Durante los últimos meses el mundo se ha enfrentado a el covid-19, una
enfermedad que ha cambiado la forma y estilo de vida de la gran mayoría de personas, pero esta ha afectado de una manera extensa a la educación. “El impacto del COVID-19 en la educación es de tal calibre que el cierre de los centros de enseñanza en distintos puntos del planeta afecta, según datos de UNESCO, a casi 1,600 millones de estudiantes.” - (Menchero, 2020)
“El coronavirus está cambiando instantáneamente la forma en que se imparte la
educación. ya que la escuela y el hogar ahora se convierten en el mismo lugar tras las necesarias regulaciones efectuadas.” (Estrada, 2020).
(Vives, 2020) explica que la pandemia en la educación ha traído como
consecuencia el cierre de las escuelas lo cual provoca pérdidas de aprendizaje, aumento de la deserción escolar y mayor desigualdad.
A pesar del esfuerzo de los profesionales de la educación y la rapidez con la que
los centros han tratado de adaptarse a esta situación, lo cierto es que no todos los alumnos pueden seguirlas de la misma manera, por eso han tenido que acostumbrarse al formato online, lo cual muchos desfavorecidos no han podido aprovechar. La escuela no sólo permitía a los alumnos estudiar y aprender, también en su mayoría se ofrecían servicios básicos como la alimentación, tutorías y repasos para el apoyo educativo y emocional del estudiante.
"Este es un enorme desafío de equidad educativa que puede tener
consecuencias que alteran la vida de los estudiantes vulnerables", dijo Rosenblum (s.f.), director de The Education Trust-New York. Desafortunadamente no todos los estudiantes cuentan con la facilidad de tener un equipo para poder tomar clase virtual lo que esto hará que una gran parte se quede fuera de los estudios y no puedan avanzar en su año escolar.Otro enorme desafío para los estudiantes será acostumbrarse a no tener un profesor o tutor que lo pueda guiar personalmente por lo tanto esto le crea mucho estrés al estudiante pudiendo esto afectar su salud psicológica.