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Welzel El Nuevo Sistema Del Derecho Penal PDF
Welzel El Nuevo Sistema Del Derecho Penal PDF
EL NUEVO SISTEMA
DEL
DERECHO PENAL
Una introducción a la doctrina
de la acción finalista
Segunda reimpresión
Montevideo-Buenos Aires
2004
Julio César Faira - Editor
Título original de la obra: Das neue Bild des Strafrechtssystems.
Eine Einführung in die finale Handlungslehre.
Versión castellana y notas por José Cerezo Mir.
Reimpresión de la l a ed. en castellano, Ariel, Barcelona, 1964.
I.S.B.N.: 987-98334-9-X
En Montevideo, Uruguay:
O B de F Ltda.
Buenos Aires 67 1 (CP 11OOO), tel.: 49 16-6521 y telefax: 49 16-5238
e-mail: bdef@netgate.com.uy
.lo
FIir<s<:ii. ob. cit.. pag. 16: S c r i r ; ~ i : \ i . \ ~o!,.s . cait.. pág. 56.
::1
Wi:i.zi-1.. Dcr-c7clio perlul alcr~iílri.ob. cit.. pág. $12: Arriiiii
K,\I~I.LI,IXY. ~ t ; ~ ~ l r l(IVI-
" Z I I I IS v I x l ~ r - ( >iroll1 p ( ~ ~ - s o ~ ~Ua~li r( t~\ ~r ~ l i t . * .
r i i I'<~sl.sclir-j/f/lir- 11ciri.s 11'~~12(~1. (11). c.it.. p á < x . :35ffi-:ic)C>.
siglo. Así y todo, WELZEL nos ensefió a pensar y nos
plantó de cara al problema central de la ciencia pe-
nal, que continúa siendo el problema del hombre.
Esa es u n a deuda intelectual que ninguna reedición
u homenaje editorial pueden llegar a saldar.
CAPÍ'TULO
PRIMERO
EL CONCEPTO DE LA ACCIÓN
TIPICIDAD Y ANTIJURIDICIDAD
DE LO INJUSTO PENAL
EL CONCEPTO DE LO INJUSTO
DE LOS DELITOS DOLOSOS
EL CONCEPTO DE LO INJUSTO
DE LOS DELITOS CULPOSOS
LA POSICIÓN DE LA CULPABILIDAD
EN LA ESTRUCTURA DEL DELITO
CAPITULO
VI1
CULPABILIDAD Y PERSONALIDAD
CAPITULO
VI11
LOS ELEMENTOS DE LA REPROCHABILIDAD
c u n s t a n c i a s q u e sirven d e b a s e a u n a c a u s a d e justificación,
c u a n d o e n realidad falta a l g u n a d e ellas n o esencial. n o que-
d a excluida la respc~nsabilidaddolosa -como seria obligado, de
acuerdo con l a doctrina d e los elementos negativos d r l tipo-.
sino que s e aplica simplen~enteu n a circunstancia atenuante. N o
e s posible hacer e n t r a r aquí e n juego el a r t . 5 6 5 , e s decir q u e
el a u t o r responda a titulo de culpa, cuanclo el error fuera ven-
cible. En ese caso habría que aplicar el a r t . 5 6 5 y l a eximente
incompleta del nuiuero l o del a r t . 9". N o parece q u e éste s e a
el espíritu d e l a ley. 'Ténganse e n c u e n t a los a r t s . 6 4 y 66 y la
extraordinaria rebaja d e la p e n a q u e puede llevar consigo la
apreciación d e la exiniente incompleta. El 'Tribunal S u p r e m o
110h a acudido n u n c a e n estos casos al a r t . 565. En los comen-
tarios del Codigo Penal de 1 8 4 8 y de 1870 no s e hace tampo-
co ninguna alusión a dicha posibilidad: ver, por ejemplo, Pncii~co.
El Código Perzul corzc:ordado y con-reizlado. 2" ecl., 1, 1856. ps. 186
y S S . , y 111. 11s.428-9: VIZMANOS Y ÁI.VAIIEZ, Coi~ieillal-iosa l Códi-
go Pei~al,1. Madrid. 1848. ps. 11 1 y ss.. y 11. ps. 525 y SS.; C ~ c r n o
Y Oriozco y Orrriz i>i.:ZURIGA. Código Perla1 explicado. G r a n a d a .
1848. 1. ps. 64-65, y III. p. 80: Gnorz~ru).El Código Perzul d e 1870,
concordado y cornerilado, 1. 1 8 7 0 , ps. 3 0 3 y SS., y VIII, 1 8 9 9 .
13s. 388 y SS.. y VIAIIA. Código Perra1 rerorn-iado de 1870. 1. 1890.
p s . 1 9 5 y SS.. y 111. 1 8 9 0 , p s . 6 2 8 y siguientes.
Eri algunas sentencias (ver. por ejeiiiplo. las de 1 4 d e abril
cl? 1887. 3 0 de mayo de 1935. 2 9 de setiembre de 1942 y 2 2 d e
diciembre de 1947) el Tribunal Suprenio h a apreciado l a exi-
niente d e legitima defensa e n casos de legitima defensa p u t a -
tiva. o de exceso por error, e n la intensidad d e la reacción.
subjeti\~izandolos reqiiisitos de l a agresión ilegítima, la nece-
sidad de la defensa -anibos esenciales-. o l a racionalidad del
inedio cnipleado -iriesencial-. Lo niisnio h a sucedido e n algúii
caso de crrencia errónea de clue concurren las cii-cunstancias
q u e sirven d e b a s e a la c a u s a d e justificación del ejercicio le-
gítinio d e u n dc.recho. oficio o cargo. del núiuero 11 del a r t . 8"
deduce u n rnetodo sencillo para la constatación de la
antijuridicidad. Dado que la realización del tipo es
contraria a la norma y que la infracción de u n a nor-
ma prohibitiva es antijuridica en caso de que no in-
terfiera u n precepto permisivo, se deduce que con la
realización del tipo de una norma prohibitiva, la ac-
ción es antijuridica mientras no sea aplicable ningún
precepto permisivo.
Una vez comprobada la realización ciel tipo, la
antijiiridicidad puede ser averiguada por iin procedi-
miento piiramente negativo: mediante la constatación
de cine iio se interfiere ningún precepto permisivo
(causa de justificación).
Este mélodo es aplicable también en los tipos "abier-
tos" o "que necesitan ser completados". sólo que aquí
el juez tiene que conipletar previamente el tipo me-
diante el criterio que se dediice de la ley ("posición
de garante", "cuidado necesario en el tráfico"). Una vez
h e c l ~ oesto, la averiguación de la antijuridicidad se
realiza coino en los tipos "cerrados".
b) La situación es diferente en aquellos tipos "abier-
tos" en que falta u n criterio objetivo para completar el
tipo, como, por ejemplo, en la coacción del art. 240. En
esta disposición se describe como acción típica (entre
otras), la de coaccioilar a otra persona para qiie rea-
lice u n a conducta determinada, nlecliante la arnena-
za con iin nial sensible. Este tipo, tal como está des-
crito en la ley, comprende las acciones más corrientes
--
(sinterici:~9 / 1 / 1899). En toclas i s l a s s i n t r n c i a s e n cltw el 7'ri-
Ijtirial Stipr-eiiio h a al~rc,riadola cxiiric-ntc- sin quc s e d i r r a n en
realiclacl todos s u s prcsiipiic.stos o-jcti\ws. s e t r a t a b a d e cri-
s o s cii q u e c1 s ~ ~ j r ~t ~
o o c l racionalmente
ía criri- clu' s e daba11
los si.~lxiestosclc la c a u s a clr jiistificaci6ii: c s tlrcir. s i trataba
dc casos e n que el crror e r a iilvencibli.
N o me e s posil~lc.iiaturaliiiente. llevar a cabo iin estudio
d c lege.fererida de esta roinpleja iiiateria r n cl reducido m a r -
co clc vstas n o t a s .
d e la vida cotidiana, qiie n o piledeii Sol-mal- parte d c
la "materia d e la pi-ohihición".
El precepto adicional del párrafo 2" del a r t . 240
-según el cual. la coacción e s antijui-idica c u a n d o s e a
1-eprochable el empleo clel medio coactivo p a r a conse-
$tiir el Sin perseguido- contiene sólo iin juicio valorativo
("reprochable"). pero no i i r i purlto de apoyo q u e per-
mita conocer a qiié acciones se hace referencia. La
aritijui-iclicidad tiene que s e r constatada acluí por el
juez mediante iin jiiicio valorativo irldeperidicritc, lo qut.
d a lugar a u n a gran incertidumbre acerca cle lo qiie
esté prohibido. Ver. sobre esto, N i ~ u ~ n s c l - r r i i VI. r~~~,
1)s. 2 7 6 y SS.; O. L. G . B R A r ~ ~ s c r l w N
~ iJcW 57, 639. Has-
ta iin cierto p u n t o cabe decir tai-nhién lo mismo del
a r t . 2 5 3 (chantaje), aunclue el tipo esté a q u í m á s per-
filado (sobre ello, N I E D E R S ( : ~ ~ R I ~liig.
; ~ Ecit.).
N,
5 1. E v o ~ u c r óDEL
~ CONCEI>.I'O DE LO I N J U S 7 1 ' 0
DE LOS TIPOS DO1,OSOS E N LA DOGMÁTICA
15
El argumento que opon? Mis:zci:ri a la conclusión de que
la resolución delictiva. por ser u n elemento c o ~ ~ s t i t u t i vde
o lo
injusto en la tentativa h a de serlo también necesariamente en
el delito consumado. es u n argumento metodológico. Tanto el1
la tentativa como en la consumación. la resolución delictiva
pertenece. según Mr:zc~rz.al tipo de la acción. En el mundo de
la realidad jurídico-penal todas las acciones son finales y esta
estructura ontológica de la acción huiliana no puede ser alte-
rada por el legislador. El juicio desvalorativo de la antijuridicidad
El intento de salvación realizado por E~<;rscr-r (Rittler-
Fc.stschr{ft, p. 174; JT-Festschr. 1, ps. 436 y SS.)-al decir
I > L I C ~recaer.
~ sin enibargo. s i g ú n Mi:zc;r-13. u n a s veres sobre
u n o s e l e ~ i i e n t o sd e la acción y o t r a s sobre otros. La ley e s
s o b e r a n a al elegir el objeto del juicio desvalorativo d e la a n -
tij~ir-idiciclacl.E n la tentativa la resolución delictiva e s u n ele-
niento constitutivo clc lo injusto. inientras q u e e n el delito
consuniatlo el juicio desvalorativo de la antijuridicidad recae
a vcrcs (no sieniprF) rxclusivaincnte sobre el lado objetivo o
externo cir la acción (M~:zc~:n. Leipziger I<orrinzentar. 8" ed.. 1956,
p s . 1 5 y 1 6 y y a a n t e s e n Vonz Sir-rii d e r strutharen Handlung,
J Z . 1952, p. 6 7 5 ) . Este criterio e s el q u e sirve d e b a s e tam-
bien a las argumeritaciones d e E ~ ~ r s cpi ai r a atribuir a la re-
solucióri delictiva i:n la tentativa el carácter de u n elemento
subjetivo d e lo injusto y negarselo. e11 caxlibio. e n la consu-
iilacióii (ver ENGISCI~. Rittler-Festsclir.. 1957. p. 174 y Der Unrechts-
tatbestarid irn Struli-echt. Fesischr-iii Deutscher Juristentag, p. 436).
Baskndose e n el rilisino p u n t o de vista, M~:zcisriy LANCE llegan
a a f inar
, ii - que gran partt. de los elementos subjetivos cle lo injusto
aclmititios por l a doctrina tradicional s o n sólo elenientos s u b -
jcti\.os clc lo iiljusto mientras la accióri s i halla e n el estadio
de l a tentativa, pero no consei-van dicho carácter cuando el hecho
p a s a el estadio d e la consuiiiaci0n (ver Miczci-n. Str-afi-echl. 1.
8" cd.. 1958. ps. 8 9 - 9 0 y Ixipziger- Kor-nrlzeiitui-.ps. 298-99). La
iiiayor parte de os elcnientos subjetivos de lo i i ~ j u s t orepresentan
tina niera anticipación de la protección del derecho. q u e cltie-
cla sin o-jeto al consuinarse el Iiecho. Esto sucede. segúri MEZCEII
y I,nxc~:. e n los delitos de intención. por ejeniplo. e n el hurto. El
á n i m o de lucro e s iin elemento subjetivo de lo injusto mien-
t r a s l a acción s e halla e n la fase de la tentativa. pero deja d e
serlo c u a n d o el delito s e consunia. El juicio desvalorativo d e
la antijuridicidad rccae entonces exclusivamente sobre el lado
externo u objetivo de la acción. Existen. al inisrrio tiempo. siii
e111f~argo.s ~ g í i r lMKZC;[CII y LRNGE, elernentos subjetivos d e lo
irljusto "auti-nticos". e s decir. q u e conservan dicho carácter
d e s p u e s cle la constimación del hecho delictivo. La tendencia
voluptuosa e n los clelitos c o n t r a la honestidad y el ariirn~is
iriiilraricli en el delito de injurias del a r t . 1 8 5 del Código Penal
:ileiiián pertenecen a este grupo.
Estc criterio i~ictodológicode l a independencia y sober:i-
n i a de la ley e n l a elección del objeto del juicio desvalorativo
dc la antijuridicidad. no me parece aclniisible ?n los terniinos
q t ~ ee n el delito consuniaclo " b a s t a " el desvalor del
resultado para el juicio de la antijuridicidad y que sólo
111
El razonaniicnto clr \Vi.:i.zi:i. y los ar-giiinviiios r x p ~ i c ~ s -
tos c'n la nota precedenti son válidos para todo Chdigo I'enal
( , i i q u r s e c>astiguela teritativa d e delito 0 r n clue scAaprcciso
kipreciar la existencia de otros e l e i ~ l ~ n t osu-jcti\los
s cit. lo i r i -
justo. Son validos. por tanto. para el Cócligo Penal español q u e
castiga l a tentativa de delito (art. 3") y e n el q u e l a doctr-ina
h a apreciado la existencia d e nuiiierosos eleinentos subjetivos
de lo injusto (ver l a s n o t a s 13 y 14). E n la definición d e la
tentativa del párrafo 3" del art. 3" no s e nienciona expresamente
la resolución delictiva. pero e s t á implícita e n ella ("da princi-
pio a l a ejecución del delito directaiilente por hechos exterio-
res y no practica todos los actos de ejecución q u e debiera pro-
ducir el delito. por c a u s a o accidente q u e n o s e a s u propio y
voluntario desistiiniento").
Sobre las objeciones. fundamentalmente terminológicas. d e
Ror)nicur-z Mui~oza 1;i posibilidad de que el dolo s e a u n elemento
subjetivo de lo injusto en el Código Penal español. ver nii articulo
Lo iryiislo d e los delilos dolosos eri el del-echo perial espaliol.
separata del "Anuario de Derecho Penal". 1961. ps. 6 6 y siguieil-
tes. A los argumentos allí expuestos cabe añadir aíin la conside-
ración de qiie la conciencia de la antijuridicidad no puede s e r u n
rleinento integrante del dolo e n el Código Penal español - a u n
e n c a s o d e q u e s e concibiese al dolo exclusivamente coino u n a
forina (o grado) de la culpabilidad- a tenor de lo dispuesto e n
el níimero 1" dcl a r t . 9" e n relación con l a s c a u s a s d e justifi-
cación del a r t . 8" (ver la nota 12). Si el autor cree erróneainentr
qut. coricurreri todas las circiinstancias q u e sirven dc b a s e a
Ltnn c a u s a de justificación. c u a n d o r n realidad falta alguna cle
ellas no esencial. no cliiyda excluido el dolo. En estos casos existe
dolo a p e s a r cle cliltr.blta l a corlciencia d e la ar~l~juridiciducl.
(El conocirnierito d e la anl~jiiridicidctde11 la teoría
Coi;r~r)i<n
del delito. ps. 79-80: n o t a s a la traducción del Tratado d e d e -
rccho pcrial cle Mniiriiicrr. l . p s 301 y 5s.. y Una nueva cortcep-
ciór~del clelito. 11s. O 1 y SS.). considera también recieiitrnientc
q u ('~1 clolo. e n sentido d e l a teoría d e l a acción finalista. r s
Lin e l e ~ n ~ n constituti\'o
to de lo irljusto dt. los clclitos clolosos
1. Lo injusto no s e agota en la causación del re-
sultado (lesión del bien jurídico), desligada e n s u con-
3 1. Ei, ~ i r o
5 11. C ~ L I ~ A U I I , YI »VOLLJNTAD:
AL> LA C'IILPABILIDUD
C O M O REPROC'HABILIDAD Y C O M O
CONCEPTO VALOWTIVO
111. EL DESARROLLO DE LA C O N C E P C I ~ N
NORMATIVA DE LA CULPABILIDAD
EN LA D.OGMÁTICA MODERNA
'"~n c.1 ~ i i i ( - i o
clr la ciilpabiliclatl s e s i g ~ i c n1vniei1do r i i
c ~ i e n t a sin
. eni1~;irgo.eleniciltos Frieticos cluc rio son ol!jeto tic
c~oiisitlcracitiiir n los clcincntos aiitcriores del coiicrpto dcl delito.
11~11- (:jc:niplo la concicncia clc 1;i aiitij~iridicitlatly la i n i p ~ i t a -
l~iliclacl.Estos i.lviiiciitos iio 11iic.clcn sci- tr;isl¿iclaclos al tipo y
¿i lo i i q ~ i s t opor razoiics dc cal-;ictcr lógico Ida inipiilabilidncl
c l r la acc,ión aiitijiii-íclica n o p ~ i i d cs e r ri~inc-aIógicai~ic~iitc c.le-
i~iciitocoiistitiitivo clc s u ant ijur-idicidacl. Lo i~iisiiios ~ i c v d ecori
la (*onc~ic.iic,ia (Ir la ai-ili~~iriclicicl;itl. cllie n o p~ii.cles e r elciiieiilo
c~oiistitiitivoclc 1:i ¿iiiti,j~iritliciclatI (le la c-oiiclucla. IAI ciistincioii
clc la \,aloracióii y clc SLI ol?jeto c s posil~lc:y obligada Iógicctrricrit(~.
1x1-o n o ca1)i. i-c.cl~ic.ii- la culpal)ilitlad a la incra vaioi-ación. El
11rol)lt~iii:icoiisistc. iiifIs rluc i n 1;i distiiicitin d r la vuioi-acióri
v sii ol,icXto.i r 1 la iriscrrióli cor-r-cc(cccit. los eleii~ciitosficti(~cis
q u e iiitc>grnii cl olactr) cle la v;ilor;iciOri e n los cii\rc.rsos c.;ii-ar-
t c>i-rscIt.1 tl(,lito.
1 :32 El. NIIISVf) S1S.I'I~:iZ.m 1)I:I. I)l:l<lií , 1 1 0 IJISNAl
1. El aspecto antropológico
Vci- I - I A I ~ M A NEtliik:
.~. Wi:izt;i., Z 60. ps. 428 y siguientes.
5 1. EL CONOCIMIENTO O LA COGNOSCIBILIDAD
DI) LA REALIZACIÓNDEL TIPO COMO ELEMENTO
DE LA REPROCHABlLIDAD
21;
I,n teoría d(.l ctolo i s la d o ~ n i n a r i ten~ la doctrina e s -
pafiola: vtxi-.por ejiiiiplo. ANTONONITA, DCI-echoperiuL. "Partc
genri-al". 1949; ps. 206-207: 11~1,Ros~i,.Der-pcho penal. "Par-
te gcilci-al". 1960. ps. 405-406 y 4 13: Fi:i<i<riiiSAMA. Colnerltar-ios
al C>ócligoI>crlcil. 1. 1946. ps. 2 3 y SS.. y Cuiri.i.o CAI.ON.Ikr-e-
c/io lxnctl. "Partc gericral". 12" cd.. 1456. ps.4 0 9 . 4 1 3 y si-
g ~ i i e n t e s .Corioor,i\ c ~ - c cq u e la regulaciciil de n u e s t r o Código
I - e s p o ~ i dac iiIia roiicc.pción i~iteriiirdinc-ntre la troria dr.1 dolo
La teoría del dolo no puede poner en práctica se-
riamente s u tesis. El dolo requiere u n a conciencia
(percepción o representación) real. actual, de los ele-
mentos del tipo en el momento del hecho. El autor
tiene, sin embargo, raras veces, una conciencia de esta
índole sobre la antijuridicidad y le falta completamente
en los delitos pasionales graves y en los delitos ins-
tantáneos.
El autor "sabe", sin duda, la mayor parte de las
veces, que su hecho es antijurídico, del niismo niodo que
conoce también las reglas de siimar y restar y otras
muchas cosas, aunque no piense actualmente en ellas.
Para la forma de conciencia de1 dolo no basta, sin
embargo, u n "saber" de este tipo, inactual, sólo actua-
lizable, sino que es necesaria u n a conciencia real,
presente, actual.
Si s e quisiera exigir, sin embargo, u n a represen-
tación actual de la antijuridicidad del hecho, e n el
momento de s u realización, apenas habría delitos do-
losos e n este sentido. La teoría del dolo tendria que
conformarse, más bien, con u n "conocimiento" de lo
injusto en el sentido de un "saber" inactual, actualizable
en todo rnomento, pero tendria que tener e n cuenta
entonces que esta forma de "saber" no basta para el
dolo del tipo. El dolo y el conocimiento de lo injusto
requieren psicológicar~~ente dos formas distintas de
conciencia: aquél exige necesariamente la represeri-
2. La teoría de la culpubilidad
Ver DOIINA, lug. cit.; MAUIUCII.A. 'T., ps. 375 y SS.:
t.. Wr:~r:ri,Gr. 122; Hi1r<-ruPdc;y W A I ~ ~JI R A .50. ps. 545 y
S S . : NJW 51. 209: Wrs~jíisr~,SJZ 48. 368, MDR 51, 65: NJW
5 1 . 577; Gutacl~ten,ps. 46 y SS.: Z 67. 196 y SS.; NIESE,
Firialitüt, Vorsalz ~tridFalrrlüssiglceil, 33 y SS.; H. J. Hr~scr1,
Die Lehre ti011 de11 negaiiverl Tatbesta11dsn1erlcn1alen, Bonn,
1969. OLG Stuttgart, DRZ 49, 164; Oldenburg, MDR 50,
690: BGH (salas reunidas) 18/3/ 1952: 2, 194 (= J Z 52.
335): BGH 4, 1.
En gran part.e ya en cl sentido de la teoría de la
culpabilidad, M. E. Mnucr<, 262; Paul Mr.r<rir.:r., Gdr. d e s
SiraJ, 1, 1927: F~?ANK, al-t. 5 9 , 111, 2: V. HII>PEI.,11. 349:
KO~~I,I?AUSC~I-LANGIS, art. 59, 11, 2 h; OGH 2 , 129; 3 . 6 . La
teoría de la culpabilidad ha sido reconocida legalmen-
te en el art. 6" de la Ley penal económica (sobre esto,
Eii. SCIIMIIYI., S J Z 48. 574: 50. 837). en el art. 12 de la
Ley de contravenciones y h a sido propuesta para el f ~ i -
turo Código (art. 2 1 , Proyecto 1960). Ver también el
art. 31 del Código Penal griego; sobre ello Pirir.ii~i~rr)i~;s,
Poirzilca Clrronika, 1954, ps. 325 y ya C~IOIWFAS, Sobre el
corlceplo del dolo (Atenas, 1922) 1, ps. 205 y siguientes.
Sobre la teoría de la culpabilidad en el derecho civil
y en el derecho del trabajo, ver: BAG ( 15/9/ 1954), 1 , 6 y
SS. (79):ENN. -NII'I>ISRIIISY,
ps. 1317 y SS.;NII~PISIUIEY, Der Begrii
des Verschulderis hei schadeiiersatzpJiclliigen I-Iandlungei-i,
Festsclrr. J Alex Meyer, 1954, ps. 9 5 y SS.: y Nib:siz, J Z
56, 457.
.ffl
. La creencia errónea de que concurre u n a cau-
s a de jiistificación es u n caso de error de prohibi-
ción. Tanto si el autor yerra sobre los presupuestos
objetivos o sobre los límites jurídicos de u n a causa
de justificación, como si cree que concurre u n a cau-
s a de justificación que no está reconocida por el de-
recho, en todos estos casos yerra sobre la antijuridicidad
de s u realización dolosa del tipo.
El que hiere a otro porque cree erróneamente que
es agredido por él (legítima defensa putativa), o por-
que cree poder herirlo con el fin de detenerlo (error
sobre los limites del derecho de detención), o porque
cree poder castigar corporalmente al que atenta con-
tra sil honor (creencia cle qiie concurre u n a caiisa de
justificación no reconocida por el derecho) comete e n
todos estos casos unas lesiones corporales dolosas en la
creencia de estar autorizado para ello. No obra con
desconocimiento del tipo, sino sólo en u n error de
prohibición. Esto lo reconoce la opinión dominante en
relación con los dos últimos casos, pero lo niega e n Te-
lación con el primero.
La opinión dominante considera que la creencia
errónea de que concurren los presupuestos objetivos
de u n a causa de justificación excluye el dolo".
Al decir ENGISCH (2 70, 599) que la punición a título
de dolo es "incorrecta", porque la creencia errónea de
clue s e clan las circunstancias que sirven de base a una
causa de justificación produce el efecto de paralizar el
"impulso", que debería derivarse del dolo, para reflexio-
nar sobre la juridicidad del hecho, no tiene e n cuenta
que el dolo -que concurre en el caso concreto- de-
bería d a r ya el inipulso para comprobar la creencia de