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DOI: http://dx.doi.org/10.15648/am.29.2017.13
RESUMEN
El presente artículo es una aproximación conceptual al problema de la cultura de paz con vistas al
postconflicto en Colombia. En primer lugar se diferencia lo que sería el desarme por parte de los
actores armados fuera de la ley (FARC) y la construcción de una cultura de paz, lo que implica un
salto hacia una mayor democratización de la sociedad que incluye mayor justicia social e igualdad
de derechos. Por otra parte, un cambio de mentalidad que lleve al trato digno, mayor tolerancia, el
reconocimiento del otro y las inclusiones de todos los sujetos en el tejido social. Este último sería
un proceso mucho más largo y toca todas las estructuras e instituciones sociales dentro de las cuales
la educación juega un papel primordial. El método utilizado se basa en la interpretación contextual
de la realidad colombiana, con vistas a un eventual postconflicto en Colombia.
Palabras clave: Cultura de paz, Conflicto, Postconflicto, Desarme, Democracia, Desarme, Justicia
social.
ABSTRACT
This article is a conceptual approach to the problem of the culture of peace in the post-conflict in
Colombia. In the first place, the article states the difference between the disarmament of the war
actors in Colombia (FARC) and the building of a peace cultre, which will implicate a leap towards
greater democratization of society, including greater social justice and equal rights. Moreover a
change of mind that leads to decent treatment, greater tolerance, recognition of the other and the
incorporation of all subjects in the social fabric. The latter would be a much longer process and
touches all social structures and institutions within education plays a key role. The method used is
based on the contextual interpretation of Colombian reality, with a view to a possible post-conflict
in Colombia.
* Este artículo es un producto parcial del programa de investigación “Cultura de paz en el departamento del
Atlántico, Colombia
1 Docente investigador Universidad Simón Bolívar
2 Docente investigador Universidad del Atlántico y Universidad Simón Bolívar. cristobalarteta@yahoo.es
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zos que, desde hace décadas, se im- que se han hecho tales, debido a la
plementan para acabar con la querra y perentoria necesidad de que los Esta-
para que ceda definitivamente la vio- dos respeten y traten sin discrimina-
lencia, de tal manera que, ellos contri- ción alguna la vida de los ciudadanos;
buyan a incentivar procesos de trans- igualmente, para educar y obligar a
formación hacia una democracia más estos a convivir en el marco del res-
sólida y participativa, con mejores ni- peto al contenido de la Ley. Como lo
veles de distribución de las riquezas y señala Alejandro Carvajal Pardo*, en
del bienestar ciudadano. su artículo Justicia Restaurativa:
construyendo un marco englobador
En ese proceso es indispensable ar- para la paz, siempre ha sido así: el
ticular dinámicamente varias dimen- respeto a la vida se consagró como
siones: económica, política, social, ley positiva después de un largo reco-
educativa, ecológica y ética, las cua- nocimiento por el Derecho natural; el
les, son el fundamento de las necesa- derecho a la propiedad libre e indivi-
rias transformaciones sociopolíticas y dual, que sustituyó al antiguo régimen
de la lucha por una mejor democracia. de propiedad, se consagró por exigen-
De todas ellas, tal vez la más impor- cia de la burguesía para evitar la con-
tante es la dimensión educativa, toda fiscación de sus bienes por parte de la
vez que ella puede generar oportuni- monarquía absolutista y para estimu-
dades y privilegios culturales para que lar y afianzar el desarrollo del sistema
se despliegue en toda su magnitud la capitalista de producción; el derecho
Justicia Restaurativa y la transforma- a la libertad de expresión, se estable-
ción pacífica de la sociedad. ció, porque se impedía manifestar la
libre opinión de los ciudadanos, sobre
La paz es un derecho y un deber de todo, cuando ella chocaba con los in-
obligatorio cumplimiento, tal como lo teres del establecimiento; el derecho
establece el artículo 22 de la Consti- al habeas corpus porque la gente era
tución Política de 1991 en Colombia. apresada ilegalmente y sin justa causa
Pero el hecho de que este concepto lo
consagre la Constitución no le quita Pero dada la dificultad de intelección
su carácter contradictorio y ambiguo de estos conceptos conviene, enton-
por las dificultades a la hora de defi- ces, precisar el contenido y alcance de
nirlo y de determinar cuándo ha habi- los mismos, articulándolos con los de
do realmente paz en nuestra historia. violencia y paz, desde la perspectiva
teórica de algunas corrientes y ten-
Lo anterior se ratifica sobre todo si te- dencias del pensamiento crítico (Ló-
nemos en cuenta que desde el punto
de vista legal, por lo regular, los de-
* Politólogo y profesor de la Pontificia Universi-
rechos son enunciaciaciones positivas dad Javeriana de Cali.
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pez, 2004; Foucault, 2000; Galtung, revolución social para avanzar hacia
1998; Galtung, 2003, Fisas, 2004 y una sociedad exenta de éllas: el So-
Lederach, 1998): cialismo. Estas ideas han sido desa-
rrolladas, con algunas variantes, por
La teoría estructural-funcionalista, otros pensadores a través de la histo-
fundada por Émile Durkheim, con- ria de la humanidad, adaptándolas a
sidera que el conflicto es una ano- las circunstancias históricas y articu-
malía o disfunción en el sistema lándolas con importantes conceptos
de interacciones sociales, generada como: contrahegemonía, conciencia
por la influencia, sin regulación, del de clase, grupo dominante, dependen-
medioambiente. La idea es que el sis- cia, periferia, mundo de la vida, ac-
tema se adapte a la anomalía solo lo ción comunicativa, imperio, multitud,
necesario, para asimilarla y conver- etc.
tirla en fuente para el cambio social
progresivo, lo que implica, al mismo Los dos paradigmas teóricos se iden-
tiempo, un proceso de superación dia- tifican en tratar el problema sin esta-
léctica de la disfunción. blecer claras diferencias entre conflic-
to y violencia y sin inmiscuirse en el
Esa perspectiva teórica cuenta entre complejo tema de la paz. Pero aún así,
sus principales defensores con pensa- son de decisiva importancia a la hora
dores del talante de Talcott Parsons, de establecer estrategias para el desa-
George Herbert Mead, y, en el campo rrollo de una cultura por la paz.
específico de la Ciencia Política, con
David Easton, Gabriel Almond, G. B. Como resultado de las desastrosas
Powell y Sydney Verba, entre otros. consecuencias de las dos Guerras
Mundiales (1914-1918) y (1939 a
La famosa sentencia que se atribuye a 1945), y debido a la permanente an-
Marx, al final del capítulo XXIV de El gustia por el desarrollo de la tecnolo-
capital “La violencia es la patera de la gía nuclear, especialmente durante la
historia”, revela la posición del mar- Guerra Fría, surgió la escuela del Pea-
xismo, en el sentido de considerar el ce Research, con el propósito central
conflicto y la violencia como el resul- de realizar estudios y estrategias para
tado de las contradicciones sociales, la paz.
originadas por las condiciones opro-
biosas de la explotación de una clase Con esta escuela se establece una ta-
sobre otra en el modo de producción jante diferencia entre conflicto y vio-
imperante. Para Marx y muchos de lencia. El conflicto no aparece como
sus ideólogos, esas contradiciones no una secuencia de interacciones deli-
hay que eliminarlas sino exacerbar- mitadas en el tiempo y en el espacio,
las, a tal extremo, que se produzca la o, juzgables moralmente, sino como
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una realidad dada frente a la cual no cultura de paz con significado digni-
procede exacerbarlo ni acabarlo dado ficante: ausencia de violencia direc-
que siempre ha existido en la historia ta, en todas sus manifestaciones y la
de la humanidad, con potencialidades inclusión de los ciudadanos, como
tanto benéficas como nocivas. distintos no como diferentes, en el
beneficio de los desarrollos económi-
Cuando aparece el conflicto en un cos, políticos y sociales propiamente
mismo actor, con objetivos mutua- dichos y en el que genera la existencia
mente incompatibles frente a un obje- de los mecanismos establecidos para
to, se llama dilema. Y cuando apare- la resolución de conflictos.
cen dos o más actores, con pretensio-
nes mutuamente incompatibles frente Los teóricos de la irenología, tales
a un mímo objeto se llama disputa. En como, Johan Galtung, fundador de la
cualquiera de sus formas, los conflic- disciplina, Kenneth Boulding, Diieter
tos pueden ser transformados cuali- Senghaas, Alva Myrdal, Premio No-
tativamente hacia propósitos loables bel de la Paz en 1982, consideran que
como la paz, o pueden derivar en des- las guerras como instrumento para re-
trucción y miseria como la violencia solver los conflictos pueden ceder a la
y la guerra. utilización de otros medios, aún más,
el ser humano debería proponérselo
El peor tratamiento que se le puede como imperativo ético.
dar al conflicto es la violencia. Esta
puede ser directa cuando un sujeto Ambas disciplinas han sido muy im-
determinado, en forma física, verbal portantes a la hora de realizar estudios
o psicológica, la ejerce sobre otra per- de seguridad y estratégicos en el mar-
sona; es estructural cuando es ejercida co de las relaciones internacionales en
por las estructuras sociales sobre las la búsquedqa de la paz en el mundo.
personas y se manifiesta en la exclu-
sión política, la pobreza, la inequidad Para los griegos fue el mito el ins-
e ineficiencia a la hora de acceder a trumento preferido para reflexionar
los mecanismos universales y regula- sobre la paz y la guerra. Entre ellos
dos en la administración de justicia; la diosa de la paz es Eirene o ausen-
y es cultural, cuando es el sistema de cia de la guerra que tiene a su vez dos
representaciones simbólicas el que la hermanas: Dike, la justicia, y, Euno-
legitima como el recurso apropiado mia, el buen gobierno. Las tres son hi-
para resolver conflictos. jas de Zeus, Rey del Olimpo y fuente
de la fuerza y del poder y de Themis,
La mejor manera de tratar el conflic- sinónimo de ley como garantía de un
to para su transformación positiva, orden con justicia. Para que exista
es mediante la construcción de una equilibrio y armonía se requiere la
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te, de tal manera, que las experien- La educación para una cultura de paz
cias positivas puedan ser replicadas en el postconflicto, como proyecto,
en escenarios cada vez mayores hasta puede arrojar excelentes resultados
lograr con el conjunto de otras viven- si se articula con el abanico de acti-
cias una política de Estado en materia vidades impulsadas en el mundo y or-
educativa a largo plazo. ganizadas por instituciones, como la
UNESCO, con la intención de hacer
Con el diseño de una política públi- de la teoría una realidad, sobre todo
ca, en materia educativa y ética, que por las experiencias acumuladas en
se desprenda de la evaluación de países que salían de un conflicto ar-
lo existente y del análisis de las cir- mado como: Angola, El Salvador,
cunstancias del entorno económico, Etiopía, Haití, Liberia, Malí, Mozam-
político, cultural y social que le han bique, Filipinas, Somalia, entre otros.
dado vida al conflicto, contribuimos
grandemente a establecer el terreno Pero la educación va más allá de la
más apropiado para desarrollar una enseñanza de calidad que ha de im-
cultura de paz durante y posterior al partirse en establecimientos educati-
conflicto. La escuela, las instituciones vos para contribuir con el desarrollo
educativas, las organizaciones que de de una cultura de paz y de la no vio-
alguna manera son implicadas por sus lencia. Debe mirar hacia la implemen-
efectos son los escenarios naturales tación de programas de educación
para la formación y el entrenamiento cívica para la gestión y solución de
de los nuevos ciudadanos y la manera conflictos, con representantes del po-
como encaren, asuman o ignoren su der político, para el buen ejercicio de
responsabilidad frente al conflicto y el la política y del poder, la democracia
postconflicto será determinante para y la justicia en todos los ámbitos de la
la paz en contra de la violencia. vida. Debe incluir la formación de las
mujeres y soldados desmovilizados
Son las instituciones educativas, el para que participen en la vida pública,
mejor escenario para socializar la cul- y a los medios de comunicación como
tura política que se requiere para im- promotores de cultura de paz y de los
plementar la Justicia Restaurativa en ideales democráticos que requiere y
las comunidades barriales, obreras y necesita el postconflicto.
campesinas, en las cárceles y demás
espacios donde es urgente cerrar las Una educación para una cultura de
heridas y resentimientos del conflicto. paz del postconflicto necesita de los
Pero además, son el instrumento ade- esfuerzos mancomunados de organi-
cuado para mejorar cualitativamente zaciones intergubernamentales, aso-
la democracia en la medida que ese ciaciones no gubernamentales que tra-
proceso comience con ellas mismas. bajen en esa perspectiva y de todos los
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