Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Getty Images/iStockphoto
Cynthia García
“No hay moros en la costa”, “Pareces un gitano así vestido” o “Es un trabajo de
chinos” son ejemplos de expresiones que se siguen usando habitualmente en
nuestro lenguaje y que discriminan a los diferentes colectivos. Cuando el
lenguaje se utiliza como un conjunto de signos que crea concepciones sobre la
imagen de alguien de manera despectiva, se convierte en un arma verbal tan
potente que desde que naces hasta que mueres la manera en la que la sociedad te
señala esta prescrita. Así pasa en el racismo, vivir en un mundo racista te obliga
a escuchar día tras día palabras ofensivas y estereotipadas que pasan
desapercibidas y resultan inofensivas para aquellos que oprimen con su lenguaje
cotidiano. Porque el lenguaje negativo es también agresión, una agresión que
siempre recae sobre las minorías, las personas negras y racializadas a las que
desde cientos de años atrás el lenguaje ha discriminado, siendo participe de un
racismo social hereditario.
La campaña “Borremos el racismo del lenguaje” llevó a cabo hace unos años una
petición para que la RAE (Real Academia Española) eliminase la expresión
“Trabajar como un negro” del diccionario, dando un paso más allá a la eliminación
de conductas racistas en nuestro lenguaje, y estableciendo de esta manera una
concienciación social sobre la importancia de suprimir un lenguaje discriminatorio
que perpetúa el racismo tan sumamente instaurado en nuestra sociedad actual.
Ya que negro es siempre asociado a connotaciones negativas y en el diccionario
de la RAE encontramos también entre sus significados el de sucio, infeliz, muy
enfadado o irritado. El hecho de que estas definiciones estén escritas en el
diccionario dice mucho de cómo la sociedad española ve a las personas negras y la
imagen que comparten con los demás sobre lo que somos, desde su inmensa
ignorancia.
Pero no solo las personas negras pierden en esta opresión lingüística ¿Por qué no
se dice voy a comprar al español pero si voy a comprar al chino?, en España
debería ser muy cuestionable expresiones habituales cómo: “voy al moro”, “voy al
paki” o “voy al chino” , entre otras, cuando quien está a cargo del establecimiento
no es una persona española o no parece serlo, lo que conlleva a estigmatizar
determinados rasgos y reducirlos a una nacionalidad, que en ocasiones nada tiene
que ver con la procedencia de aquellas personas y que también va unida a la idea
de que estas tiendas son inferiores y de mala calidad.
© 2020 Nuevatribuna
© medio digital de información general editado por Página 7 Comunicación S.L. Madrid