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dra establecerse con un mayor grado de precision como la sucesion
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arios -de-—Fr;g~I5~"b é'b‘1nonl1:d: floléeszlriqfggefiseogi%§:(;O?OiufrleK?“
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’ - ' °@1.11..a_$ 6 ‘ de los A ueménidas fra mentada debilitada termino or ser de-
Egipto. - I ' . .
pudiese emplear este téré
Elvhelen1s_r_no.7.y.el zramsmo —s1
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1a d a en g erencia, a ’traves e vanas generaciones de soberanos, a
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‘mm .§On Os =.1dv‘=YSa".°S de lgual noble“, aunque de dlferemg l * estos principes de Occidente que como Artajerjes se proclamaban
' que ’la costumbre de
educacion, que siempre permanecieron separados por una instinti-
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los sacrosantos amos del mundo ’ (5). ,;Sab1an
Va hostidad racial tamo como or una hereditaria . it
Sin embargo, era inevitable ~que entre estas dos civilizaciones i Z‘ Ogi?§;9eF6)un ablto famlhar’ fue una Ceremoma dd pmtocolo
P“e5Fa5 en °°n_ta°tO dllrante mas Q16 mil 31105 Se Produlesen m1ti' I * Es niucho mas dificil seguir los ocultos caminos por los que ca-
p1eS.1ntercamb1Os'_La lnqencla elerclda PQY $1 hlenismo hasta la minaron las ideas puras para pasar de un pueblo a otro Pero es cier-
penillanura del Asia Central ha sido frecuentemente
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puesta de ma- '
to que aécomienzos dée nn§stra_I§_r_a_<1e1_q;r11_g_1_adas
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concepciones maz- -
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1‘},"l;?..-i!?..%l£I@. 1?C1QH%¢ 5“ enerS17a- Porqlw $1 61 maldelsmo le raélilna ~accion ’ cuya extension podra discutirse ’ pero que fue ,in-
amas e eva aex p resion e su genio, y S1' su accion fue ademas '_
* ba " ' negable (7). Algu__r;as7§1<?7.$11$7d991F111a$=
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prestigio del que disfrutaba por aquel entonces esta tnbu sacerdo-
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narquias asil:i(ticaz1Ss.lI3l§all%sccOoIir(1:g TatélvfisiZ‘.ii’Z°§§Z§1?“a§.? ‘ZS Elli P_“‘S-° 3 ‘°S- ‘*6 Q“? 6-“ °""*‘° ‘ma
‘"1’-“"°Sque_hab1a1naugurado Anstoteles, ‘*‘ gF‘i‘“a “‘°‘
-’°‘!g‘°“’ Y6I‘IlpU]O una
lares C intimos consqeros dc los principes ado té Igtaa las vimiento cientlco
mismas formas que habia tomado en la corte de lols) Diadocos ’ lo 5 gran cangdaq
por los aqdltos
de~1ran1os
subditos ocupqrsq
de alos de las
Seleucidas. do-cmnas
Una P-lpfeszildas
informacion digna
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gu gs“ V623 alga“ lmltado la Orgamzaclon de1Pala°1° de 105 Gran‘ de crédito nos indica que las obras catalogadas
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bajo ,
el nombre .
de I
6 l mlsmo
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’ 6 la Perenmdad de
su poder, se remonta hasta Dario, y pasa junto con otras tradicio- ' " g
nes iranias a las dinastias que se dividieron el Imperio de Alejan-
dro La semejanza entre , no solo la obse rvancia
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de los Cesares y la i - --.
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rzractica de los moqarcas orwnrales. sine rambién entre las crew I @555 )d: Zliilaffiiil'pi;.1‘?-;§§<§‘3..E-aciil§?¢déZilZ3Z.PZ§s§§l§’§ §Z“§§i‘.§l?0P°i-iii
013.8 qLlC 6St3S practicas 6?(pI‘6SZ?.Il CS chocante, y no pU6d6 dudarse cer criar en la corte a los hijos dc las familias nobles, etc. Determinadas institucio-
13 €XlSt61’lC1 (16 una continuidad de esta tr 3 1'- nes iiblicas se ins P iran sin. duda en estos ejem P los, como la organizacion del servi-
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la Tyché Basiléés y luego en la Fortuna Augusti, ver Mon. myst. Mithra I, pp. 284
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remomal auhc0 Y la hlstona mterna de los remos helemstlcosa P0"
y ss. Incluso Mommsem: Rém. Gesch. V, 2, p. 343, aunque esté dispuesto a consi- »»
" derar ante todo la tradicion rornana, tras haber expuesto las reglas en uso de la cor-
"f Ver Ch aP° t. L es d é d , , . , , , te dc los partos, aade: <<alle Ordnungen die mit wenigen Abminderungen bei den 1
hellemsme au dela de I Euphrate (M€m- 506- romischen Caesaren Wiederkehren und vielleicht zum Teil vom dieser der iilteren
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