Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SI ESTO ES UN HOMBRE
EL VIAJE:
Le había capturado la milicia fascista el 13 de diciembre de 1943, y le llevaron a al valle como sospechoso. Días
después de su llegada los judíos italianos en el campo eran más de seiscientos. La mañana del 21 se supo que al día
siguiente los judíos iban a irse de allí. Todos, sin excepción. Les cargaron a todos en las camionetas y les llevaron a la
estación Carpi, allí recibieron los primeros golpes.
Sólo había 12 vagones y ellos eran 650. En su vagón eran 45, pero era muy pequeño, y estaban comprimidos como
mercancías, en un viaje hacia la nada. El tren no se puso en marcha hasta por la tarde, su destino era Auschwitz. Todos
sufrían de sed y de frío, pero en pocas ocasiones hicieron caso a sus peticiones. El tren recorría interminables pinares
negros, las estaciones eran pequeñas y estaban casi desiertas. Hubo entonces una larga parada en campo abierto,
después continuó la marcha con extrema lentitud, y el convoy se paro definitivamente en mitad de la llanura oscura y
silenciosa. Todos bajaron del tren y se agitaban en torno a los equipajes, se llamaban unos a otros a media voz. Una
decena de SS estaban a un lado, empezaron a interrogarles rápidamente. No a todos, solo a algunos. ¿Cuántos años?
¿Sano o enfermo? Y según la respuesta les señalaba dos direcciones distintas. Todos los hombres útiles estuvieron
reunidos en un grupo. Lo que fue de los demás no pudieron saberlo.
Sin darse cuenta como, se encontró subido en un autocar con unos treinta mas, la carretera que seguían tenía muchas
curvas y cunetas. Cuando creían no llevar escolta, vieron a un soldado alemán que se asomo, y les pregunto
cortésmente si tenían dinero o relojes para dárselos.
LA HISTORIA DE EMILIA:
Un día estaba jugando en la calle con mi madre cuando vinieron unos señores viejos y se pusieron a hablar
con mi padre. Mi madre estaba muy asustada y me decía que entrara dentro, pero yo quería seguir jugando, por lo que
me puse a llorar. Me agarró del brazo, me llevo a mi habitación y me dijo que no saliera de allí. Al rato entro
corriendo y empezó a guardar mis juguetes y mi ropa en una bolsa, me dijo que nos íbamos de vacaciones, y yo pare
de llorar.
Los señores nos guiaron a una camioneta y yo y mis padres subimos en ella, había mucha gente, pero yo me
alegre al ver otros niños. Me puse a jugar con mi osito de peluche, pero teníamos que bajar en la estación para
subirnos al tren. Al poco rato de estar sentada en el suelo del vagón, me dormí en los brazos de mi madre. Me desperté
cuando mis padres me dijeron que me iban a bañar, el agua estaba muy caliente y yo tenia sueño, así que cuando me
vistieron me volví a dormir. Cuando desperté estábamos en mitad de una explanada, estaba oscuro y desierto. Mi
madre me cogió fuerte y agarro las maletas. De repente empezó a gritar, estaba llamando a mi padre, había
desaparecido. Yo al ver a mi madre así empecé a llorar, pero de repente, entre las lágrimas, le perdí de vista. Un señor
me cogió en brazos y me llevo hacia una habitación oscura, yo pensaba que me llevaría con mi madre, pero seguía
llorando del susto. El señor me dejo acostada en un banquito, cerraron la sala y me entro mucho miedo, pare de llorar,
tenia mucho sueño, me dormí.
EN EL FONDO:
El autocar se detuvo y vieron un letrero: Arbeit Macht Frei. Les hicieron entrar en una sala, había un grifo y
querían beber, sin embargo ponía que estaba prohibido, pero lo hicieron. La situación en aquella sala era para esperar
algo realmente terrible, sin embargo no sucedió nada. Se abrió la puerta y entró un SS, les hizo ponerse en filas de
cinco, desnudarse y hacer un hato con la ropa. Al rato entraron unas cuantas personas con navajas de afeitar, brochas y
maquinillas rapadoras, les cogieron y en un momento se encontraron pelados y rapados. Después les hicieron entrar en
una sala de duchas, entro un señor más viejo que los demás y les hablo tratando de contestar todas sus preguntas. Les
dijo que estaban en Auschwitz, un campo de trabajo, todos los prisioneros trabajaban en la fábrica de goma buna. Al
sonar la campana el agua empezó a caer de las duchas, pero enseguida les echaron a la sala contigua, les dieron
zapatos y ropa, pero no los suyos, sino como los demás. Les habían quitado todo lo que tenían.
Se entero de que era un Häftling, se llamaba 174517, y lo tenía tatuado en el brazo. Solo si enseñaban ese número les
daban de comer.
Les encerraron en una barraca donde no había nadie. Mientras se ponía el sol les llevaban a una vasta explanada que
ocupaba el centro del campo y les colocaban en formación. Se llevaban a cabo largas revisiones, y por fin las
formaciones se deshacen.
Aprendieron que los huéspedes del Lager se dividen en criminales, en políticos y en judíos. Y otra cosa que
aprendieron fue a contestar jawhol y a no hacer preguntas. Aprendieron el valor de los alimentos y que todo es útil.
Conocieron buena parte del reglamento, donde las prohibiciones son innumerables. El trabajo era una maraña de leyes
de tabúes y de problemas. Trabajamos todos menos los enfermos, estamos subdivididos en Kommandos buenos y
malos. Y todas las horas de luz son las de trabajo, y no importa el estado climático.
Habían decidido hacer reuniones de italianos, pero al poco tiempo las suspendieron porque no les gustaba
recordar.
INICIACIÓN:
Le asignaron el block 30 y le indicaron una litera donde estaba durmiendo Diena, que le recibió
amistosamente. El comenzó a hacerle preguntas, pero Diena sabia lo mismo que el, así que le respondía con otras
preguntas. Enseguida renunció a hacer peguntas y se hundió en un breve sueño, amargo y tenso. A la mañana
siguiente, las luces del barracón se encendieron y todos se agitaban. Corrían afuera para ganar tiempo porque dentro
de cinco minutos repartían el pan. Después aprovechaban para volver a las letrinas a fumar o al lavabo para lavarse. El
lavabo era un sitio poco atractivo, mal iluminado, y el suelo estaba cubierto por una capa de lodo. El agua no era
potable y olía mal. Pero en este lugar, en el Lager, lavarse es importantísimo como síntoma de un resto de vitalidad, y
necesario como instrumento de supervivencia moral. Pero el pensaba que si le quedaban diez minutos de vida, no los
desperdiciaría lavándose, si no que querría aprovecharlos. Su amigo Steinlauf le dijo una vez que precisamente porque
el Lager es una gran maquina de convertir a los hombres en animales, no tenían que convertirse en animales; en ese
sitio se podía sobrevivir. Tenían que tragarse enteros los sistemas morales elaborados por los demás.
STEINLAUF: era un amigo de Levi y tenia unos cincuenta años. Fue el sargento del Ejército austro-húngaro, cruz de
hierro en la guerra de 1914-1918.
Argumentación de Steinlauf: debemos lavarnos la cara sin jabón, en el agua sucia, y secarnos con la chaqueta.
Debemos dar betún a los zapatos no porque lo diga el reglamento sino por dignidad y por limpieza. Debemos andar
derechos, sin arrastrar los zuecos, no ya en acatamiento de la disciplina prusiana sino para seguir vivos, para no
empezar a morir.
Argumentación de Levi: para que lavarse si no va a estar mejor de lo que esta, si no le va a gustar mas a nadie,
ni siquiera va vivir un día mas, ni siquiera una hora. Incluso morirá antes porque lavarse es un trabajo y un desperdicio
de energía y calor.
Según Steinlauf debes cumplir una higiene por tu propia dignidad, para que no camines directamente hacia la muerte,
y para que no se adelante un futuro previsto. Pero la razón para Levi de no seguir una higiene, es que no le va a servir
de nada, y que, porque se lave, no va a mejorar su situación, ya que al poco rato estaría igual que antes.
KA-BE:
Hacia muchos días que iban como un péndulo de la estación hacia el almacén. Su compañero era Null
Achtzehn, en realidad se llamaba…018. Daba la impresión de estar interiormente vació, era muy joven y soportaba
peor que los adultos las fatigas y el ayuno, por lo tanto evitaban trabajar con el. Como tampoco nadie quería trabajar
con Levi, sucedía con frecuencia que se encontraban emparejados.
Tenían que transportar una pieza pesada pero muy corta, por lo que se les resbaló y la arista le corto el dorso
del pie izquierdo a Levi. Fueron al barracón y miró su pie, no parecía que el hueso estuviese roto. Se arrojó en la litera
y se quitó el zapato, estaba lleno de sangre mezclada con fango. Esa noche inmediatamente después de la sopa se iría
al Ka-Be, que era una enfermería. Allí dentro tenían que curarse o morir. (Quien tendía a curarse en Ka-Be se cura,
quien tendía a agravarse, lo mandan a la cámara de gas).
Entrar en Ka-Be con zapatos esta estrictamente prohibido, y el gorro, por ningún motivo, puede llevarse
puesto al entrar a los barracones. Por lo que entro descalzo y se puso en la cola, que se tenía que ir desnudo. Llego su
turno y fue admitido por el medico, luego el enfermero anunció que no tenia fiebre y le expulsaron de allí. Al día
siguiente tenia que ir a un reconocimiento definitivo. Jaim, que era su compañero de cama, en el que tenía fe ciega,
pensaba que le ingresarían en el Ka-Be.
Les llevaron a la plaza de la Lista. Cuando estaba preparado para el reconocimiento, el medico le miraba y le
palpaba el pie hinchado y sanguinolento, con lo que gritó de dolor. Luego el medico dijo: Aufgenommen Block 23.
Estaba en el barracón y se puso a pensar que este podía ser el último día de su vida, y esa sala podría ser la cámara de
gas de que todos hablan. Un enfermero le revisó y le dijo que ya estaba listo para ir al crematorio. Unas horas después
le hicieron unas preguntas, y por fin pudo irse al dormitorio, que le asignaron la litera número 10.
Esa noche entraron dos SS, hablaron con el medico jefe, e hicieron la selección. Al día siguiente salieron dos
grupos distintos. El primero afeitados y rapados, el segundo como estaban, nadie les había dado recados para los
compañeros sanos. Entre los últimos estaba Schmulek, su vecino de litera. Walter, su otro vecino de litera, le explicó
muchas cosas, como que el barracón era de reposo y que allí solo habían enfermos leves.
El Ka-Be es un Lager sin las incomodidades materiales, al que todavía le queda un germen de conciencia, allí
lo recupera. Allí tenían todo el tiempo para ellos, estaba lleno de palabras, recuerdos y de otro dolor, el Heimweh.
Sabían de donde venían, pero a donde iban no lo sabían. No volverían. Nadie podía salir de allí.
ENFERMERÍAS: en los campos de exterminio había enfermerías porque los hombres que trabajaban allí y todavía
eran útiles, debían ser curados. Los que tenían cura iban a la enfermería, si necesitaban vendaje o pastillas, o al
ambulatorio, si necesitaban un reconocimiento. Pero los que no tenían cura y llevaban la muerte pintada en la cara, los
mandaban a la cámara de gas.
CÁMARAS DE GAS: en este capitulo, sus compañeros hablan de la cámara de gas. Le preguntan a Levi que si el es
el número 174.517, allí son 10 mil, y por Auschwitz son 30 mil, que donde están lo demás? El contesta que les habrán
transferido a otros campos, pero lo comprendió cuando vio que se llevaron a su compañero.
Levi no creía en la idea de que fueran capaces de hacer eso.
NUESTRAS NOCHES:
Después de veinte días de Ka-Be, le mandaron fuera. A quien a la salida no contaba con ayudas especiales, le
asignaban otro barracón, otro tipo de trabajo y ropa y zapatos “nuevos”, y todo era otra vez nuevo y desconocido. Se
debía hacer un precioso trabajo de adaptación, en parte pasivo e inconsciente, y en parte activo.
Le habían asignado el Block 45, y repentinamente un pensamiento le llenó de alegría. Ese era el barracón de
su mejor amigo Alberto, de 22 años. El amigo entró en el Lager con la cabeza alta, y no la bajaba nunca, ni se quejaba
de él ni de los demás. El habría querido tenerlo como compañero de litera, pero no pudo ser.
Estaban todos durmiéndose, mientras que el ingeniero Kardos iba curando los pies de los heridos, cuando se
produjo la llamada a los que tenían los zapatos rotos. Levi no sabia quien era su vecino de litera, no lo había visto casi.
Su compañero no le dejaba sitio, y comienza a dormirse soñando con la situación, y empieza a imaginarse a su
familia, hablando con ella, se da cuenta de que no quiere seguir soñando, se despierta y comienza a reflexionar sobre
todo lo que sucede.
Por las noches si tenían que ir a verter la gran dosis de agua, debían hacerlo en un cubo, y cuando ese cubo
estuviera lleno, debían vaciarlo. En mitad de la noche, con el frío y dormidos, debían ir a vaciar el cubo
desagradablemente caliente.
Cosas como las de vaciar el cubo, les provocan pesadillas, que solo terminaban por el sobresalto, o por las
voces del guardia diciendo por la mañana que se levantaran. Todo para comenzar otro día igual que todos, tanto frío,
tanta hambre, tanto cansancio.
Todo el mundo se levantaba, se vestía, se pegaban empujones para entrar a los lavabos y a la letrina. Levi bajó
de la litera y se puso los zapatos, cuando se volvieron a abrir las heridas y empezó una nueva jornada.
EL TRABAJO:
Antes de Resnyk dormía con Levi un polaco. Una tarde le dio sus guantes y se fue al hospital. El mantuvo la
esperanza de que volviera, pero ya después del toque de silencio, la litera tembló y un tipo alto y pelirrojo se subió a
su lado.
Al llegar al trabajo les llevaron a descargar tubos de hierro, pero sucedió solo lo de todos los días. Tuvieron
que descargar un enorme cilindro de hierro, que pesaba varias toneladas, si se distraían podría aplastarles. Luego
tenían que traer unas traviesas para desplazar el cilindro, y Levi cogió a Resnyk como compañero. Cuando llevaron la
primera traviesa, pidió permiso para ir a las letrinas y así retrasar el trabajo. Cuando volvió hizo un par de viajes mas
con su compañero, pero la mañana ya estaba terminando y pronto iban a comer. Una vez alimentados todos se iban a
dormir y comenzaban otra vez los sueños. Hasta que se anuncia la llegada de la 1, y con ello la vuelta al trabajo.
UN DÍA BUENO:
En aquel entonces su finalidad era llegar a la primavera, y no se preocupaban de nada más. Ya terminaba el
frío, ese día, por primera vez el sol había salido nítido, lo peor había pasado. Se pusieron a mirar el paisaje que los
días de invierno no les dejo ver. Estaban alegres de haber visto el sol, así que ya no pensaban en el frío, si no en el
hambre.
El sol no era el único motivo de alegría. Encontraron un barril de 50 litros de sopa que la habían abandonado
porque sabia rancia. Salían a 3 litros por cabeza, que se iban a repartir a lo largo del día. Cuando estaban en la barraca
tomando su sopa, el Kapo llamo a la puerta preguntando por la ausencia de su trabajo, pero Meister hace la vista
gorda.
Al atardecer suena la sirena del Feierabend, y puesto que todos estaban saciados no hay lugar a disputas.
OPINIONES SOBRE:
Spechschel: “no era una excepción, y cuando se presento la oportunidad no dudo en hacer condenar a
fustigación a Moischl que había sido su cómplice en un hurto de hacer meritos ante los ojos del Blockältester y de
promover su candidatura al puesto de lavador de marmitas.” Respecto a este compañero, no se opone a su forma de
ser, pero hace ver que igual que era capaz de crearse cómplices, lo era para traicionarles a su favor.
Alfred L.: “ignoro la continuación de su historia, pero me parece muy probable que haya escapado a la muerte
y viva hoy en su fría vida de dominador resuelto y sin alegría.” Levi se refiere que, a pesar de que Alfred haya
escapado de la muerte por su perfección en la forma de ser sin tener en cuenta el entorno en el que se encontraba, no
es feliz ya que solo se concentraba en la perfección para poder sobrevivir.
Elías Lindzin: “por lo que me es posible juzgar desde fuera, y por cuanto la frase pueda tener de significativo,
Elías era verosilmente un individuo feliz”. Levi describe a Elías como un chico increíblemente fuerte, un trabajador
excepcional, activo, listo, alegre, etc. Virtudes las cuales le hacen sobrevivir en el Lager y además hacerle feliz.
Henri: “de todos los coloquios con Henri, he salido con una ligera sensación de derrota; con la sospecha
confusa de haber sido yo también, de alguna manera inadvertida, no un hombre frente a el, si no un instrumento en sus
manos. Hoy se que Henri esta vivo. Daría cualquier cosa por saber de su vida de hombre libre, pero no quiero volver a
verlo”. Levi se interesa sobre su compañero, pero al eminentemente social y culto y con tan gran diferencia hacia los
demás compañeros del Lager, le muestra desprecio por esa sensación de derrota e inferioridad que le causa.
EXAMEN DE QUÍMICA:
El día en que se anuncio oficialmente la constitución del Kommando químico, un grupo de quince Häftlinge
se reunió con el Kapo, en la plaza de la Lista. El primer chasco fue que el Kapo era un delincuente profesional, y ni
siquiera era químico.
Pronuncio un breve discurso, y dijo que si alguno se había presentado como químico sin serlo, uno de los
próximos días, un examen de química ante el triunvirato del Departamento de Polimerización le delataría. Al salir de
Lager, marchaban en filas de cinco, cuando se pregunto que quienes eran los químicos con los que andaba, que no
conocía a nadie aparte de Alberto, que caminaba a su lado.
Habían llegado, bajaron a un sótano vasto y húmedo. Les dividieron en tres escuadras, una de ellas constituida
por el, Alberto, Iss y el holandés. Iban a hacer el examen. Él sabia que se salvaría si se convertía en Especialista, y
solo lo conseguiría superando el examen.
Pasaron tres días, y nadie creía ya en el examen de química. El Kommando se reducía a doce hombres, que
habían desaparecido. De los doce cinco resultaron no ser químicos, y pidieron a Alex volver a los Comandos a los que
pertenecían anteriormente.
Alex les llamo afuera para que fueran a dar el examen. Alex estaba nervioso, pero los demás también, cada
uno a su manera. No estaban seguros de si aun sabían escribir. Alex se planto delante de Levi y le escudriñó el
resultado con aire disgustado y le volvió la espalda refunfuñando. Los tres doctores decidieron que seis de los
candidatos pasaran por la mañana, menos Levi que tubo que ir a trabajar. Por la tarde paso a buscarle Alex. Entraron,
y Alex fue despedido enseguida y relegado aparte, Levi se sentía como Edipo ante la Esfinge. Pannwitz, cuando
termino de escribir, levantó los ojos y me miro. El examen estaba saliendo bien, y cuando se acabó, la excitación cedió
de golpe, y escribió su destino en la página blanca: Los, ab!
De nuevo en la escalera, Alex salta los peldaños y desde abajo le miraba como bajaba las escaleras torpe y
ruidosamente con sus zuecos de madera. Parecía que la cosa hubiese salido bien, pero era insensato hacerse ilusiones.
EL CANTO DE ULISES:
Estaban limpiando y nadie les vigilaba cuando llegó alguien y todos se asustaron, pero no era nadie más que
Jean, el Pikolo de nuestro Kommando. El trepó hacia fuera y el también lo consiguió, batiendo los parpados en el
esplendor del día. Pikolo le dio uno de los dos palos y comenzaron a andar. El Rancho estaba bastante lejos, y a la
vuelta debían cargar con los 50 kilos de marmita enfilada en los palos, por lo que a la ida decidieron tomar un camino
mas largo para descansar. Paso un SS en bicicleta, y les mando pararse, ponerse firmes y que se quitaran la gorra.
Luego pasó Frenkel, el espía. Aceleraron el paso porque sabían que ese hacia mal por gusto. Llegaron al kraftwerk
donde trabaja el Kommando de los tendidos eléctricos. Levi comenzó a relacionar lo que ocurría con versos, pero al
rato Pikolo le cortó, y le dijo que debían seguir, y se fueron a la cola del potaje, para que les dieran la comida.
LA DIVINA COMEDIA:
Cada una de sus partes está dividida en cantos, a su vez compuestos de tercetos. La composición del poema se
ordena según el simbolismo del número tres: tres personajes principales, Dante, que personifica al hombre, Beatriz,
que personifica a la fe, y Virgilio, que personifica a la razón; la estrofa tiene tres versos y cada una de las tres partes
cuenta con treinta y tres cantos. El poema puede leerse según los cuatro significados que se atribuyen a los textos
sagrados: literal, moral, alegórico y anagógico.
Dante (o Durante) Alighieri (Florencia, 1265 - † Rávena, 14 de septiembre, 1321) poeta florentino italiano. Su
obra maestra, La Divina Comedia se considera una de las obras máximas de la literatura universal producida en
Europa durante la edad media.
Nació: 1265 Florencia
Falleció: 14 de septiembre, 1321 Rávena
Ocupación: Poeta
Obras: La Divina Comedia
Casado con: Gemma, hija de Messer Manetto Donati
Padre: Alighiero de Bellincione
Madre: Gabriella degli Abat
Dante Alighieri llamó comedia a su libro pues, de acuerdo con el esquema clásico, no podía ser una tragedia, ya que
su final es feliz. Pues en ese sentido se podría relacionar la historia de la divina Comedia con la historia de Levi, ya
que es un episodio trágico pero con un final feliz debido a la libertad.
LORENZO:
Lorenzo simboliza, para Levi, la libertad y la vida, porque si no hubiese sido por el y por la ayuda moral y
material, no estaría vivo ahora mismo. Para el también era un orgullo tener a alguien que estuviera atento y cuidando
de el, que le diera, aunque fueran sobras o desperdicios, parte de su alimentación y vestimenta.
OCTUBRE DE 1944:
Ya era invierno, y sabían lo que quería decir, en el curso de esos meses, desde octubre hasta abril, de cada diez
morirían siete, y quien no murió, sufrió minuto a minuto. Allí decían hambre, cansancio, dolor e invierno, y eran otras
cosas. Eran palabras creadas y empleadas por hombres libres, y si el Lager hubiese durado, se habría creado un nuevo
lenguaje áspero para poder definir todos esos sentimientos.
Si les hubieran dicho que iban a pasar otro invierno en el Lager, se habrían dirigido a tocar el tendido
eléctrico, y también lo harían ese invierno si no fuera por esa insensata esperanza de huir de allí.
Hacia un verano, los alemanes habían construido unas enormes tiendas donde se hospedaban más de mil
hombres. Pero estas fueron desmontadas, por lo que tenían que incorporarse, todos esos hombres, en sus barracas, por
lo que se avecinaba una selección.
A los días siguientes el Lager estaba saturado de selecciones. En los retretes se comparaban unos con otros
para tranquilizarse mutuamente, ya que los unos les decían a los otros que serian ellos mismos los seleccionados.
Ninguno negaba al otro esa limosna: ninguno estaba seguro de su suerte como para tener el valor de condenar a otro.
Era domingo de trabajo, y misteriosamente todos sabían que ese día era la selección. En Birkenau la chimenea
llevaba humeando diez días. Parecía que todo marchaba como todos los días, pero luego se oyó la campana y
comprendieron que todo iba en serio. Les encerraron en la barraca, les dieron una ficha con sus documentos y les
hicieron desnudarse, luego les empujaron hacia dentro del Tagesraum y cerraron la puerta que daba al dormitorio y
abrieron las dos que daban al exterior. Cada uno de ellos debía correr hasta el SS entregarle la ficha y volver al
dormitorio, mientras el SS decidía si ibas a la derecha o a la izquierda, a la vida o a la muerte. Levi procuró mirar a sus
espaldas y vio que su ficha fue a la derecha. Es su barraca la selección había terminado, por lo que estaban en
clausura. Pero igualmente se hizo el reparto del potaje, y a los seleccionados se les daba una ración doble, que nadie
sabia bien porque.
KRAUS:
Llovía desde hace diez días y la tierra estaba completamente encharcada. Si hubiese podido ir a un cobertizo y
tener un paño seco, habría sido para el una autentica felicidad. Era una suerte que ese día no soplase el viento, aunque
de alguna manera siempre tenían la impresión de tener suerte, ya que les sucediera lo que les sucediera, siempre
podría ir peor, y eso les hacia seguir.
Levi estaba en mitad de la excavación, Kraus y Clausner están en el fondo, Gounan por encima de mí, al nivel
del suelo. Kraus era húngaro, no entendía caso el alemán y no sabía francés. Era largo, tenia gafas y parecía un niño.
También trabajaba demasiado y demasiado vigorosamente, como si fuese a recibir mas recompensa por ello. Gounan
le gritó a Kraus desde arriba que fuese mas lento, ya que hoy era un trabajo en cadena y si el iba rápido también lo
tendrían que ir los demás.
A las cinco podrían parar de trabajar, pero la marcha al retorno, la llamada y el control de los piojos les
alejarían del reposo. Era la reunión, Antreten de todas partes, se fueron a formar la marcha de vuelta, Levi se quedo
atrás, exactamente junto a Kraus. Ya no era un día, ya que no había dejado rastro en la memoria de nadie, y al día
siguiente seria igual.
En la marcha, se le ocurrió hablarle largamente a Kraus. Le contó que había soñado con el, que estaba en su
casa en Nápoles, y de pronto sonaba el timbre, que habría la puerta y que era el, que se sentía lleno de alegría y le
decía que pasara. Le daba de comer, de beber y una cama donde dormir. Luego pensó que Kraus no viviría mucho en
el Lager
EL ÚLTIMO
Desde que Alberto y Levi trabajan juntos tienen muchas cosas que contarse. Están desarrollando una buena amistad
con Alfred, Elías y Henri. Además tienen tres empresas que llevar acabo, Alberto y Levi que son prometedoras, ese
mismo día son llamados para presenciar la ejecución de un hombre que participo en destruir el crematorio.