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“Todos los nombres que se ponen aquí, dice el presente discurso, corresponden a un principio; y hay algún

nombre que manifiesta toda la providencia de Dios universalmente, esto es, el nombre de bien; y hay algunos
que manifiestan la divina providencia en cuanto a algunos determinados efectos, o más universales o más
particulares como ente, viviente, sapiente y otros así.” In De Divinis Nominibus, c. V, L. 1.

Cómo Dios sea causa de la claridad lo muestra agregando que Dios lanza a todas las creaturas, con un cierto
fulgor, la tradición de su rayo luminoso, que es la fuente de toda luz; y estas entregas fulgurosas del rayo divino
hay que entenderlas según la participación de la semejanza, y estas entregas o tradiciones son bellificadoras, es
decir, producen la belleza en las cosas.” In De Divinis Nominibus, c. IV, L. 5.

“Dice que a partir de lo bello se causan todas las esencias substanciales de los entes. Toda esencia o es forma
simple o tiene complemento con una forma; la forma es cierta irradiación proveniente de la primera claridad; la
claridad por lo tanto es la razón de la belleza.” In De Divinis Nominibus, c. IV, L. 6.

“Todos los nombres que se ponen aquí, dice el presente discurso, corresponden a un principio; y hay algún
nombre que manifiesta toda la providencia de Dios universalmente, esto es, el nombre de bien; y hay algunos
que manifiestan la divina providencia en cuanto a algunos determinados efectos, o más universales o más
particulares como ente, viviente, sapiente y otros así.” In De Divinis Nominibus, c. V, L. 1.

Cómo Dios sea causa de la claridad lo muestra agregando que Dios lanza a todas las creaturas, con un cierto
fulgor, la tradición de su rayo luminoso, que es la fuente de toda luz; y estas entregas fulgurosas del rayo divino
hay que entenderlas según la participación de la semejanza, y estas entregas o tradiciones son bellificadoras, es
decir, producen la belleza en las cosas.” In De Divinis Nominibus, c. IV, L. 5.

“Dice que a partir de lo bello se causan todas las esencias substanciales de los entes. Toda esencia o es forma
simple o tiene complemento con una forma; la forma es cierta irradiación proveniente de la primera claridad; la
claridad por lo tanto es la razón de la belleza.” In De Divinis Nominibus, c. IV, L. 6.

“Todos los nombres que se ponen aquí, dice el presente discurso, corresponden a un principio; y hay algún
nombre que manifiesta toda la providencia de Dios universalmente, esto es, el nombre de bien; y hay algunos
que manifiestan la divina providencia en cuanto a algunos determinados efectos, o más universales o más
particulares como ente, viviente, sapiente y otros así.” In De Divinis Nominibus, c. V, L. 1.

Cómo Dios sea causa de la claridad lo muestra agregando que Dios lanza a todas las creaturas, con un cierto
fulgor, la tradición de su rayo luminoso, que es la fuente de toda luz; y estas entregas fulgurosas del rayo divino
hay que entenderlas según la participación de la semejanza, y estas entregas o tradiciones son bellificadoras, es
decir, producen la belleza en las cosas.” In De Divinis Nominibus, c. IV, L. 5.

“Dice que a partir de lo bello se causan todas las esencias substanciales de los entes. Toda esencia o es forma
simple o tiene complemento con una forma; la forma es cierta irradiación proveniente de la primera claridad; la
claridad por lo tanto es la razón de la belleza.” In De Divinis Nominibus, c. IV, L. 6.

“Todos los nombres que se ponen aquí, dice el presente discurso, corresponden a un principio; y hay algún
nombre que manifiesta toda la providencia de Dios universalmente, esto es, el nombre de bien; y hay algunos
que manifiestan la divina providencia en cuanto a algunos determinados efectos, o más universales o más
particulares como ente, viviente, sapiente y otros así.” In De Divinis Nominibus, c. V, L. 1.

Cómo Dios sea causa de la claridad lo muestra agregando que Dios lanza a todas las creaturas, con un cierto
fulgor, la tradición de su rayo luminoso, que es la fuente de toda luz; y estas entregas fulgurosas del rayo divino
hay que entenderlas según la participación de la semejanza, y estas entregas o tradiciones son bellificadoras, es
decir, producen la belleza en las cosas.” In De Divinis Nominibus, c. IV, L. 5.

“Dice que a partir de lo bello se causan todas las esencias substanciales de los entes. Toda esencia o es forma
simple o tiene complemento con una forma; la forma es cierta irradiación proveniente de la primera claridad; la
claridad por lo tanto es la razón de la belleza.” In De Divinis Nominibus, c. IV, L. 6.
“Todos los nombres que se ponen aquí, dice el presente discurso, corresponden a un principio; y hay algún
nombre que manifiesta toda la providencia de Dios universalmente, esto es, el nombre de bien; y hay algunos
que manifiestan la divina providencia en cuanto a algunos determinados efectos, o más universales o más
particulares como ente, viviente, sapiente y otros así.” In De Divinis Nominibus, c. V, L. 1.

Cómo Dios sea causa de la claridad lo muestra agregando que Dios lanza a todas las creaturas, con un cierto
fulgor, la tradición de su rayo luminoso, que es la fuente de toda luz; y estas entregas fulgurosas del rayo divino
hay que entenderlas según la participación de la semejanza, y estas entregas o radiaciones son bellificadoras, es
decir, producen la belleza en las cosas.” In De Divinis Nominibus, c. IV, L. 5.

“Dice que a partir de lo bello se causan todas las esencias substanciales de los entes. Toda esencia o es forma
simple o tiene complemento con una forma; la forma es cierta irradiación proveniente de la primera claridad; la
claridad por lo tanto es la razón de la belleza.” In De Divinis Nominibus, c. IV, L. 6.
4”La cogitativa está en el confín de la parte sensitiva y la parte intelectiva, en donde la
parte intelectiva y sensitiva se tocan. Pues tiene algo de la parte sensitiva, ya que considera las
formas particulares y tiene algo de la parte intelectiva, ya que las confronta, lo que solo se da en el
hombre”.1

1
SANTO TOMÁS DE AQUINO, Comentario a las sentencias de Pedro Lombardo III, d. 23, q. 2, a. 2, ad. 3.

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