Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Compartir
Comentar
Guardar
Reportar
Portada
RELACIONADOS:
ECONOMÍA
TURISMO EN COLOMBIA
Por: Redacción EL TIEMPO
Un encuentro real con la naturaleza y que permite estimular los sentidos es lo que ofrece el
aviturismo en el país a los viajeros interesados en observar e identificar aves en su hábitat natural.
Colombia tiene 1.921 especies de aves –que representan el 20 por ciento de las existentes en el
planeta–, de las cuales 79 son endémicas, es decir, solo se encuentran naturalmente en el
territorio colombiano; 193, casi endémicas y 139, consideradas amenazadas o en riesgo de
extinción.
Ante esta gran diversidad de especies, el Gobierno Nacional tiene proyectado para el 2017
posicionar al país como destino turístico mundial para el avistamiento de aves.
Con ese fin se proyecta la inversión de 1.067 millones de pesos en la ruta del Eje Cafetero. Con
estos recursos se desarrollarán trabajos de infraestructura en el diseño de senderos,
señalización, comedores, caminos, torres de avistamiento y cuidado del hábitat.
El aviturismo es una experiencia única que solo exige tener binoculares, cámara fotográfica y una
actitud contemplativa; y la oferta de este producto fortalece los destinos y el interés de los
viajeros internacionales por el país.
De acuerdo con la entidad, los países con los que competirá Colombia en esta actividad son Perú,
Ecuador, Costa Rica, Panamá, Estados Unidos, Inglaterra y Australia.
El poder disfrutar de los trinos de las aves, de sus coloridos plumajes y conocer sus hábitos atrae a
turistas extranjeros que, según un estudio realizado por Conservation Strategy Funde y National
Audubon Society, estarían dispuestos a pagar entre 2.500 y 3.000 dólares por persona para
recorridos de aproximadamente de diez días, y generar 7.500 nuevos empleos.
Una de esas empresas es la Asociación Comunitaria Yarumo Blanco, que opera en el Santuario de
fauna y flora Otún Quimbaya, en Risaralda.
Una experiencia similar comparte Manakin Nature Tours, empresa nacional que opera en Bahía
Solano, el parque nacional natural de Utría y Nuquí, en Chocó; la reserva natural de Río Claro, en
Antioquia; el parque nacional natural de los Yariguíes, en Santander, y la reserva Rogitama, en
Arcabuco, Boyacá.
“Para los observadores es muy atractivo saber que en 15 días se pueden ver 600 o 700 especies
de aves, mientras en otros países regularmente se ven 300 especies; uno puede doblar el
número de especies en el mismo tiempo”, señaló Luis Eduardo Urueña, propietario de Manakin
Nature Tours.
El director de la fundación para América Latina, John Edward Myers, manifestó que para
consolidar este mercado en Colombia, la ONG viene trabajando con el Ministerio de Comercio,
Industria y Turismo en planes para promover las conexiones entre los operadores y los mayoristas
locales que ofrecen paquetes ecoturísticos con sus similares estadounidenses. “Tenemos distintos
canales para promover el proyecto, como las revistas que miran los pajareros, más de un millón de
personas que son miembros de Audubon y cinco millones más que están conectadas a través de
nuestra página en internet, así como los viajes de familiarización de avistadores a regiones como
Antioquia, Valle, Chocó, Vaupés y Putumayo”, concluyó.
Otra manera de promover a Colombia como el principal país para el avistamiento de aves, según
explicó Myers, es a través de la publicación en inglés del estudio ‘La Paz es mucho más que
palomas, beneficios económicos de aviturismo’, el cual sustenta con cifras la realidad y el
potencial del país en este tipo de turismo especializado.
Además de esto, la ONG desarrolló una aplicación de aves del Caribe colombiano que, de la mano
de ProColombia, será presentada en España, con ocasión de la feria de turismo Fitur, el próximo
18 de enero.
EL TIEMPO