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Par ee Omer On E-leegacbab =| 1 bol boleck MENTIRAS HACE LIBRES IO ao Aba ae DION Cee La mision de Editorial Portavoz consiste en proporcionar productos de calidad —con | incegridad y excelencia—, desde una perspectiva biblica y confiable, que animen 2 las | | personas a conocer y servir a Jesuctisto. Titulo del original: Lies Women Believe and the Truth that Sets Them Free, © 2001 por Nancy Leigh DeMoss y publicado por Moody Publishers, Chicago, Ilinois Edicién en castellano: Mentinas que las mujeres ereeny la verdad que las hace libres, © 2004 por Nancy Leigh DeMoss publicado por Editorial Portavor, filial de Kregel Publications, Grand Rapids, Michigan 495 Todor lor derechos reservedor. Los tesimonios y la historias de mujeres presentados en este libro son veridicos. Excepto si el nombre y apellide son mencionados, Jos nombres que se citan fueron cambiados, asf como algunos detalles de ls historias afin de proteger a confidencialidad Ninguna parte de esta publicacién podri reproducirse de ninguna forma sin permiso escrito previo de los editores, con la excepcién de porciones breves en revistas 0 resefias. A menos que se indique lo contrario, todas las citas biblicas han sido tomadas de la versién Reina-Valera 1960, © Sociedades Biblicas Unidas. Todos los derechos reservados. ‘Traduccién: Nohra Bernal Edicién: José L. Riverén EDITORIAL PORTAVOZ PO. Box 2607 Grand Rapids, Michigan 49501 USA Visitenos en: www.portavoz.com ISBN 978-0-8254-1160-1 45 6 Tedicién / aio 11 10 09 08 Impreso en los Estados Unidos de América Printed he United States of America ke CONTENIDO o€ Agradecimientos Preémbulo Introduccién Seo PRIMERA PARTE: FUNDAMENTOS Prélogo Capivulo unu: La veudad... v lay wonsecucucias > SEGUNDA PARTE: MENTIRAS QUE L MUJERES CREEN . Capitulo dos: Acerca de Dios 1. En realidad Dios no es bueno 2. Dios no me ama 3. Dios es idéntico a mi padre 4. Dios no es suficiente 5. Los designios de Dios son demasiado restrictives 6. Dios deberia solucionar mis problemas Capitulo tres: Acerca de si mismas 7. No soy valiosa 8. Necesito aprender a amarme a mi misma 9. No puedo cambiar mi manera de ser 10. Tengo mis derechos 13 15 17 29 31 45 61 11. La belleza fisica es mds importante que la interior 12. Tengo derecho a satisfacer todos mis anhelos Capitulo cuatro: Acerca del pecado 85 13. Puedo pecar y quedar impune 14. En realidad mi pecado no es tan malo 15. Dios no puede perdonarme 16. No soy del todo responsable de mis acciones y reacciones 17. Soy incapaz de vencer con firmeza el pecado Capitulo cinco: Acerca de las prioridades 107 18. No tengo tiempo para cumplir con todas mis obligaciones 19. Puedo arreglirmelas sin consagrar tiempo a la oracién y el estudio de la Palabra 20. Una carrera fuera del hogar es mas valiosa y satisfactoria que ser esposa y madre Capitulo seis: Acerca del matrimonio 125 21. Necesito casarme para ser feliz 22. Es mi obligacién cambiar a mi esposo 23. Mi esposo debe servirme 24. Sime someto a mi esposo seré infeliz 25. Simi esposo es apatico debo tomar la iniciativao nada se hari 26. Algunas veces el divorcio es mejor opcién que soportar un matrimo- nio infeliz Capitulo siete: Acerca de los hijos 153 27. Nosotras decidimos cudntos hijos tener 28. Los hijos necesitan exponerse al “mundo real” a fin de aprender a funcionar en él 29. Es inevitable que los hijos pasen por una etapa de rebeldia 30. Tengo la certeza de que mi hijo es cristiano porque hizo una oracién para recibir a Cristo siendo pequefio 31. No somos responsables de lo que hagan nuestros hijos Capitulo ocho: Acerca de las emociones 175 32. 3 34. 35. Si siento algo debe ser cierto No puedo controlar mis emociones Nada puedo hacer cada vez que mis hormonas estin fuera de control (algunas veces ¢s comprensible portarse mal) La solucién para la depresién se encuentra ante todo en la medicacién o en la psicoterapia Capitulo nueve: Acerca de las circunstancias 195 ._ Si mis circunstancias fueran diferentes yo seria diferente . Es i . Mis circunstancias nunca cambiar, as{ ser para siempre .. Ya no aguanto més .. Lo que importa soy yo justo que yo sufra Yes TERCERA PARTE: CAMINAR EN LA VERDAD Capitulo diez: Mentiras frente a la verdad 221 Capitulo once: La verdad que nos hace libres 231 Eptlogo 243 Recursos que le servirin de ayuda 245 Notas 249 xs AGRADECIMIENTOS o€ (©) ome sucede con cualquier empresa importante, este libro es el resulado del trabajo en equipo. Soy deudora a muchos amigos y colegas que tra- bajaron conmigo para dar origen a este mensaje. Quisiera expresarles a algu- nos mi gratitud especial: El equipo de Moody Press, pues ha sido un gran gozo trabajar juntos. Fue su idea la publicacién de este mensaje. Sin su alicnto este libro jamés sc hubic: ra escrito. Y gracias a Anne Scherich por su ayuda con los retoques de tiltimo minuto. Lela Gilbert, eres un alma gemela. Gracias por darme ejemplo en tu com- promiso esforzado para caminar en la verdad y por ayudarme a meditar y expresar algunos delicados asuntos que estn en tu corazén y en el mio. Dr. Bruce Ware, su amor por Ia verdad es contagioso. Estoy agradecida por su respaldo espiritual y Ia proteccién que Dios me concedié a través de stu supervisién teoldgica cuidadosa y su aporte invaluable A Becca Craven, Del y Debra Fehsenfeld, Sandra Hawkins, Janet Johnson y Ménica Vaught, gracias por levantar mis manos de tantas formas, incluso con su ayuda en Ia investigacién o mediante sugerencias para el manuscrito Su ayuda fue esencial. Las esposas del equipo de Ministerios Life Action, niimero de veces que me enviaron notas de énimo o mensajes telefénicos, se ya perdi la cuenta del detuvieron a preguntarme cémo iba mi trabajo, o me enviaron comidas he- chas en casa mientras escribia aislada de mi entomo. La vida de cada una de cllas engalanan el evangclio y reflejan la belleza de la verdad. : Me siento bendecida por la manera Mis queridas “compafieras de oracién MENTIRAS QUE LAS MUJERES CREEN como han “velado” sobre mi alma. Gracias por rodearme y sostenerme en medio de la batalla. Sus oraciones avivaron mi empefio y me ayudaron a per- manecer fiel a la verdad. Por ultimo, quiero decir que la eternidad no bastarfa para expresarte mi gratitud, Sefior Jestis. Eres la verdad que me hizo libre jy te amo con todo mi corazén! 14 LA MENTIRA 39. YA NO AGUANTO MAS. 40. LO QUEIMPORTA SOYYO. Dios LAVERDAD + A pesar de cualquier ciscunstancia 0 situaci en mi vida, la gracia de Dios cs suficiente para mi. * Dios nunca pondré sobre mi una carga para la cual El me niegue su gracia para llevarla * Dios es el principio, el fin y el centro de todas las cosas. Todas las cosas fueron creadas por El y para El. jE es el més importante! + Mivvida no es lo esencial. Fui creada para su gloria y solaz PREAMBULO <# ancy Leigh DeMoss, una mujer con un coraz6n compasivo y una aguda perspicacia, ha tenido el valor de inquirir en las profundas ilusiones y decepciones, esperanzas, temores, fracasos y penas de las mujeres, muchos de los cuales podrian haberse evitado si no fuera por las mentiras propagadas desde hace treinta afios o més. Mentiras como: “Debes tenerlo todo”. “No caigas en la trampa de la compasién” 0 “No importa lo que hagan los hom- bres, nosotras podemos hacerlo mejor” y mas. Por supuesto, las mentiras comenzaron mucho antes. La mujer que Dios le entregé al primer hombre, Adan, presté su oido al susurro: Conque Dios os ha dicho...? Eva escuché a la serpiente en el huerto. Luego, en vez de prote- gerla de las mentiras, su esposo prefirié decir: “Si eso es lo que la sefiora desea, pues lo tendra”. En consecuencia, el pecado entr6 al mundo y por medio de é1 la muerte. Eva no quiso recibir lo que Dios les habia dado y a cambio tomé lo prohibido, con lo cual dijo en realidad: “Que se haga mi voluntad”. Gracias a Dios que existe la reden la visita de un dngel que le comunicé un mensaje asombroso. Maria se convertiria en la madre del Hijo de Dios. Aunque el mensaje la turbé, ella lo acept6. Y su respuesta fue: “He aqui la sierva del Sefior; hégase conmigo con- forme atu palabra” Es mioracién que el Espiritu de Dios te guie en la lectura de este imperioso necesario. “La esencia de la verdadera salvaci6n”, declara la autora, “no ¢s un asunto de profesi6n o de logros, sino més bien de transformacién: ‘De modo que si alguno estd en Cristo, nueva criatura es; las cosas vicjas pasaron; he aqui n. Una jovencita humilde de Nazaret rec todas son hechas nuevas EuisageTy Ewiot te INTRODUCCION <# F._ ¥2 debi sentirse may abatida. Haba sido expulsada del huerto con ropas de picl de animales, su esposo estaba muy enojado con ella y legs a ser la madre del primer hijo asesinado, y del primer asesino. Estaba sola Vencida. Su vida era un fracaso. Debié ser muy dificil caminar junto con Adan hacia el este del Edén aun mundo en el que la supervivencia misma estaba en vilo. Debié ser muy dificil haber conocido un paraiso y lucgo tener que dejarlo. :Cual pudo ser el mayor deseo de Eva en ese momento? {Cudl hubiera sido el tuyo? Creo que el anhelo del corazén de Eva era retroceder el tiempo al preciso instante en el que probé el fruto prohibido tras haber alargado su brazo al 4rbol del conocimiento del bien y del mal. En ese momento ain podia evitar el desastre. Ansiaba arreglar las cosas y hacerlas bien desde el principio. Somos como Eva. Hemos enfrentado derrotas y fracasos, dificultades y confusién. Hemos dado lugar a un coraz6n egoista, a un espiritu malhumorado, a la la envidi y Iaamargura Es probable que algunos de nuestros fracasos no sean tan graves como lo que Eva experiment6, No son sucesos catastréficos que perjudiquen a muchas personas. Quiz solo se trata de “pequefios” deslices. Con todo, revelan lo lejos que esta nuestro corazén del lugar en el que deberfa estar. Y ansiamos corregir- lo todo y vivir en armonia y paz. MENTIRAS QU Cada vez que dicto una conferencia para mujeres les pido que escriban una peticién en una tarjeta para que un grupo de oracién interceda por ellas du- rante el fin de semana. Después de la conferencia me llevo las tarjetas a casa y las leo. En més de una ocasién he terminado en llanto sobre las tarjetas con una pesada carga en mi corazén debido a tantas mujeres cristianas cuya vida esté sumida en la confusién. yo matrimonio pende de un hilo corazén sufre por sus hijos batidas por fracasos y heridas del p: sado Mujeres que enfrentan profundas luchas personales Mujeres que abrigan tanta duda y confusién en su vida espiritual Son mujeres de carne y hucso. Sus historias son reales. Muchas de ellas han pasado toda su vida en la iglesia. Algunas asisten a tu iglesia. Una de ellas podria ser la maestra de la escuela dominical. Algunas asisten cada semana a grupos de estudio biblico o son lideres de esos grupos. En la mayoria de los cares jamds imaginarlas lo que mucede en nt interline, Cada vex que las saludas y les preguntas cémo estén ellas sonrien y dicen: “Bien”. Son mujeres cuyas historias me han impulsado a escribir este libro. ‘Cabe anotar que no se trata de testimonios aislados. No menciono unas pocas mujeres cuya vida cae en los extremos o son “disfuncionales”. He leido y escuchado suficientes historias como estas para completar este libro. Nuestra cultura enfrenta una enfermedad del alma de proporciones epidé- micas, no solo entre las mujeres que estén “afuera” en el mundo, sino las que estan en la iglesia En efecto, si tuviera que describir a un amplio porcentaje de mujeres cris- tianas que he conocido y con quienes he hablado en los tiltimos afios, escoge- rfa uno o més de los siguientes calificativos: Agotadas Derrotadas Exhaustas Deprimidas Disminuidas Avergonzadas Agobiadas Volubles Confiundidas Tensas Enojadas Inseguras 18 INTRODUCCION Frustradas Solitarias Desanimadas Temerosas Y, st, aun suicidas Tal vez te sorprenderfa saber cudntas mujeres cristianas han pensado en quitarse la vida, y que lo han hecho en las iltimas semanas 0 meses. Y no dudo que alguna lectora de estas lineas haya llegado al limite. Quizd seas tt. O tal vez sientes que ya no vale la pena seguit. Querida, déjame decirte que jsi hay esperanza! La lectura de este libro no hard que tus problemas desaparezcan, pero créeme que te guiard hacia alguien que puede ayudarte. Te ruego pues que no abandones tu lectura. Esclavitud es otra palabra que viene a mi mente cada vez que pienso en las mujeres cristianas de esta época. En su gran mayoria viven en esclavitud, no son libres y con frecuencia esto sucede porque ellas mismas lo permiten. Por cjemplo, muchas mujeres viven bajo una nube de culpa y condenacién. No son libres para gozar de la gracia y del amor de Dios. Muchas son esclavas de su pasado. Eso ocurre por sus fracasos personales 0 de otras personas. Cargan por doquier su pasado como un peso enorme en una marcha penosa por la vida Otras son esclavas de lo que la Biblia llama el “temor del hombre”, atadas por el miedo al rechazo, a la opinién de las personas y a la buisqueda de acep- tacién. Otras son esclavas de sus emociones, como la preocupacién, el temor, Ia ira, la depresién y la léstima de si mismas. Un érea de esclavitud para las mujeres tiene que ver con la comids. He escuchado acerca de estos problemas en mujeres de todo tipo. Algunas comen sin poder detenerse y otras se sienten incapaces de probar los alimentos. Am- bas se encuentran en esclavitud. No es mi intencién sugerir que las mujeres sean incapaces (jsi bien en algdn momento todas nos hemos visto Lo que quiero decir es que por regla general las mujeres cristianas enfrentan problemas tan serios que requieren una solucién o remedio profundos. Al volvernos a las Escrituras vemos que ese no fue el plan original de Dios. Leemos las palabras de Jestis en el Evangelio de Juan y tenemos la certeza de que Dios tiene algo mejor para nosotros: 19 MENTIRAS c “yo he venido para que tengan vida, Juan 10:10 Si examinas tu propia vida, podrias afirmar que gozas de la vida abundante que Jestis oftece? O soportas apenasla existencia, aguantas, luchas y sobrevives No te pregunto si llevas una vida libre de problemas. De hecho, algunas de las mujeres més felices y radiantes que conozco suften por un matrimonio muy conflictivo, han llorado junto a la tumba de un hijo una hija, se Jes ha diagnost ado cancer o curidan de uno de sus padres que padece la enfermedad de Alzheimer. No obstante, de algtin modo y en medio de las dificultades y de! dolor, han descubierto una fuente de vida que les permite atravesar el valle con paz, confianza y entereza. 2Cémo es tu vida? {Tal vez tu historia se parece a las que acabo de mencio- nar? ;Existen dreas de esclavitud en tu vida? {Qué pensarias si te dijera que en vez de vivir infeliz, frustrada y en esclavi- tud, tii podrias cer: gLibre? :Radiante? oEeliz? Segura? sAgradecida? lena de gracia y de paz? eAmorosa? Estable? :Describen estas palabras el tipo de mujer que anhelarias ser? Quizés experimentes en tu propia vida la gracia y la paz de Dios. Con todo, -s muy probable que conozcas a otras mujeres que viven en esclavitud aunque afirmen tener una relacién con Cristo. {Te gustaria saber cémo guiarlas al camino de la libertad? No aludoa una formula magica que hard d poco offezco atajos para una vida ficil o la promesa de que no habri dolor ni dificultad. La vida es dura y eso es inevitable. Hablo mis bien de vivir en parecer los problemas. Tam: libertad y gozo a pesar de todo lo que la vida conlleva, incluso el recharo, la pérdida, la decepcién, las heridas y aun la muerte. Tal vez exclames: “jEso es justo lo que quiero! Lo quiero para mi y para otras mujeres que conozco. ;Por dénde comienzo?” 20 INTRODUCCION Después de muchos afios de sufrir junto a tantas mujeres por sus cargas y problemas y de buscar en la Palabra de Dios las verdaderas respuestas, he llega- do a una conclusién sencilla pero profunda sobre la raiz de la mayoria de nuestras luchas: NOS HAN MENTIDO. HEMOS SIDO ENGANADAS. En las paginas que vienen a continuacién te invito a regresar conmigo al lugar donde comenzaron todos los problemas: El Huerto del Edén. Este fue el primer hogar de Adan y Eva y un medio perfecto ¢ ideal. Lo que sucedié alli pesa de manera inevitable sobre nucstra vida como mujeres hoy dia. Quiero que observes cémo una mentira se convirtié en el punto de partida de todos los problemas en la historia del universo. Eva escuché esa mentita, la crey6, y actué conforme a ella. Cada problema, cada guerra, cada herida, cada relacidn rota, cada afliccién se remonta a esa sola y simple mentira Ya que las mentiras siguen su curso, aquella primera mentira crecié y dio origen a muchas més. Eva crey6 la mentira y nosotras, como hijas de Eva, hemos seguido sus pasos al escuchar, creer y actuar una mentira tras otra. (A lo largo de este libro vas a encontrar algunos apartes imaginarios del “diario de Eva’. El objetivo es evocar algunas de las mentiras que Eva consintié en diferentes mo- mentos de su vida. Es posible que su “diario” se parezca un poco al tuyo.) Las mentiras que han atado a las mujeres en todas las épocas son innumera- bles. Sin embargo, algunas parecen arormentar en especial a las mujeres cris- tianas de hoy. Lo que me propongo con este libro es exponer dichas mentiras tal como son. Algunas han sido tan aceptadas que te resultard dificil identifi- carlas como mentiras. Sin embargo, las “mejores” mentiras son las que mds se parecen a la verdad. Las mentiras més “novedosas” son las més antiguas. ‘Ademas de exponer algunas de las mentiras que més admiten las mujeres cristianas, mi objetivo es desenmascarar al autor de todas ellas. Satands se dis- fraza como “Angel de luz” (2 Co. 11:14). El promete felicidad y aparenta una gran preocupacién por nuestro bienestar. No obstante, es en realidad un enga- fiador, su propésito es destruir y ademds destronar a Dios al arrastrarnos de stu lado para oponernos a El. Quiero que veas cémo Satands ha utilizado algunas

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