INTRODUCCION

Conocer, entender y aplicar los diez mandamientos de la ley de dios es tener la brújula que
siempre apunta al norte; al bien, a la felicidad; pues los diez mandamientos son un camino
sencillo para acercarnos a Dios que es la plenitud de todo y por tanto la felicidad del ser
humano. Sin embargo este estudio esta dirigido al séptimo, octavo, noveno y decimo
mandamiento. Estas últimas reglas se dirigen al prójimo y nos ordeno no causar ningún daño a
las personas que nos rodean; ni con los pensamientos o deseos; como se expresa en el decimo
mandamiento el cual me prohíbe codiciar o querer todo aquello que no posee y que algún
conocido lo tiene.

Los mandamientos del “decálogo” nos llaman a cumplir la voluntad de Dios para alcanzar la
vida eterna a través de leyes sencillas; pero fundamentales que permiten mantener la
comunicación en el señor de la verdad, Dios todo poderoso.