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Las formas paralelas de una prueba son equivalentes en el sentido de que pueden contener los

mismos tipos de reactivos de igual dificultad y que están altamente correlacionadas. Por lo tanto,
las calificaciones que se obtienen en una forma son muy similares a las obtenidas por los mismos
examinados en una segunda forma en el mismo nivel de edad o de grado que la primera forma.

 Las formas paralelas producidas se igualan convirtiendo las calificaciones de una forma a
las mismas unidades que las de la otra forma. Esto puede lograrse, por ejemplo, mediante el
método equipercentil de cambiar las puntuaciones en cada forma a rangos percentilares.

 Al proceso de igualar, o más bien de hacer comparables, dos pruebas del mismo nivel de
dificultad (por ejemplo, el mismo grado) se le conoce como igualación horizontal. Esto también
puede realizarse verticalmente, como cuando se igualan las calificaciones de dos pruebas con
distintos niveles de dificultad (grados diferentes).

 La metodología con que se establecen las constantes adecuadas para las ecuaciones
lineales de transformación, de modo que los parámetros correspondientes en ambas pruebas se
encuentren en la misma escala, se denomina vinculación. Los procedimientos de vinculación
requieren que ambas pruebas compartan algunos reactivos en común (de soporte), o que un
subconjunto de examinados resuelva ambas pruebas o un tercer examen que mida el mismo
rasgo.

 Cualquiera que sea el método empleado para intentar igualar dos pruebas (equipercentil,
de respuesta a ítemes, transformaciones de calificaciones lineales o no lineales), las pruebas que
midan distintas características psicológicas o que tengan diferente confiabilidad no pueden,
estrictamente hablando, igualarse. En casi todos los casos, lo mejor que puede hacerse es lograr
que ambas pruebas o instrumentos psicométricos resulten “comparables”.

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