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Como Es El Amor Incondicional
Como Es El Amor Incondicional
He aprendido que no estoy aquí para juzgar, estoy aquí para amar. Nuestra función
no es enderezar a todo el mundo, lo único que debemos de hacer es plantar la semilla.
El amor incondicional dice “yo te amo aun cuando no estoy de acuerdo contigo”.
Puedo no estar de acuerdo con tu estilo de vida, tu doctrina, como crías a tus hijos, los
amigos que tienes, pero yo se esto ¡tú estás hecho a la imagen de Dios y yo no estoy
llamado a juzgarte, estoy llamado a amarte!.
Los investigadores encontraron semillas no hace mucho que tenían más de cuatro mil
años, quedaron enterradas en un ataúd. Cuando plantaron esas semillas quedaron
asombrados y esas semillas crecieron, seguían vivas miles de años después. De la
misma manera, las semillas de esperanza, misericordia, ánimo que tú estás plantando
en otras personas nunca mueren. Puede parecer que no se diferencia, pero la razón
por las que no crecen es porque la tierra de su corazón esta dura y llena de piedras, y
esa semilla no puede echar raíz. La buena noticia es que la semilla sigue viva y en el
momento oportuno Dios suavizará ese corazón, aflojará la tierra y la semilla que has
plantado tomara raíz y crecerá.
Nada de lo que has hecho fue un desperdicio, cada vez que muestras amor, estas
sembrando esas semillas. Y muchas veces pensamos que tenemos que convencer a las
personas, decirles lo que están haciendo mal, señalar sus errores, hacer que se sientan
culpables ¡no, el Espíritu Santo es el que convence! Tu solo sigue sembrando esa
semilla, mostrando amor incondicional y en el tiempo adecuado van a crecer.
Hace poco tuve la oportunidad de orar por uno de los artistas más famosos del
momento. Esta persona es conocida en todo el mundo, muy popular pero también
algo diferente, algo alocada. Y yo pude haber tenido una mentalidad de creerme muy
santo y pensar: “yo no me voy a asociar con ellos, las personas me van a criticar no
me van a entender”, esta persona parece representar justo lo contrario de lo que
nosotros representamos. Pero Jesús dijo, son los enfermos los que necesitan doctor,
no lo sanos. Y yo he aprendido que no estoy aquí para juzgar, estoy aquí para amar.
Mira ese joven artista el lugar en donde esta no es el lugar donde va a terminar. Esa
semilla puede tomar raíz en una semana, en un año o en treinta años, no depende mi
depende de Dios. El diseñó el plan para su vida.
Nuestra parte es seguir mostrando ese amor incondicional. No, te voy a amar si estás
de acuerdo conmigo, te acepto siempre y cuando pienses como yo. No, nuestra
actitud debe ser, si tienes buena moral o ninguna moral, igual te voy a amar. Si estas
limpio y sobrio, o acabado y adicto yo te voy a amar. Si eres homosexual o
heterosexual, republicano o demócrata, blanco o negro, musulmán o cristiano,
creyente o ateo no importa igual te voy a amar. Jesús dijo “en esto todos sabrán que
son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (Juan 13:35) Observen que no
dijo “es por lo espiritual que sean, por cuantas veces vayan a la iglesia, cuantos
versículos se saben, cuantos milagros ocurren”, no, lo sabrán por su amor a otras
personas.
¿Cómo sería este mundo si en vez de juzgar a las personas amamos a las personas?
Pero es que no se ven igual que yo, no se deben de ver igual, Dios nos hizo diferentes.
Quizás no están en su vida donde deberían estar, está bien, se encuentran en un
proceso, no son un producto terminado.
Quizás no alaban a Dios como tú lo haces, tienen otra denominación, otra cultura o
una fe diferente; está bien no lo descartes nuestro Dios es el Dios de todo el mundo.
No es un Dios blanco, un Dios negro, un Dios mexicano, un Dios coreano, es solo un
Dios.
Y el Dios de Abraham, Isaac, Jacob ama a los musulmanes tanto como ama a los
cristianos, ama a los hindúes, a los ateos, es el Dios de toda la humanidad.
Pero muchas veces tenemos una visión muy estrecha de Dios, tenemos un circulo
pequeño con las cosas que creemos y quienes pensamos que tienen la razón y
excluimos a todos los demás.
Apuntamos sus errores, lo que están haciendo mal, donde no estamos de acuerdo. Es
que no se bautizan como nosotros, no toman la comunión igual; nos enfocamos en lo
que nos separa. Pero mientras más vivo, más me doy cuenta en lo grande que es el
circulo de Dios, cuan amplia se extiende su misericordia.
Cuando lleguemos al cielo nos vamos a sorprender de quien va a estar ahí. Pero Joel
¿y su falsa doctrina? ¿Y qué pasa con su falsa doctrina? Nadie esta correcto al cien
por ciento. La principal razón por la cual se establecieron las denominaciones es para
proteger la doctrina que cada una piensa que es correcta.
Victoria creció en una iglesia en la que pensaban que eran los únicos que iban a ir al
cielo. Cuando nos casamos yo le pregunte ¿me das permiso de ir al cielo yo también?
Gálatas 5 dice “no pienses que tu grupo es el único que está bien”. Escuche a alguien
decir, pensar que tu iglesia es la única que está bien es como llenar tu tina con agua y
llamarle el océano pacifico. Todos nos equivocamos en algo, lo importante es que
estamos de acuerdo en que Jesús es el hijo de Dios, resucito de la muerte y ahora es
nuestro salvador.
Mi amor por ustedes es mayor que una diferencia teológica, es más grande que la
iglesia en la que perteneces, es más grande que la fe que prácticas, es incluso más
grande que una diferencia política o filosófica. Yo no tengo que estar de acuerdo
contigo en todo para amarte y si ustedes dibujan un círculo para excluirme yo
dibujaré uno más grande para incluirlos. Cuando amas de forma incondicional, tu
círculo es amplio, no juzgas a todos para ver si encajan en tus creencias.
Y esa persona que piensas que tiene tanta doctrina falsa, va por muy mal camino es
mejor que te empiece a caer bien, probablemente será tu vecino en el cielo. Habrá
mucha gente ahí que no esperabas ver, la gracia de Dios es de hoy y para siempre, es
más grande, más amplia, se extiende ampliamente.
Pero muchas veces la religión intenta alejar a las personas, Dios siempre acerca a las
personas, no se trata de cumplir todas las reglas, si te portaste bien durante toda tu
vida, se trata de la condición de tu corazón. Tienes un corazón y quieres complacer a
Dios, ¿crees en este salvador resucitado? Es interesante cuando Jesús estaba en la
cruz había un criminal también colgado a su lado, lo estaban crucificando, este
hombre había cometido mucho mal, había vivido una vida que no estaba orgulloso.
Pero antes de morir miro a Jesús y le dijo: “por favor acuérdate de mí cuando vengas
en tu reino” El simplemente reconoció quien era Jesús, el sin duda invoco el nombre
del Señor. Jesús le dijo “este día estarás conmigo en el paraíso”.
Ese criminal no hizo una larga oración por sus pecados, nunca lo bautizaron, nunca
fue a la iglesia, eso fue solo la gracia de Dios. Las cosas no siempre concuerdan con
nuestra teología.
Estaba leyendo acerca de Steve Jobs, el fundador de Apple, una de las mentes más
brillantes que ha existido. Él fue adoptado cuando era niño y criado en una iglesia
luterana, sus padres lo llevaban cada semana a la iglesia pero a la edad de trece años
él comenzó a cuestionar su fe. Eventualmente dejó la iglesia, rechazó el cristianismo
y probó varias religiones, y años después a la edad de cincuenta y seis se encontraba
en su lecho de muerte con un cáncer de páncreas. Justo cuando iba a tomar su último
suspiro con su familia alrededor tomando su último respiro, abrió los ojos, miro hacia
arriba y dijo tres veces, oh guau, oh guau, oh guau. Y no es algo que puedo asegurar
pero a mí me parece que estaba viendo el cielo, si hubiera visto el infierno no estaría
diciendo oh guau, estaría diciendo oh no, oh no. Miró hacia arriba asombrado,
anhelando lo que veía y quiero decir la gracia de Dios es amplia.
Porque la queremos hacer tan estrecha y pensar, mi familiar nunca lo va a lograr, Joel
mi compañero no tiene oportunidad, deberías escucharlo hablar, no, están en un
proceso, Dios te está usando a ti para plantar semillas en su corazón. No necesitan
escuchar otro sermón, no le tienes que decir a la gente lo que hacen mal, ya lo saben
solo ámalos. Deja que tu vida sea el sermón, en el momento apropiado esas semillas
van a brotar y quien sabe algunas personas estarán en su lecho de muerte y Dios se les
va a rebelar, sentirán un amor incondicional atrayéndonos hacia él.
Recibí un poema en el correo se llama “mi sorpresa en el cielo” dice algo así “quede
conmocionado, asombrado y confundido cuando cruce las puertas del cielo, no fue la
belleza, las luces ni el oro en el suelo, fueron las personas que ahí estaban las que me
hicieron irritar. Los pecadores, los tramposos, mentirosos y demás. Allí estaba el niño
de la primaria que dos veces se robó mi comida, a su lado estaba mi vecino que solo
hablaba porquerías. Enrique quien yo pensé que en el infierno se quemaría estaba en
una nube pasándola de maravilla. Le pregunte a Jesús ¿qué fue lo que paso? Quisiera
saber la razón, ¿cómo es que todos estos llegaron aquí? Debió a ver sido una
equivocación, además ¿por qué están tan callados, tan serios? Dímelo sí. Jesús le dijo
es porque todos están asombrados nunca pensaron que te verían a ti”
Los padres estaban muy avergonzados, comieron lo más rápido que pudieron querían
terminar; por fin pudieron acabar, estaba lloviendo afuera, el esposo fue a traer el
carro. La mujer se levantó de la mesa tomó a su hijo en sus brazos, se dirigió al
mostrador para pagar y en su mente pensaba, Dios por favor permíteme salir de aquí
sin pasar más vergüenza. Pero en ese momento el hombre vagabundo se paró y se
formó detrás de ella, cuando él bebe vio que el hombre se paró, él le extendió sus dos
brazos, se alejó de su madre para que el hombre lo cargara. En poco tiempo él bebe se
encontraba en brazos de un desconocido, parecía como si fueran viejos amigos. En un
momento el niño recostó su cabeza sobre el hombro del vagabundo, el hombre cerro
los ojos lo estaba disfrutando, sus manos muy sucias, ásperas, palmeaban la espalda
del bebe con ternura. La madre sé quedó viendo muy asombrada, en unos momentos
él le regreso al niño y le dijo “cuide mucho a este bebe” ella le respondió con un nudo
en la garganta “lo haré” Camino hacia la puerta para salir y lágrimas comenzaron a
salir por sus ojos, ella dijo: “Dios por favor perdóname”. Ella había presenciado el
amor incondicional mostrado a través de la inocencia de un bebe. Él bebe no veía la
suciedad del hombre, la mugre, el cabello despeinado, él bebe veía al hombre con
ojos de amor, la madre veía al hombre con ojos de juicio.
Mi oración es, Dios permítenos tener la misma inocencia que un bebe y no juzgar a
las personas por tu apariencia, por cómo se visten, por los errores que han cometido,
Dios permítenos ver a las personas con ojos de amor.
La biblia dice “para los puros todas las cosas son puras”. Y una forma de saber que
tan puro es tu corazón, es que tanto juzgas. Cuando tu corazón es puro, tú no tienes
un espíritu crítico, no te crees más santo que los demás, estas lleno de misericordia,
das a las personas el beneficio de la duda. Y me he dado cuenta que mucho de lo que
juzgamos es por la cultura en la que crecimos. Cuando mi hijo Jonatán tenía unos
ocho o diez años, le gustaba traer su cabello muy desarreglado parecía que se acaba
de despertar, ese era el estilo. Un vez íbamos a un lugar y le dije Jonatán te tienes que
peinar, me miro raro y me dijo, papa lo acabo de hacer. Llegaba de compras con
Victoria y decía papá mira estos pantalones nuevos, tenían agujeros en las rodillas,
rotos, despintados, deslavados parecían muy viejos, siempre le preguntaba ¿tuviste
que pagarlos?.
Las culturas cambian, muy seguido juzgamos lo que no podemos entender. Cuando
mis padres apenas crecían en 1930, mi padre usaba lo que llamaban un traje sur. Los
pantalones llegaban hasta el pecho, el saco muy largo, mi padre usaba su sombrero
totalmente de lado, de su bolsa colgaba una cadena larga de oro. Cuando era
adolescente caminaba dándole vueltas a la cadena como un pachusco. En su época él
era el que estaba alocado, sin embargo Dios lo llamó para ser pastor, es el fundador
de nuestra iglesia.
Antes de que juzgues a esa persona que tiene el cabello raro, ropa extraña, muchas
joyas, no, tú no sabes como Dios los va a usar. Ellos pueden ser tu futuro pastor, tu
siguiente doctor, el próximo presidente.
Juan 7:24 dice “se honesto en el juicio que haces con las personas” no juzgues con
rapidez, superficialmente y por apariencia. ¿Cuántas veces vemos a las personas y en
un segundo decidimos si nos gustan o no? Mira él tiene un tatuaje se va a ir al
infierno, él tiene el cabello largo es un busca pleitos, mira las joyas que trae de seguro
está robando, no, dale a todas las personas el espacio para que se conviertan en lo que
Dios le creo para ser.
Escuche acerca de un hombre que asistió a una iglesia muy formal y exclusiva. Iba
vestido con pantalones de mezclilla, sombrero vaquero y unas botas viejas. Entró un
domingo por la mañana y se sentó en la tercera fila. La congregación estaba
consternada, muchos le enviaron notas al pastor expresándoles su preocupación,
después del servicio el pastor le dijo al hombre que le pregunte a Dios como se
debería de vestir antes de regresar a su iglesia. El hombre regreso el siguiente
domingo vestido exactamente igual, el pastor lo regañó, le dijo: “te dije que le
preguntaras a Dios como vestirte antes de regresar a mi iglesia” El hombre le contesto
-si, le pregunte a Dios pero me dijo que no sabía, porque nunca ha estado aquí.
¿Qué quiero decir? Ustedes saben que quiero decir. No juzguemos por las
apariencias, me he dado cuenta que si visto un traje o pantalones de mezclilla, no
afecta el mensaje, no se afecta por algodón o mezclilla, por la ropa de mi hermano
Pablo o por poliéster. Lo que afecta el mensaje es la actitud de nuestro corazón. Si no
se ven como tú, visten como tú, son como tú, no pasa nada están en un proceso, no
son un producto terminado. Jesús lo puso muy fácil “no juzguen y no serán juzgados”
Quizás no entiendas a algunas personas, pero no tienes que entenderlas para amarlas,
no tienes que estar de acuerdo con ellas para aceptarlas. Por eso se llama amor
incondicional.
Este es mi desafío para nosotros el día de hoy, comencemos a cubrir a las personas
con amor, es fácil cubrirlas con juicios, con condenación, con culpas, pero mejor
comencemos a cubrirlas con amor. El amor restaura, derriba barreras, levanta a las
personas. Y quizás no entiendas a alguien pero no importa, ten un círculo amplio de
amor. Recuerda ellos están en un proceso, el lugar en el que están no es donde van a
terminar y Dios está contando con nosotros para marcar la diferencia, para animarlos,
muestra misericordia, se comprensivo, dales el beneficio de la duda. Si tú tienes este
amor incondicional no solo ayudaras a otros, sino que tu propia vida también
mejorará, tendrás más gozo, mejores relaciones, y yo creo y declaro: ¡vencerás
cualquier obstáculo y vivirás la vida de victoria que Dios tiene para ti!.