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Consigna 3
Consigna 3
Resumen analítico
Conflictos a los que se enfrentan los estudiantes
Las relaciones interpersonales son esenciales para el correcto desarrollo del ser
humano como ser social. Los conflictos son útiles para salir adelante como
sociedad y como individuos, pero debe tenerse cuidado con la forma en que se
presentan y cómo se lidia con ellos.
En el aula, como en casi todos los núcleos sociales, estos conflictos son
detonados por la diferencia de opiniones entre dos o más personas, pero no
solamente se trata de una diferencia sino de no saber resolverla.
Hay muchas situaciones que pueden desencadenar un conflicto pero, por lo
regular, sucede gracias a una mezcla de diferentes elementos con los que convive
el individuo y que terminan en un conflicto no resuelto, que puede ser verbal o
físico. Uno de estos es la familia. Cuando los miembros en casa no logran
solucionar los conflictos de manera satisfactoria, los integrantes más pequeños
aprenden esos patrones de conducta y los repiten cuando empiezan a convivir con
más personas.
Hay distintos tipos de conflicto pero los que más suceden en el aula son los
siguientes:
Violencia física: Se presenta cuando una o ambas partes que ocasionan el
conflicto se golpean, se avientan cosas, se empujan, etcétera.
Violencia verbal: Se manifiesta en forma de insultos, malas palabras, correr
la Voz sobre cosas falsas de la otra persona que forma parte del conflicto,
poner apodos o amenazar.
Exclusión social: Se da cuando una de las partes busca invisibilizar al otro,
no tomándolo en cuenta o logrando que otras personas, ajenas al conflicto,
le dejen de hablar, lo que se conoce como “la ley del hielo”.
Los conflictos no son el principal problema, pues en una sociedad funcional
deberían existir las opiniones diversas y cuando existen diferencias de
pensamiento, estas deben resolverse sin ninguna complicación. El verdadero
problema es que muy pocas personas saben lidiar con ellos y con sus emociones,
por lo cual, estos conflictos terminan siendo más graves y difíciles de atender.
Prevenir y resolver conflictos en el ámbito educativo
Una escuela además de ser un espacio de aprendizaje es un lugar de convivencia,
por lo que los conflictos son bastante comunes. La clave de esto es precisamente
saber cómo prevenirlos y resolverlos, de lo contrario la situación podría devenir en
violencia escolar, la cual afecta directamente la integridad del alumno y, por ende,
el ambiente del aula y el aprendizaje de los alumnos implicados.
Eva Patricia Ramírez Martínez
Se debe tener en cuenta que hay mínimo dos formas de resolver un conflicto,
dado que cada situación es diferente. Se debe hacer una adaptación de
estrategias de manera que se busque la cooperación de los miembros del centro
escolar. Para eso, hay tres etapas:
Prevenir mediante un conjunto de medidas que se aplican antes de que el
problema se presente.
Reconocer lo más pronto posible los indicadores de detección que se
presentan según el perfil de los implicados, con el fin de detectar el
problema antes de que empeore.
Intervenir o recomendar la atención terapéutica, educativa, legal, etc. para
solucionar un conflicto ya presente.
El bullying o acoso escolar supone el ataque o acorralamiento de manera que una
persona ejerza poder sobre otra. La escuela es el espacio más común donde se
lleva a cabo este acoso dado que es el lugar donde se encuentran conglomerados
los estudiantes.
Las consecuencias del bullying son altamente negativas si el acoso se prolonga
por un periodo de tiempo largo, por ejemplo, la víctima puede padecer depresión,
ansiedad y descontento que le lleven, en el peor de los casos, al suicidio.
Asimismo, los efectos psicológicos, sociales y emocionales pueden traer secuelas
en la etapa adulta del individuo.
Existen muchos tipos de acoso, por lo que hay manifestaciones de bullying más
visibles que otras.
Acoso directo. Es la forma más evidente del bullying, dado que se presenta
cuando una persona es agredida físicamente. Asimismo, también puede
presentarse el acoso no físico que incluye llamadas telefónicas ofensivas o de
burla, amenazas de violencia, comentarios discriminatorios, uso de lenguaje
indecente, asignación de apodos, comentarios crueles o difusión de rumores
falsos.
Acoso indirecto. Este tipo no es tan visible como el directo, debido a que supone
de manera premeditada la exclusión y el aislamiento de la persona. También
incluye mandar de manera anónima notas ofensivas y lograr que los demás
tengan aversión sobre un estudiante, de esta manera será víctima potencial de
bullying directo ante la mirada pasiva del resto de alumnos que, por temor a
convertirse en víctimas, se rehúsan a denunciar el abuso.
Indicadores en la víctima
Faltas a clase de manera continua
Actitud tímida o nerviosa durante la participación en clase
Disminución en el rendimiento escolar
Eva Patricia Ramírez Martínez