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1
Palacios y Oliva. (2014). Adolescencia y su significado evolutivo. En: Desarrollo psicológico y educación. 1.
Psicología evolutiva. Compilación de Palacios, J., Marchesi, A., y Coll, C. (2014). Alianza Editorial. Madrid.
2
Manoni y otros. (1984). La Crisis de la Adolescencia. Gedisa. Barcelona, España.
3
Es bien conocido, en la literatura médica, que estos profesionales de la salud atienden casos de intento de
suicidio adolescente en los que la señorita o el joven han consumido dosis altas de medicamentos o
alucinógenos.
4
Los países miembros de la ONU tienen suscrito, desde el siglo XX, la Declaración Universal de los Derechos
del Niño, entendiéndose por niño aquella persona menor de edad -lo que incluye al adolescente- que
necesita la protección de sus Derechos Fundamentales al interior del núcleo familiar y de la sociedad. En
todo caso el Estado de cada país miembro, mediante sus Leyes e Instituciones, es el garante de respetar y
hacer efectivos estos derechos.
5
La Constitución Política de Colombia consagra estos Derechos, de los niños y de los adolescentes, en sus
Arts. 44° y 45°.
6
Estas leyes forman parte de la legislación educativa que cada país de occidente ha expedido, marcos
normativos que delegan y establecen la responsabilidad de la educación y la formación de los niños y
ente específicamente creado para este propósito: la institución escolar (Miras,
1991)7.
En este orden de ideas, y teniendo en cuenta que la crisis que experimentan los
adolescentes conlleva factores de riesgo -consumo de sustancias psicoactivas,
inicio precoz y por ende en nada responsable en el manejo de su sexualidad, por
citar sólo dos-, ante los que deben permanecer alerta los padres y la escuela a fin
de evitar consecuencias irreversibles o fatales en detrimento de la integridad física
de lo(a)s jóvenes que se encuentran en este período evolutivo, a continuación, y
sobre la base del establecimiento de vínculos entre los elementos teóricos que
versan en los referentes bibliográficos consultados para la construcción del
presente texto, y, los datos empíricos que en el mismo utilizo a partir de mi
experiencia en centros educativos como directivo escolar, me enfocaré en el
análisis, sin pretender ser exhaustivo, de algunas de las posibles causas que
subyacen a una de las los comportamientos adolescentes de mayor riesgo, esto
es, la conducta suicida sin descuidar, desde luego, la asunción de una postura en
torno al rol que debe asumir la institución escolar8 frente a un fenómeno en el que
entra en juego la propia vida de un ser humano, razón de más para que docentes
de aula y directivos escolares, estemos siempre dispuestos a aprender acerca de
cómo hacer lectura eficaz y oportuna de los indicios asociados con esta conducta
o con el intento de suicidio.
adolescentes en las instituciones escolares indistintamente que estas pertenezcan al Estado o al sector
particular. En el caso colombiano corresponde a la Ley General de Educación o Ley 115/94.
7
Miras, M. (1991). Educación y Desarrollo. Departamento de psicología evolutiva y de educación.
Universidad de Barcelona.
8
En lo sucesivo se utilizará, como sinónimo de esta expresión, el término escolarización, que alude a una
subcategoría derivada del concepto de educación por ser este último más amplio en vista de que no son
únicamente los profesores de la escuela o del colegio los que buscan incidir en los cambios de conducta que
se esperan de los adolescentes en interés de que evolucionen de un nivel bajo de adaptabilidad a los medios
físico y social culturalmente organizados, a uno superior; la educación informal, junto a los los medios de
comunicación influyen, también, con sus contenidos, en la formación, y por lo tanto, en el desarrollo mental,
personal y social de los niños y adolescentes (Coll, 1991. Psicología y Educación).
2. LA CONDUCTA SUICIDA EN EL ADOLESCENTE: CAUSAS
SUBYACENTES.
9
Palacios y Oliva. (2014). Ibídem.
2.1 Una institución escolar negligente frente a su misión. Varios expertos,
vinculados estrecha o tangencialmente con la institución escolar, admiten la
responsabilidad de la escuela en el fracaso de uno de los principales objetivos
para los que ésta fue creada: la formación cognitiva, personal y social del
adolescente; de hecho Bruner (1986)10, uno de los pedagogos de renombre en la
actualidad, al deliberar en torno al éxito o el fracaso de la instrucción durante el
proceso de escolarización, concluyó que al niño, y por extensión al adolescente,
por lo general se les deja en solitario en esta búsqueda de respuestas y certezas
que le ayuden a configurar y a consolidar una identidad propia; Manoni y otros
(1984) han ido más lejos al denunciar que la escuela ha dimitido en el plano
educativo: a los jóvenes [adolescentes] no se les prepara para vivir. Se los
instruye, pero ya no se los educa. No hay “acompañamiento” de una clase de
edad a otra. La imagen n° 1 da cuenta de lo que Bruner, Manoni y otros han
expresado con conocimiento de causa.
11
Imagen n° 1: Fotografía y titular de fatalidad a raíz de conducta suicida en adolescente :
“Estudiante de 16 años habría decidido quitarse la vida adentro de su colegio, en Pereira”.
Estudiante de 16 años habría decidido quitarse la vida adentro de su colegio, en Pereira, Colombia. Fuente:
https://www.publimetro.co/co/noticias/2019/03/28/estudiante-decidio-quitarse-la-vida.html
10
Bruner, J. (1986). Realidad mental y mundos posibles. Los actos de la imaginación que dan sentido a la
experiencia. Gedisa. Barcelona.
11
Evidencia empírica que permite inferir la veracidad de los planteamientos teóricos tanto de Bruner (1986)
como de los de Manoni y otros (1984). Sobre esta evidencia se ha de aducir que el sistema educativo
púbico en Colombia padece, entre otros aspectos, de insuficiencia de psicólogos u orientadores dentro de
las escuelas y colegios, es decir, la relación técnica entre el número de profesionales en ejercicio dentro de
los planteles educativos y los estudiantes que estas personas deberían atender, supera los tres mil alumnos
por profesional: 1/3000; para agravar el problema, se sustrajo del horario escolar lo que antes de la reforma
educativa de 1994 se conocía como dirección de grupo, tiempo en el que un profesor asignado durante todo
el año lectivo, dedicaba por lo menos una hora de clase semanal a escuchar las necesidades y expectativas
de sus educandos y a labores propias de la orientación escolar; después de esta reforma el educador que
trabaja con adolescentes, normalmente en bachillerato, no cuenta con más tiempo que para dedicarse al
desarrollo del currículo escolar. En las ocasiones en que se abren estos espacios, los profesores, ya
desligados por inercia de esta responsabilidad, lo consideran una “pérdida de tiempo”.
2.2 El efecto de los trastornos mentales. Moya (2008)12, en su análisis del
suicidio consumado, liga este fenómeno a trastornos psicológicos como la
depresión, el alcoholismo y trastornos adaptativos –ver diagrama n° 1-, factor este
último en el que, precisamente, la institución escolar13 debería contribuir con la
intención de propiciar la evolución equilibrada del adolescente desde un nivel de
adaptabilidad bajo a los medios físico y social culturalmente organizados, a un
nivel alto en el que este haya adquirido autonomía en beneficio propio y de la
comunidad a la que pertenece (Coll, 1991)14.
Diagrama N° 1.
21%
51%
27%
2.3 El influjo del contexto familiar y del entorno social. La familia [y] la
escuela…son entonces analizados como contextos en los que tiene lugar el
desarrollo del adolescente, por lo que todo lo que ocurra en ellos influirá
12
Moya, J. (2008). Conducta suicida en adolescentes: implicaciones en el ámbito de la justicia juvenil. Texto
central para elaborar el resumen de lectura.
13
Por institución escolar no se entiende solamente el conjunto de planteles educativos de enseñanza
obligatoria; este concepto incluye la educación formal que abarca el pregrado (Coll, 1991).
14
Coll, C. (1991). Psicología y Currículo. Una aproximación psicopedagógica a la elaboración del currículum
escolar. Paidós. México.
decisivamente sobre el curso del desarrollo (Oliva, 2014)15; estas palabras,
muy acertadas de por sí en lo que concierne al decisivo influjo que estos
ámbitos llegan a ejercer sobre este período de la vida del joven o de la
señorita, sirve de base para fundamentar las causas de suicidio o tentativa de
suicidio que Moya (2008) correlaciona con estos dos contextos:
2.3.1. Factores familiares. Los padres con trastornos psiquiátricos, que abusan
de las drogas, con antecedentes de suicidio y que maltratan o abusan de sus
hijos, inciden como factor de riesgo en la conducta suicida o tentativa de suicidio
de sus hijos adolescentes; a ello se suma el hecho de que, como adultos y por
hallarse inmersos en estos estilos de vida deteriorados, poco o nada pueden hacer
por evitar que sus hijos adolescentes opten por una conducta suicida o tentativa
de suicidio; otro factor asociado y que puede activar el intento de suicidio en el
adolescente lo constituye el divorcio de los padres; este se expresa con
sentimientos de tristeza y enojo a tal punto que el adolescente desea infligir a sus
padres el mismo dolor que está sintiendo –ver imagen n° 2- .
La confusión y el dolor que provoca en el adolescente el divorcio de sus padres, puede llevar a tentativa de suicidio
“benigno” –p.ej.: ingesta de pequeñas cantidades de medicamentos-, episodio en el que el joven o a señorita clama a
voz en cuello por ayuda u orientación adulta para hacer frente a esta situación (Moya, 2008).
Fuente de la imagen: https://www.jw.org/es/enseñanzas-bíblicas/jóvenes/preguntan/divorcio-padres/
15
Oliva, A. (2014). Desarrollo social durante la adolescencia. En: Desarrollo psicológico y educación. 1.
Psicología evolutiva. Ibídem.
2.3.2 Factores sociales. Martín y Velarde (1996) nos muestran una serie de
estadísticas relacionadas con el efecto del retraso que las sociedades de
occidente han ido propiciando, deliberadamente, en cuanto a la incorporación
de los adolescentes a la vida adulta debido a todo lo que implica el instalarlos
en este estadio: el 67% de los adolescentes entre 15 y 20 años se dedica
exclusivamente a estudiar, es decir, a cumplir con una de las tareas
(Havighurst, 1972)16 requeridas para su transición exitosa a la etapa del adulto
joven; el 83% entre los 15 y 17 años, depende económicamente de sus padres,
en tanto que entre los de 18 a 20 años, 31 de cada 50 se encuentran en la
misma situación; en armonía con este análisis estadístico, Steiner (1991)17
pone de relieve una realidad que explica, en parte, esta prolongación adrede
que de la adolescencia como etapa de transición hacia la vida adulta, ha
impuesto occidente a este segmento joven de su población con toda la carga
psicosocial que impacta al adolescente:
16
Citado por Palacios y Oliva. Ibídem.
17
Steiner, G. (1991). En el castillo de Barba azul. Gedisa. Barcelona.
cabe duda que una organización social de esta índole frustra y conlleva, en la
mente de quien se encuentra en proceso de formación y al contemplar un
panorama sombrío para su futuro, la ideación de matarse a sí mismo. En esta
misma línea se posiciona el proceso de escolarización como factor de riesgo en la
conducta suicida o en la tentativa de suicidio. La asimetría en las relaciones que
se establecen entre los estudiantes adolescentes, en las que unos prácticamente
someten a los otros sin que los profesores alcancen muchas veces a percibir la
magnitud del influjo negativo del poder que alcanzan a ostentar los grupos de
bravucones que se instalan en los espacios escolares, es un factor de riesgo que
puede materializar la conducta suicida –ver imagen n° 1- o activar la tentativa de
suicidio como mecanismo de defensa de la víctima de agresión reiterada y
sistemática, aspecto que debe ser correctamente interpretado por padres de
familia y profesores a raíz de la violencia entre iguales que se ha apoderado de los
planteles educativos (Ortega, 1998)18.
18
Ortega y otros (1998). La Convivencia escolar: qué es y cómo abordarla. Programa educativo de
prevención de maltrato entre compañeros y compañeras. Junta de Andalucía. Consejería de Educación y
Ciencia.
en el curso de las jornadas que por horario deben desarrollar con esta población;
el caso se argumenta a partir de la imagen n° 3:
Imagen N° 3: Estudiante que puso en riesgo su integridad física, y su vida, producto de la presión de
grupo y de una conducta egocéntrica centrada en la falsa sensación de invulnerabilidad.
Fuente: archivo que como directivo coordinador de un centro educativo tengo registrado en consonancia con
la misión de mi labor.
Fuente: archivo que como directivo coordinador de un centro educativo tengo registrado en consonancia con
la misión de mi labor.
A modo de síntesis.