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Estrada Paumier
Catedral Metodista
~~ Indice ~~
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ASUNTO: PÁGINA
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~~ Aclaraciones ~~
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~~ Introducción ~~
La Trinidad es una de las doctrinas cardinales del cristianismo desde su mismo
comienzo. Tal como ocurre con la resurrección y otras doctrinas centrales del
cristianismo, el negar, degradar o distorcionar esta doctrina será también atacar al
corazón mismo de la enseñanza bíblica.
La dificultad al comprender esta doctrina parte de que muchos no entienden que
todo lo relacionado con el ser y los atributos de Dios está envuelto en un misterio
por causa de la misma naturaleza de la Deidad. Dios, por ser infinito en todos Sus
aspectos es que se hace incomprencible para nuestras mentes finitas, de manera
que el conocimiento que podemos adquirir de Él es limitado. No solo no podemos
comprender totalmente cómo Dios puede ser uno solo y sin embargo subsistir en
tres personas, sino que tampoco podemos entender a ciencia cierta cómo es que Él
pudo haber existido siempre sin haber tenido un principio y sin tener un fin
(eternidad), o cómo es que se las arregla para estar totalmente en todos los
lugares y a la misma vez (omnipresencia), y que decir de Su capacidad infinita para
hacer todas las cosas (omnipotencia), ect.
De esta forma entendemos que no solo la triunidad de Dios es incomprecible para
el raciocinio humano o de cualquier criatura, sino que todo lo referente al carácter y
cualidades divinas se torna dificil para nuestra comprención. Si bien no entendemos
a plenitud, tanto la trinidad como las demas características, eso no significa que no
podamos tener aunque sea un mínimo de comprención con respecto a estas. Sí
podemos entenderlas pero no completamente. De la misma manera que en un vaso
no cabe una piscina llena de agua, así en nuestra mente finita no puede caber un
Dios infinito. Por ejemplo, sabemos que Dios es eterno, todopoderoso, inmutable*,
omnipresente* y omnisciente* pero no sabemos como. O sea, sabemos el qué pero
no el cómo. Así pasa también con la trinidad.
A pesar de esto, si alguno insiste enfermizamente en querer entenderlo todo con
su en su limitada mente humana no consegirá mas que abrirse a la posibilidad de
caer en una erronea comprensión de la doctrina y hasta en su negación, puesto que
nunca consegirá un completo entendimiento. Esto presisamente es lo que les ha
ocurrido a los ruselistas, que quieren razonar a Dios con sus mentes humanas y
creen que pueden entender todas las cosas a cabalidad. Pero la actitud correcta es
aceptar con una fe sencilla y un corazón humilde lo que nos enseñan claramente las
escrituras aunque no las comprendamos totalmente. Esto, sin embargo, no significa
que no las estudiemos para, poco a poco, ir logrando un mayor y mejor incremento
de nuestro conocimiento de Dios y Sus atributos, sino que por el contrario nos
anima a estudiarlas más y más a fin de comprenderlas mejor. Recordemos que
ahora vemos por espejo, oscuramente; pero entonces veremos cara a cara.
Ahora conosco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido (1cor
13:12).
El pensamiento trinitario ha sido atacado desde principios de la era cristiana y de
diversas maneras. Se fue haciendo necesario formular una doctrina en donde se
registrara el entendimiento ortodoxo del pensamiento trinitario ante el ataque cada
vez más recio de sus oponentes, los cuales atacaban diversos aspectos de la
doctrina. El aspecto que más oposición sufrió siempre fue el referente a la deidad
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de Cristo. Personas como Arrio, el cual tuvo muchos segidores en el siglo tercero de
la era cristiana, entre otros muchos, no aceptaban que el Verbo (o sea Cristo) fuera
co-igual al Padre, y ademas no podian entender como era posible que Él fuera a la
vez humano y divino.
Para el año 325 d.C, en el Concilio de Nicea, ya se estaban debatiendo
fuertemente estos y otros aspectos referentes a la deidad de cristo. Si alguno
escudriña en la historia la vida de Arrio se dará cuenta que las doctrinas de los
testigos de Jehová son casi totalmente coincidentes con las de este. Muchos otros
desde ese entonces y hasta ahora han tenido extraños conceptos de Cristo y de la
trinidad en general. Por esta razón se hizo necesario formular la doctrina que
defendiera la enseñanza bíblica trinitaria. Es válido aclarar que si bien la palabra
''trinidad'' no aparece en las Escrituras, sí aparece su contenido.
Antes de pasar a la exposición de la doctrina como tal considero necesario
diferenciar el verdadero concepto de la Trinidad de otros conceptos falsos y
degradados, que a veces, por parecerse al tradicional, hayan aceptación entre
muchos miembros de nuestras iglesias cristianas.
escencia, sin embargo creen que existe una especie de jerarquía entre ellos. Sería
algo así: el Padre es DIOS, el Hijo es Dios y el espíritu santo es dios, negando así
su co-igualdad. Recuerdo que en una ocación le pregunté a un harmano en un
retiro de jóvenes ¿Qién de las tres personas es Jehová; el Padre, el Hijo o el
espíritu santo? A lo que me respondió -''él Padre; por supuesto''- y luego de
conversar con él no quería aceptar que Jehová debe ser el nombre de los tres. En
efecto, si solo existe un Dios y se ha revelado así mismo, entre otras formas, como
Jehová, entonces debe ser el nombre de los tres si en verdad son co-iguales y uno
en escencia. Esto demuestra que muchos no tienen ni siquiera un concepto definido
de la Trinidad.
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PUNTO 1. SU IDENTIDAD.
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Ahora bien, hemos visto este verso en nuestra versión Reina Valera, pero si
vamos al original, en el griego, veremos mas claramente como el énfasis pesa
sobre la ultima cláusula.
Dice así: En (el) principio era el Logos, y el Logos era con Dios, y DIOS
ERA EL LOGOS. (El énfasis es mío)
Aquí la expresión Logos es el equivalente griego de la palabra hebrea Verbo. Si
sustituimos Logos por Verbo en la misma versión griega quedaría así:
En (el) principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y DIOS ERA EL
VERBO. (El énfasis es mío)
Como dije, le énfasis cae sobre la última cláusula denotando que la fuerza del
verso está en decir: “el Verbo es Dios”. Miren en que forma tan maravillosa el texto
resume la Trinidad: El Verbo que era en el principio estaba en compañía de Dios
(Padre y Espíritu), y a la vez compartía Su divinidad.
A los ''testigos'' no les gustó lo que dice este versículo, pues contradice su
manera de pensar, y ''resolvieron'' el problema añadiendo el pronombre indefinido
un en la última cláusula en su traducción Nuevo Mundo; quedando así:
“En [el] principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un
dios” (énfasis mío).
Ahora si esta resuelto el problema -pensarían ellos-. Ahora en sus ''Biblias'' el
Verbo no era Dios, sino un dios.
Déjenme destacar que al traducir esto así en su versión contradicen un
señalamiento que hacen al principio de sus propias ''Biblias'', que dice que toda
palabra o artículo que no se encuentre en los manuscritos originales, no formando
parte de las Escrituras, será encerrado entre corchetes o paréntesis. Vemos que el
articulo indefinido un, que no aparece en el original, no esta entre corchetes como
es el caso del articulo definido el. Está muy claro que ellos quieren hacer pensar
que dicho artículo forma parte de las Escrituras, pero cualquiera que escudriñe este
verso en cualquiera de las Fuentes originales del griego comprobará que ha sido
una abierta y pretenciosa añadidura a las Escrituras; cosa que saben bien claro los
participantes en la creación de esta traducción, aunque no así la mayoría de sus
miembros. Mas adelante veremos como incumplen este punto en otras ocasiones.
Derribando Argumentos
Por ejemplo, al decir que YAHVEH es el único Dios verdadero se está tildando
irremediablemente de falsos a todos aquellos otros que en la Biblia se les llama
dios, por cuanto no existe un término medio entre verdadero y falso. O se es lo uno
o se es lo otro. Entonces usted podría preguntarles ¿Es pues, Jesucristo, un dios
falso ya que no es el verdadero? Observe la reacción de ellos a dicha interrogante y
espere, de seguro, un sinnúmero de pretextos carentes de sentido.
Así por el estilo tratan de justificarse con pretextos aun más tontos e
inconsistentes que esos; pero con un buen conocimiento de la Palabra y un poco de
sentido común usted les refutará fácilmente.
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Una se las dificultades más grandes con que se se topan los detractores de la
trinidad y, en especial de la deidad de Cristo, es precisamente que las Sagradas
Escrituras llaman Dios a jesús, y no en un sentido despectivo sino afirmando Su
deidad. Esta realidad es tan fuerte que los ruselistas se han esforzado al máximo
por despojar cada uno de estos pasajes de su sentido original y verdadero. Tal es
así que en su traducción Nuevo Mundo los han plasmado con una carencia total de
todo vestigio de deidad hacia Cristo. Han forzado cada texto a decir lo que ellos
quieren que digan de Cristo. A pesar de esto los pasajes bíblicos siguen afirmando
con toda su fuerza la deidad de Jesucristo.
Existen innumerables pasajes en que se le llama Dios al Verbo además del ya
mencionado Jn 1:1, los cuales analizaremos por orden bíblico, desde el AT hacia el
NT.
Is 9:6 “Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el
principado sobre su hombro. Se llamará su nombre ‘Admirable consejero’,
‘Dios fuerte’, Padre eterno’, ‘Príncipe de paz’. De ahí de que los testigos digan
que el Verbo no es Dios sino dios fuerte. Como dicen ellos ‘Él es dios fuerte, no
Dios todopoderoso que es Jehová, y en ningún pasaje de la Escritura se le llama a
Jehová: dios fuerte ni a Jesús: todopoderoso. Cuán equivocados están porque en
algunos pasajes bíblicos se le llama a YAHVEH "Dios fuerte" (o Dios poderoso que es
lo mismo) y no exactamente "Todopoderoso". Tenemos algunos ejemplos en Pr
23:11; Is 1:24; Is 44:8; Sal 89:8; Ap 18:8. Me llama mucho la atención este verso
de Is 44:8 donde dice YAHVEH que NO CONOCE otro Fuerte que no sea Él mismo. Si
YAHVEH no conoce otro fuerte ¿Quién es Jesús para que sea llamado así?
Hallamos que al menos en un pasaje se le llama Todopoderoso a Jesucristo, Ap.
1:8, aunque los testigos digan aquí (sin base alguna, claro esta) que esto lo dijo el
Padre. Nótese que el lenguaje es el mismo que en Ap. 1:17-20 donde es Cristo
mismo quien habla.
Jn 20.28. Tomas le llama “Señor mío y Dios mío”. Aquí los falsos testigos
pudieran decirle, entre otras cosas, que esto fue una exclamación de Tomas
dirigiendo estas palabras al Padre. Pero esto se derrumba por si mismo cuando
vemos que dice: Tomas le dijo (a Jesús). Si en su lugar hubiera dicho “Tomas dijo”
quizá podría caber la interpretación de ellos; pero afortunadamente no es el caso.
vez de decir Dios. Por supuesto que a los falsos testigos les gustó mas la segunda
manera de decirlo y así lo tradujeron en su versión, para que halla así menos
evidencia de la deidad de Cristo, y al mismo tiempo que parezca menos fiel la otra
interpretación. Pero como nosotros no tenemos ese problema de atribuirle lo mismo
al Padre y al Verbo podemos encontrar las dos interpretaciones indistintamente en
nuestras versiones.
1Jn 5:20. “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado
entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el
verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida
eterna” Aquí la interpretación que le dan los ruselistas es que ''estamos en el
verdadero (o sea en Dios) a través de su Hijo Jesucristo'' y que la expresión: “el
verdadero Dios y la vida eterna” se refieren al Padre. Sin embargo podemos notar
que los términos: “verdadero” y “vida eterna” se le atribuyen al Hijo en muchas
ocasiones en la Escritura al igual que al Padre; de modo que la expresión: “el
verdadero Dios y la vida eterna” se le pueden aplicar al Hijo (y de hecho aquí se le
aplica a Él) y al Padre indistintamente en este verso.
He 1:8 Pero del Hijo dice: Tu trono, Dios, por los siglos de los siglos.
Cetro de equidad es el cetro de Tu reino. He aquí un verso clave, en el cual es
el Padre mismo quien llama Dios a su Hijo. Yo preguntaría a los Testigos: - Ya que
ustedes dicen que solo el Padre es el dios verdadero ¿Acaso el Padre está
queriendo decir aquí que Su propio Hijo es un Dios falso? - es obvio que no -. Sin
embargo, la solución que ellos le dan al problema es, como de costumbre, una
erronea traducción del texto. En este caso es ridícula y totalmente apartada del
original.
Vean su traducción: "Dios es tu trono para siempre...". Sus prejuicios los ciegan
a tal punto que, por no aceptar que los versículos en relidad apoyan la deidad de
Cristo, llegan a hacer traducciones tan carentes de sentido como esta; ¿Cómo es
posible que Dios pueda ser el trono de alguien? Dios no es trono de nadie en ningún
sentido ni esta forma de vertir el texto tiene lógica alguna como podrán darse
cuenta. Por más que alguin se esfuerse en interpretar esta frase no dará con
significado lógico alguno.
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Tambien el caso de este texto que, si bien no llama directamente Dios a cristo,
si le atribuye divinidad.
Col 2:9 a Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la
divinidad... si Cristo no fuera Dios en ninguna manera esto podría ser posible.
Analicen bien el texto y comprueben la fuerza que cobra la frase "toda la plenitud
de la divinidad" .
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PUNTO 3. SU AUTORIDAD.
Una prueba consistente de la deidad del Verbo es que se toma facultades que
solo la Divinidad puede ejercer, actuando así como Dios mismo. Veamos unas
cuantas de ellas.
PERDONA PECADOS.
Mr 2: 1-12. “¿Por que habla de este modo? Blasfemias dice. ¿Quién
puede perdonar pecados, sino solo Dios?” Esa era la expresión de los
ofendidos escribas y fariseos ¡y con mucha razón! En efecto, nadie que no sea Dios
puede perdonar pecados pues solo contra Él pecamos (Sal 51:4). Eso lo sabían muy
bien sus enemigos. Alguien podría perdonar los actos que se hacen contra sí, pero
en ninguna manera puede perdonar los que se cometen contra Dios; esto solo
puede hacerlo Él mismo. Este era el caso del paralítico, él había pecado contra Dios
y Cristo perdonó esos pecados y lo demostró librándolo de la enfermedad que
llevaba por ello. En otros pasajes también se le atribuye el perdón de pecados: Hch
26:18: Col 2:13 y 3:13; . Sin embargo en toda la Escritura a quien vemos
perdonando pecados es a Dios mismo (Ex 34:6-7; Neh. 9:17c; Sal. 103:3; Dn 9:9;
entre otros muchos).
BORRA DEL LIBRO DE LA VIDA.
¿Que criatura es aquella que puede escribir o borrar del libro de la vida, sobre el
cual solo Dios tiene potestad para alterar su contenido? Ciertamente, si Dios es el
dueño de la historia, el Creador de la vida, solo Él puede hacer cambios en ese
libro. Pero en Ap. 3:5 veamos lo que Cristo afirma: “El vencedor será vestido
de vestiduras blancas, y no borrare su nombre del libro de la vida, y
confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.”
(Énfasis mío). Si en verdad puede borrar ¿Quién asevera que no pude también
escribir? Eso seria tan absurdo como si usted tuviera una libreta en la cual solo
pude borrar y no escribir. En las Escrituras a quien vemos escribiendo o borrando
en dicho libro es al mismo YAHVEH (Ex 32:32-33). Además no solo el Verbo escribe
en dicho libro sino que es su libro según Ap 13:8.
SEÑOR DEL SABADO.
¡Valla! ¡Que osadía la de Jesús al autoproclamarse Señor del sábado siendo solo
una criatura y no Dios! ¿Acaso no debería ser YAHVEH el Señor del sábado, debido a
que fue quien lo creó, lo bendijo y lo santificó? (Gn 2:1-3; Ex 20:11; etc.).
PISA EL LAGAR DE LA IRA DE DIOS.
En el AT quien siempre se lee que es YAHVEH Dios mismo quien pisa el lagar de Su
ira, como dice Él “He pisado Yo solo el Lagar...”(Is 63:3a) y “(...)su sangre
salpicó mis vestidos y manché todas mis ropas” (v 3b). Véase también Lm
1:15; Ap. 14:20. Sin embargo en Ap. 19:15c dice: “Él (Jesús) pisa el lagar del
vino del furor y de la ira del Dios todopoderoso”. ¿Cómo puede ser esto si ya
vimos en Is 63:3ª que YAHVEH lo hace SOLO? La única respuesta es que Cristo,
como Dios que es, tiene esa autoridad.
RECIBE EL ESPIRITU DE LAS PERSONAS.
En el AT, comenzando por el libro de Génesis cap. 2 v7 dice que “Entonces
YAHVEH Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz
aliento de vida y fue el hombre un ser viviente”. Siempre nos vamos a topar
en toda la Biblia que Dios fue quien dio el espíritu de vida al hombre. En Eclesiastés
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12:7 dice hablando de la muerte del hombre: “... el polvo vuelva a la tierra,
como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio”. ¡Es lógico! Si Dios dio el
espíritu al hombre es Él quien debe recibirlo, puesto que es a Él a quien se debe.
Sin embargo es interesante notar como en el NT, en el libro de los Hechos, al
menos en esta ocasión, se nos presenta a Jesucristo recibiendo el espíritu humano
lo mismo que el Padre. En el cap. 7 se narra la defensa y muerte de Esteban, pero
en el verso 59 se lee: "Mientras lo apedreaban, Esteban oraba y decía: 'Señor
Jesús, recibe mi espíritu". (Énfasis mío) Y no solo esto sino que vemos a este
siervo orar a Cristo diciendo las mismas palabras que Él usó el Señor en la cruz
cuando oró al Padre diciendo: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado”
(v.60). Surge de nuevo la pregunta: ¿Quién, sino Dios, tiene potestad de recibir el
espíritu humano?
REPRENDE Y CASTIGA A LOS QUE AMA.
Ap. 3:19 “Yo (Jesús) reprendo y castigo a todos los que amo(...)” Miremos
cuantas veces lo dice YAHVEH en el AT: Job 5:17; Sal. 94:12; y el clásico Pr. 3: 11-
12. Y en el NT en He.12: 5-6, que es una cita del texto de Pr pero en la versión
LXX.
PIDE QUE EJERZAN FE EN ËL COMO EN DIOS.
Jn 14:1 “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios creed también en
Mi.” Es un claro mandato de Jesús que tengan en Él la misma fe que en el Padre;
lo cual se expresa en la forma imperativa ‘creed’ de la misma manera que ‘id’ por
todo el mundo... No es una mera sugerencia sino un mandato. Cristo refleja aquí la
importancia de la fe en Él, pues de ello depende la salvación.
JUZGA.
En Jn 5:22 dice que “ el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio ha
dado al Hijo” (Énfasis mío). Así de esta forma el apóstol Juan declara que el Hijo
mismo tomara todo el juicio que el Padre dijo, en el AT, que iba a efectuar (Gn.18:
25; Dt. 32:36; 1Cr. 16:33; Sal. 9:8; 75:7; 96:13; Ec. 3:17; 11:9; Ez. 18:30; Jl
3:12). Esto es lo que dice en todo el AT y gran parte del NT. Pero ahora nos
acostumbramos en el NT a la idea de que Dios va a juzgar el mundo, pero en
Jesucristo (Ro.2: 16). ¿Qué significa esto? Pues que Dios, el Verbo mismo, juzgara
a todo el universo. De otra manera habría contradicción debido a que Dios dijo que
iba tomar el juicio Él mismo.
Estas son algunas de las prerrogativas divinas a las que Jesús hace uso
demostrando así Su deidad y Su potestad absoluta de hacer uso de la autoridad y
el poder divinos como suyos propios.
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PUNTO 4. SU DIGNIDAD.
Dicha honra le es atribuida, entre otras cosas, en Ap. 5:12; y por si alguien duda
que sea la misma honra de Dios. Véase Ap. 5:14 en donde se le atribuye, tanto al
que esta sentado en el trono (el Padre) como al Cordero (el Hijo).
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Dios es un Ser sin igual en toda su naturaleza y sus perfecciones. La palabra que
más lo define, a mi entender, es Infinitud. La razón por la que Dios es único en
toda la existencia es por que es infinito en todo su Ser; es decir, Él es Alguien que
no tiene límites de ninguna clase. Tampoco posee límites en cuanto a Sus
características, a las cuales llamamos Atributos, las que por ser infinitas y
totalmente buenas se les llama también Perfecciones. Ahora bien, ¿Cuáles son esos
atributos o perfecciones que caracterizan al Ser divino? Vamos a enumerar algunas
de ellas y decir brevemente en que consiste cada una.
1- Eternidad: es la infinitud en cuanto al tiempo. Dios por no tener principio ni
fin de días, ni vivir con las limitaciones del tiempo es que es Eterno. Este atributo
incluye la Antigüedad (también llamada Preexistencia) y la perpetuidad (en
ocasiones llamada eternidad). En el sentido de esta última se le ha llamado
‘eternos’ a algunas criaturas que tuvieron un principio pero tendrán una eternidad
condicional (perpetuidad) por la voluntad de Dios mientas vivan de acuerdo a Su
santidad. La palabra eternidad tiene dos sentidos: eternidad con un principio o
perpetuidad, y la eternidad sin principio ni fin (que es la de Dios). A esta última se
le ha determinado Sempiternidad; o sea, Dios es Sempiterno porque no tiene
principio ni fin de dias. Según el Auxiliar Bíblico Portavoz, la eternidad de Dios “...
sencillamente, significa que Dios esta absolutamente libre de las tiranías del
tiempo. En Él no hay pasado ni futuro, sino un eterno presente sin fin. El tiempo ni
lo condiciona ni lo limita”. Dt 33:27; Sal 90:2.
2- Omnipresencia: es la infinitud en cuanto al espacio. Significa que Dios está
en todo lugar al mismo tiempo en la totalidad de Su ser, sin expansión,
estiramiento, multiplicación, división o fragmentación. Esta característica es
exclusiva de Dios. Una mala interpretación de este atributo ha dado lugar al
‘panteísmo’ que afirma que todo lo que existe es Dios. Sin embargo, aunque Dios
está presente en todo lo que existe y en todo lugar del universo, está al mismo
tiempo definidamente separado de todo. Este atributo se refleja en 1R 8:27; Sal.
139:7-12; Jer 23:23-24; Hch 17:27-28a.
3- Omnisciencia: es la infinitud en cuanto a sabiduría, inteligencia y
conocimiento. Dios todo lo sabe; conoce todas las cosas pasadas, presentes y
futuras sin haberlas aprendido en algún momento. No hay un detalle en todo el
universo que pase inadvertido ante Él. Sal 139:2b; 147:4,5; Pr 15:3; Is 40:28; He
4:13; Mt 10:29; etc.
4- Omnipotencia: es la infinitud en cuanto a poder. Significa que Dios tiene el
poder y la capacidad de hacer todas las cosas sin esfuerzo o trabajo alguno. La
Palabra lo define cuando lo llama el Dios Todopoderoso o el Omnipotente. Gn
18:24; Ap. 19:6, etc.
5- Inmutabilidad: es la infinitud en cuanto a la perfección de Su carácter.
Debido a que Dios es un ser infinitamente perfecto y virtuoso, totalmente santo y
bueno, es que nunca ha cambiado ni lo hará. Veamos como lo define el Portavoz:
‘Dios es inmutable. Resumido en una oración, esto significa que Dios nunca está en
desacuerdo consigo mismo. Puede en determinados momentos cambiar Su trato
con los hombres de una dispensación a otra, pero Su carácter divino permanece
constante. Este es un atributo vital de Dios. Por ejemplo, una persona solo puede
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cambiar en dos sentidos. Puede pasar de mejor a peor o de peor a mejor. Pero es
impensable que Dios pudiera ir por ninguno de estos caminos”. Sal. 102:25-27;
Mal 3:6; Stgo 1:17.
He tratado de explicar en que consiste cada uno de los atributos para que halla
una buena comprensión de ellos. Ahora podemos ver como en la Biblia se refleja
también que el Hijo posee estos atributos divinos:
1- Eternidad.
Preexistencia (existía antes de Su encarnación). Lc 1:36; Jn 1:27,30;
6:51,61-62; 8:58; 17:5.
Eternidad. Pr 8:29-30a; Is 9:6; Miq 5:2; Jn 1:1,3; Col. 1:16-17; He 1:2,10.
2- Omnipresencia.
Mt 18:20; 28:20; Jn 14:20; 2Co 13:5; Ef. 4:10 compárese con Jer 23:23,24.
3- Omnisciencia.
Lo sabe todo. Jn 21:17; Col 2:2-3.
Conoce el corazón y pensamiento humanos. Jn 2:24-25; 6:64; 16:30.
Conocía el complot de Judas. Jn 6:70; 13:11.
Sabía el paradero de Natanael. Jn 1:48.
Conocía los problemas de sus discípulos. Lc 9:46-47.
4- Omnipotencia. Mt 18:28; Jn 5:19-21; Ap. 1:8 compárese con Ap. 22:12-13.
Su poder sobre la enfermedad. Mt 8:1-4; Lc 4:39.
Sobre los demonios. Mt 8:16-17; 28:32; Lc 4:35.
Sobre los hombres. Mt 9:9; Jn 17:2.
Sobre la naturaleza. Mt 8:26.
Sobre el pecado. Mt 9:1-8.
Sobre las tradiciones. Mt 9:10-17.
Sobre la muerte. Lc 7:14-15; 8:54,56; Jn 11:4.
5- Inmutabilidad. He 13:8.
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PUNTO 7. SU NOMBRE.
Es posible que los russelistas le digan: ‘en ninguna manera Juan Bautista
preparaba camino a Jesús, sino a Jehová’, para de esta manera no identificar a
Jesús con el nombre divino. No obstante usted puede verificar y demostrarles que
sí era a Cristo a quien el Bautista preparaba camino siguiendo el contexto del
pasaje, en el cual se ve siempre a Juan predicando a Jesús (no a Jehová) diciendo:
yo a la verdad os bautizo con agua, pero viene Uno más poderoso que yo,
de quien no soy digno de desatar la correa de Su calzado... (Lc 3:16), y otra
vez: ¡Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! Este es de
quien yo dije: “después de mí viene un hombre que es antes de mí, por que
era primero que yo.” (Jn 1:29b,30), etc. El solo hecho de decir: ‘detrás de mí
viene uno...’ ya deja claro a quién estaba preparando camino Juan el bautista. En
verdad Jesucristo era ese YAHVEH a quién Juan Bautista preparaba camino y del cual
no era digno de desatar la correa del calzado.
A todas estas es probable que los falsos testigos le quieran hacer creer a toda
costa que Juan vino a preparar camino a YAHVEH y no a Jesús alegando que: ‘el
preparar camino al enviado de Jehová era prepararlo a Jehová, sin que Jesús
mismo sea Jehová’. Pero esto es completamente absurdo si tenemos en cuenta que
la fuerza del texto bíblico está en revelar que el Señor a quien el Bautista preparaba
camino, según la LXX, no era otro que el YAHVEH del mismo pasaje de Is 40:3 en el
texto hebreo. En ambos casos la Escritura dice Preparad camino al Señor o a
YAHVEH y nunca a Su enviado. Al mismo tiempo daba testimonio de Jesús en todos
los casos. Siempre que vemos al Bautista hablando es acerca del Señor Jesús.
Además podemos mencionar un sinnúmero de pasajes bíblicos en los que se
reconoce a Jesucristo como el Señor, lo cual no es tan necesario exponer pues los
mismos ‘testigos’ lo reconocen; ¿Cuánto más nosotros?.
El Salmo 68 es uno que exalta la grandeza de YAHVEH, el Dios del Sinaí y del
Santuario. Si usted lee el Salmo puede verificar que en todo el Salmo se esta
hablando de YAHVEH. En el verso 18 se dice de Él: “ Subiste a lo alto, tomaste
cautivos. Tomaste dones de los hombres, también de los rebeldes, para
que habite entre ellos YAH Dios”.
En Ef. 4:8 el apóstol Pablo atribuye a Jesús la primera parte de este texto en la
versión LXX (que era la mas empleada en ese tiempo y que Cristo cito todas las
veces que iba a emplear las Escrituras) en la cual dice: “ Subiendo a lo alto,
llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres”. Para que conste que
lo refiere a Jesús véase el contexto, los versos 9-12, donde se dice mas claramente
que Este que subió era el mismo que antes había descendido a las partes mas bajas
de la tierra (lo cual dice de su encarnación; aunque otros lo entienden como una
referencia al sepulcro). ¿Quién bajó y subió a lo mas alto sino el Hijo del hombre?
¿Quién descendió en Su humanidad y en Su condición de humillación y
servidumbre? Y ¿Quién luego ascendió a lo mas alto de la gloria, a la diestra del
Padre para llenarlo todo?
Sin duda alguna la respuesta a la interrogante inicial y a todas las demás es:
Jesucristo.
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Esta aplicación de Zac. 12:10 al verso es una de las pruebas más grandes de que
el Verbo es YAHVEH mismo. Dice así este texto:
“Pero sobre la casa de David y los habitantes de Jerusalén derramaré mi
espíritu, espíritu de gracia y de oración. Mirarán a Mí, a quién traspasaron,
y llorarán como se llora por el hijo unigénito, y se afligirán por él como se
aflige por el primogénito”(Énfasis mío). Nótese antes que quien está hablando
en todo el capítulo es YAHVEH.
Si leemos en el NT, en Jn. 19: 31-37, donde se habla sobre el costado de Jesús
traspasado, veremos como el autor, para probar que esta era una profecía bíblica
sobre Jesús, le atribuye el anterior pasaje de Zac. 12: 10 pero en la versión LXX,
que en lugar de decir “... mirarán a Mí a quién traspasaron” se lee: “...
mirarán al que traspasaron”. Así en el AT YAHVEH dice que mirarían a Él a quien
traspasarían, y Juan en el NT dice que fue a Jesús al que traspasaron físicamente
con la lanza en su costado y espiritualmente con las acciones, palabras y
negaciones hacia Él. Juan está reconociendo categóricamente que Cristo era aquel
YAHVEH a quien traspasarían. Si vamos mas a fondo en el pasaje de Zacarías
podemos notar que al mirar al que traspasaron “se afligirían como por hijo
primogénito” y “llorarían como por hijo unigénito”. Yo pregunto: ¿A quién se
refiere la Escritura en el NT con los términos Unigénito y Primogénito de Dios sino a
Cristo?. ¿Acaso no hubo llanto y aflicción por Él en su muerte?. ¡Cuán claro hablan
las Escrituras!
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