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Cuestiones sociales *
He aquí tres grandes obras de sociología, todas importantes, que han apa-
recido casi al mismo tiempo. Son ellas La Lutte entre societés, del Sr. Novicow;
Ladivision du travail sociaP, del Sr. Durkheim, y la traducción francesa de La
Luttedes races, del Sr. Gumplowicz. Este ruso, este polaco, este francés, no
parecen conocerse o haberse influenciado mutuamente; cada uno siguió y
profundizó, por separado, su derrotero mental, su surco especial en el in-
menso baldío del campo sociológico. Esto solo hace que las concordancias
que pueden presentar sean más instructivas, a través de sus divergencias, que
tampoco tienen desperdicio. Y es un buen ejemplo de las anastomosis es-
pontáneas que se producen entre vasos flexuosos' de pensamientos que se
desarrollan independientemente unos de otros, que se empalman incons-
cientemente, para formar el tejido de una ciencia nueva. Será curioso saber
larespuesta que van a efectuar estos tres sabios a estas dos preguntas capita-
les:10 ¿Qué es el grupo social? 20 ¿Cuál es la ley de las transformaciones socia-
les/ Laprimera solo ofrece un interés teórico, pero se relaciona íntimamente
con la segunda, que tiene que ver con las preocupaciones más ansiosas del
tiempo presente.
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Cabriel Tarde
¿Qué esel grupo social? ¿Cuál es la naturaleza del vínculo que cimienta
art 7 in o de nuestros tres autores, cosa notable, responde aquí
10 ande e t.: n la etafora spenceriana del organismo social; todos son c n-
do - ne pe itirá que en lo personal, lo celebre-3, a una concepción
la sociedad ue cortando or así decir con el cordón umbilical de la so-
I d.Ql.Qgíe inau rand su autonomía con respecto a su madre, la biología, le
~hace'u ar a la idea de similitud social- en consecuencia a la idea de imita-
cjÓn .un papel derante. Se diría, sin embargo, a primera vista, que la
idea de diferencia elemental afectó más la mente pintoresca del Sr. Gumplo-
\,wicz. Si hubo alguna vez un cerebro exento del prejuicio científico que hace
nacer todo de una homogeneidad supuestamente inicial o fundamental-que,
al principio, y en el fondo de todas las cosas, en este bello universo multicolor,
se complace en imaginar un colorinmensamente liso ymonótono-, es pre-
cisamente el cerebro, un tanto contradictor por naturaleza, de este escritor
vigoroso. Es el poligenista más decidido que se haya visto desde Agassiz. Ex-
tiende el poligenismo a todo: a la lengua, la religión, etc., tanto como a la es-
pecie humana.
lJ.l «Por todas partes-dice-, en los corrienzos de la historia conocida, nos en-
"contramos con un número muy grande de razas humanas que se ven como
extranjeras por la sangre y que, hablando cada una su lengua distinta, irre-
-ductible a las otras, profesan cada una su culto por separado. » Para el sociólogo,
, a su criterio, la existencia «de innumerables bandas humanas, heterogéneas,
~abarcando la tierra habitable», es uno de «esos hechos primordiales de los
'cuales ninguna existencia puede prescindir», tales como los átomos hetero-
géneos para el químico o las dispersiones de las nebulosas para el astrónomo.
Pero -sin insistir en las lagunas de una teoría que, situándonos in medias res",
postula lo que sería interesante y en absoluto prohibido de explicar-, bus-
3 Pues ya me ocupé de esta cuestión en mis Lois de l'imitation, cap. 111.[Hay edición castellana: Las
leyes de la imitación y la Sociología, traducción de Alejo García Cóngora y Pablo Nocera, Madrid,
Centro de Investigaciones Sociológicas y Agencia Estatal Boletín del Estado, 2011.]
• Locución latina que significa: «hacia la mitad de las cosas» y que refiere a la técnica narrativa de
comenzar el relato no desde el principio sino situándose «en la mitad ••de la historia (N. del E.).
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Cuestiones sociales
quemas cuáles son los cimientos' que, según el Sr. Gumplowicz, mantienen
unidos a los individuos en cada banda considerada por separado. Nos res-
ponderá, en cien partes de su libro, que es la comunidad de lenguaje, de reli-
gión, de costumbres, a pesar de la heterogeneidad fisiológica de las familias
que componen y han compuesto en toda época los Estados pequeños o gran-
des,lasnaciones, las ciudades, los clanes o las tribus. Una gran semejanza bajo
todos los aspectos de orden psicológico y social: tal es la fuerza de cohesión del
grupo, a lacual, es cierto, se le añade poco a poco, para fijarla yconsolidarla, la
semejanza fisiológica misma, cuando, por el cruzamiento prolongado, las
razascomponentes se hayan fusionado en una raza única y nueva; que entrará
posteriormente en la composición de una raza futura, y así, en consecuencia,
indefinidamente. Pero esas razas, entendidas de este modo, son hijas y no
madres de los fenómenos sociales cuyos resultados resumen y consagran; y
esos fenómenos sociales sr' .t' símílacícn.
ElSr.Durkheim, desde varios puntos de vista, es la antípoda del sociólogo JI
precedente: se representa la humanidad primitiva como formada por seg-'n
mentas similares entre sí. Pero al igual que él, y mucho más explícitamente(\¡~
aún, basa -en cada uno de esos segmentos, que son los gru pos sociales primi -~I
tivos-, la solidaridad social en la similitud imitativa de los socios. Sin embargo,
según él, este género de solidaridad por semejanza sería cada vez más susti-
tuido por una solidaridad más íntima y fuerte, por diferenciación individual
y división del trabajo. Tendremos que apreciar la exactitud de esta visión.
ElSr.Novicow profundizó mucho el tema de los grupos sociales en gene-
ral, y sobre todo de los grupos sociales superiores, de las nacionalidades. Es
aéla quien conviene interrogar especialmente al respecto. Se preguntó: ¿qué
esuna nación l ¿Dónde comienza y dónde termina l ¿Cuáles son sus límites
enel tiempo y el espacial En este último punto, lo encuentro vago; habría po-
dido observar en primer lugar-lo que olvidó hacer-, que es mucho más fácil
circunscribir a una nación en el espacio que en el tiempo. Sé donde se fija,en
un momento dado, la frontera de Francia, e incluso, lo que no es lo mismo, la
frontera ideal de la nacionalidad francesa, pero en qué fecha precisamente
nació la nación francesa, lo ignoro. Varias saciedades diferentes se sucedieron
5 Cabe señalar que la palabra ciment -que se vuelca aquí como cimientos- significa, en sentido lite-
ral, «cemento»; y, en sentido figurado, «aquello que une o vincula». (N. del E.)
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Gabrie/ Tarde
6Famoso río del noroeste de Rusia, sobre cuya desembocadura fue fundada en 1703la que habría
de convertirse en la capital del Imperio Ruso a la vez que su llamada «ventana a Europa»; esto es, la
ciudad de San Petersburgo. (N. del E.)
7Término conel que se designaba, antes de la Revolución de 1917, alcampesino ruso. (N. del E.)
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Cuestiones sociales
II
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Gabliel Tarde
R El enfoque del Sr. Gumplowicz sobre el origen del lenguaje es digno de destacar, y se lo reco-
miendo al lector. No sé si Platón tiene razón al decir que nadie es filósofo si no es geómetra, pero
ciertamente, para ser sociólogo, es preciso ser un poco filólogo. Yaque es en la creación de las len-
guas donde el hombre social se reveló más a fondo, con todo lo que hay en él de rutina y capricho,
de lógica e inconsecuencia.
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Cuestiones sociales
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Gabriel Tarde
III
1-1 r Durklu.i m nos evita estos horribles cuadros. Con el, nada de gue-
15, n 1-;1L ·es anexiones brutales. Parecería, si lo leernos.qu 1río del pro-
Igreso hubiese corrido sobre un lecho de musgo, sin e urna ni altos
.mortales, y gue la humanidad, siempre tranquila, hubiese asado lenta-
mente a lo lar o de las é ocas de un estado de paz uniforme basado en la
1-JC-'óllB.~os:,l.!ición
de clanes o tribus similares e inofensivas, a un estado de az
multiforme más rofundo aún arantizado por la reciprocidad de los ser-
entre categorías de trabajadores cada vez más especializados y solida-
rizados al mismo tiem o. El asa·e de una es ecie de r - im n )29.radisíacoa
del cambio social. Po-
siblemente, no se podría imputar a un sociólogo tan distinguido una con-
cepción a tal punto quimérica; pero alleerlo esta se presenta por sí misma
porque, absorbido en su tema propio, en su gran preocupación moral y eco-
nómica, aún más moral que económica, no estimó oportuno completar su
notable y profundo estudio de las relaciones intra-nacionales mediante el de
las relaciones inter-nacionales. Visiblemente, por lo demás, es proclive ajuz-
gar la historia como neptuniano, no como vulcaniano; a ver en ella, por todas
partes, formaciones sedimentarias, no levantamientos ígneos". No tiene en
"La oposición neptuniano/vulcaniano nos remite a la disputa entre las teorías que explicaban la
formación de las rocas, respectivamente, por la acción del agua o del fuego. Neptúnicas son las «for-
maciones sedimentarias»; en tanto que vulcánicos, los «levantamientos tgneos». Lo que quiere
decir Tarde es que, en lo que vendría a ser una suerte de enfoque geologico de la historia desarro-
llado por Durkheirn, este adoptaría una perspectiva propia de la escuela neptuniana en la medida
en que el elemento «ígneo» (téngase en cuenta que la palabra francesa soulévement remite tanto al
Cuestiones sociales
el sentido sociopolítico de «rebehón») no se halla presente en su teoría. De ahí, como puede verse,
la descripción metafórica que hace Tarde de la concepción de Durkheim al inicio mismo de este pá-
rrafo. (N del E.)
10E[ «esmalte tabicado» (émail cloisonné), también llamado «esmalte alveolado», es una famosa téc-
nica de orfebrería. Se rellena con esmalte las cavidades o alveolos de las piezas, cuyos comparti-
mientos poseen unos bordes o tabiques sobresalientes conocidos como cloisons; y luego, a través
de un proceso de fusión, el esmalte queda unido al objeto como si se tratase de una suerte de re-
lleno. (N. del E.)
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Gabriel Tarde
11 Siento no poder citar (p. 109 Y 110) una notable pintura de los sentimientos colectivos suscita-
dos por el crimen, y las consecuencias que el autor deduce de ellos con profundidad en relación con
las características que la penalidad debe revestir para llevar a cabo su oficio social. Les recomiendo estas
páginas a loscríminalistas, así como una severa pero excelente crítica de Lombroso (pp. 178 yss.).
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Cuestiones sociales
tud de conducimos necesariamente a una Moral y una] usticia más elevada o~~.
más humana, que él le atribuye. ~~
Afortunadamente, la distribución del trabajo tiene además otra causa, la
principal, de la cual derivan también las dos causas que el Sr. Durkheim se-
ñala, o a falta de la cual estas no actúan -rnientras que, incluso no seguida por
estas, aquella es eficaz-o Algunos países pueden ser vastos y muy poblados,
«muy voluminosos y muy densos», como China e India, sin que la gran in-
dustria y la gran distribución del trabajo se desborden en ellos por encima de
los «segmentos» de las familias cerradas y yuxtapuestas; mucho mejor, por
más que en ellos la población crezca y se condense con bastante rapidez,
como en aquellos imperios gigantescos, la rudimentaria distribución del tra-
bajo no hace allí ningún progreso. Por el contrario, al n
-como Francia de me di e ión; donde la
densa es estacionaria- se erizan d ' . a ada vez.más glga S e oiga-
nizanen un sistema cada vez más am lio com le'ode rofesiones. 'PorA
Ué?Por ue e~s últimas sociedades se muestran mu inventivas y las pre- l
cedentes mu oca. Siem re una invención ue suscita una nueva rama e""
actividad, es el em u·e ue le hace dar un~ aso adelante a la división ~
del traba'o no solo en el sentido económico, sino en el sentido artístico, ju-
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Gabriel Tarde
12 Reminiscencia del pasaje bíblico de Daniel, 3:20: «y mandó [ abucodonosor] a hombres muy
vigorosos que tenía en su ejército, que atasen a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para echarlos en el
horno de fuego ardiendo». (N. del E.)
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Cuestiones sociales
una flor, un animal y otro animal, se prestan uno a otro servicios señalados,
10 que crea entre ellos una solidaridad orgánica, lo acept .
manera social y moral. La di visión el tra a' o no c n ri
moralizar más ue en las é ocas en los medios donde
días de las cor oraciones de la Edad Me .a
ª-ªcias modernas en Europa en América- se atempera con una fuerte dosis
ímílí;
arte de costumbres o derechos; y,lejos de estrechar el dominio de este co-
munismo superior, de esta indivisión sagrada entre conciudadanos iguales
ysemejantes en el fondo [aufondl-o más bien semejantes en lo alto [en haLltl,
tocándose por sus cumbres-, tiende por el contrario a profundizarlo yex-
tenderlo.
Es que, en efecto, la oposición establecida por el Sr. Durkheim entre las
dos especies de solidaridad social que admi te, y de las cuales una sustitui ría
necesariamente a la otra, me parece ilusoria. Reconoció muy bien (p. 307)
que la división del trabajo no es el hecho fundamental de las sociedades, que
supone previamente «la comunidad de las creencias y los sentirnientos.»
Pero lo que se le pasó por alto es que tiene como consecuencia habitual des-
arrollar y fortalecer, bajo nuevas formas, esa comunidad intelectual y moral,
multiplicando los objetos de esa riqueza común y facilitando singularmente
su difusión. La asimilación de los individuos por contagio ímuau \ -> di
ferenciación or coo eración laboriosa -su asimilación ea no LL nsu rudc
res de libros eriódicos roga alim ntos in lus de ¡¿la ere s 1st c iones ~
gIales uiera y-s diferencia..ció.n..coIDo_PLo..d.uCt< - Y- nprcgresando pa-ur
lelament 13 n n sas de otra. Mirad el ejército, ese tipo consu-~ft
mado de la unión social abstracta y pura, sin nada de familiarni psicológico~!\;
-por consiguiente, artificial: en ninguna parte la diferencia de las tareas es tan l 1
grande, ni tan grande tampoco la similitud de los espíritus y los corazones-o \~
Aotra escala, en la sociedad sucede lo mismo que en el ejército. Mientras que
3 O más bien sucede, por lo general-contrariamente al orden de sucesión formulado por el Sr.
Durkheim_, que la solidaridad que él llama orgánica precede a la solidaridad que él llama mecánica.
En Otras palabras, cuando dos naciones o dos clases, que hasta allí habían permanecido extrañas y
desemejantes entre sí, comienzan a prestarse servicios mutuos y a intercambiar mercancías, nece-
sidades e ideas, tejen de ese modo entre ellas unas relaciones que las asimilan y las conducen al pa-
tnotismo social.
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Gabriel Tarde
14 Si el lazo social no estuviese en absoluto formado de semejanzas más bien que de servicios recí-
procos, las diversas provincias de un mismo Estado solamente deberían sentirse unidas en la me-
dida de sus relaciones comerciales. Pero se las ve, porel contrario, fraternizar entre vecinos, incluso
sin ningún comercio entre ellas, y, a pesar de las relaciones comerciales más activas, tratarse como
extranjeras cuando están distanciadas y son diferentes.
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II El verbo utilizado esjouer, de amplia polisemia. Aquí se trata de «jugar» en el sentido de «repre-
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Gabl'iel Tarde
16 Quiero afirmar de ese modo que los servicios prestados por esta especialización son unilaterales.
17 En el período lil1g1iísticode la humanidad -lo llamo así porque se supone que la elaboración de la
palabra era entonces la gran obra humana donde se concentraba toda la fuerza inventiva del genio
humano, así como más tarde se dirigió hacia la elaboración de una religión, una ciencia, una in-
dustria, un arte-, en ese período verdaderamente primitivo, al que solo podemos remontamos
mediante conjeturas, es infinitamente verosímil que la facultad de hablarno haya podido ser vul-
garizada, generalizada, al punto en que nosotros la vemos. o existe ninguna función social que
no haya empezado por ser el monopolio de una elite; yes poco a poco, mediante un proceso precisa-
mente inverso al que formula el Sr. Durkheim -es decir, mediante el pasaje de la división a la unifor-
mización del trabajo-, como todo el mundo se volvió a la vez, por turno, productor y consumidor
de la palabra. Al principio, aunque la masa no sabía hablar aún, podía ya, no obstante, compren-
der la palabra ajena, prestigiosa y subyugante; pero con esfuerzo, con un gran esfuerzo, que fue de-
bilitándose. Es así como nuestros hijos oyen [entendent] el lenguaje de sus padres mucho tiempo
antes de lograr reproducirlo, y como, más tarde, saben leer antes de saber escribir. Debemos re-
presentamos las primeras clases o las primeras familias como asambleas mudasen las cuales solo
un cuerpo de inspirados tenía el poder y el derecho de hacerse oír. Esa es la primera corporación
social, el cuerpo oratorio que, en una época posterior, habiendo disminuido mucho su antiguo
prestigio pero conservando aún un gran ascendente, se convirtió en el cuerpo de los aedos, de los
poetas a la manera de LinoyOrfeo.
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Gabriel Tarde
16Quiero afirmar de ese modo que los servicios prestados por esta especialización son unilaterales.
17En el período lil1guística de la humanidad -lo llamo así porque se supone que la elaboración de la
palabra era entonces la gran obra humana donde se concentraba toda la fuerza inventiva del genio
humano, así como más tarde se dirigió hacia la elaboración de una religión, una ciencia, una in-
dustria, un arte-, en ese período verdaderamente primitivo, al que solo podemos remontamos
mediante conjeturas, es infinitamente verosímil que la facultad de hablarno haya podido servul-
garizada, generalizada, al punto en que nosotros la vemos. No existe ninguna función social que
no haya empezado porserel monopolio de una élite: yes poco a poco, mediante un proceso precisa-
mente inverso al que formula el Sr. Durkheim -es decir, mediante el pasaje de la división a la unifor-
mizacióndel trabajo-, como todo el mundo se volvió a la vez, por turno, productoryconsumidor
de la palabra. Al principio, aunque la masa no sabía hablar aún, podía ya, no obstante, compren-
der la palabra ajena, prestigiosa y subyugante; pero con esfuerzo, con un gran esfuerzo, que fue de-
bilitándose. Esasí como nuestros hijos oyen [entendent] el lenguaje de sus padres mucho tiempo
antes de lograr reproducirlo, y como, más tarde, saben leer antes de saber escribir. Debemos re-
presentamos las primeras clases o las primeras familias como asambleas mudas en las cuales solo
un cuerpo de inspirados tenía el poder y el derecho de hacerse oír. Esa es la primera corporación
social, el cuerpo oratorio que, en una época posterior, habiendo disminuido mucho su antiguo
prestigio pero conservando aún un gran ascendente, se convirtió en el cuerpo de los aedos, de los
poetas a la manera de lino y Orfeo.
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se .esde q~e estas líneas fueron escritas, el Sr. Durkheim publicó, en la Revue philosophique, una
c. ne de articulas acerca del Méthode en sociologie, que van a aparecer en un volumen. Las tenden-
las nefastas que se muestran ya ensu División du travail social, se acentúan en esta nueva obra. El
aUtor lleva en ella al máximo su aptitud para tomar las concepciones de su espíritu por constata-
~ones «objetivas», ynada es más eminentemente subjetivo que ese libro donde se trata incesante-
ente de la objetividad. Es una serie de deducciones presentadas como inducciones de la observación
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IV
y la historia. Es preciso hacerle esta justicia a este sociólogo distinguido que no retrocede ante nin-
guna consecuencia. Para recomendar su método haciendo ver « bajo qué aspecto completamente
nuevo» presenta los temas más trillados, no duda en afirmar que aquello conduce a considerar una
criminalidad elevada, incluso una criminalidad progresiva, tal como la nuestra, como si formase
«parte integrante de la salud. del cuerpo social. Tendremos que examinar en otro lugar esta singu-
lar y, por lo demás, útil paradoja.
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ose trata de Gran Bretaña sino de Bretaña (Bretagne, en francés), región autónoma situada al NO
de Francia. (N. del E)
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o debe confundirse con el departamento francés de ultramar en América, esto es, la Guayana
Francesa (Guyane). Se trata de Guyenne, una antigua provincia del SO de Francia. (N. del E.)
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5ia,por ejemplo, «los polacos son obligados a pagar ellos mismos los gastos
de 5Upropia desnacionalización». Mediante la persuasión, cuando la propa-
ganda oral o escrita se ejercita libremente en igualdad de condiciones, pero
cada vez más perfeccionadas". Quedan por efectuar muchos perfecciona-
mientoS al respecto: «Organizar la biblioteca, simplificar la ortografía, sim-
plificar la gramática» (lo que es una indirecta al alemán)". Hecho esto, se
verá claramente la inutilidad de las persecuciones y las protecciones, y la su-
perioridad de la imitación espontánea sobre la imitación forzada.
Lalucha, a medida que se intelectualiza, deja de ser un sufrimiento y se
convierte en un alegria cada vez más intensa; va acompañada cada vez menos
de odio ycada vez más de cortesía. Las mujeres pueden tomar parte en ella; y,
cuando este progreso se cumpla, ya no habrá motivo para negarles los dere-
chos políticos. En efecto, así como son impropias para la guerra, son aptas y
están predestinadas para la propaganda -ya sea lingüística, ya sea religiosa,
ya sea artística y literaria; ya sea, ante todo, nacional-o
De este modo, nos vemos conducidos a estudiar, después de las formas de
lalucha, las de la alianza, las de la solidaridad humana cada vez más profunda
y más vasta. Desgraciadamente, lo que afirma el autor al respecto es arrui-
nado por la obsesión darwiniana de esa idea de lucha en la que él quiere hacer
21 La expresión francesa que aquí se traduce como «en igualdad de condiciones» es: á armes éga/es
(literalmente: «con armas iguales»). Son dichas armes o «armas» las que se encontrarían «cada vez
más perfeccionadas». (N. del E.)
22 Por lo demás, el Sr. Novicow reconocía el alcance del principio de imitación, lo que no quiere
decir que siempre lo tenga legítimamente en cuenta. Aquí, por ejemplo, escribe: «Los medios ra-
cionales (progresivos) de la lucha intelectual son: desde el punto de vista del ataque, la propaganda
oralo escrita; desde el punto de vista de la defensa, la irnitación.» ¿Pero cuál es el término al cual
apunta la propaganda, pues, sino la imitación? ¿Yse puede considerar como medio de defensa lo
que, porel contrario, es el objetivo deseado por los asaltantes? El Sr. Novicowafirma en otro lugar
que «la imitación es la forma de adaptación pasiva al medio social», y que el amores la adaptación
activa. Ahora bien, ¿por qué esto? Porque «amar a alguien, es querer vo/verlo semejante a uno». En
Otras palabras, es querer imitarlo o que nos imite. o es cierto, pues, que la imitación y el amor se
Opongan mutuamente como lo pasivo y lo activo. ¿No lo sabe el autor, después de haber escrito
(pp. 115 y ss.) unas páginas tan bellas sobre el amorysu poder de asimilación? (p. 102). «Yasea que
Un pueblo adopte la lengua de otro país por impulso espontáneo, es deci/; por imitación, con miras
a Una ventaja social, ya sea que sufra una presión económica o política, ya sea que ceda a una pro-
paganda, el caso esque la lucha entre las lenguas es perpetua y universal. .. ». Se ve claramente en
este pasaje la forma bastante limitada en que el autor (como todo el mundo, por costumbre) tiene
en Cuenta a la imitación.
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¡lE
l qUinto, el grupo méxico-peruano, fue destruido porel descubrimiento de América.
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Gabriel Tarde
1870 a11891. Elarbitraje en los conflictos de las naciones entre sí progresa aún
más rápidamente que en los conflictos de los patrones y los obreros, donde es
practicado sin embargo cada día más. En apariencia, se diría que estas clases ri-
vales, regimentadas en sindicatos, solo están sedientas de destruirse mutua-
mente; en realidad, demuestran un espíritu de conciliación cada vez más
manifiesto. Lamultiplicidad de los convenios internacionales, bajo forma de
unión postal o monetaria, de tratados comerciales, de tratados de extradición,
incluso de reglamentación y suavización de la guerra, confirman altamente
esta inducción. Visiblemente, las naciones de nuestra civilización americana-
europea, se solidarizan cada vez más, porque cada vez más se unifican. Europa
está madura para la resurrección de la paz romana, de la paz humana. Lo que un
Adriano o un Trajano pudo, en un tiempo de asimilación mucho menor, de co-
municaciones mucho más difíciles, de intercambios mucho menos activos, es
singular que se lo declare irrealizable, insensato, absurdo, cuando todas las ba-
rreras naturales entre los pueblos caen una tras otra y solo subsisten las barre-
ras artificiales.
¡Yaunque fuese una quimera! Una quimera máso menos, ¿qué más da?
¡Escurioso el reproche, dirigido a algunos soñadores generosos por nuestra
generación crédula de tantas utopías, de tantas publicidades políticas y fi-
nancieras, de tantas supersticiones reanimadas, de las promesas del colecti-
vismo, del neofurierismo, de las maniobras fraudulentas de la Alta Banca, de
todos los espejismos del charlatanismo industrial, científico u otro, y que se
ruborizaría por creer -se ruborizaría, incluso, por pensar-en la posibilidad
de un destello de sentido común que ilumine a la vez a todos los pueblos y les
muestre el puerto delicioso del desarme universal! Después de todo, este
ideal, que dejaría de ser quimérico el día en que todo el mundo creyese en él,
basta con propagar su idea, su deseo, su voluntad, para acercarlo a nuestra
mano. Es lamentable pensar que nuestra juventud contemporánea pierde su
tiempo, malgasta su corazón en perseguir todos los sueños, excepto ese. Y
decir que, entre tantos hombres de Estado europeos-no digo franceses; nos-
otros, los franceses, debemos callamos al respecto, o hablar solo por lo bajo,
entre Iilósofos-, no existe uno, ni uno solo, que, entre miles de programas ex-
travagantes, de proyectos de ley paradójicos". se haya atrevido a declararle
H Se trata de pmpositions de ¡Di, que son aquellos proyectos presentados al Congreso por parte de di-
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e uestiones sociales
PUtados o senadores, mientras que los projets de loi son aquellos que son presentados por el Go-
bIerno. En España también hay una distinción similar entre «proposiciones de ley» y «proyectos
~eley».(NdeIE.)
El verbo utilizado por Tarde es trancher, que significa tanto «cortan> como «zanjan>. Se plantea
entonces un juego semántica imposible de mantener en castellano. Se trata de «zanjan> (el pro-
blema) pero está presente también la idea de «cortar» (el nudo en cuestión). (N. del E.)
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