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“Metal contra plomo, crímenes de odio hacia diferencias culturales en la Sierra Nevada de Santa

Marta”

Presentado por:

Jhon Edinson Caicedo Loaiza

Presentado A:

Profesor Federico Guillermo Muñoz

Santiago de Cali, noviembre 22 del 2019

Constitución política de Colombia

Universidad Autónoma de occidente


Introducción

Durante una de las épocas más difíciles del país en donde el narcotráfico y los grupos armados
ilegales se encontraban en su mayor auge, en algunos sectores de la Sierra Nevada de Santa
Marta habitaban personas con diferentes costumbres y culturas, que eran señaladas y
estigmatizadas por no pertenecer al común, ellos por escuchar música y vestirse diferente, fueron
mal vistos por la Resistencia Tayrona, un grupo ilegal capaz de cometer homicidios por no
compartir ideales; muchos fueron los asesinatos y las masacres por parte de ellos hacia estas
personas, creían que eran rebeldes e iban a influenciar al pueblo, para que no los dotaran de
suministros.

Los crímenes de odio hacia diferencias culturales serán mencionados y analizados frente a la
forma de actuar del grupo subversivo, durante el desarrollo de estudio, se mencionarán hechos
históricos, sociales, económicos y de qué forma fueron vulnerados los derechos de estas
personas, además el actuar de los habitantes de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Metal contra plomo, crímenes de odio hacia diferencias culturales en la Sierra Nevada de
Santa Marta

CARACTERIZACIÓN DEL ESTUDIO DE CASO

En la Sierra Nevada de Santa Marta en la década de 1990 se daba inicio al bloque de las AUC
(Autodefensas Unidas de Colombia) conocido como Resistencia Tayrona, los cuales según
investigaciones de la Fiscalía Novena de Justicia y Paz cometió más de 2.900 homicidios a lo
largo y ancho de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Ventana abierta (2014) afirma que “La ansiedad por matar que sentían los hombres del
Bloque Resistencia Tayrona de las AUC cuando le decían que una persona era guerrillera o
tenía vínculos con estos grupos, fue comprada por los mismos desmovilizados, hoy postulados
a Justicia y Paz, con el sentimiento que pudieron tener si esa misma persona le hubiera
matado a su mamá. Por eso la Fiscalía Novena de Justicia y Paz ha denominado a estos
homicidios como crímenes de odio”

Entre 1998 y 2005, el Bloque Resistencia Tayrona se encontraba con un control casi total de
sector, según la revista Semana (2008), “cobraron impuesto por 174 toneladas de cocaína que
salieron por las ensenadas del Parque Tayrona, controladas por el bloque. Por ese impuesto
llegaron a tener ingresos de 32 mil 125 millones de pesos. También cobraron impuesto de
gramaje por 85 toneladas, por los que les pagaron 12 mil 500 millones de pesos”.

Además, se encontraban en su auge de violencia, Ventana abierta (2008) afirma que, “Las
masacres de tres o más víctimas según el Departamento de Policía del Magdalena pasaron de 42
en 1998 a 45 en 1999 y a 116 en 2000 siendo El Piñón, Pueblo Viejo, Salamina, Tenerife, El
Banco y Plato los municipios más afectados. A estos habría que agregarle Ciénaga que, si tiene
jurisdicción en la Sierra Nevada, pero igualmente cuenta con zonas planas. En este municipio
quedaron registradas las víctimas de la masacre de la Ciénaga Grande, en el municipio de Sitio
Nuevo, ocurrida 2000”.
El caso planteado para este estudio pretende profundizar en los grupos de jóvenes que escuchan
el género de música “Rock”; ya que tienen un estilo de vida diferente, quienes han sido afectados
por diversas situaciones en las que se han vulnerado sus derechos, todo esto por tener ideas
diferentes a los grupos alzados en armas. Estos jóvenes son rechazados y poco tolerados por los
grupos armados ilegales. En el país, desde 1983 al 2008 se presentaron muchos casos de
violencia cultural, que han llevado al incremento estadístico ; este registro de víctimas es muy
alto en los sectores donde estaban ubicados los bloques de la AUC, un grupo armado ilegal que
tenía un modus operandi, la estigmatización hacia los jóvenes que preferían la música rock,  el
simple hecho de vivir en lugares especificos, escuchar cierta música, vestir de manera diferente
o expresar una opinión distinta, fueron elementos suficientes para señalar las diferencia del otro.
El grupo de las AUC iniciaron con prohibiciones y amenazas a la población civil, en este caso a
los jóvenes que no compartían y acataban los ideales del grupo armado, ellos se veían sometidos
a sus represalias y actos viles, como asesinato por el solo hecho de no compartir sus
pensamientos.

Cortés, Marco del diario El Espectador (2017) afirma que “En Santa Marta, por ejemplo, a
mediados de la década de 1990 y hasta finales de la década de los 2000, se presentó un caso
singular de estigmatización sobre la juventud de algunos sectores de la población adheridos a la
cultura de la música rock. La incursión y autoridad paramilitar en Santa Marta era tan latente
entrado el nuevo milenio que en las calles la gente prefería no referirse al tema, en la arena
pública, en la asamblea de la ciudad, la situación no variaba mucho.”

Un análisis que se presenta en la situación es la estigmatización, por el simple hecho de ver o


sentir la vida de otras formas, los juzgan como si fueran inadaptados, sabiendo que solo se están
expresando de una forma distinta. Además, todos tenemos derecho a la libre expresión. Mirando
el caso del periódico Cortés, Marco en el diario El Espectador afirma que: “Originalmente, la
estigmatización consistía en una marca física1 que señalaba a quien la tenía como distinto,
extraño, “anormal” o criminal. La marca física se hacía visible para que los demás miembros de
una comunidad fueran alertados de la extraña presencia.”

VULNERACION DE LOS DERECHOS

1
Se refiere a marca fisica como una condición, atributo, rasgo o comportamiento que hace que la persona
portadora sea incluida en una categoría social hacia cuyos miembros se genera una respuesta negativa y se les ve
como culturalmente inaceptables o inferiores.
Una vulneración a los derechos, que ocurrió en la Sierra Nevada de Santa Marta, se volvió mito
en la conocida calle del crimen, esquina de la calle 11 con carrera 11, en el mercado público. En
ese sitio el grupo paramilitar cometió varios homicidios; el caso más impresionante que fue el de
José Alejandro Avendaño, tenía 18 años, fue asesinado de manera cruel, por solamente escuchar
Rock y vestir de una manera diferente. Fue asesinado el 10 de enero del 2002. A raíz de estos los
campesinos que llegaban provenientes de las veredas de la Sierra Nevada a aprovisionarse de
comestibles eran acusados de llevarle comida a los grupos subversivos y por ello eran
sentenciados a morir.

Otro caso muy llamativo fue el de Leonardo Torres Fontalvo y Alberto Escarraga Soto, eran
estudiantes de ingeniería de sistemas en Armenia, visitaban Santa Marta fueron asesinados el 4 de
diciembre de 1999, cuando pasaban por la famosa calle 11 escuchando su música favorita (Rock),
ahí fueron asesinados ya que los grupos paramilitares les habían avisado que si seguían
escuchando este tipo de música los iban a matar.

A lo largo de estos años se ha vivido la estigmatización y la violencia cometidos por varios


miembros de grupos armados ilegales como lo son (AUC, FARC, ELN, M-19, EPL), que
consideraban que esa música, su manera de vestir y comportarse como una muestra de rebeldía
frente al orden que querían imponer en distintas regiones de Colombia. Estas personas se
diferenciaban por su apariencia, el pelo largo, las uñas negras, los pantalones ajustados y
camisetas desaliñadas, en su momento los hizo demasiado visibles en un instante en el que nadie
quería sobresalir; un periodo del país, en el que por pensar diferente se era condenado. Al
presentarse esta situación muchos de estos jóvenes se convierten en blancos militares en los años
más duros del conflicto armado en Colombia. Por eso, durante casi toda la segunda mitad del
siglo XX y principios del XXI, el Rock se escuchaba de forma oculta, los jóvenes asistían para
escuchar y cantar, así mismo trataban de pasar inadvertidos al ojo de los actores armados ilegales.

“Un caso en particular es el de Gerson Sanabria Gómez que afirma: “Usted temía por todo
cuando era seguidor del rock en el campo. A mí me abordaron varias veces en diferentes lugares
y me dijeron ´no quiero verlo con esas mechas largas, o se las corto a machete; y era cumplir o
había problemas”” (Peláez,2019).

De lo anterior surgen diferentes interrogantes:


DESARROLLO DE LOS HALLAZGOS

1. Teniendo en cuenta el poder que ejercían estos grupos paramilitares de la zona. ¿cuál fue
el accionar de los habitantes de este espacio, ante el caso de violencia cultural, como el de
José Alejandro Avendaño en la Sierra Nevada de Santa Marta, que fue silenciado o
asesinado por ser “metalero”?

El poder que el bloque paramilitar tenían en la comunidad era tan alto, que después del asesinato
salían a tomar a los andenes como si solo mataran a un perro. Teniendo en cuenta los testimonios
de las personas, en la Sierra Nevada estos grupos armados tenían el control e impunidad total, ya
que por miedo a ser los próximos no hablaban, era bien sabido que aquel estuviera en contra de
ellos era considerado objetivo militar. Por eso muchos habitantes de la zona optaron por mantener
el silencio o sacar a sus hijos de ese lugar por miedo a que fueran los siguientes, Gerson Sanabria
Gómez afirma que: “a mí me tocó irme de la Sierra 6 meses, claro cuando yo regresé, a mí me
quitaron el pelo largo, los aretes, la barba. A mí me tocó transformarme”. Cualquiera que no
estuviera acorde a su régimen y no se adaptara era asesinado.

2. Al tener un mecanismo de represión social tan poderoso como el bloque Tayrona, ¿Qué
salida encontraba la juventud para desafiar y salir de ese control?

Los mecanismos de control poderosos y la represión absoluta eran respondidas con rebeldía
igualmente autoritaria; la música y el género alternativo como el Metal, Rock y mayormente el
Punk fueron la alternativa que los más jóvenes encontraron para canalizar la ira e indignación por
la época que corría, este género históricamente en Colombia y en el mundo ha sido la ventana
que requería la juventud oprimida. Para finalizar, este tipo de violencia contra una forma
específica de expresión cultural no ha sido documentado por las instituciones oficiales, el
gobierno y muy poco se conoce por parte de los medios de comunicación. Es más, quienes
sufrieron estas violencias quedan en un limbo no solo jurídico si no también moral al no ser
reconocidas como víctimas por estos hechos, lo que implica el restablecimiento de unos derechos
fundamentales la libre expresión, que no les fueron protegidos.

CONCLUSIONES
 Los grupos subversivos al margen de la ley han creado una época de terror en todo el país
sin discriminación ningún tipo de persona, cultura y etnia, sembrando terror y zozobra en
diferentes municipios, ciudades y departamentos del país.
 La sociedad civil estuvo desprotegida, y las fuerzas del estado en las áreas en las que
ocurrieron los hechos, nunca hicieron algo pese a las denuncias de las familias y
organizaciones civiles.
 La ignorancia de las personas que conforman estos grupos al margen de la ley, sobre las
nuevas ideas o formas de vivir, puesto que la sociedad evoluciona en diferentes formas y
no las aceptan.
 Estigmatización de las personas que de una u otra forma se ven diferentes al resto de la
sociedad civil.
 El uso de la violencia indiscrimada contra la sociedad, para tratar de someterla por medio
del sentimiento que acompaña al ser humano de sus principios EL MIEDO.
 El gobierno central no presta atención a los gritos de auxilio de los pueblos de las zonas
rurales

BIBLIOGRAFÍA
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conocida en Santa Marta.” El Espectador, [online] p.Única página. Available at:
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2. El Espectador (2019).” “Los Pachencas”: la organización criminal que causa terror en la


Sierra Nevada.” El Espectador, [online] p.Única Página. Available
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6. Peláez, M. (2019). Resistir a la violencia con rock: los cantantes de Chaparral. Semana
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https://verdadabierta.com/autodefensas-del-sur-del-magdalena-e-isla-de-san-fernando/
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