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Una cultura de paz para el postconflicto*

A Culture of Peace for Post Conflict


Raimundo Caviedes1
Universidad Simón Bolívar
Cristóbal Arteta Ripoll2
Universidad del Atlántico y Universidad Simón Bolívar

DOI: http://dx.doi.org/10.15648/am.29.2017.13

RESUMEN

El presente artículo es una aproximación conceptual al problema de la cultura de paz con vistas al
postconflicto en Colombia. En primer lugar se diferencia lo que sería el desarme por parte de los
actores armados fuera de la ley (FARC) y la construcción de una cultura de paz, lo que implica un
salto hacia una mayor democratización de la sociedad que incluye mayor justicia social e igualdad
de derechos. Por otra parte, un cambio de mentalidad que lleve al trato digno, mayor tolerancia, el
reconocimiento del otro y las inclusiones de todos los sujetos en el tejido social. Este último sería
un proceso mucho más largo y toca todas las estructuras e instituciones sociales dentro de las cuales
la educación juega un papel primordial. El método utilizado se basa en la interpretación contextual
de la realidad colombiana, con vistas a un eventual postconflicto en Colombia.

Palabras clave: Cultura de paz, Conflicto, Postconflicto, Desarme, Democracia, Desarme, Justicia
social.

ABSTRACT

This article is a conceptual approach to the problem of the culture of peace in the post-conflict in
Colombia. In the first place, the article states the difference between the disarmament of the war
actors in Colombia (FARC) and the building of a peace cultre, which will implicate a leap towards
greater democratization of society, including greater social justice and equal rights. Moreover a
change of mind that leads to decent treatment, greater tolerance, recognition of the other and the
incorporation of all subjects in the social fabric. The latter would be a much longer process and
touches all social structures and institutions within education plays a key role. The method used is
based on the contextual interpretation of Colombian reality, with a view to a possible post-conflict
in Colombia.

Keywords: Culture of peace, post conflict, disarment, social justice.

Recibido: 10 de junio de 2016 Aceptado: 14 de septiembre de 2016

* Este artículo es un producto parcial del programa de investigación “Cultura de paz en el departamento del
Atlántico, Colombia
1 Docente investigador Universidad Simón Bolívar
2 Docente investigador Universidad del Atlántico y Universidad Simón Bolívar. cristobalarteta@yahoo.es

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Introducción cultura de paz, pero, igualmente, por


políticas ineficientes a la hora de con-
Silenciar los fusiles de los alzados en trarrestar la pobreza y la ignorancia.
armas y construir una cultura de paz
para el postconflicto en Colombia, su- Pero al mismo tiempo para responder
pone no solo la firma del acuerdo de a esas amenazas se requiere lograr
paz en La Habana, sino también aca- que los niños y los adultos compren-
bar con las condiciones de injusticia dan y respeten esos derechos, como
social que dieron origen al conflicto y soluciones no impuestas por factores
que podrían eventualmente reactivar externos sino resultado de la acción
en el tiempo nuevamente este, si no conjunta de hombre y mujeres de la
se construyen otras condiciones que propia sociedad, dispuestos a partici-
lleven al desarrollo de la democracia par en el desarrollo de la misma. Lo
y a una mayor justicia social que dis- cual no significa el rechazo a la soli-
minuya la enorme brecha que existe daridad y cooperación de otros Esta-
entre ricos y pobres, se generen po- dos y naciones que puedan aportar a
líticas de empleo y del desarrollo in- la estabilidad y ayuda necesaria para
tegral de las personas. Pero también la obtención de resultados duraderos.
y ante todo se requiere de un sobre Una cultura de paz para el postcon-
todo, esfuerzo generalizado que mo- flicto rebasa la responsabilidad dirigi-
difique mentalidades y actitudes para da solo a un sector, a una comunidad
mantenerla, desarrollarla y prevenir o las regiones afectadas por la guerra
nuevos conflictos. Por eso sus propó- para alcanzar una dimensión de carác-
sitos trascienden los límites geográ- ter nacional y universal.
ficos de los conflictos armados para
hacerse extensivo a las familias, las Desarrollo
escuelas, las universidades, las ins-
tituciones del Estado, los lugares de La Constitución Política Nacional de
trabajo y de recreo. 1991 estableció la paz como derecho,
debido a su inexistencia como tal en
El significado profundo del concepto el país. El hecho de que el artículo
cultura de paz comprende el respeto 22, antes referenciado, nos hable de
a los derechos humanos, la justicia, derecho y deber significa que la paz,
la libertad, la democracia y el culti- por estar siempre acosada, en forma
vo de sentimientos humanos procli- permanente, por la guerra y la violen-
ves a la tolerancia, la igualdad y la cia, nos ha sido y es excesivamente
solidaridad. Derechos y sentimientos esquiva.
amenazados por acciones estatales ar-
bitrarias que socavan el piso sobre el Por otro lado, es relevante y muy sig-
que se sustenta la edificación de una nificativo el hecho de que la paz como

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derecho aparezca catalogada entre los nización y fundación de institutos,


“Derechos Fundamentales” (Título universidades, centros de estudio, ob-
2, Capítulo 1), en el mismo plano y servatorios, entre otros. Sin agotar la
coodependiente de las instituciones lista se pueden mencionar algunos, no
que regulan los límites del Estado y solo por ser pioneros en el tema, sino
que son pilares fundamentales de dos principalmente por su relevancia: El
axiomas: justicia y la democracia. International Peace Research Institu-
te en la ciudad de Oslo, fundado por
La paz ha sido considerada teórica- Johan Galtung en 1959; en Estocolmo
mente a través de la historia, por las en 1966 Alva Reimer Myrdal fundó
distintas irenologías dominantes en el el Instituto Internacional de Estudios
mundo, especialmente las que se co- para la paz, para conmemorar los 150
rresponden con la tradición occiden- años de paz ininterrumpida en el país;
tal. La irenología o estudios de la paz en 1980 se fundó en la ciudad de Co-
y los conflictos, se complementa con lón, en Costa Rica, la Universidad
la polemología o estudio de los con- para la Paz; en Toronto funciona el
flictos armados para estudiar los fenó- Centro Trudeau para el estudio de la
menos o situaciones conflictuales en paz y los conflictos; en la Universidad
cualquier lugar. El neologismo iréno- Autónoma de Barcelona funciona la
logie fue acuñado por el belga Julien Escola de Cultura de Pau; en la Uni-
Freund, en el año de 1950. versidad de Pisa funciona el Centro
Interdisciplinare Scienze per la Pace;
Por su parte el neologismo Polemo- en la Universidad de Sidney funcio-
logía se difundió cuando el sociólogo na el Center for Peace and conflict
francés Gastón Bouthoul, fundó en studies que se propone, desde 2007,
1954 el Instituto Francés de Polemo- crear un índice de paz global. La
logía que se dedica a la realización de UNESCO, desde comienzos de la pri-
investigaciones científicas sobre la mera década de este siglo, se propo-
guerra y la paz. La polemología abar- ne construir una cultura de paz en el
ca el ámbito de las Ciencias Políticas mundo, haciendo énfasis en aquellos
y de la Sociología, pues no solo estu- países donde los conflictos internos y
dia el problema de las guerras relacio- externos han sido enfrentados con la
nadas con el poder, sino, igualmente, violencia y la guerra.
sus relaciones con las diversas dimen-
siones de la sociedad. Dimensiones, conflicto y democracia

Muchos son los esfuerzos que se vie- La construcción de una cultura de


nen haciendo a nivel mundial en re- paz para el postconflicto colombiano
lación con los estudios y las acciones es una necesidad y un requerimiento
de paz, que se concretan en la orga- para afianzar y consolidar los esfuer-

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zos que, desde hace décadas, se im- que se han hecho tales, debido a la
plementan para acabar con la querra y perentoria necesidad de que los Esta-
para que ceda definitivamente la vio- dos respeten y traten sin discrimina-
lencia, de tal manera que, ellos contri- ción alguna la vida de los ciudadanos;
buyan a incentivar procesos de trans- igualmente, para educar y obligar a
formación hacia una democracia más estos a convivir en el marco del res-
sólida y participativa, con mejores ni- peto al contenido de la Ley. Como lo
veles de distribución de las riquezas y señala Alejandro Carvajal Pardo*, en
del bienestar ciudadano. su artículo Justicia Restaurativa:
construyendo un marco englobador
En ese proceso es indispensable ar- para la paz, siempre ha sido así: el
ticular dinámicamente varias dimen- respeto a la vida se consagró como
siones: económica, política, social, ley positiva después de un largo reco-
educativa, ecológica y ética, las cua- nocimiento por el Derecho natural; el
les, son el fundamento de las necesa- derecho a la propiedad libre e indivi-
rias transformaciones sociopolíticas y dual, que sustituyó al antiguo régimen
de la lucha por una mejor democracia. de propiedad, se consagró por exigen-
De todas ellas, tal vez la más impor- cia de la burguesía para evitar la con-
tante es la dimensión educativa, toda fiscación de sus bienes por parte de la
vez que ella puede generar oportuni- monarquía absolutista y para estimu-
dades y privilegios culturales para que lar y afianzar el desarrollo del sistema
se despliegue en toda su magnitud la capitalista de producción; el derecho
Justicia Restaurativa y la transforma- a la libertad de expresión, se estable-
ción pacífica de la sociedad. ció, porque se impedía manifestar la
libre opinión de los ciudadanos, sobre
La paz es un derecho y un deber de todo, cuando ella chocaba con los in-
obligatorio cumplimiento, tal como lo teres del establecimiento; el derecho
establece el artículo 22 de la Consti- al habeas corpus porque la gente era
tución Política de 1991 en Colombia. apresada ilegalmente y sin justa causa
Pero el hecho de que este concepto lo
consagre la Constitución no le quita Pero dada la dificultad de intelección
su carácter contradictorio y ambiguo de estos conceptos conviene, enton-
por las dificultades a la hora de defi- ces, precisar el contenido y alcance de
nirlo y de determinar cuándo ha habi- los mismos, articulándolos con los de
do realmente paz en nuestra historia. violencia y paz, desde la perspectiva
teórica de algunas corrientes y ten-
Lo anterior se ratifica sobre todo si te- dencias del pensamiento crítico (Ló-
nemos en cuenta que desde el punto
de vista legal, por lo regular, los de-
* Politólogo y profesor de la Pontificia Universi-
rechos son enunciaciaciones positivas dad Javeriana de Cali.

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pez, 2004; Foucault, 2000; Galtung, revolución social para avanzar hacia
1998; Galtung, 2003, Fisas, 2004 y una sociedad exenta de éllas: el So-
Lederach, 1998): cialismo. Estas ideas han sido desa-
rrolladas, con algunas variantes, por
La teoría estructural-funcionalista, otros pensadores a través de la histo-
fundada por Émile Durkheim, con- ria de la humanidad, adaptándolas a
sidera que el conflicto es una ano- las circunstancias históricas y articu-
malía o disfunción en el sistema lándolas con importantes conceptos
de interacciones sociales, generada como: contrahegemonía, conciencia
por la influencia, sin regulación, del de clase, grupo dominante, dependen-
medioambiente. La idea es que el sis- cia, periferia, mundo de la vida, ac-
tema se adapte a la anomalía solo lo ción comunicativa, imperio, multitud,
necesario, para asimilarla y conver- etc.
tirla en fuente para el cambio social
progresivo, lo que implica, al mismo Los dos paradigmas teóricos se iden-
tiempo, un proceso de superación dia- tifican en tratar el problema sin esta-
léctica de la disfunción. blecer claras diferencias entre conflic-
to y violencia y sin inmiscuirse en el
Esa perspectiva teórica cuenta entre complejo tema de la paz. Pero aún así,
sus principales defensores con pensa- son de decisiva importancia a la hora
dores del talante de Talcott Parsons, de establecer estrategias para el desa-
George Herbert Mead, y, en el campo rrollo de una cultura por la paz.
específico de la Ciencia Política, con
David Easton, Gabriel Almond, G. B. Como resultado de las desastrosas
Powell y Sydney Verba, entre otros. consecuencias de las dos Guerras
Mundiales (1914-1918) y (1939 a
La famosa sentencia que se atribuye a 1945), y debido a la permanente an-
Marx, al final del capítulo XXIV de El gustia por el desarrollo de la tecnolo-
capital “La violencia es la patera de la gía nuclear, especialmente durante la
historia”, revela la posición del mar- Guerra Fría, surgió la escuela del Pea-
xismo, en el sentido de considerar el ce Research, con el propósito central
conflicto y la violencia como el resul- de realizar estudios y estrategias para
tado de las contradicciones sociales, la paz.
originadas por las condiciones opro-
biosas de la explotación de una clase Con esta escuela se establece una ta-
sobre otra en el modo de producción jante diferencia entre conflicto y vio-
imperante. Para Marx y muchos de lencia. El conflicto no aparece como
sus ideólogos, esas contradiciones no una secuencia de interacciones deli-
hay que eliminarlas sino exacerbar- mitadas en el tiempo y en el espacio,
las, a tal extremo, que se produzca la o, juzgables moralmente, sino como

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una realidad dada frente a la cual no cultura de paz con significado digni-
procede exacerbarlo ni acabarlo dado ficante: ausencia de violencia direc-
que siempre ha existido en la historia ta, en todas sus manifestaciones y la
de la humanidad, con potencialidades inclusión de los ciudadanos, como
tanto benéficas como nocivas. distintos no como diferentes, en el
beneficio de los desarrollos económi-
Cuando aparece el conflicto en un cos, políticos y sociales propiamente
mismo actor, con objetivos mutua- dichos y en el que genera la existencia
mente incompatibles frente a un obje- de los mecanismos establecidos para
to, se llama dilema. Y cuando apare- la resolución de conflictos.
cen dos o más actores, con pretensio-
nes mutuamente incompatibles frente Los teóricos de la irenología, tales
a un mímo objeto se llama disputa. En como, Johan Galtung, fundador de la
cualquiera de sus formas, los conflic- disciplina, Kenneth Boulding, Diieter
tos pueden ser transformados cuali- Senghaas, Alva Myrdal, Premio No-
tativamente hacia propósitos loables bel de la Paz en 1982, consideran que
como la paz, o pueden derivar en des- las guerras como instrumento para re-
trucción y miseria como la violencia solver los conflictos pueden ceder a la
y la guerra. utilización de otros medios, aún más,
el ser humano debería proponérselo
El peor tratamiento que se le puede como imperativo ético.
dar al conflicto es la violencia. Esta
puede ser directa cuando un sujeto Ambas disciplinas han sido muy im-
determinado, en forma física, verbal portantes a la hora de realizar estudios
o psicológica, la ejerce sobre otra per- de seguridad y estratégicos en el mar-
sona; es estructural cuando es ejercida co de las relaciones internacionales en
por las estructuras sociales sobre las la búsquedqa de la paz en el mundo.
personas y se manifiesta en la exclu-
sión política, la pobreza, la inequidad Para los griegos fue el mito el ins-
e ineficiencia a la hora de acceder a trumento preferido para reflexionar
los mecanismos universales y regula- sobre la paz y la guerra. Entre ellos
dos en la administración de justicia; la diosa de la paz es Eirene o ausen-
y es cultural, cuando es el sistema de cia de la guerra que tiene a su vez dos
representaciones simbólicas el que la hermanas: Dike, la justicia, y, Euno-
legitima como el recurso apropiado mia, el buen gobierno. Las tres son hi-
para resolver conflictos. jas de Zeus, Rey del Olimpo y fuente
de la fuerza y del poder y de Themis,
La mejor manera de tratar el conflic- sinónimo de ley como garantía de un
to para su transformación positiva, orden con justicia. Para que exista
es mediante la construcción de una equilibrio y armonía se requiere la

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presencia de las tres, pues la ausencia económico, político y social, capaz de


de una de ellas lo rompe. erradicar la violencia estructural, la
pobreza, la desigualdad, el racismo,
Para los romanos, quienes acuñaron la xenofobia, el militarismo y todas
la palabra pax de la cual ha derivado dificultades que impidan una paz du-
el término paz, significaba, especial- radera y estable.
mente, tranquilidad social y creci-
miento económico en el imperio, me- Estado, justicia y guerra
diante el ejercicio de la fuerza del Es-
tado, para garantizar, además, el éxito El Estado no siempre ha existido,
frente a los adversarios extranjeros en todo parece indicar que tuvo sus ini-
época de guerra. Es decir, mientras cios hace aproximadamente 5.500
hablaban de paz hacia el interior, ejer- años (Diamon, 2008). Surgió con tres
cían la violencia enviando legiones funciones: La conquista, la defenza y
militares a las fronteras para combatir el control interno mediante el uso de
a los bárbaros y expandir el imperio. la violencia, procedía en una doble
Aunque muchas veces la promoción dimensión: hacia dentro para evitar la
de guerras al exterior, servían de me- violencia misma entre los individuos
canismo para la unificación interior y hacia fuera para hacer la guerra y
del Estado o como lazo para fomentar
defender el territorio de enemigos ex-
al sentimiento de unidad interior.
ternos o ampliar sus fronteras, cuando
tenía vocación imperial.
En el mundo hebreo la paz o shalom
es la vuelta a la justicia campesina
En la conformación del Estado , en sus
original, con una triple connotación:
diferentes etapas y formas, siempre
la rendición de las ciudades cananeas
estuvo presente la fuerza y las presio-
conquistadas, un saludo y una cuali-
nes externas, ejercidas desde afuera
dad. Hablar de paz significaba hacer
el bien a los vecinos e inmigrantes, para agredir y conquistar territorios,
liberar a los esclavos, perdonar las o, desde adentro para defenderse de
deudas, restituir las propiedaes perdi- los enemigos o rivales externos. Esta
das y permitir el descanso de la tierra visión histórica choca contra la del
durante el año sabático y el jubileo. contractualista ginebrino, Jean-Jac-
ques Rousseau, cuando afirmaba que
Más allá de las diferentes perspecti- las sociedades cedian voluntariamen-
vas teóricas existentes sobre la paz, te su poder, sus derechos y sus liberta-
en el caso colombiano, la concepción des a una entidad política superior, sin
que ha ido surgiendo de los diálogos la mediación de presiones externas.
la considera no so lo como la ausencia
de la guerra, sino, además, como la Fue necesario el fortalecimiento del
presencia de la justicia, del desarrollo Estado cuando diversos grupos o se-

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ñoríos locales tuvieron que defen- Es muy significativo el hecho de que,


derse de la agresión de una entidad según las estadísticas, el 77 % de las
política extraña o cuando los clanes guerras en el mundo han sido internas
o feudos rivales requerían conformar frente a un 18 % de guerras interesta-
una burocracia y un ejército tecnifica- tales. En el siglo XVIII se realizaron
do y estable, para adquirir la fuerza 19 guerras interestatales, 14 mil en el
necesaria e imponer su voluntad sobre siglo XIX, 36 mil entre la Primera y
otros grupos sociales y de presión. la Segunda Guerra Mundial y 5 mil
desde 1945.
Las guerras, tal como han sido estu-
diadas por algunos teóricos, como Otro dato importante es que desde esa
Von Clausewitz, han tenido connota- fecha en Norteamérica no se ha pre-
ciones distintas: las anteriores al siglo sentado ninguna guerra interestatal,
XX constituían etapas bien definidas ninguna en Europa Occidental y ape-
de los conflictos internacionales, por nas 2 en Suramérica. En cambio, se
el contrario, las posteriores, sobre han presentado en el mundo casi tres
todo desde 1945, no tienen una fecha guerras internas por cada guerra inter-
clara de inicio ni son el resultado de estatal o de intervención extranjera.
una crisis en particular. Se caracteri- La mayoría de esas guerras está di-
zan por ser libradas por tropas mili- rectamente relacionada con referentes
tares, regularmente irregulares, cuya de la comunidad política, unas veces
presencia agrede constantemente con
porque hay rebelión contra un gobier-
el terror a la población civil. Es el
no considerado ilegítimo o por moti-
caso de paramilitares, soldados reclu-
vos de reunificación nacional, como
tados forzosamente por los ejércitos
las guerras de Vietnam, Corea, Goa y
regulares, bandas, guerrillas, merce-
el actual Kurdistán.
narios y señores de la guerra.
Justicia Transicional y Justicia
El autor suizo-canadiense considera
Restaurativa
que ya las guerra no unden sus raíces
en cuestiones referidas a la política
exterior o de seguridad nacional, sino Los enfoques sobre la justicia son di-
a las cuestiones mismas del Estado. versos a la hora de abordar su conte-
Por esta razón, si bien es cierto que nido, clasificación y denominaciones.
aún subsisten las tradicionales gue- En nuestro país a propósito de los diá-
rras interestatales, las más comunes, logos con los grupos insurgentes de
desde 1945, son las agenciadas por el las Farc, se habla mucho de Justicia
Estado por coflictos subestatales en Transicional y Justicia Restaurativa.
territorio extranjero, las guerras étni- Son términos que ya han sido utiliza-
cas y religiosas, las ideológicas y de dos en otros contextos para afrontar
liberación nacional. situaciones semejantes.

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La primera hace relación a la ausencia Estas condiciones acompañadas de


del monopolio del Estado en la admi- la falta de claridad conceptual para
nistración de la justicia, como conse- dirigir el rumbo de los procesos y la
cuencia de que se ha vivido un con- ausencia de resultados inmediatos y
flicto vinculado con el enfrentamiento duraderos, han hecho de la búsque-
a sus políticas, porque no satisfacen el da de la paz un proceso complicado,
interés general, ocasionando su debi- frustrante e intrigante sobre todo por
litamiento. cuanto se trata de establecer nuevas
estructuras para afrontar las diferen-
La violencia política genera la des- cias de toda índole. La claridad se
trucción del tejido social, desarticu- ha ido adquiriendo en la medida que
lando a los integrantes de la comuni- avanza el proceso y la evaluación de
dad y violando sistematicamente los las experiencias vividas han contri-
derechos humanos, tal como lo señala buido a darle al conflicto el tratamien-
Suárez (2007). Es en este marco en to adecuado. Esto debió ser así, por-
donde se inscribe el valor de la Jus- que la complejidad del fenómeno y de
ticia transicional, cuyo objetivo es sus dimensiones no permite acercarse
restaurar las heridas que ha dejado el a él con especulaciones teóricas pre-
terror, el miedo y la violencia. Lo cual definidas antes de la experiencia o del
supone indagar el pasado, el contex- ejercicio práctico. En este sentido son
to generador de violencia, sus causas, significativas las ideas de Lederach,
motivaciones y factores para dimen- John Paul* (Lederach, 1994, p.2)
sionar el daño causado, estableciendo
una verdad restauradora que mire ha-
cia un futuro excento de las atrocida- En el marco de la Justicia Restaurati-
des y monstruosidades dejadas por la va, la víctima, el delincuente o cual-
violencia desenfrenada que ha carac- quier afectado por el conflicto parti-
terizado las relaciones en la sociedad. cipa en la resolución del problema
con la ayuda de un tercero que supone
Para lograr esos objetivos, se acude a imparcialidad y justicia. Se trata de
las experiencias vividas en otras lati- soluciones colectivas que miran hacia
tudes, específicamente al estableci- el tratamiento de las consecuencias
miento de la Comisión de la Verdad y delictivas y sus implicaciones.
la Reconciliación, como paso previo
para que quienes han decidido dejar Tanto la víctima como el victimario,
las armas se reintegren a la sociedad participan en forma voluntaria sin im-
bajo nuevos conceptos y términos de
relación política, económica, social, * Construyendo la paz. Reconciliación sostenible
étnica y cultural entre las comunida- en sociedades divididas (1998) y Un marco
englobador de la transformación de conflictos
des (Mika y McEvoy, 2001). sociales crónicos (1994).

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posiciones ni restricciones indebidas volucra tanto a quien ofende como a


procurando que el comportamiento la víctima, exige la acción comunita-
sea proactivo no reactivo y sin ven- ria con responsabilidad colaborativa
ganza y que quienes cumplen el papel para avanzar hacia los logros pro-
de mediadores sean vigilantes para puestos en la reconstrucción del tejido
que la víctima no salga afectada (Van social destruido por la violencia.
Ness 2006, p. 1). Esto permite que el
trabajo de reconciliación sea honesto, La dimensión educativa y la cultura
sincero y restaurador (Díaz Colorado, de paz
2007).
El terreno más apropiado para desa-
Con la Justicia Restaurativa se da rrollar una cultura de paz durante y
un empoderamiento político a las posterior al conflicto es la escuela y
víctimas para enfrentar el miedo, el las instituciones educativas. Estas or-
aislamiento y la alienación. Lo mis- ganizaciones son los escenarios natu-
mo ocurre con el victimario para que rales para la formación y el entrena-
desaten los mismos efectos. La idea miento de los nuevos ciudadanos y la
es que quienes se han visto perjudica- manera como ellas encaren, asuman
dos con el conflicto vuelvan a su es- o ignoren su responsabilidad frente
tado original, una vez el Estado trace al conflicto y el postconflicto será de-
las políticas, las estrategias y acciones terminante para la construcción de la
que garanticen un orden de justicia paz.
social para la paz.
Pero además, esas instituciones pue-
La única manera de que la Justicia den contribuir a la construcción de
Restaurativa cumpla con sus nobles una cultura política con formas de
propósitos es bajo la comprensión autoridad que reflejen el querer ciu-
de que el conflicto y la violencia en dadano y las mejores líneas de acción
la medida en que son actos profun- ética para el comportamiento de los
damente perjudiciales para la comu- individuos y grupos sociales. En este
nidad, también se constituyen en una caso, entendemos por cultura polí-
oportunidad para todas aquellas per- tica el agregado de conocimientos,
sonas que han sufrido los rigores de la sentimientos, valoraciones, pautas,
confrontación bélica, a los cuales es posturas y orientaciones referidas al
necesario atender para satisfacer sus sistema político, válidas tanto para el
apremiantes necesidades e implemen- individuo como para la sociedad, tal
tar una política de reparación real y como lo recuerda Almond y Verba
efectiva. (1992).

La Justicia Restaurativa, en tanto in- Por tanto, la cultura política incluye

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las prácticas y representaciones frente Son las instituciones educativas, el


al orden social, las relaciones de po- mejor escenario para socializar la cul-
der, las distintas formas de participa- tura política que se requiere para im-
ción de los sujetos, sus confrontacio- plementar la justicia restaurativa en
nes y jerarquías entre otros aspectos. las comunidades barriales, obreras y
Dentro de la cultura política pueden campesinas, en las cárceles y demás
existir subculturas de clase o de roles, espacios donde es urgente cerrar las
sea en lo burocrático, lo militar, en los heridas y resentimientos del conflicto.
partidos políticos o los grupos de pre- Pero además, son el instrumento ade-
sión, tal como lo establecen Herrera y cuado para mejorar cualitativamente
Pinilla (2001) la democracia en la medida que ese
proceso comience con ellas mismas.
El concepto subcultura también se
aplica a grupos que aunque no cum- Pero como son espacios de relaciones
asimétricas, la preocupación no debe
plen roles de élites si cumplen funcio-
ser la igualdad, considerada esta en
nes sociales, tales como los maestros
abstracto, sino como igualdad de de-
y los estudiantes en las instituciones
rechos, lo que supone el trato justo,
educativas.
equitativo y digno, que merece toda
persona por el hecho de ser humano
Entre las instituciones que juegan un
En este sentido, las instituciones no
papel importante en la formación de pueden reforzar las desigualdades
la cultura política no puede dejar de dándole mayores oportunidades a los
mencionarse la institución educativa que ya las tienen ni continuar por la
entendida como sistema. Los siste- senda de reproducir el discurso del
mas educativos nacionales surgie- privilegio y dominio de unos pocos
ron en Europa a principios del siglo para imponer su visión del mundo y
XIX, cuando el Estado comienza a sus correspondientes significaciones
participar en su organización, control lingüísticas. En la lucha por lograr
y financiación, al tiempo que desde esta igualdad de derechos les corres-
ella se fortalece el Estado-Nación ponde a los educadores jugar un rol
mediante la integración y homogeni- importante, por no decir decisivo.
zación cultural. Actualmente una de
las funciones más importantes de los Dada la actual coyuntura del país, en
sistemas educativos es la formación el que hay un proceso de dejación de
de ciudadanos democráticos interesa- armas, pero también un ambiente pro-
dos en los asuntos públicos, capaces picio para el fomento de una cultura
de actuar con su participación en las de paz, la socialización y formación
decisiones más convenientes para los política debe mirar hacia la constitu-
grupos sociales. ción de sujetos capaces de establecer

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nuevas, mejores y más convenientes diálogos, no sin oposición por parte


relaciones en el universo político, de de los primeros.
tal manera que formas innovadoras,
no violentas, de resolución de conflic- Frente a la situación planteada, la
tos, le permita a Colombia transitar Justicia Restaurativa debe ser conce-
por otros caminos de socialización y bida como el conjunto de valores y
de búsqueda de diferentes modos de prácticas sociales que permite la re-
bienvivir. construcción del tejido social tras la
violencia y rechace su reproducción
Ello implica pensar también en una con medios como el de la venganza
escuela nueva, desde donde se impul- organizada. Por el contrario, es impe-
se, aprenda y construya una cultura rioso mirar y estimular la necesidad
democrática, donde, como bien lo se- del empoderamiento ciudadano como
ñala Carvajal (2007). única manera de contrarrestar a los
enemigos y contradictores de la nece-
“Aprendamos a convivir como su- sidad de construir procesos de paz a
jetos con construcciones culturales partir de los diálogos.
diferentes, que nos enseñe a pen-
sar diferentes, a tomar decisiones Conclusión
autónomas que nos permitan el
reconocimiento de la pluralidad y La dimensión teórica del concepto cul-
el conflicto como posibilidad de tura de paz se puede transformar en
superación para la convivencia realidad mediante el desarrollo de po-
ciudadana” (27). líticas públicas orientadas a que la vida
de los colombianos, en todas las fases
Ahora bien, la justicia como forma de del postconflicto, adquiera comporta-
manejo de poder, de la misma manera mientos ciudadanos que en vez de re-
como puede contribuir hacia la for- engendrar la violencia restauren defini-
mación de una cultura política demo- tivamente la paz y la confianza, sobre
crática, lo puede hacer en sentido au- todo, en las poblaciones afectadas por la
toritario. Esta disyuntiva ha dividido guerra. Para lograrlo, la vía más expedi-
el país: Por un lado, una concepción ta es el desarrollo de estrategias educa-
que mira la forma de alcanzar la paz a tivas y éticas capaces de apalancar esas
la manera de la pax romana, es decir, políticas e incidir en la formación de
a partir de la necesidad de la guerra una nueva mentalidad ciudadana.
para lograr la derrota militar y la es-
trategia política para llevarla a cabo, En esa dirección vale la pena generar
es la seguridad democrática. Mientras laboratorios espaciales de carácter
otra postura, en este momento pre- educativo para su implementación,
ponderante, se ha dirigido hacia los seguimiento y evaluación permanen-

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te, de tal manera, que las experien- La educación para una cultura de paz
cias positivas puedan ser replicadas en el postconflicto, como proyecto,
en escenarios cada vez mayores hasta puede arrojar excelentes resultados
lograr con el conjunto de otras viven- si se articula con el abanico de acti-
cias una política de Estado en materia vidades impulsadas en el mundo y or-
educativa a largo plazo. ganizadas por instituciones, como la
UNESCO, con la intención de hacer
Con el diseño de una política públi- de la teoría una realidad, sobre todo
ca, en materia educativa y ética, que por las experiencias acumuladas en
se desprenda de la evaluación de países que salían de un conflicto ar-
lo existente y del análisis de las cir- mado como: Angola, El Salvador,
cunstancias del entorno económico, Etiopía, Haití, Liberia, Malí, Mozam-
político, cultural y social que le han bique, Filipinas, Somalia, entre otros.
dado vida al conflicto, contribuimos
grandemente a establecer el terreno Pero la educación va más allá de la
más apropiado para desarrollar una enseñanza de calidad que ha de im-
cultura de paz durante y posterior al partirse en establecimientos educati-
conflicto. La escuela, las instituciones vos para contribuir con el desarrollo
educativas, las organizaciones que de de una cultura de paz y de la no vio-
alguna manera son implicadas por sus lencia. Debe mirar hacia la implemen-
efectos son los escenarios naturales tación de programas de educación
para la formación y el entrenamiento cívica para la gestión y solución de
de los nuevos ciudadanos y la manera conflictos, con representantes del po-
como encaren, asuman o ignoren su der político, para el buen ejercicio de
responsabilidad frente al conflicto y el la política y del poder, la democracia
postconflicto será determinante para y la justicia en todos los ámbitos de la
la paz en contra de la violencia. vida. Debe incluir la formación de las
mujeres y soldados desmovilizados
Son las instituciones educativas, el para que participen en la vida pública,
mejor escenario para socializar la cul- y a los medios de comunicación como
tura política que se requiere para im- promotores de cultura de paz y de los
plementar la Justicia Restaurativa en ideales democráticos que requiere y
las comunidades barriales, obreras y necesita el postconflicto.
campesinas, en las cárceles y demás
espacios donde es urgente cerrar las Una educación para una cultura de
heridas y resentimientos del conflicto. paz del postconflicto necesita de los
Pero además, son el instrumento ade- esfuerzos mancomunados de organi-
cuado para mejorar cualitativamente zaciones intergubernamentales, aso-
la democracia en la medida que ese ciaciones no gubernamentales que tra-
proceso comience con ellas mismas. bajen en esa perspectiva y de todos los

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sectores vinculados a la educación, la mental capaz de promover, fomentar


comunicación, la cultura y la ciencias, y consolidar una cultura de paz, in-
muy especialmente las disciplinas so- troduciendo en los programas de en-
ciales. señanza formal y no formal, políticas
y principios de acción favorables a
Debe trazarse como finalidad una cul- una vida en democracia de ciudada-
tura de paz para el postconflicto que nos respetuosos de la tolerancia, la no
tenga como aspiración suprema no la violencia y los derechos humanos.
utilización de las armas y el ejercicio
Refrencias bibliografia
de la violencia, en cualquiera de sus
manifestaciones, sino el uso de la ra-
Almond, G., y Sydney V. (1992). La
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entre seres distintos. Además, debe ál., Diez textos básicos de Ciencia
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cas poniendo énfasis en el pluralismo para la transformación política de
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en el postconflicto, como proyecto,
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puede arrojar excelentes resultados
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si se articula con el abanico de acti-
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vidades impulsadas en el mundo y or-
Pontificia Universidad Javeriana.
ganizadas por instituciones, como la
UNESCO, con la intención de hacer Fisas, V. (2004). Procesos de paz y
de la teoría una realidad, sobre todo negociación en conflictos armados.
por las experiencias acumuladas en Barcelona: Paidós.
países que salían de un conflicto ar-
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Referencia de este artículo (APA):


Caviedes R. & Arteta Ripoll C. (2017). Una cultura de paz para el postconflicto.
Amauta, 29, 195-209.

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