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PRIMO LEVI

SI ESTO ES UN HOMBRE

EL VIAJE:
Le había capturado la milicia fascista el 13 de diciembre de 1943, y le llevaron a al valle como sospechoso. Días
después de su llegada los judíos italianos en el campo eran más de seiscientos. La mañana del 21 se supo que al día
siguiente los judíos iban a irse de allí. Todos, sin excepción. Les cargaron a todos en las camionetas y les llevaron a la
estación Carpi, allí recibieron los primeros golpes.
Sólo había 12 vagones y ellos eran 650. En su vagón eran 45, pero era muy pequeño, y estaban comprimidos como
mercancías, en un viaje hacia la nada. El tren no se puso en marcha hasta por la tarde, su destino era Auschwitz. Todos
sufrían de sed y de frío, pero en pocas ocasiones hicieron caso a sus peticiones. El tren recorría interminables pinares
negros, las estaciones eran pequeñas y estaban casi desiertas. Hubo entonces una larga parada en campo abierto,
después continuó la marcha con extrema lentitud, y el convoy se paro definitivamente en mitad de la llanura oscura y
silenciosa. Todos bajaron del tren y se agitaban en torno a los equipajes, se llamaban unos a otros a media voz. Una
decena de SS estaban a un lado, empezaron a interrogarles rápidamente. No a todos, solo a algunos. ¿Cuántos años?
¿Sano o enfermo? Y según la respuesta les señalaba dos direcciones distintas. Todos los hombres útiles estuvieron
reunidos en un grupo. Lo que fue de los demás no pudieron saberlo.
Sin darse cuenta como, se encontró subido en un autocar con unos treinta mas, la carretera que seguían tenía muchas
curvas y cunetas. Cuando creían no llevar escolta, vieron a un soldado alemán que se asomo, y les pregunto
cortésmente si tenían dinero o relojes para dárselos.

LA HISTORIA DE EMILIA:
Un día estaba jugando en la calle con mi madre cuando vinieron unos señores viejos y se pusieron a hablar
con mi padre. Mi madre estaba muy asustada y me decía que entrara dentro, pero yo quería seguir jugando, por lo que
me puse a llorar. Me agarró del brazo, me llevo a mi habitación y me dijo que no saliera de allí. Al rato entro
corriendo y empezó a guardar mis juguetes y mi ropa en una bolsa, me dijo que nos íbamos de vacaciones, y yo pare
de llorar.
Los señores nos guiaron a una camioneta y yo y mis padres subimos en ella, había mucha gente, pero yo me
alegre al ver otros niños. Me puse a jugar con mi osito de peluche, pero teníamos que bajar en la estación para
subirnos al tren. Al poco rato de estar sentada en el suelo del vagón, me dormí en los brazos de mi madre. Me desperté
cuando mis padres me dijeron que me iban a bañar, el agua estaba muy caliente y yo tenia sueño, así que cuando me
vistieron me volví a dormir. Cuando desperté estábamos en mitad de una explanada, estaba oscuro y desierto. Mi
madre me cogió fuerte y agarro las maletas. De repente empezó a gritar, estaba llamando a mi padre, había
desaparecido. Yo al ver a mi madre así empecé a llorar, pero de repente, entre las lágrimas, le perdí de vista. Un señor
me cogió en brazos y me llevo hacia una habitación oscura, yo pensaba que me llevaría con mi madre, pero seguía
llorando del susto. El señor me dejo acostada en un banquito, cerraron la sala y me entro mucho miedo, pare de llorar,
tenia mucho sueño, me dormí.
EN EL FONDO:
El autocar se detuvo y vieron un letrero: Arbeit Macht Frei. Les hicieron entrar en una sala, había un grifo y
querían beber, sin embargo ponía que estaba prohibido, pero lo hicieron. La situación en aquella sala era para esperar
algo realmente terrible, sin embargo no sucedió nada. Se abrió la puerta y entró un SS, les hizo ponerse en filas de
cinco, desnudarse y hacer un hato con la ropa. Al rato entraron unas cuantas personas con navajas de afeitar, brochas y
maquinillas rapadoras, les cogieron y en un momento se encontraron pelados y rapados. Después les hicieron entrar en
una sala de duchas, entro un señor más viejo que los demás y les hablo tratando de contestar todas sus preguntas. Les
dijo que estaban en Auschwitz, un campo de trabajo, todos los prisioneros trabajaban en la fábrica de goma buna. Al
sonar la campana el agua empezó a caer de las duchas, pero enseguida les echaron a la sala contigua, les dieron
zapatos y ropa, pero no los suyos, sino como los demás. Les habían quitado todo lo que tenían.
Se entero de que era un Häftling, se llamaba 174517, y lo tenía tatuado en el brazo. Solo si enseñaban ese número les
daban de comer.
Les encerraron en una barraca donde no había nadie. Mientras se ponía el sol les llevaban a una vasta explanada que
ocupaba el centro del campo y les colocaban en formación. Se llevaban a cabo largas revisiones, y por fin las
formaciones se deshacen.
Aprendieron que los huéspedes del Lager se dividen en criminales, en políticos y en judíos. Y otra cosa que
aprendieron fue a contestar jawhol y a no hacer preguntas. Aprendieron el valor de los alimentos y que todo es útil.
Conocieron buena parte del reglamento, donde las prohibiciones son innumerables. El trabajo era una maraña de leyes
de tabúes y de problemas. Trabajamos todos menos los enfermos, estamos subdivididos en Kommandos buenos y
malos. Y todas las horas de luz son las de trabajo, y no importa el estado climático.
Habían decidido hacer reuniones de italianos, pero al poco tiempo las suspendieron porque no les gustaba
recordar.
INICIACIÓN:
Le asignaron el block 30 y le indicaron una litera donde estaba durmiendo Diena, que le recibió
amistosamente. El comenzó a hacerle preguntas, pero Diena sabia lo mismo que el, así que le respondía con otras
preguntas. Enseguida renunció a hacer peguntas y se hundió en un breve sueño, amargo y tenso. A la mañana
siguiente, las luces del barracón se encendieron y todos se agitaban. Corrían afuera para ganar tiempo porque dentro
de cinco minutos repartían el pan. Después aprovechaban para volver a las letrinas a fumar o al lavabo para lavarse. El
lavabo era un sitio poco atractivo, mal iluminado, y el suelo estaba cubierto por una capa de lodo. El agua no era
potable y olía mal. Pero en este lugar, en el Lager, lavarse es importantísimo como síntoma de un resto de vitalidad, y
necesario como instrumento de supervivencia moral. Pero el pensaba que si le quedaban diez minutos de vida, no los
desperdiciaría lavándose, si no que querría aprovecharlos. Su amigo Steinlauf le dijo una vez que precisamente porque
el Lager es una gran maquina de convertir a los hombres en animales, no tenían que convertirse en animales; en ese
sitio se podía sobrevivir. Tenían que tragarse enteros los sistemas morales elaborados por los demás.

STEINLAUF: era un amigo de Levi y tenia unos cincuenta años. Fue el sargento del Ejército austro-húngaro, cruz de
hierro en la guerra de 1914-1918.
Argumentación de Steinlauf: debemos lavarnos la cara sin jabón, en el agua sucia, y secarnos con la chaqueta.
Debemos dar betún a los zapatos no porque lo diga el reglamento sino por dignidad y por limpieza. Debemos andar
derechos, sin arrastrar los zuecos, no ya en acatamiento de la disciplina prusiana sino para seguir vivos, para no
empezar a morir.
Argumentación de Levi: para que lavarse si no va a estar mejor de lo que esta, si no le va a gustar mas a nadie,
ni siquiera va vivir un día mas, ni siquiera una hora. Incluso morirá antes porque lavarse es un trabajo y un desperdicio
de energía y calor.
Según Steinlauf debes cumplir una higiene por tu propia dignidad, para que no camines directamente hacia la muerte,
y para que no se adelante un futuro previsto. Pero la razón para Levi de no seguir una higiene, es que no le va a servir
de nada, y que, porque se lave, no va a mejorar su situación, ya que al poco rato estaría igual que antes.

KA-BE:
Hacia muchos días que iban como un péndulo de la estación hacia el almacén. Su compañero era Null
Achtzehn, en realidad se llamaba…018. Daba la impresión de estar interiormente vació, era muy joven y soportaba
peor que los adultos las fatigas y el ayuno, por lo tanto evitaban trabajar con el. Como tampoco nadie quería trabajar
con Levi, sucedía con frecuencia que se encontraban emparejados.
Tenían que transportar una pieza pesada pero muy corta, por lo que se les resbaló y la arista le corto el dorso
del pie izquierdo a Levi. Fueron al barracón y miró su pie, no parecía que el hueso estuviese roto. Se arrojó en la litera
y se quitó el zapato, estaba lleno de sangre mezclada con fango. Esa noche inmediatamente después de la sopa se iría
al Ka-Be, que era una enfermería. Allí dentro tenían que curarse o morir. (Quien tendía a curarse en Ka-Be se cura,
quien tendía a agravarse, lo mandan a la cámara de gas).
Entrar en Ka-Be con zapatos esta estrictamente prohibido, y el gorro, por ningún motivo, puede llevarse
puesto al entrar a los barracones. Por lo que entro descalzo y se puso en la cola, que se tenía que ir desnudo. Llego su
turno y fue admitido por el medico, luego el enfermero anunció que no tenia fiebre y le expulsaron de allí. Al día
siguiente tenia que ir a un reconocimiento definitivo. Jaim, que era su compañero de cama, en el que tenía fe ciega,
pensaba que le ingresarían en el Ka-Be.
Les llevaron a la plaza de la Lista. Cuando estaba preparado para el reconocimiento, el medico le miraba y le
palpaba el pie hinchado y sanguinolento, con lo que gritó de dolor. Luego el medico dijo: Aufgenommen Block 23.
Estaba en el barracón y se puso a pensar que este podía ser el último día de su vida, y esa sala podría ser la cámara de
gas de que todos hablan. Un enfermero le revisó y le dijo que ya estaba listo para ir al crematorio. Unas horas después
le hicieron unas preguntas, y por fin pudo irse al dormitorio, que le asignaron la litera número 10.
Esa noche entraron dos SS, hablaron con el medico jefe, e hicieron la selección. Al día siguiente salieron dos
grupos distintos. El primero afeitados y rapados, el segundo como estaban, nadie les había dado recados para los
compañeros sanos. Entre los últimos estaba Schmulek, su vecino de litera. Walter, su otro vecino de litera, le explicó
muchas cosas, como que el barracón era de reposo y que allí solo habían enfermos leves.
El Ka-Be es un Lager sin las incomodidades materiales, al que todavía le queda un germen de conciencia, allí
lo recupera. Allí tenían todo el tiempo para ellos, estaba lleno de palabras, recuerdos y de otro dolor, el Heimweh.
Sabían de donde venían, pero a donde iban no lo sabían. No volverían. Nadie podía salir de allí.

ENFERMERÍAS: en los campos de exterminio había enfermerías porque los hombres que trabajaban allí y todavía
eran útiles, debían ser curados. Los que tenían cura iban a la enfermería, si necesitaban vendaje o pastillas, o al
ambulatorio, si necesitaban un reconocimiento. Pero los que no tenían cura y llevaban la muerte pintada en la cara, los
mandaban a la cámara de gas.
CÁMARAS DE GAS: en este capitulo, sus compañeros hablan de la cámara de gas. Le preguntan a Levi que si el es
el número 174.517, allí son 10 mil, y por Auschwitz son 30 mil, que donde están lo demás? El contesta que les habrán
transferido a otros campos, pero lo comprendió cuando vio que se llevaron a su compañero.
Levi no creía en la idea de que fueran capaces de hacer eso.

NUESTRAS NOCHES:
Después de veinte días de Ka-Be, le mandaron fuera. A quien a la salida no contaba con ayudas especiales, le
asignaban otro barracón, otro tipo de trabajo y ropa y zapatos “nuevos”, y todo era otra vez nuevo y desconocido. Se
debía hacer un precioso trabajo de adaptación, en parte pasivo e inconsciente, y en parte activo.
Le habían asignado el Block 45, y repentinamente un pensamiento le llenó de alegría. Ese era el barracón de
su mejor amigo Alberto, de 22 años. El amigo entró en el Lager con la cabeza alta, y no la bajaba nunca, ni se quejaba
de él ni de los demás. El habría querido tenerlo como compañero de litera, pero no pudo ser.
Estaban todos durmiéndose, mientras que el ingeniero Kardos iba curando los pies de los heridos, cuando se
produjo la llamada a los que tenían los zapatos rotos. Levi no sabia quien era su vecino de litera, no lo había visto casi.
Su compañero no le dejaba sitio, y comienza a dormirse soñando con la situación, y empieza a imaginarse a su
familia, hablando con ella, se da cuenta de que no quiere seguir soñando, se despierta y comienza a reflexionar sobre
todo lo que sucede.
Por las noches si tenían que ir a verter la gran dosis de agua, debían hacerlo en un cubo, y cuando ese cubo
estuviera lleno, debían vaciarlo. En mitad de la noche, con el frío y dormidos, debían ir a vaciar el cubo
desagradablemente caliente.
Cosas como las de vaciar el cubo, les provocan pesadillas, que solo terminaban por el sobresalto, o por las
voces del guardia diciendo por la mañana que se levantaran. Todo para comenzar otro día igual que todos, tanto frío,
tanta hambre, tanto cansancio.
Todo el mundo se levantaba, se vestía, se pegaban empujones para entrar a los lavabos y a la letrina. Levi bajó
de la litera y se puso los zapatos, cuando se volvieron a abrir las heridas y empezó una nueva jornada.

LOS SUEÑOS DE LOS PRISIONEROS:


Yo diría de los sueños de los prisioneros que son sus recuerdos que se plasman en imágenes, todo lo que
echan de menos y necesitan, lo que se les ha privado en los campos de concentración, todo lo que les ocurre día tras
día. Todo lo que les atormenta y lo que quieren se les mezclan en terribles sueños.

EL TRABAJO:
Antes de Resnyk dormía con Levi un polaco. Una tarde le dio sus guantes y se fue al hospital. El mantuvo la
esperanza de que volviera, pero ya después del toque de silencio, la litera tembló y un tipo alto y pelirrojo se subió a
su lado.
Al llegar al trabajo les llevaron a descargar tubos de hierro, pero sucedió solo lo de todos los días. Tuvieron
que descargar un enorme cilindro de hierro, que pesaba varias toneladas, si se distraían podría aplastarles. Luego
tenían que traer unas traviesas para desplazar el cilindro, y Levi cogió a Resnyk como compañero. Cuando llevaron la
primera traviesa, pidió permiso para ir a las letrinas y así retrasar el trabajo. Cuando volvió hizo un par de viajes mas
con su compañero, pero la mañana ya estaba terminando y pronto iban a comer. Una vez alimentados todos se iban a
dormir y comenzaban otra vez los sueños. Hasta que se anuncia la llegada de la 1, y con ello la vuelta al trabajo.

UN DÍA BUENO:
En aquel entonces su finalidad era llegar a la primavera, y no se preocupaban de nada más. Ya terminaba el
frío, ese día, por primera vez el sol había salido nítido, lo peor había pasado. Se pusieron a mirar el paisaje que los
días de invierno no les dejo ver. Estaban alegres de haber visto el sol, así que ya no pensaban en el frío, si no en el
hambre.
El sol no era el único motivo de alegría. Encontraron un barril de 50 litros de sopa que la habían abandonado
porque sabia rancia. Salían a 3 litros por cabeza, que se iban a repartir a lo largo del día. Cuando estaban en la barraca
tomando su sopa, el Kapo llamo a la puerta preguntando por la ausencia de su trabajo, pero Meister hace la vista
gorda.
Al atardecer suena la sirena del Feierabend, y puesto que todos estaban saciados no hay lugar a disputas.

ESSEN & FRESSEN:


El significado de fressen, es el comer de las bestias, comportarse como un animal en la mesa, sin ninguna
clase de educación, modales o respeto. Y el significado de essen es el comer de los hombres, sentados ante una mesa,
con modales y educación.

MÁS ACÁ DEL BIEN Y DEL MAL:


Hacia ya tiempo que necesitaban nuevas mudas ya que tenían insuficientes, pero no se las concedían porque
no podían hacer afluir los transportes. Pero al final la ropa llego, e intentaron que a todos los barracones a la vez.
Muchos ingenuos guardaban su trozo de pan de la mañana esperando un cambio por a veces un litro de potaje
con unas pocas patatas en el fondo. Lo mismo hacen otros vendiendo su camiseta en la bolsa, y cuando el Kapo se
entere este le golpeara, y se le concederá otra camisa, y todo volverá a empezar.
En la Bolsa podían cambiar media ración de pan, por un litro de sopa, y también podían conseguir tabaco con bonos.
Había gente que montaba sus pequeños “negocios”, intercambiando tabaco por pan, siempre en mayor precio de lo
que vale, para seguir ganando. También adquirían camisetas desgastadas a cambio de pan o Mahorca, que luego la
cambiaban por una camiseta en buen estado. Una cosa que también se comerciaba era el betún para los zapatos,
porque siempre les daban por la tarde un botecito con más de una dosis, por lo que les sobraba. Además de los ya
nombrados, son innumerables los artículos que podían ser útiles en los Blocks.
A los recién llegados al campo no se les suministraba cucharas, aunque la sopa no pudiese ser consumida de
otra manera. Las cucharas se fabricaban en la Buna, y eran artilugios pesados, chapas trabajadas a martillazos,
normalmente con el mango afilado para que también sirva de cuchillo.
En conclusión, en hurto en la Buna es autorizado y estimulado por los SS.

BIEN/MAL & JUSTO/INJUSTO:


Las palabras bien y mal, yo creo que no tienen punto de comparación con el exterior. Cuando aquí llamamos a
algo mal, en el Lager es bien, porque si nosotros tuviéramos una alimentación a base de pan y potaje, lo
consideraríamos pésimo, y no nos bastaría con un poco mas de pan. Y allí cualquier cosa es imprescindible, el ejemplo
de la cuchara; nosotros tenemos todo tipo de cubierto para comer, pero ellos se los tenían que construir manualmente.
Si ellos robaban para conseguir alimento estaba mal, podían ser castigados si les pillaban, pero también estaba
mal el que le robaran, los dos serian igualmente tratados. Pienso que allí el bien no existe, la imagen del bien para
ellos, es aquí fuera la imagen del mal.
Justo creo que no había nada, mas que los cambios, ellos cambiaban cosas que necesitaban los demás a
cambio de pan, por lo que todos se quedaban mas o menos satisfechos. Pero era injusto casi todo, les maltrataban, les
hacían pasar hambre, no tenían una higiene digna, eran tratados como esclavos, no recibían ningún respeto desde los
demás, etc.

LOS HUNDIDOS Y LOS SALVADOS:


Aquí se cuenta la vida ambigua del Lager, y Levi se pregunta si realmente merecía la pena que quedara algún
recuerdo de esta. El estaba inclinado a responder afirmativamente, ya que pensaba que cualquier experiencia humana
no carecía de valores fundamentales, aunque no siempre positivos.
Es digno de atención este hecho: queda claro que hay entre los hombres dos categorías particularmente bien
distintas: los salvados y los hundidos. Esta división no es tan evidente en la vida común, porque normalmente el
hombre no esta solo. Pero en el Lager era completamente distinto, ya que cada uno estaba desesperadamente solo.
Los “musulmanes” eran los hombres que se desmoronaban, a los que no valía la pena dirigirles la palabra
porque se lamentarían y te contarían sus penas. Eran los que morían sin dejar huella en la memoria de nadie. Cumplían
las órdenes, no comían más de lo dictado, y se atenían a la disciplina del campo. Estos, excepcionalmente, vivían más
de tres meses, pero luego iban a la cámara de gas.
En las estadísticas de los movimientos de Lager se mostraba que en Auschwitz, en 1944, de los prisioneros
judíos veteranos, pocos centenares sobrevivían. Especialmente interesan aquí los prominentes judíos ya que, mientras
los demás se les investían de cargos automáticamente al ingresar en el campo, los judíos debían intrigar y luchar
duramente para obtenerlos. Eran el típico producto de la estructura de Lager alemán: ofrézcase a algunos individuos
en estado de esclavitud una posición privilegiada, exigiéndoles a cambio la traición a la solidaridad natural con sus
compañeros.
Sobre los prominentes no judíos hay menos que decir, aunque eran los más numerosos en el campo. La mayor
parte eran criminales comunes escogidos en las cárceles alemanas como vigilantes en los campos para los judíos. Pero
también hay otra categoría de prisioneros, los que debían luchar con solo sus fuerzas para sobrevivir.

OPINIONES SOBRE:
Spechschel: “no era una excepción, y cuando se presento la oportunidad no dudo en hacer condenar a
fustigación a Moischl que había sido su cómplice en un hurto de hacer meritos ante los ojos del Blockältester y de
promover su candidatura al puesto de lavador de marmitas.” Respecto a este compañero, no se opone a su forma de
ser, pero hace ver que igual que era capaz de crearse cómplices, lo era para traicionarles a su favor.
Alfred L.: “ignoro la continuación de su historia, pero me parece muy probable que haya escapado a la muerte
y viva hoy en su fría vida de dominador resuelto y sin alegría.” Levi se refiere que, a pesar de que Alfred haya
escapado de la muerte por su perfección en la forma de ser sin tener en cuenta el entorno en el que se encontraba, no
es feliz ya que solo se concentraba en la perfección para poder sobrevivir.
Elías Lindzin: “por lo que me es posible juzgar desde fuera, y por cuanto la frase pueda tener de significativo,
Elías era verosilmente un individuo feliz”. Levi describe a Elías como un chico increíblemente fuerte, un trabajador
excepcional, activo, listo, alegre, etc. Virtudes las cuales le hacen sobrevivir en el Lager y además hacerle feliz.
Henri: “de todos los coloquios con Henri, he salido con una ligera sensación de derrota; con la sospecha
confusa de haber sido yo también, de alguna manera inadvertida, no un hombre frente a el, si no un instrumento en sus
manos. Hoy se que Henri esta vivo. Daría cualquier cosa por saber de su vida de hombre libre, pero no quiero volver a
verlo”. Levi se interesa sobre su compañero, pero al eminentemente social y culto y con tan gran diferencia hacia los
demás compañeros del Lager, le muestra desprecio por esa sensación de derrota e inferioridad que le causa.

EXAMEN DE QUÍMICA:
El día en que se anuncio oficialmente la constitución del Kommando químico, un grupo de quince Häftlinge
se reunió con el Kapo, en la plaza de la Lista. El primer chasco fue que el Kapo era un delincuente profesional, y ni
siquiera era químico.
Pronuncio un breve discurso, y dijo que si alguno se había presentado como químico sin serlo, uno de los
próximos días, un examen de química ante el triunvirato del Departamento de Polimerización le delataría. Al salir de
Lager, marchaban en filas de cinco, cuando se pregunto que quienes eran los químicos con los que andaba, que no
conocía a nadie aparte de Alberto, que caminaba a su lado.
Habían llegado, bajaron a un sótano vasto y húmedo. Les dividieron en tres escuadras, una de ellas constituida
por el, Alberto, Iss y el holandés. Iban a hacer el examen. Él sabia que se salvaría si se convertía en Especialista, y
solo lo conseguiría superando el examen.
Pasaron tres días, y nadie creía ya en el examen de química. El Kommando se reducía a doce hombres, que
habían desaparecido. De los doce cinco resultaron no ser químicos, y pidieron a Alex volver a los Comandos a los que
pertenecían anteriormente.
Alex les llamo afuera para que fueran a dar el examen. Alex estaba nervioso, pero los demás también, cada
uno a su manera. No estaban seguros de si aun sabían escribir. Alex se planto delante de Levi y le escudriñó el
resultado con aire disgustado y le volvió la espalda refunfuñando. Los tres doctores decidieron que seis de los
candidatos pasaran por la mañana, menos Levi que tubo que ir a trabajar. Por la tarde paso a buscarle Alex. Entraron,
y Alex fue despedido enseguida y relegado aparte, Levi se sentía como Edipo ante la Esfinge. Pannwitz, cuando
termino de escribir, levantó los ojos y me miro. El examen estaba saliendo bien, y cuando se acabó, la excitación cedió
de golpe, y escribió su destino en la página blanca: Los, ab!
De nuevo en la escalera, Alex salta los peldaños y desde abajo le miraba como bajaba las escaleras torpe y
ruidosamente con sus zuecos de madera. Parecía que la cosa hubiese salido bien, pero era insensato hacerse ilusiones.

EDIPO ANTE LA ESFINGE:


Edipo encuentra a la esfinge, un monstruo que daba muerte a todo aquel que no pudiera adivinar su acertijo,
atormentando al reino de Tebas. A la pregunta de cuál es el ser vivo que camina a cuatro patas al alba, con dos al
mediodía y con tres al atardecer, Edipo responde correctamente que es el hombre. La esfinge, furiosa, se suicida
lanzándose al vacío y Edipo es nombrado el salvador de Tebas. Como premio, Edipo es nombrado rey y se casa con la
viuda de Layo, Yocasta, su verdadera madre.
Levi se sentía como Edipo ante la esfinge cuando le iban a hacer el examen, ya que de el dependía su libertad
y por eso le temía al examinador que le iba a hacer las preguntas. Como Edipo, si el no acertaba el acertijo del
monstruo, que seria el examinador, le iba a condenar a la muerte.

EL CANTO DE ULISES:
Estaban limpiando y nadie les vigilaba cuando llegó alguien y todos se asustaron, pero no era nadie más que
Jean, el Pikolo de nuestro Kommando. El trepó hacia fuera y el también lo consiguió, batiendo los parpados en el
esplendor del día. Pikolo le dio uno de los dos palos y comenzaron a andar. El Rancho estaba bastante lejos, y a la
vuelta debían cargar con los 50 kilos de marmita enfilada en los palos, por lo que a la ida decidieron tomar un camino
mas largo para descansar. Paso un SS en bicicleta, y les mando pararse, ponerse firmes y que se quitaran la gorra.
Luego pasó Frenkel, el espía. Aceleraron el paso porque sabían que ese hacia mal por gusto. Llegaron al kraftwerk
donde trabaja el Kommando de los tendidos eléctricos. Levi comenzó a relacionar lo que ocurría con versos, pero al
rato Pikolo le cortó, y le dijo que debían seguir, y se fueron a la cola del potaje, para que les dieran la comida.

LA DIVINA COMEDIA:
Cada una de sus partes está dividida en cantos, a su vez compuestos de tercetos. La composición del poema se
ordena según el simbolismo del número tres: tres personajes principales, Dante, que personifica al hombre, Beatriz,
que personifica a la fe, y Virgilio, que personifica a la razón; la estrofa tiene tres versos y cada una de las tres partes
cuenta con treinta y tres cantos. El poema puede leerse según los cuatro significados que se atribuyen a los textos
sagrados: literal, moral, alegórico y anagógico.
Dante (o Durante) Alighieri (Florencia, 1265 - † Rávena, 14 de septiembre, 1321) poeta florentino italiano. Su
obra maestra, La Divina Comedia se considera una de las obras máximas de la literatura universal producida en
Europa durante la edad media.
Nació: 1265 Florencia
Falleció: 14 de septiembre, 1321 Rávena
Ocupación: Poeta
Obras: La Divina Comedia
Casado con: Gemma, hija de Messer Manetto Donati
Padre: Alighiero de Bellincione
Madre: Gabriella degli Abat
Dante Alighieri llamó comedia a su libro pues, de acuerdo con el esquema clásico, no podía ser una tragedia, ya que
su final es feliz. Pues en ese sentido se podría relacionar la historia de la divina Comedia con la historia de Levi, ya
que es un episodio trágico pero con un final feliz debido a la libertad.

LOS ACONTECIMIENTOS DEL VERANO:


En el mes de agosto de 1944, ellos internados desde hace cinco meses, ya se consideraban veteranos. Como
tales no se asombraron de que el examen de química no tuviera consecuencias. Conservaban los recuerdos de su vida
anterior, lejanos, dulces y tristes, pero al entrar al campo los recuerdos eran cercanos y duros.
En agosto del 44 empezaron los bombardeos de la Alta Silesia, y se prolongaron durante todo el verano y el
otoño hasta la crisis definitiva. El trabajo de la Buna se detuvo bruscamente y el trabajo de construcción cesó. El
rebaño de esclavos fue dirigido a otra parte. Tenían que construir rápidamente refugios y la Buna había comenzado a
caerse a pedazos alrededor de ellos.
Tuvieron que sudar entre polvo y escombros ardientes, y temblar como bestias aplastados contra el suelo bajo
la furia de los aviones. Al presenciar esos sucesos, los políticos, los triángulos verdes y los SS veían en nuestras caras
la triste alegría de la venganza, por lo tanto su ferocidad aumentó. Pero estaban demasiado destruidos para sentir
verdadero temor.
Les estaba prohibido el acceso a refugios acorazados. Cuando la tierra empezaba a temblar, se arrastraban
hacia la Buna, luego yacían allí inertes, amontonados los unos contra los otros como muertos. Una vez terminaba la
alarma, volvían a sus puestos, y reanudaban aquel trabajo inútil e insensato en aquellos momentos. Levi se encontró
con Lorenzo, un obrero italiano que le llevo pan durante seis meses, le dio una camiseta y escribió para el una carta a
Italia. Lorenzo no pidió ni acepto nunca ninguna recompensa por ello. Muchos civiles ayudaban a sobrevivir a sus
compañeros, pero eran relaciones de naturaleza distinta. Este tipo de favores hacia que se fardaran de esas relaciones,
ya que obtenías beneficios. Siempre había algún impertinente que se atrevía a preguntar que quien lo había dado,
donde lo había encontrado, que había hecho, etc. Solo los bobos de número alto hacen estas preguntas. A estas
preguntas respondían equivalentes a: ¡quitate del medio! También hay quien se especializa en espionaje para
identificar el civil con los que el tal se entiende.
Levi creía que ahora mismo estaba vivo gracias a Lorenzo, no por su ayuda material si no más por la ayuda
moral. Los personajes de estas páginas no eran hombres, pero Lorenzo si que lo era, su humanidad era pura e
incontaminada, se encontraba fuera de este mundo de negación. Gracias a Lorenzo no se olvido el mismo de que era
un hombre.

LORENZO:
Lorenzo simboliza, para Levi, la libertad y la vida, porque si no hubiese sido por el y por la ayuda moral y
material, no estaría vivo ahora mismo. Para el también era un orgullo tener a alguien que estuviera atento y cuidando
de el, que le diera, aunque fueran sobras o desperdicios, parte de su alimentación y vestimenta.

OCTUBRE DE 1944:
Ya era invierno, y sabían lo que quería decir, en el curso de esos meses, desde octubre hasta abril, de cada diez
morirían siete, y quien no murió, sufrió minuto a minuto. Allí decían hambre, cansancio, dolor e invierno, y eran otras
cosas. Eran palabras creadas y empleadas por hombres libres, y si el Lager hubiese durado, se habría creado un nuevo
lenguaje áspero para poder definir todos esos sentimientos.
Si les hubieran dicho que iban a pasar otro invierno en el Lager, se habrían dirigido a tocar el tendido
eléctrico, y también lo harían ese invierno si no fuera por esa insensata esperanza de huir de allí.
Hacia un verano, los alemanes habían construido unas enormes tiendas donde se hospedaban más de mil
hombres. Pero estas fueron desmontadas, por lo que tenían que incorporarse, todos esos hombres, en sus barracas, por
lo que se avecinaba una selección.
A los días siguientes el Lager estaba saturado de selecciones. En los retretes se comparaban unos con otros
para tranquilizarse mutuamente, ya que los unos les decían a los otros que serian ellos mismos los seleccionados.
Ninguno negaba al otro esa limosna: ninguno estaba seguro de su suerte como para tener el valor de condenar a otro.
Era domingo de trabajo, y misteriosamente todos sabían que ese día era la selección. En Birkenau la chimenea
llevaba humeando diez días. Parecía que todo marchaba como todos los días, pero luego se oyó la campana y
comprendieron que todo iba en serio. Les encerraron en la barraca, les dieron una ficha con sus documentos y les
hicieron desnudarse, luego les empujaron hacia dentro del Tagesraum y cerraron la puerta que daba al dormitorio y
abrieron las dos que daban al exterior. Cada uno de ellos debía correr hasta el SS entregarle la ficha y volver al
dormitorio, mientras el SS decidía si ibas a la derecha o a la izquierda, a la vida o a la muerte. Levi procuró mirar a sus
espaldas y vio que su ficha fue a la derecha. Es su barraca la selección había terminado, por lo que estaban en
clausura. Pero igualmente se hizo el reparto del potaje, y a los seleccionados se les daba una ración doble, que nadie
sabia bien porque.

KRAUS:
Llovía desde hace diez días y la tierra estaba completamente encharcada. Si hubiese podido ir a un cobertizo y
tener un paño seco, habría sido para el una autentica felicidad. Era una suerte que ese día no soplase el viento, aunque
de alguna manera siempre tenían la impresión de tener suerte, ya que les sucediera lo que les sucediera, siempre
podría ir peor, y eso les hacia seguir.
Levi estaba en mitad de la excavación, Kraus y Clausner están en el fondo, Gounan por encima de mí, al nivel
del suelo. Kraus era húngaro, no entendía caso el alemán y no sabía francés. Era largo, tenia gafas y parecía un niño.
También trabajaba demasiado y demasiado vigorosamente, como si fuese a recibir mas recompensa por ello. Gounan
le gritó a Kraus desde arriba que fuese mas lento, ya que hoy era un trabajo en cadena y si el iba rápido también lo
tendrían que ir los demás.
A las cinco podrían parar de trabajar, pero la marcha al retorno, la llamada y el control de los piojos les
alejarían del reposo. Era la reunión, Antreten de todas partes, se fueron a formar la marcha de vuelta, Levi se quedo
atrás, exactamente junto a Kraus. Ya no era un día, ya que no había dejado rastro en la memoria de nadie, y al día
siguiente seria igual.
En la marcha, se le ocurrió hablarle largamente a Kraus. Le contó que había soñado con el, que estaba en su
casa en Nápoles, y de pronto sonaba el timbre, que habría la puerta y que era el, que se sentía lleno de alegría y le
decía que pasara. Le daba de comer, de beber y una cama donde dormir. Luego pensó que Kraus no viviría mucho en
el Lager

DIE DREI LEUTE VOM LABOR


Eran 97 cuando entraron, y solo 29 sobrevivieron hasta octubre, y de esos, 8 se fueron a la selección. Apenas
había empezado el invierno y solo quedaban 21.
Hasta ese momento las ventajas del Kommando Químico no eran verdaderas ventajas. El invierno había
empezado y con el su ultima batalla, ya no se podía dudar de que era la ultima. Llegaron al Lager trescientos
prisioneros del ghetto de Lodz, que los alemanes habían transferido ante el avance de los rusos. Con las llegadas de los
convoyes de los rusos superaban el número de cincuenta mil.
Como de costumbre el Kapo distribuyo las cuadrillas. Los diez del Cloromagnesio, que era un trabajo
durísimo. De los 21, tres se ausentaron, por muerte o por traslado, así que quedaban solo 18. Cuando el Kapo dijo que
tres Haftlinge habían sido elegidos para el laboratorio, y entre ellos estaba Levi. Al estar en el laboratorio tenía
derecho a camisa y calzoncillos nuevos y debía ser afeitado cada miércoles.
Entraron en el laboratorio, vieron como el pavimento estaba liso y limpio, y que era un laboratorio como
cualquier otro. La temperatura era de 24º C, así que el problema del invierno para ellos había terminado. Además el
problema del hambre tampoco seria difícil de resolver. Allí había jabón, bencina y alcohol. Esto significaba salvarse
de la congelación, de las enfermedades, y de las selecciones. Pero quien podía saber lo que ocurriría cuando fueran los
rusos… porque irían.
Delante de las mujeres del laboratorio, los tres se sentían avergonzados, no las podían mirar como mujeres ya
que ellos no parecían hombres, con sus ropas sucias, con los parásitos que tienen, con lo delgados que están, etc.
Mientras que ellas eran señoritas, y vestían y olían bien.

EL ÚLTIMO
Desde que Alberto y Levi trabajan juntos tienen muchas cosas que contarse. Están desarrollando una buena amistad
con Alfred, Elías y Henri. Además tienen tres empresas que llevar acabo, Alberto y Levi que son prometedoras, ese
mismo día son llamados para presenciar la ejecución de un hombre que participo en destruir el crematorio.

HISTORIA DE DIEZ DÍAS


Levi enfermo y fue llevado a la enfermería, cuando de repente fue evacuado todo el Lager entero menos los que
estaban enfermos como él.
La luz se acabo, la calefacción se apago y poco a poco fue todo a peor.
Levi junto a otros tres decidieron ponerse en marcha y buscaron una estufa comida, carbón, etc., y así fueron pasando
los días. Iba muriendo mucha gente y el estado del Lager era deprimente, así estuvieron durante 10 días del mes de
enero. Llegaron los rusos finalmente y todo acabo.

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