Principalmente, el instrumento de voluntad anticipada verifique que no tiene más 20 años
implementado en nuestro país, ni mucho menos en nuestro estado. En relación a la lectura previa del Doctor, me pareció una reflexión dulcificada ante la muerte, claro, no por muy internalizado que tengamos la concepción de la muerte, quiere decir que sea digerible. Pero, lo más relevante o de importancia como alternativa, es justo como se ha venido asomando durante las clases y como lo ha planteado el autor, agregando si se me permite, que debería de implementarse culturalmente como una ética personal o más bien un bioética, que tendría una disminución desfavorable en el impacto del paciente terminal pero, el énfasis lo daría en hacer justo “nuestros derechos” que es lo que más tenemos en ausencia. Ahora el autor hablo desde la vejez, yo lo pensé posteriormente desde los jóvenes que se encuentran en esta etapa terminal, y si bien sabemos quienes deciden aún son los propios padres.