Lectura 5 en suma, es un poderoso factor de socialización y de cultura.
Es obvio, en todo
Clases de lectura: por su finalidad, forma y naturaleza (Criterio 1).
Clases o tipos de lectura: Según el propósito, nivel de profundidad y
tipo de discurso escrito (Criterio 2).
Estrategias basadas en los momentos de la lectura
LOZANO, Saniel (2000); NIÑO, Víctor (1994); LA ROSA, María y
otros (2019)
IMPORTANCIA
La lectura nace del propósito de descifrar lo escrito y, por tanto, de entrar en
comunicación con el autor, para saber lo que ha querido decir y cómo lo dice;
qué piensa y por qué piensa de cierta manera y no de otra; y en qué
circunstancias ocurren o se han producido los hechos que expone.
La lectura incrementa el bagaje cultural y el conocimiento humano; desarrolla
el poder de comprensión y la capacidad de análisis; enriquece y depura el
vocabulario; afirma la sensibilidad estética. En este sentido, se trata de un
poderoso instrumento al servicio del perfeccionamiento de la inteligencia, así
como al afianzamiento y desarrollo de otros valores humanos: ciencia, arte,
justicia, economía, ética, religión, etc. También la lectura constituye un medio
eficaz y valioso para el desarrollo de la imaginación, con lo cual se enriquecen
y ensanchan constantemente los límites de la experiencia humana. La lectura,
caso, saber que nos referimos a la lectura, no como mera actividad de dominio
mecánico de los signos escritos de un texto determinado, sino a la auténtica
lectura recreadora, comprensiva y crítica.
CLASES
Hay diversas clases de lectura, según sea el criterio con que se la considere.
Nosotros proponemos la siguiente clasificación:
a) Por su finalidad
1. Recreativa.- Es el tipo de lectura orientada básicamente a brindar
distracción y entretenimiento, como la poesía y la novela, particularmente la
de ficción. Esta lectura es predominantemente imaginativa.
2. De perfeccionamiento.- Es aquella que se realiza por cultura, para
incrementar el conocimiento científico o técnico, o para afianzar la
formación humanística. Su cultivo es característico entre estudiantes y
profesionales, aunque no escapa tampoco al interés del hombre común.
Este tipo de lectura podría decirse que es principalmente intelectual, y desde
tal perspectiva, cabe señalar dos modalidades:
a) Lectura cultural.- Comprende la lectura de contenido cientí-
fico, artístico, filosófico, político, etc., que contribuye enorme-
mente a ampliar la concepción del hombre, de la vida y del
 mundo, a la par que evita la excesiva concentración en la re- constituye la forma habitual de lectura, sobre todo en el medio
ducida aunque profunda actividad especializada y erudita a la estudiantil y en la vida adulta.
que enriquece y conecta, dotándola de mayor sentido con el
2. Oral.- Es la lectura que se realiza pronunciando las palabras en voz
mundo cultural.
alta. Es más o menos lenta y persigue sobre todo corregir y mejorar
b) Lectura especializada.- Es aquella de temática específica, limi-
la pronunciación y la entonación. Su carácter fundamental es por
tada al campo de la especialidad científica o técnica, que brinda
ello de destreza mecánica, de reconocimiento y reproducción oral de
una información más o menos exhaustiva sobre determinada
los signos escritos. Su cultivo, como forma habitual, es propio de los
disciplina, pero cuyo cultivo exclusivo, si bien es necesario por-
primeros años de escolaridad o de aprendizaje; en otras etapas de la
que se gana en solidez y profundidad, es insuficiente porque
vida adquiere un carácter ocasional: la lectura de discursos, por
entonces se pierde el entramado y la comprensión general del
ejemplo. En general, no es la forma más aconsejable para el estudio.
desarrollo humano y de la problemática social.

b) Por su forma c) Por su naturaleza

Atendiendo a su realización, la lectura puede ser de dos clases: 1. Lectura de textos extraliterarios.- Consiste en la lectura de material
informativo periodístico, como artículos de diarios y revistas, y en general de
1. Silenciosa.- Se realiza solo con la vista, sin mover los labios y por textos de estudio.
consiguiente, tiene la ventaja de ser más veloz. La persona que iba El lector debe cumplir una serie de tareas: encontrar las ideas no explícitas

pronunciando las palabras en voz baja, para sí misma, es un mal en el texto, deducir otras informaciones generadas por la información

lector, a no ser que lea de esta forma, deliberadamente, para gustar encontrada y elegir lo que es valioso para ser incorporado al bagaje cultural y

mejor tu ritmo o la construcción de ciertas composiciones poéticas o cognoscitivo.

en prosa. Este tipo de lectura permite la comprensión del texto y el Para esta clase de lectura se requiere, además, una serie de técnicas
auxiliares, como: cuadros sinópticos, esquemas, apuntes y resúmenes.
procesa-miento de la información contenida en él. Además,
Asimismo se requiere del empleo del diccionario y de otros textos de consulta.
2. Lectura de textos literarios.- Es el tipo de lectura cuyo propósito es
formar y enriquecer la sensibilidad estética a través del contacto directo con las
obras de escritores representativos de la literatura, con lo cual se afianza la
preferencia por lo bello y trascendente y se depura el gusto artístico.
Pertenecen a esta clase de lectura las obras narrativas (novelas, cuentos,
biografías, mitos, leyendas, tradiciones), líricas, ensayísticas, teatrales, etc.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA LECTURA
No todas las personas tienen afición por la lectura ni la realizan con facilidad.
No son raros los estudiantes universitarios y aun los profesionales que se
sienten desconcertados ante un libro, en cuya lectura emplean semanas y meses.
Muchas personas que gustan de tal actividad intelectual no saben leer. Desde
luego, no se pone en tela de juicio el dominio mecánico de pronunciación de los
signos gráficos. Nos referimos a algo distinto y de mayor valor: la comprensión
del texto, la actitud crítica ante el mismo, el aprovechamiento de las ideas
sustanciales. Concebido así el problema, resulta claro que las metas no solo
deben medirse en términos cuantitativos -de leer mucho y de prisa-, sino de leer
cada vez mejor. Para el logro de esta aspiración, tan justa como necesaria, se
debe tener en cuenta una serie de factores, algunos de los cuales exponemos en
seguida.
a) La acción visual
Por desconocimiento del mecanismo fisiológico de la lectura y de la manera
cómo se desplazan los ojos al mirar el texto escrito se producen hábitos
defectuosos y deficientes.
Una idea más clara del mecanismo de la lectura, además del movimiento de la
vista, requiere conocer el área que comprende la visión o campo visual,
definido como el sector que pueden captar los ojos teniendo un punto de
fijación.
El espacio en el cual los objetos se distinguen nítidamente es abarcado por la
visión central, y la zona en la que los objetos se ven en forma borrosa
corresponde a la visión periférica, la cual alcanza 180 grados.
Es interesante, pues, ampliar el campo visual mediante ejercicios adecuados
tendientes a ampliar la visión periférica, es decir, la extensión de la retina. En
esto se basa precisamente la lectura veloz, espacial o dinámica, que de ninguna
manera va en desmedro de la comprensión de la lectura.
La acción visual se constituye, de esta manera, en un importante factor que
facilita la lectura; pero como la lectura continuada produce una especie de
“tensión”, se recomienda algunos ejercicios, como por ejemplo: mirar objetos
ubicados a diferentes distancias (los que están dentro de una habitación y
enseguida los que se pueden ver a través de las ventanas); cubrir los ojos
cerrados con las manos ahuecadas y tratar de mirar en la oscuridad; cubrirse un
ojo con una mano ahuecada y con el otro ojo procurar descubrir cuanto se
pueda; después, hacer el ejercicio con el otro ojo; etc.
b) La iluminación
Se debe preferir la lectura con luz natural, pero si esto no es po sible, entonces
debe usarse un foco de luz difusa, cenital, o por lo menos una bombilla
esmerilada y de pantalla-filtro protectora del destello. En todo caso debe
procurarse una cantidad de luz suficiente (ni escasa ni excesiva), sin sombras, ni
halos, ni deslumbramientos.
También debe cuidarse de colocar la luz a nuestra izquierda, con lo cual se
evitan sombras molestas.
c) La comodidad corporal
La lectura adecuada se ve influida por la posición correcta y adecuada que se
adopte en el momento de leer. La postura ideal consiste en sentarse sobre un
sillón o silla con asiento blando y el libro colocado sobre un atril inclinado
sobre la horizontal en un ángulo de 30 a 60 grados.
Leer acostado sobre la cama alienta la pereza, la dificultad para tomar apuntes,
la consulta de otro material (libros complementarios, diccionarios), etc.
No es conveniente tampoco leer tendido en posición ventral, porque tal postura
obliga a mantener la cabeza en tensión, y aunque se apoye sobre los puños,
pronto sobreviene la fatiga muscular y respiratoria, que dificulta la
concentración.
En lo posible se debe evitar la inclinación excesiva sobre el libro, por el
cansancio que produce para los músculos del cuello y de la nuca; también el
sostener demasiado tiempo el libro entre las manos (como en la lectura en
cama) produce cansancio del brazo, antebrazo y muñeca.
Las posturas forzadas del cuerpo provocan una irrigación sanguínea
insuficiente, con la consiguiente disminución de las facultades mentales de
concentración y comprensión de la lectura.
d) Los descansos oportunos
Incluso habiendo adoptado la posición correcta, es aconsejable levantarse de
rato en rato unos minutos, para evitar la fatiga y los efectos vasomotores
desagradables, como el enfriamiento de las extremidades y la congestión de la
cabeza, derivadas de una fijación continua y permanente de la actitud de
estudio.
En la lectura de textos literarios (novelas, cuentos, teatro), los descansos pueden
ser más espaciados para no perder el interés y la ilación de lo que se lee.

e) La motivación
Porque nunca se han propuesto leer y porque no han experimentado el placer
que se deriva de su cultivo, muchas personas no tienen inclinación por la
lectura, la cual requiere, entonces, ser estimulada. Esta motivación debe estar en
relación con la edad de la persona, de sus intereses y de la realidad del mundo
circundante.
Es recomendable empezar por la lectura de géneros extra o subliterarios
(periódicos, revistas, suplementos de diarios, novelas “rosa” y policiales, relatos
infantiles). Después, el interés del lector lo llevará a la lectura de obras de
superior calidad.
También es conveniente empezar por un horario discreto, adecuado y cómodo,
como por ejemplo en la tarde y en la noche. El excesivo número de horas puede
desalentar al principiante.
En ocasiones quizá sea conveniente también consultar a ciertas personas
preparadas y cultivadas acerca de los libros que nos recomiende leer.
TÉCNICA DE LA LECTURA
La lectura es una actividad intelectual que no debe realizarse al azar, sino de
acuerdo a ciertas normas, si se quiere que constituya un medio de formación y
perfeccionamiento, especialmente en el quehacer académico. Para tal efecto
ofrecemos un conjunto de consejos y sugerencias que bien pueden orientar la
técnica de una buena lectura.
Primero. Cuando el libro no es nuestro no se debe trazar en él ningún tipo
de rayas ni marcas. Este trabajo puede hacerse en fichas o cuaderno de notas.
Segundo. Si el libro es nuestro es conveniente destacar los párrafos,
renglones o frases de interés. Los medios principales que se utilizan al respecto
son: el subrayado, la llave, los corchetes, etc., además de notas y comentarios
marginales.
Con relación al subrayado, Smith y Litlefield -citados por Emilio Mira y
López en su importante libro “Cómo estudiar y Cómo aprender”- recomiendan,
entre otras, las siguientes reglas:
a) Usar lápiz rojo para subrayar los puntos flojos, es decir aquellos que
no sabemos bien y hemos de repasar. Cuando lleguemos a
dominarlos, basta pasar sobre esa línea una raya negra.
b) Subrayar con línea negra, doble, las afirmaciones o datos esenciales.
c) Marcar con lápiz, con líneas verticales, al margen del texto, los
puntos con los que no estamos conformes, sean objetables o nos
parezcan requerir revisión.
d) No abusar del subrayado.
e) Usar siempre los mismos signos convencionales. Si en vez de líneas
 queremos usar los signos de admiración o de interrogación, podemos
hacerlo, pero es menos claro.
Por supuesto, no se trata de seguir rígidamente estas reglas. Reiteramos
que se trata de sugerencias, pues, la comodidad y el hábito de cada persona
determinarán en última instancia la adopción de signos que mejor se acomoden
a su estilo y temperamento. Así, por ejemplo, en vez de lápiz de color se puede
utilizar simplemente el común de carbón.
Tercero. No es indispensable leer un solo libro de principio a fin,
ininterrumpidamente y con exclusión de otras actividades. Se pueden leer
algunos libros en forma simultánea, pero siempre considerando algunas
precauciones para no distraer mucho la atención. Debe evitarse el hábito
pernicioso de empezar a leer libros que nunca se terminan. Es aconsejable al
respecto -cuando tenemos varias tareas que cumplir, especialmente- leer en
forma continuada varias páginas o capítulos íntegros. El tiempo o duración
dedicado a la lectura de una obra tampoco debe ser muy dilatado, salvo
naturalmente que se trate de libros científicos o técnicos, cuya consulta es
permanente, según los requerimientos de los estudios y de cada profesión.
Cuarto. En cuanto a las instancias o etapas de la lectura, se recomienda
seguir esta secuencia:
a) Prelectura.- Consiste en un examen preliminar del texto que se va a leer.
Se verifica el título, procedencia y otros datos referentes al autor, el lugar
y fecha de edición. Esto es importante, porque permite informarse sobre la
actualidad de la obra.
b) Lectura del prefacio o prólogo y de la introducción.- Esta actividad
permite tener una visión panorámica sobre los propósitos de la obra. El
contenido se puede apreciar mediante una revisión del índice.
c) Lectura de “salteo de partes”.- Es decir, la lectura de alguna páginas
abiertas al azar. Esto permite formarse una apreciación sobre la forma
expositiva y de desarrollo del contenido.
d) Lectura propiamente dicha del libro.
Quinto. Se deben seleccionar las lecturas. No se debe leer “por matar el
tiempo”, sino por afición, por interés, por deseos de perfeccionamiento
espiritual y de la profesión o ciencia que se cultiva En el trabajador intelectual
no es admisible la adquisición de libros por simple manía esteticista. Los libros
son para ser leídos y no solo para adornar estantes o bibliotecas.
Sexto. Se debe alentar la lectura comprensiva y crítica, la reflexión, el
diálogo sobre el contenido y las ideas principales.
Sétimo. Así como no se deben subrayar los libros ajenos, tampoco es
dable arrancar las hojas. Hacerlo significa un homicidio cultural y privar a otros
lectores del aprovechamiento del mensaje del libro. Las mutilaciones
(sustracción de páginas, ilustraciones, dibujos) constituyen una falta
imperdonable.
Octavo. Es importante también la relectura de las obras, porque de ese
modo aumenta la comprensión de las mismas y de paso nos perfeccionamos en
la lectura.
Esta relectura puede deberse a varios requerimientos: asimilar con mayor
amplitud y profundidad una obra determinada; confrontar las ideas expuestas en
un texto que sirve de guía en las investigaciones, con lo cual aumenta el rigor y
probablemente se superan tales ideas; revivir las emociones experimentadas en
una primera lectura; reencontrarse con una obra por la que experimentamos es-
pecial simpatía.
LA COMPRENSIÓN DE LECTURA
Un texto se comprende cuando se descubre lo que realmente ha querido
comunicar el autor, cuando se descifra el mensaje del texto, cuando se captan
las ideas fundamentales, etc.
Uno de los recursos que facilitan la comprensión de la lectura es el de las
interrogantes o cuestionarios, así como la aplicación de ciertos criterios como
los que anotamos a continuación:
1º La interpretación.- Consiste en la formulación de opiniones y puntos de
vista; el descubrimiento de las ideas principales y secundarias; la
formulación de conclusiones y de posibles resultados.
2º La retención.- Es decir, la conservación de conceptos, datos varios, detalles
aislados y coordinados.
3º La organización.- El lector debe establecer secuencias lógicas, seguir
instrucciones, elaborar bosquejos, resúmenes y generalizaciones.
4º La valoración.- Esto es, la captación de la relación causa - efecto, la
separación de los fenómenos respecto de las opiniones, la distinción entre
lo real y lo imaginario, lo verdadero y lo falso.
Además de los criterios indicados, el conocimiento del vocabulario es un
medio eficaz que ayuda a la comprensión de la lectura, cuyas palabras tienen un
significado estricto o literal (denotativo) y uno o más significados posibles
(connotativos), que dependen del contexto o situación en que se usan.
Conocido el significado de una palabra, esta se debe internalizar,
utilizándola tanto en su forma oral como en la escrita, de modo que, una vez
incorporada a nuestro patrimonio cultural y lingüístico, se la puede usar
eficazmente según las necesidades de comunicación cotidiana.
La comprensión de la lectura está en relación directa con el dominio del
vocabulario y se la puede medir a través de la capacidad para sintetizar lo leído.
En esta tarea es básica la captación de la idea principal y su diferenciación de
las secundarias.
También la comprensión se ve facilitada por la elaboración de diagramas,
que ayudan en primera instancia a la redacción de resúmenes. El diagrama
consiste en una elaboración personal que se construye con las palabras más
evocadoras que cada persona puede escoger para destacar, comprender y con el exterior, incluso con personas que se hallan distantes”.
recordar los asuntos de mayor interés. Aunque esta forma pueda parecer complicada, en realidad el ejercicio
Para preparar un diagrama, después de una lectura preliminar, se vuelve a continuo permite una gran facilidad y rapidez. Es cuestión de practicarlo. Por
leer el trozo, buscando primero las ideas generales y luego las ideas principales, otro lado, obsérvese el siguiente diagrama elaborado con las palabras más
las secundarias, bajando luego hasta los detalles y subdetalles. Se van anotando evocadoras:
palabras claves que representan cada uno de estos pasos de clasificación.
Graba
Finalmente, diremos que la elaboración de diagramas es un método útil almacena
Comunicación interna
para el estudio, porque ayuda mucho a la concentración. coordina
regula
Para ilustrar lo expuesto partimos del siguiente fragmento:
“Como toda ciudad importante, el cuerpo humano tiene su propia CEREBRO CENTRO
“emisora”, que actúa como centro de grabación, y almacena en la memoria CLASES O TIPOS DE LECTURA SEGÚN EL
Otras personas
todo lo que vemos, oímos, sentimos. Además coordina los movimientos de los Comunicación
PROPÓSITO, NIVEL DE externa Y TIPO DE
PROFUNDIDAD distantes
distintos órganos del cuerpo y regula los efectos de las emociones. DISCURSO ESCRITO
Los científicos calculan que por allí pasa, cada segundo, un millón de
Es posible distinguir algunos tipos de lectura tomando como criterio los
ondas de excitación. Teniendo esto en cuenta, se trata de utilizar estas
propósitos del lector, el grado o nivel de comprensión, el tipo de discurso
radiaciones para la comunicación mental entre individuos a miles de ki-
escrito y las técnicas aplicadas.
lómetros de distancia uno del otro”.
De acuerdo con el propósito y las circunstancias, el lector puede necesitar
Observemos rápidamente que este fragmento está dividido por tres puntos,
desentrañar todo el contenido de un texto o solo un aspecto o parte de él;
lo que indica que contiene cuatro ideas principales, las cuales, debidamente
tomando en cuenta este criterio se distinguen cinco tipos de lectura: prelectura,
sintetizadas y jerarquizadas, pueden quedar así:
de pesquisa, de información general o global, de documentación y de
“El cerebro es el centro de comunicación interna de nuestro cuerpo, y de
comprensión plena o de estudio.
coordinación y regulación. Gracias a sus radiaciones nos comunica también

Prelectura
Esta es más una primera aproximación a las características y al contenido
del texto, que una lectura propiamente dicha. El objetivo de la prelectura, paso
previo obligatorio de cualquier otro tipo de lectura, es conocer la calidad del
texto en relación con nuestros intereses y propósitos: si nos sirve, si trata el
tema, en qué extensión, etc. Para realizar una prelectura se puede aplicar la
técnica de la llamada “cala de libros” (Sanabria. 1973). Esta se aplica cuando se
va a adquirir un libro, o cuando se desea retirar de la biblioteca y, en general,
cuando se pretende leer un trabajo o documento muy extenso.
Bien realizada la cala de libros ahorra tiempo, dinero y esfuerzo, pues su
fin es precisamente asegurar al lector el acierto en su elección del texto.
La cala de libros se realiza durante tres a diez minutos, según la extensión,
mediante la observación y el análisis rápido de los siguientes aspectos:
- Títulos y subtítulos, que nos sitúan en el área, asignatura y tema.
- Autor, del cual es útil saber si es o no conocido, sus trayectorias y
experiencias.
- Traductor, si lo hay.
- Edición, si hay más de una.
- Datos de pie de imprenta: ciudad, fecha de publicación y editorial. La
fecha importa mucho pues en ciertos temas nos da el índice de
actualización.
- Tabla de contenido: en esta encontrará el lector la estructura y
organización del tema.
- Desarrollo y gráficas: se necesita ver por encima el estilo, la densidad de
ideas y la presentación.
- Índices finales, apéndices y bibliografía: esta es fundamental en los
escritos científicos y nos orientará sobre la documentación y sustentación
del trabajo.
Lectura de pesquisa
Consiste en leer por encima un escrito o partes de él, con el único fin de
recoger datos o ideas que le interesan al lector. En tal caso, se podría aplicar la
lectura telegráfica y la de reconocimiento que nos menciona Blay.
Leer telegráficamente es fijarse solamente en las palabras de significado
pleno (designativas. como verbos, nombres y adjetivos), o en frases y oraciones
claves, desechando lo demás.
La lectura de reconocimiento es buscar y leer solamente aquello que nos
interesa, como puede ser un párrafo, o palabras y frases, según la necesidad. La
lectura de pesquisa se realiza más frecuentemente de lo que uno cree en el
trabajo, pero para su éxito se exige habilidad y además tener conocimiento o
familiaridad sobre el tema de que se trate.
Lectura global
 Esta clase de lectura se da cuando el lector necesita formarse una idea
general pero completa del contenido de un texto, sin una profundización o
estudio mayor. En tal caso se requiere una lectura de la totalidad del escrito, sin
mucho detenimiento. Procurará identificar el tema y sus partes, y las ideas
principales o hechos fundamentales, sin angustiarse porque se le pasen por alto
aspectos menores. Un ejemplo de lectura de información general es la que se
aplica a los artículos de revistas y a la lectura de los periódicos.
Lectura de documentación
Hay casos en que el lector tiene que detenerse a profundizar en la
comprensión del contenido, pero solamente de algunas partes del texto con el
fin de identificar o extractar una determinada información que necesita, clara y
precisa. Aplica, entonces, una lectura de documentación, en donde usará todas
las técnicas de estudio: varias lecturas, subrayado, síntesis y toma de notas. Esta
lectura es un instrumento fundamental para la investigación y aun para el
estudio y el trabajo.
Lectura de estudio
Es la lectura de mayor profundidad en donde pesa más la verticalidad que
la horizontalidad. Aquí interesa más leer y comprender, aunque sea poco, y no
leer mucho pero con una dosis menor de comprensión. Supone, abarca y supera
los cuatro tipos de lectura anteriores y llega hasta la comprensión crítica. En
otras palabras, una lectura de estudio busca la máxima profundidad, y, por
tanto, cubre los tres grados de comprensión de que hemos hablado. Además su
finalidad se orienta a apoyar o desarrollar un aprendizaje específico, por lo cual
se complementa con una metodología y técnicas de estudio. Recordemos que
justamente la lectura es el medio más eficiente y prestigioso para el aprendizaje,
aunque en rigor no es el único, ya que también lo son la acción de agentes
educativos, los llamados “medios audiovisuales”, el taller, el laboratorio, la
jnteracción en grupo, etc.
Es importante precisar lo que se entiende por estudiar y por aprender.
Estudiar implica un proceso o conjunto de procedimientos sistemáticos e
intencionales conducentes a un aprendizaje cualitativamente considerado como
el mejor. Es decir, aunque es posible estudiar sin lograr aprender, en rigor el
estudio es un camino para el aprendizaje. Entendido el aprendizaje como la
“adquisición de habilidades y pautas de conducta”, este no es exclusivo del
hombre: según esta concepción, los animales y las plantas también aprenden
dentro de las condiciones de su ambiente y no necesitan “estudiar” para ello. En
cambio, el hombre “aprende”, en el sentido de construir conocimientos y
desarrollar destrezas, además de habilidades y pautas de conducta, y para esto sí
necesita del estudio. Este se caracteriza, por lo tanto, por una acción intencional
y productiva, capaz de captar y procesar, y de acumular el saber y la cultura.
Aprender viene de la palabra “aprehender”, que significa “captar”, “coger”,
“agarrar”. Cuando aprendemos, obtenemos el desarrollo de conocimientos, construcción y comprobación del conocimiento.
destrezas mentales, habilidades, expresiones y conductas, todo lo cual le
Lectura literaria
permite al hombre no solo adaptarse al medio, sino igualmente crecer, dominar
Leer obras de los géneros literarios (narrativas, líricas o teatrales) implica
y transformar la realidad del mundo dentro del cual le ha tocado vivir.
algo más que el puro deleite o recreación (lectura recreativa). Es compenetrarse
El tipo de discurso escrito y el género, también define la clase de lectura
con las experiencias del autor, a fin de compartir con él, una nueva forma de ver
que se ha de dar. Para el caso, nos permitimos destacar la lectura científica y la
la realidad y la vida. Es valorar sus planteamientos, sus actitudes y
lectura literaria.
sentimientos, y los recursos estéticos de que se vale para expresarse.
La lectura literaria, para el cabal cumplimiento de sus objetivos, culmina
Lectura científica
con el llamado análisis literario, el cual varía según la obra sea de la narrativa,
Se aplica en la lectura de escritos informativos, en géneros tales como el
de la lírica y de teatro. Para obras narrativas se sugiere seguir la Guía o Ficha de
científico, didáctico, técnico y filosófico.
lectura siguiente: inspirada en el escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal (1982):
El punto de mira hacia donde apunta esta lectura es apoyar la investigación
FICHA DE LECTURA
científica, para lo cual, según el caso, son aplicables las técnicas señaladas para
PRESENTACIÓN 
la lectura de pesquisa, documental, etc.
La investigación científica, sin embargo, va mucho más allá de la simple I. EL AUTOR:
1.1. Nacionalidad. Época.
colección de datos, información general o la pura documentación; en realidad,
1.2. Movimiento literario al que pertenece.
siguiendo un todo riguroso (el científico) se adentra en la difícil tarea de buscar 1.3. Valoración del autor dentro del movimiento.
1.4. Noticia biográfica.
respuestas a los interrogantes que plantea el conocimiento, en cualquier campo
1.5. Noticia bibliográfica:
del saber. 1.5.1. Obras del autor.
1.5.2. Obras sobre el autor.
Como se puede inferir, esta lectura hace parte de una metodología la
investigación que cubre las bases epistemológicas y procedimentales (fases, II. OBRA LEÍDA:
2.1. Referencia bibliográfica.
técnicas, instrumentos, etc.) indispensable para emprender la búsqueda,
2.2. Análisis interno: III. ASPECTO CREADOR:
2.2.1. El porqué del título. 3.1. ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención en el estilo
2.2.2. Época en que se sitúan los hechos. y en el lenguaje del autor?
2.2.3. Tratamiento del tiempo narrativo. 3.2. ¿Qué personajes te han gustado más? ¿Por qué?
2.2.4. Ámbito: 3.3. ¿Qué impresión te ha causado la obra? ¿Por qué?
2.2.4.1. Geográfico. 3.4. Imagina una conversación con el autor de la obra.
2.2.4.2. Social. Redáctala.
2.2.4.3. Espiritual.
2.2.5. Argumento. EPÍLOGO
2.2.6. Tema:
2.2.6.1. Principal.
2.2.6.2. Secundario.
2.2.7. Idea Central.

2.2.8. Personajes: ESTRATEGIAS BASADAS EN LOS MOMENTOS DE LA LECTURA

2.2.8.1. Vertebrales.
2.2.8.2. Referenciales. Una estrategia se define como un proceso que se selecciona conscientemente
2.2.8.3. Incidentales. para lograr una meta. En esta sección se van a presentar las estrategias de
2.3. Selección de los párrafos por el contenido de sus ideas. lectura propuestas por Isabel Solé, una de las investigadoras más
2.4. Análisis externo: representativas sobre el tema. Esta autora agrupa las estrategias en tres
2.4.1. Género. Especie. momentos: antes, durante y después de la lectura; pero, advierte que, en la
2.4.2. Estructura. práctica, estas no son fijas ni secuenciales. El fin es que el lector asuma un
2.4.3. Posición del narrador. papel activo en la lectura por lo que conocer estas estrategias le dará más
2.4.4. Procedimientos. herramientas para lograr la comprensión.
2.4.5. Lenguaje y estilo:
2.4.5.1. Lenguaje. Estrategias antes de la lectura
2.4.5.2. Recursos estilísticos.
2.5. Selección de cinco párrafos por la belleza del lenguaje.
Estrategias antes de la lectura

Establecer los objetivos de la lectura
Activar el conocimiento previo
Establecer predicciones sobre el texto
Promover preguntas sobre el texto
 Establecer los objetivos de la lectura
Citando a Brown, Solé (2004, p. 80) manifiesta que un buen lector aplicará
estrategias distintas según la meta de lectura que se ha planteado.
De manera general, la autora propone las siguientes estrategias:
- Leer para localizar una información precisa. Este objetivo requiere que
se deje de lado una gran cantidad de información para concentrarse en
la búsqueda del dato que se requiere. Se aplica cuando se busca una
fecha, un capítulo, una noticia, entre otros.
- Leer para seguir instrucciones. En este caso es obligatorio leer todo el
texto y asegurarse de que se ha comprendido la información.
- Leer para obtener información global. Es un objetivo muy útil por
cuanto el lector decide hasta qué nivel de profundidad se
comprometerá con el texto. En la investigación, es común hacerse de
una idea general del texto para seleccionar después aquellos datos que
servirán.
- Leer para aprender. En este objetivo la lectura es profunda por lo que
se suele hacer de manera lenta y repetida.
- Leer para revisar un escrito propio. Implica ejecutar mecanismos de
control y regulación para revisar la adecuación del texto y que este sea
comprensible para el futuro lector.
 Activar el conocimiento previo
Los conocimientos previos permiten atribuir significado a la lectura porque si
algo ya se conoce, entonces no despertará ningún interés. Parte del éxito de la
lectura tiene que ver con el bagaje cultural del lector, pues cuanto mayor sea
este, mayor será el grado de comprensión que se logre; por ejemplo, una
persona que ha vivido cerca al mar podrá relacionar con menor dificultad la
información de un texto titulado Efecto del clima en la durabilidad de las
construcciones.
Para actualizar o proveer un conocimiento previo se recomienda:
- Buscar información general sobre lo que se va a leer. Antes de la
lectura se pueden ver videos, conversar con un experto, indagar sobre
el tipo de texto, etc.
- Tener en cuenta algunos aspectos del texto como las imágenes o
ilustraciones, el título y subtítulo, cambios de letra, etc.
- Compartir de forma oral lo que se conoce del tema, mediante el
diálogo, discusiones o explicaciones entre pares.
 Establecer predicciones sobre el texto
Una predicción anuncia lo que sucederá más adelante, es decir, es una respuesta
anticipada antes de leer el contenido del texto. Cabe precisar que al formular
predicciones se corre el riesgo de acertar o no con la respuesta, pero es
fundamental realizar este ejercicio porque la continua formulación y
verificación nos convierte en lectores activos.
Como se mencionó anteriormente, los textos expositivos tienen características
particulares que, para un joven inexperto, podrían constituir barreras que
afecten la comprensión. Una estrategia que se propone es revisar el índice y, a
partir de los títulos y subtítulos, realizar predicciones en forma de enunciados
afirmativos.
  Promover preguntar acerca del texto
La importancia de esta estrategia la resalta Solé (2004) cuando afirma que
“alguien que asume responsabilidad en su proceso de aprendizaje es alguien
que no se limita en contestar las preguntas que se le plantean, sino que también
puede interrogar e interrogarse a sí mismo” (p. 96).
Las preguntas formuladas deben ser pertinentes con el objetivo de lectura
propuesto; por ejemplo, si la meta es una lectura para localizar un dato preciso,
las interrogantes no deberían enfocarse en el contenido profundo. Al respecto,
el texto expositivo ofrece algunas claves para formular preguntas vinculadas al
tema o la idea principal; además, se puede aprovechar el conocimiento de la
estructura discursiva, pues si es un texto comparativo las interrogantes deben
orientarse a las semejanzas o diferencias.
Estrategias durante la lectura
En esta fase el lector debe asegurarse si los objetivos formulados se están
cumpliendo, si las predicciones están siendo confirmadas y si ya es posible
responder a las preguntas que han formulado; caso contrario, se debe identificar
la falla y sustituirlas por otras más efectivas. En ese sentido, las estrategias
durante la lectura ayudan a monitorear la comprensión; pero, aunque la lectura
es un proceso interno, las estrategias deben ser aprendidas en un contexto
significativo y funcional.
Estrategias durante la lectura
Lectura compartida: aclarar, explicar
Lectura independiente: establecer
relaciones entre las ideas
 Lectura compartida
Consiste en desarrollar habilidades de monitoreo y regulación a partir de un
aprendizaje dirigido por el docente o experto. Por ello, Solé (2004, p. 78)
explica el modelo propuesto por Palincsar y Brown, el cual toma como punto de
inicio la lectura silenciosa del texto o de una porción de él. Luego, el docente
conduce la ejecución de las estrategias: elabora un resumen y solicita la
aprobación del lector; solicita aclaraciones o explicaciones sobre algunos
puntos confusos del texto; formula preguntas relacionadas directamente con el
texto y, por último, establece predicciones sobre lo que falta por leer. El ciclo se
reinicia con la inversión de papeles.
Como se observa, el lector poco a poco irá adquiriendo mayor responsabilidad
y control sobre su proceso de lectura. No se debe perder de vista dos cuestiones:
primero, que estas estrategias parten de las que se formularon antes de la lectura
y, segundo, que las estrategias sugeridas pueden sufrir variaciones según el
contexto.
 Lectura independiente
Consiste en promover el dominio de habilidades que posibiliten una lectura
autónoma. Una estrategia que motiva el monitoreo de la comprensión consiste
en realizar predicciones o preguntas cuando se está leyendo el texto. Para
trabajar el control se debe estar atento a las relaciones entre las ideas y el
sentido global; por ejemplo, si se desconoce el significado de una palabra se
debe evaluar si es imprescindible para seguir avanzando y, si es el caso, se
justificaría la necesidad de hacer un corte y buscar la respuesta fuera del texto
(Solé, 2004, p. 79).
Estrategias después de la lectura
Aunque las estrategias de formular preguntas, hacer resúmenes e identificar la
idea principal ya se han mencionado en los momentos anteriores, es después de
la lectura cuando se concretan.
 Estrategias después de la lectura
Identificar la idea principal
Elaborar resúmenes
Formular y responder preguntas
 Identificar la idea principal
La idea principal es la oración más importante que posee todo texto y que
explica el tema abordado (Solé, 2004, p. 118). Entonces, “un lector estratégico
(deberá buscar) las pistas que le permitan ubicar esas ideas principales para
comprender mejor la totalidad del texto” (Cisneros, Olave y Rojas, 2010, p.
173). Para cumplir con ese propósito, el lector debe saber con claridad qué es
una idea principal y para qué sirve.
Las estrategias recomendadas para establecer la idea principal son las
macrorreglas formuladas por Van Dijk (Cisneros, Olave y Rojas, p. 174): la
regla de omisión para eliminar la información superficial y evidenciar la más
importante, la regla de situación para ordenar las ideas en categorías, la regla de
selección para extraer directamente la idea del texto y la regla de elaboración
para inferir una idea implícita.
Ejemplo de regla de omisión:
La efectividad de la organización se consigue cuando se satisfacen las
demandas de los consumidores, de los acreedores y los proveedores. La
medida de la efectividad se establece en cuanto a calidad, cantidad,
costo y cumplimiento. Tales medidas facilitan el logro de los objetivos de
la organización.
Adaptado de Soria, V. (2004, p. 59). Relaciones Humanas
 Elaborar resúmenes
Si una persona no es capaz de resumir, pone en evidencia que no ha
comprendido la información. La elaboración del resumen requiere el
establecimiento previo del tema para identificar la idea principal del texto, pero
también del objetivo de lectura. Siguiendo el trabajo de Cooper, Solé (2004, p.
136) sugiere formular el tema e identificar la información superficial para
destacarla; eliminar la información redundante y agrupar las ideas en un tópico
común.
 Formular y responder preguntas
“El lector que es capaz de formularse preguntas pertinentes sobre el texto está
más capacitado para regular su proceso de lectura, y podrá, por tanto, hacerla
más eficaz” (Solé, 2004, p. 137). Por pregunta pertinente se entiende que es la
que conduce al logro del objetivo de lectura; por ejemplo, si la intención es
saber sobre los tipos de cefaleas se podría formular preguntas como ¿cuántos
tipos de cefaleas hay?, ¿con qué criterios se agrupan?
Para concluir, es preciso reconsiderar la práctica de la lectura en el nivel
superior, pues ello supone apropiarse de un sistema conceptual-metodológico y
discursivo distinto a lo que se pueda tener como experiencia previa; en
consecuencia, el rol del lector debe ser activo y comprendido con su meta de
aprendizaje.
HOJA DE PRÁCTICA
Instrucción: Lee, extrae y copia la idea principal de los siguientes textos.
Texto 01: Unos bebés lloran porque sienten hambre, sed o dolor; otros, por
aburrimiento. A veces, el motivo del llanto es el miedo al abandono pues, en
esta etapa de su vida, separarse de su madre les puede generar un estado de
tensión. En conclusión, los bebés lloran por diferentes razones.
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Texto 02: El oso panda gigante es muy similar al oso común, pero con un
pelaje blanco, largo, denso y de aspecto lanoso. Además, sus orejas y la zona de
sus ojos, entre otras partes, son negras. Una peculiar característica la constituye
el conocido “falso pulgar del panda”
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Instrucción: Lee detenidamente y aplica la técnica del subrayado en el
siguiente texto:
El Petróleo
El petróleo es un líquido de color negro que se encuentra en el interior de la
tierra. Se empezó a formar hace millones de años, a partir de restos de plantas y
de animales marinos que quedaron aprisionados en el fondo del mar o entre las
capas de algunas rocas.
Se extrae perforando la tierra con grandes máquinas, y se transporta a las
refinerías por medio de barcos petroleros o de sistemas de tuberías, llamados
oleoductos.
En las refinerías se obtienen derivados del petróleo, como gasolina, fuel,
gasóleo, alquitrán, etc. Estos productos se utilizan para el funcionamiento de
calefacciones y de motores, así como para la producción de electricidad.
Instrucción: Lee atentamente y subraya sólo las ideas principales en el
siguiente texto:
Desertización y Contaminación
 La desertización es un proceso que amenaza principalmente a todas
aquellas zonas donde la lluvia es muy escasa. La escasez de lluvias en
una determinada región conduce a una progresiva desaparición de las
especies vegetales de la zona y a una paulatina degradación del entorno.
Si ese proceso continúa, en el trascurso de no muchos años la zona se
convierte en un territorio desprovisto de vegetación en el que apenas
sobreviven algunas especies animales.
La contaminación tiene efectos perjudiciales para la naturaleza. Hay
diferentes tipos de contaminación. La contaminación de las aguas se
manifiesta en fenómenos como las mareas negras, que suponen una
auténtica catástrofe ecológica, pues provoca la muerte de las especies
animales y vegetales de los ríos y océanos. La contaminación del aire,
por su parte, se manifiesta en fenómenos como la lluvia ácida, que
acaba destruyendo los bosques. Además, provoca la aparición del
agujero de la capa de ozono.
Instrucción: Después de leer el siguiente texto, subraya la respuesta
correcta.
Ahora que mi hijo juega en su habitación y que yo escribo en la mía me
pregunto si el hecho de escribir no será la prolongación de los juegos de la
infancia.
Veo que tanto él como yo estamos concentrados en lo que hacemos y tomamos
nuestra actividad, como a menudo sucede con los juegos, en la forma más seria.
No admitimos interferencias y desalojamos inmediatamente al intruso. Mi hijo
juega con sus soldados, sus automóviles y sus torres y yo juego con las
palabras. Ambos, con los medios de que disponemos, vivimos un mundo
imaginario, pero construido con utensilios o fragmentos del mundo real. La
diferencia está en que el mundo del juego infantil desaparece cuando ha
terminado de jugarse, mientras que el mundo del juego literario del adulto, para
bien o para mal, permanece. ¿Por qué? Porque los materiales de nuestro juego
son diferentes. El niño emplea objetos, mientras que nosotros utilizamos signos.
Y para el caso, el signo es más perdurable que el objeto que representa. Dejar la
infancia es precisamente reemplazar los objetos por sus signos.
JULIO RAMÓN RIBEYRO,
Prosas apátridas.
¿Qué diferencia existe entre el juego infantil y el literario?
a) El infantil se juega con signos; el literario utiliza específicamente
palabras.
b) El primero es más divertido; en cambio, el segundo es más formal, más
serio.
c) El infantil no permite interferencias; el literario es más flexible.
d) El primero es momentáneo; el segundo permanece inclusive cuando ya
ha terminado de jugarse.
e) El infantil es imaginario; el literario, real.
¿Cuál es el mensaje del texto anterior?
a) Dejamos de ser niños y nos convertimos en adultos cuando ya no
jugamos.
b) Dejamos la infancia en el momento en que reemplazamos los
objetos por sus signos.
c) Los literatos, al jugar con los signos, son niños y adultos a la vez.
d) Dejamos la niñez cuando cambiamos el mundo imaginario por el real.
e) Nunca dejaremos de ser niños, pues siempre habrá juegos en nuestras
vidas.