryea Suzanne y María Eugenia Genoni
Arias, Omar y Suzanne Duryea 2003 Social 2004 “Ethnicity, Race and Gender in Latin
Exclusion Due to Race or Ethnicity in American Labor Markets”, en Buvinic,
Latin America: What Do We Know?, Mayra, Jacqueline Mazza y Ruthanne
236 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Deutsch (eds.), Social Inclusion and profesionales de EE.UU., élites europeas


Economic Development in Latin America y élites de Argentina, Brasil y México,
(Washington, D. C.: IDB/Johns Hopkins PAPEP-PNUD.
Press). PNUD Argentina 2005 Ronda de consultas y
González, Luis E. 2006 “Las crisis políticas de encuesta de opinión pública (Argentina:
América Latina en los primeros años del PAPEP-PNUD).
siglo”, en Achard, D. y Luis E. González PNUD Bolivia 2004 Informe Nacional de
(eds.), Política y desarrollo en Honduras, Desarrollo Humano en Bolivia 2004.
2006-2009 (Tegucigalpa: UNDP-ASDI- Interculturalismo y globalización: la
AECI-DFID). Bolivia posible (La Paz: Plural).
Moreira, Constanza 2006 De la “Suiza PNUD Honduras 2005 Honduras: los acuerdos
de América” al “paisito”: escenarios son posibles. La experiencia de la
y prospectivas del Uruguay en la Comisión Política de los Partidos Políticos
tercera ola de la democracia (Uruguay: (Tegucigalpa: Guaymuras).
PAPEP-PNUD). PNUD 2004 La democracia en América
Observatorio Regional 2006/2007 PAPEP, Latina. Hacia una democracia de
Situación actual y perspectivas de ciudadanas y ciudadanos (Buenos Aires:
América Latina, según élites político- Aguilar, Altea-Taurus, Alfaguara).
Panorama electoral
de América Latina
¿Qué reemplaza al modelo neoliberal?*

Una coyuntura de inflexión en términos de pobreza y equidad. Por otro


y cambio lado, los cambios son efecto de las reformas
democráticas, en las que se avanzó en cuan-
La cuestión principal que caracteriza el juego to a régimen político, pero no en términos
político actual en América Latina se organiza de mayor participación ciudadana. En varios
en torno a la pregunta: ¿qué reemplaza al “mo- casos, se viven crisis político-institucionales
delo neoliberal”? que limitan o cuestionan la misma evolución
La región viene atravesando en los últimos democrática.
años un proceso de inflexión y cambio, tan- Cuando se mantuvo cierta coherencia entre
to en términos económicos como políticos. comportamiento y propuestas de los actores
Tales cambios son producto, por un lado, de sociopolíticos, cuando se aplicaron las re-
reformas estructurales que buscaron la libe- formas de manera más o menos heterodoxa
ralización de la economía y el comercio y la y cuando las condiciones económicas lo per-
privatización de diversos servicios públicos, mitieron, se pudo enfrentar mejor las diversas
para promover economías de mercado que crisis y los resultados en términos de desa-
se insertaran mejor en los procesos de glo- rrollo y democracia fueron mejores. El caso
balización. En la mayoría de los países, estos paradigmático es Chile. Mientras que, en los
cambios no generaron los resultados espera- casos en que las matrices sociopolíticas eran
dos y, más bien, produjeron saldos negativos incoherentes e inestables, los recursos eco-
nómicos insuficientes y las reformas estruc-
* Este texto fue publicado originalmente en la revista turales se aplicaron de manera más o menos
Nueva Sociedad, número especial, marzo de 2006. ortodoxa, los resultados en términos de de-
238 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

mocracia y desarrollo fueron precarios ya que en gran medida el futuro político de América
hubo crisis institucionales y sociales muy gra- Latina. En términos generales, los problemas
ves. Ésta es la situación de la mayoría de los políticos que enfrenta la región pueden desa-
países de la región, que condiciona los ritmos gregarse en dos grandes categorías altamen-
de evolución de la democracia y el desarrollo te relacionadas: político-institucionales, y de
en el futuro. Casos típicos serían los de Boli- equidad y pobreza.
via o Ecuador. La primera categoría se refiere a la nece-
Las respuestas para reemplazar al “modelo sidad de reconstituir las instituciones y al re-
neoliberal” no pueden ser homogéneas y de- torno del Estado en los nuevos marcos de la
berían asociarse con los procesos políticos y globalización (y no como el Estado desarro-
socioeconómicos específicos. Las consecuen- llista de los años cincuenta). Cómo pensar un
cias de dichos cambios se vienen expresando Estado congruente con la globalización es un
a través de opciones electorales, de crisis e tema que resulta fundamental para el futuro.
inestabilidad política, que implican nuevos Los problemas institucionales de la región son
problemas y desafíos para la democracia, y históricos y se manifiestan, principalmente, en
de demandas de cambios en las orientaciones las crecientes demandas de la población de un
de las políticas nacionales. Da la impresión Estado activo y regulador (sólo el 31% de los
de que la región ha entrado en un momento latinoamericanos considera que las privatiza-
de inflexión histórica respecto de lo vivido en ciones fueron provechosas). Estos problemas
los últimos 20 años, lo que se expresa tanto institucionales, relacionados con la debilidad
en forma de crisis como de transformaciones de la capacidad de acción política de los dife-
políticas. Casi ninguna fuerza política se plan- rentes actores para representar institucional-
tea hoy hacer más de lo mismo para mejorar mente a la sociedad, se tradujeron en una crisis
en el futuro. de representación y de intermediación política.
En este contexto, han surgido problemas de Por ejemplo, en el Informe Latinobarómetro
nuevo tipo que afectan la dinámica política y 2005 se advierte que, aunque el 54% de los la-
electoral en la región. De cómo las distintas tinoamericanos considera que no puede existir
propuestas respondan a los problemas, en democracia sin partidos políticos, sólo el 19%
las nuevas coyunturas electorales, dependerá confía en ellos.
Panorama electoral de América Latina 239

La segunda categoría de problemas que afec- Un fenómeno particularmente interesante


tan a las democracias latinoamericanas se re- de América Latina es la creciente frustración
fiere a las cuestiones de pobreza y equidad. Las de expectativas o malestar cultural por parte
sociedades latinoamericanas viven una comple- de la población. En los últimos años hubo no-
ja mutación signada por los procesos de diferen- tables avances en indicadores de desarrollo
ciación social, exclusión ampliada e inclusión humano, como la reducción de la mortalidad
limitada. América Latina se “destaca” por ser la infantil y la expansión de las expectativas de
segunda región más desigual del mundo, sólo su- vida; también mejoraron sustantivamente los
perada por el África subsahariana. Según cifras indicadores relativos a tecnología y comunica-
del Informe de Desarrollo Humano 2005, el co- ción. Pero, como ya se indicó, los rezagos en
eficiente de Gini —índice que mide la desigual- materia de pobreza y desigualdad son enor-
dad— de la región alcanza el 0,571, mientras que mes.3 El saldo es una sociedad más expuesta al
el de los países de la OCDE es de 0,3681. Además, consumo cultural (radio, TV, etc.) y con mayor
si bien en algunos países (como Uruguay, Méxi- educación, pero sin los medios para satisfacer
co, Chile, Guatemala, Colombia y Honduras) el las demandas que tal exposición provoca.
coeficiente de Gini disminuyó entre 1990 y 2002, Ante este tipo de problemas, la política ha
en la mayoría aumentó. En 2002, solamente Uru- vuelto a las calles en muchos países: aumentó la
guay puede incluirse entre los países con bajo protesta social y la cantidad de organizaciones
nivel de desigualdad, mientras que la mayoría de alternativas. Los ciudadanos buscan diversos
los países (como Brasil, Argentina y Honduras) canales para expresar su malestar con la políti-
posee niveles de desigualdad altos o muy altos.2
3 En este sentido, es importante señalar que, de
acuerdo con el Informe Latinobarómetro 2005, en el
1 Para mayor detalle, véase UNDP, Human Develo- 59% de los hogares de la región al menos una persona se
pment Report 2005. International Cooperation at a ha quedado sin trabajo en los últimos 12 meses; solo en
Crossroads: Aid, Trade and Security in an Unequal Argentina y Chile se observan porcentajes inferiores.
World, Hoeschtetter Printing Co., Nueva York, 2005. Más aún, para el 30% de los habitantes el desempleo
2 Para mayor detalle, véase CEPAL, Objetivos de de- es el problema más grave. Sólo en Chile, Guatemala y
sarrollo del milenio: una mirada desde América Lati- México se menciona la delincuencia como el problema
na y el Caribe, CEPAL, Santiago de Chile, 2005. más relevante del país.
240 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ca, a través de la participación en diferentes or- religiosos, y a la construcción de democra-


ganizaciones con capacidad de cuestionamien- cias liberales sólidas.
to y protesta y en movilizaciones callejeras. El 2. La segunda orientación está definida por paí-
16% de los latinoamericanos dice haber firmado ses como Chile y Brasil que, junto con sus alia-
una petición, el 13% ha asistido a manifestacio- dos Argentina y Uruguay, se han embarcado en
nes y el 5% ha bloqueado el tránsito. proyectos de centroizquierda, con lógicas más
Puede decirse, entonces, que los ciudada- laicas e igualitaristas, pero con realismo de
nos de América Latina están “saliendo a la ca- mercado desde el punto de vista económico.
lle” a protestar de múltiples maneras —y no
3. El tercero es el de Venezuela y su nuevo mo-
sólo desde la política— cuando consideran
vimiento bolivariano, con rasgos expansivos
que sus gobernantes no están cumpliendo con
a otros países de la región.
los mandatos para los cuales fueron elegidos
o cuando no hay un orden social que los reco- 4. La cuarta oferta es de carácter indigenista.
nozca y los integre. Integra en su seno tanto orientaciones boli-
Sobre la base de este abanico de problemas varianas como del Mercosur. Bolivia, donde
político-institucionales y socioeconómicos, las el Movimiento al Socialismo (MAS) se impu-
ofertas electorales se encuentran, por lo gene- so en las elecciones, Ecuador, Perú, Guate-
ral, altamente ideologizadas y se desarrollan en mala y, en alguna medida, México serían los
torno a tres nuevos ejes de orientación política: países más sensibles a este tipo de ofertas.

1. El primero está orientado por Estados Uni- Un desafío de notable envergadura que enfren-
dos, que marca una pauta en función de su ta la región es la posibilidad de que se instale
lucha contra el terrorismo y la lógica de un proyecto político de centroizquierda, que
la “guerra preventiva”. Hay coincidencias pueda promover un nuevo dinamismo entre
entre Washington y varios gobiernos de la democracia y desarrollo. Esto, desde luego,
región, como Colombia y gran parte de los tiene numerosas variantes nacionales, que po-
países centroamericanos: se articulan pro- siblemente estarán determinadas por la capaci-
puestas centradas en el mercado, asociadas dad política para lograr compromisos consis-
a valores tradicionales, particularmente los tentes con la democracia, no solo en términos
Panorama electoral de América Latina 241

procedimentales sino también sustantivos. Tal ción, el empate político o cambios instituciona-
proyecto tendría empero que promover una les profundos. Las crisis de confianza, la baja
modernización económica y cultural social- en la credibilidad de los partidos políticos y los
mente incluyente, construida desde adentro crónicos problemas de pobreza y desigualdad
hacia fuera, y constituirse en un puente entre contribuyen a la polarización de los escenarios.
los sectores populares y los sectores medios. A continuación, se describen brevemente los
Esto, a su vez, estaría asociado a su capacidad escenarios electorales de Bolivia, Brasil, Chile,
para emprender una transformación orientada Honduras y México.
a resolver los problemas mencionados. Esta En Bolivia, caso que resaltamos con más
opción se encuentra en la práctica muy des- detalle por lo novedoso de su nuevo panorama
dibujada y necesita renovar su liderazgo y sus político, el análisis post electoral permite de-
planteos en el corto y mediano plazo. Su éxito tectar las siguientes tendencias:
dependerá de cómo se construyan ofertas con-
cretas y de que éstas se sostengan con el ejem- a. Como pocas veces en la historia democrá-
plo, la consistencia y la coherencia política. tica, una fuerza política, el MAS, que llevó
El juego electoral puede contribuir a generar como candidato al líder de origen indígena
respuestas, pero también a alimentar ilusiones Evo Morales, obtuvo el respaldo de la mayo-
falsas basadas en el mero marketing electoral. ría absoluta de votos válidos, alcanzando el
54%. Estos resultados lo colocan en una si-
tuación privilegiada para organizar un nue-
El panorama electoral vo ciclo democrático en el país.
de América Latina b. El electorado ha diferenciado su voto en
las categorías nacional y departamental,
Entre fines de 2005 y durante todo 2006 se cele- estableciendo de esta manera un control y
brarán elecciones presidenciales en la mayoría un equilibrio entre el poder central y los po-
de los países de América Latina, lo que definirá deres regionales. El MAS solo ganó a nivel
el perfil político de la región para la segunda departamental en dos de los nueve departa-
mitad de la década. En los procesos electora- mentos, mientras que para presidente se im-
les se aprecia cierta tendencia hacia la dualiza- puso en cinco de ellos. En los departamentos
242 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

en los que obtuvo un porcentaje más amplio campo de conflicto entre el poder central y
para el cargo de presidente, particularmente los poderes regionales.
en La Paz y Cochabamba, la población les e. Las orientaciones políticas del MAS en lo
dio la mayoría a líderes de la oposición a ni- interno aparentemente combinarán líneas
vel departamental. duras con políticas de negociación. Entre
c. Este dato revela un comportamiento comple- las líneas duras, sobresalen la nacionaliza-
jo y racional por parte del votante boliviano, ción de los hidrocarburos, la conformación
que provee un piso para la renovación del de un Concejo pre-Constituyente con fuerte
sistema político. Bolivia tiene la oportunidad presencia de actores corporativos, la reali-
de recrear un sistema bipartidario, refleja- zación de la Asamblea Constituyente, el re-
do en la conformación del Senado: el MAS parto de tierras de acuerdo con la Ley del
obtuvo 13 senadores, al igual que Podemos, Servicio Nacional de la Reforma Agraria
el partido que llevó como candidato a Jorge (Ley Inra) en el oriente boliviano y la reo-
“Tuto” Quiroga, mientras que el Movimiento rientación de la política en materia de coca
Nacional Revolucionario se quedó con un se- a favor del productor campesino. En otras
nador. El hecho de que las dos fuerzas mayo- áreas importantes, como el régimen de au-
ritarias hayan alcanzado el 80% de los votos tonomías, políticas sociales, económicas o
válidos indica, a su vez, la alta polarización sectoriales, es posible que se abran espacios
existente en la sociedad boliviana. Cabe, por de negociación. Esto supone, en definitiva,
lo tanto, analizar la evolución interna de cada la búsqueda de la constitución de un Esta-
una de estas dos fuerzas en cuanto a lideraz- do nacional-popular fuerte, neocorporativo,
go, orientaciones y comportamiento. con una orientación proclive a la amplia-
d. Algunos de los prefectos (cargo equivalente ción de elites.
a gobernador o jefe de departamento, hasta f. En el plano externo, se reforzarían la coali-
entonces designado por el presidente) hicie- ción sudamericana y las vinculaciones polí-
ron pública una convocatoria a sus colegas ticas con Argentina, Brasil, Cuba, Uruguay y
para conformar un poder departamental, lo Venezuela, y se buscaría una mayor articula-
que podría convertirse en el eje de un nuevo ción con la Unión Europea, particularmente
Panorama electoral de América Latina 243

con España. Aparentemente, habría una dis- cimiento económico del orden del 3,9% —
posición a negociar y no a enfrentarse con la sustentado en un crecimiento del 17% de las
administración de Estados Unidos. exportaciones—, una inflación moderada de
g. Dentro del MAS es posible detectar múltiples 5,3% y un déficit fiscal del 2,8%. Este último
orientaciones y tensiones por razones cor- dato se asienta tanto en el incremento de los
porativas y de liderazgos sectoriales. Proba- ingresos tributarios provenientes de la pro-
blemente, una tensión interna que estructu- ducción y explotación de los hidrocarburos
rará su dinamismo político estará dada por (que crecieron un 7,7%) como en el bajo ni-
dos lógicas que se complementaron durante vel de ejecución presupuestaria en las nueve
la campaña, pero que podrían enfrentarse prefecturas del país. Para 2006, se prevé un
llegado el momento de ejercer el poder. El crecimiento del 4%, una inflación menor al
análisis de los discursos del presidente (Evo 3,4% y un déficit fiscal no mayor al 3%.
Morales) y del vicepresidente (Álvaro Gar- j. En relación con el sistema financiero, es
cía Linera) revela la diferencia de estilos y la importante señalar que los depósitos ban-
complementación entre una argumentación carios continuaron, casi sin interrupciones,
pragmática y de confrontación, y una línea una tendencia al alza iniciada a mediados de
más inclinada a la negociación y la búsqueda 2004 (2.930 millones de dólares en diciem-
de consensos. bre de 2005). Al mismo tiempo, las reservas
h. Un problema de tensión política en el cor- internacionales netas alcanzaron un nivel de
to plazo al que habría que prestar especial 2.200 millones de dólares en diciembre de
atención es la impugnación y el llamado a la 2005. Las elecciones presidenciales no afec-
renuncia de la Corte Nacional Electoral por taron el nivel de depósitos del sistema.
parte del presidente. Probablemente, esta En síntesis, la nueva coyuntura política que
crítica estuvo dirigida a obtener cambios que se abre en Bolivia, junto con las perspectivas
favorezcan las aspiraciones políticas con re- económicas de corto plazo, permite pensar en
lación a la próxima Asamblea Constituyente. una nueva oportunidad de recrear y fortalecer
i. La coyuntura económica es favorable a cor- la democracia en el país a partir de políticas de
to plazo. El año 2005 se cerró con un cre- inclusión y apertura social.
244 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

En Brasil, las elecciones presidenciales se (de la centroizquierdista Concertación de Par-


llevarán a cabo en octubre de 2006. Dado el tidos por la Democracia) y Sebastián Piñera
peso político y económico de este país en Amé- (de la centroderechista Alianza por Chile).
rica Latina, su importancia resulta singular. La El triunfo de Bachelet implica el inicio del
crisis política que afecta al presidente Luis Iná- cuarto período de gobierno consecutivo de la
cio Lula da Silva a partir del escándalo por el coalición integrada por el Partido Socialista y
pago de sobornos no incidirá en la continuidad la Democracia Cristiana. Esto le daría una rela-
de su mandato, pero podría reducir sus proba- tiva continuidad a las políticas implementadas
bilidades de ser reelegido. Sin embargo, la opo- por los gobiernos anteriores, puesto que en las
sición del Partido de la Socialdemocracia Bra- elecciones parlamentarias del 11 de diciembre
sileña (PSDB) —liderada por el ex presidente la Concertación obtuvo la mayoría en las cáma-
Fernando Henrique Cardoso— aún no cuenta ras de Diputados y Senadores.
con un candidato claro. Lula tiene todavía posi- En Honduras, en las elecciones efectuadas
bilidades de ser reelegido, pero en lo que resta el 27 de noviembre de 2005 resultó ganador el
de su mandato tal vez se vea obligado a liderar candidato del Partido Liberal, Manuel Zelaya.
un gobierno “a la defensiva”, con baja capaci- El proceso electoral estuvo marcado por un au-
dad de acción. En este contexto, los dos posi- mento de la conflictividad social y por graves
bles escenarios para las elecciones de 2006 (la acusaciones entre los principales partidos (el
reelección de Lula o el triunfo de la oposición) Partido Liberal y el Partido Nacional, que llevó
dependerán de cómo finalice el mandato del ac- como candidato a Porfirio Lobo). El escenario
tual presidente y de quién sea el candidato es- que dejó este proceso es de incertidumbre y
cogido por el PSDB. Sin embargo, en cualquiera fragmentación, con un Congreso que seguirá
de los dos casos el juego político brasileño se muy dividido, lo que dificultará la obtención de
centrará en una lógica estatal de país que aspira mayorías favorables al presidente. Así, se re-
ser una fuerza en el ámbito internacional. fuerza la necesidad de un diálogo constructivo
En Chile, las elecciones presidenciales —lle- entre los principales actores para que Hondu-
vadas a cabo el 11 de diciembre de 2005— se ras no ingrese en una nueva situación de crisis.
dirimieron en la segunda vuelta del 15 de enero En México, uno de los países más influyen-
de 2006 entre los candidatos Michelle Bachelet tes de América Latina, las elecciones presiden-
Panorama electoral de América Latina 245

ciales se realizarán el 2 de julio de 2006. Las dad Nacional, Lourdes Flores Nano, seguida
encuestas indican que el primer lugar de las por Ollanta Humala, el ex militar que se alzó
preferencias es ocupado por el candidato del contra el gobierno de Alberto Fujimori y hoy
Partido de la Revolución Democrática, Andrés lidera el Partido Nacionalista-Unión por el
Manuel López Obrador, seguido por Roberto Perú. El tercer candidato es el ex presidente
Madrazo, del Partido de la Revolución Insti- y líder del APRA, Alan García. Los datos re-
tucional, que gobernó el país durante varias flejan un leve descenso en la popularidad de
décadas, y por Felipe Calderón, del Partido Flores, a diferencia de la de Humala, que ha
Acción Nacional del presidente Vicente Fox. crecido significativamente. Sin embargo, aún
Los niveles de popularidad de López Obrador ningún candidato se encuentra en condicio-
y de Madrazo se redujeron ligeramente, mien- nes de ganar en primera vuelta y es altamente
tras que el de Calderón está en ascenso. Sin probable que haya segunda vuelta electoral.
embargo, aún es prematuro marcar una ten- Las encuestas también señalan que, en caso
dencia definitiva. de ballotage, Lourdes Flores Nano vencería
En Ecuador, las elecciones presidenciales se a cualquiera de los candidatos, mientras que
efectuarán el 15 de octubre de 2006. El país se Humala solamente superaría en segunda vuel-
encuentra en una situación de creciente crisis, ta a Alan García.
que alcanza todos los ámbitos de la vida políti-
ca, social y cultural del país. Con relación al pa-
norama electoral, si bien el ex presidente Lucio Conclusión
Gutiérrez —preso por acusaciones de atentar
contra la seguridad del Estado— ha manifesta- Los países de América Latina se encuentran
do su deseo de ser candidato nuevamente, aún en una etapa de agotamiento de los ciclos de
no se sabe quiénes serán los aspirantes con reformas estructurales y de transición a la de-
más chances a la presidencia. mocracia que caracterizaron a la región en las
En Perú, las elecciones presidenciales ten- últimas dos décadas. A pesar de las diferencias
drán lugar el 9 de abril de 2006. Las encuestas entre cada experiencia nacional, existe una se-
indican que el primer lugar de las preferencias rie de problemas y desafíos comunes, asocia-
es ocupado por la candidata de la alianza Uni- dos sobre todo a temas político-institucionales
246 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

y de inequidad y pobreza. Es esta combinación tra el terrorismo y al libre mercado propuestos


la que, entre otros factores, ha generado un por la administración de EE.UU., hasta posicio-
período de inflexión y cambio, y a veces cri- nes más radicales de izquierda vinculadas al go-
sis aguda, en los contenidos y en las formas de bierno de Venezuela. En medio de ellas anidan
la democracia y el desarrollo. La cuestión, la también propuestas de centro-izquierda, sobre
gran cuestión, parecería ser qué modelo reem- todo en los países del Mercosur y México. Es
plazará al esquema neoliberal. por ello que América Latina, en medio de múlti-
Las ofertas políticas varían desde posiciones ples e inciertos procesos electorales, ha ingre-
más conservadoras, vinculadas a la guerra con- sado en un período de fuertes definiciones.
Las nuevas condiciones sociales
de la democracia*

L a región vivió un doble proceso de cam-


bio. Por un lado, de transformación de
una economía desarrollista centrada en la
bargo, los saldos económicos y sociales con-
dicionan el desarrollo y la misma democracia.
La desigualdad, la pobreza y los límites de la
creación del mercado interno y en la sustitu- legitimidad institucional siguen siendo tareas
ción de importaciones hacia economías más pendientes en la región. En estos años, a pesar
abiertas centradas en el mercado de exporta- de importantes esfuerzos, América Latina per-
ción; por el otro, de transformaciones políti- dió relativamente importancia en la economía
cas vinculadas a la transición de regímenes mundial y en el sistema multilateral de toma de
autoritarios a democráticos. Los resultados decisiones.
de tales cambios generaron nuevas dinámicas En algunos casos, los menos, cuando se
sociales que condicionan el futuro. Además mantuvo cierta coherencia entre comporta-
ambos procesos estuvieron influenciados por miento y propuestas de los actores sociopo-
la globalización y por los rasgos y oportunida- líticos, se aplicó las reformas de manera más
des específicos de cada economía y proceso o menos heterodoxa y las condiciones econó-
político nacional. micas lo permitieron, se pudo enfrentar mejor
Si bien hubo resultados diferentes según el las diversas crisis y los resultados en términos
país, en general la región como un todo avanzó de desarrollo y democracia fueron mejores. El
en términos de logros democráticos; sin em- caso paradigmático es Chile.
Sin embargo, en los casos donde las matrices
* Este texto fue publicado originalmente en Goberna- sociopolíticas fueron inestables, los recursos
bilidad y convivencia democrática en América Latina económicos insuficientes y la aplicación de las
2012 (Buenos Aires: Teseo/FLACSO/AECID). reformas estructurales se dio de manera más o
248 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

menos ortodoxa, los resultados en términos de Los diversos resultados posibles dependen
democracia y desarrollo no sólo fueron preca- de la cohesión social y de la trama de relacio-
rios, sino que provocaron crisis institucionales nes sociopolíticas de cada país, así como de la
muy graves. Esta es la situación de la mayoría capacidad del conjunto de los países de pro-
de los países de la región, y ello condiciona los mover políticas de posicionamiento a escala
ritmos de la evolución de la democracia en el internacional.
futuro. En esta perspectiva, parece fundamental
Los resultados de los cambios operados, comprender una relativamente nueva dinámi-
sean más o menos positivos o negativos, in- ca de incluidos y excluidos que hoy está en
corporaron a la región en los procesos de glo- el centro del devenir tanto de la democracia
balización más bien de forma pasiva y depen- como del desarrollo en la región. Quienes es-
diente, de manera tal que dicha incorporación tán incluidos en el mundo formal de la econo-
no estuvo acompañada de procesos de desa- mía y de la política, al tiempo de ser depen-
rrollo tecno-económico ni informacional, los dientes, están subordinados a relaciones de
cuales constituyen el eje de la nueva división las cuales son parte incierta, pues esas rela-
del trabajo. Lo antedicho pone de manifiesto ciones, en el contexto de la transformación
el fin del ciclo de transición y plantea un mo- productiva, se hallan sometidas a los puros
mento de inflexión. A mi juicio el desafío con- vaivenes de la economía de mercado. Preci-
siste en que estos cambios se asocien con la samente por esto, su capacidad de acción co-
capacidad de desarrollo de actores políticos lectiva tiende a debilitarse, pues por el mismo
y sociales que puedan promover una innova- tipo de inserción se refuerzan comportamien-
ción tecno-económica pertinente y realista. tos particularistas, y sólo se fortalece cuando
Consiguientemente, un tema clave no es sólo se defiende una individualización en función
la necesidad de la innovación e integración, del mercado del trabajo y del consumo. Los
sino particularmente cómo plantearla. Se tra- excluidos, por su parte, son cada vez más he-
ta de un tema esencialmente político que debe terogéneos y, como nunca antes en la historia
enfrentarse y debatirse, pues de otro modo, del capitalismo, prescindibles en el mercado
por la misma lógica del cambio, será marcado del trabajo. Ellos pugnan por integrarse de
únicamente externa. alguna manera, aunque sea en los márgenes
Las nuevas condiciones sociales de la democracia 249

del sistema, y se refugian en identidades co- exclusión. Esto se manifiesta en la precariza-


munitarias de diverso tipo. Sin embargo, entre ción del trabajo, en la distribución regresiva
ellos surgen nuevas estrategias de vida y sub- del ingreso y en la segmentación territorial
sistencia que les permiten enfrentar su propia y residencial, de la calidad de la educación y
reproducción con creatividad y valentía. Son la salud y de la conectividad electrónica. Las
los que patentizan con más fuerza la necesi- promesas de interacción a distancia y de libre
dad de un estado de derecho. acceso a la información, junto con la democra-
Desearía insinuar cuatro temas específi- tización política y la mayor transparencia de
cos que a mi juicio, entre otros, son funda- las instituciones, contrastan con la pérdida de
mentales respecto de las nuevas condiciones cohesión social, el debilitamiento de los sen-
sociales de la democracia y el desarrollo. Se timientos de pertenencia colectiva y la mayor
trata de condiciones que influyen o pueden desigualdad al interior de las sociedades nacio-
influir en la construcción de opciones de co- nales, todos ellos fenómenos que los nuevos
hesión social que posibiliten un mejor mane- patrones productivos no mitigan e incluso ame-
jo del cambio señalado. O como diría Medi- nazan con exacerbar1.
na Echabarria: las fuerzas emergentes que Las paradojas abundan en esta nueva diná-
preanuncian la nueva estructura de nuestras mica entre inclusión y exclusión. Por ejem-
sociedades. plo, mientras se universaliza el consumo
mediático, la segmentación en la conectivi-
dad interactiva produce nuevas brechas en
1. La globalización viene educación, poder y comunicación; mientras
generando asimetrías en los avanza la cobertura escolar, se segmentan los
patrones de inclusión y exclusión logros educativos por grupos socioeconómi-
tanto simbólica como material cos, con la consiguiente reproducción inter-
generacional de la pobreza; mientras la socie-
Si bien es posible detectar disposiciones polí-
ticas para lograr mayor inclusión democráti-
1 Ver de Adolfo Gurrieri y Pedro Sáinz (2005), La
ca, el funcionamiento de la economía muchas
ciudadanía social latinoamericana en los ochenta y
veces impulsa tendencias hacia una mayor noventa, (UNDP: Santiago de Chile).
250 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

dad de la información mejora la distribución resulta central para pensar el problema de la


de las imágenes, empeora la distribución de distancia entre expectativas de inclusión y la
la riqueza; mientras se crean condiciones inclusión social efectiva.
para un mayor espacio político y tecnológico
para el multiculturalismo, la penetración de
los grandes emporios mediáticos y los patro- 2. Existe mayor complejización
nes de consumo que ellos transmiten tiende de los sistemas de inclusión y
a homogenizar estilos de vida que aparecen exclusión social
como los únicos posibles.
El vínculo entre inclusión simbólica y mate- Las nuevas prácticas ciudadanas no se orien-
rial hoy es difuso, porque mientras el acceso a tan tanto como en el pasado hacia un eje de
recursos materiales es obstaculizado por una lucha focal (el Estado, el sistema político o la
distribución del ingreso que no mejora y, más Nación como su expresión territorial), sino
aún, se agrava en períodos de recesión con el que se diseminan en una pluralidad de cam-
aumento del desempleo en los grupos de me- pos de acción, de espacios de negociación de
nores ingresos, por otra parte se expande el conflictos, de territorios e interlocutores. El
acceso a bienes simbólicos tales como la edu- procesamiento de demandas sociales se des-
cación formal, la televisión y la información. localizan espacialmente, sea porque la com-
Esta suerte de desbalance permitiría presumir plejidad de las sociedades modernas hace que
que existen más posibilidades de lograr inclu- se diversifique cada vez más su contenido así
sión social a partir del campo simbólico que del como la expresión política de los actores; sea
económico. La idea de que el uno y el otro eran porque dichas demandas son menos suscep-
parte de un círculo virtuoso se ve desmentida tibles de ser “agregadas” con las de los gran-
por los datos. des sindicatos y los partidos políticos, pues
Probablemente América Latina es la región hoy se vinculan más a temas puntuales de la
en desarrollo con mayor brecha entre consu- vida cotidiana y/o del mundo simbólico, no
mo simbólico y material, lo que se comprueba subsumibles en grandes categorías políticas;
al contrastar la distribución del ingreso y la di- sea porque muchos grupos locales se conec-
fusión de bienes culturales mencionados. Esto tan a la red para posicionarse primero a es-
Las nuevas condiciones sociales de la democracia 251

cala global y que sea la comunidad global la iguales sino entre diferentes. La idea de que la
que presione a los gobiernos nacionales para política en la democracia supone complemen-
que respondan a sus reclamos locales, en una tariedad entre distintos aparentemente está
dinámica local-global-nacional que rompe to- agotada. O en todo caso es lo que la política
dos los esquemas históricos2. podría rescatar.
Además, la creciente diferenciación de los En el plano de la acción colectiva, los ac-
sujetos por su inserción en nuevos procesos tores sociales históricos se fragmentaron,
productivos o comunicativos y la mayor visi- volviéndose más reactivos que proactivos, y
bilidad de la cuestión identitaria, implican que padecen un aislamiento que puede observar-
los distintos grupos sociales y las demandas de se, por ejemplo, en la pérdida de capacidad
inclusión se cruzan cada vez más con el tema del movimiento obrero para negociar deman-
de la afirmación de la diferencia, las políticas das, en la baja representación de los partidos
de reconocimiento y la promoción de la di- políticos y en la proliferación de múltiples y
versidad. Campos de autoafirmación cultural pequeños movimientos sociales que no logran
que antes eran de competencia exclusiva de articular propuestas en torno a una visión de
negociaciones privadas y autorreferencias de la sociedad más amplia que aquella restringi-
los sujetos colectivos, hoy pasan a ser com- da a la defensa de sus intereses específicos.
petencia de la sociedad civil. Grupos étnicos Se incrementaron los conflictos y los actores
y de género, principalmente, claman por ser pero se fragmentó su capacidad acción y dis-
reconocidos en su singularidad y por contar minuyó su capacidad de incidir en la orienta-
con derechos específicos o por la aplicación ción del desarrollo; quizás por eso puede sos-
a su caso específico de derechos universales. tenerse que se está más frente a sociedades
Discriminación positiva, derecho al autogo- policéntricas que uni-referenciales. Los siste-
bierno y políticas diferenciadas en educación mas de partidos enfrentan serias dificultades
son algunos ejemplos que emanan de esta si- para procesar eficazmente la complejización
tuación. La sociedad se repiensa ya no entre social descrita y el Estado, con su nuevo rol
limitado, profundizó los efectos negativos de
la diferenciación. Todo esto contribuyó a de-
2 En este contexto, hoy es más clara una oposición
local a lo global que una de carácter nacional. bilitar la representación social y los niveles de
252 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

participación ciudadana en los procesos de turalidad y su vinculación con las instituciones


toma de decisiones. La cuestión es como se de la democracia.
reconstituye una nueva idea de unidad o de Los emigrantes muestran de manera patente
nación en la globalización si se quiera. la calidad del multiculturalismo y de la demo-
cracia (que por lo general no les reconoce de-
rechos ciudadanos), así como los imaginarios
3. La migración refuerza los sociales en torno a temas de empleo, acceso a
patrones de exclusión social bienes y servicios y aceptación cultural.
y acentúa la cultura de la Las migraciones exponen de manera abierta
desigualdad el tema de la diferencia, la precariedad eco-
nómica y social, la desigualdad y la discrimi-
Uno de los temas estratégicos del devenir de nación racial y xenófoba, planteándose una
la democracia y el desarrollo en la región está tensión entre un deseo de fortalecimiento
asociado con los movimientos poblacionales o ciudadano y pluralista y la discriminación re-
la migración, incrementados por los procesos cién mencionada. Tal discriminación promue-
de globalización, a nivel nacional, regional y ve una débil cohesión social, pues al no ser
global. El fenómeno migratorio que existe hoy aceptados por la sociedad que los recibe los
en América Latina parece estar más vincula- emigrantes tenderían a retraerse sobre su pro-
do a los cambios globales que a los patrones pia cultura. Otros fenómenos asociados son la
migratorios asociados con el modelo de susti- pérdida de la condición ciudadana y la consi-
tución de importaciones. La migración afecta guiente reducción de sus derechos, constituye
la sostenibilidad del desarrollo en el conjunto la estigmatización, la preferencia a emigrantes
de loa países involucrados. Hoy el funciona- provenientes de ciertos países en relación con
miento de varias economías latinoamericanas otros y las identificaciones simplificadoras de
serían inexplicables sin las remesas enviadas las cuales son objeto y que generan una incom-
desde afuera y tampoco sería explicable la ca- prensión de su realidad.
lidad de vida de los países desarrollados sin la Como los conflictos interculturales son
presencia de estos trabajadores. Dichos cam- cada vez más relevantes en la organización
bios obligan a repensar el tema de la multicul- del poder y el orden de los Estados, las po-
Las nuevas condiciones sociales de la democracia 253

líticas de inclusión social tendrían que tomar (lo que daría un marco de igualdad simbóli-
en cuenta la calidad de la trama de relaciones ca); por el otro, la necesidad de no perder la
de los emigrantes, pues mientras más puedan propia identidad favorece la recreación de
disfrutar de derechos ciudadanos, mejor será prácticas culturales por fuera de los territo-
el proceso de integración y menor la discri- rios locales, proceso en el cual se produce
minación. Ello requiere, sin embargo, que se una apropiación de símbolos globalizados
discutan valores democráticos de equidad e desde las propias particularidades en contex-
igualdad a partir de los cuales se acepte con tos extra-territoriales3.
calidad de ciudadanos a los emigrantes, pues El fenómeno actual de la migración pone en
si prevalece una visión instrumental de merca- el tapete de la discusión el tema de la exclu-
do los resultados en términos de integración sión social y la desigualdad cultural, pues si
serán escasos. Estos temas son discutidos bien existen hoy condiciones para ampliar el
particularmente en algunos países recepto- multiculturalismo (lo que desde ya ocurre en el
res pero no se han realizado muchos estudios plano de los procesos simbólicos globales), los
sobre migración, globalización y democracia. emigrantes deben recrear sus culturas en so-
El problema aun analíticamente habita en un ciedades donde en su gran mayoría poseen un
hueco negro. estatus pre-ciudadano. En tal sentido, ocupa
Los procesos de globalización simbólica y un lugar central la lucha por el reconocimiento
cultural pueden cumplir un rol importante, tanto en el plano cultural como en el de los de-
aunque paradójico, en este contexto, pues rechos ciudadanos.
aunque permiten compartir referencias de
carácter global, ellas son apropiadas desde
las diversas culturas locales. Este fenómeno
3 La globalización es leída desde los ámbitos locales
hace que el sentimiento de desarraigo propio a través de los medios de comunicación, pero la
de los emigrantes (reforzado por el hecho de globalización modificó la comprensión de lo local,
no ser plenamente aceptados en la sociedad espacio que hoy ya no está atado al territorio sino al
receptora), se viva de manera compleja: por sentimiento de pertenencia a una comunidad situada
espacialmente. Hoy la producción de lo local puede ser
un lado, compartir referencias simbólicas
tanto espacial como virtual gracias a las tecnologías de
globales los hace parte de una cultura global información. (Ver Appadurai, 1996. )
254 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

4. En la sociedad de la Información conocimientos (y que incorporan conocimien-


la inclusión y la exclusión social to a su producción), los que tienen sistemas y
adquieren nuevas especificidades estructuras flexibles e invierten en tecnología
de información. La globalización sólo incluye
Se vive una época de transición de socieda- a los sectores considerados económicamente
des industriales a sociedades “red”o en la valiosos para la red y los nuevos mercados,
red, de economías del capital físico a eco- agravando la desigualdad dentro de los propios
nomías del conocimiento y la información, países, regiones y ciudades. Cada vez más se
de sociedades de la producción y el trabajo tiende a entender la exclusión como exclusión
a sociedades de la comunicación y el consu- respecto de la sociedad-red, vale decir, respec-
mo, del modelo del Estado-Nación al modelo to de la tecnología, el conocimiento y los nue-
global interdependiente. En este contexto de vos mercados.
cambio, el uso de las redes en la configura- Desde un punto de vista positivo, el acceso
ción de nuevos espacios públicos, en la co- de diversos actores en los medios interactivos
municación y el acceso a la información, en hoy posible puede ejercer un impulso incluyen-
la visibilidad de los actores y en los nuevos te en las sociedades latinoamericanas. Abun-
vínculos con otros destaca por su impacto dan los ejemplos en los que el uso de nuevos
sobre las formas de inclusión social. La capa- bienes culturales y comunicacionales permi-
cidad integradora de la red es tan exhaustiva tió la conexión horizontal entre importantes
como el potencial de exclusión para quienes grupos étnicos, entre organizaciones feminis-
no acceden a ella. La ciudadanía se juega aquí tas, entre grupos ecologistas y entre diversas
en un nuevo terreno, en el que la amenaza de ONGs; todos ellos actores que se movilizan
exclusión se vuelve más intangible pero no para plantear demandas particulares y que en-
por ello menos real. cuentran en la red y en los medios un espacio
La marcha hacia la sociedad de la informa- de comunicación de las mismas y encuentro
ción genera nuevas formas de inclusión y ex- con otros interesados en la defensa de los
clusión relacionadas con una nueva división mismos temas. Lo antedicho demuestra que
social del trabajo. Los sectores que mejor se las nuevas redes de comunicación horizontal
integran son los vinculados a la producción de pueden incrementar el protagonismo de suje-
Las nuevas condiciones sociales de la democracia 255

tos anteriormente auto-referentes. Asimismo, Corolario


se abre una amplia gama de opciones de acce-
so a la información (sobre servicios, derechos En este momento de inflexión y cambio es
y demandas compartidas), de influencia en la importante volver a subrayar la tesis, a par-
opinión pública (al disponer de estaciones ra- tir de las experiencias vividas, de innovar la
diales, acceder a redes informatizadas, difundir articulación entre democracia y desarrollo.
videocintas), de fiscalización de la discrimina- Tal innovación descansaría en el potencia-
ción mediante el uso de Internet que permite miento de los actores políticos y socioeco-
debatir asuntos públicos en “tiempo real”, en- nómicos y en su capacidad de reconstruir o
tre otras. profundizar, en el marco de una diversidad
Sin embargo, también en este plano exis- de actores y situaciones, la idea de una in-
ten asimetrías que reproducen patrones ex- clusión social creciente que garantice mayor
cluyentes. Así, es preciso discutir ¿cómo con- cohesión social. Se trata en definitiva de re-
trarrestar las asimetrías que emergen cuando constituir la nación en la globalización, pero
unos actores capitalizan tecnología comu- esta vez sustentada en una comunidad políti-
nicativa para hacerse presentes y otros no? ca de ciudadanos.
¿Cómo promover los medios técnicos idó- Ello supone una ciudadanía que combine
neos, y el conocimiento sobre su manejo, que complementariamente libertad e igualdad. El
favorezcan un juego democrático incluyente régimen político no garantiza por sí mismo
en la sociedad de la información? ¿Cómo ha- una evolución; son más bien las prácticas y
cer frente a la nueva brecha entre informati- orientaciones de los actores las que pueden
zados y des-informatizados para no ahondar impulsar la profundización democrática. La
desigualdades en el plano de las represen- libertad entendida por Sen como la capacidad
taciones simbólicas que circulan por la red, de las personas de optar por el tipo de vida
pues mientras unas pueden ejercer influencia que desean vivir según sus valores y aspira-
en la toma de decisiones políticas, otras por ciones y de evaluar y asumir otras opciones.
ser “electrónicamente invisibles” pueden ser El concepto se respalda, en la idea de que la
políticamente excluidas? diversidad es un valor intrínseco de la liber-
tad y que la igualdad, al tratarse de liberta-
256 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

des diversas, es un producto de esta, ya que mos y en la recreación de una conciencia de


la igualdad supone las libertades de todos. En nación y de región en la globalización. A su
este sentido, el desarrollo y la democracia de- vez política tendrá que potenciarse balancean-
ben ser decididos por todos, es decir, por la do la relación entre lo económico y lo social,
comunidad de ciudadanos. la igualdad y la diferencia, sabiendo que los
Allí, el Estado tendrá que jugar un rol es- cambios toman tiempo y exigen consistencia
tratégico en la formación de actores autóno- y sentido de justicia.
La nueva cuestión social bajo
la mirada del desarrollo humano
Una fundamentación sociológica
desde la experiencia latinoamericana* **

L os cambios históricos y económicos de los


últimos años han modificado radicalmente el
perfil del continente. La diversa y compleja reali-
mismo, las nuevas estructuras de poder, aso-
ciadas a la globalización, están cada vez más
concentradas y al mismo tiempo más difusas,
dad exige nuevas ideas para encarar esta nueva en medio de procesos de complejización y va-
cuestión social. En América Latina la construc- cío social.1
ción de consensos tendría que estar normativa- La cuestión es saber a partir de qué fenóme-
mente vinculada con un proceso de integración nos en curso es posible reintegrar una lógica
social creciente, tanto en el plano simbólico como sustantiva con otra instrumental. Habría que
material. Sin equidad no es posible la otredad, ni preguntarse sobre la articulación de la dinámi-
siquiera la competitividad económica es sosteni- ca de la modernización y la dinámica sociocul-
ble si siguen creciendo las distancias sociales. tural, a fin de dar historicidad a la nueva lógica
Uno de los rasgos principales de la sociedad del poder. Por historicidad entendemos la ca-
actual parece ser la bifurcación creciente entre pacidad de una sociedad de producirse y au-
una racionalidad instrumental y otra simbólica. totransformarse, para lo cual debe ampliar sus
Visto desde otro ángulo, se trata de una se- mecanismos de participación.2
paración entre la economía y la cultura. Asi-

* Este trabajo fue publicado originalmente en la revis- 1 M. Castells, La Era de la Información. Economía,
ta Nueva Sociedad Nº166, 2000. sociedad y cultura, Alianza, Madrid, 1998; A. Touraine,
** Una versión original y más extensa de este texto Pourrons-nous vivre ensemble? Égaux et différents,
fue presentada en ocasión del congreso “Análisis de 1997; A. Giddens, Modernidad e identidad del Yo. El Yo
diez años de Desarrollo Humano, límites y potencia- y la sociedad en la época contemporánea, 1994.
lidades para una estrategia de desarrollo”, 18-20 de fe- 2 A. Touraine, La production de la societé, Seuil, Pa-
brero de 1999, Bilbao (España). rís, 1973.
258 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Una tensión histórica y el retorno ción y cultura. El desarrollo se construye nece-


a la idea de desarrollo sariamente con otros distintos a uno. Es decir,
congrega a actores sociales diferenciados, pero
Las respuestas intelectuales a este reto son va- con capacidad de autodeterminación y repre-
riadas. Aquí interesa explorar una posibilidad: la sentación de intereses y con posibilidades de
del desarrollo de una subjetivación multicultural llegar a acuerdos respetando sus diferencias.
como eje de tal historicidad. Sin embargo, esto Todo esto apuesta a la capacidad construc-
implica considerar que la globalización no elimi- tiva de la política y promueve la idea de una
na la capacidad de acción colectiva, sino que abre renovación del contrato social al menos en
nuevas oportunidades. También implica que las dos sentidos, como articulador de una nueva
acciones sociales no solo se opongan al nuevo cultura política y como potenciador de acto-
poder, sino que participen reivindicando sus dere- res del desarrollo.
chos ciudadanos y demandas culturales en busca Consiguientemente, más allá de los dere-
de una innovación dentro de la misma sociedad. chos a la vida, al conocimiento y a los ingresos,
Así pues, la subjetividad está en la constitu- el Desarrollo Humano da prioridad a la libertad
ción misma de lo social, de las comunidades y política, la igualdad, la creatividad y la digni-
las personas. En ella se expresa la necesidad de dad personal. Es decir, al sujeto. Precisamente
ser considerado como sujeto portador de una desde esta óptica se realiza un balance crítico
dignidad ciudadana, con identidad cultural e in- de la realidad y de otras opciones en curso. El
dividual dentro de una red de relaciones socio- cuadro adjunto ilustra cuál es el paradigma
culturales plenas de aspiraciones, percepcio- del Desarrollo Humano en comparación con el
nes, experiencias y conocimientos colectivos. neoliberal y el desarrollista.
Este enfoque supone conjugar las particula- La forma específica de este tipo de oposición
ridades sociohistóricas de cada región y país estructural entre modernización y subjetiva-
con la vocación universal del Desarrollo Huma- ción en América Latina es una de cambio y es-
no. En la perspectiva del presente artículo, ello tructuración denominada Inflexión Histórica.3
implica vislumbrar un sistema de actores con
capacidad para ampliar sus opciones en busca 3 Véase Fernando Calderón, Movimientos sociales y
de una articulación fecunda entre moderniza- política en América Latina, Siglo XXI, México, 1996.
La nueva cuestión social bajo la mirada del desarrollo humano 259

Por una parte, se refiere a la concentración de jización de la sociedad debido a la diferencia-


poder mediante el ajuste estructural, la interna- ción social y funcional y a la fragmentación de
cionalización de la economía, las privatizacio- la acción colectiva. El saldo es un tremendo y
nes, las reformas, etc., y por otra, a la comple- creciente malestar cultural.

Cuadro 1. Tipología de ofertas de desarrollo

Desarrollista Neoliberal Desarrollo Humano


Sentido Desarrollo Económico Maximización del ingreso Expansión de las opciones y de capa-
cidades humanas para alcanzar un
bienestar total
Foco de preocupación Estado Mercados Sociedad (lo público)
Principio guía Participación-masas Eficiencia Equidad-ciudadanía
Énfasis Fines Medios Fines
Educación, salud, Medios para la modernización Inversión en capital humano, como un Fines en sí mismos, el acceso a ellos es
nutrición insumo al crecimiento económico un derecho humano, calidad de la vida
Gobierno a. Liderazgo fuerte y carismático a. Estabilidad política a. Democracia
b. Integración nacional b. El Estado sólo sirve para promover el b. El Estado es esencial para promover
mercado el Desarrollo Humano c. Respeto de los
c. Respeto de los derechos humanos derechos humanos
relacionados con el mercado
Crecimiento Medio determinante para el mercado a. Un fin en sí mismo b. Aceptación de El crecimiento es esencial pero sola-
interno una disminución del beneficio general mente si beneficia a la gente de una
manera más equitativa, como un medio
para el Desarrollo Humano
Prioridades de las a. Modernización vía educación a. Desregulación, privatización b. Mejorar a. Ampliar opciones y oportunidades b.
políticas generales b. Integración nacional vía sustitución la eficiencia Reforzar las capacidades humanas a
de importaciones-mercado interno c. Inversión en recursos humanos través de la educación y la salud
c. Movilización de masas d. Fundamentos macro-econó- micos c. Disminuir las inequidades
fuertes d. Reestructurar los presupuestos
e. Mantener la estabilidad macro- nacionales para promover el Desarrollo
económica Humano
e. Promover el empleo/el medio de vida
260 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Desarrollista Neoliberal Desarrollo Humano


Estrategia de la erra- a. Universalista-pleno empleo a. Crecimiento (luego reparto de la torta) a. Fortalecimiento de los pobres como
dicación de la pobreza b. Asistencialismo paternalista b. Inversión en los sectores actores sociales
c. Distribución de ingresos y riquezas sociales b. Participación. Igualdad de género c.
c. Provisión de redes de ayuda Acceso a bienes
d. Focalización y mejoramiento d. Crecimiento para los pobres
de indicadores sociales, principalmente
la educación
Indicadores de éxito Mejoramiento de indicadores sociales, a. PIB a. Índice de Desarrollo Humano, Índice
principalmente educación b. Crecimiento del PIB de desarrollo relacionado con género,
medida de fortalecimiento de género,
índice de pobreza humana b. Indicadores
del Desarrollo
Humano

Una hipótesis de trabajo la integración social. El Estado no solo partici-


pa en la distribución de bienes, sino sobre todo
La construcción de la igualdad está asociada en la promoción de ciudadanos y actores con
con la noción de libertad personal en sus as- voz en el reparto. Es decir, la igualdad comple-
pectos positivos y negativos, pero a la vez su- ja no niega la vigencia ni de las distancias ni de
pone que ésta es el resultado de un compromi- las diferencias sociales, sino que coloca el én-
so social. Al ser productores autónomos del de- fasis en la democratización en la toma de deci-
sarrollo y por ende de autoafirmación perma- siones. Esta óptica también trabaja la idea de
nente, a nuestro criterio los diferentes sujetos un Estado descentralizado, donde se operaría
pueden llegar a constituirse en defensores de una suerte de socialización del poder a través
todo lo que transforma las relaciones humanas de la participación activa de los ciudadanos.4
en medios o en objetos.
La idea de igualdad compleja apela a ese po-
4 Véase Michael Walzer, Las esferas de la justicia,
der constructivo de la política. En esta óptica, México, 1983; véase sobre todo la noción de igualdad
el Estado se compromete con la competitivi- en Alexis de Tocqueville, La democracia en América,
dad sistémica, pero su razón de ser se sitúa en entre otros.
La nueva cuestión social bajo la mirada del desarrollo humano 261

Es decir, aquí se está argumentando a favor de una acción colectiva unitaria. Se trata de
la definición de lo social como una comunidad un incremento de la capacidad de acumu-
de ciudadanos. lación cultural de una sociedad en el ma-
Por otra parte, el desarrollo es considera- nejo de normas, redes y lazos sociales de
do como un proceso que enriquece la libertad confianza autorreforzantes de la acción
real de los involucrados en busca de sus pro- colectiva y que además faciliten el traba-
pios valores. En ese marco, la expansión de la jo unitario.
capacidad humana es el rasgo central de tal –– Una mejora de la sociabilidad cotidiana
desarrollo. Esta debe ser entendida como un para que los estilos de vida y las subjetivi-
concepto libertario, pues se refiere a la igua- dades allí presentes permitan dar sentido
lación de capacidades para que una persona a la trama de las relaciones humanas que
pueda decidir la clase de vida que aspira a lle- forman a los sujetos y a las instituciones.
var de acuerdo a su orientación valórica.5 Así,
libertad real e igualdad compleja dan signifi-
En el caso latinoamericano, el potenciamien-
cado al desarrollo en la medida que inducen y
to de los sujetos cobra especial significado a
se alimentan de:
través de la idea de los pactos deliberativos.
Estos promueven el reconocimiento mutuo de
–– Un aumento en las capacidades de autoaná-
los actores. Asimismo, los procedimientos de
lisis de la sociedad en su autoconciencia, y
relación entre ellos aparecen como formas de
también de la conciencia de que los otros y
comunicación que establecen normas de reci-
sus derechos existen, además de la capaci-
procidad e igualdad compleja. Consiguiente-
dad de moverse cada vez más y mejor en un
mente, los pactos son potenciales portadores
mundo crecientemente abstracto y ajeno.
de una nueva historicidad y una idea de futuro
–– Un aumento del capital social como ca- deseable, y nos invitan a reflexionar sobre no-
pacidad institucional y de promoción de sotros mismos. En síntesis, el Desarrollo Hu-
mano descansa en el pacto y en la capacidad
social de producirlo.
5 Amartya Sen, La liberta individuale como impeg-
no sociale, Laterza, 1997.
262 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Globalización: integración tos y aspiraciones de consumo, pero también


limitada y exclusión ampliada una contratendencia hacia la segmentación
de mercados, donde la apropiación de esos
Entre la gente existe un complejo proceso de bienes se realiza desde la particularidad de
diferenciación social. Comprenderlo es muy las sociedades que se resisten —con mayor o
importante para realizar propuestas de Desa- menor éxito— a ser cooptadas por una única
rrollo Humano. La cuestión es que las dinámi- racionalidad mercantil-consumista. Por otra
cas seculares de diferenciación han sido re- parte, la globalización ha permitido una cierta
definidas por la globalización. Lo social se ha conciencia de la diversidad cultural a través
complejizado. Al hacerlo se viene produciendo de los medios de comunicación masivos. La
una dualización transversal en las sociedades. contracara de estos procesos es el desigual
Se trata de una integración selectiva de ciertos acceso a los mercados culturales, expresado
grupos sociales y una exclusión creciente de tanto en la generación de una distancia irre-
otros. La globalización produce una tensión en- soluble entre aspiraciones de consumo y la
tre las posibilidades de generar un orden mun- imposibilidad de alcanzarlo.
dial más interconectado, en el que los países En el terreno económico y tecnológico, los
y regiones aportan desde sus particularidades, procesos de globalización se destacan por tres
y la desigualdad creciente en el acceso a ese factores fundamentales: el desarrollo de tecno-
mundo globalizado por parte de las distintas logías de información; los cambios en la pro-
sociedades. Esa diferenciación se da incluso en ductividad del capital; y las nuevas condiciones
los países desarrollados, en los que coexisten laborales.6 Como es obvio, estos tres factores
primeros y terceros mundos. Así, la globaliza- no pueden ser enfrentados de la misma manera
ción trae consigo una desigualdad estructural por los países y regiones. Los dos primeros im-
mundial que no podrá superar por sí sola. plican inversión en ciencia y tecnología, lo cual
En el campo de la cultura, la globalización lleva a una desigualdad visible entre los distin-
ha implicado la extensión de la industria y tos países. Del otro lado, las transformaciones
el mercado culturales, lo cual impulsaría, al
menos inicialmente, una tendencia hacia la 6 Véase Manuel Castells, ob. cit.; véase también In-
homogeneización de bienes simbólicos, gus- forme de Desarrollo Humano 1993.
La nueva cuestión social bajo la mirada del desarrollo humano 263

en la producción y sus consecuencias sobre pertenencia a la comunidad y a las organizacio-


las condiciones laborales afectan con mayor nes sociales.
fuerza a los trabajadores poco calificados y Los efectos de esta diferenciación en las
contribuyen a aumentar la desocupación. Así, ciudades son los cambios en la estructura eco-
la globalización enfrenta una inequidad que no nómica que vive un fuerte proceso de terciari-
puede resolver por sí sola. zación, informalización y desindustrialización,
Como se ha mencionado, la modernización que deja sin empleo a miles de personas. Este
creciente vivida por las sociedades se expre- panorama entrega una visión negativa del fu-
sa en una complejización de lo social y en dos turo contrastada con las aspiraciones de mo-
fuertes tendencias: la diferenciación social y vilidad social, debido a la pauperización de la
funcional. Si bien la primera7 ha permitido la clase media urbana, la desocupación, unida a la
emergencia de la diversidad, tiene efectos de privatización de servicios públicos, la crecien-
desestructuración sobre nuestras sociedades. te marginalidad no solo económica, y la incapa-
A nivel socioeconómico se expresa en una cre- cidad de las políticas urbanas de dar respuesta
ciente inequidad de la estructura social, en una a estos problemas. En el campo, la diferencia-
regresiva distribución del ingreso, y en mayor ción provoca una dualización de la estructura
pobreza. Todo ello produce exclusión social y agraria por los diversos grados de incorpora-
mayores desigualdades. A nivel político, este ción de tecnología a la producción, la segmen-
proceso implica la creciente fragmentación y tación en el acceso a los mercados y la debili-
debilitamiento de los actores sociales, lo que dad política y organizativa de los campesinos
socava los mecanismos de representación y más pobres. Por lo tanto, la pobreza debilita
participación ciudadana, disolviendo identi- más el ejercicio de los derechos ciudadanos y
dades colectivas anteriormente fuertes, impul- la participación política y social. Existe enton-
sando una tendencia a la reacción inmediatista ces una contradicción entre una dinámica de
y no al planteo de propuestas alternativas de integración política que supone democratiza-
largo plazo, y resquebrajando el sentimiento de ción, y al mismo tiempo, la exclusión social ge-
nerada por el funcionamiento de la economía.
7 Véase F. Calderón y N. Lechner, Modernización y La diferenciación funcional, nacida en la
gobernabilidad democrática, PNUD, 1996, mimeo. modernización por la separación y compe-
264 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tencia de las distintas esferas, produce la sen- sobre la desigualdad en la región se asocian a
sación de una creciente independencia entre las ideas, sentimientos, valores y actitudes en
ellas. De esta forma parecen tener lógicas di- torno de cuestiones políticas, cuya interpreta-
versas y promueven una imagen segmentada ción proviene del tipo de comprensión de la
de la sociedad. Al haberse perdido el sentido historia que tengan los habitantes de un país.
de interdependencia de las mismas y el de glo- Esa cultura se expresa a través del comporta-
balidad de la sociedad, también se diluyen los miento ciudadano.8
ideales modernos de progreso, libertad, reali- En este sentido, las ideas de desigualdad en
zación humana e integración. Da la impresión América Latina están asociadas, por un lado,
de que la vida cotidiana misma está impregna- a la supervivencia de un patrón histórico que
da por un acelerado proceso de diferenciación segmenta a la sociedad en fuertes jerarquías y
y especialización. niega al que es considerado distinto y, por el
Así, los procesos de modernización tienen otro, a las aspiraciones de movilidad social que
consecuencias negativas, porque incrementan pudieron concretarse durante los gobiernos
la pobreza y la exclusión, y se asocian a una per- desarrollistas de este siglo. Existen entonces
cepción pesimista de la desigualdad creciente. distintas percepciones sobre la desigualdad.
Esto genera malestar social, y lleva a insistir en Es posible así mencionar la coexistencia de al
que uno de los temas centrales de hoy es el de la menos tres tipos de culturas sobre la desigual-
crisis de sociabilidad y del tejido social. dad que si bien se manifiestan de manera su-
perpuesta, serán presentadas en forma separa-
da para apreciar mejor sus rasgos. En primer
La cultura de la desigualdad lugar, la desigualdad vinculada a un origen,
luego la ligada a un patrón clientelar y patri-
La cultura sobre “los otros” distintos de uno monialista, y finalmente la relacionada con una
tiene un valor muy importante para el Desarro- concepción neoliberal.
llo Humano. Por eso, una pregunta sería ¿cómo
confluyen los valores sobre “el otro” en el lo-
8 Cf. Gabriel Almond y Binham Powell, Comparative
gro de metas de Desarrollo Humano? Como
Politics: System, Process and Policy, Little, Brownand
parte de la cultura política, las percepciones Co., Boston, 1978.
La nueva cuestión social bajo la mirada del desarrollo humano 265

La cultura de la desigualdad ligada al ori- anhelo de integración, renegando de lo suyo


gen. La percepción de la desigualdad ligada para sentirse más próximo a la sociedad dis-
al origen proviene de una impronta colonial criminadora, hasta una actitud de resistencia y
y de casta que ve el principio de igualdad en defensa de la identidad.
la pertenencia a un determinado segmento En América Latina, la discriminación del
étnico, socioeconómico, político y cultural otro es un obstáculo para el fortalecimiento
y, como consecuencia de ello, tiende a ne- democrático y el ejercicio pleno de derechos
gar al otro, al distinto, precisamente por su ciudadanos para todos. También es un freno
origen. En América Latina encuentra sus raí- a la libertad real, porque limita la expansión
ces en la conquista y el rechazo al indígena y, de las capacidades de varios grupos huma-
más tarde, al “cabecita negra”, al mestizo, al nos. Sobre esta cultura de la desigualdad se
mulato, es decir, al considerado inferior por han construido proyectos políticos autorita-
pertenecer a una cultura diferente o ser ex- rios y un patrón de relaciones sociales del
plotado económicamente. Esta discrimina- mismo carácter en la vida cotidiana.9 Esta
ción no solo es étnica; parece constituir un percepción de la desigualdad ha tenido con-
patrón de relación extendida a otros grupos secuencias en el ejercicio ciudadano, pues al
poblacionales como las mujeres, los jóvenes negar al otro también se lo priva de pertene-
o los homosexuales. cer a una misma comunidad. Como sostiene
Esa identidad es producto del encuentro Walzer10, todos los individuos que cohabitan
conflictivo entre distintas culturas que, con el el territorio pueden participar del mercado,
tiempo, fue configurando un tejido intercul- pero no están incluidos como portadores de
tural complejo. En este contexto se han dado derechos ciudadanos. En tal sentido, el ori-
procesos de búsqueda de igualdad, sin que se
haya logrado un reconocimiento pleno. Por el
contrario, el otro casi siempre ha sido negado. 9 Estas ideas se basan en F. Calderón, M. Hopenhayn
y E. Ottone, Esa esquiva modernidad, Unesco-Nueva
Tal negación parte de las elites que, diferen-
Sociedad, Caracas, 1996.
ciándose del otro, pasan a considerarlo infe-
10 Michael Walzer, Las esferas de la justicia. Una de-
rior. Por su parte, quien es rechazado vive la
fensa del pluralismo y la igualdad, Fondo de Cultura
negación de distintas formas, que van desde su Económica, México, 1983, p. 44.
266 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

gen heredado otorga ciertos derechos dados a lo político. Por tanto, si bien hubo un recono-
por esa pertenencia.11 cimiento del otro discriminado, se rechazó la
expresión de la diversidad en lo político y cul-
La cultura de la desigualdad ligada a un tural, negando con ello la complejidad del te-
patrón clientelar-patrimonialista. Los regí- jido identitario mencionado. Así, el intento de
menes nacional-populares tendieron a achicar construir una pertenencia nacional a partir del
las brechas generadas por la pertenencia a un Estado y del partido impidió la formación de
cierto sector socioeconómico y cultural, reco- una comunidad política, cultural y socialmente
nociendo, bajo una misma subjetividad nacio- diferenciada que seguramente hubiese permiti-
nal, a los grupos y culturas que convivían en el do avanzar en un camino de integración, trans-
territorio. Así, la extensión de derechos ciuda- formación y desarrollo nacional.12 Por otra
danos a amplias masas hasta entonces despro- parte, el contenido corporativo y paternalista
tegidas, propició un sentimiento de integración de estos regímenes tendía a favorecer a quie-
y brindó mayor igualdad de oportunidades. nes estaban de su lado. Por tanto, el recono-
El pueblo, identificado con la Nación y el cimiento en lo político y cultural tampoco fue
Estado, era visto como homogéneo. De esta completo y la igualdad social, aunque amplia-
manera, lo social y cultural fueron subsumidos da, se asociaba al acatamiento de una ideología
nacionalista.
Cuando se describe a estos gobiernos, se
11 En esa dirección, Bobbio sostiene: “el estatus de mencionan las relaciones clientelares y buro-
una desigualdad natural o de desigualdad social que cráticas entre las instituciones públicas y las
depende del nacimiento en una familia y no en otra, organizaciones de la sociedad civil. A través de
en una región del mundo y no en otra, es distinto de
éstas, el Estado satisfacía necesidades socia-
aquello que depende de las diferentes capacidades, de
la diversidad de los fines a conseguir, de la diferencia les a cambio de lealtades políticas que legiti-
del esfuerzo empleado para conseguirlos. Y la diversi- maban estos gobiernos. Si bien los regímenes
dad del estatus no puede dejar de tener una influencia
sobre el tratamiento de las unas y de las otras por parte
de los poderes públicos”. N. Bobbio, Derecha e izquier- 12 F. Calderón y Mario Dos Santos, Sociedades sin ata-
da. Razones y significados de una distinción política, jos. Cultura, política y reestructuración económica en
Taurus, Madrid, 1995, p. 143. América Latina, Paidós, Buenos Aires, 1995, p. 208.
La nueva cuestión social bajo la mirada del desarrollo humano 267

populistas cambiaron las sociedades latinoa- sustantiva del bien común, transformando a
mericanas, el carácter clientelar y la visión ho- los individuos más en consumidores que en
mogeneizadora desde el Estado-nación fueron ciudadanos, y favoreciendo un retraimiento
límites para la integración plena. Desde una sobre la vida privada y una concepción egoís-
perspectiva democrática, no puede existir una ta sobre el futuro.
genuina igualdad compleja si no se produce un Así, la integración social a través del merca-
reconocimiento de la diversidad, y no se otorga do estaría dada por el acceso de los distintos
“voz” en el reparto a los diferentes. individuos al consumo, lo cual pone en eviden-
cia los serios límites del modelo. Por otra par-
La cultura de la desigualdad ligada a una te, el acceso al mercado descansa también en
concepción neoliberal. La cultura de la des- las posibilidades individuales para obtener un
igualdad vinculada a una concepción neolibe- empleo y éstas están determinadas a su vez por
ral apela al mercado como único y natural dis- las habilidades adquiridas, sin que sean una lla-
tribuidor de oportunidades. Este es reificado y ve infalible para participar en él. La lógica del
considerado reconstructor del orden sociopo- mercado invita a los individuos a actuar de ma-
lítico y económico. De esa manera, subordina nera egoísta frente a un entorno desfavorable,
al Estado, a la sociedad, a los partidos y a la bajo el eslogan del sálvese quien pueda, pues
democracia misma. Sin embargo, el mercado el Estado se desentiende de manera creciente
no tiene la capacidad de integrar eficazmente de los servicios sociales. Esta lógica también
debido a su escaso o perverso dinamismo. La tiende a debilitar los lazos sociales y niveles
igualdad de oportunidades dentro del merca- de integración, transfiriendo la búsqueda de
do no existe por la persistencia de culturas una igualdad de oportunidades a un ámbito
de la desigualdad y el propio reduccionismo abstracto que, como se ha visto, es incapaz de
económico que lo acompaña. Ciertamente, el brindar acceso a toda la población y no asegura
mercado es un factor clave de integración so- un tratamiento igualitario a quienes sí lo tienen.
cial, pero no el único. El mercado funciona so- En tal sentido, una consecuencia de esta
bre el principio racionalizador de maximizar nueva cultura es el resquebrajamiento de una
los beneficios individuales y promueve una vi- noción de igualdad de oportunidades asocia-
sión de la sociedad carente de una noción más da a las capacidades adquiridas a través del
268 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

aprendizaje de un oficio. El estancamiento o la ejercicio de los derechos ciudadanos tiende a


incertidumbre de la movilidad social, la pérdi- contrapesar la cultura de la desigualdad vin-
da de un sentido social progresivo, que desa- culada al estatus o al origen. La posibilidad
lienta una visión esperanzadora de futuro, y un de constituirse en ciudadano descansa en la
proceso regresivo que pauperiza a los sectores garantía de la igualdad para todos, que el mer-
sociales medios, estarían acentuando una sen- cado no puede ofrecer. Si se debilita este requi-
sación de malestar.13 sito, la sensación de injusticia social ligada a la
En tal sentido, cada individuo debe resolver desafección política resquebraja seriamente el
15
su situación como mejor pueda. Esa mirada ejercicio ciudadano .
individualista tendería también a socavar los El análisis de una cultura de la igualdad fa-
lazos sociales y el propio ejercicio ciudadano. vorable al Desarrollo Humano será tratada más
La crisis de la ciudadanía, referida al derecho adelante de cara a la idea de pactos deliberati-
a tener derechos también hace tambalear, se- vos, pero antes conviene precisar un poco más
gún sostiene Bobbio, una razón igualitaria. Los qué es esto de la vida cotidiana.
derechos al trabajo, a la salud y a la educación
tienden a poner un número siempre mayor de Cambios culturales y vida cotidiana
individuos en perspectivas de ser menos des-
iguales respecto a otros más afortunados por Vale la pena insistir en la tesis de la reproduc-
nacimiento y condición social.14 Es decir, el ción cultural con relación a los lazos sociales y
la vida cotidiana. La modernización de la socie-
dad crea nuevas oportunidades, pero también
13 La percepción de las desigualdades como un fenó- descompone los lazos sociales y comunitarios
meno de injusticia creciente ha sido tratada reciente- a través de los cuales los individuos aprenden
mente por varios autores; véanse , entre otros, Fitoussi a deliberar, debatir, tomar decisiones, asumir
y Pierre Rosanvallon, La nueva era de las desigualda- responsabilidades y construir una cultura de
des, Manantial, Buenos Aires, 1997; también Amartya
Sen, Nuevo examen de la desigualdad, Alianza, Buenos
Aires, 1995; véase también el Informe de Desarrollo 15 Cf. Paolo Flores de Arcais, Modernidad y política.
Humano 1998, Chile. Izquierda, individuo y democracia, Nueva Sociedad,
14 N. Bobbio, ob. cit., p. 151. Caracas, 1996.
La nueva cuestión social bajo la mirada del desarrollo humano 269

solidaridad comunitaria. En el corazón de es- dependen de las formas de interacción social


tos temas está la cuestión de la sociabilidad en en las cuales estamos inmersos en el curso de
la vida cotidiana. Con el propósito de compren- nuestra vida diaria.
der mejor esta tesis, plantearemos algunos pro- Por lo general, la vida cotidiana es una cons-
blemas derivados de la modernización cultural trucción sociocultural, que se sitúa en medio
y retomaremos la idea de la integración social de dos relaciones: la de los macro procesos
como sintetizador de los problemas de la socie- y las micro relaciones individuales o colecti-
dad contemporánea. vas en pequeña escala. A veces todo es ritual,
mecánico y mercantil, como en Chile hoy, y
La cotidianidad en la encrucijada. Existen otras veces, lo extraordinario se transforma
dos razones que justifican la importancia de la en monotonía, como en el México de Pancho
vida cotidiana, sostiene A. Giddens.16 En pri- Villa. La vida cotidiana se refiere a las prácti-
mer lugar, las rutinas de la vida diaria cons- cas concretas de la gente en condiciones par-
tituyen lo central de las actividades sociales. ticulares y diferenciadas de vida. Aquí se plan-
La vida social está organizada en torno a la tea que la vivencia subjetiva de esa diferencia
repetición de esquemas similares de conduc- social, cultural o política cotidiana es o puede
ta. Si en la vida de una persona se produce un ser una fuerza transformadora de la misma
cambio importante, tienden a producirse alte- cotidianidad. Quizás precisamente por esto
raciones en las rutinas diarias. Por su parte, la nueva dinámica de los actores sociales esté
Sinclair Lewis preguntaba: “¿Quieres saber más concentrada en la recreación cotidiana
quién eres? Cuéntame qué haces las 24 horas de las relaciones sociales más que en la toma
del día”. La vida cotidiana es lo que los hom- del poder estatal. Por eso, para poder ser sos-
bres hacen y lo que han hecho con ellos. En tenible en el tiempo, un enfoque de Desarrollo
segundo lugar, el análisis de la vida cotidiana Humano necesita descansar en la subjetividad
permite comprender el sentido de las institu- cotidiana de las personas, es decir en sus va-
ciones sociales. Todos los sistemas de poder lores, aspiraciones, creencias, proyecciones y
rutinas diarias.
La globalización cultural es una dinámica
16 A. Giddens, Modernity and Self-Modernity, Stan-
dford University Press, 1991. clave que transforma los patrones de sociabi-
270 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

lidad. La emergencia de una sociedad de redes producción de los países avanzados. Dado que
crecientemente informatizada tiende a desin- la internacionalización simbólica se define en
tegrar los mecanismos nacionales de control y el centro, limita la autodeterminación cultural
cohesión social. Tendencialmente los ciudada- de los otros ciudadanos. Por otro lado, somete
nos están perdiendo el control sobre sus vidas, a las culturas de la periferia a un brutal bom-
sus economías, su cultura y sus gobiernos. En bardeo nunca antes apreciado. Pareciera que
este sentido se podría mencionar algunas nue- ahora se instituye una convivencia entre un
vas tendencias del dinamismo cultural moder- cosmopolitismo globalizante y un localismo
no por su fuerte impacto en la cotidianidad de vernacular.
las personas. Otro aspecto fundamental es la multiplica-
La fuerza persuasiva de la globalización de ción y renovación de identidades culturales
la cultura, asociada con una expansión del otrora subordinadas a lógicas estatales y na-
mercado y la industria cultural, tiende a inte- cionalistas. Esta expansión cultural tiende a
grar simbólicamente a las sociedades. De esta redefinir los conflictos sociales. Actualmente,
forma redefine las construcciones culturales gran parte de ellos está referido a temas de so-
nacionales, homogeneizando y segmentando ciabilidad, reproducción cultural e integración
mercados. El flujo de imágenes, sonidos y men- social y a las posibilidades de inserción y re-
sajes creados por los nuevos medios hace pa- conocimiento en el plano institucional. Recien-
tente el papel que juega la comunicación social tes informes del PNUD señalan que en los últi-
en la vida cotidiana. En esta lógica, un ejemplo mos cinco años, más del 70% de los conflictos
importante es el de la publicidad. Basta con mundiales se dan dentro de los países y son de
pensar en los 175.000 avisos publicitarios que tipo intercultural, étnico y religioso. Señalan
los estadounidenses ven en promedio a lo largo además que hoy es posible diferenciar más de
de toda su vida.17 10.000 culturas en el mundo.18
Así, los procesos culturales en América La- Es evidente el papel estratégico que juegan
tina viven un nuevo sincretismo influido por la en este momento la educación, el conocimien-

17 Informe de Desarrollo Humano 1998, Mundi Pren-


sa, México. 18 Informe de Desarrollo Humano 1994 y 1996.
La nueva cuestión social bajo la mirada del desarrollo humano 271

to y las redes de información para la integra- vínculos entre ellas. Cambia además el modo
ción social al mundo moderno. Resulta pues de vida, el habitus, la subjetivación, los lazos
fundamental acceder a estas nuevas formas sociales y los tipos de solidaridad de nuestras
de conocer y comunicar. Una vida cotidia- sociedades. La cotidianidad es el espacio don-
na moderna exige una ciudadanía renovada, de se sedimentan esos lazos. Es también el lu-
capaz de manejar códigos de incertidumbre gar donde la modernización se concreta para
propios de la vida actual, y aquellos que la las sociedades y las personas, y donde asienta
CEPAL denominó códigos de modernidad.19 sus posibilidades de generar futuras acciones
Se trata de lograr una expansión de los nú- significativas. Lo fundamental radica no solo
cleos de inteligencia mediante el incremento en reconocer que la modernización cambia
del conocimiento y las destrezas necesarias la vida cotidiana de la gente, sino en cómo la
para participar en la vida moderna. Por otro transforma desde sus necesidades materiales
lado, ya nadie es ajeno a los cambios produci- y simbólicas.
dos por la depredación ecológica que afectan El mercado, la globalización y la infor-
directamente a la vida cotidiana. Existe, pues, mación cambian la vida de las personas y
una ruptura creciente entre la capacidad de debilitan el lazo social al erosionar, entre
control de los procesos nacionales y la lógi- otras, las lógicas más sustantivas de valores
ca global del deterioro ecológico. Por eso, y costumbres como las de solidaridad, fami-
la ecopolítica plantea nuevos temas como liaridad, amistad y participación asociativa.
producto de los impactos sobre el medio am- Pero, al mismo tiempo, la modernización
biente y en muchos sentidos se observa la amplía oportunidades y permite el acceso,
emergencia de una conciencia ambientalista como nunca, a la universalidad y a las con-
mundial que choca con un sistema de intere- diciones materiales para superar problemas
ses particularistas. de inequidad y mejorar la calidad de la vida.
Toda modernización modifica la producción La dinámica de la modernización no es uni-
social de oportunidades, las necesidades y los direccional. En una sociedad cada vez más
globalizada, se esconde la paradoja de un
mundo cada vez más integrado, pero al mis-
19 CEPAL, Educación y conocimiento: ejes de la trans-
formación productiva con equidad, Santiago, 1992. mo tiempo más fragmentado.
272 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

¿Se trata de una nueva sociabilidad vir- parte de esas lecturas predominaba una incli-
tual? Si es así, ¿cómo se combina con los di- nación hacia la autorreproducción del control
versos tiempos culturales que vive la región?; social. La noción del conflicto era más bien
¿es posible pensar en un nuevo tipo de vida periférica. Más adelante, la sociología crítica
que supere los problemas de la moderniza- empezó a demostrar la persistencia de una
ción manteniendo y enriqueciendo las inter- crisis entre la evolución de las nuevas diná-
culturalidades existentes?; ¿o acaso el desti- micas productivas y de consumo, y la integra-
no conduce a un fraccionamiento tribal con ción social. Touraine ha enfatizado la idea de
múltiples y pequeñas cotidianidades, unas que hay un cambio en el tipo de dominación,
separadas de otras? que ya no se basa tanto en la explotación del
trabajo, sino más bien en la manipulación de
La integración social. La integración social la demanda, el deterioro de las condiciones
es uno de los conceptos clásicos de la socio- de vida, el acaparamiento de los recursos y la
logía. Se originó a fines del siglo pasado por capacidad de decisión. Con esto sería otra la
las “anomalías”, y la falta de mecanismos de lógica de la propuesta y de la propia integra-
control social, producidos por la industriali- ción social.20
zación dentro de la sociedad tradicional. Por Los cambios en la sociedad, la concentra-
eso, las distintas corrientes de la sociología ción de decisiones que ellos connotan y par-
empezaron a preguntarse por las condiciones ticularmente la emergencia de nuevos tipos
de reproducción y creación del orden y la uni- de protesta en términos éticos de consumo,
dad social. En América Latina, los patrones étnico-culturales, de género, religiosos, lo-
colectivos de regulación fueron impulsados calistas, etc., parecen indicar que los nuevos
por agentes de control social interesados en conflictos están surgiendo en los ámbitos de
mantener modos específicos de dominación. la integración social, la reproducción cul-
Al mismo tiempo reproducían lazos sociales tural y la socialización. Quizás por eso, los
diversos en y de la sociedad. Es obvio, ade- problemas más significativos de la sociedad
más, que cualquier forma de integración su-
pone relaciones sociales diferenciadas, con-
20 Véase A. Touraine, La Production..., cit. esp. pp. 113
flictivas y jerárquicas. En todo caso, en buena y 192.
La nueva cuestión social bajo la mirada del desarrollo humano 273

actual se refieren a la calidad de la vida. En La fuerza cultural del pacto


este sentido Habermas argumenta que la cri-
sis proviene de las experiencias de cambio ¿Cómo vincular los procesos de diferenciación
de estructura propios del patrimonio sistémi- y segregación descritos con una cultura políti-
co de los grupos sociales y cuando éstos ven ca de igualdad? O, expresado de otro modo, ¿es
amenazada su identidad. Es decir, una socie- posible una articulación entre los procesos de
dad estará en crisis de integración cuando cambio y la necesidad de expandir una cultura
las nuevas generaciones ya no se reconocen de la igualdad? La respuesta es difícil y apunta
en un orden normativo que antes fue consti- a la temática del pacto, que implica que los ac-
tutivo. Asimismo señala que lo importante es tores sociales asuman de manera consensuada
averiguar cuándo se producen problemas de y como un valor en sí mismo el reconocimiento
autogobierno, que es donde se conectarían universal de la igualdad, que ante todo supo-
la integración social con la sistémica. Para ne la ciudadanía. Se trata de institucionalizar
este autor, la integración social se refiere a colectivamente un valor común que suponga
los sistemas de instituciones, “en que se so- el derecho a tener derechos, la igualdad en la
cializan sujetos hablantes y actuantes; los toma de decisiones y la ampliación de opciones
sistemas de sociedad aparecen aquí con el para que las sociedades decidan su evolución
aspecto de un mundo de vida, estructurado por sí mismas.
por medio de símbolos”, mientras que la in- En realidad, se está reflexionando sobre las
tegración sistémica se refiere a rendimientos posibilidades de justicia social y por tanto de
de autogobierno específicos de un sistema constitución de un proyecto de emancipación
autorregulado.21 La pregunta es ¿qué nuevos destinado a eliminar las culturas señoriales,
caminos existen para estos nuevos temas de clientelares, consumistas y en general de la
integración social? negación del otro que predominan en nuestra
región. Además se pretende asumir la búsque-
da de la igualdad social como un bien común.
Esto replantea la temática del consenso sobre
21 J. Habermas, Problemas de legitimación en el capi- la base de lo que Pizzorno denominó “cultura
talismo tardío, Amorrortu, Buenos Aires, 1973. de la solidaridad procesal”, en la cual los ene-
274 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

migos se convertirían en jugadores que aceptan una cultura de la exclusión es una de las bases
al menos un método para resolver sus diferen- para enfrentar creativamente los desafíos del
cias respaldados por la argumentación y la al- cambio. Del mismo modo parece plausible pos-
teridad. Aquí radica la posibilidad de compren- tular que un prerrequisito para el logro de una
der una racionalidad democrática que va más cultura moderna de la igualdad radica en que
allá de la lógica meramente instrumental. Esta los pactos necesarios de desarrollo se hagan
estaría fundada en una convicción derivada en función de las subjetividades sociocultura-
de consensos obtenidos a través de un debate les existentes.
provisto de argumentos y, así, la deliberación Una política de “solidaridad procesal” re-
intersubjetiva entre los actores permitirá cons- quiere que los pobladores de un país deter-
truir una solidaridad procesal. Solo en estos minado se reconozcan en primer lugar como
términos cobra sentido una combinación crea- ciudadanos, miembros de una comunidad polí-
tiva entre valores culturales y modernización. tica, capaces de ser actores conscientes de una
sociedad moderna, que cada vez se define más
Supuestos básicos del pacto. En esta ópti- por el cambio constante y la incertidumbre.
ca, una dinámica de participación creativa en Sin embargo, proponer pautas de modificación
la sociedad necesitaría estar acompañada por supone reconocer una serie de trabas, como la
procesos de equidad y libertad sociocultural, persistencia de orientaciones señoriales o mer-
es decir, por el reconocimiento instituciona- cantiles de hacer política y el clientelismo-bu-
lizado al derecho a existir decentemente y a rocrático al que hacíamos mención. También
ser diferente. En realidad, la temática del con- implica reconocer la persistencia de estilos
senso subraya el peso estratégico de la cultu- empresariales carentes de creatividad, de com-
ra política democrática en la búsqueda de la portamientos sindicales monádicos, de cultu-
equidad. Aquí son útiles las tesis de Tocqueville ras políticas conspirativas y especialmente de
respecto a la democracia como igualación de pautas culturales imitativas y de recepciones
las condiciones sociales. Bajo su óptica, todas del cambio tecnológico en función de efectos
las ocupaciones, profesiones y dignidades de- demostrativos y no del aprovechamiento de las
ben ser accesibles a todos. Por tanto, asumir potencialidades de cada empresa y cada socie-
los juegos interculturales propios y superar dad nacional.
La nueva cuestión social bajo la mirada del desarrollo humano 275

Gestión progresiva del pacto. En Améri- te, felizmente, de parte de ninguna de las fuer-
ca Latina resulta difícil imaginar una gestión zas sociales y políticas, suficiente capacidad
progresiva del cambio sin establecer pactos. para imponer hegemónicamente un proyecto
Por una parte, existe la necesidad estatal de de desarrollo. En este sentido, cabe recuperar
compartir responsabilidades en la fijación de la comprensión de la política como un sistema
políticas y, por otra, el proceso reabre el de- de expectativas y reconocimientos recíprocos,
bate sobre qué contenido último va a tener la donde los procedimientos no son meramente
democracia y sobre cuánto se puede avanzar formales, sino formas comunicativas que fun-
en las dimensiones que la califican, es decir, la dan normas de reciprocidad. La existencia de
de libertad, estabilidad y justicia social. Esta los actores sociales organizados para concurrir
segunda vertiente se refiere a la necesidad de a la elaboración de una política de gobierno tie-
ampliar los canales de participación para que ne que ver con esta modalidad. Eso solo se pue-
los sectores sociales organizados se integren a de concebir como una intensificación del cons-
la fijación de políticas. Para aspirar a una de- tructivismo simbólico de la política, generador
mocracia que avance progresivamente, aquí se de nuevas identidades e igualdades sociales.
plantea el problema de los alcances del pacto. En la doctrina contractualista se supone que
Ello implica una construcción de consenso so- los actores que pactan están preconstituidos,
bre metas básicas del orden social no asegu- es decir, no juegan su identidad en el pacto. En
radas por el orden democrático o económico. realidad —si la modalidad de hacer política es
Ahora bien, ¿cuáles son las modalidades del intercambiar reconocimientos recíprocos— el
quehacer político que permiten ese consenso pacto es la ocasión para redefinir identidades
tomando en cuenta la acumulación de poder sociales y políticas. Implica interacción y reco-
y la coherencia necesarias para transitar ese nocimiento del otro, es decir, comprender su
camino? La privatización de las decisiones a libertad e identidad. La política, entonces, ten-
través de la imposición del proyecto neolibe- dría que hacerse cargo de la elaboración de esa
ral, donde solo predomina el cálculo racional pluralidad. En nuestra sociedad las relaciones
de ventajas económicas, fragmenta la trama so- sociales no están plenamente constituidas. A
cial e incrementa la incertidumbre, la desigual- diferencia de los paradigmas europeo o nortea-
dad y la violencia. En el otro extremo, no exis- mericano, no se trata de sociedades tan prees-
276 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tablecidas que admitan regulaciones repitien- una preocupación por la instauración de reglas
do mecanismos y formas de comportamiento. del juego político que no determinen una opo-
En ese sentido, es importante que la discusión sición de fines últimos como la única posibili-
permita pensar posibilidades diferentes de “ha- dad de intercambio entre los sujetos políticos
cer política” en los países de la región. y sociales. El reconocimiento del otro como
alguien legítimo reclama la persistencia de va-
Las tres dinámicas políticas del pacto. lores y normas éticas en la democracia, pero
Como mencionamos ya hace algunos años jun- también una crítica de la experiencia histórica.
to a Mario Dos Santos, tal discusión tendría Por otra parte, y pese a lo dicho, también se-
tres dimensiones relevantes. En primer lugar, ría necesario valorar la negociación como es-
el compromiso nacional tiene que ser visto pacio de regateo o intercambio de intereses.
como un intercambio entre actores sociales y Retomando lo dicho antes, las negociaciones
políticos, capaz de movilizar sus identidades. económicas y políticas pueden servir para la
En segundo lugar, exige reconvenir los cami- integración simbólica. Esto no equivale ni a la
nos rupturistas de transformación social y, ter- anulación de los conflictos ni a las disoluciones
cero, acentuar los contenidos éticos de la de- de las identidades sociales y políticas. Podría
mocracia. El primer aspecto está relacionado implicar, sí, la reconstitución de estas últimas.
con una tesis sociológica consistente en que
las identidades de los sujetos sociales se cons- Elementos para una reforma de la cultura
truyen y reconstruyen desde los otros, en rela- política.22 Los planteamientos anteriores colo-
ción con ellos y en el contacto cara a cara. Otro can como tema central las posibilidades de una
elemento importante es el rechazo a cualquier reforma cultural de la política y ello supone
forma de autoritarismo. Esto lleva a repensar asumir las diferentes gramáticas del conflicto.
los frustrados intentos por establecer sistemas Las sociedades tienen que comunicarse expli-
hegemónicos de una clase sobre el resto, de citando los conflictos que viven y contar con
una región sobre el resto, o de ciertas elites es-
tatales sobre partidos y fuerzas sociales y a re-
considerar el campo popular como un proble- 22 Véase F. Calderón y M. Dos Santos, Socieda-
ma de articulación. En tercer lugar, se justifica des sin atajos..., ob. cit.
La nueva cuestión social bajo la mirada del desarrollo humano 277

genuinos canales de representación para que, la legitimidad de las instituciones de represen-


en la deliberación y arbitraje, sean contempla- tación, en la medida en que éstas estimulen
dos todos los intereses, actores y argumentos los procesos participativos y promuevan una
que intervienen. En este sentido, es vital la lógica de responsabilidades compartidas; po-
constitución de espacios públicos de debate y tencian una cultura de la tolerancia, la alteri-
diálogo. Además es importante que los actores dad y el pluralismo orientada al entendimiento
que participan en el debate acudan con la con- como principal instrumento para resolver con-
ciencia de que éste presupone respetar y hacer flictos; fortalecen la capacidad de acción de los
respetar un acuerdo. Por tanto deben asumir actores sociales con base en la capacidad de
un sistema de sanciones para quienes no res- diálogo y comunicación. El conjunto de estos
peten los términos acordados. Todos estos argumentos apunta a la idea de que el pacto
puntos suponen un consenso previo en torno en sí supone una lógica sistémica superior al
de algunos meta-valores como el rechazo a la comportamiento específico de uno u otro actor
violencia, la solidaridad social o la adhesión a involucrado.
derechos económicos y sociales.
Desde una perspectiva pragmática, la rea- Las aspiraciones y el sentido
lización de pactos tiene una serie de efectos del tiempo
multiplicadores sobre la política y la econo-
mía. Algunos de ellos reforzarían la estabilidad Uno de los rasgos de los tiempos modernos
política y social, particularmente en momentos es la incertidumbre cotidiana asociada con la
de escasez de recursos; pueden reemplazar o sobreaceleración de los tiempos históricos. La
disminuir sistemas clientelares de interme- idea de un tiempo industrial que fundamentaba
diación entre la sociedad y el Estado. En este la idea del progreso está agotada. Las utopías
sentido, también son capaces de estimular la de un avance social ascendente y lineal ya no
secularización del comportamiento político y guardan relación con la fuerza instrumental del
la institucionalización de mecanismos de nego- cambio. Más aún, el proceso de secularización
ciación sobre todo a nivel local y/o sectorial; produjo una especialización instrumental que
pueden fortalecer la participación política en debilita la subjetividad de nuestras sociedades.
el sistema de toma de decisiones y consolidar Precisamente, está superada la noción de pro-
278 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

greso que integra la evolución instrumental y las esferas de la actividad humana. Estos ejem-
un conjunto de valores. plos marcan nuevas y complejas pautas de es-
Antes de responder en un sentido progresi- tructuración del tiempo histórico.
vo conviene preguntarse ¿por qué esta idea de Según Castells, la emergencia de un nuevo
progreso entró en crisis? Para empezar, desde paradigma informacional y de la sociedad-
la perspectiva latinoamericana, el concepto red provocan una perturbación sistémica en
desarrollista de un continuum social que nos el orden secuencial de los fenómenos de este
llevaría a un mundo moderno se contradice contexto. Se estaría conformando una especie
no solo con los datos de exclusión y pobreza de “tiempo atemporal”, donde también habría
social crecientes, sino también porque la idea una diferenciación conflictiva, comprendida
de una sociedad industrial de consumo es in- como la convivencia de distintos impactos de
viable por razones de mercado y medio am- los tiempos sociales sobre la realización de los
biente. Varios informes de Desarrollo Humano fenómenos. A mi juicio, en el corazón de este
han insistido en que no es posible imaginarse, entramado anida la cuestión del sentido de la
ni siquiera para los países desarrollados, los vida social en estos “tiempos atemporales”.
actuales ritmos de consumo y destrucción del Desde una perspectiva política, Lechner ha
medio ambiente. En el mismo sentido, la idea trabajado la idea del desvanecimiento de la
dependentista de que el cambio implicaría una idea de futuro. Por una parte, si bien la política
autonomía en el desarrollo, ha probado estar puede ser considerada como la productora de
errada. El tiempo lineal típico de la sociedad metas de la sociedad, la política democrática se
industrial, medible y predecible, no guarda re- basa en acuerdos sobre fines y procedimientos,
lación con los cambios de la modernización y y así, la autodeterminación comunitaria apunta
la globalización del capital financiero y su fun- a construir el futuro deliberativamente. Sin em-
cionamiento en un tiempo real, la revolución bargo la aceleración de los tiempos históricos
tecnológica y las recientes estructuras empre- y el trastocamiento de la dimensión temporal
sariales descentralizadas y flexibles a escala hace que la vida social misma se acelere y des-
planetaria, la creciente cultura virtual y el de- componga cada vez más y con ella la estructura
sarrollo de la industria y el mercado cultural temporal que la contenía. Y así, la idea misma
global, y los efectos multiplicadores en todas de futuro político también se diluye y solo que-
La nueva cuestión social bajo la mirada del desarrollo humano 279

da un presente omnipotente, esquizofrénico y esto, el supuesto básico es que el futuro ya está


atemporal.23 La contracara es que también con prefigurado por las decisiones que se toman en
ello el horizonte de futuro se desdibuja y todo el presente. Por otra parte, debe quedar claro
se torna coyunturalista y pragmático. que las decisiones de futuro se construyen so-
Todo esto acentúa la necesidad de buscar bre la base de diálogos y acuerdos. Estos, sin
sentido en el uso del tiempo y de orientarse embargo, no son inmutables, solo son puntos
a su cualificación a partir de los deseos de las de referencia para la acción y precisamente por
mismas personas. Ya no se trataría de nuevas eso pueden ser revisados. Y con esto el futuro
teológicas sociales, como el comunismo o la mismo, felizmente, es solo una posibilidad.
sociedad de consumo, sino de nuevas formas La convivencia de diversos tiempos históri-
culturales de vivir lo moderno. Quizás aquí ra- co-culturales en Latinoamérica parece mostrar
dique el significado del enfoque del Desarrollo una nueva dimensión temporal que se acelera
Humano. Así se puede deducir que los concep- y se diferencia gracias al impulso renovador
tos de tiempo son histórico-culturales. En la de la cultura virtual. Ya no solo se trata de la
óptica del Desarrollo Humano, el futuro de una acción en tiempos arcanos de sociedades ay-
sociedad se construye sobre las aspiraciones maras o mayas y de su sabiduría para vivir con
de las personas y los actores. Este es un asun- la naturaleza. Tampoco se trata de identificar
to que solo puede formularse en la sociedad y la superposición de distintas temporalidades
sobre el cual la misma sociedad puede escoger de las culturas, sino de ver cómo éstas se en-
opciones. Incluso la mirada hacia el pasado es frentan con un imaginario cada vez más mul-
reconstruida en el presente y ella es una recons- tiplicador de conexiones y dinámicas antes
trucción temporal. En este sentido, el Desarro- inéditas. Es posible dar ejemplos de algunas
llo Humano se describe como una proyección conexiones interesantes. Para empezar los mo-
de futuro posible y deseable. Es la manera de vimientos ecologistas están revalorizando las
preguntarnos por el presente, de interrogarnos culturas precolombinas como fuentes de sa-
quiénes somos y adónde deseamos ir. Por todo biduría para la reproducción de la naturaleza.
Luego, pueden encontrarse varios encuentros
intertemporales, como los de los suqakollos en
23 N. Lechner y F. Calderón, ob. cit. el altiplano boliviano, donde arcanas formas
280 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de producción agrícola fueron redescubiertas sición creciente de distintos pisos culturales


para su uso actual. no se ha reducido ni integrado a la cultura
Y también está la omnipresencia de lógicas industrial ni virtual del instante eterno, sino
fantasmagóricas del pasado. El habitus lati- más bien está conviviendo y expandiéndose
noamericano es como una porosa y antigua con ellas. En las sociedades latinoamericanas,
pintura que vive un constante pentimento. el futuro depende de las mismas intertempo-
Así, viejas frustraciones reaparecen en el ima- ralidades preexistentes. En este sentido, una
ginario moderno como afirmando que no todo lógica de pactos deliberativos y reflexivos
está bien ni resuelto para emprender el viaje puede ayudar a imaginarnos un porvenir me-
al futuro. En realidad se vive un tiempo pluri- jor. Construir imaginarios del futuro es tam-
temporal que la óptica del Desarrollo Humano bién pensar desarrollos posibles acerca de lo
debe asumir. El multiculturalismo de origen que somos o podríamos ser. En la fuerza de las
viene complicando de una manera inimagina- ideas de hoy ya están vivas las posibilidades
ble cualquier mentalidad lineal. La superpo- de un mañana mejor.
Modernización
y gobernabilidad democrática*
Fernando Calderón G. y Norbert Lechner

Introducción las sociedades en la región así como los efectos


de tal reestructuración sobre la política.
El presente texto pretende ofrecer una visión Finalmente, asumiendo la ciudadanía como
básica de los problemas de gobernabilidad de- el principal referente de la gobernabilidad de-
mocrática en los países de América Latina y el mocrática, la tercera parte hace hincapié en el
Caribe. El documento consiste de tres partes. impacto que dicho proceso de transformación
Una breve introducción presenta la idea tiene en la experiencia ciudadana.
central del texto. Entendiendo por gobernabi-
lidad la relación entre política y sociedad, los
problemas de la gobernabilidad democrática Las nuevas condiciones de
en nuestros países parecen radicar en un cierto gobernabilidad
retraso de la política respecto al dinamismo de
los cambios en la sociedad. El reciente proceso político latinoamericano
La segunda sección plantea el nuevo contex- y caribeño ha demostrado que —incluso en si-
to en el cual se insertan los problemas de go- tuaciones de crisis, cambio económico y fuerte
bernabilidad democrática. Se analizan las gran- ajuste social— la democracia goza de una am-
des tendencias que con mayor o menor inten- plia legitimidad en la región.
sidad caracterizan la actual reorganización de Este es el punto de partida: constatamos que
a pesar de la persistencia de patrones históricos
* Este trabajo fue escrito junto a Norbert Lechner y publi- políticamente excluyentes, en la región preva-
cado originalmente en Mas allá del mercado y del Estado: lece un reconocimiento generalizado del régi-
La democracia (La Paz: PLURAL Editores) en el año 1998. men democrático. Efectivamente, de múltiples
282 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

maneras y desde distintos procesos históricos, como el marco de referencia imprescindible


las sociedades latinoamericanas valorizan la de las instituciones.
democracia tanto como régimen institucional La gobernabilidad puede ser entendida
cuanto como forma de vida. Sin embargo, no es como un estado de equilibrio dinámico entre
lo mismo valorizar la democracia a tener una demandas sociales y capacidad de respuesta
gobernabilidad democrática. gubernamental (Camou, 1995). Más allá de
Múltiples indicadores políticos y resulta- ésta u otras definiciones, conviene conside-
dos de encuestas de opinión pública mues- rar el siguiente supuesto: las instituciones
tran una serie de problemas y limitaciones en democráticas están insertas en el conjunto
el buen funcionamiento de la democracia. La de la vida social y, por consiguiente, su fun-
demanda de democracia se ve crecientemente cionamiento depende del modo en que está
defraudada por una falta de eficiencia y efica- organizada determinada sociedad. A partir de
cia. Existe un amplio acuerdo de que tales de- esta premisa podemos formular la hipótesis
ficiencias afectan la viabilidad política de las central del análisis: la gobernabilidad demo-
estrategias de desarrollo y que pueden poner crática concierne la relación entre sistema
en peligro la legitimidad misma del régimen político y ciudadanía en el desarrollo social.
democrático. La creciente preocupación por Ello implica, por una parte, que el sistema po-
la gobernabilidad ha dado lugar, por otra par- lítico y los ciudadanos son co-rresponsables
te, a múltiples iniciativas que —al interior del de la gobernabilidad democrática; aun cuan-
campo político— tratan de mejorar la efectivi- do la iniciativa resida en el sistema político,
dad del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, su éxito exige la cooperación ciudadana. Por
del sistema de partidos políticos y, en general, otra parte, ello implica que cambios estructu-
de la gestión pública. Por importantes que rales en el desarrollo de la sociedad modifican
puedan ser estas reformas, muy difícilmente tanto el papel de la política como las expecta-
las deficiencias de gobernabilidad pueden ser tivas de los ciudadanos, o sea que modifican
explicadas y resueltas exclusivamente en el las condiciones de gobernabilidad.
cuadro de la institucionalidad política. Un en- En las últimas dos décadas han tenido lugar
foque restringido al campo institucional tien- profundas transformaciones sociales tanto a
de a perder de vista al conjunto de la sociedad nivel mundial como en cada una de las socieda-
Modernización y gobernabilidad democrática 283

des latinoamericanas. De hecho, en todos los instancias políticas de regulación y conduc-


países de la región observamos una reestruc- ción. Ello significa, por otra parte, que la po-
turación social más o menos drástica. Una re- lítica pierde crecientemente su capacidad de
organización de la sociedad de tal envergadura control sobre los procesos de modernización.
no puede sino afectar también a la política. A la Corremos el riesgo de una “modernización sin
par con un cambio del entorno social ocurre un modernidad”; es decir, un proceso a espaldas
cambio de la propia política. Síntoma de ello o en contra de la voluntad ciudadana y, por lo
son expresiones como la denominada “crisis mismo, sumamente inestable. La gobernabili-
de la política” o la insatisfacción acerca de la dad democrática se ve cada vez más afectada
“calidad de la política”. Es en este contexto que tanto por la incapacidad de las mayorías de
se insertan los problemas de gobernabilidad. participar en la recreación y adecuación de las
Estos tienen mucho más que ver con las trans- instituciones sociales, como por la incapacidad
formaciones sociales en curso que con algunos de estas por reconocer los nuevos derechos in-
notorios déficits institucionales o estilos de dividuales y colectivos de los ciudadanos.
gobierno. En general, los problemas de gober- Existe no sólo un retraso en las formas de
nabilidad democrática en América Latina resul- hacer política, igualmente notorio es el retra-
tan de la falta de adecuación de la política y del so en las formas de pensar la política. Preva-
Estado a los cambios estructurales de nuestras lecen concepciones tradicionales e imágenes
sociedades. Ellos son, en el fondo, la expresión estáticas acerca de lo que es y puede hacer la
de un retraso de la política en relación a las di- política. Especial preocupación merece, por
námicas de las transformaciones sociales. supuesto, tal “inmovilismo” por parte de las éli-
En este ámbito cabe destacar desde ya dos tes políticas (independientemente de su signo
tendencias implícitas de los problemas de go- ideológico). En la medida en que la “clase po-
bernabilidad. Por una parte, los procesos de lítica” no logra hacerse una idea adecuada del
modernización desencadenan por doquier nuevo papel de la política, de sus límites y de
tendencias centrífugas que los sistemas políti- sus posibilidades, tampoco está en condicio-
cos, en su forma actual, no logran manejar sa- nes de respetar las nuevas restricciones, de dis-
tisfactoriamente. Vale decir, la modernización cernir los objetivos factibles y de visualizar las
socioeconómica socava la efectividad de las oportunidades que se abren. Ello conduce a esa
284 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

aparente ausencia de alternativas que caracte- muy diversos aspectos. Por un lado, las expec-
riza a nuestra época. Igual atención merece, tativas que nos hacemos acerca de lo que es la
por otro lado, similar inercia en la ciudadanía. democracia y de lo que puede hacer la política.
Los ciudadanos suelen hacerse ideas y expec- En este contexto es inevitable revisar la autoi-
tativas acerca de la política que no correspon- magen que se hace el ciudadano de sí mismo y,
den a la nueva realidad social. Estamos ante un en general, la propia noción de ciudadanía en
desajuste poco percibido, pero muy problemá- las condiciones actuales. Por el otro, el ajuste
tico por cuanto conduce a graves distorsiones se refiere principalmente a los estilos de hacer
a la hora de evaluar determinado desempeño política y, en definitiva, a verdaderas “invencio-
político, como en el caso de las elecciones. nes institucionales” que actualicen los proce-
Más grave aun es otro peligro, el de una demo- dimientos democráticos. Se trata pues de una
cracia que no cumple lo que, ilusoriamente, se “reforma de la política” en doble sentido: una
espera de ella, y genera más bien un clima de adecuación de la política al nuevo contexto a
frustración que termina por minar la credibili- la vez que una modernización llevada a cabo
dad de las instituciones democráticas. Resulta por la política.
pues importante tanto para las élites políticas El análisis se limita a destacar algunas ten-
y los ciudadanos como para las relaciones de dencias generales, sin abordar los rasgos espe-
confianza entre ellos, elaborar concepciones cíficos de cada país. Sin duda, las particularida-
actualizadas de la política. des históricas de un país representan factores
De las ideas anteriores se desprende una cruciales a la hora de enfocar sus problemas de
conclusión general: una vez analizados los des- gobernabilidad. No obstante, cabe advertir que
ajustes producidos en la relación entre política tales especificidades nacionales se encuentran
y sociedad, los problemas de gobernabilidad más y más relativizadas por el alcance global
democrática han de ser abordados primordial- que tienen ciertas megatendencias. No está de
mente como un tipo de ajuste político. Si el más agregar que dichas tendencias implican
proceso de modernización de América Latina riesgos y oportunidades. A la vez que plantean
pasó por una fase de ajuste estructural de la amenazas para las jóvenes democracias de la
economía, hoy en día está pendiente un ajuste región, también abren nuevas opciones de de-
estructural del campo político. Ello involucra sarrollo. Por cierto, descifrar las oportunida-
Modernización y gobernabilidad democrática 285

des que se ofrecen exige una nueva mirada. nos casos, el actual proceso de modernización
Nos resulta más fácil apreciar con angustia o se apoya sobre tales elementos, configurando
nostalgia lo que perdemos (el pasado) cuando formas híbridas, particularmente en el mundo
se trata más bien de aprovechar el presente y rural. En otros, las promesas incumplidas de la
acomodar los espacios abiertos del futuro. modernización fomentan una defensa regresiva
de la tradición (fundamentalismo). En general,
sin embargo, un rasgo típico de nuestra época
La reestructuración de la consiste precisamente en que las tradiciones
sociedad y sus efectos sobre dejan de ser útiles para enfrentar los desafíos
la política del presente. Las experiencias adquiridas en el
pasado (incluyendo la misma experiencia esco-
Ruptura y persistencia de los lar de un adulto) rápidamente devienen obsole-
patrones históricos tas y poco sirven de cara al futuro.
Dicho en otros términos: un rasgo específi-
En los procesos de cambio social lo nuevo nun- co de la modernización en América Latina y el
ca desplaza completamente a lo viejo; incluso Caribe es la celeridad del proceso. En Europa
las revoluciones no hacen tabula rasa del pa- o Estados Unidos el proceso avanza gradual-
sado. Aun cuando el análisis que sigue hace mente sobre muchas décadas; en consecuen-
hincapié en los elementos novedosos, siempre cia, hace uso de formas preindustriales de or-
debe tenerse presente el trasfondo histórico ganización (el trabajo doméstico de la mujer
que, según los países, tendrá mayor o menor subvenciona el trabajo asalariado del obrero)
gravitación. De hecho, en todos los países per- y, por sobre todo, sus efectos disgregadores
sisten patrones tradicionales de dominación. pueden ser amortiguados por la continuidad de
El pasado sigue estando presente bajo la forma identidades colectivas y lazos de solidaridad
de estructuras (caciquismo, clientelismo), de anteriores. En América Latina, en cambio, la
estilos de gobierno (populismo) y de imagina- actual estrategia de modernización es impuesta
rios colectivos (estatismo, utopías redencionis- con tal rapidez y radicalidad que en pocos años
tas) que ya no suelen ser predominantes, pero arrasa con las tradiciones, destruyendo los col-
que conservan una influencia notable. En algu- chones protectores del tejido social. Además,
286 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

en Estados Unidos y Europa existe una expe- actores por referencia al Estado y estructuran
riencia acumulada con el régimen democrático sus relaciones recíprocas por intermedio del
y, por lo tanto, cierto “sentido común” acerca Estado. Vale decir, el Estado es la instancia
de sus méritos y defectos. Esa tradición, capaz central de regulación y conducción de los pro-
de colmar la brecha entre el ideario y el funcio- cesos sociales. Él otorga reconocimiento y pro-
namiento real de la institucionalidad democrá- tección, él distribuye beneficios y sacrificios, él
tica, falta en América Latina. Aquí el régimen marca el rumbo y el ritmo del desarrollo so-
tiene un carácter fundacional que aumenta la cial. No sorprende pues cierta “Estadolatría”
presión sobre el cumplimiento de “las prome- que toma al Estado como la solución de todos
sas de la democracia”. Es decir, se suele exigir los problemas. Este proceso que culmina en el
de las instituciones democráticas un desarrollo Estado desarrollista parece haber concluido.
ideal sin concederles el tiempo necesario para Hoy por hoy, el ciclo del “modelo Estadocén-
afianzarse en sus rutinas normales. trico” parece agotado; el actual proceso de mo-
Entre las características tradicionales de dernización ya no se apoya tanto en el Estado
la región cabe destacar el papel sobresaliente como sobre el mercado. Sin embargo, es hora
del Estado. Se ha señalado que en América La- de parar el péndulo, el Estado no es la única
tina, a diferencia de otras regiones, el Estado solución, pero tampoco solamente problema.
ha creado a la sociedad. En efecto, desde las Lentamente se impone la conclusión de que el
guerras de independencia las luchas en torno Estado es parte del problema y de la solución.
a la “cuestión nacional” y posteriormente a la
“cuestión social” hacen del Estado el núcleo La nueva complejidad social
rector que ordena la vida social. El Estado
oligárquico decimonónico y el denominado La modernización se caracteriza primordial-
“Estado de compromiso”, basado en la incor- mente por los procesos de diferenciación. En
poración paulatina de las clases sociales emer- América Latina, particularmente en los países
gentes, no sólo representan distintos tipos de de modernización temprana, se observa hace
Estado, sino que encarnan diferentes modos muchas décadas un proceso de diferenciación
de organización social. En ambos casos las di- social que complejiza a la estructura social. Las
ferentes fuerzas sociales se constituyen como clases sociales fundamentales que en el pasado
Modernización y gobernabilidad democrática 287

aglutinaban y estructuraban a la población en representables. Más se debilitan los actores


grandes identidades colectivas se diferencian sociales, más difícil es su representación. La
en múltiples grupos sociales con subculturas brecha (inevitable) entre representantes polí-
específicas. La multiplicación de espacios más ticos y representados se acentúa, poniendo en
y más autónomos segmenta los intereses ma- entredicho el carácter representativo del régi-
teriales y mina los principios universales que men democrático existente.
servían de anclaje a las identidades colectivas. En años recientes gana cada vez más pree-
Impulsada por los procesos de urbanización e minencia otro proceso característico de la mo-
industrialización, la diferenciación social di- dernización: la diferenciación funcional. Diver-
luye el mundo señorial de antaño, impulsa la sos campos de la sociedad van desarrollando
diversidad social y prepara así el terreno para racionalidades específicas, acordes a sus fun-
la pluralidad política. “El pueblo” como suje- ciones hasta constituir “subsistemas funcio-
to teórico de la democracia se despliega en nales” relativamente cerrados y autónomos.
una pluralidad de actores. Descubrimos pues Estos operan como campos autoreferidos en
en la diferenciación social el proceso subya- consonancia con sus códigos funcionales y, por
cente al pluralismo de opciones que caracte- lo tanto, sólo asimilan señales externas en la
riza al “juego democrático”. Pero se descubre medida en que sean asimilables por la “lógica”
también uno de los procesos subyacentes a los interna del subsistema. Expresión de ello son
problemas de gobernabilidad democrática. En la relativa “independencia” o impermeabilidad
la medida en que la diferenciación social da lu- que muestran, por ejemplo, la economía, el De-
gar a procesos de disgregación y atomización recho, la ciencia y la misma política, cada cual
las identidades colectivas se disuelven o deri- obedeciendo a una lógica específica. El desa-
van en simples “tribus” cohesionadas más por rrollo social ya no se rige por una racionalidad
emociones compartidas (estadios de fútbol, única sino por una constelación de distintas
recitales de rock) que por lazos duraderos. En racionalidades.
otros términos, los actores sociales se multi- Esta diferenciación funcional incrementa
plican a la vez que se debilitan. Ello afecta la enormemente la complejidad de nuestras so-
representación política de los intereses socia- ciedades. A pesar de los grandes flujos de infor-
les. La representatividad presupone actores mación la vida social se vuelve más opaca y, por
288 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

lo mismo, más impenetrable a un ordenamien- miento social también se modifica el lugar de la


to deliberado. La pluralidad de racionalidades política, la cual pierde su centralidad, es decir
funcionales hace aumentar las situaciones de que la política deja de ser aquel núcleo central
contingencia (lo que no es necesario ni imposi- y exclusivo a partir del cual se ordena al con-
ble) que exigen una toma de decisiones a la vez junto de la sociedad.
que la dificultan. En nuestros países ya no exis- Otro rasgo característico de la fase actual
te esa “unidad” de la vida social que presupone de modernización son los procesos de globali-
el mando jerárquico. La diferenciación avanza zación. Ellos han puesto en marcha dinámicas
a un punto tal que la sociedad pierde la noción cuyo alcance todavía no podemos apreciar ple-
de sí misma en tanto sociedad. Se desvanecen namente. Sin embargo, ya se vislumbran dos
las representaciones colectivas acerca del “or- transformaciones de gran relevancia para la
den” y, por lo tanto, los sentimientos de arraigo gobernabilidad democrática. En primer lugar,
social y de pertenencia a una comunidad. De se observa un redimensionamiento del espa-
hecho, las grandes ciudades de la región anti- cio. Basta recordar algunos fenómenos ilustra-
cipan la nueva característica de nuestras so- tivos. Así, es notorio el cambio de las escalas.
ciedades: un espacio sin centro. Digamos más La política ya no opera exclusivamente a esca-
cautelosamente que a raíz de los procesos de la nacional; cada día adquieren mayor peso los
diferenciación, la sociedad latinoamericana problemas a escala global-regional y los pro-
deja de tener un centro único. Estamos en ca- blemas a escala local. También es evidente la
mino hacia una sociedad policéntrica. Tal des- redefinición de los límites. Si las fronteras na-
centramiento permite comprender las razones cionales se hacen más porosas, por otra parte,
estructurales que subyacen a los problemas de los límites entre los grupos sociales se vuelven
gobernabilidad. Durante años las crecientes más rígidos. Dicho en otros términos: cambian
dificultades de la acción político-estatal para las distancias. Mientras que las distancias in-
regular los procesos sociales eran atribuidas a ternacionales se acortan para algunos sectores
deficiencias institucionales y a un instrumen- insertos en los flujos globales, las distancias so-
tario político insuficiente. Ahora visualizamos ciales al interior de cada país aumentan consi-
una reestructuración global de la sociedad. derablemente. En resumen, la brecha entre los
Pues bien, con el descentramiento del ordena- procesos transnacionales (flujos financieros,
Modernización y gobernabilidad democrática 289

informativos, tecnológicos) y el alcance nacio- concepción moderna de la política, entendida


nal de la gestión política se profundiza, ponien- como construcción deliberada del futuro. Ac-
do en entredicho el espacio habitual de la po- tualmente, la política ya no remite a un hori-
lítica: el marco nacional. En consecuencia, el zonte de futuro que permita poner al presente
postulado clásico de la soberanía nacional ha en perspectiva. Con la pérdida de perspectiva
de ser redefinido. el presente se hace omnipresente. Ello afecta
En segundo lugar, observamos un redimen- a la política de diversas maneras. Encerrada en
sionamiento del tiempo. En años recientes ha lo inmediato, la política carece de capacidad de
tenido lugar una aceleración vertiginosa del anticipación; le cuesta diferir costos y gratifi-
tiempo. El ritmo de vida se hace más y más rá- caciones al futuro. Por consiguiente, todas las
pido, acelerando la obsolescencia del pasado demandas y expectativas se vuelcan al presen-
inmediato. Según vimos, aun las experiencias te y buscan satisfacción aquí y ahora. Prevale-
aprendidas recientemente pronto dejan de ser ce la simultaneidad, miles de cosas ocurren al
útiles y ese recorte del tiempo útil afecta tam- mismo tiempo aquí y en el mundo (“síndrome
bién a la política, que ya no puede recurrir al CNN”). Ello dificulta la selección de qué mate-
trasfondo histórico de experiencias acumu- rias decidir; distorsiona la relación entre deci-
ladas para enfrentar los retos del presente. A sión y resultado y, por lo tanto, la responsabi-
la par con la obsolescencia del pasado adver- lidad por una decisión tomada; incrementa la
timos un desvanecimiento del futuro. En épo- arritmia entre la toma de decisiones guberna-
cas anteriores la aceleración del tiempo era mental y la toma de conciencia ciudadana; en
domesticada por una noción de futuro progre- fin, provoca una sobrecarga de la política. Todo
sivo (las ideas de progreso técnico o de eman- ello repercute en la gobernabilidad democráti-
cipación humana); el futuro representaba un ca que ahora depende, entre otros aspectos,
horizonte de sentido en nombre del cual se in- de la capacidad de la política de reconstruir
terpretaba y justificaba el presente. En cambio, horizontes de futuro. Sólo entonces nuestros
hoy en día la noción misma de futuro se diluye. países podrán encauzar los cambios sociales
Existen proyecciones del presente (planes de en una visión estratégica de la modernización.
inversión, cálculo de riesgos, etc.), pero no una Existen distintas estrategias de moderniza-
imagen del futuro. Ello toca directamente a la ción. A diferencia de la “estrategia desarrollis-
290 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ta”, que hacía del Estado el motor del proce- carnar de modo visible ese mundo mejor que
so, la “estrategia neoliberal” predominante en todos sueñan. El mercado deviene la gran fuer-
los últimos tres lustros toma al mercado por za integradora, pero con limitaciones eviden-
el principio constitutivo de la reorganización tes. El anverso de la moneda es una no menos
social. Al hacer del mercado el principio orde- impactante “precarización” de la vida social,
nador del proceso, los países latinoamerica- particularmente del trabajo. Todo se mueve y
nos impulsan no sólo una vigorosa expansión nada/nadie puede sustraerse a esa dinámica
de la economía capitalista de mercado, sino so peligro de sufrir una exclusión radical. La
también y por sobre todo la instauración de competitividad del mercado moldea una nue-
una verdadera sociedad de mercado. Es decir, va mentalidad de intercambio, donde todo es
una sociedad donde los criterios propios de transable. El cálculo utilitarista de costos-be-
la racionalidad de mercado —competitividad, neficios, propio de la sociedad de mercado, da
productividad, rentabilidad, flexibilidad, efi- lugar a una nueva sociabilidad. La competencia
ciencia— permean todas las esferas, incluido sin tregua fomenta un individualismo negativo,
el ámbito político. La política no sólo ha de sumamente creativo y ágil en desarrollar estra-
respetar las variables del “equilibrio macro- tegias individualistas de éxito a la vez que muy
económico” sino que además, a la inversa, está reacio a todo compromiso colectivo. Entonces
condicionada por los criterios del mercado. las relaciones tradicionales de reciprocidad se
Dicho en términos más generales: las orienta- debilitan. Esta des-solidarización tiene su pre-
ciones básicas de la vida social (principio de cio: las ventajas obtenidas individualmente se
maximización de beneficios privados) presio- pagan con una inseguridad generalizada de to-
nan sobre las bases normativas de la vida de- dos. En la medida en que la cohesión social dis-
mocrática (orientaciones de bien común). minuye, aumenta la incertidumbre. Se hace pa-
La sociedad de mercado genera un dinamis- tente la conclusión: el mercado por sí solo no
mo social inédito en la región. La iniciativa pri- genera ni sustenta un orden social. El desorden
vada, liberada de restricciones sociopolíticas, del mercado indica que el ajuste económico ha
despliega impresionantes dinámicas de cambio de ser acompañado de reformas sociales y, por
e innovación. La punta del iceberg es aquel sobre todo, de reformas político-instituciona-
fascinante mundo del consumo que parece en- les. Así, el mismo avance de la modernización
Modernización y gobernabilidad democrática 291

económica vuelve a replantear la necesidad ejemplos de México bajo Salinas, de Argentina


de la política, pero una política adecuada a las bajo Menem o de Perú bajo Fujimori indican
nuevas condiciones. que —incluso en una estrategia neoliberal—
En los años ochenta gran parte de los paí- los procesos de modernización exigen una
ses latinoamericanos han iniciado una refor- fuerte conducción política. Muy pronto las
ma del Estado. Las reformas, generalmente de limitaciones del anti-estatismo de la primer
inspiración neoliberal, pretendieron despoliti- fase amenazan la gobernabilidad, obligando a
zar a la economía mediante la privatización de reformas “de segunda generación”.
las empresas públicas, la desregulación de los La reorganización del Estado ha de tener
mercados, la reducción del crónico déficit fis- en cuenta al menos tres elementos. En primer
cal, la descentralización del aparato estatal y lugar, cabe constatar que la inserción en los
la autonomía de la política monetaria (Banco mercados mundiales —meta principal del ajus-
Central). Las medidas tuvieron efectos positi- te económico— se rige por el “paradigma de
vos en tanto limitaron el manejo discrecional la competitividad sistémica”. Es decir, la inser-
de la política económica y estrategias rentis- ción no depende tanto de la competitividad de
tas (rent-seeking). En los hechos, las refor- una u otra empresa como de las capacidades
mas neoliberales sacan la conclusión práctica organizacionales y gerenciales de un país para
de la diferenciación funcional de la sociedad y combinar un vasto conjunto de factores (eco-
la consiguiente autonomía relativa de los dis- nómicos y no-económicos) y para articular una
tintos subsistemas. Con el neoliberalismo se diversidad de actores. De la reorganización ya
hace explícito el fin del “primado de la polí- no sólo de la economía nacional, sino del con-
tica”. Ello no significa, empero, que podamos junto de la sociedad depende la libertad de ac-
prescindir de la política. Basta recordar la ción (o sea, el poder) que tenga un país en el
llamada “paradoja neoliberal”: una estrategia sistema mundial. La competitividad sistémica
que apunta precisamente a desmantelar al Es- de un país supone pues a una “actualización”
tado sólo tiene éxito en aquellos casos en los del Estado nacional como una de las instancias
que es impulsada por una fuerte intervención fundamentales en la coordinación de los diver-
política. El protagonismo del Poder Ejecuti- sos procesos sociales. De la competitividad sis-
vo en Chile bajo Pinochet, pero también los témica se desprende, en segundo lugar, la rele-
292 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

vancia de la integración social. Precisamente la sumidor o de fomento a las exportaciones, et-


gravitación del mercado (y sus tendencias dis- cétera. Es decir, el Estado se dota de un anillo
gregadoras) otorgan un papel primordial al Es- de instituciones de derecho público que sin ser
tado como instancia responsable de asegurar estatales, aseguran el fair play en una socie-
la cohesión social. Considerando las crecientes dad de mercado. Siendo un paso importante,
desigualdades sociales en la región y el riesgo resulta insuficiente. El economicismo reinante
de explosiones violentas, la reformulación del hace perder de vista la dimensión cultural de
Estado de Bienestar y de las políticas sociales la gobernabilidad democrática. Esta depende
representa hoy en día un paso crucial para la en buena parte de la fuerza que tengan las re-
viabilidad de las nuevas estrategias de desarro- presentaciones colectivas acerca del orden y
llo. En tercer lugar, hay que tomar en cuenta los sentimientos de pertenencia a una comu-
la nueva conciencia ciudadana. Así como la nidad. Al respecto, merece mayor atención el
política requiere mayor cooperación de los ciu- papel sobresaliente que corresponde al Estado
dadanos, éstos a su vez reclaman mayor parti- en el ordenamiento simbólico de la conviven-
cipación. Un ejercicio efectivo de los derechos cia social.
de ciudadanía presupone ante todo un Estado
de Derecho, pero también un acceso equita- Condicionantes de la acción política
tivo a los servicios públicos y una burocracia
razonablemente eficiente y respetuosa de la Para completar el mapeo del nuevo contexto
dignidad ciudadana. Exige, en suma, un Estado de la gobernabilidad democrática, es menester
democrático capaz de expresar y de proteger a destacar algunos fenómenos que, siendo de
la comunidad de ciudadanos. índole distinta, condicionan de manera impor-
En este marco de referencia se sitúa la ac- tante la acción política.
tual reforma del Estado. Ella abarca no sólo la Un elemento de gran influencia en la gober-
redefinición de ámbitos “clásicos” de la in- nabilidad democrática es el nuevo clima de
tervención estatal, sino igualmente el desarro- incertidumbre. Siempre hubo y habrá incer-
llo de un nuevo instrumentario institucional: tidumbre acerca de cuestiones básicas de la
entes reguladores y supervisores, comisiones vida, más ella adquiere una gravitación especial
antimonopólicas, agencias de defensa del con- cuando se debilitan las (reales o imaginarias)
Modernización y gobernabilidad democrática 293

redes de seguridad: desde la protección que existen proyectos individuales de futuro —por
brinda el Estado hasta las religiones, pasando ejemplo de un empresario— pero se desvane-
por las grandes ideologías. Uno de los efectos ce como horizonte compartido por la sociedad
de las aceleradas transformaciones en curso entera. Este debilitamiento del “tiempo social”
reside en la erosión de los códigos interpretati- hace más evidente la precariedad de lo existen-
vos con los cuales estructurábamos la realidad te. La celeridad de los cambios sociales socava
social. De cara a la súbita desaparición de los lo establecido; todo lo duradero se evapora.
paisajes familiares, la gente se siente huérfana Viviendo al instante, ¿cómo realizar un cálcu-
de claves de interpretación que permitan orde- lo racional? La calculabilidad social disminuye
nar los múltiples fenómenos en un panorama también por otras razones. Al diluirse la noción
inteligible. A falta de “mapas cognitivos” la rea- de futuro (la imagen del país que queremos),
lidad deviene avasalladora y provoca impoten- también se diluye el horizonte de sentido en
cia. Por doquier reina la incertidumbre —¿qué miras del cual se articulaban los diversos pro-
hacer?— pero ella afecta de modo diferente a yectos (individuales y colectivos). Se debilita
los distintos sectores sociales. Están más ex- el marco temporal que permitía sincronizar
puestos a la angustia de la incertidumbre (y, las temporalidades muy distintas que viven un
por ende, a reacciones “irracionales”) los gru- empresario y un desocupado, un político o una
pos con menos recursos, menor autoconfianza, mujer jefa de hogar. A la diferenciación de las
menor inserción en lazos comunitarios. De allí temporalidades sociales se agrega la diferen-
que sectores desclasados y, en especial, las cla- ciación de las dinámicas de los “subsistemas
ses medias empobrecidas sean particularmente funcionales”. La política conlleva ritmos y pla-
propensas a “soluciones” autoritarias. En esta zos diferentes y difícilmente conmensurables a
perspectiva los problemas de gobernabilidad los ciclos de la economía y la duración desea-
nos remiten a la democracia entendida como ble del derecho. En otras palabras, vivimos en
manejo institucional de la incertidumbre. “sociedades a múltiples velocidades”, donde la
La “nueva” incertidumbre tiene que ver con acción política ya no marca la hora para todos.
la descolocación de las coordenadas espacio- Paralelamente, según vimos anteriormente,
temporales. Volvamos una vez más sobre el tiene lugar un redimensionamiento del espa-
desvanecimiento del futuro. Por supuesto, cio. El marco habitual de la acción política —
294 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

el espacio nacional— queda desbordado tanto una región con tanta disparidad entre los sec-
por impactos de proyección global como por tores sociales, las jóvenes democracias vean
condensaciones al nivel local. Es decir, la ac- disminuido el ámbito integrador que represen-
ción política entrelaza múltiples escalas y los ta lo público. ¿No es el estar-juntos-con-otros,
actores han de jugar simultáneamente en múl- esa comunidad de semejantes, el espacio pro-
tiples escenarios. Aumenta entonces el riesgo piamente político de la democracia? Bien visto,
de acciones erráticas. La diferenciación espa- es la interacción entre ciudadanos en el ámbito
cial unida a la temporal genera una compleji- público lo que da a la democracia su dinámica
dad que hace cada vez más difícil diseñar una innovadora. Ahora bien, la esfera pública no
“agenda política” compartida por todos los desaparece, por cierto; cambia de forma. Hoy
actores. Cada cual ignora qué juego están ju- en día, el ámbito público se confunde con el es-
gando los demás. En el fondo, se desperfila la pacio del mercado; el intercambio de opiniones
“cancha rayada” del juego democrático. e intereses se entremezcla con el intercambio
Otro cambio significativo es la nueva rela- de bienes y servicios. En efecto, el mercado ha
ción entre lo público y lo privado. Las trans- ido adquiriendo un carácter público. El control
formaciones estructurales han sido acompa- de calidad y la atención al cliente, la defensa
ñadas por un proceso de privatización de las del consumidor y la dignidad del usuario re-
actitudes y conductas. La gente se retrotrae del presentan los nuevos derechos del ciudadano-
espacio público y se vuelca a lo privado y lo consumidor. Es decir, lo privado deja de ser el
íntimo. Junto con el auge de tal “cultura del yo” ámbito reservado del individuo —en contrapo-
tiene lugar otro tipo de privatización. Se pri- sición al poder político— para transformarse
vatizan no sólo escuelas públicas y hospitales en el campo de las experiencias vitales a partir
públicos, instancias típicas de una concepción del cual los individuos evalúan a la política.
universalista de la ciudadanía; además, el pro- Los límites entre lo público y lo privado se
ceso se extiende a calles privadas vigiladas por diluyen. Expresión de ello es el papel predo-
policías privadas. Especialmente en las ciuda- minante de la televisión en la vida social. Es
des se hace patente una contracción drástica bien sabido que la televisión cambia las for-
del espacio público en tanto espacio compar- mas de hacer política, fomentando los espec-
tido. Resulta paradójico que precisamente en táculos destinados a impactar al ciudadano-
Modernización y gobernabilidad democrática 295

espectador. Este toma el papel de una especie países de la región (piensen en la formidable
de jurado permanente, pero pasivo, del “tea- expansión de organizaciones no gubernamen-
tro político”. En el fondo, reina una “cultura tales). El fenómeno representa un éxito de la
de la imagen” que desplaza a la palabra como democracia en tanto proceso de subjetivación;
soporte de la argumentación y decisión políti- “la gente” deviene sujetos —ciudadanos— que
cas. Tanto políticos como ciudadanos se for- intervienen activamente en los asuntos públi-
man sus opiniones mediante un destello inco- cos. Por otra parte empero, a la par con la di-
nexo de flashes, imágenes a la vez fugaces y ferenciación social y funcional se debilitan las
reiterativas. Esta “videopolítica” condiciona la representaciones colectivas acerca del orden
gobernabilidad democrática, pues incrementa social. Es cada vez más difícil hacerse una ima-
la volatilidad y la simultaneidad de la agenda gen de la sociedad en tanto orden colectivo.
pública. Siendo la televisión quizás el princi- Pues bien, al diluirse la noción de “sociedad”
pal mecanismo de integración simbólica (te- se diluye igualmente el sentimiento de arraigo
lenovelas, fútbol, pero también los noticieros social. ¿Qué pasa entonces con la ciudadanía
informativos), solamente crea una integración que presupone un sentimiento de pertenencia
espúrea. El problema no radica tanto en la a una comunidad? Parece que la ciudadanía
manipulación del público como en la excesiva se asienta en un espacio local, bien acotado,
reducción de complejidad. Es decir, la televi- y prescinde más y más de su dimensión na-
sión (por su “lógica” específica) no fomenta cional. Este proceso podría ser el fenómeno
un debate ciudadano que asuma los comple- subyacente al denominado “fortalecimiento de
jos problemas de gobernabilidad. En el fondo, la sociedad civil”. Sin duda, la sociedad civil
la tendencia a la disgregación social aparece aflora en América Latina, pero más como un
reproducida televisivamente en la fragmenta- archipiélago de islas más o menos inconexas
ción de las estructuras comunicativas. que como un orden colectivo. De ser así, las
Uno de esos complejos problemas de gober- consecuencias para la gobernabilidad están a
nabilidad democrática reside en la tendencia la vista. La difuminación de los grandes clivajes
a la fragmentación social. Observamos una sociopolíticos en miles de conflictos de baja in-
situación paradójica. Por una parte, la multi- tensidad dificulta la agregación de intereses en
plicación de los actores sociales en todos los torno a identidades políticas. En una sociedad
296 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

así fragmentada los actores sociales ya no lo- co, pero no una forma democrática de vida. La
gran hacerse una idea del desarrollo social en experiencia cotidiana desdice la gobernabili-
su conjunto y, por lo mismo, tampoco logran dad democrática; la democracia aparece como
vislumbrar las eventuales interdependencias mera retórica, alejada de la vida real. Así como
entre los distintos problemas. De este modo, la las “reglas de juego” democráticas se desvalori-
ausencia de una visión global refuerza la defen- zan cuando no están abrigadas por la decencia
sa de intereses egoístas e inmediatos. y una disposición general a la cooperación, así
Finalmente cabe llamar la atención sobre a la inversa, las normas de convivencia social
un aspecto descuidado de la gobernabilidad se debilitan cuando la democracia pierde la
democrática: la erosión de las normas de ci- densidad simbólica de una “comunidad”. En
vilidad. En la vida cotidiana las diferencias en- resumidas cuentas, no hay gobernabilidad de-
tre los individuos son “equilibradas” mediante mocrática sin cultura cívica.
las reglas básicas de convivencia. La decencia, Sobre este trasfondo se explican las dificul-
el respeto, la tolerancia, en fin, el “buen tono” tades de las instituciones políticas en todo
permiten establecer un acomodo recíproco aun su alcance. Recordemos —a modo de ilustra-
en las relaciones fugaces del tránsito callejero, ción— algunos de los elementos del proceso de
en la oficina pública, etcétera. En la medida en modernización que modifican el funcionamien-
que la modernización impulsa las diferencias to habitual de la institucionalidad democrática.
sociales a la vez que debilita la noción de orden En primer lugar, cabe resaltar una vez más las
colectivo, esas normas sociales se desgastan. restricciones de la política a raíz de la diferen-
Cuando la violencia urbana, la corrupción im- ciación funcional de la sociedad. En la medida
pune, la inestabilidad del empleo y una compe- en que los diversos campos del sistema social
titividad despiadada son la experiencia diaria (como por ejemplo la economía) desarrollan
de la gente, entonces los efectos centrífugos de una lógica específica y se transforman en subsis-
la modernización ya no logran ser contrarresta- temas relativamente cerrados y autónomos, la
dos por las reglas de trato civilizado. Cada cual acción política puede influir sobre otros subsis-
se afana como puede y reina la “ley de la sel- temas solamente si respeta sus lógicas internas.
va”. Sin tales normas básicas de reciprocidad Enfrentamos pues límites estructurales para la
empero, tal vez subsista el régimen democráti- intervención política, que tiene ahora un cam-
Modernización y gobernabilidad democrática 297

po de acción mucho más reducido que lo que ticos”. Al igual que en el caso de la política, tal
proyecta la imagen tradicional de la política. A crisis ha de ser entendida como un retraso de
su vez, también la política se transforma en un los partidos, independientemente de su signo
subsistema más y más autoreferido, que tiende a ideológico. Sus doctrinas y estrategias se han
aislarse de su entorno social. En este sentido, la vuelto obsoletas a raíz de las nuevas condicio-
percepción ciudadana acerca del distanciamien- nes como, por ejemplo, el redimensionamiento
to de los políticos es correcta. La razón empero, del espacio y del tiempo. Dificultades simila-
no radica tanto en la clase política (una mayor res encuentra la labor parlamentaria, más allá
especialización y profesionalización) como en de su debilidad crónica en un régimen presi-
las restricciones estructurales que sufre la polí- dencial. Existe por doquier un fuerte reclamo
tica en una sociedad diferenciada. popular hacia los partidos políticos y el Par-
Por otra parte, la modernización no es un lamento para que representen las demandas
proceso autoregulado que por sí solo defina el sociales sin tener en cuenta cuán precaria se
rumbo y el ritmo del desarrollo social. Como ha vuelto la noción de representación a raíz de
bien nos muestra la experiencia latinoame- la diferenciación y tendencial fragmentación
ricana, la estrategia de modernización exige de la sociedad. Las notorias insuficiencias de
una conducción política. La política no es en las instituciones representativas refuerzan las
ningún caso superflua, como sugieren algunas tendencias hacia una “democracia delegativa”
voces. Por el contrario, el mismo avance de (O’Donnell), basada en un decisionismo presi-
la modernización obliga a una reconversión dencial. Dada la premura y la complejidad de la
urgente de la acción política. Esta se encuen- agenda pública, las decisiones recaen casi ex-
tra retrasada en relación al dinamismo de las clusivamente en el Poder Ejecutivo, mientras
transformaciones sociales. Por consiguiente se que los partidos tienden a reducirse a simples
trata precisamente de “poner al día” las institu- máquinas de ratificación u obstrucción. Mas el
ciones políticas, pues sólo así aseguramos una protagonismo del Poder Ejecutivo (sea un lide-
conducción democrática de los cambios socia- razgo carismático o tecno-político) tampoco
les en marcha. asegura la conducción. Ninguna instancia po-
En este contexto cabe mencionar, en segun- lítica tiene, por sí sola, los recursos para dirigir
do lugar, la llamada “crisis de los partidos polí- los procesos sociales. A raíz de la nueva com-
298 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

plejidad social se requiere una coordinación co— está determinado por intereses privados.
policéntrica, o sea una red de negociaciones Pues bien, cabe recordar que el ejercicio de los
y acuerdos entre actores políticos y sociales. derechos ciudadanos es una empresa colecti-
Remite pues a ese sistema político que, hoy por va. Vale decir, no hay ciudadanía efectiva sin
hoy, se muestra tan poco adecuado a las nue- una efectiva comunidad de ciudadanos.
vas exigencias. En tales circunstancias crece el
peligro de que las jóvenes democracias de la re-
gión degeneren en “democracias electorales”, La gobernabilidad democrática
que movilizan la adhesión popular al régimen y la construcción de una
democrático en el ciclo electoral, pero que se ciudadanía autónoma
muestran incapaces de asegurar una goberna-
bilidad democrática. Nuevos desafíos de la ciudadanía
La responsabilidad por la reconversión e
innovación institucional no es solamente del La gobernabilidad democrática depende tan-
gobierno. En el fondo, es materia de una auto- to del sistema político como de la ciudadanía.
rreforma del sistema político en su conjunto. Por eso, la parte final abordará la gobernabili-
Ahora bien, sabemos las dificultades que sue- dad democrática desde el punto de vista de la
len tener las instituciones para renovarse a sí experiencia ciudadana. Por ser un campo muy
mismas. En consecuencia, aumenta la corres- diverso, con fuertes connotaciones subjetivas,
ponsabilidad de la ciudadanía. De hecho, los las indicaciones serán tentativas.
ciudadanos reclaman una mayor y mejor par- La experiencia ciudadana refleja la conti-
ticipación e incidencia en el proceso político. nuidad de patrones históricos a la vez que los
Por ahora, sin embargo, las iniciativas quedan desafíos que plantean las nuevas condiciones.
limitadas a pequeños grupos, mientras que la Entre los nuevos retos se encuentra la multipli-
mayoría de los ciudadanos prefiere acomodar- cación y renovación de identidades culturales
se al estado de cosas existente, buscando sus que otrora se mantenían sumergidas o subordi-
beneficios individuales. No hay de qué sorpren- nadas a lógicas estatales y nacionalistas. Esta
derse: por qué habrían de referirse a un “bien expansión cultural tiende a redefinir los con-
común” cuando el espacio común —lo públi- flictos sociales. Actualmente buena parte de
Modernización y gobernabilidad democrática 299

los conflictos en la sociedad moderna están re- derno. Solamente un grupo muy reducido de la-
feridos a temas de reproducción cultural e inte- tinoamericanos tienen acceso a redes de infor-
gración social y sus posibilidades de inserción mación y al manejo de las nuevas formas de co-
y reconocimiento en el plano institucional. Por nocimiento. Resulta pues fundamental que una
ejemplo, recientes informes del PNUD (1994 y renovación ciudadana busque una expansión
1996) señalan que en los últimos cinco años, de las nuevas formas de conocer y comunicar.
más del 70% de los conflictos a nivel mundial Una ciudadanía moderna supone el manejo
se dan al interior de los países y además que tanto de códigos de incertidumbre congénitos
estos conflictos son predominantemente de a la vida moderna, como muy especialmente
tipo intercultural, principalmente étnicos y re- aquello que la CEPAL (1992) denominó códigos
ligiosos. Asimismo, se señala que en la actuali- de modernidad. Se trata de lograr una expan-
dad es posible determinar entre 40.000 y 50.000 sión de los núcleos de inteligencia mediante
culturas. Ciertamente, si bien esta situación el incremento del conocimiento de destrezas
reafirma la tendencia universal de la condición necesarias para participar en la vida moderna.
ciudadana y de los valores laicos como única Además se sabe del impacto positivo que tiene
garantía para el reconocimiento institucional la educación sobre las prácticas ciudadanas.
de identidades particularistas, también coloca De otra parte, en la actualidad ya nadie es
serios límites a los Estados y ciudadanías na- ajeno a los cambios producidos por la depre-
cionales por el carácter generalmente monista dación ecológica y las crecientes pérdidas de
de estas identidades y por las tendencias a la sustentabilidad de los actuales modelos de
desterritorialización de las nuevas identidades crecimiento, consumo económico y exclusión
selectivas. No existe por ejemplo sociedad la- social. Todos ellos afectan directamente la
tinoamericana o caribeña que no enfrente pro- gobernabilidad global y nacional y tienden a
blemas de identidad cultural y ciudadanía deri- limitar la acción ciudadana. Existe una rup-
vados de procesos migratorios. tura creciente entre los procesos nacionales
El papel estratégico de la educación, del co- y su capacidad de control respecto de la ló-
nocimiento y de las redes de información cons- gica global del deterioro ecológico. Cabal-
tituyen en la actualidad uno de los principales mente la ecopolítica plantea nuevos temas
elementos de integración social al mundo mo- políticos, globales y locales, como productos
300 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de los impactos ecológicos. En muchos sen- puede contribuir a repensar la relación entre
tidos se visualiza la emergencia de una con- ciudadanía e individuo.
ciencia ambientalista que tiende a expandir Para este autor, un hecho político en el mun-
derechos ecológicos a escala mundial, pero do actual es el fenómeno de la ciudadanía sus-
que choca con un fuerte sistema de intereses traída, en el cual la representación política de
particularistas. En el caso latinoamericano, lo social se degrada. El ciudadano pasa a ser
tales procesos están fuertemente vinculados un súbdito o un cliente de una clase política
no sólo a la reproducción parcial de modelos inamovible y estancada. El ciudadano deja de
de consumo de las sociedades avanzadas, sino tener interés en lo político, en aquello que es
especialmente al círculo perverso entre po- vital para la representación y que Claude Lefort
breza y deterioro del medio ambiente y de los denominó pertenencia democrática, es decir, el
recursos naturales. Estos temas plantean las estar involucrado en el juego político del poder.
necesidades de una renovación ciudadana que La política en la sociedad moderna pasa a ser
compatibilice las características y el patrimo- una actividad atrincherada en el monopolio de
nio cultural latinoamericano con una visión una corporación política partidaria, impermea-
global del desarrollo humano. ble a la diversidad social que presume repre-
Menos evidente que los anteriores aspectos sentar. En consecuencia, el ciudadano termina
es otro desafío: el papel del individuo como viviendo cada vez más la política como algo aje-
sujeto de la ciudadanía. Distintos estudios de no a él y no se reconoce en sus representantes.
América Latina han destacado el peso de la Los políticos de oficio son percibidos, muchas
tradición comunitaria y católica-colonial, es- veces injustamente, como una casta autolegiti-
pecialmente en el mundo rural; una tradición mada y autorreferencial, que se reproduce por
contraria a la idea del individuo autónomo y cooptación. En todos los países las encuestas
racional que subyace a la democracia liberal. de opinión pública muestran una más o menos
Simultáneamente empero, en el mundo urbano notable desafección política y una crítica recu-
gana presencia un “individualismo negativo”, rrente hacia los partidos políticos. El ciudada-
típico de una sociedad altamente competitiva. no deja de interesarse por la “cosa pública” y
La reflexión de Paolo Flores de Arcais (1996), prefiere gozar los éxitos privados (consumo)
aunque condicionada por la situación italiana, y/o replegarse a una “tribu” en medio de una
Modernización y gobernabilidad democrática 301

sociedad cada vez más transformada por los turalistas que fundan la construcción de la ciu-
efectos de la tecnología. Castell (1995) coloca dadanía en atributos diferenciales.
precisamente aquí las tensiones actuales de las
sociedades contemporáneas, tensiones entre el Los límites de la ciudadanía:
ciudadano y el nuevo poder tecnológico, entre demandas, críticas y exclusión social
la red de información y el yo. En el fondo, co-
rre peligro de desaparecer el individuo, tritu- Altamente motivados por los avances en los
rado por los automatismos de la sociedad mo- procesos de democratización, de educación
derna. Según Flores de Arcais, él es el flanco y de revalorización de los derechos humanos,
más débil y desprotegido de la modernización buena parte de la ciudadanía latinoamericana
en curso. En consecuencia, cualquier proyecto se ha vuelto más consciente de sus derechos y
político con pretensiones renovadoras tendría ha producido una serie de críticas y demandas
que plantearse la reconstitución del individuo a los gobiernos que el sistema político y de par-
como tarea primordial. Sólo allí donde existe tidos tiene dificultades para procesar. Tal explo-
el individuo puede aflorar la ciudadanía acorde sión de demandas y críticas tiende a disminuir
a la vieja fórmula: una libre asociación de indi- los niveles de legitimidad de la democracia.
viduos libres e iguales. Muchas veces, como lo indican varias en-
Lo anterior nos remite a otro tema de sin- cuestas de opinión pública, las demandas ciu-
gular importancia en la región: la igualdad de dadanas referidas a problemas específicos de
oportunidades. En efecto, la igualdad de opor- la vida cotidiana, especialmente aquellas aso-
tunidades constituye una “condición de posi- ciadas con la pobreza, no pueden ser satisfe-
bilidad” para el desarrollo del individuo-ciu- chas por los Estados como sucedió en el pa-
dadano. Sólo entonces existe la posibilidad de sado, aunque sea en el plano simbólico. Tales
compartir algo —la res publica— en común. insatisfacciones son reinterpretadas por los
La ciudadanía presupone que las instituciones ciudadanos no sólo como indicadores del cos-
puedan garantizar a todos, como parte de los to social del ajuste o de ineficiencia institucio-
derechos individuales, todos los derechos so- nal, sino también como una suerte de inmora-
ciales. En consigna, sólo si hay derechos hay lidad congénita de la administración pública y
ciudadanos. Ello relativiza los argumentos cul- de la clase política. De esta manera las críticas
302 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

a los bajos niveles de eficiencia de los gobier- Seguramente uno de los principales proble-
nos para resolver problemas se asocian con mas de la consolidación del régimen democrá-
una crítica ética del “mal gobierno”. tico en nuestras sociedades radica en la desin-
Sin duda, existen fenómenos de inmoralidad tegración social. Si los procesos de exclusión
pública asociados con ineficacia burocrática y y de distribución inequitativa del ingreso con-
política: la corrupción, el tráfico de influencias, tinúan creciendo, las condiciones sociales de
el nepotismo y múltiples formas de clientelis- la gobernabilidad democrática serán cada vez
mo. Más sería demasiado simplista retrotraerse más difíciles. Conviene examinar con cierto de-
a la trinchera de la moral para enjuiciar los ma- talle esta problemática.
les de la política. En realidad, en América La- Como ha señalado Wanderley dos Santos,
tina sabemos bien que la moral (el sectarismo los derechos sociales están asociados a cierta
de los “puros”) puede producir tanto o más mal forma política y cultural de entender la ciuda-
que la política. Un juicio más cauteloso debería danía. En esta perspectiva sería una falacia es-
tener en cuenta las causas estructurales. Nos cindir las políticas sociales de la cuestión ciu-
referimos no sólo a los efectos de anterior “es- dadana. Bien visto, es más relevante conside-
tatismo”: monopolios estatales, discrecionali- rar lo que determinada política social implica
dad política y, por ende, falta de transparencia. en términos de la ciudadanía que analizarla en
Ellos se entremezclan con nuevas dinámicas, función de eficiencia económica o de cualquier
típicas de la sociedad de mercado: valoración otro tipo de ventajas materiales para sus bene-
del “tener” por sobre el “ser”; la apología del ficiarios.
dinero como criterio de éxito social; la presión El concepto de ciudadanía encuentra sus
de consumo y una competitividad descarnada raíces no solamente en un código de valores
en desmedro de otros valores. Todo ello con- políticos sino en todo un sistema de estratifi-
tribuye a difuminar los límites entre lo públi- cación ocupacional, el cual es definido por la
co y lo privado y a minar el ethos del servicio norma legal. En otras palabras, son ciudadanos
público. En este contexto, la moral subsiste en todos aquellos miembros de la comunidad que
tanto principios de la conducta individual, pero se encuentren localizados en cualquiera de las
pierde vigencia en tanto normas sociales vincu- ocupaciones reconocidas y definidas por la ley.
lantes para todos. La extensión de la ciudadanía tiene lugar a tra-
Modernización y gobernabilidad democrática 303

vés de la reglamentación de nuevas profesio- y de sus agentes políticos para lograr cierta
nes y ocupaciones y mediante la ampliación de consistencia entre lo social y lo institucional.
derechos asociados a estas profesiones, antes El tema de la ciudadanía social remite socio-
que por la extensión de valores inherentes al lógicamente al tema de la pobreza y, por lo
concepto de miembro de una comunidad. La tanto, la justicia social. Paradójicamente, a
ciudadanía está imbuida de profesiones y los pesar del crecimiento evidente de la miseria y
derechos sociales del ciudadano se refieren al de la pérdida general de la calidad de vida en
lugar que ocupa en el proceso productivo se- muchos aspectos, el debate sobre la pobreza
gún lo reconoce la ley. ha quedado relativamente escindido de la dis-
Como ya se ha mencionado, la ciudadanía cusión sobre la ciudadanía. Frecuentemente
está formada por los derechos civiles, políti- la pobreza queda reducida a una tasa estadís-
cos y sociales. Los derechos políticos han de tica, sin considerar que las iniquidades están
ser iguales y comunes para todos los ciudada- inscritas en la trama de las relaciones socia-
nos; las diferencias entre los distintos grupos les. En la cultura política latinoamericana per-
pueden expresarse en los derechos civiles y siste una fuerte tradición jerárquica plasmada
sociales. Diferencias en opiniones y creencias en un patrón de sociabilidad que obstaculiza
en el caso de los derechos civiles y diferencias la construcción de un principio de igualdad y
en las necesidades y recursos en el caso de los de reciprocidad que le dé al otro un estatuto
derechos sociales, estando dados los umbrales de sujeto de intereses válidos y de derechos
mínimos, las condiciones mínimas de repro- legítimos. La competitividad espúrea que se
ducción social de una vida digna. Obviamente basa en la explotación del trabajo humano y
esto no quiere decir que los derechos civiles y en la destrucción de la naturaleza, está aso-
sociales no sean comunes para todos sino que ciada con este patrón, como también lo está la
las diferencias se expresan en ellos. Consi- prevalencia de una cultura autoritaria en las
guientemente la institucionalidad política debe relaciones de trabajo, para no hablar de las
garantizar el ejercicio de estos derechos; pero, relaciones cotidianas públicas y privadas. Se
¿existe una garantía para ello? trata de un imaginario que entiende a la po-
La pregunta se sitúa en torno a la capacidad breza como una marca de inferioridad y que
creativa y operacional de la propia sociedad desvaloriza el ejercicio de los derechos indivi-
304 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

duales. En tal marco cultural no puede existir etcétera) está en juego el perfeccionamiento
el ciudadano; carente, indigno, desprotegido, del régimen democrático.
marginal, que debe ser atendido por la asis- En el corazón de todas estas dificultades
tencia estatal. está la debilidad del Estado, producto tanto de
La pobreza entendida como la ausencia de la inviabilidad histórica de un Estado patrimo-
derechos económicos y sociales, constituye el nialista y corporativo como de una determina-
retrato de una sociedad que no logra univer- da estrategia de modernización. Los cambios
salizar derechos y enraizar la ciudadanía en neoliberales, si bien incrementaron la racio-
las prácticas sociales. Así, la comprensión de nalidad técnica en la economía, debilitaron la
la pobreza está directamente relacionada con disposición humana sobre la realidad social.
el modo en que los derechos igualitarios ante A veces, el (necesario) respeto a las especifi-
la ley son de hecho anulados por el descono- cidades funcionales de la economía termina en
cimiento cultural del otro como sujeto de de- una renuncia a toda acción política y, por ende,
rechos legítimos. Es por eso que en estas so- la sacralización de las dinámicas autodestruc-
ciedades la pobreza aparece despojada de su toras del mercado. La retracción drástica de
dimensión ética. la intervención estatal tiene consecuencias
El tema de la ciudadanía social nos remite a más allá del proceso económico. La pretendi-
la reforma de las relaciones entre la sociedad y da despolitización de la vida social significa
el Estado. Dicho en otras palabras: la conquis- en los hechos entregar a los ciudadanos a su
ta de la ciudadanía constituye el “plan vital” de suerte individual. Las situaciones de abandono
la cuestión social. Ello implica el desarrollo de y desamparo —tan extendidas en la región—
las políticas que reviertan las inconsistencias se acentúan. La experiencia vital del ciudada-
mencionadas y, sobre todo, un tratamiento pú- no está marcada por la desprotección. Su cara
blico de los conflictos en torno a la equidad y el más visible es la reformulación de las políticas
modelo de desarrollo. Situando la exclusión so- sociales. Enfocadas primordialmente con un
cial en un contexto más global, el problema de cálculo costo-eficiencia, las nuevas políticas
la integración social vía desempeño guberna- sociales siguen siendo un instrumento insufi-
mental. Más que el éxito de determinadas polí- ciente no sólo para compensar las disfunciona-
ticas sectoriales (políticas sociales, educación, lidades del mercado, sino particularmente para
Modernización y gobernabilidad democrática 305

impulsar la integración social. Vemos, por el dadanos? Vale decir, la gobernabilidad demo-
contrario, que la segmentación social aumenta. crática presupone ciudadanos, pero ¿qué hace
En la medida en que la sociedad latinoamerica- la democracia para formar ciudadanos? No nos
na se vuelve cada vez más segmentada (social referimos a la educación cívica o educación en
y territorialmente), desvanece el sentimiento derechos humanos, por importante que sean
ciudadano de pertenecer a una comunidad. tales iniciativas. El hecho es que no se intere-
Basta tomar la ciudad como criterio de ciuda- sa en política quien no participa (de una u otra
danía para percibir cuán poco la convivencia forma) en política. Cabe añadir: no participa en
urbana promueve la vida ciudadana. política quien no dispone de espacio público.
Ello nos remite a un aspecto menos tangi- Como señalara Hannah Arendt, la política no
ble, pero quizás más angustiante del abandono. es algo intrínseco a la naturaleza humana; es
El Estado no sólo tiene menor capacidad de un fenómeno extraño y sensible que sólo nace
proteger la integridad física y cierta seguridad de la interacción entre individuos libres e igua-
económica, tampoco ofrece una adecuada pro- les. Presupone pues la pluralidad de hombres y
tección simbólica. Reducido a administración mujeres y el espacio entre ellos; ese espacio en
pública o sector fiscal, el Estado ya no encarna que los individuos abandonan su ámbito priva-
una idea de orden en el cual todo ciudadano do y aparecen a la luz pública en tanto ciuda-
pueda reconocerse. A falta de tal respaldo, am- danos. Requiere un espacio público. Un ámbito
putado de su inserción comunitaria, el ciudada- distinto a la esfera privada y a la esfera estatal.
no se siente extremadamente vulnerable y tien- En suma, los ciudadanos se forman en el espa-
de a retrotraerse al refugio de su intimidad. En cio público a través de la misma acción políti-
la “estrategia del caracol” ya no se trata de que ca. Este hecho tan peculiar no está dado de una
el ciudadano prefiera participar o no participar vez para siempre; hay momentos de expansión
en política. El problema de fondo es si la par- y de retracción de la ciudadanía. Pues bien, ¿de
ticipación política todavía tiene algún sentido qué espacio dispone el ciudadano común?
para el ciudadano. Como mostramos arriba, el espacio público
Terminamos este acápite con un interrogan- ha sufrido transformaciones. En la sociedad la-
te capcioso: ¿puede la población de nuestras tinoamericana actual (como en toda sociedad
sociedades —o sea, nosotros— llegar a ser ciu- moderna) la dimensión ciudadana del espacio
306 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

público se encuentra amenazada por el avance das de una profunda renovación. En el plano
del mercado y de la burocracia. Este avance de de los indicios se visualizan dos tendencias que
la racionalidad formal (técnica) sería muy po- conviene resaltar: la creciente desafección ciu-
sitivo si estuviese acompañado por un avance dadana y la emergencia de nuevos comporta-
similar en las formas de interacción ciudada- mientos colectivos que recrean nuevas formas
na. Pero no podemos ponernos a esperar que de sociabilidad.
ellas surjan como el resultado espontáneo de Por un lado, según vimos, existe una cre-
la modernización; la creación de espacios de ciente distancia entre lo que la política puede
deliberación ciudadana es una producción po- dar y lo que los ciudadanos esperan de ella. Tal
lítica. Cabe esperar que, temprano o tarde, una desajuste señaliza un deterioro de los patro-
renovación institucional recree espacios de nes de corresponsabilidad entre el ciudadano
ciudadanía. Por ahora, sin embargo, el ciuda- y el sistema político en la gobernabilidad. Ya
dano carece de espacios adecuados. Además, señalamos la precariedad de la política para
las formas actuales de hacer política poco representar a lo social y su consecuencia: los
contribuyen; ni el estilo populista ni el estilo ciudadanos ven debilitados los lazos de perte-
tecnocrático o la “telepolítica” impulsan la co- nencia a la comunidad. Fortalecer a la comuni-
municación de los ciudadanos entre sí. Así las dad política significa reforzar al pluralismo, o
cosas, una vez más, como en otras épocas, la sea un campo público de interacción política
ciudadanía se conquista creando nuevos espa- que no existe o que está al momento debilita-
cios públicos. do. En su ausencia no hay modo de articular la
diversidad social. Consiguientemente crece la
distancia entre lo político institucional y la ac-
Indicios de renovación ción ciudadana. Así, por ejemplo, en el caso de
Chile y de varios países de la región es posible
En los países latinoamericanos aparecen una percibir, como por lo demás lo han demostrado
serie de comportamientos y actitudes novedo- múltiples encuestas de opinión, una inquietan-
sos que, en parte, constituyen síntomas de un te desafección ciudadana respecto de la políti-
desajuste entre la modernización y la construc- ca. Tal actitud, como venimos insistiendo a lo
ción ciudadana y en parte representan deman- largo del texto, parece expresar un malestar di-
Modernización y gobernabilidad democrática 307

fuso ante las transformaciones de la sociedad a sociedad. Estos comportamientos están refe-
la vez que una demanda no menos confusa por ridos a la ética de los derechos humanos, a
una especie de “nueva política”. En el caso de la exigencia de mayor responsabilidad social,
otros países, como Bolivia, la ausencia o la de- al derecho a la diferencia, a opciones de vida
bilidad de espacios institucionales interactivos comunitaria de la más variada índole y, muy
conduce nuevamente a la política a las calles, particularmente a la idea de que desarrollo
es decir al conflicto directo. La experiencia en- y modernización son un bien común que se
seña que no bastan reformas lúcidas si no están construye con “otros”. En estas acciones,
acompañadas por la construcción de espacios con distinto tono, por lo general “basista”, en
públicos de negociación y, por lo tanto, de ac- realidad lo que se está demandando es la ne-
tores con capacidad autónoma para llegar a cesidad de reconstruir una nueva cultura de
acuerdos institucionalizados. solidaridad.
A pesar de las restricciones que impone la Quizás es muy prematuro sacar conclusio-
sociedad de mercado a la acción colectiva, nes de este tipo de acciones, pero en alguna
América Latina ha conocido diversos movi- medida ellas replantean la temática del consen-
mientos sociales en estos años. Conviene dife- so político sobre la base de aquello que Pizzor-
renciar dos tipos: aquellos que son reactivos a no denominó “cultura de solidaridad procesal”.
la modernización en razón de los procesos de En general, se ha abandonado la “lógica de la
exclusión social que ésta produce (como es el guerra” en favor de una “lógica de la política”
caso de varios movimientos obreros, campe- en la cual los adversarios se relacionan como
sinos e indigenistas en la región) de aquellos “jugadores” en el marco de determinadas “re-
de carácter proactivo que aspiran a participar, glas de juego” que van adaptando acorde a las
aun de modo conflictivo, de la misma dinámica circunstancias. Semejante consenso básico
de modernización (como es el caso de varias acerca de los procedimientos implicaría cuan-
acciones colectivas de mujeres, ecológicas, es- do menos un método institucional para resol-
téticas y de conocimiento). ver las diferencias en función de la argumenta-
Es menester mencionar igualmente el de- ción y alteridad.
sarrollo de acciones colectivas que reclaman En América Latina la construcción de con-
comportamientos éticos en la política y en la sensos en el sentido señalado tendría que
308 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

estar normativamente vinculada a un proce- desarrollo regional, reforma del sistema de


so de integración social creciente, tanto en salud, etc.), mas no incorporan al ciudadano
el plano simbólico como en el material. Sin común. La población que puede estar muy
equidad no es posible la otredad; ni siquiera afectada por determinado problema, pero
la competitividad económica es sostenible si que no representa un interés organizado (lo
siguen creciendo las distancias sociales. Por que llamamos un “actor representable” en el
el contrario, casos relativamente exitosos de punto 10), que al margen de ese nuevo meca-
modernización económica como Chile indi- nismo institucional.
can precisamente la relevancia que tiene una Otro tipo de iniciativas proviene del go-
vasta red de negociaciones y acuerdos. En bierno local. Varios municipios han buscado
esta óptica, una participación creativa en la fomentar y canalizar la participación ciuda-
sociedad necesitaría estar acompañada por dana mediante referéndums que permiten a
procesos de equidad y libertad sociocultural, los vecinos incidir efectivamente en el dise-
es decir por el reconocimiento instituciona- ño de la política municipal. Tales medidas
lizado del derecho a existir y a ser diferen- han tenido un eco favorable en tanto convo-
te. En realidad, la necesidad de consensos y can al ciudadano sobre temas en los cuales
acuerdos resalta el peso estratégico de la cul- está directamente interesado y afectivamen-
tura política democrática en las dinámicas de te involucrado. Hoy en día, el ámbito del go-
modernización. bierno local parece ser en efecto el terreno
En años recientes se observan múltiples más fértil para renovar la relación entre ciu-
iniciativas por hacer de lo público un espa- dadanía e institucionalidad política. Resul-
cio de negociación entre actores económicos, ta mucho más difícil, en cambio, sacar de
sociales y políticos. Donde existe cierta den- esas experiencias locales lecciones válidas
sidad organizativa de la “sociedad civil”, se para el ámbito regional o nacional. Incluso
van conformando así redes de coordinación la interactividad comunicativa entre ámbitos
horizontal que pueden fomentar una goberna- locales suele ser escasa y más débil aún la
bilidad con capacidad de integración social. relación entre experiencias locales y proce-
Tales redes operan muy satisfactoriamente sos globales. Quizás la única excepción sig-
cuando se trata de temas sectoriales (plan de nificativa (pero muy débil en la región) sea
Modernización y gobernabilidad democrática 309

la de los movimientos ecológicos que articu- consiguiente “crisis de orientación”, ¿qué signi-
lan acciones locales con reacciones globales fica virtud ciudadana? La publicación de varios
contra los procesos de degradación de los libros sobre el tema evidencia una demanda.
ecosistemas. De hecho, en los procesos de modernización
Finalmente, cabe volver sobre una “parado- las orientaciones egoístas-particularistas tien-
ja democrática”: la democracia supone ciertos den a socavar el sentido comunitario y, por
requisitos que ella no asegura o, en otras pala- ende, las bases de la participación ciudadana.
bras, el buen funcionamiento de la democracia Cabe empero preguntarse si ellas están siendo
depende de cierto tipo de ciudadano que ella destruidas por las dinámicas de la moderniza-
no produce. Nos referimos al hecho de que el ción o solamente opacadas temporalmente.
régimen democrático —incluso en una versión Además, en América Latina la cultura polí-
elitista o en un enfoque rational choice— pre- tica democrática suele ser débil, aunque sólo
supone no sólo determinadas instituciones fuese porque, a fin de cuentas, una cultura de-
y determinados derechos ciudadanos, sino mocrática solamente se desarrolla en democra-
igualmente cierta virtud cívica. La democracia cia. Cabe reiterar que democracia y ciudadanía
requiere de ciudadanos activos, bien informa- se forman en un mismo movimiento. Dicho
dos y con manejo de los códigos del mundo crudamente, nuestras democracias tendrán el
moderno; valientes, pero a la vez responsa- tipo de ciudadano correspondiente al tipo de
bles y prudentes; legales y respetuosos de las política que prevalezca.
leyes, tolerantes con las diferencias legítimas, En conclusión, la gobernabilidad democrá-
con sensibilidad moral y autodisciplina social. tica necesita del potenciamiento de actores
El catálogo de los atributos podría alargarse sociales autónomos con capacidad de llegar a
bastante, sin ofrecer una definición precisa de acuerdos institucionales adecuados a la velo-
lo que hace al “verdadero ciudadano”. En au- cidad del cambio moderno. Por el momento,
sencia de un “hombre nuevo” y de cara a seres nuestras formas de gobernabilidad no lo pro-
humanos más preocupados de su destino indi- ducen, pero eso no quiere decir que no lo ha-
vidual que de los asuntos públicos, la cultura rán. Precisamente en la constatación de este
cívica se ha tornado problemática. Consideran- vacío está la demanda de una renovación de
do las grandes transformaciones en curso y la la política.
310 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Bibliografía Flores de Arcais, Paulo 1996 Modernidad


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Darendorf, Ralph 1992 Moralitá, instituzione (Cambridge: Cambridge University
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La pobreza y las nuevas condiciones
de desigualdad social*
Fernando Calderón G. y Alicia Szmukler

“La justicia es amor.” El nuevo malestar social


León Felipe
El actual proceso social de modernización ha
sido caracterizado como altamente complejo.1

E l artículo comprenderá tres acápites. El


primero presentará la complejidad de los
procesos de modernización y los consiguien-
Tal complejidad se expresaría principalmente
a través de tres aspectos: a) una creciente di-
ferenciación social y funcional que vuelve pro-
tes problemas de desigualdad e inequidad en blemáticos los procesos de cambios sociales;
el marco de una remoción de los fundamen-
tos que sostenían el ejercicio pleno de la ciu-
dadanía. Este último punto es retomado en el 1 Véanse, entre otros, R. Dahrendorf, “Economic Op-
segundo acápite que, desde esta perspectiva, portunity, Civil Society and Political Liberty” en Dis-
debatirá la parcialidad de las respuestas da- cussion Paper Nº 58, Unrisd, Ginebra, 1995; G. Germa-
das por las políticas sociales. En el tercero ni, “Democracia y autoritarismo en la sociedad moder-
na” en Los límites de la democracia, CLACSO, Buenos
se intentará problematizar el concepto de
Aires, 1985; A. Giddens, “Affluence, Poverty and the
pobreza a partir de una crítica a los criterios Idea of Post-scarcity Society” en Discussion Paper Nº
metodológicos de medición de la pobreza, 63, Unrisd, Ginebra, 1995; H. Haferkamp y N. Smelser
orientándose por el vínculo entre pobreza, (eds.), Social Change and Modernity, University of Ca-
desigualdad y ciudadanía. lifornia Press, Berkeley, 1992. Para la situación latinoa-
mericana puede consultarse F. Calderón y N. Lechner,
“Modernización y gobernabilidad democrática. Informe
* Este trabajo se publicó originalmente en la revista para el Programa de Naciones Unidas para el Desarro-
Nueva Sociedad Nº149, mayo-junio de 1997. llo”, PNUD, 1996.
312 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

b) una creciente exclusión y fragmentación portante. Sin embargo, los límites estructurales
económica y social, y derivado de ésta; e) un de las ciudades impiden la absorción plena de
alto nivel de inequidad, expresado en las es- los migrantes, acentuando su exclusión social
tructuras sociales, que obstaculiza el logro de y económica o integrándolos en términos de
niveles de integración social más altos. Junto una gran injusticia y discriminación que tam-
con este proceso, la crisis del Estado ha puesto bién constituyen formas de exclusión y mar-
en evidencia la fragilidad sobre la cual descan- ginalidad. El abismal crecimiento del número
saban las posibilidades de ejercicio de los de- de pobres urbanos registrados por el Programa
rechos ciudadanos, vinculando estrechamente Regional de Empleo para América Latina y el
tales posibilidades con el tema de la pobreza. Caribe (Prealc), cabalmente puede ser com-
En este marco, una lectura de la pobreza prendido en esta lógica.
debería vincularse al análisis de los límites de A nivel nacional la diferenciación social se
la ciudadanía y de los obstáculos impuestos expresa en una creciente distancia entre clases
por estructuras económico-sociales altamen- sociales, entre regiones (ricas y pobres), entre
te inequitativas. culturas (donde los indígenas son los más ex-
En el ámbito económico, como consecuen- cluidos) y de género (donde mujeres acceden
cia entre otros factores de los procesos infla- al mercado laboral con un costo muy alto de
cionarios y de ajuste estructural, la diferencia- discriminación salarial).
ción social mencionada se expresa a través de En el plano político, uno de los efectos cen-
la creciente inequidad de la estructura reflejada trales de tal diferenciación ha sido la fragmen-
en una regresiva distribución del ingreso, que tación de los actores sociales históricos y las
ha profundizado los niveles de pobreza gene- dificultades de los sistemas de partidos de pro-
rando mayor exclusión social. Una de las con- cesar y diferenciar los procesos de complejiza-
secuencias de la inequidad en la distribución ción de lo social; actores que al fragmentarse
del ingreso es la migración de gran parte de se han vuelto más reactivos que proactivos y
la población; los procesos migratorios toman que atraviesan un fuerte proceso de aislamien-
distintas direcciones: campo-campo, ciudad- to y localismo. Esta situación debilita aún más
ciudad y campo-ciudad, siendo esta última — la representación social y los niveles de parti-
según las estadísticas— la orientación más im- cipación ciudadana en los procesos de toma de
La pobreza y las nuevas condiciones de desigualdad social 313

decisiones. Esta tendencia puede observarse, se desconoce y en el temor al desempleo; por


por ejemplo, en la pérdida de capacidad del otra parte, la pauperización de los sectores
movimiento obrero para negociar demandas, medios urbanos en varios países de América
en la baja representación de los partidos polí- Latina ejemplifica también otro de los efectos
ticos y en la proliferación dominante de múl- de los procesos de modernización en términos
tiples y pequeños movimientos sociales que de diferenciación social.
no logran articular propuestas en torno a una A nivel rural, dicha diferenciación ha im-
visión de la sociedad más amplia que la restrin- pactado fuertemente la estructura agraria. Tal
gida a la defensa de sus intereses específicos. estructura tendría hoy un carácter dual,2 pues
En el ámbito urbano, los fuertes cambios por un lado se encuentran los empresarios agrí-
de la estructura económica, tales como la des- colas y, por otro, los campesinos. Sin embargo,
industrialización y la reconversión industrial al interior de estos dos grupos existe una alta
—que han debilitado profundamente los mo- segmentación: entre los primeros, están desde
vimientos sindicales—, el aumento de la po- quienes han incorporado alta tecnología hasta
blación migrante rural a las ciudades en busca latifundistas propios de relaciones precapita-
de fuentes de trabajo, la falta de movilidad listas de producción. Entre los campesinos se
social ascendente, la terciarización e infor- encuentran desde quienes han podido imple-
malización creciente de la economía urbana mentar una cierta tecnificación en sus sistemas
y la incapacidad de las políticas urbanas de productivos hasta quienes, constituyendo la
cubrir las necesidades de la población de las gran mayoría, son semi asalariados o asalaria-
ciudades, han profundizado la diferenciación dos sin tierras y tienen inmensas dificultades
social, segregando y redefiniendo un dualismo para acceder al mercado. Tal diferenciación
crónico urbano. Entre las consecuencias de económico-productiva se expresa en los pla-
este fenómeno es posible mencionar los altos nos social y político: mientras que los campesi-
niveles de inseguridad en la vida cotidiana
urbana, reflejados tanto en la incapacidad de
gran parte de la población de acceder a bie- 2 Cf. F. Calderón, M. Chiriboga y F. Piñero, Moderni-
zación democrática e incluyente de la agricultura en
nes y servicios hoy privatizados, como en la
América Latina y el Caribe, Documento Nº 18, IICA,
creciente desconfianza hacia el “otro” a quien San José de Costa Rica, 1992, p. 55.
314 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

nos que poseen mayores ventajas en términos integrador social”.3 El mercado es incapaz de
productivos tienen una cierta organización y representar, coordinar y/o brindar un imagi-
pueden defender y negociar sus intereses, la nario social común, generando un vacío en la
capacidad de organización de los campesinos población que apela a una lógica individualista
más débiles en términos económicos y produc- para “salvarse”, y socavando los lazos de soli-
tivos es sumamente frágil, viéndose impedidos daridad social.4 El rol preponderante que viene
de ejercer presión social para hacer escuchar
sus demandas. Es decir, los campesinos más
pobres en términos económicos son también 3 F. Calderón y M. dos Santos, Hacia un nuevo orden
los más vulnerables en términos de representa- estatal en América Latina, CLACSO, Buenos Aires,
ción social y política, en términos de represen- 1991, p. 32.
tación ciudadana. 4 Tal erosión del lazo social provoca una “des-soli-
Por su parte, la crisis del Estado de bien- darización [que] tiene su precio: las ventajas obtenidas
individualmente se pagan con una inseguridad generali-
estar periférico o del Estado corporativo-pa- zada de todos” (F. Calderón y N. Lechner, ob. cit., p. 9.).
trimonialista latinoamericano profundizó los Lechner, además, apunta que “La experiencia latinoa-
efectos perversos de la diferenciación social mericana pone en evidencia que el mercado por sí solo
ante la necesidad de enfrentar cambios en su no genera ni sustenta un orden social. Por el contra-
funcionamiento y estructura, aceptando sus rio, acentúa las desigualdades sociales, fomenta la ex-
clusión y generaliza las tendencias de desintegración.
límites como instancia integradora. De acuer- Las dinámicas desintegradoras del mercado hacen pa-
do a una lógica neoliberal, el mercado habría tente sus limitaciones como instancia coordinadora.
sustituido al Estado en su rol integrador. Así, la […] Además, la función coordinadora del mercado no
incapacidad actual del Estado de bienestar pe- cumple las otras dos dimensiones típicas de la coordi-
nación política: la representación y la conducción. […]
riférico de dar respuesta a la reestructuración
La dimensión simbólica de la coordinación pone en
de la economía mundial ha otorgado un papel entredicho al postulado neoliberal del ‘individualismo
protagónico al mercado “en la organización de radical’ como única conducta racional. Como indican
las relaciones sociales en desmedro del Esta- los puntos anteriores, no hay coordinación social sin
do y de los regímenes políticos. El problema que los individuos junto con maximizar sus beneficios
egoístas también se orienten por cierto bien común”
es que en nuestros países el mercado, por su (N. Lechner, “Tres formas de coordinación social. Un
insuficiente dinamismo, no puede ser un eficaz esquema”, 1996, p. 5, mimeo).
La pobreza y las nuevas condiciones de desigualdad social 315

cumpliendo el mercado debilita aún más los ción a la cuestión social. El Estado de bienestar
mecanismos de representación política y social había estado asociado a la institucionalización
de las demandas de los ciudadanos que al mis- de lo social (y en tal sentido a la extensión de
mo tiempo se retrotraen cada vez con mayor la ciudadanía) y a valores tales como progreso,
fuerza al ámbito privado, alejándose de las or- igualdad e integración, entendidos sobre todo
ganizaciones sociales politizadas u orientadas desde el punto de vista económico. Hoy sería
a la actividad partidaria, al tiempo que aumenta necesaria una reformulación de esas orienta-
la importancia de su rol en tanto consumido- ciones ante el fracaso del mercado como meca-
res, al menos en el plano simbólico, en desme- nismo integrador, subrayando la necesidad de
dro de su papel de ciudadanos. Este panorama mantener valores morales como la solidaridad
tiene también un efecto sobre las políticas y la defensa de la equidad y la igualdad.
públicas que en algunos casos tienden a dismi- Por otra parte, los procesos de diferencia-
nuir, así como sobre la efectividad de las redes ción funcional se expresan en la creciente
sociales de solidaridad, debilitando el propio autonomía de los distintos campos de la socie-
régimen democrático. Este fenómeno latinoa- dad como la economía, la justicia, la ciencia y
mericano también se da en otras partes; así, en la política, que funcionan, en apariencia, cada
Estados Unidos, por ejemplo, el desarraigo de- vez más independientemente, dificultando una
mocrático y los procesos de empobrecimiento visión integral del orden social. Es así como,
se asocian a una continua y amplia erosión del por ejemplo, las políticas sociales se formulan
compromiso cívico y el capital social.5 La diso- desde una perspectiva tecnocrática sin consi-
ciación entre acción individual (desde la visión derar la debilidad e inequidad de la estructura
del mercado) y acción colectiva (desde la pers- económica y social de los países como raíz de
pectiva estatal) debería reducirse en función la pobreza; de este modo, las políticas quedan
de una reformulación del Estado en términos transformadas en un fin y no en un medio. Cada
de la orientación de sus valores y de la aten- campo parece tener su propia lógica sin vincu-
larse entre sí bajo una racionalidad única. En
el plano del imaginario social nacional esta di-
5 Al respecto, véase R. Putnam, “Bowling Alone:
ferenciación tiene un alto costo en términos de
Anterica’s Declining Social Capital” en Journal of De-
mocracy 6/1, 1/1995.
316 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

sentimiento de pertenencia a una comunidad6, bución del ingreso, el acceso a la educación y


lo que también conduce a un retraimiento ha- la salud, a bienes y servicios básicos, etc., han
cia lo privado así como a un debilitamiento de aumentado; pero, al mismo tiempo, han surgi-
los lazos sociales de solidaridad, como ya ha do nuevas desigualdades que serían producto
sido mencionado. de diferenciaciones al interior de un mismo
La idea que se propone aquí es que los proce- sector o campo social, por ejemplo profesio-
sos de diferenciación social y funcional queda- nal, que hasta no hace mucho eran aceptadas
rían vinculados a crecientes niveles de exclu- porque existía una movilidad social ascenden-
sión y pobreza, los cuales aumentan la percep- te que “planteaba” un horizonte de superación
ción de la desigualdad como un fenómeno que de esas diferencias. Empero, hoy dos perso-
en lugar de disminuir se va profundizando, en nas con iguales capacidades no tienen iguales
un contexto de debilitamiento del ejercicio ciu- oportunidades y, lo que es peor, tampoco tie-
dadano como efecto de los mismos procesos nen una perspectiva de obtener tal igualdad.
de exclusión social. Las nuevas desigualdades intra-categoriales
El tema de la percepción de las desigualda- ponen así en cuestionamiento otro tema de
des como un fenómeno de injusticia crecien- importancia central: el de la identidad. La per-
te ha sido
7 trabajado recientemente por varios cepción de este tipo de desigualdades como
autores . En primer lugar, las desigualdades un fenómeno social creciente erosiona fuer-
estructurales, referidas por ejemplo a la distri- temente el sentimiento de pertenencia y las
identidades sociales, produciendo exclusión.8
En realidad, lo que está en juego es la ruptura
6 Schnapper plantea que la construcción nacional de los procesos de integración social propios
implica a la vez una noción de comunidad asociada de las sociedades dependientes y del modelo
con una noción de relaciones sociales diferenciadas. de integración nacional.
D. Schnapper, La communauté de citoyens. Sur l’idée El problema central que alimenta este tipo
moderne de nation, Gallimard, París, 1994.
de percepción es el aumento del desempleo y
7 Véase, entre otros, A. Sen, Nuevo examen de la des-
igualdad, Alianza, Madrid, 1995; J. Fitoussi y P. Rosan-
vallon, La nueva era de las desigualdades, Manantial, 8 Para un análisis de esta temática, véase J. Fitoussi y
Buenos Aires, 1997. P. Rosanvallon, ob. cit., 1997.
La pobreza y las nuevas condiciones de desigualdad social 317

la precarización laboral, lo que provoca una rirse a distintos aspectos (igualdad ante la ley,
fuerte desigualdad en los ingresos de personas igualdad de ingresos, de oportunidades, etc.);
que tienen iguales capacidades, así como la por tanto, en primer lugar, habría que pregun-
percepción de que factores externos a las capa- tarse por el tipo de igualdad que reclama una
cidades laborales en sí mismas (como contac- sociedad.9 Sin embargo, los seres humanos so-
tos, buena fortuna, etc.) cumplen un rol clave mos diferentes, y no sólo por el contexto eco-
en la obtención de un trabajo. Por otra parte, nómico, social o cultural en el que nacemos y
la ausencia de una movilidad social ascendente vivimos sino también por las características
refuerza la percepción de la desigualdad como individuales, las cuales incidirían fuertemente
un fenómeno crecientemente injusto, aumen- en el plano de las desigualdades. En este con-
tando el malestar social. texto diverso, la idea de igualdad se justifica
Si bien bajo los regímenes nacional-popu- en primer lugar en términos de una preocu-
lares la búsqueda de construcción nacional pación ética, aun no habiendo determinado el
implicaba un proyecto socialmente compar- campo de exigencia de igualdad. Además, la
tido, que además brindaba una posibilidad o delimitación de un ámbito de igualdad brin-
una visión de integración y mejora social, hoy da la posibilidad de evaluación social, pues
los principios de igualdad —fundamentales quedan determinados criterios de prioridad.
para lograr niveles de cohesión social— se Asimismo, como estos ámbitos pueden ser di-
ven fuertemente cuestionados. Los propios ferentes según las distintas perspectivas sobre
procesos de diferenciación, evidenciada en el orden social, el problema de la diversidad
la alta fragmentación social, han modifica- quedaría resuelto.10
do las relaciones sociales: las desigualdades
constituirían así indicios de un cambio social
de carácter regresivo, poniéndose en cuestio- 9 Véase A. Sen, ob. cit., 1995. Este autor destaca que
namiento también, desde esta perspectiva, la en algún ámbito considerado importante todas la teo-
rías éticas, sociales y políticas han hecho referencia a
visión lineal de progreso.
algún tipo de igualdad, incluso aunque defiendan la des-
La percepción de la igualdad dependería del igualdad en otros ámbitos.
ámbito considerado importante por una socie-
10 “Las diferentes exigencias de igualdad reflejan
dad determinada, ya que la misma puede refe- posturas divergentes con respecto a las cosas que
318 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Hoy el problema es que, en la percepción ción y un creciente malestar social que se


generalizada, la igualdad no está establecida acentúa sobre la base de un patrón histórico
como exigencia en ningún ámbito, en ninguna de larga duración que, en América Latina, en-
utopía socialmente compartida. Esto refuerza fatiza y valora más las jerarquías sociales que
el sentimiento de injusticia frente a diversas la igualdad de oportunidades. El “hombre
desigualdades, al tiempo que la igualdad (en igual” de Tocqueville en la región desgracia-
algún ámbito) no aparece como proyecto futu- damente es todavía una utopía. En tal senti-
ro, provocando una gran frustración. Este pro- do, ¿cómo interpretar estos procesos desde
blema queda ligado al del debilitamiento del la política y qué respuestas viene dando el
ejercicio ciudadano y los procesos crecientes Estado a través de las políticas sociales? En
de fragmentación social y desafección política, segundo lugar, parece existir una distancia
contribuyendo a un nuevo y extraño sentimien- creciente entre, por un lado, la complejiza-
to de malestar social generalizado. ción de los problemas ya mencionados y el
En este contexto se esbozan dos conclu- malestar social consecuente y, por otro, las
siones. En primer lugar, los procesos de di- respuestas parciales desde la política a par-
ferenciación social y funcional producen un tir de políticas sociales subordinadas a una
grado de inseguridad muy alto en la pobla- visión restringida e instrumental del creci-
miento económico. Parece necesario que la
política sea capaz de reinterpretar este nue-
tienen que ser directamente valoradas en ese contex- vo malestar social y proponer como meta del
to. Muestran ideas diferentes en cuanto a cómo de- desarrollo —y proyecto futuro— la igualdad
ben evaluarse las ventajas de las diferentes personas y la participación, fenómenos que de alguna
frente a otras. Las libertades, derechos, utilidades,
manera han estado presentes en la experien-
ingresos, recursos, bienes elementales, satisfacción
de necesidades, etc., ofrecen diferentes formas de ver cia de buena parte de movimientos populares
las vidas respectivas de la gente, y cada una de estas en América Latina que hoy tienen que recons-
perspectivas conduce a una visión correspondiente tituirse a raíz de los procesos de diferencia-
sobre la igualdad”. A. Sen, ob. cit., 1995, p. 37. Para ción anotados y en un contexto de acumula-
este autor, el ámbito de exigencia de igualdad debe ser
ción de poder democrático.
el de la libertad y potencialidad de realización de los
proyectos individuales.
La pobreza y las nuevas condiciones de desigualdad social 319

Los límites de las políticas Siendo el excluido un necesitado y no un


sociales ciudadano en el contexto de relaciones socia-
les desiguales, las políticas sociales localizadas
En el contexto de complejización de los proce- actúan más como paliativos de los efectos no-
sos de modernización, la creciente exclusión so- civos de las desigualdades estructurales que
cial y los aumentos de los niveles de pobreza, así atacando las fuentes de tales efectos, es decir,
como el socavamiento del ejercicio de la ciuda- la estructura económico-social. La “cuestión
danía se vinculan a las grandes inequidades de social” sería vista de manera fragmentada y no
las estructuras sociales y a la imposibilidad del desde una perspectiva más global. Por otra par-
Estado de enfrentarlas. Desde la perspectiva in- te, las políticas sociales se vuelven un asunto
dividualista/mercantilista adoptada por el nuevo de gobernabilidad pues, aunque parcialmente,
tipo de Estado, los excluidos serían considera- responden a demandas sociales fragmentadas
dos necesitados, reemplazando esta figura a la que deberían ser atendidas al menos en parte
del ciudadano, lo que se condice con un enfoque para que puedan conservarse niveles mínimos
asistencialista y paternalista que enfatiza una vi- de gobernabilidad. Empero, la aplicación de
sión privada de la sociedad y un retraimiento del políticas sociales se ha dado generalmente a
individuo sobre sí mismo. En cierto sentido, el través de un sistema clientelar y con escasa o
actual reconocimiento de la diversidad cultural, nula participación de los interesados, lo cual
tras la defensa de valores como la tolerancia, el no ha contribuido ni a atacar de manera sustan-
respeto y la apertura hacia el otro, ocultaría el tiva la pobreza ni a fortalecer el ejercicio de la
resquebrajamiento de otros valores como la so- ciudadanía, lo que aliviaría, al menos en parte,
lidaridad y la defensa de algún tipo de igualdad,
reforzando la mencionada perspectiva indivi-
dualista que debilita el lazo social así como el permite la coexistencia pacífica de las diferencias; ya
imaginario social común.11 no es más aquella que asegura la inserción. El principio
de ciudadanía no implica más una exigencia de redis-
tribución en este contexto, él se reduce a la confianza
11 “Los valores sociales centrales son la tolerancia común en la ley civil organizadora de la autonomía”. P.
mucho más que la solidaridad y la imparcialidad mucho Rosanvallon, La nouvelle question sociales. Repenser
más que la igualdad. La ‘buena sociedad’ es aquella que l’Etat-Providence, Seuil, París, 1995, p. 68.
320 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

las inequidades estructurales mencionadas. Sin debilidad del sistema político institucional y la
embargo —como en un círculo vicioso— esas pervivencia de una cultura política organicista-
mismas desigualdades impedirían el pleno ejer- autoritaria y clientelista, así como la debilidad
cicio de la ciudadanía.12 del sistema de actores. Así, la política ha pade-
En América Latina, el reconocimiento de de- cido una incapacidad de representar lo social
rechos sociales ha estado vinculado a los regí- que ha repercutido en una mayor fragilidad de
menes nacional-populares que proporcionaron los lazos de pertenencia de la ciudadanía a la
integración en términos nacionales y de ciuda- comunidad, acentuándose un sentimiento de
danía social vía la participación, pero con una “extrañeza” frente a la comunidad política.
visión homogeneizadora de la sociedad y con Desde esta perspectiva, parece urgente recon-
una lógica clientelista. Por tanto, el reconoci- siderar la cuestión de la exclusión social y la
miento de la ciudadanía política —que impli- pobreza en términos de ciudadanía. En una
caba la aceptación de la diferencia y la valora- región donde los procesos de diferenciación y
ción de la diversidad en términos de derechos exclusión social son complejos y persistentes,
políticos— quedó rezagado con respecto al de la pobreza en realidad es una condición pre-
la ciudadanía social. A esto contribuyeron la ciudadana. Parece que América Latina vive
una suerte de paradoja perversa pues, por una
parte, se opera un proceso de democratización
12 “[…] la sociedad civil —la ciudadanía— es incom- y, por otra, como consecuencia de los progra-
patible con el privilegio. Esto se mantiene no sólo […] mas de ajuste estructural, se produce una gran
dentro de un país dado, donde el privilegio es al mismo exclusión ciudadana. Las ideas de exclusión
tiempo la negación de la ciudadanía de otros, sino tam- social y pobreza necesitan abolir la figura del
bién internacionalmente. Mientras algunos sean pobres
necesitado al cual hay que darle ayuda y, al
y la prosperidad en cualquier lugar aparece como una
ventaja injusta. Mientras algunos no tengan derechos contrario, investirlo de derechos y dotarlo de
de participación social y política, los derechos de unos capacidad de participación política.13
pocos no pueden ser si muchos más están condenados
a mantenerse pobres porque viven fuera del mercado
mundial, descritos como legítimos. La inequidad siste- 13 Este tema lleva al de la crisis de representación po-
mática […] es incompatible con las asunciones del Pri- lítica: en sociedades donde los políticos de oficio son
mer Mundo”. R. Dahrendorf, ob. cit., 1995, p. 2. vistos como una casta, autolegitimada y autorreferen-
La pobreza y las nuevas condiciones de desigualdad social 321

De este modo, el problema concreto de las excluida económicamente sino en especial po-
políticas sociales y sus efectos sobre la dismi- lítica y socialmente, razón por la cual su capa-
nución de la pobreza queda contextualizado en cidad de ejercer presión sobre los gobiernos es
un marco más amplio de relaciones y estruc- escasa, realimentándose un círculo vicioso de
turas sociales y de poder que determinan la desigualdad y pobreza. Así, el problema no pa-
situación de exclusión. En general, el fracaso rece radicar en las propias políticas sino sobre
o escaso impacto de las políticas sociales ha todo en los límites de la estructura económico-
llevado a una revisión de las mismas desde una social, y del sistema político de las sociedades
perspectiva más bien tecnocrática, acentuando para integrar a los ciudadanos de manera tal
su carácter compensatorio y complementario que puedan ejercer sus derechos con un hori-
de políticas económicas (para aliviar los costos zonte de integración a la comunidad.
sociales de su aplicación), distanciándose de la En tal sentido, la experiencia asiática14 consti-
complejidad de los procesos de modernización tuye un ejemplo que deja en evidencia la impor-
mencionados que afectan a las sociedades. tancia de algunos requisitos sociales y políticos
Pareciera que en el largo plazo las políticas del crecimiento económico (base fundamental
sociales no serán exitosas mientras se desco- para la disminución de la pobreza) y la supera-
nozcan las bases estructurales de la exclusión ción de niveles de pobreza. Entre ellos puede
y la pobreza, y el ejercicio de la ciudadanía que- mencionarse fuerte intervención estatal en la
de relegado de los procesos de construcción de orientación del desarrollo económico, a través
una política social que debería fundarse en el de la regulación del funcionamiento del merca-
reconocimiento de los límites que impone la es- do; atención a los factores institucionales del
tructura social. No obstante, es preciso tener en desarrollo económico; alta efectividad de la
cuenta que la población más pobre no sólo está política industrial con perspectiva de largo pla-

cial, que se reproduce por cooptación, éstos se vuelven 14 Véase, entre otros, I. Olmo (comp.), “Beyond the
cada vez más incapaces de representar a los ciudada- ‘East Asian Miracle’: an Asian View” en Discussion Pa-
nos; así, el ciudadano deja de interesarse por la “cosa pers Series Nº 5, Office of Development Studies, UNDP,
pública” y sólo le interesa consumir o replegarse en una New York, 1996; PNUD, Informe sobre Desarrollo Hu-
“tribu”, o en la familia, o en sí mismo. mano 1996, Madrid, 1996.
322 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

zo; liderazgo político con visión de integración La experiencia asiática demuestra —con-
nacional; compromiso del sector privado con el trariamente a los supuestos ideológicos de
desarrollo del país; altos niveles de movilidad los programas de ajuste estructural— que
social y de cohesión social15 inicial; distribución la distribución equitativa del ingreso, la ex-
relativamente equitativa del ingreso; estructura tensión de la educación y la inversión en re-
social igualitaria —basada en la extensión de la cursos humanos, la reforma agraria y un alto
educación básica y el acceso a oportunidades de nivel de empleo, entre otros, son requisitos
educación superior, en una justa distribución de previos al desarrollo económico y no conse-
capitales, incluyendo la tierra, y en la creación cuencias de éste. No pretende proponerse el
de oportunidades para la emergencia de nuevos traslado de este modelo de desarrollo a Amé-
empresarios—16, y sentido de identidad nacional. rica Latina, pero parece importante aprender
de sus enseñanzas para relativizar un mode-
lo basado en el mercado, a partir del cual se
15 La movilidad social “facilita la emergencia de la cla- aplican políticas sociales paliativas orienta-
se media y promueve la participación de los miembros das a aliviar los altos costos de los progra-
de la sociedad en el desarrollo económico, reduce las mas de ajuste estructural sin una visión de
rupturas debidas a las tensiones y conflictos potencia-
les, ayuda a los miembros de la sociedad a compartir más largo plazo que considere los obstáculos
una visión nacional. […] El ‘igualitarismo’ en el Este de la estructura social al propio crecimien-
asiático significa ‘igualdad de oportunidades’ y debe ser to económico del país. Para ser efectivas y
distinguido de la equidad de la distribución de ingresos sostenibles en el largo plazo, las políticas
y riquezas a través de la redistribución fiscal o el poder
públicas deberían orientarse a elevar la ca-
confiscatorio del gobierno, como se ha observado en
América Latina”. I. Olmo, ob. cit., 1996, p. 25. pacidad de la gente y a relacionar tal ca-
pacidad con las oportunidades, vinculando
16 Tal estructura debe poder brindar igualdad de opor-
tunidades a todos los individuos, lo cual actuaría como de este modo oferta y demanda de capital
incentivo para la participación en el desarrollo eco- humano, disminuyendo el desempleo y vol-
nómico. “[…] tal estructura social igualitaria aparece viendo más equitativa la distribución del
—en el caso del Este asiático— contribuyendo con la
sociedad en la elaboración de sistemas de valores que
aceptan la competencia entre los individuos basada la eficiencia de los sistemas económicos”. I. Olmo, ob.
en sus propios méritos y conocimientos, aumentando cit., 1996, p. 33.
La pobreza y las nuevas condiciones de desigualdad social 323

ingreso, lo cual revertiría en mayores nive- que la sufre— la sociedad debe tomar medi-
les de integración social.17 das tendientes a superarla, Sen propone una
definición más o menos generalizable cuando
plantea que “la pobreza [puede comprender-
El Estado y el replanteo de la se] como el fracaso de las capacidades básicas
pobreza y las políticas sociales para alcanzar determinados niveles mínima-
mente aceptables. Los funcionamientos perti-
De lo dicho hasta aquí se desprende la nece- nentes para este análisis van desde los física-
sidad de problematizar la visión de la pobreza mente elementales, como estar bien nutrido, o
estableciendo vínculos con el tema de la ciuda- vestido y protegido adecuadamente, o libre de
danía, ligados ambos al de la integración social enfermedades prevenibles, etc., hasta logros
y la capacidad de la estructura social de alcan- sociales más complejos, tales como participar
zar niveles mínimos de equidad. en la vida de la comunidad, poder aparecer en
La noción de pobreza ha cambiado histórica público sin avergonzarse, y así sucesivamen-
y culturalmente, lo que ha derivado en distintas te”. La forma que adquiere cada uno de estos
apreciaciones de la misma.18 Reconociendo en funcionamientos, así como lo que se considera
primer lugar la pobreza como privación frente como privación, varía de una sociedad a otra.
a la cual —una vez determinada la población Por tanto, para medir la pobreza debe tomarse
en cuenta la relatividad mencionada del con-
cepto, pues las privaciones no son las mismas
17 PNUD, ob. cit., 1996, p. 61.
para todas las sociedades. Esta visión de la po-
18 Para un análisis del concepto de pobreza véase, en- breza pretende contrarrestar la comprensión
tre otros, O. Argüello y R. Franco, “Pobreza: problemas
de la misma en términos de baja utilidad y de
teóricos y metodológicos” en CEPAL-ILPES-UNICEF,
Pobreza, necesidades básicas y desarrollo, Santiago de bajos ingresos.19
Chile, 1982; J. Boltvinik, Pobreza y necesidades bási-
cas. Conceptos y métodos de medición, PNUD, Cara-
cas, 1990; D. David, “De la pauvreté á l’exclusion” en Le 19 “Si queremos identificar la pobreza en términos de
Courrier Nº 143, Bruselas, 1994a; A. Sen, “Development ingresos, no podemos mirar solamente a los ingresos
as Capability Expansion” en Journal of Development (sean éstos altos o bajos) independientemente de la
Planning Nº 19, 1989; A. Sen, ob. cit., 1995. capacidad de funcionar derivada de esos ingresos. La
324 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Para medir la pobreza se utilizan diversos servicios públicos, aun en el caso de métodos
métodos20, a partir de los cuales se intenta que lo intentan. Por otro lado, la mayoría de los
comparar los niveles de pobreza entre distin- estudios que miden la pobreza se ha basado en
tos países, regiones o grupos poblacionales. los ingresos, entendiéndola como “ingresos ba-
Sin embargo presentan, por lo general, una jos”, sin tomarse en cuenta las distancias (pe-
visión estrecha de la pobreza: por un lado, se- queñas o grandes) que separan a las personas
paran el grado de satisfacción de necesidades de esa línea de pobreza indicada por un ingreso
de los hogares de la estructura de distribución determinado. Además, la privación no sólo se
del ingreso y los servicios públicos, enfrentan- refleja en los ingresos, por tanto si únicamen-
do dificultades para medir el acceso a bienes y te éstos son tomados para el análisis, pueden
ignorarse otras variables que evidencien priva-
ción, como las propias capacidades personales
suficiencia de los ingresos para escapar de la pobreza para utilizar los ingresos.21
varía paramétricamente con las características y las cir- Aún más, los métodos tradicionales de me-
cunstancias personales”. A. Sen, ob. cit., 1995, p. 127. dición de la pobreza —incluso en su aplicación
20 Los métodos más utilizados de medición de pobreza combinada— hacen difícil captar situaciones
han sido los de Línea de Pobreza (LP) y de Necesida-
des Básicas Insatisfechas (M). Posteriormente se ha
aplicado el Método Integrado de LP y NBI para tener
una visión más exacta de los niveles de pobreza. Los es- 21 “Algunas veces [problemas como] la edad, la inca-
tudios sobre desarrollo han utilizado el Producto Inter- pacidad o la enfermedad, reducen la capacidad de uno
no Bruto (PIB) como indicador principal, agregándose para obtener ingresos y pueden también dificultar la
otros indicadores para completar la visión sobre el de- conversión de ingresos en capacidades. Es frecuente
sarrollo. Un método relativamente nuevo es el Índice de que una alta proporción de pobres en los países desa-
Desarrollo Humano del PNUD que combina esperanza rrollados sufran estos problemas y la extensión de la
de vida, educación e ingresos per cápita, incorporando pobreza en dichos países se infravalora sustancialmen-
indicadores no estrictamente económicos en un instru- te, dado que se sobrevalora los ingresos obtenidos y los
mento sencillo de captar, bajo una visión más global ingresos utilizados en la generación de capacidades.
del desarrollo. Empero, insistimos, estos indicadores […] Las desventajas en la utilización de los ingresos
cobran sentido en el marco de relaciones de poder es- pueden agravar sustancialmente el característico bajo
pecíficas y sólo se pueden explicar y por tanto superar a poder adquisitivo de determinadas personas afectadas
partir de interpretaciones teóricas normativas. por desventajas”. A. Sen, ob. cit., 1995, p. 130.
La pobreza y las nuevas condiciones de desigualdad social 325

coyunturales de pobreza.22 La concepción de temente erosionada por los cambios económi-


la pobreza es más amplia que sus aspectos es- cos, sociales y políticos a nivel mundial.23
trictamente económicos y de insatisfacción de Las respuestas de los gobiernos en el marco
necesidades básicas; ella incluye también la in- de la aplicación de programas de ajuste estruc-
capacidad de acceder a bienes, servicios, dere- tural severos han sido políticas sociales más de
chos y actividades que constituyen la base del tipo compensatorio que orientadas de manera
ejercicio de la ciudadanía y cuya inaccesibili- efectiva a superar la pobreza, pues tal supera-
dad está marcada muchas veces por problemas ción requiere la formulación de un proyecto de
tales como la discriminación étnica y de géne- largo plazo dirigido a modificar las bases es-
ro, así como la explotación de menores. En tal tructurales de la misma, “en particular aquellas
sentido, la superación de la pobreza está liga- ligadas al acceso a los recursos productivos, la
da indefectiblemente al logro de niveles acep- valorización de los recursos humanos, la orga-
tables de integración y participación social y nización social [y la participación de los sec-
por tanto a la equidad de la estructura social. tores interesados] y los lazos de solidaridad”.24
Hasta la crisis del Estado de bienestar pe- En América Latina los programas de ajuste
riférico y de la idea de progreso ascendente, estructural aplicados durante los años ochenta
se pensaba que la pobreza sería superada en tuvieron un muy alto costo social. Si bien se
la medida en que los países subdesarrollados han recuperado niveles de crecimiento eco-
adoptaran las políticas de crecimiento e in- nómico, éstos no han conseguido generar un
dustrialización de los países desarrollados, nivel de empleo suficiente ni lograr niveles ma-
considerándose que las necesidades serían sa-
tisfechas a través del crecimiento económico.
Esta visión lineal del progreso se ha visto fuer- 23 Una breve síntesis de este cambio de visión sobre el
progreso puede verse en F. Calderón y A. Szmukler, “El
progreso como una forma de vida: ¿se puede medir el
22 “Ellos no rinden cuenta de los riesgos de la vulnera- progreso? Apuntes sobre el Desarrollo Humano Soste-
bilidad, de los peligros de la precariedad, de la pobreza nible”, Confama, Medellín, 1995.
coyuntural, de la exasperación de la pobreza que es la 24 D. David, “Les politiques de lutte contre la pauvre-
miseria y de la derivación en la exclusión estructural”. té dans les pays en développement” en Le Courrier Nº
D. David, ob. cit., 1994a, p. 42. 143, Bruselas, 1994b, p. 60.
326 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

yores de equidad en la distribución del ingre- a determinar correctamente la población-meta


so. Por otra parte, algunos grupos se han visto así como a promover la participación de dicha
más perjudicados: ha aumentado el porcentaje población en la planificación y propuestas de
de niños y adolescentes trabajadores y la mu- políticas sociales. Por otra parte, ha intentado
jer es discriminada en el mercado laboral al ser una respuesta frente a la segmentación so-
tiempo que se elevó el porcentaje de mujeres cial provocada por los procesos de moderniza-
jefas de hogar. ción y ajuste estructural en la región.26 Empero,
Simultáneamente, el gasto social —como ¿la focalización ha beneficiado efectivamente a
mecanismo redistribuidor de ingresos desde el los más pobres de los pobres?; ¿ha sido real-
Estado para aliviar niveles de pobreza y des- mente un nuevo tipo de respuesta o se ha tra-
igualdad— se ha ido focalizando, logrando una tado de una racionalización del asistencialismo
cierta orientación progresiva cuando se exclu- en la medida en que no atacaría de manera di-
yen los gastos en seguridad social que en casi recta las raíces estructurales de la pobreza?
todos los países se han incrementado e inciden A pesar de los esfuerzos de los gobiernos,
de manera regresiva en la distribución global en lo fundamental los resultados de la foca-
del gasto social.25 lización no parecen haber redundado en una
La focalización del gasto social parece haber disminución eficaz de la pobreza porque las
sido vista como una tabla de salvación de los políticas sociales focalizadas tampoco se
gobiernos para aliviar niveles de pobreza con el orientarían a resolver problemas estructura-
objetivo de superar una noción asistencialista les, manteniendo su carácter compensatorio.
de las políticas sociales. La focalización impli- La aplicación de políticas focalizadas parece
ca racionalizar el gasto priorizando problemas haber servido como mecanismo de legitima-
y poblaciones específicas con el fin de favore- ción de los programas de ajuste estructural,
cer a quienes realmente lo necesitan dada la aliviando sus altos costos sociales en los gru-
escasez de recursos. En tal sentido, se apunta pos poblacionales que más los han sufrido.
Esta sería la “otra cara” de la focalización, que
25 CEPAL, “El gasto social en América Latina: un exa-
men cuantitativo y cualitativo”, en Cuadernos de la 26 CEPAL, “Focalización y pobreza” en Cuadernos de
CEPAL Nº 73, Santiago de Chile, 1994. la CEPAL Nº 71, Santiago de Chile, 1995.
La pobreza y las nuevas condiciones de desigualdad social 327

aparecería como respuesta frente a la pobreza años setenta. Los escasos resultados se debe-
de parte de grupos privilegiados que preferi- rían a la desigual distribución de los costos so-
rían implementar estas políticas en lugar de ciales del ajuste y a la falta de modificación de
revertir las tendencias regresivas de la distri- la distribución del ingreso. Esta situación no
bución del ingreso. Otro problema de este tipo sólo ha afectado a los más pobres de los pobres
de políticas sería que muchas veces no llegan sino también a sectores medios que se han ido
efectivamente a los sectores pobres más vul- pauperizando debido a los programas de priva-
nerables, generándose una distancia entre efi- tización de empresas públicas y al achicamien-
ciencia económica y eficacia social difícil de to del aparato estatal.27 Uno de los problemas
resolver. Además, a pesar de los esfuerzos por clave es el de la desocupación y la precariedad
lograr una mayor participación de los secto- del empleo que afecta principalmente a los más
res interesados, en la práctica la misma habría pobres por su baja calificación y porque la pér-
sido escasa porque, entre otras razones, estos dida de un salario en estos hogares modifica
sectores no tienen capacidad organizativa sustancialmente su situación. Este caso se pro-
para ejercer presión. duce a pesar del crecimiento del PIB, lo cual
¿Puede la focalización de las políticas socia- desmentiría la afirmación de que a mayor cre-
les actuar de manera efectiva sobre los com- cimiento económico menor nivel de pobreza,
plejos problemas de diferenciación social o se al menos en el plano de la ocupación laboral; y
trata de una aproximación insuficiente desde esto sería así porque la estructura ocupacional
la política a la complejidad de los procesos de se va modificando, afectándose principalmente
modernización y a los problemas claves de la a los sectores más desfavorecidos y con menor
estructura social, como la existencia de altos nivel de educación.
niveles de inequidad que profundizan los nive-
les de pobreza?
De acuerdo a la CEPAL (1995), entre 1990 27 Estos sectores medios viven un proceso de paupe-
y 1994 la lucha contra la pobreza en la región rización, si bien conservan una infraestructura básica
alcanzó éxitos moderados; si bien algunos paí- heredada de su situación anterior, pero viendo actual-
mente limitado el acceso a servicios públicos. BID-
ses obtuvieron más logros que otros, ninguno
PNUD, Reforma social y pobreza. Hacia una agenda
alcanzó a reducir los niveles de pobreza de los integrada de desarrollo, New York, 1993.
328 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

La cuestión es: ¿qué resultados habrá en la constitución de un sistema de actores so-


términos de sostenibilidad de la propia socie- ciales donde los más excluidos puedan trans-
dad en el largo plazo, de persistir los proce- formar sus necesidades en demandas que se
sos de diferenciación social y funcional que expresen e interactúen en el sistema político
complejizan la estructura social? de toma de decisiones, asegurando así la co-
Esto plantea la necesidad de nuevas trans- hesión social de las naciones. En tercer lugar,
formaciones en las relaciones entre socie- el mismo funcionamiento estatal tendría que
dad, Estado y economía, al menos en tres subordinarse al funcionamiento del régimen
perspectivas. En primer lugar, dados los pro- democrático y a la búsqueda de una política
cesos de globalización económica, los Esta- que demande una mayor cooperación y par-
dos nacionales deberían promover políticas ticipación de los ciudadanos. Ciertamente,
de integración nacional impulsados por la esto también supone una nueva lógica insti-
búsqueda de una competitividad sistémica. tucional que se construya sobre una red de
En segundo lugar, dadas las características instituciones de derecho público que asegu-
predominantes de una economía de merca- re también el funcionamiento del mercado,
do, los Estados deberían promover procesos pero que a la vez permita expandir la repro-
de integración social eliminando las barreras ducción y ampliación constante de una cul-
sociales del acceso al mercado, impulsando tura de la civilidad como principal garantía y
una cultura de solidaridad y coadyuvando a sostenibilidad de su funcionamiento.
Gobernabilidad, competitividad
e integración social*

E n este artículo se busca fundamentar un


enfoque que integre la gobernabilidad po-
lítica, la competitividad económica y la inte-
ticas y modernas. Para analizar la evolución
de tales variables con una visión sistémica se
pasa revista separadamente a cada una de ellas
gración social como variables interdependien- y luego se intenta construir un esquema inte-
tes. Para ello se examinan las posibilidades ractivo de sus relaciones recíprocas, teniendo
de que la sociedad latinoamericana logre a la en cuenta las condiciones económicas y cultu-
vez acrecentar su capacidad de autogobierno rales para el crecimiento de la productividad y
democrático, mejorar su competitividad eco- la necesidad de una matriz social y política que
nómica y enfrentar los principales problemas dé sentido al conjunto de variables. Este análi-
de exclusión social y pobreza, ya que de no ha- sis muestra la emergencia de una nueva lógica
cerlo la región tendrá más dificultad para estar del conflicto, que ya no se da entre el Estado y
presente en el concierto de naciones democrá- los distintos actores sociales y políticos, sino
respecto de la dirección cultural de la gober-
nabilidad, la competitividad y la integración
* Publicado originalmente en la Revista de la CEPAL
Nº57, 1995. social; ya no está en tela de juicio la necesidad
** El presente artículo es parte de un estudio en cur-
de la concurrencia simultánea de los factores
so sobre gobernabilidad, competitividad e integración del desarrollo, sino sus posibles orientaciones
social en Bolivia, que realizan CERES-CEDLA en el y sesgos políticos y culturales. Se concluye por
marco de un estudio comparativo a nivel regional sobre último que para encauzar este nuevo tipo de
“Estrategias de gobernabilidad en la crisis”, impulsado conflictos se requiere tanto un consenso previo
por el programa CLACSO-PNUD-UNESCO. El autor
agradece a Gerardo Berthin y Antonio Vigilante por sus respecto de algunos metavalores que permita
comentarios. a las partes negociar y confrontar argumentos
330 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

en un lenguaje común, como una reforma polí- la coyuntura vivida y más aún para proponer
tica que incluya un sistema claro y eficiente de opciones con miras al nuevo período que le to-
sanciones para las partes que no respeten los cará vivir a la región. Respetando las particula-
términos convenidos. ridades disciplinarias, se intentará realizar aquí
un análisis conceptual de las tres variables in-
terdependientes señaladas, las que son impor-
I. Una hipótesis experimental tantes para comprender el desarrollo latinoa-
mericano: la gobernabilidad, la competitividad
América Latina, en su multiplicidad de expe- y la integración social.
riencias, parece estar viviendo el fin de una Para extraer lo positivo de las particulares
coyuntura de ajuste económico con resultados experiencias nacionales es importante conocer
más bien inciertos, pues nadie está seguro de las distintas situaciones límites que han vivido
que las políticas antiinflacionarias y los proce- y viven los países de la región: por ejemplo,
sos de ajuste fiscal llevados a cabo constituyan los efectos políticos y económicos perversos
una garantía de reconversión económica, equi- que sufrió Venezuela como resultado de polí-
dad social y consolidación democrática. ticas sociales fracasadas; o la combinación de
Por el contrario, si bien se lograron impor- complejos factores económicos que en México
tantes avances en el plano de la estabilidad afectan la estabilidad económica y agudizan los
económica e incluso en los niveles de expor- procesos de exclusión social y política; o inclu-
tación, los resultados en los ámbitos sociales so el riesgo de que en Chile los avances econó-
y políticos dejan mucho que desear, ya que los micos se vean perjudicados por los conflictos
procesos de inflación y ajuste significaron ma- éticos y políticos no resueltos por el proceso
yor inequidad social y altos costos políticos en de transición chileno. Es pues en este marco
la construcción de la democracia. que se formulan las siguientes reflexiones con-
Para el análisis de estos procesos parece ceptuales, a partir de la experiencia de Bolivia.
pertinente buscar un enfoque integral e inter- ¿Es posible que, dadas las tendencias polí-
dependiente de ellos, pues una visión mera- ticas y socioeconómicas actuales, la sociedad
mente economicista, politicista o sociologista latinoamericana acreciente su capacidad de
conlleva fuertes limitaciones para comprender autogobierno democrático, eleve considerable-
Gobernabilidad, competitividad e integración social 331

mente su competitividad económica y enfrente tiende a afectar a los otros de manera positiva,
de verdad los principales problemas de exclu- negativa o ambigua, de modo que la estrategia
sión social y pobreza? ¿O seguirán las socieda- también supone cálculos, riesgos y decisiones.
des latinoamericanas cumpliendo la profecía En este artículo se hace un examen concep-
“sisífica” que, en sus momentos de angustia, no tual de la gobernabilidad, la competitividad y la
dejaba dormir a Bolívar? integración social, y luego se intenta construir
Varios estudios a nivel nacional y regional una especie de “modelo interactivo”, buscando
muestran que se ha avanzado en algunos as- las posibles relaciones entre estas variables,
pectos de la gobernabilidad política, un poco para plantear por último, de manera prelimi-
también en materia de competitividad y casi nar, la emergencia de una nueva lógica del con-
nada en aspectos de la integración social vin- flicto e insinuar la necesidad de una reforma
culados al mejoramiento sustantivo de algunos política en la región.
indicadores básicos de desarrollo social y so-
bre todo a la creación de un sistema de actores
sociales autónomos con capacidad de negociar II. Política y gobernabilidad
e influir en la dinámica de la competitividad y
la democratización. Si esta situación persiste, Las sociedades contemporáneas enfrentan una
América Latina no podrá estar presente en el hiperaceleración del tiempo político. En estas
mundo moderno. circunstancias, se requiere una aproximación
Según la hipótesis que orienta este análisis, política que reduzca la incertidumbre y busque
para comprender la evolución de estas varia- lo deseable en función de lo posible, pero ba-
bles no basta con cierta racionalidad particu- sándose en valores que vinculen de manera fe-
larista; es imprescindible aplicar una lógica cunda la democracia, la reestructuración eco-
sinérgica y sistémica a la interacción de ellas. nómica y la integración social.
Esto no significa que todo se tenga que hacer Es fundamental, por lo tanto, llegar a un
de una sola vez; por el contrario, el enfoque nuevo enfoque de lo posible, considerando
sistémico supone una estrategia, con etapas, las posibilidades de estructuración, elabora-
procesos, límites y evaluaciones críticas. Toda ción y sincronización del tiempo de la políti-
acción en alguno de los ámbitos señalados ca. La búsqueda de lo mejor posible en todos
332 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

los planos de la vida económica y social es un En el corazón de tales dinámicas se halla el


trabajo con el tiempo político. Incluye, por tema de la gobernabilidad. Esta no es sólo un
ejemplo, superar la pesada carga de la cultura recurso para reducir las tendencias duras de la
política latinoamericana, que confunde lo ur- incertidumbre, sino también un impulso para
gente con lo necesario, el corto plazo con un pensar, inventar, ponderar y descubrir lo que
futuro infinito. es posible, probable y preferible; es una fuerza
En esta perspectiva la política podría enten- de lo político que trabaja con el realismo, pero
derse como un sistema de relaciones que bus- que no sólo exige capacidad de adaptación a la
caría reducir la incertidumbre y mediar entre realidad, sino que debe ser tomada en cuenta
intereses contrapuestos a través de un siste- para cambiar esa realidad con arreglo a valores
ma de decisiones y autoridad adecuadamente de libertad y equidad.
instrumentado, y democrático. Desde luego, La gobernabilidad en este sentido está re-
se trata de valores construidos en oposición a ferida a la capacidad política de una sociedad
un nuevo poder tecnocrático, consumista e im- y debe ser vista como una construcción de la
personal, sobre todo en medio de tendencias política, construcción que supone un conjunto
a la crisis de los sistemas de representación y de acciones asociadas a la formación de un sis-
acción política. En este ámbito, para que el “go- tema de relaciones políticas que implican po-
bierno de la política” sea efectivo y legítimo es der, mando y autoridad. La cuestión reside en
necesario que la sociedad en sus distintos ám- la forma en que los actores se paran frente al
bitos y niveles conozca sus opciones y las con- sistema político. Pero si bien la gobernabilidad
secuencias de determinadas acciones políticas, en general está referida a la construcción de
sociales o económicas, y sobre todo que pueda un orden, la gobernabilidad democrática está
decidir si tales consecuencias son deseables referida a la construcción de un orden institu-
o no. Al respecto, hemos supuesto que la bús- cional, plural, conflictivo y abierto.
queda de la socialización y transparencia de la El concepto de gobernabilidad no es un con-
política no sólo introducirá elementos raciona- cepto teórico desarrollado: más bien ha ser-
lizadores y críticos en la política, la economía vido para describir situaciones y coyunturas
y la sociedad, sino también que fortalecerá la muy precisas. En la ciencia política estadouni-
responsabilidad social y ética de la política. dense, la gobernabilidad ha sido utilizada prin-
Gobernabilidad, competitividad e integración social 333

cipalmente en su acepción más restringida de En América Latina el concepto de goberna-


calidad de la gestión de gobierno. En sus orí- bilidad tiene una trayectoria menos elaborada
genes, en los años de la posguerra, el concepto y diversa y muy a menudo confundida con la
estuvo asociado a la inestabilidad económica.1 noción de estabilidad política. Sin embargo,
Posteriormente Crozier, Huntington y Wa- ha habido algunos avances. Por ejemplo, un
tanaki (1975) desarrollaron el concepto en proyecto del Consejo Latinoamericano de
relación con la crisis de la política. Para ellos, Ciencias Sociales (CLACSO) sobre estrate-
la participación política ha generado una gias de gobernabilidad en la crisis contrasta la
disgregación de intereses y un exceso de de- gobernabilidad con la ingobernabilidad. Esta
mandas que el sistema político no es capaz de última se podría producir, de una parte, por
procesar; en este sentido, la gobernabilidad el comportamiento errático de actores econó-
sería la capacidad de procesar tales conflic- micos empresariales que pueden “romper” los
tos. Estos autores, sin embargo, no analizan umbrales mínimos del funcionamiento eco-
si esa expansión de conflictos no procesables nómico o de la denominada gobernabilidad
es resultado de la propia expansión del desa- sistémica, y de otra parte, por una mayor des-
rrollo capitalista. integración y exclusión social en los sectores
Desde el punto de vista de la sociología populares urbanos. Más recientemente, Ma-
crítica, Claus Offe (1982) ve la gobernabili- rio dos Santos y Marcela Natalicchio (1993)
dad como un límite de la dinámica capitalista esclarecen una cierta visión ambigua de la
respecto de la integración social: los proce- gobernabilidad, afirmando: “Buen gobierno
sos de acumulación sin regulación política (governance) quiere decir buen desempeño
producen ingobernabilidad, y en el régimen gubernamental en el sentido de sensibilidad
capitalista existiría una tendencia inercial frente a las demandas y eficiencia adminis-
hacia la ingobernabilidad. trativa y gerencial. También transparencia y
accountability (responsabilidad ante la so-
ciedad por los actos del gobierno); en cambio,
1 Por ejemplo, véase Denis (s/f). En su célebre Dic- gobernabilidad es una situación de los siste-
cionario de ciencia política, Norberto Bobbio (1987)
mas complejos que supone la autorreproduc-
entiende la gobernabilidad como el resultado de nego-
ciaciones entre liberales y demócratas. ción del sistema”.
334 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Con un enfoque más centrado en los temas tra el viento”, de Albert Hirschman. También
del desarrollo, en sus informes sobre desarro- se han realizado en la región algunos estudios
llo humano el PNUD reclama como condición políticos que vinculan la temática electoral con
para tal desarrollo un pacto o compromiso la gobernabilidad (Trinidade, 1991).
político directamente asociado a una mayor En Bolivia, René Mayorga (1992) ha compi-
participación popular descentralizada (“go- lado un texto sobre gobernabilidad centrado
bernamiento”). En un informe reciente sobre en los problemas del régimen democrático.2 La
gobernabilidad en América Latina, un grupo Vicepresidencia de la República, con la colabo-
de analistas patrocinado por dicha institución ración del PNUD, ha elaborado un programa de
afirma que “la gobernabilidad democrática gobernabilidad centrado tanto en aspectos de
precisa la construcción paciente y progresiva buen gobierno como de gobernabilidad propia-
de acuerdos mínimos; el esfuerzo para volver mente dicha. Posiblemente éste es uno de los
más convergentes los intereses; la creatividad proyectos más novedosos surgidos en la región
para subordinar lo que divide a lo que une. En para modernizar y legitimar el Estado.
suma, reside en una adecuada organización Reconociendo la importancia de la concep-
de la política y de la participación” (PNUD, tualización de la gobernabilidad y de los avan-
1993 y 1994b). ces y problemas que ella implica, planteamos
El Banco Mundial también ha difundido este aquí que la noción de gobernabilidad está aso-
debate: por ejemplo, Edgardo Boeninger ha vin- ciada a una capacidad mínima de gestión efi-
culado la gobernabilidad con la capacidad de caz y eficiente y de autoridad que tendría que
los gobiernos para ejercer autoridad, resolver tener el Poder Ejecutivo frente a los otros po-
problemas e implementar políticas, lo que ade- deres del Estado y a la sociedad misma. En un
más implicaría un fortalecimiento institucional sentido más amplio, la gobernabilidad supone
público y privado (Banco Mundial, 1991). Án- además la calidad democrática del gobierno,
gel Flisfisch (1989), en una visión más teórica,
ha relacionado la gobernabilidad con un nuevo
tipo de enfoque de la dinámica del desarrollo 2 Más recientemente, como resultado de varios de
estos esfuerzos, se ha publicado una interesante y polé-
económico, esto último fuertemente influido
mica compilación titulada Buen gobierno para el desa-
por la noción de “estrategia de navegación con- rrollo humano (Toranzo, 1994).
Gobernabilidad, competitividad e integración social 335

por el logro de cierto consenso societal en la dad, la noción de conflicto y comunicación en-
formulación de políticas y la resolución de pro- tre los actores y la de ethos empresarial, que
blemas con miras a avanzar significativamente son aspectos decisorios de la competitividad y
en el desarrollo económico y la integración so- de la construcción de un núcleo endógeno de
cial; en esencia, de lo que se trata es de elevar desarrollo, están ausentes o reciben un trata-
la calidad del gobierno mediante el incremento miento por ahora restringido en el renovado
de la capacidad de autogobierno de la propia pensamiento cepalino.
sociedad. En América Latina existe una suerte de cul-
tura autorreferida que provoca el desencuentro
y la incomunicación entre los distintos actores
III. Ethos empresarial y sociales, así como también una fuerte indife-
competitividad renciación de roles, propia de los sistemas pa-
trimonialistas corporativos que han limitado
La competitividad a la que nos referimos aquí históricamente las posibilidades de desarrollo
es, en principio, la que Fernando Fajnzylber de un ethos empresarial expansivo y de una
(1983) denominó “competitividad auténtica”. competitividad auténtica. La misma lógica del
Según este autor, para lograrla sería esencial conflicto social ha sido históricamente distor-
reforzar la capacidad interna de creación in- sionada y reducida a un conflicto entre el Esta-
dustrial asociada con una participación cre- do y el trabajo y no a un sistema de relaciones
ciente de los agentes de la producción y del sociales y acciones colectivas diversas y com-
conocimiento: en definitiva, se trataría de crear plejas (Calderón y Dos Santos, 1995).
un núcleo endógeno de crecimiento tecnológi- Como lo ha señalado la CEPAL, lo que se ne-
co. Más adelante, la CEPAL desarrolló y pro- cesita es lograr un crecimiento económico ba-
fundizó estos conceptos (CEPAL, 1990; 1992a sado en una lógica endógena que promueva la
y b; 1994a y b). Este enfoque de la competitivi- incorporación de tecnología y el uso renovable
dad, sin embargo tiene una limitación: falta en de los recursos humanos y no en el abuso de la
él el análisis de elementos estatales, políticos e fuerza de trabajo y en la explotación indiscri-
históricos de gobernabilidad y consenso, ade- minada de los recursos naturales. No obstan-
más del de las dinámicas culturales. En reali- te, yendo más allá de una lógica estrictamente
336 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

económica, la competitividad también depen- objetivos nacionales, instrumentos guberna-


de de la capacidad de gestión empresarial, tan- mentales, ambientes competitivos, decisiones
to para el funcionamiento racional moderno estratégicas, aprendizaje constante y sobre
de una empresa a nivel nacional como para el todo capacidad productiva y de apoyo a nivel
desarrollo de estrategias de globalización a ni- nacional. Y por ende la búsqueda de ventajas
vel internacional.3 competitivas. Tales ventajas competitivas su-
Michel Porter (1991: 543 y ss.), con una ponen un conjunto de condiciones que permi-
perspectiva funcionalista y a partir de la em- tirán a una nación desarrollarse sobre la base
presa, ha descrito la competitividad como un de sus factores productivos, mediante motiva-
proceso dinámico en el cual la innovación es ciones positivas conjuntas en las relaciones
una constante significativa para la elaboración obrero-patronales, competencia interna, incre-
de nuevos productos, nuevos tipos de mer- mento de calidad de la demanda y capacidad
cado y nuevos procesos de producción. Este para crear nuevas empresas. En definitiva, en
proceso implica además la conjugación de una el enfoque de Porter la competitividad parece
serie de subsistemas vinculados a fuerzas y descansar en la calidad del comportamiento
socio-empresarial de una sociedad. Quizás la
crítica más sustantiva a tal visión es el carácter
3 Investigaciones recientes parecen demostrar la evolucionista y teleológico típico de este tipo
importancia de una cierta relación positiva investiga-
ción-desarrollo (ID) entre los países industrializados y de pensamiento, que ve el conflicto y la histori-
los países en desarrollo. “Los resultados sugieren que cidad sólo como anomalías.
mayor será la productividad total de los factores de un En todo caso, de lo que se trata aquí es de
país en desarrollo cuanto mayor sea la masa de capital asumir una lógica más amplia, en la que la
de ID de sus contrapartes comerciales —que se utiliza
cuestión fundamental no sea saber si la econo-
como sustituto de la masa de conocimientos incorpo-
rada en la composición del comercio del país—, cuan- mía funciona a partir de una dinámica estatal o
to más abierto esté el comercio extranjero con países una privada, sino saber si existe una dinámica
industriales y cuanto más capacitada esté su fuerza de empresarial que abarque el conjunto de la so-
trabajo” (FMI, 1995, p. 55). En este sentido parecería ciedad; es decir, si existe un sistema de relacio-
importante explorar el grado de beneficio marginal que
nes entre los distintos actores e instituciones
puede producirse en un núcleo endógeno por efectos
de la ID extranjera. que, sobre la base de argumentos y acciones
Gobernabilidad, competitividad e integración social 337

racionales y con el riesgo y la flexibilidad na- tienden a operar en un horizonte internacional


turales del mundo moderno, tenga metas com- de mercados y de insumos. En este proceso la
partidas y negociadas, lo que es tan válido para competitividad y por ende la tecnología, espe-
una empresa como para un partido político. En cialmente de información, determinaría los ni-
esta lógica no es posible una competitividad veles y modos de vida de la población, la popu-
auténtica a nivel nacional si conviven empre- laridad de los gobiernos y la gobernabilidad de
sas modernas con partidos tradicionales. las sociedades. Estaría surgiendo un dinamis-
Fajnzylber comenzó a hacer explícita esta mo societal basado en el papel estratégico del
lógica al señalar: “La inserción internacional conocimiento, el aumento de la flexibilidad del
implica un cambio institucional de gran enver- sistema y el paso de grandes empresas centrali-
gadura, a nivel de empresa, a nivel de las rela- zadas a redes descentralizadas compuestas por
ciones entre empresarios y trabajadores, entre múltiples formas y tamaños de organización.
el gobierno y los empresarios, entre el gobierno Estas redes constituirán la forma organizacio-
y los trabajadores, los gobiernos regionales, a nal emergente en el nuevo orden mundial. Para
nivel del sistema político, a nivel de las relacio- Castells, las sociedades estarían fundamental-
nes de convivencia. Por consiguiente abrir una mente constituidas por flujos de información
economía es mucho más que bajar aranceles. entre redes de organizaciones e instituciones.
Es introducirse a una nueva forma de funcio- Así, el proceso de transición histórica hacia la
nar económica, social y políticamente”.4 economía informacional estaría dominado por
Sin embargo, es fundamental reforzar este la existencia de una economía global y redes
tipo de pensamiento en una lógica globalizada. de información mundial, y por otra parte, de
Manuel Castells, luego de múltiples estudios, sociedades civiles nacionalistas, de culturas
concluye que emerge una nueva división inter- comunitaristas y de Estados cada vez más pres-
nacional del trabajo determinada por la mayor cindibles (Castells, 1988, 1989 y 1995).
competitividad de las empresas, en la cual las Es fundamental entonces la generalización
empresas y los Estados, si no quieren perecer, de un amplio ethos empresarial que disminuya
la lógica consumista, rentista y de prebendas
de los empresarios y de buena parte de las so-
4 Citado por Lahera, Ottone y Rosales, 1995. ciedades latinoamericanas, en virtud de una
338 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ética de responsabilidades modernas vincula- La sociología se empezó a preguntar por


das a la expansión productiva, el mejoramiento las condiciones en que se reproducen y crean
de la calidad nacional de la demanda y una aus- el orden y la unidad societal. Las distintas co-
teridad cotidiana coherente con las caracterís- rrientes sociológicas respondieron según sus
ticas sociales, productivas y culturales de estos propios condicionamientos históricos. Para los
países. Con lo dicho no se pretende imponer europeos los patrones de integración social es-
un comportamiento productivista ni distribu- taban vinculados a los procesos de institucio-
cionista, sino convencer de que el desarrollo nalización de los conflictos y al desarrollo de
de una competitividad auténtica favorecerá nuevas formas de solidaridad orgánica; para los
más sólidamente los intereses particulares y estadounidenses, al poder de las instituciones
generales en su conjunto. En definitiva, aquí políticas y judiciales y a la fuerza integrativa
se argumenta que una expansión productiva de una migración colonizadora; para la Unión
fuertemente vinculada al mercado externo sólo Soviética, a la ideología política y participativa
puede descansar en un amplio sentido de cohe- de la revolución de octubre y del partido comu-
sión y participación nacional. Es curioso com- nista. Para los latinoamericanos, sobre todo en
probar que a menudo mientras más pobre es un el período de la posguerra, al papel articulador
país, más dispendiosas y consumistas son sus e integrador de la hacienda y a la persistencia
elites sociales y políticas. de un patrón intrasocietal patrimonialista y de
clientela. Más adelante, el populismo o los regí-
menes nacional-populares fueron las formas de
IV. Sociedad e integración social organización de la integración social.
Claro está que estos diversos patrones de re-
La integración social es uno de los conceptos gulación social involucraban la acción de agen-
más clásicos y ricos de la sociología. Se originó tes de control social para la mantención de
a fines del siglo pasado como consecuencia de modos específicos de dominación, expresados
las “anomalías” o distorsiones, sin mecanismos en espacios institucionales y normativos muy
de control social, que llegó a producir en la so- concretos. Pero también reproducían formas
ciedad tradicional o comunitaria el proceso de de relación social y lazos sociales diversos. Por
industrialización. lo demás, cualquier forma de integración supo-
Gobernabilidad, competitividad e integración social 339

ne relaciones sociales diferenciadas, conflicti- la integración social, la reproducción cultural


vas y jerárquicas. En todo caso, en buena parte y la socialización. Quizá precisamente por eso
de tales patrones predominaba una sensación los problemas más significativos de la sociedad
de autorreproducción del control social. contemporánea se refieren a la calidad de vida.
La noción del conflicto interno y su evolu- Un estudio reciente del PNUD señala que en
ción fue periférica. Sólo más adelante la so- los últimos cinco años más del 70% de los con-
ciología crítica empezó a demostrar la persis- flictos se desarrollaron al interior de los países,
tencia de una crisis entre la evolución de las produciendo en general un mayor deterioro
nuevas dinámicas productivas y de consumo de la cotidianeidad en los distintos planos de
y la integración social. Alain Touraine (1973: la vida social. Tal informe menciona también
113 y 192) ha hecho hincapié en la idea de un que tiende a disminuir la importancia de los
cambio en el tipo de dominación, por el cual conflictos entre países; asimismo, afirma que
las relaciones tenderían a dejar de basarse en el debilitamiento de la trama social constituye
la explotación del trabajo, haciéndolo más bien un problema central para todos los países ricos
en la manipulación de la demanda, el deterioro y pobres del mundo, aunque tal debilitamiento
de las condiciones de vida, y el acaparamiento adopta formas y niveles distintos según el tipo
de los recursos y de la capacidad de decisión; de sociedad de que se trate (PNUD, 1994a).
con esto cambiaría la lógica de la protesta y de En un nivel teórico, Jürgen Habermas (1973)
la integración social misma. piensa que la crisis está asociada a experien-
Los conflictos derivados de cambios en la so- cias de cambio en las estructuras del patrimo-
ciedad —como el proceso de reestructuración nio sistémico de una sociedad y a la percepción
y el incremento de la competitividad, la hipe- de que se amenaza su identidad; en otras pala-
raceleración del tiempo político, los procesos bras, que una sociedad está en crisis de inte-
consiguientes de concentración de decisiones gración cuando las nuevas generaciones ya no
y la emergencia de nuevos tipos de protesta se reconocen en un orden normativo que an-
(por lo demás no tan ajenos a América Latina) tes tuvo carácter constitutivo. Además, señala
ante temas éticos, de consumo, étnico-cultura- que es importante averiguar en qué momento
les, de género, religiosos, localistas y otros—, se producen problemas de autogobierno, pues
están surgiendo como nunca en los ámbitos de ahí se conecta la integración social con la sis-
340 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

témica. Para Habermas, la integración social con un ejercicio político electivo y delegativo
está referida a sistemas de instituciones “en en el cual las diferentes clases y grupos cul-
que se socializan sujetos hablantes y actuantes; turales o regionales necesariamente tienen
los sistemas de sociedad aparecen aquí con el que asumirse como ciudadanos para que la
aspecto de un mundo-de-vida, estructurado democracia realmente funcione. Esta última
por medio de símbolos”, mientras que la inte- supone el reconocimiento de los derechos del
gración sistémica se refiere a rendimientos de “otro”, diferente de uno mismo, sea éste indi-
autogobierno específicos de un sistema auto- viduo o grupo, y también supone una autono-
rregulado (Habermas, 1973). mía de los actores respecto del Estado.
En las actuales condiciones sociohistóricas El mercado refleja una relación social que
de América Latina, es posible adecuar la no- implica igualdad de oportunidades de trabajo
ción de integración social a la capacidad de una y de producción que hace funcionales los pro-
sociedad de construir una ciudadanía activa, cesos de competencia y de movilidad social.
eliminar las barreras de discriminación en el No implica la persistencia de mecanismos de
mercado y difundir una cultura de solidaridad. discriminación que limitan la capacidad inte-
La ciudadanía, si bien es individual, supone gradora del mercado para construir tanto una
una cierta pertenencia comunitaria a través demanda societal idónea como una estructura
de la cual el individuo se va desarrollando y de la oferta que no sea distorsionada ni poco
autodeterminando. El individuo es parte de competitiva. Los mecanismos de movilidad so-
una colectividad política nacional en la cual cial tienen que organizarse en función de las
recrea su identidad en el ámbito de las insti- capacidades, esfuerzos e igualdad de oportuni-
tuciones políticas reconocidas. La ciudadanía dades para competir en los mercados, y contar
también está directamente asociada a la equi- con canales de movilidad social abiertos que
dad social y por ende al derecho de igualdad refuercen la integración. Los ciudadanos tam-
de oportunidades, que en las circunstancias bién son consumidores.
históricas actuales supone una socialización La cultura de la solidaridad está vinculada a
creciente del conocimiento científico y tec- la calidad de la trama social de una determina-
nológico. En estas condiciones la ciudadanía da colectividad, a los lazos de reciprocidad en-
está vinculada al autogobierno de la sociedad, tre sus miembros y a la capacidad de enfrentar
Gobernabilidad, competitividad e integración social 341

problemas y metas comunes. En casos como el como una marca de inferioridad y que desva-
de Bolivia el papel de las estructuras familiares loriza el ejercicio de los derechos individuales.
diversificadas, las comunidades y las unidades Para tal tradición política el pobre no existe
empresariales en pequeña escala representa im- como ciudadano, sino como una figura plena
portantes experiencias solidarias. La cultura de de atributos inferiores, carente y desprotegido,
la solidaridad vincula los intereses particulares que debe ser atendida por la filantropía privada,
con los públicos y se refiere a la capacidad de la tutela estatal o la cooperación internacional.
las sociedades para conciliar la competitividad La concepción más generalizada de la pobre-
auténtica con una gobernabilidad progresiva. za está fuertemente ligada al modo en que se
Tal vinculación supone el logro de un “bien co- niegan los derechos en la trama de las relacio-
mún” de una sociedad. En este proceso la cues- nes sociales. Y la superación de la pobreza está
tión de la pobreza no es una categoría social his- vinculada por una parte a la capacidad de la so-
tórica, sino el producto de relaciones sociales ciedad y de los mismos pobres de transformar
excluyentes. En muchos informes nacionales e sus necesidades en demandas que interactúen
internacionales se suele despojar a la pobreza en el sistema político y, por otra, a una expan-
de su dimensión tanto ética como sociológica y sión de la cultura de la solidaridad.
transformarla en un paisaje estadístico sin pro- En este sentido, la conquista de la ciudada-
ducción de sentido. Desde el ángulo de la inte- nía constituye el impulso vital hacia la inte-
gración social, el problema de la pobreza es ante gración social. Envuelve políticas y acciones
todo uno de juicio sobre las relaciones sociales. societales que cambien progresivamente el
En la política latinoamericana existe una panorama social y, sobre todo, un tratamiento
fuerte tradición jerárquica, plasmada en un pa- público del problema y su vinculación con el
trón de sociabilidad que limita la construcción tema de la equidad y el desarrollo. Todo esto
de un principio de equidad que le dé al “otro” depende en gran parte de que en la trama de
distinto de “uno” la condición de sujeto con in- los intereses sociales haya una construcción de
tereses válidos y derechos legítimos. La com- espacios públicos en los que el problema sea
petitividad espuria está íntimamente asociada legitimado a través del libre debate de lo justo
con esa tradición. En realidad, se trata de un y lo injusto en una práctica democrática de per-
imaginario societal que entiende a la pobreza manente negociación.
342 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

La integración social apunta al logro de inconcebible que éstos funcionen aisladamen-


umbrales mínimos de reproducción de la po- te, puesto que se refuerzan entre ellos e inte-
blación —por ejemplo, los indicadores de de- ractúan sinérgicamente en sentido positivo o
sarrollo humano de las Naciones Unidas—, y negativo.
a la eliminación legal y real de una serie de ba- Así, por ejemplo, el logro de un nivel óptimo
rreras y mecanismos de discriminación —por de gobernabilidad sólo será posible si con ello
género, edad, etnia, etc.— en el mercado, en la se alimenta y condiciona un crecimiento econó-
sociedad y en las instituciones públicas y priva- mico basado en una competitividad auténtica,
das. Asimismo, en un sentido más amplio, la in- y si se sustenta en un sólido consenso construi-
tegración social supone una matriz de actores do por actores sociales que concertadamente
sociales que interactúan recíprocamente sobre buscan elevar la calidad de vida de la pobla-
la base de argumentos racionales y valóricos ción. En el mismo sentido, la competitividad
para lograr concertadamente metas de integra- será sustentable en la medida en que refuerce
ción, competitividad y gobernabilidad. En tal la calidad de la sociedad tanto en términos edu-
lógica, los fines no podrían estar separados de cativos como de expansión de los mercados de
los procedimientos. consumo; en este sentido, la misma integración
En este marco debe quedar clara una con- social constituye una fuerza productiva.
clusión básica: si las tendencias sociales no Por último, la integración social no será só-
son revertidas, los costos serán muy altos tanto lida si no está asociada a políticas de gobierno
en términos de gobernabilidad como de com- eficaces, coherentes y legítimas, y al crecimien-
petitividad y desarrollo. to sostenido de la economía. Todo esto supo-
ne acrecentar una capacidad de acción que se
adecúe a la evolución de las diferentes circuns-
V. El triángulo de desarrollo, con tancias.
su rectángulo y su punto al centro Sin embargo, si bien este triángulo —go-
bernabilidad, competitividad e integración
En la perspectiva de las relaciones sinérgicas y social— es fundamental para alcanzar cierta
sistémicas de los conceptos de gobernabilidad, capacidad endógena de desarrollo (Gráfico
competitividad e integración social, se supone 1), ésta será insuficiente y anómala si no está
Gobernabilidad, competitividad e integración social 343

inserta en un marco institucional que dé senti- zación económica e hiperaceleración del tiem-
do a las transformaciones y políticas en curso; po político.
éste se representa en el mismo gráfico por un El primer vértice del rectángulo que en el
rectángulo que, en sus vértices y también den- gráfico representa el marco institucional co-
tro de una lógica sistémica, indica las funcio- rresponde a un conjunto de normas, derechos
nes y características de tal marco. y obligaciones claros en materia de competiti-
vidad, gobernabilidad e integración social. Los
Gráfico 1. Triángulo de desarrollo (gobernabilidad, empresarios, por ejemplo, tendrán que inter-
competitividad e integración social), con sus rec- nalizar los marcos institucionales con arreglo
tángulo y su punto al centro
a los medios posibles y las ventajas reales que
les permitan invertir y desarrollarse, pero ade-
cuando tal normatividad a la de los sectores
laborales que vinculan sus demandas salariales
con las de capacitación y con el incremento de
la producción.
El segundo vértice se refiere al estableci-
miento de patrones de continuidad del marco
institucional, para que exista una especie de
sustentabilidad institucional que garantice a
los actores que sus inversiones o acciones po-
líticas y sociales tendrán también continuidad
en el tiempo.
El tercer vértice ilustra el establecimiento
Se supone que un marco institucional no sólo de un marco institucional legítimo que busque
delimita concertadamente las reglas del juego, reducir las incertidumbres producidas por el
sino que también se adecúa a las característi- comportamiento anémico e inconsistente de
cas históricas del cambio socioeconómico y una buena parte de los actores empresariales,
político que atraviesa actualmente la región políticos e institucionales de las sociedades
como parte de un proceso mundial de globali- latinoamericanas.
344 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

El cuarto vértice, por último, se refiere al con la competitividad económica y la integra-


establecimiento de patrones culturales e insti- ción social— y, por otra parte, el rectángulo de
tucionales para el procesamiento de conflictos la institucionalidad que hace normativamente
entre los distintos actores y grupos sociales, de viable el triángulo mencionado. El punto al
manera tal que se tienda a superar progresiva- centro indica tanto una serie de condiciones
mente la cultura patrimonialista y de preben- económicas y culturales para el crecimiento de
das tanto en la economía como en la política. la productividad, como los requerimientos de
Se trata, en definitiva, de la construcción de la una matriz intrasocietal y política que dé senti-
pluralidad política de la democracia. do al conjunto del núcleo.
Cabe afirmar que el marco institucional
descrito no es cerrado y estático, sino que se Gráfico 2. El punto al centro: el desarrollo
va haciendo, cambiando y adecuando según endógeno
las características internas o externas del de-
sarrollo, pero en función de la constitución o
ampliación de un núcleo autorreferido de de-
sarrollo que esté vinculado principalmente al
establecimiento y evolución de la capacidad
interna del país. Es decir, abarca una serie
de factores de productividad y de gobernabi-
lidad, pero sobre todo una matriz de actores
sociales que comparten una estrategia de in-
serción productiva en la reestructuración de
la economía y la cultura internacional a partir
de la sostenibilidad institucional del triángulo
de desarrollo.
En el Gráfico 2 se presenta un paradigma
posible y deseado entre, por una parte, el trián-
gulo de la gobernabilidad progresiva —que su-
pone una gobernabilidad en relación sinérgica
Gobernabilidad, competitividad e integración social 345

VI. Hacia una nueva lógica de la integración social y la gobernabilidad y


del conflicto la derecha desde los de la competitividad y
la gobernabilidad.
Ciertamente la propuesta descrita supone una Sin embargo, no existe una forma mágica
lógica del conflicto distinta de la que organi- para el procesamiento de los conflictos y la
zó el ciclo estatal patrimonialista-corporativo. transición de una situación a otra, especial-
En tal ciclo lo central fueron los conflictos en- mente en momentos de fuerte cambio societal.
tre el Estado y los distintos actores sociales y Es fundamental entonces que los conflictos tal
políticos; la búsqueda de poder estatal o la re- cual suceden sean expuestos explícitamente,
definición de las relaciones Estado-sociedad reconocidos y procesados colectivamente por
fueron las metas principales de los distintos medio de la negociación.
actores. Así, el carácter paraestatalista de la Para este propósito es importante contar
acción colectiva —ya se tratara de acciones con auténticos canales de participación activa
obreras, empresariales, campesinas o regio- y representativa de los distintos actores, a fin
nales— y el carácter prebendario de las rela- de que en la deliberación y en el arbitraje de
ciones Estado-sociedad precondicionaron un conflictos se consideren todos los intereses,
sistema de actores sociales débiles. actores y argumentos involucrados. Desde
El conflicto, según esta propuesta, supone luego que esto conlleva la extensión de los es-
una disputa entre los distintos actores por pacios públicos de diferentes formas, para que
la dirección cultural de la gobernabilidad, la se materialice esta participación societal en
competitividad y la integración social. Allí ya la elaboración de conflictos. En el caso de los
no está en duda la simultaneidad inevitable sectores más excluidos y pobres, es impres-
de los factores del desarrollo, sino sus posi- cindible que ellos mismos transformen sus
bles orientaciones y énfasis políticos y cul- necesidades en demandas expresadas institu-
turales. Se supone además que esta misma cionalmente, es decir, que lleguen a ser actores
lógica de transformación se asociaría con sociales autónomos.
la redefinición de las fuerzas políticas de Asimismo, los distintos actores han de acu-
izquierda y de derecha. La izquierda quizás dir a las negociaciones con plena conciencia
replantearía sus acciones desde los vértices de que toda negociación presupone la volun-
346 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tad de las partes de respetar y hacer respetar CEPAL (Comisión Económica para América
los acuerdos, y de que esto envuelve algunas Latina y el Caribe) 1990 Transformación
concesiones mutuas respecto de las posiciones productiva con equidad, LC/G.1601-P
originales de cada actor. (Santiago de Chile: Naciones Unidas).
Por último, resulta determinante —sobre ______ 1992a Equidad y transformación
todo para el paso de un tipo de conflicto a productiva: un enfoque integrado,
otro— un consenso previo respecto de algunos LC/L.668, Santiago de Chile.
metavalores que permitan a las partes negociar ______ 1992b Educación y conocimientos:
y confrontar argumentos en un lenguaje co- eje de la transformación productiva con
mún, en este caso, relacionados con el trián- equidad, LC/G.1702 (SES.24/4) Rev. 1,
gulo de la gobernabilidad, la competitividad y Santiago de Chile.
la integración social. Pero también es deter- ______ 1994a Políticas para mejorar la
minante la elaboración de un sistema claro y inserción en la economía internacional,
eficiente de sanciones para las partes que no Santiago de Chile.
respeten los términos convenidos.5 ______ 1994b El regionalismo abierto
en América Latina y el Caribe. La
integración económica al servicio de la
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5 Véase un análisis detallado de la reforma política
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Gobernabilidad, competitividad e integración social 347

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de sociología, N° 3, año LI, México, 1994 (Bogotá: Tercer Mundo Editores).
348 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

______ 1994b La dimensión política del (Porto Alegre: Editora da Universidade de


desarrollo humano, Santiago de Chile. Rio Grande do Sul).
Porter, M. E. 1991 La ventaja competitiva Toranzo, C. F. (ed.) 1994 Buen gobierno
de las naciones (Buenos Aires: Javier para el desarrollo humano (La Paz:
Vergara). ILDIS).
Trinidade, H. (org.) 1991 America Latina. Touraine, A. 1973 Production de la société
Eleições e gobernabilidade democrática (París: Seuil).
Hacia una perspectiva crítica
de la modernidad
Las dimensiones culturales
de la transformación productiva con equidad* **

Fernando Calderón G., Martín Hopenhayn y Ernesto Ottone

Introducción bitos, de romper la atmósfera de confusión


y desánimo intelectual que reinó en los años
El presente documento se incorpora al es- ochenta, tanto en los gobiernos como en los
fuerzo del debate y la reflexión que la CEPAL medios académicos, y que respondía a la pro-
impulsó a partir de 1990 con la propuesta de funda crisis que la región padece en materia
transformación productiva con equidad (TPE). económica y social.
Tal propuesta asumió la iniciativa, en conjun- La propuesta de transformación productiva
to con reflexiones provenientes de otros ám- con equidad se planteó como una construc-
ción inductiva, más atenta a las tendencias en
* Este trabajo fue escrito en coautoría con Ernesto curso que a las declaraciones doctrinarias. Tal
Ottone y Martín Hopenhayn. Integra el libro Educación, propuesta ha seguido consolidándose en suce-
ética y economía en América Latina 1998 (México: sivas etapas, a través del desarrollo de algunos
CEPAL/JUS). de sus aspectos fundamentales. Se han aborda-
** Los trabajos incluidos en esta serie tienen como fina- do, en fases sucesivas, aspectos que contribu-
lidad dar a conocer los resultados de las investigaciones
en la CEPAL en forma preliminar, a fin de estimular su
yen a complementar las políticas económicas
análisis y la formulación de sugerencias para su revisión. y sociales, en vistas a abordar de manera si-
Esta publicación no es un documento oficial, por lo tanto multánea la competitividad y la equidad. Se ha
no ha sido sometido a revisión editorial. Se puede soli- prestado particular atención, por su carácter
citar directamente a la Secretaría de la Comisión o a la central en la articulación entre competitividad
División de Desarrollo Social de la CEPAL. Los autores
son funcionarios de la CEPAL. Las opiniones expresadas
y equidad, a los desafíos y opciones que hoy en
en este documento son de su exclusiva responsabilidad día se abren con relación a la educación y al co-
y pueden no coincidir con las de la Organización. nocimiento. También se ha enriquecido la pro-
350 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

puesta de la TPE con lineamientos de acción intereses y demandas, y en pleno ejercicio de


en el campo de la sustentabilidad ambiental, y sus derechos individuales y colectivos, jurídi-
se han considerado las necesarias vinculacio- camente reconocidos. Sin ello resulta vano ha-
nes entre el desarrollo y las tendencias demo- blar de construcción de consenso, de sociedad
gráficas de la región. integrada o de sistemas democráticos estables.
La propuesta de la TPE no ha dejado de ser Al definir la construcción de una ciudadanía
una propuesta abierta al enriquecimiento, tanto moderna en función de la capacidad de auto-
en ámbitos específicos del desarrollo económi- determinación de los agentes del desarrollo,
co, como en otros igualmente importantes para un tema cada vez más gravitante —en nuestra
fortalecer un planteamiento que se pretende región y en las otras regiones del planeta— es
sistémico. Es así como los temas de las trans- la tensión entre identidad cultural y moder-
formaciones institucionales, la modernización nidad en el proceso de desarrollo. Se trata, en
del Estado, y la construcción de los acuerdos y otros términos, de asumir el reto de conciliar
consensos en torno a un crecimiento equitativo las particularidades histórico-culturales de las
se mantienen como “asignaturas pendientes” al regiones con la vocación universalista del de-
interior de la propuesta. sarrollo y la modernidad.
Se ha planteado, además, al interior de di- Como veremos más adelante, esta tensión
cha propuesta, que el proceso de transforma- no sólo atraviesa las demás regiones en de-
ción productiva con equidad debe impulsarse sarrollo sino que constituye uno de los ras-
mediante un amplio consenso de agentes y en gos sociales más notorios de este fin de si-
un escenario demográfico. Por ende, la cons- glo. Tal tensión entre identidades culturales
trucción y la extensión de una ciudadanía y modernidad aparece con particular fuerza
moderna aparece como un aspecto esencial de en las sociedades que experimentan hoy el
la propuesta, y merece un esfuerzo reflexivo y llamado poscomunismo, y también se hace
positivo en sí mismo. sentir, de manera preponderante, en los paí-
Cuando nos referimos a ciudadanía mo- ses más industrializados.
derna hacemos referencia a la existencia de Este trabajo plantea, en primera instancia,
actores sociales con posibilidades de autode- que la tensión identidad-modernidad tiene un
terminación, capacidad de representación de carácter dinámico. Ni las identidades específi-
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 351

cas, ni el contenido pretendidamente univer- cimiento en que a su vez se monta una larga
sal de la modernización son los mismos que tradición de exclusión socioeconómica y do-
hace una generación. Nada se mantiene en minación sociopolítica.
estado puro. Se ha generado, en cambio, un En tercera instancia, las páginas siguientes
complejo tejido intercultural donde las iden- plantean la necesidad de asumir nuestro te-
tidades culturales y los signos de modernidad jido intercultural como acervo cultural, acu-
se oponen y se fusionan de múltiples y contra- mulado por una historia hecha de cruces entre
dictorias formas. culturas y de síntesis inéditas entre ellas. Este
En segunda instancia, el presente trabajo tejido intercultural, lejos de constituir un obs-
plantea que para que esos tejidos intercultu- táculo para nuestro “ingreso” a la modernidad,
rales sean funcionales a la constitución de debiera ser nuestro resorte específico para ser
sociedades más equitativas e integradoras, modernos hoy día.
más libres y tolerantes, con mayor capacidad Sobre todo hoy día, que el ser modernos
de autodeterminación, mayor sustentabilidad implica precisamente conjugar una diversi-
ambiental y estabilidad democrática, debe su- dad de espacios, tiempos y lenguajes, la úni-
perarse lo que aquí hemos llamado la dialéc- ca forma fecunda de acceder a la modernidad
tica de la negación del otro. Dicha dialéctica y a los avatares e incertidumbres tecnológi-
se halla largamente enraizada en la historia cos es a partir del reconocimiento y poten-
de la región. Comienza con el momento del ciamiento de nuestros propios tejidos e iden-
descubrimiento, se prolonga con la conquis- tidades culturales.
ta, la evangelización y la colonización, y no No pretendemos, empero, simplificar el
cede con la transición hacia los Estados re- planteamiento al punto de sostener que basta
publicanos ni tampoco en las dinámicas dis- potenciar nuestras culturas endógenas para
continuas de modernización experimentadas constituir una alternativa de desarrollo. Seme-
por nuestras sociedades. Esta dialéctica de jante hipótesis resulta tan reduccionista como
la negación del otro tiene su fundamento en aquella que, en distintas fases de nuestra mo-
la negación cultural (de la mujer, del indio, dernización, ha sostenido que las culturas en-
el negro, el pagano, el mestizo, el campesi- dógenas constituyen el gran obstáculo al desa-
no, el marginal-urbano, etc.), y constituye el rrollo de la región.
352 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Como ya señalamos, la CEPAL ha lanzado y dicha base es posible la construcción de una


sometido a consideración de los países de la moderna ciudadanía en la cual “el sujeto será
región una propuesta de modernidad, en la que la voluntad del individuo de ser productor y no
busca potenciar sinérgicamente el progreso solamente consumidor de su experiencia y de
técnico, la equidad y la democracia. Dicha pro- su entorno social” y en donde la modernidad,
puesta ha querido estar a la altura de los tiem- además de progreso económico, tecnológico y
pos, vale decir, parte del trastocamiento de los social, será sobre todo “exigencia de libertad
paradigmas modernizadores previos a la gran y defensa contra todo lo que transforma al ser
crisis de las últimas dos décadas, y del margen humano en instrumento o en objeto.1
de maniobra posible con que cuentan hoy día En el primer acápite del texto se examinará
las economías de la región en el nuevo esce- la TPE en una perspectiva cultural, con espe-
nario de globalización y reestructuración pro- cial consideración del vínculo entre ciudada-
ductiva, financiera y comercial. En esta línea, nía, desarrollo económico y modernidad.
esperamos que las reflexiones aquí vertidas En el segundo acápite se analizarán los pro-
puedan enriquecer la propuesta con las inelu- cesos de internacionalización de la cultura,
dibles consideraciones sobre las dimensiones tanto en el mundo desarrollado como en las
culturales de tal proceso. sociedades en desarrollo. Se precisarán, en
La hipótesis que nos ha movido a llevar a este marco, algunos problemas candentes en la
cabo este trabajo es que la transformación relación entre identidad cultural, ciudadanía y
productiva con equidad, como propuesta de el impacto de los procesos de internacionaliza-
desarrollo para los países de la región, no pue- ción de la cultura en nuestra región.
de prescindir de los principales rasgos cul- En la tercera parte se examinará uno de los
turales de nuestras sociedades. Estos rasgos problemas más afincados y persistentes en el
son la condición de tejido intercultural como proyecto de modernidad en América Latina y
resorte de nuestra forma propia de apertura al el Caribe, a saber: la dialéctica de la negación
mundo; y la superación de la dialéctica de la del otro. A partir de dicho análisis, mostrare-
negación del otro como exigencia fundamental
para nuestra integración social y para la con-
1 A. Touraine, Critique de la modernité, París, Fa-
solidación de una cultura democrática. Sobre yard, 1992, p. 272.
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 353

mos cómo de esta dialéctica se desprenden Nos proponemos mostrar en las páginas que
consecuencias decisivas en la relación entre siguen que la superación de la dialéctica de la
élites y masas en nuestra región, y en el patrón negación del otro, así como la plena aceptación
de integración y de exclusión que han seguido del tejido intercultural, pueden constituir un
nuestras dinámicas de desarrollo. potencial, y no necesariamente un obstáculo, a
En la sección cuatro desarrollamos algunas los objetivos del desarrollo en la región.
reflexiones en torno a esa marca cultural que Finalmente, en un último acápite de con-
recorre la historia y la geografía de la región y clusiones esbozaremos orientaciones de po-
que denominamos tejido intercultural: tejido líticas que incorporan la dimensión cultural
que se recompone incesantemente a través de en la agenda del desarrollo, y que permiten
culturas que interactúan y se modifican en di- enriquecer, con ello, el carácter sistémico de
cha interacción.2 la propuesta de la transformación productiva
con equidad.
2 Hemos querido utilizar la noción de tejido inter-
cultural en lugar de la tradicional noción de mestizaje,
dado que esta última tiene una connotación de razas 1. Transformación productiva
que hoy día resulta empíricamente desmentida. Con con equidad como una perspectiva
los avances en la investigación científica, el concepto crítica de acceso a la modernidad
mismo de raza aparece ya profundamente cuestionado.
En la Universidad de Stanford, L. L. Cavalli-Sforza ha
consagrado décadas a recomponer el árbol genealógi- El desarrollo de la democracia en la región
co del “hombre moderno”, y recientemente ha llegado plantea el siguiente desafío: ¿Cómo vincular
a la conclusión de un origen común a toda la población positivamente una ciudadanía definida en un
(véase la entrevista que se le formula bajo el nombre
sentido secular —vale decir, que privilegie la
“La Science et les races”, Le Nouvel Observateur, Nº
1.420, semana del 23 al 29 de enero de 1992, París). Este capacidad de autodeterminación de la socie-
hallazgo coincide, además, con similar conclusión de dad y del intercambio racional entre sus ac-
otras recientes investigaciones científicas que advier-
ten que no habría diferencias genéticas en la historia de
la humanidad que pudieran dar lugar a la noción de raza por el de “grupo étnico”, y enfatiza que ninguna prueba
fundada en singularidades fisiológicas. La UNESCO re- existente de medición de la inteligencia permite dife-
comienda enérgicamente reemplazar el término “raza” renciar entre capacidades innatas entre grupos étnicos.
354 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tores— con una dinámica de modernización derechos en la interrelación entre actores


económica con efectos sociales incluyentes? heterogéneos; la apertura en la visión del
¿Y de qué manera la construcción de la ciuda- mundo hacia nuevos escenarios y desafíos;
danía se traduce en que los actores sociales y el rescate del progreso técnico como ins-
recurran a sus acervos culturales e innovar trumento para acrecentar la comunicación e
desde la propia historia? interconexión global, promover el bienestar
En este nuevo escenario la propuesta que general y permitir campos más amplios de
la CEPAL ha elaborado para América Latina, desarrollo de potencialidades.4
conocida como transformación productiva
con equidad, puede llegar a entenderse, en
la dimensión cultural, como una perspectiva 4 Cabe aquí diferenciar esquemáticamente entre mo-
crítica de acceso a la modernidad.3 Enten- dernidad y modernización para efectos del presente
demos que una perspectiva crítica privile- trabajo. La modernización constituye un proceso his-
tórico, afincado en el cambio de los procesos produc-
gia los siguientes aspectos o valores de la tivos, de la composición demográfica, de las pautas de
modernidad: el respeto de la diversidad de consumo y trabajo, del acceso a bienes y servicios y
valores y culturas; la mayor reciprocidad de la secularización progresiva de la acción colectiva. La
modernidad, en cambio, constituye un proyecto cul-
tural en el cual han convivido dos tendencias fuertes:
de una parte, la difusión de valores y actitudes básicos
3 Nos referimos a la propuesta contenida sobre vinculados a la promoción de la libertad social e indi-
todo en tres documentos centrales que la CEPAL ha vidual, al progreso social, al desarrollo de potenciali-
presentado en los últimos tres años: Transformación dades personales, y a una vocación democrática que
productiva con equidad. La tarea prioritaria del de- lleva a la defensa de la tolerancia y de la diversidad.
sarrollo de América Latina y el Caribe en los años Por otra parte, la modernidad tiende a la difusión de
noventa (LC/G.1601-P), Santiago de Chile, marzo de una racionalidad formal y de una racionalidad instru-
1990, Naciones Unidas; y Equidad y transforma- mental, necesarias para la modernización, pero con un
ción productiva: un enfoque integrado (LC/G 1701 costo en términos de dosificación” de la vida humana.
/Rev.l-P), Santiago de Chile, abril de 1992, Naciones Una perspectiva crítica de la modernidad es aquella
Unidas; y CEPAL/OREALC, Educación y conocimien- que, sin dejar de reconocer la importancia de la racio-
to: eje de la transformación productiva con equidad nalización, busca subordinarla a los valores modernos
(LC/G.1702/Rev.2-P), Santiago de Chile, abril de 1992, asociados a la democracia, la tolerancia, la libertad y
Naciones Unidas. la diversidad.
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 355

Tal como ha sido señalado, enfrentamos Por cierto, la racionalidad instrumental, la


una nueva situación internacional, sumamente eficacia productiva, el progreso técnico y la
cambiante, marcada por una profunda revolu- respuesta a las aspiraciones de consumo son
ción científica y tecnológica, por la progresiva elementos de la modernidad sin los cuales es
globalización de los mercados y las comunica- imposible hablar de una inserción internacio-
ciones, y por una competitividad económica nal ventajosa para la región. Pero estos ele-
basada cada vez más en la incorporación y la mentos no bastan para garantizar la incorpo-
difusión del progreso técnico. Esta situación ración de los otros elementos que plantea la
emergente cancela cualquier sueño (o pesadi- transformación productiva con equidad, vale
lla) de desarrollo autárquico para la región, y decir un mayor nivel de cohesión social, la sus-
la obliga a orientarse hacia una inserción in- tentabilidad ambiental y la existencia de siste-
ternacional capaz de medirse con las exigen- mas democráticos estables.
cias de un escenario globalizado. Como señala Por el contrario, una lectura reduccionista
Alain Touraine, “estamos todos embarcados en de la modernidad que no se plantee de mane-
la modernidad, lo que es necesario saber es si ra integrada y complementaria los elementos
lo hacemos como galeote o como viajeros con de equidad, sustentabilidad y democratiza-
bagajes, proyectos y memorias”.5 ción, tendería a reforzar procesos de moder-
En este sentido, la construcción de la mo- nización incompletos, destinados a producir
dernidad que plantea la propuesta de transfor- enormes diferencias entre élites integradas y
mación productiva con equidad supone los “ba- modernas, y vastos sectores de la población
gajes, proyectos y memorias”, vale decir, plan- marginados y fragmentados. En tal caso, estos
tea exigencias de protagonismo y de identidad últimos sectores serían un fermento natural
de la región. Por ello, la propuesta de la CEPAL para generar reacciones de anti-desarrollo, re-
no incurre en una reducción de la modernidad pliegue sobre identidades particulares y “de-
a la pura razón instrumental, a la eficacia pro- fensismo” cultural.
ductiva y a la uniformización del consumo. La modernización “trunca” no sólo se expre-
sa en los países en desarrollo sino que tiende,
con diversa intensidad y magnitud, a aparecer
5 A. Touraine, op. cit., p. 236. en países desarrollados. Naturalmente su ma-
356 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

yor intensidad se manifiesta en las regiones dernidad: busca conciliar la libertad individual
de menor desarrollo, donde el fenómeno de la y la racionalización modernizadora con la per-
exclusión alcanza a sectores vastos de la po- tenencia comunitaria.6
blación y donde ésta se liga a situaciones de En esta visión de la modernidad las identida-
extrema pobreza masiva. des particulares no están destinadas a contra-
Es allí donde los procesos de moderniza- ponerse a la modernización o transformación
ción pueden generar sociedades escindidas o productiva. Por el contrario, pueden ser un fac-
duales, con élites modernas cerradas frente a tor importante para su construcción si logran
masas excluidas, y donde todo lazo social re-
sulta infructuoso. En este contexto, los exclui-
dos conforman comunidades que no se incor- 6 Por resumirlo nuevamente con las palabras de
poran a consensos cívicos nacionales, sino que Touraine: “Los herederos de la filosofía de las luces
tienden a atrincherarse en pertenencias tradi- creían que la libertad se liga enteramente a la racio-
nalización. Se equivocan al olvidar que en el hombre
cionales, locales, regionales, clásicas y/o reli- coexisten el deseo, la memoria y la pertenencia a
giosas. Desde allí resisten el intercambio “ra- una cultura” (A. Touraine, op. cit., p. 364). Se trata-
cional” con interlocutores que no comulguen ría, en esta perspectiva de la modernidad, de regla-
con las mismas creencias, combaten el espíri- mentar la convivencia de los particularismos y evitar
tu de la modernidad, y obstaculizan seriamen- la radicalización de los conflictos. Michael Walzer,
quien utiliza la metáfora de tribu para referirse a las
te el logro de la integración social necesaria comunidades particulares, visualiza la existencia de
para potenciar los aspectos más democráticos un puente semántico entre los particularismos tra-
de la modernidad. dicionales “tribales” y el universalismo democrático
La propuesta de transformación productiva moderno. En su opinión el “tribalismo” debe estar
incluido en el universalismo por ser un elemento co-
con equidad busca vincularse, en términos cul-
mún a toda la especie humana (M. Walzer, “La rinas-
turales, a un concepto de modernidad en que cita della tribu”, Micro Mega, N° 5, 1991, citado por
se intenta trascender los límites de la raciona- Alessandra Concedada, Attualitá della tribu nelle
lización instrumental, pero también se quiere scienze sociali tra concetto et metafora, ponencia
romper el bloque impuesto por particularismos presentada al “International Forum on Development
Problems. Nation, Tribe and Citizenship. The crisis
culturales replegados sobre sí mismos. En este
of the State in Contemporary Societies”, Roma, 2 al 4
sentido comparte una visión crítica de la mo- de diciembre de 1992).
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 357

operar como elemento de movilización consen- plicaba del siguiente modo: “Es el pensamiento
suada y con vocación democrática. de lo que América Latina no puede ser porque
¿Cuáles son, en consecuencia, los factores alguien nos condena a no ser. Las teorías fue-
culturales que puedan servir de cimiento para ron para argumentar esta especie de sueño, de
la construcción de una modernidad compren- una Europa que nunca se llegó a alcanzar. La
dida en estos términos? teoría de la dependencia, la teoría del subde-
Un primer factor es el convencimiento de sarrollo venían a explicarnos que el centro de
que una modernidad auténtica sólo puede sur- nuestros males provenía de otra parte. No de
gir de un esfuerzo endógeno, vale decir, mo- nuestra capacidad de gobierno, no de nuestra
vilizando las energías sociales que hacen que capacidad de administración, no de nuestro
una sociedad se sienta responsable por su ac- propio desarrollo. No digo que la dependencia
ción y sus resultados. Esta premisa subyace no existe, no digo que el subdesarrollo no exis-
a la propuesta de transformación productiva ta, estoy hablando del uso ideológico y político
con equidad, y la siguiente cita lo ilustra: “Im- de ese tipo de categorización. Nuestros males
pulsar la transformación productiva y abrir el estaban colocados afuera”.8 En la propuesta de
paso a una mayor equidad social son tareas la CEPAL se busca, pues, trascender este estig-
que precisan de esfuerzos decididos, persis- ma de la queja.
tentes e integrales por parte de gobiernos y Un segundo factor lo constituye la idea de
sociedades civiles”.7 que tal esfuerzo requiere de niveles “contables”
Esta convicción de la centralidad del esfuer- en materia de conflictos, y de niveles altos de
zo interno, que pareciera no requerir de una consenso y estabilidad. Al respecto son escla-
particular reflexión teórica, implica un despla- recedoras las palabras de Fernando Fajnzylber:
zamiento del debate sobre el desarrollo y un “Si uno pretende insertarse en el mundo, los
cambio del clima intelectual que lo rodea. Se conflictos internos, políticos y sociales, tienen
intenta aquí romper con aquello que José Aricó
llamó “el pensamiento de la queja” y que lo ex-
8 José Aricó (1992), “El difícil camino de la reforma
democrática”, en Lo popular en América Latina, ¿una
7 CEPAL, Transformación productiva con equidad, visión de crisis?, Lima, Centro de Estudios y Promo-
op. cit., p. 13. ción del Desarrollo (DESCO), 1992, p. 303.
358 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

que regularse en aras de tener credibilidad y es- La respuesta de transformación productiva con
tabilidad en esta inserción. Ello obviamente no equidad constata que en los últimos decenios
ocurría en el período anterior, en que no sólo la ningún país de la región ha podido alcanzar
economía estaba cerrada, sino que la sociedad simultáneamente los objetivos de crecimiento
y la política también eran cerradas”.9 económico y equidad social. La CEPAL propo-
El consenso no niega la existencia de con- ne para los países de la región un tipo de trans-
flictos, pero plantea una lógica de resolución formación productiva sistémica que apunta a
institucional que pasa por la negociación y el conciliar ambos objetivos del desarrollo. En
compromiso, que excluye la negación del otro, dicha propuesta, esta conciliación tiene como
y que siempre busca evitar que se imponga toda eje la incorporación del progreso técnico en un
lógica de guerra. La cultura del consenso supo- sistema productivo integrado, se basa en el au-
ne, pues, un cambio significativo con la cultura mento intensivo del valor intelectual agregado
política tradicional en la mayor parte de Amé- y del componente tecnológico en distintos sec-
rica Latina y el Caribe, pues incluye al menos tores de la producción y de servicios, y requie-
tres momentos que han sido problemáticos re mayor competitividad internacional por vía
para la cultura política en la región, a saber: de la incorporación del progreso técnico, y no
mediante la reducción de salarios o la depreda-
–– - El reconocimiento de la diversidad y el for- ción de los recursos naturales.
talecimiento de los actores de la sociedad En esta propuesta, la ciudadanía aparece
civil; como un valor en que debieran entroncarse tan-
–– - La generación de negociaciones con esta- to los imperativos de la democracia como los
blecimiento de compromisos; y del desarrollo.10 Desde esta perspectiva, ciuda-
danía y competitividad constituyen los dos mo-
–– - La transformación de los acuerdos y compro-
mentos de un círculo virtuoso: “Imaginar que
misos en referencias culturales compartidas.

10 “La formulación y aplicación de estrategias y políti-


9 CEPAL, serie Industrialización y desarrollo tecno- cas económicas habrá de ocurrir en un contexto demo-
lógico. Informe N° 12 (LC/G.1729), Santiago de Chile, crático, pluralista y participativo.” (CEPAL, Transfor-
abril de 1992. mación productiva con equidad…, op. cit., p. 15).
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 359

la ciudadanía pueda tener plena vigencia sin un una cierta racionalidad a sus opciones y com-
esfuerzo efectivo en materia de competitividad portamientos; ii) se institucionalizan los proce-
resulta, en el decenio de 1990, tan infundado sos de cambio social en función de la expan-
como suponer que la competitividad —necesa- sión de derechos políticos y sociales; y iii) se
riamente de carácter sistémico— pueda soste- diferencian progresivamente los roles y las ins-
nerse con rezagos importantes en el ámbito de tituciones conforme a funciones específicas.12
la ciudadanía”.11 De este modo, la ciudadanía En segundo lugar, la creciente interacción
requiere ser pensada como una fuente de inte- entre distintos actores culturales y sociales, su-
racción positiva entre democracia y desarrollo. pone y expresa un consenso institucionalizado
Al asociar a la ciudadanía a la puesta en vi- sobre la base de relaciones de recíproco reco-
gencia de los derechos políticos y sociales, se nocimiento entre actores diversos. En este sen-
establece una relación positiva entre ciudada- tido la ciudadanía está estrechamente ligada al
nía, participación política y equidad. Porque la reconocimiento del otro como un semejante.13
ciudadanía extendida constituye, bajo este án-
gulo, una garantía institucional para la presen-
cia de distintos actores sociales en el sistema 12 Véase al respecto el artículo de Gino Germani, “De-
mocracia y autoritarismo en la sociedad moderna”, Los
de toma de decisiones, y también constituye un límites de la democracia, varios autores, Vol. 1, Buenos
resorte movilizador para la distribución progre- Aires, CLACSO, 1985. El autor destaca además que en
siva de los logros del crecimiento económico. civilizaciones no occidentales la secularización perma-
Pero además la idea moderna de ciudadanía nece restringida a miembros de las élites, mientras el
resto de los estratos sociales permanece excluido. Asi-
tiene connotaciones sociológicas y culturales
mismo, enfatiza la idea de que la secularización no es
que conviene explicitar. En primer lugar, se condición suficiente de la democratización. De no verse
asocia la ciudadanía moderna con los procesos acompañada por la recreación de valores, la seculariza-
de secularización individual y grupal, en virtud ción bien podría impedir la democracia o ejercer sobre
de los cuales: i) se constituyen actores (indi- ésta un efecto disolvente. Según Germani, esta última
es la tendencia predominante.
viduos, grupos e instituciones) que imprimen
13 Como veremos más adelante en este trabajo, este
rasgo de la ciudadanía —reconocimiento del otro—
11 CEPAL, Educación y conocimiento…, op. cit., p. plantea serios problemas en nuestra región cuando se
18. consideran sus principales rasgos culturales.
360 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

El énfasis en la socialización y la educación en texto ya citado de la CEPAL advierte que “los


los procesos de modernización, por ejemplo, estudios prospectivos muestran que al conver-
no sólo es crucial por las exigencias de aumen- tirse el conocimiento en el elemento central del
to productivo que tal modernización implica, nuevo paradigma productivo, la transforma-
sino también para el fortalecimiento de la cul- ción educativa pasa a ser un factor fundamen-
tura democrática mediante la difusión de valo- tal para desarrollar la capacidad de innovación
res propios de la construcción ciudadana. y la creatividad, a la vez que la integración y la
En tercer lugar, ya no se trataría solamente solidaridad, aspectos clave tanto para el ejerci-
de comprender la ciudadanía como la mera cio de la moderna ciudadanía como para alcan-
satisfacción de derechos avasallados por los zar altos niveles de competitividad”.14
regímenes autoritarios, sino como la plasma- Tal es la propuesta implícita en el reciente y
ción de una serie de demandas referidas a la citado texto de la CEPAL, en la que la centrali-
superación de toda forma de discriminación en dad de la educación y el conocimiento plasma
el mercado y en el sistema político de toma de hoy, en la perspectiva de una modernización
decisiones. Se trataría del logro de una cons- integradora, en los siguientes imperativos: i)
trucción institucional sólida y renovable, que
permita el desarrollo de negociaciones entre
actores e individuos de acuerdo con normas 14 CEPAL, Educación y conocimiento…, op. cit., p.
119. Y en el mismo sentido: “La difusión de valores, la
de conducta y con derechos establecidos. En dimensión ética y los comportamientos propios de la
suma, de una construcción institucional con- moderna ciudadanía, así como la generación de capa-
vergente con un desarrollo económico cada cidades y destrezas indispensables para la competitivi-
vez más incluyente. dad internacional (crecientemente basada en el progre-
so técnico), reciben un aporte decisivo de la educación
La reciente propuesta que la CEPAL formu-
y de la producción del conocimiento en una sociedad.
la, y en la que se asigna una importancia pro- La reforma del sistema de producción y difusión del co-
gresiva a la educación y a la producción de nocimiento es, entonces, un instrumento crucial para
conocimientos en la dinámica del crecimiento, enfrentar tanto el desafío en el plano interno, que es la
coincide con la búsqueda por compatibilizar ciudadanía, como el desafío en el plano externo, que es
la competitividad. Se entiende así que esta dimensión
el desarrollo económico con la construcción
sea central para la propuesta de la CEPAL sobre trans-
de una ciudadanía democrática y moderna. El formación productiva con equidad” (Ibíd., p. 17).
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 361

democratizar el acceso a los códigos de la mo- […] La constitución de la moderna ciudadanía


dernidad; ii) democratizar el acceso a una ofer- y la elevación de la competitividad internacio-
ta de formación de recursos humanos que se nal suponen la continuidad de esa comunidad
traduce en elevar, difundir y actualizar los usos histórica, sobre cuya base solamente pueden
de la educación y del conocimiento; y iii) difun- los países aspirar a transformar y enriquecer
dir de manera más igualitaria la incorporación su identidad”.15
del progreso técnico y del valor intelectual a Esto nos coloca en un punto central de
las actividades productivas. nuestras preocupaciones, a saber, el lugar de
La centralidad progresiva del conocimiento las identidades culturales en la dinámica del
y la educación para el desarrollo incide signifi- desarrollo y en la construcción ciudadana en
cativamente en la dinámica de un orden demo- las sociedades contemporáneas.
crático, pues la base material de las democra-
cias ya no descansa exclusivamente en un tipo
de economía o de relaciones productivas, sino 2. Internacionalización de la
también en el acervo y el uso del conocimiento, cultura y la ciudadanía
de la información y de la comunicación.
¿Pero cómo se cruza esta centralidad del co- Existen fenómenos ligados a la internacionali-
nocimiento para el desarrollo en la región, con zación de la economía, la política y la cultura
la citada construcción de ciudadanía y con los que fuerzan a repensar hoy día la dimensión
tejidos propios de la cultura viva en América cultural tanto en sociedades posindustriales
Latina y el Caribe?
La propia CEPAL es consciente de esta de-
15 CEPAL, Educación y conocimiento…, op. cit., pp.
terminación cultural cuando advierte: “La edu-
125 y 126. Y más adelante, en el mismo documento: “La
cación y el conocimiento son partes insepa- adquisición de las destrezas necesarias para desenvol-
rables de la identidad cultural de los pueblos. verse en la sociedad sólo podrá hacerse efectiva me-
Sobre ellos se asientan la comunidad del len- diante la revalorización de la propia identidad cultural,
guaje y el patrimonio común. A través de ellos lo que proporciona un punto de partida que permite
asimilar de manera selectiva y útil los avances globales
se transmiten, forman y expresan las capacida-
de la ciencia y la tecnología y aprovechar las respuestas
des creativas de los individuos y colectividades que surgen de la propia acumulación cultural.” (p. 157).
362 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

como en países en desarrollo. De no considerar También en países asiáticos, africanos y de


cuando menos tres de estos procesos, y en su Europa Oriental, la multiplicidad etnocultural
carácter global, la reflexión quedaría privada aumenta la conflictividad social, en la medida
de elementos decisivos: en que las sociedades se abren a los mercados
mundiales e incorporan valores como la liber-
i) La reformulación de la ciudadanía en fun- tad de expresión y de afirmación cultural, con
ción de identidades culturales es un tema de lo cual se intensifican demandas de afirmación
presencia creciente y concomitante en todas étnico-territorial y religiosa. El factor cultural
las latitudes. En el mundo industrializado, so- no sólo es una variable decisiva al interior de
bre todo en Estados Unidos y Europa Occiden- los países, sino que impacta cada vez más en
tal, las migraciones internacionales aumentan las relaciones internacionales.17
la incidencia de minorías no sólo en el aspecto
demográfico, sino también en un sentido socio-
cultural y, en consecuencia, político. entramado de crisis y exclusión existente en esos países.
En el mundo en desarrollo, el impacto de Es, según Rodinson, dicha crisis y exclusión lo que ha
la globalización sobre las culturas endógenas llevado a una relectura en clave mesiánica de los textos
sagrados, y a una refundación de una historia integrista
ejerce un impacto de análoga magnitud. El caso como base de legitimación de los movimientos que buscan
del Islam es muy ilustrativo: no sólo muestra una salida radical-integrista a la crisis (véase M. Rodinson,
cómo un factor cultural impacta las relaciones L’Islam: politique et croyance, París, Fayard, 1993).
económicas y políticas, sino también, inversa- 17 “Así, por ejemplo, la plasmación de iniciativas de in-
mente, cómo en los propios países islámicos tercambio comercial entre Estados Unidos y Japón está
la falta de integración social de la dinámica condicionada por las posibilidades de comunicación
entre orientaciones culturales distintas, trasladándose
modernizadora refuerza la integración cultural
el sentido económico de la competencia a esferas cultu-
por vía de un tradicionalismo mesiánico.16 rales y políticas. En el mismo sentido […] temas como la
modernización, la democracia y la unificación nacional
en Corea están asociados con el metabolismo cultural de
16 Maxime Rodinson hizo recientemente una reflexión su propia transformación política.” (F. Calderón, “Proce-
bastante heterodoxa en la cual explica la extensión del sos culturales y estrategias de modernidad en América
fundamentalismo islámico menos como un retorno a un Latina”, ponencia presentada al “International Forum
pasado que nunca fue tan integrista, y mucho más por el on Development Problems. Nations, Tribe and Citizen-
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 363

ii) Tanto las sociedades avanzadas como aque- si aspira a niveles crecientes de competitivi-
llas en desarrollo enfrentan un problema co- dad, requiere hoy de la formación de un núcleo
mún, a saber, que la modernización productiva, duro de inteligencia. Pero a la vez requieren,
desde su propia aspiración democrática y de
desarrollo nacional, que este núcleo duro no se
ship. The Crisis of the State in Contemporary Societies”,
Roma, 2 al 4 de diciembre de 1992, pp. 3 y 4). Véase tam- construya a la manera elitista, sino que forme
bién, al respecto: K. van Wolferen, “Une nouvelle appro- parte de un proceso de construcción protago-
che de la question japonaise”, Regard froid sur le Japon, nizado por el conjunto de la sociedad.
serie, Notes de la Fondation Saint-Simon, París, 1990; M. Una construcción democrática del desarro-
Cooper, La recherche d’un consensus, París, Organiza-
llo no parece viable cuando el campo de nego-
ción de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE),
1982. Un importante análisis histórico sobre la cultura ciaciones y consensos políticos se restringe a
política y el proteccionismo en Estados Unidos puede las élites. La propia delegación política de los
encontrarse en S. Lipset y J. Hayes, “Las raíces sociales gobernados a los gobernantes obliga a las éli-
del proteccionismo norteamericano”, y Sung-Jo Han, tes tecnopolíticas, en los escenarios emergen-
“The Korean experiment”, Journal of Democracy, Vol. 2,
N° 2, Washington, D.C., 1991. Un llamativo análisis sobre tes de la llamada “sociedad comunicacional”
los límites de la construcción ciudadana en el Japón en y “sociedad del conocimiento”, a movilizar la
relación con los hijos de migrantes japoneses o corea- capacidad de intervención de los ciudadanos,
nos puede consultarse en T. Miyasima, “Immigration and proveyendo los mecanismos de información,
the redefinition of ‘citizenship’ in Japan: ‘One people-one
comunicación y socialización del conocimien-
nation’ in question”, ponencia presentada al “Internatio-
nal Forum on Development Problems. Nation, Tribe and to entre los miembros de la sociedad.18
Citizenship”, Roma, 2 al 4 de diciembre de 1992. Para el
caso de India, consúltese T. K. de Oommen, “Insiders and
outsiders in India: primordial collectivism and cultural 18 Según A. Touraine, lo específico de una sociedad
pluralism in nation-building”, International Sociology, programada o posindustrial es “introducir grandes
Vol. 1, N° 1, marzo de 1986, pp. 53-74. Para el caso de Eu- aparatos centralizados de gestión en los dominios más
ropa Occidental consúltese J. Habermas, “Cittadinanza diversos de la vida social […] El término es inexacto
e identittá nazionale”, Micro Mega, N° 5, 1991. Véanse pero indica a las claras que se forman centros de de-
además los siguientes textos: G. Quaranta, “Cittadinanza cisión y gestión capaces de producir no sólo sistemas
attiva e rifforma della democrazia”, Democracia diretta, de medios sino también objetivos de la actividad social,
N° 3, 1990; F. Furet, P. Rosavallon y J. Julliard, La Répu- tecnologías de salud, del consumo o de la información.
blique du Centre, París, Calmann-Lévy, 1989. Esta movilización ofrece muchas oportunidades a los
364 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

iii) La globalización de la cultura, resultado de tendencia hacia la descentralización de las em-


la industria y el mercado cultural, generó una presas transnacionales.19
serie de fenómenos que replantean los proce- La llamada “sociedad programada” o “infor-
sos de construcción nacional. Uno de los fe- matizada” implica, pues, una recomposición
nómenos más acuciantes es la construcción radical de las relaciones entre los distintos gru-
de un tiempo cultural sincrónico para el con- pos sociales y de cómo éstos se organizan al
junto de las sociedades nacionales, donde los interior de la sociedad.
hechos y decisiones en un determinado lugar
afectan inmediatamente a otro, generando una Estos tres procesos llevan a plantear desafíos
simultaneidad planetaria de la información. En de construcción de ciudadanía desde una pers-
el plano económico, esto implica la tendencia pectiva cultural. Por una parte, la demanda de
a la disolución de economías propiamente na- identidad se hace más presente en la medida
cionales y a la constitución de una unidad eco- en que se multiplican las identidades cultura-
nómica internacionalizada, que funcionará de les en el seno de la sociedad, y porque las iden-
manera sincrónica. Tenderían a imponerse, de tidades colectivas se exponen a influencias
este modo, políticas económicas internaciona- múltiples por efecto del patrón globalizado de
lizadas. En la misma línea, la reorganización de modernización. Por otra parte, la centralidad
los escenarios culturales y los cruces constan- del conocimiento en el aumento de competi-
tes de las identidades exigen preguntarse de tividad de las economías nacionales reclama
otro modo por los órdenes que sistematizan una suerte de “construcción social de inteli-
las relaciones materiales y simbólicas entre gencia”, vale decir, una capacidad de asimi-
los grupos. Fenómenos especialmente impor- lación y respuesta societal, que permita incor-
tantes para varias situaciones serían la deste- porar dinámicamente la producción y difusión
rritorialización de identidades culturales, y la del conocimiento a los procesos productivos
en todos los niveles de la economía. Esta ca-

individuos pero implica el riesgo de acrecentar la ca-


pacidad de manipulación de un poder absoluto” (A. 19 N. García Canclini, Culturas híbridas: estrategias
Touraine, El retorno del actor, Buenos Aires, EUDEBA, para entrar y salir de la modernidad, México, D.F.,
1987, p. 143). Editorial Grijalbo, 1990, pp. 288-289.
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 365

pacidad depende, en importante medida, de la cultural y la racionalidad instrumental que ope-


síntesis que pueda proyectarse entre el acervo ra en las exigencias de reconversión producti-
cultural y la incorporación de nuevas destre- va y de aumento de la competitividad interna-
zas y conocimientos.20 cional de las economías nacionales. Los proce-
Los procesos referidos resitúan la proble- sos de modernización pueden capitalizar este
mática de la construcción ciudadana moderna acervo cultural preexistente, y también pueden
en un vértice donde la cultura es fundamental confrontarlo. El caso japonés, por ejemplo, es
pero a la vez plantea esta misma construcción muy ilustrativo en cuanto a las relaciones diná-
en una situación de conflicto. Es claro, por micas entre el acervo cultural y la moderniza-
ejemplo, que existe tensión entre la tradición ción acelerada.
La modernidad propia del ciclo industrial
ha sido un proceso histórico limitado, pues
20 La capacidad de respuesta a los cambios del me- no logró la integración plena de la sociedad
dio constituye un rasgo propio de todas las culturas.
Cada cultura es “una construcción mental que tiene
como producto de su propia actividad. Pero
una estructura lógica profunda, una gramática no in- los límites de la misma son diferentes según la
mediatamente discernible, que gobierna y refuerza los sociedad desde donde se la vive y desde don-
valores explicitados, y que ofrece reglas alternativas de se la piensa.
para circunstancias distintas.” (J. Durston, “Cultura, En las sociedades avanzadas de Occidente,
conocimiento y modernidad: elementos fundamentales
de la lucha indígena”, ponencia presentada al seminario la construcción ciudadana ha podido contar
“Pueblo mapuche y desarrollo: desafíos y propuestas”, con conquistas mucho más amplias que en
Angol, Chile, 14 al 16 de enero de 1993, p. 6). Y más ade- América Latina y el Caribe. En los países islá-
lante: “Las culturas están constantemente cambiando micos, en cambio, pareciera que los fracasos
y adaptando sus creencias y normas en respuesta a los
en materia de integración social han reforzado
cambios que ocurren diariamente en el medio social,
económico e intelectual. En este sentido, no existen el desarrollo de un neocomunitarismo anti-
culturas tradicionales: no hay ninguna cultura en el moderno. En el Sudeste Asiático y en Japón,
mundo que hoy siga exactamente idéntica a lo que era la modernización ha tenido un origen elitista,
hace una generación, y ni siquiera a lo que era el año pa- pero resultó socialmente más incluyente que
sado. Una cultura, como un ‘idioma silencioso’, cambia
en nuestra región, y contó con mayor legitimi-
permanentemente con los cambios en el uso que hacen
de ellas las personas.” (Ibíd., p. 7). dad cultural. No obstante, en tales regiones la
366 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

modernización exhibe importantes rezagos en sexto continente que ha surgido con el posco-
los planos de la ciudadanía y del reconocimien- munismo y donde en menos de tres años han
to de diversas culturas ajenas a las nacionalida- aparecido 17 nuevos estados—,21 comparten
des dominantes. un patrón, a saber: el intento de reforzar, re-
Un fenómeno de singular importancia res- fundar o fundar construcciones identitarias
pecto a los nuevos procesos de internaciona- antimodernas.
lización de la cultura y de la política lo cons- Estas construcciones responden a una pro-
tituye la generación de una serie de “culturas funda decepción respecto de los procesos de
antimodernas” en buena parte de los países en modernización; tales procesos son vistos por
desarrollo. También pueden observarse, empe- un sector importante, e incluso mayoritario de
ro, rasgos fundamentalistas en las sociedades la población, como inducidos exógenamente:
industrializadas. La comprensión de estos fenó- casi somos una simple entrada “en la historia
menos nos parece esencial para plantear, desde del otro”.22
y para América Latina y el Caribe, las formas Esta percepción de los procesos de moder-
que hoy deben asumir las dinámicas de la mo- nización como procesos extraños, coincide
dernidad y la “universalidad” en nuestra región. con la crisis económica de muchos países en
Este panorama conflictivo por el que atra- desarrollo, y con la imposibilidad de los Esta-
viesan las diferentes regiones del planeta re- dos de responder a la expectativa de bienes-
lativiza las expectativas optimistas que identi- tar y progreso general que en algún momento
ficaron el fin de la Guerra Fría con una exten- despertaron, y en torno a la cual lograron una
sión generalizada y rápida de la modernidad y capacidad movilizadora que hoy han perdido.
del sistema democrático. Actualmente presen- Tales procesos de modernización en crisis
ciamos una complejización aún mayor de la re- no tuvieron un mismo principio inspirador.
lación entre modernidad e identidad cultural, Para ilustrar la diversidad de principios puede
o entre universalidad “moderna” y particularis-
mos regionales.
21 I. Ramonet, “Temps nouveaux”, Le Monde diploma-
Los diversos conflictos nacionales o interna- tique, Año 40, N° 470, mayo de 1993.
cionales que actualmente desgarran una buena
22 A. Gouffenic, “Femmes, temps, cultures”, A la recher-
parte del mundo en desarrollo —esa suerte de che du temps des femmes, París, ACC et Tierce, 1985.
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 367

invocarse la inspiración nacionalista-secular bos, de sectas irracionalistas y de neomesia-


de India, la socialista-nacional de Argelia, la nismos religiosos. Estas tendencias pueden,
orientación conservadora prooccidental del en condiciones de crisis, alcanzar dimensio-
Irán imperial, los diversos modelos de Estado- nes insospechadas, en desmedro del pluralis-
partidos africanos y los modelos comunistas mo y la tolerancia.
del Cáucaso soviético y los Balcanes. Por eso resulta hoy día de capital impor-
Sin embargo, todos ellos se nutren de las tancia considerar la modernidad como posi-
dificultades para integrarse por vía de la mo- bilidad de síntesis: no como una negación de
dernización económica y social. Todos ellos los particularismos, sino como la difusión de
enfrentan con problemas el desafío de cons- una mentalidad abierta que permita alcanzar
truir una síntesis entre cultura tradicional y síntesis enriquecedoras entre tradición y cam-
modernidad, comparten la constitución de una bio, entre apertura al mundo y afirmación de la
élite dirigente que es percibida como escindida identidad propia.
de la sociedad, y no han logrado consagrar ca- En países de América Latina y el Caribe pue-
nales extendidos de participación democrática. de también observarse una tensión conflictiva
Las construcciones identitarias antimoder- en la relación entre identidades culturales y
nas no son patrimonio del mundo en desarrollo democracia política, si bien en un sentido muy
ni del poscomunismo. Tampoco son uniformes distinto: tensión entre la voluntad de partidos y
en su ataque a la modernidad: el caso de In- empresarios por institucionalizar el sistema po-
dia muestra que pueden incluso incorporar de lítico, por una parte, y la orientación de cambio
buen grado la racionalidad instrumental de la cultural y social por parte de movimientos so-
cual la modernidad es portadora, cuestionando ciales importantes, como son los movimientos
los aspectos de racionalidad normativa, la de- éticos, simbólico-expresivos, regionales, coo-
mocracia, la secularización y la tolerancia. perativos, indígenas, de mujeres, de jóvenes,
Con mayor o menor presencia ellas cruzan de obreros y los localistas urbanos y rurales.
todas las sociedades contemporáneas, cons- Por cierto, estas tendencias varían de una
tituyendo aquello que se ha denominado el situación nacional a otra, y los propios acto-
“lado oscuro de la modernidad”, conformado res oscilan en el tiempo entre la búsqueda de
por la emergencia de nacionalismos xenófo- institucionalización política o autoafirmación
368 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

cultural. Pero baste consultar la prolífica lite- pierden en los anales de la historia y otros so-
ratura sobre movimientos sociales en América breviven, modificándose en su relación con las
Latina y el Caribe para verificar que éstos no tendencias más universales a las que se vincu-
sólo se hallan comprometidos en luchas de su- lan. Hoy día dicha exposición alcanza grados
pervivencia o por satisfacer las llamadas nece- inéditos de intensidad. Los procesos de inter-
sidades “básicas”, sino también en luchas por nacionalización, el acceso a la comunicación
la producción de sentido y de formas colecti- global, los cambios en el perfil educativo de la
vas de producción cultural.23 población, las nuevas relaciones generaciona-
Esto resignifica la noción de ciudadanía, les y de sexo, los nuevos patrones de compor-
ubicándola en el cruce entre los derechos de tamiento y consumo: todo ello genera una ten-
representación política y los derechos al uso dencia imposible de contrastar de diálogo con-
de espacios públicos para la afirmación de flictivo y quizá de ruptura con la tradición. En
identidades culturales. Las demandas sociales este marco se vuelve urgente entender cómo
por mayor participación, información, comuni- se están conformando estos nuevos cruces y
cación o publicidad no son ajenas a las iden- cuáles son sus potencialidades para el proceso
tidades culturales de los sectores populares o de desarrollo.
excluidos: la cultura aymara y quechua en el La valorización de la dimensión cultural del
mundo andino, la de los “pelados” en México, o desarrollo puede recrear horizontes que im-
la de los marginales urbanos en Río de Janeiro pregnen a la política —y a las políticas— con
y en Caracas. una potencia movilizadora que convoque y
En la interacción con las fuerzas moderni- “seduzca” a los actores sociales que se hallan
zadoras, estas identidades culturales se redefi- más replegados sobre su propia identidad. Ten-
nen incesantemente. Algunos de sus rasgos se dencias emergentes en la percepción social
convergen, desde esta mirada, en una mayor
“culturización” del desarrollo y de la política.24
23 Para una visión relativamente completa sobre los
movimientos sociales en la región, véase A. Escobar
y Sonia Álvarez (comps.), The Making of Social Mo- 24 El rescate de los nuevos movimientos sociales
vements in Latin America, Nueva York, Westview muestra una preocupación por la constitución de iden-
Press, 1992. tidades colectivas, sean regionales o sectoriales. La
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 369

De lo que se trata entonces es de penetrar mente. El sentimiento o la autoimagen de su-


en el entramado cultural que constituye el con- perioridad que han tenido las élites dominan-
junto de representaciones y autoimágenes que tes, y que preservan todavía en gran medida,
circulan entre los sujetos, sobre todo aquellos es fiel reflejo de esta discriminación. De esta
para quienes la ciudadanía es, hasta ahora, más manera, la diversidad cultural en la región no
una carencia que un hecho. Como se verá en ha plasmado en una cultura de la tolerancia y
las páginas que siguen, la dialéctica entre “in- del reconocimiento del otro-distinto como un
tegrados” y “excluidos” en nuestra región tiene semejante en derechos, sino todo lo contrario.
una profunda raigambre cultural que refuerza
este patrón de exclusión e inequidad, y le plan-
tea dificultades muy grandes a la construcción 3. La dialéctica de la negación
de una ciudadanía moderna. del otro como imposibilidad
Sostenemos en las páginas siguientes que de ciudadanía
los procesos de exclusión social y degradación
o discriminación cultural se refuerzan mutua- La relación conflictiva con el otro-distinto-
de-sí se remonta al período de descubrimien-
to, conquista y evangelización del continente.
preferencia por los movimientos sociales frente a los Pero no acaba allí, sino que sobrevive y se
partidos políticos implica el privilegio de nuevas lógi-
cas de dinámica social, la búsqueda de nuevas formas transfigura innumerablemente a lo largo de
de hacer política y un aterrizaje de la exaltación de nuestra historia.
la diversidad. La revaloración de la democracia y del Importa detenerse en este rasgo para ahon-
pluralismo apuntan a la consolidación de una cultura dar en la relación entre cultura, desarrollo y
democrática y no sólo de un gobierno electo por las
ciudadanía en la región: la dialéctica de la ex-
mayorías […] La reorientación de las ciencias sociales
también implica un cambio en la forma de comprender clusión, que en modo recurrente atraviesa el iti-
la realidad social, a partir de la constatación de la com- nerario modernizador en la región desde fines
plejidad progresiva, la desarticulación creciente y el po- de siglo pasado, y la dialéctica de dominación
limorfismo del tejido social. M. Hopenhayn, “El debate entre las aletas (políticas y socioeconómicas)
posmoderno y la dimensión cultural del desarrollo”,
y la sociedad toda, tiene un “suelo histórico”
Imágenes desconocidas: la modernidad en la encruci-
jada posmoderna, Buenos Aires, CLACSO, 1988, p. 67. en la dialéctica de la negación que se remonta
370 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

al fenómeno de la conquista y de la evangeli- menor complejidad o mayor dispersión, tales


zación, y se prolonga por toda nuestra historia como las comunidades amazónicas, mapuches
bajo la forma de la negación del otro: ese otro o caribeñas. Muy distinta ha sido, también, la
que puede ser mujer, indio, negro, campesino o dinámica de la negación del otro, cuando tuvo
marginal urbano.25 por base la migración esclava del África, aun-
La negación del otro presenta, en su desa- que se superpone con los casos anteriores, ge-
rrollo histórico, matices diversos. Esta cons- nerando escenarios distintos, como se observa
trucción difiere, por ejemplo, si el encuentro en el caso de Brasil y de buena parte del Cari-
cultural se realizó sobre la base de sociedades be. Los matices se hacen todavía más comple-
ya complejas, como las andinas o mayas,26 o si jos al considerar las migraciones europeas más
el encuentro se produjo frente a sociedades de recientes, que se entroncaron con sociedades
republicanas constituidas, tornando más com-
pleja la construcción de identidades naciona-
25 No pretendemos reducir el patrón de exclusión a les, como en los casos de Argentina y Uruguay.
una originaria dialéctica de la negación que marca el Como bien ha subrayado R. Adams para el
inicio de la Conquista de América. Por cierto, la exclu- caso de Guatemala, y que puede hacerse ex-
sión hoy día se explica por múltiples fenómenos, de
carácter sociodemográfico, por las dinámicas (o insufi- tensible a buena parte del continente, los pro-
ciencias dinámicas) de acumulación capitalista, etc. Sin cesos de cambio sociocultural contemplan la
embargo, la negación originaria de la cultura del otro transición de sociedades culturalmente parti-
—negación enraizada en los procesos de conquista, co- culares, relativamente desestructuradas, hacia
lonización y evangelización—, constituye un mástil en
la constitución de culturas nacionales, donde
torno al cual se adhiere, con mayor facilidad, el itine-
rario de la exclusión que adviene en las dinámicas de el peso y la evolución siempre irregular de las
modernización y en los sesgos elitistas de constitución relaciones socioculturales impiden que se pre-
de nuestras sociedades nacionales. figuren de manera acabada sociedades moder-
26 En tales sociedades la temática del otro tiene rela- nas integradas.27
ción con un ethos cultural ya diverso, y los resultados,
en palabras de René Zabaleta, son “sociedades abiga-
rradas” (véase R. Zabaleta, “Forma, clase y multitud en 27 Citado por J. Medina Echavarría, Sociología lati-
el proletariado minero de Bolivia”, Bolivia hoy, R. Za- noamericana, San José, Costa Rica, Editorial Univer-
baleta [comp.], México D.F., 1983). sitaria Centroamericana (EDUCA), 1980, pp. 119-120.
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 371

La dialéctica de la negación contiene mu- como diferenciación entre el lugar del logos
chos pliegues. Desde el lado del descubridor, y el lugar del rito. El otro —indio, autóctono,
el conquistador, el evangelizado el coloniza- no occidental— es el sujeto en que se realiza
dor, el criollo y finalmente el blanco, la nega- el rito: la realidad mágica, el folclore, el saber
ción parte de un doble movimiento: de una precientífico, la expresividad espontánea y el
parte se diferencia al otro respecto de sí mis- arte local. El logos —como dominio de la ra-
mo, y enseguida se le desvaloriza y se le sitúa zón, del discurso “verdadero”, de la ciencia y
jerárquicamente del lado del pecado, el error o del desarrollo— es el dominio del “blanco” del
la ignorancia.28 occidental, en suma, la voz del progreso.29 La
En el pensamiento latinoamericano, e inclu- síntesis entre “lo propio y lo universal” que se
so en sus ideologías del progreso y del desa- requiere para constituir una modernidad “au-
rrollo, esta jerarquía se perpetúa todavía hoy téntica” sigue faltando.
Mientras el “otro” (mujer, indio, negro, cam-
pesino, marginal) debe internalizar este logos
28 Esta desvalorización no es, empero, uniforme. para acceder al desarrollo y al progreso, el rito
Incluso del lado de la evangelización, la actitud de la en cambio puede permanecer restringido a las
Iglesia hacia las culturas no cristianas o autóctonas culturas autóctonas y locales, sin necesidad de
alcanzó momentos de comprensión, si bien desde una ser internalizado por parte de los “portadores”
jerarquía de valores ya asumida. Valgan las palabras del
fraile Bartolomé de las Casas: “Así, estos indios, total- del logos.30 El colonizador, el evangelizador, y
mente inocentes, no pueden ser acusados por no entrar
en razón con sólo la prédica de las primeras palabras
del Evangelio, pues ellos no entienden al predicador. 29 Véase G. Bravo, op. cit.
No están obligados a abandonar de golpe su religión 30 “A la visión de los vencidos se le reconocerá como
ancestral, porque no comprenden que esto es lo que máximo su dimensión estética e incluso política —es
les resulta mejor […] no existe mayor ni más difícil de- el caso de Mariátegui respecto al ayllu o comunidad in-
cisión para un hombre que abandonar la religión que caica, en tanto forma natural de la comunidad—, por la
ha abrazado”. En este sentido De las Casas “se sitúa información ‘antropológica’ cuando no ‘folclórica’ que
en una suerte de frontera indecible entre la salvación aportan respecto al ‘pasado americano’, por el aporte
y la negación del otro” (G. Bravo, “La estructura íntima de sus ‘rituales’ a la gestación de un ‘mestizaje cultural’
del pensamiento latinoamericano: descubrimiento del y/o ‘religioso’, pero no se le concederá jamás estatuto
otro”, Santiago de Chile, inédito, p. 25). de pensamiento.” (G. Bravo, op. cit., p. 8).
372 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

más tarde también el político o el planificador, la cultura dominante se ha resistido, en cam-


integran el rito como forma de “compensación- bio, a reconocer que en la historia también
cooptación” del otro. En el intercambio cultu- se han dado formas concretas de enriqueci-
ral, el rito es reconocido a cambio de que se miento mutuo entre los dominios del rito y del
subordine al dominio del logos. Esto, pese a logos. Olvida que el “otro” constituye no sólo
que históricamente el mundo simbólico de las una presencia mayoritaria en regiones como
culturas autóctonas ha mostrado especial dina- el Caribe o el mundo andino, sino que además
mismo y permeabilidad para combinarse con el ha sido y es una presencia insoslayable en las
“logos” de la cultura occidental. Ejemplo claro más diversas manifestaciones de la cultura y
de ello es la producción del barroco andino en la sociedad.
toda la región. La negación del otro por parte de las éli-
En términos esquemáticos se puede afirmar tes políticas y económicas (las élites asumen
que el colonizador, el evangelizador y, en ge- su identidad como criolla, casi nunca como
neral, el sujeto de la cultura dominante, le han mestiza) tiene, asimismo, otras caras contra-
respetado a las culturas oprimidas sus prác- puestas y pendulares. Por un lado el otro es
ticas de producción y reproducción: sistemas el extranjero, y la cultura política latinoameri-
de cultivos, organización comunitaria, estra- cana, en sus versiones más tradicionalistas y
tegias de supervivencia. En ello se ha podido autoritarias, ha exhibido con frecuencia esta
ver que la racionalidad productiva “autócto- resistencia al otro-extranjero: aquello que
na” no ha estado necesariamente reñida con “amenaza nuestra identidad” desde fuera, que
la racionalidad instrumental “exógena”.31 Pero corroe la nación como un virus que se introdu-
ce desde la frontera. En el extremo opuesto, el
propio “criollo” latinoamericano ha negado al
31 Los análisis de John Murra acerca de la racionali-
dad productiva andina, su organización multicíclica en
varios pisos ecológicos, y su vinculación a procesos de
distribución macrorregionales y no mercantiles, mues- tituto de Estudios Peruanos (IEP), 1975). Para una dis-
tran la existencia, en la cultura andina, de un sistema cusión sobre la problemática, véase S. Rivera Cusican-
altamente racionalizado de producción que pervive y qui, “Sendas y senderos de la ciencia social andina”,
se reproduce hoy día (véase J. Murra, Formaciones Revista autodeterminación, N° 10, La Paz, octubre de
económicas y políticas del mundo andino, Lima, Ins- 1992, pp. 83-108.
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 373

otro de adentro (al indio, al mestizo) identifi- oprimida.32 También se desarrollan, del lado de
cándose de manera crítica y emuladora con lo este otro-negado, estrategias de preservación
no autóctono, sea europeo o norteamericano. de la diferencia, que se observan claramente en
Este juego de identificaciones ha sido muy im- la música, el arte, la danza, el ritualismo y el
portante y eficaz en la construcción de institu- sincretismo religioso, los sistemas de cultivo y
ciones reales. de supervivencia, los vínculos comunitarios y
Desde el lado del “negado” (indio, negro, las reivindicaciones de territorio y de uso de la
esclavo, mujer, mestizo, campesino, marginal, lengua vernácula.
pobre), el proceso de negación del otro tam- La negación del otro en la región se ex-
bién se vive con más de una cara. Por un lado plicita de la manera más clara y sostenida
se introyecta como auto negación, es decir, en la discriminación de las etnias indígenas
como cercenamiento de la identidad propia y afroamericanas. La discriminación étnica
frente a sí misma. Despojado del asidero que contra los negros de las culturas afroameri-
podía dispensarle su propia identidad cultural, canas no desaparece después de abolida la
y del horizonte de sentido que dicha identidad esclavitud: “La visión del negro como expli-
le confería a su vida, navega por una orfandad cación esencial del calamitoso cuadro que
interminable en medio de un mundo en que presentaban algunas repúblicas latinoame-
no logra reconocerse. Por otro lado se vive ricanas del siglo XIX se fortaleció aún más
esta negación como una asimilación siempre cuando, al correr de los años, posteriormen-
deseada y siempre frustrada al mundo de lo te a la abolición, quedó claro para el sim-
“blanco”, al progreso, en fin, a la moderniza- plismo racista que los negros no constituían
ción. La identidad se ve de esta manera signa-
da por una suerte de promesa incumplida o de
proyecto trunco. 32 “Se llama cultura oprimida aquella que carece de
El otro-oprimido aparece siempre al margen instituciones encargadas de la producción de conoci-
de los espacios sociales en que se formulan y mientos y de normas o estrategias para negociar, mo-
deciden los grandes proyectos colectivos, y en dificar y adaptar los proyectos de sociedad de sus por-
tadores.” (J. Casmir, Vigencia de la cultura oprimida”,
que se asignan los recursos. Esta falta de ac-
Cultura y creación intelectual en América Latina,
ceso define, en importante medida, la cultura México, Siglo XXI Editores, 1984, p. 67).
374 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

factor de atraso por ser esclavos, sino por No es casual que en buena parte de la región
negros”.33 los movimientos indianistas, cada vez más in-
Son escasos los mecanismos de reconoci- tercomunicados entre sí, plantean con fuerza
miento de viejas y nuevas dinámicas etnocul- importantes reformas culturales, reclamando
turales, y la irrupción de nuevos movimientos la constitución de estados pluriétnicos y pluri-
y movilizaciones indígenas nacen del reclamo nacionales.35
por esta carencia. En varios países del conti- La dialéctica de la negación del otro prece-
nente los indios son la mayoría, “pero ni su de a la dialéctica de la exclusión. La negación
lengua es la oficial, ni su cultura la dominan- no se interrumpe: se transmuta. En la historia
te, ni sus instituciones la base de la organiza-
ción estatal”.34
gente ‘culta’— conocen algún fragmento de la antigua
filosofía o poesía náhuatl pero ignoran que en el centro
de México existe más de un millón y medio de hablan-
33 M. Romero Fraginals (comp.), África en América tes de náhuatl. ¿Por qué? Porque el náhuatl sólo lo ha-
Latina, México, Siglo XXI Editores/UNESCO, 1977, p. bla la cocinera en la cocina, el peón de albañil de una
49. El mismo autor señala que, al quedar como trabaja- obra en construcción o el campesino trabajando sus
dores “libres” y despojados de ese factor de cohesión escasos surcos de mala tierra de temporal.” (R. Staven-
sociocultural que fue la esclavitud, “se daba en la rea- hagen, “Resistencia y renacimiento cultural indígena”,
lidad una situación que pura y simplemente vedaba al Cultura y creación intelectual en América Latina, op.
negro el acceso a los niveles de cultura y participación cit., p. 307).
social que podrían haberle permitido actuar eficazmen- 35 Véase al respecto la compilación realizada por G.
te, tanto en el sentido de la adopción mimética de los Bonfil Batalla, Utopía y revolución, México, Nueva Ima-
valores ‘blancos’, como en el de revalorización de los gen, 1981; y X. Albó, “El retorno del indio”, Revista an-
valores ‘negros’ (Ibíd., p. 51). dina, N° 2, Lima, diciembre de 1991. Para el caso del
34 G. Bonfil Batalla, “La nueva presencia política de afroamericanismo en el Caribe francés, véase J. Casmir,
los indios: un reto a la creatividad latinoamericana”, The Caribbean: One and Divisible, serie Cuadernos de
Cultura y creación intelectual en América Latina, op. la CEPAL, N° 66 (LC/G.1641-P), Santiago de Chile, no-
cit., p. 141. Y en otro texto: “Hay quienes se maravillan viembre de 1992; publicación de las Naciones Unidas.
ante las ruinas de las ciudades mayas y sienten por ellas Para un análisis del creole hispano y su evolución, véa-
un auténtico orgullo nacional, pero ignoran que más de se A. Quintero, ¡Seis, bomba, danza… sonata… salsa y
un millón de personas hablan y piensan en maya y viven control! Sociología de la música del Caribe, San Juan,
su vida cotidiana como mayas. Hay quienes —entre la Puerto Rico, en prensa; y M. Romero Fraginals, op. cit.
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 375

de la región hay continuidad temporal entre la Por un lado, el rechazo por parte de quienes asu-
negación y la exclusión: los descendientes de men valores universalistas de modernización
los negros que fueron esclavos traídos de Áfri- pero no los asocian con las identidades cultura-
ca, y de los indios que fueron sometidos por les específicas de la región sino, por el contra-
la conquista, son hoy, en su mayoría, pobres y rio, subvaloran estas identidades y emulan a las
marginados (aunque no sean los únicos pobres élites de los países industrializados. Esto cons-
o marginados). El estigma no se interrumpe ni tituye una prolongación de la mentalidad colo-
con las revoluciones de independencia, ni con nial y podría expresarse metafóricamente en el
las empresas modernizadoras, ni con el Estado deseo de construir un futuro sin memoria. En
de derecho. las antípodas de esta sensibilidad, el rechazo a
Las distancias socioeconómicas, en muchos la modernidad se expresa en quienes la perci-
países de la región, siguen acompañadas por el ben como amenaza a las raíces culturales, y se
color de la piel o por la lengua. Las relaciones refugian en ideologías comunitaristas cerradas
de servidumbre con el personal de servicio en sobre sí mismas, que resisten los cambios y la
los hogares de clase media o clase alta, y con apertura hacia el intercambio global.
los trabajadores agrícolas y fabriles, sobreviven Así, la mirada de los primeros, que niega ha-
a la supuesta vocación igualitaria de la moder- cia dentro, se complementa y refuerza con esta
nidad, y son la evidencia de que dicha dinámica mirada esencialista que niega hacia fuera. En
es, todavía, un desafío pendiente en la mayoría ambos casos se muestra una fuerte resistencia
de nuestras sociedades. Y si bien existe un cier- a rasgos propiamente modernos, vale decir, a
to margen de movilidad social de abajo hacia las dinámicas sociales, las tensiones intercul-
arriba en un porcentaje de los grupos étnicos, turales y la incertidumbre que caracterizan los
esta movilidad siempre ha sido lo suficiente- procesos de la modernidad. Esta resistencia
mente exigua como para mantener una estra- suele fundarse en valores rígidos que con fre-
tificación social que, en términos generales, se cuencia materializan en una política conspira-
corresponde con una estratificación étnica. tiva y poco democrática.36
Esta negación/exclusión del otro entraña un
doble rechazo al sentido más democrático e in-
36 Es interesante en este sentido el caso de las cultu-
tegrador que pueda pretender la modernidad. ras migrantes, internas o fronterizas. Así, por ejemplo,
376 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Pero las dinámicas de negación del otro no provenientes de España, Italia, Polonia, Rusia
sólo tienen su origen en procesos de conquista y otros países de Europa. Su situación los puso
y colonización, ni la discriminación se remite en tierra de nadie, entre dos aguas y dos “pa-
siempre a una negación de las etnias indígenas, trias” en que, tanto al salir como al llegar, de-
asiáticas o afroamericanas. En países como bieron pagar el precio de distintos tipos de dis-
Argentina, la relación conflictiva con el otro criminación. En sus países de origen padecie-
encuentra un precedente igualmente decisivo ron la guerra, la exclusión socioeconómica, la
en las migraciones europeas de fines de siglo represión étnica y religiosa, o bien la violencia
XIX y comienzos del siglo XX, sobre todo en las política e ideológica. En la “tierra prometida”
zonas metropolitanas. Dichas corrientes mi- (Buenos Aires y el mito de la pampa húmeda)
gratorias arribaron masivamente a Argentina, les fueron negados, desde el momento del des-
embarco y por tiempo prolongado, múltiples
derechos de ciudadanía política.
el epíteto de “cabecita negra” fue históricamente usado
en Buenos Aires para hacer referencia, de manera pe-
Las huellas de esta pérdida de territorio, tan-
yorativa, a los migrantes del norte del país o de Bolivia, to en el trauma de la expulsión como en la pre-
que formaban parte de la fuerza de trabajo no especia- cariedad del desembarco, no desaparecieron
lizada de Argentina. Pero esta desvalorización quedó con los mecanismos de integración social que
revertida en el discurso populista a partir de los años gozó la sociedad urbana argentina en décadas
cuarenta, y el propio movimiento político de orienta-
ción nacional-popular se forjó reivindicando al “cabe- posteriores. La facilidad con que los herederos
cita negra” como auténtico “ciudadano”. En el Caribe, de los migrantes despatriados acogieron, déca-
hasta la independencia tenían mayor participación en das más tarde, discursos políticos caudillescos
la administración pública las personas de tez más clara, y populistas (paradójicamente, en la sociedad
“pero, al surgir la democracia con el principio de ‘cada
más ilustrada de la región), podría entenderse,
hombre, un voto’, resultaba necesario que los parti-
dos atrajeran a la masa de la población, basándose en en parte, por esta necesidad pendiente de per-
el principio del Black Power” (R. Rex, “Introducción: tenencia y acogida. La urgencia de identidad
las nuevas naciones y las minorías étnicas, aspectos en metrópolis como Buenos Aires, construida
teóricos y comparados”, Raza y clase en la sociedad sobre la desidentidad y el drama del terruño
postcolonial, Organización de las Naciones Unidas para
perdido, es un tema que late aún bajo la piel de
la Educación, la Ciencia y la Cultura-UNESCO, París,
1978, p. 34). la gran ciudad en Argentina.
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 377

Esta discriminación a las migraciones euro- cesivas crisis de la modernización, pareciera


peas no eliminó, sino que complejizó una situa- encontrar su tronco materno en esta originaria
ción de origen colonial, donde se mantuvo una negación del otro.
fuerte discriminación de las minorías étnicas La compensación cultural nos provee aquí
alejadas de las metrópolis, de los “cabecitas ne- no sólo de una explicación de los orígenes,
gras” del norte del país que migraban a la me- sino también de los fantasmas que aún nos
trópolis, y de las corrientes migratorias fronte- recorren. De la inicial y prolongada imper-
rizas. La desvalorización del otro de adentro se meabilidad a esta diferencia étnica y cultural
combinó con la negación de derechos de ple- se abren muchas historias, pero sobre todo
na participación política al migrante europeo. truncadas: integración trunca, modernización
Esta situación intentó resolverse políticamen- trunca, democratización trunca. Obviamente,
te, con todos los logros y fracasos posteriores, esta fisura originaria no basta para explicar
en un discurso nacional-popular que vino a co- el fracaso de otros tantos proyectos. Pero sin
brar su mayor fuerza movilizadora a partir de la la comprensión de esta diferencia —y de la
década de 1940. diferencia dentro de nosotros— difícilmente
Por nuestra propia precariedad “sustancial” podemos deducir de nuestra identidad un pro-
nos hemos construido con base en la negación yecto de futuro.
del otro, y esta negación del otro es un cimien- Mientras se impone una racionalidad cultu-
to en el imaginario latinoamericano: signo, es- ral basada en esta dialéctica de la negación del
tigma, fantasma. La identidad basada en esta otro, se impone también la negación del vínculo
negación siempre es una identidad postergada: social de reciprocidad: el “distinto” queda des-
el criollo es no-indio, pero eso lo hace europeo; valorizado, satanizado, reprimido o silenciado.
su compulsión a huir de la diferencia le impi- Esta negación de reciprocidades en derechos y
de ver la diferencia fuera y dentro de sí, con lo en identidades hace, a su vez, que los sujetos
cual niega parte de su propio ser. En el caso del que formulan la discriminación y la reprodu-
indio, la diferencia queda también bloqueada cen en la práctica (sean conquistadores, co-
en su subjetividad, pues la padece como agre- lonizadores, evangelizadores, blancos, ricos,
sión, privación o avasallamiento. La dialéctica oligarcas, líderes políticos empresariales o sin-
de integrados y excluidos, tan citada en las su- dicales, militares, tecnócratas públicos u ope-
378 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

radores “modernos”), se atribuyen de manera La tendencia a mirar hacia fuera y la nega-


excluyente la posesión de la verdad, del buen ción de las identidades autóctonas, por parte
juicio y de la razón correcta. El discriminador de las nuevas élites criollas, muestra que entre
se convierte, así, en juez y parte del proceso de los períodos de colonia e independencia la con-
discriminación: lo crea, lo reproduce y se atri- tinuidad es mucho mayor de lo que habitual-
buye el derecho exclusivo de decidir sobre las mente se supone. Los mecanismos de negación
jerarquías establecidas por esta discriminación. del otro no desaparecen con la transición de
Sin embargo, como rasgo cultural constitu- la colonia a las repúblicas. Si bien los proce-
tivo en la región, la negación del otro es am- sos independentistas conllevaron incluso rup-
biguo en su desarrollo histórico concreto. Tal turas geográficas; en lo económico, cultural y
ambigüedad está marcada por la transforma- político los elementos de continuidad son más
ción del negador y del negado, cuya relación es importantes de lo que generalmente se piensa.
compleja y ambivalente a lo largo del tiempo, y Pues más allá de las turbulencias del período
donde la negación se vincula a rasgos de acep- posindependentista, la oligarquía de origen co-
tación y de adopción de las características del lonial continuó, en buena medida, controlando
otro como propias. Un ejemplo clásico de esta el Estado y los procesos productivos.
ambivalencia está dado por el rol de la Iglesia De manera que la restauración conservado-
Católica en la región, que en distintas fases de ra fue el resultado de la creciente hegemonía
la historia moderna y contemporánea ha dado política y cultural de estas élites sobre las re-
bases doctrinarias sea a ideologías políticas públicas emergentes.37 Llama la atención, por
antimodernas, elitistas y antiigualitarias, sea ejemplo, que en países como Argentina y Chile,
a ideologías modernizadoras, democráticas o
tolerantes. Otra ambivalencia la encontramos,
durante el siglo pasado, en la búsqueda de una 37 Véase E. Ottone, “La transformación del Estado
institucionalidad jurídica fundada en la reite- de América Latina. Desarrollo histórico y visión de
ración de constituciones francesas, inglesas y futuro”, Diversidad para el cambio, varios autores,
norteamericanas, al tiempo que en las mayo- Caracas, Editorial Nueva Sociedad, Instituto de las
Naciones Unidas para la Formación Profesional-UNI-
rías nacionales padecían una exclusión signifi-
TAR/Programa sobre el Futuro de América Latina-
cativa en lo político y en lo cultural. PROFAL, 1987.
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 379

las matanzas y los despojos de la tierra a mapu- tituciones concebidas en contextos sociocul-
ches fueron emprendidos por élites liberales o turales muy distintos, las dictaduras tradicio-
conservadoras que prolongaron la discrimina- nales han incurrido en recurrentes violaciones
ción del período colonial. de estas constituciones. Los tejidos sociales
Esta tradición excluyente y jerárquica se propios del régimen de la hacienda, de la plan-
alimenta con la constante violación de los de- tación o de los enclaves mineros, junto a la per-
rechos de las mayorías por parte de caudillos sistencia de relaciones familiares tradicionales
militares, al calor de las guerras civiles, en las de tipo patriarcal, han permitido la disociación
cruzadas de exterminio de poblaciones indí- ciudadana a la que hacemos referencia,39 y esta
genas, con la prolongación solapada de la es- disociación no se ha superado plenamente con
clavitud negra, y con el uso de mano de obra la transición desde sociedades oligárquicas ha-
a muy bajo costo para los trabajos más duros cia estructuras productivas más modernas.
o degradantes.38 En este sentido la transición hacia la mo-
Mientras la construcción jurídica de la ciu- dernidad tiene todavía un largo camino por
dadanía en la región ha tendido a emular cons- recorrer. En muchas sociedades de la región,
especialmente en las relaciones de género y
en muchos nichos de trabajo (en servicios
38 Especial consideración merece, a este respecto, la domésticos, en las zonas rurales, e incluso en
especificidad de la cuestión colonial en el Caribe an-
glosajón y francés, dado lo difundido del fenómeno de parte del empleo urbano moderno), las rela-
la esclavitud, asociado a las etnias afroamericanas. En ciones de servidumbre siguen reforzando la
un texto ya aludido, se observa que al término de las reproducción de un sistema de dominación
guerras de independencia la cuestión esclavista en las
repúblicas liberales en el Caribe se perpetúa y niega si-
multáneamente: como institución se halla condenada 39 “Gamonales, mayorales, coroneles, capangas, hua-
en la legislación y en los principios, como sistema se sipungueros, policías bravos, se encargaban de mostrar
ve afectada la esclavitud por la prohibición de la trata, cotidianamente, sobre todo en el mundo rural, que para
pero como ordenamiento socioeconómico estructural los dueños del poder no hay límites para el ejercicio de
se halla preservada en lo esencial mediante providen- su arbitrariedad y allí está el nudo de la cuestión, por-
cias legislativas, expedientes administrativos y prácti- que los derechos humanos son, precisamente, el límite
cas ilegales más o menos toleradas (véase M. Moreno a la arbitrariedad del poder: de toda y cualquier clase de
F., África en América Latina, op. cit., p. 47). poder.” (W. Ansaldi y F. Calderón, op. cit., p. 67).
380 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

que se desprende de esta dialéctica de la nega- y que sobre todo a partir de los años sesenta res-
ción del otro: el otro como distinto de sí, pero tringieron considerablemente el campo de los
también como inferior a sí. Una cultura de la compromisos, los acuerdos y los consensos. La
servidumbre y la degradación sigue sirviendo fuerte ideologización de la política y la lógica
como eje cultural de reproducción de la asi- de guerra que se generó entonces, pueden con-
metría en muchos ámbitos de actividad eco- siderarse como formas de esta dialéctica de la
nómica y de relación social.40 negación del otro. Desde posiciones conserva-
Esta dialéctica de la negación del otro se doras, el adversario político-ideológico deja de
extiende en la historia de la región más allá de ser un adversario y pasa a transformarse en un
la discriminación y represión étnicas, proyec- enemigo, infiltrado, “bárbaro de adentro”, pe-
tándose muchas veces como discriminación ligro moral para la identidad nacional. Desde
cultural, socioeconómica e incluso político- posiciones revolucionarias se da un proceso
ideológica. similar, pues el adversario es un enemigo del
Respecto de la discriminación político-ideo- pueblo, un mero agente imperialista, y debe ser
lógica, cabe destacar que sus efectos en la re- derrotado o aniquilado.
gión se han prolongado hasta la década pasada, Esta dialéctica de la negación del otro se
hizo presente en los dos extremos del arco po-
lítico-ideológico: encarnó en discursos y prác-
40 La discriminación cultural cobra especial fuerza en ticas del lado de la Revolución y la insurgencia
las relaciones de género, y esto tiene claras repercusio- de aquellos años, como también en la doctrina
nes en tres esferas. En primer lugar, resalta el caso de de la seguridad del Estado y en los regímenes
la dinámica ocupacional de las mujeres y la brecha sala- militares que la pusieron en práctica.
rial que padecen en relación con los hombres. Se obser-
Pero la historia contemporánea de la región
va que, por los efectos de crisis y ajuste, se ha generado
un aumento sin precedentes de la ocupación femenina, está hecha de flujos y reflujos, y las propias de-
sobre todo en labores donde el patrón de servidumbre rrotas en las luchas por expandir la ciudadanía
persiste; por otra parte, pese a este incremento de la forjan, a su vez, “utopías de ciudadanía” que
proporción de PEA femenina, persisten también los al- hoy día parecen encarnar con más fuerza en la
tos niveles de discriminación salarial por sexo (véase al
revalorización de los sistemas democráticos.
respecto CEPAL, Panorama social de América Latina.
Edición 1993 (LC/G.1688), Santiago de Chile, 1993). Como señalaba poéticamente José Martí, “las
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 381

heridas que tenemos son las libertades que nos Los llamados regímenes nacional-popu-
faltan”. La región está poblada por una cultura lares permitieron avances significativos en
de luchas por la ciudadanía en que ha estado materia de ciudadanía política (incluyendo
muy presente, de uno u otro modo, la lucha el derecho al voto a los antes excluidos de
por la inclusión del otro en un sistema de de- este derecho) y en el plano de la ciudadanía
rechos compartidos. En el siglo XX, buena par- social (acceso a educación, salud, suelos pro-
te del desarrollo y la construcción del movi- pios y otros derechos sociales básicos). Sin
miento obrero y campesino, y del movimiento embargo, la creación de complejos sistemas
femenino, se centraron en la consecución de de intermediación, como el clientelismo buro-
derechos ciudadanos en el plano político y en crático, el corporativismo y la constitución de
el plano social.41 Estados de tipo prebendalista, mermaron la
propia capacidad de construcción ciudadana
en los proyectos nacional-populares, y tendie-
41 El origen del movimiento obrero en la región es-
tuvo concentrado en la búsqueda del reconocimiento
ron también a subordinar las identidades cul-
de los derechos de la organización sindical, huelga,
jornada de 8 horas de trabajo, seguro social y varias
otras leyes laborales. Véase, por ejemplo, J. Godio, Revista Isis Internacional, N° 10, diciembre de 1988;
Historia del movimiento obrero latinoamericano, “Precursoras del feminismo en América Latina”, Re-
pp. 63-72. Para una visión más exhaustiva que incluye vista Mujer/Fempress, número especial, Santiago de
una revisión de 21 países, véase P. González Casano- Chile, Instituto Latinoamericano de Estudios Trans-
va, Historia del movimiento obrero latinoamerica- nacionales (ILET), 1991. Para un análisis específico,
no, México, Siglo XXI, 1984. El aporte del movimiento véase C. Salinas, La mujer proletaria: una historia
obrero a la ciudadanía moderna fue fundamental. Los por contar, Concepción, Chile, Ediciones LAR. Para
orígenes contemporáneos del movimiento de dere- un análisis teórico actualizado, véase J. Astelarra,
chos de la mujer, muy a menudo cercanos al movi- “Recuperar la voz: el silencio de la ciudadanía”, Re-
miento obrero, proliferaron en toda la región a prin- vista Isis Internacional, N° 17, Santiago de Chile,
cipios de siglo (piénsese, por ejemplo, que el primer 1992. En relación al movimiento campesino, éste ha
Congreso Femenino Internacional se realizó en Bue- centrado históricamente sus demandas en el derecho
nos Aires en mayo de 1910). Para una visión histórica a la tierra, organización sindical, educación y voto.
general de la participación femenina en la lucha por la Para una visión general, véase A. Warman, “Los cam-
ciudadanía y los derechos de las mujeres, y un perfil pesinos en el umbral de un nuevo milenio”, Revista
de sus principales líderes, véase “Mujeres e historia”, Mexicana de sociología, N° 50, 1988.
382 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

turales y los intereses sociales a la dinámica La lucha por mayor presencia pública por
de un sistema político con alta concentración parte de mayorías y minorías “étnico-cul-
de poder. turales”, los movimientos de mujeres y sus
Los fracasos de estos esfuerzos en la cons- reivindicaciones en todos los planos, los mo-
trucción de una ciudadanía democrática, y el vimientos comunitaristas y localistas, consti-
efecto traumático que las dictaduras militares tuyen señales de que la democracia no puede
posteriores dejaron en la región, convergen prescindir hoy de una construcción ciudada-
hoy día en una auténtica revalorización de la na con su importante “carga cultural”.42 Tan-
democracia como régimen político y como to más problemática se hace esta construc-
forma de vida. Por primera vez las reglas ción de ciudadanía cuanto más tensionadas
democráticas pasan a ocupar un lugar en el están las acciones sociales por tendencias
sentido común de sectores de distintas posi- contradictorias.
ciones políticas. Estas reglas ya no figuran, en Pero al mismo tiempo las propias diná-
la conciencia política de muchos, como meros micas de desarrollo plantean también, hoy
instrumentos circunstanciales, y les dota de más que nunca, el riesgo de consagrar siste-
valor ético en sí mismas. Muchas de las accio- mas excluyentes en el aspecto socioeconó-
nes de los variados movimientos sociales en mico. Las presiones de la deuda externa y
la última década se orientan a la expansión de del ajuste han tenido como efecto una agu-
la democracia como un sistema de derechos dización de la inequidad y, con ello, de la
amplios y compartidos. Dicha reconstrucción exclusión. Las perspectivas de reinserción
de la democracia ha permitido reconstruir una
búsqueda de ciudadanía extendida.
42 Véase, respecto de las mujeres, el texto compilado
En este contexto, se plantean también de-
por E. Jelin, Ciudadanía e identidad: las mujeres en
mandas por mayores derechos desde distintas los movimientos sociales latinoamericanos, Ginebra,
colectividades culturales y regionales. Un nue- Instituto de Investigaciones de las Naciones Unidas
vo campo de conflictos ciudadanos, donde la para el Desarrollo Social (UNRISD), 1987. Véase, en ge-
aceptación del otro se prefigura como un tema neral, el texto de F. Calderón y E. Jelin, Clases sociales
y movimientos sociales en América Latina, Buenos
medular, entra en la escena de la discusión pú-
Aires, Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CE-
blica con mayor fuerza. DES), 1988.
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 383

internacional y de reconversión productiva mación productiva y racionalización social),


no son sencillas y sus efectos integradores y una tendencia más intensiva de integración
sólo podrán observarse en el mediano o lar- en el nivel simbólico y cultural (por efecto de
go plazo. la apertura política democrática y la indus-
Todo esto lleva, posiblemente, a un des- tria cultural), podrá construir, en los próxi-
plazamiento en las expectativas difundidas mos años, un importante núcleo temático en
de integración social. Tal integración no se la lucha por la ciudadanía en buena parte de
busca tan sólo en el acceso a bienes materia- las sociedades de la región.
les; sino que se concibe, cada vez más, como De estos nuevos escenarios se deducen de-
un equilibrio entre el acceso a bienes mate- safíos e interrogantes ineludibles en lo que se
riales y el acceso más difundido a los bienes refiere a la construcción de una ciudadanía
“simbólicos”. Junto a la demanda de vivien- “moderna” y a la eficacia integradora de las
da, de atención en salud y de diversificación nuevas tendencias del desarrollo. Existe con-
del consumo, se agrega con especial fuerza ciencia creciente, por ejemplo, que el campo
la demanda de información, de conocimien- educativo, y sobre todo el de la educación bá-
tos útiles, de transparencia en las decisiones, sica, constituye hoy el lugar desde el cual hay
de mejor comunicación en la empresa y en la que partir para revertir esta dialéctica de la ne-
sociedad, y de mecanismos de representati- gación del otro. La discriminación por acceso
vidad política y de visibilidad pública. Este a la educación sigue siendo un factor central
acceso mayor a los bienes simbólicos se ve de reproducción de la pobreza, y refuerza la
estimulado, tanto por los actuales procesos discriminación por etnicidad. Construir un sis-
de democratización, que abren canales de tema educativo más igualitario, actualizando la
participación pública, como por el impacto educación y elevando sustancialmente su cali-
cada vez más profundo de la industria cultu- dad en los establecimientos donde concurren
ral, que integra a la sociedad por el lado del los sectores más pobres, es la herramienta que
“consumo simbólico”. permite difundir con mayor profundidad los có-
La asincronía entre una tendencia más digos de modernidad entre toda la población.
lenta en los procesos de integración socioeco- Esto significa no sólo formar recursos huma-
nómica (promovidos por efecto de la transfor- nos en los sectores más bajos para que puedan
384 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

aumentar su desempeño productivo en la vida sensibilidad, esta presencia del otro debiera
adulta, sino también construir desde los ci- constituir un activo potenciable. Si en lugar
mientos del desarrollo de la vida (en los niños de negar la identidad del otro, la reconocemos
y jóvenes) una conciencia de sí mismos como incluso como presente dentro de nosotros,
partícipes de un proceso colectivo de desa- nuestra cosmovisión se expande. El mundo
rrollo. La educación formal y, de manera más no se nos derrumba si nos abrimos a la iden-
general, la difusión de conocimientos y destre- tidad-en-la-diferencia, sino que se enriquece
zas para asumir los retos de la modernización con nuevos contenidos. Esto significa no sólo
productiva, constituye hoy, más que nunca, el ampliar nuestra percepción del mundo, sino
punto de inflexión en que la negación del otro que también se traduce en efectos prácticos,
puede revertirse o afincarse. La llamada “socie- tales como adecuaciones tecnológicas, cono-
dad del conocimiento” hace que la difusión del cimiento e información sobre tecnologías dis-
conocimiento constituya un eje central para la ponibles, y asimilación creciente y adecuada
construcción de una ciudadanía donde el otro de las mismas; o desarrollar vínculos comu-
pueda ser un par.43 nitarios que pueden fortalecer la democracia
Si la sociedad del conocimiento desafía a social y enriquecer los lazos de pertenencia y
ampliar nuestra cosmovisión y a abrir nuestra comunicación.
Revertir la negación o la discriminación
del otro-distinto-de-sí, y reconocer a ese otro
43 Entiéndase aquí la difusión de conocimiento en como parte de una identidad colectiva que
sentido amplio, a saber: como adquisición de destrezas también nos incluye a nosotros, podría llegar
productivas, de capacidad crítica, de autovaloración en a ser una forma de transmutar la negación
función del propio potencial, de conciencia de sí mis-
histórica en afirmación hacia el futuro. Ob-
mo como ciudadano, de apertura para asimilar infor-
mación y valores, etc. Este corolario de las reflexiones viamente, no es esta una síntesis que advie-
precedentes coincide, pues, con los planteamientos del ne ni espontánea ni repentinamente, sino que
documento de CEPAL, Educación y conocimiento…, constituye un proceso conflictivo y poblado
op. cit., en el sentido de que la difusión de la educación de obstáculos. Pero el proceso mismo es de
y del conocimiento debe activar “sinérgicamente” tanto
enriquecimiento cultural y de construcción de
la competitividad como la ciudadanía, difundiendo lo
que se ha dado en llamar los “códigos de modernidad”. una ciudadanía común.
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 385

4. El tejido intercultural porque combina múltiples corrientes cultura-


como fuerza de la modernidad les; porque desde sus orígenes ha incorpora-
do el sincretismo como parte de su dinámica
Otro elemento central que atraviesa el sustra- cultural e “identitaria”, porque coexiste y se
to cultural de la región es el que aquí hemos mezcla lo moderno con lo no moderno tanto en
llamado tejido intercultural, o bien sincretis- su cultura como en su economía; y porque la
mo cultural. No utilizamos aquí el concepto de propia conciencia de la mayoría de los latinoa-
tejido en su acepción específica o restringida mericanos está poblada de cruces lingüísticos
de cruce inter-étnico, sino en un sentido más o culturales.
general: como compenetración intercultural Tanto el indio “puro” que ha logrado defen-
o “asimilación activa” de la cultura de la mo- der su identidad recreando sus raíces cultura-
dernidad desde el acervo histórico-cultural les, como el reciente migrante coreano, o el
propio. No compartimos aquí tampoco el con- descendiente de migrante español, italiano o
cepto de mestizaje reivindicado en la tradición alemán, llevan la “marca” del otro —sea como
populista, a saber, como identidad basada en oprobio, sea como impulso liberador—, por
una mezcla racial autóctona que, de manera cuanto construyen día a día sus identidades es-
ambivalente, incorpora y resiste los códigos de pecíficas con base en interacciones culturales
Occidente y de la modernidad.44 de base occidental.45 En América Latina y el Ca-
En las páginas siguientes expresamos, a tra-
vés del concepto de tejido intercultural, tanto
la idea de permeabilidad entre culturas como 45 El concepto de creolización en el Caribe, por ejem-
la idea de coexistencia de distintas tempora- plo, forma parte no sólo del análisis histórico-cultural
sino del lenguaje cotidiano. Por un lado el creole es el
lidades históricas en el presente de nuestra mestizo de la relación europeo-africano, pero también se
región. América Latina y el Caribe es, en este asocia históricamente con un tipo de inserción en el pro-
sentido, una región con un tejido específico yecto de sociedad de plantación. En Haití, el mismo tér-
mino creole va connotando distintas cosas antes y des-
pués del período colonial (desde el hijo de europeo con
44 En páginas precedentes hemos citado la literatura africano, hasta sencillamente el no extranjero): el mismo
reciente que muestra, a partir de investigaciones cientí- término que connota el mestizaje, se va “mestizando” en
ficas, que no existen “razas” sino grupos étnicos. el tiempo (véase J. Casimir, op. cit., pp. 29-46).
386 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ribe este concepto de mestizaje como “tejido como una suerte de “occidentalización exhaus-
intercultural” ha encarnado en múltiples figu- tiva” de nuestra región, con ello hemos dado la
ras y ha recibido distintos nombres: ladiniza- espalda al elemento de la modernidad que más
ción, cimarronería, creolismo, chenko, etc. se relaciona con nosotros mismos: la capaci-
Contracara de la negación del otro, al igual dad para integrar dinámicamente la diversidad
que ésta, el sincretismo o tejido intercultural no cultural en un orden societal compartido.
es sólo un evento originario: es también histo- Es a través de esta modernidad “democra-
ria presente, y si bien su fuente es el encuentro tizante”, y no mediante un concepto exclu-
de culturas distintas —siempre renovándose, yente de modernidad, que puede pensarse la
además—, se ramifica hacia todo orden de co- construcción de la ciudadanía con base en la
sas. El migrante campesino que se bate por so- identidad en el tejido cultural. Lo moderno de
brevivir en las grandes urbes es la expresión de la región reside, precisamente, en que desde
un sincretismo espacial; las mezclas intercul- el momento en que fue nombrada, se abrió al
turales que genera la modernidad es también mundo. De allí en adelante, su modernidad se
otra figura del sincretismo cultural; la apertura define por este sincretismo, o continua resigni-
a los mercados mundiales y la heterogeneidad ficación de identidades culturales.46
estructural también tienen una connotación de
tejido intercultural, e incluso la tradición popu-
46 Vargas Llosa lo expresa de manera muy gráfica:
lista constituye un tejido sincrético en que los “América Latina es lo menos autárquico que existe
rasgos de la modernidad se entremezclan con en el mundo. Los latinoamericanos hablan sobre
culturas políticas premodernas. todo lenguas de origen europeo, forman parte de
La importancia de esta marca cultural ha tradiciones étnicas y culturales que tienen, la mayor
parte de ellas, raíces muy profundas en Europa o en
sido decisiva en los caminos que la moderni-
otros lugares del mundo como África, incluso Asia.
dad ha asumido, y seguirá asumiendo, en Amé- Todo eso, naturalmente, ha tomado una coloración
rica Latina y el Caribe. Un equívoco profundo determinada en América Latina por efecto del paisa-
subyace al imaginario de la modernidad en la je, de la experiencia, de una problemática particular,
región. Porque si con tanta frecuencia hemos y eso ha creado unos matices: por ejemplo, el italia-
no que se fue a Argentina hace un siglo y medio es un
querido interpretar la modernidad como su-
argentino en que lo italiano está todavía muy presen-
peración de todo particularismo excluyente o te, pero de todas maneras es muy distinto del italia-
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 387

En este sentido diversas hipótesis sobre la ultraindianistas e hispanistas también son ex-
identidad latinoamericana merecen una con- cluyentes, en la medida en que desconocen el
sideración crítica.47 La primera de ellas es que fenómeno del tejido intercultural como la base
las transformaciones tecnológicas económicas de nuestra identidad histórica.
que ocurren a escala global tornan obsoleta la En contraste con estas posiciones, sean de
preocupación por las identidades locales, y que negación o de afirmación unilateral, la tesis
si existe tal cosa como identidad latinoameri- del sincretismo cultural cuenta con mayor fun-
cana, la dinámica de la apertura y la penetra- damento histórico. Desde esta perspectiva la
ción tecnológica la condena a una progresiva identidad latinoamericana debe entenderse a
disolución.48 Una segunda hipótesis cuestio- partir de la combinación de elementos cultura-
nable afirma que nuestra región se define por les provenientes de las sociedades amerindias,
carencia de identidad y que el problema es, europeas, africanas y otras.50 El encuentro de
entonces, cómo ser europeos o norteamerica-
nos cabales.49 En el otro extremo, las hipótesis
de espíritu, a la que dimos en llamar América” (citado
por Vergara y Vergara, p. 6).
no de Italia” (entrevista de Sergio Marras, América 50 El escritor mexicano Carlos Fuentes señala que
Latina, marca registrada, Barcelona, Ediciones B, tiene, para América Latina, una “denominación muy
1992, p. 104). complicada, difícil de pronunciar pero comprensiva
47 Véase al respecto el trabajo de J. Vergara Estévez por lo pronto, que es llamarnos indoafro-iberoaméri-
y Jorge Iván Vergara, El concepto de identidad y los ca; creo que incluye todas las tradiciones, todos los
debates sobre la identidad cultural latinoamericana, elementos que realmente componen nuestra cultura,
Santiago de Chile, Cuarto Congreso Chileno de Sociolo- nuestra raza, nuestra personalidad” (entrevista de
gía, 28 y 29 de agosto de 1992. Sergio Marras, América Latina, marca registrada,
op. cit., p. 34). Por su parte Xavier Albó, retoman-
48 Véase J. Nasbitt y Patricia Aburdene, Megatenden- do una proposición del líder Aymara Takir Mamani,
cias 2000, Bogotá, Editorial Norma, 1990. propone denominar a la región ABYA-YALA, palabra
49 La siguiente cita de H. A. Murena, ensayista argen- cuna que significa “tierra en plena madurez”. En el
tino de los años cincuenta, es elocuente: “En un tiempo mismo texto Albó hace un balance crítico de la iden-
habitábamos en una tierra fecundada por el espíritu, tidad que nombra (véase X. Albó, “Nuestra identidad
que se llama Europa, y de pronto fuimos expulsados de a partir del pluralismo de base”, Imágenes descono-
ella. Caímos en otra tierra, en una tierra en bruto; vacía cidas…, op. cit.).
388 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

culturas habría producido una síntesis cultural Esta identidad bajo la forma de tejido in-
que se evidencia en producciones estéticas, tercultural ha sido considerada tanto desde
tales como el llamado barroco latinoamerica- el punto de vista de sus limitaciones como de
no del siglo XVIII, o el muralismo del presente sus potenciales. Respecto de lo primero, se
siglo. Este tejido intercultural se expresa tam- afirma que dicha identidad nunca ha sido del
bién en la música, los ritos, las fiestas popula- todo constituida ni asumida. Tal es la posición
res, las danzas, el arte, la literatura; y también que asumen, por ejemplo, Octavio Paz y Roger
permea las estrategias productivas y los meca- Bartra.52 En la metáfora del axolote utilizada
nismos de supervivencia. por Bartra, la identidad latinoamericana ten-
La negación de esta identidad sincrética dría un carácter larvario o trunco, condenada
por parte de los criollos constituye a su vez el a no madurar del todo. Como potencialidad,
comienzo de un equívoco en virtud del cual se la identidad mestiza aparece constituyendo
ha querido “blanquear” un continente al precio un núcleo cultural desde el cual podemos en-
convertido en una imagen abstracta: “Tarde o trar y salir de la modernidad con versatilidad,
temprano aflora a la superficie el verdadero y con el cual podríamos —si asumimos ple-
sujeto de la síntesis que, vestido con ropajes namente la condición del cultural— tener un
oligárquicos o como peón de hacienda, es el acervo desde donde contrarrestar el sesgo ex-
heredero real de las corrientes culturales que cesivamente instrumental o “deshistorizante”
se encontraron, no a través de libros, sino a de la oleadas e ideologías modernizadoras.53
través del encuentro carnal de la madre india De manera que el tejido intercultural es,
y del conquistador europeo”. La síntesis abs- al mismo tiempo, nuestra forma de ser mo-
tracta del criollo, no sólo quiere blanquear la
piel sino también la madre violada. Pero para
ello tiene que inventarse una historia que no 52 Véase O. Paz, El laberinto de la soledad, México,
es real.51 Fondo de Cultura Económica, 1978 (edición original
de 1959); y R. Bartra, La jaula de la melancolía: iden-
tidad y metamorfosis del mexicano, México, Grijal-
51 P. Morandé, Cultura y modernización en América bo, 1987.
Latina, Pontificia Universidad Católica de Chile, San- 53 En el primer caso se ubica N. García Canclini, op.
tiago de Chile, 1984, p. 153. cit., y en el segundo P. Morandé, op. cit.
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 389

dernos y de resistir la modernidad: nuestra Del mismo modo que la relación con el
condición de apertura cultural al intercambio otro, la condición cultural mentada fuerza a
con los otros y nuestra manera de incorporar repensar los desafíos de la modernización y
la modernidad siempre de maneras sincréti- de la construcción de ciudadanía con un pris-
cas. Es, a la vez, identidad y des-identidad, o ma cultural. ¿Cómo capitalizar, pues, la ex-
identidad y problema de identidad. El reflejo periencia que tiene la región en la historia de
más patente lo ofrecen las grandes metrópo- cruce intercultural, para convertirla en una
lis de la región: Ciudad de México, Río de Ja- “ventaja comparativa” en el nuevo concierto
neiro, Caracas y Lima son grandes metáforas de un modo interconectado y globalizado?
de esta historia hecha de mezclas. Desde sus ¿Cómo hacer uso de nuestra larga historia
cruces estilísticos y sus superposiciones ar- conflictivamente sincrética para asumir con
quitectónicas, hasta la imagen de caos y los mayor riqueza este desafío que hoy atravie-
contrastes que presentan, llevan la marca de san también las sociedades industrializadas,
una identidad sincrética, esa presencia ma- y que consiste en repensar el contenido de la
siva de lo marginal. ciudadanía a partir de la coexistencia progre-
Esto no se explica solamente como efec- siva de identidades étnico-culturales distin-
to del patrón peculiar de modernización de tas? Asumir el tejido intercultural propio es,
las economías nacionales. Son fenómenos quizás, hoy día el modo más auténtico de asu-
en que una y otra vez se manifiesta, con mirse en medio de una modernidad signada
toda la fuerza insubordinable de la identi- por una diversidad de creciente complejidad
dad, una condición cultural sincrética. Tan- “identitaria”.
to en el desarrollo larvario o desigual que Esta sensibilidad intercultural cobra espe-
define los mapas y contrastes en las ciuda- cial fuerza con la expansión de la industria
des, como en la nueva heterogeneidad que cultural en la región, y aumenta exponencial-
implica a la vez fragmentación y diversidad, mente cuando dicha industria incorpora el
en la que se dan múltiples y precarias rela- nuevo poder de la tecnología informativa y
ciones de pertenencia, este tejido intercul- comunicativa. Comienzan a borrarse entonces
tural resiste la carga homogeneizadora de los límites entre lo culto y lo popular, conviven
la modernización. distintas modas de distintas épocas, y resulta
390 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

cada vez más difícil homologar claramente 5. La dimensión cultural en la


las clases sociales con los estratos culturales. propuesta de transformación
Todo ello implica una transformación profun- productiva con equidad
da de las relaciones simbólicas entre grupos
sociales distintos.54 Las sociedades contemporáneas, y entre
Estas nuevas formas de cruce cultural no ellas las de la región, se ven hoy día confron-
son irrelevantes para pensar la construcción tadas a redefiniciones estructurales, donde las
de ciudadanía y los posibles estilos de moder- relaciones de información y comunicación pa-
nidad. Potenciar el cruce cultural como un san a ocupar un lugar decisivo.55
modo de hacer más tenues las fronteras so-
ciales es también un recurso para la construc-
ción de la ciudadanía moderna. En la medida 55 La sociedad japonesa constituiría la forma más
en que la propia dinámica cultural erosione avanzada de sociedad informacional. El sociólogo
japonés S. Hayashi señala, a este respecto, que la so-
la jerarquía entre lo “culto” y lo “popular”, lo ciedad informacional se caracterizaría por: i) un alto
“alto” y lo “bajo”, lo “ajeno” y lo “propio”, lo nivel de producción y consumo de información en to-
“moderno” y lo “marginal”, la sociedad incre- das las esferas; ii) un desarrollo tecnológico asociado
menta su disposición cultural para aceptar al al procesamiento de la información; iii) la valorización
otro, asumir su identidad y democratizar su social creciente de la información; y iv) el crecimiento
acelerado del valor agregado al producto que contiene
comunicación interna. información (S. Hayashi, Nihon gata no joho shakai;
The Japanese Model for the Information Society, To-
kyo, University of Tokio Press, 1987). Para un balance
54 “La tendencia prevaleciente es que todos los sec- conceptual e histórico de la temática en las sociedades
tores mezclen en sus gustos objetos de procedencias avanzadas, véase M. Castells, “Flows, networks, and
antes separadas. No quiero decir que esta circulación identites. Where are the subjects in the informational
más fluida y compleja haya evaporado las diferencias society?”, University of California at Berkeley, ponencia
entre clases. Sólo afirmo que la reorganización de los presentada al Coloquio “Leretour du sujet”, Cérisy-La
escenarios culturales y los cruces constantes de las Salle, junio de 1993. Para una problematización inicial
identidades exigen preguntarse de otro modo por los desde la perspectiva latinoamericana, véase F. Calde-
órdenes que sistematizan las relaciones materiales rón y M. Dos Santos, “Cultura política y sociedad en la
y simbólicas entre los grupos.” (García Canclini, op. Nueva América Latina”, Revista Nueva Sociedad, Cara-
cit., p. 288). cas, en prensa; y A. Di Filippo, “Revolución informáti-
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 391

Si se considera el itinerario de la región des- co institucional; la participación equilibrada y


de la última posguerra hasta nuestros días, pue- argumentativa de actores en el sistema de toma
den observarse transformaciones profundas en de decisiones; y la mayor equidad en los resul-
todos los ámbitos, trastocando el sentido de la tados del desarrollo económico. Precisamente,
modernización, de la equidad, de la ciudadanía, la experiencia de nuestra región es elocuente
de los conflictos en juego y de los patrones de para ilustrar esta dificultad.
articulación entre el Estado y la sociedad. En Las páginas precedentes plantean, para el
este contexto, parece inconcebible una pro- caso de la región, la necesidad de incorporar
puesta de desarrollo fundada en el rechazo de la consideración cultural en un proyecto de de-
la modernidad. Se trata, más bien, de “perfilar sarrollo económico y de construcción de ciu-
sus contenidos de manera de hacerla compati- dadanía moderna y extendida. El peso de las
ble con la equidad en lo económico-social y con marcas culturales obliga a esta operación, por
la ciudadanía en lo político e institucional.56 más que carezcamos, en principio, de herra-
Cuando la igualdad jurídico-política se ve mientas para abordarlo. Hay, empero, indicios
obstaculizada por la diversidad de culturas, se emergentes que pueden merecer las resisten-
produce una fuerte disociación en la cual se cias históricas en esta materia:
hace difícil conciliar tres requisitos para una
modernidad expansiva: la representación polí- –– Procesos de institucionalización democráti-
tica de actores y demandas diversas en un mar- ca que nunca antes habían ocupado una pro-
porción tan grande entre los países de la re-
gión, y que sensibilizan a grandes mayorías
ca, desarrollo económico y competitividad”, ponencia hacia los valores de la tolerancia.
preparada para la Reunión Regional sobre Gestión de –– Experiencias sociales amplias de valoriza-
Información, organizada por El Centro Latinoamerica- ción del orden y la estabilidad, a pesar de los
no de documentación Económica y Social (CLADES) y
la CEPAL, Santiago de Chile, 17 al 21 de mayo de 1993.
costos socialmente regresivos de la crisis y
el ajuste económico.
56 O. Rosales, “Equidad y transformación productiva:
desafío para América Latina”, Revista de economía y –– Expansión de una industria cultural que fa-
trabajo, año I, N° 1, Santiago de Chile, Programa de vorece los cruces socioculturales y da po-
Economía del Trabajo (PET), enero-junio, p. 156.
392 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

sibilidades técnicas para que los espacios desafíos universalistas de la modernidad.


públicos sean más permeables a las cultu- La dimensión cultural tiene un peso procedi-
ras sumergidas. mental para la propuesta de la TPE (en tanto
–– La propia necesidad de incorporar a los sec- provee los fundamentos requeridos para con-
tores excluidos por el patrón de moderniza- sensos amplios); y también aporta un peso
ción vigente, a la esfera de la política y del valórico (en el campo de la extensión de la
intercambio de posiciones, en aras de garan- ciudadanía y del vínculo insoslayable entre
tizar mayor gobernabilidad, estabilidad eco- identidad y desarrollo).
nómica y continuidad institucional. Pero en la relación entre los rasgos cultu-
rales y la viabilidad de la transformación pro-
Son estos algunos de los elementos propicios ductiva también existen interrogantes y pro-
para superar la dialéctica de la negación del blemas serios. ¿Cómo conciliar los “agentes
otro y potenciar el tejido intercultural en la del desarrollo” supuestos por la propuesta de
construcción de ciudadanía. Estos elementos la transformación productiva con equidad, con
tienen que incorporarse a la actual propuesta las identidades culturales reales en la región?
de desarrollo de la CEPAL dada su importancia ¿Están los agentes del desarrollo (actores eco-
en la articulación sistémica de dicha propues- nómicos, sociales y políticos) culturalmente
ta: el desarrollo económico requiere, en nues- preparados para impulsar dicho proceso?
tra región y por la historia de nuestra región, Para que la vasta gama de actores sociocul-
de la construcción cultural de consensos que le turales en la región incida significativamen-
garanticen continuidad y dinámica incluyente a te en la construcción de un consenso para el
dicho desarrollo económico. desarrollo, es necesario superar la “mentali-
La base cultural de una propuesta de mo- dad rentística” en la generación de un ethos
dernidad como la que se intenta a través de empresarial moderno, en la conformación de
la transformación productiva con equidad una ética solidaria, como asimismo en buscar
reside en la superación de la dialéctica de mecanismos de agregación y politización de
la negación del otro, y en el potenciamiento demandas de las mayorías.
de nuestro tejido intercultural como resorte Un vínculo estratégico podría establecer-
particular de la región para acceder a los se entre la orientación de los actores por la
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 393

igualdad de derechos y oportunidades, con compromisos. El punto es cómo se potencia


temas centrales de la TPE. En esta articula- esta fuerza cultural, y qué políticas pueden
ción entre la demanda por derechos y reco- impulsarla.
nocimientos, y la demanda por incorporarse Probablemente, esta reversión de los es-
a las nuevas dinámicas del desarrollo pro- tigmas en potencias culturales requiere algo
ductivo, podrá centrarse la lucha por forta- más que una política sectorial en el campo de
lecer la incidencia de los actores sociales en la cultura, de la industria cultural y de la co-
procesos decisorios y en los nuevos rumbos municación de masas. Sin duda, la posibilidad
de modernización. de movilizar estos medios para difundir una
Una cultura de ciudadanía extendida no cultura de la tolerancia y de la síntesis intercul-
se construye por decreto o programa, sino tural tiene que aprovecharse al máximo. Pero
que es el producto de un proceso abierto y la difusión de estos valores también tiene que
de una continua resignificación de nuestra ganar “porosidad” en una gama muy amplia de
identidad. La modernidad en América Lati- acciones, rutinas e instituciones que pueblan
na y el Caribe no puede pensarse como la el tejido social. En este marco, la necesidad
negación de este proceso, sino como su re- de una fuerza cultural que impulse el consen-
apropiación continua en interacción con los so para una orientación del desarrollo confor-
procesos de cambio y modernización. Los me con los lineamientos de la TPE, y que a su
mecanismos de intercambio democrático — vez permita incorporar a dicha orientación los
esenciales para el consenso— y de incorpo- valores e identidades propios de nuestras so-
ración a la modernidad, tienen que movilizar ciedades, debiera contemplar al menos cuatro
a su vez mecanismos de afirmación de identi- requerimientos de alto efecto “sistémico”.
dades colectivas para hacer más visibles sus En primer lugar se requiere que la educación
demandas y potencialidades. y el conocimiento, motores de la TPE, sean ca-
Los consensos democráticos para impulsar paces de vincular la construcción de una ciu-
un desarrollo sostenido requieren de fuerza dadanía moderna con la difusión de un ethos
cultural, vale decir, de una conciencia exten- empresarial hacia el conjunto de la sociedad,
dida respecto de las identidades culturales todo ello adaptado a las posibilidades y perfiles
asumidas, y de la reciprocidad en derechos y culturales y económicos de cada país.
394 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

En segundo lugar es necesario avanzar en triple exclusión: discriminación cultural (sea


la construcción de la ciudadanía extendida por factores étnicos o por claros rezagos edu-
mediante políticas que, adaptadas a los dife- cativos); exclusión socioeconómica; y margi-
rentes contextos nacionales, promuevan una nación respecto de los mecanismos de repre-
cultura institucional basada en la plasmación sentación y participación política.
de contratos, normas de conducta y derechos Tal política debiera permear un conjunto
crecientemente compartidos por los actores de iniciativas de integración, tanto en el plano
involucrados (instituciones, individuos y acto- simbólico (mediante la participación creciente
res). Existe entre agentes del desarrollo y ana- de dichos sectores en el sistema de toma de de-
listas sociales un consenso cada vez más gene- cisiones, sobre todo a escala local), como en
ralizado en torno a la idea de que los valores el plano material (mediante la promoción de
culturales afectan a las instituciones, y éstas a actividades productivas, comunitarias y de ca-
su vez son decisivas para el comportamiento pacitación, que fortalezcan la competitividad y
de la economía. la organización entre los sectores excluidos).
De ello debiera deducirse la necesidad de Este tipo de acciones podría contar con un im-
incorporar, desde la educación básica y a es- portante respaldo político mediante la puesta
cala masiva, tanto una relación creativa con la en marcha de pactos nacionales por la supera-
racionalidad instrumental y las destrezas pro- ción de la pobreza.
ductivas, como una socialización en valores y Independientemente de las orientaciones de
comportamientos que fortalezcan el sentido de política recién referidas, debe tenerse plena
la ciudadanía y de la institucionalidad jurídico- conciencia que toda política cultural tendrá que
democrática. Esta socialización no se restrin- integrarse y adecuarse a los cambios de las so-
giría, empero, a la educación básica, sino que ciedades informatizadas emergentes. Por ende,
podría también incentivarse en una red de ins- la política cultural (o las políticas con impacto
tituciones de capacitación, educación vocacio- sistémico que atañen también la dimensión cul-
nal y educación de adultos. tural), deberá promover la máxima flexibilidad,
En tercer lugar, es impostergable una polí- creatividad y adaptabilidad en torno a los ejes
tica deliberada de reconocimiento, promoción de estas sociedades emergentes, a saber: la co-
e integración de los sectores que padecen la municación (vinculada a la industria cultural,
Hacia una perspectiva crítica de la modernidad 395

el mercado cultural y los “mass-media”); la ges- ticas culturales afectan a las instituciones y al
tión (cada vez más ligada a las redes interacti- comportamiento de los agentes económicos; y
vas de información); y el consumo (adecuado a que la dinámica de la economía afecta, a su vez,
las necesidades y las pautas culturales de nues- las posibilidades de una construcción cultural
tras sociedades). compatible y afín con los desafíos de la moder-
En síntesis, se trata de asumir una visión nidad. Probablemente aquí tiene algo de cierto
sistémica de las relaciones entre economía y el proverbio oriental que reza “iniciar el camino
cultura, reconocer que los valores y las prác- es ya el comienzo de la meta”.
Segunda Parte

Política y
movimientos socioculturales
“Disculpe la molestia,
estamos cambiando el país”
Politicidad y protestas:
los jóvenes en Chile, México y Brasil*

Fernando Calderón G. y Alicia Szmukler**

H ace años, el antropólogo y voluntario in-


ternacional de la guerra de España John
Murray, conversando sobre el sentido de
actores de la transformación y ciertamente
con sus posibilidades.

cambio en el mundo andino, nos decía que el


cambio era continuo, que no se podía evitar. Sociedades en cambio
La cuestión era qué clase de cambio se expe-
rimentaba y en qué profundidad. “El cambio Las sociedades latinoamericanas son cada vez
no me preocupa —decía él—, lo que me preo- más pluricéntricas y vienen experimentando
cupa es la pérdida del logro andino”. Pierdes cambios que aumentan su complejidad, tanto
el chuño y ésta es una pérdida fundamental, en términos de su diferenciación sociocultural
pues se reemplaza con un pan cualquiera, he- como de la multiplicación y a la vez fragmenta-
cho con una harina cualquiera. El cambio es ción de conflictos. Hay un desigual dinamismo
inevitable, el asunto es juzgar cuál es el cam- de economías incorporadas de manera limita-
bio que nos conviene más. El sentido del cam- da pero más interdependiente en los procesos
bio que aquí interesa resaltar está asociado de crisis y transformación global. Se cambió
con el bienestar cultural perseguido por los con el neoliberalismo, en general para peor. Se
cambia con las experiencias neo-desarrollis-
* Este trabajo fue publicado originalmente en el dos-
tas y neo-populistas, a veces con importantes
sier del periódico español Vanguardia Nº50 (2014). avances, como el reconocimiento de los pue-
** Agradecemos los comentarios de Dulci Medeiros y blos originarios, la disminución de la pobreza y
Sergio Zermeño. la recuperación de la dignidad, pero los proble-
400 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

mas y las protestas por la desigualdad son cen- aún no se consolidó y no hay garantías, prác-
trales en todas las sociedades del continente y ticamente en ningún país, para una goberna-
estamos lejos de experimentar mutaciones que bilidad en el largo plazo.
den nuevos sentidos a la vida colectiva y per- La argumentación que venimos trabajando
sonal. Los sistemas de partidos cada vez están en varios estudios empíricos realizados es que
más obsoletos y los mecanismos de represen- dadas las características de las condiciones
tación y delegación institucional no alcanzan mencionadas y las subjetividades en estas so-
a representar la complejidad sociocultural de ciedades, es posible pensar que un nuevo tipo
estos países. Solo la fuerza de líderes carismá- de politicidad está emergiendo como respues-
ticos en regímenes fuertemente presidencialis- ta al malestar. Politicidad entendida como la
tas puede vincular temporalmente el Estado búsqueda de un nuevo sentido de la vida y la
con la sociedad. política, que potencialmente puede renovar la
Se ha avanzado en bienestar social y la de- idea de cambio y las formas de acción social
mocracia electoral está consolidada, pero el más cercanas a una deliberación democrática
pluralismo político ha mermado. Los proce- que a un mero incrementalismo en la partici-
sos de modernización tecno-económica y cul- pación social.
tural que la mayoría de los países de la región
ha experimentado tienden también a generar
malestar e insatisfacción. La inseguridad, el Sociabilidad y politicidad de los
miedo y la urbanización caótica erosionan los jóvenes en la sociedad red
tejidos sociales. Se vive un tiempo de incerti-
dumbres y conflictos fuertemente asociados, Identificamos a la generación actual de jóve-
cuando no producidos, por la “Era de la in- nes como la “generación de la tecno-sociabi-
formación”, en el que ya todos son parte de lidad”. Lo que la distingue de otras son sus
nuevas relaciones de poder en sociedades en experiencias vitales no sólo en relación con
redes, economías informatizadas y mercados la democracia, el desarrollo, la violencia, la
de consumo cada vez más globales e indivi- exclusión y la diferenciación social, sino muy
dualizados. Las sociedades y las economías especialmente con la expansión de una cul-
se transformaron, pero el desarrollo humano tura comunicacional, tanto en el plano real
“Disculpe la molestia, estamos cambiando el país” 401

como en el imaginario. Hoy existen usos so- tidiana de las personas y las comunidades, sino
cialmente incluyentes y por cierto motivan- también la política. En cuanto a los conflictos
tes de las TICs: estar en la red es parte de la sociales, la política mediática juega un papel
vida con otros. La tecno-sociabilidad es vista relevante, puesto que realizar una protesta o
como experiencia cotidiana y recurrente de una marcha en donde no estén presentes los
comunicación e inter-subjetividad asociada al medios de comunicación verticales (televisión,
uso de los medios horizontales de comunica- radio y periódicos) u horizontales (Internet y
ción de masas (Internet y celulares, con sus celulares) se traduce en una baja repercusión
múltiples utilizaciones y aplicaciones y cons- de la demanda y menores probabilidades de
tantes actualizaciones) y está modificando los que ésta tenga una respuesta positiva. La co-
patrones de conocimiento y de aprendizaje. municación es cada vez más una comunicación
Ello se expresa en las diversas dimensiones pública. Las personas se juntan en las calles y
de la cotidianidad: trabajo, estudios, hogar, en las redes.
sexo, entretenimiento, protestas. Las TICs no Las nuevas formas de comunicarse promue-
son herramientas o fines en sí mismos, sino ven un uso intensivo de las TICs en el espacio
ámbitos que permiten nuevas formas de ser, público. Éste se entiende como un lugar de
donde se ponen en juego valores, se constru- “encuentro”, donde las ideas y los valores se
yen identidades y se expresan sensibilidades forman, transmiten, intercambian, respaldan y
culturales, sociales, ecológicas, estéticas, po- combaten. Las TICs permiten una interacción
líticas. Por otra parte, esta tecno-sociabilidad más ágil, flexible y espontánea entre los acto-
no se produce en el vacío, sino sobre las ex- res, quienes gracias a ellas pueden participar
periencias y tradiciones socioculturales, na- más activamente en política. Así, se amplían las
cionales y locales de los jóvenes. Tampoco es posibilidades de acción colectiva debido al fá-
exclusiva de ellos, pero ellos son sus princi- cil acceso y a los bajos costos de Internet y de
pales constructores. la telefonía móvil1. Participar en una red social
Al respecto, la red se ha convertido en el lu-
gar donde se expresan y se desarrollan las nue-
1 Entre 2002 y 2010, gran parte de los países de la región
vas formas de conflicto y poder. La cultura de
duplicó el nivel de uso de Internet (Latinobarómetro,
la tecno-sociabilidad no sólo cambia la vida co- 2010). Cerca del 80% de los latinoamericanos posee y
402 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

está más al alcance que otras formas de partici- del activismo político y la auto-organización.
pación política. Ello lleva a repensar individualmente los
Las protestas cada vez más se caracterizan proyectos colectivos en la red, los cuales
por nacer en las redes, donde una demanda, un a su vez pueden revalorizar la libertad y la
reclamo o un malestar, se expresan, discuten dignidad de las personas. Asimismo, la red
y transmiten muy rápida y espontáneamente viabiliza un tipo de politicidad en el que las
a miles de personas en corto tiempo. En las relaciones directas y horizontales entre ciu-
redes, las personas pueden organizarse fren- dadanos, sin intermediación de estructuras
te al conflicto e intercambiar información. El partidarias o institucionales formales, es po-
“ciberactivismo”, que promueve deliberación sible, pues allí no existe la rigidez de normas
y acción concertada en la red y en las calles, o jerarquías que restrinjan una participación
ya es un dato de la realidad política latinoame- más amplia. Son espacios más abiertos, que
ricana y mundial2. permiten la espontaneidad y la expresión in-
La globalización no solo ha producido dividual y un tipo de comunicación más “de-
concentración de poder, también ha traído mocrática” a la cual los jóvenes de hoy están
como consecuencia el fortalecimiento de “acostumbrados”, dado que felizmente cre-
capacidades individuales y colectivas en las cieron en condiciones políticas también más
que prima la espontaneidad, el voluntarismo democráticas en nuestros países3. Asimismo,
es interesante cómo pasan de la red a la calle
y viceversa. En este contexto, sobresalen las
utiliza un teléfono celular.
protestas de los jóvenes chilenos, mexicanos
2 Con base en datos provenientes de la encuesta y brasileros.
LAPOP, reelaborados por Moreno (2013: 11), se
encontró que hay una relación positiva entre ser usuario
frecuente de Internet y participar en protestas políticas,
“pero es el hecho específico de ser políticamente activo
en la red el que tiene un efecto más importante sobre la 3 También se comprobó que el uso frecuente de
participación en protestas y manifestaciones”. Internet Internet está asociado positivamente con el respeto
es una opción que incrementa la participación, pero de las diferencias, la tolerancia y la aceptación de
no un espacio que nuclea sólo a quienes se sienten opiniones diversas, es decir con menor autoritarismo
excluidos de la política tradicional. (Ibid., 13).
“Disculpe la molestia, estamos cambiando el país” 403

Movimientos de jóvenes en Chile, nes), articulándolos en torno a un nuevo modo


México y Brasil de vida más “latinoamericano”, que rechaza
la perspectiva neoliberal en relación con las
Los jóvenes chilenos, recuperando la memo- políticas públicas y busca inclusión y justicia
ria de Allende en la Alameda (“Se siente, se social, ampliación de la participación ciuda-
siente, Allende está presente”), están proyec- dana y profundización de la democracia en
tando un nuevo tipo de vida: sus múltiples términos de extensión y reconocimiento de
demandas se centran, ni más ni menos, en el derechos (por ejemplo, cuestiona el accionar
papel estratégico que tiene para una sociedad del Estado en relación a las minorías étnicas,
emancipada y democrática una educación in- especialmente a los mapuches; pero también
clusiva y de calidad. critica el deterioro del medioambiente, el ra-
En mayo de 2011, jóvenes estudiantes uni- cismo y el sexismo presentes en la sociedad
versitarios comenzaron a manifestarse por una chilena). Asimismo, la participación que gene-
educación pública de calidad y gratuita. Sus ró el movimiento rebasó los límites del sistema
demandas puntuales eran el pago de las becas de partidos y también lo cuestionó.
estudiantiles y un aumento de las mismas; la El movimiento se inició en las redes sociales,
disminución de los intereses de los préstamos pero luego fue ganando espacio en las calles
para la educación; la participación estudiantil y comenzó un proceso de negociación con el
en el diseño y en la gestión de las políticas edu- gobierno. De composición ideológica diversa,
cativas y en las universidades; un mayor con- incluye corrientes de izquierda (comunistas,
trol del Estado con respecto a las universida- anarquistas), así como estudiantes indepen-
des privadas. dientes que quieren participar en la construc-
Aunque el movimiento se centraba en el ción de otro tipo de universidad y de una socie-
ámbito educativo, generó reflexión y debate dad distinta de la pautada por los mercados. El
en la sociedad y fue ganando legitimidad (el carácter democrático del movimiento se obser-
85% de los ciudadanos lo apoyó). Ello hizo va en los debates públicos y en las decisiones
que se empezaran a cuestionar otros ámbitos que se toman mayoritariamente en asambleas.
de la esfera pública (el sistema de salud, los Si bien el movimiento aún no ha logra-
problemas de vivienda, el sistema de pensio- do sus metas, los cambios generados en la
404 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

agenda política y cultural chilena son evi- Ante estas expresiones, estudiantes de la
dentes. ¿Podrá integrar el sistema de par- misma suben a Internet un video en el que asu-
tidos estas demandas? ¿Podrán hacerlo el men su participación en los incidentes y reafir-
liderazgo carismático de la probable presi- man su posición; lo firman como “131 estudian-
denta Bachelet? ¿O las protestas se reinicia- tes”, e incluyen nombre y apellido, número de
rán construyendo una nueva dinámica del matrícula y Facultad a la que pertenecen. Inme-
conflicto y el cambio? diatamente el video es reproducido por miles
En el contexto de las elecciones naciona- de personas en YouTube y se vuelve un tema
les en 2012 en México, el Movimiento YoS- en las redes sociales, en las cuales se coloca la
oy132 surge como respuesta de un grupo de etiqueta “YoSoy132” para manifestar el apoyo
estudiantes de la Universidad Iberoamericana al grupo de jóvenes universitarios4.
de Ciudad de México, cuando en mayo de ese Días después, el movimiento gestado en las
año, luego de una conferencia brindada allí redes virtuales se manifiesta en movilizacio-
por el entonces candidato a la presidencia nes callejeras y en múltiples asambleas. Las
por el PRI, Enrique Peña Nieto, se producen demandas principales son la profundización
incidentes a raíz de que justificara la represión democrática, la transparencia y la defensa
de una manifestación de jóvenes ocurrida en de la libertad de expresión, mostrando un
2006 cuando era gobernador del estado de gran descontento hacia la clase política y la
México. Esos incidentes fueron grabados en corrupción y cuestionando la manipulación
celulares y difundidos por Internet. de la información en los medios masivos de
Tras estos hechos, que implicaron que comunicación. El movimiento se define como
Peña Nieto tuviera que salir de la universidad estudiantil, apartidista, plural, laico, anti-neo-
bajo un operativo de seguridad, medios de co- liberal, de oposición a Peña Nieto, pacífico y
municación y autoridades universitarias des- con orientación social, política y humanista.
calificaron lo sucedido diciendo que no era Surge en una universidad privada y luego tien-
una expresión genuina ni representaba la opi- de puentes con estudiantes de las universida-
nión de los estudiantes y que los incidentes
habrían sido promovidos por personas ajenas
4 Un análisis sobre el movimiento puede verse en
a la universidad. Monteverde, Carrillo y Esteve del Valle (2013).
“Disculpe la molestia, estamos cambiando el país” 405

des públicas, lo que refleja el creciente ma- tas y maoístas, jóvenes independientes, en su
lestar de los jóvenes con el sistema político mayoría estudiantes universitarios, y sectores
mexicano. Es un movimiento creado por una profesionales; también participan sectores po-
nueva generación de jóvenes que cuestionan a pulares de la periferia. El movimiento se orga-
la vez la cultura política liderada por los clá- niza de manera descentralizada y en red y tiene
sicos partidos en México y a los dos monopo- carácter horizontal.
lios televisivos del país, Televisa y Televisión Si bien el germen de las manifestaciones fue
Azteca, y que buscan nuevos caminos para el aumento en las tarifas del transporte público,
participar y defender sus derechos humanos que tiene un impacto importante en los sectores
y ciudadanos. No se sabe cuál es el futuro de medios y bajos, las demandas se multiplicaron
esta movilización, lo que sí se sabe es que tuvo luego en las calles, sobre todo aquellas que se
una importante recepción en la juventud y en oponen a los costos que implica que Brasil sea
los centros educativos de sectores medios y sede de megaeventos deportivos (Copa FIFA
populares y en gran medida esta aceptación Confederaciones 2013, Mundial de Fútbol 2014,
los empuja a incorporar medidas más amplias. Juegos Olímpicos 2016), mientras los servicios
En Brasil, a inicios de junio de 2013 comen- públicos son ineficientes y caros. Pero también
zaron las protestas contra el incremento de la se reclamó mayor acceso a salud y educación,
tarifa del transporte público, que fueron en transparencia de las instituciones públicas, lu-
aumento hasta el día 14 cuando la policía las cha contra la corrupción, el fin de la militariza-
reprimió de manera violenta. En la ciudad de ción de la policía y se reivindicaron derechos de
San Pablo, las manifestaciones, convocadas los pueblos indígenas. Se plantearon demandas
inicialmente a través de las redes sociales, blo- de ampliación del rol del Estado en el ámbito
quearon las principales avenidas. Ellas fueron público y de participación ciudadana y, sobre
encabezadas, entre otras organizaciones, por todo, que la sociedad sea escuchada por fuera
el “Movimento Passe Livre”, que desde hace del sistema político tradicional, lo que también
8 años lucha por la disminución del costo del constituye un cuestionamiento al mismo.
transporte público y que se organiza en las Las protestas iniciales, que comenzaron en
redes sociales. El movimiento está integrado las redes sociales donde hoy se continúa de-
por partidos políticos de izquierda, anarquis- batiendo, lograron el objetivo de detener el au-
406 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

mento de tarifas. Nuevas demandas y reivindica- en la toma de decisiones y ampliación del


ciones ciudadanas se fueron generando en estos sistema político, de mayor ciudadanía. Ello
meses, aunque más fragmentadas y sectoriales. fue reconocido incluso en el discurso de la
Sin embargo, los incidentes registrados du- presidenta Dilma Roussef.
rante algunas movilizaciones —represión poli- Estos movimientos en las calles, que com-
cial, por un lado, y saqueos y depredación de binan reclamos puntuales y demandas de am-
patrimonio por una minoría radicalizada, por pliación ciudadana, muestran que hay muchos
otro— divide a la opinión pública y afecta la le- que no comparten la “privatización” de las
gitimidad del movimiento. La gran mayoría de ciudades, ni su segmentación. Hacen pensar
la población se opone a la violencia. en nuevos modelos de desarrollo y conviven-
Algunos analistas sostienen que estas cia urbana y dejan en evidencia la exclusión
protestas constituyen una revalorización o la inclusión parcial de amplios sectores que
de la vida política y de la calle como lugar viven en las ciudades y sus alrededores y que
de expresión política y espacio público, quieren también ser parte de ellas, para dar-
desde donde se pueden lograr resultados les sentidos diferentes al del consumo pro-
concretos. Asimismo, pareciera que lo que movido por la economía de mercado. Había
se está cuestionando es un modelo econó- carteles en las manifestaciones que decían:
mico y social que, a pesar de los avances en “Disculpe la molestia, estamos cambiando el
disminución de la pobreza en los últimos 10 país”. El sentido principal parece ser la bús-
años, no logró dar respuesta a las múltiples queda de un cambio a partir del descontento
demandas que fueron en aumento junto con generado por el devenir de la vida urbana y
las mejoras logradas. Es decir, hay una insa- sus costos inequitativos.
tisfacción general, sobre todo en las clases
medias que tienen que hacer muchos esfuer-
zos para mantenerse como tal. Otros ven un Interrogantes
cuestionamiento al ejercicio del poder polí-
tico: detrás de las reivindicaciones concre- No se sabe a ciencia cierta la evolución de estas
tas habría una demanda de cambios sustan- protestas. Es posible que sean absorbidas por
tivos en términos de participación política fuerzas partidarias o por líderes carismáticos;
“Disculpe la molestia, estamos cambiando el país” 407

también pueden radicalizarse, quizás empuja- da Silva, Luiz Ignacio 2013 “The Message of
dos por una brutal represión policial, instalán- Brazil’s Youth” en The New York Times.
dose una lógica amigo-enemigo que los debilite Disponible en: http://www.nytimes.
hasta hacerlos desaparecer. Pero también es po- com/2013/07/17/opinion/global/lula-da-silva-
sible que su lucha, sus demandas y sus modos the-message-of-brazils-youth.html?_r=2&
de expresión den un sentido emancipatorio al Jackson, G. 2013 El país que soñamos
cambio, instalando en la sociedad de la informa- (Santiago de Chile: Editorial Debate).
ción una suerte de fuerza que de significados di- Maricato, E. 2013 “Quando novíssimos
ferentes a la vida, la democracia y el desarrollo. atores entram em cena, conquistas
Durante el siglo XX los jóvenes fueron un inesperadas acontecem”. Disponible
factor fundamental de cambio en diferentes en: http://blogdaboitempo.com.
momentos en las sociedades latinoamericanas. br/2013/09/05/quando-novissimos-
Hoy, como lo demuestran los casos menciona- atores-entram-em-cena-conquistas-
dos, también. Pero el futuro, ni hoy ni enton- inesperadas-acontecem/
ces, se supo de antemano. Monteverde, A., Carrillo, R. y Esteve del
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Diez tesis sobre el conflicto social
en América Latina*

I. El contexto nacional/popular1, “neodesarrollismo indige-


nista” y modernización conservadora (Calde-
El mundo de hoy vive un momento crucial, por- rón, 2008).
que en él se condensan al mismo tiempo varias En América Latina la economía creció, se
y diferentes crisis, así como transformaciones logró disminuir la pobreza y se avanzó en al-
y opciones de tipo financiero, multicultural, de gunos efectos distributivos (CEPAL, 2010a;
carácter ecológico y político. Lo inédito es que PNUD, 2009). La región ha mostrado singulares
se asiste y se está en medio de una manifesta- capacidades políticas y de gestión para enfren-
ción de cambios con características múltiples. tar la crisis global. Además, sus proyecciones
Algunos rasgos de la globalización están ex- de crecimiento son relativamente favorables
perimentando una transformación trascenden- (Aranibar, Vázquez y Garzón, 2011).
tal y hay una recomposición profunda del poder Sin embargo, la transformación productiva
económico y de las fuentes para el crecimiento y el salto hacia una economía del conocimien-
económico del planeta. Un nuevo multilatera- to no parecerían estar produciéndose con el
lismo se está instalando. Las nuevas economías dinamismo requerido para avanzar en la so-
emergentes asumen modelos “heterodoxos” de lución de los graves problemas de pobreza y
capitalismo o de economía de mercado, vincu- desigualdad en la región. La innovación e in-
lados a orientaciones políticas con discursos clusión social son todavía una ecuación pen-
ideológicos divergentes: reformismo práctico, diente. En igual sentido, han mejorado varios

* Este trabajo fue publicado originalmente en la Re- 1 El pueblo se identifica con la nación y el Estado.
vista de la CEPAL Nº107, en Agosto de 2012. Véase Calderón (2008).
410 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

indicadores de legitimidad política; sin embar- sino que también actúa en la conformación
go, los avances hacia una democracia de ciu- de los sistemas de intereses económicos y
dadanos son insuficientes (PNUD, 2004). de actores políticos que definen la dinámica
El problema es: ¿Cómo avanzar en ese del conflicto.
sentido? ¿Qué capacidades políticas supone? La formación de un Estado-nación autóno-
¿Cómo combinar hábilmente crecimiento, mo, la industrialización y el desarrollo de un
redistribución y sostenibilidad ambiental? proceso de modernización inclusivo, alimen-
¿Cómo asociar el ciclo político que vive la tado por una sólida cultura nacional/popular2,
región con un ciclo de transformaciones en fueron las metas y los ejes de organización de
las matrices económico-productivas? ¿Cómo los conflictos en el ciclo del primer populismo
persistir en la construcción de instituciona- que experimentó la región (Touraine, 1988).
lidad y pluralismo cultural de manera ade- Bajo las dictaduras, los conflictos que pro-
cuada a un cambio económico innovador? dujeron los actores sociales se centraban
Precisamente, un tema central en todos estos en una acción puramente defensiva, ya que
procesos es el del conflicto social y de sus los autoritarismos “resolvían” con represión
formas de abordarlo en una perspectiva en cualquier expresión de naturaleza conflictiva.
que la democracia se entiende como un or- En ese marco se desarrollaron con creciente
den conflictivo. Justamente en este ámbito es intensidad luchas y demandas por los dere-
donde se sitúa el presente trabajo. Las tesis chos humanos y la democratización política
que se presentan a continuación requieren ser (Ansaldi, 1986).
miradas desde una triple perspectiva: históri- La democratización dio paso a nuevos cam-
ca, conceptual y como parte del proceso de pos de conflictividad, y a la revitalización y/o
cambios a escala global. emergencia de nuevos movimientos sociales.
En la mayoría de los países de la región, Esta temática se encuentra analizada en la se-
el rasgo histórico, central y común en la di-
námica contemporánea de los conflictos se
refiere a la aparición temprana del Estado 2 Una cultura nacional popular es aquella en que se
procura la hegemonía política, la centralización del Es-
como actor social, que no solo refleja la con-
tado en la organización del desarrollo y la democracia,
flictividad social y política de las sociedades, la movilización de masas y un liderazgo carismático.
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 411

rie de estudios nacionales Los movimientos mandas de libertad real y libertad cultural. La
sociales ante la crisis (Calderón, 1986). En ese primera, entendida como un conjunto de de-
estudio, un primer campo de conflicto se refirió mandas destinadas a satisfacer necesidades
a la defensa de la condición obrera. Un segun- de una vida digna y desde allí poder desarro-
do campo aludió a las demandas de calidad de llar capacidades y optar por el tipo de vida
la vida urbana, el consumo colectivo y la des- que se desea llevar, de acuerdo con valores y
centralización. Un tercer campo vinculó a los aspiraciones propias. La segunda, entendida
conflictos campesinos en relación con la tierra, como el reconocimiento de las identidades y
el mercado y el reconocimiento étnico. Los de- los derechos de las personas y las comunida-
rechos humanos y la búsqueda de relaciones de des culturales, en relación con el derecho de
género equitativas fueron otro campo significa- asumir y de cambiar identidades (Sen, 1999;
tivo en dicho período. PNUD, 2004).
Luego de las reformas estructurales, el En el enfoque conceptual del artículo se
conflicto fue en defensa de las condiciones considera a la política constructivista como
de vida y a causa del malestar introducido la mejor forma de procesar los conflictos3. El
por la cosificación del mercado. A fines de los constructivismo político asume las realidades
años noventa, como parte de una inflexión
histórica tanto en términos de democracia
3 El constructivismo político se asienta en la capaci-
como de desarrollo, emergió un nuevo tipo dad política de los actores para producir un orden con-
de conflicto con una mayor complejidad so- flictivo resultado de la interacción y el reconocimiento
cial y rasgos multifacéticos, multiplicándo- entre diferentes u opuestos, lo que supone comprender
se tanto los conflictos como los actores. En la libertad y la identidad del otro. La política constructi-
va podrá ser entendida como el arte de lo mejor posible.
este contexto, sobresalen los conflictos vin-
La modalidad de hacer política es la de un intercambio
culados al multiculturalismo y los plantea- de reconocimientos recíprocos (PAPEP-PNUD, 2011,
mientos relacionados con nuevas formas de cap. 1). Metodológicamente, para explicar este tipo de
calidad de vida, la ciudadanía y la dignidad acción resulta fundamental determinar los datos es-
(PAPEP-PNUD, 2011). tructurales e institucionales sobre los que descansa la
acción, como también los efectos de la socialización a
Conceptualmente se puede afirmar que
la que están vinculados los actores (Boudon y Bourri-
en los conflictos en la región se enlazan de- caud, 1982, p. 308).
412 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

socioeconómicas y los juegos de poder pro- sería un instrumento de negociación, sino un


curando fortalecer la democracia y parte del ejercicio de comprensión de la memoria y de la
reconocimiento de una pluralidad sociocultu- libertad del otro.
ral para construir un orden común, sin desco- En esta perspectiva se plantea que una so-
nocer que tal orden es el resultado de un pro- ciedad que produce conflictos y cambios que
ceso conflictivo. El conflicto no es sinónimo son procesados constructiva e institucional-
de guerra, es más bien el orden conflictivo de mente, será más fecunda en democracia y de-
la diversidad y la interculturalidad el que su- sarrollo, mientras que si la sociedad produce
pone la democracia y la paz. En este enfoque, conflictos y sus instituciones son débiles en
la política y los actores sociales se hacen y el procesamiento de estos, los resultados en
rehacen constantemente en el conflicto y este términos de democracia y desarrollo serán
se alimenta de relaciones desiguales de poder problemáticos, como también si la sociedad
que también son reales e históricas. Por esto, muestra debilidad en producir conflictos y
los actores se forman en la política donde to- cambios y sus instituciones son fuertes, pero
dos están sometidos a relaciones de poder. no saben procesar los conflictos democrática-
En el texto se sintetiza una visión normativa mente. En situaciones donde la sociedad, el
de la política, como una política orientada Estado y sus instituciones son débiles, como
por valores. Como decía Gianni Vattimo, no se verá más adelante, predominarían sistemas
es cuando tenemos la verdad que nos pone- informales de intermediación y control en la
mos de acuerdo; es más bien cuando nos po- reproducción del orden social. Para América
nemos de acuerdo que encontramos la verdad Latina las ideas clásicas de Marcel Mauss son
(Vattimo, 2006). aún importantes.
Aquí no se argumenta en favor o en contra En definitiva, ¿cómo afectan los conflictos a
de un tipo de sociedad determinada; se argu- las opciones de democracia y desarrollo? Res-
menta, sobre todo, por una forma político- ponder a esta inquietud es precisamente el pro-
institucional de convivir entre diferentes, que pósito del presente artículo.
permita construir metas compartidas sin negar Metodológicamente, los conflictos encon-
el poder, ni el conflicto o la discrepancia en nu- trados e interpretados en el estudio han sido
merosos planos. La política, en este sentido, no el resultado de las narraciones elaboradas
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 413

durante un año por 54 periódicos en 17 paí- En términos cuantitativos, América Latina


ses de la región. Estos medios representan se confirma como una región con una con-
diversas orientaciones ideológicas, tienen flictividad significativa. Empero, el tiempo de
importantes mercados de información y son estudio correspondió a un período de “sali-
en buena medida componentes de complejas da” de la crisis global y de relativa estabilidad
redes a escala global y local, que funcionan a sociopolítica. Se trata de un lapso en que el
partir del uso y desarrollo de las nuevas tec- casillero en que aparecen una alta radicali-
nologías de la información y las comunicacio- dad y un gran número de conflictos está va-
nes (TIC). En este sentido, es muy importante cío. No hubo crisis serias de gobernabilidad
subrayar que la base empírica de este trabajo en la región, a excepción del golpe de Estado
son los conflictos sobre los que publicaron en Honduras. En el análisis se detectaron —
los periódicos seleccionados. Si bien estos entre octubre de 2009 y septiembre de 2010—
contribuyeron, junto con otros medios, a for- 2.318 conflictos y 4.724 episodios conflicti-
mar la opinión pública respecto de aquellos vos. En términos generales, los países que
hechos, no abordaron los conflictos existen- registran el mayor número de conflictos son
tes que son más numerosos que los publica- la Argentina, Estado Plurinacional de Bolivia
dos. Desde luego, esto representa una seria y Perú, con un total de conflictos superior a
limitación para este tipo de estudios, donde los 200. Los países con menos conflictos de
además es frecuente confundir lo publicado la región son Chile, Costa Rica y El Salvador,
con la realidad. Sin embargo, se realizaron con un promedio de 58 conflictos. Los países
pruebas de consistencia por medio de otras con mayor radicalidad de los conflictos son
fuentes estadísticas sobre casos nacionales y Chile, la República Dominicana y Venezuela
sectoriales y se encontraron tendencias cua- (República Bolivariana de), y con menor ra-
litativas similares. No obstante, debe quedar dicalidad Costa Rica, Panamá y Perú. En el
claro que la información es insuficiente. Aquí Gráfico 1 sobre la radicalización de los con-
principalmente se estudiaron los conflictos flictos se registra su intensidad. Y con esto se
en el espacio público comunicacional basado abre la caja de Pandora.
en la prensa escrita.
414 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Gráfico 1. Pirámide de radicalización

Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en América Latina, La Paz, 2011.
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 415

II. Las tesis Asimismo, se destaca que los países de la re-


gión se encuentran entre los más desiguales del
En las tesis que se presentan a continuación se mundo en ingreso per cápita de los hogares: 10
acentúan las características más frecuentes, los de los 15 países más desiguales del mundo son
rasgos comunes y los desafíos compartidos que en- latinoamericanos. Así, el coeficiente de Gini del
frentan las diferentes sociedades latinoamericanas. ingreso de América Latina y el Caribe es “65%
más alto que en los países de ingresos altos, 36%
Tesis 1 más elevado que en los países de Asia oriental y
18% superior al del África” (PNUD, 2010).
Los rasgos que asume la compleja desigualdad en En el Gráfico 2 se muestran los altos nive-
América Latina se vinculan no solo a significativos les de concentración en la distribución del in-
niveles de diferenciación social y altos niveles de greso en la región, donde el 20% más rico de
concentración de ingresos y riqueza, sino también la población posee el 56,81% de los ingresos y
al malestar y el cuestionamiento por parte de los el 20% más pobre solamente el 3,4%. Según la
ciudadanos a tales niveles de desigualdad. Este es revista Forbes, los más ricos de América Latina
el motivo por el cual la desigualdad constituye la acumulan 332 mil millones de dólares, 17 veces
base sobre la que se desarrollan la mayoría de los más que el producto interno bruto (PIB) del
conflictos y protestas sociales en la región. Estado Plurinacional de Bolivia y 19 veces más
América Latina ha disfrutado de un entorno que el PIB de Paraguay (Forbes, 2011).
económico favorable, que se ha visto reforzado Los ciudadanos perciben como injustos es-
por una macroeconomía sana, alto crecimiento tos niveles de desigualdad y hay una demanda
y cierto grado de redistribución por la vía de instalada de cambio que explica la fuerza de
políticas sociales; sin embargo, en la región se los conflictos sociales, incluso en situaciones
mantiene la desigualdad como un problema es- de importantes avances en la disminución de la
tructural. En el Informe regional sobre desarro- pobreza que ha tenido América Latina4 (véase
llo humano para América Latina y el Caribe
del PNUD 2010 se mencionan tres rasgos carac-
4 Según el Panorama social de América Latina, en
terísticos de la desigualdad en América Latina y 2010 la cantidad de personas pobres disminuyó un 5%
el Caribe: es alta, persistente y se reproduce en retomando la tendencia regional a la reducción de la
un contexto de baja movilidad socioeconómica. pobreza, que comenzó en 2003 (CEPAL, 2010c).
416 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

el Gráfico 3). Según datos del Informe Latino- Tesis 2


barómetro 2010, el 79% de los latinoamericanos
consideran injusta la distribución del ingreso. El espacio público mediático es el lugar
donde se expresan crecientemente los con-
Gráfico 2. Distribución del ingreso. Copa de cham- flictos sociales y donde se construyen los
pagne (en porcentaje)
relatos sobre estos. Está relacionado con
la expansión y multiplicación masiva de las
nuevas TIC. Los actores en conflicto necesi-
tan a los medios y los medios necesitan los
conflictos en una lógica mediática del con-
flicto y el poder.
Los medios constituyen fuentes de poder,
son instituciones y empresas que construyen
significados e imaginarios públicos sobre el
conflicto, socializando a las personas. Así
como los medios necesitan de los conflictos,
los conflictos necesitan de los medios, que son
espacios públicos en que se reflejan, crean y
disputan las relaciones de poder, y donde se
reconocen los conflictos entre los actores
en pugna. Los medios no son neutrales, pero
tampoco instrumentos mecánicos de poder;
constituyen el lugar donde se expresan los
intereses políticos y sociales, y donde conflu-
yen las distintas miradas periodísticas. Y son
también negocios. Sus características depen-
derán del mercado y del juego de intereses y
Fuente: elaboración propia sobre la base de datos de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), presiones de los actores.
“CEPALSTAT. Estadísticas de América Latina y el Caribe”, 2009.
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 417

Gráfico 3. Cuán justa es la distribución de la riqueza en América Latina 2010 (percepción


de la distribución de la riqueza)

Fuente: Corporación Latinobarómetro, Informe Latinobarómetro 2010, Santiago de Chile, 2010, en <http:// www.
latinobarometro.org/latino/LATDatos.jsp>.
418 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

La concentración de la propiedad de los medios po o conglomerado “pequeño”, en su mayoría


de comunicación se ve reflejada en los tipos de de empresas editoriales, que poseen cada vez
conglomerados mediáticos latinoamericanos. mayores capacidades de ofrecer productos
Se ha detectado que en la región conviven tres en distintas plataformas orientadas a diversas
tipos o tamaños de conglomerados mediáticos. audiencias, que no poseen más de un par de
El primero, que podría denominarse “grande”, medios de prensa escrita, no ostentan platafor-
posee propiedades en diversa medida en las mas complejas de distribución, ni participan de
cuatro plataformas comunicacionales clave del grandes redes de información y comunicación
mercado global (prensa escrita, medios audio- a escala regional o global. En el Cuadro 1 se
visuales, plataformas web y multimedia móvil) ejemplifican los rasgos de los grupos mencio-
a nivel regional; también debe considerarse nados.
aquel que, a pesar de no participar en los cua- En la dialéctica medios/sociedad no solo
tro segmentos, concentra en alguno de ellos hay una relación complementaria entre los
una gran cantidad de medios considerados re- medios y los actores en conflicto. Desde una
levantes en niveles locales. El segundo grupo, perspectiva constructivista, los medios cons-
o categoría denominada “mediana”, se refiere a truyen realidad, contribuyendo a dibujar na-
aquellas corporaciones que no poseen medios rrativas e imaginarios que acaban repercutien-
fuera del ámbito nacional, pero que operan en do en el mundo real, es decir, en el sistema
tres o cuatro de los niveles comunicacionales político, en el proceso de toma de decisiones
de su ámbito local. Finalmente, existe un gru- y en las agencias de los actores sociales.

Cuadro 1. Tipos de conglomerados mediáticos

Grupo mediático “Grande”


Periódico Grupo multimedia
El País (Uruguay) Grupo de Diarios de América
O Globo (Brasil) Organizaçães Globo/GDA Grupo de Diarios de América
El Mercurio (Chile) GDA Grupo de Diarios de América
La Tercera (Chile) Grupo Copesa S.A./Consorcio Periodístico de Chile
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 419

Periódico Grupo multimedia


Reforma (México) Grupo Reforma
La Prensa (Argentina) Multimedios la Capital
Grupo mediático “Mediano”
Periódico Grupo multimedia
El Tiempo (Colombia) Grupo Planeta
El Comercio (Perú) GDA Grupo de Diarios de América
El Periódico (Guatemala) Media Development Loan Fund (MDLF)
El Universal (México) GDA Grupo de Diarios de América
El Panamá América (Panamá) Grupo Epasa
El Nacional (República Dominicana) Grupo Corripio
El Colombiano (Colombia) Periódicos Asociados Latinoamericanos
Ultimas Noticias (Venezuela) Cadena Capriles
La Nación (Costa Rica) GDA Grupo de Diarios de América
La Prensa Gráfica (El Salvador) Grupo Dutriz
Diario Libre (República Dominicana) OMNIMEDIA Grupo Multimedia
Periódicos asociados latinoamericanos
La Nación (Paraguay) Grupo Nación de Comunicaciones
La República (Uruguay) Grupo ICK
El Espectador (Colombia) Grupo Bavaria
La Prensa (Honduras) Grupo OPSA (Organización Publicitaria Sociedad Anónima)
La Jornada (México) —
El Día (República Dominicana) Grupo Corripio
Jornal de Brasilia (Brasil) Grupo Jornal de Brasilia
O Estado de São Paulo (Brasil) Grupo Estado
El Deber (Bolivia) Grupo Líder
Los Tiempos (Bolivia) Grupo Líder
420 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Periódico Grupo multimedia


La Razón (Bolivia) Grupo Líder
El Heraldo (Honduras) Grupo OPSA (Organización Publicitaria Sociedad Anónima)
La Nación (Argentina) La Nación S.A.
Grupo mediático “Pequeño”
Periódico Grupo multimedia
ABC Color (Paraguay) Editorial Azeta S.A.
El Universo (Ecuador) Grupo El Universo
El Universal (Venezuela) Periódicos Asociados Latinoamericanos
El Diario de Hoy (El Salvador) América Interactiva
La Tribuna (Honduras) Carlos Roberto Flores Facussé
El Mercurio (Ecuador) Grupo Merchán
Expreso (Perú) Diario Expreso S.A.
Prensa Libre (Guatemala) Casa Editorial Prensa Libre S.A.
La Nación (Chile) Empresa Periodística La Nación S.A./Estado chileno
Correo (Perú) Empresa Periodística Nacional S.A. (EPENSA)
Crónica (Paraguay) Grupo Nacional de Comunicaciones
Expreso (Ecuador) Grupo Granasa (Gráficos Nacionales S.A.)
La República (Costa Rica) República Media Group (RMG)
El Mundo (El Salvador) Grupo Mundo Multimedia
La Hora (Guatemala) Familia Marroquín
La Prensa (Panamá) Corporación La Prensa S.A. (Corprensa)
Página 12 (Argentina) Editorial La Página S.A.
Jornal do Brasil (Brasil) Nelson Tanure/Editora Jornal do Brasil

Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en América Latina, La Paz, 2011.
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 421

Tesis 3 Gráfico 4. Relación entre apoyo al régimen institu-


cional y número de conflictos/promedio de radicali-
zación, 2010*
Los conflictos tienen racionalidades comple-
jas e intensidades distintas. Su frecuencia es
diferente a su radicalidad y ambas están des-
igualmente relacionadas con los niveles de
institucionalidad y las brechas sociales. Así, a
mayores brechas sociales y menores niveles
de legitimidad institucional, mayor cantidad
de conflictos. Asimismo, cuanto mayor sea el
apoyo al régimen político institucional, menor
será la cantidad de conflictos que lleguen a ni-
veles de enfrentamientos violentos.
Uno de los patrones de la conflictividad so-
cial en la región encontrados en el presente
estudio es la asincronía del conflicto, es decir,
conflictos con distinta dirección, intensidad y
sentido, vinculados a la búsqueda de niveles
de vida básicos, con demandas (sobre todo
al Estado) de gestión institucional eficaz y Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios
legítima y con estrategias de cambios en las Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el
dinámicas de convivencia intercultural. Al Desarrollo (PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en
América Latina, La Paz, 2011.
mismo tiempo, uno de los hallazgos centrales
del estudio se refiere a la complejidad de la * No existe una correlación significativa ni relevante
asincronía del conflicto, puesto que —como entre niveles de legitimidad institucional y radicalización
de los conflictos; la lectura del gráfico permite afirmar
ya se dijo— brechas sociales más profundas
que no existe una relación evidente entre legitimidad e
y menor legitimidad del régimen institucional intensidad del conflicto en la región. Parece existir, por
se traducirán en un mayor número de conflic- otra parte, una relación entre la cantidad de conflictos y
tos (véase el Gráfico 4). el nivel de legitimidad institucional: países con niveles de
422 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

legitimidad institucional más bajos parecerían ser más Gráfico 5. Relación entre brechas sociales y
propensos al conflicto social, pese a que esta relación número de conflictos/porcentaje de conflictos
no sea concluyente y solo marginalmente significativa en radicalizados
términos estadísticos.

Por otra parte, la relación entre radicalidad de


los conflictos, legitimidad institucional, bre-
chas sociales y número de conflictos es muy
importante, pero más compleja. Como se seña-
ló anteriormente, del nivel de apoyo al régimen
institucional dependerá si los conflictos llegan
o no a desembocar en enfrentamientos violen-
tos (véase el Gráfico 5).
La relación que tienen las brechas sociales
con la radicalización no es lineal, sino que di-
buja una “U” en la que los países con brechas
medias presentan menos casos de violencia y
enfrentamientos que los países con brechas
amplias y los países con brechas bajas. Esto
obedecería a las diferentes formas de interac-
ción entre sociedad, Estado y conflictos, a la Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios
Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el
capacidad de procesamiento de estos y, en
Desarrollo (PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en
general, a la cultura política y la trayectoria América Latina, La Paz, 2011.
histórica de los países. A todo esto, una buena
noticia se ha instalado en la región, pues existe
un “casillero vacío” que favorece a la democra- Tesis 4
cia y al desarrollo: la conflictividad social en El Estado es un actor central en los juegos de
los países latinoamericanos no es muy alta ni poder y de conflicto, pero tiene limitada ca-
muy radicalizada. pacidad de gestionarlos y resolverlos con un
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 423

sentido de cohesión social y expansión demo- malestar social en la búsqueda de la satisfac-


crática. Este factor conduce a una paradoja, ción de una demanda o la consecución de un
ya que los Estados catalizan las demandas so- objetivo. Por otra parte, la sociedad está ex-
ciales, pero no tienen la capacidad suficiente perimentando un proceso de progresiva frag-
para gestionarlas. mentación de los actores colectivos y de sus
Como se demuestra en el Gráfico 6, por una identidades, lo que se refleja en una tendencia
parte, en América Latina el principal actor de- a la multiplicación de las demandas fuera de
mandado es el Estado en el 70% de los casos, los marcos clásicos e institucionalizados de
es decir, la instancia hacia la que se dirige el los conflictos.

Gráfico 6. Actores demandados y demandantes

Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en América Latina, La Paz, 2011.
Los principales actores del conflicto son: Vecinal/comunal (19%) y Otros varios (15%), entre los que se encuentran
actores circunstanciales, grupos irregulares, grupos vinculados a actividades productivas sectoriales y gremiales tales
como hidrocarburos, financieras, mineras, coordinadoras, sindicatos, asociaciones, uniones y educacionales (14%).
424 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

III. Fragmentación ciones muy variadas, desde países con mayor


capacidad estatal (Uruguay) y por ende con
Los actores demandantes a nivel regional ponen mayor capacidad de procesamiento de conflic-
de relieve una tendencia opuesta: el predominio tos, hasta países en los que estas capacidades
de una fragmentación de los protagonistas de son menores, como el Estado Plurinacional de
los conflictos. Los actores más importantes son Bolivia, Perú y Ecuador.
las organizaciones vecinales (19%), y es también Desde una perspectiva general, práctica-
significativo que el 5% de los conflictos sea prota- mente en toda la región el Estado es percibido
gonizado por actores circunstanciales5, esto es, como el único actor capaz de dar solución a
por agrupaciones de individuos que luchan por problemas macroestructurales y a sus mani-
demandas y necesidades coyunturales y cuya festaciones a nivel local. Hay una tendencia a
organización se disuelve en cuanto se resuelven la centralización de las demandas sociales que
esos temas concretos. En este sector es donde confirma un patrón regional histórico donde el
más se refleja la tendencia a la espontaneidad de Estado ha jugado y juega un papel protagóni-
la acción colectiva, encarnando en términos de co. No hay una distribución equilibrada de los
conflictos esa “modernidad líquida” a la que se conflictos entre los distintos espacios sociales,
refiere Bauman (1999 y 2005). Todo esto permite y lo más común es que las demandas adquieran
plantear la hipótesis de que se está frente a una una connotación política. Como ya señalaban
situación en que predominan Estados con debi- Calderón y Dos Santos (1987: 15), en América
lidad institucional y sociedades policéntricas. Latina “la carencia de tecnologías constitucio-
nales capaces de institucionalizar el manejo
del conflicto” se suma a “las tendencias social-
IV. Centralidad mente excluyentes del orden”.
Permanece la paradoja de un Estado débil
A pesar de la centralidad de las demandas al como principal referente de las intensas de-
Estado, se experimentan sin embargo situa- mandas sociales: se sigue apelando a un apara-
to estatal en general pobre e incapaz de dar res-
puestas institucionales y negociadas, atrapado
5 Son actores colectivos que aparecen en el momento
del conflicto y luego desaparecen. en las ineficiencias de su burocracia, la inefec-
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 425

tividad de su sistema legal, la escasa credibili- institucionales (Calderón y Dos Santos, 1987:
dad de sus gobiernos y problemas crónicos de 17). Asimismo, disfunciones profundas y evi-
corrupción y otorgamiento de prebendas. Al dentes de los sistemas institucionales están en
mismo tiempo, el proceso de centralización en la raíz de ejes de conflictividad específicos y, al
el imaginario colectivo llega a los niveles más mismo tiempo, dificultan el manejo de tensio-
altos, donde el gobierno central es el Estado y, nes sociales de distinta naturaleza (tanto por
más aún, el presidente es el Estado, en una tra- la reproducción social como de tipo cultural y
yectoria histórico-cultural en la que el persona- político-ideológico).
lismo casi nunca dejó de jugar un papel central
en la política latinoamericana. Tesis 5
Finalmente, hay que destacar la importancia
del marco normativo e institucional para en- Existe una tendencia a la descentralización de
tender las dinámicas de los conflictos sociales. los conflictos y a la emergencia de experien-
Ello puede tener gran relevancia para canalizar cias locales de procesamiento democrático de
las tensiones y mantener bajo control potencia- estos. Esta tendencia conduce al desarrollo de
les brotes de violencia, organizar las demandas una nueva política centrada en relaciones cons-
sociales, ofrecer espacios de reconocimiento tructivas entre los actores y las gestiones muni-
y expresión a los actores y promover formas cipales que se caracterizan por ser legítimas y
políticas y dialogadas de toma de decisiones. eficaces, poseen agencia ciudadana en los pro-
Se considera aquí el valor de la democracia en cesos y resultados, y en definitiva construyen
cuanto sistema que establece reglas del jue- una democracia de ciudadanía a escala local.
go político capaces de procesar los conflictos A pesar de la lógica centralista o de descen-
(Lechner, 1986). En este sentido, en lo que se tralización sin desconcentración de recursos,
refiere al cambio social, parece ser insoslaya- existen tendencias actuales e históricas a la
ble la dimensión institucional, como tampoco descentralización de los conflictos en favor
es posible alcanzar la satisfacción perdurable del Estado territorial, municipal o regional.
tanto de las demandas de ciudadanía social Como se ilustra en el Gráfico 6, del total de
como de la participación en la toma de deci- conflictos registrados en el período de estu-
siones si no se han superado las limitaciones dio, el 16% corresponden a demandas dirigi-
426 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

das hacia el Estado local y un 6% a los gobier- para procesar conflictos sociales en favor de
nos regionales. una democracia plural y sustantiva, capaz de
Esta tendencia se relaciona en casos rele- enfrentar mejor los problemas de la desigual-
vantes con la emergencia de actores socio- dad y el desarrollo.
culturales y políticos, que buscarían la expan- Estas experiencias y otras similares
sión de una política constructivista. Como se muestran que es posible encontrar y quizá
aprecia en el Cuadro 2, los casos de las ciuda- propagar experiencias en que se procura
des de Porto Alegre, Rosario, Bogotá, La Paz convertir los conflictos, o parte de ellos, en
y Villa El Salvador, entre otras, son notables acuerdos que se transformen en metas y re-
ejemplos de aplicación de políticas públicas sultados concretos.

Cuadro 2. Casos paradigmáticos de procesos de descentralización en América Latina

País Ciudad Proceso

Brasil Porto Alegre Descentralización y democratización local

Bolivia (Est. Plur. de) La Paz Descentralización y participación popular

Argentina Rosario Descentralización y democratización local

Uruguay Montevideo Descentralización participativa

Perú Villa El Salvador Planeamiento del Desarrollo Participativo y Sistema de


Presupuesto

Colombia Bogotá Descentralización administrativa

Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en América Latina, La Paz, 2011.
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 427

Tesis 6 (y en este sentido —como se verá— son con-


flictos estratégicos).
En una lógica desigual y combinada, se desa- En el Gráfico 7 se muestra el porcentaje
rrollan tres campos de conflicto vinculados a de cada campo de conflicto por país y por su-
la reproducción social, la lógica institucional y bregión, pudiendo apreciarse que en la gran
la dinámica cultural. La reproducción social se mayoría de los países los conflictos por la
organiza en una lógica práctica y es un fin en reproducción social son los más numerosos,
sí misma, pues constituye una referencia ética con la excepción del Estado Plurinacional de
para la política y la cultura: la dignidad humana. Bolivia, Colombia, Guatemala, Panamá y la
Con el objetivo de tener una visión regional República Dominicana, donde pesan más los
de las orientaciones de la acción colectiva, en conflictos institucionales. A su vez, Colombia
el estudio se identifican tres grandes campos y México son los países con mayor número de
de conflictividad en América Latina, en los que conflictos culturales.
se encuentran subsumidas las diferentes de- La reproducción social se refiere a las ca-
mandas que son la base de las movilizaciones pacidades de una sociedad para reproducirse
colectivas: i) demandas por la reproducción y cambiar a lo largo del tiempo y se relaciona
social; ii) demandas institucionales; y iii) de- tanto con umbrales básicos de reproducción
mandas culturales. Los tres campos tienen una (alimentación, salud, educación, empleo, entre
racionalidad parcialmente distinta: 1) los con- otros) como con umbrales ampliados referidos
flictos de reproducción social incluyen princi- a la calidad de vida en general, y a los con-
palmente las demandas para satisfacer necesi- ceptos de bienestar y de vida digna en cuanto
dades básicas de bienestar social referidas a un condición para la libertad real (Sen, 1999). Es
mínimo de vida digna, que permitan la repro- en este campo de conflictividad donde se hace
ducción de los individuos y las colectividades más evidente la lógica práctica de la moviliza-
humanas; su lógica es esencialmente práctica; ción social. La gente sale a la calle para pedir
2) los conflictos institucionales procuran ma- mejoras de sus condiciones de vida y para exi-
yor eficacia y legitimidad de las instituciones gir ciertas garantías en el proceso de reproduc-
del Estado; 3) los conflictos culturales tienen ción, ya sea en términos de mejores condicio-
como objetivo el cambio de los modos de vida nes salariales y de empleo, como de asistencia
428 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

en temas de salud y educación, o en contra de La mayoría de los conflictos por reproducción


medidas económicas que se perciben como social surgen por cuestiones socioeconómicas,
desestabilizadoras de la situación presente. en particular laborales y salariales, de consumo
colectivo, pero también en rechazo de ciertas
Gráfico 7. Campos de conflicto por país medidas políticas o sociales que se perciben
(En porcentaje) como amenazadoras del statu quo laboral, y asi-
mismo para impulsar normas que podrían mejo-
rar la situación actual, o por cuestiones relacio-
nadas con la propiedad y el aprovechamiento de
la tierra (véase el Gráfico 8). Más de la mitad de
los conflictos por reproducción social radican en
demandas de tipo laboral/salarial (59,20%). La
importancia relativa de los conflictos laborales,
en particular, demuestra el papel estratégico que
cumple el trabajo en la vida de nuestras socieda-
des, tanto en términos de inserción en las relacio-
nes laborales como de la calidad de la vida social.

Gráfico 8. Tipología de los conflictos (En porcentaje)

Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios
Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en Desarrollo (PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en
América Latina, La Paz, 2011. América Latina, La Paz, 2011.
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 429

Además, los datos sobre los conflictos por re- Gráfico 9. Los conflictos por la reproducción so-
producción social refuerzan los datos estruc- cial (En porcentaje)
turales, en el sentido de que la acción colectiva
parece ser consistente con los problemas so-
cioeconómicos reales percibidos a nivel regio-
nal. Los conflictos por la reproducción social
representan el 47,3% del total de conflictos a
nivel latinoamericano, y su importancia rela-
tiva aumenta si se considera que en 12 de los
17 países de la región estos conflictos son los
más numerosos, mientras que en 9 de ellos las
cuestiones laborales/salariales y la situación
económica se hallan en la raíz de más del 50%
de los conflictos.
A nivel de subregiones, los países andinos
y Centroamérica tienen niveles parecidos de
conflictividad por reproducción social —que
representa cerca del 42% del total de los con-
flictos en estas regiones—, mientras que en el
Cono Sur se observa una cantidad de conflic-
tos relativamente más alta (58,7%), véase el
Gráfico 9.
En este campo de conflictividad, los con-
flictos que tienden a alcanzar un nivel de radi- Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios
Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el
calización significativa obedecen a problemas Desarrollo (PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en
de tierra (53%), cuestiones laborales/ salaria- América Latina, La Paz, 2011.
les (49%) y protestas en contra de medidas
económicas (42%), véase el Gráfico 10.
430 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Gráfico 10. Niveles de radicalización y, por otra, estos conflictos tienden a combinar-
se con otros factores, como el tema de las iden-
tidades en el caso de los grupos étnicos, o los
intereses económicos y políticos a nivel local,
lo que aumenta su carga ideológica centrífuga.
Además, la cuestión agraria sigue siendo un
punto pendiente en la agenda de las reformas
de muchos países latinoamericanos y permane-
cen vigentes las consecuencias sociales de un
sistema latifundista “neofeudal”, fuertemente
arraigado en la región.

Tesis 7

Los conflictos institucionales reclaman la efica-


cia y la eficiencia de las instituciones. Un rasgo
Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios generalizado en la región es la fuerza de una cul-
Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el
tura del conflicto de carácter “parainstitucional”.
Desarrollo (PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en
América Latina, La Paz, 2011. El conflicto institucional es el resultado de la
inconsistencia entre las demandas de la gente y
la incapacidad de las políticas y las institucio-
Los datos concernientes a promedios confir- nes del Estado para satisfacer tales demandas.
man que los conflictos más radicalizados son En particular, emerge una conflictividad cuyo
los de tierra. Si bien se trata de conflictos me- énfasis está puesto en el funcionamiento institu-
nos relevantes en términos de cantidad, pre- cional o estatal y no tanto en el cuestionamiento
sentan una mayor tendencia a la violencia con al sistema que, por cierto, constituye en algunos
respecto a otros casos. Esto hace suponer que, casos un sustrato discursivo general.
por una parte, existe una carencia de espacios Los conflictos que entran en esta categoría
institucionales donde encarar estas demandas se basan en la necesidad de un mejoramiento
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 431

de la institucionalidad, entendida en sus aspec- Gráfico 11. Tipología (En porcentaje)


tos más prácticos como gestión administrativa,
prestación de servicios públicos, problemas le-
gales y judiciales y legitimidad de las autorida-
des públicas. Las luchas surgen tanto debido a
la falta de institucionalidad como a la demanda
de institucionalización de los actores sociales.
Muchos de los conflictos que caracterizan a
América Latina se derivan de las debilidades de
aplicación de las normas y de las ineficiencias
del Estado, más que de una ausencia de normas
e instituciones. El Estado, en este sentido, es
un importante generador de conflictividad. Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios
Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el
La conflictividad institucional es el segundo
Desarrollo (PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en
campo cuantitativamente más relevante (repre- América Latina, La Paz, 2011.
senta el 37,7% del total de conflictos) e incluye
demandas generadas principalmente por fallas
en la gestión administrativa (35%) y por pres- En cuanto a la distribución de los conflictos
tación de servicios públicos (30,2%), véase el institucionales en las subregiones, el área don-
Gráfico 11. Las primeras comprenden demandas de se concentra la mayor cantidad de estos
generadas por observaciones o desacuerdos res- conflictos es la de los países andinos (41,2%
pecto de la manera en que se realiza la gestión del total), especialmente en el Estado Pluri-
institucional, tanto en el ámbito público como en nacional de Bolivia y Colombia. Del total de
el privado; mientras que las segundas se refieren los conflictos en Centroamérica, México y la
a todo conflicto provocado por falta o deficiencia República Dominicana, los temas institucio-
en las obras públicas (caminos, escuelas, hospi- nales ocupan el 41% del total. En esta subre-
tales y otros) en una determinada zona, así como gión destacan dos grupos de países: por una
por las limitaciones del Estado para cumplir con parte, Panamá, Guatemala y la República Do-
el otorgamiento de servicios básicos. minicana, donde los conflictos institucionales
432 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

constituyen el campo de conflictividad más Gráfico 12. Los conflictos institucionales


relevante; por otra, Honduras, el Salvador, (En porcentaje)
México y Costa Rica con niveles medio/bajos
de conflictividad institucional. Finalmente, el
Cono Sur presenta el 28,7% de los conflictos
institucionales, con niveles por lo general me-
dios (la excepción es Uruguay, donde solo el
20% es representado por esta categoría), véa-
se el Gráfico 12.
Los conflictos que más a menudo tienden
a alcanzar un nivel de radicalización impor-
tante obedecen a problemas de límites polí-
tico-administrativos (56%), cuestionamiento
o reconocimiento de autoridad (49%), ges-
tión administrativa (41%), incumplimiento
de convenios (53%), prestación de servicios
públicos (40%) y situación/medidas legales
(28%), véase el Gráfico 13. Por otra parte, el
promedio de radicalización es más alto en
el caso de los conflictos debidos a incum-
plimiento de convenios y relativamente más
bajo en las luchas sobre límites administra-
tivos y medidas legales. La cantidad de con-
flictos institucionales y por temas de gestión
administrativa que llegan a niveles altos de Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios
radicalización revela la existencia de causas Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el
estructurales que están en la base de la debi- Desarrollo (PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en
lidad crónica de los mecanismos de goberna- América Latina, La Paz, 2011.
bilidad e institucionales.
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 433

Gráfico 13. Niveles de radicalización

Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en América Latina, La Paz, 2011.

América Latina se caracteriza por la relevancia los fenómenos del clientelismo y del persona-
en muchos contextos de una dimensión “para- lismo, funcionan como mecanismos cotidianos
institucional” del conflicto. Existiría una gramá- para regular las relaciones sociales entre indi-
tica de relaciones entre Estado y grupos sociales viduos y con las instituciones formales. En este
que se mueve entre lo formal y lo informal. Se ámbito “parainstitucional” es donde precisamen-
trata de sistemas sincréticos que conservan ras- te se mueven los actores sociales en conflicto6.
gos organizativos y culturales “precapitalistas” y
“predemocráticos”, combinados con institucio-
nes modernas. En este sentido, las redes perso- 6 Donzelot define el “arte de la negociación” brasile-
ña como esa forma de resolver los conflictos a través
nales y las jerarquías informales, encarnadas en
de mecanismos informales de arbitraje y negociación,
434 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Por último, independientemente de la orien- bresalientes, siendo en este sentido un terreno


tación política y con algunas variaciones se- fértil para la reproducción de mecanismos de
gún los casos, en América Latina existe un desigualdad cultural también fuertes.
problema estructural acerca del procesamien- Sobre este tejido de desigualdad compleja se
to de los conflictos que tiende a degenerar de- articulan las nuevas necesidades y demandas
bido a la incapacidad político-institucional y en la multifacética agenda de movilización cul-
estatal de atender las demandas e identificar tural de América Latina, en la que sobresalen
las necesidades y urgencias de la población. los conflictos ideológicos y políticos y los de
Ello produce una gobernabilidad que tiende a seguridad ciudadana.
la precariedad. A pesar de que los conflictos culturales en
todas sus variantes son relativamente menos
Tesis 8 numerosos con respecto a otros campos de
conflictividad, poseen una repercusión sisté-
Los conflictos culturales buscan nuevas formas mica muy alta, gracias al papel que la cultura
de buena convivencia, tienen efecto sistémico está teniendo en el nuevo contexto globalizado
y global, pero son más fragmentados que el res- latinoamericano. Por eso se trataría de conflic-
to de los conflictos sociales. Son en gran medi- tos estratégicos a la hora de entender su im-
da conflictos estratégicos. pacto en la globalización, la gobernabilidad y
La región latinoamericana, como hemos vis- la democracia.
to, tiene debilidades institucionales crónicas En este campo se incluyen aquellos conflic-
y niveles de desigualdad socioeconómica so- tos cuyo fundamento estriba en una definición
de cultura en sentido amplio, con un marcado
acento en la vida cotidiana, las subjetividades
en una práctica en la que se combinan la libre interpre-
tación de los principios legales, la transgresión con- y las identidades múltiples, así como en la in-
sentida de las normas y la producción de una legalidad dustria y el mercado cultural. Estos conflictos
informal con una jurisdicción propia y localizada, libre son relativamente pocos en comparación con
de las amarras jurídicas y burocráticas del Estado, que los demás campos (representan el 15% del to-
dislocan y subvierten la supuesta centralidad y unici-
tal de conflictos); sin embargo, constituyen
dad del derecho formal como regla ordenadora de la
vida social (Donzelot, 1994). una categoría cardinal para entender las di-
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 435

námicas sociales actuales y la gramática de la efectuadas por instancias públicas, privadas o


nueva conflictividad. ambas (véase el Gráfico 14). Estas demandas,
En general, las demandas culturales se vin- dependiendo de los casos, conciernen más a
culan al reconocimiento o el fortalecimiento de referentes ecologistas o a una perspectiva ins-
las identidades de las personas y los actores y trumental de control de los recursos naturales.
a ciertos niveles de calidad de vida, apuntando El éxito de estos movimientos podría deberse
en abstracto a los derechos de tercera genera- en parte a su capacidad de involucrar a lo parti-
ción y al concepto de ciudadanía cultural. En cular en lo universal, enfatizando el patrón ac-
estos conflictos se expresa la necesidad de afir- tual de desarrollo y algunos valores globaliza-
mar una sociabilización, tanto subjetiva como dos difíciles de cuestionar, como la protección
colectivista, de redefinición de las relaciones del ecosistema global.
sociales y condiciones de seguridad aceptables.
Las demandas por seguridad ciudadana ge- Gráfico 14. Tipología de los conflictos culturales
neran poco más de un 28% de los conflictos (En porcentaje)
culturales. Se refieren por lo general a recla-
mos relacionados con la falta de protección de
la población ante hechos delictivos. El segun-
do tipo de demandas según su importancia lo
constituyen aquellas relacionadas con luchas
ideológico-políticas (cerca del 25,7%, con un
total de 89 conflictos). Se trata de pugnas entre
facciones —generalmente entre partidos políti-
cos, grupos internos que los conforman o sec-
tores afines— en torno de visiones ideológicas
contrapuestas llevadas al plano del enfrenta-
Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios
miento. Cerca del 24% de los conflictos cultura- Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el
les son suscitados por problemas en el uso de Desarrollo (PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en
los recursos naturales y el deterioro de la ca- América Latina, La Paz, 2011.
lidad ambiental debido a acciones específicas
436 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

A nivel de subregiones, la de Centroamérica, temas de seguridad ciudadana son las que tien-
México y la República Dominicana muestra den a ser más violentas. La categoría que alude
un 16,3% de conflictos culturales sobre el total a otros conflictos registra un 17%.
de conflictos; los países andinos, un 15,5% y el
Cono Sur, un 12,6%. En los Andes septentriona- Gráfico 15. Los conflictos culturales (En porcentaje)
les es donde se hallan algunos de los países con
más conflictos: Colombia y la República Boliva-
riana de Venezuela. En el Cono Sur se observa
un patrón por lo general medio, con dos tenden-
cias: por una parte, la Argentina, con el mayor
número de conflictos culturales en términos
absolutos y, por otra, Brasil y Chile. Finalmen-
te, en Centroamérica y América del Norte des-
tacan El Salvador y México con altos niveles de
conflictividad, lo que puede explicarse parcial-
mente por la diversidad étnica y, sobre todo,
los altos niveles de inseguridad y violación de
derechos humanos que se están registrando en
estos países (véase el Gráfico 15).
Los conflictos que más se radicalizan en
términos porcentuales son los ideológico-polí-
ticos (34%), seguidos de los que atañen a la se-
guridad ciudadana (32%), las luchas por temas
medioambientales (26%), las disputas por los
derechos humanos (20%) y, finalmente, aque-
llos relativos a valores, creencias e identida-
Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios
des (13%), véase el Gráfico 16. En cuanto a los
Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el
promedios de radicalización de los conflictos Desarrollo (PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en
culturales, las luchas ideológico-políticas o por América Latina, La Paz, 2011.
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 437

Gráfico 16. Niveles de radicalización de los conflictos culturales

Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en América Latina, La Paz, 2011.

En general, la radicalización política e ideoló- este sentido, parece fundamental la definición


gica parece ser un factor que afecta seriamente de acuerdos para la convivencia político-ideo-
a la gobernabilidad y la convivencia democráti- lógica en espacios democráticos compartidos.
ca, debido al riesgo de degenerar en niveles de Por último, en el ámbito de los conflictos cul-
confrontación y enfrentamiento violento. En turales, los jóvenes parecen tener un papel funda-
438 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

mental como sujetos de la movilización y produc- Tesis 9


tores de nuevas demandas sociales. La tendencia
a la movilización ha sido enfatizada también debi- Existe una tendencia creciente de los conflictos
do a una considerable frustración de expectativas y de los actores clásicos y nuevos a desplazarse
entre los jóvenes, causada por el saldo socioeco- hacia las redes de información y comunicación.
nómico negativo del período anterior, la descon- La región se inserta en un nuevo sistema glo-
fianza institucional y la rápida incorporación en bal constituido por redes de intercambio y flujos
la cultura “informacional”. Esa frustración es uno de comunicación en tiempo real. Estas nuevas
de los motores de los conflictos, junto con la per- formas de comunicación, de conocimiento y de
cepción de inseguridad y exclusión, como facto- estilo de vida incorporadas por la sociedad dan
res inherentes a la vida cotidiana, un proceso de lugar a lo que Castells denomina la “sociedad
ruptura de los imaginarios y las tensiones entre lo red” (Castells, 1997).
colectivo y lo individual. Los jóvenes son un sector La red se ha convertido en el lugar donde se
crucial de la sociedad, como portadores de gran- expresan y desarrollan las nuevas formas de
des potencialidades de cambio y nuevas propues- conflicto y poder. La cultura de la “tecnosocia-
tas, y al mismo tiempo una caja de Pandora que bilidad” no solo cambia la vida cotidiana de las
puede llegar a generar caos si no se logra canalizar personas y las comunidades, sino también la
sus demandas, expectativas y frustraciones. En política. En cuanto a los conflictos sociales, la
este sentido, los jóvenes son como los conflictos: política mediática cumple un papel relevante,
potencialmente peligrosos y al mismo tiempo re- puesto que realizar una protesta o una marcha
novadores del orden social. Las mujeres también en que no estén presentes los medios de comu-
son actrices fundamentales en los conflictos cul- nicación verticales (televisión, radio y periódi-
turales. Si bien las tensiones relativas al género se cos) u horizontales (Internet y teléfonos celu-
expresan y reconocen poco en el espacio público lares) se traduce en una baja repercusión de la
mediático, poseen un potencial de cambio cultural demanda y menores probabilidades de que esta
y estratégico para las sociedades modernas, espe- sea satisfecha.
cialmente debido al papel propositivo que la mujer Las nuevas formas de comunicarse han de-
puede cumplir en la política y en la sociedad como terminado la utilización intensiva de las tecno-
promotora de cambio y de justicia. logías de la información y las comunicaciones
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 439

(TIC) en el espacio público. Este se entiende Como se puede observar en el Gráfico 17,
como el lugar de “encuentro”, donde las ideas existe una relación directa entre el índice de de-
y los valores se forman, se transmiten, se res- sarrollo humano (IDH) y el porcentaje de uso de
paldan y combaten (Castells, 2009). Las TIC Internet. Países como la Argentina y Chile son
permiten una manera de interactuar más ágil, los que, según los datos, lideran ambos indica-
flexible y espontánea entre los actores, quienes dores, mientras que Paraguay, Honduras y Gua-
gracias a ellas pueden ejercer una participación temala se encuentran en el otro extremo.
más activa en la política. De esta forma se am- Estos datos se pueden interpretar como la
plían las posibilidades de acción colectiva de- existencia de un proceso de retroalimentación
bido al fácil acceso y a los bajos costos de uso (feedback loop) entre las dos variables. Es decir,
tanto de Internet como de la telefonía móvil7. el acceso a las TIC y sobre todo a Internet se po-
Participar en un foro, un blog o un grupo dentro dría considerar un factor que favorece directa e
de una red social está más al alcance que otras indirectamente a los índices de desarrollo, pues
formas de participación política. No obstante, se trata de herramientas que pueden mejorar el
en la sociedad de la información se reproducen grado de información y participación social y
las brechas sociales estructurales de la socie- política de las personas, así como sus condicio-
dad latinoamericana. Y si los países de la región nes básicas de vida en términos de alimentación,
continúan con la lógica “informacionalista” sin salud y educación; aunque también pueden ser
dar un salto hacia el modelo que caracteriza a la recursos de dominación. En tal sentido, “la tec-
sociedad de la información, no se logrará la ca- nología es un instrumento del crecimiento y el
pacidad económica para integrar a la población desarrollo” (PNUD, 2001: 29-30). América Latina
en un proceso de desarrollo incluyente (Calde- se enfrenta a un importante desafío: reducir la
rón, 2003). brecha digital y lograr insertarse en el modelo
de crecimiento que se desarrolla en torno de las
nuevas tecnologías. Para ello, es relevante faci-
7 En el período 2002-2010, gran parte de los países de litar el acceso a las nuevas tecnologías a toda la
la región han duplicado el nivel de uso de Internet (In- sociedad, en especial a los jóvenes, y reformar
forme Latinobarómetro, 2010) y alrededor del 80% de
estructuralmente el sistema educativo de modo
los latinoamericanos poseen y utilizan un teléfono celu-
lar (International Telecommunications Union, ITU). que en él se adopten las TIC (Calderón, 2003).
440 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Gráfico 17. Índice de desarrollo humano (IDH) y uso porcentual de Internet

Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en América Latina, La Paz, 2011.

V. Los actores en la red sibilidades de promover un cambio político o


cultural e influenciando la opinión de la gente.
a. Actores clásicos Además, el uso de las TIC, en particular de In-
ternet, permite a los movimientos interactuar
Gran parte de los actores y movimientos so- y coordinar actividades tanto internamente
cioculturales clásicos latinoamericanos utili- como con otras redes y organizaciones, sociali-
zan las páginas web para posicionarse a nivel zando experiencias.
nacional o internacional. Mediante esta vía di- En el Gráfico 18 se muestra que tanto el
funden sus valores e ideas, aumentando las po- nivel de desarrollo como el porcentaje de
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 441

uso de Internet inciden en la cantidad de ac- Paraguay, Guatemala y el Estado Plurinacio-


tores con presencia en la red. Por una parte, nal de Bolivia, los países con menor desa-
países como Costa Rica, la Argentina, Uru- rrollo en la región y menor uso de Internet,
guay y Chile presentan niveles altos de IDH y en donde existe un porcentaje muy bajo
y mayor uso de Internet, y cuentan con un de actores sociales que cuentan con páginas
amplio porcentaje de actores representados web, blogs o redes sociales para difundir
en la red. En el otro extremo se encuentran sus demandas.

Gráfico 18. Porcentaje de los principales actores con presencia en la red por país*

Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en América Latina, La Paz, 2011.

* Solo se consideraron los actores que tuvieron más de cinco episodios conflictivos en un determinado conflicto en el
período de estudio.
442 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

b. Actores espontáneos8 un período de tiempo relativamente corto— a


través de redes sociales, blogs, foros, cade-
Estos se caracterizan por emerger a partir de la nas de e-mails o mensajes de texto. Mediante
red, ya que cuando se presenta un malestar o estos instrumentos, los ciudadanos pueden
una demanda generalizada esta es transmitida organizarse frente al conflicto y propagar in-
espontáneamente por miles de personas —en formación. De Ugarte (2010) denomina a este
fenómeno “ciberactivismo”, entendido como
una estrategia que busca producir el cambio
8 Ejemplos de actores espontáneos en América La-
tina son: i) los estudiantes “pingüinos” en Chile; ii) el
en la agenda pública difundiendo un mensaje
caso de Internet necesario en México, un movimiento determinado y promoviendo su propagación
generado en Twitter; y iii) un millón de voces contra las mediante la transmisión boca en boca, que es
FARC iniciado en Colombia. El caso i) se produce en multiplicada por los medios de comunicación
el año 2006 ante las demandas de los estudiantes chi- y publicación electrónica personal. En los úl-
lenos por una mejora en la calidad de la educación. El
éxito del “movimiento pingüino” fue posible gracias a
timos años ha habido experiencias en las que
la organización de los estudiantes que se mantuvieron el cambio en la agenda pública se ha llegado a
coordinados mediante el uso de las TIC a lo largo del concretar exitosamente. Existen dos fases den-
conflicto. El caso ii) nace en octubre de 2009 en Méxi- tro del ciberactivismo: una deliberativa, en que
co a través de la red social Twitter, a raíz del malestar por medio de los blogs y los foros se inicia el
de miles de usuarios ante la aprobación en la Cámara
de Diputados del aumento en un 3% del costo de las debate, y otra de movilización, donde mediante
telecomunicaciones a partir del año 2010. La reacción e-mails y mensajes de texto vía celular la gente
de los usuarios fue inmediata: “Internet no es un lujo” sale a la calle.
reclamaban por Twitter, provocando una ciberprotesta La globalización ha traído como conse-
entre las 22:00 horas del 19 octubre y las 5:00 horas
cuencia el fortalecimiento de las capacidades
del 20 de octubre. En el caso iii) se trata de una acción
producida en la red social Facebook en enero de 2008 individuales, en las que prima la espontanei-
en Colombia, con el objetivo de organizar una marcha dad, el voluntarismo del activismo político y
masiva a nivel nacional en contra de la violencia. Lle- la autoorganización (Beck y Beck-Gernsheim,
gó a contar con 300.000 adherentes (Neumayer y Raffl, 2002); por tanto, se hace indispensable rede-
2008) y repercutió no solo en la red social, sino tam-
bién en los medios de comunicación y en el espacio
finir los proyectos colectivos en la red. “La
público real. cuestión es cómo lo individual es resultado de
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 443

un compromiso colectivo, y cómo lo colecti- timo, con instrumentos y espacios institucio-


vo puede ser pensado desde la agencia indivi- nales amplios y eficaces para procesar positi-
dual” (PNUD, 2009). vamente los conflictos y, al mismo tiempo, una
sociedad activa y caracterizada por una fuerte
Tesis 10 participación ciudadana en la vida pública y
una dinámica de acción colectiva creativa.
Una política constructivista produce o mejora En otras palabras, se necesitarían socieda-
una sociedad democrática y constituye un re- des con actores que no solo protesten, sino que
curso formidable para enfrentar los conflictos interactúen con otros actores y con el Estado,
y los climas sociales adversos. Los escenarios proyectándose como sujetos autónomos y deli-
nacionales son diversos y están vinculados al berantes del desarrollo y la democracia.
clima social que se experimenta, así como a la Los Estados latinoamericanos gestionan, en
capacidad político-institucional para procesar términos generales, un promedio de 11 conflic-
los conflictos. tos nuevos por mes; los países que registran el
La argumentación de esta tesis es esencial- número más alto de conflictos son Estado Plu-
mente hipotética y de carácter prospectivo. En rinacional de Bolivia, Perú y la Argentina, con
ella la pregunta es: ¿Qué condiciones o qué cli- un total de conflictos superior a los 200. Por
ma social inciden en la dinámica de los conflic- otra parte, los países con menos conflictos de
tos?, y además: ¿Existe la capacidad política e la región son Costa Rica, Chile y El Salvador,
institucional para procesarlos? con un promedio de 59 conflictos.
El clima social se refiere al conjunto de con- Los datos demuestran la existencia de una
diciones objetivas y subjetivas en las que se sociedad latinoamericana con una significativa
producen los conflictos, sobre todo aquellas capacidad de acción social, pero también con
relacionadas con la equidad, la institucionali- importantes asimetrías en las capacidades de
dad y el multiculturalismo que existen en un movilización: mientras que en un extremo se
país determinado. ubica el Estado Plurinacional de Bolivia con un
La capacidad de procesamiento del conflic- promedio de 21,8 conflictos nuevos por mes,
to se refiere a la capacidad de trascender hacia en el otro está Costa Rica, con un promedio de
un equilibrio caracterizado por un Estado legí- 2,3 conflictos por mes (la relación entre ambos
444 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

promedios es de 9 a 1). Todo esto sin calificar legitimidad a estos procesos a partir tanto de
luchas y movimientos sociales específicos. la socialización de la información, como de la
Ahora bien, no solo se trata de analizar la participación de los propios actores bajo una
capacidad que tiene una sociedad de movi- lógica constructivista. Desde el Estado, la ca-
lizarse o actuar colectivamente, sino que se pacidad de procesamiento de los conflictos es-
debe considerar también la capacidad política taría dada tanto por las capacidades institucio-
y social de procesar los conflictos existentes, nales y partidarias para gestionarlos, como por
sean estos pocos o muchos, y el conjunto de la forma en que el Estado tiende a abordarlos.
imaginarios colectivos sobre el conflicto ins- De tal forma que existen Estados con capaci-
talado en una sociedad. Así, un contexto ca- dades de gestión de los conflictos mediante
racterizado por una sociedad y un ambiente una institucionalidad sólida, como también Es-
político capaces de asumir el conflicto como tados que gestionan los conflictos a través de
una oportunidad para la modificación de cier- medios no formales.
tas condiciones, más que como un perjuicio Sobre la base de estas variables, se determi-
o un freno para el desarrollo, dispone de ma- naron cuatro escenarios dinámicos (véase el
yores capacidades para procesar el conflicto Gráfico 19):
y avanzar democráticamente. En este mismo
sentido, una sociedad que se moviliza, pero –– El de países en los que prima la distensión
asume su movilización y el conflicto como una social y se tiende a un orden conflictivo,
oportunidad para buscar y generar acuerdos constructivo y plural (Escenario 1).
(o condiciones para acuerdos) y no como una
–– El de países que guardan un orden institucio-
forma de imponer una visión o una agenda, es
nal rígido o desproporcionado, y cuyo abor-
una sociedad con capacidad de procesamien-
daje del conflicto tiende a ser represivo o se
to del conflicto.
tiende a negar el conflicto (Escenario 2).
Entonces, en lo que respecta a la sociedad,
la capacidad de procesamiento del conflicto –– El de países con alta vulnerabilidad a rup-
sería, por una parte, la capacidad que esta tie- turas e importantes limitaciones en la pre-
ne de actuar como colectivo, de movilizarse y disposición constructiva hacia el conflicto
protestar; y por otra, la capacidad de dotar de (Escenario 3).
Diez tesis sobre el conflicto social en América Latina 445

–– El de países que mantienen un orden inesta- tivas de los distintos países, donde se muestra
ble debido a sus bajas capacidades de pro- tanto a países con una considerable capacidad
cesamiento del conflicto, y que enfrentan di- de procesamiento de conflictos y un clima de
ficultades para gestionar un malestar social bienestar social (como Costa Rica y Uruguay),
generalizado (Escenario 4). como a otros con serios problemas de clima
social y notorias dificultades para procesar con-
Gráfico 19. Escenarios del conflicto flictos (como Honduras o Guatemala). En todos
los casos se detectaron escenarios de mejora-
miento de las dos variables en juego. En el Grá-
fico 20 se ilustran las situaciones y las probables
trayectorias históricas en la región.

Gráfico 20. Tendencias regionales

Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios


Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en
América Latina, La Paz, 2011. Fuente: Proyecto Análisis Político y Escenarios
Prospectivos-Programa de las Naciones Unidas para el
A partir de estos escenarios se construyó una Desarrollo (PAPEP-PNUD), Los conflictos sociales en
tipología dinámica de la situación y las perspec- América Latina, La Paz, 2011.
446 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Para finalizar, y en síntesis, los países de Améri- Bibliografía


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Movimientos culturales y la
emergencia de una nueva politicidad*

A partir de la década del ochenta, ante la crisis


económica y la reemergencia de la demo-
cracia en la región, la sociedad generó espacios
cipativas del movimiento obrero, movimientos
de comunitarismo urbano como las comunida-
des Eclesiales de Base, de jóvenes, étnicos y
novedosos de acción colectiva a través de movi- religiosos, entre tantos otros1. Más allá de las
mientos y organizaciones sociales diversas que distintas orientaciones de estos movimientos,
—aunque fragmentados— expresaron demandas en definitiva todos pugnaban por un cambio y,
puntuales al tiempo que crearon nuevos espacios muchas veces, sus demandas se superponían.
de discusión de propuestas, que aspiraban a me- Como dijimos con Elizabeth Jelin, “en general,
jorar la calidad democrática y a lograr mayor in- los movimientos sociales no tienen fines prede-
clusión social en los procesos de desarrollo. terminados, los redefinen en el propio conflic-
Estos movimientos sociales surgieron con to” (Calderón y Jelin, 1987: 25)2.
demandas más vinculadas a la revalorización Cabe mencionar que estos nuevos campos
de la democracia en la vida cotidiana que a la conflictivos, quizás, ya remitían al problema de
consecución de grandes proyectos históricos. la construcción de un nuevo orden societal:
Entre ellos es posible destacar movimientos fe-
ministas, de derechos humanos y de ética en la Una característica propia de América Latina es
política, de orientaciones democráticas y parti- que no existen movimientos sociales puros o cla-

* Texto inédito extraído del libro Tiempos de cam- 1 Para un análisis compartido de dichos movimientos
bio: consideraciones sociológicas sobre el desarrollo y en Sudamérica, ver Calderón (1986 y 1995); Scherer-
la democracia en América Latina 2012 (Buenos Aires: Warren y Krischke (1987); y Grzybowski (2004b).
Teseo/FLACSO/). 2 Ver especialmente Touraine (1999).
450 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ramente definidos, dada la multidimensionalidad En este sentido, quizás el fenómeno más dra-
no sólo de las relaciones sociales, sino también mático fue el de los mineros y sus sindicatos en
de los mismos sentidos de la acción colecti- Bolivia que, de constituir un referente de trans-
va. Por ejemplo, un movimiento de orientación formación social, pasaron a sucumbir bajo el
clasista probablemente esté acompañado por
poder político, produciendo consecuencias ne-
sentidos étnicos y de género que lo diferencian
fastas para los propios trabajadores y para el
y asimilan a otros movimientos de orientación
culturalista con contenidos clasistas. Así, los mo- conjunto de la sociedad.
vimientos sociales se ven nutridos por múltiples Finalmente, en la primera década del nuevo
energías que incluyen en su constitución desde milenio, los Foros Sociales regionales primero
formas orgánicas de acción social por el control y los globales después, promovidos desde la ex-
del sistema político y cultural, hasta modos de periencia de Porto Alegre, fueron importantes
transformación y participación cotidiana de auto- reflejos de un cambio que volvía a percibirse en
producción societal (Calderón, 1986). la región. Así, a partir del año 2000, empezaron
a expandirse acciones colectivas de nuevo tipo,
Sin embargo, el panorama cambiaría en la dé- como el movimiento indigenista en Ecuador,
cada siguiente. Debido a las derrotas políticas las protestas sociales en Argentina y Bolivia o
de varios gobiernos progresistas, al impacto los movimientos zapatistas en México, entre
de las reformas económicas y a la hipervalori- otros. Estos casos constituyen nuevas acciones
zación del mercado generado por las políticas colectivas con una clara impronta cultural que,
neoconservadoras. Estos movimientos se debi- al tiempo que cuestionan los nefastos resulta-
litaron, especialmente en los países en donde dos de exclusión producidos por las reformas
las reformas estructurales se aplicaron de ma- estructurales, plantean nuevas demandas de
nera más ortodoxa. En esos años en los que el reconocimiento cultural y manifiestan el surgi-
consumo pasó a ser un referente fundamental miento de una nueva politicidad en la región,
en el imaginario social y en los que se expandió sobre todo en los movimientos de jóvenes. Esta
una cultura individualista basada en una ideo- politicidad está relacionada con nuevas formas
logía de ganadores y perdedores, la sociedad y de hacer política que combinan la dinámica de
sus actores perdieron fuerza para intervenir en la fuerza cultural y el creciente uso de las nue-
las opciones del desarrollo y de la democracia. vas tecnologías de comunicación, no como me-
Movimientos culturales y la emergencia de una nueva politicidad 451

ros instrumentos, sino como espacios renova- manera completamente nueva que las demo-
dos de intercambio y de socialización en la red, cracias europeas aún no pueden resolver, el
que resultan tan importantes que estos cambios islamismo emergió como una cuestión global
serían impensables sin ellos. y los problemas surgidos por el cambio climá-
Para entender el surgimiento de esta nueva tico empezaron a ser evidentes para todos por
politicidad es indispensable volver a mencionar los desastres ambientales reflejados al mismo
que la expansión de la industria cultural trajo tiempo en las pantallas de todo el mundo.
aparejada una enorme exposición de los cam- En este contexto hay un hecho particular-
bios globales a escala local, sobre todo en el mente importante referido a la multiplicación
plano de la identidad cultural. En la década del de ONGs en el conjunto de la región. Ellas
noventa, los conflictos culturales, como afirma participan de un proceso de expansión de las
el IDH de 1994, pasaron a ser predominantes a libertades y opciones sociales pero también
escala global, hecho que se reflejó como nunca arrastran nuevas formas de poder y dependen-
en los medios y en la vida cotidiana de las per- cia social. Son una suerte de organizaciones
sonas. Así, el mundo vio cómo se desmoronó la con carácter paraestatal, principalmente en so-
Unión Soviética, cómo se expandieron nuevas ciedades con Estados débiles y baja cohesión
y viejas religiones y nacionalidades, o pudo ser social. Las ONGs son un resultado del nuevo
testigo de que Chiapas nunca estuvo más cerca orden global emergente. Muchas veces estas
de Cochabamba y los obreros de las automotri- organizaciones de la sociedad civil “semiesta-
ces brasileñas de sus pares sindicales japone- tal” buscan y logran reemplazar a los actores
ses. En definitiva, con la comunicación global sociales y políticos, conformando una nueva
y con la exposición de las nuevas protestas a forma de poder civil que está presente como
escala global, todo cambió, entre otras cosas un factor crucial de la realidad política y eco-
los incipientes movimientos antiglobalizadores nómica de la región3.
que dieron lugar a francos movimientos alter En este mundo globalizado, un hecho singu-
globalización que comunicaban una explo- lar parece tener crucial importancia: un mayor
sión cultural experimentada prácticamente en
todas partes: migrantes africanos en Europa
plantearon los problemas de otredad de una 3 Ver Sorj (2007).
452 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

espacio de libertad personal se traduce en múl- cia crucial y estratégica de la coordinación y el


tiples demandas colectivas en función de valo- intercambio cultural que supone una auténtica
res de autonomía personal. Como dije hace un democracia deliberativa.
tiempo: “Los latinoamericanos ya no están pa- Por supuesto, existen peculiaridades, como
rados frente al progreso, están parados en me- el movimiento alter globalización, o el caso del
dio de un laberinto. Son más libres, pero están PT en Brasil y el del MAS en Bolivia5. Estos par-
más solos”4. De este modo, quizás por primera tidos, constituidos gracias a la coordinación de
vez en la región, las orientaciones colectivas de diversos movimientos sociales que buscaron
los actores, principalmente las de los jóvenes, institucionalizarse y que actualmente gobier-
empiezan a valorar la construcción de la auto- nan sus países, plantean una serie de temas re-
nomía personal como un bien colectivo, y vi- feridos tanto a la vinculación entre transforma-
ceversa: las orientaciones y valores colectivos ciones sociales y al cambio democrático, como
también empiezan a valorar la autonomía de a la autonomía de tales movimientos frente
los actores individuales. al poder estatal: ¿Es posible articular cambio
Así ocurre que hoy en día las demandas se democrático con cambios en las estructuras
extienden a los ámbitos culturales más varia- sociales de poder? ¿Es posible una diferencia-
dos ante la facilidad para darse a conocer que ción entre la dinámica de la acción colectiva,
los medios y la sociedad de la información la partidaria y la estatal? A nuestro entender,
otorgan. Y sin embargo, estos actores muchas la lógica de la diferenciación funcional y social
veces no logran construir una respuesta efecti- suponen también en estos casos nuevas formas
va a la crisis global ni a la crisis de la política, de coordinación y deliberación democráticas.
pues su desarticulación y singularidad les im-
pide juntar la fuerza necesaria tanto para plan-
tear una visión más integral de las sociedades 5 Quizás pueda mencionarse como una particulari-
en el mundo actual, como para asumir la pro- dad en este aspecto al movimiento anti-globalización
fundidad de los cambios. De ahí la importan- expresado en el Foro de Porto Alegre, Grzybowski
(2004). Más puntualmente los casos del PT y del MAS
en Bolivia. Se trataría, en el caso boliviano, de un pro-
4 Fernando Calderón, Institucionalidad democráti- ceso en el que movimientos etnoculturales buscan ins-
ca y movimientos sociales en los ochenta. titucionalizarse en el poder del Estado.
Movimientos culturales y la emergencia de una nueva politicidad 453

Son tan variados estos movimientos que es ocurre hoy en nuestra región (Montaño &
difícil recorrerlos todos aquí. Tampoco es esa Sanz, 2009).
la intención: se optó en cambio por seleccionar De acuerdo a la CEPAL (2007), las mujeres
algunos ejemplos que representan distintos re- en América Latina son las protagonistas de
clamos que difieren en su composición y en el uno de los mayores cambios culturales de la
origen de sus demandas pero que, sin embargo, historia. La igualdad ha avanzado a paso lento
tienen algo en común: son voces emergentes por lo que, a pesar de los drásticos y proba-
que se escuchan con cada vez más fuerza y que blemente irreversibles cambios producidos
plantean nuevas formas de sociabilidad y de en las familias, el mundo del trabajo y la vida
cambio político. política; el malestar de las mujeres en la re-
gión ha puesto al descubierto la brecha entre
su aporte a la sociedad y el reconocimiento
1. Movimientos de participación que por ello reciben.
femenina En nuestra región las mujeres no sólo tie-
nen un estatus socioeconómico menor que los
Incluir a los movimientos feministas dentro hombres, sino que tampoco tienen las mismas
de los “nuevos movimientos socioculturales” oportunidades; esto, para el que quiera verlo,
esconde una paradoja, ya que es un movimien- es un hecho evidente. A pesar de los avances
to que responde a la dominación estructural y registrados en materia de políticas públicas y
milenaria de las mujeres por parte de un poder participación política, la equidad de género se
patriarcal. En este sentido, es necesario recor- encuentra lejos todavía de constituirse en una
dar que el patriarcado como orden de género característica en las sociedades latinoamerica-
es anterior a la conquista y, en ese sentido, an- nas. Y aquí es necesario considerar que este no
terior a los movimientos indígenas, e incluso es un asunto que concierne exclusivamente a
al capitalismo que dio origen al movimiento las mujeres: la equidad de género es un indica-
obrero. Por otro lado, sin embargo, se trata de dor fundamental del grado de democracia de
un movimiento que al menos en los tiempos un sistema político y es, ante todo, una muestra
modernos fue capaz de renovarse ante cada de las desigualdades que persisten hacia el in-
nuevo ciclo histórico. Eso parece ser lo que terior de nuestras sociedades.
454 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

La igualdad en la diferencia involucra la cali- que tienen que ver con la vida cotidiana y que
dad de la democracia en cuanto a su capacidad muestran desigualdades establecidas desde el
para reducir la brecha entre el discurso sobre surgimiento de nuestras sociedades, con fuer-
la igualdad de derechos y la capacidad real de tes culturas machistas y patriarcales arraiga-
alcanzar la igualdad de opciones para los ciu- das en el alma misma latinoamericana.
dadanos y las ciudadanas de un país. Tomando Por ejemplo, un obstáculo importante para
como referencia tan sólo el tema de la paridad el desarrollo político de las mujeres radica en
de género en la política, la evidencia empírica que muchas de ellas son jefas de hogar o siguen
nos muestra que, si bien la participación políti- siendo las principales responsables por el cui-
ca de la mujer en la región se ha incrementado, dado del hogar y de los hijos. En este sentido,
aún sigue siendo muy baja. Si bien en Argenti- mientras en los hogares no exista una distribu-
na, Bolivia, Brasil, Ecuador, Honduras, México, ción más equitativa de las responsabilidades
Panamá y Perú se han establecido cuotas que domésticas y no se implementen políticas pú-
determinan un nivel mínimo de representa- blicas a favor de la familia, los costos de lograr
ción para las mujeres en las listas partidarias una carrera política y cumplir con las respon-
de elecciones legislativas (de entre 20% y 40%), sabilidades familiares seguirán siendo excesi-
sólo en Argentina la participación relativa de la vamente altos para muchas mujeres (Buvinic &
mujer en el Parlamento es superior al 30%. En Roza, 2004).
los demás países, mientras tanto, este porcen- Otro problema clave que concierne a la vida
taje oscila entre 23% (México) y 6% (Honduras) cotidiana es el de la violencia de género. “La
(CEPAL, 2006). (Aunque vale la pena recordar violencia de género constituye una violación
que actualmente una “presidenta” gobierna Ar- sistémica y sistemática de los derechos huma-
gentina y, hasta enero de 2010, lo mismo ocu- nos de las mujeres, así como un impedimento al
rría en Chile). desarrollo económico, social y democrático en
Claro que no es fácil avanzar en este sentido. todos los países”, según afirma la ONU (2006).
Para alcanzar una mejor distribución en las de- Precisamente este tema quizá se haya conver-
cisiones políticas las mujeres y los movimien- tido en la principal demanda de las mujeres de
tos de género deben superar múltiples y com- origen popular, y se ha expandido como preo-
plejas barreras, barreras sobre todo culturales cupación a toda la sociedad.
Movimientos culturales y la emergencia de una nueva politicidad 455

En agosto de 2006 se sancionó en Brasil la sor del domicilio y la prohibición de aproximar-


Ley Maria da Penha6, ícono de la lucha contra se a él (Montaño Virreira y Sanz Ardaya, 2009).
la violencia hacia la mujer. Esta ley constituye Sin embargo, a mi entender, la dinámica más
un gran avance en la lucha de las mujeres y la avanzada de estos movimientos se encuentra en
sociedad por el derecho a una vida libre de vio- aquellos que no sólo buscan alcanzar la paridad,
lencia. La norma determina que el Estado debe sino también cambiar un patrón de poder cul-
crear mecanismos para inhibir la violencia en el tural que coloca el acento en la mutación cultu-
ámbito de las relaciones familiares. Establece ral de una forma de vivir. “El papel central, en
cambios tanto en la definición de los crímenes consecuencia, del movimiento feminista es la
de violencia contra la mujer como en los proce- redefinición o resignificación de la realidad, es
dimientos judiciales y de la autoridad policial. decir, la subversión de los códigos culturales do-
Define la violencia doméstica como una de las minantes como una de sus prácticas fundamen-
formas de violación de los derechos humanos, tales” (Montaño Virreira y Sanz Ardaya, 2009)
modifica el Código Penal y permite que los En este contexto, sobresale la capacidad de
agresores sean detenidos en delito flagrante, acción de las mujeres jóvenes que a pesar de
debiendo cumplir prisión preventiva cuando experimentar una serie de discriminaciones en
amenacen la integridad física de la mujer, así el plano del trabajo y las remuneraciones —y
como asistir a programas de recuperación y re- sobre todo en los mundos subjetivos regidos
educación. Además, prevé inéditas medidas de por patrones culturales machistas—, están ex-
protección para la mujer y sus hijos si sus vidas pandiendo sus capacidades de acción tanto a
están en riesgo, como el alejamiento del agre- nivel colectivo como individual. Un reciente es-
tudio sobre jóvenes en el Mercosur demostró
que las mujeres jóvenes tienen una mayor ca-
6 La ley lleva el nombre en honor a la protagonista de pacidad que los hombres para reaccionar ante
un caso emblemático de violencia doméstica y familiar la percepción de injusticias y desajustes entre
contra la mujer, que luchó diecinueve años para que la aspiraciones y logros, como también tendrían
Justicia condenara a su ex marido, que intentó asesi- una mayor capacidad para vincular metas y
narla en dos oportunidades, en <http://www.reddejusti-
problemas con resultados. Es decir, parecería
cia.org.co/documentos/adital_combate_ violencia_mu-
jer_febrero_ 2007.pdf>. que las mujeres están expandiendo, indepen-
456 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

dientemente o a pesar de sus condiciones so- mente, en los países en desarrollo ha crecido el
cioeconómicas, su capacidad de acción tanto debate en torno a este tema y, especialmente,
en el plano individual como en el colectivo. en torno a cómo revertir el vínculo perverso
Sorprende también que su capacidad de ejerci- entre pobreza y degradación ambiental. Ejem-
cio de una ciudadanía activa, que combina de- plos de esta preocupación son la Conferencia
mandas de reconocimiento y de distribución, de Río de 1992 y la Agenda 21, eventos en los
sea relativamente mayor. De este modo pode- que se vinculó la crisis del ecosistema global a
mos decir que la fuerza más novedosa y creati- las inequidades de un mundo en el que coexis-
va de la acción colectiva se estaría generando, ten altos niveles de pobreza con patrones de
al menos en el Mercosur, entre las mujeres jó- consumo excesivos basados en la depredación
venes. Por ello es necesario recordar que los del ambiente.
actores jóvenes tendrían entre las actrices su En la primera década de este milenio se
principal capital de renovación y cambio cultu- viene escuchando cada vez con más fuerza
ral (PNUD, 2009c). el surgimiento de una suerte de “conciencia
ambiental”. La reciente y fallida cumbre de
Copenhague fue seguida por millones de per-
2. Movimientos ecologistas sonas en todo el mundo, el documental “Una
verdad incómoda” del ex candidato presiden-
Los primeros grupos ecologistas aparecieron cial estadounidense Al Gore sobre el cambio
en los años setenta en las ciudades más indus- climático, expuso los problemas del cambio
trializadas y tecnologizadas pues es precisa- climático que, catástrofes ambientales median-
mente allí donde más se ha sentido la necesi-
dad de revisar un progreso basado en la des-
solamente al mito de un pasado natural perdido; remi-
trucción del ecosistema global7. Más reciente- te también a los seres que se sienten oprimidos en un
mundo artificial y abstracto. La reivindicación de la na-
turaleza es una de las reivindicaciones más personales
7 “Todo retorno a la naturaleza había sido percibi- y más profundas que nace y se desarrolla en los medios
do en la historia occidental moderna como irracional, urbanos más industrializados, tecnologizados, burocra-
utópico, en contradicción con las evoluciones ‘progre- tizados, cronometrados” (Morin, 1990: 180). Traducción
sivas’. De hecho, la aspiración a la naturaleza no remite del autor.
Movimientos culturales y la emergencia de una nueva politicidad 457

te, ya son claramente visibles a nivel mundial. del 20% de los recursos y son responsables del
Así, el tema ecológico ha pasado a estar entre 20% de la contaminación (Guimaraes, 1996: 61)8.
las principales preocupaciones de hoy en día
a nivel global, no sólo por los problemas eco- Reforzando esta idea, mientras que los países
lógicos específicos sino especialmente porque desarrollados tienen la posibilidad —por su
este tema expone como pocos los conflictos propio nivel de desarrollo— de aliviar pro-
derivados de la cara oscura de la globalización, blemas ambientales, los países en vías de de-
es decir, de la desigualdad. sarrollo, especialmente los más pobres, están
En este sentido, los movimientos ecologis- agotando sus recursos naturales por una cues-
tas son particularmente interesantes porque tión de supervivencia, perjudicándose de esta
tienen intrínsecamente una carga anti-sistémi- manera enormemente en el largo plazo. Es por
ca, ya que apuntan al centro del capitalismo, esto que la relación entre pobreza y daño am-
es decir, al patrón consumista como estilo de biental constituye uno de los puntos centrales
vida, responsabilizando por ello en mayor me- de las preocupaciones de la crisis del ecosiste-
dida a los países desarrollados por la destruc- ma global, pues se trata de un círculo vicioso
ción progresiva del ecosistema global. Roberto que genera más pobreza y deterioro ambiental,
Guimaraes apunta que las responsabilidades en el cual el uso indiscriminado de los recursos
no son globales y equitativas para todos: naturales sobre los cuales la población empo-
brecida ejerce presión por cuestiones de super-
los países desarrollados deberían asumir una ma- vivencia hace que dichos recursos disminuyan
yor responsabilidad pues ellos han dañado más para las próximas generaciones, lo que a su vez
fuertemente el ecosistema global, aunque sean hace aumentar la pobreza. En este contexto, si
ahora quienes desean distribuir “equitativamen- bien América Latina participa de manera mar-
te” los costos de ese desarrollo del cual disfrutan. ginal en el deterioro ambiental, vive los efectos
Los datos son contundentes: mientras que los paí- del mismo de manera contundente9.
ses desarrollados con el 20% de la población mun-
dial se apropian del 80% de los recursos naturales
y son responsables del 75% del total de emisiones 8 Ver también IDH 2008.
contaminantes; los países en vías de desarrollo, 9 “Sólo para dar un ejemplo sobre la capa de ozono,
con el 80% de la población mundial, se apropian se estima que el 15% de ella ha sido destruida por la
458 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Por otra parte, otro hecho que hace a estos mistas del que se beneficia sólo una parte de la
movimientos particularmente interesantes es población mundial frente a un gran número de
que los conflictos que los atañen muchas veces países y regiones, de millones de personas, que
no se restringen a un país, ya que el ecosistema se ven forzadas a deteriorar sus ecosistemas
es un sistema global basado en la interrelación, para sobrevivir. Más profundamente, lo que se
conflictiva pero también solidaria e interde- cuestiona es un estilo de vida basado en un sin-
pendiente, entre los seres vivos. Por ello es allí sentido en cuanto a las metas de progreso que
donde radicaría el éxito de estos movimientos: las sociedades se han puesto, metas consumis-
en su capacidad de vincular lo particular con lo tas que excluyen a la mayoría de la población y
universal desde una perspectiva no instrumen- cercenan las posibilidades de desarrollo futuro
tal, opuesta en este sentido a los puros proce- para todos. El mundo, dadas las realidades del
sos de modernización. consumo de Occidente, no podrá ser nunca un
Tomar conciencia de la actual crisis ecoló- mundo occidental. Esto coloca en el horizonte
gica implica entonces cuestionar todo un sis- nuevamente la necesidad de una modernidad
tema de desarrollo inequitativo orientado a sa- pensada a partir de las realidades del Sur y de
tisfacer estilos de vida extremadamente consu- su pluralismo constitutivo.
El reciente conflicto en la ciudad argentina
de Gualeguaychú, generado por la instalación
producción principalmente de gases de carbono, pero de la pastera finlandesa Botnia en la orilla uru-
también de otros compuestos químicos. Si bien es cier- guaya, es un buen ejemplo de los conflictos
to que es un problema global la destrucción de este ecológicos que emergen entre los países de-
15%, las investigaciones más recientes muestran que el sarrollados y aquellos en vías de desarrollo y,
70% de esa destrucción está en el cono sur de América
más que nada, del accionar de los nuevos movi-
Latina, en ese caso específico, no contribuye ni siquiera
con el 3% de la producción de gases de carbono. Por lo mientos socioculturales. El tema es analizado
tanto, el 97% del problema de destrucción de la capa de en los cuadernos de gobernabilidad democráti-
ozono no tiene nada que ver con nosotros. Sin embar- ca Nº 4 del PNUD:
go, tenemos el 70% del hoyo que está sobre Argentina,
Chile, Paraguay y el sur de Brasil con las consecuencias Desde los “abrazos al puente” hasta la quema de
que se derivan para la actividad pecuaria y para la salud
banderas finlandesas, el caso de Gualeguaychú,
humana” (Guimaraes, 1996: 62).
Movimientos culturales y la emergencia de una nueva politicidad 459

evidencia la fuerza de la internacionalización de particular para fundarse. Esta autonomía en su


la política, la intensidad con que el Estado nacio- legitimidad representa un obstáculo más para
nal es replicado desde lo global y lo local, y las la política convencional, que en cierta medida
luces y sombras del papel que los movimientos no supo qué hacer con ellos, ni cómo interpe-
sociales pueden desempeñar en procesos que
larlos. Por otra parte, analizamos un caso en el
conjugan lo productivo y lo ambiental. En el así
que, a lo largo del tiempo transcurrido, el pro-
llamado conflicto de las “papeleras”, la cultura
fue y es una dimensión central, porque una co- ceso de constitución de su propia subjetividad
munidad local dotada de un modelo de desen- ha tenido una importancia de primer orden.”
volvimiento, o al menos de una percepción de Y esto es tan válido para la política argentina
sus señas de identidad, colisionó con un proceso como para la uruguaya.
productivo nacional y global al que juzgó mortí- A pesar de estas dificultades, los autores del
feramente amenazante (Palermo, Aboud & Mus- artículo creen que el margen del que la política
seri, 2009). dispone para hacer frente a tales desafíos ha
sido subestimado. Es en este sentido que sos-
El caso nos muestra la forma en la que el movi- tienen que la capacidad de los liderazgos políti-
miento actuó en relación con la política y el Es- cos son esenciales para evitar caer en acciones
tado, utilizando los medios de comunicación. hiperrepresentativas, como muchos creen que
En este sentido es un ejemplo de redistribución ocurrió en el caso de Gualeguaychú. Allí, ante
del poder con una dirección fuertemente local el vacío en la representatividad, las respuestas
pero proyectada a todo el país gracias al uso más fáciles fueron aquellas que sobreactuaron
de los medios de comunicación. Por otro lado, las demandas, con lo cual se elevó el grado
muestra las dificultades que los Estados tienen del conflicto. Ante este escenario, continúan
para enfrentar ciertas demandas y, al mismo diciendo, resultaría fundamental un liderazgo
tiempo, ilustra claramente las dificultades prin- político que actué como respuesta a las nuevas
cipales que enfrenta la política ante una socie- relaciones entre sociedad, cultura y política,
dad policéntrica. “Los asambleístas han funda- para evitar de esta manera la profundización de
do su propia legitimidad y tienen mil referentes los conflictos. “La necesidad de prevenir como
que entran y salen de su discurso con fugaci- ejercicio de liderazgo proviene de asumir esta
dad, porque no han precisado de ninguno en condición como punto de partida indispensa-
460 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ble para llegar a acuerdos y establecer escena- tos. En este sentido, puede contribuir a la de-
rios cooperativos […] Si las demandas colisio- finición de una ciudadanía más universal, pues
nan en un espacio desprovisto de coordinación si bien el sujeto hoy se construiría a partir de
y prevención, la posibilidad de acuerdos y tran- la comprensión de los problemas globales que
sacciones tiende a reducirse a cero.” afectan a la humanidad, ésta ya no se compren-
En el caso de Gualeguaychú los liderazgos dería desde una noción abstracta sino desde lo
políticos actuaron de manera equívoca: o bien concreto que es la cotidianidad degradada.
estuvieron ausentes, o se comprometieron más
de lo conveniente, transformando la causa en
un asunto de “interés nacional”, elevando así 3. La nueva politicidad
el nivel del conflicto. Con todo, más allá de de los jóvenes10
los graves problemas de representación que el
conflicto de Gualeguaychú planteó, cabe desta- Los jóvenes que viven los tiempos de la in-
car allí la aparición de un nuevo sujeto colecti- flexión han sido denominados como “la gene-
vo que, aunque de futuro incierto, abrió nuevas ración de la tecno-sociabilidad”. Ellos son una
formas de acción colectiva y nuevos actores en buena muestra de los nuevos rasgos que la so-
la escena nacional y regional. Por esto, resulta ciedad adquiere ya que, naturalmente, son los
un buen ejemplo de los nuevos desafíos que el que mejor los encarnan. Por lo tanto, resulta
sistema político enfrenta. interesante observar ciertas características co-
Para terminar esta sección es interesan- munes entre ellos, teniendo en cuenta que, con
te mencionar el concepto de pensamiento el inevitable paso de los años, se irán convir-
ecologizado de Morin. Este autor reflexiona, tiendo en los actores principales de la renova-
partiendo de la necesidad de que el sujeto se ción y el cambio de la democracia y la sociedad
piense como parte del medio y no como algo de la información en la región.
externo a él, acerca de las chances de una ciu- Esta generación ha sido llamada la gene-
dadanía internacionalizada desde nuestro pro- ración de la tecnosociabilidad por el impacto
pio contexto y patrimonio cultural, pues si bien
la actual crisis ecológica impacta a nivel global,
10 Basado en Calderón y Hopenhayn (2008) y en Cal-
se traduce localmente en problemas concre- derón (2009).
Movimientos culturales y la emergencia de una nueva politicidad 461

fundamental que los nuevos medios de comu- clásico tránsito de la educación al empleo se
nicación tienen entre ellos. La juventud utili- ha vuelto difuso, ya que la juventud tiene más
za cada vez nuevos medios para relacionarse, capital humano que los adultos (salud, educa-
formar grupos que comparten intereses y, al ción, etc.) pero, al mismo tiempo, más dificul-
mismo tiempo, plasmar sus puntos de vista y tades para ingresar en el mercado laboral. De
sus demandas de cambio. Por mencionar sólo la misma forma, el paso de la vida en familia a
algunos: los mensajes de texto, el correo elec- la vida independiente se hace más difícil, por lo
trónico, el chat, Facebook, Twitter, Myspace, que los jóvenes tienden a dilatar el momento en
Linkedin y una larga lista de etcéteras que cre- el que dejan el hogar de los padres. Y, relacio-
ce constantemente. Ellos encuentran allí una nado con estos fenómenos pero en otro nivel,
nueva forma de sociabilidad. Curiosamente, la quizás el rasgo más distintivo sea que existe
gran intensidad de los flujos de comunicación una menor influencia de los patrones clásicos
parece producir un doble efecto: por un lado, de socialización (familia, escuela, barrio, etc.),
como es de esperarse, aumenta la conectividad vacío que hoy es llenado en buena medida por
entre ellos pero, por otro lado, el mismo uso los medios de comunicación, generándose así
los separa del resto de la sociedad, acostum- una cultura que está transformando las formas
brada a utilizar otras formas de comunicación. de conocer, sentir y aprehender, y que también
Sin haber producido una ruptura total con modifica la vida cotidiana. Hoy vemos que se
las generaciones previas sino más bien cons- redefinen las identidades y la subjetividad de
truyendo a partir de las experiencias de los ma- los jóvenes se construye en gran parte median-
yores, pareciera que los jóvenes se han vuelto te el uso de las tecnologías de comunicación.
parte de una nueva “arena social”. Una caracte- La vida diaria de los jóvenes está poblada de
rística clave parece radicar en que los mecanis- la tecno-sociabilidad (Castells, 2006) que men-
mos consagrados de socialización por medio cionamos y, probablemente, este fenómeno irá
de los cuáles una generación se hace adulta y en aumento.
autónoma se han erosionado11. Por ejemplo, el Si consideramos estas características no es
extraño que se produzca una fuerte ruptura de
imaginarios en los jóvenes que plantea incer-
11 Para mayor detalle véase Tedesco (2007). tidumbre con respecto a la reproducción cul-
462 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tural de la sociedad; poniendo en duda el vín- cia ni las fuerzas de seguridad. Ahora bien, esto
culo trabajo-progreso, el rol del Estado como no quiere decir que no estén interesados en la
protector de la sociedad, la relación esfuerzo- política, sino más bien que buscan una “nueva
gratificación, los proyectos de familia, la rela- politicidad”. Los jóvenes no han renunciado a
ción presente-futuro y la relación entre sociali- la acción colectiva sino que actúan de manera
zación e individuación. En este último aspecto, distinta, revalorizan la idea de que actuar local-
uno de los patrones que se pueden ver hoy en mente, en pequeños grupos, puede generar en
día es un gran debilitamiento de los proyectos el largo plazo modificaciones globales de rele-
colectivos de progreso, reemplazados por una vancia. Quizás por esto los asuntos que prio-
mayor valorización de la autodeterminación rizan apuntan generalmente a aquellas dimen-
personal. Este patrón parece claro pero es in- siones en las cuales sienten que pueden incidir
teresante mencionar que se percibe una fisura directamente: los datos muestran que las dos
en el mismo: da la impresión de que mientras injusticias percibidas como más graves son las
los jóvenes incluidos siguen ese patrón, entre agresiones hacia el medioambiente y el mal-
los excluidos predomina una lógica más colec- trato de la policía hacia ellos; y sin embargo,
tiva. En cualquier caso, esta realidad plantea mientras la mayoría cree que es posible hacer
una pregunta que va más allá de los jóvenes, algo para influir en la cuestión del medioam-
ya que abarca a toda la sociedad: ¿cómo pue- biente, muy pocos creen que se pueda modifi-
de la necesidad de autodeterminación personal car la violencia ejercida por la policía.
articularse con la necesidad de construir una El Informe de desarrollo humano del Mer-
comunidad ciudadana compartida? cosur detectó tres orientaciones de acción
En este punto resulta interesante analizar de colectiva entre los jóvenes. En primer lugar,
qué manera se relacionan con la política. Exis- una referida a la afirmación de identidades co-
te una característica común y ampliamente co- lectivas como indígenas, afrodescendientes,
nocida: los jóvenes son los que más descreen feministas o religiosas. Entre éstas sobresalen
de las formas tradicionales de la política. En los grupos de jóvenes de las murgas en Mon-
una serie de entrevistas (PNUD, 2009c), en pro- tevideo, el movimiento “grafitero” en Brasil y
medio un 80% de ellos dijo no tener confianza los movimientos indigenistas en la Argentina.
en los partidos políticos, los sindicatos, la justi- En segundo lugar aparecen los movimientos
Movimientos culturales y la emergencia de una nueva politicidad 463

ecologistas o de defensa del medioambiente, te a la comunidad inmediata y a los resultados


muy a menudo vinculado a ONGs ambientalis- concretos. Perciben de manera intensa el au-
tas. Aquí cabe destacar que existe una suerte mento de la vulnerabilidad en la vida cotidia-
de capital público ecológico para el desarrollo na, y ven afectada su vida por los crecientes
de estos movimientos que se apoya en la dis- niveles de violencia social. Sin embargo, no
ponibilidad de la opinión pública juvenil para se percibe entre ellos la nostalgia de una épo-
participar y actuar a favor del medioambiente. ca míticamente segura, sino que tienden más
Por eso, seguramente, éste será un dinamismo bien a enfrentar el problema desde la acción
creciente. Finalmente, una tercera orientación práctica, generando estrategias colectivas de
está referida a la participación en movimientos protección en pequeños grupos, basados en
y/o acciones alter globalizadoras en la región, las facilidades de las nuevas tecnologías en
como los encuentros que se organizaron en el muchos casos, y defendiendo sus derechos al
Foro Social Mundial. Allí predominan críticas uso y disfrute de los espacios públicos urba-
de fondo a la globalización, el consumismo nos. Este es un punto importante: los jóvenes
y las políticas conservadoras. Más allá de las no renuncian al espacio público, ya que si bien
distintas orientaciones, en el conjunto estos admiten que en algunos aspectos puede ser
movimientos usan y reproducen relaciones en violento u hostil, también ven allí un campo
el campo de las tecnologías de la información. abierto de enorme potencial y oportunidades
El citado informe menciona además que “La para sus proyectos de futuro.
ampliación de cierta conciencia ciudadana en
materia de derechos culturales y socioeconó-
micos, las posibilidades organizativas abiertas Corolario: hacia una sociedad
por las tecnologías de la información y comu- de diferentes
nicación, y la diseminación de una ‘opción am-
biental’ son los rasgos culturales básicos de la Con o sin éxito, lo que estos nuevos actores y
movilización juvenil” (PNUD, 2009c: 31). prácticas demuestran es el peso de la acción
En términos generales, los jóvenes mues- cultural, colectiva e individual, que los parti-
tran importantes disposiciones a la acción so- dos, la política y el Estado podrían recuperar
lidaria y voluntaria local, ligadas especialmen- para lograr tanto mayor cohesión social como
464 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

reformas políticas. Y en todo caso, si muchas poder acercándose, en cambio, a la confor-


veces estos movimientos no han logrado con- mación de espacios públicos que abarcan la
vertirse en actores importantes, es precisa- diversidad social y cultural y que permiten un
mente allí donde los partidos y el resto de los reconocimiento de la alteridad entre diferen-
actores políticos tradicionales deberían actuar tes. Quizá sea precisamente esta posibilidad
y ajustarse para potenciar una práctica política de articulación entre diversos actores en un
autónoma que integre proyectos fragmentados espacio público compartido el principal recur-
y logre de esa forma incidir en los asuntos de so político para el ejercicio de la democracia
carácter nacional y global. en sociedades policéntricas, en donde las de-
Cabe aclarar que, al preguntar por el recono- mandas de inclusión ciudadana se cruzan cada
cimiento institucional de los movimientos so- vez más con el tema de la afirmación de la di-
ciales, no sólo estamos hablando de las posibi- ferencia y con las políticas de reconocimiento
lidades de una democracia que impulse una ló- y promoción de la diversidad; en donde gru-
gica más progresiva, es decir, una democracia pos ecológicos, étnicos y de género —entre
que promueva lo plural, que posea mayor capa- tantos otros— claman por ser reconocidos
cidad de reconocimiento a un mayor número en su singularidad, por contar con derechos
de actores abriéndoles un lugar en el sistema específicos y por la aplicación a su caso de
de toma de decisiones, y más sustantiva, que los derechos universales que otros grupos ya
promueva la plasmación de valores consensua- conocen. Discriminación positiva, derecho al
les y se oriente a una redistribución material autogobierno y políticas diferenciadas en edu-
más equitativa; sino también, y muy especial- cación son sólo algunos ejemplos que emanan
mente, nos preguntamos por las posibilidades de este fenómeno.
de que este campo institucional contribuya a la La acción de estos movimientos no hace más
reconstitución de los sujetos políticos. que dejar en claro que la sociedad se repiensa y
Llegado este punto es necesario remarcar actúa ya no entre iguales sino entre diferentes.
que, más allá de los novedosas acciones que “Quizá sea hora de repensar los movimientos
estos movimientos llevan a cabo, sus deman- sociales desde otra perspectiva: no se trataría
das y propuestas también varían al alejarse de solamente de nuevas formas de hacer política,
las viejas búsquedas de proyectos únicos de sino de nuevas formas de relaciones y de orga-
Movimientos culturales y la emergencia de una nueva politicidad 465

nización social; lo que se estaría transforman- Calderón, F. & Hopenhayn, M. 2008 Notas
do o engendrando es una sociedad, más que para el desarrollo humano en el Mercosur
una política, nueva.” (Calderón y Jelin, 1987: (Buenos Aires), inédito.
26). Por lo que, si el sistema político no logra Calderón, F. & Jelin, E. 1987 Clases y
incluir estas demandas, la fuerza de estos mo- movimientos sociales en América
vimientos acumulada durante años de silencio Latina: perspectivas y realidades
les permitirá de todas maneras aparecer por (Buenos Aires: Centro de Estudios de
otros medios. Así, cualquier proyecto que in- Estado y Sociedad).
tente obviar esta realidad y busque presentarse Castells, M. 2006 Comunicación móvil
como un referente único al que se debe seguir y sociedad. Una perspectiva global
con los ojos cerrados, al mirar para atrás se en- (Barcelona: Editorial Ariel).
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466 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

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La revelación de los bordes
o repensando la portada
de San Lorenzo*

¿ Cuánto de lo que vivimos hoy día y de


lo que podemos hacer mañana ya esta-
como sujeto que busca, en relación con otros
actores, comprender y desarrollar esa libertad.
ba predeterminado por nuestro pasado, por Empero no actúa desde la nada, actúa desde lo
nuestros valores y nuestras experiencias, por vivido, con sus “dimes” y con sus “diretes”, con
nuestros deseos, sueños y dolores, en suma el peso tremendo de toda una cultura sobre las
por nuestro ethos cultural? espaldas. Por todo esto bajo la modernidad na-
¿Y cuánto de lo que vivimos y viviremos die es totalmente libre ni nada está totalmente
será el resultado de nuestra capacidad crea- determinado.
tiva y libertaria de hacernos a nosotros En un pasado no muy lejano, los latinoame-
mismos en relación con otras creaciones y ricanos, como muchos otros, pensamos que el
libertades? Y, más aún, ¿cuánto será sólo el progreso estaba asociado con la razón, aposta-
resultado del azar, de los efectos inespera- mos por una vida social organizada en torno
dos y de la incertidumbre propia de la vida de una idea de racionalidad progresiva y estatal
moderna? que hoy día aparentemente se ha agotado. Y los
Desde la perspectiva de la modernidad en- latinoamericanos, y los andinos en particular,
tendida como proyecto cultural y societal aprendimos la desilusión a fuerza de pedradas
emancipatorio, el sujeto portador de libertad y silencios.
supone un deseo de actuar y de ser reconocido En los países andinos el cansado Sísifo vuel-
como actor, como actor consciente y crítico, ve una vez más a empezar.
Por todo esto y más, es importante pensar si
* Conferencia dictada en la Universidad de Cornell en un proyecto de modernidad es posible y si des-
abril de 2001. de lo ya vivido y lo experimentado es recreable.
468 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Ello supone mirar el momento actual como con él de manera acrítica y emuladora, espe-
un momento de redefinición de rumbos, pero cialmente si el otro es hecho el europeo, el ar-
también como un momento de revelación que gentino o el gringo.
busca encontrar una complicidad profunda en- Desde el lado del negado -sea indio, negro,
tre la historia y la modernidad, de jetzteit como mestizo, marginal o pobre-, la negación tam-
le gustaba decir a Walter Benjamin. bién se vive con más de una cara. A veces ellos
Ello supone, empero, enfrentar un problema se identifican con la negación y cercenan su
crónico de nuestras sociedades: el del difícil propia identidad y navegan por una orfandad
encuentro entre nuestras culturas andinas y las interminable como Sebastián Mamani, ese per-
diversas variaciones occidentales de la cultura sonaje anodino de la película “La Nación Clan-
de nuestras elites. O, en otras palabras, pregun- destina” de Jorge Sanjinés, que para recuperar
tarse si podrá el mundo andino superar la cul- su identidad tiene que danzar hasta morir.
tura de la negación del otro y tejer el inter-cul- En ocasiones se vive la negación como una
turalismo preexistente bajo un proyecto plural asimilación deseada pero siempre frustrada
de modernidad. por el poder que domina. A veces, también, ella
La relación con el otro en el mundo andino es vivida de manera ambigua, como un chenko
ha sido una relación histórica de constante o una confusión paralizante. También está la
negación. Nace en la conquista y se metamor- identidad de los “oprimidos pero no vencidos”,
fosea en la república. Tiene muchas caras. En los que se resisten de múltiples maneras a la
una cara las elites andinas diferencian radi- exclusión en el arte, en las costumbres, en la
calmente el otro de sí mismas y enseguida lo comunidad y sobre todo en la lengua. Gran par-
desvalorizan proyectándolo como inferior: in- te de los movimientos étnicos han nacido de
dio, mujer, mestizo, obrero o “maestrito”. En esta constatación.
la otra cara, el otro es también el extranjero Leída en código de modernidad, la negación
o el boliviano extranjerizado llamado en fút- del otro conlleva un rechazo brutal de la mis-
bol legionario, que es visto o percibido como ma modernidad. Esta negación de la moderni-
algo amenazador, algo que amenaza el propio dad ha sido elaborada desde distintas perspec-
poder desde afuera. Paradójicamente, además tivas analíticas y prácticas. Así, por ejemplo,
de negarlo o discriminarlo se han identificado están aquellos que asumen valores universalis-
La revelación de los bordes o repensando la portada de San Lorenzo 469

tas y de integración al mundo moderno pero región donde se combinaron múltiples corrien-
no los vinculan con las identidades vernacu- tes culturales de manera específica. En ellas
lares de nuestros pueblos, sino más bien las se combinaron lo moderno del renacimiento
niegan; existe pues en ellos un patético deseo con un pasado complejo. Nos hemos hecho en
de construir un futuro sin memoria. En el polo relación con Europa pero somos distintos de
opuesto están los que sólo conciben a la mo- los europeos; asumir esta relación y esta espe-
dernidad como una amenaza a la identidad y cificidad constituye nuestro principal desafío y
a la memoria; ellos se refugian en ideologías esto es válido tanto para el aymara “puro” que
ultra comunitaristas que niegan el intercambio ha logrado defender su identidad recreando
global. Existe pues un círculo perverso de la sus raíces milenarias, como para el reciente
negación del otro donde la mirada de unos nie- migrante coreano o el descendiente del italiano
ga lo de “adentro” mientras que la mirada de de la esquina. Cada uno carga, en su especifici-
los otros quiere negar el “afuera”. Y la cuestión dad, la interacción con los otros. Sus particula-
consiste más bien en el encuentro, en la comu- res acervos culturales se han hecho en relación
nicación, en una alternabilidad superadora de con otros distintos de ellos.
unos y de otros. A todo esto, un dilema subyace en el hori-
Esta negación de la diferencia, a pesar de zonte: ¿se inclinarán nuestras sociedades por
no pocos avances y no pocos retrocesos, es el lograr al fin una occidentalización exhaustiva
principal límite de la modernidad, pues impi- superando mestizajes culturales o daremos
de no sólo el reconocimiento del sujeto sino la la espalda al elemento de la modernidad que
tarea colectiva de poder enfrentar y compartir más se relaciona con nosotros mismos: la ca-
con otros distintos de uno, los avatares de la pacidad de integrar la diversidad, respetando
razón moderna; por eso la modernidad en Los la especificidad, en un producto cultural com-
Andes fue casi siempre limitada y trunca. partido? Lo moderno en los países andinos ani-
La construcción de un sujeto moderno su- da cabalmente en poder asumir nuestras plu-
pone la aceptación plena de nuestras propias ralidades constitutivas. En el momento en que
diversidades y de nuestros propios tejidos in- las sociedades actuales fueron constituidas, se
terculturales. El mundo andino desde sus orí- abrieron al mundo como un tejido cultural vivo
genes fue una región culturalmente plural, una en constante mutación.
470 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Precisamente es en este momento de cam- table acto estético: la Portada de la Iglesia de


bio y de crisis de modernidad que se plantea San Lorenzo en Potosí.
la posibilidad de asumir estos tejidos diversos La portada fue construida entre 1728 y
como una fuerza de futuro. El tejido intercultu- 1744, es decir, en el comienzo de lo mejor del
ral andino ha sido y es nuestra forma de ser mo- arte colonial y en el inicio de la decadencia de
dernos y de resistir a la modernidad al mismo la economía de la plata. Comenzaban también
tiempo, la cuestión reside en que la sociedad las primeras rebeliones indígenas y ya se dis-
pueda asumir colectivamente esa condición cutía la legitimidad de la mita.
cultural para convertirla en una fuerza propia Se trató de una parroquia de indios, pedi-
en un mundo que también busca la marca de da y demandada por indios a indios. A indios
una diversidad progresiva. ilustrados o, mejor aún, a indios preocupa-
La modernidad buscada sería pues el resul- dos por la ilustración. Se supone que el prin-
tado de este entrecruzamiento intercultural y cipal escultor, según Diego Arzans, fue “Luis
de su capacidad de enfrentar los cambios pro- Niño, indio ladino, segundo Ceuxis, Apeles
ducidos por la modernización. En pocas pala- o Timantes y es caso de anotar, prosigue Ar-
bras todos tienen que asumir un pluralismo que zans, que estando embriagado pinta y escul-
nos constituye. pe con primor”1.
Si esto es así, ¿qué mejor ejercicio que vol- Sin embargo, la cuestión es que un indio o
ver la mirada a lo mejor de nuestro pasado y un grupo de escultores indios están preocupa-
buscar un sendero de reencuentro con lo clási- dos por el renacimiento y la ilustración y por
co de nuestra historia para poder recrear así un ser reconocidos y aceptados como iguales en
proyecto de futuro? su especificidad, aún más, ser reconocidos
La idea que deseo trabajar ahora es que la como constructores y renovadores críticos y
modernidad que estamos defendiendo estuvo burlones de la misma ilustración a partir de un
íntimamente ligada al desarrollo del arte barro-
co, pues él nos plantea temas de producción
y de transmisión de una tradición intercultu- 1 Gisbert, Teresa (1999), “Luis Niño y San Lorenzo de
Potosí”. En: Revista de la Fundación Cultural, Año III
ral que se puede proyectar en la modernidad.
Nº 7/abril-junio 1999. Banco Central de Bolivia: La Paz.
Quiero expandir estas ideas a través de un no- Pág. 17.
La revelación de los bordes o repensando la portada de San Lorenzo 471

proyecto genuino que supo trascender su cir- da: las sirenas con sus charangos, San Loren-
cunstancia y convertirse en un acto verdadera- zo y los ángeles con arpas, los Hermes y las
mente clásico. cariátides en posiciones de danza en medio de
Se trata de una obra que busca tejer y combi- una voluptuosidad barroca que no deja lugar a
nar lo mejor del mundo occidental con lo mejor vacío alguno. Da la impresión de que estamos
del andino: allí hay un encuentro racional y una frente a un tremendo espectáculo creado por
yuxtaposición lúdica entre el renacimiento eu- una suerte de Platón andino o, mejor dicho,
ropeo y símbolos, dioses e ideas andinos. de gentes de los andes que piensan al Platón
La puerta de entrada a la casa de dios, a la griego, al de la República o al del Timenon,
representación de la eternidad: el templo para desde su propia realidad. No se trata entonces
indios; es un portal flanqueado por el dios de una copia del renacimiento europeo, como
Hermes, en su forma hermafrodita, situado algunos imaginan, donde un señor o un cura
a ambos costados de la puerta. Sin embargo, ilustrado pide al “maestrito” de la época que
el conjunto de la portada descansa en dos ca- le pinte dos sirenas una a la derecha bajo una
riátides o indiápides que, como parte de las luna y otra a la izquierda bajo el sol, sino de
columnas centrales, sostienen el conjunto del una reinterpretación creativa y una síntesis
monumento. Gracias a ellas y al formidable cultural propia con elementos de crítica, pi-
tejido barroco que las acompañan, se pueden cardía y de imaginación.
asentar y pueden actuar las sirenas, los ángeles Digo Platón porque este autor, usando la mú-
músicos y los mismos dioses andinos del sol y sica y figuras o símbolos como las sirenas y la
de la luna, San Lorenzo, el mártir quemado, y el música, trata los temas del movimiento de las
mismo San Miguel, arcángel mestizo, que con esferas del universo, de la fuerza del cosmos
la espada desenvainada y con un furioso rictus y del caos, es decir, de las fuerzas degenerati-
protege el edificio mirando de frente el Cerro vas y regeneradoras del espacio. En este caso,
Rico de Potosí. uno podría interpretar que las indiápides o las
La cosmología es central y los rasgos an- cariátides, vamos los indios que trabajan en
tropomorfos que organizan la portada son evi- Potosí y sufren como San Lorenzo, están soste-
dentes como quizás también lo es la represen- niendo el movimiento de una de las esferas de
tación musical que tiene lugar en dicha porta- Platón: el mundo.
472 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Ciertamente, esta mirada es tan sólo una también figuras y símbolos renacentistas gre-
atrevida conjetura que invita a meditar sobre el co-romanos. Asimismo, si bien varios cronis-
tipo de relaciones posibles entre los mundos de tas nos muestran el peso del pensamiento de
vida que conviven en nuestras sociedades. En Aristóteles en la época, no resulta extraño que
este sentido, la portada de la Iglesia de San Lo- también se haya leído un autor prohibido pero
renzo, así como varias otras obras de la época más flexible y quizás más afín con la cosmolo-
citadas por distintos autores, parece mostrar gía andina como fue Platón. E incluso podría
una reinterpretación, por parte de un grupo de pensarse que esa relectura de Platón era parte
indígenas, de uno de los autores más lúcidos de una resistencia, no sin contradicciones, a
de la cultura occidental y del renacimiento eu- aceptar la ideología institucionalizada de la
ropeo, planteando, a partir de esa reinterpreta- Iglesia y del poder del imperio.
ción y en ese pasado lejano que fue el barroco Claro está, por otra parte y más allá de esta
andino, salidas estético-culturales que todavía lectura tentativa, que la genialidad de los au-
no nos atrevemos a reelaborar. tores de la portada radica en dar motivo a sus
En gran medida, este tipo de hipótesis se sus- lectores en el tiempo, como yo, de interpretar
tenta en indicios de la época, para empezar, en una vez más su representación, y esto no es
los motivos de la misma portada (sirenas, cielo ni más ni menos que un acto de trascenden-
y música que llevan a pensar en las categorías cia temporal, de unión entre la historia y la
de espacio y tiempo que Platón utiliza en La Re- modernidad.
pública y en el Timenón), pero también en el Como corolario, creo que se plantean tres
ambiente de “renacimiento tardío” que se vivía cuestiones centrales. En primer lugar, desde
en todo el mundo andino, particularmente en el el lado del negado, de los indios, la apropia-
Sur del Perú y en el occidente boliviano actual. ción de elementos culturales ajenos a la pro-
Una serie de portadas y pinturas del Barroco, pia identidad se hace desde la propia identi-
como relata por ejemplo Leopoldo Castedo en dad; de allí una lectura creativa que asume
su Historia del Arte Iberoamericano2, muestran “lo otro” (en este caso, lo europeo) desde
una reinterpretación a partir de la identidad
indígena que le otorga un sentido diferente.
2 Castedo, Leopoldo (1988), Historia del Arte Ibe-
roamericano. Andrés Bello-Alianza Editorial: Madrid. Este constituye un tema fundamental hoy, y
La revelación de los bordes o repensando la portada de San Lorenzo 473

un antecedente histórico, cuando se habla la integración puede darse sin dominación ni


una homogeneidad cultural irreal a partir de aniquilamiento; y es entonces un ejemplo de
los procesos de globalización. En segundo respeto por el otro diferente, lo que el mun-
lugar, la relectura indígena de la cultura oc- do occidental nunca asumió por el propio
cidental se hace desde la resistencia (quizás eurocentrismo que signó permanentemente
Platón fue mejor reelaborado que Aristóte- su acción. Así, si bien esto no implica que un
les porque permitía una cierta expresión de proyecto estético-cultural pueda ampliar su
lo diferente). significación a los ámbitos político y econó-
Finalmente, el asumir una identidad cultu- mico, constituye una enseñanza de la llamada
ral a partir de una reelaboración desde la pro- “periferia” al llamado “centro”. De ahí que los
pia identidad, como lo hicieron los indígenas bordes también sean luminosos, aunque no se
del barroco andino, muestra al occidente que los reconozca.
Ciudadanía y desarrollo humano*

Introducción política crece en todas partes. Estamos frente a


un horizonte abierto, con nuevas limitaciones y
En las últimas dos décadas, la región ha expe- oportunidades. En el centro se encuentran los
rimentado importantes cambios que modifi- cambios experimentados por la sociedad y las
caron su perfil. Las nuevas realidades exigen posibilidades de gestión política.
repensar los enfoques de la democracia y el En el plano analítico, los enfoques centrados
desarrollo. exclusivamente en el mercado o en la econo-
Los cambios son diversos, y las situaciones mía parecen insuficientes para enfrentar los
y los resultados nacionales, distintos. Sin em- nuevos problemas y oportunidades generados
bargo, resulta fácil constatar que se ha perdido por el cambio global. Desde una perspectiva
peso en la economía mundial, que se ha mante- diferente, el enfoque de desarrollo humano que
nido y complejizado la desigualdad y que la po- viene promoviendo el PNUD coloca el acento
breza —a pesar de algunos avances— continúa en las capacidades de las personas, más que
siendo una amenaza estructural. La democra- en el mercado o el Estado, como ejes del de-
cia ha avanzado en varios planos, pero los pro- sarrollo. En el mismo sentido, el informe La
blemas políticos e institucionales persisten y la democracia en América Latina plantea la ne-
desconfianza en los sistemas de representación cesidad de promover una democracia de ciu-
dadanos y pone el énfasis en el fortalecimiento
de las capacidades políticas de la sociedad. Es
* Este trabajo fue publicado originalmente como in-
troducción del libro Ciudadanía y desarrollo humano: probable que ambos planteamientos constitu-
cuaderno de gobernabilidad democrática 2007 (Buenos yan referentes importantes para reorientar los
Aires: PNUD/Siglo XXI). enfoques del desarrollo y la democracia.
476 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

En el presente libro se aspira a indagar con- actuar e incidir en su vida, los grupos excluidos
ceptualmente la cuestión a partir de una visión tendrán que transformar sus necesidades y de-
que pretende articular ciudadanía y desarrollo rechos en demandas institucionales y en pautas
humano en el contexto de las nuevas condicio- de acción y desarrollo.
nes sociales ya producidas por la globalización. El desarrollo humano es, pues, una óptica
Esta visión supone que la sociedad y las per- que busca el incremento de las capacidades de
sonas que la conforman constituyen el centro los actores (ciudadanos, organizaciones, movi-
de toda reflexión sobre el desarrollo humano. mientos sociales, etc.) para que construyan su
Por encima de cualquier factor, interesa el ser libertad y decidan, en función de sus valores y
humano devenido actor, es decir, el ser humano aspiraciones, el tipo de vida que desean tener.
abierto a la acción creativa y dotado de volun- Precisamente por esto la inclusión y la exclu-
tad y capacidad para transformar su relación sión en sociedades diversas como las actuales
con los otros, con su entorno y consigo mismo. son temas cruciales para el desarrollo de las
En los regímenes democráticos, esta compren- personas y sus sociedades. La inclusión supo-
sión del ser humano como actor se asocia es- ne reconocer las diferencias en muchos planos
trechamente a la noción de ciudadanía. (culturales, sociales, económicos, etc.), pero
Ser ciudadano implica estar incluido en una también construir un plano de igualdad políti-
red de relaciones sociales que permitan actuar, ca y jurídica en el que las distintas libertades
reproducirse y cambiar. Supone también formar se puedan desarrollar. Es decir, supone el ejer-
parte de una colectividad de ciudadanos. Se tra-
ta, entonces, de ser parte de un tejido social y
cultural para poder actuar como ciudadano. En hacia una ciudadanía integral, lo que supone poner en
el centro a la política como forma de que el ciudadano,
una perspectiva democrática, la inclusión social
y más precisamente la comunidad de ciudadanos, pue-
y el reconocimiento deben entenderse como da participar en decisiones sustanciales. La globaliza-
partes de un proceso relacional de construcción ción es un dato, pero no se trata pura y exclusivamente
de una “comunidad de ciudadanos”.1 Para poder de admitir que todo lo que ocurre como consecuencia
de la transformación tecnológica y de la expansión de
los mercados debe aceptarse sin reflexión y sin acción”
1 En el informe La democracia en América Latina (PNUD-PRODDAL, 2004: 195). Para una teoría de la
se afirma: “Se trata de discutir cómo se puede avanzar “comunidad de ciudadanos”, véase Schnapper (1994).
Ciudadanía y desarrollo humano 477

cicio político, social y civil del ciudadano. Por nacional y regional. El presente texto propone
eso, bajo regímenes democráticos, el ciudada- un análisis de las características de estos pro-
no es el sujeto y el objeto del desarrollo y de la blemas, tanto en los campos temáticos especí-
misma democracia. ficos como en las experiencias relevantes de
Los cambios vinculados a la globalización, los casos nacionales.
no sólo las “reformas estructurales” sino espe- En síntesis, se busca: 1) plantear las nuevas
cialmente las transformaciones en los campos condiciones sociales de la ciudadanía y el de-
de la tecnoeconomía, la comunicación y el sarrollo en la globalización; 2) analizar el rol
informacionalismo, generaron nuevos proble- del espacio público y sus vinculaciones con la
mas en torno a la matriz social, tanto a nivel ciudadanía y el desarrollo; 3) proponer la nece-
de desarrollo humano como de la ciudadanía. sidad de horizontes normativos y finalmente; 4)
Cambiaron las conformaciones nacionales y desarrollar nuevos temas y experiencias nacio-
estatales, y también las estructuras sociales nales de cambio.
en términos de sus patrones de inclusión y
cohesión social, de reproducción cultural y de
estructuras de socialización. Las sociedades 1. Las nuevas condiciones sociales
latinoamericanas ya no son lo que eran hace de la ciudadanía y del desarrollo
veinte años: hoy resultan más complejas y humano en la globalización
cada país enfrenta desafíos específicos. Esta-
mos, pues, frente a nuevos interrogantes para El mundo vive la transición de una sociedad
la política y sus vinculaciones con un nuevo centrada en el trabajo y la industria hacia otra
tipo de desarrollo, que es fundamental estu- centrada en el conocimiento y la información.2
diar y comprender. Como consecuencia de estos procesos de
Hoy, los enfoques sobre la ciudadanía y el transformación histórica hay una creciente
desarrollo humano tienen que responder de complejización y diferenciación de las socieda-
manera específica —y con nuevos códigos— des, tanto en el interior de sus relaciones como
a estos cambios, y orientarse adecuadamente
para aprovecharlos, según la dirección, la in-
2 Para mayor detalle véanse Castells (1996-1997);
tensidad y la pertinencia que tengan a escala UNDP (1999) y Touraine (2003).
478 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

en las relaciones entre sociedades desarrolla- sus instituciones democráticas, por lo cual las
das y sociedades en vías de desarrollo. Ade- condiciones para enfrentar los cambios en cur-
más, el Estado perdió poder frente a la consti- so serán más desfavorables).3
tución de actores supranacionales, y capacidad La pregunta para los países de América La-
política a favor de los mercados abiertos, a los tina, que, como la mayoría de las regiones del
que le resultó prácticamente imposible regular. mundo, vive también esta transición, es con
Dadas las características de los mercados, esta qué bagaje cuentan para desempeñar un papel
pérdida de capacidad política estatal provocó activo en ella. ¿Qué capacidades de ciudadanía
que no pudiesen garantizarse niveles mínimos y desarrollo tienen para enfrentar el conjunto
de equidad e inclusión social. de desafíos que plantea hoy la globalización?
Sin embargo, no todas las sociedades y sus ¿Es sostenible la globalización?
Estados se vinculan de la misma manera a los
procesos de cambio y globalización; de modo 1.1. La globalización y el surgimiento
tal que pueden distinguirse al menos dos for- de la sociedad de la información
mas: o se da una vinculación pasiva con ten-
dencia a la descomposición social, o una vincu- En el mundo globalizado en que vivimos, los
lación más proactiva que estimula el desarrollo intereses del capital, los recursos tecnológicos
de capacidades para incidir en esos procesos y científicos —el desarrollo de conocimientos
desde las particularidades históricas. Así, pare- en ciencia y tecnología y la capacidad de obte-
ce que cuanto mayor sea la capacidad de una ner y procesar información— y las capacidades
sociedad para manejar los códigos modernos, políticas de los Estados nacionales se vuelven
mejor será la calidad de su matriz socioeconó- fundamentales para acceder a los beneficios
mica interna y más sólidas sus instituciones que éste brinda.4 En este nuevo marco, la inter-
democráticas, por lo que tendrá mejores condi-
ciones para enfrentar los procesos de cambio
3 Para mayor detalle véase Calderón y Castells (2003).
mencionados (y viceversa, es decir, mientras
menor sea su capacidad de manejar los códi- 4 Sin embargo, los Estados nacionales, precisamente
debido a los procesos de globalización y frente al poder
gos modernos, más baja será la calidad de su
cada vez mayor de los actores supranacionales, fueron
matriz socioeconómica interna y más débiles perdiendo capacidad de ejercer soberanía nacional,
Ciudadanía y desarrollo humano 479

dependencia entre países y regiones aumentó y mos orígenes, pone de manifiesto la desigual-
la desigualdad es un problema central.5 dad que supone tanto en las relaciones entre
El impulso básico de los procesos de globa- las distintas sociedades como al interior de
lización viene dado por la tecnoeconomía, pero ellas mismas, donde un núcleo está conectado
abarca también los ámbitos cultural, político, globalmente y puede actuar en el mundo, mien-
jurídico y ético.6 Su rasgo central es que im- tras que la mayoría vive su inserción de manera
plica una interconexión simultánea entre dife- precaria y pasiva, y sobre todo experimenta las
rentes sectores considerados económicamente consecuencias negativas de estos procesos.
valiosos, de distintos países y regiones. Esto Este nuevo tipo de sociedad, que Castells
es posible gracias a las nuevas tecnologías de denomina “sociedad-red” o “informacional”, se
información que permiten concebir el espacio construye en torno a los avances en la tecnolo-
sin límites y el tiempo como único para todos gía de la información, que posibilita la flexibili-
los habitantes del planeta.7 Pero, en sus mis- zación de la gestión del capital y la descentrali-
zación e interconexión de las empresas. Otros
rasgos de esta sociedad-red son el aumento del
pero no campo de acción. El Estado parece haberse poder del capital con respecto al del trabajo,
colocado del lado de los mercados y alejarse de la so-
que implica un cambio profundo en las relacio-
ciedad, cuestión que hoy se está revisando política y
académicamente. Para una discusión sobre este tema nes laborales y en la regulación de los merca-
véanse, entre otros, Beck (1998); Habermas (1998) y dos de trabajo; la desregulación de los merca-
O’Donnell (2006). dos con una intervención mínima, cuando no
5 La globalización ha incrementado la desigualdad inexistente, de los Estados; la intensificación
global. Esto se ve reflejado en los documentos de de la competencia económica global en un
Cukrowski (2006) y Mehrotra (2006). Véase también contexto de diferenciación cultural; la globali-
Banco Mundial (2006).
6 Véase Kliksberg (2002).
7 Rocher hace una diferenciación entre internaciona- ces en el transporte y las comunicaciones; y la tercera,
lización, mundialización y globalización. La primera se al surgimiento de un sistemamundo como un referente
refiere a los intercambios (económicos, políticos y cul- en sí mismo, posible por la simultaneidad en la interco-
turales) entre las naciones; la segunda, a la ampliación nexión, que hace que las sociedades puedan funcionar
de esos intercambios por el mundo gracias a los avan- como un todo. Véase Rocher (2001).
480 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

zación del sistema financiero y la creación de que tienen un alcance global y determinan
nuevos bloques económicos.8 qué se consume culturalmente.
Como la globalización incluye únicamente Además, aunque los mercados globalizados
a los sectores considerados económicamen- pueden ser eficientes, no son equitativos. Se-
te valiosos de los distintos países, regiones gún el Informe sobre Desarrollo Humano (IDH)
o ciudades, produjo una gran desigualdad, y 2005, “la distribución mundial del ingreso se
en un mismo país o región conviven zonas in- parece a una copa de champagne. En la parte
corporadas a ella y otras que permanecen en de arriba, donde la copa es más ancha, el 20%
la miseria y la exclusión. Entonces, aunque más rico de la población obtiene tres cuartas
estos procesos abren nuevas oportunidades, partes del ingreso mundial. En la parte inferior
las desigualdades aparentemente crecen, del pie […], el 40% más pobre contiene sólo 5%
pues la apertura de los mercados depende de del ingreso mundial y el 20% más pobre, sólo
las capacidades de los países, las empresas y el 1,5%”.9 Estos datos reflejan el problema de
el capital humano. Si bien, en teoría, el acce- la desigualdad entre países y al interior de los
so a los mercados es libre y las normas que mismos. A esto hay que agregar que hoy los
rigen la competencia son laxas, los países países compiten con empresas transnacionales
desarrollados limitan de hecho la entrada cuyos beneficios y ganancias superan en diver-
de bienes y servicios a sus mercados según sos casos el Producto Interno Bruto (PIB) de
su conveniencia, mientras que los países en muchos de ellos.
vías de desarrollo no pueden hacerlo, lo que La globalización tecnoeconómica no gene-
deja en evidencia que las “reglas” de la globa- ró un mayor nivel de empleo ni la expansión
lización no son iguales para todos. Lo mismo de trabajos más calificados. Por el contrario,
ocurre en relación con el mercado cultural, incrementó la flexibilización de los mercados
liderado por empresas de comunicación in- laborales, generando inestabilidad e inseguri-
ternacionales con base en los países desarro- dad laboral. Además, como la velocidad de los
llados —especialmente Estados Unidos— avances tecnológicos es mayor que la de la ca-

8 Véanse Castells (1996, 2001 y 2006). 9 PNUD (2005: 41).


Ciudadanía y desarrollo humano 481

pacitación de la fuerza laboral, los trabajadores la liberalización de los mercados).10 El Estado


que no pueden seguir el ritmo van perdiendo dejó de asegurar y gestionar el bienestar social
habilidades a medida que avanza la tecnología. al abandonar o disminuir sus responsabilida-
Este factor del empleo también redunda en des sociales.
mayor inequidad. La intensificación de los mo- En el plano de la política, la globalización y
vimientos migratorios tiene que ver con estos la visión economicista que la acompañó pusie-
procesos, y si bien las fronteras se han “abier- ron de manifiesto sus límites.11 La política, en
to” en sentido comercial, no ocurrió lo mismo general, no logra orientar y dirigir estos nuevos
para los inmigrantes que, en su mayoría por procesos. Entre los cambios que se viven en
cuestiones económicas vinculadas a la falta de este campo se destacan: la ampliación del es-
empleo o de políticas, se ven expulsados de sus pacio en el que actúa la política —que desde lo
lugares de origen, muchas veces incluso para nacional se extiende a lo regional y global— y
trabajar en condiciones indignas. un debilitamiento de la representación política
Éstos son los aspectos inequitativos de la nacional cuando ésta deja de responder a las
globalización que producen una gran exclusión aspiraciones y demandas de la gente frente a
socioeconómica, mayor pobreza y menores ni- la nueva situación, en la que unos pocos sec-
veles de participación social y política. Como tores privilegiados participan activamente en
consecuencia, se debilitan las condiciones de la globalización mientras aumentan, al mismo
la ciudadanía y el mismo régimen democrático,
que pierde legitimidad al no poder responderle
10 Este proceso no se dio de igual manera en todos los
de manera eficaz a la gente, que se enfrenta a
países, aunque siguió más o menos esta norma en los
los procesos descritos. latinoamericanos. En el sudeste asiático el proceso de
Los gobiernos de los países en vías de de- modernización e inserción en la globalización fue, con-
sarrollo tomaron medidas para insertarse en trariamente a lo dicho, liderado por Estados fuertes. En
la economía global que afectaron significa- América Latina, Chile y en menor medida Costa Rica
muestran experiencias diferentes de las del resto de los
tivamente a la mayoría de la población, pues
países. Véase Ohno (1996). Para el caso de Chile, véase
disminuyeron su seguridad social por la rees- Castells (2005).
tructuración de la economía (principalmente
11 Para mayor detalle véanse Ocampo (2005) y Bird-
por la privatización de empresas nacionales y sall y Menezes (2005).
482 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tiempo, las distancias sociales. Además, la no- ción y, sobre todo, los denominados de “alterg-
ción del tiempo en general y del tiempo político lobalización”, que demandan un nuevo tipo de
en particular se modificó: las experiencias pa- globalización, expresan el malestar y la crítica
sadas ya no son útiles para afrontar los tiempos frente a estos procesos y constituyen una nue-
que corren y el futuro, que era la apuesta de la va forma, global, de hacer política.12
política, aparece difuso luego de la crisis de los
grandes relatos histórico-políticos. Esto provo-
ca que la política se centre sólo en el presente 12 Wiewiorka desagrega en dos grandes grupos a los
nuevos movimientos sociales que han emergido a partir
y pierda perspectiva de largo alcance, lo cual de fines de la década del ’70: i) Movimientos globales y
afecta la toma de decisiones y la misma gober- ii) Movimientos antisociales, que a su vez pueden clasi-
nabilidad. ficarse en: Antimovimientos globales, Terrorismo glo-
Los actores sociales y políticos clásicos han bal y Antisemitismo global. Para mayor detalle, véase
sido incapaces de dar respuesta a la nueva Wiewiorka (2005). Por su parte, Castells sostiene que
este movimiento democrático, compuesto por múltiples
situación; nuevos movimientos sociales, des- actores a través de una red de relaciones complejas, no
de los años ochenta, han planteado críticas es “anti” sino por una globalización distinta: “propugna
puntuales al nuevo patrón económico y han un mecanismo y un debate sobre los contenidos de la
demostrado la debilidad de los clásicos movi- globalización, replantea el control social y político de
mientos sociales como los sindicatos que, en la economía y la tecnología a partir de la sociedad y
la política. Pero, como no es un actor en sí, necesita la
la reestructuración, perdieron fuerza y poder. mediación política. […] En cierto modo es el embrión
Esos movimientos se vinculan más a la vida de una sociedad civil global. […] Es un movimiento so-
cotidiana, a las discriminaciones de género, al cial red, intentando conectar nodos del Estado-red que
daño ecológico, al rescate de identidades co- emerge en la sociedad red y en un contexto de redes
globales de riqueza, información y poder. Así pues, pa-
munitarias que refuerzan el lazo social, que a
rece que la configuración concreta de actores sociales
la política. Sin embargo, tampoco han sido una parte de actores locales y nacionales, tanto reivindica-
respuesta efectiva a su crisis, porque la falta de tivos como identitarios, específicos de cada país, que
articulación entre ellos y la puntualidad de sus después van conectándose y superando sus estrechos
demandas los debilita, e impide que tengan una límites en ese movimiento alternativo por una globali-
zación que generaliza sus proyectos y les proporciona
visión más global y profunda de los cambios. alcance operativo en el nivel en donde se decide hoy
Con todo, el nuevo movimiento antiglobaliza- por hoy la suerte de las sociedades, el nivel global”.
Ciudadanía y desarrollo humano 483

Todas estas cuestiones presentes en el mun- 1.2. América Latina en la


do globalizado modifican las relaciones entre globalización
Estado, sociedad y economía, y entre Esta-
dos nacionales y organismos transnacionales. En los últimos treinta años la región vivió un
Mientras los Estados pierden soberanía, aun- doble proceso de cambio asociado tanto a la
que no posición estratégica en la globalización, globalización como a los rasgos específicos de
las economías refuerzan una dependencia las economías y los procesos políticos naciona-
asimétrica (donde las más débiles están a ex- les. Por un lado, se pasó de economías desarro-
pensas de las más fuertes) y las sociedades ge- llistas —centradas en la creación del mercado
neran nuevos vínculos de atracción y rechazo interno y en la sustitución de importaciones—
cultural entre unas y otras.13 En este contexto, a economías basadas en la apertura de los mer-
se crean condiciones para que, desde religio- cados; por el otro, se experimentaron transfor-
nes e ideologías fundamentalistas, se rechace maciones políticas vinculadas a la transición
a través de la violencia una globalización que de regímenes autoritarios a democráticos. Las
excluye a muchos, y se refuercen identidades nuevas dinámicas sociales generadas por estos
primarias étnicas, territoriales o nacionales en cambios condicionan el futuro.
oposición a estos procesos de globalización. Si bien en cada país los resultados de estos
procesos fueron diferentes, en general la región
como un todo avanzó en términos de logros de-
mocráticos, pero los saldos económicos y so-
Véanse Chiriboga (2003) y Loayza (2003). Para mayor
detalle sobre estos temas véanse, también, Wiewiorka
ciales condicionan el desarrollo y la misma de-
(2005); Calderón (coord.) (2003) y Grzybowski (2004). mocracia. La desigualdad, la pobreza y los lími-
13 Hoy en día, las sociedades están más abiertas a las
tes de la legitimidad institucional siguen siendo
oportunidades de conocer nuevas culturas, pero en un tareas pendientes.14 Además, en este período,
contexto homogeneizador dado por los medios masi- a pesar de los esfuerzos realizados, América
vos. Esto no suprime, sin embargo, la tensión entre esa
tendencia unificadora de los gustos e interpretaciones
culturales y la fragmentación de públicos y la posibili- 14 De acuerdo con datos de la CEPAL, en 2005 el 38,9%
dad de expresar la diversidad cultural como nunca an- de los latinoamericanos se encontraba por debajo de la
tes. Véanse Hopenhayn (2003) y Fajnzylber (2003). línea de pobreza.
484 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Latina perdió relativamente importancia en la sociales que sean capaces de orientar los nue-
economía mundial y en el sistema multilateral vos procesos en un contexto tan difícil como el
de toma de decisiones.15 esbozado. Actores que puedan construir un de-
En algunos países de la región —los me- sarrollo humano con inclusión. Para ello como
nos—, cuando se mantuvo cierta coherencia vienen sugiriendo los informes nacionales de
entre comportamiento y propuestas de los ac- desarrollo humano, se precisa fortalecer la
tores sociopolíticos, cuando se aplicaron las democracia, expandir la ciudadanía, reformar
reformas de manera más o menos heterodoxa la educación, dar transparencia y eficacia a la
y las condiciones económicas lo permitieron, burocracia estatal, lograr legitimidad estatal
se pudo enfrentar mejor las crisis, y los resul- y promover un modelo de desarrollo humano
tados en términos de desarrollo y democracia con un enfoque económico informacional, di-
fueron diversos. El caso paradigmático es Chi- námico y sostenible.16
le. En cambio, en los países con matrices so- En condiciones sociales y económicas li-
ciopolíticas inestables, recursos económicos mitadas, como se pregunta el informe La de-
insuficientes y una aplicación más o menos or- mocracia en América Latina, ¿qué elección
todoxa de las reformas estructurales, los resul- sobre cuestiones sustantivas pueden hacer
tados en términos de democracia y desarrollo los ciudadanos?17 Al respecto señala algunas
no sólo fueron precarios sino que provocaron
crisis institucionales muy graves. Ésta es la si-
tuación de la mayoría de los países de la región 16 Para mayor detalle véanse los siguientes informes
nacionales de desarrollo humano: PNUD Bolivia (2002),
y ello condiciona los ritmos de la evolución de
PNUD Chile (1998) y PNUD México (2002) entre otros.
la política y la democracia en el futuro. Véase también Calderón (2003).
La situación actual de América Latina frente
17 PNUD (2004: 192). El Informe sostiene que la glo-
a la globalización requiere actores políticos y balización deja al descubierto “la contradicción entre
la necesidad de la diversidad —que demanda un impor-
tante grado de autonomía de los países y un sistema
15 Por ejemplo, de acuerdo con datos del Banco Mun- mundial basado en normas claras y compartidas— y un
dial, América Latina en 1990 concentraba el 6,3% del mundo homogeneizado por relaciones de poder que de-
PIB mundial, mientras que en 2005 ese porcentaje se jan a los actores nacionales la capacidad de regulación
redujo a 5,6%. normativa sólo en cuestiones relativamente margina-
Ciudadanía y desarrollo humano 485

reflexiones a partir de repensar la relación y participación de los distintos actores en


entre globalización y desarrollo democrático la toma de decisiones, y que éstas incidan
PNUD (2004: 192-195): sostiene que si bien la en el desarrollo de sus sociedades. Desde
globalización fomentó la democracia, tam- los ámbitos donde se genera política demo-
bién limitó a los Estados, afectando su legiti- crática debería ser posible contrarrestar
midad. Hoy se cuestionan los roles limitados los efectos excluyentes de la globalización;
del Estado en la orientación del desarrollo de esos ámbitos, además, deberían fortalecer
la sociedad y en la promoción de ciudadanía. la democracia.
El Estado tendría que seguir velando por la Un asunto de importancia al respecto es
inclusión social, aunque con menos herra- que, como muchas decisiones en la actualidad
mientas, ya que un requerimiento para inser- se toman fuera de los ámbitos democráticos,
tarse en la globalización (por parte de los or- e incluso desde afuera, los ciudadanos tien-
ganismos internacionales de financiamiento den a restarle lealtad y valor a la democracia.
y por la movilidad del capital financiero) es Esta cuestión es de particular cuidado y el in-
precisamente que el Estado intervenga menos forme la plantea con gran preocupación.
en la regulación de las economías nacionales. La generación de espacios con mayor auto-
Esto no significa que deba aceptarse la pasi- nomía, donde se asuman los problemas socia-
vidad estatal, sino que se trataría más bien les y de desarrollo, es clave tanto en términos
de generar mayor autonomía para enfrentar nacionales como regionales. No se trata de
estos procesos fortaleciendo ámbitos de ne- crear nuevas instancias, sino de que los Es-
gociación a nivel regional. tados estén dispuestos a tratar políticamente
La democracia adquiere así significación estos temas. Se trataría de reconstruir la na-
real en los procesos nacionales, puesto que ción y la región de manera tal que se fortalez-
la ciudadanía se expresa dentro de los lí- can y complementen. Ello requiere un marco
mites nacionales. El logro de mayor desa- respetuoso de la diversidad entre los distin-
rrollo democrático requiere representación tos países y al interior de ellos mismos.18

les”. En este sentido, adquiere significado la pregunta


referida más arriba. 18 PNUD (2004: 192-195).
486 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Si se desea promover un desarrollo susten- cidan en las opciones del desarrollo cultural
table en América Latina se necesita una suerte que se persigue.21
de cambio sustancial en el denominado “desa- En este sentido, el primer Informe de Desa-
rrollo informacional”; o, en otras palabras, una rrollo Humano del milenio planteó la necesi-
“explosión de conocimiento basada en la cien- dad de realizar una reflexión sobre la vincula-
cia, en la tecnología y en la educación, [pues] ción entre el progreso técnico, expresado en
mientras las sociedades latinoamericanas ase- las nuevas tecnologías, y el desarrollo humano.
guren que la próxima generación de niños esta- Según este informe, el progreso técnico ha sido
rá equipada con educación y destrezas para ser y debe ser una herramienta esencial para el de-
productiva en una economía mundial de alta sarrollo de las naciones. Sin embargo, la des-
tecnología, la región puede esperar amplias igual capacidad de creación, difusión y utiliza-
mejoras en el bienestar material en los años ción de las nuevas tecnologías (“la brecha tec-
que se avecinan”.19 nológica”), el desfase entre las prioridades de
Una relación positiva entre nuevas tecnolo- la agenda mundial de innovación y desarrollo y
gías y desarrollo humano requiere una amplia las necesidades vitales de la población mundial
difusión del progreso técnico en la sociedad (la “brecha de prioridades”), así como los po-
para dinamizar las sinergias y complementa- sibles riesgos socioeconómicos, ecológicos y
riedades entre conocimiento, producción y sanitarios de su aplicación intensiva, plantean
equidad.20 Es decir, desarrollar capacidades un reto global: las innovaciones tecnológicas
informacionales y técnicas de manera que in- deben ir acompañadas de innovaciones en
materia de políticas públicas para acercar
la tecnología a las personas y para que ésta
19 Sachs (1999). sea un instrumento efectivo de reducción de
20 El Informe de Desarrollo Humano de 2001 hace la pobreza.
referencia principalmente a los últimos progresos en Ya en 1987, Fajnzylber planteaba la nece-
materia de tecnologías de la información y de la comu- sidad de modificar el patrón de desarrollo de
nicación, así como a la biotecnología. Su principal hipó-
tesis es que la mundialización y las nuevas tecnologías
pueden constituir una oportunidad para el desarrollo 21 Para una tentativa de vinculación específica entre
humano (UNDP, 2001). cultura e informacionalismo véase PNUD Bolivia (2004).
Ciudadanía y desarrollo humano 487

América Latina, cuya modernización se carac- el plano económico, una atención exclusiva
terizaba por una asimetría creciente entre el a la necesidad de abrir los mercados internos
elevado componente de imitación y el compo- habría intensificado la “modernidad de esca-
nente marginal de innovación económico-so- parate”, debilitado la frágil base empresarial
cial, política y cultural. El patrón de desarrollo y acentuado la inserción vía los recursos na-
regional, según su enfoque, fue más resultado turales. Es preciso, por tanto, avanzar si-
de un proceso imitativo que de una reflexión multáneamente hacia la articulación econó-
sobre carencias y potencialidades internas.22 mica social interna y la inserción sólida en
La escasa incorporación de progreso técnico y la economía internacional. Para Fajnzylber,
el débil aporte de reflexión original serían las pretender la inserción internacional por la vía
causas por las que el crecimiento económico de la exclusión parcial de sectores sociales y
de nuestros países no se asoció a la consecu- regiones resulta ilusorio, como resulta frágil
ción de mayores niveles de equidad. El “casi- una propuesta de articulación interna sin una
llero vacío” del crecimiento con equidad sería reflexión profunda sobre la necesidad de in-
entonces el reto pendiente del desarrollo hu- sertarse en la globalización.
mano en Latinoamérica, fenómeno que estaría Las reflexiones de Fajnzylber mantienen vi-
vinculado a la incapacidad de las sociedades gencia casi veinte años después de la publica-
para abrir la “caja negra” del progreso técnico. ción de su artículo, pues la inserción latinoame-
La causa de este problema radicaría en “el ricana en los procesos de cambio tecnológico y
origen mismo de las formaciones latinoame- de globalización siguió un patrón que parece
ricanas, su institucionalidad, el contexto cul- intensificar esa “modernidad de escaparate”.
tural y un conjunto de factores económicos Repensar el papel que juega el progreso
estructurales cuya vinculación con lo socio- técnico en el “crecimiento con equidad” recla-
político es compleja pero indiscutible”.23 En mado por Fajnzylber, o en el “desarrollo huma-
no” conceptualizado por Sen y retomado por
el PNUD, plantea el reto de reconsiderar esos
22 Fajnzylber entendía la reflexión como la agregación
de valor intelectual a los recursos humanos y naturales factores institucionales, sociales, culturales,
disponibles (Fajnzylber, 1987). económicos y políticos que impiden abrir la
23 Fajnzylber (1987). “caja negra” del progreso técnico y que confi-
488 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

guran el escenario del subdesarrollo en nues- de vida y subsistencia que les permiten enfren-
tros países.24 tar su propia reproducción con creatividad y
En esta perspectiva, parece clave entender valentía. Son los que patentizan con más fuerza
una dinámica relativamente nueva de inclu- la necesidad de un Estado de derecho.
sión/exclusión que hoy está en el centro del
devenir tanto de la democracia como del de- 1.3. Las nuevas condiciones
sarrollo humano en la región. Quienes están socioculturales
incluidos en el mundo formal de la economía
y de la política están subordinados a relaciones Pareciera fundamental pensar nuevas catego-
dependientes e inciertas, pues en el contexto rías sociales que expliquen los mecanismos
de la transformación productiva están a expen- de la desigualdad y el poder. Sen, por ejemplo,
sas de los vaivenes de la economía de mercado. critica el uso “indiscriminado” de la expresión
Precisamente por ello, su capacidad de acción “exclusión social”, vinculándola a la noción
colectiva tiende a debilitarse, ya que el tipo de de pobreza como privación de capacidades, e
inserción refuerza comportamientos particula- indaga su contenido en la relación social que
ristas que logran fortalecerse cuando se defien- supone. Si se entiende la pobreza como bajos
de una individualización en función del mer- ingresos, entonces se distancia de la noción de
cado del trabajo y del consumo. Por su parte, exclusión social, pero si se la entiende como
quienes están excluidos constituyen un grupo privación de capacidades, puede asociarse a
cada vez más heterogéneo; ellos, como nunca ella. Y aunque los bajos ingresos implican vivir
antes en la historia del capitalismo, se han vuel- con privaciones, ellos no son la
to prescindibles en el mercado de trabajo, pug- única influencia en este aspecto. Sen retoma
nan por integrarse de alguna manera, aunque la filosofía aristotélica para señalar que una
más no sea en los márgenes del sistema, y se vida empobrecida es aquella en la que se care-
refugian en identidades comunitarias de diver- ce de libertad para ejercer actividades conside-
so tipo, pero también crean nuevas estrategias radas importantes para una persona. Pobreza,
en su enfoque, es privación de capacidades.
Hay capacidades y funcionamientos a los que
24 Para mayor detalle véanse CEPAL (1990 y 1992) y
Ocampo (2005). las personas tienen buenas razones para valo-
Ciudadanía y desarrollo humano 489

rar; por ejemplo, existen buenas razones para doso en el uso del término para designar cual-
valorar no ser excluidos de las relaciones so- quier tipo de privación, ya que lo fundamental
ciales y ser parte de la vida de la comunidad es que se refiere a relaciones sociales. De este
sin sentimientos de vergüenza, autocensura, modo, los bajos ingresos por sí solos no pro-
discriminación, etc. Además, ser excluidos de ducirían exclusión social, pero sí sus efectos
relaciones sociales puede derivar en otras pri- (dificultades para estudiar, autocensura, etc.),
vaciones que limiten oportunidades de vida, pues inciden en las relaciones sociales. Asi-
como por ejemplo ser excluido de la oportu- mismo, el ser excluido puede constituir en sí
nidad de tener empleo o de recibir créditos, mismo una privación y tener una importancia
lo que puede conducir a un empobrecimiento intrínseca. “Por ejemplo, no poder relacionar-
económico, que a su vez puede generar otras se con otros y tomar parte en la vida de la co-
privaciones (como quedarse sin vivienda, estar munidad puede empobrecer directamente la
mal nutrido, etc.). “La exclusión social puede, vida de la persona. Es una pérdida en sí mis-
así, ser una parte constitutiva de la privación ma, sumada a cualquier otra privación gene-
de capacidades así como una causa instrumen- rada de manera indirecta. Este es un caso de
tal de los diversos fracasos de capacidades”.25 relevancia constitutiva de la exclusión social”
En este sentido, la inclusión serviría para (Sen, 2000: 3).
promover capacidades humanas. Sen enfoca Los siguientes cuatro puntos, de alguna ma-
el análisis de la pobreza y la exclusión en sus nera, sintetizan las nuevas condiciones sociales
rasgos relacionales: la pobreza es vista como de la democracia y el desarrollo en la globali-
carencia de libertad para realizar ciertas co- zación, y quizá puedan incidir en la reconstitu-
sas valoradas. La importancia de la idea de ción de escenarios de una renovada ciudadanía
exclusión social descansa en que enfatiza el con mayor desarrollo humano.
rol de los rasgos relacionales en la privación
de capacidades y, así, en la experiencia de la i. La globalización viene generando asime-
pobreza. Por ello, para Sen hay que ser cuida- trías en los patrones de inclusión y exclu-
sión, tanto simbólicas como materiales.
Si bien es posible detectar disposiciones
25 Sen (2000: 5). políticas para lograr una mayor inclusión de-
490 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

mocrática, el funcionamiento de la economía genes, empeora la distribución de la riqueza;


de mercado muchas veces impulsa tendencias mientras se crean condiciones para un ma-
hacia una mayor exclusión. Esto se manifies- yor espacio político y tecnológico favorable
ta en la precarización del trabajo, la distribu- al multiculturalismo, la penetración de los
ción regresiva del ingreso y la segmentación grandes emporios mediáticos y los patrones
territorial y residencial, así como en la menor de consumo que transmiten tienden a homo-
calidad de la educación y la salud y en una des- geneizar estilos de vida que aparecen como
igual conectividad electrónica. Las promesas los únicos posibles. El vínculo entre inclusión
de interacción a distancia y de libre acceso a simbólica y material hoy es difuso porque,
la información, junto con la democratización mientras el acceso a recursos materiales es
política y la mayor transparencia de las institu- obstaculizado por una distribución del ingre-
ciones, contrastan con la pérdida de cohesión so que no mejora (más aún, se agrava en pe-
social, el debilitamiento de los sentimientos de ríodos de recesión con el aumento del desem-
pertenencia colectiva y la mayor desigualdad pleo en los grupos de menores ingresos), se
en el interior de las sociedades nacionales, to- expande el acceso a bienes simbólicos tales
dos fenómenos que los nuevos patrones pro- como la educación formal, la televisión y la in-
ductivos no sólo no mitigan sino que incluso formación. Esta suerte de desbalance permi-
pueden exacerbar. tiría proponer que existen más posibilidades
Las paradojas abundan en esta nueva diná- de lograr inclusión social a partir del campo
mica entre inclusión y exclusión. Por ejemplo, simbólico que del económico. La idea de que
mientras se universaliza cierto consumo me- el uno y el otro eran parte de un círculo virtuo-
diático, la segmentación en la conectividad so se ve desmentida por los datos.
interactiva produce nuevas brechas en educa- Probablemente América Latina es la re-
ción, poder y comunicación; mientras avanza gión en desarrollo con la mayor brecha entre
la cobertura escolar, se segmentan los logros consumo simbólico y material, lo que se com-
educativos por grupos socioeconómicos, con prueba al contrastar la distribución del ingre-
la consiguiente reproducción intergeneracio- so y la difusión de los bienes culturales men-
nal de la pobreza; mientras la sociedad de la cionados. Esto resulta central para pensar el
información mejora la distribución de las imá- problema de la distancia entre las expectati-
Ciudadanía y desarrollo humano 491

vas de inclusión e inclusión social efectiva. que presione a los gobiernos nacionales para
Los problemas de reproducción cultural y de que respondan a sus reclamos locales, en una
socialización afectan la cotidianidad del ejer- dinámica local-global-nacional que rompe to-
cicio ciudadano. dos los esquemas históricos. Emergen, así,
nuevas movilizaciones sociales y proyectos
ii. Existe mayor complejización de los sis- políticos con experiencias en el ámbito glo-
temas de inclusión y exclusión social. bal y con rasgos neodesarrollistas que cues-
Las nuevas prácticas sociales o culturales tionan los resultados de las reformas estruc-
no se orientan como en el pasado hacia un eje turales. Asimismo, la creciente diferenciación
de lucha focal (el Estado, el sistema político o de los sujetos por su inserción en los nuevos
la nación como su expresión territorial), sino procesos productivos o comunicativos y la
que se diseminan en una pluralidad de cam- mayor visibilidad de la cuestión de las identi-
pos de acción, de espacios de negociación dades, hace que los distintos grupos sociales
de conflictos, de territorios e interlocutores. y las demandas de inclusión se crucen cada
Las demandas sociales, o son estrictamente vez más con el tema de la afirmación de la
puntuales y locales, o se deslocalizan espa- diferencia, las políticas de reconocimiento
cialmente, ya sea porque la complejidad de y la promoción de la diversidad. Campos de
las sociedades modernas provoca una diversi- autoafirmación cultural que antes eran com-
ficación cada vez mayor en su contenido y en petencia exclusiva de negociaciones privadas
la expresión política de los actores, o porque y autorreferencias de los sujetos colectivos,
esas demandas son menos susceptibles de ser hoy pasan a ser competencia de la sociedad
“agregadas” con las de los grandes sindicatos civil. Grupos étnicos y de género, principal-
y los partidos políticos, pues hoy se vinculan mente, claman por ser reconocidos en su sin-
más a temas puntuales de la vida cotidiana gularidad y por contar con derechos específi-
y del mundo simbólico, no subsumibles en cos, o por la aplicación a su caso en particular
grandes categorías generales; o porque mu- de los derechos universales. Discriminación
chos grupos locales se conectan a la red para positiva, derecho al autogobierno y políticas
posicionarse primero a escala global, con el diferenciadas en educación son algunos ejem-
propósito de que sea la comunidad global la plos que emanan de esta situación. Por todo
492 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

lo mencionado, estas sociedades pueden con- que con los patrones migratorios asociados
siderarse policéntricas.26 al modelo de sustitución de importacio-
En este contexto, aparecen al menos tres nes. La migración afecta la sostenibilidad
temas clave en torno a la redefinición de la del desarrollo en el conjunto de los países
ciudadanía: la redefinición de las relaciones involucrados. Hoy, ni el funcionamiento de
culturales a escala nacional y global, que en- varias economías latinoamericanas podría
fatiza la vinculación entre identidades cultu- explicarse sin las remesas enviadas desde el
rales y ciudadanía; el reconocimiento de las exterior, ni la calidad de vida de los países
diferencias en sociedades cada vez más diver- desarrollados sin la presencia de estos traba-
sas; y el reconocimiento de los derechos a la jadores. Este fenómeno obliga a repensar los
participación del ciudadano en las temáticas temas de la multiculturalidad y la ciudadanía
de desarrollo humano vinculadas especial- y su vinculación con las instituciones de la
mente a la globalización. democracia. Los inmigrantes muestran de
manera patente la calidad del multicultura-
iii. La migración refuer za los patrones de lismo y de la democracia (que por lo general
exclusión social y acentúa la cultura de la no les reconoce derechos ciudadanos), así
desigualdad. como los imaginarios sociales en torno a te-
Un tema estratégico del devenir de la de- mas de empleo, acceso a bienes y ser vicios,
mocracia y el desarrollo en la región está y la aceptación o el rechazo cultural.
asociado con los movimientos poblacionales Las migraciones exponen de manera abier-
o la migración, incrementada por los pro- ta el tema de la diferencia, la precariedad
cesos de globalización a nivel nacional, re- económica y social, la desigualdad y la dis-
gional y global. El fenómeno migratorio que criminación racial y xenófoba, planteándose
existe hoy en América Latina parece estar una tensión entre un deseo de fortalecimiento
más relacionado con los cambios globales ciudadano y pluralista y la discriminación re-
cién mencionada. Esta discriminación debilita
los lazos de inclusión social, pues, al no ser
26 Un primer análisis del carácter policéntrico de las
aceptados por la sociedad que los recibe, los
sociedades latinoamericanas puede verse en Calderón
y Lechner (1998). inmigrantes tenderían a retraerse sobre su
Ciudadanía y desarrollo humano 493

propia cultura. Otros fenómenos asociados bien permiten compartir referencias de ca-
son la pérdida de la condición ciudadana y la rácter global, éstas son apropiadas desde las
consiguiente reducción de sus derechos, la diversas culturas locales. Este fenómeno ge-
estigmatización, la preferencia de inmigrantes nera que el sentimiento de desarraigo propio
provenientes de ciertos países en relación con de los inmigrantes (reforzado por el hecho de
otros y las identificaciones simplistas de las no ser plenamente aceptados en la sociedad
cuales son objeto y que generan una incom- receptora) se viva de manera compleja: por
prensión de su realidad. un lado, compartir referencias simbólicas
Como los conflictos interculturales son globales los hace parte de una cultura global
cada vez más relevantes en la organización del (lo que daría un marco de igualdad simbóli-
poder y el orden de los Estados, las políticas ca); por el otro, la necesidad de no perder la
de desarrollo humano tendrían que tomar en propia identidad favorece la recreación de
cuenta la calidad de la trama de relaciones de prácticas culturales por fuera de los territo-
los inmigrantes, puesto que, mientras más pue- rios locales, proceso en el que se produce
dan disfrutar de derechos ciudadanos, mejor una apropiación de símbolos globalizados
será el proceso de inclusión y menor la discri- desde las propias particularidades en contex-
minación. Ello requiere, sin embargo, que se tos extraterritoriales.
discutan valores democráticos de equidad e El fenómeno actual de la migración pone en
igualdad a partir de los cuales se acepte como el tapete de discusión el tema del desarrollo
ciudadanos a los inmigrantes, porque si preva- humano, de la exclusión social y la desigualdad
lece una visión instrumental de mercado los cultural. Si bien existen condiciones para am-
resultados en términos de integración serán pliar el multiculturalismo (lo que ocurre en el
escasos. Estos temas son discutidos particu- plano de los procesos simbólicos globales), los
larmente en algunos países receptores, no obs- inmigrantes tienden a recrear sus culturas en
tante, existen pocos estudios sobre migración, sociedades donde, mayoritariamente, poseen
globalización y democracia. un estatus preciudadano. En este sentido, es
Los procesos de globalización simbólica central promover políticas de reconocimiento,
y cultural pueden cumplir un rol importante tanto en el plano cultural como en el de los de-
aunque paradójico en este contexto, pues si rechos ciudadanos.
494 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

iv. En la sociedad de la información, la estructuras flexibles, y los que invierten en tec-


inclusión y la exclusión social adquieren nología de información. La globalización sólo
nuevas especificidades. incluye a los sectores considerados económi-
Se vive una época de transición de socie- camente valiosos para la red y para los nuevos
dades industriales a sociedades “red” o “en la mercados, agravando la desigualdad dentro de
red”, de economías de capital físico a econo- los propios países, regiones y ciudades. Cada
mías de conocimiento e información, de socie- vez más se tiende a entender la exclusión como
dades de producción y trabajo a sociedades de “exclusión con respecto a la sociedad-red”,
comunicación y consumo, del modelo de Esta- vale decir, con respecto a la tecnología, el co-
do-nación al modelo global interdependiente. nocimiento y los nuevos mercados.
En este contexto de cambio, los usos de las Desde un punto de vista positivo, el acceso
redes en la configuración de nuevos espacios de diversos actores a los medios interactivos
públicos, en la comunicación y el acceso a la puede ejercer un impulso incluyente en las so-
información, en la visibilidad de los actores y ciedades latinoamericanas. Abundan los ejem-
en los nuevos vínculos con otros, podrían te- plos en los que el uso de nuevos bienes cultu-
ner gran impacto sobre el desarrollo humano. rales y comunicacionales permitió la conexión
La capacidad integradora de la red es tan ex- horizontal entre importantes grupos étnicos,
haustiva como el potencial de exclusión para organizaciones feministas, grupos ecologistas
quienes no acceden a ella. La ciudadanía se y diversas ONG. Todos ellos son actores que se
juega aquí en un terreno donde la amenaza de movilizan para plantear demandas particulares
exclusión se vuelve más intangible, pero no por y que encuentran en la red y en los medios un
ello menos real. espacio de comunicación y de encuentro con
La marcha hacia la sociedad de la informa- otros interesados en la defensa de los mismos
ción genera nuevas formas de inclusión y ex- temas. Esto demuestra que las nuevas redes
clusión relacionadas con una nueva división de comunicación horizontal pueden incremen-
social del trabajo. Los sectores que mejor se tar el protagonismo de sujetos anteriormente
integran son los vinculados a la producción de autorreferentes. De igual manera, se abre una
conocimientos (y que incorporan conocimien- amplia gama de opciones de acceso a la infor-
to a su producción), los que tienen sistemas y mación (sobre servicios, derechos y demandas
Ciudadanía y desarrollo humano 495

compartidos), de influencia en la opinión pú- 1.4. Ciudadanía activa


blica (al disponer de estaciones radiales, acce-
der a redes informatizadas, difundir videos), de En este contexto, debería potenciarse a los
“fiscalización” de la discriminación mediante el actores políticos y socioeconómicos para que
uso de Internet (que permite debatir asuntos sean capaces de reconstruir —en un marco de
públicos en “tiempo real”), entre otras. diversidad de actores y situaciones— la idea y
Sin embargo, también en este plano existen el propósito de una inclusión social creciente
asimetrías que reproducen patrones excluyen- que garantice un mayor desarrollo humano. Se
tes. Sería preciso discutir cómo contrarrestar trata, en definitiva, de reconstituir la nación en
las asimetrías que emergen cuando unos acto- la globalización, sustentándola en una ciudada-
res capitalizan tecnología comunicativa para nía renovada y activa que articule democracia
hacerse presentes y otros no. O también, cómo y desarrollo.
promover los medios técnicos idóneos, y el co- Una ciudadanía activa implica combinar
nocimiento sobre su manejo, que favorezcan complementariamente libertad e igualdad. El
un juego democrático incluyente en la socie- régimen político no garantiza por sí mismo la
dad de la información. ¿Cómo hacer frente a
la nueva brecha entre informatizados y “desin-
formatizados” para no ahondar desigualdades propios del desarrollo humano, como la reducción de
la mortalidad infantil y la expansión de la expectativa
en el plano de las representaciones simbólicas de vida. También han mejorado sustantivamente los
que circulan por la red, puesto que mientras indicadores relativos a tecnología y comunicación: en
unas pueden ejercer influencia en la toma de promedio, de acuerdo con datos de la CEPAL (2006)
decisiones políticas, otras, por ser “electróni- entre 1990 y 2004 la cantidad de líneas telefónicas y te-
léfonos celulares por cada 100 habitantes creció casi
camente invisibles”, pueden ser políticamente
7 veces, y la de usuarios de Internet, más de 39 veces.
excluidas? Todos éstos constituyen nuevos te- Pero, al mismo tiempo, los rezagos en materia de po-
mas para pensar desde la región.27 breza y desigualdad son enormes. Por consiguiente, se
tiene una población más educada e integrada a la vida
cultural moderna, pero excluida en términos de ingre-
27 En América Latina se advierte una creciente frus- sos y empleo. El saldo es una fuerte frustración de ex-
tración de expectativas por parte de la población. Por pectativas que, sin lugar a dudas, afecta la vida política
un lado, ha habido notables avances en indicadores de las personas.
496 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

evolución de la sociedad en este sentido; son América Latina, requiere el fortalecimiento


las prácticas y orientaciones de los actores de una ciudadanía activa, mediante la puesta
las que pueden profundizar la democracia. en práctica de una política generadora de po-
La libertad, de acuerdo con Sen, se entiende der democrático que, a su vez, depende de una
como la capacidad de las personas de optar política consistente que lo promueva. En los
por el tipo de vida que desean vivir según sus países latinoamericanos es posible impulsar
valores y aspiraciones, y de evaluar e incluso una democracia de ciudadanos asociada con
asumir otras opciones.28 El concepto se apoya niveles progresivos de equidad y dinámicas
en la idea de que la diversidad es un valor in- eficaces de lucha contra la pobreza. Esto im-
trínseco de la libertad y que la igualdad, que plica avanzar en la construcción de una ciuda-
“reúne” libertades diversas, es un producto de danía centrada en los derechos civiles, políti-
aquélla porque supone e implica las libertades cos, sociales y culturales.
de todos. En este sentido, el desarrollo y la de- Como se indicó, los cambios globales
mocracia deben ser decididos por todos en un plantean nuevos desafíos a la región y es
nuevo espacio público donde los ciudadanos necesario fortalecer la democracia como
hagan la democracia. régimen y espacio de expansión de la ciu-
El Estado podría jugar un rol estratégico dadanía, con especial énfasis en la partici-
en la formación de actores autónomos y en pación activa de la sociedad y sus actores.
la recreación de una conciencia de nación y Una perspectiva de fortalecimiento de los
de región en la globalización, y la política po- derechos sociales y culturales no implica,
dría potenciarse equilibrando lo económico y por otra parte, soslayar los derechos civi-
lo social, la igualdad y la diferencia, con con- les y políticos. Por el contrario, un enfoque
ciencia de que los cambios toman tiempo y integrado —coincidente con el planteado
exigen consistencia y sentido de justicia. en PNUD (2004)— supone una interacción
El desarrollo democrático actual, tal como entre sus componentes, donde lo político-
se sostiene en el informe La democracia en institucional viabiliza lo social, y donde,
inversamente, los avances en lo social legi-
timan lo institucional. En la medida en que
28 Sen (1999). los actores y las instituciones expandan su
Ciudadanía y desarrollo humano 497

capacidad de innovación y adaptación a los que plantean los procesos de cambio global.
cambios sociales y globales, las amenazas ¿Cómo se redefinirán los ciudadanos de cara a
percibidas respecto de esos cambios podrán las actuales sociedades policéntricas? ¿Cómo
ir revirtiéndose a favor de una percepción de se posicionará a sí misma la ciudadanía social
nuevas oportunidades y potencialidades.29 en sociedades altamente internacionalizadas,
Los artículos comprendidos en este libro se organizadas en función del conocimiento y la
inscriben en una línea de reflexión crítica so- información, y donde los fuertes mecanismos
bre la relación entre democracia y desarrollo. de diferenciación social tienden a reforzar la
En estos nuevos tiempos, el fortalecimiento de desigualdad preexistente?
la democracia y la estabilidad política son re- ¿Cómo construir ciudadanía, cuando se
quisitos esenciales para la inversión y el creci- está redefiniendo un orden multicultural al-
miento de la economía. Instituciones sólidas y tamente conflictivo y que excluye política y
Estados activos, creíbles y orientados por acto- económicamente a los grupos más débiles?
res coherentes y con capacidad de manejo del Desde la perspectiva de la ciudadanía, ¿cómo
cambio, y de gestión institucional de conflictos, se redefinirán los ya limitados mecanismos de
son la base de una nueva dinámica social fun- cohesión social, dado que las instituciones en-
damentada en una lógica de las capacidades. cargadas de la socialización, como la familia
En este sentido, un punto central es la capa- y la escuela, manifiestan serios problemas de
cidad de acción de la ciudadanía y de las insti- reproducción social?
tuciones de la democracia para resistir mejor Se vive un momento de cambio en el que, si
los riesgos y manejar mejor las oportunidades bien es fundamental resolver viejas demandas
de derechos humanos básicos (que, por lo de-
más, cada día se reciclan en la globalización),
29 El informe apela a una democracia de ciudadanía, el surgimiento de nuevos derechos y deman-
concebida no sólo en función del régimen político y del das de diverso tipo (culturales, étnicas, eco-
goce de derechos políticos, sino también orientada por lógicas, de género, de información, sexuales,
los derechos civiles y sociales. El reconocimiento y la etc.) plantea espacios de expansión ciudadana
garantía de realización de los tres tipos de ciudadanía
que los mecanismos institucionales y los Esta-
(civil, política y social) llevarían a disfrutar de una ciu-
dadanía integral (PNUD, 2004: 25-31). dos escasamente pueden procesar. Estaría en
498 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

germen una suerte de movimiento de ciudada- El nivel de integración y sinergia entre los
nía “asincrónica” que entrecruza derechos de tres principios que organizan la ciudadanía
diverso tipo, intensidades y direcciones, dan- (reconocimiento, participación y distribución)
do lugar a nuevos desafíos que el Estado, la de- determinaría las capacidades o debilidades
mocracia y el desarrollo tienen que enfrentar. ciudadanas para actuar en un mundo en cam-
La cuestión es cómo se construyen agendas bio, y enfrentar los procesos globales en aras
para encararlos. de aprovechar las oportunidades y revertir las
rigideces en materia de pobreza, exclusión y
1.5. Propuesta analítica desigualdad social.31
Hipotéticamente, las relaciones entre reco-
Una primera aproximación conceptual para nocimiento, participación y distribución no
enfrentar la desigualdad y analizar de forma son unívocas:
integral la ciudadanía tendría que explorar los
niveles de articulación entre el reconocimiento –– Cuando la tensión principal se encuentra
ciudadano (reconocimiento de identidades); entre el reconocimiento y la distribución, la
los tipos de participación a los que el ciudadano cuestión en juego serán las opciones de polí-
accede y que puede ejercer (participación); y ticas sociales (producción y distribución de
los niveles de distribución de los recursos socia- bienes públicos);
les, económicos y culturales (distribución).30 A
partir de ahí se pueden elaborar opciones de
políticas de desarrollo y nuevos mecanismos
institucionales para regular el conflicto. La con- 31 Cada país podría presentar distintas situaciones
de articulación entre las tres dimensiones señaladas
dición es que éstos sean pertinentes para cada
y, por lo tanto, el nivel de desarrollo de las capacida-
situación nacional o histórica. des de ciudadanía tenderá a ser diferente. Estas situa-
ciones son dinámicas y pueden atravesar por niveles
diferentes de articulación en contextos específicos
30 Esta conceptualización está sustentada en el pro- también diversos. Se trataría de identificar los rasgos
yecto Estrategias de fortalecimiento de la ciudadanía centrales que explican las posibilidades y limitacio-
social, elaborado durante 2005, en el marco de las acti- nes de la capacidad de acción ciudadana en las distin-
vidades del PRODDAL. tas sociedades.
Ciudadanía y desarrollo humano 499

–– cuando la tensión está entre el reconoci- En el debate teórico contemporáneo sobre


miento y la participación, la cuestión en jue- la ciudadanía, la línea iniciada por Marshall,
go será la regulación institucional del con- que distingue entre derechos políticos, civiles
flicto, y y sociales, es un referente analítico fundamen-
–– cuando la tensión está entre la participación tal.32 Su principal legado es la incorporación
y la distribución, la cuestión en juego será de los derechos sociales al ámbito de los de-
la capacidad de transformar los derechos en rechos de ciudadanía, antes integrados en los
demandas efectivas. derechos civiles y políticos. La inclusión de los
derechos sociales como derechos ciudadanos
fue promovida por los Estados de bienestar,
Por otra parte, como ya se mencionó, los cam- impulsores de la igualdad social a través de la
bios globales producen transformaciones en prestación de servicios sociales referidos a es-
las sociedades nacionales en diversos ámbitos tos derechos. Sin embargo, en sociedades po-
de la economía, la política, el mundo social licéntricas no se observa en la actualidad una
y la cultura, e inciden en la conformación de acumulación de formas diversas de ciudadanía,
una nueva estructuración de la sociedad. Son como sostuvo Marshall, sino una “implosión de
particularmente relevantes los cambios en los derechos, una transformación de los derechos
patrones de exclusión/inclusión y sus relacio- civiles y políticos a través de la inclusión de
nes con la multiculturalidad y la identidad, la nuevos sujetos sociales (de género, niños, mi-
socialización y la inserción en la sociedad de la norías sexuales), junto al surgimiento de nue-
información. En todos estos aspectos hay ac- vas esferas de derecho (como la ecología, la
tores y necesidades, instituciones que regulan reproducción, la información) y una mutación
los conflictos y políticas públicas que producen (en general declinación) de derechos sociales
y distribuyen bienes. De cómo se trabajen estas aparentemente consolidados, en particular,
variables dependerá si los cambios se convier- aquellos ligados al mundo del trabajo”.33
ten en oportunidades o se empantanan como
problemas de los que se torna difícil emerger.
Algo similar ocurre con la llamada crisis de la
32 Marshall (1965).
política y de los partidos.
33 Sorj (2005: 31). Véase también Manin (1992).
500 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

2. El espacio público la vida en común; es, en fin, el lugar donde se


debate y se discuten las prioridades y metas de
La idea de democracia de ciudadanas y ciu- una sociedad.35 Mientras más sólida sea la red
dadanos está asociada a la renovación de la de articulación y argumentación en el espacio
política, a una democracia de lo público y a público, mayores son las probabilidades de que
una sociedad deliberativa; en definitiva, supo- una sociedad pueda lograr una mejor participa-
ne un retorno a la idea republicana de espacio ción a escala global.36
público como bien común.34 En este enfoque,
la política tiene un papel estratégico en el de-
sarrollo. 35 Para Habermas, “El dominio público se ubica por
fuera de las instituciones del Estado y sir ve como foro
El espacio público es el lugar de “encuentro” para la discusión sobre las normas públicas”. Benhabib
de los ciudadanos donde se debate y genera (1996) cuestiona la posición de Habermas en tanto este
opinión pública. Se trata del lugar donde se autor no abordaría el tema de la diversidad en el es-
crea lazo político entre los ciudadanos y donde pacio público y sostiene que las decisiones que allí se
éstos participan de la política. Esta idea de es- tomen se planteen como separadas de los ámbitos insti-
tucionales de toma de decisiones. Según Benhabib, los
pacio público supone la existencia de actores e ámbitos del debate público y de la toma de decisiones
individuos con autonomía y capacidad de plan- deben ir juntos, pues, de lo contrario, se fortalece la
tear y argumentar sus ideas y opiniones sobre separación entre lo sustantivo (que se da en el espacio
del debate) y lo instrumental (que se da en el ámbito de
la toma de decisiones).
34 En este sentido, Viroli señala que la virtud cívica se 36 Castells hace referencia a los nuevos procesos
trata “de una virtud para hombres y mujeres que quie- políticos que contribuyen a la crisis de la democracia
ren vivir con dignidad y, sabiendo que no se puede vi- liberal clásica, mientras que fomentan el surgimiento
vir dignamente en una comunidad corrupta, hacen lo de una nueva democracia electrónica, inserta en la re-
que pueden y cuando pueden, para servir a la libertad volución de la sociedad informacional. La expresión
común: ejercen su profesión a conciencia, sin obtener “democracia electrónica” trata de resumir los nuevos
ventajas ni aprovecharse de la necesidad o debilidad de condicionamientos de la relación entre el sector pú-
los demás; su vida familiar se basa en el respeto mutuo, blico y la opinión pública, ante el nuevo paisaje social.
de modo que su casa se parece más a una pequeña re- Este tema es fundamental para la reformulación del
pública que a una monarquía (Bobbio y Viroli, 2002). espacio público. Para mayor detalle, véase Castells
También véase Manin (1987). (1996-1997).
Ciudadanía y desarrollo humano 501

El espacio público supone así la interacción cial, ya que la no dominación no implica


de actores con capacidad política para expre- la ausencia de otros, sino la existencia de
sar sus argumentos y debatir en forma libre en límites que evitan que algunas personas
condiciones de igualdad con otros. dominen a otras y; b) es un bien común,
La capacidad política de la sociedad y de sus pues la no dominación sólo está asegura-
actores, que se expresa en este espacio, tendría da cuando los sectores más vulnerables no
que vincularse a: sufren dominación.38 Así, la libertad como
no dominación debe darse tanto a nivel de
i. El ejercicio político. La dignidad humana, la sociedad (de ahí su carácter colectivo)
que constituye la esencia del ejercicio ciu- como individualmente. Ambas son insepa-
dadano, está vinculada al derecho a hacer rables y, en esta línea de pensamiento, el
política. El ejercicio político es lo que nos Estado juega un rol central promoviendo la
distingue como humanos37 y el derecho a la libertad en ambos sentidos para vincularla
ciudadanía, a ejercer libremente la acción al desarrollo y a la ciudadanía.39
política propia con otros, es el fundamen- iii. La capacidad integradora, deliberativa y
to de la democracia. Asimismo, el logro promotora de acuerdos que tiene la políti-
de una ciudadanía activa, que articule las ca. La política tiene un poder constructivo
ciudadanías social, política y civil en la de-
liberación social, depende de la capacidad
política de los actores, vinculada al ejerci- 38 Véase Petit (1997).
cio político. 39 Para una primera aproximación a la idea del estado
de lo público en el desarrollo humano, véase el Informe
ii. La producción de libertad, entendida Desarrollo Humano de 1993. En este informe, se afirma
como bien colectivo. La libertad (o la no que el concepto de mercados “amigables” para las per-
dominación) es un bien colectivo porque sonas implica el trabajo conjunto del Estado y los mer-
cumple dos condiciones: a) es un bien so- cados. Dado que, en la práctica, tanto los Estados como
los mercados son guiados por estructuras de poder, el
informe sugiere que ambos deberían ser guiados por la
37 Así, para Hannah Arendt: “Únicamente la pérdida gente. Mercados y Estados deberían trabajar en tándem
de la comunidad política es la que puede expulsar al y la gente debería ser lo suficientemente empoderada
hombre de la humanidad”, citada por Lechner (1988). para controlarlos de forma efectiva (UNDP, 1993).
502 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de espacios donde distintos actores inter- cas y políticas y, sobre todo, porque puede
cambian argumentos y propuestas para ge- favorecer el desarrollo humano a través de
nerar opciones o acuerdos. Ese intercam- la ampliación de la participación política
bio sólo puede darse en base al mutuo re- ciudadana que genere mayor equidad so-
conocimiento de identidades que incluso se cial y económica y establezca prioridades
redefinen en el encuentro político. En este de política pública.41
sentido, la política debería hacerse cargo v. El desarrollo como producto de la acción
de la pluralidad social, cultural y política de ciudadanos activos que se hacen en el
de las sociedades. Lo nacional debe com- espacio público democrático, espacio en el
prenderse como producto de la pluralidad, que se reproducen virtudes y valores re-
y al Estado y los partidos les cabe la tarea publicanos.
de propiciar una dinámica política pluralis-
ta e institucional, en contextos donde en
En esta línea, los temas vinculados al ejercicio
gran medida la participación es fragmenta-
político, a la libertad como bien colectivo, a la
da, particularista y a menudo corporativa,
deliberación, al logro de acuerdos y a una so-
lo que inhibe la construcción de consensos
cialización ciudadana permanente, constituyen
nacionales en función de objetivos colecti-
asuntos que encuentran en el espacio público
vos básicos.40
un ámbito democrático de manifestación. Las
iv. La promoción de la idea de un desarrollo virtudes públicas se relacionan con la cons-
compartido asociado a la democracia. La trucción colectiva de la dignidad individual y la
democracia se vincula al desarrollo huma- conciencia de la necesidad de un modo de vida
no porque viabiliza el derecho fundamental democrático.42
de participar políticamente en las decisio- El espacio público es, entonces, el lugar de
nes que afectan la propia vida, establece participación y expresión política. Sin embar-
mecanismos que ayudan a proteger a las
personas de grandes catástrofes económi-
41 Véase PNUD (2004).
42 Para un debate sobre estos temas, véanse Bobbio y
40 Calderón (2002). Viroli (2002: 15) y Petit (1997).
Ciudadanía y desarrollo humano 503

go, en tiempos de globalización, la política, si a través de compartir reglas que organicen la


no está en crisis, tiene enormes dificultades relación civil entre actores y ciudadanos que,
para enfrentar los cambios. Al respecto, una de otro modo, estarían preocupados por sus
conclusión de la conferencia realizada en Mé- proyectos particulares. Esta forma moderna de
xico en septiembre de 2004, en el marco del comunidad política se sustenta en un vínculo
informe La Democracia en América Latina, dado por un interés público común. No tiene
enfatizaba que la política hoy no tiene la fuer- una forma predefinida; se construye de manera
za para contrapesar los poderes fácticos. Los constante.43
partidos políticos, en general, no han podido Empero, esto no significa que el régimen de-
asumir la complejidad del mundo actual, lo mocrático tenga garantías intrínsecas para pro-
que ha llevado a una suerte de “quiebre” de la fundizarse a sí mismo. Sólo la representación
representación partidaria como forma única y participación ciudadana pueden conducir a
de participación política. Si bien se trata de una tendencia hacia la igualdad social que pro-
un fenómeno global, en América Latina los lí- fundizaría la democracia.44 Esto finalmente lo-
mites de una ciudadanía integral lo agudizan. graría una convergencia cada vez mayor entre
Es fundamental, en este sentido, recuperar la ciudadanía política, civil y ciudadanía social.
autoridad de la política y hacer hincapié en su En sociedades cada vez más globales, con
capacidad creadora de espacios públicos. mutaciones constantes, resulta fundamental
¿Cómo salir de este impasse? Parece nece- una visión más dinámica de la ciudadanía, una
sario idear y construir una forma de asociación visión centrada en la ampliación permanente
política que rescate su dimensión ética, a partir
de la cual se cree una relación entre los parti-
cipantes que permita hablar de un espacio pú- 43 Mouffe (1996). Véase también PNUD (2004: 195).
blico compartido, e integrar la dimensión ético- 44 Los cambios necesarios para hacer posible la sos-
normativa de la política, sin omitir su carácter tenibilidad del régimen democrático deberían provenir
pragmático, generador de poder y de condicio- de la interacción de la sociedad y el sistema institucio-
nes para el desarrollo. nal. Cabe señalar que esa interacción no está exenta de
conflictos. Toda sociedad necesita apelar, a la vez, al
Se trataría de crear una comunidad política
orden y el conflicto, y el manejo de la tensión entre am-
de diferentes donde la identidad se establezca bos es lo que permite avanzar en democracia.
504 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

del espacio público, donde debatir y elaborar no es el sujeto de la democracia y la ciudadanía


los problemas a escala local, nacional o global, implica la existencia de igualdad básica dada
según se vayan presentando. por el solo hecho de pertenecer a una comu-
La ciudadanía, según el informe La demo- nidad política, de compartir un mismo espacio
cracia en América Latina,45 abarca un espacio público.47 Ello supone que todos los individuos,
mayor que el del régimen político y sus reglas en tanto ciudadanos, tienen iguales derechos y
institucionales, y hoy se considera que el ciuda- deberes. Sin embargo, en cada país la demo-
dano pleno debe acceder a sus derechos civiles, cracia y el ejercicio de la ciudadanía tienen sus
sociales, políticos, económicos y culturales de propias particularidades socio-históricas. La
manera integrada, y que todos ellos conforman cuestión es cómo redefinir el ejercicio ciuda-
un conjunto indivisible y articulado. Un desafío dano en sociedades de cambio acelerado como
político es superar la naturaleza desintegrada las latinoamericanas.
de la ciudadanía, es decir, su irregularidad y Que la sociedad elija el espacio público
asincronía, que producen tensiones y frustra- como lugar para realizar sus orientaciones de
ciones que inhiben el avance del desarrollo desarrollo puede constituir una opción que be-
humano. Para ello resultaría importante reco- neficie intereses individuales, pero en la medi-
nocer el papel de la ciudadanía política como da en que estos se extiendan hacia el conjunto
portadora de una “igualdad compleja” que per- de la sociedad, sus beneficios tenderán a ser
mita avanzar en los otros planos.46 El ciudada- colectivos. El espacio público y los acuerdos

45 PNUD (2004). Véase, además, Touraine (1994), Para mayor detalle véase también el capítulo I del infor-
quien afirma que el juego democrático supone a la vez me de 2005 (PNUD, 2005).
la representación, las reglas del juego y la participación 47 Como plantea Schnapper, en “toda nación demo-
ciudadana. crática, la política instituye lo social. […] La ciudada-
46 La idea de igualdad compleja de Walzer supone que nía, en ese sentido, no fue solamente un atributo jurídi-
existen diferencias en los otros planos de la vida social co y político, [sino] el medio seguro de adquirir estatus
pero que, en el plano político, en la ciudadanía, habría social, la condición necesaria —incluso si ella no era
un elemento de igualdad que permitiría avanzar. Sen re- concretamente siempre suficiente— para que el indivi-
toma la idea de libertad como fuerza que potenciaría duo pudiera ser plenamente reconocido como un actor
la igualdad y posibilitaría el desarrollo (Walter, 1993). en la vida colectiva” (Schnapper, 1994).
Ciudadanía y desarrollo humano 505

que puedan surgir en él serán más eficientes procedimentales que organizan la vida demo-
mientras mayores sean las oportunidades par- crática en la línea de lo que Pizzorno denomi-
ticulares de una amplia gama de ciudadanos. nó “solidaridad procedimental”;49 la segunda,
Probablemente esto convertiría al espacio pú- referida a valores propios de la cultura demo-
blico en un bien común, pues beneficiaría a to- crática, como las virtudes cívicas o la libertad
dos. En este sentido, el espacio público sería real. Estas dos dimensiones normativas están
un recurso para el desarrollo humano, prime- relacionadas, pues procedimientos y valores
ro porque es legítimo y segundo porque puede son parte de un mismo proceso.
constituir un medio eficiente para tomar deci- Este tema también se vincula a la relación
siones sociales colectivas.48 entre el orden vigente y el orden posible, plan-
teada por Lechner,50 y a la congruencia del
orden institucional con el tipo de desarrollo
3. La necesidad de horizontes posible, planteada hace años por Medina Echa-
normativos varría.51
Los procedimientos en la política —enten-
La distancia existente entre las necesidades dida ésta como un sistema de expectativas y
de la sociedad y las posibilidades de la política reconocimientos recíprocos— no son mera-
marca la inflexión histórica que vive la región. mente formales, sino formas comunicativas
Para que esa distancia sea superada se nece- que establecen normas de reciprocidad y soli-
sitan horizontes normativos de sentido que daridad procedimental. Esta visión supone un
trasciendan la fragmentación y que apelen a enfoque constructivo de la política, que debe
una relación fecunda entre ciudadanía y desa- respetar pero también producir nuevas identi-
rrollo humano. Desde este enfoque, se requiere
argumentar al menos en una doble dimensión
normativa: la primera, referida a las normas 49 Pizzorno (1985).
50 El orden posible está marcado por la relación entre
48 Al respecto, Sen trabaja la noción de “elección lo que es (lo real) y lo deseado (que es visto como uto-
colectiva racional” y la idea del desarrollo individual pía, como lo imposible), véase Lechner (1987).
como compromiso colectivo, véase Sen (2003). 51 Medina Echavarría (1964).
506 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

dades y orientaciones, lo que implica recono- avances en unas contribuyen a alcanzar otras.53
cer el pluralismo como un valor constitutivo de Como agente, el individuo se relaciona con
la democracia. el rol instrumental de la libertad. Un mayor gra-
Además, en la democracia moderna, los pro- do de libertad mejora la posibilidad de las per-
cedimientos pueden modificarse, ya que ésta sonas de ayudarse e influir sobre el mundo. Sen
no tiene principios “incuestionados”. Como (1996) denomina a esto “capacidad de agencia”
dice Lechner (1987): “El relativismo de valores de los individuos y utiliza la palabra “agente”
también relativiza las reglas del juego. No hay para definir a quienes actúan y logran cambios,
procedimientos verdaderos u objetivos, sino los que pueden expresarse en función de sus
acuerdos contractuales que establecen un de- propios valores y objetivos. En este sentido, la
recho, pero no un deber. No ofrecen garantías capacidad de una persona de ser agente (“ac-
en el sentido de una obligación ética. […] Un tor”, según la denominación de Touraine) con-
pacto sobre las reglas de juego sólo sería siste en el grado de libertad para actuar y con-
éticamente vinculante por referencia a una seguir, en un proceso de búsqueda, las metas y
normatividad externa”. Esto tiene que ver con los valores que estime relevantes.54 Desde esta
valores, con el sentido de la democracia. perspectiva, el rol de agente de las personas,
Entre los valores y las virtudes de la cultura en tanto integrantes de una sociedad y parti-
democrática, interesa aquí destacar el de liber- cipantes activos en la economía, la política y
tad, entendida —según Sen— como compromi- el campo de lo social, es fundamental para el
so social. De acuerdo con este autor, la expan- desarrollo.
sión de la libertad es a la vez el fin principal del El desarrollo es visto, entonces, como la ex-
desarrollo y el medio para alcanzarlo.52 Como pansión de las libertades que poseen las perso-
fin, las libertades son fundamentales para el nas para vivir de acuerdo con los valores que
enriquecimiento de la vida; como medio, las li-
bertades se interrelacionan de modo tal que los
53 A partir de este rol instrumental de las libertades,
Sen plantea distintos tipos de libertades instrumentales
que refuerzan la idea de complementariedad entre nor-
mas y valores.
52 Sen (1999 y 2003). 54 Sen (1997).
Ciudadanía y desarrollo humano 507

aprecian.55 Esas libertades permitirían evaluar los derechos sociales (que expresan demandas
los cambios ocurridos y, a la vez, serían un fac- del ciudadano al Estado).56
tor decisivo para impulsarlos. La formación La diferencia entre los distintos tipos de de-
de los valores y la evolución de la ética social rechos se asociaría a la diferencia de valores.
forman parte del desarrollo y a ellos debe pres- Algunos derechos pueden establecer relación
tarse tanta atención como a los mercados y de oposición (por ejemplo, el derecho de pro-
las instituciones, las que, por otra parte, dada piedad contra los derechos distributivos, o el
su diversidad requieren ser comprendidas de derecho a la información contra el derecho de
forma integral. La expansión de las libertades privacidad). “El reconocimiento de las conse-
individuales se logra a partir de un compromi- cuencias antinómicas que sustentan los dife-
so social. Dicho compromiso está asociado a rentes derechos es fundamental para compren-
la idea de una ciudadanía que construye, en un der la dinámica política, social e ideológica de
espacio público deliberativo, su propia prome- la modernidad; indica la necesidad de no con-
sa colectiva para lograr metas tanto colectivas fundir derechos (como sistema de valores) con
como individuales. Derecho (como ordenamiento jurídico).”57
Estas ideas sobre los horizontes normativos En este sentido, existiría una doble reivin-
en democracia llevan a la pregunta sobre la re- dicación que fundamentaría un enfoque reno-
lación entre los ciudadanos y el Estado, y sobre vado del desarrollo humano y que supone la
los límites y las posibilidades de ampliar los de- presencia de valores que establecen una rela-
rechos y asegurar su sostenibilidad. ción de oposición en la práctica: por un lado, la
Como argumenta Sorj, un ámbito privilegia- búsqueda del pleno ejercicio de la libertad in-
do donde se expresa esta relación es el de los dividual se sostiene en valores individualistas;
derechos civiles (que se constituyen en contra
del poder discrecional del Estado), los dere-
chos políticos (que expresan integración y par- 56 Estos últimos derechos implican una “institucio-
nalización de mecanismos de integración de aque-
ticipación del ciudadano dentro del Estado) y
llos grupos sociales que el capitalismo, inicialmente,
condenara a la subordinación y/o a la pobreza” (Sorj,
2005: 27).
55 Sen (1999). 57 Sorj (2005: 28).
508 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

por otro, la búsqueda de igualdad entre todos social en América Latina, basado en el
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La participación local
como factor estratégico
de la reforma del Estado

L a idea que se aspira desarrollar en esta


exposición afirma que las reformas esta-
tales pensadas y realizadas principalmente
En este ámbito la participación ciudadana
a escala local constituye uno de los factores
potenciales de fortalecimiento de un espacio
desde una perspectiva economicista e institu- público desde donde se podría generar una cul-
cionalista son insuficientes para producir un tura cooperativa entre Estado y sociedad.
nuevo orden estatal congruente con la globa-
lización, con la democracia y con el modelo
de desarrollo pensado y producido desde el a. Un breve balance de las
ámbito público. Más bien, resulta fundamen- reformas estructurales
tal colocar la política como eje de las trans-
formaciones estatales. 1) Paradójicamente, no se puede negar que el
Desde esta perspectiva, el Estado tendría Estado ha tomado iniciativa con relación a al-
las potencialidades para transformarse en una gunas de las transformaciones económicas y
suerte de “bisagra activa” entre la economía y sociales señaladas; pero él mismo se ha trans-
la sociedad y entre la búsqueda de integración formado poco y de manera muy lenta respec-
social interna y el posicionamiento de la nación to de los cambios que ha provocado. Esa es
en la globalización. una paradoja latinoamericana: el Estado pa-
trimonialista corporativo toma iniciativas de
reformas económicas e institucionales pero
* Este texto es la exposición presentada en la Feria
de gobernabilidad de Rosario “Rosario más ciudad, más él, política y culturalmente, se reforma esca-
humana” en el año 2005. samente. Es, pues, una peculiaridad estatal,
514 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

porque se reforma mucho menos de lo que ha 3) Con relación a la economía, si bien los
reformado a otros. Sin embargo, ha habido procesos de modernización en general –y
algunas reformas exitosas más en unos esta- especialmente aquellos referidos a la estabi-
dos que en otros, más en unos aspectos que lización, la privatización y la capitalización
en otros; entre ellas pueden mencionarse las integraron las economías nacionales a los
de las Contralorías y las de los Bancos Cen- mercados externos, también han generado
trales, aunque los cambios en estas institu- una brutal concentración de ingresos y po-
ciones sólo han sido parciales. Reformas más der. Vale la pena asimismo mencionar que en
integrales no se han dado. La emergencia de varios aspectos –y particularmente en algunas
nuevas autarquías institucionales altamente ramas y empresas ya transnacionalizadas– se
concentradas en la esfera económica es un ha venido dando una nueva dinámica de rees-
rasgo predominante del Estado actual, en el tructuración empresarial, de inserción en los
que no existe, por ejemplo, una genuina auto- procesos de globalización y de funcionamien-
ridad social o un eficiente control social de la to empresarial cada vez más sustentado en
corrupción. Lo social no es considerado un fin criterios de eficiencia y eficacia, que hace que
del desarrollo, sino que está más bien subordi- las empresas sean altamente competitivas en
nado a lo económico. el mercado internacional. Hoy en día el nú-
cleo de la economía latinoamericana ya está
2) Por otra parte, es importante reconocer que transnacionalizado e integrado a la globali-
se ha avanzado en el plano político-institu- zación. Tal fenómeno, además, condiciona el
cional. Obviamente, si se compara la realidad conjunto del cambio económico1.
latinoamericana actual con su pasado se han
producido algunos avances. Sin embargo, la 4) No obstante, es importante recalcar que
práctica y la cultura políticas clientelar y pa- hasta el momento esto no ha provocado en
trimonialista no sólo se han mantenido, sino la mayoría de los casos que los núcleos pro-
que se han ampliado a lo largo de estos años de ductivos internos fueran fagocitados o que
democracia delegativa y de reforma económica
limitada. En América Latina se ha inventado el
“populismo neoliberal”. 1 CEPAL, 1994a; UNRISD, 1998.
La participación local como factor estratégico de la reforma del Estado 515

se lograra una competitividad auténtica2. En Por otra parte, la acción colectiva tiende a
gran medida, las políticas de estas empresas fraccionarse y se multiplican sus demandas e
en el nivel nacional se han adecuado al lento intereses, fenómeno que no se expresa en un
y precario funcionamiento estatal, quizás des- aumento de la capacidad de acción y menos
conociendo las dinámicas sociopolíticas de las en una mayor representación política. Cabe
regiones donde operan e introduciendo de esta destacar aquí que detrás de la rica diversidad
manera “peligros” a su sostenibilidad. En este cultural en la región se esconden importantes
sentido, la filosofía de la empresa que se inser- tendencias hacia el faccionalismo social y ha-
ta en las economías nacionales es fundamen- cia un malestar sociocultural generalizado. En
tal, como también lo son las estrategias que el síntesis, la sociedad cambia pero pierde capa-
Estado y los empresarios locales elaboran para cidad de acción sobre sí misma (Chile).
insertarse en la globalización. (Chile, Brasil,
México y Costa Rica) 6) En varios estudios se constata que el peso
del Estado es decisivo tanto para la integra-
5) Así mismo, la sociedad se ha complejizado ción social y el funcionamiento interno de la
tremendamente: las distancias sociales han economía como para el posicionamiento de
crecido, así como las distancias internaciona- los distintos países en la dinámica global4.
les, y en general las sociedades son cada vez
más duales. De no mediar importantes cam-
bios, este problema no sólo se va a complejizar de ingreso, más de 500 millones de los habitantes más
pobres del mundo viven en tierras marginales. (UNDP,
aún más, sino también se va a incrementar3.
1997:31, Graf. 2.2b y p. 75.)
4 “El Estado, como los mercados, debería estar
orientado por el público. Los dos deberían trabajar en
2 CEPAL, 1991. tándem y el público debería tener suficientes poderes
3 En el mundo, 507 millones de personas no sobre- para controlar a ambos en forma eficaz. Podría
vivirán hasta los 40 años de edad, 1.200 millones hacerlo mediante la participación en la gobernación
carecen de acceso a agua potable, 842 millones o en su calidad de productores y consumidores,
de adultos son analfabetos, 152 millones de niños o en muchos casos mediante organizaciones
menores de 5 años son malnutridos, 1.300 millones populares u organizaciones no gubernamentales”.
de personas viven por debajo de la línea de pobreza (UNDP, 1993:53.) “Los mercados favorables al
516 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

También se constata que, a pesar de una de los Estados del Japón y de los países del
fuerte ideología antiestatal global, la reali- sudeste asiático6.
dad proteccionista internacional es mucho
más fuerte y real que la lógica ideológica de 7) Estos ejemplos demuestran que es impor-
la apertura neoliberal en el funcionamiento tante relativizar los juicios y las ideologías
de las economías modernas. Asimismo, los absolutistas y tratar de entender cómo están
estudios señalan que si bien es necesaria realmente funcionando el Estado y el mercado,
una modernización y una reforma del “Es- determinando más bien cuáles son las necesi-
tado empresario”, es también urgente reco- dades de cambio estatal y de mercado frente a
nocer la presencia de una fuerte estructura una sociedad particular y frente a la dinámica
monopólica prevaleciente en el funciona- que enfrenta en un mundo cada vez más globa-
miento de los mercados que limita seria- lizado.
mente la competencia entre las empresas.5
En tal sentido, son notables las experiencias 8) La cuestión, desde la perspectiva que aquí
interesa, es cómo el Estado y el mercado pue-
den trabajar en función de lo público y de un
público permiten a éste participar plenamente de
su funcionamiento y compartir equitativamente sus desarrollo endógeno e incluyente que pueda
beneficios. Para que los mercados estén al servicio ser considerado como bien común.
de la gente, y no la gente al servicio de los mercados,
hacen falta varias medidas concretas”. Sobre estas 9) ¿Es posible entonces construir democracias
medidas véase UNDP, 1993:31, Box 3.1. Para un
estables en medio de la crisis, el ajuste y el cam-
mayor análisis de la relación entre crecimiento
económico y Estado y el enfoque de las políticas bio impuesto desde afuera? ¿Cómo fortalecer la
públicas desde el enfoque del desarrollo humano, democracia con Estados cada vez más débiles
véase UNDP, 1996 (especialmente Caps. 2 y 3). Para frente al mercado externo e incapaces de sa-
una visión del consumo y del desarrollo a partir de tisfacer mínimas demandas de la población?
una óptica pública, véase UNDP, 1998.
Porque, en definitiva, ¿acaso el proceso de rede-
5 Un ejemplo curioso es ilustrativo. Según El
economista de junio de 1997, en los 18 años de gobierno
de Margareth Thatcher el PIB estatal sólo se redujo de 6 Véase Ohno, I., Comp., 1996; World Bank, 1993; Lee,
43% a 42% E., 1998; López, V., 1998.
La participación local como factor estratégico de la reforma del Estado 517

mocratización no consiste en crear permanen- 11) En este contexto, se trataría de valorizar al


temente un proceso histórico de convivencia sistema político como la instancia posible de
democrática que permita a la vez la autogober- creación de una escena pública, no meramen-
nabilidad de la sociedad y, en especial, la gober- te estatal ni puramente privada. Una escena
nabilidad de la economía? ¿Es posible renovar política que sea especialmente un espacio de
el sistema político en función de una auténtica manifestación de conflictos, donde la sociedad
capacidad de inclusión de actores sociopolíti- exprese su unidad y diversidad. Sin embargo,
cos en el sistema de toma de decisiones? esto plantea el tema de la reforma del Estado
y la imprescindible necesidad de fortalecerlo,
10) Seguramente estas preguntas nos lle- tanto en la escena interna como en el marco
ven a plantear la problemática de la articu- internacional.
lación posible entre Estado, actores sociales
y sistema político. Quizá aquí es importan- 12) Probablemente el desafío de los procesos
te aclarar las chances de articulación entre de democratización y desarrollo en las actuales
Estado y sistema político en una sociedad circunstancias latinoamericanas consista en
democrática. Seguramente esto significaría articular las necesarias transformaciones del
que el Estado no cierre en forma absoluta las proceso político institucional con las impres-
decisiones; no se encierre sobre sí mismo y cindibles necesidades de fortalecer y crear un
organice monopólicamente la vida social. El genuino Estado de bienestar.
Estado, en un sistema democrático, tendría
que estar sometido cada vez más a las deman-
das políticas de la sociedad y sus actores, que b. Elementos para un nuevo tipo
progresivamente provendrían de un sistema de Estado
de decisiones políticas públicas. El Estado
tendría nuevas formas de comunicación con 1) La reorganización del Estado, en una visión
la sociedad civil a través del sistema político. sistémica -y según todo lo señalado-, tendría
En este sentido, quizás el desafío político del que tomar en cuenta al menos tres elemen-
futuro consista en no confundir más poder po- tos. En primer lugar, que la inserción en los
lítico con poder del estado. mercados mundiales, meta principal de la
518 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

transformación económica, se rige por un pa- 3) En tercer lugar, la nueva conciencia ciuda-
radigma de competitividad auténtica; es decir, dana; ésta, como la política, requiere mayor
la inserción no depende tanto de la competi- cooperación entre ciudadanos, los que a su vez
tividad de una u otra empresa como de las reclaman mayor participación al Estado. Un
capacidades organizacionales, instituciona- ejercicio efectivo de los derechos de ciudada-
les y gerenciales de un país para combinar nía presupone ante todo un Estado de derecho,
un basto conjunto de factores económicos y pero también un acceso equitativo a los ser-
no económicos y para articular, además, la vicios públicos y a una burocracia razonable-
diversidad de actores. La competitividad de mente eficiente y respetuosa de la dignidad de
un país supone pues una actualización del Es- las personas.
tado nacional como una de las instancias fun-
damentales de coordinación de los diversos 4) El Estado en un régimen democrático no se
procesos sociales. identifica con el mercado7. La función estatal es
proteger y fomentar la participación de los ciuda-
2) De esta competitividad se desprende, en se- danos. El Estado en un mundo globalizado debe
gundo lugar, la relevancia de la integración potenciar la capacidad de sus ciudadanos, tanto
social (ciudadanía, mercado y solidaridad). en el plano “técnico-instrumental” -es decir, del
Precisamente, los efectos de exclusión social manejo de los nuevos códigos de conocimiento-,
de las políticas de ajuste y del mercado otor- como en el de la “socialización democrática”,
gan un papel primordial al Estado como ins- referida a instituciones, a valores sustantivos, al
tancia responsable de asegurar la cohesión reconocimiento de la diversidad étnico-cultural
social de una sociedad. Considerando el au- y a la comprensión de la democracia como refe-
mento de las desigualdades sociales y el riesgo rente de la acción política estatal.
creciente de explosiones violentas, la refor-
mulación del Estado y de las políticas sociales 5) En este marco se sitúa la reforma del Es-
representa hoy día un tema estratégico para el tado; ella abarcaría no sólo la redefinición de
nuevo desarrollo y para la misma competitivi-
dad de las empresas.
7 Calderón, F. y Lechner, N., 1998.
La participación local como factor estratégico de la reforma del Estado 519

los ámbitos clásicos de la intervención estatal, en una sola comunidad política, pero que a la
sino también el desarrollo de un nuevo instru- vez tenga por meta que éstos puedan convivir
mento institucional, es decir, de entes regula- con una responsabilidad nacional compartida.
dores, supervisores, comisiones antimonopó- Y convivir hoy en América Latina significa
licas, agencias de defensa del Estado, etc. El buscar y redefinir colectivamente la justicia
Estado se debe dotar de una red de institucio- social. El Estado, como resultado de un nue-
nes de derecho público que, sin ser mecánica- vo acuerdo social, debe buscar que todos los
mente estatales, aseguren el funcionamiento ciudadanos tengan una vida digna y asegurada
del Estado y del mismo mercado. Siendo un su subsistencia. Además, debe frenar el brutal
paso importante, aún así resulta insuficiente, crecimiento de las brechas sociales existentes.
pues el economicismo reinante hace perder de Ello, desde luego, también supone que debe ve-
vista la dimensión cultural de la gobernabilidad lar por la existencia de reglas del juego claras
democrática y el peso decisivo de la política en y estables en la relación entre empresarios y
la economía; ésta depende, en buena parte, de trabajadores compatibles con una economía
que las representaciones colectivas acerca del competitiva. En el fondo, lo que se está argu-
orden y de los sentimientos de la comunidad mentando aquí es la insoslayable necesidad
puedan expresarse en la política. En este sen- de que los ciudadanos puedan rediscutir el
tido, el Estado debe tomar en cuenta el orde- sentido de la nación en un mundo fatalmente
namiento simbólico de la convivencia social8. globalizado.

6) Se trata de constituir un nuevo Estado en 7) El Estado en función de lo público no es


función de lo público. Un Estado que transpa- privado ni estatal; es un Estado que poten-
rentemente genere condiciones para que la so- cia la capacidad de acción de los actores del
ciedad se desarrolle y busque la deliberación y desarrollo y que busca participar y satisfacer
la integración de los ciudadanos, independien- los acuerdos que emergen de las experien-
temente de sus condiciones socioculturales, cias deliberativas. Esta óptica debería con-
templar la necesidad de la creación de esa
suerte de “Estado bisagra”, donde si bien la
8 Steinmetz, G., Ed., 1999. actuación estatal se subordina a una dinámi-
520 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ca pública deliberante y a la vez busca actuar palmente, gestión de servicios costosos como
en la integración social interna, en lo exter- educación y salud, a los municipios, provin-
no tendría que buscar el posicionamiento del cias o regiones.
país y de su economía en la globalización. En Fortalecimiento político y técnico adminis-
este enfoque, Estado y sociedad desarrollan trativo de los gobiernos locales. Político en
prácticas y estrategias de cooperación en cuanto a mayor representatividad y mayores
función del bien común con una fuerte dosis competencias que implican autoridad, como
de realismo deliberativo. la aprobación de la planificación. Técnico ad-
ministrativo en cuanto a la gestión de mayores
recursos económicos, gestión de servicios im-
c. El rol estratégico de la portantes, etc.
participación local
2) De esta forma la descentralización ven-
1) Sin duda, uno de los cambios más importan- dría a ser uno de los mecanismos más nove-
tes ha sido la descentralización del Estado y dosos para impulsar y potenciar una relación
el uso de lo local en el Desarrollo y la Demo- virtuosa entre modernización y Estado. Ello,
cracia. Desde el inicio ésta ha sido planteada si la descentralización es capaz de integrar
como un objetivo de primera línea, a pesar de procesos de racionalización y eficiencia de
que haya cobijado acciones de diverso orden, la gestión local con una legítima participa-
entre las cuales se puede mencionar: ción ciudadana, para de esta forma enfrentar
Desconcentración, a través de políticas pú- los problemas y desafíos de forma democrá-
blicas, de la población, actividades y servicios. tica. Para esto, la generación de espacios pú-
En ciertos caso se piensa en potenciar las re- blicos vendría a ser un paso fundamental en
giones y ciudades intermedias con mayores po- la consolidación de estos objetivos Casos y
sibilidades de desarrollo. experiencias notables: Villa el salvador, Por-
Transferencia de funciones administrati- to Alegre, etc.
vas. Con la idea de desburocratizar y dismi-
nuir costos de la administración central, se 3) En este marco, un tema especialmente im-
transfiere funciones de planificación y, princi- portante es el desarrollo local. Los distintos
La participación local como factor estratégico de la reforma del Estado 521

actores sociales y políticos están concibiendo 5) Sin embargo, es sugerente la hipótesis de


a los gobiernos locales como verdaderos nú- que la globalización diferencia territorialmente
cleos de desarrollo y gestión de la crisis y ya y el resultado de ello son regiones y localidades
no sólo como organizaciones políticas prede- que se fortalecen y otras que se deterioran. En
terminadas. En este sentido, los gobiernos te- realidad esto es un producto del nuevo cambio
rritoriales no solo expresan procesos sociales global. Las luchas y conflictos locales que se
urbanos, sino que surgen en ellos nuevas po- observan en los distintos países de la región y
tencialidades para orientar a estos; a pesar que de otras partes del mundo, en el fondo se dan
la resolución final de estos procesos requiera por un cierto posicionamiento de lo territorial
de políticas de desarrollo y cambio nacionales, en la globalización. Claro que, por otro lado,
que sean más amplias. también es pensable que las políticas de des-
centralización pueden tener un efecto funcio-
4) Por otra parte, el predominio de políticas nal a la integración social si se conciben como
de descentralización, que promuevan mecanis- políticas nacionales integradas. Sin embargo,
mos locales de eficacia y racionalización de la lo que está en pugna es cómo una región deter-
gestión, y de participación y representación en minada se integra o no a ese proceso de globa-
el sistema de toma de decisiones, seguramente lización.
potenciará la articulación entre los distintos ni-
veles del Estado y las condiciones específicas 6) En este ámbito, el espacio local o municipal
de las sociedades locales, con las respectivas puede llegar a jugar un papel fundamental en
ventajas para una inserción fecunda de cada la medida que él también sea una bisagra entre
espacio económico específico en la economía las redes locales nacionales y las redes virtua-
global, además de conseguir una representa- les en la globalización.
ción más genuina de los intereses locales a ni-
vel central. Sin embargo todas estas afirmacio- 7) La importancia de lo local o territorial en la
nes generales solo cobran sentido en las expe- lógica del Estado de lo público se debe a que
riencias políticas nacionales y en los marcos de puede ser una fuerza estratégica para que los
los cambios específicos de las relaciones entre países logren vincularse en las redes globaliza-
Estado y sociedad. das, esto en función de 3 razones:
522 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tado pueda compartir su autoridad con otros


i. Primera: En lo local o municipal se pueden Estados para poder tener un lugar en el mundo
crear con mas facilidad que a escala nacio- moderno. Y aquí el tema es nuevamente el de
nal mejores condiciones para una mayor la política a escala global: son imprescindibles
productividad y competitividad en la eco- sistemas de alianzas abiertas e inéditas.
nomía. También existen ventajas en el for-
talecimiento institucional, en el desarrollo 9) Posiblemente lo regional y la soberanía esta-
de infraestructura y tecnología adecuada. tal se va a redefinir en nuevos campos de acción
El desarrollo de flujos comunicacionales y en un contexto altamente internacionalizado.
como caminos, redes de información, redes Sin embargo, para que esa redefinición tenga
de intercambio de mercaderías y recursos un sentido social es importante recolocar a la
humanos pueden ser fortalecidos con ma- política, y especialmente a la política delibera-
yor eficiencia a escala local que nacional. tiva, como la principal fuerza vinculante entre
ii. Segunda razón, en lo local hay mayor le- Estado, sociedad y economía, y entender, de
gitimidad, es un espacio mas adecuado una vez por todas, que se necesita un Estado
para lograr integración social y conviven- fuerte y ojalá pequeño, el cual sólo será posible
cia pluricultural, un espacio de gestión del si la sociedad misma lo es; y eso es, desde lue-
pluralismo. go, una responsabilidad que se construye entre
todos los ciudadanos.
iii. Y la tercera es que lo local es mas eficaz y le-
gítimo a nivel político, institucional de esta
10) Finalmente desearía enfatizar, que las po-
manera la deliberación es mas factible.
líticas que aumentan las capacidades de los ac-
tores, y particularmente la de los pobres, son
8) El conjunto de estos factores lleva a pen- la clave. Para que esto tenga lugar es esencial
sar en cadenas y redes locales flexibles. En la participación directa de los pobres median-
una perspectiva de mediano y largo plazo, lo te experiencias deliberativas en la política de-
que está en juego no sólo es la necesidad de mocrática. Cuanto más los pobres y los grupos
instituir un Estado de lo público que favorezca marginados sean capaces de transformar sus
el desarrollo interno, sino que este mismo Es- demandas en resultados institucionales, tanto
La participación local como factor estratégico de la reforma del Estado 523

más posible será el logro de las MDM y del de- mos que estos casos pueden tener un doble
sarrollo humano en general. impacto: primero, promueven acciones en la
igualdad y en la redistribución de los ingresos,
11) Varios casos en América Latina demuestran de los ingresos y servicios e incluso de bienes
que, especialmente en el ámbito local, el refor- de capital, segundo, pueden promover una me-
zamiento de las capacidades de acción social jor distribución de las capacidades políticas
entre los pobres y los marginados es posible. entre los diversos miembros de la sociedad, en
Mientras ellos sí tienen ciertas limitaciones, es- otras palabras, el objetivo de alcanzar la igual-
tos casos representan ejemplos clave de parti- dad política democrática en el sistema de la
cipación democrática y desarrollo humano con toma de decisiones por medio del incremento
potencial para reproducirse y expandirse en de la acción ciudadana9.
ámbitos más amplios regionales y nacionales.
Tal parece que estos casos tienen el potencial
de un “efecto demostrativo” que podría ayudar
a la inspiración de otras iniciativas y de esta
9 Para un tratamiento general de este tópico, ver
manera contribuir al logro de las MDM y al de- Dos Santos (1986) Concertación politico-social y
sarrollo humano en general. Asimismo, cree- democratización
Ciudadanía activa
y desarrollo sostenible*
Fernando Calderón G. y Alicia Szmukler

La crisis del progreso les, acelerando su escasez y provocando daños


ambientales, algunos de los cuales parecen ser
Entre los varios problemas no resueltos por irreparables. Frente a este problema ambien-
los procesos de modernización —y de cuya tal, ni la cultura política estatista ni la cultura
existencia se ha empezado a tomar real con- del mercado han podido dar una respuesta sa-
ciencia hace sólo unos pocos años-, se pueden tisfactoria, pues ambas conciben un progreso
mencionar los relacionados con la desafección basado en el deterioro del ambiente.
política y con los límites de una gobernabilidad Los procesos de modernización tuvieron dos
democrática, los del incremento de las des- componentes fundamentales: por un lado, se
igualdades sociales y de la contracción ciuda- basaron en una idea de progreso lineal y ascen-
dana y los de la crisis del ecosistema global. El dente, no sólo en el plano científico-tecnológico,
desarrollo tecnológico, los ajustes económicos sino también en los de la política, la economía
y el crecimiento de las economías de los países y lo socio-cultural; por el otro, fueron acompa-
desarrollados han traído aparejada una incapa- ñados por un proceso de secularización, cuyo
cidad de la política para procesar los conflictos creciente ritmo diferenciador fue distanciando
y las demandas socio-culturales de las socieda- cada vez más los distintos ámbitos de la vida
des y un descontrol sobre los recursos natura- (la ética, la política, la moral, la economía, la
ciencia, etc.), a partir de una lógica de especia-
lización basada en una racionalidad instrumen-
* Este trabajo fue escrito en coautoría con A. Sz-
mukler. Integra el libro Calidoscopio latinoamericano.
tal. Si bien el proceso secularizador valorizó al
Imágenes históricas para un debate vigente. Ansaldi, individuo, haciendo posible su reconocimiento
Waldo (Ed.) 2004 (Buenos Aires: Ariel). como sujeto y como ciudadano, minó las bases
526 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

subjetivas de los lazos sociales, debilitando la vuelto evidente que si se sigue depredando los
solidaridad comunitaria. Estas consecuencias ecosistemas tal como se lo ha hecho hasta aho-
del proceso de secularización hicieron cada ra el planeta tiene los años de vida contados.
vez más difícil articular el proyecto cultural de En segundo lugar, la promesa de integración
la modernidad que, bajo la égida de una razón social y de eliminación del atraso fracasó, y
sustantiva fundada en valores, haría posible la más bien lo que se vive hoy es un aumento de
evolución y realización humanas. la pobreza y las desigualdades y un incremen-
La consecuente separación entre el proyec- to de la complejidad social. En tercer lugar, la
to de la modernidad y los procesos de moder- ideología que sustentaba este modelo suponía
nización puso en crisis la idea de un progreso que todos los países eran capaces de desarro-
—surgida con la revolución industrial— ba- llarse, a partir de un único modelo, alcanzan-
sado no sólo en la evolución tecnológica sino do los niveles socio-económicos de los países
en valores sustantivos. Esta concepción del más desarrollados; para esto, primero debían
progreso se sustentaba, por un lado, en el de- solucionar sus problemas económicos —base
sarrollo científico-tecnológico de las capacida- de todos sus males— y luego, casi de manera
des humanas para dominar la naturaleza y, por automática, se resolverían las dificultades so-
otro, en una perspectiva ascendente-evolutiva ciales y culturales. El Estado-nación era el ac-
en la que el conocimiento científico marcaba tor que debía orientar este tipo de desarrollo
el sentido de la historia y sus resultados exi- por su papel de representante del bien común.
tosos se expandirían a los ámbitos económico, La crisis de los Estados de bienestar, tanto
social, político y cultural, contribuyendo a la en los países centrales como en los periféricos,
construcción de un mundo en constante evolu- y de los regímenes socialistas, por un lado, y
ción en todos los planos. los límites evidenciados por la crisis del eco-
¿Por qué esta idea de progreso lineal y as- sistema global, por el otro, erosionaron las ba-
cendente entró en crisis? En primer lugar, a ses de este paradigma de progreso con sentido
nivel productivo (en los campos económico, ascendente, sin haber podido ser reemplazado
tecnológico, científico, industrial), el desarro- por otro aún.
llo indefinido basado en la explotación del am- Los procesos de globalización de la reestruc-
biente tiene límites muy concretos: hoy se ha turación económica, cultural-comunicativa e
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 527

informacional y de internacionalización de la predominio de la razón instrumental —base


política, así como los de la creciente concen- de los procesos modernizadores y de un cre-
tración de la toma de decisiones —efecto del cimiento basado en el dominio indiscriminado
propio paradigma tecnológico-informacional— de los recursos naturales y en la degradación
y la fragmentación de identidades que se de- del ambiente— sobre una razón sustantiva que
fienden frente a esa globalización impersonal, pudiera fundamentar, a partir de valores, una
también cuestionan aquella idea economicista idea de progreso sostenible y más equitativa-
de progreso1. Frente a una dinámica de inte- mente distribuido.
gración global como característica de época, En tal contexto, la tesis central que organi-
aparece paradójicamente un mundo cada vez za nuestra reflexión afirma que los procesos
más fragmentado, en el que las vías de acceso de modernización tienden tanto a minar las
a aquel progreso social que todos los países al- bases subjetivas articuladoras de la sociedad
canzarían en algún momento se vuelven cada moderna cuanto a romper el equilibrio del eco-
vez más inequitativas, poniendo en duda la no- sistema global. La cuestión consiste en cómo,
ción de desarrollo y generando amplios márge- a partir de una política democrática sustenta-
nes de incertidumbre. da en valores, reconstituir el lazo social para
Así, como consecuencia de los procesos desde allí lograr un desarrollo sostenible que,
de modernización, se vive hoy un debilita- basado en el mantenimiento del equilibrio del
miento del tejido social y de la capacidad ecosistema global, asegure la satisfacción de
de la política para plantear órdenes emanci- las necesidades de las actuales generaciones
patorios, cuestionándose las mismas bases sin sacrificar las necesidades de las futuras
progresivas -en el sentido de su capacidad generaciones. Se trata entonces de un desa-
de aumentar el bienestar de la mayoría de la rrollo intra e inter-generacional, centrado en
gente— de la modernización. la participación ciudadana y que supone una
La actual crisis del ecosistema global consti- visión de largo plazo. Así, el desarrollo sos-
tuye una de las manifestaciones más claras del tenible implica la necesidad de participación
de las personas y de niveles de integración
social, lo que lleva a profundizar el tema de
1 Cf. Manuel Castells, 1995. una ciudadanía más activa —que se verá en
528 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

seguida— y a replantearse el rol, renovado y biente para sobrevivir provocando más po-
central, que debería cumplir la política a partir breza ambiental2.
de una mirada desde la ecología y el desarro- Finalmente, se analizarán las consecuen-
llo sostenible. cias socio-culturales de la degradación am-
En una perspectiva latinoamericana —a biental en curso y su vínculo con las posibili-
partir de la cual se considera la tensión entre dades de ampliación de una ciudadanía global
los efectos de la modernización y las chan- que comprenda tanto la necesidad de cambios
ces de manifestación efectiva de una subje- en la representación social y política como el
tividad basada en valores más universales-, problema (globalizado) de la crisis ambiental
se analizará, en primer lugar, la relación en curso.
entre política y gobernabilidad, entendida El texto pretende argumentar que las actua-
esta última como la capacidad política de les formas de articulación entre procesos de
una sociedad de innovación ciudadana. En modernización, política y ecosistema, se han
segundo lugar, se buscará delimitar las ca- agotado, lo que ha quedado en evidencia con
racterísticas de lo que se ha llamado ciuda- el fracaso de aquella idea de progreso cues-
danía activa, la que debe ser socialmente in- tionada. Es necesario, por tanto, una óptica
cluyente y vincularse al problema ecológico diferente que, a partir de una cultura política
por su carácter global y local a la vez. Este democrática constantemente expansiva, pro-
tema está ligado también al de la pobreza,
pues los pobres, al no poseer otros recursos,
deterioran los recursos naturales por una 2 “La pobreza y el medio ambiente están atrapados en
cuestión de supervivencia. El daño ambien- una espiral descendente. La degradación de recursos
del pasado profundiza la pobreza de hoy, en tanto que
tal tiene así dos fuentes: 1) el crecimiento
la pobreza de hoy dificulta mucho preocuparse de la
basado en la explotación indiscriminada de base de recursos agrícolas o restaurarla, hallar otras
los recursos naturales a través de un proceso posibilidades distintas de la deforestación, prevenir
de industrialización que no se detuvo en los la desertificación, luchar contra la erosión y reponer
perjuicios que ocasionaba y 2) el aumento los nutrientes del suelo. Los pobres se ven obligados
a agotar los recursos para sobrevivir; esta degradación
de la pobreza que genera un círculo vicioso
del medio ambiente los empobrece todavía más”.
cuando los pobres deben deteriorar el am- (PNUD, 1998a:5.)
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 529

mueva un tipo de desarrollo sostenible que autonomía e independencia. El Estado y las


haga hincapié en la comunicación y la partici- unidades territoriales locales viven este tipo
pación ciudadanas. de paradojas3.
Estos procesos colocan bajo nuevos tér-
minos la cuestión de la gobernabilidad, pues
1. Política y momentos de en la medida que los parámetros de funciona-
gobernabilidad en la experiencia miento del sistema global están cambiando,
latinoamericana está disminuyendo la autoridad de los gobier-
nos centrales. El incremento del poder de las
En un mundo donde se relativizan las fronteras diversas colectividades globales, y no sólo de
nacionales gracias a la dinámica de economías las transnacionales, limita el de los Estados y
abiertas y a culturas cada vez más globaliza- afecta la soberanía y las gobernabilidades na-
das, donde la fuerza de la comunicación y la cionales de manera tal que hoy día en América
información son transversales a toda actividad Latina no sólo cuenta el proceso de dependen-
humana, la política misma asume cada vez con cia asociado con la internacionalización de la
más fuerza rasgos internacionalizados e inter- política, sino la lógica interdependiente y mul-
dependientes. Esto es tan así que en alguna me- ticéntrica asociada con mecanismos de deci-
dida existe cada vez más un tiempo político hi- sión globalizados. En consecuencia, cualquier
per-acelerado con efectos sistémicos globales. estrategia de gobernabilidad y de sostenibili-
Sin embargo, este proceso no es unidirec- dad democrática a nivel nacional debe tomar
cional. La política en una sociedad globaliza- en cuenta hoy más que nunca los condicionan-
da esconde la paradoja de un mundo cada vez tes políticos de la globalización y, más aún,
más integrado pero al mismo tiempo más frag- debe impulsar una estrategia internacional,
mentado. Los gobiernos, las corporaciones, subregional o regional de gobernabilidad a ni-
los sindicatos, las organizaciones no guber- vel global. Esto implica la concreción tanto de
namentales y cualquier organización moderna pactos a nivel inter-gubernamental y de carác-
fundada en redes coordinadas de información,
están buscando expandir sus alcances, pero
3 Véase al respecto James Rosenau y Ernest Czempiel,
sus unidades menores o básicas buscan mayor 1993.
530 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ter subregional como de acuerdos y acciones ción entre medios y fines políticos o, en otras
en el plano local. palabras, por la ética en la política, la cual tiene
Fue precusor al respecto el Informe para la un carácter prescriptivo que se define no por lo
Comisión Trilateral que formularan Crozier, que es sino por lo que debería ser. El problema
Huntington y Watanuki en 1975. Para sus au- consiste en superar la noción y sobre todo la
tores, la gobernabilidad sería la capacidad glo- práctica, de una política del poder por el poder.
bal de procesar conflictos; sin embargo, según Si la política se refiere, en su mínima expre-
una de las conclusiones del Informe, dicha ca- sión, a la construcción del orden, la política
pacidad se habría debilitado, pues la creciente democrática se refiere a la construcción de un
complejización de las sociedades contempo- orden institucional, plural, conflictivo y abier-
ráneas generó una disgregación de intereses y to. Institucional en el sentido de una cultura
un exceso de demandas que el sistema político de solidaridad de procedimientos; plural en
cada vez tiene menor capacidad de procesar. cuanto al reconocimiento de sujetos distintos;
Con todo, la gobernabilidad debe ser enten- conflictivo porque acepta diversas relaciones
dida como un proceso de construcción política sociales y distintas orientaciones de los acto-
entre los diferentes actores sociales y políticos res; y abierto por la incertidumbre intrínseca
de un sociedad determinada. Ello implica una del juego democrático y de la capacidad de la
serie de acciones vinculadas a la formación de democracia de innovarse constantemente.
la autoridad y el orden, lo que supone un con- La gobernabilidad democrática como cons-
junto de relaciones políticas. En términos más trucción política no es ajena entonces a la cons-
abstractos, la gobernabilidad está asociada a trucción de proyectos y/o pactos que viabilicen
un conjunto de relaciones sociales que supo- el desarrollo y legitimen su propio accionar. En
nen poder, mando y autoridad. el mejor sentido del concepto, la gobernabili-
Esto lleva a preguntarse una vez más por el dad supone una sostenibilidad creativa de la
fin de la política, considerada como unas rela- política y una alta capacidad de gestión. Desde
ciones de poder determinadas que implican un un punto de vista más institucional, la goberna-
cierto orden. Desde otra perspectiva, conside- bilidad eficiente, coherente, eficaz y legítima,
rar al orden como producto de la estratifica- se vincula a la calidad de la gestión de gobier-
ción de clases implica preguntarse por la rela- no. Por otra parte, la calidad de la cultura ins-
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 531

titucional está asociada a la ciudadanía y a las los temas centrales de la política y la economía
normas cívicas de la sociedad. en un momento determinado. La progresiva —
La gobernabilidad, entonces, se refiere a la que incluye a la sistémica— también implica
calidad del desempeño gubernamental en el plasmar objetivos de desarrollo socialmente
tiempo y se concretiza en la continuidad po- incluyentes.
lítica. Ese desempeño, para que sea óptimo, En una acepción más general, la goberna-
implicaría un orden y una cultura institucio- bilidad progresiva se refiere al incremento de
nal con seis características prescriptivas: a) la capacidad política de una sociedad para el
oportunidad, es decir, capacidad de adoptar logro de metas emancipadoras, de justicia y
oportunamente decisiones frente a deman- libertad. También supone mantener los umbra-
das que exigen respuestas gubernamentales; les mínimos de funcionamiento de la economía
b) efectividad de las decisiones adoptadas, y la política. Asimismo, incluye necesariamente
lo que implica que sean acatadas y percibidas toda una capacidad de gestión en la acción de
como legítimas; c) aceptación social de las de- gobernar, es decir, una capacidad de incremen-
cisiones en congruencia con los intereses de to de la continuidad política mediante acciones
los distintos grupos en juego; d) eficiencia de eficientes, eficaces, oportunas y coherentes.
las decisiones en términos de sus efectos para En América Latina la gobernabilidad supone
modificar situaciones; e) eficacia de las deci- antes que nada una construcción institucional
siones, referida al uso de los mejores medios sólida que funcione en términos de las actua-
para obtener determinados fines en el marco les circunstancias históricas y culturales. Di-
de requerimientos culturales previstos, y f) co- cha construcción no sólo se refiere a un marco
herencia de las decisiones4. ordenador del funcionamiento de la política y
Por otra parte, conviene diferenciar una go- la economía o a la construcción de una cultura
bernabilidad sistémica de otra progresiva. La institucional, sino sobre todo a una cultura de
gobernabilidad sistémica implica no funcionar solidaridad en los procedimientos que permita
debajo de ciertos umbrales críticos respecto de cabalmente el logro de las metas señaladas. La
cultura política latinoamericana no diferencia
reglas institucionales de comportamientos in-
4 Véase Angel Flisfisch, 1989. dividuales o colectivos. Así, el logro de una
532 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

cultura institucional es una tarea histórica de nómico. Aquí, el tipo de gestión política fue dis-
largo plazo, que se conjuga con un proceso tinto y se gobernó por el método del cinturón
real pleno de inconsistencias y ambigüedades. apretado. Los resultados fueron altos costos
Consiguientemente resulta fundamental, tanto sociales en todas partes aunque con saldos po-
desde el punto de vista del análisis como de líticos diferentes. Probablemente el caso más
la acción, indagar la pertinencia histórica de crítico fue el del gobierno de Perez en Venezue-
determinandas concepciones y posibilidades la, donde los resultados de la gobernabilidad
de gobernabilidad en cada uno de los países por motivos sociales y éticos fueron muy críti-
de la región. cos. Desde un punto de vista societal, las políti-
¿Cuál es entonces la problemática de la go- cas aplicadas debilitaron fuertemente los lazos
bernabilidad en los países que vivieron la tran- sociales en Latinoamérica, particularmente en
sición a la democracia, el ajuste económico y los sectores asalariados.
la reforma del Estado? La respuesta a esta pre- Frente a este tipo de situaciones, Adam
gunta precisa diferenciar, al menos hipotética- Przeworsky planteó la necesidad de asumir una
mente, varios momentos políticos. opción de real politik, de alianza de centro-de-
En un primer momento, es posible distinguir recha con motivaciones altamente eficientistas
una situación de crisis inflacionaria y alta con- y tecnocráticas para lograr un saldo positivo
flictualidad social, como por ejemplo durante de gobernabilidad. Da la impresión de que esta
los gobiernos de Siles en Bolivia, de Alfonsín opción sólo fue posible en algunas situaciones
en Argentina y de Sanguinetti en Uruguay. El especiales como la chilena, donde el colchón
tema en esos países fue el de gobernar por económico y las características socio-políticas
emergencia con el fin de satisfacer ciertas ne- del régimen lo permitieron.
cesidades muy postergadas de la sociedad y a Ciertamente, estas tendencias cobran dis-
la vez de respetar la institucionalidad democrá- tintos sentidos según las situaciones específi-
tica. Un caso límite fue el del Haití de Aristide. cas. En el caso mexicano, por ejemplo, la go-
En un segundo momento, en la mayoría de bernabilidad se vio amenazada por el reclamo
los países de la región se trató de lograr una democrático y ético por parte de la sociedad
gobernabilidad sistémica adecuada para frenar civil, como aquél asociado a las posibilidades
la inflación e impulsar políticas de ajuste eco- de ampliación de un régimen de partido único,
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 533

por las demandas de movimientos étnicos y Hoy la gobernabilidad debe hacerse cargo tan-
culturales y por la contracción económica del to de las consecuencias modernizadoras sobre
llamado efecto tequila. Con todo, en la mayoría el lazo y la diferenciación social —con el ob-
de los casos, las políticas de ajuste y estabili- jeto de reconstruir un tejido social y político
zación, como también los altos niveles de in- a partir de prácticas institucionales vinculadas
flación, dejaron en la región un saldo negativo al desarrollo de una cultura democrática que
para la gobernabilidad democrática. permita reconocer e incluir a los distintos acto-
En estos momentos de apertura democrá- res-, como de un nuevo tipo de desarrollo que
tica e inflación y de ajuste socio-económico, sea sostenible económica y ambientalmente,
no se generaron acciones de sostenibilidad asegurando la continuidad para las generacio-
de los recursos naturales; más bien el costo nes futuras, y más equitativamente distribuido.
de la transición hacia la economía de merca- Esto requiere del fortalecimiento de los
do fue muy alto en términos ambientales. El diferentes actores políticos y sociales y de la
caso chileno es un ejemplo paradigmático de extensión de una ciudadanía activa, tema que
crecimiento económico y deterioro de los re- se tratará más adelante. Pero, sobre todo, de
cursos naturales. nuevos valores que funden una visión de un
Estamos empezando a vivir un tercer mo- desarrollo sostenible, de largo plazo, y que re-
mento que plantea un nuevo tipo de goberna- vierta la otra, basada en un crecimiento espú-
bilidad en relación a las salidas posibles del reo que degrada tanto los recursos naturales
ajuste. La gobernabilidad al menos tendrá que como la naturaleza de relaciones sociales más
enfrentar tres temas fundamentales: los límites justas y equitativas.
de la política, la nueva situación estatal como
resultado de los cambios en curso y el peso de- Los límites de la política
terminante de la opinión pública y de los me-
dios de comunicación de masas. Una de las consecuencias principales de los
Es preciso repensar, entonces, el tema de procesos de modernización a escala global
la gobernabilidad en América Latina a partir es el fuerte desfase entre los cambios que se
de la revisión mencionada de los procesos de dan en múltiples esferas de la economía, la
modernización y la idea lineal de desarrollo. cultura y la sociedad y las formas políticas
534 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

preexistentes, propias de una sociedad indus- monialismo estatal; b) al desplazamiento de las


trial que se agota. Tales cambios han produ- decisiones del liderazgo político tradicional a
cido un descrédito generalizado de la política la tecno-burocracia, y c) al reforzamiento del
y de los profesionales de la misma. Existen liderazgo presidencial y por tanto del ejecutivo.
incluso algunos analistas que hablan del fin En relación al sistema de representación
de la política. política de lo socio-cultural, el hecho más
Sin entrar en lógicas catastróficas, conviene contundente es la presencia de una suerte de
reconocer los límites y comprender las formas inconsistencia entre procesos de compleji-
específicas que asumen en la región. Sin embar- zación, diferenciación social y pluralización
go, es preciso postular antes que las soluciones cultural de las sociedades latinoamericanas,
en este plano en definitiva están asociadas a por un lado, y la incapacidad del sistema de
la recreación de la sociedad y a su capacidad partidos de representar tales fenómenos, por
de reinvención política para poder enfrentar el otro. El resultado es una crisis de credibili-
los problemas derivados de la modernización, dad creciente de los partidos y, como contra-
especialmente aquellos vinculados a las rela- partida, una instrumentalización política ace-
ciones entre comunidad y mercado y, muy es- lerada de éstos para controlar o seducir a la
pecialmente, los asociados a la diferenciación sociedad. En el corazón de estos dinamismos
social creciente. está el nuevo rol del Estado y de los medios
En esta línea, da la impresión de que en la de comunicación de masas y especialmente
región uno de los temas más importantes es el de la televisión.
del sistema político, en cuanto al sistema de Sin embargo, sigue siendo el campo político
toma de decisiones políticas, sobre todo el de el ámbito de representación con capacidad de-
los partidos políticos. En tal sentido, merecen cisoria. En tal sentido, el problema consiste en
especial atención el nuevo rol de los partidos cómo ampliar la representación, tanto política
políticos y la calidad de los sistemas de repre- como social y cultural, para regenerar el tejido
sentación. social desde una óptica basada en valores que
Pareciera que en los partidos predominan permita la “discusión” sobre el desarrollo sos-
tres tipos de orientaciones: a) a la reestructu- tenible y las chances de construir una sociedad
ración del clientelismo-burocrático y del patri- más equitativa.
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 535

La nueva situación estatal Las políticas de transformación del aparato


estatal se han focalizado en: a) la moderniza-
La región ha sufrido una serie de cambios tan- ción de las empresas estatales vía capitaliza-
to en el aparato estatal como en las relaciones ción, privatización y/o renovación y descen-
entre Estado, sociedad y economía. Tales cam- tralización; b) la reestructuración de servicios
bios no sólo se deben a políticas inducidas por sociales del Estado, especialmente con la crea-
parte de actores internacionales, como el Fon- ción de los Fondos de Pensiones, la focaliza-
do Monetario Internacional y el Banco Mun- ción de la políticas sociales y el targeting; c) la
dial, sino muy especialmente a límites duros descentralización tanto a nivel local como re-
impuestos por la incapacidad de reproducción gional, y d) la modernización del ejecutivo y de
del patrón patrimonialista-corporativo del Es- las oficinas de las presidencias y otros poderes
tado latinoamericano. del Estado.
Efectivamente, ni en el plano de sus re- Ciertamente, estos cambios introducen fac-
laciones internas ni en el de sus relaciones tores de resistencia que indujeron en el corto
externas, este tipo de Estado tenía chances plazo a la ingobernabilidad porque además de
de reproducirse. Fenómenos como la crisis modificar estructuras de poder afectan a vas-
de la deuda externa, el deterioro del déficit tos sectores de la población. Los resultados
fiscal, la incapacidad creciente de resolver todavía no son definitivos, ni siquiera se pue-
las demandas de la población —especial- den fijar rumbos históricos claros. Todo parece
mente de los sectores más excluidos-, los indicar que lo que se viene produciendo es la
límites de las empresas estatales para com- constitución de nuevos campos de conflicto y
petir en el mercado y la creciente ineficacia que su evolución dependerá de cada caso na-
burocrática, ejemplifican los límites duros cional concreto y de las fuerzas en juego. Así,
del Estado en la región. Además estaban estas reformas pueden tomar un sentido pro-
presentes en el escenario internacional fe- gresivo si producen finalmente integración so-
nómenos más decisivos como la reestruc- cial y democratización o un sentido regresivo si
turación de la economía mundial y la crisis aumentan las inequidades sociales.
generalizada del Estado de bienestar en el En todo caso, dada la inercia de la cultu-
mundo industrializado. ra política en la región, es muy probable que
536 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

emerjan formas estatales híbridas donde, por frente al problema creciente de la pobreza y la
una parte, se renueven arcanos mecanismos exclusión social? ¿Qué políticas y qué mecanis-
clientelares y, por otra, se modernice el apara- mos de integración generará para resolverlos o
to estatal por lo menos en algunas esferas. Sin paliarlos? Además, ¿cuál será su papel en cuan-
embargo, en los marcos de funcionamiento de to al impulso de un desarrollo sostenible y de
la sociedad y la economía regional parece más una distribución más equitativa?
pertinente que nunca un Estado social, al me- Todas estas preguntas apuntan al forta-
nos en términos de buscar mayor integración lecimiento de las relaciones del Estado con
y participación social, así como de regular el la sociedad y la economía en función de las
funcionamiento de la economía. chances de actuación del Estado, tanto en el
La transición estatal implica entonces el plano externo como en el interno. Debe que-
paso de un Estado que dirigía la economía a dar claro que no existe en la historia reciente
otro socialmente activo que la regule y busque del mundo moderno ninguna experiencia eco-
una inserción nacional en la globalización. Por nómica exitosa sin un Estado fuerte. Nuestra
ejemplo, ¿es posible en Bolivia un Estado, o hipótesis es que ese Estado será fuerte si la
aparatos estatales como el Banco Central, que sociedad también lo es. En un enfoque de go-
regule al capital financiero altamente interna- bernabilidad progresiva, tanto el Estado como
cionalizado? O, ¿es posible una regulación que el mercado están regulados por lo público.
limite el desplazamiento de capitales golondri- Así, los mercados deberían no sólo asegurar
nas causantes, en México y Argentina, de es- una mayor eficiencia, sino también la equidad,
pejismos de inversión y de atroces estampidas y aquí el papel regulador del Estado es central,
financieras? ¿Podrá el nuevo Estado frenar mo- como también lo es la capacidad de control
vimientos especulativos de la banca en función del público. La participación de las distintas
de la producción? Por otra parte, ¿podrá el Es- organizaciones (consumidores, productores,
tado jugar un rol importante en la educación, organizaciones populares, organizaciones no
en la ciencia y la tecnología, que incida en el gubernamentales, etc.) debería asegurar la efi-
posicionamiento de las economías latinoameri- ciencia y una mayor equidad en relación con el
canas en la nueva división internacional del tra- acceso a los mercados e incluso de los organis-
bajo? Y ¿cuál será el rol de este nuevo Estado mos estatales.
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 537

En cuanto al rol regulador del Estado frente en la defensa del ambiente y con otros actores
a los mercados, y de acuerdo a los procesos de de la sociedad civil y el sector privado para
reestructuración que estamos viviendo, cree- lograr consensos amplios en torno al logro de
mos que éste debería ocuparse, entre otros as- un desarrollo sostenible5.
pectos, de garantizar un acceso más equitativo Todo esto implica una renovación y recu-
a través de inversión en educación, de políticas peración de la política en el centro de la es-
distributivas más justas, de brindar créditos a cena, pues sólo a través de ella será posible
los pobres, de garantizar acceso a la informa- establecer consensos en relación con todos
ción a todos para su participación en los mer- estos temas.
cados, de inversión en infraestructura que per-
mita la llegada a los mismos. Los medios
Más ligado al desarrollo sostenible y al cui-
dado del ambiente, el Estado debería asegurar Respecto del papel de los medios y de la opi-
a todos el consumo básico, brindar las posi- nión pública se debe señalar que una de las
bilidades de utilizar tecnologías que aseguren consecuencias de la modernización tecnoló-
la sostenibilidad ambiental a toda la pobla- gica, de la complejización socio-cultural y de
ción (ricos y pobres), aplicar políticas fisca- la instrumentalización e internacionalización
les orientadas a alentar el consumo que no de la política es un mayor desplazamiento del
daña el ambiente y a desalentar el que lo daña, poder político hacia los medios de comunica-
priorizar una gestión educativa que ponga én- ción social.
fasis en elevar la conciencia ambientalista y Su peso en la conformación de la opinión pú-
brinde información a la población en cuanto blica y sus orientaciones políticas es cada vez
a este tema, establecer acuerdos internacio- más determinante. En alguna medida, el espa-
nales tendientes a disminuir los efectos del cio público de la televisión y otros medios de
consumo dañino a nivel global. Finalmente, información tiende a reemplazar el papel me-
el Estado, a partir de una visión que vincule diador de los partidos y el parlamento.
los problemas ambientalista, de la pobreza y
de un consumo espúreo, debería establecer
alianzas con los grupos locales involucrados 5 Cf. PNUD, 1998a:9-13.
538 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

La hiper-aceleración del tiempo político dispersa, de muchas cuestiones que no se cana-


pasa a ser un dato en la construcción virtual lizan a través de otros mecanismos.
de la realidad política. El inmediatismo de los Ahora bien, el impacto de los medios es
actos de gobierno o de la oposición es sólo un diferente en el caso de sociedades institucio-
ejemplo clave. Para tener influencia política en nalmente desarrolladas que en el de socieda-
la gente resulta indispensable el uso de los me- des con grandes debilidades institucionales
dios, pues ellos son los puentes fundamentales como las latinoamericanas. La televisión no
de comunicación, influencia y persuación de la puede sustituir instituciones e incluso puede
gente. La misma gobernabilidad depende cada llegar a ser negativa para la gobernabilidad
vez más del manejo de los medios y del impac- democrática.
to que éstos puedan tener ante la opinión pú- Sin embargo, los medios tienen la potencia-
blica. Además, la influencia y los cambios de la lidad de ser usados por intereses diversos. Así,
opinión pública están cada vez más regulados una política de gobernabilidad progresiva, si
por las encuestas, los grupos focales y los aná- quiere estar presente en el escenario moder-
lisis de imagen. Probablemente los publicistas no, deberá plantear sus objetivos y realizar sus
y los comunicadores son los agentes del nuevo prácticas dándole un sentido interactivo y co-
campo político en el mundo y en la región. municativo al uso de los medios. La campaña
Dominique Wolton (1995) ha descubierto que contra el hambre impulsada por el sociólogo
la importancia de las encuestas tiene relación Betinho en el Brasil es un excelente ejemplo
directa con la publicidad que le dan los medios de una alianza mediática entre publicistas, in-
y con la elaboración misma de la publicidad. telectuales y organismos no gubernamentales.
No importa tanto el valor que le dan los elec- También, como apunta Castells (1997), el éxito
tores sino el otorgado por las elites mediático- de muchos movimientos ecologistas está ínti-
políticas. El principal peligro de esta política mamente vinculado al manejo que éstos han
virtual es que resta intercambio comunicativo logrado hacer de los medios, o la importancia
y soberanía a los ciudadanos. El periodismo no que los medios le han dado a la crisis del eco-
es el supremo tribunal público, aunque, lamen- sistema global.
tablemente, en muchos casos se torna en una La nueva situación del sistema político, las
de las pocas vías de expresión, fragmentada y tentativas de modernización del Estado y el
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 539

peso creciente de la opinión pública vía medios vías de representación de los actores, aunque
—si bien son los nuevos datos sobre los cuales puedan darles un espacio.
se construyen estrategias de acción política— En este contexto, el tema de la ciudadanía
están condicionados por la calidad del diseño aparece como central, pues vincula las chan-
estratégico de gobierno, tanto de los oficialis- ces de cambios en la representación política y
mos como de las oposiciones. Es solamente en social con los problemas de diferenciación cre-
esta nueva gramática del conflicto que se pue- ciente, producto de los procesos de moderniza-
de construir la expansión democrática de la re- ción. La participación ciudadana en la determi-
gión, expansión que necesita obligatoriamente nación de un nuevo tipo de desarrollo parece
de una lógica dual, pues para ser democráticos central; y su ampliación constituye un desafío
al menos se necesitan dos. En el corazón de ta- tanto para el Estado como para la política.
les movimientos anida la cuestión de la renova-
ción ciudadana.
Para sintetizar, las relaciones entre política 2. Hacia la búsqueda de una
y gobernabilidad en la región se ven comple- ciudadanía activa
jizadas por la necesidad de replantearse un
nuevo tipo de política, lo que incluye renova- Una de las consecuencias de la crisis econó-
dos mecanismos de representación para cons- mica y del Estado patrimonialista-corporativo
truir un orden institucional democrático ex- ha sido la necesidad de transformar la relación
pansivo, en los marcos de la actual reestruc- política entre el Estado y la sociedad. En el
turación del aparato estatal, el cual debería período nacional-popular, el sistema político
tener un fuerte componente social, tanto para no representaba la diversidad socio-cultural
acoger las demandas de los distintos actores de la sociedades latinoamericanas, sino más
cuanto para hacerse cargo de los problemas bien integraba a la comunidad nacional, vía la
de exclusión e inequidad social. En este mar- participación, como una unidad política homo-
co, si bien los medios masivos de comunica- génea. Por el contrario, los regímenes autorita-
ción constituyen mecanismos de publicidad rios pretendieron limitar, cuando no eliminar,
de problemas sociales, es preciso que no re- la participación popular y plasmar un juego
emplacen el papel de la política, ya que no son económico en función de un mercado liberado
540 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de presiones sociales. No obstante, en el plano evoca la constitución de un espacio público


político el Estado autoritario mantuvo meca- de una fuerte corresponsabilidad social, tanto
nismos clientelares con algunos segmentos de respecto de los excluidos y los pobres de hoy
la sociedad civil. día como respecto de las nuevas generaciones
Cuando se inició el proceso de democratiza- del mañana. De manera tal que el ámbito ciu-
ción la cuestión se planteó en torno a la capa- dadano se constituye en un ámbito temporal
cidad de la propia sociedad y de sus partidos dinámico. De este modo, quedan vinculados
políticos de transformar los mecanismos de el tema de la ciudadanía con el del desarrollo
participación propios de los regímenes nacio- sostenible.
nal-populares en un sistema de representación A continuación se pretende analizar estos
de las demandas sociales, entre las que figura- nuevos desafíos democráticos estudiando, por
ban, entre otras, un reclamo por el derecho a una parte, qué efectos han tenido los procesos
la diferencia y a la valoración de la diversidad. de internacionalización sobre la ciudadanía
En este contexto, la cuestión ciudadana ya y, por otra, los nuevos campos de renovación
no sólo se refiere a la satisfacción de una larga ciudadana. Finalmente, se auscultará la posibi-
cadena de demandas de ciudadanía social, o a lidad de una articulación fecunda entre ciuda-
la satisfacción de demandas de participación danía, procesos de modernización y desarrollo
política de la sociedad civil diferenciada, sino sostenible.
sobre todo al logro de un sistema institucional
que valorice y acepte las pluralidades constitu- Internacionalización y ciudadanía
tivas de la dinámica social e incluso tenga ca-
pacidad de procesar los cambios provenientes La noción de ciudadanía, en su visión más clá-
de los ámbitos socio-culturales y ecológicos en sica, tiene dos acepciones. Una, de carácter
el mundo moderno. Se trata de avanzar en una liberal, basada en el supuesto de que la organi-
lógica y en una cultura institucional, tanto en el zación política funda la condición jurídica; en
plano de un conjunto de reglas y procedimien- esta perspectiva, el individuo, que es externo al
tos consensuados como de una serie de valores Estado, contribuye con prestaciones a cambio
sólidos universalistas referidos a la igualdad y de servicios. La otra, de carácter social, ve a la
a la libertad de los ciudadanos. Ello además ciudadanía como una pertenencia comunitaria
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 541

o social a través de la cual el individuo se va au- Por otra parte, uno de los temas cruciales de
todesarrollando y autodeterminando. En este la redefinición ciudadana está vinculado a la
caso, el individuo es miembro de una colectivi- combinación de un núcleo duro de inteligencia
dad política y recrea esta identidad en el marco y su expansión socialmente integrativa. Aquí,
de las instituciones políticas reconocidas. la llamada ciudadanía activa es considerada
La ciudadanía, en palabras de Darendorf como construcción comunicativa entre actores
(1992), está vinculada a la vez con una institu- y sujetos sociales mediante una socialización
ción, un objetivo moral, una opción de vida y del conocimiento entre los distintos miembros
un valor ético, además de un cierto estilo de de una sociedad. Es decir, la noción de ciuda-
desarrollo. Sin embargo, esta noción se vio úl- danía activa se combina con el manejo de los
timamente relativizada y complejizada por una códigos de la modernidad.
serie de fenómenos ligados a la internacionali- Dichos códigos se refieren al conjunto de co-
zación de la economía, la política y la cultura nocimientos y destrezas abstractos necesarios
que obligan a repensar esta concepción de ciu- para participar en la vida pública y desenvolver-
dadanía. Entre estos fenómenos, encontramos se productivamente en la sociedad moderna.
la tendencia a la reformulación de la noción de Estas capacidades suelen definirse como las
ciudadanía como producto de la expansión y requeridas para el manejo de las operaciones
redescubrimiento de las identidades culturales, aritméticas básicas, la lectura y comprensión
en el sentido de que la asunción generalizada de un texto escrito, la comunicación, descrip-
de la multiplicidad cultural tendería a aumen- ción y análisis crítico del entorno, la recepción
tar la conflictualidad social. Aún más, parecie- e interpretación de los mensajes recibidos de
ra que los conflictos centrales en la sociedad los medios y la participación y diseño de traba-
moderna están vinculados a las relaciones in- jos en grupo. En este marco, resulta fundamen-
terculturales y a la sociabilidad y cotidianidad tal que los ciudadanos latinoamericanos, para
de nuestras sociedades6.

30% de los conflictos se dio entre países, mientras el


6 Por ejemplo, en el Informe sobre desarrollo 70% se produjo al interior de los países, siendo éstos
humano 1994 del Programa de Naciones Unidas para predominantemente de tipo intercultural, sobre todo
el Desarrollo, se señala que entre 1990 y 1994 sólo el étnicos y religiosos.
542 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ser tales, reivindiquen el manejo de los códigos influencias y experiencias como producto de
de la modernidad7. los procesos de modernización y globaliza-
Finalmente, la globalización de la cultura ción en curso.
mediante la industria y el mercado culturales En este ámbito, se plantea la pregunta acer-
redefine las construcciones ciudadanas na- ca de las capacidades de nuestras sociedades
cionales. Así, la reorganización de los esce- y regímenes democráticos de asimilación y de
narios culturales y los cruces interculturales respuesta a estas nuevas dinámicas de la inter-
plantea la cuestión del orden simbólico entre nacionalización. Las salidas son múltiples, pero
los diversos grupos. La desterritorialización ellas pasan por trabajar críticamente la tensión
de identidades culturales y la reinserción en entre las tradiciones culturales y la racionali-
otros planos constituyen situaciones-proble- dad instrumental y, especialmente, entre estas
mas muy importantes, y de allí que éste sea un identidades culturales y la democracia política.
tema muy concreto tratado en las diferentes Los actuales tiempos modernos se caracteri-
Comisiones europeas y norteamericanas que zan además por la innovación constante de las
discuten el estatus ciudadano de los migran- condiciones culturales; de ahí que el ciudadano
tes. En realidad lo que está en el tapete es la se halla más en medio de un laberinto que fren-
redefinición de la soberanía nacional y su vin- te al progreso. La ciudadanía moderna y activa
culación con la ciudadanía. precisamente consiste no sólo en la capacidad
Este conjunto de tendencias permite pen- de adaptarse a esos cambios, sino en tratar de
sar, con límites, la noción de ciudadanía en incidir en ellos y así renovarse constantemen-
términos culturales. Una hipótesis en este te. En tal sentido, parece central fortalecer el
sentido afirma que las identidades culturales capital social y cultural de las sociedades y de
se hacen más presentes en la medida que pue- los individuos en base a:
den expresarse o multiplicarse en la misma
sociedad. Es posible que tales identidades cul- –– el reprocesamiento constante de identida-
turales se expongan cada vez más a múltiples des culturales;
–– la ampliación y el mejoramiento perma-
7 Cf. CEPAL-UNESCO, 1993, y también Fernando nentes del manejo de los códigos de mo-
Calderón, Martín Hopenhayn y Ernesto Ottone, 1996. dernidad;
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 543

–– la institucionalización de estos cambios, es Con más fuerza, Lechner (1993) se refiere a


decir, la capacidad de consolidar institucio- la creciente debilidad de lo político en cuanto
nalmente el imaginario de la sociedad. a su capacidad de representar lo social. No
sólo los ciudadanos ven debilitados los la-
Todo esto implica crear condiciones para que zos de pertenencia a la comunidad, sino que
la sociedad se reinvente a sí misma desde su además se sentirían cada vez más ajenos a la
propia cotidianidad. comunidad política. En este ámbito, invocar
Al respecto, hoy parece fundamental un ag- el pluralismo supone la existencia de un cam-
giornamiento ciudadano respecto de algunos po público de interacción política que hoy no
temas que se tratarán seguidamente. existe o está, por el momento, debilitado. La
ausencia de un campo real de interacción po-
La renovación ciudadana lítica es consecuencia, entre otros factores,
de una fragmentación o anomalía política
En primer lugar, como ya se señaló, se observa creciente; consiguientemente, se expande la
en casi todas partes del mundo occidental una brecha entre identidad cultural e identidad
cierta crisis política de las llamadas democra- ciudadana. En el caso de Chile, Lechner des-
cias representativas. taca la desafección ciudadana como resulta-
El problema, en nuestro caso particular, es do de una privatización económica, donde los
que además los procesos de consolidación de asuntos públicos pasan a ser asuntos particu-
la democracia son aún muy limitados y antes lares que se alejan de la construcción de com-
que volverse regímenes representativos se promisos colectivos. En el caso de Bolivia, la
estarían constituyendo en democracias cen- ausencia o la debilidad de espacios institu-
sitarias. Así, buena parte de América Latina cionales interactivos conduce a la política en
viviría una suerte de doble transición. En el las calles, es decir, al conflicto directo, pues
corazón de estos problemas estarían la per- no bastan reformas lúcidas si no están acom-
vivencia de una cultura política organicista- pañadas por la construcción de espacios pú-
autoritaria y, sobre todo, la debilidad de las blicos de negociación, o, como decíamos, de
instituciones y la capacidad política limitada actores con capacidad autónoma para llegar a
del sistema de actores. acuerdos institucionalizados.
544 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

En segundo lugar, resulta fundamental en entre los procesos nacionales y la dinámica de


términos de ciudadanía retrabajar la cuestión la globalización gracias a los problemas eco-
de la exclusión social y la pobreza. En una re- lógicos y la emergencia de aquello que Morin
gión donde los procesos de diferenciación so- (1993) llama eco-política. Para este autor los
cial y exclusión son complejos y persistentes, la patrones de identificación de una comunidad
pobreza es una condición pre-ciudadana. Pare- nacional, generalmente mirados desde la no-
ce que vivimos una suerte de paradoja perversa ción de madre-patria-república o nación, es-
pues, por una parte, se opera un proceso de de- tarían mutando por la degradación ambiental
mocratización y, por otra, como consecuencia hacia una comunidad global. Así, las formas
de la inflación, de los ajustes y de las reformas tradicionales de apropiación de la naturaleza
estructurales, se produce una gran exclusión estarían agotadas y el deterioro marcaría la
social. Las ideas de exclusión social y pobre- necesidad de un nuevo tipo de ciudadanía de
za necesitan abolir la figura del necesitado al carácter universal transcultural representado
cual hay que darle ayuda para, al contrario, in- por la tríada madre-tierra-patria. El autor apela
vestirlo de derechos y dotarlo de capacidad de entonces a una ciudadanía universal, basada
participación política. Por otra parte, el tema en valores globalmente compartidos gracias a
de la pobreza está estrechamente vinculado al la conciencia y preocupación por el deterioro
de la necesidad de reformular el paradigma del ambiental, como defensa ante la destrucción
progreso. Desde la perspectiva del desarrollo planetaria, donde una especie de sincretismo
sostenible, la pobreza limita las chances de un intercultural estaría precondicionando la cons-
progreso futuro e incluso presente. La relación trucción de dicha ciudadanía.
entre pobreza y daño ambiental, como ya se Quizás, en nuestro caso, tal ciudadanía es-
mencionó, constituye un ejemplo perverso que taría vinculada a una degradación asociada
evidencia los obstáculos a una sociedad global tanto a la imitación de modelos de consumo
más justa y equitativa. de las sociedades avanzadas como a las con-
En tercer lugar, está el tema de la eco-polí- secuencias de la exclusión social. Los actuales
tica. Para empezar es muy importante —como patrones de consumo han favorecido tanto la
se analizará detalladamente más adelante— inequidad social como el daño al ambiente. Se-
reconocer la existencia de una cierta ruptura gún el Informe sobre desarrollo humano 1998
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 545

del PNUD, “a escala mundial, el 20% de los ha- chances de una ciudadanía internacionalizada
bitantes de los países de mayor ingreso hacen desde nuestros propios contexto y patrimonio
el 86% del total de los gastos en consumo pri- cultural, pues si bien la actual crisis ecológica
vado, y el 20% más pobre, un minúsculo 1,3%”8. afecta a nivel global, se traduce localmente en
Por otra parte, la relación entre expansión del problemas concretos. En este sentido, y desde
consumo y ambiente es negativa pues ésta se el punto de vista de posibles y diversas solu-
ha basado en el daño a los ecosistemas, por ciones, el comunitarismo andino, por ejemplo,
contaminación y acumulación de desechos, y y su experiencia sobre el control de los pisos
en la degradación sobre todo de los recursos ecológicos y los mecanismos de reciprocidad,
naturales renovables que son, a diferencia de puede no sólo confluir con el pensamiento eco-
lo que se pensaba hasta no hace mucho, los que logizado sino también contribuir a la definición
requieren una atención más urgente. de una ciudadanía más universal, pues si bien
La complejidad de estos problemas vuelve el sujeto se constuiría hoy a partir de la com-
pertinente el concepto de pensamiento ecolo- prensión de esto problemas globales que afec-
gizado de Morin, el cual invita a reflexionar, tan a la humanidad, ésta ya no se comprende
partiendo de la necesidad de que el sujeto se desde una noción abstracta sino desde lo con-
piense como parte del medio y no como exter- creto que es la cotidianidad degradada.
no a él (y de ahí que la ecología sea la vía prio- Finalmente, está el tema de lo individual en
ritaria para este pensamiento), acerca de las la cultura ciudadana en América Latina. Cree-
mos que es fundamental repensarlo en un con-
texto institucional que busque revalorizar al
8 PNUD 1998a:2. El Informe seguidamente agrega: individuo como construcción socio-cultural.
“Más concretamente, la quinta parte más rica de la
Este constituye un tema central cuando se
población mundial: consume el 45% de toda la carne y
el pescado, y la quinta parte más pobr, el 5%; consume degrada la representación política de lo so-
el 58% del total de la energía, y la quinta parte más cial, tal como parece estar ocurriendo en el
pobre, menos del 4%; tiene el 74% de todas las líneas presente. En este contexto, el ciudadano pasa
telefónicas, y la quinta parte más pobre, el 1,5%; a ser un súbdito o un cliente de una clase po-
consume el 84% de todo el papel, y la quinta parte
lítica estancada y deja de tener interés en lo
más pobre, el 1,1%; posee el 87% de la flota mundial de
vehículos, y la quinta parte más pobre, menos del 1%”. político, en aquello que es vital para la repre-
546 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

sentación y que Claude Lefort (1992) denomi- dividuales, todos los derechos sociales, pues
nó pertenencia democrática, es decir, estar sólo si hay derechos hay ciudadanos.
involucrado en el juego político del poder. La Entonces conviene relativizar los argumen-
política pasa a ser una actividad atrincherada tos culturalistas respecto de la construcción
en el monopolio de una corporación política individual del ciudadano. Toda construcción
partidaria donde ya no hay diversidad social a identitaria, por muy importante que sea el mo-
ser representada9. vimiento, tendría que ser, además de incluyen-
En tal dinámica, el ciudadano viviría la po- te, abierta en el sentido de abolir la tutela de la
lítica como algo ajeno a él, dejando de partici- diferencia como atributo absoluto de cualquier
par en la cosa pública y sólo interesándose por cultura de comunidad.
consumir o replegarse en una comunidad pe- Aquí también el tema es complicado para los
queña o tribu en medio de una sociedad cada latinoamericanos, pues históricamente nues-
vez más transformada por los efectos de la tec- tros liberalismos han sido muy débiles y las
nología. Castells (1995) coloca precisamente construcciones individuales reales casi inexis-
aquí las tensiones actuales de las sociedades tentes en la mayoría de los casos, y sólo válidas
contemporáneas, tensiones entre el ciudadano para los sectores medios. Además, recordemos
y el nuevo poder tecnológico, entre la red de la dramática historia de lo que Angel Flisflisch
información y el yo. denominó ciudadanías avasalladas. Pareciera
Al respecto, un tema de singular importan- que la construcción social y cultural del indivi-
cia es el de la igualdad de oportunidades. En duo en América Latina es una tarea pendiente
teoría, la igualdad de oportunidades es la con- que abre nuevos surcos para cualquier proyec-
dición básica para el desarrollo del individuo- to emancipatorio.
ciudadano; sólo después se puede ser un ente
privado. Es decir, habrá ciudadanía sólo en la La ciudadanía como construcción de
medida en que las instituciones puedan garan- la igualdad y de la libertad
tizar a todos, como parte de los derechos in-
¿Cómo, pues, vincular la diversidad cultural
que expresan las nuevas sociabilidades en la
9 Al respecto, puede verse también Paulo Flores de
Arcais, 1996. región con la política? O, expresado de otro
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 547

modo, ¿es posible una articulación entre la di- cuestión de la innovación institucional y el de-
versidad cultural emergente y la ciudadanía en sarrollo de una cultura democrática constituyen
los actuales procesos de modernización? herramientas claves. Y aquí pueden ser de espe-
El tema es complejo porque se trata del re- cial utilidad los conceptos de igualdad comple-
conocimiento universal de la ciudadanía, lo ja (Walzer, 1993) y de libertad real (Sen, 1995).
que implica la institucionalización de valores La idea de igualdad compleja supone la
referidos a la igualdad de oportunidades y a igualdad entre los miembros de una comuni-
los derechos de expresión de las diferentes dad política por su participación en todas las
culturas. En este marco, únicamente la asun- esferas de la justicia, lo que requiere no sólo
ción colectiva de valores ciudadanos permitirá que el Estado contribuya en la distribución de
la expansión de identidades individuales y co- los bienes, sino que los ciudadanos y los dis-
lectivas particulares. Esto conlleva a la acepta- tintos actores tengan voz en el reparto de esos
ción del multiculturalismo y del otro diferente, bienes. Es decir, la igualdad compleja no nie-
lo que sólo puede darse en democracia. ga ni las distancias ni las diferencias sociales
La cuestión es que ya no sólo se trataría de en sociedades crecientemente complejas, tan
consolidar una ciudadanía política y ampliar la sólo coloca el énfasis en la democratización
ciudadanía social, sino de constituir una serie del sistema de toma de decisiones.
de nuevos derechos ciudadanos (de género, Por su parte, la noción de libertad real está
ecológicos, de consumo, de información, de vinculada a una idea de desarrollo considerado
migración) derivados de los actuales procesos como un proceso que enriquece la libertad real
de modernización. de los involucrados en la búsqueda de sus pro-
Sin embargo, estos nuevos problemas no pios valores y cuya característica central es la
evolucionarán de manera espontánea. Resulta expansión de la capacidad humana. La capaci-
fundamental una visión normativa renovada dad sería un concepto libertario, pues se refie-
que, a la vez de constituir un objetivo moral y re a la igualación de capacidades para que las
una opción de vida cotidiana en el marco de un personas puedan decidir la clase de vida que
desarrollo sostenible centrado en la igualación aspiran llevar.
de las capacidades humanas, construya una ló- Bobbio (1997), por su parte, establece un
gica integrada de la ciudadanía. En tal visión, la vínculo entre igualdad y libertad —funda-
548 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

mento de la posibilidad de diferenciación en- pre problemáticos e inestables. La igualdad ha


tre los seres humanos— en el que se basaría estado asociada con la lucha por la ciudadanía,
la idea de justicia, la que dejaría de ser un casi siempre avasallada, y las jerarquías son el
patrón abstracto, pues ya no se referiría sólo resultado tanto de adscripciones del pasado
a la igualdad sino a la igualdad de oportu- como de una capacidad de movilidad social
nidades de ejercer la libertad. No se trataría frecuentemente de tipo informal.
de que las personas sean iguales, sino de que Finalmente, desearíamos insistir en la ten-
tengan el mismo derecho a ejercer su liber- sión entre individuo y multiculturalismo. La te-
tad. En este vínculo —que debe asumir una sis es que estos dos elementos de la relación no
forma institucionalizada, la cual sólo sería son potencialmente excluyentes, por lo menos
posible dentro del régimen democrático— en América Latina, y que más bien se pueden
radicaría la chance de construir una ciuda- retroalimentar mutuamente. En primer lugar,
danía que respete a los otros, es decir, una parece necesario fortalecer la capacidad de
ciudadanía pluralista y multicultural. acción autónoma de los actores colectivos e
Existen, empero, obstáculos al desarrollo individuales así como los tejidos intercultura-
de una propuesta como la presente de amplia- les que los contienen. En segundo lugar, esto
ción ciudadana. Entre ellos, la concentración será posible si la comunicación entre diversas
de la toma de decisiones en grupos tecnocráti- comunidades se expande y al hacerlo quizá se
cos, producto de los propios procesos de mo- potencie la capacidad de acción individual.
dernización; los altos índices de exclusión so- Hoy en día en nuestras sociedades modernas
cial y pobreza que se vinculan a un deterioro —cada vez más expuestas al bombardeo de los
del tejido social; la existencia de identidades medios, y que, por lo demás, no son tan xenofo-
cerradas intolerantes con los otros distintos; bas y heterogéneas como otras sociedades del
el propio dinamismo del mercado que, basado mundo— es posible establecer compromisos
en una lógica del consumo y en el deterioro razonables de expansión ciudadana.
ambiental, profundiza las inequidades socia- América Latina es un continente de equili-
les existentes. brio y de términos medios, en el cual el mismo
En América Latina los valores de jerarquía tejido intercultural, si quiere potenciarse hacia
y de igualdad de oportunidades han sido siem- el desarrollo y la democracia, necesita avanzar
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 549

zigzagueando entre la construcción de las iden- 3. Modernización y ecología


tidades culturales y la imprescindible construc-
ción del individuo, asumiendo, por último, que La crisis del ecosistema global
dicha tensión es irresoluble. y el problema de la sostenibilidad
Como se ha sostenido en este capítulo, el
tema de la construcción de un nuevo tipo de La crisis ecológica actual puede considerarse
ciudadanía está estrechamente vinculado a las efecto de la degradación creciente del ambien-
consecuencias diferenciadoras, social y cultu- te como consecuencia del proceso de industria-
ralmente, de los procesos de modernización. lización acelerada, producido a partir de la re-
La creciente diferenciación y fragmentación ha volución industrial, y del crecimiento poblacio-
contribuido también a poner en duda aquélla nal que ésta trajo consigo. Tal crisis evidencia
noción de progreso posible para todos. Hoy se tanto la imposibilidad física de continuar con
requieren nuevos valores universales que fun- el modelo de desarrollo que ha imperado hasta
damenten una idea de desarrollo basado no en el presente como el nacimiento de una nueva
un crecimiento económico espúreo, que des- conciencia y el inicio de acciones en relación
truye los recursos naturales, es inequitativo y a la conservación del equilibrio natural amena-
no puede mantenerse en el futuro, sino en una zado. Estaríamos, entonces, en presencia del
competitividad que asegure el desarrollo no surgimiento de una conciencia globalizada, ya
sólo a las actuales generaciones sino también a que el problema ecológico afecta a todo el pla-
las venideras. Uno de esos valores universales, neta y no puede ser resuelto parcialmente; no
y que cuestiona los efectos instrumentales de se trata de la sumatoria de problemas particu-
los procesos modernizadores, es la conciencia lares, pues el ecosistema global constituye un
ecologizada propuesta por Morin, porque si sistema en el cual al afectarse un elemento se
bien el problema del daño ambiental es global, producen cambios en el conjunto.
sus efectos los viven poblaciones particulariza- En el campo político, los grupos ecologis-
das localmente, en especial los más pobres. Y tas han aparecido durante los años 70 en las
en tal sentido, estos problemas quedan vincula- ciudades más industrializadas y tecnologiza-
dos a los de la extensión y construcción de una das, lo que fundamenta más aún la oposición
nueva ciudadanía. entre naturaleza y procesos de modernización
550 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

e industrialización, entre naturaleza e idea de los gobiernos, además de rescatarse el papel


progreso, tal como fuera planteada. Ha sido en que deben cumplir los distintos sectores de la
estos ámbitos más modernizados y con un ma- población a través del fortalecimiento de su
yor nivel de desarrollo —medido en términos participación y se vincula la crisis del ecosiste-
de progreso económico-social— donde más ma global a las inequidades de un mundo en el
se ha sentido la necesidad de revisar ese pro- que coexisten altos niveles de pobreza con pa-
greso basado en la destrucción del ecosistema trones elevados de consumo que basado en la
global10. Más recientemente, en los países en depradación del ambiente para reproducirse.
desarrollo también se ha venido produciendo De acuerdo con Castells (1997:147), los mo-
un debate en torno al tema y a cómo revertir el vimientos ecologistas surgen coincidentemen-
vínculo perverso entre pobreza y degradación te con la generación de una nueva estructura
ambiental, sobre el que volveremos enseguida. social, caracterizada por “la ciencia y la tec-
Ejemplos de esta preocupación en los países nología como medios y objetivos básicos de
en desarrollo son la Conferencia de Río de 1992 la economía y la sociedad; la transformación
y la Agenda 21, donde se plantean los proble- del espacio y del tiempo; y la dominación de
mas ambientales centrales y se ofrecen alter- la identidad cultural por los flujos globales y
nativas de solución y sugerencias de gestión a abstractos de riqueza, poder e información,
que construyen la virtualidad real mediante las
redes de medios de comunicación”. En tal sen-
10 “Todo retorno a la naturaleza había sido percibi- tido, de estos movimientos, los más exitosos
do en la historia occidental moderna como irracional, han sido los que pudieron establecer un víncu-
utópico, en contradicción con las evoluciones ‘progre- lo fructífero con los medios y los que vincula-
sivas’. De hecho, la aspiración a la naturaleza no remite
ron los problemas locales ambientales con la
solamente al mito de un pasado natural perdido; remi-
te también a los seres que se sienten oprimidos en un ampliación de la participación ciudadana en el
mundo artificial y abstracto. La reivindicación de la na- mismo nivel micro.
turaleza es una de las reivindicaciones más personales Para el sociólogo francés Edgar Morin, la
y más profundas que nace y se desarrolla en los medios concientización ecológica tendría tres carac-
urbanos más industrializados, tecnologizados, buro-
terísticas: a) reintegrar el ambiente a una con-
cratizados, cronometrados”. (Edgar Morin, 1990:180.
Traducción de los autores.) ciencia social y humana, b) orientar la visión de
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 551

la naturaleza como ecosistema, y c) conformar Se trata de una perspectiva basada en valores


una conciencia planetaria. Esto sería posible globalizados y compartidos, pues ¿quién racional
por las propias características del ecosistema: y concientemente puede oponerse a la valoración
se trata de un sistema global basado en la in- del ecosistema global12? Por tanto, son movimien-
terrelación, conflictiva pero también solidaria tos que intrínsecamente tendrían una carga anti-
e interdependiente, entre los seres vivos. Se sistémica. En América Latina estos movimientos
trataría de la configuración de una nueva iden- son débiles; en el caso de Bolivia, por ejemplo,
tidad basada en la dimensión biológica, cuyo no se termina de construir un movimiento ecolo-
principal elemento de integración es la natura- gista; sin embargo, existen demandas y reivindi-
leza, lo que no implica el rechazo de identidades
culturales específicas, y allí es donde radicaría
huellas de nuestras intervenciones tecnológicas, ese
también el éxito de estos movimientos: en su mundo aparentemente humanizado, planificado en to-
capacidad de vincular lo particular con lo uni- dos sus detalles por nuestros denodados esfuerzos, co-
versal desde una perspectiva no instrumental, mienza a aparecérsenos de nuevo como una pesadilla”.
opuesta, en este sentido, a los puros procesos (Leszek Kolakowski, 1975:78.)
de la modernización. Este punto de vista cues- 12 Castells (1997:152), cita a Petra Kelly (dirigente del
tiona el acercamiento que los seres humanos Partido Verde alemán): “‘Hemos de aprender a pensar y
han tenido hacia la naturaleza, fundado en una actuar desde nuestros corazones, a reconocer la inter-
conexión de todas las criaturas vivientes y a respetar el
apropiación tecnológica que ha posibilitado valor de cada hilo de la vasta trama de la vida. Es una
dominarla al costo de destruirla. Se cuestiona, perspectiva espiritual y la base de toda la política verde
entonces, desde estos movimientos el sentido [...] la política verde requiere de nosotros que seamos
de este tipo de apropiación violenta11. tiernos y subversivos a la vez’. [Y Castells agrega] La
ternura de la subversión, la subversión de la ternura:
estamos muy lejos de la perspectiva instrumentalista
que ha dominado la era industrial [...]. Y estamos en
11 “Esta violencia tecnológica [propia del dominio del contradicción directa con la disolución del significado
hombre sobre la naturaleza] termina con una derrota: y en los flujos del poder sin rostro que constituyen la so-
no porque sea imposible el dominio total sobre la natu- ciedad red. La cultura verde, según se propone en un
raleza, sino porque en cada nivel del éxito tecnológico movimiento ecologista multifacético, es el antídoto de
las cosas constituyen nuestro botín, no el fruto de un la cultura de la virtualidad real que caracteriza los pro-
encuentro amistoso. [...] El mundo, tan repleto de las cesos dominantes de nuestras sociedades”.
552 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

caciones puntuales que probablemente tiendan a ciales como los del agua y los de la depradación
crecer, así como reacciones o reclamos puntua- de los suelos, todavía no han sido enfrentados
les frente a desastres ambientales. en su real medida.
El Estado, por otra parte, enfrenta el tema o Retomando el problema ambiental en su di-
a partir de acuerdos internacionales suscritos mensión global, se reconoce que las políticas
o como respuesta a esos reclamos específicos. orientadas a resolver o paliar las consecuen-
Se han logrado, empero, algunos avances. En cias de los daños al ambiente también deben
1992 se promulgó la Ley del Medio Ambiente y ser globales. Sin embargo, como bien apunta
seis decretos reglamentarios en 1995, que esti- Roberto Guimaraes (1991), las responsabilida-
pulan, entre otros, que para la implementación des no son globales y equitativas para todos.
de todo proyecto o actividad debe realizar- Los países desarrollados deberían asumir una
se una evaluación del impacto ambiental, así mayor responsabilidad pues ellos han dañado
como da un plazo de cinco años a las empresas más fuertemente el ecosistema global, siendo
ya establecidas para que renueven su capaci- ahora quienes desean distribuir “equitativa-
dad técnica de acuerdo a los nuevos reglamen- mente” los costos de ese desarrollo del cual
tos que protegen el ambiente, los cuales adop- disfrutan. Un ejemplo que ilustra bien las bre-
tan estándares internacionales. Sin embargo, chas ambientales entre países industrializados
la aplicación de la nueva reglamentación se y países en vías de desarrollo: los primeros,
ve limitada tanto por la carencia de recursos con el 20% de la población mundial se apropian
humanos calificados para las tareas de control del 80% de los recursos naturales y son respon-
como por los costos que implica adecuar la es- sables del 75% del total de emisiones contami-
tructura productiva según la nueva normativa. nantes; mientras que los segundos, con el 80%
Asimismo, existen factores que contribuyen a de la población mundial, se apropian del 20%
incrementar el daño ambiental y en los que el de los recursos y son responsables del 20% de
Estado y los gobiernos locales deben cumplir la contaminación13. En este mismo contexto, si
un rol central, como la construcción de infraes- bien América Latina participa de manera mar-
tructura en saneamiento básico y agua potable,
y esto en el marco de los escasos recursos con
los que se cuenta. En todo caso, problemas cru- 13 Véase Roberto Guimaraes, 1996:61.
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 553

ginal en el deterioro ambiental, vive los efectos asimetría de las relaciones entre los países del
del mismo de manera contundente14. Norte y los del Sur.
Así, “los temas que dominan la agenda inter- Un dato al respecto: los países desarrolla-
nacional sobre medio ambiente —lluvia ácida, dos, con aproximadamente un 5% de la pobla-
efecto invernadero, agujero de ozono— son ción mundial, consumen un 35% de los recursos
todos responsabilidad de los países del Norte. existentes y producen un 75% de la contamina-
En suma, para soportar el impacto negativo ción global16. Este ejemplo vale para observar la
de estos problemas —mientras estos países se profunda asimetría al momento de repartir res-
benefician de los procesos de desarrollo que ponsabilidades y de acusar a la explosión de-
han producido— los países del Sur son llama- mográfica de los países subdesarrollados como
dos a compartir la responsabilidad, así como una de las principales causas del aumento del
los costos, de las medidas necesarias para daño a los ecosistemas. Reforzando esta idea,
aliviar esa situación”15. Esto se enmarca en la mientras que los países desarrollados pueden,
por su propio nivel de desarrollo, a costa del
deterioro del ambiente, paliar o aliviar proble-
14 “Sólo para dar un ejemplo, sobre la capa de ozono, mas ambientales, los países subdesarrollados
se estima que el 15% de ella ha sido destruida por la
producción principalmente de gases de carbono, pero están terminando con sus recursos naturales
también de otros compuestos químicos. Si bien es cier- por una cuestión de supervivencia, perjudicán-
to que es un problema global la destrucción de este dose enormemente en el largo plazo17.
15%, las investigaciones más recientes muestran que el
70% de esa destrucción está en el cono sur de América
Latina, en ese caso específico, no contribuye ni siquiera 16 Ibidem., 55.
con el 3% de la producción de gases de carbono. Por lo 17 Otro dato que refuerza la desigualdad y muestra
tanto, el 97% del problema de destrucción de la capa de crudamente el daño al ecosistema global es el propor-
ozono no tiene nada que ver con nosotros. Sin embar- cionado por Paul Kennedy (1993) acerca de la defo-
go, tenemos el 70% del hoyo que está sobre Argentina, restación: en 1980 se estimaba que la deforestación en
Chile, Paraguay y el sur del Brasil con las consecuen- los trópicos alcanzaba anualmente los 11.4 millones de
cias que se derivan para la pecuaria y para la salud hu- hectáreas, de las cuales el 60% correspondía a América
mana”. (Ibidem., 62.) Latina; para el año 2000 se prevee que las tres cuartas
15 Roberto Guimaraes, 1991:53. (Traducción de los partes de sus bosques tropicales habrán sido destrui-
autores.) dos y que el 50% de sus especies habrán desaparecido.
554 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Sin embargo, no sólo los patrones producti- climáticos y acidez del ecosistema, que en un
vos y de desarrollo ligados al uso indiscrimina- futuro próximo llevarán, entre otros, a la “re-
do de los recursos naturales son los responsa- ducción del rendimiento de las cosechas, al
bles de esta crisis global del ecosistema. Tam- aumento de las enfermedades contagiosas, al
bién lo son los actuales patrones de consumo, cambio de los monzones y a más inundacio-
como lo sostiene el Informe sobre desarrollo nes, constantemente arrebatando tierra a la
humano 1998 de Naciones Unidas, que inci- gente”18. Sin embargo, según datos de 1995,
den en el deterioro ambiental y en la creciente sólo la quinta parte de la población mundial se
desigualdad social. Dichos comportamientos beneficia de este patrón, mientras que los cos-
consumistas están en tensión con el ambiente tos ambientales están más distribuidos, siendo
porque lo degradan con la emisión de conta- los pobres los que cargan con el mayor peso
minantes, agotan los recursos no renovables de las consecuencias y los que menos (o ningu-
(minerales y metales), deterioran los recursos nos) recursos tienen para hacerles frente.
renovables (agua, suelos, ríos, biodiversidad) Todos los problemas ambientales (defores-
por el mal uso que se hace de ellos, producen tación, degradación de suelos y desertificación,
niveles de contaminación y desechos muy por contaminación del agua y del aire, generación
encima de la capacidad de absorberlos y au- de desechos, etc.) afectan a los más pobres en
mentan las distancias entre la población pobre mayor medida, aunque el daño sea global. Por
y la población con más oportunidades y recur- ejemplo, si bien el mayor porcentaje de las emi-
sos económicos. siones de dióxido de carbono (60%) se genera
En este último aspecto, como ya se sostuvo, en los países industrializados, son los países en
los pobres son los que soportan el precio más desarrollo los que tienen mayor riesgo de cam-
alto del patrón consumista-productivo de los bio climático19.
países industrializados. Por ejemplo, los efec-
tos producidos por la contaminación y los de-
18 Cf. PNUD, 1998a:56.
sechos que genera dicho patrón son cambios
19 “Se espera que los países en desarrollo, en particular
los habitantes más pobres, sean los más afectados por
De cada 10 árboles talados en los trópicos sólo se plan- la reducción de las cosechas, la mayor escasez de agua
ta 1; en Africa la relación es aún peor: 29 por 1. y el aumento del nivel de los mares que acompañarán
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 555

La relación entre pobreza y daño ambien- calcula que 500 millones de ellos viven en zo-
tal constituye uno de los puntos centrales de nas ecológicamente marginales) constituyen la
las preocupaciones sobre la crisis del ecosis- población más pobre de Asia, Africa, América
tema, pues se trata de un círculo vicioso que Latina y los Estados árabes.
genera más pobreza y deterioro ambiental. Es urgente, entonces, modificar el actual
Esto se debe a que el uso indiscriminado de patrón de crecimiento basado en la degrada-
los recursos naturales, sobre los cuales la po- ción ambiental en función de lograr otro que
blación empobrecida ejerce presión por cues- asegure la sustentabilidad de los recursos na-
tiones de supervivencia, hace que disminuyan turales. Un elemento clave para romper este
dichos recursos para las próximas generacio- círculo perverso entre pobreza y degradación
nes, lo que hará aumentar la pobreza. Obvia- es la educación ciudadana, que debe orientarse
mente, no han sido los pobres los principales tanto a capacitar a los recursos humanos para
responsables del actual deterioro del ecosis- aumentar la competitividad a través del uso de
tema global, como ya ha sido fundamentado, tecnología que disminuya niveles de contami-
pero ellos son los que tienen menos opciones nación como a elevar la conciencia y cultura
en cuanto a hacer un uso más racional de los ambientalistas. Y en este tema el rol del Estado
recursos naturales. es central. Por otra parte, es preciso generar
En tal sentido, el PNUD (1998a:56) señala al compromisos y pactos y volver más rígidos los
uso indiscriminado de los recursos renovables controles y las normas —o hacer efectivos los
como uno de los responsables más importan- existentes-, implementar políticas públicas ten-
tes de la pobreza, reduciendo las posibilidades dientes a modificar el actual patrón productivo,
de subsistencia a millones de personas, en par- generar nuevas pautas de consumo, introducir
ticular a los campesinos que dependen directa- tecnologías más limpias y ser más eficientes en
mente de la naturaleza. Estos campesinos (se el uso de los recursos naturales.
En Bolivia, uno de los graves problemas
es la dependencia de la economía de los re-
el recalentamiento mundial de la atmósfera”. (PNUD, cursos naturales. Como muestra: “En total,
1998a:79) La reducción de las cosechas hará aumentar
los recursos naturales (renovables y no re-
el precio de los alimentos provocando más hambre en
el mundo y agrandando los niveles de desigualdad. novables) constituyen más del 70% de la ge-
556 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

neración de divisas para el país”20. Esto pone sostenibilidad ambiental del desarrollo des-
barreras al cambio del modelo de desarrollo de Latinoamérica y desde la sociedad civil,
económico porque en el corto plazo, y desde parece constituir un reto importante y sobre
una visión “individualista”, no se observan las todo urgente.
consecuencias negativas para el propio creci- ¿Cómo favorecer efectivamente la conser-
miento económico. vación de los recursos naturales y la preserva-
Tomar conciencia de la actual crisis ecoló- ción de la calidad ambiental, cuando se sabe
gica implica entonces cuestionar un tipo de que parte de su degradación es producto de la
desarrollo inequitativo, orientado a satisfacer miseria en que vive gran parte de la población
estilos de vida consumistas y no sostenible, y de nuestros países? Por otra parte, la falta de
del que se beneficia sólo una parte de la pobla- legislación en algunos casos y en otros la poca
ción mundial frente a un gran número de países dureza en la aplicación de normas ambientales
y regiones, y sobre todo a millones de personas por parte de los gobiernos, dificultan la puesta
que se ven forzadas a deteriorar sus ecosiste- en marcha de acciones efectivas para la soste-
mas para sobrevivir. Incluso más, lo que este nibilidad del desarrollo.
“desarrollo” cuestiona es un tipo de vida coti- Por tanto habría un factor de tipo econó-
diana que lleva a un sin sentido en cuanto a las mico difícil de controlar y otro de tipo más
metas de progreso que las sociedades se han político, aunque ligado por supuesto a inte-
puesto, porque excluye a la mayoría de la po- reses económicos, que favorecen una débil
blación y porque cercena las posibilidades de aplicación de las normas ambientales. ¿Cuál
desarrollo futuro. es el punto de equilibrio entre favorecer un
crecimiento económico con costos ambienta-
Algunos interrogantes les y una sostenibilidad del desarrollo? ¿Cómo
aumentar la conciencia de la población y de
Después de repasar los problemas que afec- quienes toman decisiones (policy makers) en
tan nuestro ambiente, pensar el tema de la torno a la necesidad de usar de manera sos-
tenible los recursos ambientales? ¿A través
de qué mecanismos —educativos, comunica-
20 Cf. PNUD, 1998b:141. cionales, de gestión pública y participación
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 557

ciudadana, por ejemplo— incrementar esa 4. Lo posible, lo deseable y la


conciencia para que la propia sociedad civil sostenibilidad de la política
ejerza una presión importante, obligando a los en la democracia
gobiernos a tomar medidas en relación con las
industrias que contaminan o con las empresas El progreso social se relacionaba tanto con
que depredan los bosques? Incluso más, pues un conjunto de elaboraciones socio-políticas
no se trata únicamente de lograr una mayor como con una serie de procesos societales re-
“conciencia ecológica”, sino de cómo llevar feridos a la organización de la sociedad, a sus
adelante una gestión ambiental efectiva y par- vínculos con la naturaleza y la economía y a la
ticipativa, impulsada por acciones e ideas que, institucionalización de la política. Aquélla no-
tanto desde los ámbitos público como priva- ción de progreso lineal y las prácticas sociales
do, se orienten al logro de una sostenibilidad vinculadas a ella se han agotado. Ya no hay,
de largo plazo. Esto se relaciona incluso con pues, en el campo de lo socio-político, ideas ab-
la extensión de una ciudadanía activa que solutas y procesos sociales que desemboquen
contemple la participación institucionaliza- en el progreso social de sociedades modernas
da para lograr amplios consensos en torno e industrializadas.
al desarrollo sostenible. Asimismo, ¿cómo El espejismo de Próspero, contrastado con
impulsar alianzas con grupos, instituciones y la realidad histórica muestra, especialmente
movimientos de los países desarrollados para por razones ambientales y sociales, que los
enfrentar estos problemas? ¿Cómo plantear países en desarrollo no vivirán el progreso del
acciones conjuntas en los marcos de los pac- que disfrutan los actuales países desarrolla-
tos de integración en curso? dos, los que tampoco podrán reproducir sus
Las preguntas quedan planteadas. Sin em- estilos de vida consumistas sin que peligren
bargo, las respuestas parecen no poder espe- ellos mismos.
rar demasiado y son el Estado y los distintos La modernización ha acelerado el cambio
actores de la sociedad civil, a partir del ejer- histórico a una velocidad increíble, producien-
cicio de una ciudadanía activa, los que deben do potencialidades y límites inauditos. Así, la
generar acciones. reestructuración de la economía mundial, la
internacionalización de la política, la globali-
558 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

zación y expansión culturales y la posibilidad cluso como mecanismo que permita una reno-
de gestión sostenible de los recursos naturales, vación en el plano de la política, pues se trata
plantean una serie de potencialidades múlti- de una preocupación compartida que debería
ples de desarrollo y de democratización. generar consensos y que incluye cuestiones
Sin embargo, estos procesos han generado claves como la equidad y la propia discusión
una gran concentración de poder a escala glo- sobre el desarrollo que una sociedad se plan-
bal que impone fuertes límites al régimen de- tea.
mocrático, junto con el crecimiento acelerado La representación política y el ejercicio de
de las desigualdades sociales y la degradación una ciudadanía ampliada son centrales enton-
del ambiente. Da la impresión de que las distin- ces. La política en democracia implica relacio-
tas acciones políticas, tanto a nivel estatal, in- nes y comunicaciones entre actores y entre
ternacional o de la sociedad civil resultan insu- intereses distintos. Desde esta perspectiva, lo
ficientes para paliar tal dinamismo. Al momen- real es lo construido a través de un sistema de
to es muy difícil reconocer un sujeto histórico alteridades entre los diferentes actores; y don-
con capacidad de transformación política que de hay alteridad existe decisión de reciproci-
incida en la dirección de los acontecimientos dad entre los actores parte de ese intercambio
narrados a lo largo del texto. político. Realismo democrático es entonces si-
Tan sólo pueden encontrarse algunos inte- nónimo de encuentro.
resantes indicios que señalan que es posible En este sentido, la puesta en práctica de
articular políticamente gobernabilidad progre- este tipo de ejercicio político, que considera
siva y competitividad sistémica con expansión al orden político como un orden comunicati-
ciudadana y sostenibilidad ambiental. En el vo global, implica reconocer la posibilidad de
núcleo de este nuevo y potencial dinamismo construcción de un principio político articu-
se encuentra la cuestión de la cultura política lador entre los distintos actores. Un principio
democrática como un ámbito básico de comu- articulador posible es el de una cultura política
nicación entre la pluralidad de actores socio- democrática, la cual, en última instancia, no
culturales existentes en la región y como vía puede sino referirse a las experiencias coti-
de integración de esos mismos actores. El tema dianas que tiene la gente y a las cargas motiva-
ecológico aparece aquí como fundamental, in- cionales que existen en determinado momento
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 559

histórico. En este marco, la noción de realismo realidad social, eliminando la supuesta teoría
político ya no hace referencia a esa lógica de de la objetividad o del realismo político, siendo
lo necesario, sino a aquello que retoma lo me- este sentido el que marca la acción o la utopía
jor de la política, es decir, a la idea de la po- política. Esta sería una construcción comuni-
lítica como el arte de lo posible. La pregunta cativa producto de una pluralidad ética. El pro-
es: ¿cómo determinamos qué es lo que se pue- blema radica en lo que sucede cuando no hay
de hacer en política? Se trataría, creemos, de sujetos, o cuando éstos son muy débiles, pues
buscar un orden prescriptivo a seguir, como, esta óptica supone de todas maneras el recono-
en este texto planteamos, el de una goberna- cimiento del otro distinto de uno participando
bilidad progresiva que expanda la ciudadanía en pie de igualdad en esa comunicación políti-
activa conviviendo en tensión con los procesos ca. Consiguientemente, resulta fundamental la
de modernización. reconstitución de sujetos autónomos con capa-
Las prescripciones políticas descubren los lí- cidad de llegar a acuerdos institucionales.
mites de las utopías, los cuales, paradójicamen- De este modo, la comunicación en política
te, permiten visualizar lo posible. Pero, aunque no significa solamente la interacción de unos
la realización de las utopías no es posible, su con otros, la capacidad de interactuar de ma-
propia crítica, en el marco de una política co- nera positivista en el sentido parsoniano, en
municativa como construcción cultural y como el que cada uno modifica la acción por las ex-
nuevo mapa cognitivo —según sostiene Lech- pectativas del otro, produciéndose un campo
ner (1984)—, es lo que da sentido a la acción de socialización funcional de orden. De lo que
política. Ya no se trata, entonces, de cualquier se trata, por el contrario, es de comprender la
utopía, sino de una utopía crítica que sería el identidad y la libertad de los otros para enten-
sustrato básico de una noción de gobernabili- der la propia identidad, lo cual genera una gran
dad progresiva, en la que no sólo es posible y cuota de incertidumbre. Por lo tanto, esta idea
necesario el cálculo político para la práctica po- de la relación política no apela a la mera rela-
lítica, sino además la aceptación del otro para la ción costo-beneficio; la política no es solamen-
propia construcción de la política. te el “mercado de la política”, sino un sistema
Así, lo real en política implica la búsqueda de de pasiones, valores, creencias e intereses que
interpretación de sentidos de los disímiles en la se hacen con otros.
560 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Ahora, la construcción de lo otro, que es que permita resolver las comunicaciones entre
también la propia construcción, es una cues- los actores. Quizás una forma de construir la
tión política y es un tema fundamental para la relación con el otro sea a través de una apela-
gobernabilidad. Por lo tanto, una política “co- ción a la memoria. En países como los latinoa-
municativa democrática” implica ser eficaces mericanos no es posible construir un campo
y eficientes en la gestión del cálculo político. comunicativo de interacción entre sujetos si
Precisamente por eso la óptica de gobernabi- no se recurre a la memoria. Entonces el tiem-
lidad progresiva en definitiva aspira al autogo- po político es también un tiempo que tiene que
bierno de la sociedad. Lo fundamental en cuan- ver con la historia y eso es, como se dice en
to a la política es cómo se hace la selección de quechua, un chenk’o o un complejo cultural
“lo mejor posible” y, en tal sentido, la goberna- muy denso.
bilidad progresiva aparece como el conjunto Complejizando aún más el tema, el proble-
de mecanismos institucionales que permitirían ma no radica únicamente en que se debe rendir
una selección de este tipo. cuentas con la propia historia, sino, además,
Cuando se quiere construir la sociedad con en que hoy la construcción del tiempo polí-
una pluralidad de actores culturales y de suje- tico debe hacerse en un contexto altamente
tos políticos distintos, el logro de lo mejor posi- internacionalizado, caracterizado fundamen-
ble es difícil. El tiempo histórico para los acto- talmente por una hiper-aceleración del tiempo
res y la noción de tiempo en la política son muy histórico que erosiona la continuidad social y
complejos, sobre todo cuando existen pisos in- constituye una de las principales causas de la
terculturales tan distintos como los de Latino- crisis de la gobernabilidad en el sentido políti-
américa. El tiempo para un industrial cruceño, co ya señalado.
limeño o porteño es distinto del tiempo para Finalmente, el tiempo ecológico, que actúa
una campesina del norte argentino, del norte en el plano global como una unidad interactiva,
chileno o del nordeste brasileño; una goberna- es un tiempo lento que se hace cada día, cada
bilidad progresiva tiene que conciliar estos dis- minuto, y que de pronto se transforma en ca-
tintos tiempos políticos. tástrofe cuando el deterioro es ya irreparable.
Pareciera no existir una respuesta sobre La política también debe contemplar un tiem-
cómo construir el orden en un tiempo político po ecológico, que quizás, a diferencia de otros
Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 561

tiempos narrados, es a la vez un tiempo global aguda, constituyendo uno de los obstáculos
y un tiempo de futuro. La política ecológica —que es lo que interesa acá— a la posibilidad
sólo será viable si es normativa; en ella no se de construir una cultura democrática que per-
puede evaporar la visión de futuro. mita a las sociedades repensar sus proyectos
Todo esto replantea el tema fundamental de y su futuro. En este marco, el tema ecológico,
la política en las sociedades contemporáneas, por su alcance global y sus manifestaciones
donde existe una lógica cada vez más compleja locales, podría constituir un aporte para la re-
y diversificada en la sociedad con tiempos muy novación de la política y del propio proyecto
complejos, mientras que las formas políticas de la modernidad.
que acompañan esa complejidad, para poder
hacerlo, tienden a instrumentalizarse. No es
posible acompañar la mutación trans-societal, Bibliografía
cada vez más internacionalizada, con formas
políticas nacionales como las prexistentes a Beiner, Ronald (ed.) 1995 Theorizing
estos procesos globalizados; por eso los siste- citizenship (New York: State University of
mas de representación en todo el mundo están New York Press).
en crisis y por lo mismo la apatía política es un Bobbio, Norberto 1997 Autobiografía
resultado de los tiempos modernos. (Madrid: Taurus).
Sin embargo, esto no niega que la pregun- Calderón, Fernando y Dos Santos, Mario (eds.)
ta central respecto de la política siga siendo 1991 Hacia un nuevo orden estatal en
¿cómo reducir la complejidad a un presente América Latina. Veinte tesis sociopolíticas
real y cómo emprender esta tarea desde la y un corolario (Santiago de Chile: Fondo de
propia memoria histórica? La inconsistencia, Cultura Económica/CLACSO).
entonces, entre un tiempo de transformación Calderón, Fernando y Szmukler, Alicia 1995
societal y la persistencia de formas políticas “El progreso como una forma de vida: ¿se
que no acompañan tal complejidad marca los puede medir el progreso? Apuntes sobre el
límites de la política y también la deficiencia desarrollo humano sostenible”. Conferencia
estructural de la gobernabilidad en las so- presentada en el seminario internacional
ciedades contemporáneas de la manera más “Modernización social en la apertura”,
562 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

organizado por COMFAMA, Medellín, Darendorf, Ralph 1992 Moralitá, instituzione


Colombia, 30/31 de octubre. e societá civile (Turín: Bollati Borlinghieri).
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Ciudadanía activa y desarrollo sostenible 563

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564 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

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desigualdad (Madrid: Alianza). y Wieviorka, Michel (eds.) 1995, ob. cit.
Cultura de igualdad, deliberación
y desarrollo humano*

Introducción y reformas estructurales y el aumento de la


desigualdad a escala global.
La tesis central que organiza este texto sos- 2. Se caracteriza la situación actual de des-
tiene que una cultura política de desigualdad igualdad y pobreza en la región.
incidió, y continúa haciéndolo, de manera ne- 3. Esa situación de desigualdad se asocia con una
gativa en la consolidación de la democracia y percepción de la igualdad y la pobreza, es de-
de sus instituciones, así como también en los cir, impacta en la percepción que las personas
procesos de desarrollo humano de nuestras y las sociedades viven el asunto de la igualdad.
sociedades. Asimismo, tal percepción es resultado de una
Se trabajarán aquí cuatro fenómenos que combinación de procesos históricos, donde se
contribuyen a mantener la relación mencio- rescatan de manera hipotética tres grandes pa-
nada: trones subjetivos de desigualdad:
a. La visión de la desigualdad ligada al ori-
1. La desigualdad se profundizó en América
gen, de impronta colonial.
Latina como efecto negativo de la globali-
zación económica y la diferenciación social. b. La visión de la desigualdad ligada al punto
La hipótesis que se plantea en este ámbito es de vista patrimonialista y clientelar aso-
que existe una asociación entre los cambios ciada a los diversos populismos vividos
en la región durante el siglo XX.
* Este trabajo fue presentado originalmente en la 14º
c. La visión de la desigualdad ligada a una
Conferencia de la Academia de Latinidad en Río de Ja- suerte de “fundamentalismo de mercado”,
neiro en el año 2006. a partir de los años noventa.
566 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

4. Dada la heterogeneidad estructural, social que la globalización supone nuevas oportuni-


y cultural, y las disposiciones de los nue- dades de relación entre países y/o regiones
vos actores sociales, parece posible plan- a partir de sus capacidades, el acceso a los
tear cultura política igualitaria de recono- beneficios que puede brindar es desigual y las
cimiento del otro, que es preciso rescatar, posibilidades de integración de los países en
analizar y trabajar, vinculada al concepto
de deliberación.
cómo funciona la globalización. Por otra parte, ella
implica una nueva percepción del tiempo y el espa-
Se plantean finalmente algunas ideas que cie- cio, en la que las fronteras nacionales se vuelven
rran el trabajo. borrosas, produce cambios en la vida cotidiana de
la gente y tiende a generar un sentimiento de ines-
tabilidad e incertidumbre económica y social que
debilita el tejido social y el sentimiento de solidari-
1. Globalización, diferenciación dad. Los acontecimientos políticos y/o económicos
social y desigualdad se conocen cada vez más rápido y las consecuencias
de las decisiones, sobre todo financieras, tienen un
impacto global. La difusión veloz de la información
La globalización tecno-económica, cultural y el alcance de las comunicaciones alteran la coti-
y política imprime nuevas características a dianidad de las personas y los patrones de vida y de
los procesos de diferenciación social.1 Aun- cohesión social. Todo ello tiene consecuencias im-
portantes en el plano de la política y los Estados na-
cionales, y también aparecen oportunidades de de-
sarrollo de capacidades a escala global. Hoy, como
1 La globalización es un proceso básicamente eco- nunca, existen condiciones para que el pluralismo
nómico que tiene consecuencias socioculturales y cultural, sobre todo de base nacional, se articule
políticas y que fue impulsado por el desarrollo de con un nuevo cosmopolitanismo virtual y real, lo
las tecnologías de información, telecomunicaciones que empieza a crear nuevas lealtades y condiciones
y transporte, que permiten una interconexión mun- de reproducción cultural. Una nueva estructura so-
dial gracias a una red de flujos de información que cial con rasgos globales de una sociedad red estaría
actúan en tiempo real sobre el conjunto de la vida. emergiendo. La trilogía de Castells (1997 y 1998a y
El funcionamiento de los mercados financieros que b). La era de la información constituye un referente
operan las 24 horas del día simultáneamente en obligatorio para comprender los cambios en la so-
todas partes del mundo es un buen ejemplo sobre ciedad y economía contemporáneas.
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 567

desarrollo en dichos procesos son escasas. Al interior de los países, estos procesos
En general se produjo una mayor distancia provocaron un incremento de las distancias
entre países centrales y periféricos y aumen- entre clases sociales, regiones ricas y pobres,
tó la concentración económica. Para “grafi- culturas y géneros, así como también entre
car” esta situación, en un estudio del PNUD diversas actividades y nichos productivos.
(1999: 38) se sostiene que “Las desigualdades Este es un fenómeno visible tanto en países
mundiales han aumentado constantemente en desarrollo como desarrollados. En el Cua-
durante casi dos siglos. Un análisis de las dro 1 puede observarse, como ejemplo, la ini-
tendencias de largo plazo de la distribución quidad en la distribución del ingreso dentro
del ingreso mundial (entre países) indica que de algunos países.
la distancia entre el país más rico y el más
pobre era de alrededor de 3 a 1 en 1820, de
11 a 1 en 1913, de 35 a 1 en 1950, de 44 a 1 en
1973 y de 72 a 1 en 1992. Es más sorprenden-
te todavía que los británicos tuvieran en 1820
un ingreso alrededor de 6 veces superior al
ria. Para él, la secularización, caracterizada por el
de los etíopes en 1992. Esas tendencias, sin predominio de la elección racional, la aceleración
embargo, ocultan el hecho de que muchos del cambio institucional y la diferenciación de roles
países han alcanzado a los más adelantados. e instituciones, erosiona cada día con más fuerza
Japón, por ejemplo, tenía apenas el 20% del los principales valores de la modernización occi-
dental. La integración social se reduce y se pone en
ingreso de los Estados Unidos en 1950, pero duda el sentido individual y colectivo de la vida so-
el 90% en 1992”. Todo ello conduce a sostener cial. La dinámica de los procesos de modernización
que se está frente a un tipo de modernización reduce el acceso de las personas y las colectivida-
con rasgos excluyentes que repercute nega- des al sistema político de toma de decisiones de las
sociedades, quedando las decisiones en manos de
tivamente sobre el desarrollo democrático.2 “especialistas”, lo que finalmente produce un dete-
rioro de la propia democracia. Así, Germani alerta
sobre los peligros de una modernización que alienta
2 Los procesos de modernización tendrían, como un nuevo tipo de autoritarismo, véase también Cal-
sugirió Germani (1985), una fuerte carga autorita- derón (1993).
568 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Cuadro 1. Desigualdad de ingresos o consumo

País Clasifi- Año de la Porcentaje de ingreso o consumo del Coeficiente de Gini


cación encuesta 10% más 20% más 20% 10% Gini/Año Gini/Año
IDH pobre pobre más rico más
2003 rico
Países Bajos 5 1994 2.8 7.3 40.1 25.1 ... 32.6 (1994)
Estados Unidos 7 1997 1.8 5.2 46.4 30.5 ... 40.8 (1997)
Japón 9 1993 4.8 10.6 35.7 21.7 ... 24.9 (1993)
Rep. de Corea 30 1998 2.9 7.9 37.5 22.5 36.0 (1985) 31.6 (1998)
Eslovaquia 39 1996 3.1 8.8 34.8 20.9 19.5 (1992) 25.8 (1996)
Chile 43 1998 1.1 3.2 61.3 45.4 55.3 (1996) 55.9 (2000)
México 55 1998 1.2 3.4 57.6 41.6 50.3 (1992) 51.9 (1998)
Colombia 64 1996 1.1 3.0 60.9 46.1 51.3 (1991) 57.1 (1996)
Brasil 65 1998 0.7 2.2 64.1 48.0 63.8 (1996) 63.9 (2001)
Bolivia 114 1999 1.3 4.0 49.1 37.2 58.8 (1997) 61.4 (2002)
Honduras 115 1998 0.5 2.0 61.0 44.4 55.8 (1997) 58.8 (2002)
Pakistán 144 1998-99 3.7 8.8 42.3 28.3 31.2 (1997) 33.0 (1999)
Guinea-Bissau 166 1993 2.1 5.2 53.4 39.3 56.2 (1991) 47.0 (1993)

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de UNDP 2001 (pp. 186-189 y 282-283) y 2003 (pp. 237-240 y
282-285); World Bank 1997 (pp. 222-223); CEPAL 2004 (pp. 76-77).

Esta mayor diferenciación socioeconómica pro- pertenencia colectiva y la calidad del lazo social;
voca una creciente iniquidad social, de ingresos se vive un descreimiento y desconfianza en la
y de distribución de la riqueza y un aumento política y los políticos, y una tendencia fuerte es
de la pobreza; es decir, mayor exclusión social, la que los individuos, al no visualizar proyectos
siendo los más perjudicados los indígenas, las que den significado a su acción social y política,
mujeres y los jóvenes. Como consecuencia de se vuelcan al espacio privado.3
estos procesos excluyentes, los actores políti-
cos y sociales y sus organizaciones representati- 3 Esto también se asocia con una diferenciación fun-
vas se debilitaron, quebrándose sentimientos de cional que vuelve en apariencia cada vez más autóno-
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 569

La globalización reforzó tanto la diferencia- menos de la pobreza, la exclusión y la inestabi-


ción social como funcional en América Latina, lidad social se complejizaron, lo que repercutió
pues contribuyó a crear altas expectativas so- de manera negativa en el conjunto del tejido
bre todo en los planos del consumo y la cul- social. El malestar que produce la incertidum-
tura, sin generar mecanismos de integración. bre del cambio es central en la cotidianidad de
Este fenómeno se dio simultáneamente con nuestras sociedades.
un recorte del aparato y del alcance social del Entre las consecuencias políticas de los
Estado, que fue dejando en manos del merca- procesos de globalización destacan el debi-
do funciones de carácter social; sin embargo, litamiento de la soberanía de los Estados na-
la integración social no es una tarea de la cual cionales y la evidencia de que el proyecto de
pueda hacerse cargo el mercado.4 Así, los fenó-
de consumo en la gente al mismo tiempo que merman
sus ingresos, impactando negativamente sobre la capa-
mos los campos de la política, la economía, la justicia, cidad de consumo; se genera así una gran frustración
la ética, la tecnología y la ciencia. Tal autonomía pro- que puede dar lugar a actos delictivos y violentos. El
duce una percepción fragmentada de la sociedad y una Cuadro 2 muestra el aumento del número de televisores
pérdida de horizontes integradores de sentido colecti- por cada 1.000 habitantes entre 1990 y 1996-98.
vo; por ejemplo, desde la esfera económica se justifi-
can las políticas sociales como un asunto de eficiencia Cuadro 2. Número de televisores por cada 1.000 habitantes
tecnocrática, sin referirse a la inequidad de la estruc-
tura económica y social como causa de la pobreza a País Televisores por cada 1.000 habitantes
la que esas políticas combaten. En el mismo sentido, 1990 1996-98 Aumento en %
las ideas de progreso, libertad y cohesión social, pro- Estados Unidos 772 847 9.7
pulsadas por el proyecto cultural de la modernidad, se Japón 611 707 15.7
Rep. de Corea 210 346 64.8
desvanecen en sociedades cada vez más excluyentes.
Chile 206 232 12.6
Este tipo de diferenciación limita el logro de visiones México 150 261 74.0
integrales del orden social, minando los sentimientos Colombia 118 217 83.9
de pertenencia a la comunidad nacional, el ejercicio de Brasil 213 316 48.4
la ciudadanía y el tejido social. Honduras 72 90 25.0
Pakistán 26 88 238.5
4 La difusión de la televisión ejerce un papel central
en el aumento de las expectativas de consumo. Según Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de UNDP
CEPAL (1992: 28), la televisión promueve expectativas (2000), pp. 198-201.
570 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

progreso social asociado a la modernización En el campo de la cotidianidad de la gente y


está en crisis, lo que genera una cierta desorga- de la cultura, la velocidad de transmisión de la
nización en términos socioculturales y una pér- información, la variedad de sus contenidos y la
dida de referentes significativos que permitan diversidad de imágenes a las que hoy se tiene
sentirse parte de un proyecto colectivo común. acceso, hace que personas distantes en térmi-
Otros dos importantes fenómenos asociados a nos espaciales, generacionales, culturales, na-
la globalización de la política son, por un lado, cionales, se vinculen a través de los mercados
la evidente instrumentalización de la política e industrias culturales.6 Un ejemplo en este
internacional en torno a los intereses de Esta-
dos Unidos, sobre todo en lo concerniente a las
políticas financieras y militares y, por el otro, (2.500 millones de habitantes). [Además:] Las 3 personas
más ricas tienen activos que superan el PIB combinado
la concentración de poder de las empresas de los 48 países menos adelantados. Las 15 personas más
transnacionales así como de los ingresos fren- ricas tienen activos que superan el PIB total del África
te al aumento de las desigualdades en la dis- subsahariana. La riqueza de las 32 personas más ricas su-
tribución de los mismos; ello en un marco de pera el PIB total del Asia meridional. Los activos de las
aparente despolitización en un mundo cada vez 84 personas más ricas superan el PIB de China, el país
más poblado, con 1.200 millones de habitantes” (UNDP,
más internacionalizado pero menos integrado 1998: 30). Como se ve en el Cuadro 1, la concentración al
en términos de valores y horizontes comunes. interior de los países también se reproduce.
Este panorama requiere reflexionar de manera 6 El impacto de la industria y el mercado culturales
responsable sobre las posibilidades del desa- es crucial en la redefinición de las identidades cultu-
rrollo democrático y sobre sus contenidos.5 rales, la política y la economía. Según Calderón y Dos
Santos (1991, Tesis 15), en América Latina la educación,
la ciencia, la tecnología y la industria cultural naciona-
5 Por ejemplo, “en 1960 el 20% de la población mundial les están en franca decadencia, al tiempo que crece la
que vivía en los países más ricos tenía 30 veces el ingreso incidencia del mercado cultural internacionalizado en
del 20% más pobre, y en 1995 tenía 82 veces ese ingreso”. la vida cotidiana de las personas, segmentando gustos
Los datos sobre la disparidad entre personas más ricas y sofisticados y generalizando un consumo cultural masi-
más pobres del mundo son aún más escandalosos: “[…] vo para la mayoría. Este fenómeno está vinculado tanto
los 225 habitantes más ricos del mundo tienen una rique- a los avances en la tecnología de información como a
za combinada superior a un billón de dólares, igual al in- la reestructuración económica global y constituye un
greso anual del 47% más pobre de la población mundial nuevo campo de dominio.
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 571

sentido es el de los migrantes que mantienen, definir qué papel cumplirá en el nuevo contex-
de diversas maneras, identidades culturales to, tomando en cuenta las aspiraciones de sus
originarias en otros países ayudados hoy por ciudadanos, los rasgos más profundos de sus
la tecnología virtual que les permite interco- identidades culturales y la vivencia de su his-
nectarse con otros con quienes las comparten toria registrada en la memoria colectiva, para
y así construir espacios comunitarios virtuales desde allí fortalecer la democracia y promover
donde intercambian mensajes, compran, ven- el desarrollo humano.
den o miran y transmiten sus propios deseos y Por otra parte, en el mundo actual los ries-
valores en un “lugar” sin fronteras y donde las gos también se globalizaron. Las consecuen-
distintas temporalidades confluyen cias negativas de la modernización sobre la
en un único tiempo simultáneo.7 Este es un ecología, y por tanto sobre los seres huma-
ejemplo de la porosidad de las fronteras; pero nos, encuentra su origen fundamentalmente
no significa que la nación como forma de or- en la sobreproducción industrial y los estilos
ganización y núcleo de valores y creencias que de consumo, y hoy tienen un impacto de al-
reflejan una identidad vaya a desaparecer en cance planetario, pues ya no amenazan un
los espacios virtuales, sino que es preciso re- espacio claramente delimitable o a un sec-
tor social específico.8 Ulrich Beck (1998: 19)

7 Un ejemplo cercano es el de los migrantes bolivia-


nos en Buenos Aires, que resignifican su cultura en un 8 Sin embargo, aunque esto es cierto, emergen nue-
espacio distinto a través de sus fiestas en plazas bonae- vas desigualdades internacionales cuando se trasladan
renses y su comida (puede encontrarse ají y habas de fábricas a países en desarrollo por los bajos salarios
Bolivia en algunos mercados), se abren espacios de que allí se pagan y para que la polución se genere allí.
comunicación entre connacionales y con argentinos a Esto no evita, empero, el efecto boomerang, pues aun-
través de varias emisoras radiales (algunas de las cua- que los riesgos se producen mayormente en países en
les transmiten en aymara y quechua), como forma de desarrollo, luego son “exportados” a países desarrolla-
fortalecer redes solidarias que ayuden a los nuevos mi- dos a través de alimentos, por ejemplo, o simplemente
grantes bolivianos a encontrar un empleo (aunque en porque un rasgo del daño ecológico es que afecta a todo
ellas se juegan relaciones sociales también de explota- el planeta, aún produciéndose en un lugar específico
ción entre los mismos bolivianos), etc. Véase Calderón (Beck, 1998). El mismo acto terrorista del 11 de sep-
y Szmukler (1998) y Grimson (1997 y 2000). tiembre se puede comprender con esta lógica.
572 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

alerta sobre la paradoja central de la que él Cabe preguntarse, en este contexto, cómo
denomina “sociedad del riesgo”: el éxito del las nuevas dinámicas globales inciden en los
progreso económico y tecnológico tiende a procesos de diferenciación social en la región,
eclipsarse por los riesgos que produce, pues con sociedades que históricamente han sufrido
sus avances se vuelven amenazas a la vida a una aguda desigualdad social.
escala mundial. Los ámbitos de la economía, Para sintetizar, es posible caracterizar la si-
la política, la tecnología, que funcionan de tuación actual en la región a partir de los si-
manera aparentemente más independiente guientes rasgos: i) desestructuración de rela-
(en consonancia con los procesos de diferen- ciones de clase y de patrones de organización
ciación funcional), no pueden absorber las social clásicos; ii) crecientes distancias socia-
consecuencias de los riesgos globales. En el les que conducen a menores niveles de inte-
caso de las sociedades latinoamericanas, los gración colectiva; iii) pérdida de capacidad de
aspectos negativos de la diferenciación fun- decisión de los movimientos sociales clásicos
cional y el riesgo son más notorios por la fra- (por su debilitamiento) y nuevos (por su frag-
gilidad del Estado de bienestar social y por la mentación); y iv) reorganización del movimien-
poca participación de nuestras economías en to social en múltiples actores que promueven
la economía mundial.9 temas vinculados a la subjetividad y las identi-
dades pero sin un horizonte de acción común
hacia una visión integral de la sociedad. En
9 Un dato que refuerza esta visión es que el conjunto este marco, el Estado de bienestar basado en
de la economía latinoamericana no alcanza al 7% del el desarrollo industrial no puede reproducirse
PIB mundial (World Bank, 1998: 162); asimismo, mien- y emergen, entonces, múltiples conflictos por-
tras que en los países más desarrollados se invierte un
que se ahondan problemas históricos de exclu-
promedio de 2,4% de su PIB en investigación y desa-
rrollo, en los países en desarrollo sólo se invierte 0,8% sión social, inequidad y riesgo y la política no
(América Latina y el Caribe apenas 0,6%), y en tanto en logra dar cuenta de estos cambios en términos
los primeros el gasto medio en educación pública por de su capacidad de representación.10
alumno es de 5.360 dólares —21% de su PIB per cápi-
ta—, en los segundos es de 194 —16% de aquél— (en
América Latina es de 465 dólares, 14% de su PIB per
cápita) (UNDP, 2001: 41, 57 y 93). 10 Calderón y Lechner (1998).
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 573

El aumento de la inequidad en la distribu- a bienes y servicios hoy privatizados, sino


ción del ingreso en algunos países de la re- también de ejercer una ciudadanía activa y
gión (ver Cuadro 1) promueve, entre otros alcanzar individual y colectivamente hori-
fenómenos, la migración fundamentalmente zontes de futuro certeros que contemplen la
campo-ciudad de gran parte de la población; movilidad social y el logro de aspiraciones
pero cuando dicha población llega a las ciuda- de mejores condiciones de vida tanto a ni-
des se encuentra con fuertes límites de acceso vel individual como de las sociedades en su
al mercado laboral urbano, que no puede ab- conjunto.
sorberla plenamente y en condiciones justas Así, los actuales procesos de moderniza-
y dignas, lo que refuerza la exclusión social, ción asociados a la urbanización no generan
económica y cultural. las expectativas de progreso social que gene-
Las ciudades, además, atraviesan por una raban antes. Ello lleva a la desarticulación so-
suerte de dualismo crónico, donde las distan- cial, al aumento de la inseguridad de la vida
cias sociales se vuelven más patentes por las urbana, al debilitamiento de los lazos sociales
consecuencias de la desindustrialización y la y la consecuente fragmentación de la acción
reconversión industrial a partir de los años colectiva, y a un sentimiento de malestar aso-
setenta y la consecuente informatización de ciado a la desconfianza hacia los otros y al te-
la economía (que repercutieron sobre la ac- mor al desempleo que contribuye a la pérdida
ción del movimiento sindical debilitándola), de horizontes de significación compartidos.
por la presencia de población pobre prove- Otros rasgos de la diferenciación social ur-
niente del campo, las limitadas oportunida- bana en la región son la pauperización de los
des de movilidad social y la incapacidad de sectores medios urbanos y el aumento de la
las políticas urbanas de responder a las cre- desocupación producto de la privatización de
cientes demandas de la población; todo esto servicios públicos.11
profundizó la diferenciación social. En los
últimos años creció el desempleo y la preca-
riedad laboral así como la tasa de desempleo
11 Ver, entre otros estudios recientes, UNDP (Chile,
(ver Cuadros 3 y 4), hecho que afecta negati-
1998), Karasimeonov et al. (1997), UNDP (1994) y Pro-
vamente no sólo las posibilidades de acceder nagob-UNDP (Bolivia-ILDIS, 1996).
574 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Cuadro 3. Desempleo urbano y precarización laboral

País Desempleo urbano Trabajadores asalariados sin con- Fuerza de trabajo asalariada
(promedio simple en %) trato de trabajo en áreas urbanas sin seguridad social
Período % Año % Año %
Argentina 1990-1997 11.5 1990 a/ 21.9 1990 29.9
1998-1999 13.6 1996 a/ 33.0 1997 37.3
Bolivia 1990-1997 5.2 1989 57.3
1998-1999 5.1 1997 61.8
Brasil 1990-1997 5.1 1990 35.1 1990 26.9
1998-1999 7.6 1996 46.3 1996 34.9
Chile 1990-1997 7.0 1990 15.1 1990 20.1
1998-1999 8.1 1998 22.2 1996 19.6
Colombia 1990-1997 10.1 1989b/ 37.5
1998-1999 17.4 1996b/ 31.0
Costa Rica 1990-1997 5.3 1990 22.5
1998-1999 5.8 1997 26.2
El Salvador 1990-1997 7.9 1997 45.6
1998-1999 7.3
México 1990-1997 3.8 1989 32.4 1989 36.3
1998-1999 2.9 1998 37.7 1996 35.6
Paraguay 1990-1997 5.9 1995 64.9 1995 64.4
1998-1999 8.0
Perú 1990-1997 8.5 1989c/ 29.9
1998-1999 8.8 1997c/ 41.1
Uruguay 1990-1997 9.8 1981 2.8
1998-1999 10.7 1997 3.9
Venezuela 1990-1997 9.6 1997 38.8
1998-1999 13.1

Fuente: Elaboración propia en base a datos de CEPAL, 2000 (pp. 39, 100 y 102), sobre la base de cifras oficiales y
tabulaciones especiales de encuestas de hogares. La precarización laboral se comprende aquí como falta de contrato y
de seguridad social de empleados.
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 575

a/ Gran Buenos Aires: industria y servicios. b/ Industria, construcción y servicios. c/ 10 áreas metropolitanas: industria,
construcción y servicios.

Cuadro 4. América Latina: evolución de la tasa de participación y desocupación (en porcentajes)

Total nacional Zona urbana Zona rural


1990 1994 1997 1999 2002 1990 1994 1997 1999 2002 1990 1994 1997 1999 2002
Tasa de 61.0 61.6 62.0 62.4 65.0 59.6 60.5 61.2 61.6 64.3 64.8 64.9 64.9 64.9 67.3
participación
Hombres 84.9 84.3 83.8 83.6 81.0 81.4 81.2 81.1 81.0 78.9 93.7 92.8 92.0 91.5 87.7
Mujeres 37.9 39.7 41.1 42.0 49.7 39.5 41.4 42.8 43.7 50.9 33.1 34.3 35.2 35.8 44.9
Tasa de 4.6 5.8 6.7 8.6 9.0 5.5 7.3 8.5 10.8 10.7 2.2 1.5 1.5 1.3 3.9
desocupación
Hombres 4.3 5.1 5.7 7.2 7.7 5.4 6.5 7.4 9.4 9.3 2.0 1.7 1.4 1.2 3.2
Mujeres 5.1 7.2 8.7 11.2 11.1 5.7 8.7 10.3 13.3 12.7 2.9 0.8 1.6 1.6 5.2

Fuente: CEPAL, 2004, p. 158.

En el campo también aumentó la distancia en- productiva se expresa en su accionar social y


tre empresarios agrícolas y campesinos, gru- político: así, los campesinos con ventajas pro-
pos que internamente son muy heterogéneos: ductivas están mejor organizados en torno de
por ejemplo, los empresarios comprenden des- la defensa de sus intereses, mientras que los
de aquellos que incorporaron alta tecnología campesinos más pobres tienen menor capaci-
hasta latifundistas que mantienen relaciones dad de expresar organizadamente sus deman-
precapitalistas de producción; por su parte, das y sus posibilidades de ejercer ciudadanía
los campesinos se dividen entre aquellos que son más bajas.12
tecnificaron sus sistemas productivos y los
semi-asalariados o asalariados sin tierras (la 12
12 Calderón, Chiriboga y Piñeiro, 1992: 55. Las políti-
gran mayoría) con un acceso muy limitado a cas estatales en el ciclo de ajustes económicos fueron an-
los mercados. Esta diferenciación económico- ti-campesinas y redujeron las capacidades de diversifica-
576 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Sin embargo, los procesos descritos suce- políticas de la diferenciación, entonces, pue-
den paralelamente a la democratización en den resumirse en la disminución de la repre-
la región, dejando en evidencia un desajuste sentación social y la consecuente merma de
entre las aspiraciones de integración política la participación ciudadana en los procesos de
propias de la democracia y la exclusión social toma de decisiones.
que genera el funcionamiento de la economía; Los rasgos descritos de la diferenciación
dicho desajuste explica en parte la emergencia social fueron reforzados por los procesos de
de condiciones autoritarias y/o populistas en ajuste estructural que redujeron la dinámica
varios países de la región. económica y social estatal; sin embargo, en
Todos estos cambios repercutieron en las la práctica social y política persiste el clien-
formas de hacer política, pues los movimien- telismo entre el Estado y la sociedad. Fren-
tos sociales clásicos se fragmentaron y hoy son te a la pérdida de soberanía estatal, el po-
más reactivos que propulsores de proyectos der emergente de los mercados financieros
comunes y su accionar es más aislado y local. globalizados viene unido a la búsqueda de
Esto influye, asimismo, en una disminución del hegemonía de Estados Unidos, contexto en
poder del movimiento sindical para negociar el cual América Latina participa de manera
demandas laborales colectivas, en una menor subordinada. El nuevo eje de poder vincula
capacidad de representación de los partidos a las empresas transnacionales, a los grupos
políticos, que no alcanzan a procesar los cam- nacionales más concentrados y al sistema de
bios descritos y los límites de la responsabili- partidos en el juego político; esta alianza per-
dad estatal, y en la multiplicación de variados y mitió realizar reformas modernizadoras en la
segmentados movimientos sociales que no pro- economía y en los Estados nacionales de la
ponen visiones abarcadoras del conjunto de la región, permitiendo que de alguna manera se
sociedad sino que se quedan atrincherados en integrara a la globalización, pero los meca-
sus demandas particulares. Las consecuencias nismos políticos no cambiaron y persiste una
intermediación entre Estado y sociedad de
carácter patrimonialista y clientelista here-
ción y reproducción social en el campo. Sobre este tema
dada de los regímenes nacional-populares de
puede verse, entre otros, Bartra y Otero (1988), Chonchol
(1990) y Warman (1988). la segunda mitad del siglo XX. Las reformas
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 577

políticas liberales en los últimos años fueron las posibilidades de ejercicio de una ciuda-
más de forma que de fondo, lo que contribu- danía activa que apunte al logro de mayores
yó a deslegitimar aún más el régimen demo- niveles de desarrollo humano.
crático en el continente.
En resumen, la globalización agudizó los
procesos de diferenciación social en América 2. Desigualdad y pobreza
Latina, produciendo un escenario altamente en América Latina (caracterización
complejo de desigualdad creciente, caracte- de la situación de desigualdad y
rizado por una mayor exclusión y fragmen- pobreza en América Latina)
tación económica y social, niveles más altos
de inequidad de las estructuras sociales, un 2.1. Pobreza, exclusión y ciudadanía
debilitamiento de la cohesión social y la con-
secuente dificultad para encarar procesos de Tomando distancia de una definición de la po-
cambio y una crisis del Estado que deja en breza en términos de ingresos bajos o insufi-
evidencia la incapacidad de sus institucio- cientes para que las personas puedan satisfacer
nes para garantizar el pleno ejercicio de la una canasta básica de bienes y servicios, se
ciudadanía.13 Parece necesario, sin embargo, plantea una noción “relacional” de la pobreza,
analizar más detenidamente la relación entre es decir, una noción que supone comprenderla
desigualdad y pobreza en la región desde una en los marcos de relaciones sociales desiguales
visión que no sólo aspira a explicar o com- y en términos de carencia de capacidades para
prender los elementos económicos que pro- ejercer ciudadanía por parte de la población po-
mueven la situación descrita, sino que más bre. En esta línea, la pobreza no se mide única-
bien apunta a vincular estas tendencias con mente en términos de capacidades económicas,
sino también de capacidades políticas y socia-
les de acción, que van unidas a posibilidades
13 Sobre la complejidad del proceso de moderniza- de ejercer conocimientos aprendidos y ciuda-
ción-globalización, ver, entre otros, Dahrendorf (1995), danía; esta noción, asimismo, se inspira en una
Germani (1985), Giddens (1995), Haferkamp y Smelser
idea de justicia que apunta a hacer efectivos la
(1992). Para Latinoamérica puede consultarse Calde-
rón y Lechner (1996). igualdad y el pluralismo.
578 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Esta noción de pobreza adquiere particu- mayores niveles de igualdad y libertad polí-
lar importancia en América Latina, pues his- tica.14 En tal sentido, los valores y las aspira-
tóricamente los pobres siempre se asociaron ciones de los individuos y sus colectividades
a un “otro” amenazador, y por lo tanto existe son diversos y constituyen el núcleo central
una tendencia a excluirlo no sólo a través de del debate sobre qué se pretende lograr en
prácticas sociales cotidianas, sino también términos de igualdad, ciudadanía y desarro-
de prácticas políticas basadas en patrones llo. En este enfoque, los significados cultu-
político-culturales de acción negadores de rales de la pobreza pueden variar según las
esos “otros”. Por ello se plantea aquí la ne- sociedades particulares y este es un factor
cesidad de pensar el desarrollo humano en la fundamental para comprenderla y trazar po-
región vinculando la pobreza a la vigencia de sibles salidas.15
una cultura de la desigualdad y a la necesi- El tema de la pobreza debe considerar-
dad de hacer efectiva la ciudadanía. se en un mundo que tiende a una moderni-
Asimismo, parece necesario entender zación excluyente y donde los fenómenos
la pobreza de manera diferenciada, pues la económicos, sociales, culturales, políticos,
pobreza urbana es distinta a la rural, pero ecológicos son cada vez más globales; es
también existen diferencias entre los pobres decir, en un mundo cada vez más complejo
según categorías tales como género, genera- cuyos rasgos centrales son, como se dijo, la
ción, cultura, origen étnico. Estas diferen- creciente diferenciación social y funcional,
cias tienen que ver con formas particulares
de funcionamiento de la economía, la cultura
y la política. Esto implica que la pobreza es 14 Sen (1999).
un fenómeno complejo al cual debe enfren-
15 La pobreza tiene, por ejemplo, distintos signifi-
tarse desde una perspectiva que integre, de cados en la cultura occidental y en la andina. Para la
manera crítica, sistémica y participativa, sus primera, el término proviene del latín pouvertas, que
particularidades. significa estéril, improductivo; mientras que para la se-
La pobreza es un serio obstáculo para el gunda, se utiliza el término quechua waqcha o waycha,
que significa huérfano, sin padre, madre o comunidad,
desarrollo humano y los mecanismos de so-
es decir, sin lazo social. Por eso es distinto ser pobre en
lución deben ir de la mano con el logro de el norte de Potosí que en una calle de Manhattan.
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 579

la fragmentación económica y social, la in- Para graficar lo dicho, puede considerarse


equidad de las estructuras sociales que im- que la relación entre estructuras socioeconó-
piden mayores niveles de cohesión social micas inequitativas y el escaso o nulo ejercicio
y la crisis del Estado y de las instituciones ciudadano llevan a una mayor exclusión y po-
democráticas y ciudadanas.16 Todos estos breza cuyo efecto es el aumento de la desigual-
aspectos afectan directamente a los pobres dad, lo que, en un círculo vicioso, genera más
y refuerzan una percepción de aumento de inequidad de la estructura socioeconómica y
la desigualdad. debilita la ciudadanía.

Estructura socioeconómica inequitativa


Altos niveles de exclusión
+
y pobreza
Escaso o nulo ejercicio ciudadano

Mayor
desigualdad

16 Véase para este tema, entre otros, Dahrendorf Smelser (eds.) (1992). Para la situación latinoamerica-
(1995), Germani (1985), Giddens (1995), Haferkamp y na puede consultarse Calderón y Lechner (1996).
580 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Es necesario, ante este diagnóstico, pre- y el ajuste estructural.17 Pero, dados los resul-
guntarse qué resultados tuvieron las políticas tados, pareciera que en lugar de mejorar la
contra la pobreza implementadas en América situación de los más pobres, sólo racionalizó
Latina y en qué medida contribuyeron a au- el asistencialismo sin atacar las raíces estruc-
mentar las capacidades de la población empo- turales de la pobreza.
brecida. Asimismo, qué papel jugó el Estado y La reestructuración de la economía y la
cómo los procesos de globalización económi- consecuente modernización del aparato es-
ca afectaron a nuestras sociedades en térmi- tatal encarada durante esos años supuso una
nos de las posibilidades de reducir la pobreza concepción de los excluidos en tanto necesi-
y la desigualdad. tados y no en tanto ciudadanos. Los pobres,
en esta perspectiva, son personas carenciadas
Una mirada sobre las políticas sociales a quienes hay que asistir y no ciudadanos con
paliativas de la pobreza derecho a participar en las decisiones que, en-
Las políticas sociales focalizadas fueron tre otras, apuntarían a políticas de reducción
aplicadas por los Estados latinoamericanos de la pobreza. El enfoque asistencial se sostie-
para contrarrestar los crecientes niveles de ne en una mirada “privatizada” de la sociedad
pobreza a partir de la década del ochenta. y en el aislamiento de los individuos sobre sí
La focalización de la política social consiste mismos; precisamente sobre este enfoque se
en una racionalización del gasto en la que se aplicaron la mayoría de las políticas sociales
priorizan problemas y poblaciones específicas en la región.18
con el objetivo de llegar a aquéllos que más
necesitan. Para ello es preciso establecer de
manera eficiente la población que será benefi- 17 CEPAL (1995).
ciada e idealmente promover la participación 18 Rosanvallon sostiene que el reconocimiento de
de la misma en el proceso de planificación y la diversidad cultural, al valorizar la tolerancia y el
elaboración de las propuestas de las políticas respeto hacia el otro, oculta que valores como la so-
sociales. Desde este enfoque se pretendía, asi- lidaridad y la igualdad (entendida en algún nivel) se
debilitaron, lo que llevó a un reforzamiento del indi-
mismo, dar una respuesta a los procesos de
vidualismo que produce un quiebre del lazo social y
diferenciación vinculados a la modernización de los imaginarios colectivos. Así, el autor (1995: 68)
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 581

Cuadro 5. América Latina: Jefatura femenina en hogares urbanos

País Año Jefatura femenina de hogar (%)


Argentina a/
1994 23.8
1999 27.6
2002 28.6
Bolivia b/
1994 18.2
1999 20.4
2002 23.5
Brasil c/
1995 22.1
1999 25.4
2001 26.3
Chile 1994 22.4
1998 24.0
2000 24.3
Colombia 1994 24.2
1999 28.8
2002 30.3
Costa Rica 1994 24.0
1999 27.9
2002 28.4
Ecuador 1994 18.7
1999 20.1
2002 21.4
El Salvador 1995 30.8
1999 31.4
2001 35.3
Guatemala 1998 24.3

dice: “Los valores sociales centrales son la tolerancia El principio de ciudadanía no implica más una exigen-
mucho más que la solidaridad y la imparcialidad mu- cia de redistribución en este contexto, él se reduce a
cho más que la igualdad. La ‘buena sociedad’ es aque- la confianza común en la ley civil organizadora de la
lla que permite la coexistencia pacífica de las diferen- autonomía”. Sobre el mismo tema puede verse tam-
cias; ya no es más aquella que asegura la inserción. bién Fraser (1995).
582 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

País Año Jefatura femenina de hogar (%)


Honduras 1994 25.0
1999 30.3
2002 31.4
México 1994 17.0
1998 19.4
2002 21.4
Nicaragua 1993 34.9
1998 34.5
2001 34.2
Panamá 1994 27.0
1999 27.4
2002 28.9
Paraguay 1994 23.7
1999 27.3
2002 29.6
Perú 2001 22.1
Rep. Dominicana 2002 34.2
Uruguay 1994 27.1
1999 30.5
2002 32.3
Venezuela 1994 24.6
1999 d/ 27.2
2002 d/ 28.8

Fuente: CEPAL, 2004 (p. 147).

a/ Período 1994: Gran Buenos Aires + 18 aglomerados. Período 1999: Gran Buenos Aires + 26 aglomerados. Período
2002: Gran Buenos Aires + 30 aglomerados.
b/ Período 1994: 7 departamentos más la ciudad de Trinidad. Período 1999: 8 departamentos más la ciudad de
Cobija. Período 2002: 9 departamentos.
c/ Período 1994: 7 áreas metropolitanas más resto urbano. Período 1999 y 2002: 10 áreas metropolitanas más resto
urbano.
d/ Total nacional.
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 583

Cuadro 6. Gasto social por sectores en los años noventa como porcentaje del PIB 1991-1992 y 1998-1999

País Educación Salud y nutrición Seguridad social Vivienda, agua,


saneamiento
1990-91 1998-99 1990-91 1998-99 1990-91 1998-99 1990-91 1998-99
Argentina 3.3 4.7 4.0 4.6 8.3 8.7 2.1 2.5
Brasil 3.7 3.9 3.6 3.4 8.1 11.5 2.7 2.2
Chile 2.6 3.9 2.1 2.8 7.0 7.5 1.4 1.8
Colombia 3.2 4.7 1.2 4.1 3.0 5.2 0.6 1.0
Costa Rica 3.8 4.4 5.0 4.9 4.9 5.9 2.1 1.8
México 2.6 3.8 3.0 2.1 0.3 2.3 0.7 0.9
Perú 1.3 2.2 0.7 1.3 1.1 2.8 0.1 0.5
Uruguay 2.5 3.3 2.9 2.8 11.2 16.3 0.3 0.5

Fuente: CEPAL (2001: 26).

En esta concepción, que despoja al pobre de y por el otro, no contribuyó al fortalecimien-


su ciudadanía y lo ve separado de un contex- to de la ciudadanía.
to de relaciones sociales desiguales, las po- Los procesos de reestructuración económica
líticas sociales son más un paliativo que un no implicaron mayor empleo ni mayor equidad
ataque efectivo de inequidades estructura- en la distribución del ingreso, si bien, de ma-
les. Así, las políticas sociales se vuelven una nera irregular, se modernizaron las economías
cuestión de gobernabilidad frente a deman- latinoamericanas y hubo crecimiento en algu-
das fragmentadas de la sociedad. A estos ras- nos países. Los más perjudicados fueron los ni-
gos básicos de las políticas sociales, hay que ños y adolescentes trabajadores y las mujeres
agregar que en la región su aplicación estuvo trabajadoras; en este sentido, cabe notar que
unida al clientelismo político con muy poca aumentó el número de jefas de hogar (como se
participación de la población a la cual bene- observa en el Cuadro 5 para el caso de los ho-
ficiaría, con dos efectos: por un lado, limitó gares urbanos) y que las mujeres siguen siendo
sus alcances en la disminución de la pobreza discriminadas en el mercado laboral.
584 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

En cuanto al gasto social, destaca una orien- Así, su aplicación en realidad pretendió dar
tación progresiva, como se observa en el Cua- alguna legitimidad a los programas de ajuste
dro 6; sin embargo, el aumento de los gastos en estructural entre los sectores poblacionales
seguridad social, incrementados en casi todos más perjudicados por dichos programas. Las
los países, opaca dicha orientación progresiva políticas sociales focalizadas se transforma-
pues constituye un elemento que afecta de ma- ron, de este modo, en una respuesta compen-
nera regresiva la distribución global del gasto.19 satoria de las elites privilegiadas a la pobreza,
Como puede observarse, entre 1990 y 1999 en preferible para ellas a una reversión de las ten-
casi todos los países latinoamericanos aumen- dencias regresivas de distribución del ingreso.
tó el gasto social en educación, salud, vivienda, Por otra parte, esta orientación de la política
agua y saneamiento y en seguridad social, sien- social hizo que muchas veces no llegara a los
do ésta el área en que más aumentó. sectores más empobrecidos, los que, además,
En general, los resultados de las políticas por no tener gran capacidad de acción orga-
sociales focalizadas, más allá de algunos lo-
gros puntuales y de los esfuerzos de los gobier-
nos, muestran su insuficiencia para enfrentar disminuir los niveles de pobreza a los que existían en la
la complejidad de los procesos de moderni- década del setenta. Estos magros resultados se deberían a
zación y la inequidad de la estructura socioe- la desigual distribución de los costos sociales del ajuste y
a las tendencias regresivas de la distribución del ingreso.
conómica de nuestros países, inequidad que Los sectores pobres y medios fueron los más afectados,
finalmente lleva a un aumento de la pobreza.20 estos últimos debido a la privatización de empresas públi-
cas y al consiguiente achicamiento del aparato del Estado.
La desocupación y la precariedad laboral afectaron sobre
todo a los más pobres, dado su escaso nivel de califica-
19 CEPAL (1994). ción y porque la pérdida de un salario en estos hogares
20 A pesar de los esfuerzos nacionales, la política social modifica de manera radical su situación. Estas tendencias
focalizada no redundó en una disminución efectiva de la se produjeron incluso a pesar del aumento del PIB, he-
pobreza porque no estuvo orientada a resolver problemas cho que desmiente la idea de que cuando el crecimiento
estructurales y mantuvo su carácter compensatorio. Se- económico es mayor descienden los niveles de pobreza;
gún CEPAL (2001: 14), entre 1990 y 1999 la lucha contra esto no fue así, al menos en términos de la estructura de
la pobreza en la región alcanzó éxitos moderados, y aun- ocupación laboral, ya que ella se modificó en perjuicio de
que unos países tuvieron mayores éxitos, ninguno logró los sectores menos favorecidos y menos calificados.
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 585

nizada tampoco participaron en su propuesta De lo antedicho se desprende como central la


y fiscalización, estableciéndose una distancia necesidad de trabajar los temas de la exclusión
entre la eficiencia económica y la eficacia so- social y la pobreza en términos de ciudadanía y
cial de las políticas sociales.
Los análisis críticos de las políticas sociales
del desarrollo económico, a través de la regulación del
focalizadas fueron más bien de carácter téc- funcionamiento del mercado; atención a los factores insti-
nico, en tanto políticas complementarias a las tucionales del desarrollo económico; alta efectividad de la
económicas, dejando de lado un debate de sus política industrial con perspectiva de largo plazo; liderazgo
efectos sobre las bases estructurales de la ex- político con visión de integración nacional; compromiso
del sector privado con el desarrollo del país; altos niveles
clusión y la pobreza. Asimismo, la escasa parti-
de movilidad social y de cohesión social; inicial distribu-
cipación de la población afectada, que es la más ción relativamente equitativa del ingreso; estructura social
empobrecida, en torno a las políticas sociales igualitaria basada en la extensión de la educación básica y
es un elemento que refuerza el círculo de in- el acceso a oportunidades de educación superior, en una
equidad, falta de ciudadanía, desigualdad y po- justa distribución de capitales, incluyendo la tierra, y en la
creación de oportunidades para la emergencia de nuevos
breza, porque es precisamente la población más empresarios; sentido de identidad nacional. Contrariamen-
pobre la que también sufre los mayores niveles te a los principios ideológicos de los programas de ajuste
de exclusión social y política y cuya capacidad estructural, esta experiencia demuestra que la distribución
de ejercer presión y de participar en procesos equitativa del ingreso, la extensión de la educación y la in-
versión en recursos humanos, la reforma agraria y un pro-
deliberativos, por consiguiente, es escasa. Lo
gresivo nivel de empleo, entre otros, son requisitos previos
central en este debate, según nuestro entender, al desarrollo económico y no consecuencias de éste. No se
no son las políticas sociales por sí mismas sino plantea aquí trasladar ese modelo de desarrollo a la región,
los límites que imponen la estructura socioeco- pero se debería aprender de él para relativizar un modelo
nómica y el sistema político a la participación y de mercado con los efectos ya mencionados en términos
de la política social. Para ganar efectividad y sostenibili-
la deliberación de los ciudadanos.21 dad, las políticas públicas deberían dirigirse a reforzar las
capacidades de la gente y relacionarlas con las oportuni-
dades; de este modo, se vincularía oferta y demanda de
21 Considerando la experiencia asiática se destacan algu- capital humano, disminuiría el desempleo y se lograría ma-
nos requisitos sociales y políticos para el crecimiento eco- yor equidad en la distribución del ingreso, lo que generaría
nómico y la reducción de la pobreza; entre ellos pueden mayores niveles de integración social. Véase, entre otros,
mencionarse: fuerte intervención estatal en la orientación Ohno (1996) y UNDP (1996).
586 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

cultura deliberativa, pues dadas las condiciones ble puede encontrarse en Sen (1995: 27) cuando,
de exclusión y diferenciación social en la región, a partir de concebir la pobreza como privación
la pobreza constituye un problema pre-ciudada- frente a la cual es una obligación de la sociedad
no. En este sentido, la región atraviesa por una tomar medidas, plantea que “la pobreza [puede
tensión entre los procesos de democratización comprenderse] como carencia de capacidades
(más allá de sus límites) y los altos niveles de ex- básicas para alcanzar determinados niveles [de
clusión económica y política (como resultados vida] mínimamente aceptables. Los funciona-
de los programas de ajuste estructural). mientos pertinentes para este análisis van des-
Los pobres deben ser considerados no como de los físicamente elementales, como estar bien
personas cadenciadas a las que hay que asistir, nutrido, o vestido y protegido adecuadamente,
sino como ciudadanos con derechos y capaci- o libre de enfermedades que pueden ser preve-
dad de deliberación y participación política. Hoy nidas, etc., hasta logros sociales más complejos,
son vistos desde una cultura de desigualdad im- tales como participar en la vida de la comuni-
pulsada por un “fundamentalismo de mercado” dad, poder aparecer en público sin avergonzar-
desde la cual se niega a quien no accede al con- se, y así sucesivamente”. La forma e importan-
sumo. Desde la perspectiva que aquí se plantea, cia que de cada uno de estos funcionamientos
es necesario articular los logros institucionales, y aquello considerado como privación, cambia
el acceso al mercado y el ejercicio ciudadano, según la sociedad de que se trate. En este plan-
para promover un desarrollo humano social- teamiento existe la intención de comprender lo
mente incluyente a partir de espacios deliberati- que tiene de general y de particular el fenómeno
vos donde la igualdad ciudadana sea un eje. de la pobreza, dando énfasis a los aspectos po-
líticos y culturales que inciden en él, y cuestio-
Hacia una idea más compleja del nar una visión reduccionista del fenómeno que
concepto de pobreza vincula la pobreza sólo con los bajos ingresos.23
Las ideas sobre la pobreza difieren histórica y
culturalmente.22 Una definición más generaliza-
llo y Franco (1982), Boltvinik (1990), David (1994ª) y
Sen (1989 y 1995).
22 Un análisis de los distintos significados del concep- 23 “Si queremos identificar la pobreza en términos de
to de pobreza puede encontrarse, entre otros, en Argüe- ingresos, no podemos mirar solamente a los ingresos
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 587

En esta misma línea que cuestiona la visión límite central de éstos es que no logran vincular
reduccionista de la pobreza, se ponen en tela de la satisfacción de necesidades de los hogares
juicio los métodos usados para medirla en diver- con la estructura de distribución del ingreso y
sos países, regiones y grupos de población.24 Un con el acceso a los servicios públicos, y tienen
dificultades para captar situaciones coyuntura-
les de pobreza y exposición a la vulnerabilidad
(sean éstos altos o bajos) independientemente de la
de la población.25 Adicionalmente, las carencias
capacidad de funcionar derivada de esos ingresos. La
suficiencia de los ingresos para escapar de la pobreza no pueden verse sólo a través de los ingresos
varía paramétricamente con las características y las cir- pues otras variables, como las capacidades per-
cunstancias personales” (Sen, 1995: 127). sonales para utilizarlos, también dicen mucho
24 Los métodos más utilizados son el de Línea de Po- sobre los niveles de privación.26
breza (LP), el de Necesidades Básicas Insatisfechas La idea de pobreza aquí defendida es aquella
(NBI) y el Método Integrado de LP y NBI, todos ellos vinculada no sólo a sus aspectos económicos y
basados en datos estadísticos. Por su parte, para medir
el nivel de desarrollo se utiliza el Producto Interno Bru-
to (PIB) como indicador principal y se agregan otros
indicadores que complementen la visión. El problema (como el Informe de Desarrollo Humano Bolivia, 2000),
principal de estas formas de medir la pobreza y el de- son un ejemplo de esta nueva línea de investigación.
sarrollo consiste en que no toman en cuenta las rela-
ciones de poder que inciden en el fenómeno ni sus cau- 25 David, D. (1994a: 42).
sas estructurales. En el último tiempo, a los métodos 26 “Algunas veces [problemas como] la edad, la inca-
cuantitativos se les sumó una exploración de la pobreza pacidad o la enfermedad, reducen la capacidad de uno
de carácter cualitativo centrada en una caracterización para obtener ingresos y pueden también dificultar la
del fenómeno por parte de la propia población que lo conversión de ingresos en capacidades. Es frecuente
sufre. Esto supone un cambio en el enfoque del tema, que una alta proporción de pobres en los países desa-
que contempla una visión más plural y acepta la hetero- rrollados sufra estos problemas y la extensión de la po-
geneidad social y cultural del fenómeno. En general, en breza en dichos países se infravalora sustancialmente,
este tipo de investigaciones, se destaca la importancia dado que sobrevalora los ingresos obtenidos y los in-
de los límites al ejercicio de las capacidades políticas gresos utilizados en la generación de capacidades. […]
de las poblaciones empobrecidas, de la estructura ins- Las desventajas en la utilización de los ingresos pueden
titucional y de las barreras sociales y étnicas para el agravar sustancialmente el característico bajo poder
desarrollo. El estudio auspiciado por el Banco Mundial, adquisitivo de determinadas personas afectadas por
Voz de los pobres, y muchos otros de carácter nacional desventajas” (Sen, 1995: 130).
588 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de insatisfacción de necesidades básicas, sino Sin embargo, la extra-legalidad a la que los


también al acceso a bienes, servicios, derechos y pobres están expuestos simplifica el proble-
actividades políticas, base del ejercicio ciudadano ma de la pobreza, pues los pobres sufren una
en una cultura política deliberativa más igualitaria. exclusión ciudadana que no les permite parti-
Los límites al ejercicio ciudadano muchas veces cipar plenamente en los sistemas de toma de
van unidos a una cultura política elitista y desigual decisión, y no solamente una exclusión de los
que incluye prácticas de discriminación étnica y marcos legales que les permita garantizar sus
de género, la explotación de menores, o la extra- propiedades y trabajar formalmente; el proble-
legalidad que vivencian cotidianamente los pobres. ma principal no se resuelve únicamente a tra-
De Soto (2001) tiene una visión particular vés de un reconocimiento legal en este sentido,
sobre el tema de la extra-legalidad. Él sugiere sino sobre todo en un aumento de su capital
que el límite central a la solución de la pobre- individual y colectivo que les permita ejercer
za en los países en vías de desarrollo radica en su ciudadanía. Además, la situación de los po-
que la población afectada no puede acceder a bres no puede quedar a expensas sólo de un go-
sistemas legales formales para “capitalizar” bierno o de sus líderes; ellos deben contar con
sus “activos” (sus bienes) por los altos costos mecanismos institucionales y participativos no
económicos y en términos de tiempo. Frente a formalizados institucionalmente que les permi-
ello, dicha población crea sus propios sistemas tan plantear sus intereses, necesidades y de-
extralegales que, aunque no los habilita para in-
teractuar con los sistemas formales, permiten
dar legitimidad a sus bienes y actividades en su capitalismo triunfa en Occidente y fracasa en el resto
comunidad. La solución sería hacer concordar del mundo”), pues ignora la pobreza que existe en los
países desarrollados; asimismo, sus conclusiones se ba-
los sistemas legales con los extralegales, es de-
san en datos periodísticos y no en investigaciones aca-
cir, reconociendo legalmente aquello que repre- démicas empíricas, lo que resta seriedad al análisis. En
senta una gran proporción del PIB de las econo- su análisis tampoco se explican los costos y beneficios
mías y de la actividad laboral latinoamericana.27 que tendría la gente al entrar en el sistema legal formal
ni se ven los mecanismos de inclusión legar, por ejem-
plo de changadores, empleadas domésticas, lustrabotas,
27 Sin embargo, el autor parece partir de una premisa cartoneros, vendedores ambulantes. ¿Cómo defende-
falsa (expresada ya en el subtítulo del libro: “Por qué el rían sus intereses para que el sistema legal los beneficie?
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 589

mandas. Asimismo, es necesario estar informa- decir, construir sociedades y economías más
do y capacitado para usar dicha información, equitativas. La superación de la pobreza requie-
para participar dentro de los sistemas legales, re la realización de un proyecto de largo plazo
lo cual es otro límite que va más allá de la in- destinado a modificar las bases estructurales
clusión legal. Estas ideas, por último, suponen de la misma, fundamentalmente en lo que tiene
una visión estrecha de la pobreza que sólo la que ver con el acceso a recursos productivos,
vincula a una dimensión económico-legal cuya la capacitación y valorización de las personas,
resolución quedaría únicamente en manos la acción social organizada y el fortalecimiento
de la voluntad de los gobiernos, sin tomar en de lazos de solidaridad.28
cuenta la complejidad cultural, social, política Aquí se hace hincapié en el vínculo entre la
y económica del fenómeno. Estas críticas, em- calidad del crecimiento económico y la calidad
pero, no pretenden restar importancia al tema y capacidad de la participación social y políti-
de la legalidad económica y laboral, sino desta- ca. Asimismo, se postula que el ámbito de la
car que una comprensión más compleja de la producción está fuertemente ligado al de la in-
pobreza, en relación con la inequidad distribu- tegración social y que ambos, entonces, son un
tiva y los límites ciudadanos, es central a nues- tema político. En tal sentido, el debate sobre
tro entender. Incluir en los sistemas legales cómo combinar crecimiento económico con
las propiedades y actividades de la población desarrollo humano y equidad, debe involucrar
pobre desde ya mejoraría su situación, pero al conjunto de la sociedad, porque la orienta-
no eliminaría la precariedad de sus viviendas ción del desarrollo y las políticas sociales que
ni mejoraría la calidad de su educación, entre la acompañen son temas políticos prioritarios
otros. La solución al problema de la pobreza es en los que deben participar todos los actores
más compleja de lo que plantea De Soto, quien involucrados en un contexto democrático de-
además no incluye a los mismos pobres como liberativo. El interrogante que se abre aquí es
participantes indispensables para tomar deci- cómo lograr fortalecer espacios deliberativos
siones que contribuyan a mejorar su situación. con una historia de desigualdad presente en las
Creemos que para superar la pobreza es in-
dispensable lograr niveles aceptables de inte-
gración, participación y deliberación social; es 28 David (1994b).
590 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

prácticas y la cultura política latinoamericana, según cómo sea el grado de disposición hacia
tema que se trata a continuación. estos tres elementos de la política nacional
será el nivel de legitimidad de los gobiernos y
regímenes políticos nacionales. Y aunque es-
3. Las culturas políticas tas disposiciones no son homogéneas, pueden
de la desigualdad indicarse tendencias generales que permitan
definir una cultura política específica.
La cultura política es el conjunto de ideas, senti- La cultura política también consiste en las
mientos, valores, información, actitudes y capa- formas y medidas en que se distribuyen los co-
cidades políticas, que se manifiesta en la práctica nocimientos de las instituciones, las prácticas
política de los ciudadanos, grupos, líderes y co- y las fuerzas políticas; cuáles son las principa-
munidades, así como en su memoria histórica, en les orientaciones políticas (nivel de confianza,
los modos en que elaboran las dinámicas políti- racionalidad, burocracia, clientelismo, pater-
cas, sociales, culturales y económicas de su país, nalismo, tolerancia, obediencia a la ley, reco-
y en los significados que dan a la vida política.29 nocimiento del otro) y cuáles son y cómo se
Una vía para estudiar la cultura política se- establecen las normas (qué derechos y deberes
ría analizar las disposiciones de las personas tienen los ciudadanos, la obligación de aceptar
y grupos sociales hacia el sistema político, los las decisiones de la mayoría, etc.).31
procesos políticos y las políticas concretas30; Otros factores importantes son el nivel de
adaptación de la cultura política a las estructu-
ras y las prácticas políticas, el peso de la histo-
29 Esta definición retoma las ideas de Almond y Powell
(1992), Bobbio y Mateucci (1985) y Touraine (1997). ria y la pertenencia a subculturas específicas;
ello, sin embargo, no niega las posibilidades de
30 Las disposiciones hacia el sistema político incluyen
las visiones de los ciudadanos y los líderes de las orga- cambio, pues las actitudes de los ciudadanos
nizaciones que componen el sistema y de los valores
en que se basan; las disposiciones hacia los procesos
políticos indican el grado de compromiso de los ciu- servando en qué medida las políticas concretas de los
dadanos con el planteo de demandas políticas, con el gobiernos son afines con las expectativas de los ciuda-
respeto a la ley y con la participación en general; las danos (Almond y Powell, 1992: 39-42).
disposiciones hacia las políticas pueden estudiarse ob- 31 Bobbio y Matteucci (1985).
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 591

pueden modificarse a partir de la experiencia En síntesis, las culturas políticas de des-


de nuevos contextos históricos. igualdad se basan en elementos culturales,
Una característica de las culturas políticas económicos, políticos: quienes son distintos
latinoamericanas es la exclusión del otro de cultural o étnicamente también son pobres
quienes son considerados distintos, como una y a la vez tienen dificultades para ejercer
forma concreta de negación de la diferencia; sus derechos políticos. Sólo por el hecho de
esta es una de las principales fuentes de la des- pertenecer a una clase, etnia, cultura y/o gé-
igualdad que se fue expresando de diversas ma- nero específicos, los individuos y los grupos
neras según los momentos y los espacios. Así, se sufren los efectos prácticos de estas culturas
plantean tres vertientes de las culturas políticas políticas de desigualdad, que se manifiestan
de desigualdad, a saber, las que se basan en el en acciones políticas, en la educación, en el
origen, las que se basan en una idea de cultura acceso a mercados, en las relaciones sociales
y sociedad homogénea y las que se basan en la cotidianas. En lo que sigue se trabaja más pun-
creencia en la “libre” integración al mercado. La tualmente cada una de las tres culturas men-
noción de “dialéctica de la negación del otro”, cionadas que coexisten simultáneamente y se
que supone un rechazo cultural que inferioriza al refuerzan unas a otras.
“otro” (indígena, mujer, marginal, campesino) y
lo excluye social, económica y políticamente, es 3.1. La cultura política de
útil para comprender este rasgo de las políticas desigualdad ligada al origen
culturales en la región. La negación de la cultura
del “otro” ocurrió con la conquista, colonización La cultura política de la desigualdad referida al
y evangelización y, de otras maneras luego, con origen surgió con la colonia. Desde ella se in-
los procesos de modernización; los resultados terpreta que la igualdad está dada por la perte-
son marginalidad y rechazo, que constituyen un nencia (por herencia o adscripción) a un deter-
límite importante al ejercicio de la ciudadanía y
al mismo régimen democrático.32
mento de un entramado cultural que lo potencia; aquí
se plantea, además, su relación con la igualdad y con
32 En Calderón, Hopenhayn y Ottone (1996) se vio la una cultura deliberativa que permita reconstruir una
“negación del otro” como barrera del desarrollo y ele- visión de lo público y del bien común.
592 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

minado grupo étnico, socioeconómico, político queda de igualdad ha sido conflictiva y nunca
y/o cultural. El régimen de la hacienda, primero plenamente alcanzada, pues el “otro” es más
colonial y luego republicana, fue el fundamen- bien rechazado. Esa negación tiene un patrón
to socioeconómico de este tipo de cultura.33 patriarcal de origen colonial, que se expresa
Al rechazo al indígena, que se inició con la en que las elites, para diferenciarse del otro, lo
conquista, le siguió el rechazo al “cabecita ne- niegan e inferiorizan.34 Quienes son rechazados
gra”, el mestizo, el mulato, quienes eran consi- por una elite culturalmente hegemónica reac-
derados inferiores tanto por pertenecer a una cionan de diversas maneras: así como pueden
cultura distinta a la del español y criollo cuanto renegar de la propia identidad para sentir que
por el lugar de explotación que ocupaba en la están más integrados a la sociedad discrimina-
estructura económico-productiva. No se trata dora, pueden asumir una resistencia política a
sólo de discriminación étnica, pues se extiende partir de la defensa de la identidad entendida
a las relaciones con las mujeres, los jóvenes, de manera fundamentalista.
los homosexuales, etc. Resulta especialmente La discriminación constituye en la región un
relevante la discriminación de la mujer a partir límite al desarrollo económico, a la democracia
de la negación de sus derechos que en la región y al ejercicio de la ciudadanía, limita así el au-
surgió durante la colonia pero sucede en las mento de las capacidades políticas de las per-
distintas culturas políticas de desigualdad. sonas y los grupos. Esta cultura de desigualdad
En América Latina, producto de la interac- vinculada al origen fue la base de proyectos
ción compleja de diversas culturas, la bús- políticos autoritarios y del autoritarismo en la
vida cotidiana.35
33 Medina E. (1964) destaca los rasgos centrales del
régimen de la hacienda desde el punto de vista socioló-
gico; ellos son: “la concentración político-militar y eco- 34 Según Rex (1978: 30), la negación se justificó al
nómica; el poder ligado a las familias que se irradiaba al “estilo aristotélico”: “Si todos los hombres son en
conjunto de las instituciones de la sociedad; ser modelo principio iguales, los desiguales no pueden ser verda-
de autoridad; dar origen a un “tipo humano de un carác- deramente hombres”. Esta frase resume sin escrúpu-
ter singular”. Comentando estas ideas, Faletto (1988: los un pensamiento elitista que niega cualquier otra
79) sostiene que “[…] la hacienda fue el fundamento de identidad.
una […] cultura política”. 35 Calderón, Hopenhayn y Ottone (1996).
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 593

Una consecuencia nociva de esta forma de ciones38, clase, género y etnia se superpusieron
concebir la desigualdad son los límites al pleno durante la colonia como forma de “justificar”
ejercicio de la ciudadanía, pues quien es negado la discriminación de las mujeres. Por ejemplo,
también es excluido de su comunidad en tanto mientras en alguna medida se cuidaba el tra-
ciudadano. Así, aunque quienes son negados to de las mujeres pertenecientes a la nobleza
participen de actividades vinculadas a la pro- incaica (por la clase económica a la que esta-
ducción e intercambio, aunque en general en ban adscriptas), las campesinas fueron objeto
condiciones muy desventajosas, no son inclui- tanto de abuso económico como sexual; por
dos en tanto ciudadanos con plenos derechos, su parte, la mujer mestiza fue doblemente dis-
como, por ejemplo, el derecho a previsión, a criminada (por ser mujer y por tener orígenes
salud, a educación.36 En esta cultura política, indios), doble discriminación a la que se suma
el origen (dado por la pertenencia a un grupo la discriminación de clase, porque además era
étnico o socioeconómico, a una región pobre sirviente del colonizador (blanco) o del criollo
o rica, a un género) incide fuertemente en las (que tenía derechos sexuales sobre ella).
posibilidades de ejercer ciertos derechos.37 El conjunto de los elementos de esta cultu-
La discriminación hacia las mujeres es un ra política estuvo signado por la negación de
ejemplo de esta cultura política de desigualdad la igualdad ligada al origen. En el caso de las
vinculada al origen. Según diversas investiga- elites, sus disposiciones hacia el sistema po-
lítico, los procesos y las políticas, estuvieron
marcadas por la negación, o en su defecto por
36 Walter (1993).
un paternalismo combinado con autoritaris-
37 Las consecuencias de esta cultura son nefastas, mo. Desde esta óptica se justificó la negación
pues para empezar se basa en la negación del otro. Al
a la participación política, social y cultural de
respecto, Hirshman (1986: 42) sostiene que “Muchas
culturas —incluyendo la mayoría de las latinoameri- indígenas y mujeres39, se ignoró a estos gru-
canas que conozco— confieren enorme valor a tener
opiniones firmes sobre prácticamente todo desde el
principio, y a ganar una discusión en lugar de escuchar 38 Por ejemplo Silverblatt (1990), Behar (1993), Man-
y descubrir que a veces se puede aprender algo de los narelli (1991) y Stolcke (1993).
demás. A tal punto que se hallan básicamente predis- 39 Si en Bolivia, hasta la Revolución de 1952, no se
puestas a una política no democrática sino autoritaria”. permitía el ingreso de indígenas a las plazas públicas,
594 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

pos de las políticas públicas y ellos mismos 3.2. La cultura política de


no tuvieron conocimiento sobre sus derechos desigualdad ligada a un patrón
políticos y sociales ni de las instituciones y clientelar-patrimonialista
prácticas políticas40.
En cierto sentido, la influencia de esta cul- Con los regímenes nacional-populares se ini-
tura política fue contrapesada por la ideolo- ció una nueva etapa, en la cual disminuyó la
gía y experiencia nacional-popular, que sos- desigualdad dada por la pertenencia a una cla-
tenía la extensión de los derechos ciudada- se socioeconómica o a una cultura; bajo una
nos. Sin embargo, cuando estos movimien- subjetividad nacional inclusiva se reconoció
tos accedieron al poder estatal vincularon como pertenecientes a una identidad cultural
la idea de igualdad social a la adscripción al homogénea a los distintos grupos y culturas
partido, con un fuerte sentido patrimonial- que convivían en el territorio de la nación. Se
clientelar, también paternalista y con rasgos otorgaron derechos ciudadanos a amplios sec-
autoritarios. tores hasta entonces no considerados iguales
políticamente para participar en la comunidad
política nacional, se impulsó un sentimiento
nacionalista integrador y se consiguió mayor
igualdad de oportunidades por el reconoci-
no es difícil imaginar su situación en términos de ex- miento de esos derechos.
clusión política. El problema central de este enfoque fue
40 A pesar de lo comentado, existieron experien- que el pueblo se identificaba con la nación y
cias de resistencia a esta situación de discriminación el Estado, como si fuera homogéneo y como
y exclusión, como la creación en los años treinta de
la Escuela Ayllu (comunidad) Rural de Warisata en el
si las pertenencias sociales y culturales de-
Altiplano boliviano, que propulsó un proyecto emanci- bieran subsumirse a una identidad nacional
patorio y participativo moderno a partir de la historia y política única. De esta postura se destaca
y el mundo andinos y de la participación de la comu- el reconocimiento de quienes eran considera-
nidad (Pérez, 1962). Otro ejemplo en este sentido fue dos distintos e inferiores por la cultura políti-
la práctica de la “brujería” por parte de las mujeres
indígenas, práctica que les daba un poder simbólico ca de la desigualdad vinculada al origen, pero
frente a los colonizadores. su carácter autoritario se centró en el recha-
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 595

zo de la diversidad política y cultural, negan- la región ciudadanos no plenos y ciudadanías


do así la complejidad del tejido identitario. políticas que luego fueron avasalladas por regí-
La idea de que la comunidad nacional debía menes autoritarios.
construirse en torno del Estado y el partido Cuando la lógica clientelar alcanza a las
hizo que se desconociera el desarrollo de una burocracias ella puede comprenderse como
comunidad diferenciada política, cultural y un sistema de control de flujo de empleos y
socialmente (pues el “distinto” era conside- prebendas y como formas de intermediación
rado enemigo de la Nación), limitándose la de intereses entre el Estado y la sociedad.
integración a lo nacional. Esta lógica propicia la creación de grupos
Esta cultura política de la desigualdad con informales que disputan por los beneficios y
una fuerte impronta clientelar se comprende recursos del Estado, cuyo resultado es el in-
en términos sociológicos por las característi- tercambio de prebendas por legitimidad, lo
cas del desarrollo en la mayoría de los países cual es visto por los involucrados como una
de América Latina. Entre ellos destacan: acele- práctica natural.
rados procesos de urbanización que se dieron El corporativismo y el clientelismo propios
de manera paralela a un limitado crecimiento de los regímenes nacional-populares jugaron
industrial, generando ciudades terciarias sin en favor de quienes apoyaban al régimen y al
industria; informalidad de las relaciones so- partido y en contra de quienes se oponían. Así
ciales en economías diversificadas de pequeña que en realidad el reconocimiento político fue
escala; altos niveles de integración simbólica a limitado, y aunque se amplió la igualdad social,
través de la extensión del consumo de la cul- ella se subsumió en buena medida a estar de
tura popular; proyectos políticos orientados a acuerdo con una ideología nacionalista o con
construir la Nación en torno del Estado y débil el partido nacionalista y, en todo caso, a no ex-
desarrollo institucional41. Así, se generaron en presar oposición.
Un ejemplo de este tipo de desigualdad
vinculada al clientelismo estatal fue el de los
41 Ver, entre otros, Medina E. (1964), Di Tella (1965).
El Zapatismo, por ejemplo, es una respuesta político-
cultural a este tipo de cultura que niega las particula- pretarse las actuales protestas de los mapuches en el
ridades culturales; en esta misma línea puede inter- sur de Chile.
596 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

sindicatos campesinos bolivianos durante zación productiva del campo y su relación con
los años cincuenta42. Aunque la revolución de las ciudades y la diversidad cultural presente
1952 otorgó derechos ciudadanos a indígenas y en las áreas rurales.43
campesinos, la identificación con el partido de El carácter clientelar de los gobiernos nacio-
Estado era una condición política. A diferencia nal-populares irradió sobre todo a las institu-
de la base social de los campesinos, la mayo- ciones públicas dirigidas al ámbito social y a
ría de sus dirigentes era de extracción media las organizaciones de la sociedad civil. Desde
y hablaba español; ellos se convirtieron en esta lógica, el Estado satisfacía demandas so-
intermediarios entre el gobierno y la base. La ciales para ganar legitimidad política; la debi-
orientación del sindicalismo campesino varió lidad del sistema de partidos contribuyó a la
sustantivamente a partir de 1956, año en que, expansión de estas prácticas.
de liderar la defensa de los intereses campesi- El otro rasgo de los gobiernos nacional-po-
nos pasó a identificarse con los intereses del pulares que reforzó la lógica clientelar fue su
partido gobernante y sus dirigentes pasaron de mirada conspirativa hacia quienes no estaban
intermediarios a voceros del gobierno. De ma- de acuerdo con ellos; éstos eran vistos como
nera paternalista y clientelar, que consideraba amenazadores del proyecto nacionalista y por
al indígena campesino como “un hermano a ser lo tanto debían ser eliminados al menos políti-
ayudado a salir de su postración”, comenzaron camente. Esta visión conspirativa se basaba en
a entregar títulos de propiedad de las tierras a una gran desconfianza frente a quienes pensa-
cambio de apoyo político (ésta fue la política ban distinto y en la necesidad de demonizar al
dominante hacia el campesinado), y dejaron de otro para descalificarlo en tanto actor político
lado cuestiones sustantivas como la moderni- o de cooptarlo para la “causa nacional”.
A pesar de todas estas características ne-
gativas en términos de la construcción de una
42 Estos sindicatos se organizaron en los años treinta cultura política más igualitaria, hay que reco-
y cuarenta, pero la participación campesina creció des- nocer que estos gobiernos fueron fundamenta-
pués de 1952: en 1956 cerca del 80% de las comunidades
originarias y el 100% de los campesinos de ex latifun-
dios pertenecían a los sindicatos (Servicio Nacional de 43 En síntesis, primó la cooptación política. Véase al
la Reforma Agraria, 1970). respecto Calderón y Dandler (1984).
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 597

les en el reconocimiento de quienes eran dis- anteriores, se suma como un tipo de negación
criminados por el origen o la adscripción (el que agrega nuevos componentes a las culturas
pobre, el marginal, el campesino, el indígena, políticas de desigualdad ya comentadas. En lo
el excluido políticamente hasta entonces), lo que sigue, se analizan primero las característi-
cual constituyó un gran avance en el desarro- cas de los procesos de globalización y diferen-
llo político de nuestras sociedades. Ellos ge- ciación que forman el contexto en que vivimos,
neraron condiciones para la integración y la para pasar luego a indagar sobre esta cultura
movilidad social y desestabilizaron la visión política de desigualdad vinculada a una con-
que las elites tenían de sí mismas, pero el clien- cepción fundamentalista de mercado.
telismo y la idea de una identidad homogénea
coincidente con la nación, el Estado y el par- 3.3. La cultura política
tido, fueron un freno al pleno reconocimiento de desigualdad ligada al
de los diferentes actores. Por lo tanto, se tra- fundamentalismo de mercado
tó de una cultura política excluyente de quien
pensaba distinto, pero inclusiva socialmente La emergencia de esta cultura política se vincula
de grandes sectores hasta entonces excluidos a un conjunto de factores previos que se vivie-
(aunque a cambio se exigía lealtad política). ron en América Latina; entre ellos sobresalen:
Sin embargo, desde una perspectiva democrá- i) la derrota de las fuerzas políticas de izquierda
tica, una genuina igualdad debe basarse en el que acompañaron la transición democrática lue-
reconocimiento pleno de la diversidad. go de las dictaduras militares; ii) la aplicación
Un nuevo tipo de cultura política de des- de reformas estructurales que tuvieron altos
igualdad surgió con los procesos de globaliza- costos sociales; iii) los límites de integración a
ción, la crisis de la democracia y la política y la los procesos de globalización económica de la
influencia de una ideología de mercado, se vis- mayoría de los países y regiones; iv) la victoria
lumbra en la región el surgimiento de un nuevo política de fuerzas conservadoras y elitistas en
tipo de cultura política, donde el excluido es algunos países, con una orientación en muchos
quien no puede acceder a los mercados (eco- casos discriminadora según el origen.
nómicos, políticos, culturales); cultura política Es una cultura que apela al mercado, que
que, en lugar de revertir la complejidad de las sería el ámbito racional y natural distribuidor
598 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de oportunidades y un nuevo fundamento para tivos y promueve una noción individualista del
construir un tipo de orden sociopolítico y eco- futuro. La igualdad de oportunidades se vuelve
nómico en el que el Estado, la sociedad, el régi- un principio abstracto a partir del cual se limita
men de partidos y la democracia se subordinan el acceso generalizado de toda la población a
a las “leyes” del mercado.44 Pero no es compe- los mismos derechos y no se logra garantizar
tencia del mercado integrar social ni siquiera un trato igualitario a quienes sí los
y/o económicamente de manera eficaz, so- ejercen. En este sentido, se destaca nuevamen-
bre todo en América Latina donde su dinamis- te que la existencia de estructuras socioeconó-
mo es escaso. Así, la idea de que una lógica es- micas inequitativas y de culturas políticas que
tatal debe resignarse en función de una lógica favorecen la desigualdad verdaderamente im-
absolutamente mercantil, es más congruente posibilitan la igualdad de oportunidades en el
con una ideología que con la realidad de nues- mercado; y aunque se reconoce que éste es un
tras sociedades y de nuestras economías, pues factor clave de integración social, en la región
aunque con las reformas estructurales hubo fue muy limitado como tal.45
una racionalización económica, las economías Lograr integración social a través del mer-
se integraron muy limitadamente a la globaliza- cado supone que distintos individuos y grupos
ción, donde prevalecen monopolios y restric- poblacionales accedan al consumo. Está claro
ciones a ingresar a mercados sumamente pro- que en los países latinoamericanos este es un
tegidos de los países desarrollados. límite duro del modelo, pues a las desigualda-
La lógica de mercado se basa en la racionali- des históricas se suman los efectos sociales
dad dada por el logro de máximos beneficios in- de las reformas estructurales que ampliaron
dividuales, en una visión de la sociedad donde los niveles de vulnerabilidad social y pobre-
se desdibuja la idea de bien común y donde los za y provocaron un aumento de la precari-
individuos son considerados más consumido- zación laboral. Para acceder al mercado los
res que ciudadanos, y en un aislamiento hacia individuos deben poder conseguir un empleo
el ámbito privado que debilita los lazos colec- en función de sus capacidades adquiridas, las

45 Una dura crítica al mercado como utopía neoliberal


44 Hinkelamert (1984). puede verse en Bourdieu (1998) y Touraine (1999).
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 599

que sin embargo hoy no les aseguran dicho ac- corrobora cuando personas con niveles seme-
ceso con lo cual la percepción de inequidad jantes de capacitación tienen un acceso muy
y de frustración aumenta. Asimismo, las des- diferenciado al mercado laboral.46 El Estado
igualdades en el mercado pueden estar dadas
por las diferentes capacidades adquiridas, por
la experiencia laboral individual (que incluso 46 La percepción de las desigualdades como un fe-
puede relacionarse con trabajos que subvalo- nómeno de injusticia creciente fue trabajada por Sen
ran la calificación real de la persona), por la (1995) y Fitoussi y Rosanvallon (1997). Estos análi-
sis asumen que las desigualdades estructurales (en
privatización económica, etc. No se trata de la distribución del ingreso, el acceso a educación,
negar la importancia del mercado en los ám- salud, bienes y servicios básicos) aumentaron, pero
bitos económico y cultural ni su papel moder- además aquellas dadas por diferenciaciones dentro
nizador, pero es preciso criticar la visión fun- de un mismo sector social, que hasta no hace mucho
damentalista porque es la base de una nueva eran aceptadas porque existía oportunidad de ascen-
so social, también crecieron generando un sentimien-
cultura política de desigualdad debido a sus to de injusticia y frustración. Estas desigualdades
limitaciones en términos de integración so- intra-categoriales replantean, además, el tema de la
cioeconómica y política. identidad, pues al ser percibidas como un fenómeno
Ampliando lo dicho, en esta nueva cultura la social creciente se erosionan los sentimientos de per-
igualdad de oportunidades ligada a la adquisi- tenencia y las identidades sociales. Así, lo que está
en juego es el mismo modelo de integración social e
ción de capacidades a través de la educación, incluso nacional de las sociedades dependientes. El
que se basa en la idea de que quien posee más estancamiento de la movilidad social (que desalienta
conocimiento también tiene mejores oportu- una visión esperanzadora de futuro) y las consecuen-
nidades en el mercado laboral, y este sería cias de modelos económicos regresivos con conse-
cuencias de aumento de la pobreza con alcance ahora
un acto de justicia, es negada por el hecho de
a los sectores sociales medios, acentúan la sensación
que las oportunidades de conseguir empleo de malestar. Los individuos se disponen a resolver su
dependen cada vez más de la suerte o de las situación personalmente de la mejor manera posible
posibilidades de ejercer influencia. El aumen- para ellos, lo que tiende a debilitar los lazos sociales
to del desempleo, la inestabilidad laboral y la y el ejercicio ciudadano. La crisis de la ciudadanía,
referida al derecho a tener derechos (a la participa-
reforma de la seguridad social, favorecen esta ción política, a la educación, a la salud y al trabajo),
percepción incierta de la igualdad, lo que se pone también en crisis una razón igualitaria, pues los
600 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

debería asegurar la igualdad, pues el merca- atiendan a quienes son expulsados del mercado
do no puede hacerlo, y trabajar en función del coyunturalmente.
bien público, la ampliación de la ciudadanía y La pregunta es cómo, a partir de nuestras
el desarrollo humano. particularidades, es posible lograr un mejor
En este sentido, en el Informe de desarrollo acceso a los beneficios de la globalización, dis-
humano 1993 (PNUD, 1993: 37) se sostiene que minuir la exclusión y las inequidades socioeco-
algunas medidas promotoras de un mercado nómicas y ampliar la participación ciudadana.
en función del bien público serían inversiones En este sentido, analizar cuánto y cómo las cul-
en educación, salud y capacidades de la gente; turas políticas de desigualdad limitan los pro-
distribución equitativa de activos, sobre todo cesos de desarrollo y la inclusión parece funda-
de tierras en las sociedades agrarias pobres; mental. Con base en las demandas de la gente
facilidades para que la población empobreci- y aceptando la existencia de la heterogeneidad
da acceda a créditos; acceso a información de económica, social y cultural en la región, se
oportunidades que brinda el mercado; suficiente propone que sólo a través de una cultura deli-
infraestructura física; apoyo a la investigación y berativa pluralista, que reconozca la igualdad
el desarrollo; marco jurídico claro; eliminación entre distintos, es posible lograr metas com-
de barreras vinculadas a factores culturales, de partidas en función de un desarrollo humano
género o religión; estabilidad macroeconómi- incluyente.
ca; sistema de incentivos y régimen fiscal justo;
protección de la competencia, los consumido-
res, los trabajadores, los grupos especiales (mu- 4. Hacia una nueva cultura de la
jeres, niños y minorías étnicas) y el medioam- igualdad. La deliberación como
biente; fortalecer redes de seguridad social que una salida posible

Lo planteado hasta ahora hace necesario re-


derechos al trabajo, a la salud y a la educación tien- pensar las relaciones entre cultura política y
den a disminuir la desigualdad, o a que aumenten los desarrollo humano, reconociendo tanto los lí-
individuos con condiciones para sufrir menos la des-
mites de las políticas de reestructuración eco-
igualdad respecto de individuos favorecidos por su
condición socioeconómica (Bobbio, 1995). nómica y de la ciudadanía y el régimen demo-
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 601

crático, como los avances institucionales y de 4.1. La cultura política de la


la racionalización económica que, sin embargo, deliberación: hacia un balance
generaron en varios países mayor exclusión, empírico y conceptual
inequidad y desigualdad social.
Existe una genuina demanda ciudadana Heterogeneidad y culturas de desigualdad
de volver más ética la política y de alcanzar Las sociedades latinoamericanas son hete-
mayores niveles de justicia social; asimismo, rogéneas cultural, estructural y socialmente,
las experiencias participativas exitosas en va- hecho que se asocia con culturas políticas de
rias ciudades, los avances en el debate sobre desigualdad. Los tres tipos de cultura política
ideas como deliberación y compromiso y la propuestos permiten reconocer la fuerte hete-
complejidad social, cultural y económica de rogeneidad cultural presente históricamente
las sociedades latinoamericanas, impulsan a sobre todo en las sociedades andinas. Las cul-
pensar sobre una cultura política de igualdad turas indígenas con las que los colonizadores
vinculada a un desarrollo humano que integre se enfrentaron eran de por sí muy complejas47 y
cultura y democracia. la relación que establecieron con los coloniza-
En lo que sigue, se desarrolla la noción de dores incrementó su complejidad. Por su parte,
cultura política deliberativa, en la que el otro la heterogeneidad estructural de la economía
es aceptado más igualitariamente y que busca marca un dualismo y una marginalidad que
superar la exclusión. Se trata aquí de una idea inciden directamente en las culturas políticas
de igualdad asociada a una cultura cívica en de desigualdad. Finalmente, la heterogeneidad
torno al espacio de una comunidad de ciuda- social puede reconocerse principalmente en la
danos, partiendo de la idea de que en socieda- explosión de demandas diversas que combinan
des fuertemente heterogéneas socioeconómi- lo social con lo cultural, sobre todo desde la dé-
ca y culturalmente, como muchas de la región, cada del ochenta, como las vinculadas a temas
articular de manera fecunda democracia y de género, indígenas, éticos, a la calidad de la
desarrollo puede depender en gran medida de
prácticas deliberativas que generen opciones,
47 Cabe recordar que el Estado incaico intentó contro-
consensos, acuerdos y resultados en función
lar una sociedad pre-hispánica cultural y socialmente
del bien común. heterogénea.
602 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

vida, etc.; ellas son impulsadas por movimien- rían con el tiempo permanecieron las culturas
tos sociales que, aunque tienen un accionar previas a la colonia, aunque no eran reconoci-
muy fragmentado, reclaman el reconocimiento das políticamente, a través de ritos, creencias,
de la diferencia y la diversidad como un tema artesanía, comidas. El resultado fue una cultu-
clave de la democratización de la sociedad. ra que integró las anteriores, aunque con un es-
Las sociedades pre-coloniales ya eran su- tatus inferior. Un ejemplo claro en este sentido
mamente heterogéneas culturalmente en la es el arte barroco mestizo que muestra cómo
región, pues habitaban desde tribus con una el cristianismo fue reelaborado sobre la base
organización social muy simple hasta imperios de la religiosidad indígena. Esta complejidad
sumamente complejos como el maya, el inca o del entramado de culturas diversas se mantie-
el azteca. La llegada de los colonizadores com- ne hasta la actualidad en América Latina; hoy
plejizó la situación porque ellos desconocieron se acepta más ampliamente el pasado cultural,
al indígena y lo subordinaron a través de la aunque en muchos casos aún es relegado y sus
conversión al catolicismo y la explotación eco- representantes (indígenas y mestizos) siguen
nómica.48 En las nuevas sociedades que surgi- siendo discriminados.
La heterogeneidad cultural se asoció a la es-
tructura económica, identificando ocupación
48 Sin embargo, la noción del otro no fue homogé- con etnia: los campesinos en su gran mayoría
nea; la misma Iglesia tuvo actitudes diferenciadas.
Por ejemplo, el fraile Bartolomé de las Casas sostuvo eran indígenas; los marginales, los empleados
que: “Así, estos indios, totalmente inocentes, no pue- informales y los comerciantes urbanos eran
den ser acusados por no entrar en razón con sólo la mestizos; parte de la burocracia y el poder eco-
prédica de las primeras palabras del Evangelio, pues nómico estaba en manos de colonos blancos.49
ellos no entienden al predicador. No están obligados
a abandonar de golpe su religión ancestral, porque
no comprenden que esto es lo que les resulta mejor”.
Para Bravo (1992: 64) de las Casas deja en evidencia se sitúa en una suerte de frontera indecible entre la
la paradoja de la conversión, porque “Para salvar, salvación y la negación del otro”.
para traducir la identidad del otro, le pide al otro 49 El asentamiento de los colonizadores en el conti-
abandonar su identidad de origen. Para convertir a la nente ofrecía la posibilidad de reproducir relaciones
“ley natural” pervierte el origen “natural” del otro, le no racionales sino más bien feudales con un contenido
da otra versión del origen. […] [Así,] de las Casas […] paternalista que en su propia tierra estaban llegando
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 603

La diferenciación al interior de estas catego- su cultura y su posición en la estructura eco-


rías es mucho más compleja; por ejemplo, en nómica a la vez: al indígena y al campesino, al
el caso de México, los marginales urbanos no mestizo y al pobre urbano y al blanco y a las
sólo son mestizos sino ladinos que son indíge- elites económicas.
nas; ellos, sin embargo, hablaban castellano y La heterogeneidad estructural de la econo-
adoptaron la cultura española.50 Aunque la mo- mía es el resultado de procesos de dualización
dernización de la sociedad produjo una cierta de las sociedades con las siguientes característi-
movilidad ascendente, los grupos segregados cas: i) acelerada urbanización con parcial indus-
étnica y económicamente ocuparon nuevos trialización y modernización; ii) coexistencia de
lugares. Estos grupos no accedieron a apren- un sector moderno económicamente con otro
der mecanismos de inserción en mercados más tradicional; iii) distancia entre quienes se en-
amplios, más allá de que existieron normas cuentran más o menos incluidos (como aquellos
importantes en este sentido, como la reforma que participan del mercado formal de trabajo) y
agraria o la emancipación de los esclavos. los excluidos del sistema económico formal (los
Así, un dato de las sociedades latinoame- informales urbanos, los campesinos con escasa
ricanas actuales es su complejo entramado capacitación, los empleados en situaciones de
intercultural, vinculado a una estratificación inestabilidad y precariedad laboral); iv) distribu-
económica específica. Ello incide en la cultura ción inequitativa de ingresos con la consecuente
política de desigualdad, que rechaza al otro por concentración de los mismos (como se observa
en el Cuadro 7), concentración que deriva en un
consumo suntuario para pocos frente a un con-
a su fin; ellos no intentaron traer a América el espíri- sumo básico para la gran mayoría.51
tu capitalista en el agro (Rex, 1978). Este autor ofrece
una detallada estratificación de la sociedad colonial.
50 Rex (1978: 23). En el caso de México, continúa el 51 Al respecto ver Touraine (1989). La concentración
autor (p. 24), “[…] los mestizos a los que se negó la de los ingresos no implicó, empero, una inversión en
posibilidad de poseer tierras porque no eran indios y desarrollo nacional en todos los países, pues gran parte
de ocupar cargos políticos porque no eran españoles, de las elites concentradoras exportaron capitales e im-
se vieron obligados a desempañar cometidos de co- pulsaron un sistema financiero alejado de la industria.
mercio urbano”. El caso más claro es quizás el de Argentina.
604 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Cuadro 7. Distribución y concentración del ingreso de los hogares (1990-2002)

País Año Participación en el ingreso total de Indice Gini


40% más pobre 10% más rico
Argentina a/ 1990 14.9 34.8 50.1
1997 14.9 35.8 53.0
2002 13.4 42.1 59.0
Bolivia 1989 b/ 12.1 38.2 53.8
1997 9.4 4.07 59.5
2002 9.5 41.0 61.4
Brasil 1990 9.5 43.9 62.7
1996 9.9 46.0 63.8
2001 10.2 46.8 63.9
Chile 1990 13.2 40.7 55.4
1996 13.1 40.2 55.3
2000 13.8 40.3 55.9
Colombia 1994 10.0 41.8 60.1
1997 12.5 40.1 56.9
2002 c/ 11.9 39.1 57.5
Costa Rica 1990 16.7 25.6 43.8
1997 16.5 27.3 45.0
2002 14.5 30.2 48.8
Ecuador c/ 1990 17.1 30.5 46.1
1997 17.0 31.9 46.9
2002 15.4 34.3 51.3
El Salvador 1995 15.4 32.9 50.7
1999 13.8 32.1 51.8
2001 13.4 33.3 52.5
Guatemala 1989 11.8 40.6 58.2
1998 14.3 39.1 56.0
2002 14.2 36.8 54.3
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 605

País Año Participación en el ingreso total de Indice Gini


40% más pobre 10% más rico
Honduras 1990 10.1 43.1 61.5
1997 12.6 37.7 55.8
2002 11.3 39.4 56.4
México 1989 15.8 36.6 53.6
1998 15.1 36.7 53.9
2002 15.7 33.2 51.4
Nicaragua 1993 10.4 38.4 58.2
1998 10.4 40.5 58.4
2001 12.2 40.7 57.9
Panamá c/ 1991 13.3 34.2 54.5
1997 13.3 37.3 55.2
2002 14.2 32.7 51.5
Paraguay 1990 d/ 18.6 28.9 44.7
1996 c/ 16.7 33.4 49.3
2001 12.9 37.3 57.0
Perú 1997 13.4 33.3 53.2
1999 13.4 36.5 54.5
2001 13.4 33.5 52.5
R. Dominicana 2000 11.4 38.8 55.4
2002 12.0 38.3 54.4
Uruguay c/ 1990 20.1 31.2 49.2
1997 22.0 25.8 43.0
2002 21.6 27.3 45.5
Venezuela 1990 16.7 28.7 47.1
1997 14.7 32.8 50.7
2002 14.3 31.3 50.0

Fuente: Elaboración propia en base a datos de CEPAL, 2004 (pp. 73-74 y 76-77).

a/ Gran Buenos Aires. b/ Ocho ciudades principales y El Alto. c/ Total urbano. d/ Área metropolitana de Asunción.
606 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Desde la teoría de la dependencia52, en la dé- En esa época también se realizaron reformas


cada del sesenta se planteó que el mayor obs- agrarias importantes, pero las antiguas oligar-
táculo al desarrollo de los países de la región quías no dejaron de ejercer poder, aunque se
era su limitada industria, que o no producía expandieron a la industria y el sector financiero.
valor agregado o producía muy poco; ello llevó El Estado orientó la dinámica del desarro-
a una inserción muy dependiente en los merca- llo, no sólo regulando la actividad política sino
dos internacionales a partir sobre todo de los también la social y económica, pues generaba
recursos naturales y a depender del consumo empleo a través de las empresas nacionales y
interno; a esto se suma la escasa inversión en la burocracia estatal. El carácter interventor
investigación y desarrollo, un consumo imita- del Estado entró en crisis a partir de la década
tivo y un empresariado con escaso liderazgo del ochenta, pues no pudo hacer frente a los
y compromiso social. Los resultados son una condicionantes de una economía globalizada
modernización imitativa e incompleta, con en la que la tecnología de información cumple
poca innovación económica y con un creci- un rol central.54
miento sin equidad.53 Por heterogeneidad social se entiende la
La expansión en la región de la industria cul- emergencia de múltiples actores sociales a par-
tural y un ascenso social creciente a mediados tir de los años ochenta con demandas que se
del siglo XX, ambas cuestiones de carácter in- salían de los cánones clásicos del sindicalismo
clusivo, fueron la contracara de estos procesos
de modernización, impulsados por gobiernos
nacional-populares que aumentaron la inversión 54 Entre los factores que habrían impulsado la cri-
en educación y en obra social, consolidando una sis se encuentran las presiones del sector externo de
la economía (deterioro de los precios de intercambio,
clase media que actualmente vive procesos de
pago de los intereses de la deuda externa); el aumento
pauperización debido a la retracción del Estado. de las necesidades y demandas de la población, hasta
entonces satisfechas en gran medida por el Estado; la
fuerza de una ideología conservadora antiestatal; la cre-
ciente ineficacia de la estructura estatal para satisfacer
52 Prebisch (1963), CEPAL (1965), Cardoso y Faletto las demandas de la gente, hacer más eficiente el propio
(1969). funcionamiento administrativo y eliminar la corrupción
53 Fajnzylber (1987). (Calderón y Dos Santos, 1995).
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 607

obrero y campesino, que sufrieron serios reve- Así, entre la multiplicidad de movimientos
ses con la reestructuración económica y perdie- sociales aglutinados en torno a diversas rei-
ron representatividad. Los nuevos movimientos vindicaciones, figuran los que apelan a lograr
sociales planteaban demandas más diversas, mayor ética en la democracia (derechos hu-
que iban desde aquellas de carácter ético hasta manos, anti-corrupción); aquellos que están
otras de corte económico. Los nuevos actores vinculados al movimiento obrero pero que
proponen generar nuevas representaciones que buscan mayor autonomía con respecto al Es-
abarquen la diversidad social, cuestionan los tado; los propulsores de la descentralización
límites del sistema de partidos políticos y el au- y democratización municipal (movimientos
toritarismo y la discriminación en sociedades en torno a los asentamientos y toma de terre-
inequitativas y negadoras de la diferencia. nos, Comités Cívicos, ollas populares, barria-
Estos aspectos positivos, sin embargo, se con- les, etc.); aquellos que reivindican identidades
traponen con la actitud defensiva frente a los sociales y culturales desde donde construir
procesos de reestructuración y el carácter prag- nuevos lazos sociales (de género, indígenas,
mático de sus demandas que limitan su fuerza de comunitaristas, ecologistas).56 Se trata de mo-
acción y sus posibilidades de articularse en fun- vimientos que hoy están muy fragmentados y
ción de un proyecto nacional de largo alcance. no se articulan entre sí en función de objeti-
Pero, por otra parte, ellos pusieron en evidencia vos más generales de largo alcance, mostran-
temas no resueltos en nuestras sociedades, como do la heterogeneidad social y la conflictividad
la necesidad de una ciudadanía que incluya la di- de nuestras sociedades.
versidad social, territorial, cultural; la aceptación Teniendo en cuenta esta compleja historia
del pluralismo; el logro de mayor autonomía con y heterogeneidad social, cultural y estructural
respecto al Estado; la revalorización de una cul- de las sociedades latinoamericanas, se inten-
tura colectiva frente al individualismo creciente tará en lo que sigue esbozar algunas ideas so-
de la sociedad de mercado; la necesidad de cam-
bios institucionales democráticos.55
56 Entre los muchos trabajos sobre los movimientos
sociales en la región puede verse Calderón y Dos Santos
(1987a y b), Escobar y Alvarez (1992), Touraine (1989),
55 Calderón y Dos Santos (1987a). Jelin (1985), Calderón (1986).
608 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

bre cómo sería una cultura política igualitaria En otras palabras, la deliberativa es una cul-
para la región. tura política que busca generar espacios públi-
cos donde los actores, a partir de su diversidad
4.2. La cultura política deliberativa cultural, social y económica, participen con
otros como iguales para alcanzar acuerdos en
La cultura política deliberativa busca vincular función del bien común, acuerdos que puedan
justicia y ética con la igualdad, tema que debe ser evaluados colectivamente. En esta cultura,
ser públicamente debatido. Se opone a las cul- las capacidades políticas se desarrollan en la
turas políticas de desigualdad porque aquí la medida en que existe una relación igualitaria
igualdad es concebida en el marco del respeto con otros. Incluso sólo con que una cultura
del pluralismo de las sociedades. Es una cultu- de este tipo exista, se estaría frente a la posi-
ra política democrática, pues plantea una dis- bilidad de construir opciones entre las cuales
cusión de propuestas sobre los temas que in- los ciudadanos pueden elegir según sus iden-
teresen a la sociedad, en la que participen (di- tidades culturales y aspiraciones personales y
rectamente o a través de sus representantes) colectivas.58 Tres aspectos centrales caracteri-
todos los afectados por las decisiones que se zan la cultura política deliberativa: el recono-
vayan a tomar. Y aunque no se desconocen las cimiento de la igualdad política, la equidad en
relaciones de poder en las que están inmersos los actos de habla y la capacidad reflexiva de
los actores sociales que participan del proceso la sociedad.
de deliberación, el rasgo central es que la deli-
beración debe basarse en argumentos raciona- a) El reconocimiento de igualdad
les comprometidos con la imparcialidad, desde Aquí la igualdad no se entiende como una no-
donde puedan generarse formas de coopera- ción general y abstracta, sino en sus aspec-
ción y autonomía e incluso puedan disputarse tos concretos, como igualdad ante la ley, de
la dirección del desarrollo. Así se construiría
una sociedad más libre, tolerante y justa.57
tas con rasgos deliberativos, sobre todo entre indígenas
y obreros; también la opción por el diálogo como forma
57 Varias experiencias históricas en la región ilustran de resolver problemas.
esta posibilidad, entre ellas las tradiciones comunitaris- 58 Sen (1999).
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 609

ingresos, de oportunidades. Las sociedades En un debate sobre el tema, Tabboni (2001)


son las que priorizan alguno de estos ámbi- sostiene que es imposible lograr igualdad en
tos según sus propios criterios, valores, cul- la diferencia porque la misma idea de diferen-
tura.59 Pero como las diferencias (económi- cia supone un patrón jerárquico de desigual-
cas, sociales, culturales, individuales) entre dad. Para Touraine (2001), empero, la relación
las personas pesan en las desigualdades, el entre igualdad y diferencia es de complemen-
tema es lograr igualdad respetando las dife- tariedad y no de oposición, pues la igualdad
rencias. Para Sen, la demanda de igualdad se apela a un principio meta-social, superior a la
justifica, en última instancia, por una preocu- sociedad (dado por principios religiosos, la ca-
pación ética.60 pacidad racional de los individuos y/o por la
ciudadanía), que se vincula a lo que ella deter-
59 Sen (1995). El autor destaca que en algún ámbito
mina como bien común. Tal principio asegu-
considerado importante, todas las teorías éticas, socia- raría el reconocimiento de la diferencia, pues
les y políticas hacen referencia a algún tipo de igualdad, para que el sujeto pueda realizarse individual-
incluso aunque defiendan la desigualdad en otros ámbi- mente debe reconocer el mismo derecho de
tos; como estos ámbitos pueden ser diferentes según autorrealización (y, agregaríamos, libertad)
los distintos enfoques sobre el orden social, el proble-
ma de la diversidad quedaría resuelto. El ámbito de exi- de los demás individuos sin excluirlos por sus
gencia de igualdad debe ser el de la libertad y potencia- adscripciones o atributos (clase, género, cul-
lidad de realización de los proyectos individuales. Un tura, etnia, educación). El autor reconoce que
grave problema es que en la percepción general actual, existe desigualdad en el ejercicio del poder,
la igualdad no está establecida como exigencia en nin-
pero sostiene que la democracia, respondien-
gún ámbito ni su relación con la diferencia en ninguna
utopía socialmente compartida. Esto refuerza el sen- do a ese principio, debe asegurar el respeto
timiento de injusticia frente a diversas desigualdades por la igualdad de derechos políticos y hacer
y falta de reconocimiento, provocando una gran frus- posible la realización plena de los derechos so-
tración. Este fenómeno se vincula al debilitamiento del ciales, lo que garantizaría que todos los indivi-
ejercicio ciudadano y al aumento de la fragmentación
social, económica y cultural, y a la desafección política,
reforzando un sentimiento de malestar generalizado. y colectivos, al expandirse al conjunto de la sociedad.
60 Para Sen (1997 y 2000), la opción colectiva racio- Se trataría de opciones más eficientes y también más
nal permite a la vez maximizar intereses particulares justas al involucrar tendencialmente a toda la sociedad.
610 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

duos puedan hacer reconocer sus diferencias. Teniendo en cuenta las relaciones de poder
El problema de este análisis, dice Tabboni, a las que individuos y actores están someti-
es que no describe los comportamientos con- dos, sería posible lograr una relación menos
cretos de los sujetos, a quienes en los hechos contradictoria entre igualdad y diferencia en
no se les reconoce esa igualdad porque están la medida que se refuerce una cultura deli-
inmersos en relaciones de poder y dependen- berativa que no sólo permita la canalización
cia.61 El debate queda abierto. institucional de la participación ciudadana,
sino que estimule la participación que, aunque
61 Tabboni (2001: 80-81), tomando como referencia
aparece aislada y centrada en problemas con-
el análisis de Fraser, encuentra dos tipos de enfoques cretos, supone que el aporte de individuos y
para tratar la relación entre igualdad y diferencia: (i) el actores es central para redefinir aspectos que
distributivo que, desde una perspectiva social, coloca hacen al bien común, el cual debe ser discu-
el problema en la distribución de riquezas y recursos tido en función de los intereses y propuestas
y en la explotación económica, la marginalidad y la
exclusión, e invita a una reflexión en términos de equi-
diversos de los participantes. La idea es que la
dad y de igualdad de capacidades para todos (sus ex- cultura política deliberativa debería permitir
ponentes son Sen, Rawls, Fraser, Dworkin); (ii) el del la manifestación de múltiples voces (aspira-
reconocimiento que, desde un enfoque cultural, colo- ciones, intereses, proyectos) para construir
ca el problema en las injusticias culturales, intentando nuevos horizontes de desarrollo más equitati-
eliminar la dominación de unas culturas sobre otras y
la falta de respeto de derechos culturales que genera vo y eficiente para todos, brindando el marco
grandes distancias e inequidades (sus representantes institucional que inspire confianza y compro-
son Taylor y Honneth). La dificultad para vincular am- miso y que, basado en valores democráticos,
bos enfoques en un único proyecto político radica,
para Fraser, en que los efectos de las políticas distri-
butivas son contradictorios con los de las políticas de
reconocimiento, pues las primeras pretenden acabar cas se superponen a las culturales. Para esta autora, la
con las desigualdades (sobre las cuales se apoyan las demanda de reconocimiento es a la vez una vía para
diferencias) y las segundas dar oportunidad de recrear lograr igualdad de oportunidades económicas, y las
las diferencias, las que dejarían de existir con la apli- políticas redistributivas viabilizarían, por su parte, el
cación de políticas redistributivas eficaces. Contraria- reconocimiento de demandas culturales. Así, igualdad
mente, Young sostiene que en los hechos no se da tal y diferencia no se contrapondrían sino que se reforza-
dicotomía, ya que en general las injusticias económi- rían mutuamente.
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 611

asegure la manifestación de las diferencias. La se amplíe la diversidad de actores. El bien co-


agenda y la solución de problemas se constru- mún así construido beneficia a todos los par-
yen también a partir de la deliberación pública ticipantes y da sentido a la práctica política,
de los participantes, colectivamente, a través que adquiere mayor legitimidad y eficiencia en
de la argumentación y contra-argumentación la toma de decisiones.63
entre los involucrados.
La igualdad y la justicia son logros de una b) La equidad en los actos de habla
comunidad política que actúa en un marco de Ponerse de acuerdo sobre qué es el bien co-
deliberación, siendo la sociedad deliberante mún para una sociedad implica necesariamen-
la que interpreta esta igualdad que se asume te que los individuos y grupos se comuniquen
como compleja. La práctica de la igualdad tie- de manera genuina, expresando libremente
ne sentido sólo en un marco político delibe- sus opiniones y propuestas y escuchando las
rativo, donde los intereses mayoritarios estén opiniones y propuestas de los otros. Ello im-
siempre presentes, aunque exista desigualdad plica asegurar un espacio público de respeto
propia de la lógica del poder. En los espacios y reconocimiento del otro en condiciones de
deliberativos de la comunidad de ciudadanos igualdad. En nuestra región, como se explicó
es posible tomar decisiones colectivas con más arriba, las culturas políticas de desigual-
otros actores para alcanzar resultados que dad son muy fuertes y están vigentes; a ello
beneficien a todos cuando el otro es genuina- se suma, además, el carácter excluyente de
mente reconocido en un plano de igualdad.62 algunas políticas de los países desarrollados
Son espacios que deben viabilizar la acción hacia los países en desarrollo. Con más razón,
colectiva argumentativa con vistas a que los entonces, es preciso abocarse a crear espacios
intereses particulares se amplíen al conjunto comunicativos deliberativos donde prime la
social como única vía de realización. Se alcan- igualdad y el reconocimiento, en función de
zarán mejores resultados en la medida en que lograr mayor equidad en la toma de decisiones
y mayor legitimidad democrática como meca-
62 Miller y Walzer (1995), Walzer (1998). Sobre esta
idea se basaron los Informes de Desarrollo Humano de
Bolivia (2000 y 2002). 63 Sen (1999).
612 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

nismos tanto para discutir el bien común como tos de habla en espacios más equitativos que
para procesar conflictos. no se darán sin lucha o conflicto, se vuelvan
La equidad en los actos de habla precisa que políticas concertadas de acción para lograr el
los actores intenten comprender el sentido de bien común.
la acción de los otros actores. Esa compren-
sión se daría en relación con: c) La capacidad reflexiva
El tercer requisito de esta cultura política
i. la propia cultura (que en América Latina de igualdad (además de la autonomía de los
debe partir por reconocer una histórica ne- actores, de las expectativas de resolver con-
gación de aquel considerado otro distinto sensuadamente los conflictos y de la raciona-
que de diversas maneras ha peleado por lidad sustantiva y pluralista que debe primar
autoafirmarse y ser aceptado como igual); en los espacios deliberativos), es una mayor
ii. los modos de relación social de los otros capacidad reflexiva. La capacidad reflexiva
y sus comprensiones sobre la naturaleza; debe abocarse a pensar, en términos sustanti-
vos, los cambios en la sociedad globalizada en
iii. la interpretación de sus historias perso-
función de las propias sociedades nacionales
nales.
y, en términos procedimentales, cómo reba-
tir argumentativamente las ideas de otros, no
Como ya se analizó, la inequidad no es sólo para negarlas sino para llegar a mejores pro-
socioeconómica, sino también política y cul- puestas para todos tomando en cuenta las di-
tural, y se transforma en autoritarismo cuan- versas subjetividades, formas de sociabilidad
do se expresa en los diversos espacios de la y sus reflexiones.
vida diaria a través de los actos de habla, de la La capacidad reflexiva se plantea como las
comunicación entre diferentes. Para revertir formas en que las sociedades, desde sus pro-
estas tendencias tan presentes en el contexto pias particularidades ciudadanas y comunita-
latinoamericano los actores y los individuos rias, usan los saberes modernos (códigos de
deben tener capacidad crítica y de oposición modernidad) en función de su propio desarro-
que les permita plantear demandas al sistema llo frente a los contextos globales. Este ejer-
político de tal manera que, mediante los ac- cicio podría, además, incentivar la comunica-
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 613

ción tanto entre actores nacionales y locales ción entre actores distintos. En este sentido,
como a escala internacional apelando a los va- la cultura política deliberativa puede ser un
lores universales que la democracia supone.64 genuino espacio de igualdad y reconocimiento
La cultura política deliberativa permitiría que contrapese el autoritarismo y la desigual-
tomar mejores decisiones en democracia y dad de las culturas políticas históricamente
lograr mayor justicia distributiva, pues la co- dadas en la región. Un espacio político delibe-
munidad política sería la protagonista en un rativo, incluso con sus desventajas, puede per-
marco garantizado de reconocimiento iguali- mitir concertar una orientación del desarrollo
tario de los distintos actores. Esto elevaría la humano de las sociedades en función del bien
capacidad ciudadana para comprender mejor común decidido en conjunto.
la sociedad y las transformaciones a las que Para terminar, es preciso reconocer los lími-
se asiste. tes y las ventajas particulares que existen en las
Para sintetizar, a continuación se presenta el sociedades latinoamericanas para promover la
Cuadro 8, que resume las ventajas y los límites cultura política deliberativa, como se expresa
de la cultura política deliberativa.65 en el Cuadro 9.
Aunque existirán límites y conflictos de po-
der en los espacios deliberativos, también ellos (Ver Cuadros 8 y 9 en página siguiente)
serían los únicos desde donde lograr coopera-

64 El uso de las redes de información y de imagen


globales puede, en un horizonte temporal de mediano
plazo, ser absolutamente crucial. Ver Castells (1998a,
cap. 6).
65 Stokes (2001) y Przeworski (2001) sostienen que
la democracia deliberativa puede ser más un espacio
de manipulación ideológica que induzca preferencias y
haga pública una información sesgada que un espacio
genuino de comunicación entre distintos actores. Ello
implicaría al menos desigualdad en cuanto a la informa-
ción y la capacidad para procesarla.
614 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Cuadro 8. Límites y potencialidades de la cultura política deliberativa

Potencialidades Límites

• Crea opciones. • Se manipulan las opciones.


• Refuerza el espacio público. • Refuerza intereses corporativos.
• Logra eficacia en los resultados. • No logra eficacia en los resultados.
• Facilita la viabilidad para elaborar demandas y lograr • Es difícil lograr consenso y el debate puede terminar en votación,
consensos. siendo la agregación del voto, y no el debate, lo que decide.
• Es un fin moral en sí, a partir del cual deben rediscutirse las • No todos comparten este fin moral. Además, enfatiza los
ideas de bien común y responsabilidad pública y los principios medios y no los fines, ya que en la práctica no se discuten
básicos sobre los que descansen las decisiones políticas. valores sino instrumentos de políticas.
• Mejora la acción colectiva racional porque es legítima y • No siempre se opta por lo más eficaz y/o legítimo (si no
eficiente. Legitima procesos y elecciones finales asociados se llega al consenso); esto le resta legitimidad cuando se
con justicia distributiva. conocen opciones mejores.
• Implica un debate argumentativo de ideas donde debe • No convencer a otros de una propuesta no implica
ganar la opción más eficiente y racional porque sería mejor abandonarla; el debate se puede trabar y puede no optarse
para todos. por lo más eficiente y racional.
• Supone que la información está lo más equitativamente • Se manipula la información para tomar decisiones e inducir
distribuida y es lo más transparente posible para todos. preferencias.
• Supone que todos los individuos son considerados libres • La cultura de la desigualdad no se discute, pues se supone
e iguales. que se delibera entre sujetos libres e iguales.

Cuadro 9. Límites y potencialidades de la cultura política deliberativa en América Latina

Potencialidades Límites

• Demandas de participación y de diálogo como mecanismo • Heterogeneidad estructural.


para resolver conflictos. • Brechas de desigualdad y alta fragmentación social como
• Experiencias deliberativas en espacios comunitarios, efectos de los procesos de diferenciación social y funcional.
sindicales, territoriales y otros de participación social. • Coexistencia conflictiva de subjetividades diversas y mercados
• Logro de acuerdos políticos y sociales concertados. culturales que tienden a subsumirlas.
• Cierta voluntad de diálogo para alcanzar acuerdos que • Crisis de representación.
produzcan resultados concretos. • Malestar generalizado de la ciudadanía.
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 615

5. A modo de cierre en el sistema político de toma de decisiones,


asegurando así la cohesión social de las nacio-
¿Qué resultados habrá en términos de sosteni- nes. En tercer lugar, el funcionamiento estatal
bilidad de la propia sociedad en el largo plazo tendría que subordinarse al régimen democrá-
de persistir los procesos de diferenciación so- tico y a la búsqueda de una política de mayor
cial y funcional que complejizan la estructura cooperación y participación de los ciudadanos.
social y las tendencias al aumento de la pobre- Ciertamente, esto también supone una nueva
za, la exclusión y la inequidad social, que ge- lógica institucional que se construya sobre una
neran un fuerte sentimiento de malestar, una red de instituciones de derecho público que
apatía de la población frente a la comunidad y, asegure el funcionamiento del mercado, pero
por tanto, un debilitamiento de la ciudadanía y que a la vez permita expandir la reproducción
del régimen democrático? y ampliación constante de una cultura política
Este problema plantea la necesidad de crear igualitaria y deliberativa como principal garan-
nuevas relaciones entre la sociedad, el Estado tía de su funcionamiento.
y la economía. Al menos vale la pena insistir
en tres perspectivas. En primer lugar, dados 5.1. Hacia un vínculo fecundo entre
los procesos de globalización económica, los desarrollo humano y democracia:
Estados nacionales deberían promover políti- la cultura deliberativa
cas de integración nacional impulsadas por la
búsqueda de una competitividad sistémica. En Desde la perspectiva que se ha venido argu-
segundo lugar, dadas las características predo- mentando, el desarrollo humano puede ser
minantes de la economía de mercado, los Es- considerado como la promoción de las capaci-
tados deberían promover procesos de integra- dades de las personas, comunidades e institu-
ción social eliminando las barreras sociales de ciones para realizar políticas deliberativas en
acceso al mercado, impulsando una cultura de distintos niveles y esferas de la vida pública de
solidaridad y coadyuvando a la constitución de una sociedad. La deliberación constituye el eje
un sistema de actores sociales donde los más de una cultura política que busca mayor equi-
excluidos puedan transformar sus necesidades dad en las relaciones sociales, considerando
en demandas que se expresen e interactúen que las capacidades políticas, histórica y cultu-
616 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ralmente determinadas, condicionan la calidad La cultura política deliberativa se vincula a


de vida de la población y por tanto sus niveles valores de justicia social, pluralismo e igualdad
de pobreza. Así, por ejemplo, si bien como re- compleja, desde donde la democracia se conci-
sultado de alianzas nacionales modernizadoras be como resultado de una construcción colec-
(como en los países del sudeste asiático y los tiva deliberativa en la comunidad política, no
momentos de auge de los regímenes nacional- desconociendo los mecanismos institucionales
populares en América Latina) se plasmaron im- de representación, sino como forma de fortale-
portantes experiencias de integración y justicia cimiento ciudadano.
social, ahora, bajo las nuevas condiciones de En este enfoque, los niveles de pobreza e in-
complejidad de la sociedad, y en el marco de equidad de una sociedad se relacionan con la
una democracia comprendida como régimen incapacidad de sus habitantes, actores e insti-
institucional y como estilo de vida, una cultura tuciones para participar en procesos delibera-
política asociada a la deliberación y la igualdad tivos, así como con la exclusión de los otros y
puede incrementar la capacidad de acción de la con la dependencia de los excluidos respecto
sociedad sobre sí misma y sobre el desarrollo.66 de quienes detentan el poder y la autoridad.
Ello también implica la necesidad de que los

66 Un ejemplo en este sentido es el caso de Malasia,


que logró en el período 1970-1980 una elevada expan- etnias. Con tal fin, se lograron consensos interétnicos
sión económica junto con una reducción de la inciden- a través de los cuales se establecieron medidas que
cia de la pobreza de 52,4% a 17,1%. Estos resultados favorecerían a la mayoría malaya en detrimento de la
respondieron a una política activa del gobierno malayo minoría china. Esto fue posible por la consolidación de
que consideraba como objetivo primordial disminuir una institucionalidad estatal muy fuerte y el incentivo
las diferencias sociales entre grupos étnicos, estable- que representaba el peligro latente de la violencia o del
ciendo en consecuencia activas políticas educativas y separatismo étnico. En definitiva, el elevado crecimien-
de cuotas en el mercado de trabajo con el propósito de to económico logrado en la década de 1980-1990 favo-
favorecer al grupo étnico de origen malayo, mayoritario reció al conjunto de los grupos étnicos del país. El éxito
en el país y principalmente compuesto por personas de de esta estrategia implicó además combinar de manera
bajos ingresos. El sustento político de esta estrategia flexible y pragmática políticas económicas que res-
de desarrollo de largo plazo fue la constitución, a partir pondieron a diferentes contextos históricos, pero sin
de 1970, de instituciones estatales fuertes. El eje de di- perder de vista los objetivos nacionales de largo plazo
cha estrategia era la disminución de las brechas entre (véase Ohno, 1996).
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 617

excluidos tengan disponibilidad hacia el cam- de educación, más o menos involucrada en el


bio y la acción, pues en la medida en que pue- juego político, también hay ingentes grupos de
dan transformar sus necesidades en demandas marginales urbanos, rurales, indígenas y muje-
que expongan argumentativamente con otros res con escasos niveles de educación, exclui-
en un diálogo entre iguales, se darán las po- dos de la participación política democrática o
sibilidades de integración social y desarrollo. que sólo participan a través de arcanos meca-
Al contrario, el faccionalismo, la anomia y el nismos de dominación patrimonial-clientelar.
conformismo entre los pobres son factores que Muchas veces esa exclusión se traduce en frus-
mantienen las lógicas autoritarias y excluyen- tración y en acciones violentas que a menudo
tes en el sistema de toma de decisiones políti- expresan demandas sobre el derecho a hablar
cas.67 No basta oponerse a un sistema de poder y a ser incluidos y reconocidos con dignidad.68
injusto; es fundamental que la oposición y la En este sentido, la participación de los po-
crítica se transformen, a través del diálogo, en bres en experiencias de deliberación es un
propuestas de desarrollo. camino de integración social tanto en el plano
Esto supone una serie de consideraciones político como en el simbólico. Resulta funda-
que todo proceso de deliberación tendría que mental además promover discusiones públi-
tomar en cuenta. En primer lugar, se debe re- cas sobre el significado mismo de la pobreza
conocer que existe en estas sociedades, peri- y abordar los imaginarios sociales en torno de
féricas y complejas, una sistemática exclusión ella, imaginarios que generalmente tienen una
de gran parte de los ciudadanos considerados carga profundamente discriminatoria y racista
pobres del sistema de toma de decisiones po- que, como se argumentó, constituye la base de
líticas, de la vida pública y de políticas institu- culturas políticas de desigualdad fuertemente
cionalizadas. Si bien es posible encontrar en arraigadas en la región.
estos países buena parte de la población, espe- En segundo lugar, parece importante que las
cialmente la que tiene niveles altos y medios experiencias deliberativas se transformen en
acuerdos y consensos que deriven en planes
67 World Bank (2001); Narayan, Patel, Schafft, Rade-
macher y Koch-Schulte (2000); UNDP Bolivia (2000), 68 UNDP Bolivia (2000), Calderón y Szmukler (2000),
cap. 6. cap. 13.
618 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

y resultados evaluables públicamente y con la de desarrollo buscando acuerdos más progre-


participación de los mismos involucrados. La sivos y estrategias sociales más amplias y am-
legitimidad de la deliberación se dará en una biciosas. La deliberación puede incluso llegar
pragmática de resultados donde los mismos a promover el incremento de las capacidades
actores puedan participar en su realización, de desarrollo en otros campos, como el eco-
gestión y evaluación. El éxito de este tipo de nómico, el del capital social y el del uso de la
políticas dependerá de los niveles de coopera- información. Las estrategias de inserción en la
ción en la sociedad y entre ésta y el Estado, el sociedad y en la economía de la información y
que tendría que fomentar la creación de espa- la calidad del crecimiento económico deberían
cios públicos que promuevan la participación ser el resultado de debates públicos relaciona-
ciudadana y políticas de apoyo a las iniciativas dos con el tipo de sociedad y economía en que
de la sociedad, como también promover la vin- se desea vivir y con los sistemas de valores que
culación de redes de organizaciones sociales los alimentan. En esto radica la calidad de un
de la comunidad y de las organizaciones no gu- enfoque de desarrollo que tiene como horizon-
bernamentales. La sociedad civil y los actores te la autodeterminación de la sociedad. No se
sociales, por su parte, tendrían que desarrollar trata de una nueva utopía escatológica de una
una suerte de sentido de corresponsabilidad en sociedad paradisíaca resultado de un gran pac-
función del éxito de los planes y las políticas a to colectivo, sino que la sociedad, en las múl-
aplicar. En este contexto, políticas orientadas tiples manifestaciones del poder, dispute las
a redescubrir y facilitar el desarrollo de capa- orientaciones del desarrollo en función de sus
cidades de deliberación y participación pueden valores y como resultado de sus experiencias
ser también relevantes. deliberativas.
En tercer lugar, la deliberación puede llegar En cuarto lugar, la sociedad de redes tam-
a tener efectos multiplicadores en otros pla- bién puede llegar a constituirse en un impor-
nos, como en el intercambio de experiencias tante recurso para la deliberación. El acceso
de diverso tipo: productivas, informacionales, a los “códigos de modernidad” puede ser una
de educación, de comunicación, etc. Asimis- vía muy interesante para fortalecer la capaci-
mo, en el ejercicio deliberativo los actores dad de acción en la deliberación. La capacidad
pueden ir construyendo sus propias agendas de desarrollar la información como un ins-
Cultura de igualdad, deliberación y desarrollo humano 619

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América Latina en la era
de la información
Cambio estructural, crisis, actores sociales,
procesos de transformación*

Fernando Calderón G. y Manuel Castells

C omo colofón a los análisis presentados


en este libro, Fernando Calderón y Ma-
nuel Castells entablaron un diálogo que aquí
Fernando Calderón
Haber participado en la construcción de este
texto me lleva a retomar, para empezar el diá-
se presenta en transcripción literal. El debate logo, un tema central que hemos venido traba-
se inicia con la presentación, por separado, de jando hace varios años sobre la relación entre
dos visiones de la problemática de América cambio y sociedad en América Latina. Me refie-
Latina a principios del siglo XXI, sintetizando ro a la tesis que privilegia a los actores sociales
y comentando los trabajos elaborados para y sus capacidades de acción como articulado-
este proyecto colectivo de comprensión de la res de desarrollo y de democracia. De la capa-
nueva realidad latinoamericana. A continua- cidad de los actores sociales y políticos de ser
ción, Calderón y Castells discuten y elaboran agentes autónomos con capacidad crítica para
las tesis presentadas y plantean temas insu- crear proyectos, realizar pactos y construir
ficientemente recogidos en los capítulos de pautas culturales de acción, dependerá el cur-
este libro. No se trata de una conclusión, sino so de la democracia y el desarrollo de la calidad
de un debate que Calderón y Castells quieren de inserción en los procesos de globalización.
dejar abierto. La misma idea de renovación de la democracia
descansa en la capacidad de acción, reproduc-
ción e innovación de los actores sociales. Re-
* Este texto fue escrito junto a Manuel Castells y pu-
blicado originalmente en ¿Es sostenible la globalización
cuerdo que hacíamos una formulación sencilla
en América Latina? Debates con Manuel Castells 2003 al respecto: sólo potenciando la capacidad de
Vol. II “Nación y cultura. América Latina en la era de la acción de las sociedades se podrá reproducir y
información” (Madrid: Fondo de Cultura Económica). profundizar la democracia y el desarrollo.
628 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Aún más, habíamos concluido hace más de actuar en la economía y en la sociedad de la


diez años que frente a los procesos inevitables información.
de reestructuración de la economía mundial A diferencia del Sudeste Asiático, me da la
y sus implicaciones sobre la región, había, a impresión de que la persistencia de un patrimo-
pesar de la fuerza del cambio económico, im- nialismo enraizado en las relaciones Estado-so-
portantes componentes sociopolíticos que ciedad y economía en la región no ha permitido
permitían actuar en la misma direccionalidad una integración más sólida y activa en los pro-
del cambio. En este sentido, resaltaba la impor- cesos de globalización. La misma debilidad de
tancia de innovar integralmente y lo más efec- los movimientos sociales, que al diferenciarse
tivamente posible, ya que la globalización y la en gran medida se han fragmentado, ha incidi-
sociedad de la información eran un hecho. Sin do en esta globalización sin informacionalis-
embargo, argumentábamos que para que esto mo. Al final, la misma política y la democracia,
fuera fecundo socialmente era fundamental que desgraciadamente también pierden legiti-
potenciar la capacidad de acción –de agencia midad en la región, han terminado pagando el
diría Sen- potenciando a los actores políticos costo más alto.
y sociales como los principales garantes de Quisiera ahora y desde esta perspectiva dis-
transformaciones estructurales y de regímenes tinguir cuatro temas que, a mi entender, son
democráticos estables. El resultado histórico fundamentales y podrían ayudar a estructurar
fue mucho más complicado y la inserción de el mapa latinoamericano a que se ha hecho re-
nuestras sociedades en la globalización, aun- ferencia.
que estuvo asociada a recursos económicos, En primer lugar, quisiera mencionar el tema
humanos y tecnológicos, dependió más de la de esta globalización irreversible, pero no sos-
trama de relaciones sociopolíticas internas que tenible, reflexión con la que iniciamos el libro.
de meras fuerzas externas. El saldo, como de- El gran desafío de la sostenibilidad de un
muestran los estudios económicos y sociopolí- desarrollo globalizado, de una globalización
ticos de este libro, ha sido relativamente nega- irreversible, tiene que ver con el tránsito de
tivo, entre otras cosas debido a una capacidad nuestras sociedades de una inserción pasiva
de acción débil y saldos sociales regresivos y, (y además restringida) en la globalización a
yo diría además, sin actores con capacidad de una economía informatizada. Se trata de re-
América Latina en la era de la informacion 629

construir la noción de competitividad autén- desarrollo. Da la impresión de que es muy di-


tica en la nueva economía informacional de la fícil plasmar un desarrollo en la globalización
globalización. sin estas condiciones y que muchos países de
En esto hay otro punto que es de innegable América Latina desgraciadamente están ausen-
importancia en esta discusión, que es la débil tes de éste como una brutal fatalidad. El peso
institucionalidad de nuestros Estados y la cri- atávico de prácticas patrimoniales a menudo
sis de liderazgo de los proyectos nacionales de origen oligárquico que permea nuestras so-
en contextos regionales: la crisis de identidad ciedades, constituye un límite importante para
entre Estado-nación, que se basa en la consta- el desarrollo. Nuevamente los problemas del
tación de la pérdida de soberanía del Estado desarrollo económico son la débil capacidad
nacional y la emergencia de un pluriculturalis- de acción de las elites políticas y los grupos
mo activo en distintos escenarios nacionales empresariales de nuestra sociedad. ¿Cuándo
y regionales. se harán nacionales?
Aquí, muy brevemente, quisiera retomar En segundo lugar, está el tema de los movi-
las viejas tesis de Medina Echavarría sobre mientos sociales en América Latina. Muchos de
las condiciones sociológicas para el desarro- los que hemos trabajado estos años en torno a
llo económico, pues sin elites que tengan una este tema, estábamos atravesando por un mo-
cierta cultura de la responsabilidad donde mento de desconcierto. Habíamos llegado a la
predomine una lógica de producción sobre conclusión de que los movimientos o los acto-
una lógica de consumo, resulta imposible una res sociales estaban pasando de una visión con
competitividad genuina. Asimismo, me da la relación al Estado, a una mirada hacia sí mis-
impresión de que la existencia de una cierta mos, hacia la vida cotidiana. Había una especie
disponibilidad para el desarrollo científico y de fragmentación que, al enfrentarse con este
tecnológico, es condición clave para la com- proceso de reestructuración de la economía
petitividad en la globalización y ésta supone mundial asociada a la concentración de poder,
un comportamiento coherente de los actores sufría un gran desbalance, una especie de va-
más modernos de la sociedad. Una tercera cío, una contradicción entre una lógica de la
condicionalidad estaría asociada correspon- sociedad fragmentada y dispersa y un proceso
sabilidad entre orden institucional y estilo de brutal de concentración de poder.
630 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Todos tratamos de encontrar una salida, in- tecnología. Por mi parte y la del equipo bolivia-
tentamos muchas respuestas y fuimos fraca- no de desarrollo humano, hemos empezado a
sando. La realidad avasallaba. No encontramos trabajar en la idea de deliberación, sobre la base
un elemento que permitiera pensar en un actor de una renovación de la política vía pactos que
histórico capaz de enfrentar la globalización, a permita construir opciones, y que en la cons-
este poder concentrado, asociado a las empre- trucción de esas opciones se llegue a acuerdos
sas transnacionales o a la racionalidad instru- a través de los cuales se logren resultados.
mental, a lo que después tú denominaste como En cuatro lugar, está el desafío de plantear
la sociedad red. un nuevo estilo de desarrollo. ¿Cuál sería el
Lo único que encontramos a la luz de las po- nuevo mapa de desarrollo para América Latina?
nencias mencionadas, a las que se puede añadir Este es un desafío nada sencillo y muy im-
la intervención de Manuel Chiriboga y Natasha portante. Es determinante pensar y unir ideas
Loayza, y las opiniones de Manuel Castells, es sobre un modo de desarrollo para América lati-
que se empiezan a perfilar algunas nuevas ten- na en la sociedad de la información.
dencias. Las experiencias de otros países o la En mi opinión, este proceso pasa, insisto,
emergencia de los movimientos anti globaliza- por la reconstitución de los actores sociales y
ción (que en realidad son movimientos pro glo- la capacidad de autoproducción de la sociedad
balización, pero de otro tipo de globalización), con actores autónomos, que desarrollen sus ca-
hacen ver la posibilidad de un movimiento de pacidades informacioales.
reconstitución del actor social, aunque el pro- La idea del pacto social es fundamental en
blema reside justamente en que éste o éstos sociedades con una heterogeneidad estructu-
aún no existen. ral de base, con una diversidad sociocultural
En tercer lugar, está el tema del espacio pú- tan amplia y con una pérdida de capacidad de
blico en la red como lugar constructor (de cons- representación política. Una de las tensiones
trucción o Inter.-construcción) de actores. Mar- en este modo de desarrollo es lograr a la vez
tín Hopenhayn hablaba de que la cultura virtual una correlatividad en los actores, en la cons-
era un proceso (o podía serlo) de construcción trucción de una economía informacional y una
de un imaginario democrático global. Jorge sociedad de redes, construyendo simultánea-
Schvarzer intentó lo propio al hablar desde la mente una forma de articulación política.
América Latina en la era de la informacion 631

Manuel Castells esta década de transformación en América


Latina tiene algunos puntos comunes para el
Por mi parte, al término de este recorrido in- conjunto de la región.
telectual compartido con los compañeros de Primero hay una articulación muy profun-
este proyecto colectivo, quisiera subrayar una da de América Latina con el sistema de rela-
serie de ejes analíticos de convergencia que po- ciones globales, tanto en lo económico como
drían alimentar también nuestra reflexión final, en lo cultural; al tiempo que hay una desarti-
naturalmente dejando abiertas más preguntas culación nacional sobre todo en la economía.
que cerrando respuestas. Pero tal vez lo más Por lo tanto, hay un doble movimiento de ar-
importante en cualquier proceso de análisis es ticulación y desarticulación. Grandes sectores
encontrar las preguntas clave que, en el fondo, del sistema productivo de la población no se
sólo pueden ser convincentemente contesta- encuentran articulados con esta dinámica, no
das por la investigación rigurosa de los temas están penetrados por esa globalización: hay
que señalan, en contextos específicos. exclusión productiva y exclusión social. De es-
Vamos pues con estos grandes temas que, en tas exclusiones, caracterizadas como sostuvo
mi opinión, subyacen en el conjunto de nues- Judith Sutz, por la existencia de capacidades
tros debates. sin oportunidades, surge como forma de super-
En términos generales, América Latina ha vivencia la economía urbana informal, que en
vivido de manera contradictoria una déca- América Latina ocupa a casi la mitad de la po-
da de transformación profunda. Los noven- blación urbana.
ta supusieron una transformación profunda De manera que un segundo eje de análisis
del mundo y, también en forma específica, de sería el tema de la economía urbana informal.
América Latina. Esta es una economía de trueque con formas
Esta década de transformaciones ha afec- de supervivencia en los márgenes de lo que
tado a toda la región, con énfasis diferentes. está desintegrado de la estructura productiva.
Algunos países –a los que haré referencia No hay un sector arcaico y un sector moder-
específica más adelante- salen poco de este no globalizado; hay uno moderno globaliza-
esquema por características particulares que do, articulado, minoritario en empleo aunque
conviene analizar por separado. Sin embargo, muy mayoritario en producto bruto; y hay un
632 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

gran sector desarticulado sin capacidad pro- la exportación en Perú. La estructura territo-
ductiva competitiva. rial latinoamericana está extraordinariamente
La causa estructural, en términos muy es- concentrada en las grandes ciudades. Las pe-
quemáticos, es que la transición al informacio- riferias urbanas se han convertido en zonas
nalismo como sistema productivo es muy limi- desarticuladas de la ciudad, aunque articuladas
tada, por consiguiente hay un informacionalis- localmente: no es la descomposición total, sino
mo limitado y una informatización extendida. la recomposición. El tema de la urbanización
Hay dependencia de un sistema informacio- de las sociedades latinoamericanas y sus nue-
nal global. Es una dependencia financiera, tec- vas formas de estructuración en torno a las ciu-
nológica, de infraestructura, de comunicacio- dades es central y complejo, cuando se analiza
nes, de medios de comunicación y expresión el proceso de transformación de lo local a par-
cultural. tir de la inserción en lo global.
Un tercer aspecto son los cambios en la Un cuarto punto sería una reflexión acerca
estructura territorial de América Latina. Al de la desestructuración de grandes sectores
mismo tiempo que cambiaba la economía, ha de la sociedad que lleva (como analizó hace
habido un cambio extraordinario en la estruc- años Roberto Laserna), a la conexión perver-
tura espacial de América Latina, ha cambiado sa: la economía criminal global. La economía
el territorio latinoamericano. América Latina criminal está protegida por elbandidismo, que
es un continente muy urbanizado –sobre todo es un síntoma de disolución de la capacidad
América del Sur– que ha llegado a un 80% de de instituciones como la policía, por ejemplo,
población urbana. Lo que queda del campesi- que llega a veces a ser parte de la estructura
nado latinoamericano vive mayoritariamente criminal. Son estos aspectos que contribuyen
en una situación de exclusión, con excepción decisivamente a la crisis de Estado, al tiempo
de algunas explotaciones intensivas agro-ex- que actúan como un sistema de redistribución
portadoras, en particular en Costa Rica, en el forzada de recursos de las clases medias ha-
Sur de Brasil, en el Valle Central de Chile, en la cia los pobres. Quiero decir: como hay exclu-
economía agro-pecuaria de Argentina y en las sión social en grandes dimensiones, como no
nuevas producciones inducidas internacional- existe el Estado de bienestar de tipo europeo,
mente, como la producción de espárragos para como el Estado de bienestar beneficia sobre
América Latina en la era de la informacion 633

todo a sectores privilegiados de clases medias de ejercer incluso su más vieja función que es
o de trabajadores organizados, lo que queda la protección física. Cuando el Estado rompe
como alternativa es un sistema salvaje de re- alianzas, no redistribuye, se pasea por el mun-
distribución del ingreso sobre la base de la cri- do como agente de globalización, se concentra
minalidad y el bandidismo. en tareas de modernización y ni siquiera es
Un quinto aspecto se refiere a la ruptura de capaz de proteger, entonces no tiene función
la solidaridad entre clases medias y sectores útil para la mayoría de la sociedad. No es que la
populares (o sectores en exclusión social). gente esté contra el Estado, es que éste se con-
Hay, además, tendencia a una individuación vierte en un estorbo. Es crisis de legitimidad y
creciente de todos los procesos de construc- crisis de efectividad a la vez.
ción de sentido. Pero frente a ello, hay fenó- Por otro lado, el fenómeno de individua-
menos de construcción de redes solidarias. Y, ción en una situación de crisis institucional
más importante todavía, observamos la recu- lleva a estrategias de individuación también
peración de identidades comunitarias como de los actores políticos; el sálvese quien pue-
son las de resistencia y reconstrucción de sen- da en política es la corrupción política. El au-
tido, aunque crecientemente aisladas del resto mento de la corrupción política obedece a una
de la sociedad. Así se explican, por ejemplo, lógica donde al estar en un sistema político se
los comunitarismos religiosos, étnicos o terri- tiene cada vez menos poder, mientras que al
toriales. Cuando no hay posibilidad de recons- estar en la lógica del mercado se tiene cada
truir el sentido en una situación de exclusión, vez más recompensas: se está en el sistema
se cae en el fatalismo individual, reflejado por político para acumular lo suficiente para salir
numerosas encuestas, que indica la absoluta de él y entrar en el sistema de mercado como
falta de fe y expectativas de parte de los secto- un sistema de acumulación.
res populares. Esto está relacionado con la transformación
Es a partir de esta ruptura de solidaridades de la política como política informacional (ba-
que se puede hablar de otro tema trascendental sada en los medios de comunicación, el control
que es la crisis de legitimidad del Estado du- y el procesamiento de la información, la crea-
rante este período de globalización. Esta crisis ción de imagen, la personalización de lideraz-
es la expresión de la incapacidad del Estado go político y los ataques para destruirlo), y la
634 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

práctica de la política del escándalo que en es- proceso de forma relativamente autónoma. El
tos momentos es uno de los grandes problemas caso más importante de inserción dinámica y
de las instituciones de gestión de la sociedad. autónoma en la globalización es el de Chile. La
La constitución de esta política del escán- política de Chile es diversificar sus relaciones
dalo profundiza la crisis de legitimidad pero al globales. Chile es, en cierto modo, el país ti-
mismo tiempo mantiene una hegemonía nega- gre del Pacífico Sur, con base en su capacidad
tiva mientras no haya alternativa o se asegure exportadora competitiva. Buscando reforzar
la supervivencia de alguna otra forma. Para su inserción productiva con información, tec-
asegurar la supervivencia hay que traducirla en nología y mejora de la gestión empresarial,
código cultural, para cada uno la supervivencia Chile decide salir de la espiral destructiva de
qe lo que uno mismo define, no es un estándar sus vecinos. Hay una política explícita y deli-
objetivo de supervivencia. berada de Chile para salvarse en solitario. El
Por consiguiente cuando se llega al umbral modelo chileno está funcionando, aun dentro
en que ni esa hegemonía negativa funciona, en de sus límites y problemas, porque ha sido ca-
que ni siquiera existen las formas de supervi- paz de introducir un cierto informacionalismo
vencia, ni las alternativas, nos encontramos en dinámico, que caracteriza el actual modelo
un terreno desconocido, que puede dar lugar democrático de desarrollo. Chile, habiendo
a la explosión social y la violencia individual decidido ser un actor económico autónomo en
generalizada, o todo a la vez. Cuando se da tal el mundo, está obligado a usar las armas de la
crisis de legitimación es cuando surgen los mo- competencia en ese mundo.
vimientos sociales y las formas de reconstruc- El otro país que tiene una inserción especí-
ción del Estado. fica en la globalización es México, que es eco-
Ahora bien, aunque esos rasgos generales nómica y demográficamente –por migración-
se comparten en todos los países, su importan- parte de la nueva Norteamérica, pero en donde
cia relativa cambia según los contextos espe- subsisten problemas que dificultan su plena
cíficos. Dentro del espectro latinoamericano, inserción en la economía dominante del mun-
hay países que entran en este esquema de ex- do. Uno de estos problemas es la situación de
clusión globalizante o exclusión de la globa- transformación productiva desigual profunda.
lización, y otros que se han insertado en ese La integración brusca de dos estructuras pro-
América Latina en la era de la informacion 635

ductivas muy diferentes está desintegrando parte de ellos dependientes de situaciones ca-
gran parte de la estructura productiva mexica- ciquiles. Esta forma de globalización dinámi-
na. Un segundo tema es la emigración masiva ca restringida es peligrosa porque a la primera
a Estados Unidos y la constitución de un ter- crisis seria que tenga Brasil puede desestabi-
cer espacio sociocultural en torno a las redes lizarse la sociedad ya que los mecanismos de
transnacionales de mexicano-americanos. Una integración social y política son extremada-
tercera cuestión es el problema social y políti- mente débiles.
co de los indígenas marginados, evidentemen- Costa Rica representa tal vez la forma de in-
te en la incapacidad del sistema de integrar las serción más exitosa en la globalización porque
reivindicaciones de los zapatistas. ha sabido aunar modernización tecnológica,
Brasil, por su parte, representa una inser- capacitación de recursos humanos y cobertura
ción económica competitiva en la globaliza- social de las necesidades básicas a partir de un
ción junto al mantenimiento de la exclusión Estado de corte socialdemócrata. Su fragilidad
social en una buena parte de la población (33% es grande, sin embargo, por su dependencia ex-
de la población como mínimo se sitúa por de- trema del sector globalizado exportador, muy
bajo del límite de pobreza), es decir, se trata minoritario como productor y exportador. Su
de la consolidación de la sociedad dializada. desafío consiste en expandir este sector diná-
En términos macroeconómicos funciona bien, mico a partir del desarrollo de una política de
está funcionando bien y los sectores dinámi- recursos humanos y de una modernización tec-
cos de Brasil están compitiendo en el mundo nológica y de gestión del propio Estado.
y están articulados, pero al mismo tiempo ha Cuba, naturalmente, tiene su forma propia,
habido un mantenimiento de la desigualdad y autónoma, de inserción en la globalización.
una ampliación de la exclusión social en tér- Pero está en la globalización, y también depen-
minos del sistema productivo, con incremen- de de la competitividad de sus sectores expor-
to de la economía informal. Lo que ocurre es tadores en los mercados capitalistas globales.
que falta articulación real del Estado, con una Además de sus tradicionales exportaciones
clase política fragmentada y clientelista y una agrarias, la gran industria globalizada de Cuba
gran falta de coordinación entre el Estado es el turismo, y la frontera de su desarrollo es
federal y los gobiernos estaduales, la mayor la venta de sus servicios médicos, así como el
636 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

posible desarrollo de la biotecnología. Pero la MC: Yo creo que el tema puede graficarse
interrogación política sobre el castrismo des- como un triángulo: la crisis del sistema pro-
pués de Castro, y la inquina fanática de una ductivo, la crisis del Estado y las dificultades
parte del enclave cubano de Florida, hacen de emergencia de actores sociales capaces de
planear sombras amenazantes sobre el futuro reconstruir tanto la economía como la socie-
de Cuba. Una demostración más de que la in- dad misma son los tres lados. Entonces, es un
serción técnico económica en la globalización triángulo en la medida en que están relacio-
está fundamentalmente condicionada por el nadas las aristas y no se pueden entender los
proceso político-social. unos sin las otras, pero cada uno tiene un peso
Así pues, si bien cada uno de los países cita- específico distinto.
dos representa una problemática específica en Si hablamos de la globalización, el aspecto
su inserción en el sistema global, en todos ellos de reestructuración de la organización produc-
puede analizarse esa especificidad aparte de tiva de América Latina y de su inserción en el
las cuestiones generales que hemos planteado. sistema de economía global, es un efecto exó-
Tal vez a partir de ahí, y de tu propia interpre- geno. Ahí sí hay dependencia: el mundo cam-
tación, Fernando, podríamos profundizar en bia y América Latina tiene que cambiar. Hay un
algunos de los temas señalados. efecto de dependencia en el sentido tradicio-
nal, es decir, el cambio de los mercados finan-
FC: Un tema que deseo plantear es la relación cieros globales no se produce desde América
entre crisis de las reformas económicas, cri- Latina, el cambio del sistema tecnológico y de
sis de legitimidad del Estado y la emergencia la economía del conocimiento y el paso a la
de movimientos anti globalización. El saldo, economía basada en la generación y aplicación
como dices tú, ha sido una globalización sin de conocimiento, no se producen en Améri-
informacionalismo. Se trata de un triángulo ca Latina. Es América Latina la que tiene que
fundamental a trabajar, porque probablemente adaptarse a estos cambios. Entonces, la crisis
allí anida la tesis central del libro. Eso nos lle- de la globalización en América Latina, desde el
va a la necesidad de repensar una nueva cons- punto de vista estructural, proviene de que al
titución de lo social y de la política en la región tiempo que se opera la homogenización de con-
o, por lo menos, a reconocer algunas pautas. diciones de intercambio de capitales, bienes o
América Latina en la era de la informacion 637

servicios –que es la apertura de la liberaliza- mente integrada a la economía global -no hay
ción- no hay capacidad instalada para desarro- dos economías, todas están integradas a una
llar las fuerzas competitivas propias que hacen sola economía global, donde hay apertura en
posible el insertarse activa y positivamente en términos de comercio, en términos de capita-
esos sistemas; es decir, la apertura a un juego les, en términos de transferencias de tecno-
que no se domina. logía, en todos los términos-, pero el sistema
productivo radicado en la región es débil. Es
FC: Lo que se señala en el texto de la Graciela decir, si bien las reformas estructurales, las
Mouguillansky es que no solamente pasa esto reformas macroeconómicas, homogeneizaron
sino que hay también una regresión en la cons- la macro economía, homogeneizaron los pará-
trucción económica. metros económicos (política monetaria, políti-
ca de créditos, política comercial), el sistema
MC: Hay una regresión, porque al entrar en un productivo no evolucionó en la misma medida.
sistema de reglas de juego abiertas a todo el Hay desfase entre la modernización productiva
mundo pero sin las capacidades y las potencia- y la homogenización global de los parámetros
lidades con las que se puede operar en ese sis- económicos. Por otro lado, hay una falta de ho-
tema, tienes que jugar con armas que no tienes mogenización del sistema productivo entre los
y entonces el sistema productivo entra en cri- diversos sectores. Aunque haya habido incre-
sis. Es algo totalmente distinto a lo que ocurrió mento de productividad en algunos sectores
en los países del Asia del Este en el momento manufactureros y agro-exportadores, las bases
de inserción o, incluso, yo diría en el momento de incremento de productividad de esos secto-
de recomposición después de la crisis del `97. res son débiles en términos de educación, de
Allí había capacidades competitivas, por tan- tecnología y de flexibilidad de las empresas, así
to su apertura a la economía global permitió como en términos de un Estado de bienestar
a actores económicos y a conexiones en las que permita el desarrollo del capital humano.
redes globales de riqueza y productividad del En todos esos sectores de servicios básicos
Occidente tener la posibilidad de jugar en ese para una economía informacional, la moderni-
sistema. Entonces, existe una doble situación: zación es muy limitada. Y un sistema produc-
por un lado, América Latina pasa a estar total- tivo que tiene que funcionar con reglas distin-
638 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tas en un nuevo contexto y no tiene capacidad servicios, globalizado, que sí consigue llegar; o
de evolucionar, no se queda estable, entra en sea, hay sectores altamente competitivos y di-
crisis y, por tanto, hay regresión, como analiza námicos pero no es toda la economía. Dejemos
Graciela. de lado, de momento, los casos de Costa Rica
y Chile, que son la excepción más que la regla,
FC: Ese es el primer lado del triángulo, ahora, pero las excepciones sirven para pensar la re-
no crees que en ese mismo lado lo que el Esta- gla. Tienes razón, no hay ya un sistema econó-
do hace –reclamando esa idea tuya de que el mico nacional. Pero lo que yo añadiría, es que
Estado es un actor en la globalización- es una esa acción de globalización no es automática,
acción limitada en cuanto a la presencia gene- no es que llegan los flujos globales y por sí solo
ralizada de la economía en la globalización y en estructuran la inserción de América Latina en
cuanto a posibilitar la creación de condiciones términos globales; hay una acción deliberada
para que los actores nacionales –fundamental- de agentes sociales y políticos en pro de la
mente empresarios medianos y pequeños- se globalización, y, por tanto, lo que es un efec-
globalicen. La capacidad social es muy limita- to fraccionador de la sociedad y caotizador de
da; solamente un sector nacional mínimo logra la economía debe responder a algunos intere-
estar como socio menor, pero esto rompe la ses. Y esos intereses no hay que verlos como
idea de cadena propia de un sistema económi- intereses del capital financiero global transna-
co nacional. Lo que yo no sé es si, desde el pun- cional, porque ese capital global transnacional
to de vista estructural , esto tiene perspectiva no tiene capacidad de acción directa sobre las
en el largo plazo; me parece que no. ¿Tú que sociedades, sino que son las sociedades las que
piensas? proporcionan al capital financiero mecanismos
de inserción, cambiando el sistema de valores
MC: Sí, estamos de acuerdo en ese desfase y las prioridades en torno al cual se estruc-
con el Estado. Se globalizan los parámetros turan las sociedades. La tesis aquí es que los
macroeconómicos y no las condiciones de pro- globalizadotes en América Latina han sido los
ductividad y competitividad de inserción en un Estados-nación que al situarse como agentes
sistema global y, por tanto, eso entra en crisis. globalizadotes dejan de ser Estados entendi-
Hay un pequeño sector productivo de bienes y dos como representantes de la nación, y pasan
América Latina en la era de la informacion 639

a ser representantes de otra cosa. La pregunta sas de telecomunicaciones y de tecnología de


ahora sería: ¿De qué? información, las que reconstruyeron, como ex-
tensión de sus redes, la capacidad productiva de
FC: ¿Pero, acaso en el Sudeste Asiático el Esta- los países. En ese sentido, no es que los Estados
do no es un actor central en el posicionamiento no tuvieron política económica interna; la tuvie-
de estos países en la globalización? ron, y ella consistió en desorganizar el papel di-
rectivo del Estado, en hacerle por tanto perder
MC: Absolutamente central, pero arrastrando su poder como Estado desarrollista. El Estado
la sociedad, esa es la gran diferencia, Es un Es- globalizador es lo contrario del Estado desarro-
tado desarrollista, la cuestión radica en la dife- llista. La gran cuestión es saber porqué. A partir
renciación entre Estado globalizador y Estado de qué intereses políticos, sociales, culturales,
desarrollista. El Estado desarrollista se inserta en qué marco económico, se produce lo que se
en la globalización a partir de un determinado ha venido a denominar la “política neoliberal”
momento, no desde el principio del proceso de de los Estados. La simple calificación ideológi-
desarrollo, como proyecto necesario para una ca de neoliberalismo, dificulta la comprensión,
fase más avanzada del desarrollo. El Estado porque es una etiqueta. Cuando se dice que un
globalizador crea las condiciones de inserción Estado es neoliberal, simplemente se está di-
de economías y sociedades en el sistema glo- ciendo que hace todo lo que acabamos de des-
bal, pero no actúa sobre los mecanismos de cribir. El problema es que no es una religión,
competitividad y productividad que llevan al entonces ¿por qué lo hace? Como justificación
desarrollo. superficial puede considerarse como una ideo-
Eso quiere decir, en concreto que la política logía neoliberal, que la mayor parte de los Esta-
de globalización, por un lado, es una homogeni- dos, por cierto, recusan como término y como
zación de parámetros macro económicos, pero, ideología (Sólo lo aceptaban explícitamente los
por el otro, es la política productiva correspon- Chicago boys de Pinochet precisamente en el
diente al interior de las economías por parte de momento que realmente no hacían esto sino que
los Estados; fue la privatización, la liberaliza- eran mucho más estatistas, intervencionistas).
ción y la apertura de las grandes empresas mul- Si esas son las políticas que se han seguido, y
tinacionales, de todos los bancos y de las empre- aceptando la idea de que la exclusión social es
640 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

una necesidad temporal y luego llega la redistri- FC: Por eso digo, qué es lo que depende de la
bución de la riqueza y se desarrolla el resto de capacidad de la propia sociedad y particular-
la sociedad, el tema a preguntar es quién, qué y mente de la capacidad empresarial en su re-
por qué esos Estados han procedido así, y aquí lación con el Estado y con distintos grupos; y
tenemos que tener cuidado con interpretaciones ahí detecto que el comportamiento empresarial
simplistas conspirativas, que llevan a decir sim- es restringido; los empresarios más modernos
plemente que las elites de siempre sólo hacen lo son los que pautan la acción. En el pasado estu-
que les interesa a ellas. Eso es sólo cierto en el vieron asociados con el Estado, ahora, predo-
caso de Venezuela, que es una gran excepción minan tres tipos de acción: por un lado, se han
porque es una economía totalmente atípica, por- asociado con las transnacionales, comparten el
que sólo se controla el desarrollo del petróleo negocio y tienen un sistema de intereses direc-
y nada más; ahí se da un patrimonialismo puro. tamente dependiente de las transnacionales,
Los demás casos son más complicados y tene- no es una dependencia pactada como el pasa-
mos que tratar de interpretar cuáles son los in- do. Por otro lado, han permitido vender, no so-
tereses, los valores y los mecanismos a través lamente los bienes estatales, sino también sus
de los cuales el Estado pasa de patrimonialista mismas empresas y han retornado a un rentis-
exclusivo a desarrollista y, últimamente, a Esta- mo improductivo. Hay muchos grupos en Amé-
do globalizador que, insisto, es completamente rica Latina que disponen de dinero y que entran
diferente. a especular en el sistema financiero, pero que
han dejado de tener una vocación productiva,
FC: Si se argumenta que la dependencia es un una ética de la producción.
dato y que la globalización es otro, el problema
es cuándo una sociedad tiene la capacidad de MC: Y además han exportado sus capitales a
vivir con esos datos y de incidir en ellos. través de bancos multinacionales, ha habido
una exportación masiva de capitales en y de
MC: No siendo simplemente receptor pasivo de América Latina.
los efectos de ese proceso generalizado, sino
capaz de modularlo, de cambiarlo, de insertar- FC: Finalmente hay quizás también un grupo
se de forma relativamente autónoma. más activo, los más lúcidos, los más moder-
América Latina en la era de la informacion 641

nos y cada vez más importantes ante la otra intercambia prebendas por legitimidad; se trata
lógica. del funcionamiento de un orden informativo
dentro de una lógica formal, es un suborden.
MC: ¿Los más lúcidos? Eso no está tan claro,
porque a nivel de interés personal, los más lú- MC: Concretamente, ¿el Estado da a los grupos
cidos son los que cobran su dinero y se largan. empresariales concesiones y a cambio recibe
dinero?
FC: Los más lúcidos en términos de no per-
der su vocación empresarial, de adecuarse y FC: Recuerda lo que Cardoso llama anillos
adaptarse a las consecuencias. Son los que en burocráticos. Brasil constituye un ejemplo
esa alianza tratan de tener un rol más activo y ideal de patrimonialismo. Yo no creo que éste
tratan entre otras cosas, de dar más servicios sea solamente privilegio de las elites y de las
a las mismas empresas transnacionales. Se empresas; es un tipo de relación social gene-
subordinan, pero en una lógica más dinámica, ralizada basada en intercambios informales,
puede que haya otros comportamientos, pero transversales a la sociedad: está en los em-
yo detecto esos tipos. Ahora, ¿cuánto de estos presarios, en los sindicatos, en la lógica de
comportamientos y de esta lógica predominan- los movimientos sociales más radicalizados,
te más pasiva frente a las transnacionales y a etc.; por eso te digo que es una suerte de pa-
la dinámica económica, refuerzan la misma es- trón cultural de larga duración que tiene su
tructura patrimonialista del pasado? Creo que epicentro en las elites y que tiene origen co-
este sigue siendo un rasgo generalizable en la lonial. Es rentista, es consumista. Es decir, es
región, tanto en el plano social, como en el pla- una forma de comportamiento de las elites
no político. que se generaliza a la sociedad y que tiene
origen colonial, una suerte de cara negativa
MC: Define patrimonialismo. del barroco.

FC: El patrimonialismo es una red de relacio- MC: Supones que el Estado tiene un papel cen-
nes, de intercambios informales, de vinculacio- tral y que en el fondo la clase empresarial es
nes entre distintos grupos sociales, en el cual se dependiente del Estado.
642 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

FC: Sí, desde luego. El problema es que cuando político tendría que gestionar este sistema de
se produce este cambio global –y esa es la tesis alianzas y yo no estoy tan seguro que esto suce-
que quiero explorar- estos señores se adaptan da o se pueda sostener durante mucho tiempo.
a la modernización sin llegar a ser plenamente MC: Aquí hay dos puntos. Uno, en términos de
modernos para seguir ejercitando un poder con mecanismos concretos, ocurre que aquellos
base en relaciones patrimoniales-clientelares. sectores dinámicos de cada economía que se
articulan directamente a las redes transna-
MC: Estos señores ¿quiénes son?, ¿los empre- cionales –formen o no parte de las empresas
sarios? multinacionales pero sí de las redes multina-
cionales-, pueden jugar en la economía glo-
FC: Es una lógica de elites y fundamentalmen- bal, mientras que aquellos sectores que son
te hoy día de empresarios patrimonialistas aso- exportadores autónomos aún no. Porque el
ciados con políticos patrimonialistas que, en gran tema es que en América Latina –como
definitiva, no logran obtener una relación acti- en gran parte del mundo- la globalización de
va en la globalización, sino ser tan sólo socios mercados es asimétrica, es decir que aunque
pasivos de los globalizadotes. se puede exportar más que antes a EE. UU. Y
Europa, existe todavía un enorme proteccio-
MC: ¿Los globalizadotes son el Estado? nismo, sobre todo a los productos más tradi-
cionales, para el sector agro-exportador, para
FC: El Estado globalizador y las empresas el sector de materias primas, etc. Por tanto la
transnacionales globalizadas entran a jugar ese única manera de estar realmente integrado en
juego; la pregunta es si ese juego es viable, tan- una globalización que no es simétrica, está en
to desde el punto de vista productivo como de formar parte de las redes de producción de
la globalización. Si yo fuera transnacional diría bienes y servicios de las multinacionales. Por-
que no me conviene este tipo de alianza y, en que el comercio interno de estas redes no tiene
segundo lugar, me preguntaría si sería sosteni- barreras arancelarias, porque es interno de las
ble desde el punto de vista social por las con- empresas y puede pasar por muchos lugares.
secuencias de desigualdad, y desde el punto de Es decir, que hay un incentivo poderosísimo
vista de la viabilidad política, porque el sistema para acabar con el negocio de exportación
América Latina en la era de la informacion 643

directa y reinvertir en ser nudos de las redes MC: Exacto, pero en ese sentido sería el Esta-
multinacionales en cualquier sector producti- do el que pasa a ser agente racionalizador de
vo del sistema, y por consiguiente, hay desna- la inserción en las redes globales, esperando,
cionalización creciente del sector empresarial confiando y apostando a que la dinámica del
que quiera intervenir en la globalización. Pero mercado interno llegue a un nivel de creci-
eso no resuelve el problema básico, porque si miento económico y que de esa inserción al
estamos de acuerdo en que hay, remedando sistema global por capas sucesivas se vaya ge-
a Tajnzylber, una globalización truncada de neralizando la incorporación de la sociedad a
América Latina, ¿cuál es el motivo por el cual un mercado mundial y a una red de inversión,
los Estados latinoamericanos tomaron la ini- con lo cual el Estado puede retirarse de la eco-
ciativa de globalizar? Porque es una iniciativa nomía y pasar a ser, sobre todo, regulador de la
de los Estados. Las redes estaban globalmente última instancia. Por lo tanto, no es la depen-
organizadas pero la conexión entre esas redes dencia tradicional; se trata de un Estado que
transnacionales de producción de bienes y organizaría la interdependencia confiando que
servicios y los mercados financieros, esa cone- permitirá una dinamización interna de la socie-
xión con la economía nacional de la sociedad dad que, además superará los actores sociales
en cada país, fue mediada, impulsada y dirigi- corporativos, que serían la rémora burocrática
da por el Estado. a la productividad y a la competitividad; para
hablar claro, el sector público y los sindicatos
FC: ¿Estaríamos retornando a una clásica rela- organizados. El proyecto sería desarticular el
ción de dependencia? Porque cuando el Estado Estado corporativo y establecer nuevas redes
crea esa vinculación, la hace mediada con otro de relación entre el sistema mundial y la socie-
Estado y a través de una institución que es el dad nacional, a través de la incorporación indi-
Fondo Monetario Internacional. El Fondo ac- vidual, mediante mecanismos de mercado y de
túa con el saldo de la deuda y la iliquidez de representación democrática. Ese sería el pro-
los países; condiciona las aperturas para abrir yecto más coherente y en el fondo es la política
las economías nacionales a esta lógica de la del Fondo Monetario Internacional, a partir de
globalización y lo hace desde luego según los la cual se piensan los Estados de América La-
intereses que representa. tina. Esa política ha chocado con una realidad
644 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

en que el segmento capaz de incorporarse a tra- del Fondo Monetario Internacional. Para en-
vés de mecanismos de mercado y de apertura trar en ese sistema tiene que pagar una cuota
a esas redes globales es muy pequeño y mucho de privatización, de liberalización que saben
más reducido de lo que pensaban en principio. perfectamente que destruye las bases del Es-
tado corporativo y patrimonial sobre el que
FC: Pero todo lo que estás diciendo, Manuel, estaban creadas las alianzas anteriores. Tome-
supone una cosa medio perversa, y perdona mos como ejemplo el caso de Bolivia. Bolivia a
que sea así de brutal. ¿Estás suponiendo la partir de 1985 toma una opción estratégica que
existencia de un Estado policía y probable- acaba con el apoyo de los sectores organizados
mente medio corrupto, pero muy eficiente en porque son una rémora para el país, en especial
la gestión de este nuevo pacto? los mineros, y entra en una serie de políticas
liberalizadoras para satisfacer las condiciones
MC: No muy eficiente en general. La prueba ha de entrada en el club del Fondo Monetario In-
sido que se ha perdido bastante el control de la ternacional. Bolivia es paradigmática porque
inserción en esa nueva administración, insisto, además la determinación política que orientó
dejando aparte de momento el caso de Chile y dicha estrategia la tomó el partido populista
Costa Rica (pero hay que tratarlos). Pero no di- nacionalista que representaba lo contrario, que
ría un Estado policía, sino un Estado que tomó representaba el Estado corporativo.
una iniciativa estratégica.
FC: Además el mismo líder, Paz Estenssoro.
FC: ¿Estás suponiendo nuevamente que el de-
sarrollo viene desde afuera? MC: El mismo líder, Paz Estenssoro por ejem-
plo, que venía del populismo patrimonialista y
MC: La fuente de riqueza posible, de poder y de se convirtió en el agente de la globalización y
influencia es la inserción en un sistema mun- el liberalismo.
dial y, por tanto, es un Estado que tiene que
jugar con las reglas del sistema mundial y que FC: Un matiz en el caso de Bolivia. Lo que Paz
necesita condiciones de apoyo de los poderes Estenssoro contraargumentaba cuando uno le
de esa sociedad global, concretamente a través enrostraba su pasado era que tanto entonces
América Latina en la era de la informacion 645

como en el presente estaba construyendo la na- Eso es la nación, y no una concepción abstrac-
ción. Él dijo: “Bolivia se nos muere” si no hago ta de una identidad metafísica. La nación es lo
esto, e hizo todo lo contrario a lo que hizo trein- que existe como comunidad nacional anclada
ta años antes, cuando dirigió la Revolución de y organizada en torno a ese Estado. Entonces,
1952 y colocó en el centro del escenario políti- en el momento que Paz Estenssoro construye
co un proyecto desarrollista. la revolución nacional boliviana está constru-
yendo la nación, porque hay un proceso de in-
MC: En el fondo yo diría de una manera más so- tegración de la sociedad en esa construcción;
fisticada, de largo plazo. Es lo que decía Cardo- pero en el momento en que abre el país a las
so. Su tema siempre ha sido: “con la inflación redes globales, está desestructurando la na-
nada, ni hacia fuera ni hacia adentro”. Pero el ción, salvando al país, en su visión, pero des-
control de la inflación requería el control de la estructurando la nación. Y yo diría que en el
política económica del Estado. Y para el con- caso de Cardoso ocurrió algo semejante. Y por
trol del Estado había que cambiar las reglas de eso cuando la gente dice que el Partido de los
la relación entre Estado y sociedad y también Trabajadores (PT) es el partido obrero de iz-
había que cambiar el sistema productivo. Para quierda, para mí lo más importante del PT es
insertarse, Brasil tuvo que romper los privi- que es un partido nacionalista brasileño, de
legios de la clase media que estaban ligados defensa de la nación, pero la nación entendida
a la inflación. Por lo tanto, Cardoso también como el conjunto de actores sociales que se
hacía un discurso en defensa de los intereses constituyen en nación.
nacionales frente a la demagogia populista de
los sectores corporativos. Pero es cierto, la FC: Eso es. Quizás para matizar un poco la po-
defensa de Paz Estenssoro es inteligente, pero sición de estos dos líderes importantes y dis-
depende de qué se llame nación. Nación no es tintos –pero importantes para pensar el tiem-
lo mismo que país. La cuestión es que para que po histórico de estos países en el mundo, uno
no se hunda la economía boliviana hay que grande y otro chico- es que ambos consideran,
hacer una apertura de tipo liberal, pero sin la y no quiero, Manuel, ensalzarlos, pero ambos
nación, porque la nación es la representación consideran que estas medidas son condiciones
social que se constituye en ese Estado-nación. para sobrevivir y proyectarse.
646 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

MC: Ese es el análisis y yo diría que personal- de poder reconstruirla, ella se organiza por su
mente estoy de acuerdo. Si se toma la opción cuenta y entonces hay una separación entre Es-
–y siempre insisto que es y fue una opción- de tado y nación.
entrar a fondo en la estructura global, en el
nuevo paradigma de producción, de informa- FC: Esa es la cuestión. Ahí quería llegar y creo
ción y de conocimiento, entonces hace falta que entramos a la tercera parte del triángulo.
dos cosas: entrar con esas reglas del juego y ser
capaces de hacer funcionar esa red. Pero esas MC: Es que la ingeniería social ignora los tiem-
dos cosas hay que hacerlas secuencialmente, pos históricos.
porque mientras no haya un mercado de capi-
tales que funcione, una inflación controlada, un FC: Ahí voy, porque me da la impresión de que
sistema bancario, un desarrollo de la producti- esta condición creada desestructuró tanto que
vidad, creación de capital humano, no se puede no permite que se reestructure la comunidad
desarrollar el país ni competir en la economía política y la misma comunidad nacional; es una
global. Mientras no se creen las condiciones de paradoja. Sin embargo, con el correr de los
la transformación de la estructura productiva años, me parece que se hace más de lo mismo:
no puede haber empleo en la estructura pro- reajustes permanentes. Es decir, se crean con-
ductiva ni dinámica de acumulación de capital. diciones permanentes sin salida y esto tiene un
Y por tanto, en último término, un Cardoso cla- costo muy alto porque la regresión económica
rividente te diría “para que el PT tenga opor- es muy fuerte y el costo social muy alto; esto
tunidad de hacer el nuevo Brasil, yo tuve que además en una sociedad que, a diferencia del
hacer esto”. pasado, no se simplifica sino que se complejiza
en estos procesos de exclusión.
FC: Eso lo diría Paz Estensoro también.
MC: El caso límite es la Argentina. Allí la dola-
MC: Entonces, ese proyecto visto así es un rización del peso quiso decir “somos Estados
proyecto que tendría su lógica su funcionara Unidos y entonces no tenemos necesidad de
de forma integrada, pero claro, como en la pri- visa a Estados Unidos”. Me parece psicológica-
mera parte tienes que deshacer la nación, antes mente muy importante: “somos como Estados
América Latina en la era de la informacion 647

Unidos, nuestra moneda vale lo mismo”; pero nal como forma de actividad económica globa-
claro, el esfuerzo que el país tiene que hacer lizada– es el tema, no es la economía criminal
para ser como Estados Unidos, sin ser Esta- ligada a la pobreza, es la pobreza articulada
dos Unidos, destruye la capacidad productiva como forma productiva, como base social de
interna, de manera que se hace cada vez más una economía globalizada.
insostenible la economía ficción, porque no so-
lamente en el momento de partida no se es Es- FC: ¿Es esa una salida?
tados Unidos, sino que por querer ser Estados
Unidos se destruyen las posibilidades de un de- MC: No es una salida, porque una cosa que
sarrollo endógeno que sea capaz, realmente, de hace esa economía globalizada es destruir todo
insertarse diferencialmente en la globalización. el sistema institucional y por lo tanto deja a las
comunidades incapaces de gestionar nada. Por-
FC: Además, quisiera plantear el saldo de todo que la forma de inserción de las instituciones a
esto: una tremenda exclusión social, una regre- las redes globales de la producción económica
sión económica asociada con simplificación, es mucho más destructiva que las formas de in-
una complejización social excluyente y una po- serción a través de las multinacionales.
lítica que no puede hacer una gestión de todo
este proceso porque quien está llamando a ha- FC: Tú estas diciendo que dadas estas carac-
cer la gestión de este proceso es la política, los terísticas de la globalización –en el marco de
partidos, el Estado y ellos están débiles. Lo que reproducción de economías campesinas de
queda es la resistencia y la rebelión. pequeña escala, urbanas, rurales, etc., donde
están los excluidos- y dadas las necesidades
MC: Ahí no estoy de acuerdo; es una visión del mercado se produce esta conexión perver-
demasiado positiva de la capacidad de resis- sa, que reproduce sociedad con un costo de
tencia. Hay estrategias de supervivencia, hay desintegración institucional brutal, pero logra
estrategias de resistencia y hay estrategias de niveles de acumulación de escala global altos.
reconexión, y mi tesis de hace muchos años,
con Roberto Laserna, de la conexión perversa MC: Y no son solamente los pobres que se arti-
–que quiere decir el paso de la economía crimi- culan ahí, sino los empresarios que reinvierten
648 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

en sectores donde pueden invertir. Por ejem- y otro caso hay muchos más matices a lo largo
plo, los nuevos carteles de Cali y Medellín son de la región que introducen otros actores, por
la nueva forma de burguesía de una cierta y vie- ejemplo los movimientos indígenas que intro-
ja tradición de industriales y burgueses en esas ducen otras formas de organización local. En
sociedades, no todos, pero es una reinversión fin, vamos a ir luego a ese tema.
del sistema productivo. Son los sectores que no Pero hay estas dos dinámicas, la de resis-
pueden competir a través de los mecanismos tencia y la de inserción perversa, que también
globales formales, que buscan otras formas de se constituyen en actores como es el caso del
globalización donde sí pueden competir con movimiento campesino indígena en buena par-
base en la capacidad gerencial de controlar te- te de los países andinos. Ellos también tienen
rritorios. un peso político al cuestionar esa forma de
globalización. Entonces, hay dos ingredientes
FC: Está perfecto, pero yo quiero volver un po- de dinámicas, de prácticas, de ideologías anti
quito atrás. Está bien, ese es un camino; el otro globalización, sobre las cuales se estructuran
camino que ha tenido la gente es la resistencia. discursos. Ahora: ¿qué es esto?, ¿es un movi-
Como estamos viendo en el caso argentino y miento de resistencia, de sobrevivencia?
como muestra el estudio de Héctor Palomino y
de Ernesto Pastrana, ante el fracaso de la eco- MC: Hay supervivencia y hay resistencia. No
nomía y del Estado, la sociedad se retira sobre es lo mismo, porque muchas de las formas de
sí misma para poder sobrevivir y reinventa so- sobrevivencia son supervivencia y no son mo-
ciedad. Donde no hay opciones, la sociedad se vimientos.
repliega sobre sí misma y trata de subsistir ca-
sia primitivamente, cuestionando lo que se vi- FC: Quiero hacer un rodeo antes de volver a
vió en la globalización, porque globalización es este tema y tratar de entender qué es lo que
también lo que uno vive, no lo que uno define pasa, dada la evolución que tenían los movi-
o encuentra en el resto del mundo. Y esto es- mientos y los actores sociales en América lati-
tuvo asociado con una resistencia gigantesca a na, muy rápidamente, para entender mejor esto
al globalización, además con un costo altísimo que es muy importante. En primer lugar, había
para la política. Yo digo, además, que entre uno en general movimientos paraestatales asocia-
América Latina en la era de la informacion 649

dos con el Estado o enfrentados a él, pero el del ochenta y del noventa algo que creció en
Estado era la razón de ser de los actores socia- América Latina, junto a la pobreza y la disminu-
les en América Latina. ción de los salarios, fue el acceso a los medios
de comunicación de masas y al teléfono celu-
MC: Era la toma del poder, y eso implicaba lle- lar. Entonces, se trata de una incorporación
gar al Estado por cualquier medio posible. parcial con todos los problemas de frustración
de expectativas, etc. Ahí la sociedad se redujo
FC: O entrar en negociación con el Estado para a su mínimo nivel de expresión. Ahora estamos
legitimarlo y estar en el juego. De otra parte, entrando en otro momento, y aquí vuelvo al
el Estado integraba cuando tenía recursos; así punto anterior y mi pregunta es: ¿estamos en-
más o menos funcionó. Cuando esto se acaba, trando a un momento donde la sociedad nueva-
entre otras cosas por las dictaduras, porque se mente empieza a abrir sus ojos, a construir sen-
restringe esa capacidad del Estado de integra- tido? Parece que ahora no le basta la negación
ción y además por los fracasos políticos de las ni la resistencia, sino que empieza a ver nuevas
vías revolucionarias, surgen nuevos tipos de formas de acción –más a nivel local-, valoriza
conflictos y de acciones sociales que tienen la democracia local, expresa demandas cultu-
que ver con fragmentación y pluralismo en la rales, hay en el juego político nacional ofertas
acción colectiva, con múltiples tonos, voces neopopulistas; o sea, estamos entrando en otra
y orientaciones. Pero era una acción de resis- coyuntura. Me da la impresión de que ella está
tencia asociada al tránsito a la democracia y asociada con este fracaso, o relativo fracaso,
con este “nuevo modelo neoliberal”. Decíamos de esta forma en que vivimos la globalización.
con Norbert Lechner: “los actores sociales ade- Creo que ahí se inician, de manera muy tenue
más de diferenciarse, se fragmentan”, porque algunas veces, muy mediática otras, incluso
crecían y se multiplicaban pero tenían menos de forma muy explosiva, nuevas formas de
control sobre lo que les pasaba. Se pasó de una acción; eso que quizás tú ya pintas en tu libro
sociedad Estado céntrica a otra policéntrica . sobre el internet como movimientos más pro-
La sociedad le dio la espalda a su sociedad y posititos, porque además estos movimientos
a la política y fue prisionera del mercado y so- son fortalecidos por una acción desde afuera:
bre todo del consumo cultural. En las décadas redes de internet, etc. Manuel Chiriboga traba-
650 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ja los movimientos indígenas en este libro; a vilizar y demás, sino como la infraestructura
ellos les sirve la red para pensar de una manera material de una posible forma de democracia
más compleja su propia situación y hacer una alternativa. Porque la gente dice: “la gestión di-
demanda más abierta a la sociedad global y qui- recta de los países, de las economías, se orga-
zás también a la propia nación. niza de abajo hacia arriba, a partir de la gente
y se puede hacer a través de internet porque
MC: Cuando hablamos de formación de ac- nos podemos comunicar todos con todos”. La
tores colectivos, aparte del sistema político, asamblea general permanente de toda la gen-
porque yo creo que son dos ámbitos distintos, te diciendo cosas conjuntas en internet es una
pensando concretamente, ¿qué actores hay? utopía, pero el hecho de que esté formulada
¿qué actores vemos en constitución de actores en esos términos, como objetivo político y no
colectivos, movimientos preactivos? El gran como medio organizativo, me parece extrema-
caso es Argentina, que se trata en nuestro libro damente revelador.
y que es extremadamente revelador; pero cla-
ro, es revelador sobre todo porque hay doble FC: Además yo tengo la sospecha de que en
rechazo articulado, hay un rechazo al sistema buena parte de estos movimientos generados
financiero y hay un rechazo a la clase política en América Latina por lo menos en lo que res-
entera, a toda la clase política. Es uno de los pecta a su inserción al internet está mediati-
pocos casos en el mundo en el que deliberada- zada por loo que llamábamos en la década del
mente se quiere despedir a todo el sistema po- sesenta, “yankees de base”, o sea todos estos
lítico: “¡Que se vayan todos!”. Eso es novedoso, agitadores modernos que vienen de ONG, de
pero claro, lo que es más novedoso es que el universidades del centro, etc.
anarquismo aparezca otra vez como fuerza so-
cial. Y, por cierto, que en el movimiento por la MC: Claro, el Institute for Global Comunication
justicia global (llamado anti globalización) hoy de San Francisco es el que ayudó a desarrollar
día la corriente que cada vez tiene más fuerza la red zapatista del internet. Bueno, acabo este
sea la corriente anarquista, que toma internet tema porque ya no quiero volver al Estado.
no sólo como un instrumento organizativo, no Argentina sí es un caso clave, aunque no está
sólo como una forma de estar en contacto, mo- excluido, en mi opinión, que haya una vuelta,
América Latina en la era de la informacion 651

una recomposición política tradicional de tipo solamente uno, sino actores colectivos en toda
populista peronista, con lo cual estaríamos la gama de la sociedad, tratando de rearticular
ante una explosión social reactiva que no se una forma de a agregación de intereses socia-
traduce en una reconstrucción de la sociedad les no dependiente del sistema político tradi-
por la base, sino, que es otra vez, rearticulada cional ni simplemente de grupos de presión. Yo
en un sistema político por delegación, corrup- creo que ahí hay un principio de formación de
ción, etc., como el que ha existido. No por ca- actores colectivos con nuevos valores y nuevas
sualidad las sociedades vuelven a repetir los experiencias. Pero si observamos el resto de
mismos sistemas de autodestrucción, hay algo América Latina el panorama es muy distinto.
que las empuja a ello en la estructura social; en
el momento en que estamos discutiendo pode- FC: Para complementar este tema, me parece
mos ver que hay embriones de reconstrucción que el otro ejemplo paradigmático –probable-
social por la base a partir de actores colecti- mente tengamos diferencias acá- es el Brasil y
vos de movimientos sociales en Argentina. No es concretamente el PT y todas las experien-
podemos decir que hayan reconstruido la so- cias que el PT ha generado sobre todo a nivel
ciedad, que hayan generado un sistema políti- sindical, municipal, etc., a partir de o relaciona-
co de tipo distinto; no lo han hecho y parece do con la Central Única de Trabajadores (CUT).
que es difícil, pero sí han reorganizado y re- Me da la impresión de que en el Brasil, con toda
construido una parte de la sociedad. Pero este la lógica casi estructural de corporativismo, de
movimiento tiene grandes límites. Gran parte estatismo exagerado, de patrimonialismo gene-
de la protesta era de la clase media contra el ralizado en las relaciones sociales y hasta en
corralito; en la medida en que se vaya solucio- los grupos de carnaval, el hecho de existir una
nando parcialmente el tema del corralito, la clase obrera relativamente nueva y activa plan-
clase media Argentina no necesariamente va a tea la posibilidad de construcción de un nuevo
participar en las asambleas de la Central Gene- sistema de actores sociales o incluso de reco-
ral de Trabajadores (CGT). Aun así, habría que nocimiento de un pluralismo democrático de
reconocer que la Argentina del 2001/2002 sea nuevo tipo. Yo sé que esto está mediatizado por
una de las situaciones en que realmente se ob- las ideologías o por el radicalismo de los mis-
serva la emergencia de actores colectivos y no mos dirigentes o por su debilidad en la gestión
652 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

económica en la globalización o por muchas riencia de autogestión municipal; Porto Alegre


cosas más, pero me parece que hay, con mucha se está convirtiendo en un referente mundial
más fuerza que en ningún otro país de Améri- como modelo de participación ciudadana en
ca Latina, una opción distinta. ¿Cómo ves esta la gestión de la ciudad, y muchos otros casos
fuerza y esta dinámica en el Brasil? de innovación institucional y política, general-
mente asociados al PT. Pero en lo esencial hay
MC: Primero, creo que lo que representa el que recordar que la clase obrera organizada en
PT en el Brasil es una agregación de intereses los sindicatos brasileros es un segmento mino-
muy diversos a nivel del sistema político y de ritario de la clase obrera, sobre todo centrado
movimientos muy distintos. Por ejemplo, para en el sector público, y en el sector del automó-
hablar claro, el movimiento más radical, más vil, por tanto, extremadamente sensible a cual-
famoso en el Movimiento de los Trabajadores quier movimiento que mitigue la globalización
Sin Tierra (MST), del cual el PT ha tomado ex- y con un interés en la defensa de los privilegios
traordinarias distancias en cuanto tuvo, en se- del sector público. Entonces, la idea de que un
rio, la posibilidad de ganar las elecciones pre- actor como el movimiento sindical, que ha sido
sidenciales, hasta el punto de no movilizarse un heroico actor en la construcción de la iden-
activamente para liberar de la cárcel a algunos tidad popular brasileña, pero en una situación
de los dirigentes del MST. El MST es un mo- en que la industrialización no se ha generaliza-
vimiento muy radicalizado de un sector muy do, y donde casi la mitad de la fuerza de trabajo
marginal y al mismo tiempo muy manipulado de las ciudades está en la economía urbana in-
por ideólogos y el PT ha resistido la demago- formal pueda generar un sistema de represen-
gia de los movimientos –no del MST en parti- tación como actor colectivo que abarque a los
cular- pero de los movimientos del entorno de sectores populares del Brasil me parece difícil;
las fracciones más radicalizadas y es muy posi- y no sólo difícil, sino contradictoria con el aná-
ble que haya un enfrentamiento futuro. Ahora lisis de la fragmentación de clase con respec-
bien, la otra cuestión en la que yo estaría de to a los otros sectores de la sociedad. Porque,
acuerdo contigo es en experiencias de parti- por otro lado, si vamos a las favelas de Río, se
cipación ciudadana local, ahí yo si veo expe- observa que las formas de organización popu-
riencias importantes. Cuiba ha sido una expe- lar son tres: las iglesias africanas, los evangé-
América Latina en la era de la informacion 653

licos y los narcotraficantes. La idea de que el la globalización. Por tanto, yo diría que detrás
Comando Vermelho en Río pueda movilizar, de una posible crisis –que a nivel personal es-
en septiembre de 2002, a miles de personas en pero que no suceda, espero que no fracase un
defensa de su líder cuando estaba en la cárcel, gobierno PT en Brasil que es la esperanza de un
que haya huelgas de comercio y de transporte Brasil democrático y menos injusto- la siguien-
y de empresas en las zonas populares de Río te ola política podría ser populista evangelista
(aunque sean parcialmente forzadas por las ar- con Garotinho como líder.
mas), la idea de que este Comando Vermelho
tenga una organización en el internet con un FC: Si fracasa el PT. Mi idea, por tanto, es que
lugar web, con un link a las fuerzas armadas sí hay formas de participación popular muy
de Colombia y que se identifiquen ideológica, interesantes en torno a los sectores obreros
práctica y organizacionalmente con las FARC, organizados en el Brasil y en torno a los mu-
ahí nos encontramos con un fenómeno de nue- nicipios controlados por esos gobiernos or-
vo tipo. Entonces, lo que yo observo es, en el ganizados, esas formas son muy difícilmente
fondo, el fenómeno Escobar pero con una vin- extrapolables a otros sectores populares. Si,
culación aún más fuerte al conjunto de redes por ejemplo, comparamos a la mejor alcal-
mafiosas en el Brasil, y no simplemente con el desa o alcalde que posiblemente tenga el PT
barrio. Esa situación social desborda la capa- en Brasil, que es Marta Suplicy en Sao Paulo,
cidad de integración y representación del PT. aunque los mecanismos de funcionamiento
Más aún, el PT está fuertemente articulado a de participación en Sao Paulo son mucho más
la Iglesia católica; la base del PT son los sindi- reducidos, mucho menos movilizadotes e in-
catos y la Iglesia católica. Pero lo que ocurre es novadores que los que existen en Porto Alegre
que el paso de la Iglesia católica al sistema de o incluso en el ABC. Porque al contrario de lo
poder político en el Brasil está en total contra- que se cree, Sao Paulo no es una ciudad indus-
dicción con el extraordinario progreso de los trial. El Sao Paulo industrial es su periferia, el
evangelistas, es decir, la Iglesia católica pierde ABC. Son los sectores populares de Sao Paulo
terreno entre los sectores obreros organizados los que están haciendo el clientelismo local y
y recordemos que los evangelistas en el Bra- esos sectores no tienen la misma articulación
sil también empiezan a tener conexiones con que hay en el ABC, no son actores sociales au-
654 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tónomos. Entonces, generalizando el tema, la por tanto, anclan identidades o anclan grupos
cuestión es que más que una recomposición de de intereses con gran independencia tanto del
actores sociales, yo veo en Latinoamérica, con Estado como de los otros grupos. Un gobierno
excepción de Argentina, una recomposición de del PT en Brasil es el gran experimento para
grupos de Interés organizados del antiguo sis- ver si a partir de un grupo del antiguo sistema
tema corporativo que perdieron la capacidad corporativo, ese grupo se puede abrir en tér-
de influencia y negociación una vez que el sis- minos políticos, más que de constitución de
tema se globaliza, por un lado, y resistencias actores sociales, a una rearticulación de de
identitarias, por otro. Si quieres una ilustración una comunidad política democrática con base
de lo que son esas diferencias de intereses te en el nacionalismo, con base en una estrategia
recuerdo el análisis del gran sociólogo brasi- de defensa de la nación. Ahí sí, reconstitución
lero Vilmar Faria. La ortodoxia de izquierdaa de la nación y defensa de la misma en torno
es que hay que defender al sector público y la al Estado.
Seguridad Social (sistema de pensiones). Pero
en las condiciones concretas de Brasil, en 1999, FC: Pero esa es la lógica de la globalización. Si
el 20% más pobre de la población recibía el 7% analizas el Foro de Porto Alegre, vas a ver que
del gasto de la seguridad social, mientras que tratan de hacer una articulación entre su comu-
el 20% más rico de la población recibía el 30% nidad nacional (los excluidos, los obreros mo-
del gasto de la seguridad social. Cardosoquiso dernos, comunidades eclesiales, campesinos
cambiar esta situación y no lo consiguió. Ojalá pobres, experiencias locales vecinales, etc.) y
esto sea distinto con Lula. Pero hay que partir los movimientos anti globalización en los paí-
de la realidad del corporativismo de los actores ses desarrollados. No hay, por otro lado, pre-
sociales constituidos. sencia indígena fuerte en Porto Alegre. En la
Alianza de Porto Alegre están los que protestan
MC: Lo que quiero decir es que en lugar de una contra una globalización injusta.
reconstitución de sistemas de actores sociales
capaces de rearticular la sociedad, lo que ob- MC: La fuerza justamente de ese movimiento
servo es la emergencia de un sistema de acto- es su disparidad, su heterogeneidad y su capa-
res sociales que fragmentan la sociedad y que, cidad de crear alianzas a partir de su hetero-
América Latina en la era de la informacion 655

geneidad –la frase genial de Ruth Cardoso; “el Latina, el intento que me parece extremada-
pueblo desunido jamás será vencido”- efec- mente importante del proyecto PT, es el de
tivamente esa fuerza es la heterogeneidad. dar una articulación política en torno a uno de
Pero, entonces: ¿qué es lo que recompone los pocos actores sociales constituidos, que es
esa heterogeneidad?, ¿por qué puede coexis- el movimiento sindical, dar (esa articulación)
tir? Porque el proyecto común es en el fondo a partir de ese núcleo, ampliar en términos
un producto político, democrático, porque la políticos la construcción de una comunidad
clave del movimiento anti globalización es nacional dentro del sistema de articulación
su eslogan original enSeattle: “no a la globa- político, más que negociar directamente con
lización sin representación”. Pero ¿qué quiere al globalización en nombre de la nación y no
decir sin representación? Son los Estados, la simplemente mediando lo que son las influen-
mayor parte democráticos, los que estaban en cias sociales para que el país funcione. Ese es
Seatlle, son los que están en todos estos luga- el gran desafío.
res donde protestan los movimientos. Enton-
ces, lo que están diciendo estos movimientos FC: No sabemos si lo van a lograr, pero es el
es que en un sistema global, en un sistema de gran desafío.
representación política mediatizada a través
de los Estados que luego se articulan en re- MC: Ocurre que eso se hace en condiciones
des inter-Estados, no hay democracia, hace extremadamente frágiles, tanto de negociación
falta otro sistema de representación que nadie externa como de negociación interna, y que
sabe qué es, pero otro sistema: “no nos sen- el gran tema es que en la medida en que cada
timos representados por los señores que se negociación –con actores políticos internos o
sientan en nombre nuestro”. En el fondo es un con actores económicos globales- representa
movimiento político democrático más que de concesiones, en una situación extremadamen-
protesta social al que cada uno llega con sus te desestructurada, fragmentada y con una po-
protestas sociales pero lo que todo el mundo blación desalentada tanto por el cinismo y la
dice es que necesitamos un foro de debate y desesperanza político como por las crisis eco-
discusión que sea distinto. Entonces, volvien- nómicos y sociales, los márgenes no son muy
do a lo que estábamos hablando de América pequeños.
656 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

FC: Ahora, si uno toma en cuenta además, el como de COPEL. Pero como en lugar de in-
caso venezolano, la re-emergencia del APRA vertir los recursos del petróleo en creación de
en el Perú, el éxito de Gutiérrez en el Ecuador, riqueza se especuló con el sistema bancario e
da la impresión que estamos ante una nueva inmobiliario y como la clase política tuvo como
reacción populista en América Latina frente a máxima su enriquecimiento personal, las bases
la crisis de la globalización y de la democracia del clientelismo se fueron estrechando hasta
representativa. Probablemente el caso más hacerse insuficientes para contener el descon-
paradigmático sea el de Venezuela, ¿Cómo ves tento popular. La clase política tradicional de
el asunto? Venezuela es la peor de América Latina.
Cuando se extendió la conciencia de esa
MC: Venezuela es un caso paradigmático de la corrupción sistémica, los ciudadanos optaron
dificultad de la democracia en América Latina por votar cualquier posibilidad de salir de ese
en situación de desigualdad extrema y corrup- sistema. Y votaron, repetidamente, por el popu-
ción sistémica de las instituciones políticas. Ve- lismo de Chávez, un líder bien intencionado en
nezuela desafía los análisis tradicionales de las un principio pero que carecía de base política
causas del subdesarrollo. Tiene recursos, una real más allá del entusiasmo desesperado de
clase media profesional educada e internacio- los sectores pobres y su política carismática-
nalizada, sindicatos de trabajadores potentes mediática, además de un sector de la oficiali-
y un sector público importante que hubiera dad nacionalista joven en las fuerzas armadas.
podido representar un mecanismo de estímulo A pesar de los esfuerzos de Rancel y otros vete-
al desarrollo y redistribución social. Pero esa ranos de la izquierda venezolana, la institución
clase media profesional, dependiente del Esta- bolivoriana es débil, superficial y frecuente-
do y del sector público en lo esencial, acaparó mente demagógica, de forma que los círculos
los recursos y marginó a la gran mayoría de la bolivarianos son más milicias que organización
población. de masas. Es decir que la justificada reacción
La clase política profesional mantuvo el popular contra los políticos profesionales y
control del país mediante redes de clientelis- la práctica cínica de una democracia clasista,
mo político con las clases populares. Era una no desembocó en una institucionalización de
democracia de clase clientelista, tanto de AP alternativa democrática. Y aunque Chávez ha
América Latina en la era de la informacion 657

respetado el voto popular más que la oposi- medio de la crisis del 2001 es perfectamente
ción, la dinámica del enfrentamiento civil y la aplicable a Venezuela y explica el fenómeno
crisis económica están llevando a Venezuela al populista de Chávez. Pero un populismo sin ar-
abismo. ticulación política y sin política de desarrollo
Posiblemente entre el momento en que ha- estratégico suele conducir a la crisis, y ese es
blamos y el momento en que seamos leídos tristemente el caso de Venezuela.
haya habido una crisis profunda en Venezue-
la. Porque aunque entre la movilización de las FC: Ciertamente hay una crisis de legitimidad
clases medias (que defienden sus privilegios en las instituciones políticas, económicas y
sociales), la manipulación de los medios de co- militares y ellas están asociadas a una cultura
municación, las intrigas de la CIA y la influen- patrimonial desde 1958 y también con el pro-
cia de los sectores conservadores de las fuer- ceso de corrupción que tú señalas. Llama la
zas armadas fuercen la renuncia anticipada de atención además esa fuerte vinculación entre
Chávez, como es probable, esto no resuelve el social democracia y corrupción que por cierto
problema fundamental de Venezuela: una pseu- no sólo se dio en Venezuela sino también en va-
do-democracia de clase en donde la mayor par- rios países de América Latina y muy especial-
te de la población está excluida de la apropia- mente en España y en el PSOE. Allí me parece
ción de recursos en una economía rentista ma- que la fuerza y el tipo de crecimiento económi-
nejada por profesionales de la corrupción. Esto co impidió el desbande institucional, cosa que
no lo inventó Chávez. Chávez fue el producto no se dio en América Latina. En realidad, me da
de una situación de descomposición social e la impresión de que hay una suerte de correla-
institucional que no fue capaz de rectificar. Ve- ción entre una economía de enclave petrolera
nezuela es la demostración de que el principal (que no invierte el excedente en una estructura
obstáculo para el desarrollo y la democracia en productiva basada en una competitividad ge-
la mayoría de las sociedades latinoamericanas nuina) y un consumismo acelerado, la que en
es su clase política profesional –con honrosas definitiva crea condiciones para la corrupción
excepciones, como Chile y Costa Rica y sólo en que además se hace intolerable en momentos
parte Brasil y Bolivia. El “que se vayan todos” de recesión económica. Quizás es esto lo que
lanzado por los manifestantes en Argentina en produce la crisis de legitimidad en Venezuela.
658 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Crisis por lo demás asociada con una tremenda está acelerando la polarización y la radicaliza-
polarización social. ción de la sociedad venezolana. Una tercera vía
El chavismo responde a esta crisis de legi- es por ahora muy débil. Sin embargo, créeme
timidad insistiendo en criterios distribucio- Manuel que Venezuela no volverá a ser la que
nistas, por lo menos en el plano simbólico, fue, como no fue la Argentina después del pe-
incorporando de esta manera a masas margi- ronismo u otras experiencias regionales. Fun-
nales urbanas que se movilizan, lo legitiman y damentalmente porque las masas despertaron
además crea expectativas de movilidad social. con hambre política.
Esta suerte de apelación populista, ha estado Me parece que vale la pena examinar ahora
asociada en Chávez mismo con un cierto resen- los casos de Chile y Costa Rica.
timiento y agresión contra los sectores medios
más ilustrados que tú mencionabas, eso ha in- MC: Esos dos casos son fundamentales, con-
cidido de manera determinante en el proceso tradicen la hipótesis que dice que los países se
de polarización, ya que estos sectores medios reconstituyen sobre la base de los movimien-
han terminado apoyando a la oposición. Es en tos sociales, porque las dos economías que fun-
este contexto, que Rigoberto Lanz insiste que cionan relativamente bien, que redistribuyen,
en Venezuela hay una tendencia en reprodu- que crecen, que compiten, etc., son aquellas en
cir un sistema nacional de corrupción. Según que el Estado ha logrado rearticular un sistema
varias encuestas, la mitad de los venezolanos político directamente a la globalización, inte-
rechaza al Presidente, tres quintos de los ve- grando, por mecanismos políticas tradiciona-
nezolanos rechazan a la Asamblea Nacional y les, la población al mercado. O sea que proba-
cuatro quintos a los partidos políticos. A nivel blemente la forma de que funcione un modelo
institucional hay una suerte de polarización neoliberal en lo ideológico en América Latina
entre las mismas instituciones del Estado, y es a través de un gobierno social demócrata.
el bloque opositor es un bloque heterogéneo
donde empresarios, obreros, grupos políticos y FC: Hay otros antecedentes que a mi juicio son
sobre todo medios de comunicación rechazan determinantes en esos dos países. Con todo, a
en lo fundamental al Presidente de la Repúbli- pesar de que Chile ha tenido un incremento de
ca que sería el causante de todo “el mal”. Se la desigualdad social brutal en el periodo de Pi-
América Latina en la era de la informacion 659

nochet, que el Gini de hoy no es el mismo que FC: Originalmente era un país periférico y eco-
el de la época de Allende y que el modelo so- nómicamente limitado, La reflexión de Porta-
cial chileno es curioso ya que baja la pobreza les es cabalmente ésta: Chile no puede sopor-
y aumenta la desigualdad y a pesar de que en tar la pesada noche, la noche larga, no puede
Costa Rica las desigualdades no han aumenta- soportar el caos, los fantasmas de la noche,
do al ritmo de otros países, pues hay un patrón Chile necesita hacer un pacto constitutivo de
de integración social de origen muy lejano, que orden, y ese pacto tiene que ser además insti-
tiene que ver con la estructura de tenencia de tucionalizado, con normas, con prácticas, con
la tierra, hay dos aspectos importantes en estos reglamentos y con sociabilidad. Eso tiene Chile
países que permiten pensar lo que estábamos desde 1830 y los tipos que se enfrentan a esto
diciendo sobre la globalización. Estos países mueren como nuestro querido Allende; son los
tienen una legitimidad institucional de larga que sacaron los pies del plato, porque demás,
data; ellos tienen una práctica institucional que tiene un proyecto de origen muy oligárquico.
les permite remitirse a un proyecto cultural que Pero lo curioso y no novedoso de Chile y la vir-
casi no encuentras en ninguna otra parte de tud de la Concertación es que trata de mediar
América Latina. Sea en su opción más orienta- entre esos dos mundos: ese patrón elitario de
da a una política institucional, desde Calderón largo plazo, con una modernización en elglo-
y Figueres en Costa Rica en el contexto de la balización y eso lo hace desde el Estado como
crisis centroamericana y de las dictaduras de el resultado de un proyecto político. Esa es la
los treinta y cuarenta, o de un Chile en un pro- novedad chilena.
yecto de mucho más largo alcance, asociado
con el iluminismo de Bello y el pragmatismo MC: El Estado es el actor central.
de Portales, en el trasfondo, en estos dos paí-
ses haya dos temas: son países aislados, casi FC: Ese es el sentido portaliano de la historia,
insulares, países que no soportan como decía con otras ventajas, porque también se gestio-
Portales el peso de la noche. nan otros elementos –hay que decirlo- el laico,
moderno, de clase media, de educación públi-
MC: Chile no es chiquito, esa es una visión res- ca. Eso es Lagos. Las inversiones en educación
tringida de Chile. en Chile y la participación de Chile en la edu-
660 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

cación es importante. Hay en Chile un proyec- ria identidad territorial y regional, en el Chile
to letrado de largo alcance. Ahora, dicho todo que yo conocí primero, en los años setenta, las
esto, y con cambios muy fuertes al interior de estructuras regionales eran muy importantes
la economía, del mercado y del consumo y con y, en este momento, para mí es paradójico que
partidos que articulan esto y que reproducen la famosa regionalización en términos milita-
elites patrimoniales también fuertes, han po- res región I, región VI, etc., se haya aceptado
dido funcionar en la globalización. No sé cuán de forma normal, porque es una terminología
sostenible será este estilo porque no se da el militar y son las administraciones burocráticas
salto de innovación; sí sé, sin embargo, que el administrativas de prefectura napoleónica.
costo de estos cambios es un malestar con la
política y con la propia identidad cultural como FC: Nadie va a morir por la V Región, pero por
lo hemos visto en los diferentes Informes de Valparaíso lo haría mucha gente.
Desarrollo Humano de Chile. Pero se plantean
un camino y no sé tampoco cuán ausente pue- MC: Exactamente, ése ha sido el precio, Chile
de seguir la sociedad. Hay una fuerte tendencia no sólo tenía que salvarse en términos econó-
a la individualización. micos de los embates de la globalización; tenía
que hacer algo, yo diría, más importante: de-
MC: Bueno, yo creo que parte del modelo chi- mostrarse a sí mismo y demostrar a la pobla-
leno es que el Estado provea de articulación ción chilena que no tenía que escoger entre una
dinámica a la globalización, provea el sistema dictadura militar y el progreso económico, que
institucional de cobertura de necesidades bá- la democracia podía asumir el progreso y el
sicas y deje al resto de la sociedad estimular- modelo económico, añadiendo además, la dis-
se en el mercado y, por tanto, el mercado se tribución social, añadiéndole las reglas demo-
constituye en mecanismo fundamental de legi- cráticas del juego; o sea, volver un poco al Chi-
timación y de distribución, es un mecanismo le original, pero además a un Chile situado en
de individualización. Por consiguiente, la idea la globalización y capaz de competir dentro de
de un Chile identitario es una idea contradic- la globalización. Yo creo que ese era el gran de-
toria. Una cosa muy interesante es que cuando safío, las dos cosas a la vez: el orden con el pro-
en todo el mundo se observa un extraordina- greso; pero al mismo tiempo demostrar que no
América Latina en la era de la informacion 661

les hacía falta Pinochet para ese orden y para MC: Yo creo que los chilenos lo tienen claro,
ese progreso y ese es el quid del proceso demo- ellos ya no están sólo en América Latina.
crático chileno. Lo que hacía Pinochet, y que no
lo legitimaba, hacerlo mejor que Pinochet pero FC: Pero yo te pregunto a ti, ¿será que esta for-
además con redistribución y democracia, y en ma chilena, con todos los matices que quieras,
ese sentido, está funcionando, con los límites es un proceso que da para pensar el resto de
que tú insinuabas. ¿Hasta qué punto es Chile el América Latina? O ¿será que es una cosa tan
tigre del Pacífico? Ese modelo chileno de com- especial que toma una distancia, otro ritmo en
petir solo en Europa, en Estados Unidos, estar un marco regional disperso?
más o menos dentro de las alianzas comercia-
les pero sin realmente jugar a esto, sino hacer MC: yo creo que lo que estamos haciendo es
su propio camino, tratar con todas las partes aproximar Chile a Costa Rica y se parecen mu-
a la vez en una economía totalmente avierta: cho. Costa Rica es un nivel mucho más reduci-
¿hasta qué punto eso es sostenible sin un desa- do, pero también está haciendo un proceso de
rrollo fundamental en términos de la economía desarrollo competitivo en la economía global
informacional del conocimiento, con una baja con mayor inversión tecnológica que Chile, con
productividad, con desarrollos tecnológicos, mayor capacidad de capital humano que Chile.
todo lo cual está en la teoría, pero todavía no
ha llegado a la práctica? Es un empresario muy FC: Y con dos cosas que también son muy im-
moderno, los agro-exportadores sobre todo, portantes. Me da la impresión que una ventaja
pero con una base bastante pequeña sobre la es la inversión estratégica en industria electró-
cual expandirse. Lo que decías sobre educa- nica, en conocimientos aplicables a la electróni-
ción sí, porque es muy importante con relación ca y en Internet con políticas estatales muy sóli-
a América Latina, pero es muy inferior a la edu- das y con un cierto grado de visión. La otra cosa
cación en capital humano en general al de los que me sorprende de Costa rica es que quieren
países del Asia del Este. hacerlo a escala ambientalmente sostenible.

FC: ¿Será que Chile es una vía de América Lati- MC: Y el punto negro de la política democrática
na, que se está yendo de América Latina? de Chile, es la de medio ambiente.
662 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

FC: Pero, por otro lado, Costa Rica quizás está de América Latina no se ha producido. Es más,
más integrada, por lo menos en el imaginario, en muchos casos se ha teorizado esa incapaci-
con Centroamérica que Chile con Sudamérica. dad, argumentando que hay que anclar el cre-
Me da la impresión de que hay un juego distin- cimiento en un sector estratégico, dinámico y
to y que marca diferencias en los estilos; no luego esto arrastrará al resto. En el fondo era
es que se aun solo modelo con dos caras, sino lo que Pinochet hacía; el caso del modelo de-
que da la impresión que hay cosas comunes en mocrático chileno ha sido un caso de voluntad
ambos casos, pero son dos etilos distintos de conciente y deliberada de articular el modelo
inserción a la globalización. de inserción global con los actores sociales,
con los sindicatos y, en ese sentido, podría pre-
MC: Lo que ocurre es que si tomamos países en- figurar una nueva dinámica.
teros como especificidad o generalidad, prác-
ticamente cada país va a ser un caso, por eso FC: Pero en una lógica muy subordinada.
no es bueno decir que Chile es la excepción.
Yo creo que hay que tomar procesos; en los MC: Subordinada, pero cambiando apoyo a la
casos de incorporación dinámica hay que ver competitividad por redistribución, que es una
qué procesos tienen esa capacidad dinámica y lógica social democrática, yo apoyo a la pro-
si esos procesos se pueden transponer a otras ductividad, apoyo la competitividad, apoyo la
situaciones aunque el conjunto del país no sea flexibilidad, apoyo al sistema de pensiones,
lo mismo. Entonces, hay un tema fundamental pero usted me redistribuye, en términos de
en el modelo democrático chileno, no en el mo- salarios, en términos de vivienda, en términos
deloPinochet que es mucho menos exitoso que de salud, de educación. Ese es el paso social
el primero. Lo que es importante en el modelo demócrata tradicional. Y en el fondo es lo que
democrático de desarrollo chileno es la posi- hay detrás de la política del PT en Brasil. La
bilidad demostrada bajo ciertas condiciones gran diferencia sería que las masas excluidas
de estabilidad política y de productividad y en el Brasil son tan inmensas comparadas con
competitividad que permiten jugar a fondo en el núcleo de lo que puede hacer ese tipo de
la globalización, disminuyendo la pobreza y re- negociación, que no te sirve, porque en Chile
distribuyendo, que es algo que en el conjunto haces una negociación con los sindicatos; lo
América Latina en la era de la informacion 663

esencial de la sociedad chilena está integrado pensar de forma concreta creo que podemos
en torno a ese núcleo sindical corporativo de encontrar mecanismos y procesos que es lo
clase media, etc., excepto los mapuches y ahí que yo estoy intentando, ¿por qué Uruguay no
sí hay movimiento, pero es movimiento iden- es capaz de hacer esa misma recomposición
titario de los excluidos cultural y socialmente. partiendo de una base institucional y cultural
Ahora bien, el proceso de lo que ha sido el mo- grosso modo similar a la de Chile o Costa Rica?
delo democrático chileno permite pensar otras
situaciones en América Latina y permite plan- FC: El caso de Uruguay sorprende, porque da
tearse porqué no se producen al menos inten- la impresión de que debería ser el país con ma-
tos en otros lugares. yores chances de hacer este proceso, incluso,
Para completar nuestra visión, yo creo que con algunos nichos financieros, tecnológicos,
tienes toda la razón sobre la base institucional etc., se lo intentó y relativamente fracasaron.
cultural por la cual Estados de pequeños países
pueden competir en la globalización, llevando MC: Hay una población muy educada y un
con ellos la sociedad, aunque yo diría reempla- alto nivel de educación e investigación en la
zando la nación por el mercado. Para pensar universidad.
esto siempre en términos de contraste, ponga-
mos el caso de Uruguay. Creo, ya que estamos FC: Con una universidad con un deterioro tre-
en el análisis más específico pero con posibili- mendo, como varias veces ha señalado Judith
dades de pensar en temas más generales, que el Sutz. Creo que hay temas cruciales en el caso
contraste de Uruguay es importante, porque si de Uruguay. El primero es el peso propio del
la base institucional cultural de clase media de Estado de bienestar, la carga burocrática de
un Estado democrático es importante en Chile ese Estado uruguayo, su rol de empleador, su
y en Costa Rica, Uruguay tendría que tener esa fuerza en el imaginario nacional y sus caracte-
capacidad de inserción, porque en términos rísticas cada vez más ineficaces de funciona-
históricos era el mismo sistema de organiza- miento.
ción: además siempre se hablaba de una social
democracia –la Suiza de América Latina-, nada MC: El enemigo perfecto para una crítica neo-
que ver con Argentina. Entonces, intentando liberal del papel del Estado en América Latina.
664 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

FC: Muy pesado, cabalmente fue lo más avan- MC: Eso en términos de mecanismos es muy im-
zado como Estado de bienestar en América portante, yo estoy de acuerdo contigo, aunque
Latina; hoy se ha transformado en lo más conozco muy poco Uruguay. Pero lo que nos
pesado para producir innovaciones porque dice eso es que junto al Estado nacional populis-
además está muy legitimado en la población. ta había también un Estado redistribuidor y que
Un cambio en el Uruguay crea tremendo des- ese Estado redistribuidor sólo puede funcional
empleo, inseguridad, se trata de un costo po- eficazmente en la medida en que obtienes fuen-
lítico muy alto que no aguanta nadie, nadie tes de acumulación que permiten redistribuir;
tiene la fuerza para hacerlo, aunque algunos pero las características del Estado redistribui-
lo piensan. dor no le permiten incorporarse activamente a
El segundo punto importante en el Uruguay la globalización y por tanto es insostenible.
que me parece interesante, es que además de
tener todos esos niveles de educación y de FC: Creo que el caso de Uruguay quizás tam-
una universidad tradicionalmente muy rica, la bién tiene que ver con el exilio y la fuga de ce-
capacidad de innovación empresarial es baja, rebros de la época del autoritarismo; de alguna
tanto en el plano industrial como en los servi- manera las elites innovadoras, jóvenes técni-
cios, aunque el sector turístico es más dinámi- cos capaces, lo más ilustrado en tecnología del
co y también hubo reformas interesantes en el Uruguay, se fueron después de la represión y
sector agrícola y ganadero. Y aunque hubo re- la crisis, y esto se fue acelerando con la debili-
formas en el fondo fue una economía rentista dad del mercado, con la crisis de la universidad
del Estado. Quizás lo más novedoso sea una in- etc., etc. Entonces, hay también un costo social
cipiente industrial de software. En el Uruguay que tal vez no es tan claro pero habría que ex-
hay una crisis estructural porque existe un défi- plorar e investigar más, preguntarle a la propia
cit de reformas y fracasos de otras. La reforma Judith a DiegoAchard, qué sé yo. Pero a mi me
financiera de 1974 acaba de colapsar. Quizás la parece que éste es un dato muy sugerente del
pregunta sea no sólo cómo desarmar un Estado Uruguay respecto de América Latina.
ineficaz, sino pensar qué es lo que lo reemplaza
y que haga sentido para la sociedad uruguaya. MC: Por tanto, el mecanismo que estamos
Es difícil. identificando es que no solamente la redistri-
América Latina en la era de la informacion 665

bución ligada a una política de productividad y economía de conexión perversa? Pienso en


de competitividad es un elemento que sostiene Ciudad del Este…
esa productividad, sino que la redistribución
como fundamento de legitimidad y funciona- FC: Pero Paraguay no es solamente eso; hay
miento del Estado hace a este Estado soste- cierta capacidad empresarial en la agricultura,
nible en las crisis sociales que acompañan el hay una cierta capacidad empresarial en la ga-
proceso de globalización. nadería, hay una cierta instalación de recursos
en servicios hidroeléctricos, hay una capa em-
FC: Ahora Uruguay tiene ventajas compara- presarial tecnocráticamodernizada. En Para-
tivas; sus niveles de equidad, su cultura insti- guay hay sectores medios emergentes moder-
tucional, es posiblemente el país con el nivel nos integrados a la región, al MERCOSUR, hay
de solidaridad interna más alta de América un movimiento campesino interesante, hay una
Latina, no hay grandes movimientos sociales, dinámica de solidaridad alta a nivel rural y or-
tiene una izquierda medio conservadora muy ganizaciones urbanas de barrios etc., hay polí-
fuerte que probablemente va ganar la elección. ticos modernos –el alcalde de Asunción parece
Ahora, yo creo que hay otro fenómeno también ser un político moderno- hay liberales radica-
fuerte en el Uruguay y es que se construye y se les institucionalistas, hay incluso una impron-
proyecta con relación al Brasil y Argentina. La ta nacionalista con un fuerte arraigo cultural,
crisis de la Argentina tiene un impacto brutal que defiende la nación, o sea, no solamente en
en el Uruguay y, por otra parte, la indecisión esta imagen del Paraguay de “mercado y con-
en el Brasil los tiene hoy día en una situación trabando”, también hay desgraciadamente, mu-
de orfandad terrible, igual que el Paraguay. Más cha corrupción. Me da la impresión de que en
allá de la crisis política y de temas de corrup- el centro sigue el Estado stroessnerista; eso es,
ción, en el Paraguay hay un tema de orfandad y por eso el fracaso aparente de la democracia
y por eso hay un cierto retorno al pasado, una en Paraguay. Vuelve además Oviedo. Pero hay
nostalgia de seguridad política. cosas nuevas , hay también intelectuales muy
lúcidos, hay también esa otra parte, que desgra-
MC: ¿No crees que el sistema es simplemente ciadamente está perdiendo pero. Más allá de
que Paraguay está demasiado inmerso en una estas diferencias claro que no es Uruguay ese
666 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

pedacito de Europa que está a un costado de Parlamento y al sistema de partidos. Adicional-


Sudamérica, pero lo que sorprende en ambos mente, se ha incorporado el tema de las enor-
casos es que son totalmente dependientes no mes reservas de gas. La cuestión es qué tenden-
ya de la globalización en general, sino de lo que cias emergen de todo esto.
está pasando en los procesos políticos y econó- El hecho de que Bolivia negocie con el MER-
micos de Brasil y Argentina. COSUR y negocie con la Comunidad Andina,
En el caso de Bolivia yo creo que hay una tenga una relación privilegiada con el Banco
suerte de situación intermedia. Bolivia ha he- Mundial, que haya conseguido con el resto de los
cho reformas, ha sido el principal aprendiz de países andinos, que se abra el mercado de pro-
las reformas, ese modelo se ha agotado y hoy ductos industriales a EE.UU. y esto, quizás po-
día todo se redefine. sibilite una nueva oportunidad. El hecho de que
Esta redefinición marca una situación de tenga una dirigencia tecnocrática que ha perma-
inflexión. Por una parte, las reformas estructu- necido en el poder los últimos 20 años y que se
rales no han producido incremento económico den procesos de participación local más o me-
significativo, sólo ha crecido la economía en nos exitosos y, sobre todo, posibilidades de ha-
el sector hidrocarburos, el resto sobre todo el cer una triple alianza con Brasil, Chile y EE.UU.,
sector intensivo de mano de obra, se ha depri- no solamente por la comercialización del gas y
mido. Por otra parte, la producción de coca ex- la agricultura del oriente, sino también por todo
cedentaria ha disminuido drásticamente, tam- un sistema de comunicación de infraestructura
bién ha disminuido la pobreza por necesidades tanto de caminos como también de fibra óptica y
básicas pero se ha incrementado la pobreza de que busque hacer un puente entre el Atlántico y
ingresos y ha aumentado la desigualdad. Esto el Pacífico, le da una pequeña chance.
se ha traducido en un notable incremento de En todo caso, para mí, las opciones están
las demandas y luchas sociales. asociadas con la capacidad de los distintos
Finalmente en el plano político el pacto in- actores para producir acuerdos que viabilicen
terpartidario que le dio gobernabilidad al mo- modernización con equidad.
delo se encuentra relativamente agotado. Al
contrario, han emergido nuevas fuerzas po- MC: El tema importante es, tanto para Boli-
pulares y sobre todo han llegado indígenas al via como para Brasil, en qué medida nuevos
América Latina en la era de la informacion 667

actores sociales, que fueron parte de la re- FC: La opción es que el proceso se democrati-
construcción de la sociedad, son capaces de ce, que la comunidad democrática constituya
pensar el Estado cambiando el contenido de una comunidad nacional. Esto significa una
sus políticas y de rearticular a la sociedad en- suerte de tercera vía boliviana. No se puede
tre lo nacional y lo global. Sólo si la inserción ser cerradamente ortodoxo, pero tampoco se
de indígenas, cocaleros, etc., en el Estado puede ignorar el mercado y la globalización.
boliviano permite que las políticas del Esta- No se puede ser cerradamente indigenista,
do no solamente sean las de exportar el gas pero es imposible no pensar que la comuni-
y el petróleo y acumular en Bolivia, sino que dad es fundamental en la democracia y el de-
además sean decididamente compartidas por sarrollo. No se puede tampoco no construir
sectores populares hasta ahora excluidos del una dinámica institucional legítima y adecua-
Estado, sólo entonces, habrá esa articulación da a los cambios.
entre el actor social y el movimiento político. Claro que también pesan lógicas pasadas
Porque hasta ahora la clase política boliviana como la lógica cerrada e improductiva de las
se ha caracterizado, más bien, por lo contra- elites autóctonas, cuya miseria en buena me-
rio, es decir por mantener el juego político dida estuvo asociada a la escasez de recursos
encerrado en una clase política que dirimía y a una lógica de enclave. Casi siempre, salvo
los conflictos en términos de aparato de par- Patiño, fueron socios menores de empresas
tidos y que después tenía un comportamiento extranjeras. Hoy están ansiosas frente al gas.
patrimonialista con distintos sectores. Los Otro tema es el papel de EE.UU. y la coopera-
que han ido cambiando son los beneficiarios ción institucional que tienen importantes agen-
de esepatrimonialismo, pero siempre desde das internas, que a veces son modernizadoras
el punto de vista del mismo sistema de poder pero nunca negocian directamente con los más
que es la clase política profesional, histórica- excluidos. Quizás Bolivia será también a la vez
mente ligada al nacionalismo, al movimien- una probeta y un eslabón débil.
to obrero, etc., y que, en último término, se
independizó completamente de sus orígenes MC: Es que el modelo de inserción productiva
históricos y no representa más que a la clase de Bolivia en la economía global no está claro.
política misma. Para mí, el modelo del gas, es típico de enclave.
668 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Se puede hacer gas en Tarija, un poco de litio Nacional, en el sistema de partidos, y se está
en el altiplano y unas cuantas cosas más, y ya dibujando un nuevo mapa.
está: es suficientemente rentable para el sector
empresarial globalizado y la clase política pro- MC: A mí me parece que todo esto reproduce
fesional; esto es economía de enclave, excep- las características tradicionales, porque en el
tuando a Santa Cruz. Volvemos a la misma eco- fondo Bolivia es el único país de América La-
nomía de siempre y por eso es intuitivamente tina que más directamente ha estado articula-
excluyente, en gran parte porque a las elites les do globalmente y desarticulado globalmente;
basta tener un buen enclave productivo para toda la historia de Bolivia ha sido la de un país
vivir bien y, además, como la sociedad no está de enclave y de exclusión social y política de
tan desestructurada porque es una sociedad gran parte de la población, y por eso también
con rasgos comunitarios e identitarios fuertes, es un país de gran tradición revolucionaria.
la gente se organiza a nivel de supervivencia y Justamente es una situación que genera tales
solamente se enfada cuando le restringen sus niveles de exclusión que en la medida en que
formas propias de supervivencia, como por haya fundamentos y principios de organización
ejemplo los mismos cocaleros. Ahí viene el social autónomos, (que fueron, por un lado, los
cuestionamiento del propio gobierno boliviano identitarios, pero por otro lado, los del campe-
y no sólo de EE.UU. con relación a la conexión sinado y los del movimiento obrero), son acto-
perversa de Bolivia durante un tiempo. El Esta- res que se constituyen frente al Estado. Pero
do boliviano juega a cortar la conexión perver- ¿cuál es la situación en este momento? ¿Es
sa, que es el mecanismo de integración de una un nuevo lanzamiento de la economía de en-
parte importante del campesinado boliviano y clave, de una nueva forma de enclave minero
de intermediarios. (energético), de un nuevo bien con alto valor
en el mercado, pero muy limitado y con poca
FC: Bueno, en Bolivia, hoy día hay un nuevo capacidad de irradiación interna directamente
panorama político, hay una nueva oportunidad de la producción? Aunque haya una fábrica de
respecto del gas, ha habido una disminución gas, yo visité en algunos países inversiones de
objetiva de la producción de coca, hay la inte- 2,000 millones de dólares de una multinacional
gración indígena y popular en el Parlamento creando 300 empleos, las petroquímicas y las
América Latina en la era de la informacion 669

fábricas de procesamiento de combustible son cida por la política conjunta de EE.UU. y el


altamente tecnologizadas y altamente intensi- gobierno boliviano. Yo creo que una parte de
vas en capital. Por tanto, la posibilidad de que los efectos de la estructura de la corrupción ha
una economía de enclave, en lo económico, con sido el incremento de la pobreza y la falta de re-
los recursos controlados por la elite de siempre cursos alternativos para la economía informal,
sea restringida a una nueva clase social es una no solamente campesina, sino urbana. Todo lo
posibilidad real. Que no sea así depende de la que era el contrabando, no se ha generalizado,
movilización social. pero ha disminuido porque los capitales que se
Segundo, la incorporación de sectores mar- generaban en la economía ilegal se reinvertían
ginados, excluidos, a través de un movimiento también en buena parte en la economía ilegal.
social que luego se convierte en agente políti- Entonces, yo creo que el movimiento cocalero
co y pacta dentro del sistema de poder, es la es un movimiento de resistencia a una recon-
historia de la revolución boliviana. O sea, los versión económica: es mi puesto de trabajo,
campesinos bolivianos realmente fueron ac- son mis formas de supervivencia. En la medi-
tores, los mineros bolivianos fueron actores, da en que además esa economía de conexión
pero sus elites dirigentes se integraron en la perversa de Bolivia depende absolutamente de
clase política boliviana y simplemente se con- la administración de Colombia, pero lo que sí
virtieron en correas de transmisión de grupos está ocurriendo es que el traspase que se había
de intereses en gran parte; por tanto, tiene que operado hacia Colombia de las explotaciones
haber algo distinto que cambie la ecuación del Perú y de Bolivia, incluso el procesamien-
con respecto a lo que en el momento actual es to de pasta de coca, que es muy importante
simplemente una reproducción de mecanismo en el Chapare, ese traspase puede estar invir-
de inserción global. Yo espero que no sea así, tiéndose, volviendo hacia Bolivia por razones
pero necesito saber qué nuevo elemento arti- de seguridad ligadas a la guerra en Colombia.
cula una nueva dinámica. Entonces, es muy posible que haya una reco-
Tercero, la otra cosa que es relativamente nexión boliviana a través de la economía in-
nueva en Bolivia en los últimos 20 años es la formal y probablemente en zonas distintas de
inserción seria de Bolivia en la conexión per- las tradicionales. Hace mucho tiempo que se
versa; esa conexión ha sido altamente redu- habla en Bolivia de la nueva frontera de expan-
670 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

sión de la coca el Beni. Entonces, esto vuelve te, estamos tratando de explorar otra variable
a recrear otro tipo de tensión que contrapesa que coloca nuevos temas y problemas, se tra-
la política del enclave, teóricamente se podría ta del crecimiento de nuevas regiones o sub-
sugerir un modelo alternativo que a partir de regiones con un cierto dinamismo económico
la acumulación de capital de un enclave diná- y que tiene que ver más con fronteras y tam-
mico se convierta en un sistema de alimenta- bién con recursos, que es el caso de la Ama-
ción de una inversión productiva autónoma zonía en el norte, de las reservas de hierro y
en la globalización con capacidad de generar del dinamismo económico en Puerto Suárez
muchos mayores recursos en un sector mucho y Guayaramerin en el sudeste. La otra región
más amplio de la población. Y eso pasa necesa- incluye al norte de la Argentina y el Paraguay
riamente por una economía intensiva del cono- y tiene como epicentro el Chaco tarijeño. Tam-
cimiento, ampliación de los recursos humanos bién hay un nuevo dinamismo de mercado in-
y una población mucho más educada, es decir, teresante, entre parte del norte de Chile y sur
el sistema de incorporación a una competitivi- del Perú y parte del altiplano boliviano. Como
dad en términos informacionales, aunque sean el que en la economía boliviana se dan poten-
con otros conjuntos que no sean de alta tec- cialmente otros ejes que el central. Pero yo sé
nología, incluso los productos agropecuarios que son tendencias secundarias; nuevamente
que produce Chile que exporta salmón y vino, esto pone en peligro la nación y apela a la ne-
pero salmón y vino que en el fondo es conoci- cesidad, también histórica, de reconstruir un
miento y tecnología empaquetados en forma de pacto, lo que reafirma tu idea de que el enclave
salmón y vino. Entonces, ese cambio depende no es suficiente.
de en qué medida la clase política boliviana se
convierta en una clase desarrollista, dinámica MC: Insisto, la nación es una construcción que
capaz de abrirse a otros sectores, más que en depende de los intereses nacionales, la nación
una clase patrimonial de nuevo, simplemente boliviana, por ejemplo, la nación del 52 se hace
cooptando nuevos actores. contra la oligarquía, pero al mismo tiempo esto
se hace aplastando al oriente.
FC: Bueno ese es el tema de nuestro nuevo
Informe de Desarrollo Humano. Por otra par- FC: No
América Latina en la era de la informacion 671

MC: ¿Y entonces las masacres de las milicias bre la base de un pluralismo que necesariamen-
de Ucureña? te tendría que reconocer el universo cruceño.
Desearía ahora precisar el tema de los movi-
FC: Desde luego que hubo represión pero, por mientos sociales. Para introducir y retomar la
otro lado, quizás por ello, lo que trae la revo- tesis de Manuel Chiriboga, que es el que trata
lución en definitiva es el dinamismo de Santa esto, pero también los textos de Natasha Loa-
Cruz y que Santa Cruz sea luego el eje de la eco- yza y Hugo José Suárez. Me da la impresión de
nomía boliviana. Fíjate qué paradójico: los mi- que emerge una novedad vinculada a esta glo-
neros y los campesinos hicieron la revolución balización, a esta crisis del Estado, a la exclu-
para colocar en el centro de la economía del sión, y también a un proceso de modernización
país a Santa Cruz. cultural global: la emergencia de un movimien-
En Santa Cruz hubo un empresariado junker, to indígena polifacético en toda la mancha indí-
a la cruceña, que produjo un dinamismo y un gena del continente que, incluso, incluye a los
movimiento regional muy fuerte, único o muy mapuches de Chile.
especial en Latinoamérica, con una elite regio-
nal con fuerte identidad, con proyecto, con Es- MC: Pero no están conectados.
tado que le da a la región un dinamismo y una
particularidad única. Buscaron innovación en FC: Sí, están muy conectados en red. Se leen,
crecimiento y lograron ventajas comparativas se miran, viajan, hacen seminarios, talleres,
de Santa Cruz con respecto al resto del país en páginas de Internet, etc. En el texto de Manuel
varios planos: en lo social, en lo económico, en estos movimientos son incomprensibles sino
el dinamismo tecnológico. Pero eso fue pro- es por la apropiación que tienen del Intenet,
ducto del 52 y también es un costo del 52. Pero lugar donde se comunican e interactúan. Hay
más allá de esto, es verdad que puede pasar lo muchos sitios; ahí están los números y los
que tú dices, entre otras cosas, fagocitado hoy nombres de los mismos. Esta dinámica tiene
día por los intereses cruceños del empresaria- un detonador muy fuerte: el zapatismo tras-
do y de la elite cruceña. ciende México y recupera mundos mayas, etc.,
Sin embargo, también plantea la idea de asu- sobre todo en Guatemala y la fundación de Ri-
mir la diversidad de una comunidad nacional so- goberta Menchú, las ONG, fagocitan también
672 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

esto. Existe un movimiento muy interesante; reinventan historias muy parecidas al aislamis-
donde más se detiene Manuel es en el movi- mo, profecías milenarias andinas, que nunca
miento indígena del Ecuador, el movimiento existieron. La coca y Evo Morales en Bolivia
de las centrales de campesinos indígenas que tienen un componente de este tipo, así como
producen cambios y reformas en la Constitu- los movimientos milenaristas en Ecuador y
ción Política del Ecuador. No hay país indíge- una parte en México y Guatemala, muy fago-
na fuerte que no haya hecho reconocer con citados desde afuera y asociados con grupos
sus luchas indígenas el carácter pluricultural, izquierdosos de clase media y con ONG de los
plurilingüe, incluso plurinacional de sus paí- países desarrollados que cultivan y consumen
ses. Está cambiando el mapa, porque se dan mucho esto. Tienen su peso. Finalmente hay
prácticas transnacionales indígenas, muchas una fuerza que creo que es más política, que
veces antiglobalización, muchas veces de ne- quiere colocar a la política como el tema prin-
gociación con la globalización en términos de cipal, repensando la democracia, plantean-
tierras, en términos de demandas ecológicas, do temas y cuestiones a la democracia, y sin
en términos de negociación con las transna- salirse del marco institucional. En el caso de
cionales que van a colocar petróleo en esas Bolivia, más que los indígenas andinos son los
zonas, etc. En fin, hay una multiplicidad de guaraniés los que colocan sus problemas indí-
experiencias, pero yo creo que ellos colocan genas en el mundo de los quechuas y aymaras
en el centro nuevamente el tema de la comu- y los obligan a cambiar su discurso.
nidad como valor cultural, como práctica de Tres posiciones: una de integración coop-
convivencia social, muchas veces oscilando tada, otra de rechazo y otra más política, y en
entre tres tensiones. Me explico. Por un lado, esto se están moviendo, pero todos colocan
están aquellos que se orientan por uncomuni- a la comunidad en el centro del escenario po-
tarismo a la tradicional, que buscan una rela- lítico y movilizan fuerzas y cambian escena-
ción de cooptación patrimonial con el poder rios en todos estos países. El proyectozapa-
político de siempre buscando redistribución. tista creo que fracasó con el Pacto de San An-
En el otro extremo existe una lógica más ce- drés, con todas las características y quiebres
rrada en torno a un repliegue comunitario y que tuvo pero colocó temas en el escenario
de enfrentamiento, donde se sostiene que se regional.
América Latina en la era de la informacion 673

MC: Eso es muy interesante. Aparte de la situa- dicen que reconocen mi identidad, yo quiero
ción en la Argentina, que me parece novedosa que reconozcan mi derecho a mi tierra y si hay
pero hay que ver todavía hasta qué punto es petróleo debajo es mi problema y no el suyo,
una reacción ante el hundimiento de un siste- ya veré qué hago con el petróleo”. El tema de
ma que se desvanece, cuándo el sistema se re- Chiapas es ese, las tierras de Chiapas son un
compone o no, veo la constitución de actores buen paquete de petróleo, que incluso no pue-
sociales nuevos, capaces de intervenir en una den explotar, porque si lo explotan ya entran a
rearticulación de la sociedad frente a la globa- otro sistema, pero si lo mantienen como tierra
lización y al Estado globalizador, esos son los identitaria, estamos como en el caso de los in-
movimientos típicos o de base identitaria. Yo dios de Venezuela, que movilizaron a la prensa
creo que mi obsesión con el movimiento zapa- mundial cuando sostuvieron: “preferimos mo-
tista, desde el principio, se basa en que es un rir antes de que exploten nuestra tierra aunque
movimiento tan consciente que ataca el primer seamos ricos…”
día de entrada en vigor del Tratado de Libre Estas son identidades de resistencia que se
Comercio con la consigna del ataque a la glo- convierten en identidades proyecto. Desde el
balización a través del libre comercio. Ahora, el principio la declaración zapatista era: “somos
gran tema es el de la capacidad de pasar de la indígenas pero no sólo somos indígenas, somos
identidad de resistencia a la identidad de pro- también mexicanos y estamos luchando por la
yecto, entonces retomo lo que conozco mejor democracia de todos los mexicanos”. Pero eso
del movimiento zapatista. La identidad resis- a la vez tuvo éxito y fracasó, ¿en qué sentido?
tente ha funcionado muy bien, ha aglutinado En que fue un factor muy importante en la mo-
a todos los indígenas, ha aglutinado al sector vilización de la clase media de México, que fue
más consciente e identitario. A veces por iden- decisivo para acabar con el reino del PRI; no
tidad se entiende simplemente la lengua, la con el PRI ni muchísimo menos – porque el PRI
tradición, la cultura, pero la identidad es más está muy vivo- pero con el Estado del PRI, por
amplia para los indígenas, es la tierra y, por tan- tanto, en ese aspecto contribuyó al proceso
to, los derechos sobre la tierra y los derechos democratizador. Pero al mismo no hubo cabi-
de autogobierno, y esto es lo que los zapatistas da dentro de la propia democracia mexicana
pusieron en primer plano: “oiga, ustedes me para las reivindicaciones propiamente identita-
674 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

rias indígenas. Por lo tanto, funcionó a la vez cipio contradictorio. Incluso hay intelectua-
como proyecto de identidad democrática pero les mexicanos, todos de izquierda, que se han
se rompió el vínculo entre el proyecto identi- opuesto totalmente, violentamente, a los zapa-
tario de resistencia y el proyecto identitario tistas en sus artículos, en sus revistas, como
democrático porque no se le reconocieron los subvertidotes de la democracia representativa.
derechos como indígenas, sino que se recono- En ese sentido, hay tensión entre comunitaris-
cieron sus derechos como pobres mexicanos. mo y democracia, una tensión en la práctica,
En realidad, se reconocieron formalmente los no quiero decir que un modelo de Estado no
derechos de los indígenas pero no los derechos pueda incluir las dos cosas, los derechos de las
a vivir desde su punto vista con sus culturas, comunidades y los derechos de los individuos,
sus tradiciones y su tierra, porque eso efecti- articulándolas en un Estado que respete los de-
vamente rompe los esquemas de la democracia rechos de las comunidades, que es la discusión
liberal y, por tanto, el principio de autonomía en España y en la India, en todos sitios, porque
identitaria y el principio de democracia no fun- el reconocimiento en un Estado democrático
cionan juntos, porque implicaría la recomposi- de los derechos de las comunidades étnico-
ción de todo el Estado mexicano a partir del culturales es un principio de representación
reconocimiento de la autonomía de las comu- distinto del derecho de ciudadanía que es una
nidades. Y ahí, es que el proyecto comunitario individualización, por tanto contradictoria con
es contrario al proyecto de democracia liberal lacomunitarista.
que está basado en la soberanía del individuo Entonces, yo lo que observo es que la vin-
que es una cosa abstracta definida por el Es- culación de los movimientos indígenas está
tado. Si un proyecto colectivo identitario dice: articulando a escala de América latina los de-
“yo me autodefino en función de mis valores rechos comunitarios de los pueblos indígenas,
históricos, mis costumbres, etc., y usted me va rompiendo las sociedades nacionales y convir-
a reconocer, yo le reconozco y juego a la demo- tiéndolas en una forma de desarticulación del
cracia, pero usted me va a reconocer que no soy Estado-nación.
lo mismo que otro mexicano ni mejor ni peor, Claro que en la dinámica de la lucha contra
pero que tengo otros derechos además de los la globalización, los indios ecuatorianos se en-
derechos como mexicano”, se vuelve un prin- cuentran con los trabajadores ecuatorianos,
América Latina en la era de la informacion 675

etc., pero en el momento en que surge su prime- Por lo tanto, no es un movimiento de re-
ra derrota, su marcha sobre Quito, se repliegan composición de una sociedad nacional, sino
a sus comunidades, no toman el parlamento, de otro principio de organización social que
ocupan el parlamento y luego se van, porque fragmenta la sociedad nacional y que, en cam-
si ocuparan el parlamento tienen que gobernar bio articula los pueblos indígenas bajo otros
el Ecuador y ¿cómo gobiernan al Ecuador con principios y de otras formas y en último tér-
sus principios de comunidad indígena? mino se organiza una lucha contra el Estado
Como el Estado latinoamericano en todas nacional que los había excluido y la globali-
partes se fundó en torno a los principios de la zación que los excluye económica y cultural-
democracia sobre el principio de la represen- mente en estos momentos.
tación ciudadana, que por principio excluía los
derechos indígenas, la aplicación directa de la FC: Pero también plantea un tema positivo, Ma-
democracia liberal excluye los derechos indí- nuel.
genas como indígenas, transforma a los indíge-
nas en individuos y, en algunas regiones, como MC: El tema positivo es la expresión de su au-
Bolivia y Paraguay como hablan otras lenguas tonomía. Pero yo no estoy diciendo aquí que
pues tuvieron que reconocer la oficialidad de hay sólo identidad resistente. Digo que la trans-
la lengua, que al mismo tiempo era estigma formación de la identidad resistente en iden-
(como hables quechua o aymara y no hables tidad proyecto de los movimientos indígenas,
español tienes un problema en la sociedad). ese proyecto pasa por una forma que no es es-
Yo diría que el gran movimiento que observa- tatal; la identidad de proyecto es comunitaria,
mos de constitución de un actor colectivo de no nacional ni democrática liberal.
tipo nuevo con valores distintos, claramente
asentado en la globalización, porque esa glo- FC: Quiero plantear tres temas que me pare-
balización le es doblemente excluyente, eco- cen absolutamente importantes. El primero,
nómica y culturalmente excluyente, ese gran ¿cómo vinculas esto con otros movimientos
movimiento es fraccionador de las sociedades de tipo cultural, o incluso con otro tipo de
y desarticula el Estado-nación tal como existía conflictos de base cultural, religiosa, sexual,
hasta ahora. etc.? ¿Cuál sería la vinculación entre esta cara
676 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

andina latinoamericana indígena y estas otras cierto modo con este tipo de movimientos, son
caras culturales? los religiosos fundamentalistas, pero también
El segundo, ¿cómo se vincula esto con tu el cristianismo fundamentalista, el hinduismo
propia tesis de la red identidad? Y, ¿cómo, en- fundamentalista; los dos tipos de movimientos
tre las dos cosas, estás cuestionando la nación son distintos. ¿En qué se parecen? En parte en
o los límites de la democracia liberal típica de la autodefinición y la autonomía del sistema de
la sociedad industrial y estás pensando, ade- valores; cambia el eje de lo que tiene valor y de
más, en algo que sea más que la democracia lo que no tiene valor, no piden un reparto, una
liberal? Finalmente, el tercero, ¿qué está detrás redistribución –eso también, pero ese no es el
de todo esto, nuevamente pensando en Améri- principio en torno al cual se organizan-; no se
ca Latina, en la idea de construir una comuni- organizan como pobres, sino como indígenas, y
dad económica y una comunidad política? Me como indígenas pobres también piden redistri-
pareced que el conjunto de tus argumentacio- bución, un puesto de trabajo. Pero cuando los
nes señalan que las escalas nacionales tienen lí- zapatistas están diciendo: “queremos la tierra
mites fuertes, más en unos países que en otros, y queremos nuestras zonas de autogobierno”,
y que más bien desde aquí estás planteando de no están diciendo sólo que el gobierno res-
alguna u otra manera el tema de la integración. ponda: “o damos trabajo o damos programas
¿Cuáles serían tus reflexiones? sociales”. Están diciendo: “queremos nosotros
decidir qué hacemos con la tierra y nosotros
MC: Interesante y bien planteado todo lo que queremos gobernarnos según nuestras reglas y
dices. Yo estaba pensando que dije cosas que que nuestros órganos comunales tengan prio-
al principio la gente estaba muy extrañada de ridad sobre los órganos del Estado mexicano
que la gran fuerza de oposición contra la glo- en nuestro territorio”. Autonomía territorial
balización era la identitaria, en lugar de ser la pero sobre nuestra base identitaria tradicional
obrera. Estaba pensando en esto porque había de operaciones, nuestra cultura, nuestra tradi-
visto el movimiento zapatista y porque esto ción., etc. Eso se parece extraordinariamente
lo ponía en relación con otras cosas que ocu- al fundamentalismo religioso, por ejemplo, el
rren en el mundo. Segundo, movimientos que fundamentalismo islámico. La idea es: “yo no
en mi análisis empírico están relacionados en funciono bien en el mercado financiero yo me
América Latina en la era de la informacion 677

rijo por la ley de dios y no por la ley del capi- tiono, digo que este principio de organización
talismo global”. Al mismo tiempo hay un cues- política es distinto, incluso diría antagónico
tionamiento del principio de valoración y del con la democracia representativa tal como se
Estado tal y como existe, democrático o no, del concibe; sólo puede ser distinto si la democra-
Estado basado en los principios de autoridad cia representativa acepta la superposición de
constitucional de ese Estado. Esto quiere de- dos principios de legitimidad popular, el princi-
cir para ellos que el poder de ese Estado tiene pio identitario y el principio de representación
que adaptarse al poder de mis instituciones. Y ciudadana y se articulan los dos.
por otro lado, si tomo los fundamentalistas is-
lámicos, su objetivo es la umma, la umma es FC: ¿Hay en el Corán, hay en el budismo, en el
global, trasciende al Estado nacional, el Esta- mundo andino, elementos que fortalecerían la
do está para aplicar la ley islámica (la Sha´ia), democracia occidental y viceversa?
el Estado tiene que expresar la voluntad de
dios y es incluso blasfemo pretender que hay MC: En el fondo, es una discusión absoluta-
Estados-naciones que puedan fraccionar a los mente presente en todas las sociedades bajo
creyentes. Son movimientos globales, que no formas distintas. Cuando en España, los catala-
reconocen las fronteras nacionales, los movi- nes dicen: “nuestra autonomía no es como la de
mientos indígenas, en la medida en que parten Castilla”, conservadores y socialistas se indig-
primero dentro de lugares localizados, se van nan y responden: “un momento, y ¿por qué, no
articulando, están diciendo: “Estamos forman- son tan españoles como usted? Un momento,
do nuestras propias instituciones con base en usted olvida que yo soy catalán y como catalán
las alianzas históricas o representantes de los tengo otra historia y otra cultura, otra forma de
pueblos indígenas que atraviesan los Estados”. ser, otras instituciones que vienen de la Edad
Entonces, dos elementos fundamentales: cam- Media, que no es lo mismo que una región autó-
bio de los criterios de valorización y puesta en noma constituida arbitrariamente en 1978, que
cuestión del Estado como principio de orga- se constituyó así no más porque había que dar
nización social prioritaria, me parecen esen- algo”. No es lo mismo; la contradicción es entre
ciales. ¿Cuestiona esto la democracia liberal lo que llaman los catalanes las “autonomías de
representativa? Yo personalmente no la cues- café para todos, todos iguales”; “si usted es au-
678 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tónomo yo también lo soy” y desde el punto de cuenta mi diferencia? Está reforzando la idea
vista jurídico institucional de un Estado liberal de democracia viéndola como forma de vida
representativa: “¿Por qué usted por ser catalán más que como régimen.
va a tener más autonomía?” Y los catalanes di-
rán: “Porque somos catalanes y la historia es MC: Está bien, pero yo te diría más, y también
diferente; ni más ni menos. Pero somos más au- en lo religioso en América Latina: ¿qué dice el
tónomos y necesitamos más autonomía porque fundamentalismo cristiano?: “Yo quiero que en
la hemos conquistado, y perdido, varias veces las escuelas donde van mis niños, se enseñe
a sangre y fuego”. que el mundo fue creado por Dios”. Eso rom-
En Estados Unidos, la batalla interminable pe un principio de separación entre Estado e
por la acción afirmativa de las minorías (cla- Iglesia en el cual está fundamentada la demo-
ro, porque si usted es negro va a tener más de- cracia liberal. Dice : “Yo quiero que sean mis
rechos que un blanco a que lo admitan en la creencias las que eduquen a mis hijos; yo no
universidad, porque si usted es negro hay que entrego mis hijos al Estado”. Entonces, como
admitirlo más que si es blanco) es totalmen- el Estado es así, lo que hacen es no llevarlos al
te contradictoria con el principio de igualdad colegio, guardarlos en sus casas y hacer auto-
ante la ley del Estado liberal. Entonces, los ne- escuelas, pactando para ello con los gobiernos
gros dicen: ¡Cuidado! como nos han tenido de para evitar caer en la ilegalidad. Y en el famoso
esclavos durante siglos, ahora la equidad redis- caso en España de las niñas con el chador: si
tributiva del sistema es que tenemos ventajas usted lleva crucifijo no pasa nada, pero si lle-
comparativas por ser precisamente una mino- va un chador, sí pasa. ¿Entonces dónde está la
ría explotada, oprimida como esclabos, etc.”. separación? Toda la cuestión de la especifici-
dad –como queda claro en el libro que hemos
FC: Ahora, esta racionalidad también es gene- publicado sobre la Europa musulmana- queda
ralizable a otros actores que no son indígenas, de manifiesto en este dilema: ¿qué pasa cuando
como por ejemplo el movimiento de mujeres, hay un principio y un criterio musulmán fuerte,
porque el movimiento de mujeres está recla- mucho más fuerte que el catolicismo o el cris-
mando equidad en su diferencia; entonces tianismo en una Europa occidental, con escasí-
¿cómo puedes ser equitativo si no tomas en sima religiosidad?, ¿qué pasa cuando hay una
América Latina en la era de la informacion 679

parte de la población que es musulmana con un MC: Exactamente, y el fundamentalismo islá-


principio identitario fuerte, que es contradicto- mico es muy claro en ese aspecto. El Estado
rio, en su práctica de vida y en la construcción nacional es la umma, la comunidad de los cre-
de sentido, con las instituciones de una demo- yentes es la unidad y la umma es global, por
cracia representativa? ¿Qué hacer? ¿Crear para definición y los Estados no son más que apén-
los musulmanes normas de excepción, porque dices de la expresión de la voluntad de Dios
son para nosotros una excepción?. a través de los sulemas, en cada territorio en
Por eso te digo que el principio identitario y que ese Estado exista, y si traicionas y no reco-
los intelectuales mexicanos que se han opues- noces que La Meca es el centro, si se traiciona
to tan fuerte a los zapatistas, como demócratas eso, es un Estado blasfemo y por tanto la insu-
y progresistas tienen razón en ese aspecto. Es rrección contra ese Estado es legítima.
que ese principio identitario contradice en lo
esencial las reglas de base de la democracia li- FC: Ahora bien, quisiera ahora plantear una
beral basada en el ciudadano como sujeto indi- reflexión que me parece una constante en el
vidual y abstracto. Tiene razón en la argumen- proceso histórico de América Latina y que está
tación, pero resulta que si hay contradicción asociada con la crisis del Estado y con lo que
entre la realidad cambiante y los esquemas estamos hablando. Me refiero al proceso de ur-
ideológicos de la democracia, es la realidad la banización: hay cambios de los patrones urba-
que hay que reconocer. nos y de organización del territorio a raíz de
la globalización. ¿Tú crees que los patrones de
FC: ¿Se contradice en el fondo con la globaliza- urbanización, que trabajaste para casos de los
ción? ¿No será que lo que está en cuestión es la países más desarrollados, tienen algo común
democracia a escala nacional? con lo que pasa en América Latina? Por ejem-
plo, la megalópolis, pensando en la ciudad de
MC: Claro, porque te está contradiciendo el México o en Sao Paulo, las grandes ciudades
Estado nacional y, por tanto, la práctica de la son similares a Los Ángeles. ¿Se combinan con
democracia en el marco del Estado nacional. un nivel de informatización de la economía y en
un doble marginamiento en el espacio? ¿Cuál
FC: Eso es lo que digo. es tu reflexión habida cuenta de lo que hace
680 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

años trabajaste sobre América Latina? ¿Hay en me parece sustancial son las formas que toma
definitiva un nuevo patrón de organización te- esta concentración territorial, sobre todo en
rritorial urbana en la región? las grandes regiones metropolitanas como
Sao Paulo, o ciudad de México o Buenos Ai-
MC: No es sustancialmente diferente a lo que res. Este fenómeno de metropolitanización es
se observa en otras regiones del mundo en los por cierto generalizable al conjunto de la re-
llamados países en vías de desarrollo. Pero gión: Bogotá tiene 7 millones y medio, Lima se
aunque la escala de la urbanización y la for- acerca a los 7 millones, Chile tiene más de un
mación de grandes regiones metropolitanas tercio de la población concentrada en el área
es semejante a la de EE.UU. y Europa, los de Santiago. Así pues, la paradoja es que en
contenidos son bastante distintos; en cambio la época de las telecomunicaciones, en lugar
el proceso de urbanización actual en América de difusión espacial, observamos una enor-
Latina, aunque más avanzado que el de Aria y me concentración de actividades y población
África tiene muchas similitudes en formas es- en las grandes metrópolis. Incluso en países
paciales y contenidos sociales, Ahora bien, la como Colombia que tenía una estructura urba-
gran diferencia es que, como sabemos, Amé- na más equilibrada, la organización territorial
rica Latina es el continente más urbanizado está cambiando debido a la primacía creciente
del mundo, sobre todo América del Sur, que de Bogotá. Yo creo que esto se debe al movi-
está más o menos al 80% de población urba- miento de concentración de recursos en los
na, Brasil 81% y México se está acercando al centros de procesamiento de información y
80%, lo único que baja en la región en general generación de valor añadido a partir del co-
es cuando incorporamos América Central. En nocimiento, articulados al sistema global que
su conjunto, lo primero que observamos es son las metrópolis. Estas grandes metrópolis
la pérdida de peso específico de la población son los puntos de conexión, son los nudos del
rural por la combinación de una acentuación sistema global, de relación con las redes de ri-
de las migraciones urbanas y, por otro lado, queza, poder, e información: la mayor parte de
simplemente el crecimiento vegetativo natu- lo que se valoriza en la economía global circu-
ral de enormes masas de población ya con- la por los centros de procesamiento y control
centradas en las áreas metropolitanas. Lo que de este intercambio con las redes globales que
América Latina en la era de la informacion 681

son las grandes metrópolis. La segunda fuente concentra la clase media alta, en verdaderos
de concentración urbana y metropolitana es castillos fortificados. Yo diría que hay una me-
el proceso de descomposición de estructuras dievalización de las grandes metrópolis en el
productivas pre-informacionales, tanto en el mundo, un fenómeno que mis estudiantes han
campo como en las regiones menos compe- analizado en El Cairo, Yakarta, Johannesbur-
titivas. Este proceso expulsa población, que go, pero también en California. Pero hablando
acaba yendo al lugar donde existen mayores concretamente de América Latina incluso los
probabilidades de salir adelante, si no para los espacios se hacen más reducidos en términos
migrantes, el menos para sus hijos. Entonces, de la práctica espacial de cada grupo social.
yo creo que este doble proceso de concentra- Por ejemplo, en ciudad de México, poca gente
ción, que es dinámico y a la vez deja a parte de la que vive en el sur del DF, en Coyoacán
de la población desarticulada del resto de la por ejemplo, se avneutra en Netzahualcoyotl
actividad productiva, está generando enormes o Ecatepec, y muy pocas veces van al centro
aglomeraciones urbanas, que se caracterizan histórico. Hay realmente una segregación no
por su falta de integración social, cultural, ins- sólo del espacio residencial, sino del espacio
titucional, e incluso espacial. O sea, son gran- de actividad económica. Grandes áreas de la
des constelaciones territoriales, extremada- ciudad que se desconectan de otras, como en
mente fragmentadas y fraccionadas con una el desplazamiento de las sedes de empresas
enorme segregación social en la que, según en Sao Paulo de la Avenida Paulista, símbolo
todos los datos estadísticos de que se dispone, de lo que fue la potencia empresarial de Sao
el índice de segregación espacial ha aumenta- Paulo, hacia la periferia en torno a Nova Fa-
do, sobre todo porque los ricos se segregan ria Lima, espacio segregado de conexiones
ellos mismos. En el caso extremo, esto con- multinacionales. Sin embargo, estas metrópo-
duce al desarrollo de comunidades cerradas, lis internamente segmentadas, son al mismo
valladas, protegidas por guardias armados: tiempo una unidad funcional, un complejo te-
las elites abandonan la ciudad. Por ejemplo, rritorial de producción de bienes y servicios,
se está creando un nuevo Bogotá, por con- un mercado para los medios de comunicación
diciones de seguridad especiales, a 30 o 40 locales, una unidad de asentamiento. Pero una
kilómetros al norte de Bogotá, en donde se unidad caracterizada por su extrema fragmen-
682 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tación social y cultural y una gran debilidad y que, al contrario, absorben cada vez más re-
institucional de gestión de la región metropo- cursos y en lugar de articularse al mundo para
litana real. Así pues, la dinámica de relación luego distribuir internamente, se apropian esos
entre global y local se reproduce a nivel urba- recursos y, en su momento, los exportan. Esa
no de la forma siguiente: los gobiernos de las es también la misma lógica de globalización a
regiones metropolitanas y las clases empre- nivel del Estado. Lo que ocurre es que los nú-
sariales locales concentran sus esfuerzos en cleos activos y dinámicos de las grandes ciuda-
ser atractivos a las redes globales de riqueza des latinoamericanas, se articulan en un mun-
y, por tanto, su prioridad es desarrollar la gran do cultural y funcionalmente muy semejante al
infraestructura para hacer competitiva la ciu- de las grandes ciudades de los otros países y se
dad: hay que construir telecomunicaciones, desarticulan de su propio hinterland, y sobre
aeropuertos, servicios avanzados de nego- todo de la mayor parte de los sectores popu-
cios, hoteles de lujo, centros de convenciones lares urbanos. Ese es el fenómeno de articula-
internacionales, para colocar a la ciudad en ción global y desarticulación local.
el mapa de alto vuelo. Como los recursos de
inversión tanto públicos como privados son FC: Pero hay un doble plano, porque por el otro
limitados –eso quiere decir que los recursos lado, tú tienes una integración simbólica a la
para hacer competitiva la ciudad se retraen de globalización mediante la industrial y el mer-
lo que es la distribución de servicios sociales, cado cultural, hay un uso generalizado de los
la provisión de infraestructura urbana, etc. El medios de comunicación de masas, la televi-
argumento es que hay que hacer competitiva sión, el celular, etc., que han generado una inte-
la ciudad para que con el excedente generado gración simbólica con la globalización a la cual
por esa competitividad mundial, se puedan su- acceden amplias mayorías sobre todo de estas
fragar los gastos de los servicios y de infraes- grandes ciudades latinoamericanas.
tructura urbana para la población local. Pero,
en realidad, lo que ocurre es que cualquier MC: Pero un momento, ¿será la imagen del
tipo de competitividad que se obtiene va so- celular la más adecuada? Porque los sectores
bre todo en beneficio de las clase profesiona- populares tienen celulares no para llamadas
les que son los agentes de esa competitividad globales sino locales.
América Latina en la era de la informacion 683

FC: Así es, también tienen acceso restringido Uno no se explica estos movimientos indige-
a la televisión por cable, pero no así a la tele- nistas solamente sin base rural, sino más bien
visión, como tú sabes, las últimas puntas de en función de estos procesos de urbanización y
descubrimiento electrónico en comunicación. de modernización trunca si quieres.
Posibilitan nuevos horizontes internacionales.
Hoy se estructuran cadenas simbólicas, pautas MC: Que es un intento de recomposición y de
de consumo, etc., pautas que te reproducen el reconstitución de sentido de lo que son masas
imaginario global. Hay por ejemplo un patrón urbanas excluidas. Ahora bien, lo que yo aña-
de integración que está asociado con el tema diría en ese doble movimiento de articulación
de la seguridad personal, con la construcción y desarticulación, es decir de construcción de
de la vida cotidiana, con la recreación, con el sentidos a partir de comunidades, es la cuestión
miedo al otro, con la segmentación, con la tri- de que la construcción de sentido sobre la base
vialización de las ciudades, que en definitiva te de una comunidad específica (cultural, territo-
están reproduciendo formas urbanas imagina- rial) incrementa la fragmentación, la ciudad se
rias inéditas, la gente ya no se habla pero todos fragmenta aún más. O sea que esas comunida-
ven televisión. La ciudad estaba asociada con des se constituyen en mecanismos de supervi-
la modernización neutral ciudadana, fue el es- vencia, tanto cultural como económica, pero
pacio, por lo menos etimológico, en la cual la distanciándose de una especie de socialización
gente vinculaba lo moderno con lo ciudadano, de la ciudad y de los gobiernos de la ciudad. El
hoy día eso aparentemente ya no es así, a no urbanismo que generalmente se practica, en el
ser éstas contrafuerzas de descentralización fondo se convierte cada vez más en mecanismo
y de mejoramiento de la calidad de la vida ur- de protección yrecualificación de la vida de la
bana que las encuentras en varias ciudades de clase media. Cuando estoy en Río y veo todo
América Latina. También existen movimien- ese maravilloso frente de mar los domingos por
tos comunitarios urbanos que necesariamente la mañana, cerrando el tráfico y una enorme
trabajan sobre la vida cotidiana, y en muchos muchedumbre (que podrían ser californianos
casos también retornan y se asocian con estos por su atuendo), haciendo jogging, paseando,
movimientos identitarios e indigenistas fuertes caminando de prisa, cultivando el cuerpo, eso
de los que estábamos hablando anteriormente. no tiene nada que ver con la inmensa mayoría
684 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de la población de Río. Sin embargo, al mismo la separación, lo que es del otro pasa a ser del
tiempo cuando voy a la Rosinha, a una de las otro y no es algo tuyo, entonces, la violencia es
más grandes favelas de Río, sí observo que ha contra los otros, contra los alienígenos –porque
habido un experimento de un urbanismo muy pertenecen a otra comunidad, a otra cosa, no a
interesante, muy bien hecho por los urbanis- otra clase sino a otro mundo- es una violencia
tas locales con un gran entusiasmo, y apoyo contra los de otra especie, y más que violencia,
de la Prefectura, pero claro habiendo tenido es competencia entre especies. Y un tercer as-
que pactar cada cosa que hacen con los narco- pecto que me parece importante, es algo que la
traficantes locales que controlan la Rosinha y socióloga venezolana Magali Sánchez describe
con los grupos de evangelistas que controlan en su libro sobre la cultura de los balandros en
las asociaciones de vecinos, y que están de Caracas, un libro espléndido, es lo que llama la
acuerdo con los narcotraficantes. Entonces, la cultura de la urgencia; es que ella ha detectado
gestión local organizada y comunitaria escapa en los grupos jóvenes, sobre todo, que el mun-
al control del Estado, mientras que al mismo do no tiene tiempo el tiempo es ya, y para mí y
tiempo los gobiernos municipales están funda- ahora porque yo no sé si sobrevivo, en qué con-
mentalmente controlados por los sectores de diciones sobrevivo, medio en la delincuencia,
clase media profesionales. Yo diría, pues, que medio en la enfermedad, medio en la violencia.
en este momento la gestión urbana está ampli- En esta cultura de la urgencia, un niño de 14-15
ficando la fragmentación de la sociedad, más años, cuando quiere sus zapatillas deportivas,
que uniéndola, y he ahí la raíz de la violencia. carísimas, que nunca va a poder comprar, pero
Porque la violencia tiene tres aspectos en la que necesita ya las necesita ahora, entonces las
gran ciudad latinoamericana. Uno es un siste- tiene que conseguir como sea, si es necesario
ma redistributivo primitivo; lo que yo llamaría con violencia porque hay que hacerlo ya, por-
el Estado del bienestar urbano de América La- que no sabe si podrá hacerlo mañana.
tina, que consiste en que cuando los pobres no Esta cultura de la urgencia, de tragarse la
aguantan más tratan de apropiarse de lo que tie- vida a borbotones, sin pensar en un posible
nen los ricos y como eso nunca es un proceso futuro es también algo que aparece muy clara-
directamente pacífico puede desmadrarse. Se- mente en ese maravilloso librito de García Már-
gundo, algo que tú decías, el fraccionamiento, quez, “Noticia de un secuestro”, en donde el
América Latina en la era de la informacion 685

Gabo vuelve a su origen de gran periodista. En análisis de lo que son las dinámicas propiamen-
“Noticias de un secuestro” realmente se refleja te territoriales de constitución del espacio. Hay
el mundo de los sicarios como un mundo de ab- toda una tendencia en los analistas de ciencias
soluta cultura de la urgencia: es como si éstos sociales y en la intelectualidad latinoamericana
jóvenes dijeran: “Yo hago esto porque necesito a dejar este tema a los geógrafos, a los arquitec-
afirmar mi vida aquí, en este momento, porque tos, a los urbanistas, a los demógrafos, a los es-
la vida no tiene horizontes temporales, sólo tie- pecialistas de temas territoriales. Y olvidar que
ne momento presente”. La cultura de la violen- la construcción de un espacio, la organización
cia con estos componentes es un elemento bá- de un territorio, es una dimensión material
sico de la ciudad latinoamericana, porque hace fundamental de las sociedades, que realmente
que la gente viva con miedo y la convivencia no marca la estructura y dinámica de dichas socie-
se puede construir con miedo. Esto se da no dades. Lamento mucho que nuestro libro, por
solamente entre clases sociales –desde luego una serie de razones, que quizás se relacionan
entre la clase media y las demás- sino en cada con ese abandono de un terreno básico de aná-
grupo, en cada barrio, en cada ciudad, el miedo lisis, no haya podido reflejar mejor esta reali-
como pauta de vida cotidiana y organizador de dad, porque es fundamental.
los mismos espacios es absolutamente defini- En ese sentido, quisiera señalar dos cosas;
dor de lo que es la ciudad latinoamericana hoy. una es que, si bien las grandes regiones me-
tropolitanas, las megalópolis, son la forma de
FC: En el Informe de Desarrollo Humano en asentamiento más distintiva, no es cierto que
Chile del ´98, me parece, que en uno de los fo- son las que más crecen en estos últimos 10
cus group, tratamos de entender ese miedo, el años; lo que más crece son ciudades medias –
miedo al vecino, como decía una persona en un entendiendo por medio en América Latina, las
foco: “Mira yo no sé quién es mi vecino pero si ciudades entre 200,000 y 1`000,000 de habitan-
sé que nuestros perros se ladran…” tes-, algunas de las cuales son los focos más
dinámicos de crecimiento económico y tecno-
MC: Me parece impresionante. Ahora, algunas lógico. Por ejemplo, en la inmediata periferia
cosas deberíamos decir también de la estruc- de Sao Paulo, el famoso triángulo industrial del
tura espacial. Yo creo que se ha abandonado el ABC está en crisis. Pero en cambio el interior
686 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

del estado de Sao Paulo, Campinas, Araracuara la aventura de vivir peligrosamente. Pero en el
y otras ciudades, son ciudades muy dinámicas caso de América Latina es vivir peligrosamente
donde hay alta tecnología, en algunos casos una y generalmente fracasar en esa forma de vivir.
agricultura muy dinámica exportadora. OCuri- Es decir, como tú dices muy bien, la sociedad
tiva en Paraná (aunque Curitiva tiene dos mi- de riesgo no te dice qué porcentajes de riesgo
llones de habitantes). Por tanto, se puede decir realmente tienes, la supervivencia es instinto
que hay dos elementos que funcionan a la vez. y la gran diferencia es que tienes altas proba-
Por un lago, la gran metrópoli es una metrópoli bilidades de fracasar en la supervivencia en
dual que se configura en torno a los polos de un caso mientras que en el otro es un proceso
articulación global, caracterizados por una so- emprendedor y de construcción de economía e
ciedad urbana metropolitana desarticulada en innovación cultural.
crisis. Mientras que las ciudades medias en mu- Yo diría, la sociedad riesgo a la Beck parece
chos casos se constituyen en nuevos polos di- desarrollarse en un proceso de construcción de
námicos que son los que atraen más población autonomía; en la ciudad latinoamericana es un
rural y que son los que constituyen la base de proceso de construcción limitada porque pasas
la nueva estructura urbana de América Latina. a ser dependiente de los mecanismos concre-
FC: Ahora, ahí yo quisiera meter dos temas: tos a través de los cuales la gente se inserta en
uno, respecto a la urbanización y a la vida co- la supervivencia.
tidiana y otro respecto a la región. Yo creo que
están cambiando los patrones regionales. Pero FC: Quiero usar una metáfora; cuando trabajé
respecto a la vida urbana, la tesis de la socie- en la Universidad de Austin un amigo mexica-
dad de riesgo cobra otro sentido, en cuanto a la no me llevó a visitar a unos mexicanos en las
incapacidad de control que existe y a la forma cárceles de Texas que estaban muy contentos
de vivir la incertidumbre. No hay otra forma de porque se les había limitado el riesgo y aumen-
vivir la incertidumbre que viviendo el momen- tado la calidad de vida: comían bien, veían te-
to. Pero en el caso de América Latina esto es levisión…
como una estrategia de vida, “si no, me muero”. Deseo insistir en otro tema que has traba-
MC: La cultura de riesgo, en el fondo es un fac- jado, con nuestro buen amigo Jordi Borja; se
tor positivo, es vivir la vida como una aventura, refiere a los cambios en los patrones regionales
América Latina en la era de la informacion 687

y su vinculación con lo global. Conozco unas Salinas fue dar juego a los gobiernos de los es-
investigaciones para varios estados del Brasil tados en mayor medida, de forma de disminuir
que está haciendo el FUNDAPI DE Sao Paulo, la presión directa sobre el gobierno federal por
que muestran y analizan las distintas estrate- demandas sociales de competencia política y,
gias que están siguiendo los estados para lograr de hecho, intentar una cierta democratización
una vinculación directa con la globalización. controlada del Estado PRI, abriendo algunas
Estrategias como estados autónomos, yo no sé elecciones, como en Guanajuato, y dejando que
cuál es el grado de autonomía en el Brasil pero ciertos gobiernos estaduales fueran gobiernos
si sé que buena parte de las regiones en Amé- penetrados por la oposición. Pero de ese expe-
rica Latina, -incluso en Estados no solamente rimento es interesante ver que salieron algunas
federales sino unitarios, en los distintos apa- dinámicas regionales muy intensas que escapa-
ratos de estado regionales- están planteando ron al control de esta tendencia: la gente, en
estrategias autónomas de vinculación con la la medida que aumenta el nivel educativo y el
globalización. En ese sentido, cuestionando las estatus socioeconómico, cree más en sí misma
estrategias nacionales, los patrones de regiona- y menos en su país y, al revés, mientras más
lización están cambiando. Ustedes acuñaron el pobre es, más esperanzas se tiene en su país…
término, creo, de “glocal” ¿Cuál es tu reflexión
respecto a estos patrones en América latina? MC: Porque sabe que por su cuenta no puede
¿Cómo lo ves? Porque quizás son las regiones mejorar, es muy interesante. Respecto al otro
más exitosas las que están planteando esto y tema que quería mencionar, que es el de las
quizás tengan que ver con estas ciudades inter- consecuencias ecológicas de los patrones de
medias sobre las que estabas hablando. desarrollo sobre la vida territorial, es decir de
los efectos de estas políticas de dinamización
MC: Exacto, pero todo depende de la fuerza de regiones que tú señalas y que consisten en
de la sociedad regional, porque hay estrategias superar los límites de crecimiento económico
descentralizadoras de los Estados como difu- del sistema actual mediante la puesta en mar-
sión de contradicciones y de presión social, cha de nuevos recursos productivos en nuevas
que fue, por ejemplo, la estrategia mexicana. regiones. O sea, añadiendo las regiones aún no
Entonces, uno de los esfuerzos del régimen explotadas, como la Amazonía. Esto se hace
688 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

en condiciones de urgencia, en condiciones en FC: Bueno, pero esto está mediatizado por otra
las que hay que encontrar nuevas formas de de- cosa. La necesidad de salidas a escala global,
sarrollo, en condiciones en general de falta de un nuevo patrón de desarrollo global porque a
control ecológico, amenazando sistemas ecoló- la larga, como dices en tu libro, esto es una es-
gicos muy frágiles, como son todos los siste- pada que les cae a todos.
mas amazónicos.
Esto tiene dos consecuencias: la primera, MC: Claro, la única razón por la que este mode-
sabemos que hay un deterioro extraordina- lo actual es sostenible es porque hay pobreza;
rio, por ejemplo, de la Amazonía. Aunque es decir, por un lago es cierto que la pobreza es
también hay que decir que en los últimos el enemigo peor del medio ambiente, la gente
años en Brasil en concreto ha habido una destruye porque no tiene otra posibilidad. Pero
mejor política de protección que la que ha- simplemente si todo el mundo consumiera la
bía anteriormente. Además esto está creando energía que se consume en Estados Unidos, o
una enorme contradicción entre las políticas si todo consumiera el mismo tipo de plástico
desarrollistas –cuando la gente habla de de- que se consume en Estados Unidos o en Es-
sarrollo sostenible, en realidad unos dicen paña, el planeta no daría para eso. Entonces,
desarrollo otros dicen sostenible-, hay muy solamente mediante la exclusión social del
poca capacidad de integración y esto se ex- consumo y del desarrollo de la mayor parte del
presa con una oposición entre el mundo de- planeta se puede continuar con el modelo del
sarrollado que ya destruyó su sistema ecoló- desarrollo sostenible.
gico y el mundo en desarrollo. Bueno, dicen
los países en proceso de desarrollo, como In- FC: Sí, pero igual con límites. Ahora yo quiero
dia o China, vamos a hacer las mismas estu- volver a un punto sobre el que me gustaría que
pideces que vosotros hicisteis y luego vemos desarrollemos algunas hipótesis sobre las cua-
cuando los dos estemos igualmente desarro- les no tengo respuesta, quizás tiene que ver con
llados. Entonces, yo creo que aquí hay una lo que están diciendo. Este patrón regional ur-
contradicción explosiva entre el desarrollo bano del que hemos hablado están en los lími-
de las fuerzas productivas que necesita Amé- tes de la supervivencia ecológica quizás al pun-
rica Latina y la sustentabilidad. to de no retorno; como ejemplo, quizás Puerto
América Latina en la era de la informacion 689

Príncipe es el límite de los límites como futuros problema, no se han constituido actores ni ac-
no sostenibles del mundo urbano. En todos los ciones. Hay muchas cosas pero muy pequeñas.
casos, y en algunos casos incomprensiblemen- Me da la impresión de que no es un tema po-
te desde el punto de vista social, es la ausencia lítico de primera magnitud en la movilización
de movimientos ecológicos en América Latina, política actual. ¿Por qué? Curiosamente no es
éste es un continente sin movimientos ecológi- ni siquiera un tema mediático. Sí existe en bue-
cos; no digo que no haya, pero son muy débiles. na parte de los países desarrollados y los mo-
Sin embargo, el impacto ecológico es muy fuer- vimientos antiglobalización ecológica a escala
te. En Chile, Santiago es el ejemplo más para- mundial, pero en América Latina no hay.
digmático, es un lugar donde literalmente ya no No digo que no existan; lo que yo digo es
se puede respirar. No hay movimientos fuertes que no tienen la fuerza que deberían tener con
que te cuestionen esto, que tengan presencia relación a la magnitud que tiene el problema
política… como, por ejemplo, lo tienen los movimientos
indígenas o estos movimientos comunitaristas
MC: Mi amigo Guillermo Gueise lleva años en que hemos visto en Buenos Aires. Quizás el
Chile haciendo esto… tipo de urgencia tiene que ver más con la co-
mida y la identidad que con el aire o el agua.
FC: Claro, muy lindo, pero ¿cuántos votos tie- Hay mucha gente que trabaja, investiga, pero
nes? Max Neff logró algo, pero se evaporó. yo no te puedo citar ejemplos de estos movi-
mientos. Yo contrasto lo que dices en tu texto
MC: Pero, por ejemplo, en Bogotá, el famoso al- sobre los movimientos ecológicos en el mundo
calde Antanas Mokas se apoyó en una base po- respecto a los movimientos ecológicos que hay
lítica de ecologistas, Porto Alegre también ha en América Latina y la fuerza es mínima, no sé
hecho una política ecológica muy interesante. explicar muy bien por qué. No hay movimien-
tos con sentido de historicidad para seguir una
FC: Sí, el Estado ha hecho algunas cosas; fe- terminología de Touraine, que estén disputan-
lizmente existen estos ejemplos, menos mal, do la dirección ecológica en la globalización.
también los movimientos indígenas plantean Sin embargo, yo creo que en el trasfondo de
algunas demandas. Pero dada la magnitud del este proceso de urbanización hay un tema que
690 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

en algún momento tú lo trabajaste en el pasa- todo el mundo está en algo, incluso los niños.
do que también ha quedado pendiente. En otro A los niños, les envían a la calle, son niños que
momento hablamos de esa terciarización, del van a la calle enviados por sus familias a en-
ejército industrial de reserva sin industria. Pero contrar algo y volver a casa ese día o al día si-
hoy día me parece que hay un cambio cualita- guiente y, en general, cuando no vuelven a casa
tivo porque esto ya no pasa a ser marginal sino es porque no han encontrado nada, no pueden
que pasa a ser central en la reproducción de volver a casa si no han encontrado algo…
la vida urbana. ¿Cómo podemos repensar esta
informatización que es muy compleja y muy di- FC: La otra gran ciudad en América Latina de
versa? Me parece que es un fenómeno nuevo que deberíamos decir algo como expresión
del mismo proceso de informatización. No sé si máxima de lo que tú dices es la ciudad de ni-
tienes algunas pautas o hipótesis de este fenó- ños en la calle, es la ciudad flotante, donde los
meno que va más allá de las estadísticas. niños duermen un día bajo un puente, otro día
en las puertas de los edificios y que trabajan en
MC: El tema de la desocupación en América todas partes, en todos los recovecos urbanos, a
Latina es más bien un estatus de los privile- lo largo de todo el continente.
giados que tienen la posibilidad de tener des-
ocupación y sobrevivir. Si por desocupación MC: En la mayoría de los casos son niños que
entendemos la no existencia de un empleo trabajan en la calle, no que viven en la calle, no
relativamente regular y protegido en sectores son niños abandonados por sus familias, tienen
urbanizados, de acuerdo. Pero no hay desocu- familias, sólo en algunos casos más extremas
pación en el sentido de que hay mucha gente hay niños abandonados que hacen bandas de
que no hace algo para generar una renta, para niños salvajes. Pero la mayor parte de datos
generar un ingreso. O sea, todo el mundo hace son sobre niños que están trabajando, en la ca-
algo, puede buscar basura, robar, montar un ta- lle, sacando de debajo de las piedras cualquier
ller, vender algo ambulante, todo el mundo está tipo de ingreso para llevar a la familia. La prue-
empleado en una actividad que genera renta, a ba es que en Brasil una de las formas como se
veces renta de supervivencia, a veces renta de consiguió reducir considerablemente, en los
trueque, medios materiales de subsistencia, últimos años, el número de niños en la calle es
América Latina en la era de la informacion 691

con un programa de dar a las familias dinero productividad. Uno de los grandes temas de
como una especie de beca, un salario para que América Latina es que cuando se mide la tasa
el niño esté en la escuela, así se controla que de productividad su nivel es muy bajo en los
esté en la escuela, y si no se le quita ese dinero últimos años en casi todos los países.
a la familia. Por tanto, se sustituye el ingreso de Pero cuando se mide después lo que pasa
la calle por el ingreso del Estado para la fami- en los distintos sectores, resulta que el sector
lia. Creo que eso es importante de señalar. manufacturero tiene frecuentemente una alta
Pero la economía informal, ilegal, hoy día tasa de productividad, el sector exportador
es una fuente esencial de empleo en la mayor también, son sectores donde crece la produc-
parte de grandes ciudades de América Latina. tividad. Pero lo que ocurre es que a nivel de la
Hay enormes discusiones con los expertos de sociedad en su conjunto, como se hace produc-
la CEPAL y de otras instituciones que siempre tividad por obra trabajada de la gente en gene-
han negado que la economía informal urbana ral, las estadísticas son bajísimas porque hay
sea tan grande porque es muy difícil registrarla una enorme masa de trabajo formal, informal
estadísticamente. Es difícil registrar que la gen- y semiformal que efectivamente emplea mucha
te tiene empleo formal o informal porque com- gente pero con bajísimas tasas de productivi-
bina distintas formas y a veces tiene desocu- dad, por tanto esos recursos humanos se des-
pación, pero no la tienen: tienen desocupación pilfarran.
formal y ocupación informal. Esto lo analiza- La otra característica que tiene la economía
mos hace mucho tiempo con Alejandro Portes informal es la imposibilidad para la gente de
en un volumen que codirigimos sobre la eco- prever su vida, de organizar su vida. El hori-
nomía informal en el mundo. Es decir, hay dis- zonte temporal está limitado por cómo va la
tintas formas de desarticulación, pero lo más actividad informal, que es precaria casi por
importante es la enorme cantidad de actividad definición. Pero, en cambio, hay en esa eco-
económica no regulada, no estandarizada, no nomía informal una enorme capacidad empre-
estructurada en torno a lo que son las normas sarial. Cuando la gente dice: “no hay empresa-
institucionales. Eso es la economía informal. rios en América Latina”, es que no conocen lo
Esta economía informa tiene una característi- que es la economía informal. Unos empresa-
ca muy importante que es la bajísima tasa de rios que vi en el mercado Tepito en la ciudad
692 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de México, cuando hace 25 años hice trabajo Entonces, todo ese sector de la economía
de campo allí, eran fantásticos; por ejemplo, informal tiene conexiones obviamente con la
una de las actividades más lucrativas era ven- economía formal, porque son subcontratistas,
der maravillosos pájaros tropicales con unos porque hay servicios, pero el sistema de acu-
colores que nunca has visto y claro que nunca mulación es un sistema paralelo y que no fun-
los han visto porque los pintaban y espera- ciona a través de los mismos mecanismos del
ban que no lloviera el día que los tuvieran que sistema crediticio, del sistema bancario, etc.
vender. En realidad vendían verdaderas obras Entonces, lo que está ocurriendo es que una
de arte porque pintar un pájaro con colores buena parte del crecimiento económico lati-
que nunca has visto y con formas geométricas noamericano es invisible. Porque si no, si las
es una obra de arte, tienes que ser un artis- tasas de ocupación y las tasas de inversión que
ta. ¿Pero cómo se calcula esta productividad? reflejan las estadísticas representaran la reali-
Bueno, América Latina está llena de ejemplos dad, en muchas economías latinoamericanas la
de todo tipo de la capacidad de invención, de situación sería aún peor de la que es.
la capacidad empresarial de buscar formas de Yo diría que Argentina, precisamente, era el
supervivencia que se convierten, en algunos país hasta ahora en el que había menos econo-
casos, en pequeñas formas de acumulación. mía informal y de ahí la enorme fragilidad del
Por ejemplo, en el mismo Tepito, lo que ob- sistema que no tiene flexibilidad. Pero si pien-
servamos y que luego se verificó más tarde, so en otras ciudades como Lima o ciudad de
es que hay mucho dinero y esto se encontró México que tienen una economía extraordina-
después del terremoto del ´85, en el ´86 cuan- riamente flexible que admite muchos choques
do se hizo el plan de reconstrucción de Tepi- porque la gente pasa de unas ocupaciones a
to. La gente tenía que poner dinero para que otras y de unas microempresas a otras.
le dieran una buena vivienda, y salió mucho
dinero de debajo de las piedras de Tepito. FC: ¿Sabes qué me dijo, nuevamente para ma-
Porque cuando era ya inversión sólida en una tizar, un maestrito paceño –que a su vez es al-
casa bien rehabilitada, se vio que muchos de bañil, plomero, electricista y a su vez con su
los comerciantes ambulantes de Tepito habían familia tienen un puesto de venta en el lugar
acumulado bastante. donde literalmente compras el mercado de tra-
América Latina en la era de la informacion 693

bajo- cuando hablábamos de la Argentina? Me menos empresariales y que canalizadas en una


dijo: “Pobrecitos los argentinos”. Yo le contes- forma de mayor protección social pueden ser
té: “¿Cómo que pobrecitos?, no son tan pobres elementos de iniciativa empresarial y fuentes
como nosotros”. Y él me respondió: “Sí. Pero de riqueza.
no saben sufrir. Nosotros sí tenemos esa expe-
riencia del rebusque”. FC: En las ciudades todo esto está fragmen-
tado, por otro lado, se dan reacciones muy
MC: Eso es lo que yo quiero señalar, que se ha fuertes que producen grandes explosiones
menospreciado la economía informal latinoa- urbanas, quiero decir, paros urbanos, mar-
mericana hasta reducirla a un nivel folklórico. chas urbanas, impugnación a muchas cosas,
A la economía informal en América Latina, los que a veces tienen, incluso, otras formas de
grandes expertos económicos no la toman en expresión cultural, por ejemplo, la lucha
serio; es cosa del antropólogo y de estudiantes contra la privatización del agua en Cocha-
románticos. En este sentido, hay muchos mé- bamba, que retoma en su texto Manuel Perló
ritos de varias ONG con experiencia en temas o las luchas en San Juan de Puerto rico con-
analíticos para entender la economía latinoa- tra transnacionales telefónicas, porque son
mericana; hay que colocar en un lugar central temas que afectan a la cotidianidad de esta
la economía urbana informal y ver sus formas gente que tiene un equilibrio muy precario
de articulación no sólo en términos de empleo en su reproducción (de repente de manera
sino de la supervivencia, con temas de acumu- muy brutal, se sube la tarifa del agua, se sube
lación, en términos de capacidad de de gene- la tarifa de electricidad, se rompe el equili-
ración de iniciativa empresarial, etc. Yo creo brio de la precariedad de la reproducción de
que las tesis de De Soto han sido deformadas esta gente). Entonces, la gente responde con
por la izquierda, como si intentara romantizar grandes explosiones que afectan la gober-
la pobreza y lo que está diciendo y sigue dicien- nabilidad. Quisiera cerrar esta parte urbana
do es: “Cuidado, hay una forma de creación de y regional para meternos e otros temas que
riqueza que escapa a las pautas de lo que son creo que son muy importantes y que tú traba-
economías totalmente formales dinámicas de jas en la “Era de la Información”, me refiero
los países ricos”. Hay otras formas que no son a la economía de la droga.
694 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Yo quisiera que expliques estas dos nociones punto fundamental; por eso, yo digo, economía
dentro de la globalización y por qué les das tan- no del narcotráfico, una economía criminal, es
to peso y significado, tanto en el plano econó- una economía de todo lo que es criminal y se
mico como en el político. puede hacer y vender de un sitio a otro; es el
contrabando, de todo tipo…
MC: Mi expresión es la conexión perversa. En
el plano económico, porque si nos referimos FC: ¿Qué es criminal? ¿Criminal es lo que está
a estimaciones muy aproximadas de lo que fuera de la ley?
transita por los mercados financieros globales
como lavado de dinero procedente de la eco- MC: Criminal yo lo defino en un sentido muy
nomía criminal, estamos hablando de un equi- claro porque estoy harto de las construcciones
valente del producto bruto del Reino Unido. y descontrucciones de intelectuales. Criminal
Entonces, estamos hablando de algo absoluta- es lo que un Estado determinado dice que es
mente sustancial y que, aunque es muy difícil criminal, punto. Es una decisión empírica que
de estimar, representa una parte muy impor- tiene toda clase de consecuencias. Quiere decir
tante de los productos brutos reales de econo- que se tiene que enfrentar a la lógica institucio-
mía en sociedades como Colombia, como Perú, nalizada de los Estados sobre lo que declaran
como Bolivia en su momento, como Ecuador, como criminal, eso es criminal. En el caso de
como Paraguay, como Panamá, como la Repú- Bolivia está absolutamente claro: si cultivas o
blica Dominicana, como Haití y aunque mucho consumes coca del contingente afectado no es
menor en proporción pero mayor en volumen, criminal y si es del contingente no afectado es
en México. Es decir, que es un volumen muy criminal. Está claro que no es una definición
importante. Pero su papel estructural en la sustantiva, es una decisión política, no ética, ni
economía y sociedad en América Latina es aún sustantiva, ni funcional; es política, exclusiva-
más decisivo que el simple dato cuantitativo. mente político-institucional. Es criminal lo que
Primero, es un fenómeno económico de gran el Estado dice que es criminal.
versatilidad. Segundo, es un fenómeno que Creo en la importancia además que hay que
está articulado a través de grandes redes mul- darle a la economía criminal; insisto, no sólo
tinacionales y no sólo al narcotráfico. Ese es el la de la droga, El tráfico de seres humanos –
América Latina en la era de la informacion 695

mujeres, niños y migrantes, etc.- el tráfico de Latina, porque está claro que no es solamente
armas, el lavado de dinero y todo lo que ello en América Latina en desarrollo.
quiere decir, y todo un sistema ramificado de Pero en América Latina, el Estado está pe-
actividades sobre la que reposa la producción netrado en todos los niveles: en los jueces, en
y el comercio criminales. Porque para traficar la policía, en cualquier fuerza, incluido el ejér-
todo esto hace falta un ejército, hace falta pro- cito cuando entra en persecución de la droga.
tección, hace falta corromper funcionarios, Por eso, por ejemplo, Cardoso nunca quiso que
jueves, políticos y policías a gran escala, hacen el ejército interviniera en la persecución de la
falta sistemas de transporte y de penetración droga para evitar que el ejército se corrompiera
de mercados, sistemas de lavado de dinero y al nivel que está la policía en Brasil. Como es el
conexiones bancarias. O sea, todo esto cons- caso del zar de la droga en México, que era ge-
tituye un potente sector económico. Pero ade- neral del ejército, que era jefe de una banda de
más tiene una enorme influencia en la sociedad narcotraficantes, ayudado por otros generales
y en las instituciones. En la sociedad, porque del ejército, hoy en la cárcel. Hay numerosos
absorbe, centenares de miles de personas, en casos así. Si introducimos además Argentina y
las actividades y en las zonas controladas. Yo Brasil, aparte del consumo, son fundamentales
lo viví hace dos años y he viento a vivir recien- ahora como productores de los precursores
temente, en las laderas de Río. Numerosos ba- químicos de la droga, que antes se fabricaban
rrios de Río están controlados en gran parte sobre todo en Suiza y Alemania.
por grupos de bandidos, en el sentido tradicio- Entonces, la penetración del sistema finan-
nal del término, ligados a la economía criminal ciero es profunda y no se pueden entender
y cada vez más con una ideología política vaga, muchos momentos especulativos sin estos
a veces racionalizadota, pero contra el sistema, grandes movimientos de capitales que hacen
contra los políticos corruptos porque en parte además que la lógica de ciertas instituciones
los corrompen ellos y por eso no les tienen mu- financieras en los países de América Latina sea
cho respeto, lo saben perfectamente. Pero por muy dependiente de este tipo de acumulación,
otro lado, es la penetración de las instituciones que sube y baja en función de los vaivenes de
en países enteros. Cada vez que cito esto siem- la economía criminal. Por consiguiente, no se
pre cito los otros países, no sólo de América puede entender, hoy día, el sistema institucio-
696 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

nal, la economía, la organización de sectores petido con éxito con Estados Unidos y Euro-
urbanos y de grandes regiones rurales -como el pa, porque son mucho más potentes que las
caso de Colombia- sin esta economía criminal. mafias americanas o europeas. Este proceso
El caso paradigmático, en este sentido so- representa la articulación de la economía cri-
cial, es Colombia. Colombia vive una situa- minal con la marginalidad social y con la lu-
ción que yo creo podemos asociar histórica- cha social. La protesta social en una situación
mente con el bandidismo y la rebelión social de violencia estructural de la sociedad, es la
o los bandidos chinos del siglo XIX, cuando respuesta a la marginación de gran parte de la
se rebelaron contra la penetración de China población por las elites de las clases políticas
por los extranjeros; es decir, al mismo tiem- colombianas que siempre han sido oligárqui-
po bandidismo y revuelta social. Las FARC no cas y que nunca se han abierto a los sectores
son narcotraficantes, es un movimiento gue- populares, excepto mediante políticas popu-
rrillero comunista que está luchando contra la listas controladas. Entonces, con todo eso, la
explotación de los campesinos. Pero las FARC presión de Estados Unidos hace que además
se articulan con el narcotráfico y solamente a el movimiento narcoguerrillero –al mismo
través del sistema de impuestos sobre el cul- tiempo lucha social y negocios- se redoble en
tivo y transporte de droga pueden sostener la resistencia contra la presión imperialista,
una guerra de la envergadura que han soste- como en el caso de los extraditables. La opo-
nido y están sosteniendo con base en recur- sición a las extradiciones se constituyó en la
sos enormes que les permite un armamento defensa de la soberanía nacional. Por eso yo
importante, les permite sobornar, les permite creo que el caso de Colombia muestra de for-
comprar autoridades, etc. La desintegración ma paradigmática cómo es absolutamente im-
de Colombia viene de la combinación de la posible hoy día separar los problemas del de-
larga tradición de violencia en Colombia y sarrollo, los problemas de la marginación, los
de la debilidad del Estado colombiano junto problemas de la lucha social, de lo que es la
al impacto de la globalización de la economía economía del narcotráfico y, más allá, la eco-
criminal con centro en Colombia. Yo diría que nomía criminal con todo eso que quiere decir
los carteles colombianos han sido la primera institucionalmente. Es decir, yo le doy sobre
multinacional latinoamericana que ha com- todo importancia a la economía criminal por
América Latina en la era de la informacion 697

las ramificaciones institucionales y de integra- afecta a la economía europea pero no sé en qué


ción y desintegración social que tiene. magnitud, según los expertos norteamericanos
esto se está desplazando hacia Europa, funda-
FC: Sobre todo de descomposición política, mentalmente hacia Europa del norte, pero tam-
porque ¿qué posibilidades hay de construir una bién empieza a ser un factor central en la vida
práctica democrática en un régimen democrá- económica y social de estos países.
tico cuando tienes una lógica muy fuerte de Ahora, hay un proceso de diferenciación
violencia? funcional, asociado a la internacionalización y
a la especialización casi sistémica de los nar-
MC: Exactamente, por ejemplo, hablando de cotraficantes. Porque es de suponer que es un
Colombia. Pero México en la última fase de la proceso de división del trabajo, no solamente
crisis del Estado PRI tuvo (y tal vez aún tiene complejo sino que su rasgo de funcionamiento
parcialmente) una penetración profunda de las es que se tiene que compensar para actuar en la
redes de narcotraficantes de los carteles mexi- globalización y tener un componente de racio-
canos que se hicieron tan fuertes como los co- nalización instrumental muy fuerte…
lombianos en Colombia, en los aparatos de los
partidos políticos y en las instituciones de go- MC: Exactamente, y lo más importante es que
bierno y de la policía. todo depende del lavado de dinero. Sin un sis-
tema sofisticado de lavado de dinero lo demás
FC: Comenzaron a controlar y a negociar sólo no tiene sentido porque esto es un gran nego-
en el mercado norteamericano restándole cio. Todo esto tiene que llegar a los mercados
peso, dinamismo y fuerza a los propios carte- financieros. Por tanto, la política de represión
les colombianos. Además es un problema de de los gobiernos en este momento es concen-
frontera, ¿no es cierto?, que involucra la fron- trarse en el lavado de dinero. Es allí donde está
tera mexicano-norteamericana, por lo tanto la batalla. Resultado de la batalla en los años
son operadores norteamericanos que también noventa, estamos recordando que por año ha-
acumulan este dinamismo. Es una cosa trans- bría uno y medio billones de dólares (de los
versal. Lo que yo no sé es cómo funciona, o se doce ceros). El dinero confiscado en total en
conoce menos, en la comunidad europea. Esto los años noventa, se evalúa en unos 200 millo-
698 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

nes, o sea que comparado con la masa de dine- con Kennedy en el panteón de los magnicidios
ro que se mueve es insignificante. inconfesables.
Pero, luego, en los primeros años del siglo
FC: Es tanto la magnitud de la globalización, XXI el nivel de penetración institucional de
que tú dirías que es uno de los rasgos negati- los carteles bajó claramente. En el periodo
vos, si tú quieres, o es uno de los rasgos cons- de Fox ha habido un cierto control por lo
titutivos del mismo proceso de la economía menos de la corrupción de alto nivel. Y los
global y del sistema financiero. carteles han sido seriamente golpeados. Pero
al mismo tiempo cuando yo estuve en Gua-
MC: Es eso lo que yo he intentado argumentar dalajara en el año 2001, me informaron que
en mi trilogía. Lo que pasa es que el problema las familias narco pudientes de Guadalajara
de datos de la información precisa es muy com- están a la vista, todo el mundo sabe quiénes
plicado. Finalmente se tienen datos de perio- son. Viven en general en un barrio rico pro-
distas, que no te cuentan de dónde los sacan, tegido. Una amiga me contaba que ella se en-
no sabes si es verdad o es medio verdad, es cuentra regularmente en los supermercados
muy complicado. Los datos más sólidos son los de su zona con las que llaman las “narcas”,
que vienen de la policía, pero también son inte- que visten de forma bastante aparente, ele-
resados. Lo que sabemos es insuficiente, pero gantes, sexys, enjoyadas.
sabemos que las sociedades latinoamericanas Entonces, sí, la penetración abierta de los
sufren efectos profundos de la economía crimi- órganos máximos del Estado ha bajado, ha
nal que se genera en su seno. habido golpes contra los carteles mexicanos,
Por ejemplo, en México sabemos que a fi- pero en muchas ciudades viven y operan con
nales de los noventa hubo un fuere impacto, toda libertad. Alguien les protege, alguien en el
sabemos que hubo asesinatos políticos serios. Estado tiene algo que ver con esto.
Gente bien informada considera que a Colosio
lo mató el cartel de Tijuana en el marco de la FC: Pero si funcionan en redes, como debe ser,
lucha política de la sucesión presidencial en me imagino que tiene que haber una estructura.
el PRI. En cualquier caso, no lo sabemos por- ¿Y qué rasgos tiene la estructura capitalista en
que, probablemente, Colosio se encontraré sociedades avanzadas?
América Latina en la era de la informacion 699

MC: Insisto en que realmente es un capital de sueldo, si es necesario, pero no suele serlo: la
afuera, con excepción de los colombianos, gente sabe con quien juega. Economía criminal
aunque hay rápida acumulación local también. global, mercados financieros incontrolados y
Los mercados son globales, el capital también bandidismo de alta tecnología forman parte del
y las redes operativas también. Los grupos mul- mismo sistema. Esto es relativamente nuevo,
tinacionales criminales son mucho más que la- porque en la última década la desregulación,
tinoamericanos: son rusos, albaneses, chinos, la emergencia del narcotráfico y el colapso de
(muy importantes), tailandeses, japoneses, la Unión Soviética han creado situaciones de
nigerianos, turcos, italianos y, nunca hay que descontrol institucional en que prolifera este
olvidarse, estadounidenses. Se entroncan con submundo que amenaza con corroer el mun-
la vieja mafia del padrino. Pero son distribuido- do en el que vivimos. Todo esto como que es
res, es decir, la mafia italiana –que sigue siendo material de películas, material de las novelas,
muy potente- son los agentes de los agentes material de sensacionalismo. Cada vez que se
de los colombianos. La mafia americana –que habla de esto sin los datos de cada país la gente
sigue existiendo- son los agentes de los colom- no lo toma en serio. Pero en algunas reuniones
bianos en Nueva Cork. Es el único sector en en circuitos internacionales de muy alto nivel,
que el mundo en vías de desarrollo ha conse- a las que yo he asistido, sí hablan, y muy en se-
guido ser exitoso, competitivo. rio. Y no existe realmente un sistema eficiente
Hay casos espectaculares, por ejemplo, mu- de control por parte de los Estados. El sistema
chos expertos opinan que mini-Estados, como policíaco internacional no funciona, porque IN-
la isla de Aruba, están controlados por distin- TERPOL no es una multinacional, INTERPOL
tos carteles y por grupos mafiosos internacio- es un sistema de información entre policías de
nales. Estos grupos poseen grandes empresas, Estados. Cada policía tiene que actuar por su
poseen islas, controlan Estados. Y hay, en todo propia cuenta, con sus propias leyes en función
el mundo, grandes mercados financieros infor- de sus reglas y lo único que puede hacer IN-
males que funcionan fuera de las regulaciones TERPOL es poner en contacto dos policías, a
bancarias. Son transacciones financieras mul- ver si se ponen de acuerdo en una operación
timillonarias que funcionan con base en acuer- compleja. Pero no hay una policía global, no
dos verbales y se hacen cumplir por asesinos a hay porque no hay Estado global. Las redes cri-
700 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

minales son mucho más eficientes que las redes sin utilización criminal de las hojas coca por-
de los servicios policíacos. Así, por ejemplo, que, aunque es difícil capturar las plantaciones,
los grupos terroristas no utilizan mucho Inter- como ustedes saben, en último término hay
net, porque saben que está muy vigilado. Pero una localización en algunos sitios. Entonces,
las grandes multinacionales del crimen sí utili- se puede atacar esto, pero lo que no se puede
zan comunicación de todo tipo –teléfono móvil atacar es esa red global descentralizada, arti-
global, comunicación codificada- ahí sí que hay culada; si son capaces de producir otros pro-
extraordinaria sofisticación. Tanto como de ductos químicos. La primera droga de diseño
los sistemas de producción y manufacturera y fue el Crac, que era como hacer cocaína para
refinamiento de drogas, por ejemplo. En este los pobres, muy peligrosa, muy mala, pero co-
momento hay más de 50 formas de cocaína, di- caína para el pobre. Hoy está por todas partes.
señadas para mercados específicos, para pre- No está bajando el consumo de la cocaína ni el
cios específicos, para países específicos, para consumo de drogas, el consumo de drogas está
grupos sociales. Es un mercado diseñado para subiendo, medido en un ámbito mundial.
el cliente, con químicos de alta calidad y alto Pero hay que partir del principio de que la
nivel. Todo este extraordinario imperio de las economía criminal no es sólo una economía
drogas de diseño, en la que están metidos tam- que produce drogas, es una economía que pro-
bién los latinoamericanos, son drogas del futu- duce, distribuye y transfiere cualquier bien,
ro. Por eso la base de producción en América servicio o persona para hacer lo que está pro-
Latina es temporal, los grupos colombianos y hibido y lo que está criminalizado. Lo que está
mexicanos le dan mucha mayor importancia a instalado, digamos, por demanda social, de una
la capacidad de control territorial de sus bases sociedad con crisis en su propia constitución.
de operaciones que a los terrenos de cultivo. El negocio más lucrativo en Europa es la
La cuestión para ellos es mantener el sistema importación de inmigrantes ilegales. Las ma-
actual de producción mientras hacen la tran- sas desesperadas del mundo pagan de 5 a 20
sición a las drogas puramente químicas. Ellos mil dólares para llegar a Europa en cualquier
ya han entendido, o sea ya están preparando condición. Entonces, llegan en barcos cientos
la nueva fase. ¿Qué es lo valioso de todo esto? de personas que se pasean en el Mediterráneo,
Lo valioso no es la coca. Bolivia se va quedar son barbos comprados para hacerlos encallar
América Latina en la era de la informacion 701

en Sicilia o en Andalucía. Encallas el barco con blando de una crisis profunda de las institucio-
cientos de hombres y mujeres, sobre todo mu- nes del Estado.
chos niños. Y ya está, ha has llegado. Entonces,
empieza el proceso legal, los que se reportan. FC: Quisiera volver a los orígenes de la discu-
Ahora, Blairofrece que la Marina británica pa- sión de este libro, que es la crisis del Estado
trulle el Mediterráneo Oriental para detener y también la reconstitución de las naciones.
a los barcos ilegales. Bossi, el ministro italia- Para decirlo de alguna manera, tenemos una
no, quería que los hundieran (sin inmigrantes, crisis de legitimidad del Estado y toda esta
afortunadamente), pero finalmente se decidió amalgama de este mapa que hemos dibujado,
que no se los van a bonbardear pero se les va casi un mapa latinoamericano que se aseme-
a disparar tiros de aviso por encima para que ja más a una pintura de Jackson Pollock que
se paren y luego pararlos, apresarlos y devol- a otra cosa. Pero ¿qué hay en el trasfondo de
verlos. La gloriosa Royal Navy va a patrullar el este mapa que hemos tratado de dibujar no
Mediterráneo Oriental para parar a las masas sólo nosotros dos sino todos los colegas a lo
hambrientas del mundo. largo del libro? Tomando como referencia tus
Es esencial colocar ese mundo criminal de tomos. ¿Qué queda de la nación?, ¿qué queda
explotación de la miseria global en el centro del sueño latinoamericano, de la nación que
del sistema, no en la periferia, sobre todo por predominó todo el siglo XX?, ¿qué queda en la
la relación entre las redes criminales y las ins- globalización para América Latina? Cual sería
tituciones del Estado. Cuando hablamos de tu conclusión de la crisis de la legitimidad del
crisis del Estado, también tiene esta dimen- Estado y de lainsostenibilidad o la relativa in-
sión, porque quiere decir que las instituciones sostenibilidad de la globalización.
también están en crisis. Si en septiembre de
2002 en la prisión de máxima seguridad de Río MC: De la nación queda lo que queda en la so-
de Janeiro el jefe de una banda pudo asesinar a ciedad después de un divorcio con el Estado.
otro y después poner fuego a la prisión y cuan- El grave error analítico que se sigue cometien-
do vino la policía militar a rescatar la prisión, do es confundir Estado con nación. Son dos
los guardias de la prisión hicieron un escudo entidades que se fundieron históricamente en
humano para que no los atacaran, estamos ha- torno al Estado, no en torno a la nación. Fue el
702 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Estado el que creó la nación, no la nación que plantarla en una plaza de Madrid y hacerle ho-
creó al Estado. Sabemos que cuando se cons- menaje una vez por mes, para acostumbrar a la
tituye Italia la mayor parte de su población no gente a que hay una nación española, a ver si
hablaba italiano (que de hecho es el florentino). al final se lo creen. De momento, en Catalunya
Y en Francia, en el momento de la Revolución tampoco de lo creen mucho.
Francesa sólo el 13% de la población hablaba La construcción de la nación en la edad mo-
francés, la lengua de l´lle de France. Pero había derna es un proyecto del Estado-nació n, que
un proyecto, un proyecto del Estado para cons- ahora está en crisis. En algunos casos funcio-
truir la nación. La nación, para mí, fundamen- na como en Francia, sobre todo gracias a la
talmente es una comunidad de proyecto. La escuela de la Tercera República y, en otros ca-
historia muestra que hay naciones sin Estado y sos, como España, no funciona. En Inglaterra,
Estados sin nación o con varias naciones. En el en contra de lo que se cree, tampoco funcionó:
caso de Francia, el Estado construye la nación Irlanda era parte del Reino Unido y el problema
a través de la destrucción de las naciones pre- de Ulster sigue planteado un siglo después. Y
existentes. Esos proyectos a veces funcionan Escocia recupera su identidad histórica.
a veces no. Por ejemplo, España nunca con-
siguió crear realmente una nación española, FC: Yo quiero insistir ¡qué pasa con la nación?
aunque el Estado español es un Estado fuerte y ¡por qué América Latina hizo esa construcción
muy serio, Pero para España los problemas en de la nación moderna con el Estado mirando
el siglo XXI siguen estando ahí y el gran drama a Europa, mirando sobre todo a Francia y, por
en España, que no tiene drama de otro tipo, es otro lado, mirando a Estados Unidos? Bolívar
que el gobierno mayoritario de Euzkadi en este es el que hace esa síntesis…
momento no es el que propiamente le gustaría
al gobierno español elegido por la población MC: Históricamente, tú lo sabes mejor que yo,
española. El gobierno vasco propone hacer lo que hay es un movimiento de independencia.
un referéndum para declararse Estado libre Este movimiento de independencia constituye
asociado de España. Escándalo. Y la respues- naciones en torno a las Audiencias y Virreina-
ta del gobierno español: comprar una bandera tos que se fueron liberando por procesos espe-
española inmensa de varias decenas de metros, cíficos, en su mayoría de acuerdo a la división
América Latina en la era de la informacion 703

de las audiencias territoriales españolas, y en identidad de una nación, de otra nación que es
parte según hasta dónde llegaron los genera- una nación de otras naciones y la constitución
les. No hay ninguna razón cultural, histórica o de un nuevo internacionalismo sobre la base de
geográfica para que Bolivia y Perú sean distin- naciones no oficiales.
tos en 1825: eran el Alto Perú y la Baja Bolivia, Entonces, el tema que planteas, a saber qué
como decís los bolivianos. Ahora sí, natural- queda de la nación en la crisis del Estado-na-
mente. Por tanto, es un Estado que se define, ción, se responde con la hipótesis de que lo que
que tiene que definirse frente a un opresor y a queda es la sociedad. Pero sólo en la medida
un imperio, y lo tiene que hacer en términos de que esa sociedad sea capaz de construir un
ser una comunidad más que el aparato político. proyecto nacional autónomo que mantenga las
La comunidad tiene que construir una identi- fronteras de la comunidad nacional. Ahí, según
dad a partir de su práctica compartida. Y como el grado de homogeneidad social, cultural, étni-
el único principio identitario que tenían la ma- ca, histórica de las naciones se consolida o no
yor parte de los pueblos de América Latina era se consolida, Por ejemplo, en el caso de Boli-
la nación, al cabo de todos estos años sí que via, yo no sé si con el katarismo, los quechuas,
se construye una nación y un nacionalismo. loa aymaras, los guaraníes, si con todas estas
Un nacionalismo fuerte, Bolivia se entiende culturas se puede reconfigurar Bolivia como
sobre todo como unidad nacional. Entonces nación, independientemente del Estado.
¿qué pasa?, que esa unidad nacional viene de
la relación Estado-sociedad mediante la cons- FC: Esa es una gran pregunta, además recoloca
trucción nacional. Pero si el Estado traiciona a la cuestión del pluralismo y la cuestión de la
la sociedad, esa construcción queda vacía, y la democracia; insisto, durante años se privilegió
identidad nacional, no es que desaparezca, es desde el Estado la construcción de una comu-
que se la apropia la sociedad contra el Estado. nidad nacional y se dejó de lado a la comuni-
Es por eso que se reconstituyen estos mo- dad democrática. Quizás ha llegado la hora de
vimientos de identidad fuertes. Pero ahí es trabajar al revés, que la comunidad democráti-
donde existe una gran diferencia entre los mo- ca construya la nación y el Estado.
vimientos; la reconstitución del Brasil es muy ¿Será el nuevo signo de la globalización? ¿Y
distinto a los movimientos indígenas, que es la qué papel juegan las potencias económicas?
704 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

MC: Fernando, ¿cuál es tu análisis sobre la hasta que pidió excusas públicas por su frase.
transformación de las relaciones América La- El post-11 de septiembre ha modificado pro-
tina/ EE.UU. vista desde América Latina? Visto fundamente la relación de Estados Unidos con
desde Estados Unidos, yo observo un cambio el mundo, haciendo que de nuevo, como en la
sustancial después del 11 de septiembre. Guerra Fría, todo se vea bajo el prisma de la
Tradicionalmente, la principal preocupación seguridad nacional. ¿Cómo afecta esto el desa-
de Estados Unidos era de seguridad geopolíti- rrollo de América Latina? ¿Y cómo responde, o
ca, a la que se añadió después de lucha contra no responde, la región a este cambio de actual?
la droga en el origen. Pero en los noventa, el ¿O no hay tanto cambio según tú?
impulso a la liberalización de los mercados y a
la inserción de América Latina en la globaliza- FC: Para empezar esta última parte del diálogo
ción, mediante un vínculo estrecho con Esta- tan sólo desearía mencionar dos asuntos. En
dos Unidos, se convirtió en el eje de la política primer lugar, me parece que la relación entre lo
norteamericana. Eso ha pasado a segundo pla- político y lo económico después del 11 de sep-
no, aunque Bush todavía quiere integrar todas tiembre no es inmediata, aunque probablemen-
las Américas en un vasto mercado unificado te lo que tu mencionas constituye la tendencia
bajo criterios de Estados Unidos. Pero la segu- principal. Por ejemplo, después del 11 de sep-
ridad y la geopolítica vuelven a dominar, como tiembre Brasil vía TIAR apoyó inmediatamente
indica la atención a Colombia y la simpatía con a EE:UU; y condenó el atentado; sin embargo
que se vio el intento de golpe a Chávez. A mi me sus procesos de negociación económica con
impresionó en la reunión del World Economic EE.UU. son lentos y accidentados. Mientras
Forum en Nueva York, en enero de 2002, una que México, que tiene una integración econó-
sesión en la que estuve y en la que el secretario mica intensa con EE:UU, tardó mucho por mo-
del tesoro, O´Neill, dijo que no iban a ayudar a tivos internos en dar una respuesta política al
Argentina porque los plomeros y los carpinte- respecto. Es decir, la seguridad y la geopolítica
ros americanos estaban hartos de que sus im- son cada vez más importantes, pero todavía
puestos fueran a parar a los corruptos políticos creo que tiene peso la agenda económica y la
argentinos. Algo parecido dijo de Brasil unos agenda democrática, y que esto va a tener va-
meses más tarde y Cardoso se negó a recibirlo riaciones según cada caso.
América Latina en la era de la informacion 705

En segundo lugar, creo que en América Lati- y la economía de la información a nivel global
na la idea maniquea y demoníaca o meramente con este nuevo ciclo militar-terrorista y cómo
servil está cambiando. Ya no hay una sola mi- afecta esto a EE.UU:? ¿Cómo ves tú los dife-
rada o miradas absolutistas sino múltiples mi- rentes tipos de relaciones que están teniendo
radas y variados matices. La geopolítica, para los latinoamericanos?
empezar, crea distintas miradas y variados ma-
tices. La geopolítica, para empezar, crea distin- MC: Yo creo que se desarrolla una triple arti-
tas miradas: un colombiano o un panameño o culación de nuevo tipo entre Estados Unidos
un dominicano miran a EE.UU. de una manera y América Latina. La primera es el llamado
distinta que un brasileño. Para varios países transnacionalismo por la base, o sea la exis-
latinoamericanos EE.UU. cuenta directamen- tencia de fuertes comunidades latinas inmi-
te como imagen y deseo de migración y muy gradas a Estados Unidos y la constitución de
especialmente por redes de relaciones que se redes personales a los dos lados del Río Gran-
establecen entre los migrantes y los residentes. de, de forma estructural, para millones y mi-
Hace rato mencionábamos la importancia de llones de personas. La segunda es la creciente
las remesas para varios países de la región. La interpretación (y no sólo dependencia) de las
izquierda moderna latinoamericana también ha economías latinoamericanas con la de Estados
descubierto aliados fundamentales en sus pro- Unidos, no sólo para México sino para el con-
pias reivindicaciones en el propio movimiento junto de la región: las prosperidades de unos y
anti globalización que existe en EE.UU. otros van siendo cada vez más interdependien-
La cuestión es cómo va a cambiar todo esto tes, es más interesante para las empresas nor-
a raíz de la guerra y las nuevas políticas de teamericanas la ampliación de mercado que la
seguridad que está impulsando Bush. Todo explotación de América Latina. U la tercera,
esto sobre la base (y sigo con mi vieja tesis que se ha renovado con el 11 de septiembre, es
de siempre) de la matriz de los actores socia- la seguridad geopolítica. Yo creo que Estados
les de cada país y del propio manejo y forta- Unidos entra en un período de política exterior
leza que puedan tener los mismos Estados ideológica y agresiva, que va a dejar muy poco
latinoamericanos. ¿Cómo ves tú el asunto? margen para populismos y para tolerancias a
¿Cómo crees que se enlaza la sociedad en red narcos. A los gobiernos progresistas serios los
706 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

controla el Fondo Monetario Internacional. A ridad, tienen sus ritmos propios y conducen
los populistas los desestabiliza la CIA (véase a situaciones contradictorias entre ellos y
Venezuela). Y allí donde haya descomposición a combinaciones específicas para cada país
de las instituciones, como en Colombia, se en América Latina. Quiero con eso decir que
producen formas de intervención militar de en lugar de un eje de conflicto unificado del
baja intensidad, pero que pueden ir subiendo tipo tradicional (América Latina frente al im-
de intensidad si es necesario, ahora que la tec- perialismo yanqui) hay una diversificación
nología militar permite bombardeos de preci- de las situaciones y los conflictos: la guerra
sión por aviones sin piloto. En fin, no se puede en Colombia, la crisis social en Argentina, la
excluir, en este contexto, una aventura del exi- desestabilización en Venezuela, el conflicto
lio cubano de Miami en la eventualidad de la cocalero en Bolivia, son conflictos específi-
sucesión a Fidel Castro. Al fin y al cabo,Bush cos con Estados Unidos, que fragmentan el
le debe la elección a su hermano y su hermano esquema tradicional de dependencia y hacen
se la debe a los cubanos de Florida. de la relación con Estados Unidos un tema de
El tema clave es que los tres ejes, las re- geometría variable según tiempos, espacios y
des personales, la interdependencia eco- contenido de la relación.
nómica y la geopolítica en torno a la segu- Habrá que analizar antes de lanzar consignas.
Entre el gobierno de los Diablos
y el gobierno de los Ángeles*

H ace algunos años, conjuntamente con Ma-


rio dos Santos elaboramos cuatro esce-
narios sociopolíticos para América Latina. En
Cabe aclarar que el texto propiamente dicho
no es el resultado de estudios prospectivos em-
píricos, sino tan solo una elaboración concep-
tales escenarios detectamos tendencias tanto tual sobre el pacto y sobre la violencia.
hacia el gobierno de los diablos como hacia el
gobierno de los ángeles. Sin embargo, de lo que
se trata —como diría Milan Kundera— es que Uno
los poderes de ambos estén equilibrados. En el
presente artículo trato de auscultar nuevamen- Resulta difícil imaginar una gestión progresiva
te este tipo de tendencias pero esta vez referi- del cambio sin pacto. Por una parte, existe la
das solamente a Bolivia. necesidad del Estado de compartir responsabi-
Desde luego que no se desea plantear tesis lidades en cuanto a la fijación de políticas y, por
absolutistas, ni catastróficas o chantajistas del otra, el proceso democrático reabre el debate
tipo Pacto o Muerte, sino tan solo subrayar algu- sobre qué contenido último va a tener la demo-
nos beneficios posibles y algunas consecuencias cracia y sobre cuánto se puede avanzar en las
muy negativas respecto del hecho de embarcar- dos dimensiones que la califican: la de la liber-
se o no en una reforma política pactada o mejor tad y estabilidad, y la que tiene que ver con su
aun en la fuerza de la política constructivista. cualidad, o sea, con el grado de justicia social
que alberga. Esta segunda vertiente, entonces,
* Este trabajo fue publicado originalmente en Latin por la que también aparece la idea de pacto y
American Journal of Advanced Studies. RELEA, Nº 2, de intervención de los sectores sociales organi-
(Caracas) año 2000. zados en la fijación de políticas, es la necesidad
708 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de ampliar los canales de participación. O sea, Ante este panorama, cabe recuperar una
sin ampliación de los canales de participación comprensión de la política como un sistema de
política no es posible el pacto. expectativas y de reconocimientos recíprocos,
Justamente con las expectativas de una de- donde los procedimientos aparecen no como
mocracia que avance progresivamente, lo que meramente formales, sino como formas comu-
se plantea casi inmediatamente es el proble- nicativas que establecen normas de reciproci-
ma de los alcances del pacto. Ello implica una dad. La disponibilidad de los actores sociales
construcción de consenso sobre metas bási- organizados para concurrir a la elaboración de
cas del orden societal que no están asegura- una política de gobierno de la economía que
das por la mera vigencia del orden democráti- regule el comportamiento de todos los actores
co o económico. sociales tiene que ver con esta modalidad. Y
Ahora bien, ¿cuáles son las modalidades del eso sólo se puede concebir en una intensifica-
quehacer político que permiten ese consenso y ción del poder constructivo de la política, del
a partir de él la acumulación de poder y la co- constructivismo simbólico de la política, gene-
herencia necesarias para transitar ese camino? rador de nuevas identidades sociales.
La privatización de las decisiones por vía Generalmente en la doctrina contractualista
de la imposición del proyecto neoliberal, se supone que los actores que entran en un pac-
donde predomine sólo el cálculo racional for- to son sectores preconstituidos, o sea actores
mal de ventajas económicas para los actores que no juegan su identidad en el pacto, pero en
individuales o colectivos, fragmenta la trama realidad —si la modalidad de hacer política es
social e incrementa la incertidumbre y la des- la de un intercambio con reconocimientos recí-
igualdad, y como se verá más adelante, con- procos— el pacto es la ocasión para redefinir
diciona la violencia. En el otro extremo, hoy identidades sociales y políticas. El pacto impli-
en Bolivia no existe por parte de ninguna de ca interacción y reconocimiento del otro, pero
las fuerzas sociales y políticas con capacidad un reconocimiento que conlleva comprender la
para imponer hegemónicamente un proyecto libertad y la identidad del otro. La política, en
de desarrollo, sea cual fuere éste y sabiendo este sentido, podrá ser entendida como el arte
los costos de la coerción con cualquier signo de lo mejor posible, es decir tendría que hacer-
político. se cargo de la elaboración de esa pluralidad.
Entre el gobierno de los Diablos y el gobierno de los Ángeles 709

En Bolivia, la necesidad de un compromiso Aquí no se tratarán los contenidos de estos


nacional inclusivo, dado un cierto grado de he- proyectos nacionales, los contenidos en cuan-
terogeneidad social, cultural, regional y polí- to a modelos económicos concretos y a op-
tica existente en el país, reclama —a nuestro ciones societales plausibles. Más bien se está
entender— una comprensión de este tipo. La argumentando en relación a algo subyacente,
cuestión nacional no puede enfrentarse exito- a la necesidad de cambio en la forma de las re-
samente sino como producto de esa heteroge- laciones políticas, que en su expresión actual
neidad. En ese sentido, el reconocimiento de parece tender a un sistema de opciones finales,
las identidades sociales y políticas en las di- donde el otro es un enemigo al que se derrota
ferencias constituye un requisito básico para o destruye, o con el cual se establece una rela-
que la sociedad se exprese democráticamente. ción instrumental. En realidad si no se termi-
Los que tienen que generar la dinámica de ese nan de superar estas relaciones también se está
intercambio tienen que ser los propios actores condicionando la expansión de la violencia.
sociales (incluido el Estado), y Bolivia resalta En este ciclo histórico más allá de notables
en el universo latinoamericano por sus gran- expresiones pactistas a nivel partidario, las
des experiencias de participación y de movi- formas de hacer política han tenido que ver
lización social. El problema tal vez consista más con el particularismo, la manipulación,
en que la lógica de esa participación y de esa el maximalismo, el clientelismo o el regateo
movilización tiene un carácter fragmentado, mercantil, que fueron afines con nuestra so-
particularista en términos reales, y muy a me- ciedad. Empero, en ella las relaciones sociales
nudo faccioso o corporativo, aunque en térmi- no están plenamente constituidas, a diferen-
nos formales unos y otros defiendan sistemas cia del paradigma europeo, norteamericano,
y valores universalistas. Se da entonces una no se trata de una sociedad tan preestablecida
dinámica de acción social de unos sectores so- que permite regulaciones repitiendo mecanis-
bre otros (en la búsqueda de hegemonía), es- mos y formas de comportamiento. En ese sen-
capándose la posibilidad de construir un con- tido, es importante que una discusión sobre la
senso intrasocietal respecto de metas básicas política y la función social de la misma per-
de funcionamiento de la sociedad o proyecto mita pensar posibilidades diferentes de “hacer
compartido por las mayorías. política” en el país.
710 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Como mencionamos ya hace algunos años no es simplemente un espacio de reafirmación


conjuntamente con Mario dos Santos, tal dis- de los actores sociales, sino un espacio de re-
cusión tendría tres dimensiones relevantes de construcción de los sujetos en sus metas y en
reforma política: en primer lugar, el compromi- sus intereses.
so nacional tiene que ser visto como un proce- El otro elemento que nos parece importante
so de intercambio entre actores sociales y po- es el rechazo a cualquier forma de autoritaris-
líticos capaz de movilizar sus identidades; en mo, sea de izquierda o de derecha comunita-
segundo lugar, exige relegar o reconvenir los rista o elitista, con lo cual se impone resolver
caminos rupturistas o maximalistas de trans- bien el problema de la representación y de la
formación social y, en tercer lugar, acentuar los participación, de las mediaciones entre socie-
contenidos éticos de la democracia. dad y Estado. Esto lleva a repensar los frustra-
En cuanto a lo primero, está relacionado dos intentos de establecer en el país sistemas
con una tesis sociológica, a saber, que las hegemónicos de una clase sobre el resto de
identidades de los sujetos sociales se cons- las clases (sea ésta el proletariado, sea ésta la
truyen y reconstruyen desde los otros, en re- burguesía), de una región sobre el resto de las
lación con otros, y fundamentalmente en el regiones, o de ciertas elites estatales sobre par-
contacto cara a cara. Si pensamos en la inte- tidos y fuerzas sociales y en definitiva a recon-
rrelación entre el movimiento campesino y el siderar el campo popular como un problema de
movimiento obrero, hay cierta experiencia en articulación.
cuanto a introducir problemas campesinos en En tercer lugar, se justifica una preocupa-
el mundo del pensamiento y la acción obrera ción por la instauración de reglas del juego
y viceversa. Hay relaciones básicas de inter- político que no determinen como única posibi-
comunicación entre ellos, fuera de las relacio- lidad de intercambio entre los sujetos políticos
nes de dominación a las cuales pueden estar y sociales una oposición de fines últimos: el
sometidos, pero tal vez esa interrelación por reconocimiento del otro como alguien legítimo
sí misma y en sí misma, a pesar de ser cen- reclama la presencia o la persistencia de valo-
tral, sea insuficiente ante la dinámica y las ca- res y de normas éticas en la democracia, pero
racterísticas tan heterogéneas de la sociedad también se reclama una crítica de la experien-
boliviana. Y un nuevo compromiso histórico cia histórica.
Entre el gobierno de los Diablos y el gobierno de los Ángeles 711

Por otra parte, y pese a lo dicho, también se- atraso tienen como límite una gobernabilidad
ría necesario valorar la negociación como es- sistemática progresiva (en los planos económi-
pacio de regateo o de intercambio de intereses, co y político) y esa gobernabilidad no resulta
práctica no ajena a la realidad boliviana. En la accesible sin reconstitución de identidades y
medida en que toda organización social es mul- de comportamientos. La acumulación de poder
tifuncional, la especialización en objetivos ex- social y político para transitar con éxito un ca-
clusivamente económicos no existe en ninguna mino de consolidación y profundización de la
de ellas, combinándose siempre en el accionar democracia requiere asumir de diferente ma-
intereses y propuestas de orden social, o sea nera responsabilidades sociales y nacionales
reivindicaciones económicas y objetivos políti- de los distintos actores, pues con ello tiene que
cos. Intereses y pasiones —en la terminología ver su capacidad de articulación.
de Hirschman— son ambos constitutivos de la Y quizá el problema del pacto, en este con-
realidad social. texto, no sea sino el de, a partir de agrupamien-
Si es cierto que todo proyecto de desarrollo tos fundados en intereses, lograr en un pro-
nacional requiere un núcleo de intercambio eco- ceso de intercambio político, que los actores
nómico, tecnológico, productivo y cultural autó- sociales y políticos, sobre todo estos últimos,
nomo, se deben valorar especialmente los pro- impulsen transformaciones en el plano de la
cesos de integración simbólica de la sociedad institucionalidad democrática, reinterpretando
como base de otros procesos de integración. Y en primer lugar la naturaleza de la legitimidad
retomando lo antedicho, tanto las negociacio- para incidir inmediatamente en la regulación
nes económicas como las políticas (entendidas de la economía.
ambas como manifestaciones de intercambio En síntesis la apuesta, en este lado de la ba-
político) pueden ser ocasión de integración sim- lanza, es muy clara, se trata de que se potencie
bólica. Esto no equivale, evidentemente, ni a la al máximo la capacidad política de la sociedad
anulación de los conflictos ni a la disolución de boliviana.
las identidades sociales y políticas; podría impli- Ahora bien, ¿qué pasa si esto no sucede? Es
car, sí, reconstitución de esas identidades. decir, si la dinámica de los actores y del Estado
La superación de las trabas al desarrollo se descompone y desinstitucionaliza y se tien-
propias de la situación de dependencia y de de a una fragmentación acelerada de conflictos
712 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

impulsada o acompañada por actos de violen- ras. Una de ellas es la violencia como parte an-
cia y terrorismo, fenómenos muy cercanos a titética de un movimiento o de un actor social.
ciertas tradiciones históricas, a la nueva lógica La acción terrorista es comúnmente vista
de ciertos intereses corporativos, a comunita- como pura acción irracional sobre la que se
rismos cerrados y muy especialmente al tema ejerce una crítica moral, pero el análisis socio-
coca-cocaína. lógico debe distinguir que en la acción terroris-
Sin tratar de especificar los rasgos históricos ta pura no hay reconocimiento orgánico de las
posibles de tal escenario negativo, en lo que si- relaciones sociales ni políticas y que ella pro-
gue del texto se tratará de plantear una serie duce una hiperconcentración de sentido de la
de argumentos sociológicos sobre los procesos acción, donde los actores son portadores de va-
que llevan a la violencia y al terrorismo. lores puros. Fenómenos estos que reproducen
En este sentido, estoy convencido de que al interior del actor una gran cohesión de valo-
una óptica teórica puede resultar particular- res y prácticas cerradas y que comprenden una
mente interesante no tanto para comprender percepción del otro en términos de enemigo y a
una posible situación futura, sino más bien la acción terrorista como un método. Allí la cer-
para prevenir las consecuencias societales de canía a la muerte y el uso de las armas le dan al
no plasmarse lógicas pactistas por procesos actor violento una gran coherencia axiológica.
económica y políticamente integradores. En Pero, ¿cómo nace una acción terrorista?
este marco desearía reconocer que el libro de ¿Cómo una demanda social se convierte en ac-
mi amigo Mitchel Wieviorka, citado al final del ción terrorista? Parece ser que se parte de un
texto, me resultó de especial utilidad. sentido social real que se instala en conflictos
verdaderos, pero que se deriva en ideologías
absolutas que pueden culminar en acciones te-
Dos rroristas. Fenómenos directamente dependien-
tes de la fortaleza o debilidad de los movimien-
Se parte de un supuesto sociólogo básico: que tos sociales y el dinamismo sociocultural.
la historia se hace en la sociedad y no a la in- En este sentido se podría perfectamente
versa y que el conjunto de acciones colectivas preguntar: ¿por qué la descomposición de los
conllevan multifacéticas y contradictorias ca- movimientos de protesta campesina, especial-
Entre el gobierno de los Diablos y el gobierno de los Ángeles 713

mnete de campesinos colonizadores podrían transforma en un principio antagónico de des-


llevar a la violencia en Bolivia? ¿Pueden las ac- trucción del otro que es percibido como una
ciones de coacción de las instituciones repre- identidad total: el Estado, el extranjero, etc. El
sivas, nacionales e internacionales, incidir en enemigo se objetiviza y concretiza.
el crecimiento de una cadena violentista? Las Respecto al principio de totalidad, que im-
mafias del narcotráfico, ¿podrán estar interesa- plica la creación de un campo de historicidad
das en tal dinamismo de una manera abierta y en el cual se oponen movimientos sociales con
expansiva? acción dirigente, deja de ser un campo de re-
La justificación central de la expansión de ferencia que alimenta proyectos históricos. Ya
la violencia radica en la predominancia de una no se trata aquí de dirigir y orientar la socie-
lógica política de sustitución de los actores so- dad sino que ella llegue al más allá imaginado,
ciales y políticos, es decir de la emergencia de utopías absolutas, mesiánicas como mitos an-
un anti actor social. En este sentido, la posible dinistas que se integran de una manera pura.
expansión de la violencia en el trópico bolivia- Todo o nada.
no sería una forma extrema de descomposición Sin embargo, también se producen transfor-
del movimiento campesino, pero sería también maciones en el seno de la producción societal.
producto de una inducción externa. Así, si los movimientos sociales en su mutua
Los principios de construcción de los mo- interrelación introducen valores y prácticas
vimientos campesinos se verían desdibujados socioculturales solidarias, que alimentan y
o rotos. Así el de identidad que define al actor valorizan la cotidianidad social y política. En
deja de constituir el elemento de referencia de cuanto antimovimientos tenderían al deterioro
la identidad social y pasa a ser una esencia so- del cotidiano y a la imposición generalizada de
cietal, una figura abstracta o mítica donde el una lógica inspirada en la violencia. Por ejem-
protagonista se expresa en base a principios plo un producto societal de las acciones vio-
más que como una fuerza social. Este fenóme- lentistas en el campo peruano en los tiempos
no lleva a la negación del otro en su diferen- de Sendero fue el retraimiento comunitario.
cia, traduciéndose en fenómenos de xenofobia, Única forma por lo demás de poder sobrevivir
“antioccidente”, racismo etc. Así, el principio que tenían los comunarios del llamado trapecio
de oposición frente a un adversario social se andino del Perú.
714 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Así en un antimovimiento social no existe demandas sociales. En este contexto parece


referencia a una relación social sino sólo a un pertinente un paréntesis para poder diferen-
sujeto transformándose de adversario en ene- ciar la acción revolucionaria del terrorismo de
migo que se objetiviza. En este sentido la no- extrema izquierda y de extrema derecha. La
ción de antimovimiento social es cercana a la acción revolucionaria, según Wieviorka, sería
de totalitarismo de la cual se alimenta. Lefort una combinación de violencia política genera-
dice que en el totalitarismo se oculta la noción da por la crisis del Estado y la acción social,
de institución de lo social oponiéndose mecá- que implica una unión del pueblo y la vanguar-
nicamente Estado y sociedad civil. El sindica- dia. Mientras que el terrorismo de extrema
to, el militante, el jefe, detentan el poder del sa- izquierda es la figura inversa pues se separa
ber; ellos controlan al campesino, al ingeniero, de toda acción de masas para instalarse sólo a
a la sociedad. nivel político y sólo se vincula con la sociedad
Los antimovimientos sociales no son homo- de manera voluntarista, artificial y estricta-
géneos ni entelequias preconfiguradas teleoló- mente ideológica. Por otra parte, el terroris-
gicamente, pueden tener diversos orígenes y mo de extrema derecha se refiere antes que
diversos resultados. Algunos pueden radicali- nada a una colectividad más corrientemente
zarse a la violencia terrorista y otros hacia la definida como una nación vapuleada por el
secta. Así las panteras negras y el movimiento exterior y amenazada por el interior que llama
carismático de M. L. King fueron partes de un al orden y a la grandeza del país. Esta acción
mismo fenómeno. Los movimientos islámicos tiende a sustituir de una manera muy volunta-
oscilarían entre un comunitarismo total y una rista a las elites desfallecientes, incapaces de
gran violencia hacia el exterior. Un antimovi- asegurar el desarrollo, o políticas y militares,
miento social sería el lugar de producción del impotentes frente al desorden interior o ante
terrorismo, pero no todo antimovimiento social la escena internacional. A diferencia de los re-
o acción violenta es sinónimo de terrorismo. volucionarios, los terroristas hablan poco de
La noción de violencia política es más com- tomar el Estado (fines y medios se confunden)
pleja que la de la violencia social, y hace rela- más bien se refieren a darle golpes al sistema,
ción a un conjunto de conductas políticas cuya tienen una autoimagen de pureza fantástica.
particularidad es la de estar alimentados por En ellos la noción del tiempo se absolutiza,
Entre el gobierno de los Diablos y el gobierno de los Ángeles 715

donde la violencia no es ofensiva sino contra- pesino, su relación con el Estado, el sistema
ofensiva y el presente continuo es ya el futuro: político y los procesos de desindustrialización
la muerte. y reconversión industrial, y más aún hoy en
Todo movimiento social tiene un lado lumi- día cuando se vive un momento de inflexión
noso que lo hace portador de un proyecto his- de la acción colectiva. ¿Es posible compren-
tórico y que responde a la clase dirigente bus- der la acción de Sendero Luminoso sin tomar
cando alternativas para la sociedad, sin embar- en cuenta la debilidad del movimiento obrero
go, también todo movimiento social tiene una y popular en el Perú?, o aún más, ¿se puede
cara oculta, defensiva, excluida más que do- entender el comunitarismo de Villa el Salva-
minada, alienada más que subordinada, enco- dor en Lima, sin hacer referencia a los acto-
lerizada más que portadora de un proyecto. El res mencionados? ¿O los ciclos de la violen-
movimiento obrero, durante cierto tiempo, vi- cia estatal, la guerrilla y el terrorismo en la
vió fuertemente estos antagonismos entre una Argentina sin tomar en cuenta la inflexión de
conciencia negociadora y otra corporativista. la acción colectiva? La moraleja pareciese ser
En este contexto la violencia no estuvo ausen- que allí donde se da una conciencia social, pro-
te de la acción colectiva. Hobsbawm habla de ducto de un sistema de actores sociales fuer-
luchas obreras violentas, de revueltas prepolí- tes y sistemas políticos abiertos no hay lugar
ticas que se dieron antes de que el movimiento para la emergencia de acciones violentas. Así,
obrero se organice, pero también nos habló de lo específico de un antimovimiento social es
la violencia de los bandidos. Ello implica tratar el desenganche del actor de una relación so-
de eliminar toda prenoción o prejuicio respec- cial de dominación en función de una distancia
to a las diferentes formas de acción violenta y o ruptura con el sistema de acción histórica.
al desafío analítico de descubrir sin supuestos Precisamente por todo esto existen condicio-
teleológicos las distintas racionalidades y alter- nantes serios para la expansión de la violencia
nativas en juego. en Bolivia y en América Latina.
Posiblemente uno de los parámetros más Hay tres caminos de acceso a la violencia y al
sugerentes para entender los distintos tipos de terrorismo: la descomposición del sistema po-
violencia en América Latina constituye el ni- lítico, la presencia de un Estado en crisis y los
vel de fortaleza del movimiento obrero y cam- juegos de intereses del sistema internacional.
716 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

La presencia de un sistema político cerrado violencia física legítima. Lugar de integración y


o en descomposición crea condiciones favora- represión, pero también de cambio. El Estado
bles a la emergencia de antimovimientos so- es también un actor atrapado en las relaciones
ciales. Esto se expresa fundamentalmente en internacionales, integrando, reprimiendo o
la crisis o en la debilidad de los mecanismos asegurando el cambio, él se define por su modo
de representación y participación política. “El de intervención frente a otros conjuntos socie-
sistema político, afirma Wieviorka, puede ser tales”. En este sentido el modo de intervención
definido por su autonomía en la cual los acto- del Estado es un condicionador clave de la
res producen estrategias, alianzas, calculan y emergencia o no de violencia. Cuando es dé-
pesan decisiones, y acceden o no al gobierno”. bil y organiza su dominio mediante la coacción
Pero, ¿qué pasa cuando este sistema no tiene crea condiciones para la emergencia de accio-
capacidad de reproducirse, de representar los nes violentas. Pero esto sólo se puede enten-
intereses de las relaciones sociales en juego y der en función de las articulaciones que llega a
la representación misma es cuestionada por establecer con los actores políticos y sociales.
la sociedad? Pues se crean condiciones para Asimismo, la descomposición estatal, aspecto
acciones violentas y de emergencia de antimo- no desligado del factor anterior, crea condicio-
vimientos sociales, fenómenos directamente nes para la emergencia de la violencia. Así el
relacionados con rupturas y fraccionamientos Estado fija las condiciones para el desarrollo o
políticos y con procesos de fragmentación y no de la violencia, sin embargo éstas no son sus
descomposición de los actores sociales. únicas fuentes aunque se apoya en ellas. Por
Así, la inestabilidad puede llegar a producir su parte el terrorismo se caracteriza por cues-
condiciones favorables para antimovimientos tionar el Estado y sus modos de intervención,
sociales y acciones violentas y terroristas, pero pero siempre el fenómeno de emergencia de
éstas se deben fundamentalmente a la debili- acciones violentas está relacionado con la des-
dad de la intermediación del sistema político composición de las relaciones sociales.
entre la sociedad y el Estado. La agudización de los conflictos en el siste-
En referencia al Estado, este puede ser en- ma internacional condiciona la emergencia de
tendido, según el mismo autor, “como un agen- la violencia y acciones terroristas, pero se hace
te de unificación de la sociedad y detentor de la necesario distinguir el juego del terrorismo in-
Entre el gobierno de los Diablos y el gobierno de los Ángeles 717

ternacional con la trama del sistema interna- escena internacional, es importante distinguir
cional. Hay muchas interpretaciones al respec- la vinculación entre la logica de la coacción y la
to, por ejemplo Raymond Aron distingue entre violencia a nivel internacional y la descomposi-
edad nuclear y edad terrorista, ambas asocia- ción de las relaciones sociales que las pueden
das a través de la noción de paz belicosa. Allí el alimentar. Así, es importante el análisis de la
desarrollo nuclear impediría la realización de violencia en relación a sus propias sociedades
conflictos entre las grandes potencias que se más que en relación a otros regímenes, pero
opondrían a través de terceros Estados o recu- muy especialmente es importante el análisis
rriendo al terrorismo, y por otro lado alimen- de los protagonistas concretos de la violencia
tarían el desarrollo de acciones terroristas. Al donde la acción internacional es adicional a
mismo tiempo los Estados totalitarios basados una cierta trayectoria interna.
en terror interno pueden prolongar su acción En síntesis, la creación de acciones terroris-
en la escena exterior. tas y/o violentas es el resultado de un conjun-
Por otro lado, la violencia también puede to complejo de relaciones y comportamientos
ser inducida por mafias internacionales, o “es- sociales, pero que tienen como eje central la
tados internacionales paralelos”, como es el crisis de los actores sociales y el desarrollo de
caso de la mafia de la cocaína, o también por antimovimientos.
políticas conspirativas y represivas por parte Para que se desarrolle la acción terrorista se
de agencias internacionalizadas de lucha con- debe lograr lo que Wieviorka llama momento de
tra el narcotráfico. En realidad en la medida inversión del antimovimiento social a la violen-
en que estas instituciones se autonomizan del cia y al terrorismo. Allí pierde sentido la acción
poder civil tienden a reproducir, conjuntamen- y paradójicamente se pasa a actuar en nom-
te con las lógicas mafiosas, un círculo vicioso bre del movimiento alejándose de él, lo que de
de violencia y terror. Es decir se trataría ya del suyo implica un constante y acelerado proceso
predominio de una lógica guerrera entre los ac- de afirmación fundamentalista y de desarrollo
tores terroristas y los represores que tienden a de los aspectos ocultos de los movimientos
multiplicar y complejizar este tipo de acciones. sociales, allí es cuando el grupo se apodera de
No obstante, más allá del reconocimiento de la totalización utópica. Psicológicamente esto
la importancia de la política conspirativa en la estaría relacionado con el fenómeno de la diso-
718 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

nancia cognitiva, que según Festinger se refiere ciedad, ambos rechazan la idea de un espacio
al proceso de preparación de una decisión en interno de debate abierto, es decir de una re-
base a la existencia simultánea de elementos presentación del poder como un lugar distinto
de conocimiento opuestos y que se resuelven de coexistencia conflictiva o no pero inapro-
en una decisión que elimina la disonancia. piable, es decir un sistema político democráti-
Las características mismas del terrorismo co en el que se expresen constantemente los
son distintas y es necesario distinguir por lo propios actores colectivos.
menos dos aspectos: aquel que percibe la ac- Los escenarios que acabo de narrar, como
ción terrorista como un método al servicio de mencioné al principio del artículo, no son más
una lucha que reposa sobre una colectividad que tipos ideales de comportamiento posible,
concreta que se reconoce en ella y que ve en que jamás corresponderán directamente con
la acción un instrumento coyuntural al servicio la realidad social. Empero permiten dilucidar
de fines (y acciones), y aquel que percibe di- una línea imaginaria posible en donde Bolivia
cha acción, más que como método, como una podría situarse. Ojalá el país esté más cerca
lógica de acción donde los medios y los fines de la primera figura. En gran medida esto de-
se confunden, al mismo tiempo que desaparece pende de la propia capacidad política de la so-
una base social legitimadora de referencia que ciedad boliviana y sobre todo de su inteligen-
sólo existe en la cabeza del actor. cia para desprenderse de una cultura conspi-
En gran medida la acción terrorista se ase- rativa y negadora del opositor especialmente
meja al fenómeno totalitario, ambos tienen una en la “clase política” y entre buena parte de
misma lógica para visualizar el Estado y la so- los intelectuales.
Bolivia
Un siglo de luchas sociales* **

Introducción mandas contra poderes que aparecían incon-


movibles y omnipotentes, como el de los ha-
Durante el siglo XX Bolivia resalta en la región cendados, el de las compañías mineras o el
latinoamericana por la intensidad de sus luchas de potencias internacionales (en este último
socio-políticas y socio-culturales. Tales luchas, caso, fueron famosas las luchas anti-imperia-
si bien han estado asociadas a los cambios y listas). A veces la oposición fue directa con-
conflictos que se dieron a nivel internacional, tra el poder económico y social, otras veces
han poseído una dinámica muy particular. La las oposiciones se mediatizaron enfrentando
fuerza de la sociedad boliviana, a través de sus al Estado y al Ejército; varias veces también
múltiples actores y variados movimientos so- el mismo Estado e incluso gobiernos de las
ciales, constituye probablemente el sello de la Fuerzas Armadas promovieron la organiza-
identidad nacional moderna. ción social popular, como las federaciones de
Los actores se han hecho en los conflictos, mineros y de campesinos en los 40 o la or-
en las oposiciones, en los deseos y en las de- ganización de los municipios locales en los
90. Las luchas casi siempre fueron muy per-
severantes y obsesivas, como aquélla de los
* Este trabajo fue publicado originalmente en el libro empresarios e intelectuales nacionales que
de Fernando Calderón Bolivia en el siglo XX: la forma-
ción de la Bolivia contemporánea 1999 (La Paz: Har-
aspiraban construir hornos de fundición en
vard Club de Bolivia). Oruro. A veces los resultados fueron exitosos
** Este es un texto de divulgación para estudiantes. y alegres, otras no, pero casi siempre el resul-
Si se desea profundizar, consúltese la bibliografía. El tado costó grandes sacrificios humanos. Por
texto es una síntesis de la misma. eso la historia de Bolivia moderna es también
720 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

una historia de dolor, de constancia, de san- 52 o en 1900, el cambio histórico fue tremen-
gre y de lágrimas. do. Asimismo, se trata de movimientos que si
Si bien los conflictos variaron en sus múlti- bien lograron modificaciones sustantivas en la
ples significados e intereses en el tiempo y en vida cotidiana de las gentes, sus orientaciones
el mismo espacio nacional, de alguna manera fundamentales estaban dirigidas a controlar o
ellos, por lo menos en el plano simbólico y a modificar el poder político del Estado. Preci-
pesar de importantes momentos de ruptura y samente por eso son sobre todo movimientos
de cambio brutal, guardan una cierta continui- socio-políticos
dad. El Katarismo de los 70 se hizo mirando a En este ensayo se hará énfasis en tales movi-
Zárate Willca, a la Normal de Warizata y a Tú- mientos tomando como referencia histórica ge-
pac Katari del siglo XVII. Los movimientistas neral los dos grandes ciclos de dominación que
pelearon admirando a Belzu, las feministas de vivió el país durante el presente siglo: el oligár-
los 90 miran a Bartolina Sisa y los obreros ja- quico y el del Estado patrimonial corporativo. El
más olvidaron a su propios héroes nacionales ensayo cabalmente parte de una breve narración
e internacionales. Parece que el legado cultural de los principales momentos de acción de estos
que dejan todas estas ricas experiencias es que actores y movimientos, para luego, en un segun-
sin memoria no es posible una nueva historia. do acápite, tratar de interpretar y caracterizar
Múltiples y variados han sido los actores que sociológicamente sus orientaciones principales.
incidieron activamente en las relaciones de po- Finalmente, como corolario, se plantea un nuevo
der o en su modificación; sin embargo, pocos escenario emergente tomando como referentes
han sido aquéllos que lograron transformarse básicos el nuevo dominio neoliberal, la globaliza-
en movimientos sociales históricos, es decir en ción y la democracia y, con ellos, un momento de
actores que incidieran decisivamente en la di- cambio histórico de los actores sociales.
rección de la nación boliviana además de tener
proyectos propios de sociedad. Son fundamen-
tales al respecto los movimientos étnico-cul- I. El poder oligárquico: 1900-1952
turales, los obreros-mineros y los regionales.
Aún más, cuando la fuerza de estos movimien- La dominación oligárquica fue constituída por
tos más o menos logró coincidir como en el una confluencia de intereses de terratenientes
Bolivia721

y comerciantes del occidente del país con em- de las elites regionales paceñas, es decir el po-
presarios mineros de origen nacional, que ope- der de terratenientes, mineros, comerciantes
raban como empresas transnacionales vincula- e intelectuales, que además de estructurar la
das al capitalismo europeo y norteamericano, dominación interna se vincularon con el mun-
y sectores medios tradicionales, civiles y mili- do exterior.
tares, que organizaban y mediaban las relacio- Los liberales paceños, aunque de manera
nes políticas entre el Estado y la sociedad. Se restringida, le dieron al país una dimensión na-
trataba, además, de un poder jerárquico de ca- cional tanto a través de políticas de integración
rácter señorial que de distintas formas no sólo educativa, militar y laica, como de posiciona-
explotaba socialmente, sino también discrimi- mineto minero en el mercado internacional. El
naba y menospreciaba a las mayorías indígenas movimiento de Zárate Willca colocó como un
y mestizas del país. tema nacional de primera magnitud a la cues-
El ciclo oligárquico se inició con los liberales tión indígena-campesina.
a principios de siglo y luego de fuertes conflic- La rebelión de Zárate Willca, orientada a
tos y crisis derivadas de la gran depresión eco- transformar las relaciones serviles en las ha-
nómica mundial de 1929 y la guerra del Chaco ciendas y a recuperar las tierras de comunidad
entre en proceso de descomposición. Los con- expropiadas bajo el gobierno de Melgarejo, fue
flictos y las luchas obreras y campesinas de la utilizada por los liberales en su lucha regional
década del 40 fueron ya parte del proceso de la contra los Federalistas. Cuando los liberales
Revolución Nacional. tomaron el poder, el movimiento indígena fue
La confluencia de las luchas aymaras y de aniquilado, pero no murió. Efectivamente, la
los liberales paceños a fines del siglo pasado y historiografía registra más de 40 levantamien-
a principios de éste, con la derrota a las fuer- tos campesinos entre 1901 y 1918 en todo el
zas chuquisaqueñas y potosinas, marcó la can- territorio nacional y no sólo de aymaras, sino
cha del orden político institucional y cultural también de campesinos quechuas y de indíge-
del país estos últimos 100 años. Desde ese nas choritis, tapiates y tobas en el Chaco bo-
entonces, un poder estatal relativamente cen- liviano. En realidad, el período liberal estuvo
tralista está ubicado en la ciudad de La Paz, plagado de luchas campesinas e indígenas
expresando, sobre todo hasta los 50, el poder en todo el territorio nacional. Estos levanta-
722 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

mientos también se dieron en la década del aéreos y la más brutal represión. La Revolu-
20, sobresaliendo los levantamientos de Jesús ción Nacional y la posterior Reforma Agraria
de Machaca en 1921 y de Cayanta el 27, que no pueden ser comprendidas sino como parte
incluso se prolongaron hasta la misma guerra de este proceso histórico.
del Chaco. Se trataba de luchas, a veces muy Bolivia se incorporó al mercado mundial a
crueles, que aspiraban modificar las relaciones principios del siglo mediante la producción de
sociales y económicas impuestas por los terra- estaño. Este se obtenía a través de actividades
tenientes. Lo notable es que en medio de estos primarias controladas desde afuera del país. La
conflictos, que incluían crueles formas de dis- actividad minera fue el núcleo del poder oli-
criminación social, se desarrolló el movimien- gárquico, pues logró hegemonizar la economía
to educativo de Warisata. Este constituyó una nacional, subordinar las formas de explotación
notable experiencia moderna que vinculaba el de la tierra a través del sistema de hacienda e
desarrollo de la cultura aymara al contexto na- impulsar las formas embrionarias de industria-
cional boliviano. lización urbana.
Después de la guerra del Chaco las luchas Tres grandes empresas mineras de origen
campesinas se focalizaron en Cochabamba. nacional, la Patiño, la Aramayo y la Hoschild
Allí fueron célebres las luchas y demandas de Mines, fueron absorbidas por la dinámica de las
los piqueros contra los hacendados y el Estado economías centrales y constituyeron verdade-
para instaurar sindicatos campesinos. Más ade- ros consorcios internacionales de las acciones
lante, ya en la década del 40, conjuntamente y el poder norteamericano, inglés y suizo, con
con múltiples movilizaciones sociales, sobresa- un control de la producción, el refinamiento y
lieron las demandas campesinas en todo el país la distribución del estaño a nivel mundial. Es-
para participar en el Primer Congreso Indigenal tos procesos de producción, si bien se susten-
promovido por el Coronel Gualberto Villarroel, taron en importantes avances tecnológicos, se
como muy especialmente la rebelión liderada desarrollaron en base a altos niveles de explo-
por el gran Hilarión Grájeda en la provincia de tación de la fuerza de trabajo que, combinados
Ayopaya en Cochabamba, donde campesinos con una racionalidad burocrática empresarial
quemaron haciendas y controlaron el territorio moderna y un orden político represivo, conso-
local que sólo fue recuperado por bombardeos lidaron la dominación en el país.
Bolivia723

Los obreros mineros constituyeron el grupo taponían una visión del mundo propiamente
social probablemente más moderno y com- minera, con tradiciones y rituales andinos
bativo de la sociedad boliviana. Ellos se de- que reforzaban no solamente una visión radi-
sarrollaron en función de una oposición y lu- calizada del mundo, sino también una fuerte
cha contra el poder minero transnacional y el identificación colectiva indígena y mestiza.
Estado y supieron proyectar y concatenar sus Seguramente, el encuentro de perforadoras
intereses sociales nacionales con los del mo- inglesas con el “Tío” simbolizan la fuerza de
vimiento obrero internacional. Incluso no es esta cultura política, que percibía al resto de
exagerado señalar que el mismo movimiento la sociedad, y sobre todo al Estado, como dis-
obrero mundial tiene en los mineros bolivia- tantes, atrasados, ajenos y amenazadores.
nos uno de sus protagonistas más combativos La acción minera moderna prácticamente
y representativos. se inició con la huelga en la mina de Animas
En el corazón de toda su actividad anidó en 1912 por la jornada de ocho horas de tra-
el sindicato. Este fue una creación colectiva bajo y la organización de asociaciones de so-
y contractual de los mineros, que en el caso corros mutuos. Hasta la guerra del Chaco, el
boliviano expresó también una especie de movimiento obrero fue de tipo corporativista
auto-gobierno local. Desde allí pretendió ne- y se expresó en sindicatos puramente reivin-
gociar o enfrentarse con las clases dominan- dicativos, mediante la formación de mutua-
tes o dirigentes. les y asociaciones, cuyo objetivo era lograr
Los mineros forjaron una identidad cultu- una legislación proteccionista en las relacio-
ral muy particular; ésta puede ser caracteriza- nes de trabajo.
da tanto por el tipo de vida en el campamen- Sin embargo, progresivamente se desa-
to (company towns), regida por relaciones rrollaron organizaciones y federaciones sec-
primarias “cara a cara” y con un alto grado toriales y nacionales que, en general, repro-
de solidaridad de grupo, como por compor- dujeron las pugnas marxistas-anarquistas y
tamientos industriales modernos típicos de marxistas entre sí, tal como ocurría en otros
empresas capitalistas avanzadas para ese en- países latinoamericanos. La organización sin-
tonces. Esta identidad también se hacía en dical fue el escenario del inicio de las prác-
una cultura de socavones, en la que se yux- ticas partidarias y de las divisiones político-
724 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ideológicas que se originaban sobre todo en en Filipinas. Incluso movimientos claramente


conflictos externos. fascistas, como Falange Socialista Boliviana
La acción minera fue decisiva en la consti- (FSB), fundado en 1937, se hicieron bajo una
tución del imaginario político nacional forja- influencia popular anti-imperialista.
do en las décadas del 30 y del 40. No es casual Para complementar el panorama de este
que tanto las rebeliones mineras sofocadas medio siglo, vale la pena mencionar muy bre-
con cruentas masacres por parte de los go- vemente la situación de los empresarios indus-
biernos represivos de turno, como las formi- triales, de los obreros y de los sectores medios.
dables tesis políticas de Pulacayo, trostquis- A partir de 1910 se instalaron varias indus-
tas, y de Colquiri, nacionalista, hayan influido trias, sobre todo en la ciudad de La Paz. Entre
en la vida política nacional por más de 40 años ellas destacan las fábricas de cervezas, em-
y se hayan constituído en referentes obligato- butidos y tabaco y, más tarde, las de textiles
rios en la formación de partidos políticos que Forno, Said y Soligno; estas últimas incluso
desde entonces están presentes en el sistema reinvirtieron en Chile y Argentina, fortalecien-
político nacional. do el desarrollo industrial de esos países. Pro-
El Movimiento Nacionalista Revoluciona- bablemente, la estrechez del mercado interno,
rio (MNR), principal fuerza política del país el dominio de una economía primario-exporta-
desde ese entonces, se formó mirando y pro- dora y el peso de grandes casas importadoras
moviendo la acción obrera. Por ejemplo, la limitaron el desarrollo industrial nacional. En
masacre de Catavi en 1942 fue un referente este sentido, la fuerza empresarial boliviana,
fundamental de la identidad de ese partido; cé- a pesar de encomiables esfuerzos, fue muy li-
lebre fue al respecto la denuncia que pronun- mitada y su peso en el sistema de decisiones
ció Paz Estenssoro sobre esta masacre ante el políticas secundario.
Congreso Nacional. Bajo la misma influencia Este fenómeno no sucedió respecto de los
se desarrollaron el Partido de Izquierda Re- pequeños grupos de obreros industriales; éstos
volucionaria (PIR), de influencia marxista es- vieron fagocitada su influencia política tanto
talinista, y el Partido Obrero Revolucionario por la acción minera y de los partidos de iz-
(POR), de orientación trostquista fundado en quierda como por la fuerza popular de artesa-
la primera reunión de la Cuarta Internacional nos y grupos urbanos marginales. En este con-
Bolivia725

texto fueron muy importantes en la caída del se dio en los campos de batalla y las peripe-
régimen oligárquico varias luchas fabriles y po- cias que la acompañaron, emergieron nuevos
pulares urbanas, como, por ejemplo, los famo- grupos medios militares y civiles que cuestio-
sos paros y luchas en las zonas de Villa Victoria naron seriamente el poder oligárquico. Los ac-
y Achachicala en La Paz. En la misma ruptura tores más significativos fueron los gobiernos
revolucionaria del 9 de Abril de 1952, los obre- militares de Toro, Busch y Villarroel. Este úl-
ros y los grupos populares urbanos paceños y timo, como parte de la logia militar “Razón de
los mineros de Oruro constituyeron la fuerza Patria” (Radepa), jugó un papel importante en
principal que derrotó al Gobierno y al Ejército. la organización popular y en el cuestionamien-
Por otra parte, en la conformación de la do- to del poder oligárquico. Entre sus acciones
minación oligárquica las capas medias jugaron se destacan la promoción del Primer Congre-
un rol importante. Estas capas mediadoras en- so Indigenal, la abolición del pongueaje y la
tre el poder económico de los empresarios mi- promoción de la fundación de la poderosa Fe-
neros y de los terratenientes y la débil sociedad deración de Trabajadores Mineros de Bolivia
civil boliviana ejercieron el dominio político y (FSTMB) y, desde entonces existió, en deter-
administrativo de la nación. La política estatal minadas circunstancias históricas, una curiosa
se nutrió de las ideas y prácticas de estos gru- conexión entre militares nacionalistas y mine-
pos medios. Ellos no sólo se encargaban de la ros sindicalizados.
administración estatal, sino que también otor- Finalmente, vale la pena mencionar que los
gaban la legitimidad electoral a los gobiernos nuevos sectores medios, no ajenos al proce-
liberales y republicanos de la época. so de mestizaje que vivía la nación, fueron los
Claro está que el comportamiento de los principales promotores políticos e ideológicos
grupos medios no se vinculó exclusivamente de los nuevos partidos políticos que se confor-
al poder, también estas capas promovieron maron en la década del 40. El MNR, principal
importantes movimientos estudiantiles e in- fuerza política, fue un movimiento pluriclasista
telectuales de protesta que cuestionaron el liderado por estos nuevos sectores medios que
poder central tanto en La Paz como en otras emergieron de la guerra del Chaco. Quizás por
ciudades y regiones del país. Sin embargo, con todo esto el MNR reivindicaba a la raza indo-
la guerra del Chaco y la integración social que mestiza como crisol de la nacionalidad.
726 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

En un país con conformaciones socio-cultu- en sus célebres novelas a Busch y a Villarroel.


rales y regionales heterogéneas, con luchas so- Incluso, uno legítimamente puede preguntarse
ciales fuertes y débiles instituciones políticas si el destino de la revolución hubiese sido el
como Bolivia, necesariamente se desarrollaron mismo si Germán Busch hubiera vivido.
caudillos peculiares y extraños, caudillos cu- Pero no sólo de poderosos se hace la his-
yas personalidades y experiencias de vida le toria. Los diversos líderes regionales o secto-
dieron a las luchas, a los actores y a los mo- riales también jugaron un increíble papel. La
vimientos rasgos particulares. Es imposible entrega a una causa y la tragedia de Hilarión
entender la dinámica de los movimientos ana- Grájeda quizás sólo se justifica por el triunfo de
lizados sin auscultar el papel que jugaron tales la Reforma Agraria. María Barzola es más que
líderes. Las personalidades de Montes o Zárate un símbolo; fue una mujer minera concreta que
Willca son únicas. Sólo un místico de la educa- murió reclamando por un mendrugo de pan. En
ción como Elizardo Pérez y un aymara perse- fin, como mencionó Pablo Neruda: “detrás de
verante como Siñani pudieron crear Warisata. los libertadores estaba Juan”. Y en Bolivia los
¿Cómo entender, por ejemplo, al movimiento héroes anónimos de las múltiples luchas breve-
obrero sin la personalidad carismática y astuta mente narradas fueron muchos.
de Juan Lechin Oquendo y su envidiable don
de escuchar a las gentes, especialmente a los
más humildes? El mismo MNR jamás podrá II. El ciclo patrimonial-corporati-
ser comprendido sin el carácter maquiavélico vo: 1952-1985
y el don de mando de Paz Estenssoro, o sin esa
personalidad curiosa que combinaba humildad Existen tres hitos históricos que organizan este
con valentía de Hernán Siles, o sin el arrojo de nuevo ciclo de dominación: la Revolución Na-
Ñuflo Chávez, o sin la obsesión teórica de Wal- cional propiamente tal, el régimen autoritario y
ter Guevara. ¿Cómo pues comprender la místi- el proceso democrático.
ca revolucionaria que dio origen a la revolución La Revolución Nacional fue una alianza
nacional sin la magia misteriosa del “Dictador pluri-social liderada por el MNR que introdujo
suicida” o sin la bondad luminosa de “El Presi- cambios profundos en la sociedad boliviana y
dente colgado”, como los denominó Céspedes en la proyección de Bolivia en el mundo. Tam-
Bolivia727

bién posibilitó una nueva estructura de domi- urbanos tierras y lotes, la Reforma Educativa
nación, la del Estado patrimonialista-corpora- que produjo un extraordinario dinamismo de
tivo. La revolución fue un cambio de unas cla- alfabetización, y el voto universal que recono-
ses y grupos por otros en el poder del Estado ció la ciudadanía política para la inmensa ma-
y en las principales actividades de la economía. yoría nacional.
La revolución no fue lineal, ni siquiera previs- Sin embargo, tales cambios son impensables
ta; ella vivió un proceso ambiguo y complejo sin la fuerza de los actores sociales y sobre
pleno de contradicciones, conflictos e incer- todo sin el amplio, rico y complejo dinamismo
tidumbres, en el que asumir unas opciones y de organización y participación la misma revo-
no otras produjo determinadas consecuencias lución suscitó: más de 650.000 obreros y cam-
que a la larga estructuraron el curso de la vida pesinos se organizaron en sindicatos, 60.000
nacional. La historia la hacen los actores y sus trabajadores del campo y de la ciudad estaban
líderes en circunstancias particulares; en este organizados en milicias. Cientos de Comités
caso, circunstancias de una tremenda concen- de Abastecimiento organizaban la distribución
tración de conflictos e intereses en las que el de los alimentos a escala local. El papel de un
papel y la presión de la política norteamericana movimiento de mujeres emenerristas, llama-
en un contexto de guerra fría fue crucial; de ahí das Barzolas, fue crucial tanto en la organiza-
el carácter social y anti-imperialista de la revo- ción de la distribución de alimentos como en
lución y del MNR, por lo menos a nivel ideoló- el mantenimiento de un orden urbano autori-
gico y en sus primeros años. tario común a este tipo de cambios radicales.
A un nivel más conocido, la revolución in- A nivel obrero, no sólo se fundó la poderosa
trodujo una serie de reformas fundamentales Central Obrera Boliviana (COB), sino que se
en la realidad nacional que modificaron las ba- desarrollaron formas inéditas en latinoamérica
ses mismas de la sociedad; entre ellas se des- de participación obrera, como el control obre-
tacan la nacionalización de las minas que creó ro en las minas nacionalizadas o el co-gobierno
empresas estatales, la Reforma Agraria que con el poder obrero en tres ministerios. La re-
distribuyó tierras entre los campesinos y posi- volución boliviana fue única en la historia de la
bilitó la extensión del minifundio, la Reforma región y sólo es comparable en su magnitud a
Urbana que entregó a los sectores populares la mexicana o a la cubana.
728 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

El proyecto nacionalista fue cultural y po- mente, el núcleo de las actividades económicas
líticamente homogeneizador y, en ese senti- estaba en manos de empresas y corporaciones
do, profundamente autoritario, pues solo se estatales que funcionaban en base a “anillos o
aceptaban, y no siempre, diferencias que se roscas” burocráticas de poder. El Estado orga-
daban al interior del partido de gobierno. Allí nizó sus relaciones con la sociedad en base a
lo social y lo político estaban profundamente relaciones burocrático-clientelares, a través
entremezclados. de las cuales se otorgaban cargos y prebendas
El MNR privilegió la construcción nacional a cambio de legitimidad o apoyo político. En
sobre la construcción democrática y buscó este marco, el poder del Ejecutivo fue crucial,
combinar metas de modernización socio-eco- pues allí se concentraran las decisiones; de ahí
nómica con procesos de integración territorial el peso fundamental del caudillo o del jefe. Un
y de ampliación de la ciudadanía social, sin lo- jefe del partido cínicamente comentaba años
grar empero, por el faccionalismo ascendente después que la derrota de la revolución se ex-
en su mismo seno, transformar el cambio polí- plicaba porque el partido tenía 200.000 militan-
tico en un cambio institucional sólido que pro- tes y sólo había 100.000 puestos. Ciertamente,
moviese un desarrollo nacional sostenible en el MNR miró constantemente en el espejo lati-
el tiempo y entre las nuevas generaciones que noamericano al PRI mexicano.
emergieron del cambio revolucionario. El Estado fue entonces el nuevo eje de la
La revolución cambió a todos, incluso a los vida socio-económica y política de la nación
que se opusieron e ella, y desde ese entonces y también el referente principal de los nuevos
los bolivianos, a pesar de varios intentos de conflictos sociales. Además, el Estado prácti-
restauración señorial, no volvieron más a ser camente monopolizó las relaciones económi-
los mismos, ni podrán hacer otra cosa que no cas con el exterior y con ello fue también el
retome lo que la revolución hizo de ellos, in- puente con la dominación externa. Este nuevo
cluso si se desea ser, lo que puede ser legítimo, Estado corporativo y patrimonialista tuvo, en
neoliberales. general, dos grandes orientaciones políticas
El nuevo poder que al final la revolución creó nacionalistas. Algunas veces, como bajo el go-
reposaba en una nueva estructura socio-econó- bierno de Ovando y Torres, por ejemplo, tuvo
mica y política de carácter estatal. Efectiva- un carácter más progresista y distribucionista,
Bolivia729

otras, más autoritario y conservador, como en gionalista cruceñista que se convirtió progresi-
los casos del General Barrientos y del General vamente en un parámetro de referencia en la
Banzer durante los 70, pero siempre fue el pa- reemergencia de nuevos actores regionales que
rámetro de referencia de los distintos compor- ocuparon un lugar destacado a lo largo de todo
tamientos colectivos. el país las siguientes décadas. Los movimien-
La instalación de un nuevo orden militar au- tos regionales se expandieron en función de las
toritario estuvo asociada con un intenso dina- desigualdades del proceso de desarrollo, de las
mismo de faccionalismo y de crisis moral del diferentes concentraciones de poder territorial
MNR y de los actores populares, llegando in- y de la participación diferenciada de las regio-
cluso a fases de enfrentamiento violento. Qui- nes en la asignación de los recursos estatales.
zás, el caso más grave fue la guerra civil entre El desarrollo en el oriente se basó en los re-
campesinos en el Valle Alto de Cochabamba, cursos naturales de la región, en las inversiones
conocida como la Champa Guerra, pero tam- durante la Revolución Nacional y en la fuerza
bién en el seno del movimiento minero se vi- del movimiento cruceñista. Este movimiento,
vieron momentos de sangre y fuego entre di- a pesar del apoyo económico proveniente del
versos grupos políticos. Al decir de Sergio Al- Estado que tuvo la región, se enfrentó a aquél
maraz Paz, uno de los más lúcidos analistas del por las regalías del petróleo y por otros temas
52: “Se vivía el tiempo de las cosas pequeñas, de poder. Durante las décadas posteriores a la
una crisis moral corroía todo” y, así, la Revolu- revolución, el movimiento se fortaleció, unas
ción Nacional fue derrotada en noviembre de veces, respaldando decididamente a regíme-
1964 con una mínima y escuálida defensa de nes autoritarios, como en el caso del Gobierno
un reducido grupo de milicianos en el cerro de del General Banzer durante los 70, otras ve-
Laikakota de La Paz. “Laikakota -decía Almaraz ces, apoyando el proceso de democratización,
Paz- cementerio de tercera clase para una revo- como a principios de los 80.
lución arrodillada”. El movimiento campesino se fue subordi-
Si en el occidente del país el primer momen- nando al Estado de manera creciente a través
to del régimen del General Barrientos fue de del denominado “Pacto Militar-Campesino”. Se
confusión y orfandad de los actores populares, estructuró un complejo sistema de redes clien-
en el oriente se fortaleció un movimiento re- telares entre dirigentes campesinos, naciona-
730 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

les y locales, con las Fuerzas Armadas. Este (CSUTCB), que logró articular, a partir del
sistema fue viable gracias al formidable caris- paradigma katarista, al conjunto de los cam-
ma del General Barrientos y su rol pacificador pesinos del país, y empezó un nuevo tipo de
en el Valle Alto de Cochabamba. Fue recién en vinculación, no sin contradicciones, con el
la década del 70 que esto cambió definitiva- movimiento obrero en el período de la Unidad
mente, pues se empezó a crear una creciente Democrática y Popular (UDP).
unidad y autonomía campesina en oposición al El movimiento obrero se recuperó en 1967
régimen autoritario. y reinició un proceso de luchas y oposiciones
El eje de los conflictos se desplazó entonces brutales contra el autoritarismo militar. Se
al Altiplano y al mundo aymara, aunque es in- trataba, esta vez, de un movimiento con orien-
negable que las masacres de Tolata y Epizana, taciones socialistas muy vinculado a los pro-
como respuesta a la protesta campesina por un cesos ideológicos y políticos radicales a nivel
alza de precios decretada por el gobierno mili- internacional. El punto culminante fue en 1971
tar, afectaron a todo el imaginario campesino y con el desarrollo de la Asamblea Popular. Este
alimentaron la acción rebelde. En los 70 emer- movimiento se alió con un movimiento estu-
gió un liderazgo aymara que se construyó en diantil altamente radicalizado y tampoco fue
base a identidades y proyectos étnico-cultura- ajeno al movimiento guerrillero que actuó en el
les, anti-coloniales y de orientación campesina. país a fines de la década del 60 y que se identi-
Nuevamente, lo comunitario fue colocado en la ficaba ideológicamente con la Revolución Cu-
escena política nacional. El movimiento no so- bana y con la figura heroica del Che Guevara.
lamente criticaba las nuevas formas de domi- En noviembre de 1982 el General Vildoso
nación en el mercado y el papel excluyente del Calderón reconoció la legitimidad de las elec-
Estado, sino que también progresivamente fue ciones de 1980 y se inició el nuevo ciclo demo-
planteando metas de construcción de un nuevo crático sin interrupciones hasta los presentes
tipo de sociedad basada en la autonomía y la días. Momentos decisivos de las luchas so-
liberación campesinas. ciales y políticas que iniciaron el proceso de-
Este dinamismo culminó con el estable- mocrático fueron, entre otros, las luchas, los
cimiento de la Confederación Sindical Uni- paros y las huelgas de los mineros y, muy espe-
ca de Trabajadores Campesinos de Bolivia cialmente, las gestas heroicas de los Comités
Bolivia731

de Amas de Casa mineras. La resistencia en cracia. Sobre estos hombres también descansó
las calles de La Paz contra el golpe de Natush el posterior curso del nuevo régimen.
Busch y sus aliados (tan bien retratada por Al gobierno de la alianza centro-izquierdista
René Zabaleta en Las masas en noviembre), de la Unidad Democrática y Popular (UDP) le
la rebelión de jóvenes militares contra García tocó iniciar, desde el 10 de octubre de 1982, un
Mesa y las marchas fabriles en Cochabamba, doble proceso de transición que vivió la socie-
el sacrifico de heroicos jóvenes miristas y de dad boliviana. Por una parte, en el plano polí-
otras organizaciones de izquierda, la posición tico y luego económico, la descomposición del
crítica de los Comités Cívicos Regionales en ciclo patrimonial-corporativo, condición nece-
todo el país, la huelga general de mineros de saria para el posterior período de la denomi-
Huanuni y la adhesión de Juntas de Vecinos, nada economía de mercado , por otra parte, la
organizaciones empresariales, sectores me- transición hacia una democracia institucional
dios, etc., todas ellas posibilitaron la caída de y de partidos.
la dictadura y el proceso de transición a la de- Tales transiciones estuvieron en ambos pla-
mocracia. En síntesis, la democracia en Boli- nos plagadas de conflictos y movilizaciones. El
via, a diferencia de varios otros casos en Amé- Centro de Estudios de la Realidad Económica y
rica Latina, fue en lo fundamental el resultado Social (CERES), observó entre 1982 y 1985 un
de la lucha popular. total de 2300? eventos conflictivos. En su mayor
En ese largo período de dictaduras y de una parte fueron conflictos contra el Estado y en fun-
cultura autoritaria y conspirativa común a los ción de reivindicaciones socio-económicas. El
distintos grupos sociales en pugna, también se resultado fue una tremenda crisis de gobernabi-
desarrollaron nuevos liderazgos políticos y so- lidad expresada en una desagregación acelerada
ciales sin los cuales se hacen incomprensibles de conflictos y de fuertes antinomias en el mismo
las características de las luchas sociales y po- aparato del Estado. Parece que las fuerzas socia-
líticas en el período. Ejemplos de estos líderes les y políticas de izquierda no lograron compati-
son: Camargo en las minas, Genaro Flores en el bilizar su capacidad de crítica y oposición contra
campo, Domitila Chungara entre las mujeres, las dictaduras con una buena gestión de gobier-
Marcelo Quiroga en la política, Luis Espinal en no que potencializara la estabilidad democrática.
lo cultural y tantos otros mártires de la demo- Claro que esto es compresible si se piensa que
732 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

con la llegada de la democracia también arribó El nuevo gobierno del MNR, en alianza con
una explosión de demandas sociales que otrora ADN y bajo la influencia del FMI y el Banco
estuvieron postergadas por los regímenes auto- Mundial, inició una serie de políticas de ajuste
ritarios. Sin embargo, el costo fue un deterioro y de reestructuración económica e institucio-
creciente de la economía. El Presidente Siles, nal de corte neoliberal que continuaron y se
particularmente, y el gobierno de la UDP, crista- profundizaron bajo los gobiernos de Paz Zamo-
lizó mejor que nadie este drama. Curioso destino ra y de Sánchez de Lozada. Los partidos políti-
el de este honesto líder del 52 a quien le tocó ad- cos se convirtieron en los protagonistas princi-
ministrar gobiernos en medio del caos. pales de la democracia y un complejo sistema
Bajo el gobierno de la UDP acabó la cultu- de alianzas partidarias, si bien le dio gobernabi-
ra política del enfrentamiento heroico, de los lidad instrumental al régimen, también le restó
fines últimos de los conflictos antagónicos en- legitimidad social. Y así terminó todo un ciclo
tre las Fuerzas Armadas y la FSTMB y de los histórico iniciado a principios de siglo. El nue-
grandes movimientos históricos. Estos no últi- vo siglo XXI plantea nuevos desafíos, empero,
mos lograron definir en el plano del poder esa que tendrán que revisar necesariamente la ex-
vinculación, creativa y genuina boliviana, en- periencia histórica aquí narrada.
tre formas de acción y de auto-representación En lo que sigue se tratará de plantear una so-
socio-cultural directa y la democracia institu- mera interpretación sociológica sobre las orien-
cional representativa, dejando quizás el tema taciones, oposiciones e identidades de los tres
pendiente para el futuro... movimientos fundamentales de este siglo en Bo-
1985 fue el inicio de un nuevo período na- livia: el movimiento obrero, los movimientos ét-
cional. El dominio patrimonial-corporativo no nico-culturales-campesinos y los regionalistas.
se podía reproducir ni por motivos internos,
como lo demostró la crisis del gobierno de la
UDP, ni por motivos externos, dados por los Iii. Movimientos y actores sociales
procesos de reestructuración y globalización
de la economía y de la política a nivel mundial. Históricamente, los movimientos sociales han
También había caído, a una velocidad inusita- jugado un papel fundamental en el proceso
da, el muro de Berlín. de constitución de la sociedad boliviana, una
Bolivia733

sociedad compleja caracterizada, en primer der del estado corporativo. No fueron ajenas
lugar, por la heterogeneidad de las relaciones tampoco las luchas contra potencias extranje-
económico-sociales, es decir, por la coexisten- ras; por eso también las luchas, especialmente
cia de relaciones industriales, artesanales y obreras, tuvieron un marcado carácter anti-
comerciales y de economías campesinas fami- imperialista.
liares y comunitarias, que tuvieron diferentes
expresiones en el campo político; en segundo El movimiento obrero
lugar, por la acentuada pluralidad cultural,
pues se trata de una sociedad en la que convi- En los últimos 50 años, el movimiento obrero
ven la cultura occidental, industrial y cristiana, se desenvolvió en el marco de proyectos políti-
con las culturas aymaras, quechuas y tupigua- cos diferentes: un proyecto nacional-revolucio-
raníes; y, en tercer lugar, por las profundas des- nario, uno socialista y otro democrático.
igualdades regionales producto de modelos de Estos tres proyectos, que se desarrollaron
desarrollo diversos basados en las particulari- en tres situaciones distintas, nos permiten re-
dades socio-geográficas. flexionar acerca de los rasgos más importantes
Como resultado de este marco social, se del movimiento minero boliviano: durante la
desarrolló un espectro multifacético de mo- revolución de 1952, su participación en un pro-
vimientos sociales que se han constituído ceso de intensa lucha contra el Estado oligár-
cuestionando y demandando al Estado. Estos quico, lo llevó a formar parte en la nueva ins-
movimientos no sólo han estado presentes en titucionalidad revolucionaria; durante la crisis
distintos momentos de crisis y de definición de de fines de la década del 60, su influencia quedó
la sociedad, en los innumerables conflictos y demostrada con la formulación de un proyecto
luchas, sino también en la memoria colectiva. socialista de una Asamblea Popular, en 1971;
Asimismo, el Estado, además de ser el prin- y durante la apertura democrática, iniciada en
cipal opositor referente, también ha sido un 1978, su acción fue definitiva para la recupera-
interlocutor permanente, asumiendo una acti- ción de este régimen.
tud conservadora para mantener el statu quo Conviene destacar dos rasgos estructurales
político. Así, se pasó de oposiciones contra el en el comportamiento minero. En primer lu-
poder oligárquico a oposiciones contra el po- gar, su carácter de “masa aislada”, en cuanto
734 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

los campamentos mineros constituyeron con- En este sentido, la relación entre los sindica-
glomerados modernos que vivían relativamen- tos obreros y los partidos políticos fue peculiar
te separados del resto del país y en donde se y se caracterizó por la confusión de roles entre
construyó una alta conciencia y practica de so- los sindicatos y los partidos, siendo la acción
lidaridad entre sus miembros en base a relacio- sindical dominante.
nes primarias y afectivas y en segundo lugar, se El proceso de lucha popular dirigido por el
desarrolló un sindicato revolucionario, no solo MNR se agudizó durante el sexenio anterior al
en términos de su auto representación política 52, con enfrentamientos, huelgas, movilizacio-
en la escena nacional sino por la permanencia nes populares, resistencia clandestina, golpe
de orientaciones radicales en función de me- militar y, finalmente, insurrección armada. El
tas de poder. Las diferentes Tesis políticas que movimiento obrero, conjuntamente con otras
planteo la FSTMB y la COB son importantes fuerzas sociales, desarrolló las luchas, combi-
ejemplos al respecto. nando varias formas de manifestación.
La ruptura revolucionaria se inició con un
a) La revolución de 1952 golpe de Estado el 9 de abril de 1952, alentado
Los obreros y las capas medias, movilizados por cuadros político-militares del movimientis-
por el MNR, impulsaron acciones reivindicati- mo y una fracción de carabineros. A convocato-
vas contra el Estado oligárquico que llegaron, ria del MNR, obreros y organizaciones popula-
en los años 50, a enfrentamientos callejeros en res salieron a las calles y protagonizaron una in-
las ciudades. En el ámbito rural, los campesinos surrección popular urbana armada apoyada por
también estaban viviendo un proceso de movi- otras ciudades del país, principalmente Oruro.
lización social y política a nivel regional y local. La revolución implicó el paso de un Estado
De todos estos actores, el movimiento mine- oligárquico a uno nacional, bajo la dirección de
ro fue el más importante en el proceso de lucha una alianza política en la que obreros, campe-
y descomposición social y política de la domi- sinos y sectores medios y populares urbanos
nación oligárquica. Dicho movimiento tenía se vinculaban de manera contradictoria. Esta
en el sindicato su máximo nivel de expresión, alianza se articulaba a través de relaciones en-
aunque sus prácticas de oposición política se tre el MNR, los sindicatos obreros y campesi-
canalizaron a través de la acción partidaria. nos y otras organizaciones populares.
Bolivia735

Pero en el seno de esa alianza fueron sur- social de los dirigentes del MNR y su consi-
giendo una serie de conflictos con los sectores guiente separación de las bases.
medios en torno a la forma de aplicación de La COB, en buena medida, se constituyó en
las medidas nacionales y populares, lo que, a una estructura piramidal de prebendas y mani-
su vez, generó procesos de burocratización y pulaciones políticas ante el profesionalismo de
de manipulación política del Estado hacia los sus dirigentes, la reelección permanente de los
sindicatos. La consigna era: “el MNR dirige y la controles obreros y de los dirigentes sindicales
COB vigila”. y su alejamiento de la práctica productiva. La
Producto de esta disputa interna, la aplica- incapacidad política y estructural de los sindi-
ción y el desarrollo del conjunto de medidas catos para imponer su hegemonía en la alianza
nacionales y populares de la revolución no impidió profundizar la democracia y los víncu-
fueron fruto de una acción homogénea, aun- los entre obreros y campesinos.
que externamente el carácter de las medidas
nacionales daba una imagen de unidad al blo- b) La Asamblea Popular
que social. La crisis del modelo de coacción social y de
El movimiento obrero, aliado al MNR, logró diversificación económica del autoritarismo
ampliar su participación en la sociedad gracias militar (a fines de la década del 60), y que
a la coincidencia con los cambios económicos, culminó con la instalación de la Asamblea Po-
la nacionalización de la minería, el crecimiento pular, significó otro nuevo reto para el movi-
de la masa sindicalizada y de los dirigentes sin- miento obrero.
dicales, el fortalecimiento de la organización En este marco, el proyecto militar naciona-
popular (nucleada especialmente en la COB), lista se enfrentaba tanto a la burocracia civil
el mejoramiento relativo de las condiciones estatal como a las organizaciones sociales que
de vida y del consumo colectivo en general y demostraban el deterioro de un tipo de domi-
la ampliación de los mecanismos de participa- nación político-social basada en la coacción.
ción popular. Estas organizaciones estaban lideradas por el
En este contexto, emergió un nuevo tipo de movimiento obrero.
relación con el Estado populista-corporativo, La Asamblea surgió luego de un proceso de
basadas en la burocratización y la movilidad agudos enfrentamientos políticos, generados
736 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

en el marco y de una fuerte debilidad institu- rogéneo y fundamentalmente campesino, no


cional en el país. asumió las reivindicaciones populares más am-
El movimiento obrero impulsó, en esta nue- plias, lo que aisló al movimiento obrero del res-
va situación, una independencia de clase total to de la sociedad y le impidió constituirse en un
con el objeto de evitar la experiencia de subor- órgano aglutinador de las más amplias capas
dinación al Estado vivida durante la Revolución sociales. Un abismo separaba a las propuestas
Nacional, y generó respuestas a través de un y propósitos de la Asamblea de su capacidad
aparato sindical altamente ideologizado y más de llevarlas a cabo.
inspirado en enfrentamientos antagónicos y de
fines últimos que en posiciones democráticas. c) 1978: la apertura democrática
Junto al sector minero se aglutinaron en La apertura democrática, iniciada en 1978, se
la Asamblea los obreros fabriles, de la cons- dio en medio de un frágil campo institucional
trucción, ferroviarios, petroleros, gráficos, y vinculado a la crisis del modelo de desarrollo.
los sectores medios (maestros, periodistas, Aunque la fortaleza de las acciones y organiza-
estudiantes, profesionales y empleados), que ciones del movimiento obrero quedó demostra-
defendieron su propia autonomía y el control da, los conflictos de esa época se resolvieron
de cuotas de poder dentro de la nueva ins- muchas veces por la coacción.
tancia popular, aunque los obreros, particu- Sin embargo, es necesario destacar el rena-
larmente mineros, eran los que mayor poder cer, durante este período, de diferentes expre-
ejercían, demostrando su predominio y capa- siones de la sociedad civil y de mecanismos de
cidad de dirección. solidaridad en el seno del movimiento obrero,
El movimiento obrero-minero, por interme- y entre éste y el resto de los sectores populares.
dio de sus elites sindicales, monopolizaba las El movimiento obrero fue el actor principal
decisiones subordinando a los demás sectores en las reiteradas acciones defensivas y en la
sociales y políticos, en tanto los partidos polí- conquista democrática. Las protestas y las lu-
ticos quedaron subordinados a la estructura y chas protagonizadas entre 1978 y 1984 dejaron
acción sindicales. en evidencia el alto grado de identificación con
Así, la Asamblea, que era predominante- el régimen democrático que tenía este sector.
mente obrerista en un país socialmente hete- La defensa obrera de la democracia ante varios
Bolivia737

golpes de Estado es el mejor testimonio de su del proceso pero no fue el actor principal,
apoyo a la nación. subordinando su práctica más bien a la de
Sin embargo, la integración de las organiza- los partidos. Su actitud más abierta, y no res-
ciones sindicales (ya con mayor diversidad so- tringidamente clasista, lo acercó a los demás
cial) en un nuevo bloque político pluri-clasista sectores sociales.
fue conflictiva y se dio en medio de una gran –– Finalmente, la inestabilidad del régimen
crisis estatal. Asimismo, el desarrollo relativa- hizo que predominara el conflicto; en este
mente independiente del movimiento obrero, contexto, el movimiento obrero se distanció
de alguna manera lo seguía aislando del resto de los partidos, fortaleciendo la práctica sin-
de la sociedad. dical a través de negociaciones directas con
Este movimiento tuvo distintos comporta- el Estado y las empresas.
mientos de acuerdo a las coyunturas específi-
cas vividas en este período: Estos diferentes comportamientos demuestran
no sólo la fortaleza del movimiento obrero sino
–– Al inicio de la apertura democrática, su ac- su flexibilidad y ductilidad para adaptarse a las
ción fue más bien espontánea, en un contex- distintas coyunturas.
to de reorganización sindical, política y so-
cial, que él mismo dirigió a partir de una lógi- El movimiento étnico-campesino
ca no únicamente clasista, sino más amplia.
Este proceso se dio en el marco de un vacío El rasgo central que caracteriza al movimiento
político, pues los partidos aún no tenían su- campesino en Bolivia es la superposición entre
ficiente fuerza. Las acciones lideradas por el una orientación campesina clasista, otra étni-
movimiento obrero fueron sobre todo de ca- co-cultural y una tercera ciudadana. En esta
rácter expresivo y solidario. yuxtaposición han predominado una u otra
–– Frente al golpe militar de julio de 1978, el orientación de acuerdo a las coyunturas histó-
movimiento obrero defendió el régimen rico-regionales, lo que muestra la complejidad
democrático, recuperado luego gracias a la y el carácter político de este tipo de movimien-
presión de los partidos políticos y otras fuer- to. Estas tres orientaciones se han combinado
zas sociales. El movimiento obrero participó de la siguiente manera:
738 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

–– Cuando el elemento articulador fua la clase, –– La orientación hacia la defensa de derechos


como en el caso de las orientaciones campe- de ciudadanía política y social predominó
sinas en el período del MNR (décadas del 40 sobre la clasista y la étnico-cultural en el
y 50), la orientación étnico-cultural apareci- período de apertura democrática, con de-
ñó como secundaria y la ciudadana como in- mandas vinculadas a la descentralización y
tegrada y subordinada al proyecto nacional. la participación popular y articulando desde
Este tipo de orientación fue también muy allí las reivindicaciones clasistas y de reco-
fuerte en las propuestas políticas de partidos nocimiento de identidades pluriculturales
de izquierda marxista (tanto en sus versiones en la nación. Parte del Movimiento Katarista
pro-china como pro-cubana). En estos enfo- y el propio CIDOP han impulsado este tipo
ques el campesinado era parte de una alianza de manifestaciones, especialmente en el pe-
de clases (fuerza motiz) dirigida por la clase ríodo de transición democrática. Probable-
obrera o por la vanguardia guerrillera. Este mente, la figura de Victor Hugo Cárdenas, ex
tipo de orientación fue especialmente en Vice-Presidente de la República, está asocia-
Cochabamba (en los Valles Alto y Central) y da a este tipo de orientación.
también en el oriente (ejemplos son la Unión
de Campesinos Pobres –UCAPO- y las guerri- Históricamente, las orientaciones del movi-
llas impulsadas por el Che Guevara). miento campesino sobresalieron siempre en
–– Cuando la orientación étnico-cultural predo- situaciones de definición político-social: en el
minó sobre la clasista o la ciudadana, el nú- proceso de Reforma Agraria iniciado en 1953,
cleo era el cuestionamiento al neo-colonia- en la ruptura del Pacto Militar-Campesino y en
lismo y la reconstitución de una identidad el proceso democrático. Estos son los tres mo-
étnico-cultural arcana para, desde allí plan- mentos que se analizarán a continuación.
tear tanto reivindicaciones de clase como de
ciudadanía. Esto ha sido muy común en el a) Una reforma campesina
caso del Movimiento Katarista, en la rebe- Luego de un largo período de luchas y protes-
lión de Zárate Willca y otras en el Altiplano, tas contra el sistema de hacienda en el que se
el norte de Potosí y en los movimientos im- enfrentaba a los grandes terratenientes y al
pulsados por el CIDOP en el oriente. poder oligárquico, en los primeros años de la
Bolivia739

revolución de 1952, el movimiento campesino izquierda, propulsor de la Reforma Agraria y de


inició la ocupación directa de la tierra, forta- los sindicatos agrarios, bajo el postulado: “La
leció sus demandas de integración ciudadana tierra es de quien la trabaja”.
mediante el voto, la educación y la participa- El problema de la distribución de tierras fue
ción política, y presionó a las distintas fuerzas solucionado provisionalmente con la firma del
en el poder del Estado para definir el carácter Decreto de Reforma Agraria, el 2 de agosto de
de la Reforma Agraria y la naturaleza de la re- 1953 en Ucureña, Decreto que, al mismo tiem-
volución. po, legitimó al sindicato campesino como la or-
Este proceso fue dirigido por un vigoroso ganización interlocutora y legítima para iniciar
aparato sindical campesino, estructurado ver- el proceso de afectación de cada hacienda, que
ticalmente en centrales, subcentrales y en la duró muchos años.
Confederación Nacional. Esta estructura gene- Luego de la Reforma Agraria de 1953, tres
ró intermediación, clientelismo y faccionalis- elementos incidieron en el comportamiento de
mo del movimiento campesino en su relación este movimiento:
con el Estado y con el MNR.
El movimiento campesino fue un actor diná- –– La formación de un mercado interno que in-
mico en el proceso revolucionario a través de tegró al campesino directamente a las rela-
alianzas con otros sectores sociales y de una ciones de mercado a través de la producción
estrecha relación con los sindicatos minero y y el consumo, desencadenando una comple-
fabril, aunque el sindicato campesino funcionó ja dinámica de diferenciación que tuvo como
con mecanismos propios. Si bien los campe- consecuencias procesos de descampesiniza-
sinos no participaron activamente en la lucha ción, semi-proletarización y recampesiniza-
armada, tan pronto como el MNR asumió el po- ción (este último debido a la colonización y
der se difundió la idea de que comenzaba una a la diversificación de la economía campe-
nueva era para los ellos. sina).
Una muestra importante de voluntad políti- –– La configuración del nuevo Estado, que se hizo
ca en este sentido, fue la creación del Minis- cargo de las nuevas relaciones de mercado y
terio de Asuntos Campesinos (MAC), dirigido desplegó prácticas de control social y manipu-
por Ñuflo Chávez Ortíz, líder movimientista de lación política respecto al campesinado.
740 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

–– El fortalecimiento de la identidad del sindi- Entre 1968 y 1974 se inició un proceso de re-
cato campesino en la vida nacional, que fue, cuperación de las identidades del movimiento
desde los primeros años de la Revolución campesino, produciéndose la ruptura del Pac-
Nacional, la principal organización de este to Militar-Campesino. El movimiento empezó
sector. El alcance nacional del sindicalismo a enfrentarse al Estado y a los comerciantes
campesino se debió tanto a sus reivindicacio- usureros buscando recomponer su identidad
nes de carácter económico-productivo (refe- social y cultural. Las luchas más ilustrativas de
ridas a la propiedad de la tierra, a los precios este cambio fueron protagonizadas por grupos
de los productos y a una mejor negociación aymaras en contra del impuesto único promo-
con el Estado) como político (referidas al vido por el General René Barrientos en 1968
auto-gobierno local). Esto se reflejó en la y los conflictos contra el Estado como conse-
conformación de una estructura sindical na- cuencia del alza de precios decretada por el
cional en la que las bases, que ejercían mayor régimen militar.
presión para lograr estas reivindicaciones, se Estos conflictos marcaron el inicio de un
fueron distanciando de sus dirigentes, que nuevo liderazgo sindical, la progresiva recupe-
tendían a ser cooptados por el Estado. ración de la autonomía campesina y la apertura
hacia el movimiento obrero y popular.
b) Del Pacto Militar-Campesino a una
fuerza autónoma c) La recuperación democrática
Solucionado el problema de la demanda de Entre 1978 y 1984, el movimiento campesino se
tierras (que se dio con mayor intensidad en el consolidó como una fuerza social independien-
Valle Alto de Cochabamba), la dinámica cam- te y autónoma, combinando demandas y pro-
pesina se fue subordinando cada vez más a la testas contra el Estado autoritario y contra las
lógica estatal. La máxima expresión de este fe- desiguales relaciones en el mercado. Su papel
nómeno fue la firma del Pacto Militar-Campe- en las sucesivas recuperaciones de la democra-
sino, a mediados de 1960, cuya consecuencia cia entre 1978 y 1982 fue crucial.
principal fue la pérdida de autonomía y la sub- En ese contexto, surgió un nuevo Movi-
ordinación al Estado de las prácticas sindicales miento Katarista con orientaciones, valores
campesinas. y prácticas indigenistas, que reelaboraba la
Bolivia741

identidad aymara y buscaba la auto-afirma- Es precisamente sobre la base de esta carac-


ción campesina. terística que se desarrollaron distintos y varios
La Confederación Sindical Unica de Tra- tipos de comportamiento regionales que de
bajadores Campesinos de Bolivia cumplió una u otra manera apretendieron modificar o
también un papel central como expresión del incidir en la estructura de poder territorial. So-
nuevo sindicalismo, que expresó con clari- bre esta tendencia también se plasmaron una
dad la autonomía de los intereses sociales del compleja red de alianzas entre unas regiones y
campesinado y, al mismo tiempo, postulaba la el poder central y entre regiones.
integración de intereses nacionales y cultura- Los liberales colocaron a la sociedad pace-
les, pretendiendo una mejor inserción en la ña como eje del poder central nacional hasta
COB, pero sin perder su independencia frente mediados de siglo. Mas adelante este proceso
a ésta, al Estado y a los partidos políticos. sufrió una serie de modificaciones que mas o
menos equilibraron el poder en el denominado
Los movimientos regionales eje central compuesto por las ciudades de La
Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Uno de los grandes problemas en Bolivia es Los cambios producidos por la Revolución
que, salvo la identificación territorial de ori- Nacional (el impulso al desarrollo agrario en el
gen (Charcas), no se han consolidado otros oriente, una cierta sustitución de importacio-
principios cohesionadores de la sociedad. nes y la política migratoria) configuraron un
La creación misma de Bolivia, pese a ser un nuevo mercado interno relativamente integra-
logro socialmente compartido, no fue per- do, lo que implicó una reorganización territo-
cibida del mismo modo por la existencia rial. Como consecuencia se originó una nueva
de múltiples intereses regionales. El país jerarquía regional y surgieron nuevos conflic-
también esta constituido por una suerte de tos entre las regiones y el Estado en torno a
“ sociedades regionales” altamente diferen- demandas e intereses particularistas que pre-
ciadas cuyas élites muy a menudo han rei- tendían obtener más recursos estatales y ma-
vindicado intereses locales contra el poder yor poder.
central percibido casi siempre como distan- El desarrollo de los movimientos vinculados
te y amenazador. al territorio no fue igual en todas las regiones.
742 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Por ejemplo, en La Paz, las escasas demandas occidente del país se convirtieron en uno de
locales fueron permanentemente mitigadas por los bastiones del MNR contra la dominación
los conflictos de clase que suelen sacudir a la oligárquica. Pero después de 1952, se produjo
sede del gobierno, mientras que el Comité Cívi- una serie de conflictos entre el MNR y las eli-
co de Santa Cruz fue el que impulsó con mayor tes regionales cruceñas debidos, entre otros
fuerza en el país este tipo de movimiento. factores, a las demandas regionales para
Estos movimientos, además de buscar una asegurar el 11% de las regalías de petróleo, a
identidad propia (“cruceñismo”, “cochabambi- la distribución de otros recursos del Estado
nismo”, etc.) y la diferenciación regional, en los y a las tensiones entre la organización eme-
últimos 50 años dejaron en evidencia el desa- nerrista local y las elites dominantes. Estos
rrollo de elites locales que vinculaban su cons- conflictos llegaron, incluso, a enfrentamien-
titución como clase con el logro de demandas tos armados. Como resultado de ellos se le-
regionales. gitimó el Comité Cívico cruceño, que logró el
Tres momentos claves se distinguen en la predominio casi absoluto en el manejo de la
evolución de los movimientos regionales: a) política regional.
entre 1956 y 1960, período en que se producen En el resto del país, las pugnas entre las re-
conflictos regionales tanto de carácter intra-re- giones y el Estado central se resolvieron a tra-
gional como con el Estado central, destacando vés del MNR o de otros partidos.
los Comités Cívicos cruceños; b) entre 1971 y El proceso desencadenó una serie de “crisis
1976, período en el que convergen el regiona- regionales” que desembocaron en un juego de
lismo y el autoritarismo; y c) entre 1978 y 1984, demandas regionales e intereses particularis-
período caracterizado por la emergencia del tas por los recursos del Estado y una nueva po-
regionalismo democrático, en el contexto de sición en la estructura social de poder.
crisis del régimen autoritario.
b) El militarismo
a) La revolución Las fuerzas regionales apoyaron el golpe mi-
Como antecedentes a este período, las luchas litar de 1971 cuestionando severamente al go-
del regionalismo cruceño contra el modelo bierno del General Torres, a quien veían como
de “enclave” y el centralismo político en el el portador del “comunismo extranjero”.
Bolivia743

Durante las dictaduras de la década del 70, a las protestas populares contra la dictadura de
las organizaciones cívicas regionales crecieron García Mesa.
y se fortalecieron, dando legitimidad al régi- En los 80 y 90, los movimientos regionales
men mediante un discurso “cívico”, “apolítico” han experimentado varios cambios. Se registra
y “regionalista”, aunque hubo algunas excep- una mayor participación en sus niveles de di-
ciones, como los paros cívicos realizados con- rección debido, sobre todo, a la adscripción de
tra el centralismo del Estado autoritario. organizaciones populares obreras, urbanas e,
Las características más importantes de los incluso, campesinas y provinciales, que antes
movimientos regionales de esos años fueron el del proceso democrático habían sido margina-
amplio nivel de convocatoria (aunque la direc- das de los Comités Cívicos.
ción de las acciones fue cerrada y estuvo cen- Las organizaciones regionales -que ahora
trada en las elites locales) y la oscilación entre se agrupan en un organismo nacional- fueron
las demandas al Estado (respecto a proyectos cambiando la forma de impugnar el centralis-
de desarrollo, destino de los recursos, etc.) y la mo del Estado, enfatizando un proceso de par-
defensa del régimen cuando éste era amenaza- ticipación social cuya meta era la descentrali-
do. Asimismo, destaca el nucleamiento de los zación y el reconocimiento en tanto movimien-
Comités Cívicos de Sucre, Potosí y Tarija, en tos de carácter nacional a partir de orientacio-
torno a una organización intra-regional (el Blo- nes y objetivos que involucren a, y repercutan
que Cívico del Sur). sobre, un ámbito socio-espacial que trascienda
su propia región.
c) Participativos y democráticos
La acelerada crisis de legitimidad del gobierno
autoritario fue involucrando en el proceso de Iv. Fin de siglo
democratización a las fuerzas regionales, que
empezaron a cuestionar el excesivo autoritaris- La instauración del denominado régimen neo-
mo y el exacerbado centralismo y a reivindicar, liberal está íntimamente vinculada con la cri-
desde 1978, la democracia desde una perspec- sis del Estado corporativo, con las políticas de
tiva anti-partidaria y anti-militar. En ese con- estabilización y capitalización (léase privati-
texto, los movimientos regionales se sumaron zación) de las principales empresas estatales,
744 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

con la derrota política de los movimientos po- El conjunto de todos estos procesos ace-
pulares y con la globalización de la economía y leró las brechas sociales en el país, fragmen-
la cultura a escala internacional. tó a los grandes actores históricos y produjo
La globalización tiene su núcleo fundamen- una explosión de nuevos conflictos sociales.
tal en las transformaciones tecnológicas y cien- En este ámbito, si bien el fraccionamiento
tíficas y sus efectos, en tiempo real, sobre la de la acción colectiva es un dato empírico,
economía y la vida cotidiana de las personas y se produjeron dos tipos de comportamientos
las comunidades. colectivos. Por una parte, los viejos actores y
El país ya está integrado a los procesos de movimientos sociales disminuyeron su capa-
globalización, pues el eje de la actividad eco- cidad de acción política y sus luchas fueron
nómica son las empresas transnacionalizadas; más bien defensivas o reactivas a las políti-
además, la integración al mercado y a la indus- cas neoliberales, teniendo siempre, sin em-
tria cultural globales es un dato cotidiano. La bargo, presencia en las calles y cuestionando
cuestión que se plantea es si esa integración la legitimidad de los sistemas de representa-
será pasiva o proactiva. Si es proactiva, la pre- ción política.
gunta que atañe al texto es saber qué papel ju- Por otra parte, emergen nuevos actores so-
garán los viejos y nuevos actores sociales. ciales que plantean demandas más socio-cultu-
Las reformas estructurales afectaron tam- rales, puntuales, muchas veces orientadas ha-
bién al mismo Estado, tanto en el plano pro- cia cambios en la vida cotidiana más que hacia
ductivo como institucional, sin lograr empero la toma del poder político. El caso de nuevos
modificar seriamente las estructuras cliente- actores como el movimiento de mujeres y la
lares y burocráticas entre el Estado y la socie- reivindicación de sus derechos a la diferencia
dad. El propio sistema de partidos políticos y a la participación y los nuevos movimientos
funciona como un sistema de intermediación étnico-culturales en el oriente por la defensa de
clientelar, pero sin una base económica que sus territorios y sus derechos de participación
lo sustente, lo que además de afectar los ya ciudadana.
bajos niveles de credibilidad por parte de la A nivel general, y de manera transversal
población, plantea nuevamente un tema de en el conjunto de la sociedad, varios de estos
reforma política. actores y la misma opinión pública nacional,
Bolivia745

han planteado una demanda crucial respecto Bibliografía


al futuro político-institucional de Bolivia: el
tema de la ética en la política y el tema de la Albó Xavier 1979 “¿Bodas de plata? o
ética en la sociedad. También es posible vi- réquiem para una reforma agraria”.
sualizar a lo largo y ancho del país una serie Cuadernos de Investigación CIPCA, Nº
de reivindicaciones de participación local. 15. CIPCA: La Paz.
Sin embargo, hay una serie de actores re- Almaraz Paz Sergio 1980 Réquiem para una
gionales en los distintos departamentos del República. Los amigos del libro: La Paz. (2ª
país que se están planteando metas más ge- ed.)
nerales, asociadas con los temas de la globa- Arauco María Isabel 1984 Mujeres en la
lización y la reconstitución política nacional. Revolución Nacional: las Barzolas. Cinco:
Seguramente estos actores jugarán un papel La Paz.
político decisivo en el futuro de Bolivia. Barnadas Josep 1973 Charcas. 1535-1565.
Sin embargo, la cuestión más importante a Orígenes históricos de una sociedad
fin de siglo sigue siendo el de la integración colonial. CIPCA: La Paz.
social y, más particularmente, el de la pobre- Calderón Fernando 1982 La política en las
za. Si las brechas sociales y la pobreza con- calles. Ciudad, desarrollo y Estado en
tinúan creciendo el mismo futuro del país, Bolivia: 1952-1978. CERES: Cochabamba.
al menos en términos democráticos, está en Calderón Fernando y Dandler Jorge (Comps.)
duda. La cuestión es saber, por un lado, si los 1986 Bolivia: La fuerza histórica del
pobres podrán convertirse en actores y, por campesinado. UNRISD-CERES: La Paz. 2ª
otro, si la nación enfrentará la lucha contra Edición.
la pobreza como una lucha nacional y como Calderón Fernando y Laserna Roberto
un bien público. Este es el gran desafío del (Comps.) 1983 El poder de las regiones.
futuro que en verdad, a pesar de múltiples CERES-CLACSO: Cochabamba.
esfuerzos y logros, fue planteado 100 años Condarco Morales Ramiro 1983 Zárate, el
atrás por el movimiento iniciado por Zára- “temible” Willca. Historia de la revolución
te Willca. El tema, pues, de la justicia social indígena en la República de Bolivia.
aún está pendiente. Renovación: La Paz. (2ª ed.).
746 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Dankerley , James 1987 Rebelión en las venas. originarios y poder empresarial Cuaderno
La lucha política en Bolivia 1952-1982 (La de Gobernabilidad Democrática 4 (Buenos
Paz: Quipus). Aires: PNUD/Siglo XXI).
Laserna Roberto (Comp.) 1985 Crisis, Perez Elizardo 1962 Warisata: la escuela-
democracia y conflicto social. CERES: ayllu. Empresa gráfica Industrial Murillo:
Cochabamba. La Paz.
Lazarte Jorge 1989 Movimiento obrero y Rivera Silvia 1984 Oprimidos pero no
procesos políticos en Bolivia (Historia de vencidos. Luchas del campesinado aymara
la C.O.B., 1952-1987). ILDIS: La Paz. y quechua en Bolivia, 1900-1980. Hisbol-
Malloy James 1989 Bolivia: La revolución CSUTCB: La Paz.
inconclusa. CERES: La Paz. Roca José Luis 1999 Fisionomía del
Medina Echavarría José 1973 “El problema regionalismo boliviano. Plural: La Paz. 2ª
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Fernando (comp.) 2009 Movimientos Plural: La Paz.
socioculturales en américa latina Zabaleta Mercado René 1983 Las masas en
Ambientalismo, feminismo, pueblos noviembre. Juventud: La Paz.
Muralismo y revolución nacional*

crear su propio patrimonio cultural, es decir,


En realidad todos se han ido el desarrollo de una “cultura nacional”. Creo,
aunque en verdad todos se han quedado entonces, que el objetivo de estas dos charlas
César Vallejo sobre la conflictiva naturaleza de la cultura de
la Revolución nacional, es traer a la mesa de
discusión todos esos elementos que aparecie-
Fernando Calderón: Bueno, Javier, veamos ron en nuestra memoria desfigurados, ocultos,
lo que serán estas dos conversaciones que fantasmagóricos. Es ahí que adquieren rele-
tendremos sobre el arte y la Revolución na- vancia histórica los murales de la Revolución
cional. Me parece que queremos observar la del 52. Hasta donde he podido reconstruir,
Revolución del 52 desde la estética, y ver si resultan ser más o menos sesenta murales.
así podemos reconstruir una visión propia y También discutiremos, en una conversación
reveladora de este conflictivo acontecimien- posterior, ciertas obras literarias que mues-
tos que marca el desarrollo de la modernidad tran aspectos interesantes del acontecimiento
boliviana. Yo diría que esta experiencia estéti- histórico que tratamos. Habría que decir que,
ca puede ser entendida como una producción como tú bien sabes, hemos intentado trabajar
incierta de significados. Por tanto, me parece “Los muertos están cada vez más indóciles”,
que a la misma Revolución le costó mucho el cuento de Medina Ferrada, pero nos hemos
pasado un par de meses tratando de ubicarlo
en biblotecas tanto de Bolivia como del ex-
* Publicado en el libro El gato que ladra, escrito con tranjero ¿Qué te sugiere el hecho de que no
Javier Sanjines. (La Paz: Plural editores) en 1999. podamos encontrarlo?
748 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Javier Sanjinés: Fernando, déjame que re- hechos sociales. Me parece, sin embargo, que
vise los diferentes aspectos de tu comentario el muralismo es la forma estética vanguardis-
introductorio. En primer lugar, me parece que ta mejor ligada a la Revolución nacional. Este
aciertas en comenzar el diálogo con la nece- mismo vanguardismo resulta poco explorado
saria reflexión de las relaciones entre el arte y por la literatura. Fernando, te dejo a ti la tarea
la Revolución nacional. Noy hay duda de que de plantear al muralismo como hecho estético
existen pocos trabajos que se concentren en de la Revolución. Pero, volviendo a tu comen-
la Revolución desde la estética y no sólo desde tario anterior, es indudable que lo desfigurado
la ciencia política. Y esto implica, en mi pare- y lo fantasmagórico son elementos importan-
cer, la necesidad de estudiar el comportamien- tes de observación de la literatura nacional
to emocional de escritores y artistas ante la posterior a la Revolución del 52. Y respondien-
crisis que produce toda revolución. Recuerdo do a tu pregunta, creo que lo fantasmagórico
aquí que René Zavaleta Mercado solía decir se manifiesta de manera reveladora en el he-
que toda revolución es para sus clases medias cho de que no podamos conseguir ese cuen-
como un cataclismo para la naturaleza. La ma- to posrevolucionario. Existe la novela con el
nera cómo estos artistas perciben el hecho re- mismo nombre, que se publicó a fines de los
volucionario; cómo resuelven estéticamente el 60, y que, si mal no recuerdo, ganó uno de los
dato histórico, tiene, en mi parecer, mucha re- premios Casa de las Américas. Pero el cuento
lación con la creación de símbolos que ayuden de Medina Ferrada anda escondido y teje su
a consolidar lo social como un “nosotros” co- propia historia. Lo hemos ubicado en los depó-
lectivo. Y estos símbolos, nacidos de la pintura sitos de la Hillman Library de la Universidad
o de la literatura, orientan nuestro actuar so- de Pittsburgh, pero ya no hemos podido ver si
cial cotidiano. Pero, ¿qué pasa, como tú lo di- está o no en la Benson Library de la Universi-
ces, cuando los significados son deficitarios, y dad de Texas.
cuando los símbolos se transforman en hechos
estéticos desfigurados y fantasmagóricos? Mi F.C.: Lo que dices, Javier, tiene que ver con
teoría acerca de lo grotesco tiene mucho que la siguiente pregunta: ¿por qué, hoy día, en
ver con los significados deficitarios de la Re- pleno 1998, dos amigos y colegas quieren,
volución y con la desfiguración estética de lo desde la estética, hacer la relectura de uno
Muralismo y revolucion nacional 749

de los actos claves de la modernidad en la J.S.: Bien, ¿cómo ves tú los orígenes, el desa-
historia de la Bolivia contemporánea? ¿por rrollo, y los significados del muralismo como
qué comienzan el diálogo con el muralismo hecho estético relevante de la modernidad
y el cuento de la Revolución? Mira, Javier, en Bolivia?
los puntos de partida estéticos que hemos
privilegiado en este diálogo acerca de la F.C.: Una primera reflexión sobre el muralis-
modernidad boliviana están absolutamente mo nacido en las minas de Oruro, con Miguel
desfigurados: los murales han sido destrui- Alandia Pantoja, y en Sucre, con Walter Solón
dos, olvidados o encerrados, y el cuento de Romero y el grupo Anteo, es que éste busca la
Medina Ferrada que dio la primera idea para integración del adentro y del afuera. Aún más,
la realización de estos diálogos--que, como tú yo diría que el afuera permite buscar el aden-
sabes, los hacemos los días domingo, subien- tro, produciéndose así la construcción de sig-
do y bajando montañas--no está en ninguna nificados del mundo moderno. A mi juicio, se
biblioteca de La Paz y lo hemos localizado en trata de los significados de la modernidad que
un sucucho escondido de una biblioteca de la están relacionados con otro tema, el del mito
Universidad de Pittsburgh. nietzcheano del eterno retorno. En otras pala-
Creo, también, que el tema abre otras inte- bras, el significado o los significados de la Re-
rrogantes. Se trata del hecho de que dos perso- volución tienen que ver con su voluptuosidad y
nas como nosotros, nos dediquemos a explorar con su destino trágico.
hechos intrascendentes para la economía de
mercado y para la ciencia política”esquelética”, J.S.: Como si los excesos de la Revolución se
como tú la llamas. Pero dejando de lado a los la devoraran.
serios y a los emprendedores, creo que la re-
flexión de estos temas aparentemente irrele- F.C.: Algo así, pero déjame explicarte mejor eso
vantes tiene mucho que ver con la memoria del “adentro” y del “afuera”. Tanto en la tradi-
que combate al olvido, como lo discutiremos ción estética, como en el proceso histórico, re-
en un diálogo posterior, y también cuando rea- sulta imposible entender la producción de los
licemos el diálogo sobre el diálogo, al final de muralistas bolivianos sin tomar en cuenta a los
este nuestro libro. tres grandes mexicanos: David Alfaro Siquei-
750 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ros, Diego Rivera y José Clemente Orozco. La tres muralistas mexicanos. Esto es lo que yo
influencia de estos muralistas en la pintura la- llamaría el “acontecimiento de afuera”.
tinoamericana se extiende desde México hasta
Chile. Pero es en Bolivia que, debido al aconte- J.S.: Pero se dan también en el muralismo
cimiento revolucionario, los muralista mexica- expresiones locales, que tú llamarías de
nos tienen su mayor impacto. Los tres grandes “adentro”.
muralistas se vinculan, por otra parte, con la
pintura norteamericana. Existe, por ejemplo, F.C.: Sí, querido Javier, pero debo también in-
una muy interesante literatura que explica la dicarte que es el propio Octavio Paz quien dice
influencia que Siqueiros, Rivera y Orozco tu- que el muralismo mexicano sólo puede des-
vieron en la historia del arte norteamericano. cubrir sus raíces vernaculares desde “afuera”.
Como bien sabes, el hecho estético que más Al seguir esta teoría del recientemente desa-
resalta, aún más allá de la historia de los mu- parecido escritor laureado, compruebo que el
rales censurados en el Rockefeller Center de “adentro” del muralismo mexicano sólo puede
Nueva York, es la influencia que el muralismo ser explicado gracias a su vinculación con el
mexicano tuvo en el gran pintor norteamerica- movimiento modernista europeo. No hay ma-
no Jackson Pollock, quien innovó materiales nera de desligar, por ejemplo, a Diego Rivera
y técnicas a partir de las enseñanzas de David de Gaugin y del surrealismo europeo. En otras
Alfaro Siqueiros. palabras, es interesante la tesis de Octavio Paz
En el caso boliviano, la influencia del “afue- que para poder descubrir el “adentro” hay que
ra” mexicano se da con la relación directa y hacer el viaje desde “afuera”.
permanente entre Alandia Pantoja y Diego Ri- Reproduciendo esta figura para el caso boli-
vera. El mexicano estuvo de visita, viendo los viano, podríamos decir que la mirada universal
murales en La Paz, particularmente los del Pa- del arte moderno que trae el muralismo mexi-
lacio de Gobierno y los del Palacio Legislativo, cano, es la que permite a nuestros pintores ex-
que fueron después destruidos. En una relación plorar la tradición vernacular, guiados por ese
de estos acontecimientos, Elena Poniatowska otro grande nuestro, Cecilio Guzmán de Rojas,
dice que Miguel Alandia Pantoja supo trascen- quien también logra una síntesis entre lo uni-
der a sus maestros y sintetizar la estética de los versal y lo vernacular. Gaugin está presente y,
Muralismo y revolucion nacional 751

fíjate bien, Cezzane también influencia las figu- cuestiono el “efecto social” de estas posturas
ras clásicas de Alandia Pantoja. Podría incluso ideales, homogéneas, que tantos problemas
añadir que muchas de las figuras de Walter So- nos han causado. El “Cristo Aymara”, de Guz-
lón tienen que ver con la pintura de Velázquez. mán de Rojas, por ejemplo, muestra toda la
Esos rostros esqueléticos, de bellos reflejos, y energía indígena que Franz Tamayo alaba en
de una luminosidad tan atrayente, pueden tam- la Creación de la pedagogía nacional . Pero
bién ser encontrados en Solón Romero. Y si si el indio es el depositario de esta energía,
esto es así, entonces los nuestros también pa- éste debe adquirir la lengua española y trans-
san a ser pintores clásicos porque hacen retra- formarse en el Calibán culto y mestizo, del que
tos de sí mismos a partir de un viaje crítico ha- habla críticamente nuestro amigo Roberto Fer-
cia el pasado universal. Yo diría que, de alguna nández Retamar cuando refuta al arielismo la-
manera, podemos plantear la hipótesis de que tinoamericano. Se trata, pues, de un mestizaje
lo moderno en Bolivia sólo se descubre gracias homogéneo, idealizado, guardián de esa heren-
a la modernidad europea que pasa por México cia europea que descubre lo vernacular. Me pa-
y su Revolución. De este modo. . . . rece que aquí nace el “aura” de la modernidad
boliviana, “aura” que marcará a todos nuestro
J.S.: Pará un ratito, Fernando, porque lo que intelectuales, incluso a Carlos Montenegro, en
acabas de afirmar es muy apropiado para los la década de los cuarenta, quien, como todos
procesos modernizadores que introducen sus sabemos, influye en la construcción del nacio-
reformas desde “afuera” con un costo social nalismo revolucionario. Y este “aura” al que me
también elevado. Afirmar, como lo hace Octa- refiero está en “El Cristo Aymara”, de Guzmán
vio Paz, que sólo podemos descubrir nuestro de Rojas. Observa, Fernando, esa idealización
“adentro” desde el “afuera” occidental y euro- romántica que Guzmán de Rojas hace del in-
peo, lleva a posturas homogenizadoras harto dígena. ¿No te parece conflictiva? Al ver su
conflictivas. Una de tales posturas, cultivada cuadro, no puedo apartarme del símbolo ideal,
por los procesos estéticos de la modernidad, de la realización de la “idea” en la obra de arte.
es el mestizaje ideal que aparece en las pin- Idea quiere decir, como bien sabes, lo trascen-
turas de Cecilio Guzmán de Rojas, a quien tú dente, lo absoluto, lo atemporal. El mestizo
mencionas. Concuerdo con tu análisis, pero idealizado no está presente sólo en la obra ar-
752 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tística; ésta, por el contrario, sirve también de ceso histórico del 52, y de encontrar belleza en
vehículo para el mensaje social que brilla en su aquello que estaba condenado, para expandirlo
homogenizadora totalidad. “El Cristo Aymara” y exponerlo en su máximo nivel de creación.
es un indígena transfigurado, de radiante pleni- De este modo, la Revolución pasa a ser una
tud, apoteósico. Y lo que me parece problemá- búsqueda de sus propias raíces, de su propia
tico es que esta radiante plenitud distorsione historia, tornándose bello ese otro que la his-
la realidad, bañándola de un dudoso fulgor. A toria denigró o condenó. Guste o no, la Revo-
pesar de su fuerza estética, estas visiones idea- lución del 52 es nuestro primer acto de moder-
lizadas son, en mi criterio, conflictivas porque nidad. El muralismo es un acto profundamente
desdibujan la memoria del oprobio, del pasado “vital” que, como la pintura de Alandia Pantoja,
colonial no superado. Por ello, no celebraría tiene movimiento y vida. Es un deseo pleno de
tanto ese “afuera” condicionante del “adentro”, voluptuosidad donde todo el proceso creativo
aunque comprendo su función estéticamente se va transformando constantemente. Quizás
revolucionaria. por eso Diego Rivera veía en Alandia Pantoja
no sólo su propia proyección, sino también la
F.C.: Sin embargo, Javier, no te olvides que el de Siqueiros y la de Orozco. A diferencia de lo
muralismo es una relectura crítica del proceso que tú lees en el Cristo de Guzmán de Rojas, yo
histórico interno que saca a luz lo que estaba te diría que los Cristos de Alandia Pantoja son
oculto. Ciertamente, este proceso interno re- más gárgolas que Cristos, y pueden ser leídos
vela la historia de la negación del otro, de su como procesos de inversión crítica del poder.
distorsión, como tú prefieres llamarla. Y esta
negación es una constante en el país. Tradicio- J.S.: Sin duda que los “adentros” y “afueras”
nalmente, la estética ha negado la historia de tienen una función estética revolucionaria muy
los dominados, a quienes sólo se les reconoce importante en el proceso que va del modernis-
el nivel folclórico que, en última instancia, rati- mo al vanguardismo. Hay un vanguardismo ‘in-
fica y refuerza la dominación. Yo, sin embargo, terno”, centrípeto; otro “externo” y centrífugo.
no sería tan radical como tú con el proceso es- Este último, el centrífugo, es plenamente euro-
tético revolucionario. Lo que hago es tratar, y peo porque busca anexarse a lo univeral. Es el
recalco la palabra tratar, de reconstruir el pro- vanguardismo de Vicente Huidobro. Su Altazor
Muralismo y revolucion nacional 753

es una búsqueda incesante de significantes que acto constantemente humanizado.


abandona lo local, lo americano, para generar Para mí, la Revolución es por definición múl-
un lenguaje universal totalmente nuevo. El mo- tiple y catársica. Y, en mi entender, su destino
vimiento centrípeto, sin embargo, que se ubica está ligado al destino de sus productos esté-
más próximo a la dialéctica entre el “adentro” ticos. María Luisa Pacheco no tuvo, lamenta-
y el “afuera”, es el vanguardismo de Vallejo y de blemente, mayor trascendencia en la sociedad
Neruda. Creo que tus reflexiones van ligadas a boliviana; por su parte, los murales de Alandia
este proceso de síntesis entre lo universal y lo Pantoja fueron destruidos, ocultados, volvién-
local, entre lo europeo y lo americano. dose aunténticos fantasmas de la Revolución.

F.C.: Sería interesante que apliques tus obser- J.S.: La Revolución como un acontecimiento
vaciones al caso boliviano. En nuestra realidad fantasmagórico, de destrucción y olvido. Este
estética, hay también una dialéctica entro lo acontecimiento, me parece, viene significativa-
“centrífugo” y lo “centrípeto”. Fíjate, por ejem- mente ligado al hecho de que se nos pierden
plo, que no se puede leer a Alandia Pantoja sin los objetos de estudio en los depósitos de las
la producción de María Luisa Pacheco. Ambos bibliotecas.
son producto de la Revolución del 52. María Quisiera, ahora, que reflexionásemos otro
Luisa, naturalmente, con una tendencia abs- de los aspectos vitales al estudio del muralis-
traccionista que se acerca más al vanguardis- mo. Has hablado de la influencia del muralismo
mo centrífugo que tú examinas, con ausencia mexicano, pero ¿qué podrías decirnos acerca
de figuras humanas definidas en su pintura. Me de la conexión entre el muralismo y el mundo
parece que en María Luisa Pacheco lo humano industrial andino, mundo sin el cual tampoco
se naturaliza. En Alandia Pantoja, por el con- puede entenderse esta manifestación estética?
trario, la corriente centrípeta hace que la na-
turaleza humanice. Si ves bien, debajo de los F.C.: No podemos desligar al muralismo de la
cerros y de las banderas de Alandia Pantoja minería. Alandia Pantoja no se explica solo.
hay seres humanos vivos. Y esta reflexión me Su universo es el de la mina, del campamento
lleva nuevamente a la Revolución como acto minero, del interior mina y de su vinculación
estético crecientemente naturalizado y como con el mundo externo. Esta relación significa
754 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

todo un mundo de comunicación y de inter- del MNR y el internacionalismo del POR. Este
cambio cultural. La mina es el lugar de socia- movimiento en el plano de las ideas también se
lización del mundo industrial moderno; de da en el de la producción estética. En efecto,
interacción entre la cultura, el deporte, la ma- Alandia se mueve entre el realismo de la tradi-
quinaria y la idea del progreso. Y mira que la ción local y el expresionismo que le viene de
misma noción de progreso es ambigua porque afuera. Quiero aquí rescatar “La imilla”, uno
relaciona al polo burgués con la noción pro- de sus cuadros más famosos, el mismo que se
fundamente proletaria que asocia al progreso encuentra en el Museo Nacional de Arte. Este
con la liberación. cuadro, profundamente clásico, podría ser “La
Por ello me parece que el acto estético del Mona Lisa”del mundo andino.
muralismo tiene su base material en la sociabi- Alandia Pantoja, por tanto, reinterpreta los
lidad minera. No puede entenderse sin el poder códigos nacionales en un código universal. En
de los sindicatos, sin la tradición de lucha de su pintura sa dan los cruces de tiempos histó-
los mineros, definitivamente moderna. Uno de ricos que retoman lo mejor de la tradición boli-
los fundadores de la sociología latinoamerica- viana y la ubican en el movimiento universal de
na, José Medina Echavarría, decía que el grupo la producción estética de los años 20. Ese es,
social más moderno en Bolivia era el minero. pues, el gran aporte de Alandia Pantoja, el úni-
Miguel Alandia Pantoja participó tanto del co pintor boliviano plenamente reconocido en
trotskismo como del nacionalismo. En este las mejores historias de arte, como, por ejem-
sentido, Alandia Pantoja expresa y sintetiza, plo, en el libro de Edward Lucy Smith. Pero
en el plano ideológico, ese movimiento entre fíjate, Javier, lo curioso no es que haya sido
lo universal y lo vernacular. Al igual que Diego reconocido fuera, sino que haya sido ignorado
Rivera, fue el pintor oficial de la Revolución. dentro de su propio país. Yo creo que esto tiene
Pintó murales en los espacios simbólicos del mucho que ver con el destino de la Revolución.
poder: en el Parlamento, en el Palacio de Go- En México, el poder burocrático se apoderó
bierno, en Yacimientos; también en sindicatos del muralismo; en Bolivia, lo olvidó.
y en hospitales. A su vez, Alandia era el pintor
de la ideología trotskista como militante del J.S.: Hablas de un realismo expresionista
POR, moviéndose así entre el nacionalismo ¿Cómo lo conjugas con el muralismo mexica-
Muralismo y revolucion nacional 755

no, el abstraccionismo y el mundo industrial idea vanguardista de que la estética prefigura


andino? En mi criterio, la relación de todos es- el porvenir.
tos aspectos se da también en la obra de Walter Como ya lo discutimos antes, esta vanguar-
Solón Romero, otro de los altos exponentes de dia buscó ligar lo vernacular con lo universal.
este realismo. ¿Qué dirías tú al respecto? El nacionalismo con el stalinismo y el trots-
kismo. No importa ya si dicha vanguardia es
F.C.: Hay una relación estrecha entre el van- nacionalista o trotskista; tampoco importa si
guardismo postulado por el movimiento estéti- toma el expresionismo francés o la tradición
co del Café Voltaire, es decir, por el movimiento vernacular de Guzmán de Rojas. Lo que impor-
surrealista francés de los años 20, y la noción ta es el salto final, el acto estético universaliza-
de vanguardia política. En su forma más burda, dor. No exiten, pues, culturas puras, y todas se
esta relación está trabajada por el pensamiento hacen en relación a otras. Y eso es lo fantásti-
marxista-leninista; en su forma más elaborada, co, ¿no te parece?. Cuándo y cómo lo logran es
es decir, sofisticada, en el pensamiento de An- ya otro problema.
tonio Gramsci. Las vanguardias, en mi criterio,
son la prefiguración consciente de lo posible. J.S.: Reforcemos ahora la relación entre lo ver-
Son la conciencia en embrión; el movimiento nacular y lo universal en el acto vanguardista.
que permite el paso del “en sí” al “para sí”. Des- Tus observaciones me hacen recuerdo a César
de el punto de vista del movimiento estético, Vallejo.
el surrealismo pretendía desestructurar la rea-
lidad existente y construir una nueva desde lo F.C.: En Vallejo, el universalismo antecede a
onírico. En este sentido, creo buena tu pregun- su endogenismo, aunque, al revisar cualquiera
ta en torno al realismo expresionista y a la obra de sus obras poéticas, sea en Trilce o en sus
de Alandia Pantoja y de Sólon Romero. Con las Poemas Humanos , por ejemplo, siempre hay
diferencias del caso, las respuestas estéticas de una constante que retrabaja lo vernacular des-
ambos fueron muy parecidas. No te olvides que de lo universal. Creo que ahí está lo maravillo-
Solón Romero estuvo vinculado a las corrien- so de Vallejo: siempre pone la nota irónica de
tes soviéticas y al stalinismo; Alandia Pantoja, impotencia en su trabajo. “Hoy hablaba de mí
al trotskismo. Ambos estaban inspirados en la conmigo y he colocado sobre un pequeño libro
756 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

un pan tremendo”. Su poesía es de una tensión marginal, el “intelectual firpero”. Recordarás,


permanente entre lo no posible y lo deseado. querido Fernando, que Firpo no era un boxea-
dor elegante, como Georges Carpentier, ni téc-
J.S.: Pero, en Vallejo, lo universal también está nico, como Jack Dempsey. Firpo era el pegador
trabajado desde lo vernacular. Cuando digo excéntrico, de estilo heterodoxo, con una feno-
esto, no me fijo tanto en su poesía como en su menal mano derecha. Vallejo adopta su estilo,
obra en prosa, la que es poco conocida porque su “desprecio activo” de lo burgués. Como tú
sufre un olvido voluntario. En Tungsteno o en observas en Alandia Pantoja y en Solón Rome-
Colacho Hermanos, supuestamente obras me- ro, Vallejo se hace simultáneamente marxista
nores que “empañan” el brillo de su poesía, Va- y dramaturgo. Es casi imposible distinguir uno
llejo reinterpreta la modernidad desde farsas y del otro. De ahora en adelante no abandonará
tragedias peruanas. En otras palabras, y como ninguna de estas dos vocaciones. Pero el dra-
Guido Podestá nos lo revela en sus trabajos so- maturgo invade con sus dramas el territorio
bre el anacronismo y la modernidad en el tea- de la modernidad francesa y el espacio de la
tro de Vallejo, éste piensa en una modernidad lengua, que los franceses consideran sagrado.
insertada en imágenes construidas del Perú. Sus “dramas parisinos” son rechazados porque
Fíjate, querido Fernando, que Vallejo no es el el “méteque” intruso no domina la fonética de
literato vanguardista oficial, como Huidobro, las palabras. Terco, arrogante, chaplinesco,
quien se inserta en la universalidad francesa “parado” y en sus “momentáneos pantalones”,
rindiendo pleitesía a la corte del “rey burgués”. Vallejo logra trabajar la modernidad francesa
Vallejo llega a París vía España. Todavía no se desda la anacronía peruana. Pero, como los
ha dado la liberación de Argelia, y la presencia actos estéticos vanguardistas revolucionarios
del extranjero es respondida con el aumento que hemos repasado en este diálogo, su obra
de las fobias locales. Vallejo no llega, como lo teatral también desaparece por largas décadas.
hacen Vicente Huidobro o Alfonso Reyes, a la El desconocimiento u olvido de su obra teatral,
Sorbona o a la Ecole des Hautes Etudes. Valle- al igual que los murales nuestros, es voluntario.
jo es un “méteque” sin empleo. Este “obrero Pero retornemos a Alandia Pantoja y a So-
peruano” adopta a Firpo como figura propia, lón Romero. No quiero dejar inexplorada la
creando así un leitmotiv para el intelectual relación entre el muralismo y la sublimación
Muralismo y revolucion nacional 757

estética. ¿No crees tú que los quijotes espiritua- con suma inteligencia, la figura del cóndor
lizados de Solón Romero, relacionados con el como símbolo del poder, o del contra-poder de
tema de la dictadura, tienen una función subli- la cultura andina, cóndor que defiende en su
mante más acentuada que la pintura de Alandia seno a la sociedad emergente y autoliberada,
Pantoja? es decir, a los obreros y campesinos indios. En-
cima del cóndor está la figura prometéica que
F.C.: Creo que esa función sublimante está en , a mi entender, es Tupaj Katari. De este modo,
ambos pintores. Te propongo mirar los mura- mi enterpretación es que, a pesar de la Revolu-
les de la Revolución que, lamentablemente, se ción, el progreso siempre va a descuartizar a
están descascarando en el Monumento a la Re- quien se levanta.
volución Nacional de la Avenida Busch.
En el centro del gran mural, en la parte de J.S.: Me llama mucho la atención esa afirmación
Alandia Pantoja, está la síntesis de la historia de Chipana Ramos. Antes de que continúes con
de Bolivia y de la humanidad. En la figura cen- tu interpretación de este mural, déjame decirte
tral, un cóndor, y, a los lados del cóndor, cobi- que ese “aquí no sabemos nada” es el leitmotiv
jados bajo sus alas, dos mineros a un lado y dos de gran parte de la producción literaria pos-
campesinos al otro, los cuatro de origen indíge- revolucionaria. Qué paradoja ésta. Toda una
na. Encima del cóndor hay una figura humana Revolución triunfante termina en la conjetura,
descuartizada por una red nuclear y, debajo, el el enigma y la duda. Y lo que tu interpretación
imperialismo aplastado por el mismo cóndor. me está diciendo es que el cóndor, símbolo de
En este mural, la primera cosa que me llama la nuestra cultura, está, como Oscar Cerruto di-
atención es que la figura del cóndor está vin- ría, “en lo alto detenido”, protegiendo pero no
culada a la interpretación que Chipana Ramos alumbrando. Mira, Fernando, la sublimación
tenía de la Revolución. Chipana Ramos, pre- está, en mi criterio, algo menoscabada.
sidente del Primer Congreso Indigenal, el año
46, decía que la Revolución es “como el cóndor F.C.: Lo que pasa, Javier, es que la sublimación
viejo que nos protege con sus poderosas alas. va ligada al sacrificio. El mural tiene un tono de
Tenemos pechos de bronce pero no sabemos sacrificio que es recurrente; aparece también
nada”. Creo que Alandia Pantoja construye, en otros murales, lo que me recuerda al mito
758 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

nietzscheano del eterno retorno. Nuestra cul-


tura revolucionaria es una cultura de sacrificio F.C.: Si vuelcas la cabeza hacia la parte derecha
que revela otro aspecto de la modernidad: la del mural que estamos observando, tendrás
soledad. ahí la constante esquelética de Solón Romero.
Los Quijotes, los trabajadores y los Prometeos
J.S.: Quizás la soledad en comunidad. Creo que de la pintura de Solón, tienen la estructura es-
las similitudes con Solón Romero se tornan quelética clásica. Impotencia y rebelión son su
ahora más visibles. distintivo. La parte de Alandia Pantoja, por el
contrario, es mucho más carnal, voluptuosa, vi-
F.C.: Observa que esa figura descuartizada, tal. Es el movimiento, la plenitud, la acción. Lo
prometéica y katarista, es también quijotesca. interesante es que, siendo diferentes, Alandia
El Quijote de Solón Romero es también Tupaj Pantoja y Solón Romero se unen en la búsque-
Katari, y éste es el Prometeo de Alandia Panto- da de lo universal a partir de lo vernacular.
ja. El estilo de Solón Romero es, sin embargo, Si te fijas ahora en el lado izquierdo del mu-
diferente, influenciado por la pintura de José ral, verás que Alandia Pantoja pinta una mu-
Clemente Orozco. Las figuras de Solón Rome- jer/virgen/Pachamama. Es la carnalidad y la
ro son más trágicas y me recuerdan al Renaci- alegría personificadas. Esta mujer entrega el
miento español. La figura del Quijote obsesio- destino de la Revolución: conocimiento, educa-
na a Solón Romero. Esta tríada Quijote/Tupaj ción, voto universal, defensa de las conquistas
Katari/Prometeo confluye en la Revolución na- sociales obtenidas. Si el cóndor es el destino
cional porque no pudo darse en otro tiempo. prometéico, la mujer, la Pachamama, es el lado
Solón Romero pinta Quijotes idénticos desde gozoso, carnavalesco de la Revolución. Curio-
los años 50. Creo que nos quiere decir que el samente, es la misma mujer que aparece, más
tiempo verdadero se ha detenido en esa década madura, en “La Imilla”. Existe, en la pintura de
de la Revolución. Alandia Pantoja, una tercera mujer que, en re-
sumen, es la misma, pero envejecida, conver-
J.S.: ¿Cómo relacionas lo esquelético de Solón tida en “chullpa”. Son, pues, tres momentos
Romero con tus anteriores observaciones so- distintos de la vida. De las tres mujeres, la que
bre lo voluptuoso? más me impresiona es “La Imilla”, que está en
Muralismo y revolucion nacional 759

el Museo Nacional de Arte. Es el enigma de la viejos y nuevos problemas. El extraordinario


jovencita bella del mundo andino, la que des- cine de Sanjinés nos devuelve la misma pre-
pués se vuelve símbolo de la Revolución, para gunta acerca de nuestra identidad. En este
concluir en “chullpa”. Alandia Pantoja muestra sentido, creo que el cine se vuelve una revela-
con esta serie, el ciclo de la Revolución, desde ción también vanguardista: es el planteamien-
su surgimiento hasta su muerte. La “chullpa” es to estético universal de las masas obreras y
ya la contra-revolución que retorna a los oríge- campesinas, realizado desde la cotidianidad
nes andinos. Como, en los hechos históricos, boliviana. En tal sentido, no puede imaginar-
la Revolución fracasó, la propia producción me el cine de Sanjinés sino como un pedazo
estética que ella generó para entenderse a sí del mundo moderno.
misma, se agotó y se transfiguró.
J.S.: Próximo al muralismo, el cine de Jorge
J.S.: Tu última apreciación volverá en posterio- es para mí la plasmación estética popular más
res diálogos casi como el mito del eterno retor- importante de un pueblo semianalfabeto. No
no. No me queda claro, sin embargo, el aspec- creo que la literatura tenga esta fuerza estéti-
to que mencionas acerca de la trasfiguración ca. Creo que en nuestro próximo diálogo ten-
estética. Para concluir nuestro primer diálogo, dremos la oportunidad de referirnos a este
¿podrías aclarar este punto? aspecto ¿Te parece que seleccionemos a Oscar
Cerruto y a Marcelo Quiroga Santa Cruz como
F.C.: Mira, encuentro que, agotado el muralis- nuevos temas de estudio? Es una pena que no
mo, éste retorna renovado en el cine de Jorge hayamos podido desenterrar el cuento de Me-
Sanjinés. Particularmente en sus primeras pe- dina Ferrada, “Los muertos están cada vez más
lículas. Ukamau, El coraje del pueblo y San- indóciles”.
gre de Cóndores replantean estéticamente la
problemática del muralismo. Las figuras de F.C.: Es una pena que el cuento de Medina Ferra-
Alandia Pantoja y de Solón Romero están nue- da esté perdido. Qué pena que para nuestro diá-
vamente en el cine revolucionario planteando logo el cuento esté más “muerto” que “indócil”.
Diversidad cultural
y ciudadanía*

T rataré de avanzar un poco más en la com-


prensión de las relaciones entre ciudada-
nía, multiculturalismo y desarrollo, continuan-
pertenencia comunitaria o social, a través de
la cual el individuo se va autodesarrollando y
autodeterminando. En este caso el individuo es
do textos ya trabajados con Martín Hopenhayn, miembro de una colectividad política y recrea
Ernesto Ottone y Mario dos Santos. Primero tal identidad en el marco de las instituciones
me referiré a puntos de llegada, luego plantea- políticas reconocidas. En realidad la ciudada-
ré algunos nuevos temas e ideas que comple- nía, en palabras de Dahrendorf, está vinculada
jizan las relaciones, para finalmente tratar de a la vez con una institución, un objetivo moral,
elaborar algunas reflexiones más teóricas so- una opción de vida y un valor ético, además de
bre el asunto que nos convoca. un cierto estilo de desarrollo.
En primer lugar, la noción de ciudadanía En segundo lugar, habíamos señalado que
pretendía reconocer la presencia de dos acep- existían algunos fenómenos ligados a la inter-
ciones de ciudadanía. Una liberal en la cual se nacionalización de la economía, la política y
supone que la organización política funda la la cultura que fuerzan a pensar la noción de
condición jurídica. En ella el individuo, que es ciudadanía.
externo al Estado, contribuye con prestacio- Me refiero a la tendencia a la reformulación
nes a cambio de servicios. Otra acepción, de de la ciudadanía como producto de la expan-
carácter social, ve a la ciudadanía como una sión y redescubrimiento de las identidades
culturales. La idea consistía en señalar que la
* Este trabajo fue publicado originalmente en la asunción generalizada de la multiplicidad cul-
revista Leviathan Review, Nº 70, Winter (Madrid) tural tendía a aumentar la conflictividad social.
año 1997. Aún más, pareciese que el centro de los con-
762 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

flictos en la sociedad moderna está vinculado a de los escenarios culturales y los cruces in-
las relaciones interculturales, a la sociabilidad terculturales planteaban la cuestión del orden
y cotidianidad de nuestras sociedades. O en pa- simbólico entre los diversos grupos. La deste-
labras de Habermas, a la reproducción cultu- rritorialización de identidades culturales y re-
ral, la integración social y la sociabilidad. inserción en otros planos constituyen situacio-
Por ejemplo, en un reciente informe de Na- nes-problemas muy importantes, por eso este
ciones Unidas sobre seguridad humana, se se- es un tema además muy concreto en las dife-
ñala que en los últimos cinco años más del 70% rentes Comisiones Europeas y de EE.UU. que
de los conflictos a nivel mundial se está dando discuten el estatus ciudadano de los migrantes.
en el interior de los países mientras que sólo En realidad, lo que está en el tapete es la re-
el 30% de los conflictos se dio entre países. definición de la nación y su vinculación con la
Además señalan que estos conflictos son pre- ciudadanía.
dominantemente de tipo intercultural, princi- Estas tendencias en su conjunto nos llevaron
palmente étnicos y religiosos. a repensar la noción de ciudadanía en términos
Por otra parte, también señalamos que uno culturales. La hipótesis que teníamos afirmaba
de los temas cruciales de la redefinición ciu- que las identidades culturales se hacen más
dadana estaba vinculado a la combinación de presentes en la medida en que ellas mismas
un núcleo duro de inteligencia y su expansión se pueden expresar o multiplicar en la misma
socialmente integrativa. Es decir, aquí la ciu- sociedad. Es posible que tales identidades cul-
dadanía es considerada como construcción turales se expongan cada vez más a múltiples
comunicativa entre actores y sujetos sociales influencias y experiencias como producto de
mediante una socialización del conocimiento los procesos de modernización en curso.
entre los distintos miembros de una sociedad. En este ámbito la pregunta que planteába-
Aquí la noción de ciudadanía activa se combi- mos era acerca de las capacidades de nuestras
naba con la noción de manejo de los códigos de sociedades y regímenes democráticos de asimi-
la modernidad. lación y de respuesta de estas nuevas dinámi-
Finalmente, consideramos que la globaliza- cas de la internacionalización. Las salidas son
ción de la cultura redefinía las construcciones múltiples, pero pasan por trabajar críticamente
ciudadanas-nacionales. Así, la reorganización la tensión entre las tradiciones culturales y la
Diversidad cultural y ciudadanía 763

racionalidad instrumental y especialmente en- discusión, como por ejemplo en la revista Mi-
tre estas identidades culturales y la democra- croMega; se observa prácticamente en todas
cia política. partes una cierta crisis de la política de las lla-
Nuestra respuesta, por lo demás un poco madas democracias representativas.
osada, fue tratar de ver las dos caras de una El problema, en nuestro caso adicional, es
misma moneda de una supuesta identidad cul- que además los procesos de consolidación de
tural latinoamericana. Me refiero al reconoci- democracia son aún muy limitados y antes que
miento de una identidad indo-afro-euro-ameri- constituirse en regímenes representativos, se
cana, a la dialéctica de la negación del otro y a estarían constituyendo en democracias censi-
su potencialidad en cuanto al reconocimiento tarias. O’Donell habla de democracias delega-
de una presencia de una suerte de tejidos cultu- tivas. Delegación que se centra en la figura del
rales intermedios, que podrían constituir fuer- presidente y de la tecnocracia que le acompa-
zas pluralistas y críticas para embarcarnos en ña. En las “veinte tesis” con Mario dos Santos
la modernidad. argumentamos acerca de una cierta contrac-
La tesis creo que no era tan errada. Sin em- ción en los procesos de democratización lati-
bargo, ahora pienso que simplificamos dema- noamericanos.
siado el problema. No sé la respuesta, sólo sé En la opinión de O’Donell, la delegación se
que es importante tomar en cuenta otros fenó- refiere a la instalación democrática de gobier-
menos y conceptos que, por lo demás, más que nos que no llegan a constituirse en verdaderos
enriquecer la propuesta creo que la hacen más sistemas representativos. Así que buena parte
difícil. En este sentido, el ciudadano está po- de América Latina viviría una suerte de doble
sado más que frente al progreso, en medio de transición. En el corazón de tales problemas
un laberinto. estarían una suerte de pervivencia de una cul-
Quisiera entonces detenerme someramente tura política organicista-autoritaria y sobre
en cuatro temas y luego retomar la cuestión ge- todo la debilidad de las instituciones. Y yo
neral de las relaciones entre multiculturalismo agregaría la debilidad de un sistema de actores
y ciudadanía. con mayor capacidad política.
En primer lugar, como varios analistas han Con más fuerza Lechner se refiere a la cre-
señalado, ya se han conformado espacios de ciente debilidad de lo político, en cuanto a su
764 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

capacidad para representar lo social. En tal breza. En una región donde los procesos de
caso no sólo los ciudadanos ven debilitados diferenciación social y exclusión son comple-
los lazos de pertenencia a la comunidad, sino jos y persistentes, la pobreza es en realidad
también se sentirían cada vez más ajenos a la una condición preciudadana. En este sentido
comunidad política. En este ámbito invocar al resulta fundamental vincular su expansión a
pluralismo, como lo hicimos nosotros, supon- la persistencia de un sistema de relaciones so-
dría un campo público de interacción política ciales que la explican. Parece que vivimos una
que no existe o que está, de momento, debili- suerte de paradoja perversa, pues por una par-
tado. En este sentido, la ausencia de un campo te se operaba un proceso de democratización
real de interacción política supone una frag- y, por otra, como consecuencia de la inflación
mentación o anomalía política creciente. Con- y de los ajustes, se producía una gran exclusión
siguientemente se percibe una mayor distancia ciudadana. El tema de la exclusión social y la
entre identidad cultural e identidad ciudadana. pobreza necesita abolir la figura del necesitado
En el caso de Chile, Lechner por ejemplo habla al cual hay que darle ayuda, en vez de investirlo
de una desafección ciudadana como el resulta- de derechos y dotarlo de capacidad de partici-
do de una privatización económica, donde los pación política.
asuntos públicos pasan a ser asuntos particula- En tercer lugar, deseo referirme a la ecopo-
res que se alejan de la construcción de compro- lítica. Para empezar, reconocer el desarrollo
misos colectivos. En el caso de Bolivia, la au- de una cierta ruptura entre los procesos nacio-
sencia o debilidad de espacios institucionales nales y la dinámica de la globalización gracias
interactivos conduce nuevamente a la política a los problemas ecológicos y la emergencia
en las calles, es decir al conflicto directo, pues de aquello que Morin llama ecopolítica. Para
no bastan reformas lúcidas si no están acompa- este autor los patrones de identificación de
ñadas por la construcción de espacios públicos una comunidad nacional, generalmente mira-
de negociación. O como decíamos, de actores dos desde la noción de madre-patria-república
con capacidad autónoma para llegar a acuer- o nación, estarían mutando en razón de la de-
dos institucionalizados. gradación ambiental hacia una comunidad in-
En segundo lugar, creo que no trabajamos ternacional. Así, las reformas de apropiación
bien la cuestión de la exclusión social y la po- de la naturaleza ya estarían agotadas y más
Diversidad cultural y ciudadanía 765

bien el deterioro marcaría la necesidad de un Paolo Flores de Arcais, muy influencia-


tipo nuevo de ciudadanía de carácter univer- do por la situación italiana, plantea algunas
sal transcultural: madre-tierra-patria. Apela ideas importantes para pensar la relación en-
entonces a una ciudadanía universal como tre ciudadanía e individuo. Me gustaría reto-
defensa de la destrucción de la tierra, donde mar algunos puntos de su pensamiento, por-
una especie de sincretismo intercultural esta- que además creo que son significativos para
ría precondicionando una nueva ciudadanía América Latina.
universal, o quizás, en nuestro caso, tal ciu- Para este autor, un hecho político en el mun-
dadanía estaría vinculada a una depredación do actual es el fenómeno de la ciudadanía sus-
asociada no sólo a los modelos de consumo traída, en la cual la representación política de
de las sociedades avanzadas, sino también a lo social se degrada. El ciudadano pasa a ser
una degradación proveniente de la exclusión un súbdito o un cliente de una clase política
social. El pensamiento ecologizado de Morin inamovible y estancada. El ciudadano deja de
nos invita a reflexionar acerca de las posibi- tener interés en lo político, en aquello que es
lidades de una ciudadanía internacionalizada vital a la representación y que Claude Le Fort
desde nuestro propio patrimonio cultural. En denominó pertenencia democrática, es decir,
este sentido el comunitarismo indigenista, por el estar involucrado en el juego político del
ejemplo, y su experiencia sobre el control de poder. Aquí la política pasa a ser un asunto de
los terrenos ecológicos y los mecanismos de “ellos”, es decir, una actividad atrincherada en
reciprocidad pueden contribuir quizás no sólo el monopolio de una corporación política par-
al pensamiento ecologizado, sino también tidaria y donde ya no hay diversidad social a
para definir una ciudadanía más universal en ser representada. En tal dinámica el ciudadano
el sentido de Morin. viviría la política como algo ajeno a él.
Finalmente, está el tema de lo individual En este sentido, los políticos de oficio son
en la cultura ciudadana de América Latina. vistos como una casta que se reproduce por
Creo que es fundamental repensar el tema en cooptación, autolegitimada y autorreferencial,
un contexto intelectual que busca revalorizar políticos cada vez más incapaces de represen-
lo individual como una construcción socio- tar a los ciudadanos. Por ejemplo, por todas
cultural. partes las encuestas de opinión pública mues-
766 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tran una gran desafección política y una gran Entonces conviene relativizar los argumen-
crítica hacia los partidos por parte de los ciu- tos culturalistas respecto de la construcción
dadanos. El ciudadano deja de interesarse en individual del ciudadano. Toda construcción
la cosa pública y sólo le interesa consumir o identitaria, por muy importante que sea el mo-
replegarse en una tribu en medio de una socie- vimiento, tendría que ser además de incluyen-
dad cada vez más transformada por los efectos te, abierta, en el sentido de abolir la tutela de la
de la tecnología. Castells coloca precisamente diferencia como atributo absoluto de cualquier
aquí las tensiones actuales de las sociedades cultura de comunidad.
contemporáneas, tensiones entre el ciudadano Aquí también la cosa se complica para los
y el nuevo poder tecnológico, entre la red de latinoamericanos, puesto que históricamente
información y el yo. nuestros liberalismos han sido siempre muy
En este ámbito, según Flores de Arcais, el débiles y las construcciones individuales, rea-
sujeto atacado o debilitado es el individuo. En les, casi inexistentes en la mayoría de los ca-
este sentido, cualquier proyecto emancipato- sos, sólo válidas para los sectores medios. Ade-
rio con pretensiones renovadoras tendría que más recordemos la dramática historia de lo que
plantearse que es precisamente el individuo Angel Flisfish denominó “ciudadanías avasalla-
lo que se necesita reconstituir, puesto que él das”. Yo diría que la construcción social y cul-
constituye el lado más débil de los efectos del tural del individuo en America Latina es toda
cambio moderno. una tarea pendiente que abre nuevas vías para
Al respecto, un tema de singular importancia cualquier proyecto emancipatorio.
es el de la igualdad de oportunidades. En teoría ¿Cómo, pues, vincular los procesos de sub-
sólo la igualdad de oportunidades constituye jetivación narrados —o la diversidad cultural
una condición para el desarrollo del individuo- que expresan las nuevas sociabilidades en la
ciudadano, sólo después se puede ser un ente región— con la política? O, expresado de otro
privado. Es decir, una ciudadanía será sólo en modo, ¿es posible una articulación entre la di-
la medida en que las instituciones puedan ga- versidad cultural emergente y la ciudadanía en
rantizar a todos, como parte de los derechos in- los actuales procesos de democratización?
dividuales, todos los derechos sociales. En con- La respuesta crea un dilema, pues por un
signa, sólo si hay derechos habrá ciudadanos. lado esto implicaría la asunción por parte del
Diversidad cultural y ciudadanía 767

conjunto de los actores de un valor común re- por su propia consistencia niegan la otredad y
ferido al reconocimiento universal de la ciuda- la tolerancia y, muy especialmente; d) la diná-
danía. Dicho reconocimiento se expresaría en mica y la ideología hiper-racionalista del mer-
el logro de la institucionalización de valores co- cado y la sociedad de consumo.
munes que supongan la igualdad de oportuni- Quizá vale la pena reafirmar la presencia de
dades y el derecho a tener derecho a subjetivi- elementos adicionales que moderan las ten-
dades propias. Este razonamiento implica que dencias señaladas, es decir el desarrollo de
sólo en la medida en que los valores ciudada- movimientos éticos en la política y en la socie-
nos universales sean asumidos colectivamente dad referidos a la ética de la responsabilidad
se podrán expandir las identidades particula- social, al derecho a la diferencia, a opciones
res, tanto individuales como colectivas. Segu- de vida comunitaria de la más variada índole
ramente esto implicaría la constitución de un y, muy particularmente, a la idea de que desa-
proyecto de modernidad destinado a eliminar rrollo y modernización son un bien común que
la dialéctica de la negación del otro y asumir en se construye con otros. Esto replantea la temá-
plenitud el multiculturalismo abierto y la otre- tica del consenso sobre la base de aquello que
dad latinoamericanas, como una fuerza ética Pizzorno denominó “cultura de la solidaridad
de la misma sociedad. En realidad esto supone procesal”, en la cual los enemigos se converti-
una lógica laica que sólo el Estado y el régimen rían en jugadores. Semejante consenso impli-
político democrático pueden preservar. caría, cuando menos, un método para resolver
Sin embargo, por otro lado existen límites las diferencias en función de la argumentación
duros, establecidos por a) la propia lógica de la y la alteridad.
modernización y específicamente por la técni- Habermas ha sugerido que esto implicaría
ca creadora del cambio que tiende a concentrar la comprensión de la racionalidad democráti-
decisiones en élites tecnocráticas; b) el incre- ca como un asunto de procedimientos que van
mento de los procesos de exclusión y margina- más allá de una lógica meramente instrumen-
ción social —el abismal crecimiento de la mi- tal, que se fundaría sobre todo en la fuerza de
seria está asociado también con la pérdida de una convicción derivada de consensos obteni-
lazos sociales—; c) la presencia de identidades dos en función de un debate sustentado en ar-
“duras” o irreductibles, del tipo mesiánico, que gumentos, y así, la deliberación intersubjetiva
768 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

entre los actores permitiría la construcción de Finalmente, desearía insistir en la tensión


una solidaridad procesal. entre individuo y multiculturalismo. La tesis es
En América Latina la construcción de con- que estos dos movimientos no son potencial-
sensos en el sentido señalado tendría que estar mente excluyentes, por lo menos en América
normativamente vinculada con un proceso de Latina, y que más bien se pueden retroalimen-
integración social creciente, tanto en el plano tar mutuamente. En primer lugar, pienso que se
simbólico como en el material. Sin equidad no necesita fortalecer la capacidad de acción au-
es posible la otredad, ni siquiera la competitivi- tónoma de los actores colectivos e individuales
dad económica es sostenible si siguen crecien- y además fortalecer los tejidos interculturales
do las distancias sociales. que los contienen. En segundo lugar, esto será
En esta óptica, una participación creativa en posible si la comunicación entre diversas co-
la sociedad necesitaría estar acompañada por munidades se expande y al hacerlo quizá se po-
procesos de equidad y libertad sociocultural, tencie la capacidad de acción individual. Hoy
es decir por el reconocimiento institucionali- día, en nuestras sociedades modernas, cada
zado al derecho a existir y a ser diferente; en vez más expuestas al bombardeo de los me-
realidad la temática del consenso plantea la del dios, que por lo demás no son tan xenófobas y
peso estratégico de la cultura política demo- heterogéneas como otras sociedades del mun-
crática en un nuevo proyecto emancipatorio de do, es posible establecer compromisos razona-
modernidad. bles de expansión ciudadana.
En América Latina los valores de jerarquía Al fin América Latina es un continente de equi-
y de igualdad de oportunidades han sido siem- librio y de términos medios, en el cual el mismo
pre problemáticos e inestables. La igualdad ha tejido intercultural, si quiere potenciarse hacia
estado asociada con la lucha por la ciudadanía, el desarrollo y la democracia, necesita avanzar
casi siempre avasallada, y las jerarquías son el de modo zigzagueante entre la construcción de
resultado tanto de adscripciones del pasado las identidades culturales y la imprescindible
como de una capacidad de movilidad social construcción del individuo. Y asumir también
frecuentemente de tipo informal. que felizmente tal tensión es irresoluble.
¿Todo lo que se termina
se acaba?
La sociedad y el ciclo estado-nación*

Fernando Calderón G. y Mario R. dos Santos

1.1. La modernización inconclusa latinoamericanos, ni los efectos que tienen


sobre la región los cambios de los escenarios
Las pendulares mutaciones que marcan la latinoamericanos.
historia política latinoamericana contempo- Para empezar, las ciudades y su voraz cre-
ránea rebasan la imaginación prospectiva que cimiento transformaron definitivamente la faz
pudieron tener los ensayistas y futuristas de rural del continente, pero no se industrializa-
principios de siglo. Entre tales mutaciones, ron como se esperaba, ni tampoco produjeron
las que se resumen a continuación permiten la moderna incorporación al progreso o, si se
comprender el modo como se constituyó quiere, la vigencia de relaciones sociales ple-
cierto estilo de modernización en la región namente capitalistas; al contrario, ocurrieron
y uno de sus productos más significativos, una serie de asincronías que distan mucho de
el modelo de Estado latinoamericano. Sin la lo imaginado por nuestros pensadores evolu-
comprensión de este modo histórico de arti- cionistas. Por ejemplo, urbanización asociada a
culación entre Estado, economía y sociedad expansión de economías familiares en pequeña
civil en la región, no es posible ponderar, en escala, incorporación parcial a la moderniza-
todos sus alcances sociopolíticos, sociocul- ción vía el consumo imitativo —o lo que Germa-
turales y socioeconómicos, ni la magnitud ni llamaba “efecto de demostración”— y múl-
de la actual crisis institucional en los países tiples escalas de exclusión e integración social
como parte de una modernización heterogénea.
Para continuar, en el ámbito rural se han
* Este trabajo fue publicado originalmente en Calde-
rón, Fernando y Dos Santos, Mario 1995 Sociedades sin sufrido importantes cambios, sobre todo en
atajos (Madrid: Paidós). los lugares donde hubo procesos de reforma
770 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

agraria, pero nadie puede negar que incluso nación que ellos mismos encarnaban. Parecían
las viejas oligarquías terratenientes, especial- eternos y resultaron fugaces, aunque paradóji-
mente donde no se operaron procesos de re- camente reaparecen cual fantasmagóricas figu-
forma, han sufrido metamorfosis quizá dema- ras que las masas desamparadas invocan.
siado completas, pues de alguna manera se han Nuevas burocracias, nuevas elites interna-
reconstituido como nuevas elites en el poder, cionalizadas, novedosos empresarios, curiosos
mientras que los campesinos no sólo se han liderazgos, intrigantes y polifacéticos com-
incorporado al mercado sino que han sufrido portamientos colectivos, entre otros factores,
profundos procesos de diferenciación socio- marcan el comienzo de azarosos cambios en la
cultural. Por ese motivo, muchas de nuestras sociedad latinoamericana. Lo llamativo es que
ciudades son también rurales. Ya las industrias nuevamente el Estado está en la encrucijada;
y su sustantivado abstracto, la industrializa- no sabemos si se acercará al sistema político
ción, ¿acaso no han seguido zigzagueantes cur- para convivir allí con la sociedad o si se forta-
sos inimaginables para cualquier mentalidad lecerá modernizándose en función de un nuevo
ferrocarrilera? El continente se industrializó, dominio sin vivencias democráticas plurales y
pero lo hizo a medias y en forma dependiente socialmente expansivas.
de las economías centrales; luego también se Los mismos partidos políticos, esencialmen-
desindustrializó parcialmente por los efectos te paraestatales, que encarnaron con fuerza
de la crisis y de la revolución tecnológica, para proyectos nacional-populares e incluso clasis-
volverse por último a reestructurar en función tas, hoy están desconcertados, y no sólo por la
del mercado externo (con una mayor o menor crítica proveniente de la sociedad sino también
dosis de reindustrialización y de reconversión). por su propio deslumbramiento frente a los
El Estado, que en prácticamente todos los cambios societales y a los nuevos desafíos del
casos fue el pivote de estos cambios, también sistema internacional: ellos también están en la
empieza a transformarse, habiendo sido la ra- encrucijada.
zón y la pasión de las sociedades latinoameri- Los cambios fueron tan inusitados que di-
canas y de sus líderes. Qué mayor símbolo de fícilmente se pueda verificar una evolución
esta pasión que la biografía de sus conductores, regional gradual, ni siquiera a nivel nacional.
quienes hablaban a la historia en nombre de la En realidad el ciclo estatal fue largo, y los al-
¿Todo lo que se termina se acaba? 771

tibajos constituyeron lo único constante. Aun una institucionalidad democrática y desarro-


en México, donde hubo una estabilidad insti- llo económico. Sus estudios le devolvieron una
tucional, las mutaciones en la sociedad y en realidad con enormes paradojas y dificultades.
el mismo Estado son profundas y comienzan Una de ellas fue la hacienda, vinculada a órde-
sólo ahora a ser ampliamente reconocidas por nes despóticos tradicionales, aunque varias de
los analistas. las elites correspondientes a ella estaban en-
Es cierto que desde una perspectiva analí- lazadas externamente con la modernización;
tica, hubo en las décadas del 40 y del 50 va- otra, el carácter anacrónico de los empresa-
rios enfoques y respuestas sobre el carácter y rios y las limitaciones socioculturales tremen-
el significado de un arribo de América latina das de los sectores medios, lo cual mermaba el
a la moderna sociedad industrial. Con una in- potencial de liderazgo. Respecto del caso boli-
tención a la que es afín este libro, el sociólogo viano, por ejemplo, su conclusión es que sólo
Medina Echavarría tuvo la sagacidad de pre- los mineros, por su vinculación con la cultura
guntarse quién o quiénes podrían ser los ac- industrial, podían plantearse la institucionali-
tores sociales con posibilidades de enfrentar dad democrática con desarrollo económico y
los desafíos que planteaban los procesos de optar por ella. Sin embargo, ya entonces obser-
modernización en ese momento histórico. La vó que la hiperideologización de ese sector era
modernización suponía para él la construcción la principal barrera.
de un consenso político en torno de la estabi- No obstante, la modernización se produjo,
lidad e institucionalidad del binomio democra- pero a la latinoamericana: a medias, tocándo-
cia-desarrollo económico. Medina Echavarría1 le al Estado actuar como monopolizador de la
insistía, pues, en preguntar y en preguntarse política, como primer empresario moderno y
qué orientaciones de la acción colectiva y qué como ámbito de los conflictos sociales, mien-
actores trataban de vincular orgánicamente tras el resto de la sociedad participaba en el
juego consustanciada y compenetrada con la
lógica estatal.
1 Medina Echavarría, J.: Sociología latinoamericana. El Estado se convirtió, de diferente mane-
Consideraciones sociológicas sobre el desarrollo eco-
ra y con distintos ritmos, sabores y tiempos
nómico de América Latina, San José, EDUCA Centroa-
mérica, 1980. nacionales, en el unificador y articulador del
772 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

conjunto de las relaciones sociales, siendo coalición, al movimiento político populista


parte constitutiva de aquél. Las institucio- o incluso al mismo líder, lo hacía de manera
nes y los aparatos estatales se caracteriza- viscosa, entremezclada, sin saber claramente
ron por regular directamente procesos de dónde empezaban o terminaban su estructu-
integración y de coacción social, pero tam- ra o su campo de acción. Estas vinculaciones
bién fueron los impulsores de los procesos se dieron a través de una cultura política sui
de cambio, subordinando —cuando exis- géneris que, por un lado, invocaba al pueblo
tía— a la democracia política. Por ello pue- como un sujeto sustancial en el cual, además
de decirse que en esos casos se trataba más de la verdad, residían la solidaridad y la “ra-
de gobiernos democráticos que de regíme- zón de la historia”, y, por otro, recurría a una
nes democráticos.2 serie de prácticas y de valores clientelares, de
El Estado no sólo fue actor unificante de tipo prebendalista, que reproducían las arti-
toda la sociedad, sino también buscó identi- culaciones sociopolíticas señaladas. Para los
ficarse con la nación y el pueblo. Su interven- líderes el punto consistía en adecuar la reali-
ción alcanzó todas las esferas de la vida socie- dad al sentido de la historia, sentido que ellos
tal, siendo el principal agente de transforma- podían descubrir.
ción social y económica. Cuando se vinculaba El Estado, por lo general yuxtapuesto a un
al partido de gobierno, a los partidos de una solo partido político, tendió a monopolizar
las relaciones políticas. Los conflictos socia-
les o políticos sólo eran legítimos cuando se
2 En un texto anterior se señaló lo siguiente: “En expresaban en el seno del aparato estatal o
cuanto al sistema político, resalta que el ejercicio de en el partido predominante; el resto del ac-
la democracia se practicase más en el seno del mismo
cionar político era por lo general considera-
movimiento nacional que fuera de él, y por lo tanto no
como cualidad deliberadamente buscada del mismo. do ilegítimo. El Estado que dirigió los pro-
Por ello puede decirse que eran más gobiernos demo- cesos de modernización e industrialización
cráticos que regímenes democráticos”. Cf. Calderón, F. atrapó a la sociedad en su seno e inhibió un
y dos Santos, M. R., “Lo político y lo social: bifurcación desarrollo pleno de la ciudadanía política,
o síntesis en la crisis”, en Latinoamérica: lo político
aunque en ocasiones la haya expandido fuer-
y lo social en la crisis, Buenos Aires, CLACSO, 1987,
pág. 628. temente. Esta última requiere una compe-
¿Todo lo que se termina se acaba? 773

tencia entre fuerzas políticas, sin que las mi- tencias disímiles, desde la compleja propo-
norías sean descalificadas como necesaria- sición aprista hasta las difusas reivindica-
mente expresiones de la antinación, ya que ciones varguistas.
se identificaban el desarrollo y la autonomía Pero precisemos lo anterior. Progresiva
nacionales exclusivamente con la práctica y diferencialmente el Estado se convirtió,
política del movimiento popular. No hubo en la mayoría de los casos, en el principal
equivalencia, pues, entre el intento de fun- actor de la escena económica, pues tomaba
dar una comunidad nacional y el de fundar las principales decisiones en cuanto al per-
una comunidad política; la primera se reveló fil productivo de las economías nacionales,
parcial con la caída o derrocamiento de los acerca del empleo, la distribución del ingre-
regímenes nacional-populares y la segunda so, el consumo colectivo y las características
no se concretó, frustrando la continuidad de de los procesos de industrialización, algunas
un camino de integración, transformación y veces impulsando al empresariado nacional,
desarrollo nacional.3 otras actuando directamente, según se trata-
Además, el Estado, al representar a la se o no de un sector estratégico de la eco-
nación, no sólo monopolizaba y ordenaba nomía. Con ello se convirtió en una especie
sus relaciones con el sistema internacional de vaso comunicante entre los procesos de
sino que competía y muchas veces comba- inversión, producción, distribución y con-
tía contra el poder y las políticas de otros sumo. Impulsaba un estricto control, por lo
estados, particularmente con los del llama- menos en los momentos de auge populista,
do imperialismo inglés, norteamericano o de las relaciones con la economía interna-
ruso. En ello, parafraseando una conocida cional y precisamente por esto más adelante
consigna peronista, los estados populistas se convirtió en el principal canal y socio del
no encontraban nada mejor que otros esta- capital transnacional. El Estado controlaba
dos populistas, más allá del hecho de que la economía.
las ideologías nacionalistas tenían consis- Sin embargo, este predominio estructura-
dor del Estado exhibe tendencias contrapues-
tas, y los tiempos en que se plasma también
3 Ídem, pág. 629. son distintos. En buena parte de Centroamé-
774 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

rica4 ocurre como un proceso tardío y regresi-

sivos. Cuatro años más tarde se produce el golpe de los


4 E. Torres Rivas señaló al respecto lo siguiente: “En coroneles, que desarrollan una política modernizante,
las tres décadas transcurridas desde el fin de la Segun- iniciando la democratización del Estado y promovien-
da Guerra Mundial, la sociedad centroamericana expe- do un crecimiento económico.
rimentó cambios sustanciales y relativamente rápidos. El retraso de la crisis nicaragüense se produjo por dos
Se trata de un proceso de modernización con todas las razones. Por un lado, debido al carácter antisomocista
desigualdades inherentes a una sociedad agraria que del partido conservador, oposición no necesariamente
empieza a cambiar, proceso estimulado en buena medi- democrática y antioligárquica. Por el otro, debido a las
da por influencias (económicas y políticas) externas y consecuencias que en el plano económico tuvo el boom
que fue dirigido y aprovechado por la burguesía agraria algodonero, con el cual se inicia el período primario
en el interior” (pág. 26). exportador.
“La década de los 70 recoge, en consecuencia, no sólo En los tres casos mencionados, el Estado actúa Como
los fracasos de la democratización imposible, sino tam- represor frente a la agitación social, siendo los grupos
bién de un movimiento popular que acumuló derrotas más conservadores los que, a mitad de los años setenta,
y represión cada vez que intentó organizarse política- van a decidir el curso de la batalla. El sistema de Hon-
mente o plantear luchas gremiales […] Se intersectan, duras se caracterizó por el surgimiento de un caudillis-
finalmente, los efectos ya presentados de la doble crisis mo tradicional, fruto de la alianza del Estado con los
económica: la de origen estructural y por ello fincada propietarios de plantaciones, en general extranjeros.
en la historia de cada país, y la de origen externo, más Dada la estabilidad que ésta tuvo, las coaliciones popu-
coyuntural, que afecta por igual a la región” (pág. 38). lares que se conformaron no alcanzaron el éxito de las
Algunos hitos cronológicos nacionales serían los si- que surgieron en Guatemala y en El Salvador. El triunfo
guientes. En el caso de Guatemala, luego de otorgada la de Villedo Morales en 1964 representa el inicio de los
libertad de organización política en 1947 y de la reforma gobiernos democráticos en el país, siendo el general
agraria producida cinco años más tarde, el movimiento López Arellano quien realiza los primeros intentos de
popular es derrotado en 1954 y quedan restablecidos modificación de la estructura agraria.
el poder y la influencia de los sectores cafetaleros y El caso de Costa Rica representa la excepción de cómo
agrarios más conservadores. Desde el fin de la Segunda una sociedad rural, apoyada en valores conservadores,
Guerra Mundial y hasta principios de los años setenta puede experimentar una modernización política. Con la
se asiste a un estado de excepción como respuesta es- guerra civil de 1948 se rompe parcialmente la hegemo-
tatal a la profundización de la crisis social. nía oligárquica y se pone en práctica un proyecto ten-
Con la caída del general Hernández Martínez en El Sal- diente a lograr la continuidad del orden social vigente
vador, en el año 1944, estalla una crisis dentro del ejér- y a asegurar una estrategia de desarrollo económico
cito que se resuelve a favor de sus sectores más regre- dirigido desde el Estado. La existencia de una canti-
¿Todo lo que se termina se acaba? 775

vo, con una corporatización que directamente rre, por ejemplo, con El Salvador, Honduras
tiene como actores las fuerzas armadas y las y Nicaragua en la década del 60, en tanto que
empresas transnacionales. Esto es lo que ocu- en Guatemala existe el antecedente previo y
transitorio del régimen de Arbenz y en Costa
Rica la prolongada vigencia de un Estado in-
dad importante de medianos y pequeños propietarios terventor democrático (desde 1949). El caso
cafetaleros explicaría la dimensión más democrática y de Panamá con Torrijos en la década del 70
participativa de la vida política de este país. es otro ejemplo de proceso nacional-popular
Véase Torres Rivas, E.: “La formación del Estado en
Centroamérica” y “Quién destapó la caja de Pandora”,
tardío a través del cual se encara la moder-
en La crisis centroamericana, San José, FLACSO, nización y superación del orden oligárquico
EDUCA, 1984. semicolonial.
Véase también Molina Chocano, G.: “Estado y proceso En unos y otros casos de desarrollismo
de acumulación en Centroamérica.”, en Estudios So- estatal la modernización constituyó una de
ciales Centroamericanos, nº 37, San José, enero-abril
de 1984. En este texto Molina Chocano afirma: “El pro-
las orientaciones fundamentales de la acción
ceso de industrialización centroamericano impulsado pública. Los movimientos populistas persi-
en los años 60 con el modelo integracionista que se dio guen difusamente, a través del Estado y con
en condiciones de dependencia y dentro del fenómeno una visión evolucionista, transformar los va-
llamado internacionalización del mercado que se carac- lores tradicionales y las arcanas estructuras
terizó por el arribo y penetración de las grandes corpo-
raciones transnacionales (que pasan a interesarse y a organizativas, particularmente las agrarias,
controlar, en mayor o menor medida según los países, en procesos y organizaciones urbanas moder-
el sector urbano) colocó al Estado centroamericano en nas. La urbanización y la industrialización,
la posición de garante del proceso de acumulación de impulsadas por fuertes políticas educaciona-
capital presidido por dicho capital monopólico interna-
les, constituirían los pilares modernos de las
cional” (pág. 91).
Véase, asimismo, “La crisis económica centroameri- nuevas sociedades latinoamericanas. Cuando
cana. Una propuesta de análisis histórico-político”, en el impulso de estas metas derivaba de una
varios autores, Centroamérica, condiciones para su ideología nacionalista, considerada el ethos
integración, San José, FLACSO, 1982, y, especialmen- fundacional o refundacional de las repúblicas
te, Arias, Arturo, Estado, sociedad y economía en Cen-
troamérica. Proyecto RLA 86/001, -CLACSO-PNUD-
latinoamericanas (pues ese ethos era palanca
UNESCO, trabajo mecanografiado, 1990. de la segunda independencia), quien se opo-
776 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

nía al Estado nacional o a su líder se oponía a


la nación y al pueblo.5 Esa interpretación era
intenta una experiencia más peligrosa que un régimen
parlamentario corriente; mientras que el segundo neu-
5 A título de ejemplo, veamos algunos conceptos y traliza simplemente el potencial revolucionario de las
discusiones elaborados por G. Germani, E. Laclau y A. interpelaciones populares, el primero trata de desarro-
Touraine. llar dicho antagonismo, pero de mantenerlo dentro de
Para Germani los movimientos nacional-populares pue- ciertos límites” (pág. 203).
den ser entendidos como “forma peculiar de interven- Por otro lado, distingue el populismo de las clases do-
ción en la vida política nacional de los estratos tradicio- minadas. “Para los sectores dominados la lucha ideoló-
nales en curso de rápida movilización en los países de gica consiste en expandir el antagonismo implícito en
industrialización tardía” y “han aparecido o están apa- las interpelaciones democráticas y en articularlo al pro-
reciendo puntualmente en todos los países de América pio discurso de clase. La lucha de la clase obrera por
Latina, pues en todos ellos el grado de movilización de su hegemonía consiste en lograr el máximo posible de
las capas populares de las áreas marginales dentro de fusión entre ideología popular-democrática e ideología
cada país rebasa o amenaza rebasar los canales de ex- socialista. En este sentido, un populismo socialista no
presión y de participación que la estructura social es ca- es la forma más atrasada de ideología obrera, sino su
paz de ofrecer” (pág. 231). “En la mayoría de los países forma más avanzada: el momento en que la clase obrera
de América Latina tal movilización está ocurriendo en ha logrado condensar en su ideología el conjunto de la
forma vertiginosa y dentro de una estructura arcaica”, ideología de una formación social determinada” (pág.
lo que este autor llama paso de la pasividad tradicional 203).
a la movilización total. Cf. Germani, G., “De la sociedad En los discursos ideológicos populistas “…las interpe-
tradicional a la participación total en América Latina”, laciones populares aparecen presentadas bajo la forma
en América Latina. Ensayos de interpretación socio- del antagonismo y no sólo de la diferencia. Su oposi-
lógico-política, Santiago, Ed. Universitaria, 1970. ción a la ideología dominante puede ser más o menos
Laclau distingue dos tipos de populismo. Por un lado, radical y, en consecuencia, el antagonismo estará arti-
el populismo de las clases dominantes, que se produ- culado a los discursos de clase”. Véase Laclau, E.: Po-
ce cuando el bloque dominante experimenta una crisis lítica e ideología en la teoría marxista. Capitalismo,
profunda por la existencia de una nueva fracción que fascismo, populismo, México, Siglo XXI, 1978.
intenta imponer su hegemonía y no consigue hacerlo Por su parte, Alain Touraine contraargumenta lo si-
dentro de la estructura existente de dicho bloque de guiente: “Es decididamente imposible hablar de movi-
poder. Una de las soluciones posibles puede ser el lla- miento nacional-popular. Menos aún, identificar el po-
mamiento directo a las masas para desarrollar su anta- pulismo con intereses de clase, como lo hace Laclau,
gonismo frente al Estado. “El populismo de las clases que opone un populismo de clase dominante a un popu-
dominantes es siempre altamente represivo porque lismo de clase dominada. No se puede hablar más que
¿Todo lo que se termina se acaba? 777

defendida por una política de sincretismo cul-


tural que vinculaba lo local o regional a lo na-
de una política nacional popular, definida como una cional, y lo nacional a lo universal. En varios
forma de intervención del Estado. Esta política busca
casos, como en México o en Bolivia, este sin-
incorporar ofertas y demandas sociales en el proyecto
nacional de un Estado. [...] La construcción de un Es- cretismo también era racial: Paz Estenssoro
tado, no a la Bismarck, pero capaz de superar las con- hablaba de la raza indo-mestiza como el crisol
tradicciones y los riesgos de estallido en la sociedad, de la nacionalidad.6
es la meta principal de la política nacional-popular que
no separa el desarrollo del Estado de la integración na-
cional y de la defensa de los intereses populares. […]
La política nacional-popular no es representativa y en los intereses transnacionales o simplemente extranje-
consecuencia, a pesar de que crea frecuentemente una ros, en detrimento del capital nacional […] Su proce-
fuerte participación, no puede ser considerada como der se caracteriza por el centralismo y la negación a la
democrática”. Véase Touraine, A.: La parole et le sang, participación”. Véase Palau, T., y otros: “Las políticas
París, Ed. Odile Jacob, 1987, pág. 203. económico-sociales en el marco de la crisis. Ensayos,
Véase también Graciarena, J.: “El Estado latinoameri- demandas y prospectivas en el caso paraguayo”, en
cano en perspectiva. Figuras, crisis y prospectiva”, en ¿Hacia un nuevo orden estatal en América Latina? Los
Pensamiento Iberoamericano, nº 5, Madrid, enero-ju- actores socio-económicos del ajuste estructural, Bue-
lio, 1984. nos Aires, CLACSO, 1988, pág. 218.
A nosotros nos interesa resaltar especialmente el pa- Véase también Rivarola, D.: “Los movimientos sociales
pel desempeñado por el Estado y sus relaciones con la en el Paraguay.”, en Calderón, F. (comp.), Los movi-
sociedad y la economía. En términos nacionales, inclu- mientos sociales ante la crisis, Buenos Aires, CLAC-
so en una situación aparentemente distinta o anóma- SO, 1986.
la como lo es la de Paraguay, el Estado juega un pa- 6 Stavenhagen, R. sintetiza críticamente dicha afir-
pel central. Al respecto señala T. Palau: “…el Estado mación en su sexta tesis: “La integración nacional en
interviene en la economía y en la sociedad civil para América Latina es producto del mestizaje”, pero ello
reproducir su fondo prebendario y cooptarlas, como —según este autor— “esconde generalmente un pre-
mecanismo de supervivencia política, aplicando los juicio racista, puesto que en lo biológico el mestizaje,
beneficios de su intervención económica al manteni- sobre todo en los países en que la población mayori-
miento del clientelismo. […] El otro parámetro que el taria acusa rasgos indígenas, significa un blanquea-
Estado se ha encargado de volver explícito, inherente a miento”. Por consiguiente, “las virtudes del mestizaje
su autoritarismo, es el de atribuirse a sí mismo y en ex- esconden un prejuicio en contra de lo indígena. […]
clusividad la gestión del desarrollo, lo cual no obsta que El llamado mestizaje cultural representa, de hecho, la
—en nombre del progreso— mediatice con frecuencia desaparición de las culturas indígenas”. Véase Staven-
778 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

En muchos de los casos nacionales el ins- listas y de los gobiernos populistas, suma-
trumento privilegiado para la consecución mente heterogéneas, conflictivas, espurias y
de estas metas asociadas a la modernización discontinuas. Toda caracterización que des-
industrializadora fue la planificación del de- conozca estos rasgos pecará necesariamente
sarrollo. Dicho instrumento daba al Estado de reduccionismo o de generalización. No
la legitimidad técnica para convertirse en el existe, para la región, un populismo, un para-
racionalizador de la sociedad: el actor que digma del Estado planificador o un discurso
regulaba la dirección de la historia en fun- nacionalista único. En esta diversidad reside
ción de un saber “racional” que permitía, en parte de la riqueza y de la confusión que atra-
cada fase del desarrollo, optimizar el uso de viesan la historia política latinoamericana.
los recursos sociales disponibles. Además de Es por ello que, a continuación, se presentan
ser un hiperagente económico en sí mismo, sólo aquellas características que, conforme
el Estado debía, en virtud de su carácter pla- la evidencia histórica, han sido las más ex-
nificador, coordinar y ordenar los compor- tendidas y compartidas por una amplia gama
tamientos de los diversos actores sociales a de experiencias nacionales de moderniza-
fin de que sus resultados pudiesen ser previ- ción en la región.
sibles, integrados y orientados en una direc- Desde el punto de vista de las relaciones
cionalidad de conjunto. sociales y de la trama organizacional, una ca-
Por cierto, las versiones latinoamericanas racterística crucial de esta forma estatal es
de la planificación del desarrollo han sido, que fue impulsora de nuevas organizaciones
como en el caso de las ideologías naciona- sociales,7 particularmente en el nivel popular,

7 En este sentido es muy ilustrativo de buena parte


hagen, “Siete tesis equivocadas sobre América Latina”, de la región la experiencia del MNR y de la COB. Véase
en varios autores, América Latina. Ensayos de inter- al respecto la biografía de Lechín, por Lupe Cajías.
pretación sociológico-política, Santiago de Chile, Ed. En términos más analíticos resultan interesantes las
Universitaria, 1970, pág. 93. reflexiones de J.C. Portantiero referidas al caso argen-
Véase también Quijano, A.: La emergencia del grupo tino. “Otras situaciones en donde la presencia de de-
cholo y sus implicaciones en la sociedad peruana, te- mandas y organizaciones neocorporativas coexiste con
sis de doctorado, Lima, Univ. de San Marcos, 1964. sistemas políticos democráticos sin que las decisiones
¿Todo lo que se termina se acaba? 779

como los sindicatos campesinos y obreros, les, afectando el desarrollo y la consolidación


pero también de organizaciones empresaria- de clases sociales y grupos de intermediación.
En este sentido fue importante su incidencia
en la creación de capas medias burocráticas
políticas sean producto de una concertación regulada, que sirvieron no sólo de puente para alianzas
han sido y son habituales. El neocorporativismo es allí de clase sino como articuladoras de las re-
conflictivo: el sistema político, en lugar de emplazarse laciones de dominación. Por otra parte, este
sobre la capacidad planificadora del Estado (a partir tipo de Estado, si bien impulsó un proceso de
del filtro de demandas que han efectuado los actores
sociales ‘legítimos’), se constituye sobre una exaltación
diversificación económica en el nivel regional,
de la capacidad de presión de esos actores en una si- dentro de cada país fue esencialmente centra-
tuación de reequilibración permanente.” Véase Portan- lista y verticalista respecto del conjunto de las
tiero, J.C.: “La democratización del Estado.”, en Pensa- relaciones políticas, más allá del régimen —
miento Iberoamericano nº 5, Madrid, ICI-CEPAL, 1984, democrático o no— que lo sustentara. Tanto
pág. 108.
En el caso de Venezuela: “A partir del año 58 fue pau-
en las estructuras estatales como las partida-
tándose un conjunto de fórmulas que viabilizaron el rias fueron funcionales en un sistema vertical
proyecto de democracia representativa, cuyo modelo de toma de decisiones en torno del poder eje-
hegemónico está constituido por una alianza entre los cutivo, y de allí derivaron una serie de conflic-
cinco actores sociales de mayor peso al inicio del pro- tos y tensiones con la sociedad, especialmen-
ceso: partidos políticos, grupos empresariales, sector
militar, movimiento sindical e Iglesia. Los pactos cons- te donde se vivieron cambios revolucionarios
titutivos acordados entre ellos dirimieron los asuntos (posiblemente el caso del sindicalismo mine-
clave para la continuidad del modelo de desarrollo que ro boliviano constituyó una experiencia extre-
venía desenvolviéndose en los años anteriores y esta- ma). Finalmente, el mismo Estado se amplió
blecieron las reglas de juego en el sistema político”.
y transformó al desarrollar modernas empre-
“Superada, durante la coyuntura crítica 1958-1964, la
inestabilidad institucional, el Estado poseedor de cre- sas estatales y ampliar las instituciones de los
cientes recursos fue adquiriendo de manera progresiva sectores ligados al área social principalmente
un papel central en todos los aspectos de la sociedad.” (educación, salud y vivienda), mediante las
Véase López Maya, M., y Gómez Calcaño, L., “Desarrollo cuales pretendía plasmar sus metas de desa-
y hegemonía en la sociedad venezolana: 1958 a 1985”,
en Del Punto Fijo al Pacto Social, Caracas, Fundación
rrollo y alimentar su legitimidad.
Fondo, Ed. Acta Científica Venezolana, 1989, pág. 98.
780 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

1.2. El patrimonialismo corporati- do el sistema, por efecto de las pugnas internas,


vo y la acción socio-estatal de los generó su propia entropía, o cuando fracasaban
movimientos nacional-populares los proyectos o alianzas originarios.

Durante este ciclo de predominio estatal en la 2) La consolidación de relaciones clientelares


modernización Latinoamericana pueden distin- entre instituciones e instancias del sector pú-
guirse cinco rasgos que definen el tipo de rela- blico (sobre todo del área social), por un lado,
ciones entre el Estado, la sociedad y la econo- y diferentes organizaciones de la sociedad ci-
mía, a saber: vil, por el otro. Mediante esta compleja maraña
de relaciones de clientelas9 el Estado satisfacía
1) La constitución de un sistema corporativo necesidades colectivas de la población a cam-
formado por las principales empresas estata- bio de lealtades que legitimaban o reforzaban
les. Si bien los procesos de acumulación y de
desarrollo económico han sido en gran parte 9 Una ajustada definición de esta relación de cliente-
deudores de dicho sistema corporativo, induda- las aparece en E. de Oliveira Nunes. Este autor define
blemente en este sistema siempre se han dado el clientelismo como “un sistema de control del flujo
pugnas de intereses que, articulados por altas de recursos materiales y de intermediación de intere-
ses, en el cual no hay un número fijo ni organizado de
tecnocracias estatales, se vincularon a intereses unidades constitutivas. Las unidades constitutivas son
privados nacionales e internacionales, forman- agrupamientos, pirámides o redes que reposan en el
do parte de los así llamados anillos burocráti- intercambio generalizado. Las unidades clientelísticas
cos.8 En muchos países de la región las fuerzas con frecuencia disputan el control del flujo de recur-
armadas fueron parte central de este juego de sos dentro de un territorio. La participación en redes
clientelísticas no está codificada en ningún tipo de re-
competencias intraestatales, sobre todo cuan- glamento formal; los arreglos jerárquicos en el interior
de las redes están basados en el consentimiento indi-
vidual y no gozan de respaldo jurídico”. Véase “Tipos
8 Véase García Pelayo, M., “Segundo círculo y deci- de capitalismo, instituciones y acción social: notas para
sión consensuada. Consideraciones en torno al proble- una sociología política del Brasil contemporáneo”, en
ma de la participación de los partidos y las organizacio- Los conflictos por la creación de un nuevo orden, Bue-
nes de intereses en las decisiones estatales”, en Docu- nos Aires, CLACSO, 1987, pág. 77. En el mismo texto se
mentación administrativa, Madrid, Estudios, 1981. hallará una bibliografía adicional sobre clientelismo.
¿Todo lo que se termina se acaba? 781

el orden político. A falta de sistemas políticos 3) La configuración de un campo “espurio” de


partidarios con gran fuerza representativa, el conflictos sociales, pues las oposiciones entre
clientelismo burocrático no tardó en convertir- grupos y sectores no eran directas sino siempre
se en la fuente de legitimidad del poder público expresadas a través del Estado. Mayor poder
y en la cara complementaria del sistema corpo- social y mayor poder en el Estado (fuese en su
rativo patrimonialista.10 aparato político, administrativo o productivo)
pasaron a ser sinónimos. De tanto orientar sus
10 Estos rasgos exigen explicitar diferencias entre el
corporativismo en la región y el corporativismo en los dría hablarse, en consecuencia, de un corporativismo
países centrales. Los conceptos acuñados en el centro sectorial fomentado y creado por el Estado que puede
—corporativismo societal, liberal o democrático vs. interpretarse positivamente como mecanismo de mo-
corporativismo estatal— son inaplicables en América dernización. Este modo de organización de intereses
latina sin las siguientes aclaraciones. En primer lugar, sociales privilegia la negociación sectorial y autónoma
el corporativismo societal exige, como concepto, la de cada interés sectorial con aparatos de la burocracia
presencia de regímenes políticos democráticos y la estatal.
organización autónoma de sectores sociales que inter- La expresión “corporativismo sectorial” es usada por
vienen institucionalmente en las decisiones sobre polí- Muller y Saez “para designar un modo de organización
ticas estatales. Este principio rara vez se cumple en la de intereses sociales que privilegia, en el marco de pro-
región, porque aun en procesos nacional-populares con cedimientos democráticos de decisión, la negociación
gobiernos democráticos la organización sectorial obe- sectorial, y autónoma, de cada interés con un elemento
dece en gran medida a la iniciativa y la gestión del Es- de la burocracia de Estado.” Véase Muller, P. y Saez, G.:
tado. En segundo lugar, a diferencia de la social-demo- “Les médiations état-société et le néo-corporatisme”, en
cracia europea, en la región el corporativismo no es un d’Arcy, F. (comp.) La représentation, París, Económi-
fruto de la evolución —y consiguiente institucionaliza- ca, 1985, pág. 135.
ción— de un sistema estable de relaciones laborales ni Según Touraine lo esencial de los regímenes nacional-
se asocia necesariamente a dicho sistema. En la región populares “es el predominio de las categorías políticas
habría, sin embargo, casos de marcada corporativiza- por sobre las categorías sociales y su corolario, la au-
ción, aunque en un sentido distinto y propio. El sistema sencia de diferenciación entre el sistema político y el
estaría definido, por un lado, por el peso de las corpo- Estado. Un régimen nacional-popular no puede existir
raciones estatales en la economía y de la modalidad bi- si Estado, sistema político y actores sociales estuviesen
lateral —no mediada por el sistema partidario— de las separados unos de otros, si fuesen actores que tuvieran
relaciones entre el Estado y sus aparatos; por el otro, que negociar sus relaciones”. Véase Touraine, A.: La pa-
por la presión de los sectores sociales organizados. Po- role et le sang, ob. cit., pág. 167.
782 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

acciones al juego intraestatal, la sociedad y los juego entre las clases y las culturas tenía el es-
partidos acabaron por fetichizar el Estado.11 cenario del Estado. En la región, este constante
desplazamiento hacia el Estado de las más di-
4) La relativa superposición de acciones socia- versas órbitas de la vida social ha obedecido,
les, políticas y culturales en los sistemas legi- al menos en parte, a la débil conformación de
timados de acción colectiva. Esto hizo que el las clases sociales y a la multipertenencia de
partido o los partidos políticos se hayan des- varios grupos a distintas redes de relaciones
empeñado al mismo tiempo como movimientos sociales y culturales.12 Sin embargo, genera-
sociales, actores estatales y actores culturales, lizando puede decirse que tales movimientos
con lo cual muchas de las expresiones propias nacional-populares intentaron combinar tres
de la sociedad civil se fundieron con el Estado. objetivos simultáneos: la modernización social
En este marco, un líder sindical pudo ser a la (sobre todo por vía de la educación), la indus-
vez dirigente partidario y funcionario estatal. El trialización (mediante la consabida estrategia
de sustitución de importaciones) y la integra-
ción económica y social.
11 Es ilustrativo el comentario que a este respecto for-
mula N. Luhman: “En los países en vías de desarrollo 5) Los movimientos nacional-populares, que
en los que fue posible institucionalizar el relativamente canalizaron en la región la mayor parte de las
bien esbozado objetivo de desarrollo económico del
país como finalidad por excelencia del Estado, el sis- iniciativas de modernización integradora,13
tema político presenta un grado de especificación de consolidaron Estados autónomos y con legiti-
los fines que para nosotros (los países del centro) re- midad social, al tiempo que produjeron trans-
sulta inalcanzable; sólo por eso los procesos políticos formaciones profundas en la sociedad civil.
en busca de consenso, de articulación o mediación de
Esto último es evidente al menos en dos pla-
intereses, los mismos procedimientos ‘democráticos’
de formación de la opinión permanecen allí posterga- nos. El primero fue la promoción, por parte de
dos… En ellos el partido político que ejecuta ese fin del
Estado formula las preferencias del desarrollo según lo
que el aparato administrativo esboza, cumple sus pla-
nes y trata de movilizar a la población en el sentido de 12 Véase Touraine, A.: La parole et le sang, ob. cit.
esta preferencia”. Véase Fin y racionalidad de los sis- 13 Véase Touraine, A.: La parole et le sang, ob. cit., y
temas, Madrid, Ed. Nacional, 1983, págs. 200 a 201. La voix et le regard, París, Seuil, 1978.
¿Todo lo que se termina se acaba? 783

los movimientos nacional-populares, de orga- ron confrontarse con los valores y modos de
nizaciones de base, principalmente sindicatos vida del populismo.
campesinos y obreros, así como otros orga- En síntesis, el movimiento nacional-popular
nismos de movilización o negociación social. y el Estado populista en que dicho movimiento
Este proceso implicó, de manera desigual y cristalizó fueron canales de integración social,
multiforme, iniciativas “asociacionistas” que productiva y de consumo; se crearon y recono-
en algunos casos desembocaron en genuinas cieron políticamente los sindicatos y se esta-
experiencias de autogobierno. De modo que blecieron formas de dominación clientelistas
esta miríada de organizaciones no se redujo y prebendarias. Pese a esta primacía estatal,
a relaciones de clientela política con líderes la sociedad tuvo capacidad de creación socio-
carismáticos y jerarquías partidarias, sino que cultural. No cabe duda de que estos patrones
también generó referentes grupales de identi- paraestatales de modernización fueron la fór-
ficación capaces de regular comportamientos mula, más o menos espontánea, que encontra-
cotidianos, permeando espacios tan íntimos ron sociedades barrocamente sincréticas para
como los de la familia o el barrio. ingresar al mundo moderno, sin contar con
Los movimientos nacional-populares tam- relaciones sociales de clase fuertes u otras re-
bién “hicieron” sociedad en el sentido de fer- laciones estables y diferenciadas. Tal vez por
mentar un conjunto de valores, creencias y todo ello la modernización fue reclamada con
costumbres en espacios sociales donde se re- pasión y conquistada sólo por retazos, quedan-
fuerzan comportamientos colectivos. La calle, do pendiente la promesa de una síntesis social
la escuela, la cancha de fútbol, la peluquería de acabada.
la esquina y otros tantos espacios del ocio, el
consumo y el trabajo se convirtieron en unida- 6) La dominación social obedeció a un núcleo
des de reproducción social de la sociabilidad de intereses políticos en los aparatos del Es-
populista, condicionando claramente las ex- tado, donde se confrontaron los disímiles pro-
presiones culturales y artísticas, así como la yectos de los actores paraestatales. La burocra-
vida cotidiana. Con ello, el populismo no sólo cia estatal se consolidó, precisamente, como la
moldeó a sus adherentes: hasta las irascibles forma institucional de equilibrar las presiones
oligarquías mudaron de carácter cuando debie- de estos grupos, vale decir, como sedimenta-
784 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ción casi ritual, en el interior del aparato del acompañada por el fortalecimiento del sistema
Estado, de los conflictos emanados de la so- de partidos —partidos que compiten efectiva-
ciedad civil. La tendencia al corporativismo mente por el poder del Estado y se alternan
y al clientelismo político, tan marcada en los en el gobierno en una secuencia cíclica que ya
sistemas políticos y Estados latinoamericanos, es parte del metabolismo estatal—. Bajo este
se nutre originaria e incesantemente de esta patrón pueden agruparse, por ejemplo, paí-
fuerza centrípeta que desplaza las pugnas entre ses como Uruguay y Chile a partir de 1939, la
intereses sociales hacia el denso foco estatal. Costa Rica de Calderón Guardia y Figueres, y
Sin embargo, los procesos no han sido homo- muy particularmente Venezuela desde 1959 y
géneos en la región y conviene señalar algunas Colombia en la llamada época “de la violencia”
distinciones básicas. y durante el pacto entre liberales y conserva-
Un primer tipo corresponde a los casos en dores (si bien en este caso no se promovieron
que esta modalidad del sistema político es el reformas sociales sustanciales).
producto de movimientos populistas rele- Un tercer tipo está compuesto por países
vantes, fueran revolucionarios o reformistas. que experimentaron ciclos tardíos o débiles de
Ejemplos de ello, en la década del 40, son los reforma estatal. Entre éstos, un extremo es el
casos de Bolivia y México, y en menor medi- de Ecuador bajo el gobierno de Velazco Ibarra,
da los de la Argentina y Guatemala; también se en el cual predominaron conductas clientelares
ajustan bastante a este tipo los gobiernos de y caudillistas con escasa participación social
Vargas y Goulart en Brasil, así como también autónoma, con un antecedente posterior en
de Torrijos en Panamá. En estos casos se verifi- el gobierno de Roldós, que acentúa la orienta-
ca la coexistencia de un fuerte bloque popular ción modernizadora y los esfuerzos de integra-
con tendencias corporativas y clientelísticas ción; en el otro extremo se sitúan países como
que, sin dejar de ser orgánicas, fueron más plu- Honduras, El Salvador, Nicaragua, República
rales que en otros casos (esto último probable- Dominicana y Paraguay, en los cuales predomi-
mente debido a la movilización social y política naron gobiernos dictatoriales y prebendalistas
recurrente). casi sin reformas sociales.
Un segundo tipo histórico lo componen En el caso de los países centroamericanos
aquellos casos donde la expansión estatal fue señalados, el ciclo estatal fue tardío —sólo co-
¿Todo lo que se termina se acaba? 785

bra impulso en los años 60— y se produjo cuan- brutal— entre el Estado y la sociedad, mante-
do las fuerzas armadas, ante la inoperancia de niéndose empero las tendencias corporativi-
grupos medios y populares para impulsar y zantes a favor de otros sectores y la evolución
consolidar reformas, se apoderaron del Estado o ejercicio del patrón de intereses paraestata-
en forma autoritaria y regresiva, renuentes a les. Estos fenómenos no son ajenos a los pro-
todo mecanismo de redistribución socioeconó- cesos de transnacionalización de la economía,
mica o de integración social amplia. con peso decisivo de las fuerzas armadas, pero
Un último caso, que no responde a los tipos aun en estas situaciones las experiencias guar-
precedentes, es el de Perú, pues si bien allí se dan relación con la forma estatal anotada.
inicia en la década del 50 un ciclo de moder- Al parecer, la región vivió un largo y asin-
nización estatal bajo la hegemonía relativa de crónico ciclo histórico estatista; sin embargo,
sectores terratenientes de la costa y de indus- esta suerte de Estado patrimonialista (social o
triales limeños, el movimiento populista cen- políticamente regresivo o progresivo) se tornó
tral en ese momento —el APRA— se encuentra cada vez más ineficaz tanto en términos de in-
excluido del sistema político. Curiosamente, el tegración social como de acumulación y gober-
proceso reformista de corte populista aparece nabilidad de la economía, agravándose los pro-
sólo en los años 60, bajo la conducción de un blemas de estabilidad política y de legitimidad
gobierno de las fuerzas armadas, con escasa en el ejercicio del poder, temas que profundiza-
participación de la sociedad y de los partidos remos a lo largo del texto.
políticos y con total exclusión del APRA, que
retoma el proyecto populista cuando ya las re-
laciones internacionales y la estructura social 1.3. La transgresión del populismo
peruana han mutado sustancialmente.
Resulta imprescindible anotar los procesos Con una perspectiva más global y retomando
de desgaste o degradación —con ruptura del las preocupaciones de Medina Echavarría, ha-
régimen político o sin ella— experimentados bría tenido lugar una modernización trunca,
por este tipo de estados, pues el paulatino fra- de parcial y relativa integración social, gene-
caso de los proyectos populistas tuvo como radora ella misma de las condiciones socie-
consecuencia el distanciamiento —a veces tales de su propio cuestionamiento, agravado
786 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

esto por las cruciales transformaciones del políticas estatales? En otro texto decíamos que
sistema internacional. incluso esas posibilidades “no se definen sólo
Si bien podemos reconocer analíticamente por el telos del movimiento; muy por el contra-
la inviabilidad histórica de aquel tipo de pro- rio, se definen en el propio campo del conflic-
yectos, no es menos cierto que actualmente to político, donde no sólo están presentes las
también se gestan en varios países demandas oposiciones al autoritarismo y sus estructuras
populares de liderazgos populistas. Quizás esto orgánicas, sino la propia capacidad de los suje-
ocurra por dos causas. Por una parte, esas de- tos políticos de superar, a partir de sus propias
mandas adquieren fuerza precisamente donde prácticas del pasado, sus métodos de acción
los gobiernos populistas no sufrieron un ciclo política y sus metas sociales difusas”.14
de descomposición social y más bien fueron Una de las consecuencias de la crisis es la
derrotados por golpes militares cruentos; allí expansión de redes de relaciones sociales no
las mayorías reviven su imaginario histórico plenamente capitalistas, no formales ni lógi-
revalorizando experiencias de búsqueda de camente modernas. Estas relaciones sociales
integración social. Por otra parte, favorece tal introducen en el juego político un conjunto de
neopopulismo la ausencia de proyectos políti- demandas de integración y de identidad relati-
cos para las grandes mayorías, que sean opcio- vamente ausentes en una cultura política que
nales tanto a ese modelo estatista como a los se reclama racional.
modelos neoliberales en boga. Resta pregun- Sin embargo, esta pretensión muchas veces
tarse sobre las posibilidades de superación, por encubre comportamientos y proyectos políti-
parte de las fuerzas neopopulistas, de los pro- cos propios de una comprensión inmediatista
yectos políticos que les dieron preeminencia de la razón de Estado, de un progresivo y en-
en el pasado. Es el tema de la autosuperación o tendible sometimiento a la lógica dominante
transgresión del populismo en la búsqueda de del mercado y a contenidos de la cultura po-
opciones viables de desarrollo con integración lítica a nivel internacional, pragmática y neoli-
social, pero en los marcos actuales. ¿Existen beral. La fotografía de Superbarrio, al lado de
elementos en la propia dinámica de tales movi-
mientos para introducir cambios necesarios en
14 Véase Calderón, F.: Búsquedas y bloqueos, La Paz,
los métodos de acción política y en el diseño de CERES, 1988, pág. 75.
¿Todo lo que se termina se acaba? 787

Cuautémoc Cárdenas y de Muñoz Ledo, acla- incierto, pero teóricamente, como proceso de
mados por las masas, y su triunfo electoral en cambio, ¿qué conceptos son útiles para pensar-
la ciudad más populosa del continente, son un lo y qué factores lo precipitan?
ejemplo de movilización que si bien difieren de Los conceptos de patrón societal y de crisis
las que suscitaron Bucaram en Guayaquil, Car- adecuados a las características sociohistóricas
los Palenque en La Paz, el candidato electo Car- de la realidad regional nos permitirán compren-
los Menem en su “menemóvil” recorriendo los der mejor el surgimiento de los nuevos campos
suburbios de Buenos Aires y la victoria en las de conflicto y los desafíos históricos presentes
urnas de Erundina, del Nordeste, en el corazón hoy en la escena latinoamericana.
de la ciudad más industrializada del Brasil, in- El primer concepto, el de patrón societal, se
dican una misma revitalización en la búsqueda refiere a un conjunto de relaciones integradas
de integración e identidad sociales. Asimismo, al ciclo histórico estatal y estatista, y particu-
el triunfo de Fujimori en el Perú es también un larmente a la trama de relaciones políticas que
ejemplo de este tipo de situaciones. organiza el estilo de desarrollo económico y la
Finalmente, una hipótesis por explorar sería autocomprensión cultural de la época y de sus
que en aquellos países sin importantes proce- potencialidades sociales de cambio. Por consi-
sos populistas, o donde éstos sufrieron una guiente, dicho patrón societal hace referencia
acelerada descomposición social y se instala- al orden social en sentido amplio, es decir no
ron regímenes dictatoriales, se desarrollan mo- correspondiente sólo al régimen político sino
vimientos revolucionarios o terroristas; quizá a la peculiar articulación entre las dimensiones
sean una consecuencia más de los procesos de económicas, sociales y culturales.
exclusión política y de la pervivencia de elites El concepto de crisis se refiere a las dificul-
socialmente ineficaces. tades de reproducir o de conservar el patrón
estatal integracionista anterior (integración so-
cial más integración sistémica, en términos ha-
1.4. Un patrón histórico en crisis bermasianos). Si bien los patrones societales no
están exentos de una permanente conflictividad,
Ahora bien, la región está empezando a vivir este sentido de la crisis es específico para las so-
un nuevo proceso de cambio cuyo resultado es ciedades latinoamericanas, por el alto grado de
788 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

conflictividad social, inestabilidad política y de lonial” o de sociedades dependientes, clasistas y


desarrollos económicos truncos y dependientes estamentales para denotar que las relaciones so-
que la distinguen, lo cual se resume en una histo- ciales no sólo se refieren al orden jerárquico de
ricidad de origen colonial que no deja de reapa- clase sino a la presencia de un principio ordena-
recer y de adaptarse a los procesos de cambio. dor, que selecciona individuos o grupos para una
La mencionada historicidad reaparece en un relación específica con el poder político, la cual
patrón de dominación que combina sincrética- se estructura a partir de relaciones de clase pero
mente relaciones interétnicas, interregionales, va más allá de ellas, pues se recrea en un mundo
elite-masa, entre clases y de dependencia ex- sociocultural y político de gran persistencia histó-
terna o interdependencia asimétrica entre los rica. Este concepto contribuye a la comprensión
países periféricos y los centrales. del desarrollo sociopolítico, cultural e histórico
Quizás uno de los rasgos salientes de dicho de las sociedades latinoamericanas. A través de él
patrón sea la persistencia de una suerte de elite se puede trabajar sobre aquellos elementos más
política de larga duración, elite que no sólo con- complejos y viscosos de la dominación, como
centró decisiones sino que también elaboró las también de las formas de oposición/resistencia
más diversas ideologías y orientaciones políticas. y del sentido de los movimientos sociales y po-
Como el axelote mexicano que evoca Bartra para líticos. El régimen democrático que emerge con
entender la identidad de su pueblo, estas elites la crisis y, más aún, los procesos combinados de
políticas escasamente renovadas o reemplazadas democratización y de modernización constituyen
se adecuaron y transformaron de acuerdo con las el punto de desequilibrio de este viejo andamio.15
vicisitudes del poder, logrando instaurar toda una
cultura política centralista, racista, verticalista y
15 Varios autores y textos han insinuado esta visión
vicaria. Probablemente las características y los
compleja de la dominación; sin embargo, la polémica
rasgos históricos de las diferentes elites naciona- teórica es todavía insuficiente y la investigación em-
les marquen con fuerza los estilos de un dominio pírica no cruza las distintas variables. La noción de
político cerrado y excluyente de las mayorías, Wilson Cantoni de estratificación de clase de tipo co-
aunque algunas veces logren representarlas. Ana- lonial, elaborada hace más de veinte años, resulta su-
gerente. Véase Rex, J., Cantoni, W., y otros autores en
líticamente es importante remitirse a conceptos
UNESCO, Raza y clase en la sociedad postcolonial,
como los de “estratificación de clase de tipo co- París, UNESCO, 1978.
¿Todo lo que se termina se acaba? 789

Pero el concepto de crisis también alude en 2. El incremento de las necesidades y deman-


nuestro caso a un momento de eclosión de múl- das colectivas, en el pasado relativamente
tiples realidades. En este sentido, la creciente satisfechas por el Estado. Los actores socia-
descomposición del ciclo estatal iniciado en les se movilizan para defender sus condicio-
la posguerra también implica la gestación de nes de reproducción y empiezan a criticar ya
nuevos campos de conflicto y de acción en es- no sólo la incapacidad estatal sino también
tas sociedades, procesos más vinculados a las el tipo de articulación y de representación
transformaciones en las sociedades y las cultu- política estatal, incrementando así los ries-
ras de los países centrales. gos para la estabilidad política democrática.
En los últimos diez años la forma estatal an- 3. Las presiones políticas de corte conserva-
terior empieza a tener importantes problemas dor, cerradamente antiestatistas, traducidas
para reproducir las relaciones con la sociedad en políticas neoliberales, intensifican la in-
y la economía que la caracterizaban, lo cual se capacidad estatal, afectando la acumulación
podría rastrear históricamente para cada caso. en el sector público y tendiendo a privatizar
Sin embargo, en la coyuntura uno puede fácil- la economía y a dar predominio al mercado
mente captar cuatro factores generales impor- como mecanismo de regulación.17
tantes, que desencadenan esa crisis del patrón
4. Finalmente, cabe agregar el brutal agrava-
histórico de modernización estatal.
miento de la ineficacia de los mismos apa-
1. Las distintas presiones provenientes del sec-
tor externo de la economía, como la tenden-
de 25% entre 1980 y 1989. Si se excluyen los combus-
cia al deterioro de los términos de intercam- tibles, ese deterioro alcanza un 20%”. Véase CEPAL,
bio y el pago de los intereses de la deuda ex- Transformación productiva con equidad, Santiago de
terna, resultan para los estados muy difíciles Chile, CEPAL-Naciones Unidas, 1990, pág. 24.
de enfrentar.16 En cuanto a la incidencia de la deuda externa, cabe se-
ñalar que la relación deuda/PIB pasó del 38% en el pe-
ríodo 1970-1981 al 56% en el período 1982- 1987. Véase
16 Según CEPAL, “un índice ponderado de los precios CEPAL, Balance preliminar de la economía latinoa-
reales de 27 productos básicos que la región exporta, mericana, 1988, Santiago de Chile, CEPAL, 1988.
contando los combustibles, revela un deterioro de más 17 Véase el capítulo 7 de este libro.
790 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ratos del Estado, no sólo para satisfacer la región, con la consiguiente reconstituciona-
las demandas provenientes de la sociedad, lización democrática de los poderes públicos,
sino también las que conciernen a su propio necesariamente se producen tensiones entre el
funcionamiento. La desorganización, la irra- Poder Judicial y el Ejecutivo y entre este últi-
cionalidad y, en algunos casos, el desmante- mo y el Legislativo, más allá de las tensiones
lamiento técnico de los aparatos del Estado naturales propias de un régimen democrático
son también factores centrales que explican liberal estable. El juzgamiento o no de gravísi-
las imposibilidades de reproducir el patrón mas violaciones a los derechos humanos por
anterior. Incluso los conflictos y desacuer- parte de gobiernos dictatoriales anteriores y
dos entre el Ejecutivo y otras esferas de la las competencias y decisiones estratégicas
acción estatal, además de los conflictos en- del Ejecutivo y el Legislativo al respecto en
tre las distintas empresas estatales y los apa- presencia de presiones sociales son fuente de
ratos burocráticos, promueven importantes tales tensiones, como también lo son el distan-
situaciones de ingobernabilidad en el ámbi- ciamiento entre estos dos poderes debido a la
to del propio Estado.18 puesta en práctica de políticas, sobre todo las
de ajuste estructural, que difícilmente pueden
Respecto de los conflictos entre el Ejecutivo y obtener consenso entre los representantes par-
otras esferas de la acción estatal, puede anotar- lamentarios, a veces incluso entre los pertene-
se que en los procesos de apertura política en cientes al partido de gobierno. La dura raciona-
lidad económica, socialmente regresiva, que se
impone en las decisiones socava la legitimidad
18 Son parte de ello los fenómenos de irracionalidad de éstas, comprometiendo así la legitimidad
advertibles en la proporción del gasto corriente sobre
de los actores partidarios.19 Su posición pare-
la inversión (sobre todo a nivel municipal), en los con-
flictos intraestatales tan fuertes que impiden la acción,
etc. Los intentos de recuperar poder para el ejecutivo
en el aparato estatal señalan, a su vez, una reacción a 19 Respecto del caso de Brasil, véase Diniz, E. y Bos-
lo antedicho. Véase Borja, J., Calderón, F., Grossi, M. chi, R.: “La consolidación democrática en Brasil: proce-
y Peñalva, S. (comps.), Descentralización y democra- sos sociales, intermediación de intereses y moderniza-
cia. Gobiernos locales en América Latina, Barcelona, ción del Estado”; respecto del caso de Perú, Adrianzen
CLACSO/SUR/CEUMT-Santiago de Chile, 1989. y otros: “Democratización y modernización del Estado:
¿Todo lo que se termina se acaba? 791

ce oscilar entre compartir la crisis del Estado Por supuesto, en esto intervienen las trans-
y ser blanco de las mismas críticas que a él se formaciones en la economía y la política in-
dirigen, tanto por racionalizar ante la sociedad ternacionales, que afectan decisivamente los
las decisiones del ajuste o por desplazarse ha- procesos de cambio de las relaciones entre la
cia una oposición nuevamente populista ante sociedad, la economía y el Estado en la región.
la dificultad de encontrar un modelo viable de Efectivamente, la emergencia de la llamada
gestión de la economía construido desde las
expectativas sociales de las mayorías y con
crático y cerrado de gestión de la economía, que apartó
ellas. Se ha dicho al respecto que no hay aún, los partidos y el Congreso de decisiones estratégicas
ni siquiera en el nivel conceptual, con una ela- para la vida del país”. Este confinamiento genera “un
boración acabada, un modelo de gestión de la círculo vicioso que exime a los partidos de responsabi-
economía desde lo social.20 lidad por la eficacia de las medidas adoptadas”. Véase
Diniz, E., y Boschi, R.: “La consolidación democrática
en Brasil: procesos sociales, intermediación de intere-
ses y modernización del Estado”, en ¿Hacia un nuevo
el caso peruano”; respecto de Ecuador, Echeverría, J., orden estatal…, ob. cit., vol. 2, pág. 86.
y Verdesoto, L.: “Democratización y modernización del En esta misma dirección, Francisco Oliveira sostiene:
Estado en el Ecuador.”; respecto de Bolivia, Mayorga, “Si los movimientos sociales fueran capaces de pactar
R., “Democratización y modernización del Estado: el en asuntos que van desde la cuestión del Banco Nacio-
caso de Bolivia”; y respecto del caso argentino, Acuña, nal de Vivienda y del Sistema Financiero de Vivienda,
C., y otros, “Estado, política y actores sociales en la Ar- pasando por las tarifas de los servicios públicos, por
gentina contemporánea”. Todos estos trabajos forman la organización de los transportes y por la resolución
parte de la serie ¿Hacia un nuevo orden estatal en Amé- de pequeños problemas de alcance local, entonces en
rica Latina? Democratización/modernización y actores rigor se estaría fijando un nuevo modelo económico a
socio-políticos, Buenos Aires, CLACSO, 1988, vols. 1 y 2. partir de lo social”. En la medida en que la línea direc-
20 Existiría en el sistema partidario una marcada in- triz esté determinada desde la economía, se analizará
capacidad de “aportar respuestas a la nueva coyuntura la realidad a partir de un modelo de ciencia económica
económica y política, reproduciéndose la disociación normal, que no puede pensar saltos cualitativos, con-
entre partidos y sociedad. El retraimiento e inmovilis- virtiéndose en el sostén teórico de los intereses conser-
mo de los partidos acentuó la tradición de centralidad vadores constituidos. Véase de Olivera, F.: “Crisis eco-
del ejecutivo, determinando la pérdida de la iniciativa nómica y pacto social”, en Concertación político-social
frente a la Presidencia y a la alta burocracia. […] Ade- y democratización, dos Santos, M. (comp.), Buenos
más persistió, bajo el nuevo régimen, un estilo tecno- Aires, CLACSO, 1987, pág. 159.
792 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

“sociedad programada”21 o del paradigma tec- de la informatización y del papel desempeñado


nológico en el centro, incide fatalmente en el hoy por las comunicaciones.
curso de las sociedades latinoamericanas, ten- Muy brevemente destacamos las siguientes
diendo a determinar la inserción y la situación dinámicas.
de los distintos países en el sistema internacio-
nal, como veremos más detenidamente en un 1) Se ha dado una reestructuración radical de
capítulo posterior.22 la relación capital-trabajo con el impulso de-
Como nunca la interdependencia transna- cisivo de la revolución tecnológica y del rol
cional afecta las posibilidades de las socieda- del capital financiero. Todos los procesos de
des periféricas, lo cual, en términos más glo- acumulación de capital se basan en la pro-
bales, está relacionado con los nuevos ejes de ductividad del capital y cada vez menos en la
estructuración societal, que ya no pasan direc- productividad del trabajo, lo cual se expresa
tamente por el trabajo y la industria sino por en complejos procesos de reconversión eco-
desarrollos organizacionales y saltos en la pro- nómica, que reorganizan los procesos de pro-
ductividad derivados de la microelectrónica, ducción a gran escala y a nivel internacional.
De esta forma se producen transformaciones
fundamentales en las condiciones de traba-
21 Según A. Touraine, la sociedad programada es aque- jo (como la automación), así como cambios
lla con “capacidad de crear modelos de gestión de la en el papel que en la modernidad tiene la in-
producción, la organización, la distribución y el con- dustria como organizadora de relaciones so-
sumo de manera que semejante sociedad aparezca en
ciales. En el pasado, el proceso organizador
todos sus niveles de funcionamiento como producto de
una acción ejercida por la sociedad en sí misma y por de las relaciones sociales y del desarrollo
sistemas de acción social y no como producto de leyes dependía fundamentalmente del papel que
naturales o particularidades culturales”. Véase Tourai- desempeñaban las industrias en la definición
ne, A.: El regreso del actor, Buenos Aires, EUDEBA, del perfil económico e histórico de la socie-
1987, pág. 142.
dad moderna.23 Actualmente, si bien persisten
22 Véase Touraine, A.: El regreso…, ob. cit., así como
Castells, M.: The informational city. Information, tech-
nology, economic restructuring, and the urban regional 23 Como lo explicaba bien Marx en el tomo III de El
process, Oxford, Basil Blackwell, 1989. Capital, cap. 36, cuando afirmaba el papel determinante
¿Todo lo que se termina se acaba? 793

aquellas tendencias, comienzan a predominar


formas de organización de la vida económica
y sociocultural a partir de una programación intelectual”, en David y Goliath, nº 43, Buenos Aires,
CLACSO, noviembre de 1986, págs. 10 y 11.
transversal posibilitada por la informática y la
El mismo autor, en una obra posterior, profundiza acer-
microelectrónica, la cual incide en forma de- ca de esta problemática. Según su opinión se estaría
terminante en la constitución del sistema de ante la emergencia de “un modo de desarrollo informa-
comunicaciones como organizador de nuevas cional, distinto del modo de desarrollo industrial, y que
relaciones de dominio y de conflicto.24 se caracteriza por el papel central de la generación y
tratamiento de la información en todas las actividades
productivas y de gestión. […] Conocimiento e informa-
ción parecen ser pues los elementos fundamentales de
del capital industrial sobre la organización de la socie- la ecuación de productividad en las economías avanza-
dad en su conjunto. das”. Las consecuencias de este proceso para el orden
24 El proceso de reestructuración de la economía mundial se ponen de manifiesto en el hecho de que:
mundial interconectó aquellos segmentos de cada so- “muchos países que se desarticulan de la dinámica de la
ciedad y de cada economía que eran funcionales al mis- economía mundial y entran en un proceso de subdesa-
mo, prescindiendo del resto. rrollo, tienden a efectuar movimientos compensatorios
Manuel Castells sostiene que: “para esto se dejaron de y entran en una dinámica que llamamos de integración
lado a todos aquellos segmentos de sociedades y, en perversa, como es el caso particular de varios países de
verdad, a cientos de millones de personas innecesarios América Latina en que el narcotráfico […] se ha conver-
en esa lógica como productores, consumidores o ges- tido en el sector fundamental de la economía nacional”.
tores”. Agrega además que “la capacidad de generar y Véase Castells, M., Nuevas tecnologías, economía y so-
tratar información y nueva información se convierte en ciedad, Madrid, Ediciones de la Universidad Autónoma
la principal fuente de poder. Todas aquellas sociedades de Madrid, 1989, págs. 32 y 54.
que, por sus condiciones históricas de dominación, por En una dirección similar, Alain Touraine señala que “lo
su incapacidad de generar tecnología propia en función específico de una sociedad posindustrial es introducir
de sus condiciones institucionales, no son capaces de grandes aparatos centralizados de gestión en los do-
entrar al menos en un nivel de asimilación tecnológica, minios más diversos de la vida social. De esta forma,
son sociedades absolutamente sometidas al dictamen se habla de industrialización, información, consumo,
de los centros de poder tecnológico […]. Hoy por hoy, salud, investigación científica y aun de enseñanza ge-
la capacidad tecnológica señala grados de poder en el neral. El término es inexacto pero indica a las claras
sistema de dominación política”. Véase Castells, M.: que se forman centros de decisión y gestión capaces de
“Cambio político versus cambio social. Cambio social producir no sólo sistemas de medios sino también obje-
versus cambio político. Testimonio de una trayectoria tivos de la actividad social, tecnologías de la salud, del
794 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

2) Una de las consecuencias de estos procesos forma de inserción en el mercado internacional


es la conformación de una nueva división in- pasa a ser un condicionante fundamental de las
ternacional del trabajo, donde las economías economías nacionales. En el caso de Latinoa-
que tienen capacidad de articular empresas en mérica es posible visualizar una diversidad de
cadena y capacidad de expansión del capital fi- situaciones que redefinen en la región los pro-
nanciero ocuparán una posición dominante en cesos económicos, donde particularmente Bra-
el mercado internacional.25 sil y México tienden a alcanzar una posición de
Por el contrario, aquellas economías que se integración mayor que el resto de los países.26
integren parcialmente a este desarrollo o no Sin embargo, fenómenos negativos homoge-
alcancen a participar en él tenderán a ocupar neizadores de la posición global latinoamerica-
una posición inferior en el mercado internacio- na son los de la deuda externa y del deterioro
nal o a estar excluidas de él. En ese sentido, la de los términos de intercambio, sobre todo
para las economías exportadoras casi exclu-
sivamente de bienes primarios, incluso en los
consumo o de la información. Esta movilización ofrece casos en que las estructuras regionales de mer-
muchas oportunidades a los individuos pero implica el cado se vuelven más complejas. En el análisis
riesgo de acrecentar la capacidad de manipulación de
un poder absoluto”. Para finalizar sostiene: “Las elec- de prospectiva económica que se incluirá más
ciones tecnológicas son ante todo opciones políticas y
sus efectos traducen el estado de las relaciones entre
las fuerzas sociales”. 26 Las instalaciones masivas de plantas maquiladoras
“La información se relaciona cada vez más con la deci- en la frontera mexicana y las grandes inversiones en
sión, o sea con el dominio y la capacidad de programar, infraestructura hechas por ese país testimonian fuertes
esto último asociado con el poderío y el costo creciente flujos de inversión, como también los desarrollos de la
de los medios de comunicación.” Véase Touraine, A.: El industria brasileña y su capacidad de competencia en
regreso del actor, ob. cit., págs. 143, 147 y 148. los mercados internacionales en varias ramas, frente
Un análisis más específico y de bibliografía técnica po- a logros más modestos o nulos de otros países. Véase,
drá encontrarse en los próximos capítulos. por ejemplo, De la Garza Toledo, E.: “La reconversión
25 Véase CEPII, Economie mondiale 1980-1990: la industrial en México”, ponencia presentada en el Tercer
fracture?, París, Economica, 1984, fundamentalmen- Seminario Internacional, grupo de trabajo Empresarios
te el capítulo 3 “Industrie: la disparité des forces”, y Estado, CLACSO, realizado en Buenos Aires los días
pág. 105. 16, 17 y 18 de noviembre de 1988.
¿Todo lo que se termina se acaba? 795

adelante se prevén pérdidas progresivas por como se sabe, fueron la más importante fuen-
parte de las economías latinoamericanas en el te de legitimidad en el pasado, fuente por otra
mercado mundial. parte insustituible y que al perder peso impide
reformular en forma democrática el sistema de
3) Asimismo, se han dado reducciones y cam- reglas de ejercicio del poder, cuyo respeto es la
bios en el Estado de bienestar en los países otra gran fuente de legitimidad.28
centrales, acompañados por la acción de di-
námicas fuerzas conservadoras que aspiran a 4) Otro cambio fundamental es el del mundo
asignarle un rol totalizador al mercado en la re- socialista y en particular el de la Unión So-
gulación de las relaciones sociales y políticas. viética, donde paralelamente se comienzan
Este fenómeno es paralelo al incremento de los a producir procesos de apertura política y de
gastos en la carrera armamentista.27 mayor integración al mercado internacional.
Una de las consecuencias más importantes No se sabe a ciencia cierta qué consecuencia
ha sido la pérdida de fuerza de las visiones inte- tendrán esos acontecimientos en América lati-
gracionistas del desarrollo y de la economía po- na, pero sin duda sus resultados afectarán pro-
lítica, no sólo a escala nacional sino a nivel in- cesos políticos y económicos en la región. En
ternacional, especialmente en lo que respecta a este contexto, uno puede preguntarse sobre las
los países del Tercer Mundo. Tales visiones, así posibilidades de que los acuerdos políticos en
como los resultados integradores concretos de torno del desarme lleguen finalmente a liberar
la intervención de la política en la economía, fondos, y sobre el destino de éstos. No obs-

27 Asimismo, gran parte de la nueva tecnología pro- 28 Una idea que se revela falsa en este proceso es la
viene de la industria bélica. La consigna del imperio del crecimiento ilimitado de la producción, idea com-
pareciera ser, basándose en la evolución de los gastos partida por Marx y por Keynes, verificándose en la cri-
en el rubro, del Welfare State al Warfare State, pese a la sis del Estado de bienestar —ya innegablemente— el
temática del desarme en la agenda de los poderes públi- agotamiento de recursos naturales no renovables y en
cos. Según un artículo aparecido en el New York Times, general los límites físicos existentes para aquel creci-
sólo Estados Unidos tiene un promedio de inversión en miento ilimitado. Véase Habermas, J.: Problemas de
industria bélica de 300.000 millones de dólares anuales legitimación en el capitalismo tardío, Buenos Aires,
en el último lustro. Amorrortu, 1983, págs. 58 y 59.
796 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tante, más recientemente se han iniciado tres 5) Una de las características de la sociedad pro-
procesos de trascendencia inusitada: en primer gramada es la tendencia al cuestionamiento de
lugar, el inicio de una franca transición hacia los valores centrales que organizaban y daban
la economía de mercado, en la cual la reforma sustento al orden político democrático propio
antiestatal se identifica ideológicamente con la del Estado de bienestar, valores de cuño uni-
privatización; en segundo lugar, un caótico pro- versalista que servían para pautar los conflictos
ceso de democratización sin estructuras parti- sociales y para imprimir determinada racionali-
darias ni tradiciones institucionales democráti- dad al sistema y a las relaciones intersubjetivas.
cas, en el cual los partidos comunistas se diso- Aparentemente, hoy la programación de la so-
cian y se reconstituyen en función de intereses ciedad como mecanismo de control consciente
locales, lealtades corporativas, etcétera, por y deliberado de vastas áreas de la vida colectiva
ello con serias dificultades para configurar un e individual produce una eclosión de conflictos
verdadero sistema de partidos. En tercer lugar, tanto a nivel micro, derivados de los procesos
se ha operado un proceso de descomposición de fraccionamiento y diversificación de la so-
y reconstitución nacional en el conjunto del ciedad (familia, sexualidad, educación, sub-
ex mundo socialista, generándose un abanico
de situaciones que van desde el caos nacional
total hasta procesos de reunificación nacional, blemas del poscomunismo, los artículos de Geremek,
B.: “Civil society. Then and now”; Rose, R.: “Toward a
como ocurre en Alemania.29 Civil Economy”; Rice, C.: “The military under democra-
cy”; Karantnycky, A.: “The battle of the Trade Unions”;
Jasiewicz, K.: “From solidarity to fragmentation” en
29 Sobre este tema pueden consultarse los trabajos de Journal of Democracy, vol. 3, núm. 2, abril de 1992,
Popov, G.: “La degradación de la economía soviética”, Baltimore, Johns Hopkins University Press, 1992.
en Política Exterior, vol. IV, núm. 16, 1990; Sanz, J. L.: Respecto del caso polaco, véase Pastusiak, L.: “Transfor-
“Crisis y reforma económica en la URSS (I)”, Boletín de mación política y económica en Polonia: una perspectiva
Información Comercial Española, núm. 2255, noviem- internacional”, en Teach, C. (comp.): Crisis y transicio-
bre de 1990, y la segunda parte de este trabajo publi- nes, Córdoba, Centro de Estudios Avanzados, 1991.
cada en el número 2257 de este mismo boletín y en el Una perspectiva más global de esta problemática pue-
mismo año; Taibo, C.: “La cuestión báltica”, Cuadernos de hallarse en Bresser Pereira, L. C., Maravall, J. M., y
del Este, núm. 1, octubre de 1989. Véase también en un Przeworski, A.: Economic Reforms in New Democracies,
volumen del Journal of Democracy, dedicado a los pro- trabajo del cual se contó con artículos mecanografiados.
¿Todo lo que se termina se acaba? 797

culturas, etcétera) como macro, o sea aquellos como resultado brutal de la concentración del
relacionados con la degradación planetaria del poder y del fraccionamiento de la sociedad. La
medio ambiente, con los efectos de la carrera tendencia se caracterizaría por una sociedad
armamentista y con las nuevas fuentes de inse- cada vez más internacionalizante, programada
guridad e incertidumbre en la vida cotidiana. desde la contabilidad del cálculo y la previsión,
Estos cambios adquieren un significado espe- símbolos del nuevo capitalismo.31
cífico en América latina a raíz de la crisis que vive Interesa destacar, polémicamente, que la
la región y de la persistencia de desigualdades complejidad adquirida por la sociedad y vi-
nacionales, sociales y culturales de larga data, sualizable en la escena pública, en los medios
complicando de una manera extrema el proceso masivos y en la vida cotidiana, no parece afec-
histórico y las posibilidades de comprenderlo.30 tar sin embargo la percepción de la gente en
La información está directamente ligada a la cuanto a su capacidad de intervenir en forma
decisión, es decir al poder, a la capacidad para responsable en los asuntos públicos. La impo-
programar, y esto es precisamente lo que hoy tencia deriva del funcionamiento de los siste-
empieza a estar en juego. Germani, con cierto mas políticos que no recogen ese potencial de
tono catastrófico, señala que el proceso de se- participación sino que se protegen de él, lo cual
cularización social es tan dinámico y universal es claramente autopercibido.32
que logra cuestionar y debilitar los nudos de
integración social y de consenso democrático.
La democracia tendería a ser cada vez más ins- 31 “La programación del hombre, que ya ha empezado
[…], es un destino inevitable si no se modifican sustan-
trumental y legal y menos sustancial y legítima,
cialmente algunas de las características sociales y tec-
nológicas de la sociedad industrial”. Véase Germani, G.,
30 Alain Touraine sostiene que una sociedad progra- “Autoritarismo y democracia”, en Crítica y Utopía, nº
mada generará una más alta interdependencia de los 1, Buenos Aires, CLACSO, 1978. Un testimonio de la in-
aparatos de dominación: “El desarraigo, la moderniza- cipiente discusión latinoamericana sobre el tema puede
ción, la aceleración del cambio: ¿no están favorecien- hallarse en autores varios: Imágenes desconocidas. La
do quizá la omnipotencia de un poder central capaz de modernidad en la encrucijada postmoderna, Buenos
imponer su voluntad en una sociedad atomizada por Aires, CLACSO, 1989.
la destrucción de comunidades y tradiciones?”. Véase 32 Véase al respecto la investigación empírica de Ronald
Touraine, A., El retorno del actor, ob. cit., pág. 234. Inglehart “La nuova partecipazione nelle società post-
798 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

6) Finalmente, los procesos de internaciona- su desarrollo las producciones más diversas a


lización de la cultura constituyen otro hito de partir de condiciones socioeconómicas de pú-
las transformaciones de la sociedad moderna, blicos que lo posibilitan, y otra distinta es ese
como producto de las nuevas tecnologías y del proceso de segmentación sobredeterminado
impacto de los medios de comunicación de ma- por grandes exclusiones. Es infinitamente más
sas. Estamos frente a una nueva interdependen- fácil que la familia Kimberley produzca la serie
cia en el campo de las comunicaciones, inter- Dallas que los Mamani se saquen el Oscar con
dependencia asimétrica entre diferentes países, una historia de los Katari.33
culturas, clases sociales, comunidades, etcéte- Por estas razones creemos poder concluir
ra. Este proceso de internacionalización de la este capítulo afirmando sin ambages que las
cultura presenta una tensión intrínseca entre relaciones entre el Estado, la sociedad y la eco-
la velocidad de la comunicación impulsada por nomía que vivió la región de muy diferente ma-
los mercados culturales, por un lado, y los pro- nera en cada país, durante buena parte de este
cesos de recepción y de interacción con ellos siglo, se están agotando, y la historia comienza
por parte de los sujetos. La información sobre a ser construida sobre la base de relaciones di-
lo que nos atañe no incrementa proporcional- ferentes. El núcleo de ello podría rastrearse en
mente las posibilidades de acción sobre ello. las nuevas políticas estatales y en las reaccio-
Desde la perspectiva latinoamericana tales nes y comportamientos de una gama novedosa
dinamismos no sólo plantean la presencia de de actores sociopolíticos y socioculturales. El
nuevas formas de dominación cultural sino resto del texto apuntará a comprender estos
también nuevas amenazas para el carácter plu- nuevos escenarios a partir de tres dimensiones
ricultural latinoamericano. Una cosa es la seg- analíticas: la democratización y modernización
mentación de mercados culturales determina- del Estado, el ajuste económico estructural y
da por la expansión y diferenciación del consu- los nuevos procesos culturales.
mo de bienes culturales, que llega a cubrir para

industriali”, en Rivista Italiana di Scienza Politica, nº 3, 33 Véase García Canclini, N.: Culturas híbridas, Méxi-
año XVIII, diciembre de 1988, Florencia, Il Mulino, pág. 403. co, Grijalbo, 1989.
Hacia un nuevo orden estatal
en América Latina
Veinte tesis sociopolíticas
y un corolario de cierre*

Fernando Calderón G. y Mario R. dos Santos

L as sociedades latinoamericanas viven ac-


tualmente circunstancias particularmente
difíciles, derivadas de un sinnúmero de priva-
prospectivas se presentan como amenazado-
ras del orden democrático –que tanto cuesta
mantener– y, asimismo, como amenazadoras
ciones económicas y de complejas mutacio- de las potencialidades de desarrollo.
nes socio-políticas que no alcanzan a revertir En el corazón de estas mutaciones está el
las perspectivas de la región en el mundo. La Estado, en actual proceso de transformación,
inmediatez de situaciones de caos genera- y por lo tanto renovando sus vinculaciones
lizado resulta innegable, como así también, con la sociedad y la economía. Ante ello, las
en algunos casos, los riesgos de destrucción ciencias sociales buscan no sólo diagnosticar
nacional. Ciertamente, en medio de la crisis, acabadamente la situación y visualizar los es-
la región también ha avanzado en un proceso cenarios futuros, sino incidir como tales en la
de racionalización económica y política, muy búsqueda de opciones políticas de desarrollo.
a menudo con costos sociales altísimos, pero Sirviendo esa intención presentamos es-
ha avanzado. En este sentido, débese recono- tas veinte tesis socio-políticas que sinteti-
cer que las sociedades latinoamericanas bus- zan –en nuestra comprensión– resultados
can resolver sus problemas y determinar su de estudios realizados por múltiples equi-
posición en el mundo de manera democrática. pos de investigadores, prácticamente en
No obstante esto, las tendencias económicas todos los países de la región y en el Cari-
be, durante los últimos tres años 1. Hay que
* Este trabajo fue publicado originalmente en Revis-
ta Nueva Sociedad, Nº 110, noviembre-diciembre 1990, 1 Cf. la serie ¿Hacia un nuevo orden estatal en Amé-
pp. 50-65. rica Latina?, ocho volúmenes: 1y 2, Democratización/
800 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

señalar que se trata de tesis generales sobre –– En segundo lugar, afrontó este desafío inte-
tendencias y procesos empíricos, los cuales lectual sin negar las enormes limitaciones
fueron tratados primero a nivel nacional, que impone. La pretensión fue, por lo tan-
para luego intentar con esa base una sínte- to, proporcionar una visión socio-política
sis regional. regional plena de implicaciones, pero sin
La tarea analítica tuvo una doble peculia- elaborar en detalle esas implicaciones que
ridad: las condiciones analizadas podrían tener o
ya tienen.
–– En primer lugar, integró los diferentes ac-
tores político-sociales (Estados, partidos, Igualmente, el carácter esquemático de esta
corporaciones, movimientos sociales) y forma de presentación le resta obligadamente
sus comportamientos, pues sólo con una densidad histórica a las tesis, pero es con esta
perspectiva tal se pueden comprender última que se las podrá enriquecer, matizar e
aspectos decisivos de los procesos eco- incorporar con provecho. En el conjunto de
nómico- sociales y culturales presentes tesis, la primera es de índole teórico-metodo-
en la región. Las dimensiones del análi- lógica, la 2 a la 6 tienen énfasis en los procesos
sis fueron las tendencias y los procesos de democratización/ modernización; la 7 se re-
de democratización/modernización del fiere a problemas regionales y locales; en tanto
Estado, de innovación en políticas eco- las tesis 8 a 13 tratan los procesos de ajuste
nómico-sociales, de descentralización te- estructural; la 14 se refiere a cambios en la di-
rritorial y de las políticas y los procesos mensión cultural y las últimas cinco esbozan
culturales. escenarios, sociopolíticos de mediano plazo y
apuntan una conclusión de cierre. Respecto de
las tesis sobre escenarios, conviene puntuali-
modernización y actores sociopollticos,’ 3 y 4, Los zar lo siguiente:
actores socioeconómicos del ajuste estructural; 5 y 6,
Centralización/descentralización del Estado y actores –– el marco general en el que se plasman los
territoriales,’ 7 y 8, Innovación mltural y actores so-
escenarios construidos está dado por la in-
cioculturales, Biblioteca de Ciencias Sociales, CLAC-
SO, Buenos Aires, 1987 a 1990. soslayable reinserción de los países latinoa-
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 801

mericanos en la economía mundial, a impul- to de “situaciones ideales”, incurriéndose


sos de las nuevas condiciones de la misma, y por lo tanto en una falacia si se adscriben
simultáneamente por la mayor complejidad mecánicamente determinados países a de-
y aceleramiento de los procesos de diferen- terminados escenarios; lo que los escena-
ciación social internos rios permitirían afirmar es, por una parte,
–– la conjugación de uno y otro proceso (re- que en determinadas situaciones o coyun-
inserción y diferenciación) fija los lími- turas predominaron ciertas tendencias en
tes a los escenarios, en una perspectiva a ciertos países y, por otra, que en mayor o
mediano plazo, siendo el límite inferior la menor medida los cuatro escenarios son
desnaturalización del régimen democrá- posibles prácticamente en casi todos los
tico en cualquier acepción de éste (por países de la región, dependiendo su efecti-
ejemplo, debido a la ocurrencia de repre- vización en gran parte del comportamiento
siones masivas) y la perpetuación de con- de los diferentes actores sociopolíticos
diciones crónicas de estancamiento, aun –– cabe por último señalar que quizás la mayor
con ajuste fiscal y otras políticas de ajuste utilidad de los escenarios sea la de permi-
estructural tir identificar las condiciones por las cuales
–– si bien se tomaron en cuenta prospectivas puede haber tránsitos de un escenario a otro,
macroeconómicas2, el punto de partida bá- o sea emplearlos en un sentido dinámico.
sico estuvo dado por las combinaciones y
articulaciones de la acción político-social No obstante, los primeros tres son posibles
con distinto grado de probabilidad y el cuarto
–– los cuatro escenarios construidos pueden
constituye una imagen óptima de salida de la
ser considerados como un continuo-discre-
crisis.
Este último escenario corresponde al plan-
teo de una reforma política democratizante que
2 Bouzas, Roberto: “los escenarios económicos inter- garantice una reinserción activa y selectiva en
nacionales de corto y mediano plazo y América Latina:
una revisión de proyecciones disponibles”, Proyecto
el nuevo escenario mundial, capaz de contener
RLA 86/001 PNUD-UNESCO-CLACSO, Buenos Aires, metas propias de desarrollo.
octubre de 1989.
802 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

TESIS 1 les, a resultantes específicas de interacciones


entre ellos. Hay historia aun en lo más prede-
En la reestructuración de la economía mun- terminado por el sistema.
dial y en su incidencia sobre la región hay un La centralización del poder de decisión en
alto componente sociopolítico y no meramente los países centrales, la promoción pública de
económico, pues es falsa la derivación mecáni- valores funcionales a los lineamientos de la
ca “crisis = ajuste estructural”. reestructuración de la economía mundial y al
El ajuste estructural en la región está condi- lugar asignado en ella a América Latina, no qui-
cionado por tendencias macroeconómicas que tan que el ajuste estructural sea resultado de
constituyen datos duros de la realidad. Esos combinaciones y articulaciones de la acción
son los grandes desbalances en el sector exter- político-social, las cuales introducen modalida-
no de nuestras economías, ya no financiables des diferenciadas del mismo.
mediante financiamiento externo ni endeuda- No hay un solo tipo de ajuste en sus políti-
miento interno. De allí la inclinación a identi- cas y en sus efectos; hay reinserciones en la
ficar los elementos antes mencionados de cri- economía mundial más activas o más pasivas,
sis con un inevitable ajuste. Se trataría de una meras reducciones del gasto interno versus
imposición unívoca del sistema económico en reconversiones económicas, mayor o menor
operación, no maleable por lo tanto en su con- vulnerabilidad de las estructuras productivas
tenido y sólo superficialmente en sus políticas. resultantes, efectos sociales compensados o
Sin embargo, es demostrable que el ajuste no, incidencias variables en los regímenes y en
estructural de la deuda externa, se plasma me- los sistemas políticos, mutaciones en la cultura
diante estrategias sociopolíticas de sus acto- política y en la percepción de las transforma-
res fundamentales, que lo matizan en cuanto a ciones contemporáneas por parte de los distin-
orientaciones y resultados; inclusive no puede tos actores.
entenderse sino en un contexto de desestruc- Todo ello no puede rastrearse sino en los
turación de las acciones colectivas y de inefica- comportamientos de actores políticos y so-
ces intentos defensivos en el seno de nuestras ciales que moldean la reestructuración, la re-
sociedades. Tanto unas como otros remiten a orientan, frenan o impulsan. Ellos intervienen
comportamientos de actores políticos y socia- en el sistema político para servir sus posicio-
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 803

nes, pautando el funcionamiento del propio larmente la microelectrónica y la informática)


sistema político y con ello la calidad del régi- en los procesos de gestión y programación de
men democrático. los diferentes órdenes de la vida económica,
social y cultural de las sociedades. En este sen-
tido, la fuerza de la reestructuración es tal, que
TESIS 2 ya no es posible actuar sobre la base de polí-
ticas y procesos autónomos o independientes.
La reestructuración de la economía mundial La forma de la nueva integración a la econo-
implica una inevitable reinserción en ella de los mía mundial y sus resultados sociales consti-
países latinoamericanos. Tal reinserción puede tuyen el desafío de los diferentes estados y de-
ser devastadora si se da a través del mero in- más actores sociopolíticos latinoamericanos.
cremento de la capacidad exportadora a costa Puede haber desde búsquedas de integración
de la desorganización de la matriz productiva mediante procesos de mera racionalización
interna. Para volverla fecunda, el Estado y los económica o mediante reconversiones parcia-
actores sociopolíticos deben combinar un ne- les desindustrializantes, o mediante una recon-
cesario incremento de las exportaciones con versión económico-industrial que sirva a metas
una endogeneización del desarrollo. de desarrollo nacional, o inclusive una incor-
El actual proceso de reestructuración de la poración mediante la droga, el contrabando o
economía mundial implica una alta interdepen- la pura intermediación financiera.
dencia asimétrica de las diferentes economías Cuando la articulación con la economía in-
transnacionales, regionales y nacionales que se ternacional es más difícil de resolver o se re-
organizan en función de las pautas políticas de suelve perversamente, por condiciones econó-
las economías centrales, especialmente de los micas o políticas negativas, el costo social será
Estados Unidos, de la Comunidad Económica más alto. En cambio, cuando el Estado tiende
Europea y de Japón. a racionalizarse y a tener mayor eficacia en sus
El nudo de la reestructuración, más allá de políticas, tanto de articulación con la econo-
los importantes ajustes financiero-comerciales mía externa como de regulación e integración
de coyuntura, está constituido por el papel que de actores en el sistema de toma de decisiones,
juegan las revoluciones tecnológicas (particu- mediante procesos de negociación, pactos o in-
804 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tercambios políticos, los costos sociales serán Desde la crisis del 30 y en algunos casos
también menores y los procesos de reinserción nacionales antes de ella, de manera irregular
socialmente más sólidos. Tal racionalización y diversa, el Estado empezó a cumplir en la
implica entre otros aspectos perfeccionar el región un papel clave como ordenador de las
sistema impositivo, eliminar selectivamente relaciones entre la sociedad y la economía, ar-
los subsidios al sector empresarial privado y ticulando el desarrollo económico y las relacio-
público y fortalecer y crear mercados. nes socio-políticas nacionales. El sistema polí-
Un fenómeno que resalta como peculia- tico en tanto sistema de toma de decisiones, se
ridad en el desarrollo capitalista de la región concentró en el Estado, y especialmente en el
es que el Estado haya promovido y organiza- Poder Ejecutivo.
do un capitalismo asistido (empresas privadas Concurrentemente, el núcleo de actores e
subvencionadas constantemente por el erario intereses socio-políticos predominantes se
público), sin gradualmente exigirles como con- constituía en el Estado mismo y desde allí se
traparte un pleno funcionamiento empresarial organizaban las relaciones con la sociedad y
competitivo. con el sistema internacional. Se puede afir-
mar que existía un sistema estatal de acción
histórica.
TESIS 3 El régimen político en tanto sistema de re-
glas de constitución y ejercicio del poder po-
En América Latina se acaba el ciclo de un lítico no tenía gran relevancia pues, en esta
patrón estatal organizador del desarrollo. Esto racionalidad, los actores sociopolíticos de
implica un desplazamiento del núcleo de deci- peso procesaban sus conflictos e intereses
siones hacia el conjunto del sistema político. principalmente en la acción estatal, sin ha-
Dicho desplazamiento no es unívoco, pues llarse muy regulado ese procesamiento por el
puede expresarse en un particularismo cor- sistema de reglas.
porativo o de grupos de interés en la toma de Sin embargo, este patrón –que tuvo históri-
decisiones o, al contrario, en una capacidad de camente expresiones progresivas y expresio-
los actores socio-políticos para asumir tareas nes regresivas desde el punto de vista social,
globales (es decir, nacionales). con democracia y sin ella– está mutando fuer-
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 805

temente en casi toda la región y paulatinamen- crático anula la responsabilidad de los distin-
te halla dificultades tanto internas como exter- tos actores, tanto políticos como sociales, ni
nas para reproducirse. los resultados de la vigencia de la democracia
Internamente, la inercia de la expansión son indiferentes al marco institucional que ten-
burocrática cada vez más ineficaz, como la ga la misma.
escasez de recursos estatales para satisfacer
demandas sociales –tanto de sectores empre-
sariales privados como de ingentes grupos TESIS 4
populares y medios– limitan la capacidad de
acción del Estado. Externamente, la reversión El nuevo ciclo histórico se caracteriza por la
del flujo de capitales, las presiones de la deuda conjugación de un proceso de democratización
y de sus intereses, el deterioro de los precios del régimen político que tiende a ser política-
de intercambio, el aumento de la brecha tecno- mente incluyente y un proceso de moderniza-
lógica y la incapacidad de actuar frente a ella, ción del Estado que tiende a ser socialmente
entre otros factores, también inciden negativa- excluyente. Sin embargo, la democratización
mente en su capacidad de reproducción. y la modernización del Estado son factibles de
En este contexto, la emergencia de un pro- reforzarse entre sí y de ello depende la salida
ceso de democratización en toda la región, con de la crisis.
un relativo fortalecimiento de instituciones de- La región experimenta desde fines de la dé-
mocráticas y de actores sociales y políticos, a cada del 70 procesos de democratización/ libe-
partir de una gama de situaciones y problemas, ralización. Independientemente de las modali-
implica que las decisiones fundamentales se dades de esos procesos, en una tipología que
tomen en sistemas políticos con un juego más va desde la revolución a las aperturas fuerte-
amplio para los diversos poderes sociales. mente tuteladas, ellos se han dado en un marco
Empero, el resultado será diferente según de revalorización del régimen democrático por
cuánto y cómo pese el régimen democrático en parte de las mayorías, cuyas demandas aúnan
el funcionamiento de esos sistemas políticos en la democracia la defensa de la vida y de las
donde la centralidad del Estado es ya mucho libertades públicas con reivindicaciones de jus-
menor. Obviamente, ni el mejor régimen demo- ticia social.
806 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

La democratización, según los distintos ac- empleo estatal, desmonte de políticas sociales,
tores de la misma, implicaría –separada o com- racionalización de la gestión estatal) no revier-
binadamente– la superación de la inestabilidad te, sino profundiza, los resultados socialmente
política de la región (un aspecto del fracaso de excluyentes propios de la crisis.
las dictaduras), la ampliación de la legitimidad De allí que, en principio, haya una fase en la
para el manejo de la crisis y la mayor satis- cual la ampliación de la participación política
facción de necesidades sociales, tanto éticas implicada por el proceso de democratización
como materiales. confronte una tendencia socialmente exclu-
Tales procesos de democratización valo- yente derivada de la modernización del Estado.
rizan pues los actores políticos y sociales, Empero, no se puede concebir una demo-
más allá de las calidades que se logren en cratización exitosa o expansiva sin un proceso
cuanto a régimen político democrático (des- de modernización del Estado capaz de eliminar
de democracias “de equilibrio” –democracias una de las causas de ingobernabilidad eco-
constitucionales tradicionales– hasta marcos nómica. Por lo tanto, o se logra proporcionar
institucionales innovados con mejoramientos eficacia a la acción estatal en un intercambio
importantes en los sistemas de representación con las organizaciones sociales, sobre la base
política y social). de su representatividad social –restándole así
En cambio, los procesos de reestructura- a la modernización del Estado elementos de
ción económica en la crisis ponen de relieve exclusión social–, o existirá un bloqueo en la
aspectos estructurales (industrialización trun- democratización.
ca, vulnerabilidad del sector externo, etc.). Por otra parte, si persisten los lineamientos
Ello ocurre al aplicarse las políticas de ajuste de la modernización estatal expuestos, ésta
y sobre todo al encararse las políticas de mo- inevitablemente chocará con las expectativas y
dernización del Estado. Esa modernización del con la experiencia de la democratización. Para
estado en sus lineamientos predominantes (én- que la modernización llegue a tener resultados
fasis en el ajuste fiscal, desregulación, priva- incluyentes desde el punto de vista social es
tización, descentralización muchas veces con imprescindible un fortalecimiento de la capa-
concentración de decisiones políticas, encare- cidad impositiva estatal, que le permita a éste
cimiento de servicios públicos, reducción del contrabalancear tendencias regresivas de la
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 807

distribución del ingreso y efectos sociales ne- mente la aplicación de una política económica
gativos de la racionalización/reconversión. de ajuste estructural (intentando mantener la
En realidad, no predominan en la región ca- demanda global y el nivel de actividad econó-
sos nacionales en los cuales la acción de los mica, inclusive agregando objetivos de redis-
distintos actores permita que estos procesos y tribución del ingreso). Se resistió también la
políticas se refuercen mutuamente o lleguen a aplicación de políticas de modernización del
combinarse, más allá de desfases temporales Estado, en particular las que hacen al ajuste fis-
entre uno y otro seguramente inevitables. cal. Invariablemente esos intentos, al no lograr
Los procesos de democratización parecen recuperaciones de la tasa de inversión en los
derivar hacia la formación de mercados polí- plazos en que aquellas políticas no ortodoxas
ticos con predominio de particularismos y en aún eran viables, desembocaron en situaciones
los procesos de modernización del Estado no de ingobernabilidad económica y potencial-
se incluyen tendencialmente mecanismos de mente política y/o del sistema en su conjunto.
integración. Ello no quiere decir que estén au- En los marcos de la mayoría de las situa-
sentes en la región propuestas de combinar de- ciones en las que se encuentran los países la-
mocratización con modernización del Estado. tinoamericanos, o la voluntad política obtiene
resultados positivos en el funcionamiento de la
economía en un lapso dado, o la legalidad del
TESIS 5 mercado se impone determinando ajustes es-
tructurales más o menos caóticos.
Si los gobiernos y otros actores sociopolíticos Por otra parte, las políticas de moderniza-
buscan democratización sin modernización del ción del Estado, en sus lineamientos predomi-
Estado se generará ingobernabilidad. Si los go- nantes, suponen un agravamiento de las ten-
biernos privilegian una modernización del Es- dencias socialmente excluyentes, aumentando
tado orientada mecánicamente por el objetivo los grados de coerción necesarios para el man-
de reducir el gasto público pueden llegar a des- tenimiento del régimen democrático. Las ma-
naturalizar el régimen democrático. yores demandas sociales posibilitadas por la
Existieron en la región procesos de demo- recuperación de las libertades políticas, junto
cratización en los cuales se resistió fuerte- a la ampliación de las situaciones de extrema
808 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

pobreza y marginación socio-cultural, así pare- Ahora bien, las metodologías de la acción
cen determinarlo. política en la región por parte de actores de
Aún sin hacer ninguna referencia a derechos peso –ya sean estatales, corporativos, partida-
sociales y/o derechos de los pueblos (constitu- rios, de movimientos sociales– han incluido e
cionalismo social propio de Estados sociales incluyen un uso más o menos sistemático de
de derecho que tiende a ampliarse en las refor- conspiración, violencia, transgresiones diver-
mas actuales a las Cartas Magnas), se advierte sas a la legalidad, etc., en alguna medida por
el riesgo de transgredir, en función del manteni- la misma inexistencia de marcos normativo
miento del orden público, dimensiones estric- institucionales válidos para el conjunto de las
tamente formales inherentes a una definición sociedades nacionales. Puede hablarse en la
mínima de régimen democrático. Por ejemplo, región pues de la existencia de principios de
suspensión prolongada de garantías individua- legitimidad no unívocos en la cultura política.
les, represiones masivas ante saqueos, deterio- La democracia como régimen implica incor-
ros en la juridicidad, etc. porar las reglas de la competencia política en
la lucha por proyectos societales y/o por intere-
ses; de allí que se la haya definido como la “ten-
TESIS 6 sa vía de la paz”. Sin embargo, la proclamación
jurídica de un Estado de derecho democrático
Si los actores sociopolíticos principales no no implica por sí, ni siquiera para los actores
optan por defender sus intereses dentro de la estatales, la erradicación inmediata ni plena
institucionalidad democrática, no hay demo- de metodologías de acción incompatibles con
cracia. la legalidad vigente. Operativamente, además,
Los procesos de democratización son proce- esa legalidad puede no contar con un poder so-
sos de gestión de amplios consensos, pues más berano que la respalde. Tal situación se paten-
actores y grupos sociales revalorizan ese régi- tiza muchas veces en la existencia de actores
men político, pero también de enfrentamiento políticos y sociales que, por distintos motivos,
en cuanto al tipo de democracia por implantar combinan en su accionar metodologías con-
y en cuanto a los contenidos sustanciales de gruentes con la competencia política pacífica y
ese régimen. metodologías no compatibles con ella.
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 809

Cuando se trata de actores políticos estata- respecto a cuándo considerar democrático un


les o actuantes en los sistemas de representa- régimen: por el acatamiento de las reglas de-
ción, la combinación aberrante de metodolo- mocráticas o por los resultados sociales de la
gías compuestas de acción política amenaza vigencia del mismo. Esta ambigüedad corre el
o compromete directamente la existencia del riesgo de ampliarse en procesos de democrati-
régimen democrático. Este último de ningu- zación con resultados socialmente regresivos,
na manera puede definirse únicamente por la lo cual facilita la acción de actores difícilmen-
existencia de un marco jurídico democrático, te encauzables en la vida democrática.
ya que la determinación del régimen com-
prende los comportamientos de sus actores
fundamentales. TESIS 7
Tales comportamientos, para situarse al
menos en el umbral del régimen democrático, La descentralización territorial, municipal y
deben cumplir con las reglas de juego del mis- regional, es un campo de conflicto en gesta-
mo, aunque ello sea sólo el umbral. (Más allá ción que evidencia las diferentes tensiones e
del umbral está la referencia en el comporta- incertidumbres de las políticas de moderniza-
miento a un principio de integración, interés ción del Estado y de democratización. Si lle-
nacional, preocupación por la reconstitución gan a predominar políticas de descentraliza-
del Estado, etc.). ción que impulsen y refuercen tanto mecanis-
Cuando los actores que aplican metodolo- mos locales de eficacia y de racionalización de
gías violentas o de corrupción son extrapar- la gestión, como de una mayor participación y
lamentarios, la amenaza directa al régimen representación en el sistema local de toma de
democrático es en principio menor, pero ello decisiones, posiblemente se verá fortalecida
alimenta escaladas de ilegalidad precisamente la articulación entre los distintos niveles del
por la fragilidad señalada en cuanto a inter- Estado y las condiciones de las sociedades
nalización de los marcos normativo-institu- regionales o locales, con las consiguientes
cionales. Los consensos de revalorización de ventajas para una inserción dinámica de cada
la democracia no han erradicado completa- espacio económico específico en la economía
mente las ambigüedades en la cultura política global, además de lograrse una representa-
810 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ción más genuina de los intereses locales a ca, más las políticas de ajuste impulsadas a lo
nivel central. largo de los 80 y una serie de factores deriva-
Si predominan políticas que se orientan a dos de la crisis del mismo “Estado territorial”
una reducción unilateral del gasto de la admi- (municipio, gobernación, etc.), empiezan a
nistración central, a fragmentar demandas y a transformar el carácter centralista del Estado,
segmentar los conflictos locales, a manipular el potenciando correlativa y equívocamente el
voto o, en el caso extremo, a la pura contrain- tema de la descentralización. La descentrali-
surgencia militar, los resultados serán procesos zación se enmarca en una serie de nuevos fe-
de modernización excluyentes y democracias nómenos territoriales, derivados, por un lado,
locales frágiles que no redundan en desarrollo del estancamiento y de la diferenciación de las
económico y que inclusive posibilitan o man- economías territoriales o locales y del fracaso
tienen el caos político y social. relativo de la planificación regional y, por otro
En América Latina históricamente han exis- lado, del aceleramiento y de los cambios en
tido, bajo diferentes formas, patrones centra- los procesos de urbanización. Es decir, creci-
listas de organización de las relaciones terri- miento poblacional concentrado en urbes con
toriales, sean municipales o regionales. En el escasos servicios y asociado al incremento de
ciclo estatal de desarrollo, el Estado, median- la pobreza absoluta, informalización creciente
te una serie de acciones directas y relaciones de las economías urbanas, cambios en los pa-
clientelares con las “sociedades locales” se trones de organización, gestión y reproducción
convirtió en el articulador de las relaciones te- de las unidades domésticas, incremento ver-
rritoriales y de los procesos de acumulación; tiginoso del deterioro ambiental, agudización
empero hoy tales acciones directas y tales re- de los problemas de transporte y de seguridad,
laciones clientelares encuentran serios límites disminución brutal del impacto de las políticas
para su reproducción. urbanas, especialmente las habitacionales, e
La descentralización administrativa y la de- insuficiencia notoria de las políticas asistencia-
mocracia local tienden a ser las nuevas fronte- listas de nuevo cuño, sobre todo alimentarias,
ras del Estado post-populista. de empleo de emergencia, etc. En este contex-
El proceso de democratización iniciado a to, que es el con texto que tendrá que enfrentar
fines de la década del 70 y la crisis económi- la descentralización, se destaca el incremento
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 811

vertiginoso y absoluto de la pobreza urbana, ra. En realidad, el desafío de los movimientos


especialmente en las grandes ciudades, cuyos regionales o urbano-municipales consiste en
pobladores demandan no solamente incorpo- poder transformarse en agentes de un Estado
ración al sistema productivo y de consumo, que se moderniza descentralizándose. Cierta-
sino también el derecho a la participación en la mente, los límites de ello están dados por el
toma de decisiones. Este es uno de los proble- espacio y la capacidad para plasmar acciones
mas nodales del desarrollo y de la consolida- políticas concertadas y para recrear los marcos
ción de la democracia en América latina. institucionales volviéndolos aptos para que in-
Por supuesto los procesos de descentraliza- cidan en los procesos de desarrollo.
ción actuales también se enmarcan –y partici- En este sentido, la descentralización cons-
pan– en una serie de condicionamientos políti- tituye uno de los espacios más privilegiados
cos del proceso de democratización. Algunos de potencial integración entre los procesos de
de los fenómenos más relevantes al respecto modernización y democratización, siempre y
son: la generalización de elecciones munici- cuando la descentralización pueda conjugar
pales –y en menor medida regionales (depar- procesos de racionalización y eficacia en la
tamentales y provinciales)–, el surgimiento de gestión local con una genuina representación
acuerdos e incluso pactos regionales, la inci- y participación local, resolviendo problemas y
dencia de factores ajenos a la región, como el desafíos, de forma democrática, que el Estado
incremento de conflictos en y entre territorios central no puede resolver.
(locales y regionales), y sobre todo entre éstos Lo cierto es que el Estado ya no logra ar-
y el Estado central, la aparición de economías ticular como en el pasado sus relaciones con
derivadas del narcotráfico, la insurgencia y la “sociedades locales” o “regionales”; ellas mis-
contra-insurgencia militar, etc. mas lo impugnan crecientemente. Hasta el
Estos fenómenos son producidos, orienta- momento, aquél aplicó políticas de descentra-
dos, ideologizados por diferentes actores terri- lización restringidas, discontinuas, sectoriales
toriales –entre ellos, el mismo Estado central, y parciales, en muchos casos en función de la
que en gran medida descentraliza para recen- privatización y el control social. En realidad,
tralizar–, los cuales muchas veces invocan la se observa por lo general una especial com-
descentralización como meta democratizado- binatoria entre lo estatal y lo privado que no
812 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

alcanza a dinamizar una descentralización más pues el ajuste tiende a crear inestabilidad polí-
genuina. Esta última, sin dudas debería com- tica a no ser que en su aplicación estén presen-
binar también formas de gestión públicas, en tes logros de expansión productiva y distribu-
oposición a lo meramente estatal-partidario o tiva, es decir, que el ajuste se subordine a una
lo meramente privado. política de defensa de la democracia.
Un proceso de descentralización basado e Uno de los rasgos más importantes de los
impulsado por actores territoriales, que pro- procesos de democratización es que éstos se
mueva un espacio público concertado sociopo- dan como parte de un complejo fenómeno de
líticamente en pro del desarrollo local, segura- internacionalización de la política, internacio-
mente incidiría positivamente en el control de nalización regulada e impulsada por actores y
los sectores estatales y privados en los diferen- fuerzas de los países centrales (Estados Uni-
tes niveles territoriales. dos, Japón y los de la Comunidad Europea,
En todo caso, dados los cambios sociales principalmente). Así, las políticas de demo-
y económicos experimentados a nivel local, cratización se conjugan con políticas de segu-
como también las demandas de democratiza- ridad militar, de control de drogas y estupe-
ción municipal o regional, las actuales formas facientes y de “ajuste económico estructural”.
de organización territorial están cambiando. Más aún, tienden a predominar estas últimas
En ese sentido, la descentralización puede lle- sobre las primeras.
gar a ser crucial en el nuevo orden estatal lati- Las mismas políticas de democratización
noamericano. El nuevo Estado para tener una apoyadas por los principales actores interna-
mayor eficacia política y económica necesita cionales son variadas y a menudo inconsisten-
ser más legítimo desde el ámbito local. tes, pues su valoración tiene que ver más con
una lógica de intereses inmediatos que con me-
tas democratizadoras.
TESIS 8 La política de Estados Unidos, que fue y
es determinante en el proceso de democrati-
Los actores externos impulsores del ajuste pre- zación en la región, coloca más énfasis en el
tenden conjugar ajuste estructural 8 y estabili- ejercicio del voto y del cálculo político –muy a
dad democrática; esta política es inconsistente menudo subordinados o identificándose con la
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 813

empresa privada y el anticomunismo– que en son más amplias y doctrinarias que aquéllas,
la vigencia de un régimen político que permita pues ponen mayor énfasis en un fortalecimien-
la representación de la pluralidad sociocultural to de la sociedad civil y en una afirmación de
existente en nuestras sociedades. En realidad, la ciudadanía social. Seguramente, el peso
se apoya un ejercicio sobre todo electoral de la que tienen redes y asociaciones políticas in-
ciudadanía política y, debido principalmente a ternacionales –como la democracia cristiana,
la política económica, se la desvincula en for- la Internacional Socialista y las agrupaciones
ma arbitraria de la ciudadanía social. liberales– influye contrapuestamente en favor
Es una visión pragmática pretendidamen- de una autonomía relativa respecto de las polí-
te sustentada en valores éticos de la sociedad ticas norteamericanas.
norteamericana, visión que recogen los prin- Por su parte, la política japonesa pone énfa-
cipales partidos políticos de dicho país. Sin sis casi exclusivamente en el ajuste económico
embargo, existen contradicciones en ella, pues y en el orden político genérico, más que en una
como lo revelan sus orientaciones en los casos dinámica de democratización.
de Nicaragua y El Salvador, lo determinante es En síntesis, se han producido políticas ge-
la influencia política interna y la promoción de néricas y/o puntuales, subordinadas al ajuste
intereses militares y económicos inmediatos. económico y a la racionalidad militar, políticas
En este sentido, parece ser que los procesos que limitan a las propias sociedades y actores
de democratización en los países periféricos sociopolíticos nacionales para enfrentar sus
están fuertemente condicionados por las for- desafíos y problemas democráticamente.
mas de hacer política en los países centrales, Si a este panorama se adiciona el propio
lo que agrega un grado de incertidumbre más a comportamiento político de actores nacionales
los procesos internos de democratización. fuertemente heterónomos y de tradición auto-
Por otra parte, la política de los países eu- ritaria, es posible que se retorne a situaciones
ropeos, concertada en gran medida a través de no democráticas.
las reuniones del Grupo de los Seis con esta- El ajuste mismo, si no se asocia con cre-
dounidenses y japoneses, se subordina com- cimiento y con una política redistributiva y
plejamente a la norteamericana. No obstante, concertada entre las diferentes fuerzas po-
sus prácticas y políticas de democratización lítico-sociales, no logrará –por ruptura y/o
814 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

desnaturalización del régimen– la estabilidad Unicamente un ajuste en sentido amplio, o


democrática mínima que necesita para su sea un paquete de políticas de transformación
propio cumplimiento. económica que enfrente a través de la recon-
Así, una coherencia entre “ajuste” y demo- versión las nuevas condiciones de los merca-
cratización se podría plasmar si los actores dos mundiales, incluyendo para ello el resta-
“externos” principales promueven estrategias blecimiento de mecanismos de financiamiento
de democratización estables, consistentes y de internacionales, puede plasmar un proyecto de
largo plazo, donde los necesarios mecanismos desarrollo nacional.
de ajuste se acondicionen a las distintas fuer- El carácter no reversible de los desequili-
zas e intereses nacionales de manera tal que brios del sector externo de las economías la-
impulsen el juego democrático y de respeto a tinoamericanas vuelve obligado el ajuste. No
los derechos humanos. Una política interna- obstante, hay que ver en función de qué tipo de
cional, donde los propios actores nacionales reestructuración se vuelve manejable el desfa-
concertados entre sí y con fuerzas externas en- se del sector externo. Se sabe, y así lo recono-
frenten de manera socialmente más equitativa cen los organismos financieros internaciona-
y por ello políticamente más estable el denomi- les, que es más fácil “reducir la absorción (el
nado “ajuste económico estructural”. gasto) que aumentar la capacidad productiva”
y también que la reorientación de la economía
en favor del sector de bienes exportables no
TESIS 9 necesariamente proporciona una matriz pro-
ductiva menos vulnerable y más apta para un
Los ajustes restringidos que sólo buscan ree- crecimiento autosostenido.
quilibrar la balanza de pagos del sector externo Por otra parte, las medidas para estimular di-
en el corto plazo, seguramente desequilibrarán rectamente el crecimiento económico a través
más la economía interna e implicarán un cír- de incentivos que eleven la tasa de formación
culo vicioso de recurrentes medidas similares. de capital fijo, su tasa de retorno, optimizar las
Así, la inestabilidad económica y política con- invariablemente reducidas inversiones del sec-
siguiente alejará cada vez más una gobernabili- tor público, liberar el mercado financiero, eli-
dad progresiva. minar rigideces en el tipo de cambio, eliminar
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 815

controles de precios, etc., pueden no aumentar TESIS 10


significativamente la eficiencia de la asignación
de recursos y no reducir mucho, sino inclusive En la reestructuración de la economía mundial
acrecentar, la imperfección de los mercados. A y en los procesos de ajuste de las economías
ello se suma la incertidumbre que introduce la periféricas se transfiere a las fuerzas del mer-
negociación de la deuda externa con el FMI y cado un papel protagónico en la organización
con los bancos privados hecha en ciclos muy de las relaciones sociales, en desmedro del
cortos, lo cual refuerza las tendencias anotadas Estado y de los regímenes políticos. Este he-
y la recurrencia cada vez más rápida de ajustes cho tiene el agravante que en nuestros países
en sentido restringido. el mercado, por su insuficiente dinamismo, no
Así, a los costos sociales propios de la re- puede ser un eficaz integrador social.
ducción de la demanda interna se suman los Si bien el ajuste estructural como paquete de
objetivos no cubiertos de cada una de las me- políticas estatales para superar el desequilibrio
didas del ajuste en términos de reactivación y del sector externo incide sobre el conjunto de
crecimiento (intervención en el lado de la ofer- la economía de cada país, llega a incidir más
ta), sin entrar aún en la problemática estricta sobre el Estado. Este último es el agente que
del desarrollo. más se ajusta (ajuste fiscal) en función de las
Por consiguiente resulta imperioso que la presiones del sector externo.
reestructuración advenida por el ajuste pro- Tal ajuste desagregado en los gastos y en los
duzca, además de estabilidad, crecimiento y ingresos del Estado revela que los más recorta-
capacidad de autosostener ese crecimiento dos son los gastos sociales, los gastos corrien-
y, segundo, desarrollo, pues sin expansión de tes en personal y la inversión pública, habiendo
los mercados internos, en el caso de nuestras en cambio cierta continuidad en las transferen-
economías, resulta imposible pensar en una cias al sector privado (subsidios, promocio-
menor vulnerabilidad. No en balde las reestruc- nes, etc.), un mayor peso de los intereses de la
turaciones en la periferia fracasan en cuanto a deuda externa (por estatización de la misma).
alcanzar una tasa estable y alta de desarrollo Por el lado de los ingresos fiscales se observan
económico, aunque esto último aparezca des- aumentos no demasiado significativos, en la
tacado también como meta del ajuste. medida que las reformas impositivas puestas
816 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

en marcha tienen como eje incrementar los cen pesar más y negativamente en las decisio-
impuestos indirectos y la base impositiva, pero nes de inversión privada que el incremento de
los montos recaudados sufren los efectos de la las tasas de ganancia de los sectores beneficia-
recesión, habiendo así mismo pérdidas de otras dos por el ajuste).
fuentes tributarias (impuestos al patrimonio, a O sea que el tipo de mercados regulados
las exportaciones e importaciones, a la renta, propio del ciclo estatal de desarrollo pare-
etc., muchas veces en función de promover la ce terminarse junto con él (el Estado como
inversión y la exportación, como también de productor tiende a pesar menos y también la
desregular ámbitos de la actividad económi- capacidad de intervención estatal es menor),
ca). Por otra parte, no siempre el Estado vuelve pero ello no tiene como efecto necesario un
transparentes los mecanismos de transferencia perfeccionamiento de los mercados ni una am-
y asignación de recursos que continúan vigen- pliación de los mismos.
tes. Esto contribuye a que queden opacas las Siendo así, resalta que la apertura hacia la
prioridades de asignación de recursos escasos economía mundial no puede afrontarse exi-
y al mismo tiempo que no se ejercite una coer- tosamente sin una intervención creciente del
ción legal plena para asegurar el buen uso de Estado, a fin de perfeccionar y ampliar los
las transferencias. mercados y de que la orientación exportado-
La mayor o menor vitalidad económica de ra del ajuste no se resuelva en una dualiza-
los distintos Estados latinoamericanos y las ca- ción creciente y en una dependencia directa
racterísticas de los procesos políticos matizan respecto de centros de decisión y de inver-
estas tendencias dándoles cierta hibridez a las sión externos.
mismas pero sin alcanzar a negarlas.
En cuanto a los espacios cedidos por el Esta-
do en su retroceso, son ocupados por las fuer- TESIS 11
zas y los mecanismos del mercado, pero se tra-
ta de mercados con un dinamismo insuficiente Las políticas de ajuste –en cualquiera de sus
como para que puedan ser medios eficaces de versiones– tienen más éxito en términos de
integración social (la reducción de la inversión volver sostenible la situación de nuestros paí-
pública y la recesión del mercado interno pare- ses en cuenta corriente o manejable el nivel de
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 817

deuda externa que en términos de alcanzar una especulativa totalmente contrarias a un proce-
tasa estable y alta de desarrollo económico. so de reconversión económica.
Los principales actores de la política de De esto deriva en parte que los éxitos del
“ajuste estructural” (organismos financieros ajuste estructural puedan medirse más (o ape-
internacionales, bancos privados acreedores, nas) en reequilibrios en la balanza de pagos
Grupo de los Ocho, sectores empresariales que en términos de crecimiento, y menos aún
más concentrados, gobiernos) tienden a iden- de desarrollo.
tificar erradamente cualquier ajuste con mo-
dernización y reconversión económica. Estos
procesos, si bien pueden ser yuxtapuestos, no TESIS 12
tienen una implicancia sucesiva necesaria. Los
dinamismos diferentes que alcancen dan múl- La desestructuración de los actores socio-po-
tiples configuraciones. líticos y las dificultades de mediación/repre-
Es cierto que en el paquete del ajuste existen sentación política, acentuadas como resultado
siempre políticas destinadas a incrementar la o como necesidad del ajuste, implican la no
eficiencia económica y a expandir la capacidad existencia de garantías en cuanto a fortalecer
productiva, pero los logros en esos campos son el componente de reconversión económica del
reducidos o nulos, como lo demuestra más dra- ajuste estructural y en cuanto a controlar sus
máticamente la experiencia africana. implicaciones.
Aparentemente en el diseño de esas políti- La racionalidad de la acción estatal, también
cas hay supuestos sobre el comportamiento de en tanto orientadora de los procesos de recon-
actores económicos bajo ciertas condiciones versión, se plasma en y con los intercambios
que no se cumplen. Especialmente las condi- políticos entre actores estatales y no estatales
ciones de inversión que esas políticas buscan (grandes empresas públicas, partidos, sindica-
proporcionar al sector privado no compensan tos, cámaras empresariales y movimientos so-
el retroceso del Estado en la formación de ciales). Sólo cierto tipo de intercambio político
capital fijo y por otra parte no parecen atacar puede dar como resultado una racionalidad
frontalmente las imperfecciones de los distin- que combine una determinación adecuada de
tos mercados y las ocasiones de rentabilidad prioridades en la reestructuración, la elimina-
818 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ción de aquellas transferencias que no alimen- Empero, la recuperación de la capacidad de


tan el proceso de crecimiento ni la competitivi- acción estatal en el nuevo contexto internacio-
dad y una visión a largo plazo en el proceso de nal y en las nuevas condiciones tiene que ver
reforma del Estado, con la consecución de los con actores políticos y sociales fortalecidos y
menores costos sociales. autónomos en intercambio con el Estado y en-
De allí que pueda afirmarse que la deses- tre sí, que construyen instituciones y políticas
tructuración de los actores sociopolíticos sea identificadas como útiles para el mejoramiento
en principio altamente negativa en cuanto a la del régimen y para el proceso de desarrollo.
existencia de garantías sobre el componente
de reconversión económica del ajuste estruc-
tural y de sus implicaciones para el proceso TESIS 13
de desarrollo.
En ese sentido, la creciente dificultad por Existen límites en la fijación de las diversas po-
parte de los partidos para agregar las demandas líticas de ajuste que pueden poner en cuestión
y contribuir a procesar el conflicto social (trans- la racionalidad o coherencia del mismo, aun en
gresión programática, extremo pragmatismo de sus propios términos.
alianzas, accionar racionalizador de políticas En la fijación de la política de ajuste hecha
inconsensuables, etc.) se suma a la pérdida de por los Estados, la selección de mecanismos y
centralidad de los movimientos sindicales en el de campos de decisión de tales políticas, so-
sistema político, que les sustrae capacidad para bre sí mismo y sobre el sector privado, está
incidir en la regulación de los ingresos y en los subordinada a las condiciones coyunturales
distintos aspectos de la reestructuración (inno- de la economía y al juego de voluntad y poder
vación tecnológica y cambios en los procesos político en el Estado. Por consiguiente, puede
de trabajo). En el caso de los movimientos so- haber límites en la racionalización del Estado,
ciales, por su fraccionamiento y diferenciación, tal como hemos señalado que puede haberlos
profundizados a veces por las propias políticas respecto de la reconversión del sector privado.
estatales orientadas a ellos, la acción colectiva Tales límites pueden ser de diversos tipos.
tiende a oscilar entre el comunitarismo basista, Por ejemplo imposibilidad política de despidos
el clientelismo y la confrontación. masivos en la administración central, dificulto-
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 819

sa privatización de empresas públicas deficita- tación en los sistemas de toma de decisiones


rias por falta de oferta, reforma fiscal resistida y la responsabilidad de los actores políticos y
exitosamente por lobbys empresariales, etc. sociales en las tareas globales. De otra manera,
Genéricamente, el predominio de los ajus- rasgos seculares del Estado latinoamericano,
tes recurrentes a corto plazo, que en varios de tales como su patrimonialismo, clientelismo
los países de la región llevan inevitablemente y corporativismo pueden inclusive acentuarse
a una fuerte reestructuración sin crecimiento, con el cambio de perfil estatal en la economía
sobre un ajuste estructural en sentido amplio, y en la sociedad. O sea que se impone un doble
con alto componente de reconversión econó- proceso de recreación institucional y de eli-
mica, sintetiza las amenazas a una racionalidad minación de aquellos aparatos para funciones
productivista de las políticas ejecutadas. agotadas o imposibles de reproducir.
En la medida en que el Estado se subordine
a la dinámica de un mercado excluyente, per-
TESIS 14 derá capacidad de regulación societal y espe-
cíficamente no cumplirá nuevas funciones im-
Actualmente los Estados latinoamericanos prescindibles para una reconversión exitosa.
pueden ser recreados o meramente despojados No existen ejemplos históricos de desarrollo
de funciones y aparatos. La recuperación de la bajo las nuevas condiciones internacionales sin
acción estatal está ligada a su capacidad de re- la asunción de nuevas funciones por parte del
gulación societal en las nuevas condiciones y Estado, entre las cuales se halla imprescindi-
esa regulación societal, para ser efectiva, inclu- blemente la del desarrollo científico y tecnoló-
ye necesariamente orientar la reestructuración gico, como tampoco existen tales ejemplos sin
económica hacia la reconversión. cooperación entre agentes públicos y privados.
El logro de un Estado con mayor capacidad Preocupa observar en Estados de la región
de acción unitaria y capacidad de regulación una debilidad en cuanto a la incorporación de
societal en las nuevas condiciones requiere un funciones estratégicas. En ese sentido resalta
perfeccionamiento institucional de los siste- la orientación del proceso de reconversión, el
mas de representación política y social, orien- favorecer la innovación tecnológica desde los
tado a incrementar la incidencia de la represen- desarrollos de ciencia y técnica, la vinculación
820 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

entre las políticas de integración social y el de medios masivos no tradicionales y con alto
proceso de desarrollo, el mejoramiento de los componente informático.
sistemas impositivos, etcétera. Dicha transformación es inherente a los
Por otra parte, muchas de esas funciones procesos de reestructuración económica inter-
pueden ser procesadas con la ayuda de nue- nacional; además tiende a ser más abarcador
vas iniciativas de integración latinoamericana, y penetrante que la misma reestructuración
donde se ponen a prueba las potencialidades económica. Constituye la punta de las nuevas
del nuevo orden estatal, incluyendo en él las relaciones internacionales de dominio.
pautas de cooperación entre agentes públicos A pesar de los esfuerzos por parte de varios
y privados. Estados de la región, fruto del proceso de de-
En tanto esas nuevas iniciativas tengan en mocratización, aquellos no lograron proporcio-
vista las nuevas funciones estatales imprescin- nar a sus sociedades medios y políticas para in-
dibles para el desarrollo, la integración podrá tervenir en los fuertes dinamismos señalados,
tener una fuerza expansiva hasta ahora inédita. lo cual resulta básico para promover el plura-
lismo y la creatividad culturales, como así tam-
bién para que no se debiliten más ellos mismos
TESIS 15 y la democracia.
La fuerte heterogeneidad cultural de Amé-
Las políticas culturales en los ámbitos de la rica Latina fue históricamente reducida por
educación, de la ciencia y la tecnología, de la relaciones de dominación. La combinatoria
industria cultural nacional, están en un fran- libre entre culturas seguramente hubiera dado
co proceso de declinación. Correlativamente aún mayor heterogeneidad y creatividad cul-
se expande una industria cultural internacio- turales. No obstante, se advierte la existencia
nalizada cuyos rasgos fundamentales son la de espacios socio-culturales subregionales,
diferenciación y segmentación de mercados habiéndose intensificado durante las últimas
culturales para grupos de altos ingresos, y a la décadas la interrelación cultural del área en su
vez, la generalización de un consumo cultural conjunto por procesos dinámicos de industria-
homogeneizante para el resto de la población. lización de la cultura y de transnacionalización
En dichos procesos se advierte un predominio de la misma.
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 821

El dinamismo tecnológico comunicacional liticas de descentralización redistribuyen signifi-


está en relación directa con la fuerza de la in- cativamente las iniciativas culturales, se agravan
dustria de los países centrales y en relación in- las consecuencias de la concentración de poder
versa con la capacidad periférica de nuestras en ese tipo de medios. En ello es clave la emer-
sociedades. Su presencia y dinamismo es cada gencia y el papel de nuevas élites de comunica-
vez más omnipresente en todos los espacios dores (que concentran medios técnicos, inciden
culturales. El ajuste estructural está más inter- en las orientaciones culturales, etc.).
conectado con los procesos sociopolíticos in- Las políticas de modernización del Estado
ternos (deuda), mientras que el ajuste cultural refuerzan tales cambios estructurales del cam-
es más exógeno y abarcador. po cultural y las de democratización permiten
Por otra parte, la diferenciación y segmen- avances en contenidos simbólicos, democráti-
tación de los mercados culturales es trunca en cos y universalistas. Empero, la acción estatal
nuestra región por el tipo de expansión de los en general aparece como un manojo de em-
mass-media, la escasa capacidad adquisitiva de prendimientos culturales puntuales y no como
sectores importantes de la población y las res- una politica coherente de desarrollo cultural.
tricciones de la industria cult ural tradicional Frente a ello, existe en las sociedades de la
provocadas por la crisis. La tensión entre lo pú- región una fuerte movilización sociocultural
blico y lo privado en el campo cultural tiende a y de identidades culturales, pero a través de
resolverse asi lesivamente para el pluralismo movimientos sociales de orientación simbólica
cultural. Los Estados administran lo más tradi- que no alcanzan una intercomunicación y glo-
cional del desarrollo cultural (sistemas educati- balización. Por lo tanto, en general no logran
vos formales en deterioro y patrimonio cultural) participar en las transformaciones culturales
y dejan en manos de la iniciativa privada los predominantes ni modíflcar sus orientaciones.
sectores más dinámicos y con mayor inciden-
cia. Tratándose de sectores con altos umbrales
de inversión para ingresar a los mismos y habida TESIS 16
cuenta de que los procesos de democratización
no gestan políticas para garantizar el acceso plu- De allí que pueda hacerse un paralelo entre
ral a los medios masivos, como tampoco las po- el imprescindible papel estatal en el campo
822 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

comunicacional y en el campo de la ciencia y –– rítmo de crecimiento de las economias in-


la tecnología, con crilerios no subordinados a dustrializadas con elevada incidencia en el
los del mercado. mercado de exportaciones latinoamerica-
La economia latinoamericana en la reestruc- nas;
turación de la economia internacional experi- –– movimiento de las tasas de interés interna-
menta prospectivamente un alto grado de in- cionales sin reducciones previsibles en la
certidumbre y dependencia. carga financiera derivada de la deuda exter-
Si la economia de los paises centrales no na;
sufre importantes cambios. la región tendrá a
–– no reversión neta de las tendencias actuales
lo sumo una recuperación parcial y relativa-
de deterioro de Ios precios de intercambio
mente centrifuga de la economia. sin reversión
de tendencias regresivas en la distribución del
De esto devienen dos escenarios económicos
ingreso. Pero si los desequilibrios entre los pai-
demediano plazo:
ses centrales son resuellos de manera recesiva
existe la posibilidad de un fracaso del ajuste
–– mantenimiento y recuperación de indices de
por motivos extemos. Tales escenarios econó-
crecimientoeconómico limitado, leve expan-
micos refuerzan la importancia del ajuste em-
sión de losmercados de exportación, mante-
prendido tanto en términos de coherencia de
nimiento de niveles altos de flujos negativos
la matriz económica intema resultante de la re-
de capitales, no reversión de las tendencias
estructuración como de la matriz sociopolitica
regresivas de distribución del ingreso;
derivada del proceso de democratización.
Tal incertidumbre y dependencia provie- –– deterioro de las economias latinoamerica-
nen de: nas derivado de un panorama recesivo de las
economías centrales, a causa de las políticas
–– opciones aún impredecibles de las políti- de superación de los desequilíbrios entre
cas para superar los grandes desequilibrios ellas. Es decir, no amplíación de los merca-
enlre las economias centrales (déficit fiscal dos de exportación latinoamericanos, alza
USA) y desequilibrios USA, Alemania Fede- de tasas de interés, restricción mayor aún
ral y Japón; de los mercados de crédito internacionales.
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 823

En resumen, fracaso del ajuste por motivos En este escenario -como en los que siguen,
externos. salvo el último de salida óptima de la crisis-
existe una desagregación de los conflictos,
No hay nichos estables para los paises perifé- pero extrema. Hay un conglomerado de situa-
ricos en una interdependencia ya consolidada, ciones simultáneas sin ejes estructurantes en
propia de una situación realmente de post-cri- la medida en que muchos de tales conflictos
sis. La reestructuración no se halla acabada. son extra-estatales y los movimientos sociales
coexisten con anti-movimientos sociales, de
innegable presencia política a través de su vio-
TESIS 17 lencia destructiva y autodestructiva, pero esca-
sa capacidad de plasmar un nuevo orden y de
En un primer esenario sociopolítico a mediano interpelar al conjunto de la sociedad.
plazo es de caos sacietal, donde uno de los Otra característica es que en los actores po-
rasgos principales es la desagregación extre- liticos y sociales muchas veces se superponen
ma y anómica de conflictos y la desestructura- racionalídades y metodologias de acción en
ción estatal. principio incompatibles, pero que condiciones
América Latina frenle a la posibilidad de puntuales, comprensiones e intereses han re-
caos. Caos como situación histórica que implica unido en un mismo actor(verbigracia, acción
fragmentación de la acción colectiva, dualismo politica y acción militar ilegal por parte de ac-
societal acelerado, incapacidad de decisiones tores estatales y no estatales, combinación de
estalales para enfrentar y resolver problemas, acción política movilizadora legal y criminali-
incapacidad del sistema político para procesar dad, etc.).
representaciones e intereses inlernos (especifi- Como dijimos, el resultado de ese conglo-
cidad y universalidad del conflicto), deterioro merado de situaciones (coexistencia en un
de la integración simbólica proveniente tanto mismo espacio nacional de expresiones de
de prácticas politicas como especificamente guerra civil, corrupción pública, infiltración y
culturales, surgimiento de acciones de enfren- copamiento del sistema politico por fuerzas no
lamiento, comportamiento anómico generaliza- partidarias y esencialmente antidemocráticas,
do, formas de intervención externa, etc. conspiración golpista, ejércitos paralelos, in-
824 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tentos de acción partidaria y social pro insti- TESIS 18


tucional, movilización popular, crecimiento o
estancamiento económico, guerrilla foquista, Un segundo escenario es un escenario de
procesos insurreccionales, etc.) socava la ca- modernización centrifuga con predominio de
pacidad de intervención estatal en todos los un proceso de tradicionalización societal. El
planos, lo cual es paralelo al deterioro de la Estado racionalizándose, busca asociarse con
vida política institucional. los actores empresariales más concentrados y
Evidentemente existen varios caminos por combina su acción entre la cooptación social
los cuales se puede arribar a este escenario, y la coacción política. reiterando ajustes de
desde el intento fracasado de una política po- cortoplazo. Este escenario también implica
pulista que desemboca en ingobernabilidad una conflictualidad social alta y probables
económica y social, hasta un insidioso y lento rupturas o retrocesosdemocráticos.
proceso de desorganización social y política Escenario sociopolítico a mediano pla-
que puede coexistir inclusive con crecimien- zo correspondiente a un ajuste estructural
to económico. con déficit en su racionalidad de reinserción
Un fenómeno que merece especial mención plenamente activa en la economía interna-
es el del narcolráfico, el cual se ha generalizado cional para afrontar –con metas propias de
en varíos países latinoamericanos, vinculando desarrollo– las nuevas condiciones interna-
de diferente manera a la región con demandas cionales. Los déficit provienen básicamente
e intereses económicos y culturales de los paí- de dos fuentes:
ses desarrollados. En lo interno, tal fenómeno
desestruclura relaciones sociales,valores y 1. No asunción de nuevas funciones por parte
sentidos nacionales, convirtiéndose en un fac- del Estado y adopción de políticas de racio-
tor precipitador del caos. nalización parcial en empresas estatales;
En rigor, existe una lalencia de este escena- 2. Permanencia de situaciones de capitalis-
rio para casi toda la región. aunque tallatencia mo asistido; énfasis especulativo y escasa
pueda reconocerse sobre todo en determina- reconversión en la reestructuración econó-
das coyunturas y espacios parciales de la rea- mica.
lidad nacional de cada uno de nuestros países.
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 825

Este escenario implica un núcleo central de Las transformaciones en el aparato del Esta-
toma de decisiones compuesto por los sectores do advenidas en el proceso de ajuste incluyen
empresariales más concentrados y relacionados en general una reforma administrativa en pro
estructuralmente con el sector externo; empre- de una racionalización económica en la gestión
sas estatales orientadas por y subordinadas a la estatal con nuevos núcleos administrativos y
misma dinámica, y las nuevas capas tecno-buro- procesos de desburocratización.
cráticas, cuyo sistema de referencia está dado Por otra parte, un desmonte en las áreas so-
por el sector externo y una visión neoliberal de ciales del Estado con reemplazo o no por nue-
la sociedad. Las orientaciones de dicho núcleo vas politicas sociales de carácter compensato-
sociopolitico estarían dadas por la búsqueda de rio y en general orientadas a satisfacer necesi-
una mayor eficacia entendida como directa ren- dadcs más básicas, por ejemplo alimentación y
tabilidad económica. En este contexto el Estado no ya vivienda, empleo mínimo, etc.
juega en función de estas orientaciones globales Los cambios cn cuanto a las corporaciones
del proyecto, plasmándose una suerte de poliar- o empresas estatales que son mantenidas en
quización estatal. Más allá de la búsqueda de la esfera estatal también pasan por racionali-
asociación del Estado con los sectores empre- zación económica de su gestión, adopción de
sariales más concentrados, los resultados eco- criterios de mercado en su funcionamiento,
nómicos de este escenario estarán fuertemente diferentes combinaciones de modernización/
pautados por el comportamiento de estos últi- reconversión en ellas, en tanto buena parte
mos y por su renuencia o no a la asunción de de las mismas es privatizada según distintas
riesgos (nuevas inversiones, aceptación quite de modalidades.
subsidios, innovación tecnológica, etc.). Modernización ccntrífuga refiere pues a es-
Asimismo, este sistema de toma de decisio- tos procesos de cambios, principalmentc en la
nes tendrá afinidades parciales respecto de acción estatal, que se orientan hacia el sector
otros sectores empresariales, con los cuales externo sin efectos multiplicado res internos y
actuaria limitada y puntualmente, además de por lo tanto sin proteger la trama social.
sectores medios y sindicales minoritarios, vin- En otro ámbito tendencialmente extra-sis-
culados con las ramas y/o grupos de moderni- témico se hallan múltiples actores plurisocia-
zación económica. les cada vez más excluidos por el proceso de
826 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

reestructuración económica, pero que deman- ciones partidarias (versus consensos para la
dan in’serción sociopolitica. La orientación y determinación programática). Por otra parte,
la organización de su acción colectiva revela se acelerarían los mecanismos de concentra-
fragmentación, oscilando entre la demanda ción de decisiones politicas en el Ejecutivo,
dc inserción mencionada y el cierre obligado que liende a gobernar por decreto y a hacer un
sobre sus propios recursos, oscilando entre la desmesurado uso de su poder de veto sobre las
identidad y la anomia. Una mención destacada iniciativas parlamentarias.
corresponde al campesinado que agudizaria su La función de representación partidaria tien-
proceso de diferenciación social en función de de a modificarse privilegiándose en clla una ra-
su grado de vinculación o no con bienes expor- cionalización de los actos del Ejecutivo ante la
tables y la mayor o menor exposición a la com- sociedad o desplazándose hacia una oposición
petencia extcrna, como también en función de demagógicoideológica, con carencias en cuan-
su grado de vinculación con el Estado (espe- to al grado de elaboración técnica de políticas
cialmente a través de la política de precios y de opcionales.
asignación de recursos). Desde la perspectiva institucional, no se ad-
En este escenario, la intersección entre un vierte con modificaciones importantes, aunque
“mundo “ y otro estaria dada por las deman- posiblemente se implementen reformas cons-
das de integración de los sectores excluidos titucionales funcionales a una mayor compe-
y por las politicas sociales asistenciales y la titividad y aumente con ello la posibilidad de
represión violenta, es decir, habría una revita- altcrnancia partidaria en el gobierno. Además,
lización parcial del clientelismo asociado con existirian políticas de descentralización pero
politicas represivas modernas. El Estado, en con efectos centralizadores del poder politico
cuanto régimen político, experimentaría una a nivel territorial.
serie de cambios. En sintesis, sólo se operarian modificacio-
La tendencia dominante en este escenario nes institucionales para desagregar los proce-
es la plasmación de una democracia “de equili- sos de legitimación social.
brim), caracterizada or consensos que tienden Finalmente, respecto de la participación
a tener sólo relevancia en ocasiones de cons- partidaria en este escenario, se advierte el pre-
tituir nuevos gobiernos o nuevas representa- dominio de un tipo de acción instrumental en
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 827

deterioro de un accionar representativo y cana- damentalmente un proceso de centralización


lizador de diferentes propuestas de orden so- del poder politico en la figura del presidente y
cial. La dificultad creciente del sistema politico en la capacidad del mismo de tener cierto líde-
en su conjunto para procesar institucionalmen- razgo politico nacional sobre los distintos es-
te el conflicto social se hace sentir con fuerza cenarios en los cuales se desarrolla la politica.
en el accionar partidario. La expresión tradicionalismo societal es usa-
Ello se nota en las trabas existentes para un da pues en el sentido de una mantención de
intercambio nuido entre la representación par- prácticas yorientaciones politicas (clientelismo,
tidaria y la representación sectorial, como asi corporativismo y patrimonialísmo) que limitan
también -seguramente en forma más aguda- la capacidad de innovación de la sociedad.
entre la representación partidaria y los dife- Seguramente este escenario traerá apareja-
rentes movimientos sociales, sean defensivos, do, sobre todo en varias situaciones, no sólo un
con reivindicaciones materiales y/o de base fraccionamiento de la acción colectiva o una
cultural o ética. Desde otro punto de vista, los desaparición de los movimientos sociales, sino
partidos politicos, sobre todo los partidos poli- también una regresión societal muy amplia, sin
ticos de masas o los partidos políticos históri- poder asegurar tendencias de reversión de esto
cos, tienen tres orientaciones fundamentales. a largo plazo, ni tampoco el mantenimiento de
Primera, la reestructuración del clientelismo. esa misma democracia “de equilibrio”.
Segunda, la presencia en el sistema de toma de
decisiones del aparato tecno-burocrático; en
realidad un desplazamiento de las decisiones TESIS 19
partidarias de los sistemas de liderazgo poli-
tico tradicional, populista, nacional-popular, Un tercer escenario sociopolftico posible se
etc., a la teenoburocracia. caracteriza por una modermzaclón menos frag-
Tercera, el papel fundamental delliderazgo mentada y más expansiva acompañada por un
nacional, fundamentalmente el Presidente de proceso de dualización societal.
la República como organizador, distribuidor, El Estado recupera capacidad de regulación
regulador, impulsor de los procesos politicos y de negociación frente a los sectores empresa-
anteriormente señalados. Esto implicaria fun- riales más concentrados, viabiliza procesos de
828 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

reconversión económica -ajuste en sentido am- te: en primer lugar, el Estado tiene un papel
plio- y optimiza la cooptación social. Aqul los más dinámico de orientacion/ regulación de la
niveles de estabilidad politica serian mayores. reestructuración económica, hallándose me-
En cuanto a la forma en que se ubican los ac- nos condicionado/ subordinado a los sectores
tores en este escenario, no habria diferencias económicos privados más concentrados, esta-
significativas respecto del anterior, aunque pue- bleciendo con ellos felaciones de intercambio
de discutirse si la calidad de la intervención es- y negociación en función de que predominen
tatal en el ajuste y el comportamiento de otros reglas de competencia y eficiencia económicas
actores dominantes del ajuste, en este caso en pro de un proceso de modernización/ recon-
orientado por preocupaciones más globales de version más integrado.
largo plazo referidas a la reestructuración, im- Es decir, habría una recuperación de la capa-
plican o no un conjunto de actores dominantes cidad de orientación del proceso de crecimien-
menos restringido que en el escenario 2. to por parte del Estado, si bien cumpliendo
Desde el punto de vista teórico, resulta sos- algunas funciones diferentes a las del ciclo de
tenible pensar que el disciplinamiento necesa- desarrollo estatal anterior.
rio para alcanzar una racionalidad mayor de Haria efectiva una colaboración entre acto-
crecimiento económico y de reinserción en res privados y poderes públicos propia de las
la economia mundial, implique una acción de experiencias nacionales de crecimiento exito-
limitaciones reciprocas más obtenible en un sas. La capacidad de cálculo politico- econó-
juego entre más actores. Para que los actores mico por parte del Estado concerniente a las
empresariales cumplan un rol protagónico en politicas de reconversión económica, al mante-
el crecimiento no basta una autosatisfacción nimiento y transformación gradual de activida-
de sus intereses, sino que es necesaria la ges- des económicas por imperio de necesidades so-
tación de un ethos empresarial en interacción ciales y a las politicas sociales compensatorias,
con otros actores y con el mismo Estado. se hallaria en este escenario más desarrollada.
En cuanto a las orientaciones de la acción La tecnoburocracia estatal, por lo tanto, apa-
de los diferentes actores politicos y sociales y rece menos colonizada empresarialmente y al
a los cambios en el funcionamiento del siste- servicio de una razón de Estado con conciencia
ma politico, podemos decir además lo siguien- de las nuevas funciones estatales necesarias y
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 829

compromiso hacia el cumplimiento de las mis- el de los ingresos), como en la negociación con
mas, abordando las tareas de construcción los sectores empresariales privados.
estatal implicadas (recursos de seguimiento y En la medida en que este escenario supone
control,racionalización/reconversión de em- cierta contención de la desagregación del con-
presas estatales no privatizadas, fijación de flicto, ello implicaria acciones de mediación
prioridades y asunción de nuevas funciones en e intercambio politico más eficaces en el sís-
Investigación y desarrollo, ciencia y tecnolo- tema politico. Asimismo, en los sistemas de
gia, optimización de la capacidad orientadora mediación política y social se renejaría una va-
del comportamiento del sector privado a tra- loración de la eficiencia y competitividad eco-
vés de la acción estalal, etc.). Esto implica la nómicas con menos contemplaciones y poca
adopción de criterios donde la problemática de condescendencia hacia los fenómenos de capi-
perfeccionamiento de los distintos mercados talismo asistido improductivo.
Yde erradicación de ocasiones de rentabilidad En el seno de los partidos políticos segura-
especulativa esté presente. Se verificaria por mente habria un proceso de modernización y
lo tanto una mayor solidez estatal en aspectos racionalización con reestructuración y reduc-
técnicos, acompañando el desarrollo de una ción de los clientelísmos anteriores.
cultura de Estado. Seguramente la dualización social (pocos
La gobernabilidad económica que forma par- incluidos y muchos excluidos) inherente a este
te de este escenario no implicaría -como en el escenario, asi como ei anterior, no impediria la
anteriorun proceso de desestructuración y de formación de un campo de conflicto politicoso-
debilitamiento estatal, sino lo contrario (empe- cíal donde se comience a disputar la orientación
ro, en ambos no habría procesos fuertes de re- del proceso de crecimiento a mediano plazo.
constitución de identidades socíales). Concre- Con todo, la diferencia fundamental respec-
tamente, las politicas económicas renejarian to del escenario anterior estaria en la mayor
el impulso estatal de racionalización, moder- vitalidad y solidez de los procesos de recon-
nización, reconversión, tanto sobre el propio versión económica y no tanto en un funciona-
aparato del Estado (con renovada capacidad miento muy diferente del sistema politico, sin
de control y viabilizado por un ajuste fiscal no gran perfeccionamiento pues de los sistemas
sólo por el lado de los gastos sino también por de intermediación y representación. Podria
830 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

quizás agregarse una optimización de la rela- No se disuelve el marco del ajuste económi-
ción entre el Estado y los sectores excluidos co global y del ajuste fiscal, pero se agrega a la
a través de politicas sociales compensatorias y racionalidad de la acción estatal del escenario
de liderazgos también con capacidad de apela- tres un énfasis en las políticas estructurales
ción popular. Esto no quiere decir que el papel para mejorar la eficiencia y la asignación de
delliderazgo politico, sobre todo en la figura recursos, como asi también para expandir la
presídencial, no pueda ser decisivo también en capacidad productiva.
el escenario dos, habida cuenta de que ambos Los objetivos de equidad en la economia
escenarios suponen una elevada centralización (mantenimiento o creación de empleos, subsi-
del poder político en la instituciónpresidencial. dios al consumo,etc.), estarían presentes tanto
en la prorigeración de los costos sociales de
la racionalizaciónmodernización como en la
TESIS 20 incorporación de garantias de redistribución
del ingreso paralelas al restablecimiento de los
Un cuarto escenario, seguramente poco posi- niveles de acumulación (pactos sobre inver-
ble, se caracterizarla por una modernización siones del sector privado, incluyendo pautas
concertada y expansiva acompañada por un de creación de empleos y umbrales de remu-
proceso de integración social simbólica y ten- neración, etc., a través de una disminución de
dencialmente material. las imperfecciones y de las opacidades de los
El Estado es un regulador clave del desarro- distintos mercados).
llo, pero descansando en un régimen democrá- En cuanto a la innovación institucional, se-
tico que multiplica los intercambios potliticos ría funcional a un peso cada vez mayor del ré-
entre los distintos actores, valorizando cre- gimen democrático en el sistema de toma de
cientemente su representatividad social. decisiones, con éxito en cuanto a disolución de
En este escenario habria cierta correspon- aquellos núcleos que impiden una coherencia
dencia terminal entre procesos de innovación en los avances en la democratización.
institucional, de redefinición de comporta- La reforma política superaria pues disconti-
mientos e identidades políticas y sociales y d¡: nuidades institucionales en pro de una sobera-
gobernabilidad sistémica progresiva. nia democrática creciente; no se trata del im-
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 831

perio de la política sobre el mercado, sino de social de los distintos actores y compen sando
un restablecimiento de fronteras entre ambas los poderes disimiles de los mismos en el mer-
dimensiones apto para el logro de una gober- cado. En tal ampliación aparecería también un
nabilidad sistémica progresiva. comoponente de racionalidad argumentativa
La ocurrencia de tales procesos implicaria, no exenta de elementos técnicos, aportada
en cuanto a las orientaciones de la acción de los por distintas disciplinas cientificas (incluidas
actores politicos y sociales y del funcionamien- obviamente las sociales), en la figura de inte-
to del sistema político, lo siguiente (a partir de lectuales, universidad y colegios profesionales,
los posicionamientos estructurales dados en la actuando como magistraturas.
actualidad y del fortalecimiento de tendencias La asunción de nuevas funciones por parte
hoy subordinadas en las situaciones naciona- del Estado -incipiente en el escenario 3- en lo
les reales y que continuarían subordinadas en referido a capacidad técnica de seguimiento y
los escenarios sociopolíticos de mediano plazo control, a investigación y desarrollo, capaces
que van del I al 3). de influir en los procesos de reconversión, se
La acción estatal descansaría en este caso verían complementadas aqui por politicas de
claramente en la capacidad del régimen de- comunicación, potenciando procesos de inte-
mocrático para agregar y racionalizar las de- gración simbólica a través de interacción de ac-
mandas políticas y sociales en la toma de de- tores politicos y sociales en la escena pública.
cisiones, restableciendo paulatinamente el Estas orientaciones de la acción estatal ob-
equilibrio y la independencia de los poderes y viamente sólo son concebibles como resultan-
articulando representación política y represen- tes de cambios importantes en la orientación
tación social. de la acción de los actores politicos y sociales.
El desplazamiento del núcleo fundamental En el caso de los partidos politicos, existiria
de decisiones en favor del sistema político es- una renovación marcada de su modalidad de
taría fuertemente pautado por el régimen de- relación con la sociedad a fin de convertirse
mocrático en pero feccionamiento. Un signo en organizaciones útiles para el procesamiento
inmediato de ello seria la ampliación de la es- institucional del conflicto social. De alli la ges-
cena pública y las garantías de acceso equili- tación de un espacio de negociación entre ellos
brado a ella, en función de la representalividad y los movimientos sociales clásicos y nuevos
832 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

con reconocimiento de autonomias sociales y La dispersión de poder político que exige la


sin reivindicar un monopolio de la represen- democratización no redundaria en deterioro de
tación por su via. Esto por supuesto demanda la gobernabilidad sistémica en tanto existirian
modalidades de comportamiento interno más autolimitaciones en las demandas a cambio de
deliberativas y más democráticas, pero tam- garantias institucionales de un camino de desa-
bién más desideologizadas y técnicas, como se rrollo exitoso y gradualmente más equitativo.
apuntó en el párrafo anterior. Ello colocaría a las políticas de descentrali-
Los partidos colaborarían en la constitución zación en un lugar destacado, ya que es impo-
de los actores sociales como sujetos políticos, sible promover la autonomía y responsabilidad
fomentando que el Estado los reconozca en ese de los actores sociales sín transferírles mayo-
carácter (lo cual seguramente deberia formar res poderes.
parte del proyecto político del partido o coali- En el caso de los actores socíales, también
ción de gobierno). Un proyecto político de esta se registrarian, como en los partidos, compor-
naturaleza es más probable que se geste desde tamientos más orgánicos y perfeccionamiento
actores incluidos en la reestructuración que de los mecanismos de representación. La dis-
directamente excluidos de ella, pues implica posición a asumir tareas globales derivaría de
comprensiones totalizantes de la complejidad procesos de integración simbólica (no de ho-
del nuevo ciclo histórico. mogeneización), seguramente con renovación
En cuanto a los actores sociales, la gestación de metas nacionales de desarrollo.
de autonomia en su accionar debería ir paralela Entre los actores sociales, el sindicalismo y
a la amplíación de su capacidad de intercambio el empresariado actuarian de manera funcional
politico con los demás actores sociales y con a un proceso de reinserción activa en la econo-
los actores especificamente políticos (Estado mia mundial a través de una reestructuración/
y partidos). Se entiende que tal ampliación modernización concertada, con resultados so-
de su capacidad de intercambio exigiria a su cietales relativamente garantizados a través de
vezcapacidad para transmutar parte de sus de- pactos sociales tripartitos.
mandas materiales en esfuerzos de perfeccio- La naturaleza de esos pactos seria a la vez
namiento del marco institucional y con ello de compleja y cada vez más incluyente. El aumen-
los sistemas de representación. to de la complejidad para responder a la dife-
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 833

renciación social y productiva preexistente no únicos garantes de un desarrollo y una demo-


bloquearia el sístema de toma de decisiones, cracia estables.
sino que por el contrario reduciria la incertí- Cuando el ciclo histórico estatal, que aca-
dumbre por los vínculos socialmente califica- bamos de analizar, se agota y a la vez un nue-
dos entre los actores. Habria por consiguiente vo proceso de democracia política enmarca
posibilidades de mantener un ámbito selectivo la reestructuración económica, es importante
y lo más amplio posible para decisiones siem- detectar los costos de esta reestructuración
pre nuevas y diferentes sin reducción de la para las respectivas sociedades nacionales
complejidad. y para la región en su conjunto. Sobre todo
La dinámica fundamental de este escenario es importante detectar si esos costos varían
estaría dada por el funcionamiento de un régi- grandemente según las modalidades de esa
men democrático donde las diferentes fuerzas reestructuración.
y actores disputen la dirección de una sociedad Por una parte, las tendencias de la economia
moderna, mediante un proceso de intercambio mundial que explicaron, entre otros fenóme-
político entre los distintos proyectos en cues- nos, la globalización monetaria, la constitución
tión. En este escenario se plasmaría una capa- de mercados y bloques regionales (Sudeste
cidad de autodeterminación de la sociedad a asiático, Comunidad Europea, comunidad so-
través de su capacidad de actuar sobre si mis- cialísta y el bloque EEUU Canadá), el creci-
ma. La orientación de la transformación histó- miento de las NICS, el incremento del déficit Y
rica en este caso pasa por ella. la deuda de EEUU y el deterioro de lasecono-
mías deudoras del llamado Tercer Mundo, no
son favorables en general para la región y ade-
Corolario de cierre más a este panorama se agrega que el elemento
dinámico del crecimiento económico está cada
El fin de un ciclo histórico tiene un costo so- vez hás asociado a las innovaciones tecnológi-
cial más alto que el comienzo de otro. Es ur- cas y al dinamismo avasallador del mercado;
gente innovar integralmente y lo más rápido es fácil ver que estas tendencias de integración
posible, pero potenciando a los actores polí- económica no son favorables en general para
ticos ya los actores sociales autónomos como los paises de la región.
834 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Por otra parte, los procesos de internacio- Empero, los costos sociales de la raciona-
nalízación de la política ponen más énfasis el! lización -por ejemplo en cuanto a pérdida de
un “pragmatismo “ económico y en el cálculo puestos de trabajo, a desaparición de activida-
de intereses inmediatos que en estrategias glo- des no rentables, etcétera- son mucho más al-
bales de desarrollo y bíenestar social. En este tos que los de la reconversión, y es imp’ortante
contexto, se favorecen desde el exterior pro- señalar que el éxito de un proceso de reestruc-
cesos de democratización subordinados a los turación productiva depende no sólo de la ca-
éxitos de la lógica del mercado o de las áreas pacidad para racionalizar la gestión sino tam-
y sectores de interés estratégico-militar de los bién para reorganizar los procesos de trabajo e
paises centrales. incorporar nuevas tecnologias.
Consiguientemente, el desafio interno de las Por supuesto que hacer esta distinción re-
sociedades latinoamericanas consiste no sólo en fuerza y no anula la necesidad de hacerse cargo
innovar, sino especialmente en cómo hacerlo. del desfase entre reconversión productiva y re-
El juego de posibilidades es complicado y solución de problemas sociales. En este último
sin lugar a dudas, como ya se argumentó en sentido, hay que señalar que la diferenciación-
otras tesis, depende tanto de la trama de rela- exclusión social como resultado del proceso
ciones sociopolíticas internas como de los re- de reconversión productiva es menor que la
cursos de los paises en cuestión. No obstante, introducida por la mera racionalízación, pero
parecen predominar procesos de simple recu- esta última parece necesariamente previa.
peración del Estado de derecho, en el plano del Por lo tanto, hay un horizonte de dos aspec-
régimen político, y de racionalización del gasto tos cualitativamente distintos de diferenciación
en ajustes de corto plazo, en el plano econó- social cuyo cálculo en cuanto a implicaciones
mico, sin innovaciones fuertes en ninguno de sociopolíticas es clave para la democracia.
ambos planos (a saber, sin experimentación ni Es decír, la diferenciación social como resul-
recreación en los sistemas de representación tado de procesos de reconversión económica
política y social y en general de los marcos es menor que la introducida por la racionaliza-
institucionales, por una parte, ysin un elevado ción de la gestión productiva y de servicios.
componente de reconversión económica en la Enfatizando aún más, el ajuste como mera
reestructuración, por otra). racionalización sin crecimiento ímplicaría un
Hacia un nuevo orden estatal en América Latina 835

máximo de diferenciación social regresiva, en pautar intercambios políticos entre esos distin-
tanto el ajuste como proceso de racionaliza- tos actores capaces de producir garantias reci-
ción-modernización reconversíón implicaría procas de comportamíentos, traducibles en un
una combinación entre diferenciación regresiva proceso ‘de desarrollo.
y aumento de la complejidad con diferenciación La cuestión del desarrollo es una cuestión
tambiépor el propio proceso de crecimiento. de redefinición de identidades políticas y socia-
Por lo tanto, dado que sólo el crecimiento les, valorizando su capacidad para promover y
provee un umbral de gobernabilidad, resul- aceptar marcos institucionales donde impere
ta necesaria la innovación integral. Además, la representatividad social y la disposición para
como se postuló anteriormente, garantizar la asumir tareas globales como palancas para dis-
orientación de las políticas hacia la reconver- putar la actual orientación de la historia.
sión no puede lograrse fuera de cierta inte- América Latina puede quizás hoy como nun-
racción democrática entre actores políticos y ca progresar y reincorporarse al mundo me-
actores sociales autónomos cuyas identidades jorándolo, pero para ello necesita sobre todo
sean redefinidas en esa misma interacción. combinar creativamente crecimiento económí-
De allí al corolario de cierre sólo resta la co con equidad social. Sólo lo podrá lograr si
convicción de que únicamente un marco ins- por fin confia en si misma, en su propia capaci-
titucional también renovado es el que puede dad de acción y cambio.
“Esa hoja verde y divina
la coca es”*

E l tema de la coca, el de la cocaína en espe-


cial, nos va a dar trabajo a los sociólogos
por un largo tiempo. Es realmente un espacio
campesino productor, o lo que es la lógica de
la cultura andina o de búsqueda de la identidad
en jóvenes de USA hasta lo que es la negación
de trabajo tan complejo y tan rico en su com- de una identidad mediante el consumo de co-
plejidad y sabemos tan poco de cómo funciona, caína relacionada con la dependencia psicoló-
que es un verdadero reto entender su dinámica. gica o incluso en la esquizofrenia.
No hay muchos estudios. Hay más bien estu- Nosotros tenemos en el mundo andino una le-
dios muy puntuales, muchos artículos periodís- yenda, se llama la leyenda de la coca. La leyenda
ticos y algunos datos de información estadísti- de la coca dice que el Dios Viracocha anuncia a
ca poco confiable; dado este panorama lo que sus súbditos que iban a venir hombres barbados
quisiera más bien hacer es entregar algunas a explotarlos y que él les iba a dar una hoja para
ideas, puesto que no hay mayores avances en que resistan ese dolor, y les dio la hoja de coca,
investigación. Es decir, quisiera entender des- pero esa hoja además iba a ser maligna para los
de varias perspectivas qué es este hecho de la viracochas de afuera. Esa es la leyenda de la
cocaína o este hecho del narcotráfico. coca que tiene varios siglos. Pero la identidad
Fíjense qué tema tan paradójico y diverso es, con la coca y sus símbolos no es pues un arraigo
pues puede ser considerado como un elemento del pasado, se recrea constantemente.
de afirmación de identidad, sobre todo entre el Recientemente, un grupo musical en La Paz
que desgraciadamente desapareció, se llama-
ba WARA, que quiere decir estrella, interca-
* Este texto fue presentado en una conferencia dicta- laban música andina con música electrónica,
da en Berkeley, California, en octubre de 1989. combinando guitarras eléctricas con zampo-
838 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ñas y tocaban en los amaneceres en el Altipla- Entonces, para decirlo rápidamente, yo creo
no o tocaban los días de solsticio en La Puerta que este hecho puede ser captado desde tres
del Sol. Cantaban un poema a la coca que dice: perspectivas relacionadas: 1. Como un hecho
“Esa hoja verde y divina la coca es, santa y multisincrético; 2. como un hecho instersticial;
clara lucidez, que en principio la vida te ense- 3. y como un hecho internacionalizado.
ña a llevar a tu esencia has de llegar, hoja por Y sobre estas tres aproximaciones quiero ha-
hoja. Con nuestras garras has de subir en paz blar, sobre todo referirme al último punto, que
y ciencia tienes que aprender, humildemente es importante en esta coyuntura internacional.
todo has de ser. Esa hoja verde y divina la coca Cuando digo que es un hecho multisincré-
es, a tu esencia te va a llevar, hoja por hoja, tico, estoy diciendo que en el hecho en sí de
santa y clara lucidez.” Fíjense lo que significa la producción de la coca y la elaboración de la
como elemento de reafirmación de una identi- cocaína, hay una cadena de relaciones econó-
dad cultural. micas y culturales muy grande que incluye des-
Pero por otro lado, sabemos que el con- de el campesino colonizado productor de coca,
sumo de la cocaína propiamente tal, puede el consumidor consuetudinario, el comerciante
inclusive, por la dependencia sicológica, pro- de la hoja de coca, el que transforma la hoja
ducir la desintegración de la estructura de la de coca, el que genera el traslado de la hoja de
personalidad. Y se ha probado que, si bien no coca hasta los mecanismos oligopólicos y de
provoca, acentúa las tendencias “esquizofré- distribución y el consumo de cocaína. Enton-
nicas” tan relacionadas con la pérdida social ces, la coca une por un lado una red de relacio-
de temporalidad cultural moderna y con la nes sociales muy mutantes, en un extremo y en
vivencia cotidiana de un presente continuo el otro, un mecanismo oligopólico de comercia-
postmoderno. Entonces, fíjense, estos dos lización de alto rendimiento, como cualquier
mundos tan distintos a través de un sólo fenó- otro tipo de producto del mercado internacio-
meno, uno ligado a una planta natural y el otro nal. Entonces, por eso es sincrético. Podríamos
a una planta química… decir –casi parafraseando palabras– que es un
Entonces el tema es, qué hay entre un acto hecho, (si uno lo ve no desde la economía sino
y otro acto. Y de eso es de lo que yo quiero desde la filosofía), que integra la pre moderni-
hablar ahora. dad con la post modernidad; el campesino vin-
“Esa hoja verde y divina la coca es” 839

culado a la tierra y a un tipo de producción y so señala una “enfermedad” que se llama “Uni-
a un gerente norteamericano, Wohovic, vincu- gueness”, el lema sería: “para ser el único en el
lado a una transnacional. Se puede desglosar campo de deportes y mejorar tu productividad
mucho más este acto sincrético desde el punto deportiva, consume cocaína”. Lo mismo, pare-
de vista cultural, desde el punto de vista econó- ce ser que hay una relación alta entre la edad
mico, desde el punto de vista político, de cómo de consolidación de un status socioeconómi-
la cocaína integra en sí estos elementos. Yo no co, la productividad y el consumo de cocaína,
quiero detenerme mucho en esto. esto entre los 30 y los 40 años. Por otro lado,
El otro elemento que yo decía es que era un también es más generalizada la imagen de que
hecho intersticial. Esto quiere decir que se co- el consumo de cocaína, sobre todo la cocaína
loca en lugares y en espacios fundamentales fina, está relacionado con la productividad en
que vinculan procesos políticos y socioeconó- el mundo artístico. Por lo tanto, parecer ser –y
micos entre sí. Voy a dar siete ejemplos en rela- habría que ver, pero hay algunos indicadores
ción a esto, más que definir conceptos. que permiten decir– que el perfil del consumi-
Uno creo que es en relación al perfil del con- dor, de estos jóvenes consumidores, está situa-
sumidor. Ustedes saben que el perfil del con- do en estos grupos altamente “in” y en una gran
sumidor es común sobre todo en los países masa de gente “out”, es decir, que están fuera
desarrollados y especialmente en USA. Varía del sistema o son muy periféricos al sistema,
entre 17 y 29 años. Y hay además dos tipos de y que oscilarían entre la gente que está en la
consumidores de caocaína: unos, aquéllos que franca anomia social o conducta desviada y el
están metidos en los sectores de punta de la desempleo de los jóvenes.
transformación económica y cultural de estos Probablemente, y esto lo hemos trabajado
países (hay algunas investigaciones y algunos en algún momento, esto esté relacionado, y
datos que dicen que la gente más “in” consume esto es un elemento fundamental, con la crisis
cocaína para aumentar la productividad); estos de la familia nuclear en las sociedades desa-
se dividen fundamentalmente en tres catego- rrolladas. Entonces, la familia como lugar de
rías: técnicos de alto nivel, deportistas y artis- socialización y espacio de reproducción de va-
tas. Hay un estudio que ha hecho un profesor lores y de producción de cuadros para la vida
aquí en Berkeley (se llama Edward), que inclu- social, por los efectos de la modernización de
840 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

la familia, no tiene capacidad de lograr esa re- Otro elemento intersticial importante, ya
producción, esa socialización reproductora. más mirado en las “sociedades periféricas”,
Entonces, en realidad lo que estaría en crisis es directamente relacionado con las estructuras
una forma familiar de vivir, que se paliaría de de las relaciones sociales, consistiría en que el
esta manera. Entonces, en realidad desde esta núcleo de relaciones que tiene el campesino
perspectiva, desde este intersticio, el proble- está dado por la relación que tiene con el Es-
ma del consumo de la cocaína es un problema tado y la relación que tiene con el mercado. Y
cultural, no es ni económico ni político. Es un esa relación está estructurada por comercian-
problema cultura hipermoderno que tiene que tes –medianos, pequeños y ahora grandes–.
ver con la crisis de la familia1. Entre este productor y este comerciante se ha
También se inserta la cocaína, creo yo, entre superpuesto este procedimiento de comercia-
los procesos de acumulación de capital y cri- lización de la coca, produciendo tanto en el
sis que existen sobre todo en América Latina. campesino como en el comerciante un proce-
Cuando hay una crisis del modelo de acumula- so de diferenciación.
ción o del modelo de desarrollo económico por Pero también tiene puntos intersticiales a
vía de la transformación o del ajuste estructu- otro nivel. Por ejemplo, en el sistema político,
ral, un elemento netamente compensatorio e el hecho se coloca entre el sistema político
impulsor, es los ingresos que provienen por la y el poder judicial, mediante sistemas de co-
exportación o por la intermediación de cocaí- rrupción y de control del poder judicial. Otro
na. Entonces, palia o regula o se inserta den- ejemplo político: se coloca entre las fuerzas
tro de los procesos, la crisis de los procesos de armadas y las guerrillas, o la policía, las fuer-
acumulación2 (3). zas armadas y las guerrillas. Vamos a contar
más adelante algunos ejemplos, sobre todo
los casos peruano y colombiano. Se coloca
1 Véase Calderón, Fernando y Gaustein, Laura, “La también dentro de la política de represión de
coca y el modo de vida americano o de cómo para vivir
los Estados de los países Centrales, que es
es necesario suicidarse”, Le Monde Diplomatique edi-
ción en español, noviembre/diciembre 1987.
2 Véase Castells, Manuel y Laserna, Roberto, “La nue- socio-económica en Latinoamérica”. En David y Go-
va dependencia. Cambio tecnológico y reestructuración liath, nº 55, julio 1989, Buenos Aires.
“Esa hoja verde y divina la coca es” 841

una política sobre todo de efecto, y también tructuración de la economía latinoamericana


se coloca en los procesos de la acumulación y su reinserción en la economía mundial. Y
de capital multinacional. Yo siempre me digo: paradójicamente en el proceso de democrati-
si yo pudiera hacerle una pregunta al presi- zación. De alguna manera los mayores niveles
dente Bush, quisiera preguntarle qué pasa con o los mayores índices de producción de cocaí-
los aproximadamente cuarenta y cinco mil na guardan relación –habría que probar cómo
millones de dólares que se quedan en Estados es esa relación, yo no la sé, pero por lo menos
Unidos al año por la venta de cocaína. ¿Cómo aparentemente hay una relación muy alta– en-
se blanquean, dónde van? que me cuente qué tre el proceso de crisis y depresión de las eco-
pasó con eso, y qué consecuencias trae para la nomías latinoamericanas y el boom de la cocaí-
economía norteamericana. na. Y además quizás esto se da en un contexto
Para terminar con estos ejemplos de lugares de democratización como el que vive la región.
intersticiales, la coca se coloca entre la ética O sea, en la década del 80 la productividad de
protestante y el mercado. La ética protestante cocaína aumenta brutalmente en el mercado
demanda un incremento de la productividad, internacional, lo mismo que el consumo. El año
un éxito económico, pero al mismo tiempo 82 es el momento donde se declaró oficialmen-
esto tuvo que ver con la corrupción de la espe- te la crisis de la economía latinoamericana y
culación. Y este éxito económico hoy día está paralelamente la década del 80 marca un pro-
viabilizado para muchos por la cocaína. ceso de democratización en la región.
Bueno, esos eran aspectos que a mi juicio Entonces, ese es el marco en el cual se tiene
hay que analizarlos y desarrollarlos más y tra- que entender esta experiencia de la cocaína,
bajar mucho. Ahora bien, recién podemos en- pero también como parte de un proceso de in-
trar al tema éste de la internacionalización de ternacionalización de la política. Y yo creo que
la política. tiene que ver fundamentalmente con la política
Yo creo que el boom de la cocaína, si bien norteamericana. La internacionalización de la
tiene antecedentes históricos en la década del política es parte de la definición de lo que lla-
70 y aún antes, es importante notar que Améri- mamos los actores fundamentales del escena-
ca Latina tiene una expansión notable –y esto rio internacional, esto es el Fondo, el gobierno
no es casual– en el proceso de crisis y rees- norteamericano y otras agencias y bancos en la
842 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

definición de la relación entre ajuste y demo- Europa principalmente, sobre la democracia


cratización. Uno podría decir que esta política en América Latina. En general en USA se tiene
ha tenido cuatro fuentes, que no tienen la mis- más bien una visión muy instrumental de la de-
ma racionalidad ni la misma consistencia. La mocracia que está subordinada a la política de
primera fuente, la más racional y la más con- seguridad militar. El autor muestra la inconsis-
sistente de estos actores fundamentales, es la tencia de distintas situaciones y actores, donde
hegemonía militar y la racionalidad militar. Hay un factor fundamental es cómo incide sobre la
una estrategia de seguridad a nivel mundial de sociedad civil y la sociedad política norteame-
Estados Unidos que según muchos análisis y ricana esa política de democratización.
estudios muestran cómo es la racionalidad más Una tercera política norteamericana, ya di-
coherente y organizadora del resto de las racio- rectamente ligada con el narcotráfico, es la re-
nalidades políticas y económicas. O sea, las es- presión policial y jurídica hacia el narcotráfico,
trategias militares de seguridad a nivel mundial que actúa tanto interna como externamente, y
y en este caso latinoamericano, constituyen el que a mi juicio actúa más sobre los efectos de
elemento ordenador del imperio en sus relacio- la cocaína, que sobre las causas. Donde el ele-
nes con América Latina y el resto del mundo. mento fundamental es la coacción. Finalmente
Por otra parte, la estrategia de democratiza- están las políticas económicas ligadas con el
ción política es muy inconsistente y está subor- proceso de reestructuración, sobre todo para
dinada a la primera. Hay un trabajo muy intere- los países productores de coca, de la econo-
sante de Lawrence Whitehead sobre esto3. mía internacional. O sea, yo no podría enten-
Si que sobre la consistencia de las políticas der el problema de la expansión de la produc-
de actores internacionales, Estados Unidos y ción de coca en Bolivia si no es en relación al
crac del estaño.
En este hecho de la internacionalización
3 O’Donnell, Guillermo et. al. Transiciones desde un uno puede diferenciar situaciones según el te-
gobierno autoritario. Tomo I: Europa meridional. Tomo jido social-cultural, la estabilidad política y la
II: América Latina. Tomo III: Perspectivas comparadas. racionalización de la reconversión económica.
Tomo IV: Conclusiones tentativas sobre las democracias
O sea, esos tres factores como que me permiti-
inciertas. Biblioteca Estado y Sociedad. Paidos, Buenos
Aires, 1989. rían clasificar o tipificar las diferentes situacio-
“Esa hoja verde y divina la coca es” 843

nes con relación a este proceso de internacio- rrilleros. Ahora, no todo Sendero Luminoso es
nalización derivado de la producción y el con- así; eso solamente ocurre en el norte del Perú.
sumo de cocaína. Entonces en esa lógica por En otras partes Sendero Luminoso actúa solo
lo menos tentativamente podríamos tipificar como grupo terrorista, en otras partes actúa
cuatro situaciones. La peruana, la colombiana, como movimiento campesino, sobre todo en
la boliviana y la norteamericana. Puno, ligado a tomas de tierras y a movimien-
Hay una situación, como la situación del tos de masas. Entonces, tampoco hay que iden-
Perú en la coyuntura, donde se superponen una tificar absolutamente sendero-narcotráfico.
crisis de la gobernabilidad del Estado, (incapa- Pero, de todas maneras lo fundamental de esto
cidad sobre todo del ejecutivo de organizar las es que actuaría como acelerador de la descom-
propias reglas del juego político al interior del posición social.
Estado, fundamentalmente con el legislativo y El caso colombiano, es muy distinto. En el
el poder judicial), un sistema político subordi- caso colombiano se asienta por así decirlo, un
nado y escasamente representativo, un fraccio- proceso de acumulación salvaje, una estabili-
namiento y una crisis de los actores sociales dad económica de largo plazo, y una exclusión
fundamentales de la sociedad peruana, funda- socio-política intensa. En Colombia, ustedes
mentalmente el movimiento obrero y el movi- saben, las tasas de crecimiento económico en
miento campesino, un desarrollo de anti mo- los diez últimos años son altas, pues han osci-
vimientos sociales ligados a la fragmentación, lado entre 6 y 10%; la economía colombiana es
como es el caso de Sendero Luminoso. En este una de las economías de mayor potencialidad
dinamismo la cocaína actúa como un acelera- de inserción en la economía mundial, que to-
dor de la descomposición social. La política en dos sabemos que es clave en la determinación
este marasmo tiende a ser definida como de de las posibilidades de los países de América
enfrentamiento y de destrucción. Entonces se Latina en el mercado mundial. No solamente
producen una serie de yuxtaposiciones; parece por su exportación de productos, desde petró-
ser que en el norte de Perú, la relación entre los leo, café, diamantes y cocaína, sino también
procesos de exclusión social, la emergencia de por su cierto grado de desarrollo industrial y
la guerrilla y Sendero Luminoso han hecho una de reconversión industrial que se ha plasmado
alianza entre excluidos, narcotraficantes y gue- relativamente en Colombia. Y esto expresado
844 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

regionalmente y expresado urbanamente, se so. El ejecutivo, por compromiso con Estados


combina con un proceso de exclusión socio- Unidos, decidió extraditar a narcotraficantes;
política muy intenso. Entonces, es como una sin embargo, parte del poder legislativo, (el
acumulación salvaje yuxtapuesta con una ex- candidato del partido liberal a la presidencia
clusión socio-política muy intensa. Colombia de la República, y parte de los jueces y los par-
es un país que probablemente sobresale en tidos) se oponen a esta extradición porque di-
América Latina o por lo menos en Sudaméri- cen que va contra la soberanía nacional, y esto
ca, por sus escasas reformas sociales, además probablemente es así. Pero eso deslegitima
por una tradición de violencia muy alta, y de externamente al régimen de una manera bru-
un proceso gatopardista de transformación de tal. Y de hecho genera un plano de intereses
sus élites muy consitente –que produce una compartidos entre los grupos sociales y polí-
alta conflictualidad sin canales reales de insti- ticos o se va a resolver por un aceleramiento
tucionalidad representativa– lo que redunda en de la guerra y el terror. Las guerrillas, otro
un proceso de deslegitimidad o legitimidad del actor clave en la política colombiana, parece
régimen democrático creciente. que llaman a una negociación. En todo caso en
Probablemente el tema de la soberanía na- esta situación tenemos un fenómeno donde se
cional vinculado al poder judicial, es el tema pretende combinar represión, enfrentamiento
de coyuntura vital en el caso de Colombia. En y negociación; en el escenario del narcotráfico
este sentido, el narcotráfico actúa como mul- están las tres figuras. Y cuando digo represión
tiplicador de los procesos de acumulación, digo combinación, porque todo sistema políti-
pero también como multiplicador de conflic- co hoy día está tan destruido, todas las relacio-
tos socio-políticos de exclusión. A mí me dá nes de orden hoy día están descompuestas en
la impresión que de hecho se producen una Colombia que los mecanismos de coacción lo
serie de fenómenos, sobre todo si uno sigue dan grupos privados. O sea, el monopolio de la
la prensa ahora en el caso de Colombia, que violencia ya no es exclusivo del Estado, sino
cruzan temas de soberanía nacional hacia que se expresa en una cantidad inconmensu-
afuera con temas de gobernabilidad política rable de grupos paramilitares, y casi a nivel
interna. Ustedes saben que el conflicto entre individual. Cuentan anécdotas que en Cali y
el ejecutivo y el poder judicial es muy inten- Medellín, acerca de un “mercado de pistole-
“Esa hoja verde y divina la coca es” 845

ros” uno sabe que puede comprar la vida de de ser factor de desintegración de valores éti-
uno o de otro en determinados lugares de la co-políticos de soberanía nacional. La relación
ciudad simplemente con determinado monto política internacionalizada se da entre nego-
de dinero. Entonces hay una generalización de ciación y represión. No hay, por el momento,
una destrucción societal del orden total. Hasta enfrentamiento, como en el caso de Colombia
dónde va a estirarse la razón de Estado para o en el caso de Perú.
regular, negociar o no esta situación, esto no En Estados Unidos, la cocaína funciona
se sabe, pero todo esto está íntimamente inte- como acelerador de mecanismos de acumu-
rrelacionado, y su solución también tendrá que lación de capital y como cuestionador de
ser compleja e internacional. valores éticos centrales. Su funcionamiento
Para recapitular, en el caso de Perú enton- produce por parte del Estado represión ex-
ces la cocaína actuaría como acelerador del plícita y negociación implícita. Es el mercado
proceso de descomposición social. En el caso donde se realizan las ganancias, y es además
de Colombia, como multiplicador de conflic- el lugar donde se plasman la situaciones 1, 2
tos y de acumulación. En el caso de Bolivia, y 3 que les conté y las otras que puede ha-
el hecho del narcotráfico tuvo situaciones dife- ber. Entonces es el espacio donde se plas-
rentes en el gobierno de la UDP (el año 83/85) ma la realización de la ganancia y donde se
actuó antes como desestabilizador económi- plasma políticamente el narcotráfico. ¿Cómo
co, fue factor fundamental de la hiperinflación, funcionan los procesos oligopolíticos? ¿Cuá-
no olviden que Bolivia tenía una tasa de infla- les son los sistemas de estructuración de la
ción anual de 23.000%, (fundamentalmente distribución de la cocaína? ¿Cuánto empleo
dada por la entrada de dólares y la regulación genera? ¿Cómo es ese empleo? Se supone que
de esos dólares en la economía interna), pero alrededor de 300.000 personas tiene trabajo
hoy día la situación no es así, hoy día actúa y temporal en este país por la venta de cocaína.
es funcional al ajuste racionalizador y fue re- Se supone que hay 45.000.000 de jóvenes en
lativamente funcional a la estabilidad política este país que prueban una vez al año la co-
y económica. Entonces actuó como mecanis- caína. ¿Cuáles son los límites de esto? ¿Cómo
mo de compensación económica pero también se va a resolver esto económica y política-
como mecanismo que merma el orden, además mente? Estados Unidos tuvo una política tra-
846 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

dicional respecto a la droga y relativamente Para cerrar esta introducción a la discusión


consistente durante los últimos 10/15 años. podríamos sacar tal vez tres conclusiones que
Antes catalogaba a la droga y los peligros de uno las podría colocar como preguntas.
la droga como un producto del sistema de En primer lugar que la producción y el con-
oferta que venían de otros países. Hoy día la sumo de coca y de cocaína es funcional a los
admnistración Bush ha aceptado por prime- procesos de reestructuración a la economía
ra vez, y seguramente por presiones internas, mundial y de concentración de capital.
que esto tiene que ver con la estructura de de- Segunda cosa que uno puede decir, que éste
manda y de un sistema de intereses internos. es un producto sistemático que a la larga tien-
La respuesta a la doble relación, parece ser de a negar el funcionamiento del sistema y que
que sigue siendo la represión, sea una repre- produce autodestrucción societal, esto quiere
sión educativa, sea una represión policial. No decir una producción de relaciones sociales sin
existe una visión en términos de relaciones sentido, sin valores.
sociales, de producción, de crisis de la fami- Y finalmente la característica es que las po-
lia, de roles de socialización, de producción líticas represivas centradas en los efectos del
de valores, etc. narcotráfico reproducen el sistema.
Los movimientos sociales
frente a la crisis*

I. La sociedad no es una vés de un continuo societal; allí la noción de


estructura cambio connotaba una secularización crecien-
te, con conflictos y asincronías de las estruc-
Los análisis predominantes de las Ciencias So- turas sociales y políticas. Así el desarrollo era
ciales en América Latina en cualquiera de sus co- concebido como el lúcido destino de la acción
rrientes interpretativas han dejado de lado de al- racional victoriosa.1
guna manera la comprensión de los movimientos
sociales y de otras formas de la acción colectiva.
Las llamadas teorías desarrollistas elabo- 1 Véase, por ejemplo, Germani, Gino, Política y so-
radas sobre todo en la década de los ‘50 y a ciedad en una época de transición, Ed. Paidós, Buenos
Aires, 1971.
principios de los ‘60 hicieron hincapié en los Germani, fuertemente influenciado por Parsons en su
procesos de modernización, industrialización teoría de la acción social, vislumbra la acción social de
y aculturación. Su interés fundamental giraba grupos e instituciones de las sociedades en transición
en torno de la evolución de la sociedad tradi- como un sistema de alternativas de elección que condu-
cirán a la modernidad, siempre y cuando las acciones
cional a la sociedad moderna, expresada a tra-
racionales aventajen a las tradicionales utilizando las
normas preestablecidas y se adecuen a las condiciones
sociales posibles. Estos elementos lo condujeron en su
* Este trabajo fue presentado originalmente en el se- tipología de evolución del sistema político a la elabora-
minario sobre Movimientos Sociales, realizado del 29 al ción de etapas políticas que se iniciaban en procesos
31 de mayo de 1985 en la sede de DESCO, Lima, Perú, de dictaduras militares y terminaban en sistemas de-
en el marco del proyecto “Los movimientos sociales mocráticos de participación total. Pero piénsese, más
frente a la crisis en Sudamérica”, patrocinado por la allá de los aportes conceptuales del autor, los procesos
Universidad de las Naciones Unidas (UNU). concretos que luego vivió la región.
848 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Mientras se formaban estas construcciones Marini), constituyeron análisis críticos a las


teóricas, introduciendo la problemática de la teorías anteriores desde las estructuras lati-
modernización y la industrialización en Amé- noamericanas.
rica Latina, sucedían movimientos nacionales Más allá de la crítica histórica y de la rela-
que, si bien promovían cierto desarrollo eco- tiva inadecuación nacional de estos análisis,
nómico y cierta modernización social, por otra aquí interesa resaltar que en estas “escuelas”
parte provocaban nuevos conflictos y finalmen- los movimientos sociales fueron poco estudia-
te, una nueva dependencia de los países capita- dos, concebidos como reflejos voluntaristas o
listas centrales, siendo además portadores de como acciones determinadas por el orden eco-
formas “irracionales”, confusas y difusas, de nómico o estatal, o por la acción partidaria. De
acción social: los populismos.2 alguna manera el Estado era visualizado como
La década de los ’60 se caracterizó en gran el productor de sociedad, y las élites o burgue-
medida por la crítica al desarrollismo, tanto en sías dependientes, como las fuerzas malignas
el plano de sus resultados fácticos, como en sustentadoras del orden social dependiente; al
el de sus análisis teóricos, emergiendo desde proletariado, en varias de estas versiones, le
distintas versiones la llamada “escuela de la correspondería cumplir sus metas históricas
dependencia”. Nociones como desarrollo del preestablecidas, su práctica de alguna manera
subdesarrollo (Franck), situación dependiente ya estaba escatológicamente concebida, sólo
(Cardoso-Faletto), dependencia y marginali- había que alcanzar la conciencia necesaria.
dad (Quijano-Weffort), condición dependien- Tal vez es posible distinguir dos supuestos
te (dos Santos), subimperialismo y formas de implícitos en estas teorías.
acumulación de capital subordinadas (Ruy M. Por una parte, conciben a los movimientos
sociales como prácticas subordinadas a los
partidos, al menos en dos sentidos. Para unos
2 Existen pocos textos teóricos sobre el populismo la acción colectiva se subordinaría a la acción
en América Latina. Véase para un análisis del discur- consciente del partido-vanguardia; para otros,
so, Laclau, Política e ideología de la teoría marxista, esta acción colectiva se caracterizará por com-
Siglo XXI, España, 1978. Para un análisis sociopolítico,
binarse y yuxtaponerse con el partido (partido-
Quijano-Weffort (compiladores), Populismo, margina-
lidad y dependencia, Costa Rica, 1973. movimiento), donde el líder, el gran conductor
Los movimientos sociales frente a la crisis 849

nacional, interpretaría y sintetizaría los intere- mo estructural de las relaciones de clase, que
ses de los movimientos sociales. Así, para unos los inhibía de analizar las prácticas sociales.
y otros, los partidos serían en definitiva los Explícita o implícitamente se suponía que
que podrían interpretar la estructura, produ- los sujetos sociales sólo son sujetos de clase
cir sociedad y, en definitiva, hacer la historia. mientras que, paradójicamente, varios estu-
Ciertamente, aquí no pretendemos negar la im- dios concretos probaron que en América Lati-
portancia histórica de los partidos de vanguar- na no existen clases puras, plenamente consti-
dia (leninistas) ni de los partidos-movimiento tuidas, que los sujetos sociales están adscrip-
(populismos) en América Latina —sus efectos tos a múltiples posiciones que corresponden
sociológicos han sido y son muy importantes a diferentes capas sociales que se jerarquizan
en la región—, sino que deseamos resaltar que y ordenan según los conflictos y las luchas
esta visión partidaria altamente elitista impi- sociales, culturales y étnicas vividas. Tal vez
dió visualizar globalmente las características ejemplos más claros son los de las oligarquías
particulares de los movimientos sociales; sus y del campesinado.4 Otro aspecto importante
intereses, sus oposiciones, sus identidades, sus es que, aunque todo actor está formando parte
sueñso y deseos, sus mismterios y su propia de relaciones de clase, también existen otras
producción societal.3 formas de relación: étnicas, juveniles, religio-
Por otra parte, varias de estas concepciones sas, regionales, de género, etcétera, que son
dependentistas contenían cierto reduccionis-

4 Véase, por ejemplo, Cotler, J., Clases, Estado y na-


3 Para una visión recuperadora de las orientaciones ción en el Perú, Instituto de Estudios Peruanos, Lima,
de los movimientos sociales contemporáneos en Amé- 1978; González Casanova, Pablo, La democracia en
rica Latina, véase Touraine, Alain, Las sociedades de- México, ERA, México, 1982; E. Fischer, Estado, clases
pendientes, Siglo XXI, México, 1978, sobre todo págs. e industria, Editorial El Conejo, Quito, 1983; Cardo-
209 en adelante. Para una visión crítica del marxismo so, Fernando E., “Régimen político y cambio social”,
latinoamericano véase J. Aricó, Marx y América La- en Estado y política en América Latina, Edit. Siglo
tina, Alianza Editorial Mexicana, México, 1982. Véase XXI, México, 1981; varios autores, Ecuador agrario, El
también para un análisis crítico concreto J. Malloy, The Conejo-ILDIS, Quito, 1984; en particular trabajos de A.
Incompleted Revolution, Pittsburg University Press, Guerrero sobre haciendas y S. Pachano sobre diferen-
Pittsburg, 1968. cias entre burguesía agraria y burguesía rural.
850 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

esenciales para entender la acción y la con- de la “estructura” y su racionalidad cubrían el


ciencia de los grupos sociales. escenario social de la realidad latinoamerica-
Incluso en textos como los de Cardoso y na. Quizá los análisis no podían comprender
Faletto,5 su valiosa tipología sobre las situacio- (o se negaban a hacerlo) el conjunto complejo,
nes dependientes no alcanza a incluir un análi- viscoso, ambiguo y creativo de las relaciones
sis dialéctico entre movimientos sociales, Esta- sociales y sus mutuas interacciones y con ellas,
do, grupos dominantes e imperialismo; allí, en las capacidades de acción de la sociedad sobre
realidad, se analizan bloques de clases y alian- sí misma. Tal vez los movimientos sociales de
zas donde el Estado y el modelo de desarrollo manera latente o implícita o subconsciente-
económico son el resultado de dichas alianzas; mente eran percibidos como “lo irracional”, lo
el mismo Estado es visualizado como puente o no explicable.
pacto de dominación entre las clases dominan- ¿Dependencia teórica de un modo de pensar
tes nacionales y el capitalismo internacional; racional y eurocéntrico? ¿Positivismo mecá-
para los autores, los movimientos sociales en nico producido por la creciente industrializa-
realidad cumplen un papel complementario a ción? ¿Realismo mágico sólo visible para Gar-
alianzas paraestatales o estatales. cía Márquez? ¿Diversidad e interpenetración
En fin, se podrán desarrollar muchos argu- de actores sociales y políticos con estructuras
mentos en este sentido, pero aquí se desea re- de clase no consolidadas? ¿Presencia de pen-
velar sólo una hipótesis: para el conjunto de los samiento partidario, elitista y totalitario que
pensamientos señalados y otros no analizados, absorbe a los movimientos sociales? ¿Ausen-
lo movimientos sociales fueron percibidos y cia de demandas sociales de autopercepción?
analizados de manera secundaria. Los análisis ¿Dificultades metodológicas inherentes a la
ciencia social para entender “lo irracional”?,
etc. etc. Las preguntas son ejemplos de una
5 Dependencia y desarrollo económico, Siglo XXI, problemática más amplia y las respuestas pro-
México, 197X. Véase también post Scriptum Desarrollo bablemente tendrán que ser complejas, críticas
Económico, núm. 66, julio-setiembre 1977. Una inte- y colectivas.
resante crítica de la visión del Estado a estos autores,
Toda esta incipiente crítica no puede dejar de
véase en Tilman Evers, El Estado en la periferia capi-
talista, Siglo XXI, México, 1981. mencionar, sin embargo, la presencia de varios e
Los movimientos sociales frente a la crisis 851

importantes estudios sobre movimientos socia- cientes actores sociales, de alguna forma están
les que se hicieron en la región. Efectivamente, redefiniendo sus mutuas interacciones y sus
son varios los estudios sobre movimientos cam- relaciones con el Estado y la política; en este
pesinos, estudiantiles, nacionales, sobre sin- sentido tal vez no sea muy atrevido hipotetizar
dicalismo obrero u otros;6 aquí no se desea, ni que los movimientos sociales, en su diversidad
mucho menos, negar su importancia y su actual y complejidad, sean potencialmente portado-
utilidad, sino solamente ponderar sus conse- res de un nuevo orden social.
cuencias, en tanto no constituyeron ejes analíti- Sin embargo, se debe entender que la emer-
cos básicos de las sociedades latinoamericanas. gencia de movimientos sociales configura una
Por otra parte, la actual crisis que sacude a amplia panorámica, un horizonte muy diverso.
la región, concomitantemente con la emergen- Lo que existe es un abanico de movimientos
cia de procesos democráticos o de redemocra- sociales multicolores, multiformes y hetero-
tización ha tenido en el corazón de su razón de géneos. Tal vez éstos hayan roto, o estén pro-
ser la emergencia de movimientos sociales, que vocando la ruptura de algunas concepciones
en gran medida exigen o demandan a los ana- totalizantes, excluyentes y únicas del destino
listas entender “lo irracional” para poder visua- de América Latina.
lizar no sólo la crisis y sus opciones, sino a las Parecería ser que los mismos movimientos
mismas sociedades latinoamericanas. sociales, más que las interpretaciones analíti-
Con la crisis de los modos de industrializa- cas, van mostrando un horizonte de posibilida-
ción y del sistema cultural que los acompaña, des a través de sus conflictos, del fracaso o cre-
los nuevos comportamientos, de viejos y re- ciente descomposición de los autoritarismos, y
en la búsqueda de un cambio de la condición
social de gran parte de las sociedades latinoa-
6 Piénsese en varios estudios sobre la revolución mericanas.
mexicana (Womack, Worman) o sobre sindicalismo y Como se pudo apreciar en la década del
protesta obrera (Touraine, Di Tella, Toller, Delich, etcé- setenta,7 estudios realizados a lo largo y ancho
tera), o sobre sindicalismo campesino andino (Dandler,
Albo), sólo para hacer referencia a algunos estudios
realizados en la década del sesenta. En la década del 7 Sólo para apreciar un grupo de estudiosos sobre el
setenta la producción concreta fue mucho mayor. tema, véase a) Participación: UNRISD, Ginebra, Suiza,
852 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de Latinoamérica, nuevos conflictos naciona- sociales (género, juventud, derechos huma-


les, de clase, regionales, urbanos, de género, nos, etcétera).
étnicos, de violencia revolucionaria, juveniles, La pluralidad de estos movimientos tende-
burocráticos, etc., empiezan a plantear desde ría a caracterizarse por prácticas particularis-
su misma lógica, formas de identidad y conflic- tas, reactivas y defensivas frente a la crisis, y
tualidad qua trastocan tanto visiones unidirec- sus identidades también tenderían, al menos
cionales, economicistas y tecnocráticas de la inicialmente, a encerrarse sobre sí mismas,
crisis, como las meramente estatistas o partida- desconectándose en un primer momento de
rias, y de alguna manera los nuevos movimien- las nuevas lógicas abstractas pero reales del
tos, con mayor o menor intensidad, apuntan a dominio mundial, que también está en pleno
la emergencia de un nuevo orden democrático proceso de reestructuración y ampliación. Es
y a la elaboración de nuevas formas de pensar decir que existiría una especie de distorsión
la sociedad, la política y el desarrollo. entre el sistema de oposiciones percibidas
En este sentido, la idea central del presente como reales por los movimientos sociales y
estudio es que en gran medida los movimien- la materialidad en construcción de una nueva
tos sociales viven un momento de inflexión en- economía política mundial (revolución tecno-
tre sus orientaciones y características tradicio- lógica, militarización del consumo, interna-
nales (por ejemplo de modernización, de libe- cionalización del capital, destrucción o dismi-
ración social y/o nacional) y la emergencia de nución del Estado de bienestar, etc.); ésto no
nuevas prácticas y orientaciones, tanto en los quiere decir que exista un problema de falsa
actores clásicos (obreros, campesinos, etc.) conciencia de la nueva lógica del poder por
como en las nuevas prácticas y movimientos parte de los movimientos sociales (al FMI se
lo percibe ajeno y abstracto), sino una inade-
cuación temporal entre oposiciones reales y
1981, serie de publicaciones sobre participación social; factores de poder.
b) “Movimientos sociales y participación popular”, Se- Sin embargo, aquí se sustenta que en estos
minario UNRISD-CLACSO, en David y Goliath núm. espacios de resistencia pequeños, cotidianos y
46, enero-diciembre 1984, Buenos Aires; c) Camacho-
culturales, comienzan a emerger valores y for-
Menjíbar, Movimientos sociales en Centroamérica.
FLACSO-UNU-IISUNAM, San José, 1985. mas sociales colectivistas, de autogobierno, de
Los movimientos sociales frente a la crisis 853

solidaridad, de autogestión, etc., que probable- sos de formación nacional8 y el otro al sistema
mente puedan reconstituir el sistema de oposi- de relaciones sociales y su articulación en los
ciones y viabilizar la reconstrucción de sujetos diferentes espacios nacionales, donde si bien
históricos. las relaciones de clases y las potencialidades
El texto que sigue, sólo pretende ser un ins- de cambio son vitales, éstas no cubren ni expli-
trumental preliminar, crítico y teórico, para can otras relaciones también muy importantes
comprender estos procesos. como las regionales, las étnico-culturales, las
de género, etc.; el problema consiste en poder
captar la dinámica del conjunto de estas rela-
II. La voz con huellas ciones, pero también sus especificidades en el
contexto internacional.
El análisis teórico de los movimientos sociales Pero las relaciones sociales no son sinóni-
en América Latina es por el momento limitado mo de movimientos sociales, ni todo lo que se
y está más bien en construcción. mueve en la sociedad es un movimiento social;
Es muy fácil caer en la repetición o adecua- si bien éstos son los productos y el reflejo de
ción mecánica de desarrollos teóricos realiza- la misma, se producen cuando los distintos ac-
dos en Francia, Italia o Estados Unidos, que tores, cualesquiera sean, actúan y se orientan
obedecen a dinámicas nacionales distintas. para recrear y transformar las relaciones en
Así la generalización excesiva sobre el o los cuestión.
movimientos sociales o el historicismo genéri- En este sentido, quizás una característica
co de la acción social son tan peligrosos como propia de América Latina es que no existen
la pura descripción local detallada; sin embar- movimientos sociales puros o claramente de-
go, de alguna manera es necesario construir finidos, dada la multidimensionalidad no sólo
un cuerpo teórico generalizable, pero condi- de las relaciones sociales, sino también de los
cionado y alimentado por los procesos con- mismos sentidos de la acción colectiva; por
cretos de las prácticas sociales en la región. ejemplo, un movimiento de orientación clasis-
Tal vez dos parámetros puedan servir como
punto de partida para enmarcar este propósito:
8 Los estudios nacionales en este texto dan cuenta
uno referido a los largos y conflictivos proce- de ello.
854 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ta probablemente esté acompañado por senti- pasado presentes en la memoria colectiva del
dos étnicos y de género, que lo diferencian y sujeto —donde por lo general se redefinen de
asimilan a otros movimientos de orientación acuerdo al tipo de enfrentamiento vivido y a los
culturalista con contenidos clasistas. Así, los mitos construidos–, como en términos de las
movimientos sociales se ven nutridos por múl- formas psicológicas de autoafirmación colec-
tiples energías que incluyen en su constitución tiva. Los momentos de crisis parecen tener la
desde formas orgánicas de acción social por virtud de mostrar con más claridad estos fenó-
el control del sistema político y cultural, has- menos, pero de manera paradójica. “La crisis
ta modos de transformación y participación libera al mismo tiempo las fuerzas de la muerte
cotidiana de autoproducción societal, como la y las fuerzas de la regeneración; de allí su am-
forma real de hacerse sujetos, donde la lógica bigüedad radical”. “Puede tener un resultado
polivalente de los conflictos vividos permiten regresivo y progresivo”.9
visualizar la totalidad nacional o regional en la En este sentido, conviene analizar toda ac-
cual estos movimientos se desenvuelven. ción colectiva también en términos culturales
De alguna manera se trataría de entroncar y psicosociales, ya que estas acciones no siem-
los diferentes conflictos puntuales de deter- pre son explícitas y a veces sólo pueden leer-
minados movimientos con la sociedad ana- se “entre líneas”. Sin embargo, creemos que el
lizada, y muy específicamente con las rela- sentido de toda acción debe buscarse en dos
ciones sociales que están en juego, lo que de planos: en el de la acción propiamente tal y en
suyo además implica explicar la formación de el del sentido de la misma.10
las prácticas de los movimientos, sus efectos
institucionales, su creación de formas sociales
y valores culturales y cómo se constituyen en 9 Morin, Edgar, “Para una crisiología”, en R. Starn,
ellos nuevas identidades y nuevas orientacio- Freund y otros, El concepto de crisis, Ediciones Mega-
nes societales. lópolis, Buenos Aires, 1979, pág. 293.
Una pregunta que vale la pena formularse 10 En este sentido parecería importante extrapolar
en cada situación, es acerca de cómo se cons- algunas hipótesis de la teoría lacaniana en términos de
la relación entre el imaginario colectivo y la creación
truyen estas formas identificatorias, tanto en
de la imagen especular, pues un imaginario colectivo
términos de recreación de experiencias del establecido puede cambiar si la relación de imágenes
Los movimientos sociales frente a la crisis 855

Lo importante entonces es poder entender de éste. Un aspecto central que conlleva este
el (o los) sentidos de los movimientos, pero te- campo es el carácter piramidal o restringido de
niendo presente que éste puede ir mutando en la participación, y sus formas democráticas o
el tiempo, marcando los diferentes momentos expansivas. Aquí la problemática de la “peque-
que recorre el movimiento. Así, es importante ña política” o de la cotidianeidad vivencial del
tratar de no quedarse con una única imagen o movimiento cobra especial importancia.
una explicación racionalmente cristalizada de En segundo lugar, todo movimiento social
este sentido, sino más bien interpretarlo acom- tiene su propia temporalidad, en gran medida
pañado de los cambios ocurridos, en función definida por su acción frente al sistema de re-
de su propia historia, de sus huellas, que van laciones históricas. Por lo tanto, aunque todo
definiendo y redefiniendo al movimiento. movimiento posee su propia continuidad his-
La dinámica de los movimientos sociales tórica y su cotidiana vivencia existencial, los
puede tener como referencias fundamentales momentos de crisis y conflicto agudo son los
cuatro tipos diferentes de campos de desa- que definen su cualidad. De esta manera, la
rrollo.11 combinación del “tiempo” diacrónico y sincró-
En primer lugar, todo movimiento social po- nico del movimiento son fundamentales para
see una estructura participativa, como conse- su compresión.
cuencia de su propio objeto y experiencia de Aquí, la visualización de la actual crisis la-
organización y lucha. Las formas, los niveles y tinoamericana y nacional cobra una importan-
los tipos de participación en un movimiento, de- cia vital en la medida en que, en sus múltiples
finen en gran medida las fortalezas de las metas expresiones y sentidos, está presente en las
vivencias y acciones de los movimientos so-
ciales; sobre todo si asumimos que estos son
le exige transformaciones, en razón de que la imagen portadores en alguna medida —aunque preli-
especular no puede contener más ese imaginario co- minarmente— de un nuevo orden social, de-
lectivo original.
mandantes de un “nuevo modelo” de desarrollo
11 Una visión preliminar sobre estos aspectos fue ela- económico y de una cierta visión política del
borada conjuntamente con J. Dandler. Véase La fuerza
conjunto de la sociedad. Claro está que esto no
histórica del campesinado, Editorial CERES-UNRISD,
Cochabamba, 1985. niega que el cambio dependa relativamente de
856 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

las relaciones económicas, que organizan en- Un último elemento global que debe tomar-
dógenamente a la sociedad. se en cuenta para el estudio de las prácticas
En tercer lugar, los movimientos sociales colectivas es el relativo a los efectos sociales
se desarrollan en forma multilateral y hetero- específicos de estos movimientos sobre las
génea en el espacio, en función del desarrollo relaciones sociales y sobre la sociedad, pero
desigual de la conciencia, la organización y la no solamente como el producto de la acción
economía de una localidad o región determi- del sujeto, sino muy especialmente como
nadas. Por ejemplo, un movimiento social de producto de un campo de conflicto donde los
liberación nacional puede incluso llegar a tener actores involucrados en la acción se modifi-
características y significados distintos en diver- can a sí mismos por la interacción recíproca
sos contextos geográficos. Los movimientos y compartida para obtener un fin, para lograr
sociales, aunque ellos puedan plantearse, no una meta. Esta relación es la que puede in-
tienen fines teleológicos predeterminados, los troducir además modificaciones específicas
redefinen en el propio conflicto.12 y generales en la sociedad, tanto en términos
de transformaciones en las relaciones de po-
der —piénsese en la revolución mexicana o
12 A. Touraine señala que “la particularidad de un boliviana por ejemplo– como de efectos espe-
movimiento social es la de no estar orientado hacia cíficos sobre determinados órdenes sociales –
valores conscientemente expresados. Porque él se si-
túa al nivel del sistema de acción histórica, él se defi- piénsese en la reforma agraria de esas mismas
ne por el enfrentamiento de intereses opuestos, por revoluciones. Pero también los movimientos
el control de las fuerzas de desarrollo y del campo de sociales pueden introducir sobre la base de
experiencia histórica de una sociedad. Un movimiento las relaciones sociales que los recrean, cultu-
social no es la expresión de una concepción del mun-
ras cotidianas de un nuevo orden que modifica
do. No es posible hablar de un movimiento social si
no se puede definir, en ese mismo momento, el con-
tra movimiento al que él se opone” (traducción de F.
Calderón). Production de la société, Editions du Seuil, movimiento social como el nivel de acción más eleva-
París, 1973, pág. 360. Véase también La voix et le re- do y se caracterizaría por la combinación de un princi-
gard, Editions du Seuil, París, 1978, particularmente pio de identidad, oposición y totalidad. En un sentido
págs. 108-127, y la colección de sociología permanen- más amplio el movimiento social sería un actor de un
te sobre movimientos sociales. El mismo autor define campo de acción histórica.
Los movimientos sociales frente a la crisis 857

la vida de los hombres: hábitos, costumbres, Probablemente es cierto que, al decir de A.


valores, etc. Por todo esto, los movimientos Melucci,13 lo sincrónico dirige a lo diacrónico,
sociales pueden ser considerados como moto- es decir, el cambio depende de la estructura y
res de la historia. tiene una causa endógena, estructural, en la
Dicho todo lo anterior, parece necesario exigencia que tiene un sistema de clase para
aclarar y enfatizar algunos aspectos concep- mantenerse y controlar el conflicto, siendo éste
tuales claves acerca de la constitución de los una dimensión estructural del sistema.
movimientos sociales, tanto en términos de Para el perspicaz italiano, el análisis marxis-
reduccionismo clasista como respecto de su ta ha ignorado los procesos de formación de
adecuación para la región. la acción colectiva, las redes de relaciones y
Los científicos sociales tendemos a olvidar el modo del pasaje de las formas elementales
demasiado a menudo que el concepto de clase de la revuelta a la acción de clase organizada.
social es un concepto analítico que sirve para Para él, la acción colectiva es el fruto de com-
describir las estructura social en términos de plejos procesos de interacciones, mediados
un modelo teórico, pero que difícilmente pueda por redes de pertenencia. Por otra parte, como
ser observado como tal en la realidad empírica ya se dijo, en Latinoamérica las relaciones so-
que nos toca analizar. ciales en gran medida no están consolidadas,
Cuando nos dirigimos a la realidad social en los actores sociales mutan permanentemente;
busca de los actores sociales agentes del cam- de alguna manera son clases metamorfósicas,
bio, no vemos clases conformadas actuando con características estamentales en socieda-
orgánicamente como tales (ya que la “clase en des patrimoniales.14 La categoría “pueblo”, por
sí” no es motor del cambio social y la “clase
para sí” es más bien una expresión de deseos
que forma parte de la utopía revolucionaria). 13 Melucci, Alberto, “L’azzione ribelle. Formazione
En cambio, sí vemos una mulplicidad de acto- e struttura del movimenti sociaIi”, en MeIucci, Movi-
menti di rivolta, Etas Libri, Milano, 1976.
res sociales agrupados en una heterogeneidad
de movimientos sociales, con diferentes gra- 14 Para una discusión sobre patrimonialismo-corpora-
tivismo puede consultarse: a) Malloy editor, Authori-
dos de capacidad de cuestionamiento del siste-
tarianism and corporativism in Latin America, Uni-
ma social global. versity of Pittsburg Press. Véanse artículos Malloy, y b)
858 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ejemplo, puede explicar más un cambio revo- Para Alain Touraine, con razón. “…no hay
lucionario que la pura visión obrerista de una clase sin conciencia de clase. La idea de que
revolución liberadora.15 pueda haber una clase en sí y que sean los orga-
Por su parte, Guy Bajoit16 sostiene que aun nismos políticos o sindicales los que dan con-
cuando todo actor esté formando parte de re- ciencia de sí misma y por lo tanto capacidad
laciones de clase, existen otras formas de re- de actuar a una clase dominada, debe ser total-
lación que a veces son más determinantes de mente descartada”.17
la “conciencia de sí” de un grupo social deter- Sin embargo, a pesar de los aportes de es-
minado que la conciencia de clase, lo que no tas ideas para el análisis latinoamericano, ¿es
necesariamente significa alienación en el sen- posible acercarse a la heterogeneidad de movi-
tido marxista del término. Ejemplos de esto mientos sociales que nos ofrece nuestra reali-
serían la mayoría de los movimientos sociales dad latinoamericana, con esquemas analíticos
que nos ha tocado analizar en este trabajo: como los de Bajoit o Melucci, con clasificacio-
movimientos étnicos, de mujeres, de jóvenes, nes que diferencian las acciones de masas, las
movimientos urbanos, regionales, etc. Las rela- acciones conflictuales reivindicativas, las ac-
ciones sociales forman a la vez actores “en sí” ciones conflictuales políticas, los movimientos
y “para sí”. Toda relación tiene un sentido, una reivindicativos y los movimientos políticos, los
orientación, no es arbitraria. movimientos de clase y los movimientos polí-
ticos de clase, a partir de los cuales es posible
establecer graduaciones en los niveles de con-
Cardoso-Faletto post scriptum, ob. cit.; las aseveracio- ciencia y de capacidad de lucha por la apropia-
nes del texto se apoyan en las críticas al corporativismo ción y/o la destinación de los recursos o valo-
que realizan estos últimos autores. res sociales, según sean capaces o no de atacar
15 Véase Coraggio, J. L., Revolución y democracia en a la estructura de las relaciones de clase?
Nicaragua, Cuadernos de pensamiento propio, Publi- Incluso en este tipo de análisis subyacen pre-
cación INIES, Managua, 1984. También puede consul-
tarse Camacho, Menjíbar, coordinadora, ob. cit.
16 Bajoit, Guy, Esquisse d’un instrument d’anaIyse 17 Touraine, A., y otros, Mouvements sociaux
pour les mouvements populaires, Universidad de Lo- d’aujourd’hui, acteurs et anaIystes, Les éditions ou-
vaina, 1984, trabajo mimeografiado. vrières, París, 1982.
Los movimientos sociales frente a la crisis 859

supuestos teleológicos racionalistas, en los que y las fuerzas políticas, por el poder del Estado;
se prescribe un “destino” manifiesto y deseable para el francés, los actores sociales en Latino-
para la evolución de los movimientos sociales y américa van “detrás” de su constitución como
que abandonan con demasiada ligereza la pre- clase, en cuanto a la estructura social, pero van
gunta acerca de cuál será en definitiva la volun- “por delante” de su constitución como clase en
tad y la dirección de los cambios que nuestras términos de movilidad social y de participación
sociedades se prescriben a ellas mismas. política y cultural.18
De hecho, parece demasiado simplista esta- ¿Qué significa este estar “detrás” o “delan-
blecer una pirámide de movimientos sociales, te” de su constitución como clase? Tal vez esto
en cuya encumbrada cúspide sólo estarían haga referencia a la debilidad de los actores so-
aquellos que manifiestamente se dirigen hacia ciales, a su falta de organicidad, a su pendulari-
la lucha por la apropiación de los medios de dad; pero más bien, en Latinoamérica ¿no son
producción, el control social y el poder y en las clases dominantes (la falta de una burgue-
cuya difusa base se ubicarían todos aquellos sía industrial consecuente y asentada), las que
movimientos sociales que hacen de su obje- resultan débiles políticamente y dependientes
tivo la lucha por cambios en la cultura, en la económicamente y que, al no generar acciones
reproducción o distribución de los servicios, o homogéneas ni hegemónicas, impiden también
por una nueva forma de encarar las relaciones la conformación de oposiciones claras y orgá-
sociales la centralización del poder, la partici- nicas? En nuestras sociedades, más o menos
pación social, etcétera. industrializadas, penetradas por el capital fi-
Incluso en la conceptualización que hace nanciero internacional, por una compleja red
Touraine de lo que él llama “sistema de acción de multinacionales que eligen, sus políticas con
histórica latinoamericano”, donde se estaría relativa independencia de las relaciones socia-
estructurando un nuevo sistema de acción les, en las que ora se asientan, ora abandonan
en base a la simplificación y racionalización
progresiva de las características de la acción
social colectiva, la especificidad de cada seg- 18 Para una síntesis de este pensamiento véase “Una
tentativa de construcción global: las nuevas pautas de
mento social implicaría que los movimientos
acción colectiva en América Latina”, en David y Goliath
sociales pugnen por la distribución del ingreso núm. 46, CLACSO, Buenos Aires, agosto 1984.
860 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

según intereses ocasionales, los movimientos La relativa superación de las diferencias en-
de clase centrados en la producción encuen- tre lo público y lo privado, la extensión de los
tran enormes dificultades para desarrollar una conflictos hasta terrenos considerados hasta
acción coherente darse formas de organización ahora como privados (como las relaciones se-
duraderas y evolutivas; más bien en muchos xuales, el cuerpo, las relaciones interpersona-
casos sus orientaciones de clase se han inte- les, la identidad biológica, etc.), provocan una
grado a orientaciones de liberación nacional o readecuación de la energía polivalente de los
a pactos de dominación. movimientos sociales más clásicos.
Surgen a la vez múltiples prácticas sociales Así se constituyen identidades que van más
centradas más bien en la lucha por la distri- allá de la producción económica y de las re-
bución de servicios, en cuestiones étnicas y laciones políticas, identidades culturales que
grupales o reivindicativas. Pero concomitan- tienen que ver con los rechazos a la fragmenta-
temente, hay procesos culturales que se inter- ción individual y a la soledad colectiva de este
nacionalizan y que atraviesan las formaciones mundo que habitamos.
económico-sociales aun cuando no siempre Estos rechazos favorecen de extraña mane-
se corresponden con su grado de desarrollo ra nuevos comportamientos colectivos, desde
económico o político. Conflictos que son una la anomia, el rito sacrificial, la acción terrorista
reacción, por ejemplo, a los mecanismos más hasta el comunitarismo cristiano y la reivindi-
sutiles de dominación social en las sociedades cación ciudadana20 entre otros, basados en la
urbano-industriales, a la manipulación de las
necesidades (se ve la serie Dallas de la TV nor-
emergente y democrática, sobre todo se recomienda
teamericana, pero también se bailan las salsas oír: Isadora Duncan.
de Willy Colon.19
20 Por ejemplo, en la ciudad de La Paz, muchos obre-
ros, artesanos y comerciantes urbanos se empiezan
a asumir también como aymaras. Véase F. Calderón,
19 El interesante artículo de Angel Quintero, “La cima- Urbanización y etnicidad, Ed. CERES, Cochabamba,
rronería como herencia y utopía (II): Bases populares 1984; véase también O. Ianni, “Raza y pueblo”, Brasil,
de una cultura democrática alternativa en el Caribe”, San Pablo, 1984, trabajo mimeografiado. Se calcula que
en David y Goliath núm. 48, Buenos Aires, diciembre solamente en el Brasil existen aproximadamente cien
1985, da cuenta de la salsa como una práctica popular mil Comunidades Eclesiales de Base. Según Frei Betto,
Los movimientos sociales frente a la crisis 861

creación o el recrecimiento de redes de relacio- tica partidaria o estatal; es tal vez el reclamo
nes sociales organizadas en torno a nuevas de- de un nuevo tipo de relaciones sociales que no
mandas y liderazgos abiertos, comportamien- sólo cuestionan el control y la propiedad de
tos estos al decir de Nun, que se salen del lugar los medios de producción, sino también muy
asignado en el coro.21 especialmente la cotidianeidad existencial de
Pero como se apreciará más adelante, este nuestras sociedades. Tema éste que abre el
divorcio, esta distinción entre estos enigmas y debate sobre las relaciones entre movimientos
el sistema político, de algún modo reafirman la sociales, Estado y partidos políticos (o mejor
necesidad de redemocratización de la sociedad dicho y política), es decir entre legitimidad y
y de reconstitución y generación de actores representación social.
históricos.
Por otra parte, estos procesos abren un te-
rreno de conflictos que ya no es el mismo ám- III. Caminos truncos y conflictos
bito restringido e institucionalizado de la polí- abiertos

La crisis ha tenido la propiedad de revelar con


son grupos compuestos por personas surgidas de las
clases subalternas, reunidas en función de una motiva- claridad el alto grado de interdependencia asi-
ción religiosa que presenta, en esta capa social creyen- métrica entre la economía y la política de los
te y oprimida, una visión del mundo en la que se expre- países capitalistas centrales y las de las socie-
sa una manera de ver la vida, el hombre y la historia. dades periféricas, donde es factible observar
“Las Comunidades Eclesiales de Base”, en Amérique
una autonomía cada vez menor de estas últi-
Latine, núm. 18, CETRAL, París, abril-junio 1984.
Respecto de la emergencia de la anomia y el rito sacri- mas sociedades con respecto a las primeras.
ficial en la acción colectiva, véase E. Valenzuela, Los De manera específica, la situación que vive la
jóvenes y la crisis de modernización, ILET, Santiago, región latinoamericana es el producto simbió-
Chile, 1985, trabajo mimeografiado. tico entre cierto proceso de integración de la
En relación con el terrorismo, véase C. I. Degregori,
economía internacional que data de la Segunda
Sendero Luminoso: los hondos y mortales desencuen-
tros, DESCO, Lima, Perú, 1985, trabajo mimeografiado. Guerra Mundial, que generó fuertes mecanis-
mos de transnacionalización, y de los distintos
21 Nun, José, “La rebelión del coro”, en Revista Punto
de Vista, núm. 20, mayo de 1984, págs. 6 a 11. dinamismos de desarrollo capitalista que vivie-
862 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ron los países de la región.22 Varios estudios y a pesar de sus múltiples variaciones, pasó a ser
discusiones actuales permiten deducir que di- el articulador y, en muchos casos, el actor prin-
chos procesos y el modelo keynesiano (neo) cipal de la economía y las sociedades latinoa-
que los avalaba se encontrarían ya agotados y mericanas, al menos en América del Sur.
que en la década del ‘80 se verá emerger una En segundo lugar, la emergencia de un con-
nueva reestructuración económica mundial, junto de valores, prácticas y proyectos nacio-
como también, muy probablemente, nuevos nalistas, modernizantes e industrialistas, que
conflictos y nuevas formas de acción colectiva. buscaban afirmar a la nación en el contexto
El proceso de transformación e integración internacional.
capitalista que vivió la región pasó por varios En tercer lugar, el desarrollo de un parti-
momentos y asumió distintas especificidades; cular proceso de industrialización que generó
la literatura producida al respecto es extensa parcialmente cierta sustitución de importacio-
y variada; aquí, a título introductorio a la temá- nes y la expansión de un mercado interno, y
tica que atañe al texto, sólo se desean resaltar que además provocó intensos procesos de mo-
algunas características de su evolución. vilidad y diferenciación social.
Desde los años ’40 y durante la década del Hacia mediados de la década del ’60 estas
cincuenta, merecen destacarse tres aspectos. orientaciones económicas, políticas y socioló-
En primer lugar, la emergencia o reemergencia, gicas, se empezaron a transformar y a desdibu-
en algunos casos, de Estados-Nación que bus- jar, fundamentalmente por la orientación de su
caban organizar el dominio interno en función producción económica al mercado externo y
de valores propios. Desde entonces el Estado, la subordinación progresiva al capital interna-
cional. En alguna medida, los altos índices de
crecimiento económico registrados en varios
22 Ferrer especifica este proceso señalando que entre
1945 y 1970 se formó el Sistema Trilateral que implicaba países de la región fueron producto de una ma-
vínculos estrechos entre EE.UU., Europa Occidental y yor integración de la industria al capital inter-
Japón. El sistema se convirtió en el núcleo dominan- nacional.23
te de la división internacional del trabajo y desplazó al
tradicional convenio Centro-Periferia. En “Nacionalis-
mo y Transnacionalización”, Revista Pensamiento Ibe- 23 El libro de varios autores: Jaguaribe, Ferrer, Wionc-
roamericano, núm. 3, enero-junio, España, 1983. zek, y dos Santos, La dependencia político-económica
Los movimientos sociales frente a la crisis 863

En la década del ’70 el impacto de la crisis miento del proteccionismo interno, disminu-
del petróleo a nivel internacional fue importan- ción de políticas de bienestar social y, en defi-
te para los procesos socioeconómicos inter- nitiva, orientaciones nacionales y externas de
nos de la región;24 salvo los países petroleros, corte liberal.
el resto experimentó un gran deterioro en los Así, éstos y otros dinamismos provocaron
precios de intercambio, que se expresó drás- una aguda situación de crisis en la región, que
ticamente por el incremento de los costos de si bien se expresa en múltiples y conocidos in-
importación de manufacturas y tecnología. Pa- dicadores de monto de la deuda y sus intereses
ralelamente, la liquidez de la banca comercial (altas tasas inflacionarias, bajos niveles de sala-
internacional y la alta oferta financiera provo- rios y aumento del desempleo, fuertes déficits
caron un gran endeudamiento de los países de fiscales, exportación de capitales, porcentajes
la región.25 negativos de productividad industrial, disminu-
Por otra parte, en los países desarrollados ción de la calidad de vida y de las condiciones
se experimentaban fuertes desequilibrios sociales de la población, incremento de huel-
monetarios, incrementos vertiginosos de su gas y protestas, crisis de gabinetes, etcétera),
déficit fiscal, aumento del desempleo, afianza- más bien son figuras que muestran la crisis del
ciclo económico iniciado en la postguerra, es
decir, la crisis del modelo de transnacionaliza-
de América Latina, Siglo XXI, México, 1984 (14a. edi-
ción, que cuestiona a las sociedades, las políti-
ción) trata esta problemática.
cas y las economías de la región.
24 Véanse por ejemplo los estudios del presente libro;
Ciertamente, los impactos, procesos y si-
en ellos se podrán visualizar las características especí-
ficas de los impactos de dicha crisis en sus economías. tuaciones no son iguales, dependen de las ca-
Para una visión de la crisis en los países desarrollados racterísticas socio-históricas de cada caso. En
y sobre todo en EE.UU. véase La crisis económica Brasil, y en menor medida en México, el endeu-
mundial y el capitalismo americano, Editorial Laia, damiento provocó a la vez cierta reindustriali-
Barcelona, 1978.
zación transnacional que incrementó la capaci-
25 Para una visión global de la evolución de la eco- dad exportadora de ambos países, y un fuerte
nomía latinoamericana véase Crisis y desarrollo en
proceso de polarización y marginación socio-
América Latina, CEPAL, Santiago, 1985, trabajo mi-
meografiado. política. En Ecuador se operó un proceso de
864 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

industrialización y modernización importante, La panorámica ciertamente no es halagüe-


en Bolivia, luego de inducir un importante cre- ña; varios estudios prospectivos muestran una
cimiento económico, la dinámica de la crisis mayor contracción económica para la región.
casi aniquiló la economía formal, y en países El Banco Mundial, por ejemplo, diseñó dos es-
como Argentina, Uruguay y Chile, el desarro- cenarios de simulación: uno alto, positivo, y el
llo de políticas monetaristas antiindustriales, otro bajo, negativo, en función de la interac-
acompañadas por órdenes despóticos, afectó ción de dos bloques de variables. Las primeras,
seriamente sus estructuras productivas y sus propias de los países desarrollados (EE.UU.),
relaciones sociales. proteccionismo, equilibrio monetario fiscal y
En fin, la situación es variada; empero, de mercado laboral; los segundos, propios de los
una u otra manera los países en su globalidad países en desarrollo: precios económicos, tipo
tienen que afrontar los problemas de la deuda de cambio y políticas comerciales de ahorro
y el círculo vicioso que implica su crecimien- interno, es decir, más o menos, la aplicación
to, el mercado internacional y el deterioro de los paquetes económicos propuestos por el
creciente de los precios de intercambio, la F.M.I. En ambas situaciones los intereses de la
disminución neta de su actividad productiva deuda cumplirían un papel central: el curso de
y, muy especialmente, afrontar las políticas los mismos influiría determinantemente en los
sobre el déficit fiscal y el proteccionismo, así resultados de la economía regional.
como los vaivenes del mercado laboral de las Es decir que si el comportamiento de las
economías centrales, particularmente de Es-
tados Unidos, y más aun, las revolucionarias
implicaciones que acarrean las transformacio- “La perspectiva del deudor”, en David y Goliath, núm.
47, agosto 1985, Buenos Aires.
nes tecnológicas.26
La relación de los precios de intercambio varió conside-
rablemente entre 1975 y 1983 (más adelante, las cifras
son aun más crudas). En estos años (índice: 1970: 100 y
26 Véase Alzamora, Carlos, e Iglesias, Enrique, “Bases tasas anuales de crecimiento) América Latina pasó de
para una respuesta de América Latina a la ciencia eco- un índice de 114 en 1975 a 98 en 1983, y la tasa anual de
nómica internacional”, en Revista de la CEPAL, núm. crecimiento pasó de 4.2 en 1978 a –7.2 en 1983. Fuente:
20, Santiago de Chile, agosto 1983. Para un análisis de CEPAL, citado por Economía de América Latina, núm.
la deuda externa en América Latina; véase Schvarzer, J., 12, México, 2do. trimestre de 1984, pág. 38.
Los movimientos sociales frente a la crisis 865

variables fuese óptimo, América Latina recu- ción y organización social operados en todos
peraría sus niveles de crecimiento de la déca- los países de la región, especialmente en los
da del ’60, pero aun así los ingresos per cápita más pobres; así, el crecimiento de economías
seguirían disminuyendo; por el contrario, en la llamadas sumergidas o informales, la prolife-
simulación baja se prolongarían los niveles de ración de extrañas estrategias de superviven-
decrecimiento que vive la región. Así, los paí- cia, el desarrollo de economías familiares di-
ses de ingresos medianos tendrán que resistir versificadas, etcétera, como también en varios
contracciones de importaciones, reducción casos la producción y comercialización de co-
de inversiones, y no se esperaría crecimiento caína o marihuana, indican de alguna manera
para la última década del siglo; el mismo Ban- nuevas formas de resistencia popular y de de-
co afirma: “los resultados económicos proyec- sarrollo perverso del capital frente a la crisis
tados para los países plantean la duda acerca que vivimos.
de la capacidad de la estructura sociopolítica En todo caso, desde una óptica global pare-
de muchos de ellos para resistir tales presiones ce que las variables determinantes del curso
persistentes. La crisis de desarrollo de muchos de la crisis para la región estarían relacionadas
países de ingresos medianos se agudizaría”;27 con el tratamiento de los déficits fiscal-mone-
según esto, las tendencias para los países más tarios y de la cuenta corriente de la balanza de
pobres, sobre todo en las hipótesis más pesi- pagos en Estados Unidos; ambos tratamientos,
mistas, serían francamente catastróficas. además, estarían relacionados e influenciados
En este orden, no se debería dejar de lado por el pago o no al servicio de la deuda latinoa-
en el análisis el desarrollo y fortalecimiento mericana.28 Las implicaciones teóricas y políti-
de nuevos procesos de producción, reproduc-
28 En otro estudio prospectivo, Sánchez Arnau señala
como conclusión que “resulta difícil imaginar escena-
27 Banco Mundial, informe sobre el desarrollo mun- rios que puedan implicar un mejoramiento sustantivo
dial 1985. El capital internacional y el desarrollo eco- de la situación presente y que conlleven la esperanza
nómico. Indicadores claves del desarrollo mundial, de que América Latina encuentre rápidamente la sen-
Editorial Banco Internacional de Reconstrucción y da del desarrollo en escenarios de mediano plazo para
Fomento / Banco Mundial, Washington D.C., 1985, pág. el futuro desarrollo de América Latina”. Instituto Italo
163. Véase parte IV. Latinoamericano, Roma, 1985, trabajo mimeografiado.
866 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

cas de estas tendencias serán retomadas en el de dominación, sino también actor productivo
último acápite. y social fundamental en todas estas socieda-
En síntesis, la crisis de América Latina es des. La crisis parece haber afectado a la tota-
muy heterogénea y vasta, pues expresa el ago- lidad de estas relaciones y produjo, además,
tamiento de los modelos capitalistas de de- nuevos campos de conflicto y orientación de
sarrollo, atrasados y deformes, basados en la los actores afectados por ella.
asociación entre el capital financiero interna- Es decir que la crisis latinoamericana con-
cional, los Estados Nacionales y los procesos siste en un conflicto que concierne al conjunto
de industrialización, que directamente afectan de las relaciones societales, y que probable-
al conjunto de las relaciones sociales que se mente provocará modificaciones en las relacio-
dan en las distintas sociedades. Las transfor- nes humanas, tanto en términos de los aspec-
maciones operadas en los últimos 30 años en tos cotidianos de la vida, como en términos de
América Latina, no sólo se relacionan con los relaciones societales más amplias. Pero la cri-
cambios ocurridos en la industria, la diferen- sis, si bien es un momento de decisión, no tie-
ciación campesina, la urbanización acelerada ne un destino preestablecido; depende de múl-
o la innovación tecnológica, sino también con tiples factores, como sociológicamente señala
la constitución y reconstitución de nuevos ac- Freund:29 “La crisis es una situación colectiva
tores sociales y, muy principalmente, con la caracterizada por contradicciones y rupturas,
emergencia de un nuevo tipo de Estado, no plena de tensiones y desacuerdos, que hace
sólo organizador y reproductor de relaciones que los individuos y los grupos vacilen acer-
ca de la línea de conducta que deben adoptar,
porque las reglas y las instituciones ordinarias
Asimismo, el Centre d’Etudes Prospectives et Informa-
quedan en suspenso o inclusive algunas veces
tions Internationales (CPII) de París, elabora tres esce-
narios futuros, donde la situación de los países del ter- están desfasadas en relación con las nuevas po-
cer mundo e incluso Europa aparecen y continúan de-
teriorados. “Configurations Prospectives de l’économie
mondiale”, París, 1985, trabajo mimeografiado. Véanse 29 Freund, J., “Observaciones sobre dos categorías de
también para las perspectivas del comercio mundial ar- la dinámica prolegómena. De las ciencias al conflicto”
tículos de Berthelot y Calderón, en David y Goliath, en Morin, Storm y otros, El concepto de crisis, ob. cit.,
núm. 48, Buenos Aires, 1985. pág. 190.
Los movimientos sociales frente a la crisis 867

sibilidades que ofrecen los intereses y las ideas con el objetivo de tener una visión regional de
que surgen del cambio, sin que sea posible, sin las diferentes orientaciones de la acción co-
embargo, pronunciarse claramente sobre la lectiva y como reflejo parcial de los conflictos
justeza y la eficacia de las nuevas vías.” nacionales, hemos detectado cinco grandes
En este sentido, la pregunta global que nos campos de conflicto en los cuales se encuen-
formulamos es ¿cuáles son los movimientos tran involucrados los diferentes movimientos
sociales que cumplen un papel importante en la sociales en América del Sur.30
crisis y qué rol jugarían en probables socieda-
des emergentes? ¿Es posible pensar en un mo- A. Industrialización y condición
delo teórico global de la acción social latinoa- obrera
mericana en su conjunto? ¿Cómo se expresan y Indudablemente, la crisis afecta a los procesos
definen los diferentes campos de conflicto, qué de industrialización en la región, en algunos ca-
orientaciones están en pugna y qué tendencias sos limitando o estancando su crecimiento, en
de articulación nacionales y regionales es po- otros desindustrializando el país, pero siempre
sible prever? El resto del texto apunta a res- mostrando la fragilidad de la independencia in-
ponder preliminarmente a algunos aspectos de dustrial nacional y afectando en su totalidad y de
estas preguntas, más en términos de conflictos muy diversas maneras a la condición obrera.31
y sus tendencias que en términos estrictos de la
relación crisis-movimientos sociales.
De alguna manera, los campos de conflicto 30 Los campos de conflictos señalados en el trabajo
provienen de una síntesis y análisis realizados de los
son el conjunto de acciones construidas por
56 estudios de caso; en realidad se elaboró muy rápida-
los diferentes movimientos sociales que expre- mente una tipología construida a partir de las tenden-
san sus identidades, intereses, producciones y cias empíricas básicas de dichos trabajos; obviamente
orientaciones, y que hacen mención a las rela- la responsabilidad de las síntesis e interpretaciones de
ciones sociales involucradas y a los intereses dichos trabajos sólo son atribuibles al autor de este tex-
to. Para un análisis del valor relativo de tipologías cons-
de poder en juego.
truidas, véase Mc Kinney, J., Tipología constructiva y
Obviamente, los campos de conflicto parti- teoría social, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1968.
culares cobran sentido en el contexto nacional
31 América Latina pasó de un crecimiento industrial
en el que se hallan involucrados. No obstante, de 6-5 entre 1950-1983 a –3.1 entre 1980 y 1983, re-
868 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Parecería que la tendencia global del capital En realidad, la pregunta no sólo abarca las
multinacional será fomentar los llamados pro- respuestas defensivas a la crisis, sino también
cesos de industrialización en sectores de punta a qué tipo de industrialización se operará en
y desindustrializar el resto de las economías.32 el futuro y quién controlará o dirigirá dicho
Frente a esto, en el seno del movimiento obre- proceso. Los intereses y fuerzas en juego son
ro se generan distintas formas de reacción y de múltiples y variados; aquí sólo se observarán
respuesta ante la crisis, así como la formula- algunas de las acciones obreras visualizadas
ción, en algunos casos, de criterios para una como importantes.
futura reconstrucción industrial. Estos últimos Pese a los diferentes niveles de desarrollo y
aspectos de la discusión en el seno de la clase calidades de la industrialización, que van des-
trabajadora y de sus organismos sindicales son de países francamente industrializados como
por el momento muy incipientes. Brasil, Colombia o Argentina, hasta países
débilmente industrializados como Bolivia o
Paraguay, las clases obreras en su conjunto
gistrándose los niveles más altos de decrecimiento han reconocido como factor precipitante de la
para los últimos años en Uruguay, –10.0; Costa Rica crisis a fuerzas externas: el acelerado endeu-
–7.1; Chile 0.1; Perú 6.1 y Bolivia 6.2. Fuente: CEPAL,
citado por Economía de América Latina, ob. cit., damiento, las políticas de negociación del FMI,
pág. 43. las experiencias monetaristas, etcétera. Sin
32 Para una visión global del proceso industrial véase embargo, las orientaciones de la acción social
Economía de América Latina, ob. cit., particularmente y las definiciones de los campos de conflicto
el artículo de R. Villarreal; allí señala “que las problemá- han variado de país a país.
ticas de fondo que enfrentan la industria y el comercio Groso modo, es posible percibir tres grandes
exterior en los países de la región son dos: la que co-
orientaciones. Una primera tendencia es hacia
rresponde a la estructura misma de la producción y a la
organización industrial, y la que se deriva de la peculiar la pervivencia de un sindicalismo paraestatal,
relación entre los agentes de la industrialización”, pág. hiperinstitucionalizado, basado en acuerdos
40. Véase especialmente Hirschmann, Albert, “Desen- nacionales y/o fuertes clientelismos entre las
voIvimento por efeitos em cadeia: uma abordagem estructuras sindicales y el Estado, cuyos com-
generalizada”, en Economia e movimentos sociais na
portamientos sólo se dan en términos de nego-
América Latina, varios autores, Editora Brasiliense,
San Pablo, 1985. ciación, en el mejor de los casos, de precios, sa-
Los movimientos sociales frente a la crisis 869

larios y algunas condiciones sociales. Orienta- encontrarían los movimientos obreros chileno
ciones de este tipo se encuentran en Venezuela y uruguayo, y, en alguna medida, el argentino,
y Colombia. Sin embargo, hemos encontrado aunque este último viviría una situación espe-
una orientación subordinada que se caracteri- cial en razón de su entronque con el justicia-
zaría por la emergencia de una acción obrera lismo, su oposición democrática al gobierno
independiente, comunitaria, con luchas aisla- actual y su acentuado verticalismo burocrático
das y con orientaciones de renovación y demo- interno, coexistiendo también en su seno fuer-
cratización sindical; incluso en el Paraguay se tes tendencias democratizadoras.
visualizan algunas acciones de este tipo. Finalmente, una orientación tal vez común a
Otra tendencia significativa es la de los todos los movimientos sería cierta dispersión
movimientos obrero-sindicales que de alguna y heteronomía en su acción más puntualmente
manera cuestionan el orden estatal y las polí- empresarial que nacional; incluso empezaría a
ticas económicas que de ellas emergen; allí la cuestionarse la nueva condición obrera como
relación Estado-empresariado-sindicatos es forma de identidad que alimenta la acción; pa-
muy compleja y se caracteriza por conflictos recería que en el Perú esta tendencia ha cobra-
constantes y de variados tipos. En el interior do mayor fuerza.
de estas orientaciones existirían variadas ten- Pero más vale plantear casos específicos.33
dencias –como las del sindicalismo obrero bo-
liviano, que propugna metas de poder político • El movimiento obrero boliviano expresado
y económico— hasta mecanismos de reciente en la Central Obrera Boliviana (COB) se carac-
constitución nacional organizada, como en el teriza por una fuerte presencia sociopolítica en
caso de Brasil y Ecuador donde el movimiento
obrero pugna por independencia, democratiza-
ción y unidad sindical. Por otra parte, en el inte- 33 El texto que sigue se basa en síntesis de los trabajos
rior de estos movimientos es posible encontrar de los siguientes autores: H. Palomino, R. Mayorga, R.
tendencias y oposiciones distintas; por ejem- Calla Ortega, R. M. Marini, J. R. Tagle, M. Romero, J.
plo, entre búsquedas de concertación u oposi- León y J. P. Pérez, R. Céspedes, J. Parodi, G. Cosse, E.
Lander, realizados en el marco del proyecto “Los movi-
ciones radicales, dependencia e independencia
mientos sociales ante la crisis en Sudamérica”, UNU-
partidaria, etcétera. Entre estas dinámicas se CLACSO, 1985.
870 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

la historia del país, especialmente en la revolu- se asimila a una minoría consistente en torno al
ción del ’52, la Asamblea Popular de 1971 y el liderazgo carismático de Juan Lechín.
proceso de democratización iniciado en 1978. No obstante, la COB también posee varia-
Frente a la crisis, la COB se caracterizó das contradicciones, tendencias y limitaciones
por plantear planes económicos alternativos, en su acción, como la asociación entre asala-
aplicar la cogestión obrera mayoritaria en las rialismo e izquierdismo de fines, ausencia de
minas nacionalizadas y por variadas formas un amplio pluralismo ideológico, tendencia a
de participación en los problemas de abaste- arrogarse toda la representatividad nacional,
cimiento alimenticio y control de la especula- renuncia a toda concertación y cierta lógica re-
ción. El punto culminante de la acción de la duccionista en sus planes de acción.36
COB constituyó la demanda, en agosto de 1983, Hoy en día, el fraccionamiento interno de la
de un cogobierno tripartito entre la Unidad De- COB y la crisis del sistema político impiden a
mocrática y Popular (UDP), la Confederación la clase obrera jugar un rol ofensivo en el juego
Campesina y la COB. Este órgano de poder político democrático.
obrero (la COB), según Calla Ortega, es un or-
ganismo fundamentalmente político, con clara • La democracia en Uruguay tuvo como com-
orientación hacia el poder del Estado, la demo- ponente central a la movilización sindical im-
cratización del mismo y, el control de los pro- pulsada por la Convención Nacional de Traba-
cesos económicos;34 pero también autonomista jadores (CNT). Las demandas del movimiento
frente a los partidos políticos y renuente a otro obrero, basadas no sólo en una rica experien-
tipo de representación que no sea la democra- cia pasada, apuntaron directamente al proce-
cia directa.35 La COB tiene una dirigencia que

CERES, La Paz, 1985, trabajo mimeografiado.


34 Calla Ortega, Ricardo, La encrucijada de la COB: 36 Mayorga, ídem. Para una visión complementaria
temas del movimiento obrero boliviano en la coyuntu- de estas pautas, véase Whitehead, “Sobre el radicalis-
ra democrática, CERES, La Paz, 1985, trabajo mimeo- mo de los trabajadores mineros de Bolivia”, en Revista
grafiado. Mexicana de Sociología, IISUNAM, México, diciembre
35 Mayorga, René A., Movimientos sociales y sistema 1980, y también G. Sandoval, Los mil rostros del con-
político: la crisis del sistema democrático y la COB, flicto minero, La Paz, 1985, trabajo mimeografiado.
Los movimientos sociales frente a la crisis 871

so político vivido: amnistía, reposición de los certación social adecuada a las circunstancias
destituidos, relegalización de los partidos, elec- políticas y económicas; probablemente, del de-
ciones, salarios, mejoras en el nivel de vida, et- sarrollo autónomo de esta lógica dependerán
cétera. en parte, no sólo el curso de la democracia uru-
En Uruguay, según Cosse,37 en ciertas con- guaya, sino también el futuro papel de la clase
yunturas el movimiento obrero y popular se obrera y de la menoscabada industria nacional.
adelantó a los partidos tradicionales. Por ejem-
plo, el paro nacional de enero de 1984 fue un • La presencia de un modelo económico liberal
éxito gracias a los gremios y sindicatos. Así, en crisis y la permanencia de un sistema des-
pese a la presión desmovilizadora del régimen pótico defensivo han generado en Chile una so-
militar, la CNT logró persistir en la clandestini- ciedad que tiende a fragmentarse y polarizarse
dad y aun renovar sus direcciones. socialmente, donde la lógica del terror dificulta
Respecto de la crisis, su impacto implicó un permanentemente la emergencia de principios
rápido incremento de las tasas de desocupa- de integración nacional y de articulación con-
ción y del cuentapropismo, así como un dete- tractual. El Estado cumple una función de re-
rioro de los niveles de vida; empero, parecería gulación negativa del orden social.
que, al decir de Cosse, esto no afectó a la clase Frente a esta situación, el movimiento obre-
obrera industrial como para poder afirmar que ro chileno, a pesar de su obligada debilidad or-
ha cambiado su conformación estructural. ganizacional, tiene una influencia considerable
El movimiento sindical emergió del período en el conjunto de la sociedad, dada su capaci-
autoritario con fortaleza y legitimidad renova- dad de convocar y aglutinar no sólo a la clase
da, habiendo logrado el reconocimiento nacio- obrera sino también a otras fuerzas, sobre la
nal como un actor político central. Tal vez una base de orientaciones antiautoritarias y prode-
característica peculiar del movimiento obrero mocráticas.
uruguayo sea su interés y capacidad de con-
“En Chile hubo un fuerte proceso de desindus-
trialización a partir del modelo neoliberal que se
37 Cosse, Gustavo, Clase obrera, autoritarismo y impuso a partir de 1973 y que provocó una grave
democracia, CIESU, Montevideo, 1985, trabajo mimeo- crisis en el sector industrial. Esta tercerización
grafiado.
872 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de la economía chilena constituyó un cambio En todo caso, el desarrollo de estas poten-


estructural que afectó duramente al movimiento cialidades del movimiento obrero chileno está
sindical. No obstante, los trabajadores industria- condicionado por la apertura democrática.
les siguen ocupando un rol central en la produc-
ción, sobre todo en las grandes empresas, relati-
• En Brasil, después de transitar por varios mo-
vamente menos afectadas por la crisis”.38
mentos de subordinación, oposición y orienta-
ción estatal, la clase obrera se encuentra aho-
Dado lo anterior, el movimiento obrero puso
ra ante la crisis del modelo propuesto por el
énfasis en los últimos años en hechos y accio-
“milagro brasilero” y ha asistido al comienzo
nes en defensa de la industria nacional, el des-
de una etapa de crisis profunda de los modelos
empleo y la estabilidad laboral, y en un mayor
económicos propugnados desde el Estado.39
vínculo con las organizaciones poblacionales.
Ante esta crisis –y con la experiencia y
En síntesis, el movimiento obrero ha sido
memoria históricas acumuladas40 (las huel-
capaz de desencadenar una serie de acciones
gas de 1978 y 1979)–, según Marini se perfilan
muy significativas en el proceso político chi-
actualmente dos tendencias: una, más com-
leno y además ha demostrado poseer cierto
bativa y clasista, ligada políticamente al PT
poder combativo que trasciende a sus propias
y capaz de cuestionar al sistema en su glo-
bases organizacionales y abarca a toda la so-
balidad; la otra, de corte más reivindicativo-
ciedad.
sindical y negociadora, ligada al PMDB y a
Actualmente es posible percibir dos tenden-
otras fuerzas. Sin embargo, en ambas existen
cias en su interior: una más “culturalista”, que
tendencias autonomistas de organizaciones
pretende fomentar la democracia, la solidari-
partidarias.
dad interna y la autonomía de la clase obrera, y
otra más “instrumentalista”, que busca alianzas
y negociaciones desde los partidos políticos. 39 Marini, Ruy Mauro, O movimento operário no Bra-
sil, FESP, San Pablo, 1985, trabajo mimeografiado.
40 Para un análisis de la huelga de mayo del ’78, an-
38 Ruiz Tagle, Jaime, El movimiento sindical chileno tecedente histórico básico para visualizar los nuevos
y la crisis del capitalismo autoritario, ILET, Santiago, comportamientos obreros, véase A. Moroni, A estrate-
1985, trabajo mimeografiado, pág. 9. gia da recusa, Brasiliense, San Pablo, 1982.
Los movimientos sociales frente a la crisis 873

A partir de estas dos vertientes contradicto- modelo de industrialización nacional relativa-


rias en el sindicalismo brasilero, según el au- mente independiente. Quizá también habría
tor mencionado, se podría percibir el nivel y la que agregar su búsqueda de un sistema de in-
capacidad de generar alternativas y propuestas terrelaciones más complejo con el conjunto de
de acción: este nivel es ambivalente, pues, por las fuerzas sociales de la sociedad brasileña,
una parte, subsiste la tradición sindical más donde las temáticas de las orientaciones mera-
negociadora y clientelista y, por otra parte, mente clasistas como las de concertación so-
nuevas tendencias democratizantes en el seno cial constituyen ejes sustanciales de sus oposi-
del movimiento obrero son capaces de influir ciones internas.
sobre capas sociales como las clases medias Recientes estudios muestran las caracte-
asalariadas, proletariado de profesionales, o rísticas complejas y fragmentadas del sindi-
como el campesinado representado en las Li- calismo brasilero donde, si bien se visualizan
gas Agrarias, los trabajadores de la agricultu- aspiraciones de unidad sindical y autonomía
ra, etcétera. Se perfilan también importantes con respecto al Estado, también se dan, como
tendencias a modificar la relación entre bases afirma Regis de Castro, perplejidades y así “el
y dirigencia sindical, una presión incrementa- deseo de autonomía es acompañado por un
da pugnando por la participación creciente de temor a la orfandad”.41 En síntesis, los trabaja-
las bases en la toma de decisiones sindicales y dores brasileros se encuentran aún buscando
también una revalorización de las acciones de definiciones sobre variados temas, como las
masas en busca de ciudadanía política. elecciones directas, la organización en los lu-
Sin embargo, un hecho que se destaca en la gares de trabajo, la democratización de la vida,
clase obrera brasilera con respecto al resto de la autonomía sindical de partidos y Estado, y la
América Latina es la complejidad de sus distin- relación democrática con las fuerzas políticas;
tas formas de comportamiento socio-político, en definitiva, la elaboración –como señala Ro-
tanto en términos de su relación con el sistema que Aparecido da Silva– de un nuevo proyecto
democrático nacional, como de los procesos
internos de democratización, unificación e in-
41 de Castro, Regis, “Introducción”, en varios autores,
dependencia sindical, sumado a una creciente
Sindicatos em uma época de crise, CEDEC-VOZES,
preocupación clasista de la búsqueda de un San Pablo, 1984, pág. 10.
874 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

sindicalista en el que se materialicen valores de lamiento de salarios, al aumento de precios,


unidad, autonomía y democracia.42 etcétera.43
Vemos entonces que el movimiento sindical
• En Ecuador, la principal expresión del actual ecuatoriano tuvo claros avances y retrocesos
movimiento sindical está representada en el en relación con los cambios políticos de la so-
FUT (Frente Unitario de Trabajadores) cuya ciedad global. Después de su reflujo en 1983
primera acción importante data de 1975, año de y su opacamiento durante el último proceso
una huelga general que tuvo carácter eminente- electoral, las dos huelgas nacionales en los pri-
mente político, de apoyo a la política reformis- meros cinco meses del actual gobierno de Fe-
ta del gobierno de Rodríguez Lara. En 1977 se bres Cordero expresan una revitalización del
celebró otra huelga que respondió a la política movimiento sindical. En resumen, según los
de austeridad del régimen autoritario instalado autores, las reivindicaciones del FUT apuntan
desde 1976, lo que generó una feroz represión a una comprensión de la crisis como fenómeno
contra las organizaciones laborales y popula- internacional, intentando encarnar lo nacional
res en general. Posteriormente se produjo un ante un gobierno calificado como “títere” del
reflujo de las luchas populares que mantuvo la imperialismo.
desmovilización popular hasta 1981. Desde la Otro polo de referencia para el discur-
reinstauración del régimen democrático, desde so del movimiento sindical lo constituye “lo
agosto de 1979 hasta finales de 1980, la movili- democrático”.44 La postura mayoritaria consi-
zación popular fue mínima. dera que este tipo de régimen ofrece mejores
En esta etapa, las movilizaciones fueron, condiciones para el desarrollo y fortalecimien-
por ejemplo, la marcha del FUT a la Cáma- to de las organizaciones laborales. Desde esta
ra Nacional de Representantes donde se de- perspectiva se valora la reinstauración de un
nunció la política gubernamental en lo que se
refiere al endeudamiento externo, al conge-
43 Véase León, J., y Pérez Sáinz, J. P., Crisis y movi-
miento sindical en Ecuador: las huelgas nacionales
42 Aparecido da Silva, Roque, Representatividad, De- del FUT (1981- 1983), CERLAC, Quito, 1985, trabajo
mocracia y Unidad en el Sindicalismo Brasilero, Va- mimeografiado.
rios autores, Sindicatos em ums época de crise, ob. cit. 44 León, J., y Pérez Sáinz, J. P., ídem, pág. 32.
Los movimientos sociales frente a la crisis 875

régimen democrático. El FUT disputó prime- Junto a las consuetudinarias prácticas


ro lo popular, luego lo nacional y finalmente lo simbióticas estatales, sindicales y partida-
democrático, visualizando como adversarios al rias dominantes en la Confederación Gene-
mismo gobierno y al FMI. ral del Trabajo (CGT) en sus tres vertientes:
En relación con otros movimientos sociales, las 62 organizaciones, el grupo de los 25 y el
el FUT puede ser acusado de “obrerista”; aún Grupo de Gestión y Trabajo, ligadas al Par-
tiene una visión etnocentrista y quiere supe- tido Justicialista y a orientaciones vertica-
ditar los antagonismos étnicos a los de clase listas y burocráticas, surgieron obras orien-
(la condición de indígena se subordina a la de taciones en el mismo peronismo o fuera de
campesino). Los sectores de pobladores fueron él, que ya se habían manifestado en etapas
los grandes protagonistas en las dos últimas anteriores (CGT de los Argentinos, Cordoba-
huelgas, a pesar de lo cual el sindicalismo no zo, etcétera). Estas nuevas tendencias sindi-
logra percibir que para los sectores populares cales se conocen como el “sindicalismo de
urbanos, incluidos los obreros industriales, el base” y constituyen algo así como un frente
referente de comportamiento social es muchas antiburocrático.
veces la ciudad y no la fábrica. Esto impide una El sindicalismo de base, aunque dominan-
alianza sólida con los sectores de pobladores.45 temente peronista, hace confluir a numerosos
Sin embargo, las transformaciones del movi- sectores de diferentes tendencias ideológicas
miento obrero ecuatoriano han sido notables y políticas, en tanto los sindicalistas ortodo-
en estos últimos años. xos se “disputan una herencia común”.46
No obstante el control, la CGT sigue en ma-
• En Argentina, el proceso de democratiza- nos del “sindicalismo peronista”; la crisis del
ción social trajo aparejada una profunda de- partido justicialista y del movimiento peronista
manda de democratización también en el seno deja un espacio al cuestionamiento de lo que
del movimiento obrero y de los organismos antes fuera un organismo corporativo monolí-
sindicales.
46 Véase Palomino, Héctor, El movimiento de demo-
cratización sindical, CEDES, Buenos Aires, 1985, tra-
45 León, J., y Pérez Sáinz, J. P., ídem, pág. 33. bajo mimeografiado.
876 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tico, ligado al Estado o al Partido Justicialista, vizar la monolítica oposición de los sindicatos
de manera heterónoma. peronistas y abrir el juego, la demanda de de-
Por otra parte, el sindicalismo de base es mocratización no es heterónoma al movimien-
más permeable a la relación con otros sectores to sindical, sino que es hondamente sentida por
de la sociedad civil, como por ejemplo los or- él en esta etapa.
ganismos de derechos humanos. Sus consignas Actualmente, el juego de relaciones de fuer-
pueden expresarse como: “independencia del zas dentro del movimiento obrero está precon-
gobierno, de los partidos y de los patrones, una dicionado por la crisis económica, las políticas
CGT no partidista, pluralismo en el seno del del Estado, las pugnas en el interior del pero-
movimiento obrero”.47 nismo y, muy especialmente, por la capacidad
En resumen, el movimiento obrero en Ar- del llamado sindicalismo de base para impul-
gentina ha salido del período de la dictadura sar una participación interna —sobre todo en
militar, con cierta recomposición de sus orien- los sindicatos tradicionalmente más fuertes—,
taciones, antes más homogéneas y monolíticas, negociar y movilizar demandas obreras exito-
pero también más burocráticas y heterónomas. sas en el marco de la legitimidad democrática,
La crisis del peronismo tradicional parece dar y proponer orientaciones más totalizadoras al
lugar a la emergencia de otros sectores comba- conjunto del movimiento.48
tivos y politizados que, primero por la fuerza No obstante, las prácticas y protestas sin-
del movimiento peronista y su vertiente sindi- dicales impulsadas por la CGT constituyen la
cal, y luego por la represión de la dictadura mi- principal fuerza de convocatoria de la clase
litar, no habían tenido oportunidad de ensayar obrera argentina, que no necesariamente se
un sistema alternativo de alianzas y opciones
frente a la conducción cerrada de la CGT.
48 Para una visión global del sindicalismo argentino,
A pesar de que el gobierno radical intentó véase Jelin, Elizabeth, y Torre, Juan Carlos, “Los nuevos
desde el Estado, una “democratización sindical trabajadores en América Latina. Una reflexión sobre la
de ‘arriba hacia abajo’” con el objeto de relati- tesis de la aristocracia obrera”, en Revista Desarrollo
Económico, Vol. 22, núm. 85, abril-junio 1982, y de De-
lich, Francisco, “Desmovilización social, reestructura-
ción obrera y cambio sindical”, en Revista Crítica y
47 Palomino, H., ídem. Utopía, núm. 6, Buenos Aires, marzo 1982.
Los movimientos sociales frente a la crisis 877

identificará con las tácticas e intereses del ofi- ca explícitamente anticomunista.


cialismo justicialista. Por su parte, es de notar la ausencia de lí-
neas progresistas en el movimiento obrero, ya
• En Paraguay, en parte debido a condiciones que el Partido Comunista centra sus tareas en
estructurales por las que este país no ha desa- el sector campesino y es destruido sistemática-
rrollado una industria que propicie una clase mente por la represión.50
obrera en condiciones de movilizarse, y en par- No obstante, es posible detectar dentro del
te a causa de la presión desmovilizadora de la marco de escasísima movilidad política y sindi-
dictadura militar, actualmente no es posible ha- cal, flujos y reflujos en la movilización sindical:
blar de movimiento obrero en sentido estricto.
Los diversos organismos “sindicales” son en –– una etapa de flujo, iniciada a comienzos de
realidad órganos subsidiarios del partido en el la década pasada y que culmina en setiem-
poder, que representan más bien una parodia bre de 1982 con la victoriosa huelga de Coca
de central sindical, alimentada por vínculos Cola; esta etapa de flujo corresponde a un
clientelistas y por “lealtades verticales al par- período de crecimiento económico acele-
tido y al caudillo, en lugar de identificaciones rado del Paraguay, a causa de la represa de
horizontales de clase, y al actor colectivo, el Itaipú y la demanda internacional de granos,
sindicato”.49 acompañados por la reducción del desem-
En especial la Confederación Paraguaya de pleo, el desarrollo capitalista de la agricul-
Trabajadores (CPT) está controlada por la Aso- tura y una mayor urbanización. A esta etapa
ciación Nacional Republicana (ANR), el parti- corresponden los intentos más importantes
do gobernante, el IADSL, escuela sindical liga- de creación de un movimiento sindical autó-
da a una central norteamericana y la Juventud nomo y se producen protestas espontáneas;
Obrera Católica (JOC) que se han opuesto al –– una etapa de reflujo (1982-84), caracterizada
sindicalismo clasista con una prédica ideológi- por recesión, inmovilismo político y retroce-
so en el movimiento sindical. El autor men-
49 Céspedes, Roberto L., El movimiento laboral pa-
raguayo ante la crisis, CPES, Asunción, 1985, trabajo
mimeografiado, pág. 9. 50 Céspedes, ídem, pág. 27.
878 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

cionado atribuye la desmovilización al grave fórmulas: represión, hegemonía ideológica,


desempleo y a la represión patronal y poli- penetración cultural, desocupación y recesión.
cial que “no permiten la sindicalización”.51 No obstante, hay elementos potenciales a los
que la clase obrera aún no ha recurrido, como
Dentro del bloque político dominante no se dan alianzas con otros sectores sociales: los cam-
conflictos de significación. “La crisis paragua- pesinos y la izquierda. En el caso paraguayo,
ya es una recesión económica, no una crisis es potencialmente posible una relación más
política”.52 estrecha con los partidos políticos, a fin de ge-
El movimiento laboral está latente en los nerar alianzas capaces de ofrecer alternativas
sindicatos independientes de la CPT y en las al régimen en una posible coyuntura futura de
bases de muchos gremios. Las orientaciones “sucesión”, coyuntura que tal vez presentará
predominantes del movimiento laboral son: una fisura al bloque dominante. Estas alianzas
la clasista y la nacionalista. El nacionalismo podrían orientarse hacia lo clasista y hacia lo
es manipulado ideológicamente por el partido nacional, teniendo en cuenta la tradición ideo-
gobernante. Aparentemente, las consignas más lógica de la cultura política paraguaya.
movilizadoras deben combinar orientaciones
clasistas y orientaciones nacionalistas, como • En el Perú, a pesar del acelerado proceso de
en el caso de la huelga de Coca Cola contra una desindustrialización Y de deterioro de los sala-
empresa multinacional. rios, sumado a la desocupación, el movimiento
En resumen, el aparente éxito en la conse- obrero no ha logrado organizarse en esta etapa
cución de un bloque dominante sin fisuras y para luchar por sus reivindicaciones. Esto re-
la generación de diferentes tipos de hegemo- sulta aun más sorprendente cuando se conside-
nía ideológica por parte del partido dictato- ra que en la década pasada, en el tramo final del
rial gobernante, inmovilizan y desmovilizan al gobierno militar, el nivel de acción fue tal que
actor obrero en Paraguay mediante diversas los paros nacionales obligaron a buscar una sa-
lida por la vía electoral. En la década pasada y
durante el gobierno militar de Velasco, el mo-
51 Céspedes, ídem, pág. 38. vimiento obrero logró grandes niveles de orga-
52 Céspedes, ídem, pág. 43. nizaciones y movilización con la participación
Los movimientos sociales frente a la crisis 879

de los partidos de izquierda. “El gobierno de para reducir la inflación, en coordinación con
Velasco ofreció estabilidad laboral, participa- el FMI. Para ello, el gobierno aplicó aumentos
ción en la gestión, propiedad y utilidades en las por debajo de lo ofrecido por las empresas en
empresas estatales, pero todo ello no impidió su trato directo con el sindicalismo. Esta polí-
que se agudizaran las movilizaciones. El movi- tica estatal hizo muy difíciles las presiones de
miento sindical logró, además, un importante los obreros al empresariado.54
nivel de acción conjunta, y en 1977 y 1978 se En la coyuntura democrática, el desafío para
hicieron dos paros nacionales que congregaron los sindicatos era ya no la protesta antiguber-
masivamente a los trabajadores, aun a los no namental, sino la ampliación de una legalidad
organizados. conquistada por el mismo movimiento sindical
Después de convocar a las movilizaciones en su lucha contra la dictadura.
populares que dieron fin al gobierno militar, las Se observa una atomización del sindicalis-
organizaciones sindicales sufrieron duros gol- mo, en la forma de división entre los sindica-
pes: tras el paro nacional de 1977 fueron despe- tos fuertes y los pequeños, en función de su
didos unos 5 mil dirigentes, las remuneraciones capacidad desigual para presionar y obtener
siguieron cayendo y se observó una tendencia reivindicaciones. Por su parte, quedan fuera de
a la inflexibilidad frente a las demandas obre- toda capacidad de presión y organización los
ras del nuevo gobierno. Esto debilitó mucho a desocupados o aquellos trabajadores tempora-
las organizaciones sindicales entre 1977 y 1979. rios que no estén sindicalizados y que son la
Se introdujo el miedo y perdieron la confianza gran mayoría de los trabajadores despedidos.55
los trabajadores en sus posibilidades de acción Los partidos políticos han fomentado una
organizada.53 concepción de la política como protesta, plas-
El gobierno de Belaúnde aplicó políticas al- mada en los paros nacionales en los que el mo-
tamente recesivas como parte de los requisitos vimiento obrero no consigue nada. El papel de
del programa del Banco Central de Reserva los partidos, que intentan capitalizar política-

53 Véase Parodi, Jorge, La desmovilización del sindi-


calismo peruano, DESCO, Lima, 1985, trabajo mimeo- 54 Véase Parodi, J., ídem.
grafiado. 55 Véase Parodi, J., ídem.
880 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

mente al sindicalismo y a sus acciones radicali- tiempos; es notable la falta de unidad del mo-
zadas, contribuye aun más a la falta de integra- vimiento obrero.
ción de los sindicatos. En resumen, el movimiento obrero peruano,
La crisis no ha servido para alcanzar una ma- que conoció en la etapa política anterior mo-
yor integración, sino para desmoralizar al obre- mentos de gran movilización y notable unidad
ro y diluir la identificación de clase, propician- de acción, hasta el punto de ser el principal
do la búsqueda de salidas individuales. Esto actor social que desencadenó, mediante su ac-
se refuerza por la informalización de la clase ción combativa y contestataria, la ruptura del
obrera y el cuentapropismo. Se evidencia en la régimen militar, en esta etapa democrática está
indiferencia por el sindicato, la baja asistencia desmovilizado y su tendencia actual muestra
a las asambleas, la falta de pago de las cuotas una clara atomización y dispersión.
sindicales, el desinterés por ocupar cargos sin- El conjunto de la historia del movimiento
dicales, etcétera.56 obrero peruano nos hace pensar que más bien
La huelga, principal arma de lucha sindical, está atravesando por una “impasse” histórico
no tiene ninguna eficacia ante una amenaza que tenderá a disolverse para dejar resurgir las
de cierre o de baja productiva. El número de tradicionales tendencias del movimiento sindi-
huelgas ha descendido sensiblemente en los cal, pero seguramente reformuladas, rescatan-
últimos dos años. do la experiencia del régimen de Velasco, y tal
No obstante, y en contraposición con este vez pergeñando estrategias políticas de mayor
panorama sindical deprimido, hubo accio- extensión a nivel nacional que las planteadas
nes espontáneas aunque esporádicas de las hasta ahora, ya que es evidente que los niveles
bases, como tomas de fábricas ante intentos de movilización alcanzados no tardaron en di-
de reducción del personal. Pero la acción sin- luirse en sistemas de gobierno no propicios a
dical “dentro de la fábrica” tiene límites muy ellos, a pesar de tratarse de una “democracia”.
estrechos. Hay luchas aisladas pero no existe Esto deberá dejar como saldo de experien-
convergencia en las orientaciones ni en los cia histórico que no hay simplismos adecuados
en política: no todo régimen democrático es
necesariamente más propicio al movimiento
56 Véase Parodi, J., ídem. obrero y los logros obtenidos a través de la lu-
Los movimientos sociales frente a la crisis 881

cha no tardan en perderse cuando se deja de campo libre para una completa hegemonía de
luchar para sostenerlos y ampliarlos más allá la Acción Democrática sobre el movimiento
de la mera “protesta antigubernamental” ensa- sindical organizado.
yada hasta ahora. Los conflictos obreros más importantes que
se desarrollaron en el período de la Venezue-
• En Venezuela, la carencia de una adecuada la democrática se produjeron principalmente
representación autónoma de los intereses del como parte de un enfrentamiento a la buro-
sector obrero se evidencia por la existencia de cracia sindical ceterista (huelga de obreros de
la Confederación de Trabajadores de Venezue- Sidor, 1971, y paros de obreros textiles, más de
la (CTV), central sindical que es un instrumen- 25.000 trabajadores de todo el país, en 1980).
to político-organizativo bajo el control de la Ac- La crisis actual es la más profunda que expe-
ción Democrática y que a pesar de la existencia rimentó el país desde el inicio de la explotación
de otras tres centrales sindicales y de algunos petrolera y data de los primeros años de la dé-
sindicatos independientes, es cuantitativamen- cada del ochenta.
te la principal organización obrera del país. La crisis se caracteriza por el aumento del
Se trata de una estructura burocrática y se desempleo y el subempleo, el crecimiento del
la considera como “pieza institucional esencial sector informal urbano y la agudización de la
del sistema político conocido como la Vene- pobreza crítica.
zuela democrática”.57 En efecto, luego de la de- La crisis se atribuye a las concepciones eco-
rrota de la dictadura perez-jimenista y cuando nómicas neoliberales monetaristas y al reinado
la izquierda prioriza la lucha armada (1958), de los organismos financieros internacionales,
la dirigencia sindical de la Acción Democráti- que llevan a renegociaciones leoninas de la
ca, con el respaldo del gobierno, derrota a la deuda pública externa, y a exigencias y presio-
izquierda (PC de Venezuela y MIR) dejando el nes de las instituciones financieras internacio-
nales con respecto a las políticas salariales y
económicas.
57 Lander, E, y Arconada, S., La Confederación de El gobierno consiguió una especie de equi-
trabajadores de Venezuela (el mito del movimiento
librio entre represión y hegemonía, sumado a
obrero en Venezuela), CENDES, Caracas, 1985, trabajo
mimeografiado. prácticas clientelistas y al fomento de la co-
882 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

rrupción sindical mediante la cual ha logrado coyuntura puede presentar un frente vulne-
la desmovilización y el quietismo de los intere- rable del sistema, para la acción futura del
ses de clase de los trabajadores. movimiento obrero.
En resumen, desde 1958 Venezuela vive
una especie de exitoso pacto social en el que • La acción obrera en Colombia puede analizar-
se ha logrado un equilibrio del bloque de po- se en el contexto de un largo proceso político
der gobernante. En este contexto, y alimen- de democracia restringida, y un modelo econó-
tada por el auge petrolero, la corrupción y mico industrial y agroexportador que excluye
las prácticas hegemónicas exitosas, la clase fuertemente la ampliación de espacios de par-
obrera no ha logrado darse formas de organi- ticipación social y concertación política, pro-
zación y lucha alternativas al organismo que cesos ambos que en alguna medida entran en
les fuera impuesto desde el gobierno como crisis a causa de la disminución de la actividad
presunta central representativa: la CTV. En productiva agropecuaria, la relativa desindus-
el contexto de la crisis en que se encuentra trialización y la deuda externa, pero también
el país a raíz de su dependencia de organis- por los conflictos y demandas por parte de una
mos internacionales, se intenta afinar aun serie de actores sociales como el campesina-
más los argumentos de “solidaridad nacio- do, los paros cívicos, las demandas urbanas y
nal” dirigidos a la clase trabajadora con el la misma guerrilla.
objeto de “superar la crisis”, obviamente a En el pasado, el sindicalismo colombiano
fin de deshacer los efectos movilizadores y fue parte del pacto social iniciado en 1957 y
revulsivos del deterioro de las condiciones debido a esta aceptación se desarrolló un mo-
de vida de la población venezolana en la co- vimiento obrero hiperinstitucionalizado, fuer-
yuntura de crisis. No obstante, con la nueva temente captado por el Estado a través de un
fase económica parecen comenzar a expre- complejo sistema de clientelismo y prebenda-
sarse alteraciones en el régimen político lismo socioeconómico. Así, el Frente Nacional
dominante y una pérdida de legitimidad de- le otorgó al sindicalismo obrero la representa-
bido a la impotencia del Estado para conti- ción popular; sin embargo, esta relación con-
nuar otorgando concesiones que mantengan sistente fue perdiendo fuerza y se empiezan a
controlada a la organización sindical. Esta visualizar importantes distancias y cuestiona-
Los movimientos sociales frente a la crisis 883

mientos latentes desde las bases a las direccio- En este sentido, en la mayoría de los casos
nes sindicales.58 las prácticas obreras son principalmente de-
Tal vez se esté desarrollando un tipo de orga- fensivas del puesto de trabajo, de los salarios
nización obrera más comunitaria, más relaciona- y los beneficios sociales. Los efectos del es-
da con el lugar de vivienda que con el espacio de tancamiento industrial o los procesos de des-
la fábrica, organización que daría lugar a la dis- industrialización parecen condicionar estos
cusión y búsqueda de alternativas para una re- comportamientos y, posiblemente, con excep-
vitalización del movimiento obrero colombiano, ción relativa de la COB boliviana y de la CUT
fenómeno también reclamado por otras fuerzas brasilera, el movimiento obrero sudamericano
sociales como las de pobladores urbanos, asala- pierde aparentemente centralidad en la política
riados de pequeñas empresas y campesinos. y en la economía latinoamericanas, impugnan-
En síntesis, el panorama del movimiento do más a los gobiernos y a los ministerios de
sindical mencionado en estas páginas muestra trabajo que al capital, sea éste nacional o inter-
de alguna manera un comportamiento obrero nacional; la dirección industrial de la sociedad
bastante diverso, cuyas orientaciones depen- no está en cuestión para los obreros.
den de las condiciones sociales de trabajo y de Sin embargo, en estos espacios también es
la situación política nacional. En este sentido, posible visualizar demandas de autonomía es-
regionalmente no existe una clase obrera ho- tatal, de independencia política partidaria y de
mogénea; incluso en todos los casos específi- democratización interna que probablemente
cos se perciben fácilmente fuertes diferencias reconecten al movimiento obrero, de manera
y oposiciones entre orientaciones e intereses muy distinta a la del pasado, con el sistema real
sociales de diferentes líneas políticas, oposi- de oposiciones capitalistas que empieza a vivir
ciones entre direcciones y bases, oposiciones la región.
y ambivalencias en el interior de un mismo sin-
dicato, etcétera. B. Calidad de la vida, consumo
colectivo y descentralización
Uno de los rasgos básicos del proceso de urba-
58 Véase Romero, Mauricio, Los asalariados y el mo-
nización en la región es la creciente inconsis-
vimiento sindical en Colombia, CINEP, Bogotá, 1985,
trabajo mimeografiado. tencia entre las demandas de consumo colec-
884 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

tivo y calidad de la vida en general, versus las tiples maneras –cogestionariamente algunas
débiles posibilidades de satisfacerlas por parte veces, anómica y desesperadamente otras–, las
del Estado o del capital.59 carencias sufridas.60
La presente crisis agudizó esta tendencia, Estas características suscitan un alto grado
pues los impactos sobre la industria y sobre de homogeneidad regional en lo que hace a la
el Estado provocaron una disminución signifi- emergencia de luchas y movimientos sociales
cativa de los procesos de reproducción social urbanos que se instituyen en el centro de la
en general. Así, el Estado disminuyó sus pre- protesta y de la acción política urbana.
supuestos orientados a satisfacer las necesida- Así, al tiempo que emerge una serie de lu-
des de consumo colectivo para racionalizar sus chas y demandas por el consumo colectivo y
políticas internas y atender a las negociaciones la tierra urbana, se desarrollan organizacio-
con el FMI. Por otra parte, la desindustrializa- nes comunitarias que, tratando de superar
ción, el despido de trabajadores, la nueva inse- el cooperativismo paraestatal y dependiente
guridad del empleo, la disminución de salarios del poder de turno, demandan medidas de
y de beneficios sociales coadyuvan a un pano- descentralización estatal y democratización
rama caótico del mundo urbano. local y en algunos casos; además, juegan un
Dentro de este marco se desarrollan en to- papel vital en las oposiciones a dictaduras
das las ciudades de la región economías infor- y políticas autoritarias vividas, llegando a
males y estrategias de resistencia a la crisis constituirse en verdaderos epicentros de la
que contemplan, desde formas familiares de lucha popular.
acción, hasta organizaciones comunitarias, A grandes rasgos, al lado de las prácticas ur-
protestas y rebeliones urbanas; las ciudades se banas tradicionales, e incluso en ellas mismas,
convierten en frágiles refugios de los pobres y se han desarrollado recientemente cuatro for-
de los sectores medios para enfrentar de múl- mas de acción colectiva.

59 Véase para una visión teórica, M. Castells, Crisis 60 Para una visión panorámica de estos procesos
urbana y cambio social, Siglo XXI, España, 1981, págs. véase Walton, Chase-Dunn, Langer y otros, Ciudades
107-189, y también Calderón, F., La política en las ca- y sistemas urbanos, CLACSO, Biblioteca de Ciencias
lles, Editorial CERES, Cochabamba, 1983. Sociales núm. 10, Buenos Aires, 1984.
Los movimientos sociales frente a la crisis 885

La primera, de fortalecimiento de unidades el cuadro de vida protagonizados fundamental-


productivas o reproductivas de pequeña esca- mente por sectores medios.
la: talleres artesanales, pequeños comercios, Una cuarta acción colectiva se refiere a las
unidades o asociaciones de consumo, peque- luchas urbanas que se convierten en espacios
ñas unidades productivas diversificadas en de comunicación plurisocial y cutural entre
espacios urbanos y/o rurales, etcétera, que de diferentes grupos humanos, rompiendo la in-
alguna manera buscan ideologías y formas de mersión urbana del pasado; así se escuchan
organización autogestionarias. demandas de alianzas de clases, solidaridad
La segunda implica el desarrollo de distin- nacional y cultural, en un pequeño ambiente
tas organizaciones sociales urbanas, juntas de de resistencia callejera donde conviven grupos
vecinos, comités de abastecimiento, centros sociales étnicos, etarios, etcétera.
cívicos, etcétera, que generan demandas de Probablemente, la crisis productiva, la con-
descentralización barrial de las políticas y ac- tracción del mercado de trabajo y en muchos
ciones municipales, y que, en alguna medida, casos los regímenes coactivos han incidido en
sustentan reclamos de ejercicio del derecho el fortalecimiento de este tipo de acciones co-
ciudadano. Asimismo, en varias regiones y en lectivas que en lo cotidiano se expresan en la
distintos países comenzaron a compaginarse, calle, el barrio o la barricada de la esquina, y
desde el ámbito urbano, luchas por la descen- que permiten espacios de protesta más amplios
tralización del Estado en términos de obten- y menos controlados que las fábricas. Además,
ción de mayores recursos económicos y polí- la crisis genera para grandes sectores popula-
ticos. En gran medida, los habitantes urbanos res la pérdida de un ámbito de trabajo y de re-
se han vuelto buscadores de un nuevo orden lación que altera también la posibilidad de pro-
democrático en la “pequeña política”. testa. La calle se vuelve para los desocupados,
La tercera consiste en demandas de reno- los marginados de la producción y para todo
vación urbana, que implican tanto transforma- el mundo urbano sumergido el único espacio
ciones en las relaciones socio-culturales, como posible de encuentro, resistencia e identidad.61
impugnaciones al orden espacial y ecológico
de nuestras ciudades; en esta orientación se
61 El texto que sigue se basa en síntesis de los trabajos
destacan los movimientos tendientes a mejorar de los siguientes autores: Daniel García Delgado y Juan
886 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

El campo de conflicto de las organizacio- cional y de redefinir sus objetivos a fin de con-
nes urbanas en Buenos Aires se caracterizó a cebir de manera más amplia la lucha por la ca-
la vez por una búsqueda de un espacio de re- lidad de vida.
conocimiento democrático y de satisfacción Otro, aparentemente coyuntural, que emer-
de demandas colectivas, referidas a la calidad gió del seno de la última etapa del régimen mili-
de la vida, la tierra urbana, la vivienda y la tar después de la guerra de Malvinas, fueron los
ciudadanía. “vecinazos”,63 bajo la forma de acciones espon-
Son tres las tendencias que pueden regis- táneas en las que la población se autoorganizó
trarse en la Argentina en relación con los mo- para protestar contra los abusos impositivos
vimientos vecinales. Uno, más tradicional y del régimen, el agio, los negociados y la mal-
con antigua raigambre está constituido por el versación de los fondos públicos invocando
“fomentismo”;62 tiene una vieja trayectoria ins- a la Constitución, y que presenta la situación
titucional y de relación con el Estado. Mantuvo como un estado de atropello a los principios de
estilos organizativos durante décadas; pero en la ciudadanía. El movimiento vecinal se enfren-
la coyuntura de la etapa democrática actual se tó activamente al poder municipal y amenazó
plantea el desafío de superar el modelo tradi- con extender su acción contra el gobierno pro-
vincial, pero su actuación pública fue efímera.
Por último, los “asentamientos”, como el de
Silva, María I. González, Luis Fara, Roberto Laserna, San Francisco Solano64 fueron formas espontá-
Pedro Jacobi, Vania Bambirra, Vicente Espinoza, Javier neas y organizadas de responder activamente
Giraldo y Santiago Camargo, M. Unda, Simón Pachano,
al problema de la carencia de viviendas para
Luis A. Galeano, Teresa Tovar Samanez, Narda Henrí-
quez, Patricio Rodé, Javier Marsiglia, Enrique Piedra amplios sectores de la población, optando por
Cueva, Omar Ovalles, Eduardo Matute, R. P. Arturo
Sosa S.J., realizados en el marco del proyecto “Los mo-
vimientos sociales ante la crisis en Sudamérica”, UNU- 63 González, María Inés, Protestan los barrios (el
CLACSO, 1985. murmullo suburbano de la política), CEDES, Buenos
62 García Delgado, Daniel, y Silva, Juan, El movimien- Aires, 1985, trabajo mimeografiado.
to vecinal y la democracia. Participación y control en 64 Fara, Luis, Luchas reivindicativas urbanas en un
el Gran Buenos Aires, CEDES, Buenos Aires, 1985, tra- contexto autoritario, CEDES, Buenos Aires, 1985, tra-
bajo mimeografiado. bajo mimeografiado.
Los movimientos sociales frente a la crisis 887

recuperar tierras fiscales en desuso. Esta últi- gobierno que la administración hizo públicos.
ma forma obtuvo del gobierno constitucional Por otra parte, es posible que estas formas
la legitimación de sus demandas mediante la de organización vecinal evolucionen hacia for-
promulgación de leyes que les otorgaban la mas participativas más amplias de poder local
posesión legal de los terrenos y establecían y de demandas de consumo colectivo.
formas adecuadas de pago. El triunfo obteni-
do abre una nueva historia en lo referente a los • En Brasil y más específicamente en Río de
movimientos urbanos, ya que sienta preceden- Janeiro y San Pablo, a partir de mediados de la
tes en la posibilidad de que “la democracia sea década del ’70, coincidiendo con la crisis de le-
capaz de asumir, incluso de institucionalizar gitimidad del régimen, los movimientos socia-
las formas de organización autogestionarias les urbanos se multiplicaron. A partir de 1980,
que los sectores populares se fueron dando con la agudización de la crisis económica y de
para reclamar por sus derechos en un contexto desempleo, el marco de referencia de los movi-
autoritario”.65 mientos sufrió significativas transformaciones.
En conclusión, por una parte todas las for- Las movilizaciones se concentran alrededor de
mas de acción comunal emprendidas por las las cuestiones del desempleo y la vivienda, ade-
poblaciones tuvieron un grado de eficacia que más de las habituales demandas por mejorías
dependió, en gran medida, de la coyuntura en en las condiciones de vida.66
la que emprendieron las acciones y de la forma Movimientos de desocupados, de morado-
en que supieron presionar para negociar sus rei- res, de mutuarios, de usuarios de transportes
vindicaciones. Es sintomático que los asenta- colectivos se caracterizan por una dinámica
mientos, que en definitiva fueron la acción más concentrada en la demanda por derechos de
exitosa, hayan tenido su última etapa de nego- ciudadanía vinculados a la dimensión de lo co-
ciación en el contexto preelectoral del radica- tidiano y de lo local.67
lismo y que la promulgación de las leyes que los
beneficiaron fuese uno de los primeros actos de
66 Jacobi, Pedro, Movimentos sociais urbanos e a
crise: da explosão social a participação popular auto-
noma, FESP, San Pablo, 1985, trabajo mimeografiado.
65 Fara, Luis, ob. cit. 67 Idem.
888 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Actualmente, la liberalización política del ré- de Favelas por Estados, y muchas veces están
gimen posibilitó un mayor grado de asociativis- sujetos a las prácticas clientelistas de los par-
mo de los movimientos ciudadanos —primero tidos de turno (Brizolismo, Chaguismo). Por
de aquellos sectores más excluidos y, recien- su parte, la Iglesia emitió varias “pastorales
temente, de la clase media—, que representan de favelas” en la década del ’70, a través de las
una forma de cuestionar el excesivo centalis- comunidades de base. Estas evolucionaron ha-
mo del Estado. cia opciones partidarias como el Partido de los
En todas estas demandas está en juego el Trabajadores (PT). También los partidos de iz-
tema de la dignidad pública de los marginados quierda actuantes en el PMDB ejercieron cierto
de la producción y del consumo. Se trata de la control de las Asociaciones. La inmediatez de
lucha por una cualidad nueva de la ciudada- las demandas y urgencias de la población fave-
nía.68 lada hace que puedan caer bajo proteccionis-
El campo del conflicto es un espacio nuevo, mos paternalistas partidarios. Asimismo, la he-
en el que la ciudadanía exige directamente, sin terogeneidad de la población favelada dificulta
mediaciones, que el Estado dé cabida a la parti- la creación de formas orgánicas de resistencia
cipación de los sectores marginados en la ges- que vayan más allá de lo reivindicativo.70
tión de la cosa pública, desde la interpelación
al Estado en la forma de diálogo con los gobier-
70 Para complementar esta visión brasileña, véase
nos municipales, hasta las acciones directas de José Lavaro Moisés, Lucio Kowarick y otros, Cidade,
masas. povo e poder, co-ediçoes CEDES/Paz e Terra, San Pa-
En otras vertientes, los movimientos de blo, 1982. El estudio de Evers, Tillman, y otros, “Mo-
“favelados”69 han sido instrumentos de orga- vimientos de barrio y Estado: luchas en la esfera de la
reproducción en América Latina” integra una visión
nización para la autodefensa de la población
teórica del problema que se está tratando. Un aspec-
favelada. Tienden a agruparse en Federaciones to que revela este trabajo es su papel de opositor a las
protestas urbanas. “El nivel de consumo individual está
en gran medida determinado por el Estado. En Améri-
68 Idem. ca Latina el Estado asume la cualidad de representante
69 Bambirra, Vania, Favelas e movimentos de fave- directo de los intereses capitalistas, fijando salarios,
lados no Estado do Rio de Janeiro, FESP, San Pablo, decretando las condiciones de trabajo, prohibiendo los
1985, trabajo mimeografiado. sindicatos, aumentando los precios, y actuando como
Los movimientos sociales frente a la crisis 889

• En Montevideo, los movimientos de pobla- sociedad donde se haga efectivo el derecho a


dores de Uruguay se inscriben en la crisis eco- la salud como derecho humano fundamental.”72
nómica que genera desocupación, caída del Por su parte, los Clubes de Compra, las
salario, etcétera, de los últimos doce años de ollas populares, etcétera, se dieron formas
proceso dictatorial. En este contexto de paupe- de coordinación interbarrial creando Mesas
rización de los sectores populares, temas como Coordinadoras que intentaron afianzar el es-
la salud, la alimentación y la vivienda se vieron pacio social conquistado por separado por los
extremadamente agudizados en sus carencias. Clubes y las ollas.
Ante esta situación, diversas iniciativas popu- El Movimiento Pro-Vida Decorosa (MOVI-
lares intentaron paliativos, dándose diversas DE), a través de la Comisión pro-viviendas de-
formas de organización y cooperación.71 corosas, reuniendo comisiones de cantegriles
Los Servicios de Salud Populares Privados o barrios humildes, reclamaron lo que prome-
(SSPP) que se dieron formas de agrupación en- tía la Constitución uruguaya de 1967 (que el
tre los años 1982 y 1983, y que generaron un Estado colabore para que cada integrante de la
encuentro en 1984, en su discurso explícito van sociedad tenga una vivienda decorosa). Según
mucho más allá de medidas paliativas. Logra- su declaración: “no se pide algo nuevo”.73
ron generar una conciencia política en el senti- Aparentemente mediante estas instancias
do de que el Estado no se hacía cargo —ni ha- de autoorganización popular, se ha pasado de
bía perspectivas de que lo hiciera— de la situa- enfoques reivindicativos o reformistas a otros
ción de la población. Se expresaba claramente más amplios. En sus declaraciones acerca de
la voluntad de un “cambio hacia un modelo de los políticos sostienen que “los políticos nos
utilizaron y nos engañaron siempre”. Una vez
más, a partir de la experiencia de autoorga-
propietario de un gran número de empresas lucrativas”. nización y lucha, el actor popular descubre
Traducción L. Gaustein. Véase también Kowarick, Lu- su soledad y la necesidad de autosuficiencia,
cio, Expoliação urbana, Paz e Terra, San Pablo, 1979.
71 Rodé, Patricio; Marsiglia, Javier y Piedra, Enrique,
Experiencias recientes de movilización urbana en las
áreas de la salud, nutrición y organización barrial, 72 Idem.
CIESU, Montevideo, 1985, trabajo mimeografiado. 73 Idem.
890 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

al menos en una primera instancia de lucha. Los procesos sociales anteriormente citados
Dos rasgos son comunes a estas formas de generaron en el mundo de los pobladores el
movilización: la exigencia de acción eficaz por desarrollo de una serie de estrategias de sub-
parte del Estado y el deseo de preservar la in- sistencia de orden colectivo (como las ollas
dependencia del movimiento frente a posibles comunes, las economías familiares diversifica-
cooptaciones. Sin embargo, es notable la par- das) e individual (como aquéllas que involucra-
ticipación de sectores cercanos a los actores ron una serie de comportamientos anómicos).
populares, como en el caso de los Servicios de Este tipo de situaciones implicó una serie de
Salud y de ciertas capas de la Iglesia Católica. demandas reivindicativas, sobre todo de tierra
Por otra parte, es de notar la ausencia de la urbana y tomas de terreno, así como de mejora-
izquierda, por su alejamiento o inadecuación miento de las condiciones de existencia.
a las problemáticas reivindicativas y de super- El conjunto de esas demandas y de esas ne-
vivencia de los actores populares, que tiende a cesidades estuvo asociado con la emergencia
priorizar su relación con el movimiento sindi- de protestas colectivas masivas en Santiago,
cal y estudiantil.74 que desde la acción rebelde cuestionaron el
poder despótico del Estado, y que de manera
• En el caso de Chile,75 el análisis de los mo- más espontánea que orgánica lograron una
vimientos de pobladores debe verse como el convocatoria propia frente a la sociedad chile-
resultado de un brutal proceso de descompo- na que los lleva a constituirse en protagonis-
sición, fragmentación y polarización social de tas sociales, aunque probablemente exista una
la sociedad chilena y, a la vez, como un cues- oposición entre su fuerte capacidad moviliza-
tionamiento del sistema autoritario por parte dora y la elaboración de propuestas políticas
de los pobladores, y de una afirmación de su totalizadoras.
identidad social. El conjunto de estos nuevos comportamien-
tos urbanos tal vez pueda explicarse porque
gran parte de las demandas de las ciudades
74 Idem. chilenas y latinoamericanas pasaron de la ór-
bita de la producción y del trabajo a la órbita
75 Véase Espinoza, Vicente, Los pobladores en la polí-
tica, ILET, Santiago, 1985, trabajo mimeografiado. de la reproducción y el nivel de vida. Incluso es
Los movimientos sociales frente a la crisis 891

posible pensar que las limitaciones orgánicas política, como la etapa ’80-84, en la que, debido
de la acción obrera fortalecen, en el campo y a la recesión, los actores populares intentan es-
en el espacio de la residencia, las acciones co- trategias de supervivencia, defensa del empleo,
lectivas urbanas. Es decir, que es posible afir- etcétera, y donde lo particular y sectorial avan-
mar que existe cierto grado de simbiosis en la zan sobre lo colectivo.
capacidad de convocatoria de la clase obrera Recientemente, los pobladores se movilizan
y su movimiento sindical en determinados mo- por motivos muy diferentes: el Programa del
mentos de crisis y protesta social, que cobran Vaso de Leche, el plan de Emergencia del Agua,
vida y fuerza por la incorporación masiva de el apoyo para comedores populares, la visita
los pobladores urbanos que desde los barrios, del Papa en 1983, etcétera. Las reivindicacio-
las calles y las esquinas cuestionan la legalidad nes se encuadran en tres aspectos: a) nivel de
vigente. Y viceversa, los pobladores necesitan vida, b) ordenamiento capitalista de la ciudad,
de la centralidad y de la tradición obrero-sin- c) democracia y cultura (voto, participación,
dical para llevar adelante sus movilizaciones.76 organización, etcétera).78
Las formas de movilización también cam-
• La peruana Teresa Tover77 diferencia las ac- biaron: de marchas y protestas callejeras se
titudes de los pobladores en etapas de crisis pasó a Cabildos Abiertos y Asambleas popu-
económica y política (años 1976-1979) en que lares. Se trata de un nuevo horizonte donde el
los pobladores se movilizan en la esfera de la movimiento de pobladores tiene que llegar a
producción por pedidos de mejoras salariales, sintetizar distintos componentes económicos,
y etapas en que la crisis es solamente econó- estructurales, sociales y culturales de la iden-
mica y generadora de fuerte recesión, pero no tidad de “vecino”, a fin de lograr presencia y
legitimidad en el panorama político. En la co-
yuntura actual, después de intensos años de
76 Idem. crisis política, parece diluirse la capacidad de
77 Véase Tovar Samanez, Teresa, Vecinos y pobladores protagonismo popular, y es justamente ahora
en la crisis (1980-1984), DESCO, Lima, 1985, traba-
jo mimeografiado. Para una visión global E. Henly, La
escena urbana, Fondo Editorial, Pontificia Universidad
Católica del Perú, Lima, 1978. 78 Tovar, Teresa, ídem.
892 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

cuando el movimiento popular debe formular Estas transformaciones se enmarcan en el


alternativas frente a la crisis, en relación con proceso de modernización capitalista experi-
otras fuerzas que aparecen: APRA, Izquierda mentado por la sociedad ecuatoriana, que se
Unida, Sendero Luminoso, etcétera. tradujo en la urbanización de la economía y de
la población.
• En Quito,79 en los últimos quince años, hubo Las nuevas tendencias surgidas en los ba-
importantes cambios en la organización de los rrios populares son fruto, en buena parte, de
moradores de barrios populares. Se expresan la crisis de la economía nacional, cuyos prime-
en el explosivo incremento organizativo (multi- ros efectos surgieron hacia fines de la década
plicación) de todo tipo de asociaciones creadas de 1970. Son una manera de enfrentar la crisis,
por los vecinos (comités pro-mejoras, grupos para lo cual el ámbito de la organización se
juveniles, asociaciones femeninas, comunida- extiende de la calle al hogar y del barrio a la
des cristianas, federaciones de barrios popula- ciudad.
res, cooperativas de viviendas, etcétera). Otro elemento importante en estas tenden-
Hay tres aspectos en los que se expresan cias renovadoras es la democracia entendida
tendencias renovadoras en los barrios y en to- como posibilidad organizativa: 1) en cuanto al
das estas organizaciones: reconocimiento de la legitimidad social de la
población, y 2) en cuanto a la posibilidad de
1. organicidad de las asociaciones, independencia frente al Estado y a los partidos
2. ampliación y diversificación de las reivindi- políticos de las clases dominantes.81
caciones, La organización vecinal suele generar una
suerte de dependencia frente al Estado, fren-
3. tendencia a la unidad mediante agrupacio-
te a las instituciones de gobierno y frente a los
nes de tipo barrial popular.80
intermediarios visibles, los partidos, etcétera,
sobre la base de relaciones “clientelares”. Pero
79 Unda, M., La organización barrial entre la demo-
cracia y la crisis, CERLAC, Quito, 1985, trabajo mi- 81 García y col., ob. cit. Véase también J. García, Las
meografiado. organizaciones barriales de Quito, ILDIS-CIUDAD,
80 Idem. Quito, 1987.
Los movimientos sociales frente a la crisis 893

últimamente se agudizó la contradicción entre Por su parte, las Juntas Vecinales, antiguas
estas tendencias tradicionales, clientelistas, de formas organizativas, protagonizaron en las
la organización barrial, y las tendencias reno- últimas décadas acciones colectivas frente al
vadoras. proceso de urbanización boliviano, aglutinan-
do a habitantes de barrios o de zonas urbanas
• En Bolivia, la organización territorial tiene con el objeto de luchar por su hábitat.
hondos antecedentes en las culturas andinas. Durante los años del autoritarismo ganaron
No son novedosas en la sociedad boliviana campos de acción y de representatividad y parti-
las formas de lucha urbanas y regionales. paron en la demanda de democratización social,
Pero, en los últimos años, formas organizati- de lucha contra la dictadura y el centralismo es-
vas como los Comités Cívicos lograron cons- tatal. Su relativo aislamiento de otras formas de
truir y controlar espacios políticos e ideoló- organización social, bajo la forma de prejuicios
gicos con gran poder de convocatoria y de desde la izquierda o desde las organizaciones
legitimación.82 sindicales, los han enfrentado a veces a situacio-
En muchos casos, el llamado regionalismo nes en las que se los polarizaba desde afuera con
respondió a objetivos particularistas y a prácti- otras formas de movilización popular.
cas de sectores dominantes. No obstante, gru- Ello no quita el gran potencial transforma-
pos integrantes del campo popular sentaron dor de las organizaciones territoriales que se
su presencia en las luchas regionales y en los proponen, en definitiva, la reforma del Estado,
Comités, con relativo éxito.83 la construcción de una nueva institucionalidad
y el reconocimiento de una sociedad en toda su
heterogeneidad, contribuyendo así a crear una
82 Laserna, Roberto, La protesta territorial (la ac- posibilidad para solucionar la crisis de repre-
ción colectiva regional y urbana en una coyuntura de sentatividad del Estado boliviano.84
crisis y democracia), CERES, Cochabamba, 1985, tra- No obstante, cabe destacar que no hay
bajo mimeografiado, y Flores, Gonzalo, El movimiento
conciencia acerca de las posibles orienta-
regional cruceño, CERES, La Paz, 1985, trabajo mimeo-
grafiado; este último analizará el desarrollo de un movi-
miento social regional: el cruceño.
83 Flores, G., ob. cit. 84 Laserna, R., ob. cit.
894 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

ciones y cierta dependencia del Estado que, A partir de 1957 la modalidad del Paro Cí-
tomado como adversario en las luchas, no vico comienza a constituir una forma frecuen-
llega a constituirse en un verdadero antago- te de la lucha reivindicativa. Entre agosto de
nista, subyaciendo una concepción del Es- 1982 y agosto de 1984 (los dos primeros años
tado como “protector”. Se trata más bien de de gobierno de Betancur) se realizaron 58 pa-
luchas dirigidas hacia el Estado que contra ros cívicos.87
el Estado.85 Más que movimientos sociales, los autores
De la cronología de eventos registrados des- colombianos señalan que se trata de “luchas
de 1982 se desprende la vigorosa capacidad y sociales” centradas en problemas relativos al
vocación de lucha de estas asociaciones terri- equipamiento urbano: ampliación de servicios
toriales, tal vez con ritmos y frecuencia más de acueducto, energía eléctrica, alcantarillado,
sostenidos que en la mayoría de las sociedades vías; transporte, educación y salud, reducción
de América del Sur.86 del alza desmedida de las tarifas de los servi-
cios, distribución más equitativa del presu-
• En Colombia, los paros cívicos son formas de puesto nacional o regional.
protesta cívica originados en reivindicaciones Estas reivindicaciones quedan enmarcadas
comunes a diversos sectores sociales; por lo dentro de una problemática sectorial que no
tanto, son policlasistas. Generalmente se rela- toca los fundamentos de la sociedad vigente.
cionan con el consumo masivo o con el desa- Sin embargo, de una manera indirecta pesan
rrollo regional. Implican la paralización total o sobre el papel del Estado develando la contra-
parcial de las actividades económicas y socia- dicción por la cual el Estado trata de asegurar,
les de una localidad o región, como forma de por una parte, la rentabilidad del capital, y, por
presión sobre las autoridades que pueden dar otra, un equipamiento urbano no rentable, pero
satisfacción a las demandas. necesario para la legitimación social del Esta-
do mismo.

85 Flores G., y Laserna, R., ob. cit. 87 Camargo, Santiago, y Giraldo, Javier, El movimien-
86 Véase en este mismo texto el trabajo de Laserna, R., to cívico en Colombia, CINEP, Bogotá, 1985, trabajo
La acción social en la coyuntura democrática. mimeografiado.
Los movimientos sociales frente a la crisis 895

Además, cuando estas reivindicaciones lo- vocatoria incluye a otras capas sociales. Pero, en
cales pasan a ser formuladas por movimientos general, este tipo de movimientos se caracteriza
cívicos coordinados, se generan reivindicacio- por su policlasismo. El adversario, el blanco de
nes más radicales que ya apuntan a la raciona- la protesta cívica es el Estado, en cuanto admi-
lidad económica del sistema vigente: estatiza- nistrador y garante del equipamiento colectivo.
ción del transporte público, municipalización Por último, cabe señalar que estas formas
de la tierra urbana y creación de bancos de de organización y de movilización son genera-
tierras en las principales ciudades del país, con doras de conciencia y posibilitan experiencias
la participación de organizaciones autoges- colectivas que tienden a evolucionar. Son un
tionarias de vivienda popular, legalización de tipo de lucha social que no puede caracterizar-
asentamientos populares, nacionalizaciones de se como un verdadero movimiento social, pero
fábricas, nacionalización del sector financiero, que contiene sus posibles gérmenes.
etcétera.88 Otras son de importancia para el di- Tal vez convenga aquí mencionar a los movi-
seño de una sociedad alternativa: control po- mientos regionales que presentan algunas carac-
pular de determinados servicios, fiscalización terísticas similares en Perú, Ecuador y Bolivia;90
del Estado y control de sus mecanismos de ad- en dichos países las diferencias y conflictos re-
ministración. gionales del pasado en cierto modo se reconsti-
Hay dos tendencias en los tipos de actores tuyeron en función de demandas puntuales y de
involucrados: en las grandes ciudades, donde impugnaciones al centralismo estatal, haciéndo-
las relaciones de clase prevalecen sobre los se eco de viejos valores regionalistas.
vínculos familiares, vecinales o semifeudales, En Ecuador, como señala Pachano,91 los pro-
la población participante tiende a pertenecer a cesos de reestructuración regional implicaron
las franjas más oprimidas de la sociedad.89
Cuando se trata de movimientos más estables
y bien organizados, no tan espontáneos, la con- 90 En la actualidad, el CERES, el IEE y CISEPA se
encuentran realizando un importante estudio empírico
sobre la problemática.
91 Pachano, Simón, Movimientos sociales regionales
88 Idem. en el Ecuador, CERLAC, Quito, 1985, trabajo mimeo-
89 Idem. grafiado.
896 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

procesos de diferenciación social que mostra- das regionales puntuales, pero, a diferencia de
ron conflictos en el interior de la región. Más las tendencias señaladas hasta ahora, sobre-
que movimientos auténticamente regionales sale la presencia de un auténtico movimiento
–no obstante la reestructuración de procesos social regional: el cruceño. Este, a través de
económicos en varias subregiones (Esmeralda, grupos dirigentes locales, logró cierta hege-
el Triunfo, etcétera)– se expresaron en deman- monía regional y mediante variadas formas de
das contra el Estado central; estas demandas lucha busca el poder del Estado y la dirección
también implicaban un reclamo de incorpora- de la sociedad nacional. El trabajo de G. Flores
ción al sistema político. analiza con precisión las características de este
En Perú la situación parece más compleja, movimiento.93
pues las luchas y demandas regionales tuvie- Como sea, en el conjunto de estos países
ron una experiencia más reciente en el norte y andinos parecería que tanto las demandas
especialmente en el sur del país; se realizaron puntuales como las orientaciones descentrali-
paros y demandas (por el costo de vida, electri- zadoras globales de las sociedades locales se
cidad, irrigaciones, etcétera) que planteaban, relacionan con los procesos de constitución
además, orientaciones de transformación de nacional en cada país; así, el problema de la
las relaciones de poder. Recientemente fue cla- formación nacional sigue siendo uno de los
ve el papel de los municipios provinciales que, problemas clave en estas sociedades.
con características pluriclasistas y culturales,
protestaron por injusticias regionales. Como • En Venezuela, los movimientos sociales de
señala Narda Henríquez,92 las demandas regio- “cuadro de vida” engloban al movimiento veci-
nales son heterogéneas, pero el opositor —el nal y al movimiento ecologista. En el marco de
Estado— es homogéneo. una sociedad desproductiva que vive de la renta
—En el caso de Bolivia, los procesos cívicos petrolera, modelo actualmente en crisis, surgen
tendrían las mismas características de deman- fenómenos como el desempleo, la delincuencia,
el desabastecimiento, el alto costo de vida, etcé-
92 Henríquez, Narda, Notas y tesis sobre los movi-
mientos regionales en el Perú, DESCO, Lima, 1985,
trabajo mimeografiado. 93 Flores, Gonzalo, ob. cit.
Los movimientos sociales frente a la crisis 897

tera, y junto a estos fenómenos negativos sur- Una amplísima gama de propuestas que van
gen también nuevas formas de lo político que desde la autoproducción y el cooperativismo
defienden los espacios vitales amenazados por de la salud, el consumo, la autoconstrucción,
el espacio económico. El movimiento vecinal la agricultura orgánica, etcétera, y tendencias
orientado a la obtención de reivindicaciones, como el cooperativismo, el movimiento vecinal
como los servicios públicos, la tierra, el agua, et- y el movimiento ecologista se combinan y apo-
cétera, se ha combinado y potenciado en su re- yan mutuamente, enriqueciéndose.95
lación con el movimiento ecologista en la lucha Cabe destacar que estas iniciativas empie-
contra el urbanismo salvaje por mejores niveles zan donde los problemas de empleo, salario,
de calidad de vida, por una ciudad diferente. alimentación, salud o servicios públicos no
Más allá de las reivindicaciones puntuales, son tan graves, tal vez porque en situacio-
estos movimientos emprendieron una acción nes críticas, planteos como el ecologista no
con sentido más global, como la impugnación son todavía muy potables. No obstante, en
–desde la ecología– al paradigma del progreso la “ciudad de los campesinos” las propuestas
indefinido, el cuestionamiento a la centraliza- de autonomía no parecen demasiado extra-
ción estatal, las demandas de democratización ñas, cuando el movimiento campesino tien-
de la sociedad civil y del Estado. La descentra- de a sustraerse lo más posible de la econo-
lización es fuertemente apoyada también por mía de mercado.96
el movimiento regionalista. No obstante, la En este contexto, los partidos parecen es-
reforma del Estado se plantea de arriba abajo tar en crisis y permanecer ajenos a todas estas
y se genera contradicción entre la deseada y cuestiones. Por su lado, el movimiento teme
propuesta reforma política de democratización perderse dentro de una estructura partidaria.
estatal; por otro lado, se reactiva un aparato in- El autor del trabajo sobre los movimientos de
dustrial por y para un Estado centralista.94 cuadro de vida en Venezuela sugiere que estos
movimientos, que coinciden en numerosos te-

94 Ovalles, Omar, Movimientos de cuadro de vida en


la Venezuela urbana actual: posibles actitudes para
enfrentar la crisis, CENDES, Caracas, 1985, trabajo 95 Idem.
mimeografiado. 96 Idem.
898 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

mas, tienden a la unidad, y que la ecología está El caso Hidrosil, más breve en el tiempo
llamada a establecer la síntesis. (marzo a julio de 1979), puede caracterizarse
como una lucha social alrededor de la protesta
• En Asunción, los dos estudios de casos acer- por los desmedidos costos de la obra de alcan-
ca del movimiento de pobladores en Paraguay tarillado llevada a cabo por la empresa gana-
pertenecen sintomáticamente al período de dora de la licitación. En este último caso fraca-
auge de la economía paraguaya, 1972-1981, dé- saron las tentativas por vía legal de los actores
cada en la que variados factores de tipo econó- populares, pero finalmente se retiró la obra de
mico (Itaipú, ingresos de importantes masas de manos de la empresa, aunque la suspensión de
capital extranjero, colocación favorable en el las obras, en definitiva, perjudicó a la pobla-
mercado internacional de su producción agrí- ción involucrada.99
cola, etcétera) produjeron un giro en las con- Ambos conflictos coinciden en una serie de
diciones económicas y sociales que generaron factores que es válido enumerar: 1) la heteroge-
un desarrollo y una urbanización, mayor y ra- neidad de los actores populares involucrados,
dicalmente diferente del que tuvo lugar en el 2) el liderazgo de los “ex-combatientes de la
período de lento crecimiento precedente.97 guerra del Chaco”, 3) la participación favora-
Uno de los casos, la ocupación del barrio ble y decisiva de la Iglesia Católica como me-
de Nuestra Señora de la Asunción, se extendió diadora, 4) la recurrencia en algún momento al
como conflicto desde 1975 hasta 1983, período recurso jurídico legal, 5) la soledad de los po-
excepcionalmente prolongado, y fue coronado bladores en esta instancia de lucha y su falta
por el éxito de los actores populares al lograrse de relaciones con otras fuerzas sociales y 6) el
la legalización de la propiedad de los terrenos aparente “apoliticismo” de las demandas, ex-
ocupados, donde actualmente viven alrededor presado en el discurso de los pobladores.100
de 1500 familias.98 En una sociedad desmovilizada a la fuerza
como la paraguaya estas luchas adquieren
97 Galeano, Luis A., Entre la protesta y la lucha urba-
na: dos estudios de casos, CPES, Asunción, 1985, traba-
jo mimeografiado. 99 Idem.
98 Idem. 100 Idem.
Los movimientos sociales frente a la crisis 899

una relevancia especial, ya que sientan pre- de la consecuencia en la unidad y la lucha en el


cedentes de experiencia de lucha, organiza- campo popular.101
ción, solidaridad, triunfo y fracaso, que a pe- En síntesis, es fácil constatar la prolifera-
sar de un contexto represivo y desmoviliza- ción de cientos de conflictos urbanos que re-
dor como el actual, se han inscrito en la me- corren América del Sur, conflictos que desde
moria colectiva. De los rasgos comunes de luego tienen diferente intensidad según las
estas luchas podemos deducir que para los situaciones nacionales, pero que expresan
actores populares en Paraguay en esta eta- en lo fundamental nuevas formas de acción
pa de aislamiento de otras fuerzas sociales, y organización social urbanas. Correlati-
resulta indispensable la recurrencia a instan- vamente a estas múltiples y espasmódicas
cias legitimadoras como la Iglesia Católica y protestas callejeras, en el interior de las or-
las asociaciones de ex-combatientes, que no ganizaciones y de los movimientos sociales,
pueden ser tachadas fácilmente de subversi- no sin conflicto, se producen cambios coti-
vas del orden existente. A la vez, quedó cla- dianos en torno de la solución comunitaria
ra la voluntad de los sectores populares de de sus problemas específicos, recreando ex-
mantenerse al margen e independientes de periencias del pasado –muchas de ellas cam-
las instituciones políticas oficialistas (como pesinas.
el partido en el poder) y la inoperancia de Así, protesta hacia afuera y solidaridad ha-
las instituciones judiciales como mediadoras cia adentro se constituyen en espacios de re-
del conflicto. sistencia fragmentados pero comunes en las
Para el actor popular resultó evidente la co- ciudades sudamericanas. Resistencias que,
rrupción, la arbitrariedad y los intentos de ca- además, en ámbitos restringidos, permiten
pitalización de todos los estratos e instancias el encuentro y la comunicación de diversos y
relacionados con el orden político imperante, heterogéneos grupos humanos afectados por
así como las tradicionales relaciones de patro- la crisis.
nazgo de los caudillos (el abogado defensor del
caso Hidrosil utilizó el prestigio ganado para
liderar una nueva corriente en el Partido Colo-
rado). Por el contrario, resaltó la importancia 101 Idem.
900 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

C. Tierra, mercado, etnicidad y En este marco, sólo el Estado y sus políticas


Estado102 agrarias constituyen los parámetros comunes
Los campos de conflicto del campesinado son de la acción campesina, el resto de las acciones
relativamente heterogéneos y están directa- es múltiple y dispersa; así, pues, varias prácti-
mente relacionados con la profundidad y ex- cas se centran sobre el problema de la tierra o
tensión de la Reforma Agraria aplicada en cada la explotación mercantil a la que están someti-
uno de los países estudiados. dos los mismos campesinos.
Ciertamente influyen también otros facto- Sin embargo, a pesar de los diferentes
res, como los antecedentes históricos de orga- campos y acciones, parecen ser comunes las
nización y lucha, el carácter del sistema políti- orientaciones más o menos consistentes de
co y los procesos de diferenciación campesina, demandas de organización autónoma y demo-
el nivel de desarrollo del mercado y el grado cratización nacional. Un hecho que resalta en
de penetración del capital en las agriculturas la región es la reemergencia de movimientos
sudamericanas.103 campesinos con contenidos étnico-culturales
que cuestionan no sólo las relaciones de ex-
plotación a las cuales están sometidos, sino
102 El texto que sigue se base en síntesis de los trabajos
de los siguientes autores: Silvia Rivera Cusicanqui, Ma- también los procesos de degradación cultural
ría Conceiçao D’Inção, Gonzalo Tapia Soko y Gonzalo y discriminación racial. De alguna manera, es
Vio Grossi, Isauro Suárez, Manuel Chiriboga, Ramón factible pensar que tres tipos de orientaciones
Fogel, E. Caballero Carrizoza, Diego E. Piñeiro, en el y combinaciones están presentes, real o poten-
marco del proyecto “Los movimientos sociales ante la
cialmente en la acción campesina: una orienta-
crisis en Sudamérica”, UNU-CLACSO, 1985.
ción de reivindicación y organización clasista,
103 Para un análisis reciente de las relaciones sociales
otra de liberación y autonomía nacional y una
campesinas y de la agricultura latinoamericana, véase
E. Havens, “Transformaciones de la Agricultura: la acu- última de autonomía cultural.104
mulación de capital y el Estado”, en Estudios Rurales
Latinoamericanos, Vol. 7, núm. 2, mayo-agosto 1984,
y también los artículos de Leal, Dandler para Bolivia, 104 Un análisis teórico-histórico de estos aspectos pue-
Chiriboga para Ecuador en Vol. 7, núm. 3 de la misma de consultarse en Calderón-Dandler, La fuerza histó-
revista; véase Crispi para Chile y Samaniego para el rica del campesinado, Cap. 1.; véanse especialmente
Perú, setiembre-diciembre de 1984. aspectos teóricos págs. 203-217 del artículo de Dandler
Los movimientos sociales frente a la crisis 901

• El movimiento campesino boliviano tiene su ticular en sus acciones orientaciones de demo-


expresión orgánica en la Confederación Sin- cratización, de liberación nacional y de autoa-
dical Única de Trabajadores Campesinos en firmación étnico-cultural, acciones que además
Bolivia (CSUTCB). Esta fue el resultado de un incluyen un sistema de comunicación y lucha
largo proceso de luchas democráticas, de recu- con la clase obrera y otros grupos sociales y
peración de identidades autóctonas y de cons- políticos, y que culminó con la incorporación
titución de formas organizativas autónomas, de la Confederación a la Central Obrera Boli-
que lleva a cabo, desde fines de la década de viana (COB).
los ’60, sobre todo un grupo de aymaras deno- Ahora bien, si es cierto que no se puede
minados kataristas. comprender la actual democracia boliviana
Esta larga lucha significó, como señala Rive- sin tener en cuenta la participación campe-
ra, “la incorporación superación del horizon- sina y las metas de poder político a las que
te histórico de 1952”.105 Las acciones llevadas apuntaba, no es menos cierto que el mismo
a cabo en estos 20 años incluían oposiciones proceso democrático iniciado hace tres años
contra los comerciantes intermediarios y el Es- desarrolló y generó nuevas oposiciones y con-
tado, y sobre todo contra una estructura sin- flictos entre el Estado y el movimiento, así
dical campesina paraestatal, subordinada a los como dentro del movimiento mismo. Estos
regímenes militares de turno. Es así como con conflictos le impiden convertirse, conjunta-
el correr del tiempo, la Confederación logró ar- mente con otras fuerzas populares, en una al-
ternativa de poder nacional.106
Dos fases permitirán entender la asevera-
sobre el “Campesinado y Reforma Agraria en Cocha- ción anterior. Primero, la de la crisis econó-
bamba”, Edit. UNRISD-CERES, Cochabamba, 1985. mica y su correlato político en la sociedad
Véase también O. Ianni, Revolucão e Cultura, Ed. Civili- boliviana que, en relación con el campesina-
zação Brasileira, Río de Janeiro, 1983. do, significó no sólo el deterioro de su nivel
105 Rivera Cusicanqui, Silvia, El movimiento sindical de vida sino una serie de conflictos con el
campesino en la coyuntura democrática, CERES, La
Paz, 1985, trabajo mimeografiado. Véase también Rive-
ra Cusicanqui, S., Oprimidos pero no vencidos, Hisbol-
CSUTCB, Editorial Acuario, La Paz, 1984. 106 Rivera, Silvia, ob. cit.
902 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Estado y los partidos gobernantes que limi- La crisis política de la sociedad boliviana
taron su desarrollo. El campesinado articuló parecería responder a la debilidad y limita-
sus acciones en torno de demandas partici- ción de las actuales formas de representación
pativas en las más variadas esferas de las estatal, partidaria y sindical; cada una de ellas
actividades económicas, políticas y cultu- posee rasgos monádicos y excluyentes, don-
rales, demandas que culminaron en agosto de la articulación intrasocietal no será viable
de 1983 con la proposición del cogobierno si no se promueve un cambio cualitativo en la
COB-CSUTCB y UDP. Estas reivindicaciones interacción en y entre los actores del mismo
fueron rechazadas, manipuladas o no proce- movimiento campesino.
sadas por el Estado, que a su vez vivía una
aguda crisis de gobernabilidad. Esta primera • En la actualidad, la agricultura colombiana
fase se caracterizó por la debilidad o ausen- vive una dura crisis en razón del receso de la
cia de espacios de concertación social entre actividad industrial y una disminución de los
la sociedad y el Estado. precios internacionales de los productos agrí-
En una segunda fase, a raíz de la pérdida colas de exportación, llegando incluso a te-
global del proyecto integrativo, comenzarán a ner que importar alimentos y materias primas
generarse una serie de conflictos y oposicio- para el mercado interno.108
nes en la misma Confederación, sobre todo Por otra parte, el grueso de la produc-
por conflictos entre un ala “clasista” (movi- ción alimentaria colombiana se mantiene
miento de campesinos de base) y otra “cultu- gracias a la pequeña y mediana producción
ralista”, los kataristas. También se desarrollará agrícola. Este último sector es el más em-
una serie de demandas fraccionadas y secto- pobrecido y afectado por la crisis de la so-
riales de los campesinos por todo el país, que ciedad; apenas controla el 12% de la tierra
junto con otros conflictos –analizados par Ri-
vera107– debilitaron y aislaron la acción de la
Confederación. 108 Véase Suárez, Isauro, Trayectoria y actualidad de
las luchas agrarias en Colombia, CINEP, Bogotá, 1985,
trabajo mimeografiado, y Rojas, Fernando, en este mis-
mo libro, Los movimientos sociales frente a la crisis
107 Idem. en Colombia.
Los movimientos sociales frente a la crisis 903

disponible y concentra un 83% de las expor- menes de reorganización campesina autónoma


taciones.109 frente al Estado y los partidos tradicionales”.111
Esta situación provocó una serie de movili- Por otra parte, el proletariado rural, en ra-
zaciones por tomas de tierra a lo largo y ancho zón de la disminución de los salarios, la calidad
de toda Colombia para influenciar al Estado ha- de vida y el desempleo, intenta fuertemente el
cia una modificación del sistema de tenencia y acceso a la tierra; sin embargo, estas demandas
de la Reforma Agraria. no coinciden con su capacidad organizativa,
Sin embargo, estas acciones y demandas fenómeno probablemente relacionado con el
campesinas se encuentran dispersas y atomi- fracaso de las experiencias de la década pasa-
zadas y no alcanzan a expresar un movimien- da y también con el status social disperso del
to campesino nacional y unificado, fenómeno sector, ya que un grupo puede ser asalariado,
probablemente condicionado por el fracaso de otro a medias, con fuerte relación con la pro-
la Asociación Nacional de Usuarios Campesi- ducción parcelaria, y un tercero, temporalmen-
nos (ANUNC) en la década pasada y la política te ligado a las empresas agrícolas.112
clientelista y coactiva del Estado.110 Finalmente, el movimiento campesino in-
Tres son los procesos de organización cam- dígena arrastra consistente y coherentemente
pesina que parecen destacarse: por una parte, una serie de luchas por la recuperación de sus
la del campesinado pobre (asalariados, peque- tierras que fueron punitivamente apropiadas
ños y medianos propietarios) que a través de por terratenientes. El Consejo Regional Indí-
una serie de acciones espontáneas, dispersas gena del Cauca (CRIC), iniciado en 1971, es la
y aisladas llevaron a cabio tomas de tierras en organización de este grupo, que orienta sus ac-
terrenos baldíos y en las de propietarios ausen- ciones en torno de demandas clasistas y étnico-
tistas, cuestionando el orden legislativo vigen- culturales, mediante una estructura democráti-
te. Probablemente, como afirma Isauro Suárez, ca cohesionada.113
en estos grupos “se retoman los más claros gér-

111 Ibíd.
109 Suárez, Isauro, ídem, pág. 7. 112 Idem.
110 Ibíd. 113 Idem.
904 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

En términos de futuro es probable que las del campesinado, que desde sus inicios amal-
orientaciones para transferir la tenencia de la gamó una rica experiencia sindical y política.
tierra persistan e incluso pasen a organizar un Esta progresiva proletarización excluyó siem-
proceso creciente de unificación del campesi- pre al movimiento mapuche, que resume rei-
nado colombiano, en la medida en que se con- vindicaciones étnicas y nacionales que van más
soliden las organizaciones locales, interactúen allá del campesinado. Las demandas que ini-
regional y nacionalmente, y, concomitantemen- cialmente fueron reivindicativas tradicionales,
te, se produzca una ampliación del sistema po- cambiaron esencialmente luego de la Reforma
lítico colombiano en su conjunto. Agraria asumiendo un carácter revolucionario
en la medida en que se exigía la expropiación y
• La historia del campesinado en Chile siguió tenencia de la tierra.
un proceso de diferenciación orientado a su El nuevo régimen militar provocó una situa-
constitución como actor social, privilegiando ción de quiebra en este Devenir político del
la lucha por “el reconocimiento social” por par- movimiento campesino. Junto al fuerte cambio
te de la sociedad y del Estado. en las relaciones económicas derivadas de los
La Reforma Agraria constituye el hito fun- productos de la tierra, se produjo en lo políti-
damental de su reconocimiento como sujeto co una brutal represión y una vuelta atrás de la
social y político, aunque su accionar esté me- reforma agraria (devolviendo la tierra a sus an-
diatizado fundamentalmente por los partidos tiguos dueños o a nuevos propietarios ligados
políticos: situación que, por cierto, es rever- a los intereses del gobierno). Se minimizaron
tida por el gobierno militar de 1973 que en- drásticamente las organizaciones campesinas;
frenta al movimiento campesino a una nueva los trabajadores rurales y los campesinos se
encrucijada. vieron empujados a una situación de subpro-
Haciendo una retrospectiva del movimien- letarización y cesantía donde algunas acciones
to campesino podemos ver la fuerte influencia del gobierno, como el empleo mínimo, cons-
que tuvo la estructuración económica de la tituyeron el único sostén económico posible,
agricultura y su inserción en una clase econó- generando cambios en la organización inter-
micamente poderosa a nivel nacional. También na de los trabajadores del agro. Como conse-
ha sido fundamental el origen y la composición cuencia de este excesivo empobrecimiento
Los movimientos sociales frente a la crisis 905

surgieron algunas iniciativas de organización • La crisis económica del Paraguay, que no tie-
y agrupamiento basadas principalmente en las ne correlato con el sistema político dictatorial,
necesidades de subsistencia de estos sectores afectó a la producción agropecuaria e incidió
marginados, limitándose a conservar un carác- en el desempleo; este último fue particular-
ter estrictamente regional y de supervivencia mente acelerado por la desocupación de mano
y donde la posibilidad de empleo permanente de obra que suscitó la terminación de la repre-
constituye la reivindicación central.114 sa de Itaipú.
De todas formas, en este desolado panorama Este proyecto absorbió mano de obra rural,
habría que destacar el hecho de que las Con- sobre todo de campesinos pobres de la peque-
federaciones Campesinas hayan logrado so- ña producción agrícola que luego se vieron sin
brevivir y tengan presencia en varias regiones empleo, proceso que precondicionó la emer-
del país. También consiguieron articularse con gencia de tomas de tierras en áreas de coloniza-
otros movimientos sociales. Otro hecho notable ción en Alto Paraná y Canindeyú, emergiendo
es la cada vez más importante significación que así un movimiento campesino que se enfrentó
empezaron a tener las mujeres y los jóvenes en al Estado y a empresas agrícolas transnaciona-
este tipo de movimientos, situación que provie- les propietarias de las tierras, que en la mayoría
ne aparentemente de su inserción en el empleo de los casos eran de “engorde”. Así, entre 1983
mínimo y su derivación de manejo económico y setiembre de 1984 se produjeron 47 ocupacio-
dentro de una familia en extremo pauperizada.115 nes por parte de 8.568 familias. Lo nuevo de es-
La Reforma Agraria aún existe como reivin- tas movilizaciones, al decir de Fogel,116 estuvo
dicación futura, obedeciendo más a principios dado por su intensidad, su carácter masivo y la
de dignidad que a posibilidades de acción polí- creciente violencia implicada.
tica inmediata. El Estado legitimó su represión, afirmando
que los campesinos eran rebeldes empujados
por la subversión comunista internacional,
114 Tapia Soko, Gonzalo, y Vio Grossi, Gonzalo, El pro-
blema de la recomposición de los actores campesinos
en una perspectiva redemocratizadora, ILET, Santia- 116 Fogel, Ramón, Las invasiones de tierras: una res-
go, 1985, trabajo mimeografiado. puesta campesina a la crisis, CPES, Asunción, 1985,
115 Idem. trabajo mimeografiado.
906 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

mientras que los campesinos legitimaban su probable que se dé una recuperación de estas
acción a través de normas de la Constitución experiencias colectivas.
y de la reforma agraria paraguaya (la tierra
es para quien la trabaja), reivindicándose a • Una de las características básicas de la cri-
sí mismos como paraguayos pobres con de- sis de la economía uruguaya radica en el lar-
recho a la tierra. Así, la identidad campesina go estancamiento productivo del sector agro-
incluyó una identidad nacional sobre la base pecuario, principalmente el ganadero, que es
de la oposición frente al capital extranjero — quien crea por excelencia los excedentes de
sobre todo brasileño—; es decir, que se trata la economía nacional; en este sentido, Piñeiro
de una afirmación nacional desde el campesi- deduce que “es lógica entonces la explicación
nado, referida a la apropiación extranjera de de que los conflictos sociales se desatan con
la tierra.117 mayor intensidad cuando los distintos sectores
En este sentido, no es aventurado afirmar deben luchar por un comercio que no crece.”118
que este tipo de acciones tal vez embriona- Como quiera que sea, dado que la ganade-
rias en la sociedad paraguaya, cuestionan el ría es la actividad económica más importante
orden social y las condiciones de dominación del país, su análisis y alternativas de transfor-
y dependencia. Sin embargo, una vez realiza- mación atañen al conjunto de la sociedad uru-
das las tomas, la organización disminuye y no guaya, sobre todo en términos de modificar la
alcanza a concretarse, como en el caso de las forma de producción estanciera.
ligas agrarias, en organismos de autogestión Tres son los componentes más importantes
campesina. Probablemente esto esté determi- que configuran las relaciones sociales en la
nado por la represión política y la prohibición agricultura: los mismos estancieros, con una ló-
explícita por parte del gobierno de la existen- gica de reproducir las relaciones tradicionales,
cia de organizaciones sindicales; empero, en los asalariados agrícolas, que no tienen ningu-
la medida en que el sistema político se vaya
abriendo por éste y otros tipos de conflicto, es
118 Piñeiro, Diego E., El plenario de pequeños y media-
nos productores; un intento de crear un movimiento
de agricultores familiares, CIESU, Montevideo, 1985,
117 Idem. trabajo mimeografiado.
Los movimientos sociales frente a la crisis 907

na organización, y los agricultores familiares; Y si el conflicto estalló, no obstante, pasado


estos últimos en un embrionario proceso de algún tiempo, estas posiciones confrontadas
organización y acción colectiva, sobre todo en se superaron temporalmente por el peso de la
el período autoritario, que potencialmente los concertación política nacional, activada princi-
puede convertir en un sujeto de cambio social. palmente por la acción de los partidos políti-
La posibilidad de que estos grupos se cons- cos. En todo caso, es probable que el conflicto
tituyan en un movimiento social está condicio- persista, se manifieste de múltiples maneras y
nada por su unidad de acción, pues son muchas potencie el desarrollo del movimiento.
y dispersas las organizaciones de pequeños y La problemática de la discriminación étni-
medianos productores rurales; recién en 1984, co-cultural y las luchas y los movimientos rela-
en medio del proceso de negociación para la cionados con ella aparecen a menudo ligados
transición a la democracia, comenzóia gestarse a los temas y luchas del campesinado. Aunque
un movimiento unitario.119 son múltiples sus puntos de contacto, sobre
Debido a la demanda de la multipartidaria que todo cuando se trata de países cuya principal
convocó a campesinos y a otras fuerzas sociales forma de producción y fuente de ingresos es
del país para proponer y discutir la concertación agrícola y cuya población es fundamental-
futura en el Uruguay, la Federación Rural y la mente campesina y descendiente de grupos
Asociación Rural elaboraron documentos que étnicos nativos, estas dos orientaciones no
evidenciaban su clásica posición liberal, posi- llegan a confundirse. Conviene complementar
ción que fue fuerte y rápidamente rechazada por este panorama introduciendo algunos casos
la Asociación de Colonos del Uruguay y la Inter- y aspectos de la problemática étnico-cultural
gremial Lechera que convocaron al conjunto de en función de las respuestas colectivas de los
los gremios de pequeños y medianos producto- grupos discriminados.
res a partir de una política social más amplia de De los trabajos de los tres países que han es-
fuerte contenido democrático.120 tudiado específicamente movimientos étnicos
en este programa121 (Ecuador, Chile y Brasil)

119 Piñeiro, Diego, ob. cit. 121 El texto que sigue se basa en síntesis de los trabajos
120 Idem. de los siguientes autores: Manuel Chiriboga, Cristian Vi-
908 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

surgen a la vez rasgos comunes y peculiari- nización de la comunidad india fue reciente y
dades distintivas en las modalidades de sus prácticamente forzada. “…La compulsión legal
luchas, reivindicaciones y estrategias, y en las a ‘reducirse’ a espacios físicos concretos y deli-
características de sus escenarios. mitados de terreno, que se inició el siglo pasa-
En efecto, en dos de ellos (Ecuador y Chile) do en Chile, obligó al mapuche a transformarse
se trata de contextos fundamentalmente rura- en agricultor. A partir de la ‘pacificación’ de la
les y las luchas étnicas; sobre todo en Ecuador, Araucanía, al mapuche se le campesiniza a la
aparecen íntimamente ligadas a la problemáti- fuerza, siendo así hoy día principalmente un
ca campesina, si bien el movimiento étnico no campesino, un productor agrícola directo…”.124
se confunde, sino que se yuxtapone y se combi- Para el mapuche, la tierra no ha sido tradi-
na con el movimiento campesino.122 cionalmente un bien de cambio, sino un bien
En Chile, aunque los medios de vida de la de uso, ya que en épocas anteriores a la colo-
comunidad india provienen fundamentalmen- nización no existía la propiedad individual de
te de sus actividades agrícolas, no se puede la tierra; el trabajo se encaraba más bien como
decir que movimiento étnico y movimiento un trabajo comunitario, donde instituciones de
campesino se homologuen, ya que la impor- colaboración mutua (mingaco, keluwn, vuelta
tancia numérica de los grupos étnicos dentro de mano, etcétera) eran las formas habituales
del campesinado no es tan relevante como en de la organización del trabajo.
Ecuador, Bolivia o Perú, sino que forman más En Brasil, en cambio,125 el movimiento ne-
bien un “pueblo minoritario en el interior de la gro, que data de la década del treinta, fue emi-
nación chilena”.123 Por otra parte, la campesi- nentemente urbano. Con etapas de auge y de
reflujo, tuvo en un principio (1931-1945) una
ves y Joel Rufino dos Santos, realizados en el marco
del proyecto “Los movimientos sociales ante la crisis en comprenderlo como movimiento social, ILET, Santia-
Sudamérica”, UNU-CLACSO, 1985. go, 1985, pág. 2, trabajo mimeografiado.
122 Véase, Chiriboga, Manuel, Crisis económica y mo- 124 Vives, Cristián, ídem, pág. 3.
vimiento campesino e indígena, CERLAC, Quito, 1985, 125 Véase Rufino dos Santos, Joel, O movimento negro
trabajo mimeografiado. e a crise brasileira, FESP, San Pablo, 1985, trabajo mi-
123 Vives, Cristián, El pueblo mapuche: elementos para meografiado.
Los movimientos sociales frente a la crisis 909

estrategia integracionista que apuntaba a ga- comunidades étnicas indias en Ecuador, Chi-
nar para la población negra urbana un lugar le, y otros países.
en la sociedad, sin cuestionarla. En tiempos No obstante las evidentes diferencias, hay
del populismo, hubo lugar para la utopía de elementos en común que asemejan a los di-
la democracia racial y recién en la década del ferentes movimientos étnicos estudiados. Su
setenta, una vez muerto el sueño del “milagro interlocutor es siempre el Estado, y su pro-
brasilero” y sus posibilidades de movilidad blemática intenta ser definida por los acto-
social para los negros, el movimiento negro res como una problemática nacional, de in-
comenzó a cuestionar a la sociedad global y tegración e interés nacionales. En efecto, en
a sus paradigmas de desarrollo; empezó a co- sus etapas “nacionalistas” o “populistas”, los
brar cuerpo una ideología más radicalizada, diferentes movimientos étnicos sudamerica-
influida en parte por el movimiento negro nor- nos han vivido la promesa de la democracia
teamericano.126 La población negra, predomi- participativa, de la inclusión de su comunidad
nantemente urbana, comparte y se entremez- racial en el nivel nacional, de plena e iguali-
cla con la cultura ciudadana, haciendo sus taria participación con inclusión expresa de
propios aportes: música, religión, ritos, danza, sus problemáticas sectoriales en los temas
etcétera y se manifiesta en gran número de ex- nacionales. Pero en casi todos los casos esta
presiones como: terreiros de candomblé (reli- promesa no se cumplió.
giosas), clubes de negros (recreativas), Grupo En lugar de la deseada integración hubo
de Danza Afro (artísticas), centros de inves- asimilación y las consignas y plataformas se
tigación y políticos (como el MNU), acciones usaron como formas de captación masiva de
de movilización política, de protesta, acciones votos en etapas preelectorales, o para obtener
de masa, etcétera. Dentro del movimiento consenso político. Más que intentos serios de
existe cierto policlasismo que va desde la cla- modificar tendencias racistas y marginadoras
se baja hasta la clase media alta, intelectuales, seculares hubo formas de instrumentalización
etcétera, cosa que difícilmente ocurre en las de la voluntad de los movimientos étnicos.
Los diferentes movimientos étnicos suda-
mericanos se caracterizan también por una
126 Idem. pendularidad en sus estrategias que van des-
910 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

de el abroquelamiento y sectarismo defensi- rectorio la Asamblea Nacional del organismo,


vo, cerrado a los posibles pactos y acuerdos declara que “…nuestra lucha está directamen-
con otros actores populares, hasta una poli- te ligada a los intereses de los trabajadores y
tización radicalizada que a menudo se basa de la inmensa mayoría del pueblo chileno en
en consignas heterónomas al movimiento general…”127
mismo. Los movimientos indios, ligados al En cuanto a la crisis, ésta ha profundizado
campesinado, tienden a radicalizarse acom- la atomización de los diferentes movimientos
pañando al movimiento campesino. El mo- étnicos al generar demandas cada vez más he-
vimiento negro ha tomado consignas de los terogéneas.
movimientos negros de otros países (por La historia de la lucha de los movimientos ét-
ejemplo EE.UU.) y su intelectualidad de iz- nicos registra en todos los casos una discusión
quierda manifiesta cierto teleologismo o fina- a nivel de la legislación nacional de temas como
lismo que coloca en la cúspide la utopía de la propiedad de la tierra, la preservación de la
un movimiento negro politizado, radicalizado comunidad, y de sus formas y estilos tradiciona-
y clasista, que tenga una expresión político- les de producción y organización, de su acceso
partidaria monolítica. No obstante, entre pleno a los derechos de ciudadanía, etcétera.
ambos polos surgieron intentos de pactos y Vale decir que el Estado ha sido el adversario e
acuerdos con otros sectores, como en Ecua- interlocutor por excelencia, y que la lucha se dio
dor, con organizaciones sindicales, y en Bra- en un terreno político y cultural, el de los meca-
sil, con los partidos políticos. nismos ideológicos discriminatorios de la cultu-
Como ya señalamos, existe una tensión en- ra dominante, que se traducen muchas veces en
tre autodefinirse como movimiento de clase o leyes velada o abiertamente marginadoras.
bien como movimiento étnico cultural, que es El intento de los movimientos étnicos apun-
común a todos los movimientos étnicos exami- ta a mostrar y a difundir ideológicamente que
nados. En Chile, por ejemplo, la organización la cuestión étnica no es una problemática “de
AD-MAPU se expide en noviembre de 1982 por minoría”, sino que ésta es constitutiva de la na-
una forma de organización escindida y diferen-
ciada del resto del campesinado (no mapuche),
y al año siguiente, luego de un cambio de di- 127 Vives, C., ob. cit., pág. 38.
Los movimientos sociales frente a la crisis 911

cionalidad y de la ciudadanía mismas. Es una minatorias raciales, revalorizando a través de


problemática nacional que debe plantearse en su memoria histórica prácticas vernaculares,
el campo de toda la sociedad nacional. para finalmente tratar de proyectarse como
Retomando algunos aspectos generales de fuerzas culturales alternativas en las socieda-
la temática analizada en este capítulo, pode- des capitalistas-criollo-mestizas.
mos señalar, por una parte, que la tierra, el Por otra parte, se destacan en las prácticas
mercado y la organización campesina cons- analizadas las demandas étnico-culturales, por
tituyen las demandas mínimas del mundo una incorporación ciudadana y nacional a par-
agrario. Pero también emergen intereses y tir del reconocimiento de la identidad de los
orientaciones del campesinado que apuntan grupos discriminados; no obstante, esta obser-
a incidir en espacios nacionales y políticos vación quedaría inconclusa si no se señalara
más amplios, conjugando a la vez orienta- que varios de los movimientos estudiados en
ciones clasistas, nacionales y culturales. Dos este texto incluyen tensiones y demandas in-
hechos coexisten en la región: la presencia ternas de carácter étnico-cultural que proba-
de fuertes y organizadas confederaciones blemente constituyan elementos explicativos
nacionales de campesinos con característi- e importantes de la acción colectiva analizada,
cas autónomas pero capaces de establecer elementos que hasta el momento han sido poco
compromisos con otras fuerzas sociales, estudiados.
compromisos a veces lábiles e insuficientes
para constituir proyectos nacionales com- D. La libertad, el género y la cultura128
partidos; por otra parte, organizaciones so- Los movimientos de derechos humanos ape-
ciales campesinas atomizadas en sindicatos lan, como principio aglutinador de su práctica
locales que aún persiguen de alguna manera
procesos de unidad nacional. Un hecho que
se destaca en la última década es la presencia 128 Los textos que utilizamos para realizar esta síntesis
en varios países de la región de organizacio- son los siguientes:
nes campesinas que van más allá de sus de- • Derechos Humanos: Sondereguer, María, El movi-
miento de Derechos Humanos en Argentina (1976-
mandas clasistas y que a un mismo tiempo se
1983), CEDES, Buenos Aires, 1985, trabajo mimeogra-
estructuran en el rechazo a prácticas discri- fiado.
912 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

política, a un sistema de valores fundamenta- rios.129 En principio, en etapas de dictadura y


les: la vida, la verdad, la justicia, planteando de autoritarismo de Estado han sido intentos
exigencias éticas de fundamentos humanita- defensivos ante situaciones de agresión a los
derechos humanos elementales.
Aunque su lógica es defensiva, su potenciali-
• De Género: Feijóo, María del Carmen, y Gogna, Mó- dad reside en la capacidad de desnudar, desde
nica, Las mujeres en la transición a la democracia, una ética fundamentalista, la lógica de la domi-
CEDES, Buenos Aires, 1985, trabajo mimeografiado. nación. Así, a partir de una estrategia defensiva
Saffloti, Heileth, y Ferrante, Vera, Formas de partici-
pação da mulher em movimentos sociais, FESP, San
se va estructurando lentamente en la sociedad
Pablo, 1985, trabajo mimeografiado. un consenso social sumamente amplio y capaz
Escobar, Cristina, Movimientos de mujeres, CINEP, de convocar a sectores muy amplios y hetero-
Bogotá, 1985, trabajo mimeografiado. géneos que cuestiona y descalifica la legalidad
Prieto, Mercedes, Notas sobre el movimiento de mu- de la dominación dictatorial. Pero se trata en
jeres en el Ecuador, CERLAC, Quito, 1985, trabajo mi-
meografiado.
principio de prácticas expresivas, no instru-
Corvalán, Graziella, La acción colectiva de las mujeres mentales, que necesitan mantenerse equidis-
urbanas en el Paraguay, CPES, Asunción, 1985, traba- tantes de todas las mediaciones políticas parti-
jo mimeografiado. darias para poder seguir generando un amplio
Prates, Suzana, y Rodríguez V., Silvia, Los movimientos consenso.130
sociales de mujeres en la transición a la democracia,
CIESU, Montevideo, 1985, trabajo mimeografiado. Esta representatividad responde en parte a
• De cultura juvenil: Vila, Pablo, El movimiento de la existencia de un “vacío político” que frente
rock nacional: crónicas de la resistencia juvenil, CE a la desmovilización popular genera una utopía
DES, Buenos Aires, 1985, trabajo mimeografiado. profundamente movilizadora y con un fuerte
Valenzuela, Eduardo, Los jóvenes y la crisis de mo-
potencial democratizador. En efecto, en buena
dernización, ILET, Santiago, 1985, trabajo mimeogra-
fiado. parte de la región los movimientos de derechos
Rodríguez, Ernesto, La juventud como movimiento humanos fueron (y son, en Chile y Paraguay) la
social. Elementos para el estudio del caso uruguayo,
CIESU, Montevideo, 1985, trabajo mimeografiado.
Laterza Rivarola, Gustavo, El movimiento estudiantil
independiente en el Paraguay (1960-1984), CPES, 129 Sondereguer, María, ob. cit., pág. 1.
Asunción, 1985, trabajo mimeografiado. 130 Idem, pág. 2.
Los movimientos sociales frente a la crisis 913

brecha por la cual comenzó a renacer el movi- to de valor como demanda o consigna política
miento popular, recuperando la memoria his- para amplios sectores de la población juvenil y
tórica de las luchas populares, en la medida en politizada, en los ’80 fueron los únicos recursos
que frente a un discurso dictatorial aniquilador capaces de abrir una brecha en el oscurísimo
de lo político supieron generar una revalori- panorama social y político nacional, capaces de
zación de aquellos valores de lucha que suele aglutinar a las diferentes capas de la sociedad,
enarbolar la juventud: el proyecto de liberación más allá de las múltiples identidades políticas.
y transformación social que los padres y fami- La problemática de los derechos humanos
liares de los presos, perseguidos y desapareci- comienza a sentirse ya no como un drama par-
dos asumen, en buena medida, sin declinar en ticular, circunscrito meramente a las familias
ningún momento.131 de los desaparecidos y detenidos, sino que
Los derechos humanos surgen junto con una gana legitimidad como problema de la comu-
revalorización de la democracia como cons- nidad nacional toda y es allí donde reside su
trucción, no ya como algo dado y preexistente. potencialidad como movimiento social.132
Todos aquellos valores que eran obvios y que En contraste con sus comienzos, signados
conformaban algo así como un conjunto míni- por el aislamiento, la indefensión y la soledad
mo de normas éticas que se daban por sentadas política, los movimientos de Derechos Huma-
y más allá de las cuales se dirimían las luchas nos comenzaron a aglutinar adhesiones de
políticas y sociales, tuvieron que ser recons- organismos internacionales, de instituciones
truidos, replanteados y revalorizados a partir como la Iglesia Católica y, paulatinamente, de
de la experiencia de su violación sistemática los partidos políticos y los movimientos socia-
por los gobiernos dictatoriales. les. Así fue posible generar espacios relativa-
Así, aquellos valores (la democracia política, mente protegidos que permitieron una mayor
el respeto a las garantías constitucionales, el participación y movilización popular capaces
respeto a la vida humana, etcétera) que en la de enfrentar a la represión.133
Argentina de los años ’60 carecían por comple-

132 Idem, pág. 16.


131 Idem, pág. 3. 133 Idem, pág. 20.
914 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

Pero, ¿cuáles son los potenciales democra- No obstante, los movimientos de derechos
tizadores de estos movimientos, y cuál será humanos dejaron pendiente su formulación po-
su papel en la próxima etapa democrática, sitiva, concreta –ya no sólo fundamentalista y
una vez que el adversario más visible, el Esta- ética– de un proyecto político posible.134
do autoritario-militar, cedió paso al gobierno
democrático? • La acción colectiva más elevada entre los mo-
En esta instancia el movimiento de Dere- vimientos de Derechos Humanos y aun del con-
chos Humanos probablemente intentará rede- junto de movimientos sociales de la Argentina
finir sus relaciones con la sociedad civil, el sis- fue el Movimiento de las Madres de la Plaza de
tema político y el Estado. Tratará de exigir, de Mayo. Este movimiento jugó un papel vital en
esta democracia en construcción, contenidos la descomposición del autoritarismo y actual-
explícitos mucho más profundos que los que mente juega un rol central en la construcción
per se promete una democracia parlamentaria. de los valores de la democracia argentina.
Toda esta experiencia popular, todo aquel su- El Movimiento de las Madres, a diferencia
frimiento y martirologio de los actores popu- del resto de los movimientos sociales, no plan-
lares habría servido entonces para profundizar tea metas de poder; por el contrario, su fuerza
los significados de la democracia y para consti- simbólica reside en el cuestionamiento, desde
tuirse en principio unificador y fundador de un una lógica de fines últimos, a la lógica del poder
nuevo Estado democrático a partir de una re- vigente en el país. Sus fines consisten en lograr
valorización de la democracia, ya no solamente el retorno con vida de los hijos desaparecidos,
como sistema formal, sino como construcción o bien el castigo para los culpables de acuerdo
sustancial, llena de sentido y que necesita de la con la ley y la justicia. Esta demanda cuestiona
participación, de la profundización y aun de la la razón de Estado y en alguna medida la po-
defensa permanente de los valores de vida y de lítica; respecto de lo primero, por absolutizar
paz, frente a las continuas tensiones y luchas a una responsabilidad moral, y respecto de lo se-
las que está sometida. Se trataría de un retomo gundo porque no se cumpliría la exigencia de
y vuelta a partir del origen ético del concepto
de democracia, más todos los contenidos res-
catados de la memoria histórica popular. 134 Idem, pág. 25.
Los movimientos sociales frente a la crisis 915

evaluar la posibilidad de realizar los fines y de ción es analítica, porque frecuentemente ambas
ponderar las fuerzas que poseen los intereses dimensiones se complementan y entremezclan
en juego. dentro de una misma agrupación femenina.
Como sea, esta impugnación trágica y justa, Los primeros parecen ser una extensión ac-
más allá de su realización, es la que le da cohe- tiva, parcialmente politizada en el sentido más
sión y fuerza moral al movimiento, para juzgar amplio de lo político, del ámbito de lo domésti-
y criticar a la sociedad en su conjunto.135 co y del papel central que juegan las mujeres en
las múltiples actividades reproductivas deman-
El género136 dadas para el mantenimiento social. En etapas
• En la problemática de los movimientos de gé- de cierre de los canales políticos lo social se
nero en América del Sur, cabe hacer una dife- politiza; las demandas sociales adquieren po-
rencia entre aquellos movimientos protagoniza- tencialidades cada vez más cuestionadoras del
dos principalmente por mujeres, pero que se es- orden político. Son formas de participación
tructuran alrededor de demandas muy diversas ancladas en los “roles tradicionales” femeni-
como los derechos humanos, la calidad de vida, nos, pero que al extenderse toman inusitadas
el consumo, la vivienda, la salud, etcétera, que connotaciones capaces de cuestionar el orden
podemos llamar movimientos “femeninos”, y global. En sus prácticas muestran una capaci-
aquellos otros que levantan consignas que se dad de democracia y participación internas que
refieren a la problemática específica de la mu- no son usuales en otras formas de organización
jer, que llamaremos “feministas”.137 Esta distin- política, tales como los partidos, los sindicatos,
etcétera. Un pluralismo abierto, un apoliticis-
mo explícito que intenta preservarse de toda
135 Para un análisis teórico de los derechos humanos y heteronomía, son rasgos comunes de estos
la democracia en América Latina, véase Ansaldi, Waldo
movimientos femeninos.
(comp.), La ética de la democracia, CLACSO, Buenos
Aires, 1985. En ellos se lucha por derechos relativos a
la familia, los niños, los hombres y las mu-
136 Véanse trabajos de Gogna, M., y Feijóo, M. del C.;
Saffioti, H., y Ferrante, V.; Escobar, C.; Prieto, M.; Cor- jeres de los sectores populares: derechos al
valán, G.; Prates, S., y Rodríguez, S., ob. cit. cita 131. consumo, derechos de ciudadanos, derechos
137 Idem. a la salud y a la vivienda. Surgen en gran par-
916 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

te como respuesta a la crisis, al subconsumo, desarrollados y desde las clases altas y medias
al desempleo, y son protagonizados por mu- hacia las clases bajas. Cada vez más, sus rei-
jeres de extracción fundamentalmente popu- vindicaciones encuentran eco en las mujeres
lar, aunque muchas veces ostenten un amplio de los sectores populares y muchas veces or-
policlasismo.138 ganizaciones “femeninas” evolucionan hacia
Las segundas, las luchas femeninas que en- reivindicaciones “feministas”.
caran el problema de la mujer, no responden Siendo su campo de batalla principal la cul-
puntualmente a la crisis sino que pueden ras- tura y la ideología, los movimientos feministas
trearse desde el siglo pasado y principios de contienen la potencialidad de cuestionar el
éste, desde aquellas primeras sufragistas cuya orden social de una manera global, orden defi-
lucha era obtener para las mujeres una parti- nido muchas veces por ellas como el binomio
cipación plena en los derechos de ciudadanía modo de producción capitalista/patriarcado,
y que continúan ininterrumpidamente, pero cuyos términos son mutuamente interdepen-
con flujos y reflujos, hasta las actuales orga- dientes y se refuerzan. Por ello, al cuestionar
nizaciones feministas que reivindican el dere- las prácticas y tendencias paternalistas en la
cho sobre el mismo cuerpo (anticoncepción, sociedad, el feminismo ha encontrado un cuño
aborto, maternidad voluntaria), la igualdad capaz de profundizar en las fisuras del orden
de oportunidades y de remuneraciones, y que social y político existente.139
cada vez más hacen de la cultura su campo de
lucha privilegiado. Los movimientos etarios
En general, por el nivel de abstracción de Una de las características comunes de varias
sus demandas, éstas no surgen directamente de las sociedades latinoamericanas es la alta
de situaciones puntuales de crisis, sino que son correspondencia entre las relaciones de poder
demandas permeadas culturalmente a nivel y las estructuras etarias de la población, don-
internacional, demandas que históricamente de ingentes masas de jóvenes ven limitadas
fluyeron de los países desarrollados a los sub- sus posibilidades de acceso al poder y la au-

138 Idem. 139 Idem.


Los movimientos sociales frente a la crisis 917

toridad, al prestigio, a los beneficios económi- de espacios normativamente poco estructu-


cos y al reconocimiento societal, en suma, a la rados, de escasa solidaridad y comunicación
participación social. Esta tendencia se ha visto colectiva), y extrañamiento y desintegración
particularmente reforzada bajo regímenes dic- cultural en el nivel de las orientaciones cul-
tatoriales, cuyas políticas no sólo suprimen los turales (escasa identificación con las metas
derechos ciudadanos de la juventud, sino que culturales del Estado y la sociedad, y poca
han hecho de ésta su víctima privilegiada. Lo capacidad de comunicación y creación cul-
joven solamente es valorizado cuando rinde tri- tural propia), son características innegables
buto al orden y al poder.140 del divorcio existente entre los jóvenes y las
Por otra parte, los comportamientos juve- instituciones sociales.
niles se hacen comprensibles en su referencia De esta manera, el mundo de los jóvenes
a las dimensiones simbólicas de la vida social. queda conformado como un espacio de con-
De alguna manera, la juventud se caracteriza ductas desorganizadas y de crisis de identi-
por su tendencia hacia orientaciones funda- dad, donde la acción se propone reproducir
mentalistas con arreglo a valores, de orden aquellas conductas que la modernización qui-
más cultural que económico. so desterrar: las orientaciones hacia el placer
En Chile, por ejemplo 141 el autoritarismo inmediato, el refugio comunitario, la agresión
neoliberal ejercido sobre la juventud produ- anómica y la reaparición de mitos sacrificiales
jo el efecto contrario: dispersión y no dis- (el allendismo) como principio de identidad
ciplinamiento social. Los jóvenes aparecen colectiva, en un intento de refutar la lógica del
fuera de las jerarquías y de los mecanismos mercado como principio de integración social
institucionales de control social. Exclusión y y de identidad cultural.142
atomización en el plano de las relaciones so-
ciales (los jóvenes están usualmente fuera de • En Uruguay, el autoritarismo militar y la
las instituciones sociales y participan dentro experiencia monetarista crearon, por reac-
ción, las condiciones para un incipiente de-

140 Vila, Pablo, ob. cit.


141 Valenzuela, E., ob. cit. 142 Idem., ob. cit.
918 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

sarrollo de movimientos sociales, entre ellos a la situación precaria de las principales fuer-
el juvenil.143 zas de oposición. Las propuestas del MEI abar-
Sin embargo, a diferencia de lo ya men- can tanto aspectos de política nacional (lucha
cionado para Chile y de lo que veremos más contra la injusticia social y económica, exigen-
adelante al tratar a Paraguay y Argentina, se cia de implementar una política de desarrollo
afianzan formas ya probadas de canalización nacional, promoción para la creación de un
de la oposición juvenil (movimiento estudian- ordenamiento político participativo, etcétera)
til, sindical y político) en lugar de surgir nue- como reivindicativa estudiantil y, en ambos ca-
vas propuestas y formas de acción. Sólo el mo- sos, ubican al Estado como a su contradictor.
vimiento juvenil cooperativo adquirió alguna Esto le vale ser considerado, por parte del go-
gravitación durante la etapa de la dictadura y bierno, como un sector más fuera del control
fue capaz de mantener instancias de encuen- oficial y, consecuentemente, es hostigado en el
tro y socialización autónomas. mismo nivel que los demás movimientos socia-
les no oficialistas.
• En Paraguay, por el contrario, el Movimien- Por otra parte y tal como ocurre en Chile
to Estudiantil Independiente (MEI) adquiere y Argentina, los miembros del MEI entienden
relevancia política en el sector estudiantil a su organización como un sistema en el que las
partir de la constatación de la consolidación relaciones afectivas de sus integrantes predo-
de la dictadura de Stroessner, que conlleva co- minan sobre el régimen de normalización y dis-
rrelativamente la disgregación y debilidad pro- ciplina.144
gresiva del único partido con suficiente caudal
popular como para representar una alternati- • Por último, el proyecto político autoritario
va. Esta alternativa de lucha contra el sistema inaugurado en Argentina en 1976 intentó re-
totalitario a partir de un movimiento no vin- definir la identidad de los actores colectivos
culado a partidos políticos (novedad absoluta tradicionales, imponer la lógica articuladora
para la juventud paraguaya) fue una respuesta del mercado y accionar represivamente sobre

143 Rodríguez, E., ob. cit. 144 Laterna, Rivarola, G., ob. cit.
Los movimientos sociales frente a la crisis 919

el estrato juvenil a partir de la estigmatización restaurando la comunicación e información


del “joven sospechoso”. En este contexto, veraces acerca del país real, rescatando el sen-
amplios sectores de la juventud conformaron tido de la vida de un contexto de terror y con-
como ámbito de sostén de su identidad un mo- solidando a un actor colectivo como forma de
vimiento cultural, el “rock nacional”, que pasó contrarrestar un modelo de vida individualista,
a convertirse (ante la desaparición del movi- contraponiendo la acción solidaria a la prima-
miento estudiantil y de las juventudes políti- cía del mercado y a un proyecto de transforma-
cas) en el principal ámbito de constitución del ción global de los actores colectivos, etcétera.
“nosotros”.145 Es en los innumerables recitales El contenido altamente contestatario de
masivos de la época donde el movimiento se las canciones, la actitud frontalmente cues-
festeja a sí mismo y corrobora la presencia del tionadora de los asistentes y el encuentro en
actor colectivo cuestionado. recintos comunes para expresar su oposición
De esta manera, los recitales aparecen como al régimen militar fueron algunas de las carac-
rituales a partir de los cuales se constituye una terísticas que hacen de este movimiento juvenil
colectividad y son también ámbito privilegia- una de las pocas alternativas contestatarias en
do de comunicación entre los jóvenes. Más un régimen política y socialmente cerrado.146
adelante, pasada la etapa inicial, defensiva, el Los movimientos juveniles latinoamericanos
movimiento se convierte en uno de los princi- con origen en fenómenos estructurales e his-
pales contradictores del Proceso, a través de tóricos similares –reflejo de la situación transi-
las letras y temáticas de las canciones, y de la cional que compete al joven en toda sociedad–
conducta del público en los recitales. tienen, sin embargo, características nacionales
Por lo tanto, se puede sostener que el movi- bien diferenciadas.
miento de “rock nacional” desempeñó un pa- No obstante, expresiones tan disímiles
pel sumamente importante en la socialización como “Morir, luchando, de hambre ni cagan-
y resocialización de amplios sectores de la ju- do” (coreada por los jóvenes chilenos más
ventud argentina durante la dictadura militar, radicalizados y que es un buen símbolo de la

145 Vila, Pablo, ob. cit. 146 Vila, Pablo, ob. cit.
920 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

dimensión sacrificial del allendismo)147 y “… Nadie puede negar la presencia de este tipo
el MEI es político pero no partidista ni sec- de acción en la historia de América Latina; sus
tario porque intervendrá en toda política que orientaciones fueron muy variadas: republi-
afecte a la Nación, sin entrometerse en las canos, nacionalistas, socialistas, anarquistas
destructivas rivalidades de partido” (parte de y bandidismo social; sus formas de lucha han
un “ideario” del MEI paraguayo) o “Mi arma es sido, entre otras, montoneras, republiquetas,
la paz, mi partido es el rock y mi eterno fin es guerrillas rurales, guerrillas urbanas y guerras
el amor” (escrita por un rockero argentino en de liberación nacional.
su mochila),148 son ejemplificadoras de movi- El problema consiste en detectar los distintos
mientos sociales que indudablemente fueron, sentidos sociológicos de esta acción política y su
para amplios sectores juveniles, refugio, ám- viabilidad societal en los distintos contextos na-
bito de resistencia y canal de participación en cionales y regionales, puesto que varias veces lo-
el contexto de una sociedad autoritaria, cerra- graron transformaciones sociales y otras, las más,
da y en crisis. la consolidación o reemergencia de sistemas po-
líticos altamente despóticos. Sin embargo, de al-
E. La guerra y la política 149 guna manera se autodefinen como los sujetos del
Los movimientos de acción revolucionaria se cambio, que arrastran tras de sí al resto de la so-
caracterizan por su lucha contra el Estado y el ciedad, monopolizando el Estado y la política.150
sistema de dominación dependiente mediante
la acción violenta. Allí, el campo del conflicto • En el caso de la guerrilla colombiana, ésta
coincide con el campo de batalla; esto conlleva puede comprenderse en el marco de cierta tra-
complejas connotaciones sociológicas. dición política y social de violencia nacional.

147 Valenzuela, E., ob. cit.


150 Véase Touraine, La voix et le regard, ob. cit., pág.
148 Vila, Pablo, ob. cit. 119-124. Hobsbawn, Bandidos, Ariel, 1976, en especial
149 El texto que sigue se basa en síntesis de los trabajos capítulos I y VII. Para una discusión teórica de la rela-
de Naranjo, Gilberto, y Degregori, Carlos I., realizados ción entre acciones políticas violentas izquierdistas y
en el marco del proyecto “Los movimientos sociales totalitarismo, véase F. Furet y col., Terrorisme et demo-
ante la crisis en Sudamérica”, UNU-CLACSO, 1985. cracie, Fondation Saint-Simon, Fayard, París, 1985.
Los movimientos sociales frente a la crisis 921

Como referencia general, se puede apuntar la La guerrilla buscó legitimar su existencia en


década que va de 1947 a 1957, que culminó con el sistema político nacional; probablemente,
el pacto entre conservadores y liberales. Más una de las variantes virtuales que está en juego
adelante, en los años ’60 se instauró la guerrilla detrás de este conflicto y de esta tregua sea la
inspirada en el modelo foquista cubano, lue- entrada o no en la escena política formal de la
go de la guerra popular de orientación china misma sociedad colombiana.
y, más recientemente, de la acción guerrillera El movimiento guerrillero se incorporará al
urbana en el marco de las luchas de liberación sistema político nacional y acompañará un pro-
nacional. Actualmente, en razón de la llamada ceso de democratización, con toda la gama de
tregua o pacificación nacional, este tipo de ac- problemas que ello implica, o retornará a la ac-
ción gira en torno de la búsqueda de frentes po- ción violenta. Esto depende lógicamente de va-
pulares más amplios, lo que le da especificidad rias fuerzas como el Estado, las clases dirigen-
propia a este tipo de movimiento. tes y las mismas opciones guerrilleras que hoy
Dos hechos condicionaron su orientación: por debaten estas alternativas; lo contrario será la
una parte, la búsqueda del gobierno y el lidera- reemergencia de la violencia y, probablemente,
to de Betancur, de nuevas formas de unidad y de la llamada “guerra sucia”.
reconciliación nacional, con el fin de relegitimar
las instituciones democráticas y de disminuir la • La guerrilla de Sendero Luminoso en el
polarización cada vez más crítica del conflicto Perú es tal vez uno de los movimientos re-
social, por otra, la demanda por parte de la socie- volucionarios más complejos en la historia
dad y de los grupos populares de pacificación y de América Latina, pues guarda relación no
participación en el sistema político. De todas ma- sólo con las luchas de liberación nacional,
neras es indudable que el Estado reconoció en la sino muy especialmente con estructuras so-
guerrilla un hecho político de singular importan- cio-culturales de origen colonial y, a la vez,
cia y, en este sentido, tal vez formalizó el rompi- es un movimiento cuya voz se expresa única
miento del bipartidismo Conservador-Liberal.151 y exclusivamente por la acción violenta; de
allí que comprender sus significados y signi-
ficantes resulta extremadamente difícil. Sin
151 Nzranjo, Gilberto, El movimiento guerrillero, CI-
NEP, Bogotá, 1985, trabajo mimeografiado. embargo, después de los trabajos de Degre-
922 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

gori y Fabré 152 entre otros, y varias conver- sidad, luego entre la Federación de maestros y
saciones y discusiones, es posible hipotetizar barrios pobres de Ayacucho, y posteriormente
varios aspectos. en comunidades campesinas de Puna y Valle.
Hay dos lecturas interdependientes de la La articulación de éstas y otras áreas de deman-
evolución de Sendero. Primero, la historia par- das y conflictos es poco conocida, pero progre-
ticular de un grupo de líderes intelectuales y sivamente van marcando un amplio espectro
estudiantiles, sobre todo de provincia, inspira- de múltiples oposiciones: contra el mercado
dos en el pensamiento maoísta y que después y el dinero, contra el Estado y la democracia,
de múltiples fraccionamientos y conflictos cul- contra el imperialismo norteamericano y ruso,
mina en el grupo dirigente de Sendero. Segun- contra la izquierda tradicional, contra grupos
do, las características socioculturales e histó- y personas que detentan los poderes locales
ricas de la formación de la nación peruana, y o comunitarios, y contra los valores comuni-
más particularmente del mundo andino o del tarios tradicionales; en definitiva, contra todo
Perú profundo, como diría Arguedas. aquello que se les opone o no se les subordina.
Este grupo guerrillero tiene como epicentro Todo esto es expresado a través de un dis-
de actuación a la provincia de Ayacucho, una curso mesiánico, internamente muy cohesiona-
de las regiones siempre más pobres e históri- dor y externamente absolutista, donde los fines
camente más conflictivas del Perú;153 pero esto últimos subordinan a los medios que cada vez
no niega su impacto en varios nichos de pobre- más se organizarían en torno de acciones pu-
za andina a lo largo y a lo ancho del país. Así, nitivas y violentas: de alguna manera, aspiran
Sendero Luminoso se yuxtapone y se hace eco a capturar al Perú. Obviamente, esta acción en
de una serie de demandas regionales, sociales, sí no se explicaría si no es en relación con la
étnicas y nacionales, iniciando su acción de in- reacción del Estado y el ejército, es decir, con
fluencia y reclutamiento, primero en la Univer- la lógica de la guerra sucia.154
Pero esta lógica donde “nadie y todos son
culpables” produce una serie de efectos socio-
152 Degregori, Carlos I., ob. cit.; H. Fabré, Sendrier Lu-
mineux, Horizons obscurs, R. Dokleus A. Latine, París,
1984.
153 Degregori, Carlos I., ídem. 154 Idem.
Los movimientos sociales frente a la crisis 923

lógicamente perversos, ya no sólo en lo relati- Porque ocurre que la guerra como instru-
vo a los derechos humanos en sentido extricto, mento político, aun cuando se trate de una gue-
sino a las mismas dinámicas sociales, como, rra de liberación, una guerra de los oprimidos
por ejemplo, la revitalización de rivalidades co- contra los opresores, carga de violencia hasta
munales e intracomunitarias, el fraccionamien- las relaciones más cotidianas, lleva a una serie
to y los conflictos familiares, y el retraimiento infinita de mutuas represalias cuyo poder des-
comunitario frente a la sociedad nacional.155 tructivo sólo puede ser evaluado por la histo-
En términos de efectos sobre la política, ria, pero indudablemente subvierte y pone en
la acción senderista, tal vez a diferencia de la cuestión a toda una cultura. “…decir basta a
guerrilla colombiana, cierra el espacio de la la guerra, esto es, rechazar la agresividad allí
política pues considera al adversario como un donde se manifiesta, en sus consecuencias más
enemigo al que hay que aniquilar, acción coin- mortíferas, constituye una buena salida para la
cidente con las fuerzas regresivas que cierran superación de una lógica que cree poder resol-
el círculo de la guerra y que crecientemente ver los problemas de la vida con la muerte…”156
involucran o pretenden involucrar obligatoria-
mente a toda la sociedad en un campo de ba-
talla donde sólo existen amigos y enemigos, y IV. Los movimientos sociales ante
que tienen además el efecto perverso de gene- la crisis
rar confusión entre los actores sociales.
Probablemente el grito de Sendero no sólo Las tendencias que hemos encontrado en los
expresa la lógica del terror, sino más bien la diferentes campos de conflicto nos permiten
tragedia de la pobreza que no sólo afecta a la realizar una primera elaboración hipotética
sociedad sino, por sobre todo, a la vida, y cuyos explicativa sobre las características y el cur-
efectos y causas todavía estamos lejos de enten- so de los movimientos sociales en formación,
der, pero que de seguro nos obligarán a ver y a principalmente en relación con la dinámica de
soñar nuestra sociedades de diferente manera. la crisis.

156 Ravaioli, C., Il quanto e il quale, la cultura del mu-


155 Idem. tamento, Ed. Laterza, Roma, 1982, pág. 179.
924 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

En primer lugar, la crisis y los conflictos Los procesos de reestructuración de la


estudiados pueden ser leídos en clave teó- economía implicarían cambios en la rela-
rica. Parecería que la crisis encontró en los ción capital/trabajo, con el fortalecimiento
países desarrollados tendencias de resolu- superlativo del primero gracias a las interac-
ción en el sentido de la reemergencia de un ciones entre capital financiero y revolución
nuevo sistema de poder y de acumulación tecnológica, donde el capital constante y la
mundial. Así, para Petras,157 EE.UU. sería acumulación basada en su productividad
una potencia que reemerge con más fuerza a tendrían amplios y nuevos horizontes que
través de una nueva concentración de poder. condicionarían, por otra parte, un Estado
Por otra parte, Castells subraya el desarro- altamente consumidor de tecnología y re-
llo de una mayor concentración de capital cursos militares. Asimismo, esta dinámica
y de la gestión a escala mundial, donde las implicaría una nueva escala de internacio-
decisiones de las multinacionales estarían nalización de la economía.
cada vez más centralizadas en EE.UU. No Este proceso daría origen a una nueva divi-
se trata, afirma el español, “de que el capital sión internacional del trabajo donde los paí-
no se dirija a cada Estado en particular. Sino ses más industrializados, con fuerte presencia
que al realizarse el equilibrio del sistema a de empresas en cadena y de producción com-
nivel mundial, es preciso –además de los plementaria, tenderían a monopolizar la pro-
Estados particulares– un Estado imperial, ducción y el mercado mundial, mientras que
que hoy no puede ser otro más que el Estado los países subdesarrollados, y especialmente
Americano…”158 los menos industrializados, quedarían muy re-

157 Petras, J., “Critical perspectives on imperialism el capitalismo americano, pág. 325, Edit. Laiz, Bar-
and social class in the Third World”, en Monthly Re- celona, 1978. Véase también de M. Castells, “Cambio
view Press, Nueva York y Londres, 1979. H. Brochier en político versus cambio social. Cambio social versus
una visión maniqueísta, señala que la crisis es una estra- cambio político. Testimonio de una trayectoria inte-
tegia para el mantenimiento del poder. Véase Brochier lectual: Manuel Castells”, entrevista en Revista David
en El concepto de crisis, ob. cit. y Goliath, núm. 48, CLACSO, Buenos Aires, noviem-
158 Castells, Manuel, La crisis económica mundial y bre de 1985.
Los movimientos sociales frente a la crisis 925

ducidos en su participación en la producción o social, tenderían a perder vigencia de no ser


y el comercio internacional.159 que en las prácticas de los movimientos socia-
Es decir que estaría emergiendo un sistema les y de otros agentes de la acción social se pro-
de poder multidimensional, hiperabstracto y duzcan mecanismos de renovación y autotrans-
de difícil comprensión, cuya dirección esta- gresión colectiva. Pero por el momento, una
ría altamente concentrada en élites cada vez lectura preliminar indicaría que no hay actores
más reducidas de los países desarrollados y históricos claramente definidos que se opon-
minorías consistentes, emergentes en los paí- gan al poder emergente; en sentido estricto, no
ses atrasados. El control del poder se caracte- existirían movimientos sociales, sino más bien
rizaría por la organización de múltiples redes expresiones embrionarias de los mismos.
de conexión tecnológico-financieras, donde lo Actualmente, lo que es posible observar en
central de una economía o de una empresa ya los movimientos sociales es que constituyen
no sería solamente la producción en sentido –unilateralizando y simplificando grandes sig-
estricto, sino su capacidad productiva; en este nificantes de la acción colectiva– un universo
extraño espectro, la revolución tecnológica, y múltiple, heterogéneo y disperso de prácticas
más particularmente la de la informática, cum- reactivas de distintas características.
plirían un papel central. En este conjunto de prácticas colectivas,
Por otra parte, los movimientos sociales vi- puede ser que coexistan casi irreductiblemente
virían actualmente un momento de transición un particularismo obrero centrado en sus con-
entre antiguas y nuevas prácticas colectivas. diciones de trabajo con espacios de resistencia
Las orientaciones seculares de la acción colec- urbana defensivos de sus condiciones de vida,
tiva latinoamericana en términos de moderni- un conjunto de prácticas campesinas fragmen-
zación, industrialización o liberación nacional tadas en necesidades y orientaciones diversas,
y una serie de movimientos culturales, etarios,
étnicos, etcétera de orden más fundamentalis-
159 Véase artículo de Berthelot, Yves, “Perspectives ta que cuestionador de las relaciones de poder.
1985-1990: Inquietudes”, y de Calderón, F., “Entre la Puede haber, incluso, situaciones de mul-
desorganización nacional y la creatividad social: notas
ti o pluri pertenencia a estas prácticas, pero
sobre el impacto de la crisis en Latinoamérica”, Revista
David y Goliath, núm. 48, noviembre de 1985. aun en este caso es posible que se reproduz-
926 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

can tendencias a conductas irreductibles. Este una parte debe oponerse y negociar con la nue-
conjunto de atributos generaría una cualidad va lógica capitalista y, a la vez, reprimir y con-
monádica generalizable para el conjunto de la ciliar una multiplicidad de acciones colectivas,
acción colectiva sudamericana. Es decir que, lo que probablemente condicionará una mayor
aparentemente, la adscripción a una o más concentración de poder en él.
identidades, a uno o más movimientos sociales Sin embargo, es importante recordar que en
no significa que se esté en condiciones de com- América Latina el Estado es también parte de
binar y complementar estas luchas con vistas a las relaciones sociales, y que su constitución y
crear un actor histórico con capacidad de dis- desarrollo están indisolublemente ligados a las
puta por la hegemonía. relaciones sociales que lo involucran, no sólo
Otra característica central de estas prácticas en tanto que actor en procesos productivos y
colectivas emergentes consistiría en una atomi- reproductivos, sino como regulador de proce-
zación intensa y asimétrica que varía según las sos político-culturales más amplios. Precisa-
características, los espacios y los tiempos de mente por esto la interacción Estado y socie-
cada país concreto. Vistos en conjunto y pers- dad será probablemente una de las temáticas
pectiva, semejan una galaxia en formación, in- centrales de la reconstitución del campo del
candescente y embrionaria, y cuyas partículas conflicto histórico de nuestras sociedades y del
aún permanecen distantes entre sí, espasmó- sistema mundial de dominación.
dicas, incapaces de fusionarse y de tomar una Pero todas estas reflexiones, ¿implicarían
sola órbita común; serían energías dispersas un proceso de fragmentación de la acción co-
que no alcanzan a transformarse en estrellas. lectiva al infinito, es decir, un proceso de des-
En este contexto de desencuentro entre una trucción definitiva de los actores históricos?,
lógica, la del poder, abstracta y difícilmente ¿o es que en las prácticas analizadas pueden
aprehensible pero sólida, y la otra lógica, atomi- encontrar elementos nuevos de gestación de
zada y puntual de las múltiples luchas sociales, actores históricos?
por el momento sólo el Estado o lo paraestatal Un primer fenómeno a señalar es que pa-
estén en condiciones de reconocer esta nueva recería no haber un sentido unidireccional,
lógica sistémica. El Estado se ve presionado a ni un epicentro, que regulen el comporta-
enfrentar estas racionalidades opuestas; por miento absoluto de nuestras sociedades. En
Los movimientos sociales frente a la crisis 927

este sentido, no hemos encontrado un único los pares expresa una tensión entre posibilida-
principio que explique el funcionamiento y des antagónicas.
el cambio de los movimientos sociales; más En primer lugar, de búsqueda y consolida-
bien, encontramos una diversidad de com- ción cuidadosa a partir de una intensa valora-
portamientos que reaccionan, se adaptan y ción ética de la democracia y, particularmente,
proponen de distinta manera variadas op- de los derechos humanos como portadores de
ciones sociales, y aunque esto no niega que un orden político moralmente distinto, versus
existan tendencias recurrentes, enfatiza que formas de verticalismo y autoritarismo e into-
los movimientos sociales no tienen una sola lerancia dentro de los movimientos.
causa, ni un único destino. En segundo lugar, de aceptación y, en alguna
Por otra parte, una alternativa límite para medida de valorización de la diversidad socie-
muchos movimientos sociales sería un proce- tal en el sentido más amplio del término, donde
so de descomposición y desintegración social los distintos actores en formación empiezan a
crecientes, donde los actores no alcancen a reconocer a los otros y buscan interactuar con
constituirse plenamente, y el dinamismo de la ellos, versus la tendencia al reduccionismo y a
violencia, el caos o el totalitarismo se impon- la monopolización de la representatividad de la
gan a la sociedad; en suma, una alternativa que acción social, excluyendo e invalidando el dis-
pase por la ausencia de principios de integra- curso y la acción del otro.
ción y articulación consensual. Otra alternati- En tercer lugar, de afirmación y autonomía
va límite sería que estos movimientos sociales de los mismos movimientos sociales respecto
fueran portadores de un nuevo orden social, de de organizaciones e instituciones externas a
un nuevo modelo de desarrollo, que tuvieran ellos (principalmente tendiendo a buscar una
efectos específicos de producción de formas autonomía de los partidos y el Estado, pero
sociales y de valores, y que a su vez fueran con- también de toda forma de acción percibida
dicionantes de nuevas utopías. como manipuladora), versus heteronomía,
En este sentido, en estos movimientos es- clientelismo y dependencia.
pecíficos es posible detectar cinco pares de Una cuarta orientación detectada sería ha-
orientaciones coexistentes en el interior de las cia el hallazgo de formas de producción y re-
prácticas colectivas estudiadas; cada uno de producción societal independientes en gran
928 La construcción social de los derechos y la cuestión del desarrollo

medida, externas o complementarias al Estado sociales, busquen un nuevo imaginario colec-


y a la economía formal, es decir, hacia la bús- tivo160 en la aceptación y el reconocimiento
queda de nuevas formas de cooperación, de de la diversidad señalada y se generen nuevas
gestión, de auto o cogestión progresiva de las identidades societales compartidas a partir de
dificultades impuestas por la crisis, que de al- la experiencia y memoria históricas de los ac-
gún modo revitalizan la relación sociedad civil tores y que, en definitiva, se recomuniquen y se
–economía, versus la reproducción de las vie- opongan a la nueva y distinta forma de poder,
jas formas cristalizadas de dependencia estatal tal vez como la única forma de hacerse sujetos,
y del sistema productivo capitalista. es decir, actores de su propia historia, de su
Una quinta orientación sería la emergencia propia sociedad.
de nuevos valores de solidaridad, reciprocidad En este sentido, el clamor que hoy escucha-
y comunitarismo muy puntuales y específicos, mos en la esquina es el olor a universo de ma-
que cada vez más apelan al trabajo solidario y a ñana…
la decisión colectiva, versus el individualismo,
la lógica del mercado y la competencia.
En fin, es posible que de la fricción entre
estas tendencias antagónicas surjan formas
revalorizadas de la acción social que puedan 160 Para una mayor elaboración de esta problemáti-
reagruparse y, a partir de la evolución de sus ca, véase F. Calderón y Mario dos Santos, “Movimien-
conflictos, constituir nuevos actores históricos tos Sociales y gestación de cultura política”, ponencia
presentada en el seminario sobre Cultura política y
que disputen las nuevas formas del poder. democratización, del Grupo de trabajo sobre teoría del
En este contexto es posible que las identi- Estado y la política, CLACSO, Bs. As., 1985, trabajo mi-
dades, particularmente las de los movimientos meografiado.
Pantone 286 U
Formato: 20x20 cm /// Lomo: 5,8 cm

El Consejo Latinoamericano de Ciencias


Sociales (CLACSO) es una institución internacional
no-gubernamental con status asociativo en la UNESCO,
creada en 1967. Actualmente, reúne 609 centros de in-
ernando Calderón Gutiérrez hace ciencia
social como los cartógrafos dibujan mapas,
creando maneras de describir la realidad, gene-
no son fáciles de leer, menos dibujar; pero son
esenciales, creo, para entender por qué el pasado
se yergue sobre el presente.
Fernando Calderón Gutiérrez Fernando Calderón Gutiérrez es Doctor
en Sociología de la Escuela de Altos Estudios
de Paris, Francia.Licenciado en Sociología de la
vestigación y posgrado en el campo de las ciencias Universidad de Chile.
rando cartas de navegación e hilando puntos Este método se llama ciencia social en América
sociales y las humanidades en 46 países de América
Latina, Estados Unidos, Canadá, Alemania, España,
Francia y Portugal.
conexos donde el resto solo vemos puntos. Latina. Contrasta el mundo real con el concepto y La construcción social de los derechos Profesor de las universidades de Chile y Católi-
A diferencia de muchos académicos que ven siempre está dispuesto a transformar el concepto,
y la cuestión del desarrollo ca en Valparaíso, Chile; San Andrés en La Paz y

La construcción social de los derechos


Sus principales objetivos son: América Latina como inconclusa, subdesarrollada construir una nueva categoría, para describir San Simón en Cochabamba, Bolivia; de FLAC-
• Promover la investigación social para el combate a la SO; de las universidades de Chicago, Austin,
pobreza y la desigualdad, el fortalecimiento de los o atrasada, Fernando ve proyectos alternativos de mejor la realidad. Ahí viene el enganche con la

Fernando Calderón Gutiérrez


Cornell y California-Berkeley,Estados Unidos, y
derechos humanos y la participación democrática. modernidad en pugna, donde “no falta nada”, ni cartografía, la capacidad de describir un mundo
de Barcelona, España. Conferencista y profe-
• Contribuir, desde los aportes de la investigación existe “carencia” ni “atraso” alguno. En sus mapas que cambia. sor invitado en más de 10 universidades de

y la cuestión del desarrollo


académica y del pensamiento crítico, a promover polí-
ticas de desarrollo sustentables en términos económi- cognitivos de América Latina coexisten prácticas América Latina y diversas partes del mundo.
cos, sociales y ambientales. populares, instituciones neoliberales y hábitos
• Tender puentes entre la investigación social y las Ha sido investigador invitado en el Centro de
políticas públicas, impulsando acciones innovadoras,
neoindigenistas, en pugna política abierta, pero Del Prólogo de Gray Molina en Los laberintos de
Estudios Globales de Paris de la Maison de
creativas y viables ante los grandes desafíos sociales, sin disonancia cognitiva. Los mapas de Fernando la libertad.
educativos, culturales y ambientales de América Latina Sciencies de l’Homme y en el Departamento de
y el Caribe. Comunicaciones de la Universidad de Southern
• Apoyar la formación de redes de investigadores/as e California en Los Ángeles. Actualmente dirige el
instituciones que actúan en el campo de las ciencias programa Innovación, desarrollo y multicul-
sociales y las humanidades. turalismo en la misma Universidad y le ha sido
• Fortalecer los procesos de internacionalización aca- otorgada la Cátedra Simón Bolívar (2017/18)
démica en América Latina y el Caribe.
por la Universidad de Cambridge en Inglaterra.
• Ampliar la cooperación y el diálogo académico
Sur-Sur y Norte-Sur.
• Estimular el desarrollo y la consolidación de las
Ha sido Secretario Ejecutivo de CLACSO, Ase-
ciencias sociales y del pensamiento crítico en los países sor en Políticas Sociales de la CEPAL, Asesor
más pobres de América Latina y el Caribe. Especial regional en Desarrollo Huma- no y
• Intervenir en el debate público nacional y regional, Gobernabilidad del PNUD para América Latina.
aportando las perspectivas y contribuciones de la Ha coordinado y asesorado más de 10 Informes
investigación social basada en resultados. Patrocinado por de desarrollo humano a nivel na- cional, regio-
• Colaborar con la formación de agentes gubernamen-
nal y mundial y ha dirigido el Proyecto de Análi-
tales, activistas sociales y profesionales de la prensa en
temas sociales, educativos, culturales y ambientales, sis Político y Prospectiva para América latina
acercándolos a problemáticas abordadas desde las cien- (PAPEP).
cias sociales y a las evidencias que la investigación
social aporta.
Agencia Sueca de Desarrollo Internacional
Antología esencial Es autor de más de veinte libros en temas de mo-
• Generar condiciones de acceso abierto a la producción vimientos sociales, política, cultura y desa-
académica latinoamericana y caribeña, contribuyendo a
la democratización del acceso al conocimiento y per- rrollo, además de haber participado en más de
mitiendo su más activa utilización por parte de los Prólogo de treinta compilaciones sobre los mismos temas.
gestores de políticas públicas, las organizaciones sociales
y ciudadanas, la prensa y el propio sistema universitario. ALAIN TOURAINE
ISBN 978-987-722-239-5

COLECCIÓN ANTOLOGÍAS
9 789877 222395
CALDERÓN GUTIÉRREZ

Black

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