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Vectores artrópodos:
Flebótomos, lutzomyia y
Simuliidae
Prof. Bachilleres:
Justo Montevideo Aguiar Andrómeda C.I. 27.473.496
Negrinho Isabella C.I 27.568.109
Maria Gabriela Molina C.I 25.179.943
Rivas Guillermo C.I. 28.176.138
Osorio Génesis C.I. 24.344.407
Sección 2, grupo 2
Septiembre, 2020
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN.……………………………...…………………………………….3
ARTRÓPODOS: FLEBÓTOMOS Y
LUTZOMYIA………………………………....4
MORFOLOGÍA Y CICLO DE VIDA DE LOS FLEBÓTOMOS Y
LUTZOMYIA…..4
EPIDEMIOLOGÍA GENERAL: LUTZOMYIA SPP.………………………………...8
ORDEN DIPTERA, FAMILIA
SIMULIIDAE.……………………………………….10
MORFOLOGÍA Y CICLO DE VIDA DEL SIMULIIDAE.………………………….11
EPIDEMIOLOGÍA GENERAL.……………………………...……………………...17
ENFERMEDADES QUE TRANSMITEN.………………………………………….19
CONCLUSIÓN.……………………………...……………………………...……...20
Introducción
Existe una orden de insectos que agrupa a las moscas y los mosquitos, los
Dípteros, estos poseen un par de alas membranosas desarrolladas y otro par
transformadas en órganos reguladores del vuelo. Dentro de este orden
encontramos los géneros Phlebotomus y Lutzomyia, ambos pertenecientes a
la familia Psychodidae. Estos géneros son responsables de la transmisión del
parásito Leishmania Spp y por lo tanto actúan como vectores de la
Leishmaniasis. La Lutzomyia es un pequeño insecto de 2 a 3 mm de longitud,
con el cuerpo y las alas densamente cubiertas de pelo y un periodo de vida
en la naturaleza aproximadamente de 40 a 50 días. Se han descrito huevos
de aproximadamente 40 especies Lutzomyia del nuevo mundo. Son
hematofagos de hábitos nocturnos, las hembras se alimentan de sangre
mientras que los machos se alimentan del néctar de las plantas. El tenero
debe su nombre al médico y científico brasileño Adolfo Lutz.
Se conocen cerca de 450 especies distribuidas mayormente en zonas
tropicales y subtropicales. Por otra parte el género Phlebotomus se trata de
un insecto color marrón claro con el cuerpo cubierto de pelo, su ciclo de
actividad empieza al atardecer y continúa hasta el amanecer. Su ciclo
completo desde huevo a adulto dura aproximadamente 2 meses. La hembra
del Phlebotomus nace libre de Leishmania y para poder transmitir la
Leishmaniasis tiene que picar antes a un animal infectado, cada hembra pica
normalmente 3-4 veces antes de morir.
Se conoce otro orden de Dípteros, los Simúlidos que son insectos
hematóceros de pequeño tamaño, también pertenecientes al orden de los
Dípteros, el desarrollo de las larvas se da al agua, o en vegetación a la orilla o
sustratos sumergidos. Tienen actividad diurna, las hembras son muy
agresivas y producen una picadura dolorosa, la cual se caracteriza por un
punto central rojo y una inflamación destacable, normalmente sangrante. En
países tropicales son vectores de la oncocercosis y la Filariasis. Sus
estructuras bucales son las encargadas de cortar los tejidos dérmicos,
generando un cúmulo de sangre que es aspirado por el insecto
Artrópodos: Flebótomos y Lutzomyia
Las especies del género Phlebotomus en el Viejo Mundo y del género
Lutzomyia en el Nuevo Mundo son las responsables de la transmisión del
parásito Leishmania spp, y por lo tanto actúan como vectores de la
leishmaniosis. Las diferentes especies de flebotominos se encuentran
repartidas por todo el mundo, siendo el clima templado uno de los más
importantes para su desarrollo. Es por eso que la cuenca mediterránea
presenta condiciones idóneas para el establecimiento de poblaciones del
género Phlebotomus.
En su clasificación taxonómica los flebotomos son insectos nematóceros
encuadrados en el orden Diptera, familia Psychodidae, subfamilia
Phlebotominae. El género Phlebotomus incluye 13 subgéneros: Adlerius,
Anaphlebotomus, Australophlebotomus, Euphlebotomus, Idiophlebotomus,
Kasauliuls, Larroussius, Madaphlebotomus, Paraphlebotomus, Phlebotomus,
Spelaeophlebotomus, Synphlebotomus, y Transphlebotomus. Los
flebotomos actúan como vector en la transmisión de diversos organismos
como Leishmania spp, Bartonella bacilliformis y algunos arbovirus como
Phlebovirus.
En América se han descrito más de 350 especies del género Lutzomyia spp.
De las cuales han sido encontradas naturalmente infectadas e incriminadas
como vectores de Leishmaniasis cutánea a Lutzomyia trapidoi, Lutzomyia
spinicrassa, Lutzomyia hartmanni, Lutzomyia umbratilis junto a 7
especies con altas probabilidades vectoriales y para Leishmaniasis visceral a
Lutzomyia longipalpis y a Lutzomyia evansi.
Ciclo de vida y morfología de los Flebótomos y Lutzomyia
En el estado adulto, estos flebótomos son pequeños insectos que miden de
2 a 5 mm de longitud. Tienen un período de vida en la naturaleza de 20 a 30
días. Tras la eclosión de los huevos hay 4 estadios larvales antes de la
formación de la pupa. Los adultos emergen de la pupa después de 7 a 10
días. Según la temperatura, la humedad, la dieta larvaria. Entre la oviposición
y la emergencia de los adultos transcurren normalmente entre 35 y 60 días.
Los lugares de cría de los Lutzomyia, son suelos ricos en materia orgánica y
húmedos. Los adultos suelen reposar en troncos de árbol, agujeros, en
madrigueras, nidos de aves, algunas especies peridomésticas reposan en las
paredes de los gallineros, establos, cocheras y en las viviendas humanas. No
pertenecen al ciclo de vida acuático.
Huevos: Son oscuros y elípticos y se supone que los ponen uno a uno en
pequeños lotes en lugares húmedos como son las grietas de las rocas, la
base de los árboles, la hojarasca, las madrigueras de animales y sitios
similares. El número habitual de huevos que pone una hembra durante un
ciclo de puesta varía de 40 a 70 según la especie, la cantidad y el tipo de
ingestión de sangre previa. Unas pocas especies de Lutzomyia son
autógenas, es decir, las hembras ponen su primer lote de huevos sin haber
ingerido sangre antes. Sin embargo, las siguientes puestas solo son posibles,
después de ingerir sangre. La eclosión suele ocurrir en menos de 10 días
después de la puesta, pero por razones desconocidas algunos lotes de
huevos pueden tener un periodo de incubación más prolongado (30 – 40
días).
Larvas: Las larvas son pequeñas, con una cápsula cefálica bien desarrollada,
muchas sedas con aspecto de cepillo en el cuerpo, largas sedas caudales
cuya longitud está en relación con el hábitat de la especie. Las que se
alimentan en la superficie generalmente poseen sedas caudales más largas
que las que lo hacen en las profundidades. Después de la eclosión, la
primera fase larvaria comienza a alimentarse de la materia orgánica muerta
disponible.
Pupas: Antes de transformarse en pupa, la larva madura deja de alimentarse
y busca un lugar por lo común más seco que el que ocupaba. La pupa se
adhiere a un objeto (una hoja, una piedra) y la piel larvaria comprimida puede
observarse en su extremo posterior (el extremo unido al sustrato). Esta fase
de reposo dura entre 7 y 12 días y los machos suelen aparecer antes que las
hembras.
Adultos: En las primeras 24 horas después de la emergencia, los machos
rotan 180 grados sus genitales externos y se convierten en insectos maduros
sexualmente. Para localizar una hembra receptiva es posible que los machos
recurren a feromonas y al hallazgo de un lugar de descanso o de un huésped
vertebrado donde existan hembras. La mayoría de las hembras pican al
hombre en el atardecer y durante las primeras horas de la noche, sin
embargo algunas especies pueden picar durante el día. Por lo general los
flebótomos antropofílicos son exofílicos, es decir pican al hombre fuera de
sus casas, pero otras especies incluyendo L. gomezi, L. longipalpis entran
en las habitaciones humanas y pican allí a sus ocupantes.
Los lugares de descanso utilizados varían según la estación,
disponibilidad del micro hábitat, cantidad de humedad y la especie. La selva
tropical ofrece la mayor variedad de lugares de descanso y en ella habitan la
mayoría de las especies. Algunas especies como L. longipalpis habitan zonas
áridas y suelen hallarse descansando en hendiduras de rocas.
Las especies antropofílicas que ingresan a las viviendas pueden
posarse en las paredes de las habitaciones durante un corto periodo.
Tanto los machos como las hembras se alimentan de los jugos y
sustancias azucaradas de las plantas, pero las hembras son
hematófagas (he aqui la razón por la cual se considera que las hembras son
las responsables de la transmisión de enfermedades) y toman sangre de una
variedad de hospederos vertebrados entre los que se incluye el hombre,
animales silvestres y domésticos: zorros, roedores, perezosos, marsupiales,
oso hormigueros, equinos, perros, cerdos y aves de corral. Los principales
reservorios son los mamíferos silvestres, zorros, Zarigüeyas, perezoso, rata
chucha, armadillo, oso hormiguero.
El desarrollo del parásito en el flebótomo comienza cuando éste
ingiere sangre de un mamífero infectado. Los amastigotes ingeridos se
transforman en promastigotes. Posteriormente (4 a 7 días) se dividen estas
formas en el intestino medio y posterior, para después migrar a las
glándulas salivales del mosquito y colonizar faringe. Desde aquí, pequeñas
formas muy móviles (metacíclicas) pasan a la cavidad bucal y se
depositan en la piel del siguiente animal picado por el flebótomo. La
duración del ciclo en la Lutzomyia sp. Varía entre 4 a 18 días según la
especie de Leishmania y la temperatura.
Dentro del flebotomo el parásito sufre una metaciclogénesis: pasa
desde amastigotes intracelulares en las células del sistema retículo endotelial
de la sangre del hospedador vertebrado a promastigotes metaciclicos
infectivos. En este proceso de metaciclogénesis el parásito sufre una serie de
modificaciones morfológicas en el tubo digestivo del flebotomo pasando por
diferentes estados.
Las formas infectivas para el hospedador vertebrado van a ser
inoculadas en el momento de la picadura. El hombre se introduce en el ciclo
biológico del parásito actuando como hospedador vertebrado a través de la
picadura de la hembra hematófaga.
Se conoce como leishmaniosis a la enfermedad infecciosa causada
por Leishmania spp. Según la OMS se trata de una enfermedad endémica en
98 países, alcanzando una población de riesgo de 350 millones de personas.
Se estima que la prevalencia está en torno a 12 millones de personas y que
la incidencia anual es de 2 millones de casos (1'5 millones de casos de
leishmaniosis cutánea y 0'5 millones de casos de visceral).
Epidemiología general: Lutzomyia spp (América del sur)
El Programa de Control de Leishmaniasis en Venezuela es
responsabilidad del Servicio Autónomo Instituto de Biomedicina (IB) del
Ministerio del Poder Popular de la Salud (MPPS) con sede en la ciudad
capital Caracas, en el Distrito Federal. Este Programa se basa esencialmente
en diagnóstico y tratamiento de los casos, no se con- templa control
vectorial. El IB dirige a nivel nacional los Servicios de Dermatología Sanitaria
Regionales, destacados en cada una de las 24 entidades federales del País.
Se han señalado para Venezuela alrededor de 100 especies de flebótomos,
de las cuales unas 30 son antropofílicas. Lutzomyia longipalpis, L.
pseudolongipalpis y L. evansi son reconocidas como vectores de LV.
Igualmente, con base en evidencias sobre infección natural y relación
hombre-vector-reservorios, se han demostrado o incriminado como especies
vectoras de LC, L. ovallesi, L. gomezi, L. panamensis, L. spinicrassa, L.
migonei, L. youngi, L. flaviscutellata, L. anduzei, L. umbratilis, L. olmeca
reducta, L. olmeca bicolor, L. trinidadensis y L. rangeliana.
En Venezuela se han descrito tres principales focos de leishmaniasis visceral
(LV): un foco Central que comprende los estados Aragua, Carabobo, Guárico,
Cojedes y Yaracuy; un foco Occidental: conformado por los estados Falcón,
Lara, Portuguesa, Trujillo y Zulia y un foco Oriental constituido por los
estados Nueva Esparta, Sucre, Anzoátegui y Monagas.
que comprende los estados Aragua, Carabobo, Guárico, Cojedes y Yaracuy;
un foco Occidental: conformado por los estados Falcón, Lara, Portuguesa,
Trujillo y Zulia y un foco Oriental constituido por los estados Nueva Esparta,
Sucre, Anzoátegui y Monagas.
En lo que respecta al foco Occidental, específicamente en el estado Lara,
durante el período 1958-1982, se reportaron 37 casos pediátricos de LV, la
mayoría de los cuales procedentes del Municipio Urdaneta al Norte del
estado. En el lapso 1995-1998 se diagnosticaron otros 18 casos procedentes
de la zona; y además Bonfante-Garrido et al (1995) identificaron a Lutzomyia
evansi predominando sobre L. longipalpis en esta región semiárida.
El estado Falcón también forma parte del foco Occidental de LV. En 1995
Yépez et al. diagnosticaron dos (2) casos pediátricos procedentes de
municipio Unión al sur del estado, por lo cual realizaron un estudio
sero-epidemiológico en las poblaciones humanas y caninas de la zona,
encontrando 27,7% (10/36) y 38% 5/13) de sero-positividad para Leishmania
sp. respectivamente. Además capturaron e identificaron las siguientes
especies flebotominas: L. evansi, L. panamensis, L. atroclavata y L.
venezuelensis.
Enfermedades transmitidas por Lutzomyia
Los flebotomos actúan como vector en la transmisión de diversos
organismos como Leishmania spp, Bartonella bacilliformis y algunos
arbovirus como Phlebovirus.
Orden Diptera
Familia Simuliidae
Morfología y ciclo de vida del Simuliidae
Los simúlidos constituyen una de las familias de dípteros acuáticos
más importantes de las aguas correntosas, único lugar donde pueden
desarrollarse sus fases preimaginales; por ello presentan una serie de
adaptaciones morfológicas y de conducta de gran interés biológico y
ecológico. Reciben numerosos nombres comunes, los que varían de región
en región: jejenes, jerjeles, borrachudos, mbariguis, petros, paquitas,
moscas chupasangre o carmelitas.
Los Simuliidae ("moscas negras" o "jejenes" como se les conoce
comúnmente) es una familia del orden Diptera con 2072 especies en todo el
mundo en los que tiene 12 géneros y aproximadamente 359 especies que se
encuentran en la región Neotropical.
La hembra en la mayoría de las especies requiere sangre para la
maduración del huevo y es este requisito que hace que las especies
importantes sean plagas mordaces y en algunos casos en la trasmisión de
parásitos en la sangre, piel en el hombre y animales de sangre caliente.
Los simúlidos habitan tanto el ambiente acuático como terrestre,
acuático en sus estadios de huevo, larva, pupa y terrestre en su estado
adulto. En el ambiente acuático están considerados como organismos
benéficos en la cadena alimenticia, pero en el ambiente terrestre adquieren
notoriedad por el impacto que causan en el hombre y la fauna. Como
muchos otros dípteros, los simúlidos se destacan por su trascendencia
epidemiológica. Sus picaduras provocan molestias, causando reacciones
locales con prurito y edematización. De forma general, la fauna de
simúlidos está presente en todas las partes del mundo donde hay corrientes
de agua de suficiente permanencia para proveer de los requerimientos
biológicos para el desarrollo de sus estados inmaduros.
Huevos: Son pequeños (0,1-0,4 mm), de cubierta lisa y con una forma que
recuerda un triángulo con los vértices romos. El color de los huevos frescos
es claro, mientras que el huevo se va desarrollando se oscurece a chocolate
marrón. Son depositados en masas o cadenas sobre substratos en la
superficie del agua, debajo de ella o completamente inmersos dentro del
agua. Para evitar la tendencia a ser arrastrados por la corriente, todos los
huevos están cubiertos de una capa gelatinosa y pegajosa que les permite
adherirse a cualquier substrato.
Larva: De 5-12 mm de longitud, en su cuarto estadio, tienen un aspecto
inconfundible. La forma general del cuerpo de la larva es característica: la
cabeza es la región del cuerpo más definida; el tórax y el abdomen están
separados solamente por una ligera constricción del cuerpo. El tórax es más
ancho que la cabeza y el abdomen es largo y redondeado.
Se adhieren a los sustratos (ramas, hojas, troncos, piedras) por un disco
adhesivo que poseen en la porción posterior del cuerpo (disco anal),
ayudadas, además, por un fino hilo de seda que secretan. En su último
estadio construyen un capullo y allí se transforman en pupa.
Las larvas de los simúlidos no tienen patas. Su forma general es
semejante a un gusano, pero pueden ser fácilmente reconocidas por la
presencia de estructuras distintivas para la vida animal en corrientes. Su
forma es constante y muestra tres rasgos principales: un par de largos
abanicos cefálicos en la cabeza y dos falsos pies o seudópodos conocidos
como propata que le evitará ser arrastrado si se sujetan mediante un hilo de
seda a la vegetación, piedras o cualquier otro tipo de sustrato que se
encuentre en el cauce. La larva, una vez localizado el lugar idóneo para la
filtración del alimento, se adhiere al sustrato mediante un disco adhesivo
posterior y toma una posición característica.
Los abanicos cefálicos son órganos para la alimentación y las
propatas son órganos de fijación y locomoción. Las propatas son rasgos
diagnósticos de la familia Simuliidae, porque están presentes en todos los
estados del desarrollo larval y en todas las especies de simúlidos del mundo;
en cambio, los abanicos cefálicos pueden estar ausentes en mudas
tempranas.
Abanico cefálico (izq.) y propata de larva de Simulium sp. (der.)
La larva incrementa su tamaño cada vez que se efectúa la muda. El
tamaño difiere grandemente entre especies, y dentro de una misma especie
éste puede variar de acuerdo con la alimentación. Las larvas maduras en las
especies más grandes miden alrededor de 10 a 12 mm (sobrepasan
raramente los 15 mm), y en las especies más pequeñas (en particular
aquellas que habitan zonas tropicales) solo 3,4 a 4,0 mm.
Algunas larvas de simúlidos pueden completar su desarrollo en unas
semanas, pero otras pueden requerir algunos meses dependiendo de la
especie, disponibilidad de alimento, tipo de corriente, sitios de fijación,
temperatura de agua, pH, contenido de oxígeno y velocidad. El número de
fases larvales oscila según los autores entre cinco y siete. La última fase es la
de prepupa.
En todas las larvas está presente el órgano rectal; su estructura básica
es uniforme y comprende tres lóbulos largos que surgen de una base ancha.
Estos lóbulos pueden aparecer en forma simple sin divisiones, pero un gran
número de especies poseen lóbulos secundarios en forma de dedos o
bananos; el número de estos es equivalente para los tres lóbulos, y más
largos y numerosos en larvas que habitan corrientes rápidas.
órgano rectal de larva de Simulium sp. (40X)
Pupa: La pupación tiene lugar en el sitio donde ocurre el estadio larval. La
larva madura o prepupa cesa de alimentarse, se fija directamente al
substrato y comienza a hilar la envoltura, mediante secreciones de sus
glándulas. Las larvas de algunas especies tienden a migrar hacia aguas
lentas para pupar; otras, en cambio, pupan en aguas rápidas. La forma del
capullo, su consistencia y la trama del tejido son distintivas para cada
especie.
Pupa de Simulium dentro de capullo
Para realizar la pupación, la larva se sitúa en la abertura del
capullo una vez terminado, y mediante movimientos y contracciones se
desprende de la piel de la larva mientras libera los filamentos respiratorios
característicos de la pupa. tsta, recién formada, es de color amarillento y
luego se oscurece. En esta parte de su vida no se alimenta, pero respira
intensamente.
La cabeza de la pupa está replegada ventralmente sobre el tórax y
éste, lo mismo que el adulto, presenta una gran joroba. A cada lado del tórax
surgen los filamentos respiratorios; de cada tronco principal salen ramas
secundarias que a su vez pueden también bifurcarse. El número de
filamentos y sus ramificaciones son constantes para cada especie
Cabeza y filamentos respiratorios de pupa de Simulium.
Las transformaciones que se llevan a cabo en este estado tardan entre
3 horas a 30 días, en función de la especie involucrada y los factores
ambientales. La mayoría de los adultos, una vez que abandonan la pupa,
alcanzan la superficie del agua rodeados de una burbuja de aire; emergen
primero los machos y luego las hembras.
Adultos: La cabeza es casi redonda y plana dorso ventralmente. Los ojos
compuestos presentan marcado dimorfismo sexual; los de la hembra poseen
facetas pequeñas y separadas en la frente (dicópticos), mientras los del
macho limitan anteriormente (holópticos) y están divididos en forma
horizontal en dos partes; o sea, la región dorsal está constituida por facetas
grandes y la ventral por facetas pequeñas.
Adulto de Simulium sp. (izq.) y detalle de la cabeza del macho (centro) y de la
hembra (der.)
Las piezas bucales son cortas y comprenden diferentes partes,
algunas de las cuales funcionan como verdaderas tijeras. La extracción de
sangre dura no más de 4 ó 5 min. Una vez que la hembra ha iniciado la
alimentación es difícil desprenderla de la piel. Las picaduras al principio
suelen ser indoloras, debido a las propiedades anestésicas de la saliva;
transcurrida algunas horas, la piel comienza a hincharse y aparece escozor o
comezón, que puede durar horas o días. A causa de la forma y largo de sus
piezas bucales, la picadura queda a nivel del tejido subcutáneo y por la
acción anticoagulante de la saliva, cuando el insecto abandona la herida
emana una pequeña gota de sangre.
El tórax presenta una curvatura o joroba característica de esta familia.
Las alas son anchas y desnudas con una venación muy simple. Las patas
son cortas y fuertes y pueden presentar pilosidad y ornamentación
característica de cada especie.
Una vez que los adultos emergen, los machos realizan un enjambre
dentro del cual ocurre la cópula; después la hembra quedará lista para
alimentarse de sangre sobre un hospedero animal o humano. Las hembras
de la mayoría de las especies requieren de sangre para la maduración de sus
huevos, pero ambos sexos pueden utilizar como alimento el néctar de las
flores y sustancias azucaradas de la naturaleza.
Los simúlidos adultos son capaces de vivir en la naturaleza por
períodos bastante largos (más de 30 días), aunque se estima que la mayoría
vive alrededor de 3 semanas en dependencia de los factores ambientales.
Los adultos generalmente permanecen cerca de los arroyos en los que
se reproducen, en general, o en microclimas húmedos, como árboles. Los
simúlidos pueden dispersarse por sí mismos hasta 15 km, o incluso se
alejan hasta 40 km de sus sitios de reproducción con la ayuda del viento.
Epidemiología general
Para el estudio epidemiológico de la oncocercosis humana en
Venezuela, se ha considerado como primer factor el índice de infección
natural de S. metallicum y S. exiguum por formas evolutivas de
Onchocerca volvulus.
Zonas de estudio: Las capturas se realizaron en ríos y quebradas
cercanos a caseríos que constituyen importantes focos de la enfermedad.
En el estado Carabobo: La Sapera (con una prevalencia de 77.46 por
mil habitantes) y Santa Rosa (117.52 por mil).
En el estado Aragua: Los Bagres (56.60 por mil), El Chino (62.50 por
mil), San Sebastián (27.00 por mil), Guiripa (18.51 por mil) y Santa Bárbara
(23.00 por mil)
En el estado Guárico: El Castrero (23.30 por mil). Las localidades
mencionadas se encuentran en el tramo central de la Serranía del Interior.
El número de insectos atraídos por el cebo humano fluctúa
regularmente con las estaciones del año. La época de mayor densidad en
las ocho localidades, se registró en los meses de plena sequía: enero,
febrero y marzo. En los ríos permanentes se observó una ovipostura masiva.
El número de ejemplares que picaba en una hora al mismo sujeto alcanzó el
máximo en Los Bagres (200 ph); sin embargo, no significó el mayor índice de
infección, apenas el 5%. Al comienzo de las lluvias, las crecidas de las
quebradas y los ríos traen abundante sedimento que arrastra las formas
inmaduras (larvas y pupas) y disminuye rápidamente la población de
adultos, de modo que durante junio, julio y agosto no se logra capturar un
insecto por hora.
Las localidades con mayor incidencia de infección natural por 0.
volvulus se registraron en Santa Rosa en marzo (13 %) y en La Sapera (9%)
en abril de 1974. En el estado Aragua, la mayor incidencia se dio en Los
Bagres, Guiripa y Santa Bárbara, aunque el índice no sobrepasó el 5%. En El
Castrero (estado Guárico) alcanzó el 6% en febrero.
Se puede observar que el índice de infección aumenta con la
sequía y disminuye con las lluvias.
Para determinar la endemicidad y evaluar las variaciones estacionales,
los autores realizaron un estudio sistemático del índice de infección natural
de S. metallicum por formas evolutivas de 0. volvulus, en ocho localidades
de la región central de Venezuela, durante toda la estación de sequía y lluvias
de 1974. Como resultado, se ha podido establecer que el índice de infección
aumenta con la sequía y disminuye con las lluvias. También se observó que
no existe relación entre la densidad de insectos que pican y el número de
vectores con parásitos. El promedio de filáridos por insecto infectado varía
de 6.2 en febrero a 1.28 en noviembre.
Enfermedades que transmite el Simuliidae
Oncocercosis, también conocida como la ceguera de los ríos causada
por el parásito O. volvulus.
Conclusión
Los flebótomos desde el punto de vista de salud pública son especialmente
conocidos como los únicos insectos vectores de las leishmaniasis y
demuestran una interesante biodiversidad en algunas zonas como la
cordillera de los Andes en Suramérica. El ciclo biológico de las Lutzomyia
varían según las especies comprendiendo los siguientes estadios:
Huevos; los cuales son de características alargadas, ovalados y algo curvos
con un color que varía de castaño claro a oscuro. El número de huevos que
deposita la hembra varía de 40 a 70, según la especie, y según el tiempo
promedio de incubación para la eclosión que es de 8 a 15 días.
Larva; esta etapa se da transcurrida la etapa de incubación de los huevos,
estas se alimentan de materia orgánica en descomposición, esta etapa se
subdivide en 4 que comprenden larvas de Primer, Segundo, Tercer y Cuarto
estadio, que se diferencian entre sí por el tamaño. La coloración de las larvas
varía de acuerdo a la especie de Lutzomyia, las larvas son pequeñas,
alargadas y un tanto planas en sentido dorso ventral y presentan una cápsula
cefálica esclerotizada.
Pupa; la larva de cuarto estadio busca un lugar más seco del que ocupaba,
para luego transformarse en pupa que es de tamaño pequeño con forma
cilíndrica y su color varía de blanco a pardo oscuro para luego pasar a su
estadio adulto, los machos suelen emerger antes que las hembras.
El ciclo de vida de un simúlido pasa por cuatro fases que son: huevo, larva,
pupa y adulto. Las fases inmaduras son acuáticas. La asociación de estos
insectos y de las poblaciones humanas afectadas con el ecosistema acuático
del río, es lo que le ha dado en nombre a la oncocercosis de “ceguera de los
ríos”. La oncocercosis humana es causada por la infección con el nematodo
Onchocerca Volvulus y se transmite por especies del género Simulium,
comúnmente denominadas “moscas negras”.