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Las Células y sus tipos

¿Qué es una célula?


La célula se conoce como una
unidad anató mica fisioló gica y
de origen de todo ser vivo.
Cada célula es una porció n de
materia constituida y
organizada que puede
desarrollar todas las
actividades que se asocian a la
vida, como son la nutrició n,
relació n y reproducció n, de
forma que es considerado un
ser con vida propia. En el interior de las células, se producen muchas reacciones
químicas que hacen posible que crezca, produzca energía y elimine residuos.
La célula lo que hace es obtener energía segú n sus alimentos y elimina las
sustancias que no precisa. Ella responde a los cambios que se producen en el
ambiente y se dividen para formar células hijas.
La totalidad de los organismos vivos lo forman las células, dependiendo de si
tienes una o má s células, se pueden clasificar en unicelulares (bacterias) o
pluricelulares.
Es la unidad morfoló gica y funcional de todo ser vivo. De hecho, la célula es el
elemento de menor tamañ o que puede considerarse vivo. De este modo, puede
clasificarse a los organismos vivos segú n el nú mero de células que posean: si solo
tienen una, se les denomina unicelulares (como pueden ser los protozoos o las
bacterias, organismos microscó picos); si poseen má s, se les llama pluricelulares.
La teoría celular, propuesta en 1838 para los vegetales y en 1839 para los
animales, por Matthias Jakob Schleiden y Theodor Schwann, postula que todos los
organismos está n compuestos por células, y que todas las células derivan de otras
precedentes. De este modo, todas las funciones vitales emanan de la maquinaria
celular y de la interacció n entre células adyacentes; ademá s, la tenencia de la
informació n genética, base de la herencia, en su ADN permite la transmisió n de
aquella de generació n en generació n.
Los Tipos:
1. Células procariotas
Son las células má s sencillas, pues como hemos dicho, no tienen un nú cleo bien
definido. Esto limita su complejidad, por lo que no pueden organizarse para dar
lugar a organismos pluricelulares. Es decir, las células procariotas siempre van por
libre. Son organismos unicelulares.
Pero esta misma simplicidad es lo que les permitió colonizar la Tierra cuando las
condiciones ambientales que había en ella eran absolutamente inhó spitas para los
seres vivos má s complejos que habitamos actualmente la Tierra. Por lo tanto, las
células procariotas son los precursores de la vida. Todos (incluidos nosotros)
venimos de estas células primitivas.
Esta sencillez también les ha permitido tener metabolismos mucho má s diversos
que las células má s evolucionadas, pues tuvieron que adaptarse a condiciones de
falta de oxígeno, de nutrientes, de luz, etc. De todos modos, estas células
procariotas se clasifican, a su vez, en dos tipos: arqueas y bacterias.

 Archaea, (dominio Archaea), cualquiera de un grupo de organismos


procarió ticos unicelulares (es decir, organismos cuyas células carecen de un
nú cleo definido) que tienen características moleculares distintas que los
separan de bacterias (el otro grupo má s prominente de procariotas) así
como de eucariotas (organismos, incluidos plantas y animales, cuyas células
contienen un nú cleo definido).
 Bacterias
Una de las células má s sencillas y a la vez evolutivamente exitosas de la
historia. Las células bacterianas son capaces de realizar por sí solas todas
las funciones vitales, por lo que no necesitan organizarse para formar
organismos complejos. Son también los precursores de la vida y, a día de
hoy, continú an siendo los seres vivos dominantes del planeta. Estas células
tienen un tamañ o que oscila entre los 0’5 y los 5 micró metros y con una
variedad de morfologías inmensa. Son células con una pared que recubre la
membrana y que se han especializado en realizar cualquier tipo de
metabolismo conocido. Se estima que puede haber má s de mil millones de
especies bacterianas distintas, aunque actualmente conocemos solo 10.000.
Algunas de estas células bacterianas han desarrollado mecanismos para
infectar a otros seres vivos, por lo que son uno de los ú nicos tipos celulares
capaces de actuar como pató genos.
2. Células eucariotas
Apareciendo hace unos 1.800 millones de añ os a partir de las procariotas, las
células eucariotas son las células má s complejas. Disponen de un nú cleo bien
definido donde se “almacena” el material genético y en su citoplasma hay
estructuras má s elaboradas, cosa que permitió la aparició n de organismos
pluricelulares.
El origen de las células eucariotas no está del todo claro, aunque se cree que
pudieron aparecer por una simbiosis entre una bacteria y una arquea, es decir, se
“juntaron” y una de ellas dio lugar al nú cleo delimitado propio de las eucariotas.
Todos los seres vivos que podemos ver a simple vista está n formados por células
eucariotas. Y es que si bien algunas eucariotas son unicelulares, todos los
pluricelulares está n formados por este tipo de células. Animales, plantas, hongos…
Todo lo que está vivo y podemos ver sin necesidad de un microscopio, está
formado por células eucariotas.
 Vegetales, las células eucariotas está n má s especializadas que la
procariotas, es decir, no pueden realizar cualquier tipo de metabolismo. En
el caso de las células vegetales, son las eucariotas especializadas en realizar
la fotosíntesis, es decir, el proceso para obtener materia orgá nica para vivir
a partir de la luz. Estas células tienen una morfología poco variable, siendo
normalmente rectangulares debido a la presencia de una pared que recubre
la membrana celular.
Ademá s, en el citoplasma disponen de cloroplastos (con clorofila) para
realizar la fotosíntesis, ademá s de una estructura de gran tamañ o para
almacenar agua y nutrientes que se conoce como vacuola.
Absolutamente todas las plantas y vegetales de la Tierra está n formados por
células vegetales. Desde las secuoyas hasta las verduras y frutas que
comemos.

 Animales
Las células animales son las eucariotas que constituyen a todas las especies
animales de la Tierra, incluidos nosotros. Su morfología es mucho má s
variable que la de las células vegetales, pues pueden ser tan distintas como
una célula muscular respecto a una célula nerviosa.
Sea como sea, las células animales comparten la característica de no poder
realizar la fotosíntesis, es decir, no son capaces de obtener energía a partir
de la luz. Por ello, al no poder generarse ellas mismas la materia orgá nica,
deben conseguirla del exterior. Las células animales “absorben” los
nutrientes del exterior a través de un proceso conocido como endocitosis,
que consiste en permitir la entrada de nutrientes a través de la membrana.
Esto explica que las células animales no tengan pared celular alrededor de
la membrana como sí ocurría con las vegetales, pues los nutrientes no
podrían entrar. Nuestras células nos exigen que comamos porque es la
ú nica manera que tienen de obtener la energía necesaria para sobrevivir.
Al no realizar la fotosíntesis, evidentemente no hay clorofila en su interior.
Ademá s, sí que disponen de vacuolas, pero son de un tamañ o mucho menor,
aunque má s abundantes

 Protistas Los protistas son quizá s los má s desconocidos. Y es que aunque


comparten características de todos, no son ni bacterias, ni plantas, ni
hongos, ni animales. Las células protistas son eucariotas ya que tienen un
nú cleo bien definido pero, má s allá de esto, son increíblemente diversas.
Pueden ser tanto unicelulares como pluricelulares y realizar la fotosíntesis
o seguir una alimentació n propia de las animales. Las algas son una de las
células protistas má s representativas, realizan la fotosíntesis pero pueden
ser tanto unicelulares como pluricelulares.
La mayoría de estas células son acuá ticas y tienen una morfología muy
diversa que adquiere formas increíblemente complejas. De todos modos,
algunas células protistas también han desarrollado la capacidad de
comportarse como pató genos.
Y es que hay células protistas que actú an como pará sitos, como es el caso de
algunas amebas, “Trypanosoma cruzi” (responsable de la enfermedad de
Chagas), “Plasmodium” (responsable de la malaria), “Leishmania”, “Giardia”.

 Fúngicas
Las células fú ngicas se encuentran a medio camino entre las vegetales y las
animales, aunque también está n en la “frontera” entre eucariota y
procariota. Las células fú ngicas, que conforman los hongos, tienen un
nú cleo bien definido, aunque en este caso hay especies tanto unicelulares
(como la levadura) como pluricelulares (como las setas).
Igual que las plantas, disponen de una pared celular alrededor de la
membrana, aunque su composició n es distinta y no realizan la fotosíntesis,
sino que se alimentan a través de una absorció n de nutrientes má s simple
que las animales.
Ademá s, su reproducció n es distinta a la de las animales y las vegetales,
pues si bien estos se reproducían por divisió n celular, los hongos lo hacen a
través de la producció n de esporas, las cuales “germinan” para dar lugar a
otro organismo.
Ademá s, a diferencia de las vegetales y las animales, que son incapaces de
serlo, hay células fú ngicas que han desarrollado la capacidad de infectar a
otros seres vivos, por lo que, juntamente con las bacterias, son los dos tipos
de células que pueden comportarse como pató genos por excelencia.

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