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Exodo 33.

V. 1-11. Animado por una ira santa, Moisés destruye el becerro de oro y ordena el castigo a este
pueblo de dura cerviz. Pero Dios, de manera increíble les recuerda las promesas hechas a los
patriarcas, trayendo a presente que esa tierra prometida era para su descendencia. Cuántas veces
hemos actuado de igual forma que este pueblo, buscando hacer nuestra propia voluntad actuado
de manera contraria a la palabra de Dios; pero Dios, nuevamente actúa con misericordia, pues, así
como Dios, purifico al pueblo, haciendo a un lado a todos aquellos contrarios a su voluntad,
también preservo a todos los que de antemano escogió, a su remanente. Esto nos lleva a pensar
en las doctrinas de la Gracia, la Elección incondicional y llamamiento eficaz, Mi querido hermano
persevera en Cristo y en sus promesas que son eternas. Que sus bondades sean baluarte para ti y
tu Fe este fundada en la gloria venidera.

En seguida informa al pueblo que Jehová no subirá con ellos, No sea que te consuma en el
camino. Me llama la atención esta declaración tan radical de Dios. Esto me lleva a pensar lo
terrible que es el pecado , el gran vacío que hay entre Dios y los hombre, La exigencia de Dios por
una adoración exclusiva, lo contraproducente que es la idolatría para el creyente, esto destruye las
personas, Dios demanda de sus hijos una adoración genuina, un arrepentimiento sincero y una
obediencia cabal y radical. El pueblo lloro por su pecado y se contristo su espíritu, se quitó sus
atavíos como muestra de vergüenza y dolor por su pecado. Considero que así debe ser para el
creyente el verdadero arrepentimiento, un dolor por su terrible pecado, porque contrista al
Espíritu, porque los frutos del pecado son amargos, el temor de los creyentes es que Dios se
aparte de ellos. Medita querido hermano, todas las glorias del hombre, todos sus triunfos y logros,
no son nada, si Dios no hace parte de ellos, vendrán hacer como cosa amarga al paladar, y un vacío
tan grande que nada lo podrá llenar, así de amargo es el pecado.

Moisés hace algo inesperado, levanta el tabernáculo fuera del campamento, lejos de éste. ¿Ha
dejado de amar al pueblo? No, por el contrario, acaba de dar la prueba más grande y
conmovedora al pedir ser borrado del libro de Jehová en lugar del pueblo. Su motivo es muy
diferente. A causa del pecado cometido, la nube no puede posarse más en el campamento. Por
eso, para volver a encontrar esta preciosa columna, figura de Cristo, Moisés y otros con él dejan el
campamento de Israel. Es imposible para Dios tener comunión con el pecado, mi hermano busca
de corazón a Dios, busca su rostro en oración, medita en sus escrituras, ruega por misericordia y
suplica de rodillas porque Él nos ayude a vivir conforme a su voluntad, Él no te dejara ni te dará la
espalda.

Hebreos 13:13-14, 13 Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio; 14
porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir. al aludir a este
pasaje hace oír el llamado: “Salgamos, pues, a él (Cristo), fuera del campamento”. Para obedecer a
esta mandato, muchos rescatados se han separado de religiones formalistas y de iglesias
organizadas en la cristiandad, y han buscado sencilla y únicamente la presencia del Señor Jesús, la
liturgia y la pompa en la iglesia no siempre son reflejo de una iglesia sana. Busca de corazón al
Señor, amalo con todas tus fuerzas y ruega a Dios que nunca te permita apartarte de la presencia
de Cristo, que tu andar por esta tierra sea como el peregrino de Bunyan.

Salmo 84. 9-10. Mira, oh Dios, escudo nuestro, Y pon los ojos en el rostro de tu ungido. 10
Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de
la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad. “Veamos a Josué“ Aunque todavía era
joven, comprendía que su felicidad consistía en no abandonar la presencia de Dios. Imagen de una
continua comunión, pero también del gozo que nos espera en el lugar donde el Señor ha
prometido su presencia.

V. 12-23. Fuera del campamento Moisés puede hablar cara a cara con Jehová. ¿Cuál es el tema de
conversación entre Dios y Moisés? Como siempre, el pobre pueblo. Moisés es figura de alguien
más grande que él, El Hijo que hablaría a su Padre de aquellos que le serían dados de en medio
del mundo Juan 17:9. 8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y
han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. 9 Yo ruego por
ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, “Te ruego que me
muestres ahora tu camino”, pide el varón de Dios. Además, ruega que Dios vaya con ellos.
Comparemos esas peticiones con la doble petición del salmista: Salmo 143:8 y 10, Hazme saber el
camino por donde ande… Tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud” Enséñame a hacer tu
voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud. No nos podemos
privar de tu presencia, Todos los días necesitamos de la guía de nuestro buen Dios, que Él nos
muestre nuestra terrible condición, nuestra necesidad de Él, que nos guie en cada una de las
labores diarias, que nos libre de la tentación del pecado y nos ayude a vivir como es digno solo
para el Señor.

Al final, Moisés hace una tercera petición a Jehová, más audaz todavía: que le sea permitido ver Su
gloria. Sólo la verá “por detrás”, dicho de otra manera, en las huellas que Su amor ha dejado.
Pensamos en la petición de Jesús a su Padre, a fin de que, ahí donde Él está, los suyos también
estén, para que vean su gloria, Juan 17:24 24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde
yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me
has amado desde antes de la fundación del mundo. Este fue el más ansiado deseo Moisés. ¿Es
también el tuyo mi hermano?

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