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Lic.

Terapia de la Comunicación Humana

ASIGNATURA:
Ética profesional

Dra. Leticia Pesqueira Leal

Valores y virtudes

Presentado: Paloma Itzel Aguilar Hernandez


Matrícula: 1101246
Desarrollo
¿QUÉ SON LOS VALORES?
El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. La práctica del valor desarrolla la
humanidad de la persona, mientras que el contra valor lo despoja de esa cualidad. Desde un punto
de vista socio-educativo, los valores son considerados referentes, pautas que orientan el
comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la persona.
¿QUÉ SON LAS VIRTUDES?
Para llegar a las virtudes tiene que existir el valor como hábito adquirido en la persona. Santo
Tomás define la virtud como un “hábito operativo bueno". Por lo tanto, las virtudes son un tipo
de cualidades estables, y por eso son hábitos y no meras disposiciones o cualidades transeúntes.
La virtud permite al hombre hacer una obra moral perfecta y le hace perfecto a él mismo.
VIRTUDES CARDINALES:
PRUDENCIA: Es la virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro
verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlos. Pero no una razón cualquiera, sino la
razón recta, esto es, la razón práctica perfeccionada por esta virtud, ella indica la justa medida
según la cual la voluntad y las facultades apetitivas deben actuar.
JUSTICIA: Es la virtud moral que consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al
prójimo lo que les es debido.
FORTALEZA: Es la virtud moral que asegura en las dificultades la firmeza y la constancia en la
búsqueda del bien. Reafirma la resolución de resistir a las tentaciones y de superar los obstáculos
en la vida moral.
TEMPLANZA: Es la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio
en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene
los deseos en los límites de la honestidad.
10 virtudes para vivir una vida plena
1. Paciencia
La paciencia es la capacidad de saber esperar de forma correcta, sin perder los papeles.
2. Gratitud
La gratitud nos ayuda a valorar todo lo que nos rodea. Con frecuencia nos pasan desapercibidos
detalles y experiencias de la vida.
3. Amabilidad
La amabilidad nos abre puertas, permite relacionarnos de forma positiva con los demás.
4. Esfuerzo
Vivir una vida plena supone alcanzar objetivos que mejoran nuestra calidad de vida, nuestro
estado de salud, la profesión que ejercitamos o incluso las relaciones que mantenemos.
5. Bondad
La persona bondadosa no anticipa que la gente le va a fallar, confía y cree en las personas a pesar
de sus malas experiencias. La persona bondadosa no mide, se entrega y es generosa. No
malinterpreta.
6. Perdón
Perdonar es una de las claves de la paz interior. ¿No os parece que el pedrusco del rencor es
demasiado pesado para cargar con él? El rencor te lleva a sentir ganas de venganza, a estar
pendiente de quien te ha ofendido y a desearle que tenga una mala vida.
7. Esperanza
Si no es ahora, ¿cuándo? Hay gente que se desespera con la inmediatez. Cree que si no tienen
ahora lo que desean es mejor no tenerlo.
8. Resiliencia
Una vida plena necesita empuje, fuerza, capacidad de reacción. ¿Qué pasaría si ante los
inconvenientes nos quedásemos en el camino, petrificados, anulados y sin recursos? Llevaríamos
una vida marchita, en la zona confortable, sin atrevernos a nada por miedo a equivocarnos.
9. Serenidad
Vivir con serenidad no es vivir aplatanado. Es decidir qué ritmo tiene la vida. Es elegir qué
batallas merecen la pena. Es libertad para dar rienda suelta a las emociones o simplemente
contemplarlas.
10. Sentido del humor
Ver el lado humorístico de la vida es tener control sobre nuestra vida. Saber trivializar, frivolizar,
decidir el valor que tienen los problemas, aun siendo reales, nos da seguridad. El humor alivia el
alma y el dolor, genera bienestar, se contagia, permite ser más creativo, divertido y afianza las
relaciones personales.

¿Qué son los valores humanos?


Podríamos definir los valores humanos como conjunto de virtudes de una persona en cuanto a su
actuación, interacción y relación con su entorno. Es decir, se trata de los valores éticos, morales,
políticos, económicos y sociales que posee una persona y que le dictan qué es lo correcto y qué
no lo es.
Valores humanos: lista con los 10 más importantes
1. Respeto
Cualquier valor podría encabezar esta lista, pero creemos que el respeto merece ocupar este
puesto. Respetar a nuestra familia, a nuestros amigos y amigas, a quienes no conocemos, a
culturas que nos parecen distintas, a quienes son diferentes... genera un ambiente de
comunicación y de paz.
2. Empatía
Existe un principio en muchas culturas y religiones que dice: “Trata a los demás como te gustaría
que te trataran a ti”. Esta es la ejemplificación más clara de la empatía: la cualidad de ser capaz
de ponernos en la piel de otro ser humano y comprender las razones de quienes nos rodean.
3. Responsabilidad
Puede parecer que la responsabilidad no es un valor demasiado importante. Si crees esto, realiza
el siguiente ejercicio: imagina un mundo en el que nadie se hace responsable de sus actos ni de
sus palabras. La responsabilidad está muy vinculada, como ves, al compromiso y a la honestidad.
4. Solidaridad
La solidaridad y la generosidad van de la mano. En realidad, no se entiende una sin la otra.
Consiste en capaz de realizar esfuerzos de manera altruista para ayudar a quienes más lo
necesitan, luchando por la dignidad de todas las personas.
5. Voluntad
Últimamente parece que la voluntad es un valor ausente, sobre todo en las instituciones. Se usa
mucho el término “voluntad política”, principalmente cuando gobiernos de todo el mundo ponen
excusas ante asuntos tan graves como la muerte de cientos de personas en el mar o el éxodo de
miles de familias huyendo de una realidad violenta. Querer es poder, y con unas prioridades
claras cambiar las cosas es posible.
6. Honestidad
La honestidad es una cualidad que implica sinceridad. Encontrar un futuro con personas honestas
garantiza verdad, respeto, franqueza y libertad.
7. Compasión
Muy relacionada con la empatía, la compasión permite que un ser humano sea capaz de sentir el
sufrimiento de la otra persona y tomar las acciones necesarias para ayudar.

8. Amor
Cuando hablamos de amor no nos referimos solo al amor de pareja. Actuar con amor ante
cualquier circunstancia, con cualquier persona o con lo que nos rodea significa actuar de manera
bondadosa. ¿Imaginas un mundo en el que todos y todas nos moviéramos solo por y con amor.
9. Perdón
Aprender a perdonar es una de las cosas más complicadas que existen. Muchas sociedades están
basadas en sistemas que tienen la venganza como telón de fondo y sus gobiernos la usan a
discreción sin tener en cuenta las terribles consecuencias de una sociedad sin perdón.
10. Gratitud
Por último, pero no por ello menos importante, encontramos el último valor humano de nuestra
lista: la gratitud. La base de la amistad, del amor, de la familia… es la gratitud. Y es que ser
capaz de dar las gracias por lo que otros hacen por ti es beneficioso para ti y para quien te ha
echado una mano.

Conclusión
Lo importante es que los valores arraiguen en las personas para que se puedan proyectar en la
sociedad. Es importante también desaprender ciertas conductas o hábitos negativos de la misma
manera que se aprenden los hábitos positivos. Priorizar la generosidad a “tener” es también una
ocasión de formar en valores. Los valores no vienen dados como un hecho forzoso. Hay que
descubrirlos, a veces descubrirlos creativamente y también con la orientación, el respaldo y el
incentivo de otras personas formadas en esos valores.
Estas virtudes nos demuestran que si se puede llegar a ser buenas personas y estos beneficios que
obtenemos a cambie, debemos aprender que siendo malas personas no lograremos tener esa paz
interior, esa felicidad, ese sentido de convivencia ni mucho menos vivir en tranquilidad, porque
toda acción corresponde a una reacción en sentido contrario y de igual magnitud.
Quizás creemos que el mejor camino es el de lograr lo que queremos a costa de lo que sea y pasar
por quien sea, porque a veces así se ve, así pensamos, y ese pensamiento es muy individualista,
nada cooperativo ni mucho menos la mejor opción pero al pasar el tiempo y al lograr eso que
tanto queremos nos vamos a dar cuenta de que solo logramos una cosa, no la disfrutamos con
quien queremos, perdemos cosas, renunciamos a otras, y en fin, la felicidad completa no se logra
completar.
Nadie es perfecto y debemos comprenderlo porque no somos ni más ni menos que todos,
debemos ponernos a pensar porque en nuestra vida cotidiana tomamos decisiones que cambian el
rumbo de nuestro camino y que cuando queramos regresar será demasiado tarde.

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