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Ley 43 de 1990.

Por la cual se adiciona la ley 145 de 1960, reglamentaria de la profesión de contador


público y se dictan otras disposiciones. nos enseña los principios, cualidades y requisitos en
los que se debe regir un profesional, en el que el contador público da fe y credibilidad de la
información contable que analiza o revisa, además de generar algunas pautas y
lineamientos a la hora de ejercer la profesión contable. Habla acerca de los principios,
deberes que tiene el contador publico en el ejercicio de su profesión, el consejo técnico, la
asociación de contadores, la junta central y diferentes órganos que integran el equipo de la
contaduría pública, de las obligaciones que este tiene con el estado, la administración y la
sociedad en general.
promulgada por el consejo técnico de la contaduría pública.
Se menciona: en el capítulo primero
Artículo 1o. Del contador público. Se entiende por contador público la persona natural que,
mediante la inscripción que acredite su competencia profesional en los términos de la
presente ley, está facultada para dar fe pública de hechos propios del ámbito de su
profesión, dictaminar sobre estados financieros, y realizar las demás actividades
relacionadas con la ciencia contable en general. La relación de dependencia laboral
inhabilita al contador para dar fe pública sobre actos que interesen a su empleador. Esta
inhabilidad no se aplica a los revisores fiscales, ni a los contadores públicos que presten sus
servicios a sociedades que no estén obligadas, por la ley o por estatutos, a
tener revisor fiscal.
Artículo 2o. De las actividades relacionadas con la ciencia contable en general. Para los 
efectos de esta ley  se entienden por  actividades relacionadas con la ciencia contable en
general todas aquellas que implican organización, revisión y  control de contabilidades,
certificaciones y  dictámenes sobre estados financieros, certificaciones que se expidan con
fundamentos en los libros de contabilidad, revisoría fiscal prestación de servicios de
auditoría, así como todas aquellas actividades conexas  con la naturaleza de la función
profesional del contador  público, tales como: la asesoría tributaria, la asesoría gerencial, en
aspectos  contables y similares.
En su capítulo segundo articulo 13
Se requiere tener la calidad de contador público en los siguientes casos:
a) Para desempeñar las funciones de revisor fiscal, auditor externo, auditor interno en
toda clase de sociedades, para las cuales la ley o el contrato social así lo determinan.
b) Parágrafo 2o. Será obligatorio tener revisor fiscal en todas las sociedades
comerciales, de cualquier naturaleza, cuyos activos brutos al 31 de diciembre del
año inmediatamente anterior sean o excedan el equivalente de cinco mil salarios
mínimos y/o cuyos ingresos brutos durante el año inmediatamente anterior sean o
excedan al equivalente a tres mil salarios mínimos.
Es su capítulo segundo:
Artículo 41. El contador público en el ejercicio de las funciones de revisor fiscal y/o auditor
externo, no es responsable de los actos administrativos de las empresas o personas a las
cuales presta sus servicios.
Artículo 48. El contador público no podrá prestar servicios profesionales como asesor,
empleado contratista a personas naturales o jurídicas a quienes haya auditado o controlado
en su carácter de funcionario público o de revisor fiscal. Esta prohibición se extiende por el
término de un año contado a partir de la fecha de su retiro del cargo.
Artículo 50. Cuando un contador  público sea requerido para actuar  como auditor  externo,
revisor fiscal, interventor de cuentas o árbitro en controversia de orden contable, se
abstendrá de aceptar  tal designación si tiene, con alguna de las partes, parentesco dentro
del cuarto grado de consanguinidad, primero civil, segundo de afinidad o si median
vínculos económicos, amistad íntima o enemistad grave, intereses comunes o cualquier otra
circunstancia que pueda restarle independencia u objetividad a sus conceptos o actuaciones.
Artículo 51. Cuando un contador público haya actuado como empleado de una sociedad
rehusará aceptar cargos o funciones de auditor externo o revisor fiscal de la misma empresa
o de su subsidiaria y/o filiales por lo menos durante seis (6) meses después de haber cesado
en sus funciones.1
Capitulo primero, Articulo Nº1: definición del contador público, dependencia laboral,
excepción de inhabilidad para revisores fiscales y contadores que presten servicios a
sociedades que no estén obligadas
Capitulo primero, articulo Nº3: actividades relacionadas con la contaduría, entre las
cuales está a revisoría fiscal y auditoría externa
Capitulo segundo, articulo Nº13: calidad del contador público para ejercer la revisoría
fiscal en cualquier sociedad y en el parágrafo 2 se menciona que serán obligadas a llevar
revisor fiscal, las sociedades comerciales que:
a) Activos del año anterior = o > 5000 SMMLV
b) Ingresos del año anterior = o > 3000 SMMLV
Capitulo segundo, articulo Nº41: el revisor fiscal y auditor externo no es responsable de
los actos administrativos de la empresas o personas a las que presta sus servicios
Capitulo segundo, articulo Nº48: prohibiciones para contadores que hayan ejercido
revisoría fiscal o auditoría externa para prestar otros servicios
Capitulo segundo, articulo Nº50: prohibición a los contadores de ejercer la revisoría o
auditoría externa si posee vínculos de sangre, familiares, económicos o de interés
Capitulo segundo, articulo Nº51: prohibición de contadores quienes hayan sido
empleados de una empresa para ejercer la revisoría o auditoria en la misma
Pérdida de la obligación de tener revisor fiscal
durante el 2020
https://actualicese.com/perdida-de-la-obligacion-de-tener-revisor-fiscal-durante-el-2020/

https://actualicese.com/suspension-de-la-revisoria-fiscal-por-parte-de-empresa-que-no-cumple-
con-exigencias-de-la-ley/

https://www.supersociedades.gov.co/nuestra_entidad/normatividad/normatividad_conceptos_ju
ridicos/2526.pdf

¿Una entidad que deja de cumplir con los topes para tener revisor fiscal en el 2019 puede
prescindir de este cargo para el ejercicio del 2020?
El parágrafo 2 del artículo 13 de la Ley 43 de 1990 establece que están obligadas a tener
revisor fiscal las sociedades que al 31 de diciembre del año inmediatamente anterior tengan
activos iguales o superiores a 5.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes –smmlv–
y/o ingresos iguales o superiores a 3.000 smmlv.
De acuerdo con esta norma, la exigencia de tener revisor fiscal solo procede para los
períodos en los que la entidad alcanza los montos de activos y/o de ingresos señalados, de
manera que para los períodos en los que la entidad se encuentra por debajo de ellos cesaría
su obligación de tener un revisor fiscal, a menos que se encuentre obligada por virtud de
otra norma.
Veamos el caso de una entidad que presenta la siguiente situación:

Situación Conclusión

En los estados financieros con corte al 31 de La entidad estuvo obligada a


diciembre de 2018, los topes de activos y/o de tener revisor fiscal durante el
ingresos son iguales o superiores a 5.000 smmlv 2019.
y 3.000 smmlv, respectivamente.

En los estados financieros con corte al 31 de Cesa la obligación de la entidad


diciembre de 2019, los topes de activos y/o de de tener revisor fiscal para el
ingresos son inferiores a 5.000 smmlv y 3.000 ejercicio del 2020.
smmlv, respectivamente.
 
Ahora bien, no debe perderse de vista que el artículo 203 del Código de Comercio –
CCo– establece que las siguientes entidades deben tener revisor fiscal, sin importar cuál sea
su nivel de activos y de ingresos:
Las sociedades por acciones, con excepción de las SAS, que deben tener revisor fiscal
cuando cumplan los montos del parágrafo 2 del artículo 13 de la Ley 43 de 1990.
Las sucursales de compañías extranjeras.
Las sociedades en las que, por ley o por los estatutos, la administración no corresponda a
todos los socios, cuando así lo disponga cualquier número de socios excluidos de la
administración que representen no menos del 20 % del capital.
En conclusión
Por el 2020, las entidades que en sus estados financieros con corte al 31 de diciembre de
2019 presenten activos por un valor inferior a $4.140.580.000 e ingresos brutos inferiores a
$2.484.348.000, y que no se encuentren dentro de las entidades señaladas en el artículo 203
del CCo, no estarán obligadas a tener revisor fiscal.
En estos casos, la junta de socios o la asamblea de accionistas podrá decidir si optará por
prescindir del cargo del revisor fiscal o si continuará con dicho cargo de forma
voluntaria (Concepto 017 del 2007 del Consejo Técnico de la Contaduría Pública).

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