Había una vez un niño que tocaba el piano y cuando acababa la escuela, apenas abría la

puerta, se iba a su cuarto y miraba la colección de juguetes y siempre tenía mucho cuidado, porque
siempre tenía el piso lavandina y un día fue a un torneo de juegos y jugó durante mucho tiempo y
llegó a la última prueba y después corrió contra una nena y un chico alto, pero este iba perdiendo
porque se olvidó que al llegar a la meta debía sentarse en el piso, por lo tanto perdió la prueba y
Tiziano que venía en segundo lugar, ganó la competencia y feliz llegando a su casa lo recibieron con
mucho amor y dijo que lo importante no era ganar, sino divertirse.

Después salió a caminar por el parque, donde cayó en un agujero, donde había cucarachas,
arañas y ardillas muertas. Luego comenzó a pedir ayuda, hasta que una persona pudo escucharlo y
sacándolo del hueco pudo reencontrarse con sus amigos sano y salvo