Su instrumentología es de origen africano y consiste en su matraca, reproducida
por los esclavos negros con la fidelidad de sus reminiscencias; es una caja de madera con una rueda dentada y una lengüeta del mismo material, que al impulsarle en un giro resuena sordamente y que se utilizó siempre para señalar cambios de movimiento su único acompañante fue primitivamente el tamboril cilíndrico con una sola membrana cuya persecución se lo grava con la palma de la mano; estos instrumentos membranófonos son de creación e inventiva popular; ellas servían para mantener el ritmo de las danzas aborígenes. Más tarde la melomanía tan peculiar de los negros fue incorporando sucesivamente instrumentos de viento en cuya notación predominaban los contrabajos que le han dado un carácter de la composición musical de sus bandas y han contribuido a la polifonía de ellas;
zampoña es un instrumento de viento de la familia de las flautas de Pan,
compuesto por tubos a modo de flautas, abiertos por un extremo y cerrados por el otro, dispuestos en forma vertical en una o dos hileras, todos de distintas longitudes y diámetros, lo que determina el sonido de cada uno al ser soplado por el tubo o ejecutor de dicha flauta, la zampoña es uno de los instrumentos más representativos de las culturas andinas charango El charango es un instrumento de cuerda originario de los Andes. Posee cinco pares de cuerdas, aunque hay variaciones con menos o más cuerdas, pero casi siempre en cinco órdenes o juegos. hualaycho El Hualaycho es un cordófono llamado también Waulincho/Maulincho en Bolivia. Es muy similar al Charango, pero su tamaño es menor. Posee 5 pares de cuerdas de nylon dispuestas como el Charango. Esta constituida íntegramente de madera. La mayoría de las veces se lo toca rasgueando, especialmente en el acompañamiento de danzas regionales. Su sonido es agudo. Matraca