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Autor: Angel J.

Estrada Paumier
Catedral Metodista

~~ Indice ~~
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ASUNTO: PÁGINA

Propósito del estudio..................................................................................Pag. 3


Aclaraciones...............................................................................................Pag. 4
Introducción................................................................................................Pag. 5
A) Concepto cristiano de la Trinidad......................................................... Pag. 6
B) Conceptos errados de la trinidad...........................................................Pag. 6
Sección 1: LA DEIDAD DEL VERBO................................................................Pag. 8
Punto. 1- Su Idntidad.................................................................................Pag. 8
Punto. 2- Es llamado Dios en las Escrituras.............................................Pag. 11
Punto. 3- Su Autoridad..............................................................................Pag. 14
Punto. 4- Su Dignidad...............................................................................Pag. 16
Punto. 5- Sus Atributos.............................................................................Pag. 19
Punto. 6- Sus afirmaciones.......................................................................Pag. 21
Punto. 7- Su Nombre................................................................................Pag. 22
Punto. 8-

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~~ Propósito del Estudio ~~


El propósito de este material es proveer una fuente de análisis sobre este tema
tan complejo, debatido, y atacado sobre todas las cosas, que es la doctrina de la
Trinidad. Como no se dispone de muchos materiales para la documentación sobre el
tema en cuestión he decidido exponer mi experiencia personal referente al estudio
de la misma, sabiendo que en el pueblo de Dios hay necesidad de tratar lo
referente a esta doctrina por la oposición que enfrenta en estos tiempos por
algunas falsas doctrinas, en especial los así llamados “testigos de Jehová”, que son
los que más se han dedicado a detractar esta doctrina tan fundamental.
Este estudio en su totalidad estará confeccionado específicamente para
contrarrestar los falsos y bien elaborados argumentos de que hacen uso este grupo
sectario. De manera que usted hallara que en este material siempre me estaré
refiriendo a los testigos de Jehová; mejor llamados "Ruselistas" (seguidores de
Russel), y la razón por la cual lo hago tan especifico es por la abundante
diseminación de este grupo anticristiano en nuestro país. Siendo así que
dondequiera que hay una iglesia cristiana, en cualquier provincia o municipio de
nuestro país, se verán atacadas sus doctrinas, en especial la Trinidad, por estos
falsos testigos.
A menudo los cristianos son cuestionados por personas de este grupo religioso, y
en la mayoría de los casos muchos son los que quedan como avergonzados ante
ellos al no tener respuesta a sus pretenciosas y “bien elaboradas” preguntas. Les
cubre una sensación de incertidumbre hasta el punto que pueden llegar a sentir que
han estado en el camino equivocado y no faltan quienes desertan y se unen a ellos.
La verdad es que sus doctrinas son inconsistentes y bíblicamente
infundamentadas, y a las claras, cualquier cristiano que lleve poco tiempo en el
evangelio se dará cuenta que toda su extraña teología es contraria a la enseñanza
bíblica. Lo que pasa es que ellos son muy buenos en esto de emplear con astucia
las artimañas del error (Ef. 4.14c) y en tergiversar los textos bíblicos, sacándolos
de su contexto de una manera tal que logran confundir. Todo esto sin contar el
fuerte respaldo que tienen de las fuerzas de las tinieblas desde sus mismos
orígenes. Pero en definitiva no es mas que engaño.
Mi propósito en esta hora es exhortarle que no se deje intimidar ni engañar por
sus doctrinas aparentemente bíblicas, sino estudie las Escrituras, prepárese en
oración y ayuno, sin temor de ellos y verá que sus argumentos se destruyen por sí
mismos. La mentira nunca prevalecerá sobre la verdad ni las tinieblas sobre la luz,
pues vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que
esta en nosotros que el que esta en el mundo (1Jn 4:4). Por tanto, no os
amedrentéis por temor de ellos, ni os inquietéis. Al contrario, santificad a
Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para
presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os
demande razón de la esperanza que hay en vosotros (1P 3:14c,15).
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~~ Aclaraciones ~~

1. Si va a estudiar este material buscando en el un trabajo de erudición o


profesionalidad alguna, por favor, no se moleste, porque realmente no fue ese
mi objetivo, sino exponer, con toda humildad, los conocimientos adquiridos al
estudiar las Escrituras y la doctrina.

2. Nunca pretendí decir la ultima palabra en cuanto al tema ni agotarlo totalmente,


aunque sí hice lo posible por decir todo lo que he podido aprender.

3. Jamás anteponga el estudio del material al de las Escrituras, ni mucho menos


sustituya el estudio de estas al de dicho material. Todo lo contrario.

4. No utilice los versículos bíblicos fuera de su contexto, ni aun para apoyar la


doctrina; pues de otro modo estaría haciendo usted lo mismo que los falsos
testigos de Jehová.

5. En el presente estudio estaré usando siempre el nombre divino YAHVEH en vez


de Jehová, puesto que los eruditos y los estudiosos han llegado al acuerdo de
que debe ser la pronunciación original y verdadera del Nombre, y que la voz
“Jehová” es la forma degradada y cambiada en que ha llegado hasta nosotros
hoy el Nombre divino. Solo usaré “Jehová” al referirme a los falsos testigos y a
sus afirmaciones textuales.

6. Si no denoto lo contrario, todas las citas serán tomadas de la versión Reina-


Valera del 1995.

7. Al final de cada capítulo pongo a su disposición la sección "Derribando


Argumentos" que tiene como fin refutar y destruir los falsos argumentos con
que los Ruselistas intentan confundirnos, en lo referente al capítulo que se ha
tratado.
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~~ Introducción ~~
La Trinidad es una de las doctrinas cardinales del cristianismo desde su mismo
comienzo. Tal como ocurre con la resurrección y otras doctrinas centrales del
cristianismo, el negar, degradar o distorcionar esta doctrina será también atacar al
corazón mismo de la enseñanza bíblica.
La dificultad al comprender esta doctrina parte de que muchos no entienden que
todo lo relacionado con el ser y los atributos de Dios está envuelto en un misterio
por causa de la misma naturaleza de la Deidad. Dios, por ser infinito en todos Sus
aspectos es que se hace incomprencible para nuestras mentes finitas, de manera
que el conocimiento que podemos adquirir de Él es limitado. No solo no podemos
comprender totalmente cómo Dios puede ser uno solo y sin embargo subsistir en
tres personas, sino que tampoco podemos entender a ciencia cierta cómo es que Él
pudo haber existido siempre sin haber tenido un principio y sin tener un fin
(eternidad), o cómo es que se las arregla para estar totalmente en todos los
lugares y a la misma vez (omnipresencia), y que decir de Su capacidad infinita para
hacer todas las cosas (omnipotencia), ect.
De esta forma entendemos que no solo la triunidad de Dios es incomprecible para
el raciocinio humano o de cualquier criatura, sino que todo lo referente al carácter y
cualidades divinas se torna dificil para nuestra comprención. Si bien no entendemos
a plenitud, tanto la trinidad como las demas características, eso no significa que no
podamos tener aunque sea un mínimo de comprención con respecto a estas. Sí
podemos entenderlas pero no completamente. De la misma manera que en un vaso
no cabe una piscina llena de agua, así en nuestra mente finita no puede caber un
Dios infinito. Por ejemplo, sabemos que Dios es eterno, todopoderoso, inmutable*,
omnipresente* y omnisciente* pero no sabemos como. O sea, sabemos el qué pero
no el cómo. Así pasa también con la trinidad.
A pesar de esto, si alguno insiste enfermizamente en querer entenderlo todo con
su en su limitada mente humana no consegirá mas que abrirse a la posibilidad de
caer en una erronea comprensión de la doctrina y hasta en su negación, puesto que
nunca consegirá un completo entendimiento. Esto presisamente es lo que les ha
ocurrido a los ruselistas, que quieren razonar a Dios con sus mentes humanas y
creen que pueden entender todas las cosas a cabalidad. Pero la actitud correcta es
aceptar con una fe sencilla y un corazón humilde lo que nos enseñan claramente las
escrituras aunque no las comprendamos totalmente. Esto, sin embargo, no significa
que no las estudiemos para, poco a poco, ir logrando un mayor y mejor incremento
de nuestro conocimiento de Dios y Sus atributos, sino que por el contrario nos
anima a estudiarlas más y más a fin de comprenderlas mejor. Recordemos que
ahora vemos por espejo, oscuramente; pero entonces veremos cara a cara.
Ahora conosco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido (1cor
13:12).
El pensamiento trinitario ha sido atacado desde principios de la era cristiana y de
diversas maneras. Se fue haciendo necesario formular una doctrina en donde se
registrara el entendimiento ortodoxo del pensamiento trinitario ante el ataque cada
vez más recio de sus oponentes, los cuales atacaban diversos aspectos de la
doctrina. El aspecto que más oposición sufrió siempre fue el referente a la deidad
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de Cristo. Personas como Arrio, el cual tuvo muchos segidores en el siglo tercero de
la era cristiana, entre otros muchos, no aceptaban que el Verbo (o sea Cristo) fuera
co-igual al Padre, y ademas no podian entender como era posible que Él fuera a la
vez humano y divino.
Para el año 325 d.C, en el Concilio de Nicea, ya se estaban debatiendo
fuertemente estos y otros aspectos referentes a la deidad de cristo. Si alguno
escudriña en la historia la vida de Arrio se dará cuenta que las doctrinas de los
testigos de Jehová son casi totalmente coincidentes con las de este. Muchos otros
desde ese entonces y hasta ahora han tenido extraños conceptos de Cristo y de la
trinidad en general. Por esta razón se hizo necesario formular la doctrina que
defendiera la enseñanza bíblica trinitaria. Es válido aclarar que si bien la palabra
''trinidad'' no aparece en las Escrituras, sí aparece su contenido.
Antes de pasar a la exposición de la doctrina como tal considero necesario
diferenciar el verdadero concepto de la Trinidad de otros conceptos falsos y
degradados, que a veces, por parecerse al tradicional, hayan aceptación entre
muchos miembros de nuestras iglesias cristianas.

A. CONCEPTO CRISTIANO DE LA TRINIDAD

En simples palabras este es el concepto verdadero y tradicional de la trinidad:


Existe un solo Dios y Creador de todo el universo; el cual, aunque es uno en
escencia y sustancia, subsiste en tres personas distintas entre sí; a las cuales se les
llama en las Escrituras el Padre, el Verbo (o el Hijo) y el Espíritu Santo.
Fuera de esta formula sencilla lo demás es degradación de la doctrina.

B. CONCEPTOS ERRONEOS DE LA TRINIDAD

1) Concepto Ruselista: Estos atribuyen al Padre todas las perfecciones y


atributos de la deidad porque creen que el Hijo es un ser creado por el Padre. Para
ellos solo el Padre es Dios, llamado Jehová; el Hijo es un dios (una especie de dios
inferior al Padre); y el Espíritu Santo no es mas que la fuerza activa de Jehová, algo
así como la energía o el poder de Dios.
2) Concepto de la doctrina "Nueva Luz" o "Solo Jesús": esta doctrina que
surgió de una corriente pentecostal defiende el punto de que no eran tres personas
sino una, el Hijo; el cual se reveló primero como Padre, después tomó humanidad y
se dio a conocer como Cristo, y luego ascendió para volver a descender como el
Espíritu santo.
3) Concepto Mormón: A pesar de las opiniones tan contradictorias en sí
mismas que tienen los mormones de Dios se puede, de una forma general,
observar que para ellos no es un solo Dios sino tres; Jehová un dios padre, Jesús el
dios hijo al cual Jehová engendró producto de una relación física con María, y el
Espíritu santo otro dios distinto de los dos primeros.
4) Conseptos indefinidos: Los llamo así porque no provienen de alguna secta
o doctrina específica, sino que son puntos de vista erroneos que a menudo tienen
muchos miembros en nuestras iglesias, ya sea por poco o ningún conocimiento de
la doctrina en cuestión, o por mala interpretación de las Escrituras en lo referente a
la doctrina. Por ejemplo algunos, a la vez que aceptan que los tres son uno en
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escencia, sin embargo creen que existe una especie de jerarquía entre ellos. Sería
algo así: el Padre es DIOS, el Hijo es Dios y el espíritu santo es dios, negando así
su co-igualdad. Recuerdo que en una ocación le pregunté a un harmano en un
retiro de jóvenes ¿Qién de las tres personas es Jehová; el Padre, el Hijo o el
espíritu santo? A lo que me respondió -''él Padre; por supuesto''- y luego de
conversar con él no quería aceptar que Jehová debe ser el nombre de los tres. En
efecto, si solo existe un Dios y se ha revelado así mismo, entre otras formas, como
Jehová, entonces debe ser el nombre de los tres si en verdad son co-iguales y uno
en escencia. Esto demuestra que muchos no tienen ni siquiera un concepto definido
de la Trinidad.

Es sumamente imprescindible que no carescamos del concepto verdadero de la


doctrina para no degradarla en ninguna manera y para no dejarnos engañar por
conseptos sectarios o indefinidos a cerca de esta doctrina, que tan necesario es que
la comprendamos bien, pues de la comprención que se tenga de la persona de
Dios, y en específico de Cristo, dependerá en parte la salvación; pues no somos
salvos por conocer a un Cristo equivocado, sino al Cristo bíblico y al Dios que Él nos
dio a conocer (Jn 17:3).
Por último señalo que el método que estaré utilizando para estudiar la doctrina,
por ser el mas fácil, es el siguiente: Probar la deidad de cada una de las Personas
divinas y luego en qué consiste Su unidad. Comenzaré por la segunda persona de
la trinidad "el Verbo" debido a que ninguna doctrina o secta duda de la deidad del
Padre.

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~~ Sección 1. LA DEIDAD DEL VERBO.~~

En el principio era el Verbo, y


el Verbo estaba con Dios, y era Dios
Jn 1:1

PUNTO 1. SU IDENTIDAD.

En las Sagradas Escrituras, más específicamente en el AT, encontramos que se


habla de una “misteriosa” Persona llamada el Verbo de Dios (Sal 19), la cual en
el cáp. 8 de Proverbios se llama a sí misma la Sabiduría (Pr 8), y también en Gn
6:7-14 el Ángel de YAHVEH. El término Verbo en el hebreo significa: la Palabra o la
Expresión misma de Dios, refiriéndose a la revelación misma del Ser divino, la
Palabra Viva y activa de Dios, la Voz de la Esencia divina por medio de la cual la
Divinidad siempre se ha revelado plenamente. Él ha venido a revelar al Ser divino
en todos sus aspectos; a saber: Su carácter, atributos, obra, voluntad, etc.
Se nos dice de este Verbo:
1. Que era desde la eternidad, en el principio (Jn 1:1-2).
2. Que existía en forma de Dios (Fil. 2:6).
3. Que mediante Él todo fue creado (Jn 1:3).
4. Se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn 1.14) y vino a llamarse Jesús (Mt
1.21). (Pero recordemos que no se había revelado por este nombre sino hasta Su
encarnación).
El Antiguo Testamento nos habla de Él como la Sabiduría eterna de Dios (Pr 8) y
el Nuevo lo ratifica (1Co 1.24,30; Col 2.2-3).
En el Nuevo Testamento aparece, a mi entender, la declaración más importante y
más completa acerca de Él en Jn 1.1, y dice textualmente: En el principio era el
Verbo, el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios.
Déjeme decirle que estamos en presencia de una declaración que, aunque parece
sencilla, encierra una profundidad teológica tremenda. Desglosémoslo.
Tenemos al menos tres aspectos significativos aquí:
1. En el principio ya era; ya existía el Verbo. No dice: en el principio llego
a ser o fue el Verbo, sino que ya estaba presente. Vemos aquí Su
preexistencia y eternidad ya que antes de todo tipo de creación Él era. Lo que
significa que no fue creado. Además la frase ''en el principio'', sin ninguna
especificación, hace clara referencia al comienzo de todas las cosas como lo
expresa claramente Ef. 1.17: Y Él es antes de todas las cosas, y todas las
cosas en Él subsisten.
1. Él estaba con Dios. Se hace una distinción personal entre Él y el resto
de la Deidad (el Padre y el Espíritu) aunque no una distinción de naturaleza,
como lo expresa el siguiente punto.
2. Él era Dios. Esta es la declaración más importante del texto. Todo el
énfasis del mismo recae en esta frase. Esta ultima cláusula es la conclusión a
la que quiere llegar el versículo: que el Verbo compartía la naturaleza de
Aquel con quien estaba y, por tanto, era Divino.

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Ahora bien, hemos visto este verso en nuestra versión Reina Valera, pero si
vamos al original, en el griego, veremos mas claramente como el énfasis pesa
sobre la ultima cláusula.
Dice así: En (el) principio era el Logos, y el Logos era con Dios, y DIOS
ERA EL LOGOS. (El énfasis es mío)
Aquí la expresión Logos es el equivalente griego de la palabra hebrea Verbo. Si
sustituimos Logos por Verbo en la misma versión griega quedaría así:
En (el) principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y DIOS ERA EL
VERBO. (El énfasis es mío)
Como dije, le énfasis cae sobre la última cláusula denotando que la fuerza del
verso está en decir: “el Verbo es Dios”. Miren en que forma tan maravillosa el texto
resume la Trinidad: El Verbo que era en el principio estaba en compañía de Dios
(Padre y Espíritu), y a la vez compartía Su divinidad.
A los ''testigos'' no les gustó lo que dice este versículo, pues contradice su
manera de pensar, y ''resolvieron'' el problema añadiendo el pronombre indefinido
un en la última cláusula en su traducción Nuevo Mundo; quedando así:
“En [el] principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un
dios” (énfasis mío).
Ahora si esta resuelto el problema -pensarían ellos-. Ahora en sus ''Biblias'' el
Verbo no era Dios, sino un dios.
Déjenme destacar que al traducir esto así en su versión contradicen un
señalamiento que hacen al principio de sus propias ''Biblias'', que dice que toda
palabra o artículo que no se encuentre en los manuscritos originales, no formando
parte de las Escrituras, será encerrado entre corchetes o paréntesis. Vemos que el
articulo indefinido un, que no aparece en el original, no esta entre corchetes como
es el caso del articulo definido el. Está muy claro que ellos quieren hacer pensar
que dicho artículo forma parte de las Escrituras, pero cualquiera que escudriñe este
verso en cualquiera de las Fuentes originales del griego comprobará que ha sido
una abierta y pretenciosa añadidura a las Escrituras; cosa que saben bien claro los
participantes en la creación de esta traducción, aunque no así la mayoría de sus
miembros. Mas adelante veremos como incumplen este punto en otras ocasiones.

Derribando Argumentos

Le pregunto a ellos: ¿Quién es Dios? -¡Jehová!- (me responden); ¿Jesucristo es


Dios? –Un dios; no el Todopoderoso- (me dicen). De esta manera, según su
entendimiento, Jehová es Dios todopoderoso y el Verbo es dios poderoso.
Toda esta farsa se deshace cuando se les pregunta: ¿Cuántos dioses dicen las
Escrituras que hay? (Dt 6:4; Is 43.10 que tanto usan). Se debe estar preparado
para combatir afirmaciones como “solo hay un Dios verdadero; los demás son
dioses, pero no el Verdadero” o también “las Escrituras llaman a Satanás el dios de
este siglo; así que, de la misma manera se le llama dios a Jesús”.
Con un poco de sentido común usted les dirá: ¿Acaso un dios falso no es aquel
que en ninguna manera es dios?. Sí, en la Biblia se le llama a Satanás el dios de
este siglo en sentido despectivo. ¿Acaso las Escrituras llaman despectivamente Dios
a Jesucristo? ¡No! Más bien lo hace siempre afirmativamente y de una forma
enfática.
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Por ejemplo, al decir que YAHVEH es el único Dios verdadero se está tildando
irremediablemente de falsos a todos aquellos otros que en la Biblia se les llama
dios, por cuanto no existe un término medio entre verdadero y falso. O se es lo uno
o se es lo otro. Entonces usted podría preguntarles ¿Es pues, Jesucristo, un dios
falso ya que no es el verdadero? Observe la reacción de ellos a dicha interrogante y
espere, de seguro, un sinnúmero de pretextos carentes de sentido.
Así por el estilo tratan de justificarse con pretextos aun más tontos e
inconsistentes que esos; pero con un buen conocimiento de la Palabra y un poco de
sentido común usted les refutará fácilmente.

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PUNTO 2. ES LLAMADO DIOS EN LAS ESCRITURAS.

Una se las dificultades más grandes con que se se topan los detractores de la
trinidad y, en especial de la deidad de Cristo, es precisamente que las Sagradas
Escrituras llaman Dios a jesús, y no en un sentido despectivo sino afirmando Su
deidad. Esta realidad es tan fuerte que los ruselistas se han esforzado al máximo
por despojar cada uno de estos pasajes de su sentido original y verdadero. Tal es
así que en su traducción Nuevo Mundo los han plasmado con una carencia total de
todo vestigio de deidad hacia Cristo. Han forzado cada texto a decir lo que ellos
quieren que digan de Cristo. A pesar de esto los pasajes bíblicos siguen afirmando
con toda su fuerza la deidad de Jesucristo.
Existen innumerables pasajes en que se le llama Dios al Verbo además del ya
mencionado Jn 1:1, los cuales analizaremos por orden bíblico, desde el AT hacia el
NT.
Is 9:6 “Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el
principado sobre su hombro. Se llamará su nombre ‘Admirable consejero’,
‘Dios fuerte’, Padre eterno’, ‘Príncipe de paz’. De ahí de que los testigos digan
que el Verbo no es Dios sino dios fuerte. Como dicen ellos ‘Él es dios fuerte, no
Dios todopoderoso que es Jehová, y en ningún pasaje de la Escritura se le llama a
Jehová: dios fuerte ni a Jesús: todopoderoso. Cuán equivocados están porque en
algunos pasajes bíblicos se le llama a YAHVEH "Dios fuerte" (o Dios poderoso que es
lo mismo) y no exactamente "Todopoderoso". Tenemos algunos ejemplos en Pr
23:11; Is 1:24; Is 44:8; Sal 89:8; Ap 18:8. Me llama mucho la atención este verso
de Is 44:8 donde dice YAHVEH que NO CONOCE otro Fuerte que no sea Él mismo. Si
YAHVEH no conoce otro fuerte ¿Quién es Jesús para que sea llamado así?
Hallamos que al menos en un pasaje se le llama Todopoderoso a Jesucristo, Ap.
1:8, aunque los testigos digan aquí (sin base alguna, claro esta) que esto lo dijo el
Padre. Nótese que el lenguaje es el mismo que en Ap. 1:17-20 donde es Cristo
mismo quien habla.

Jn 20.28. Tomas le llama “Señor mío y Dios mío”. Aquí los falsos testigos
pudieran decirle, entre otras cosas, que esto fue una exclamación de Tomas
dirigiendo estas palabras al Padre. Pero esto se derrumba por si mismo cuando
vemos que dice: Tomas le dijo (a Jesús). Si en su lugar hubiera dicho “Tomas dijo”
quizá podría caber la interpretación de ellos; pero afortunadamente no es el caso.

Ro 9.5. “A ellos también pertenecen los patriarcas, de los cuales, según


la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los
siglos. Amen” Este verso también es traducido así: “... vino Cristo. ¡Dios, que
esta sobre todas las cosas, sea bendito por los siglos! Amen” De esta forma
aparece en algunas de nuestras versiones. Pero el caso es que los russelistas se
quedan, lógicamente, con la segunda versión; todo para eliminar cualquier vestigio
de divinidad hacia Cristo en su traducción Nuevo Mundo.

1Tim 3:16b. “Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu,


visto de los Ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido
arriba en gloria.” Algunos manuscritos dicen “Cristo fue manifestado en carne” en
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vez de decir Dios. Por supuesto que a los falsos testigos les gustó mas la segunda
manera de decirlo y así lo tradujeron en su versión, para que halla así menos
evidencia de la deidad de Cristo, y al mismo tiempo que parezca menos fiel la otra
interpretación. Pero como nosotros no tenemos ese problema de atribuirle lo mismo
al Padre y al Verbo podemos encontrar las dos interpretaciones indistintamente en
nuestras versiones.

Tit 2:13. “Mientras aguardamos la esperanza bienaventurada y la


manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”. Aquí
ellos anteponen el artículo 'el' de forma que en su versión dice: “nuestro gran Dios
y el Salvador Jesucristo”. Este es otro caso claro del incumplimiento de la norma de
encerrar entre corchetes lo que no esta en el original. Y lo hacen así para reservar
el termino “gran Dios” para el Padre y “Salvador” para Jesucristo haciendo una
clara distinción entre ambos. Pero cualquiera que eche una ojeada a los originales
se dará cuenta de este engaño y adición fraudulenta a las Escrituras.

2P 1.1. “Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis


alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe
igualmente preciosa que la nuestra”. Este es el mismo caso que el anterior.

1Jn 5:20. “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado
entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el
verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida
eterna” Aquí la interpretación que le dan los ruselistas es que ''estamos en el
verdadero (o sea en Dios) a través de su Hijo Jesucristo'' y que la expresión: “el
verdadero Dios y la vida eterna” se refieren al Padre. Sin embargo podemos notar
que los términos: “verdadero” y “vida eterna” se le atribuyen al Hijo en muchas
ocasiones en la Escritura al igual que al Padre; de modo que la expresión: “el
verdadero Dios y la vida eterna” se le pueden aplicar al Hijo (y de hecho aquí se le
aplica a Él) y al Padre indistintamente en este verso.

He 1:8 Pero del Hijo dice: Tu trono, Dios, por los siglos de los siglos.
Cetro de equidad es el cetro de Tu reino. He aquí un verso clave, en el cual es
el Padre mismo quien llama Dios a su Hijo. Yo preguntaría a los Testigos: - Ya que
ustedes dicen que solo el Padre es el dios verdadero ¿Acaso el Padre está
queriendo decir aquí que Su propio Hijo es un Dios falso? - es obvio que no -. Sin
embargo, la solución que ellos le dan al problema es, como de costumbre, una
erronea traducción del texto. En este caso es ridícula y totalmente apartada del
original.
Vean su traducción: "Dios es tu trono para siempre...". Sus prejuicios los ciegan
a tal punto que, por no aceptar que los versículos en relidad apoyan la deidad de
Cristo, llegan a hacer traducciones tan carentes de sentido como esta; ¿Cómo es
posible que Dios pueda ser el trono de alguien? Dios no es trono de nadie en ningún
sentido ni esta forma de vertir el texto tiene lógica alguna como podrán darse
cuenta. Por más que alguin se esfuerse en interpretar esta frase no dará con
significado lógico alguno.

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Tambien el caso de este texto que, si bien no llama directamente Dios a cristo,
si le atribuye divinidad.
Col 2:9 a Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la
divinidad... si Cristo no fuera Dios en ninguna manera esto podría ser posible.
Analicen bien el texto y comprueben la fuerza que cobra la frase "toda la plenitud
de la divinidad" .

El hecho de que Cristo es llamado Dios en las Escrituras es una realidad


imponente que, aunque los ruselistas se han esforzado por cambiar, sigue siendo
una de las pruebas más contundentes de la deidad del Verbo. No obstante debemos
estar preparados para escuchar pretextos de toda clase, al intantar usar estos
versos bíblicos en su genuino significado.

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PUNTO 3. SU AUTORIDAD.

Una prueba consistente de la deidad del Verbo es que se toma facultades que
solo la Divinidad puede ejercer, actuando así como Dios mismo. Veamos unas
cuantas de ellas.
 PERDONA PECADOS.
Mr 2: 1-12. “¿Por que habla de este modo? Blasfemias dice. ¿Quién
puede perdonar pecados, sino solo Dios?” Esa era la expresión de los
ofendidos escribas y fariseos ¡y con mucha razón! En efecto, nadie que no sea Dios
puede perdonar pecados pues solo contra Él pecamos (Sal 51:4). Eso lo sabían muy
bien sus enemigos. Alguien podría perdonar los actos que se hacen contra sí, pero
en ninguna manera puede perdonar los que se cometen contra Dios; esto solo
puede hacerlo Él mismo. Este era el caso del paralítico, él había pecado contra Dios
y Cristo perdonó esos pecados y lo demostró librándolo de la enfermedad que
llevaba por ello. En otros pasajes también se le atribuye el perdón de pecados: Hch
26:18: Col 2:13 y 3:13; . Sin embargo en toda la Escritura a quien vemos
perdonando pecados es a Dios mismo (Ex 34:6-7; Neh. 9:17c; Sal. 103:3; Dn 9:9;
entre otros muchos).
 BORRA DEL LIBRO DE LA VIDA.
¿Que criatura es aquella que puede escribir o borrar del libro de la vida, sobre el
cual solo Dios tiene potestad para alterar su contenido? Ciertamente, si Dios es el
dueño de la historia, el Creador de la vida, solo Él puede hacer cambios en ese
libro. Pero en Ap. 3:5 veamos lo que Cristo afirma: “El vencedor será vestido
de vestiduras blancas, y no borrare su nombre del libro de la vida, y
confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.”
(Énfasis mío). Si en verdad puede borrar ¿Quién asevera que no pude también
escribir? Eso seria tan absurdo como si usted tuviera una libreta en la cual solo
pude borrar y no escribir. En las Escrituras a quien vemos escribiendo o borrando
en dicho libro es al mismo YAHVEH (Ex 32:32-33). Además no solo el Verbo escribe
en dicho libro sino que es su libro según Ap 13:8.
 SEÑOR DEL SABADO.
¡Valla! ¡Que osadía la de Jesús al autoproclamarse Señor del sábado siendo solo
una criatura y no Dios! ¿Acaso no debería ser YAHVEH el Señor del sábado, debido a
que fue quien lo creó, lo bendijo y lo santificó? (Gn 2:1-3; Ex 20:11; etc.).
 PISA EL LAGAR DE LA IRA DE DIOS.
En el AT quien siempre se lee que es YAHVEH Dios mismo quien pisa el lagar de Su
ira, como dice Él “He pisado Yo solo el Lagar...”(Is 63:3a) y “(...)su sangre
salpicó mis vestidos y manché todas mis ropas” (v 3b). Véase también Lm
1:15; Ap. 14:20. Sin embargo en Ap. 19:15c dice: “Él (Jesús) pisa el lagar del
vino del furor y de la ira del Dios todopoderoso”. ¿Cómo puede ser esto si ya
vimos en Is 63:3ª que YAHVEH lo hace SOLO? La única respuesta es que Cristo,
como Dios que es, tiene esa autoridad.
 RECIBE EL ESPIRITU DE LAS PERSONAS.
En el AT, comenzando por el libro de Génesis cap. 2 v7 dice que “Entonces
YAHVEH Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz
aliento de vida y fue el hombre un ser viviente”. Siempre nos vamos a topar
en toda la Biblia que Dios fue quien dio el espíritu de vida al hombre. En Eclesiastés
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12:7 dice hablando de la muerte del hombre: “... el polvo vuelva a la tierra,
como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio”. ¡Es lógico! Si Dios dio el
espíritu al hombre es Él quien debe recibirlo, puesto que es a Él a quien se debe.
Sin embargo es interesante notar como en el NT, en el libro de los Hechos, al
menos en esta ocasión, se nos presenta a Jesucristo recibiendo el espíritu humano
lo mismo que el Padre. En el cap. 7 se narra la defensa y muerte de Esteban, pero
en el verso 59 se lee: "Mientras lo apedreaban, Esteban oraba y decía: 'Señor
Jesús, recibe mi espíritu". (Énfasis mío) Y no solo esto sino que vemos a este
siervo orar a Cristo diciendo las mismas palabras que Él usó el Señor en la cruz
cuando oró al Padre diciendo: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado”
(v.60). Surge de nuevo la pregunta: ¿Quién, sino Dios, tiene potestad de recibir el
espíritu humano?
 REPRENDE Y CASTIGA A LOS QUE AMA.
Ap. 3:19 “Yo (Jesús) reprendo y castigo a todos los que amo(...)” Miremos
cuantas veces lo dice YAHVEH en el AT: Job 5:17; Sal. 94:12; y el clásico Pr. 3: 11-
12. Y en el NT en He.12: 5-6, que es una cita del texto de Pr pero en la versión
LXX.
 PIDE QUE EJERZAN FE EN ËL COMO EN DIOS.
Jn 14:1 “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios creed también en
Mi.” Es un claro mandato de Jesús que tengan en Él la misma fe que en el Padre;
lo cual se expresa en la forma imperativa ‘creed’ de la misma manera que ‘id’ por
todo el mundo... No es una mera sugerencia sino un mandato. Cristo refleja aquí la
importancia de la fe en Él, pues de ello depende la salvación.
 JUZGA.
En Jn 5:22 dice que “ el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio ha
dado al Hijo” (Énfasis mío). Así de esta forma el apóstol Juan declara que el Hijo
mismo tomara todo el juicio que el Padre dijo, en el AT, que iba a efectuar (Gn.18:
25; Dt. 32:36; 1Cr. 16:33; Sal. 9:8; 75:7; 96:13; Ec. 3:17; 11:9; Ez. 18:30; Jl
3:12). Esto es lo que dice en todo el AT y gran parte del NT. Pero ahora nos
acostumbramos en el NT a la idea de que Dios va a juzgar el mundo, pero en
Jesucristo (Ro.2: 16). ¿Qué significa esto? Pues que Dios, el Verbo mismo, juzgara
a todo el universo. De otra manera habría contradicción debido a que Dios dijo que
iba tomar el juicio Él mismo.

Estas son algunas de las prerrogativas divinas a las que Jesús hace uso
demostrando así Su deidad y Su potestad absoluta de hacer uso de la autoridad y
el poder divinos como suyos propios.

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PUNTO 4. SU DIGNIDAD.

Cuando se habla de la dignidad de alguien se esta hablando de lo que se merece,


de las cosas que le son debidas. La pregunta ¿De qué es digno el Hijo? Queda
claramente respondida a través de las Escrituras; definiendo esto: ‘que es
merecedor de las mismas cosas que Dios’. Analicemos primeramente un pasaje que
resume excelentemente la dignidad del Verbo.
Ap. 5:12. “... el Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las
riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.”
¡Fíjense bien cuántas cosas son atribuidas al Verbo! En total siete. ¿Acaso no es
Dios el único merecedor de estas cosas? ¡En efecto! (Ap. 4:11; 7:12; 8:12; 19:1).
Además de esto vemos que a ambos se les atribuyen las mismas cosas de la misma
manera y al mismo tiempo en Ap.5: 13-14.
¡Cuán maravillosamente equipara este texto al Hijo y al Padre en cuanto a
dignidad! Veamos también de qué otras cosas es digno el Verbo de Dios.

 Digno de la adoración de Dios.


Mt.4:10 “Al Señor tu Dios adorarás y solo a Él servirás”. Esta cita de Dt.6:
13 en la versión LXX fue la respuesta concisa de Jesús al Satán, cuando este lo
tentaba ridículamente a que lo adorara; pero Cristo le dejó bien claro a Quién se
debía adorar exclusivamente. La palabra empleada aquí en el griego es ‘Proscuneo’
que se ha traducido mayormente ‘Adoración’. La raíz misma de esta palabra
expresa la actitud que toma un perro frente a su amo. He ahí donde surge la
palabra Proscuneo.
En un principio esta palabra se empleaba ocasionalmente para describir un acto
de humillación o rebaja ante una persona con cierta autoridad, pero con el tiempo
llegó a adquirir una connotación más fuerte, empleándose así solo en casos de
adoración a una deidad o a quien se consideraba un dios.
La costumbre de adorar al máximo representante de una nación es casi tan
antigua como la existencia del hombre. Ya en el imperio egipcio se tenia al faraón
como un dios. En el imperio babilónico se adoraba a sus reyes, como es el caso de
Nabucodonosor, y de Darío en el imperio medo-persa (Dan caps. 3 y 6). En los
tiempos del NT ya se consideraba a los cesares como dioses o semidioses. El saludo
corriente hacia ellos era "salve Cesar, hijo de los dioses" y la costumbre era
rendirles culto y adoración. A menudo las personas que no adoraban al cesar eran
juzgadas. Precisamente la palabra usada en ese contexto era Proscuneo; palabra
que adoptó el NT para referirse a actos de adoración, ya sea pública o personal.
Veamos cuántas veces se usa esta palabra con referencia al Hijo significando
adoración. Sépase que siempre que se refiere adoración a Dios se usa esta palabra.
1- Los sabios del oriente (Mt 2: 2,11).
2- Un leproso (Mt 8:2).
3- Un dirigente (Mt 9:18).
4- Sus apóstoles (Mt 14:33; 28:9,16-17).
5- Una mujer cananea (Mt 15:25).
6- Una madre (Mt 20:20).
7- Las Marías (Mt 28:9).
8- un maníaco (Mr 5:6).
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9- Un ciego Jn (9: 35-38).


En todos los casos recibió la adoración y permitió que se postrara ante É. Un
buen maestro judío común nunca hubiera permitido tales cosas. En cambio Él
nunca la rechazó como otras personas que sabían que solo Dios debe ser adorado.
Ejemplos de ellas:
1- Pedro en casa de Cornelio (Hch 10: 15-16).
2- Pablo en Listra (Hch 4: 8-15).
3- Un ángel del Señor (Ap 19: 10; 22:8-9).
Por si todo esto fuera poco, Dios mismo manda Sus propios ángeles a adorarle
(He.1: 6). Esta constituye una de las pruebas más contundentes e irrefutable de la
deidad de Cristo. En efecto, si solo Dios merece adoración y el Hijo la recibe,
entonces es lógico concluir que Él es Dios. Es debido a esto que los russelistas
intentan resolver el problema traduciendo ‘rendir homenaje’ en lugar de
“adoración”. Por eso, mientras nuestras versiones leen en He.1: 6 “Adórenlo
todos los ángeles de Dios” la de ellos dice ‘Ríndanle homenaje todos los ángeles
de Dios’. Esta traducción es además de incorrecta, pretenciosa y deliberada.
Veamos por qué.
La palabra griega que se ha traducido por “adoración” es Proscuneo; palabra que
en un principio significaba, muchas veces, algún tipo de humillación ante alguien
con cierta autoridad, pero que ya en los tiempos de Jesús había adquirido una
connotación mucho mas fuerte, al punto de entenderse siempre como adoración
literal. Esta misma palabra –Proscuneo- es la que se usó en el texto de Mt 4:10 y
en todo lugar donde se lee “Adoración” en nuestras Biblias, y como es también la
que se usó en He 1:6 es lógico que igualmente se traduzca “Adoración” como
también en estos pasajes: Hch 10:25,26; Hch 14:8-15; Ap 19:10; 22:8,9. De
manera que sería tan absurdo traducir ‘rendir homenaje’ en He 1:6 como en estos
últimos pasajes. Si no pruebe usted mismo y, donde dice “Adorar” lea: ‘rendir
homenaje’ y vera que los pasajes perderán todo el sentido. Todos sabemos que el
no traducir correctamente este pasaje por parte de los russelistas es una
pretenciosa estrategia para confundir las mentes y hacer ver que Jesús no fue
adorado en realidad, sino que solo estaba recibiendo un poco de exaltación (por
decirlo así) y probar así que no es Dios. Mas nosotros no ignoramos sus
maquinaciones.

 Digno de la Honra de Dios


Jn 5:23. “Para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no
honra al Hijo no honra al Padre, que lo envió.” ¡Cuán claro habla este texto!
Simplemente, si no se honra al Hijo de la misma forma que al Padre, no se honra
verdaderamente al Padre. Esto no se puede entender de otra manera. Sin embargo
¿Se ha preguntado usted si comparte Dios su honra con otro? Veamos como
responde la Escritura a esta pregunta: “Por Mí, por amor de Mí mismo lo haré,
para que no sea profanado Mi nombre, y Mi honra no la daré a otro” (Is
48:11. Énfasis mío ). ¡Mas claro ni el agua! ¿Verdad?. Si, pues, la honra es de Dios
y solo de Él, entonces ¿Por qué el Hijo la recibe? Y aun más ¿Cómo, si el Hijo no
fuera Dios, puede la Biblia mandar que se le dé al Hijo la misma honra que al
Padre? De otra manera habría una gran contradicción entre estos dos pasajes de Is
48:11 y Jn 5:23. Pero lo cierto es que el Verbo es Dios y como tal recibe Su honra.
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Dicha honra le es atribuida, entre otras cosas, en Ap. 5:12; y por si alguien duda
que sea la misma honra de Dios. Véase Ap. 5:14 en donde se le atribuye, tanto al
que esta sentado en el trono (el Padre) como al Cordero (el Hijo).

 Digno de la Gloria de Dios


Otro tanto pasa con la gloria. En el AT leemos que Dios no comparte Su gloria
con nadie, como dice Is 42:8 “ ¡Yo, YAHVEH, este es Mi nombre! A ningún otro
daré Mi gloria, ni a los ídolos Mi alabanza.” Pero vemos que Cristo también
recibe la gloria conjunto con el Padre en Ap. 5:12,14. Entonces cabría preguntar ¿Si
además de que el Hijo no es Dios, el Padre no comparte Su gloria con nadie,
entonces cómo puede Él venir en la gloria de Su Padre? Como dice en Mt 16:27
“porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de Su Padre, con Sus
ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Énfasis mío).
Y no solo esto, sino que también la recibe junto al Padre (Ap 5:13). Por supuesto
que, si el Padre comparte Su gloria con el Hijo es porque también comparte con Él
su deidad.

 Digno de Postrarse ante Él y reconocerle El señor.


Todo el que lea el cap. 2 de Filipenses, sin haber tenido contacto con los
russelistas no vacilará en atribuirle deidad a Jesucristo. En especial los versos 10 y
11 dicen: “para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que
están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese
que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” Fíjense cuanta gloria
está recibiendo Cristo aquí. Pero ¿Qué les parecería si descubren que esto es una
clara alusión a un pasaje del AT, en donde es YAHVEH quien jura que esto le
acontecería a Él? Veamos; Is 45:23 dice así: “Por Mí mismo hice juramento, de
Mi boca salió la palabra en justicia y no será revocada: Que ante Mí se
doblará toda rodilla y jurará toda lengua.” Ahora bien, es posible que los falsos
testigos le digan - y de hecho se lo dirán - que no es una alusión a Is 45:23 por
cuanto en este dice ‘jurará toda lengua’ mientras en aquel ‘confesará’. Pero lo que
ellos no saben (o no quieren saber) es que Pablo si hizo una alusión a Isaías, solo
que utilizo la versión griega del AT llamada Septuaginta o de los setenta (LXX). En
Ro 14:11 Pablo cito textualmente Is 45:23 de la LXX, vean: “... Vivo Yo, dice el
Señor, que ante Mí se doblara toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios.”
¿Qué les parece? Pablo adaptó este versículo a Jesucristo como el Señor de quien
habla la LXX y el YAHVEH de nuestras versiones. De todas formas se entiende que si
fue YAHVEH quien juró que ante Él se postrarán todos, y la Biblia dice que es ante
Jesús, es porque Jesús es YAHVEH.
También es muy probable que los russelistas se justifiquen diciendo que todo
esto que le ocurriera a Jesús será para gloria del Padre y no como una adoración a
Él mismo. Solamente tenemos que usar un poco del sentido común y preguntarles
¿Qué gloria puede recibir el Padre, dándosele la gloria, arrodillándosele y
nombrándosele el Señor a otro que no sea Él aunque sea Su propio Hijo? ¿Estaría
realmente recibiendo Él alguna gloria? ¿No recibiría mas bien la gloria si se le
hiciese todo esto directamente a Él? En cambio, si se le da la gloria a Su Hijo,
siendo Dios como el Padre, sí que estaría recibiendo la gloria, ¿No creen ustedes?

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PUNTO 5. SUS ATRIBUTOS.

Dios es un Ser sin igual en toda su naturaleza y sus perfecciones. La palabra que
más lo define, a mi entender, es Infinitud. La razón por la que Dios es único en
toda la existencia es por que es infinito en todo su Ser; es decir, Él es Alguien que
no tiene límites de ninguna clase. Tampoco posee límites en cuanto a Sus
características, a las cuales llamamos Atributos, las que por ser infinitas y
totalmente buenas se les llama también Perfecciones. Ahora bien, ¿Cuáles son esos
atributos o perfecciones que caracterizan al Ser divino? Vamos a enumerar algunas
de ellas y decir brevemente en que consiste cada una.
1- Eternidad: es la infinitud en cuanto al tiempo. Dios por no tener principio ni
fin de días, ni vivir con las limitaciones del tiempo es que es Eterno. Este atributo
incluye la Antigüedad (también llamada Preexistencia) y la perpetuidad (en
ocasiones llamada eternidad). En el sentido de esta última se le ha llamado
‘eternos’ a algunas criaturas que tuvieron un principio pero tendrán una eternidad
condicional (perpetuidad) por la voluntad de Dios mientas vivan de acuerdo a Su
santidad. La palabra eternidad tiene dos sentidos: eternidad con un principio o
perpetuidad, y la eternidad sin principio ni fin (que es la de Dios). A esta última se
le ha determinado Sempiternidad; o sea, Dios es Sempiterno porque no tiene
principio ni fin de dias. Según el Auxiliar Bíblico Portavoz, la eternidad de Dios “...
sencillamente, significa que Dios esta absolutamente libre de las tiranías del
tiempo. En Él no hay pasado ni futuro, sino un eterno presente sin fin. El tiempo ni
lo condiciona ni lo limita”. Dt 33:27; Sal 90:2.
2- Omnipresencia: es la infinitud en cuanto al espacio. Significa que Dios está
en todo lugar al mismo tiempo en la totalidad de Su ser, sin expansión,
estiramiento, multiplicación, división o fragmentación. Esta característica es
exclusiva de Dios. Una mala interpretación de este atributo ha dado lugar al
‘panteísmo’ que afirma que todo lo que existe es Dios. Sin embargo, aunque Dios
está presente en todo lo que existe y en todo lugar del universo, está al mismo
tiempo definidamente separado de todo. Este atributo se refleja en 1R 8:27; Sal.
139:7-12; Jer 23:23-24; Hch 17:27-28a.
3- Omnisciencia: es la infinitud en cuanto a sabiduría, inteligencia y
conocimiento. Dios todo lo sabe; conoce todas las cosas pasadas, presentes y
futuras sin haberlas aprendido en algún momento. No hay un detalle en todo el
universo que pase inadvertido ante Él. Sal 139:2b; 147:4,5; Pr 15:3; Is 40:28; He
4:13; Mt 10:29; etc.
4- Omnipotencia: es la infinitud en cuanto a poder. Significa que Dios tiene el
poder y la capacidad de hacer todas las cosas sin esfuerzo o trabajo alguno. La
Palabra lo define cuando lo llama el Dios Todopoderoso o el Omnipotente. Gn
18:24; Ap. 19:6, etc.
5- Inmutabilidad: es la infinitud en cuanto a la perfección de Su carácter.
Debido a que Dios es un ser infinitamente perfecto y virtuoso, totalmente santo y
bueno, es que nunca ha cambiado ni lo hará. Veamos como lo define el Portavoz:
‘Dios es inmutable. Resumido en una oración, esto significa que Dios nunca está en
desacuerdo consigo mismo. Puede en determinados momentos cambiar Su trato
con los hombres de una dispensación a otra, pero Su carácter divino permanece
constante. Este es un atributo vital de Dios. Por ejemplo, una persona solo puede
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cambiar en dos sentidos. Puede pasar de mejor a peor o de peor a mejor. Pero es
impensable que Dios pudiera ir por ninguno de estos caminos”. Sal. 102:25-27;
Mal 3:6; Stgo 1:17.
He tratado de explicar en que consiste cada uno de los atributos para que halla
una buena comprensión de ellos. Ahora podemos ver como en la Biblia se refleja
también que el Hijo posee estos atributos divinos:
1- Eternidad.
 Preexistencia (existía antes de Su encarnación). Lc 1:36; Jn 1:27,30;
6:51,61-62; 8:58; 17:5.
 Eternidad. Pr 8:29-30a; Is 9:6; Miq 5:2; Jn 1:1,3; Col. 1:16-17; He 1:2,10.
2- Omnipresencia.
Mt 18:20; 28:20; Jn 14:20; 2Co 13:5; Ef. 4:10 compárese con Jer 23:23,24.
3- Omnisciencia.
 Lo sabe todo. Jn 21:17; Col 2:2-3.
 Conoce el corazón y pensamiento humanos. Jn 2:24-25; 6:64; 16:30.
 Conocía el complot de Judas. Jn 6:70; 13:11.
 Sabía el paradero de Natanael. Jn 1:48.
 Conocía los problemas de sus discípulos. Lc 9:46-47.
4- Omnipotencia. Mt 18:28; Jn 5:19-21; Ap. 1:8 compárese con Ap. 22:12-13.
 Su poder sobre la enfermedad. Mt 8:1-4; Lc 4:39.
 Sobre los demonios. Mt 8:16-17; 28:32; Lc 4:35.
 Sobre los hombres. Mt 9:9; Jn 17:2.
 Sobre la naturaleza. Mt 8:26.
 Sobre el pecado. Mt 9:1-8.
 Sobre las tradiciones. Mt 9:10-17.
 Sobre la muerte. Lc 7:14-15; 8:54,56; Jn 11:4.
5- Inmutabilidad. He 13:8.

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PUNTO 6. SUS AFIRMACIONES.

Otra manera de comprobar la deidad del Verbo es a través de Sus propias


palabras. Él tenía plena certidumbre de Quién era y como tal habló siempre.
Notamos en Sus palabras una clara y abierta reclamación de la deidad en muchas
ocasiones. En realidad a Jesús le importaba mucho la opinión que las personas
tenían de Él, y esto se muestra en una ocasión en que hizo dos interrogantes a sus
discípulos “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?” Y ahora la
más importante: “Y vosotros, ¿Quién decís que soy Yo?” (Mt 16:13b, 15b).
Sus sugerentes afirmaciones reflejan claramente cual era la opinión que tenía de
Sí mismo y cuanto se conocía, además de demostrar el Su propósito de dar a
conocer quién es Él en realidad. Sus palabras eran tan fuertes que fue juzgado por
ellas. Todos sabemos que Cristo fue enjuiciado y sentenciado a muerte no por Sus
obras, pero sí por Sus afirmaciones con respecto de Sí (Mt 26:62-66; Jn 8:53;
10:32-33). Por medio de ellas Él reclamaba para Sí la igualdad con el Padre y, por
tanto, la deidad.
Pero veamos algunas de Sus afirmaciones referentes a Su persona y notemos
cómo se iguala al Padre:
A. Yo y el Padre una cosa somos (RV antigua), o El Padre y Yo uno somos
(RVR 95).
B. Mi Padre hasta ahora trabaja, y Yo trabajo (Jn 5:17b).
C. El que Me ha visto a Mí ha visto al Padre... (Jn 14:9c)
D. Si Me conocierais, también a mi Padre conoceríais... (Jn 14:7).
E. Todo lo que tiene el Padre es mío... (Jn 16:15a).
F. Todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente (Jn
5:19c).
G. Como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo
a los que quiere da vida (Jn 5:21).
H. ...que todos honren al hijo como honran al padre. El que no honra al
Hijo no honra al Padre (Jn 5:23).
I. Yo soy en el padre, y el Padre en Mi... (Jn 14:10-11a)
J. El que me odia a Mí, también a mi Padre odia (Jn 15:23).
K. El que cree en Mí, no cree en Mí, sino en el que Me envió (Jn 12:44).
L. El que Me recibe a Mí, recibe al que Me envió (Jn 13:20).
M. Yo soy el buen pastor (Jn 10:11).
N. Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn 14:6).
O. Yo soy el pan de vida (Jn 6:35).
P. Yo soy la luz del mundo (Jn 9:5)
Q. Yo soy la puerta (Jn 10:9).
R. Yo soy la resurrección y la vida (Jn 11:25).
S. Yo soy la vid verdadera (Jn 15:21).

Otros también afirman Su igualdad con el Padre:


A. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa
al Hijo tiene también al Padre (1Jn 2:23).
B. También decía que Dios era Su propio Padre, haciéndose igual a Dios
(Jn 5:18c).
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PUNTO 7. SU NOMBRE.

Dios, a lo largo de la historia, se ha revelado a nosotros a través de diferentes


nombres. Cada uno de los cuales adquiere una naturaleza y significados distintos
dependiendo de la manera en que Él se haya mostrado (Dios; el Altísimo; el
Omnipotente, etc.) . Sin embargo, en la época del cautiverio de Israel en Egipto
Dios se dio a conocer a los hebreos en un nombre que adquiere una connotación de
nombre personal: YHWH (EX 3:14), cuya pronunciación al parecer es Yahveh. Este
ha sido el más usado en las Escrituras, además que en muchos casos aparece
combinado (YAHVEH Dios, YAHVEH de los ejércitos, YAHVEH yireh, etc.) El significado de
este nombre en hebreo es 'Yo Soy el que soy' o simplemente 'Yo Soy'. A través
de este nombre Dios se revela a Sí mismo como el que Existe por Sí mismo, el que
no tiene principio ni fin, el que hace existir. De manera que el nombre YAHVEH, a mi
entender, es el que refleja la esencia del Ser divino de una manera más completa y
mejor. El nombre YAHVEH es el nombre personal y por excelencia de Dios en el
Antiguo Testamento.
Les he preguntado a algunos en nuestras congregaciones: ¿Quién es YAHVEH, el
Padre o el Hijo? A lo que algunos responden: ¡Por supuesto que el Padre! Es obvio
que muchos creen que el nombre divino es solo del Padre, aunque creen, al mismo
tiempo, que el Hijo es verdadero Dios lo mismo que el Padre. Ellos no se dan
cuenta que creer de esa manera es creer en una contradicción y un argumento
completamente confuso. Se debe estar claro de que, si solo existe un Dios en el
universo y cuyo nombre (entre otros) es YAHVEH, entonces, naturalmente, este
nombre tiene que ser tanto del Padre como de cualquiera de las demás Personas
divinas, ya que es el nombre del único Dios.
Así que crea sin temor a blasfemar o errar que Jesucristo es el YAHVEH del Antiguo
Testamento.
A continuación veremos cómo la Escritura, en el NT, demuestra que el Verbo es
YAHVEH mismo, aludiéndole en pasajes que en el AT son referentes a YAHVEH.
Veámoslo:

 ¿A quien vino a preparar camino Juan Bautista?

En Is 40:3 dice: “Voz que clama en el desierto: ¡Preparad un camino a


YAHVEH, nivelad una calzada en la estepa a nuestro Dios!”. Esto es lo que dicen
las Escrituras de alguien que había de venir a preparar camino a YAHVEH. El NT nos
dice ya claramente de este alguien era Juan Bautista, y todos sabemos a Quién vino
él a prepararle camino. Él mismo respondió a la pregunta ¿quién eres? diciendo: Yo
soy ‘la voz de uno que clama en el desierto: enderezad el camino del
Señor’, como dijo el profeta Isaías. Es interesante notar que este Señor (YHWH
en hebreo) a quien él vino a preparar camino fue Jesús mismo. Aquí la versión
usada fue la LXX, que traduce el Tetragrámaton divino (o sea las consonantes del
nombre divino YHWH) por el término griego ‘Kurios’, que es el equivalente griego del
hebreo ‘Adonai’, que ambos significan “El Señor”, apelativo con el que solía
sustituirse el nombre divino. En esencia, lo que esta haciendo aquí Juan Bautista es
aplicando el nombre divino a Jesucristo, y diciendo que Ese es el YAHVEH del que
habla el profeta Isaías y al cual vino a preparar camino.
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Es posible que los russelistas le digan: ‘en ninguna manera Juan Bautista
preparaba camino a Jesús, sino a Jehová’, para de esta manera no identificar a
Jesús con el nombre divino. No obstante usted puede verificar y demostrarles que
sí era a Cristo a quien el Bautista preparaba camino siguiendo el contexto del
pasaje, en el cual se ve siempre a Juan predicando a Jesús (no a Jehová) diciendo:
yo a la verdad os bautizo con agua, pero viene Uno más poderoso que yo,
de quien no soy digno de desatar la correa de Su calzado... (Lc 3:16), y otra
vez: ¡Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! Este es de
quien yo dije: “después de mí viene un hombre que es antes de mí, por que
era primero que yo.” (Jn 1:29b,30), etc. El solo hecho de decir: ‘detrás de mí
viene uno...’ ya deja claro a quién estaba preparando camino Juan el bautista. En
verdad Jesucristo era ese YAHVEH a quién Juan Bautista preparaba camino y del cual
no era digno de desatar la correa del calzado.
A todas estas es probable que los falsos testigos le quieran hacer creer a toda
costa que Juan vino a preparar camino a YAHVEH y no a Jesús alegando que: ‘el
preparar camino al enviado de Jehová era prepararlo a Jehová, sin que Jesús
mismo sea Jehová’. Pero esto es completamente absurdo si tenemos en cuenta que
la fuerza del texto bíblico está en revelar que el Señor a quien el Bautista preparaba
camino, según la LXX, no era otro que el YAHVEH del mismo pasaje de Is 40:3 en el
texto hebreo. En ambos casos la Escritura dice Preparad camino al Señor o a
YAHVEH y nunca a Su enviado. Al mismo tiempo daba testimonio de Jesús en todos
los casos. Siempre que vemos al Bautista hablando es acerca del Señor Jesús.
Además podemos mencionar un sinnúmero de pasajes bíblicos en los que se
reconoce a Jesucristo como el Señor, lo cual no es tan necesario exponer pues los
mismos ‘testigos’ lo reconocen; ¿Cuánto más nosotros?.

 ¿Quién subió a lo alto y llevo cautiva la cautividad?

El Salmo 68 es uno que exalta la grandeza de YAHVEH, el Dios del Sinaí y del
Santuario. Si usted lee el Salmo puede verificar que en todo el Salmo se esta
hablando de YAHVEH. En el verso 18 se dice de Él: “ Subiste a lo alto, tomaste
cautivos. Tomaste dones de los hombres, también de los rebeldes, para
que habite entre ellos YAH Dios”.
En Ef. 4:8 el apóstol Pablo atribuye a Jesús la primera parte de este texto en la
versión LXX (que era la mas empleada en ese tiempo y que Cristo cito todas las
veces que iba a emplear las Escrituras) en la cual dice: “ Subiendo a lo alto,
llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres”. Para que conste que
lo refiere a Jesús véase el contexto, los versos 9-12, donde se dice mas claramente
que Este que subió era el mismo que antes había descendido a las partes mas bajas
de la tierra (lo cual dice de su encarnación; aunque otros lo entienden como una
referencia al sepulcro). ¿Quién bajó y subió a lo mas alto sino el Hijo del hombre?
¿Quién descendió en Su humanidad y en Su condición de humillación y
servidumbre? Y ¿Quién luego ascendió a lo mas alto de la gloria, a la diestra del
Padre para llenarlo todo?
Sin duda alguna la respuesta a la interrogante inicial y a todas las demás es:
Jesucristo.

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 ¿Quién fue traspasado en la cruz?

Esta aplicación de Zac. 12:10 al verso es una de las pruebas más grandes de que
el Verbo es YAHVEH mismo. Dice así este texto:
“Pero sobre la casa de David y los habitantes de Jerusalén derramaré mi
espíritu, espíritu de gracia y de oración. Mirarán a Mí, a quién traspasaron,
y llorarán como se llora por el hijo unigénito, y se afligirán por él como se
aflige por el primogénito”(Énfasis mío). Nótese antes que quien está hablando
en todo el capítulo es YAHVEH.
Si leemos en el NT, en Jn. 19: 31-37, donde se habla sobre el costado de Jesús
traspasado, veremos como el autor, para probar que esta era una profecía bíblica
sobre Jesús, le atribuye el anterior pasaje de Zac. 12: 10 pero en la versión LXX,
que en lugar de decir “... mirarán a Mí a quién traspasaron” se lee: “...
mirarán al que traspasaron”. Así en el AT YAHVEH dice que mirarían a Él a quien
traspasarían, y Juan en el NT dice que fue a Jesús al que traspasaron físicamente
con la lanza en su costado y espiritualmente con las acciones, palabras y
negaciones hacia Él. Juan está reconociendo categóricamente que Cristo era aquel
YAHVEH a quien traspasarían. Si vamos mas a fondo en el pasaje de Zacarías
podemos notar que al mirar al que traspasaron “se afligirían como por hijo
primogénito” y “llorarían como por hijo unigénito”. Yo pregunto: ¿A quién se
refiere la Escritura en el NT con los términos Unigénito y Primogénito de Dios sino a
Cristo?. ¿Acaso no hubo llanto y aflicción por Él en su muerte?. ¡Cuán claro hablan
las Escrituras!

 ¿De quién fue la gloria que Isaías vio?

Trasladémonos por unos instantes al pasaje donde Isaías recibe su llamamiento


en Is. 13: 1-13. Quedaríamos sin ninguna duda convencidos de que Isaías vio la
magnífica gloria de YAHVEH, quien estaba sentado en un trono alto y sublime y al
cual los serafines adoraban diciendo: “Santo, santo, santo YAHVEH de los
ejércitos...”, y que en el verso 10 del mismo se le dice a Isaías: “Embota el
corazón de este pueblo, endurece sus oídos y ciega sus ojos, para que no
vean con sus ojos ni oigan con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se
convierta y haya para él sanidad”. Sin embargo es muy interesante ver como
Juan cita este mismo verso de la LXX en Jn. 12:40, cuando los judíos no creían el
mensaje de Jesús, diciendo: “Cegó los ojos de ellos y endureció su corazón,
para que no vean con los ojos, ni entiendan con el corazón, ni se
conviertan y Yo los sane”. Pero lo mas fuerte está en el verso 41, cuando Juan
dice que “Isaías dijo esto cuando vio Su gloria, y habló acerca de Él”. Para
cualquiera que dude que Juan esta diciendo que Isaías vio la gloria de Jesús,
solamente lea desde el verso 27 de este pasaje de Juan en adelante, y al llegar al
42 donde se dice que muchos, incluso gobernantes, creyeron en Él (Jesús) pero no
le confesaban por temor a los fariseos y a la expulsión de la sinagoga. ¿Acaso los
fariseos expulsaban por creer en YAHVEH o en Jesucristo? (Jn. 9:22,34). Está claro
que Juan refiere que Isaías vio la gloria de YAHVEH, el Señor Jesús, el día en que fue
llamado.

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 ¡Será su nombre YAHVEH, justicia nuestra.


Una de las imágenes con las que se identificaría al Mesías que había de venir era
la del Renuevo justo que brotaría de la raíz de Isaí; metáfora aplicada al Cristo
como descendiente del linaje de Isaí, padre de David. Dicho Mesías sería
descendiente real y reinaría como Rey por la eternidad. En Jer. 23:5-7 YAHVEH habla
a Isaías estando en cautiverio diciéndole que vendrán días en que Él YAHVEH
levantará a este ‘Renuevo justo’, que ‘reinará como Rey’, que ‘será Dichoso’ y que
‘actuará conforme al derecho y la justicia en la tierra’(todo perfectamente aplicable
a Jesús), y el nombre con que se le llamaría será “YAHVEH, justicia nuestra”.
Categóricamente se le está llamando YAHVEH al Mesías. En el hebreo este nombre se
escribe: YHWH tsidkenu. Es muy probable que los falsos testigos le digan que el
hecho de que se le llame por ese nombre no lo convierte en la persona de YAHVEH, y
quizá le mencionen algunos nombres de profetas y siervos de Dios cuyos nombres
llevan implícito el nombre divino, diciéndole a usted que eso no los hace ser iguales
a YAHVEH. Sí, no es menos cierto que muchos siervos de Dios llevaban Su nombre
implícito en los suyos, pero en ninguno se cumplió tan completa y cabalmente el
significado de sus nombres como es el caso de Jesús. Por ejemplo: Josué
(Yahoshua o Yoshua) se traduce YAHVEH salva ó salvador, Joel (Yah-El) YAHVEH es
Dios, etc. Podemos comprobar que la Escritura no dice en ningún lugar que a través
de Josué. Joel o algún otro Dios salvaría al mundo del pecado; pero sí, a través de
ellos, Dios salvó al pueblo de Israel en muchas guerras y les dio victorias, les dio
palabras proféticas, hizo milagros, etc. Todos fueron tipos o imágenes pequeñas de
lo que en verdad iba a ser Jesús. Pero en Cristo se cumplen de una forma sublime
todos los significados de Su nombre, de manera que Él sí iba a ser en todo sentido
YAHVEH nuestra justicia al presentarse como justicia nuestra y la única manera de
ser justos ante Dios por la fe en Él; Su justicia consiste en quitar nuestro pecado.
¿De quién se podría decir todo esto sino de Dios únicamente, quien solo tiene
verdadero poder sobre el pecado?

 ¿Ante quién se postrara toda rodilla y le confesará?

Las Sagradas Escrituras siempre han enseñado que la acción de ‘postrarse y


adorar’ o ‘confesar’ siempre es ante YAHVEH (Sal. 95:6; 99:5; 138:2), y aun más,

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