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● Quien realiza una conducta típica y antijurídica, pero no culpable (en estado de inimputabilidad),
sí es objeto de la imposición de una medida de seguridad.
Así, la inimputabilidad se presenta como una situación extraordinaria y excepcional, que implica
una afectación de la capacidad del individuo, por lo que el sujeto pasible de la acción disciplinaria
en esas condiciones no puede ser merecedor de la imposición de una sanción disciplinaria. Por lo
cual, ante una situación de inimputabilidad el competente dará inmediata aplicación a los
mecanismos administrativos que permitan el reconocimiento de las inhabilidades sobrevinientes.
Se resalta que, para una parte de la doctrina, dicha causa de exclusión de responsabilidad en
materia disciplinaria no afecta la culpabilidad, ya que, desde el análisis de la estructura de la falta
disciplinaria, la situación de inimputabilidad es un eximente de capacidad, por lo que no sería
dable sostener la configuración del ilícito disciplinario ni siquiera de la existencia de una conducta
disciplinariamente relevante (Gómez Pavajeau, Carlos Arturo).
“Por tanto, la culpabilidad es el juicio de reproche que se hace a un sujeto que pudiendo obrar de
una determinada manera opta por actuar en forma contraria, asumiendo una conducta típica y
antijurídica; en ese orden de ideas, la inimputabilidad se traduce en la imposibilidad de razonar y,
concretamente, de diferenciar entre lo que es correcto y lo que no lo es. Se ha calificado como la
inmadurez sicológica o el trastorno mental que impide valorar los patrones de conducta vigentes
dentro del ordenamiento social y legal que determinan la forma de actuar; son afecciones que
limitan la capacidad para comprender la ilicitud o ilegalidad del comportamiento que se asume
(Concepto de la Procuraduría General de la Nación, C-453/2005)”.
Con todo, la situación de inimputabilidad debe estar directamente relacionada con el deber
funcional que se estima incumplido, es decir, el que susceptible de merecer la imposición de una
sanción disciplinaria. Así por ejemplo, el servidor público no podría alegar que ostenta una
condición de cleptómano, cuando el deber funcional que se desconoció está relacionado con el
cumplimiento del horario laboral. Como se desprende de del numeral 7 del artículo bajo análisis,
tampoco habrá lugar para reconocer la inimputabilidad cuando el sujeto disciplinable hubiere
preordenado su comporta miento. verbi gracia, el militar que ingirió bebidas embriagantes
durante el servicio y le causó heridas o la muerte a uno de sus superiores o compañeros con su
arma de dotación oficial.
“Abundante y antigua es la jurisprudencia de esta sala que ha sostenido, que el medio idóneo para
corroborar si el sujeto al momento de cometer el hecho se encontraba en capacidad de
comprender y autorregularse conforme a esa comprensión es el examen psiquiátrico, cuya práctica
resulta necesaria en los eventos en que de acuerdo con los elementos de juicio que ofrece la
actuación misma, se haga viable colegir que el acusado pudo estar afectado en sus esferas
cognoscitiva y volitiva cuando cometió el delito, sin que tal consideración implique que se esté
creando una específica tarifa legal en relación con ese elemento de convicción ni que deba
desconocer el conjunto probatorio allegado al expediente, ya que estando nuestro sistema
procesal regido en esta materia por la sana crítica, será el juez en últimas el que, luego de valorar
en su integridad las diferentes evidencias del proceso, concluya si es dable o no reconocer un
determinado estado psiquiátrico y de suyo, el estado de inimputabilidad ...”.
Para finalizar, una vez demostrada la causal de inimputabilidad, procede la cesación de todo
procedimiento en el estado en que se encuentre y la terminación del proceso, según lo indica el
artículo 73 del Código en mención, lo cual da lugar al archivo definitivo de la actuación al tenor de
lo dispuesto en el artículo 164, ídem estatuto.
Radicación N° : IUC-D-2012-98-490195
La defensa argumenta que existe causal de exclusión de responsabilidad porque el señor Lasso se
encuentra en situación de inimputabilidad por su calidad de indígena, que no tenía conocimiento
de la ilicitud de la conducta puesto que no había recibido ningún tipo de asesoramiento.
la sentencia de la Corte Constitucional, C-127 de 2003 «Siempre y cuando (…) el Estado capacite y
asesore a las autoridades indígenas, para que se produzca una comprensión de cada una de las
cláusulas del contrato, a través del cual administrarán recursos públicos, (sic) y las consecuencias
de su infracción». Se logró demostrar en el proceso que el disciplinado LASSO nunca acudió por
ayuda en asesoramiento a los canales previstos para ello, y que a las diversos conversatorios a los
que fue invitado, donde se tratarían estos temas tampoco tuvo la voluntad de asistir. Cumpliendo
la administración con el deber de proporcionarle los medios para su asesoramiento.
Al momento de aportar las pruebas, se allegó un dictamen pericial realizado por psiquiatra forense
de medicina legal donde se estimó que para el momento de la elaboración y firma del documento
venía con altas cargas de estrés de ansiedad, que según los análisis no tuvo la capacidad para
prever las consecuencias de su acto por un trastorno mental transitorio, cuenta de ello es que
intentó suicidarse apenas recibió la notificación de que se iniciaría un proceso disciplinario en su
contra. La disciplinada Necesitaba que le autorizaran el crédito inmediatamente porque iban a
rematar una casa que ella estaba comprando, se encontraba angustiada y desesperada, por la
presión que estaban ejerciendo los abogados para la compra y también sus familiares. Esto
analizado armónicamente con otras pruebas allegadas al proceso, como declaraciones de sus
compañeros de trabajo los días anteriores y posteriores al hecho daban cuenta del mal estado
mental en que se encontraba, su DIAGNOSTICO fue: que <<presenta signos y síntomas de un
trastorno depresivo de larga data y crisis de pánico>>
Por ello en este fallo de única instancia la procuraduría resuelve absolver a la señora Rosalba, por
existir una causal de exclusión de responsabilidad, notificar a las partes y posteriormente archivar
las diligencias.