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EL PENSAMIENTO CRISTIANO
(FILOSOFÍA MEDIEVAL)
I. EL PENSAMIENTO CRISTIANO.
El cristianismo es pues, una religión que, tal como queda expresada en los dogmas de la
Iglesia católica: “fue fundada por Jesucristo, Hijo de Dios, enviado por Dios Padre
como Mesías, para salvar a los hombres según había anunciado a los profetas
hebreos”.
La designación de cristianos se dio por primera vez a los habitantes de Antioquía que
profesaban la fe por predicación del apóstol Pablo.
Los pensadores que aportaron los elementos decisivos para permitir que el cristianismo
se configurara como religión oficial del Estado fueron los apologetas, así llamados
porque en sus escritos se dedicaron a defender el dogma cristiano.
a) La presión ejercida por Roma sobre los pueblos vencidos, despertó en éstos
el interés y el sentido de otra vida.
El epicureismo era ateo y el estoicismo era visto como estéril porque todos
los esfuerzos y sacrificios terminaban con la muerte.
confluían egipcios, griegos, judíos, persas y demás pueblos orientales, todos con
el mismo sentimiento de dominados y desterrados, lo que hizo experimentar un
gran vacío interior y un profundo sentimiento religioso.
Entre este ambiente se hallaba también la fe cristiana que, aunque era la más
joven, presentaba novedosamente una propuesta de salvación a aquel hombre
desconcertado, predicándole la fraternidad universal a una sociedad dividida y
esclavizada.
B. LA RAZÓN Y LA FE.
La religión por su parte, tiene como forma de admiración la fe, por tanto:
III. LA PATRÍSTICA.
La Iglesia estableció cuatro requisitos para otorgar el título de Padre de la Iglesia a los
primeros autores:
Haber vivido durante el primer periodo de la historia de la Iglesia.
Santidad de vida.
Sus escritos debían estar libres de errores doctrinales y tenían que proponer una
defensa o explicación destacada de la doctrina cristiana.
Sus escritos tendrían que haber sido aprobados por la Iglesia.
A. DIVISIÓN DE LA PATRÍSTICA.
Como su nombre lo indica, tenían una especial proximidad con los apóstoles y
dicha denominación la recibieron en el siglo XVII. Sus obras, semejantes a la de
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Hacen una interpretación más científica de los dogmas cristianos, entre sus
representantes encontramos a Clemente Alejandrino y Orígenes.
En esta etapa se aspira a realizar una síntesis del pensamiento pagano o griego
con el cristianismo. Su figura más destacada es San Agustín. En lo que respecta
a los padres griegos encontramos a Eusebio de Cesarea, San Atanasio, San
Gregorio Nacianceno, San Basilio y su hermano San Gregorio de Nisa; estos tres
últimos constituyeron las cumbres desde el punto de vista cultural y filosófico.
Los de Lengua Latina: Por lo general los padres latinos anteriores a Agustín
se sintieron poco atraídos por la filosofía. Y, cuando se ocuparon de ella no
crearon ideas verdaderamente nuevas. Entre los padres latinos apologistas
encontramos: Minucio Félix y Tertuliano.
Afirma que sólo los cristianos poseen la verdadera filosofía, porque han
hallado la verdad acerca de Dios en mayor medida que todos los demás y,
debido a la pureza de su vida, ofrecen un adecuado testimonio de la verdad
en que creen.
b) San Justino.
Su gran merito reside en encontrar un plano común para hablar a los gentiles
de modo accesible y cordial a través de la filosofía. Una ferviente búsqueda
de la verdad lo condujo desde Platón hasta Cristo. Fundó en Roma una
escuela de filosofía y alcanzó la fe cristiana, en su conversión fue decisivo el
testimonio de los mártires, decía: “cuando aún era discípulo de Platón,
escuchaba las acusaciones que se formulaban contra los cristianos, pero al
verlos llenos de intrepidez ante la muerte y ante lo que más temen los
hombres, comprendí que era imposible que viviesen en el mal...”
Afirma que el Logos ilumina a todo hombre al venir a este mundo, todo
linaje humano participa del Logos, puesto que Cristo es el Logos encarnado.
Todos los que han vivido según el Logos, lo han hecho según Cristo. Todo
lo que de verdadero se ha dicho alguna vez es nuestro.
En lo referente al alma dice que ella vive, pero que ella no es la vida, sino
que participa de la vida porque Dios quiere que exista. Ahora bien, el
hombre no es eterno y cuando se quiebra la armonía entre el cuerpo y el
alma, ésta abandona el cuerpo y el hombre deja de existir: “cuando el alma
deja de existir, el espíritu de vida lo abandona: el alma ya no existe y
regresa a su origen.” De este modo Justino justifica la doctrina de la
resurrección.
c) Taciano el Asirio.
Fue discípulo de San Justino, va más allá de las ideas del santo y llega a caer
en la gnosis. Contrario a su maestro manifiesta una acentuada aversión por
la filosofía y la cultura griega, deposita su total confianza en la Biblia.
Para él, ninguna de las cosas creadas, incluida el alma, es eterna. El alma no
es inmortal por naturaleza. Dios la resucita junto con el cuerpo. En él
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d) Atenágoras de Atenas.
Autor de una Súplica por los cristianos (segunda mitad del siglo II), en ella
refuta las acusaciones hechas contra los cristianos, especialmente por
ateísmo y explica la noción de Trinidad.
e) Teófilo de Antioquía.
Es el autor de tres libros A Autólico (segunda mitad del siglo II). Frente al
desafío que le lanza Autólico: “muéstrame a tu Dios, al Dios de los
cristianos”, le responde “muéstrame a tu hombre, y yo te mostraré mi Dios”.
Lo cual significa: dime que tipo de hombre eres, y yo te diré si puedes ver a
Dios y qué tipo de Dios puedes ver.
En cuanto al hombre afirma que debe poseer un alma pura como un espejo
inmaculado, pues sólo de este modo podrá ver a Dios. El alma por sí misma
no es mortal ni inmortal, pero es susceptible de mortalidad y de
inmortalidad, éste último es el premio que Dios concede a quien observa
sus leyes.
a) Minucio Félix.
Frente a la filosofía griega se muestra hostil, afirma que hay algo de verdad
en sus doctrinas, pero que también son varios los errores en que caen; no
acepta la teoría de la trasmigración de las almas, polemiza contra el
escepticismo y rechaza la aceptación de los dioses establecidos por Roma.
b) Tertuliano. (155-220)
FILOSOFO CRISTIANO
Discípulo de Grecia Candidato al cielo
Traficante de fama terrena Quien se platea la cuestión de la vida
Vendedor de palabras Realizador de obras
Quien destruye Construye sobre roca
Altera la verdad Custodia la verdad
Ladrón Guardián verdadero
C. LA GNOSIS.
Son numerosas las corrientes gnósticas, sin embargo poseen unos rasgos esenciales:
Este mundo que es un mal (rechazo de la meteria), no fue hecho por Dios, sino
por un malvado Demiurgo. El Dios del antiguo testamento, creador de este
mundo, es identificado con este Demiurgo malo y que se contrapone al Dios
benigno del Evangelio, que ha enviado en cambio al Cristo salvador. Cristo es
una entidad divina que ha venido a la tierra revestida de un cuerpo sólo
aparente. (Esta idea, como los verdaderos cristianos advirtieron muy pronto,
vaciaba de contenido la pasión, muerte y resurrección de Cristo, e implicaba
numerosas y grandes consecuencias, derivadas de dichos premisas por lógica
necesidad). La interpretación alegórica de los textos sagrados permitía que los
gnósticos los doblegasen a todas sus exigencias y los compaginasen con sus
doctrinas.
Se presenta como una doctrina secreta, revelada por Cristo a unos discípulos y
dirigida en especial a círculos cultos y refinados. (Es aristocratizante).
D. OTRAS HEREJÍAS.
Durante estos dos siglos abundan las herejías, doctrinas de creyentes cristianos que
se separan de los dogmas de la Iglesia. Destacamos:
Monarquianismo: Enseñó que en Dios no hay más que una persona. Según la
forma en que explican la persona de Jesucristo puede ser: modalista o
adopcionista
Monofisismo: Herejía desarrollada por el monje Eutiques (m. 454). Enseñó que
solo había una naturaleza en la persona de Cristo, la divina.
2. Orígenes. (185-253)
Respeto a las escrituras, dijo que pueden leerse en tres planos: el literal, el
moral y el espiritual; éste es el más importante y también el más difícil.
Eusebio escribió una historia de la Iglesia que llega hasta el 324, y defendió
con ardor a Orígenes. En su Preparación evangélica mostró muchas
simpatías por el platonismo, hasta el punto de considerar que Platón
concordaba con Moisés.
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b) Arrio. (256-336)
c) Atanasio. (295-373)
San Gregorio asumió la herencia griega con más lucidez y consistencia que
sus predecesores. Su obra teológica Gran catequesis, constituye la primera
síntesis organizada de los dogmas cristianos, extensamente razonada y muy
bien elaborada. Durante mucho tiempo sirvió de modelo y de punto de
referencia.
b) Basilio. (331-379)
En el año 370 fue elegido obispo de Cesarea, cargo que ostentó hasta su
muerte el 1 de enero del año 379. Sus escritos incluyen Contra Eunomio, tres
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b) Novaciano.
c) Arnobio.
Desde el Occidente latino fueron muy escasas las aportaciones que se llevaron a
cabo durante el siglo IV. Sus personajes son:
a) Calcidio.
Autor de una obra sobre los errores de las religiones paganas, contra el
politeísmo pagano.
e) Hilario de Poitiers.
h) Rufino.
Tradujo las obras de los Padres griegos al latín, entre ellas, las de de
Orígenes.
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