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Turismo en tiempos de COVID-19

Por: Michelle Arévalo Zuleta

Sumergirnos en el mar, cambiar el piso de baldosa por uno de arena, quitar el techo
de cemento y ver el cielo abierto, comer bandeja paisa en un pueblo de Antioquia,
tomar lulada en el Valle, o comer empanada de cangrejo en San Andrés. Viajar y
reconectarnos con nuestro entorno, nuestro país y nuestra cultura, es el anhelo de
muchos, pero el dolor de cabeza de otros. Volver a viajar, por más corto que sea el
viaje, por más cerca que esté el destino, es volver a ponernos en movimiento y esto
en tiempos de pandemia es todo un reto.
Sin duda el turismo es uno de los sectores económicos más importantes, junto con
los viajes, son responsables de casi 11 % de los empleos en todo el mundo, pero es
el momento de hacerlo mejor.
Luego de casi seis meses muchos hemos vuelto a viajar, sin embargo, el sector
turismo se debate entre el miedo y la necesidad, pues destinos tan importantes
como San Andrés, Cartagena, la Guajira, entre otros, dependen en gran parte de
este sector. Sin embargo, muchos de estos destinos presentan un porcentaje alto de
coronavirus, lo que preocupa a sus habitantes y visitantes.

El temor de muchos se ha vuelto realidad, y es que a pocos días de la reapertura se


ven aglomeraciones en playas y sitios turísticos. La reapertura dio una falsa
sensación de libertad que ha llevado a las personas a salir, pensando que el virus
se ha desvanecido, olvidamos que estamos emergiendo de un período sin
precedentes, nunca antes se les había prohibido a tantas personas ir a tantos lugares.

Esa ansiedad, producto de la incertidumbre de no saber con qué nos vamos a


encontrar, nos hace resurgir sentimientos que se fueron acomodando en el fondo
de nuestros seres, sin embargo, ningún viaje vale la vida de una persona, por lo
tanto al hacerlo tenemos una doble responsabilidad, cuidarnos y cuidar a las
personas que viven en ese lugar.
El destino ideal en este momento no existe, pero es recomendable buscar aquellos
donde el número de casos sea bajo y donde el sistema hospitalario esté adecuado
para el manejo de la pandemia. La gente quiere viajar a lugares seguros, donde si
se enferma tenga asistencia de alta calidad, hoy más que nunca.
Otro hecho importante que nos ha dejado ver la pandemia, es que sin duda el
turismo tradicional no es la mejor hoja de ruta para esta práctica, propuestas como
la modificación de la ley de turismo, iniciativa con la que se pretende fomentar la
sostenibilidad y la implementación de mecanismos de conservación, protección y
aprovechamiento de los atractivos turísticos, marca para el país una nueva forma
de hacer turismo que involucra responsabilidad social y ambiental, de lo contario
no habremos aprendido nada de esta crisis y volveríamos a sobre explotar la
naturaleza y algunas poblaciones con el fin macabro de lucrar a algunos grandes
empresarios.
Debemos pensar en la sostenibilidad como eje de la recuperación económica,
siendo más amigable con el medioambiente, el compromiso es por parte del
gobierno quien regula los entes turísticos, y por parte del turista quien debería
apostarle más a ser un anti- turista, buscando sitios apartados de multitudes,
pensando en generar el mínimo impacto ambiental.
En cuanto a los lugares que viven en su mayoría del turismo, es el momento de
pensar en la diversificación de su economía, el mar puede ser un motor de
crecimiento económico más allá del turismo. Recordemos que si bien la
reactivación económica es necesaria, se da hoy por necesidad más no por una
reducción en los casos de Covid-19.

La sociedad está demandando un turismo distinto. Debemos apuntarle a disfrutar


de actividades al aire libre, evitando amontonamientos y favoreciendo la conexión
con la naturaleza.

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