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Los Cambios Políticos en Europa, parte 3: El surgimiento del

Socialismo y el Anarquismo

La ampliación del sufragio universal masculino trajo como consecuencia una mayor
participación política partidaria de los sectores populares y una mayor difusión de nuevas
ideologías. Pero esta reforma política, a pesar de los cambios que aportó, no implicó una
transformación social profunda en los distintos estados y sociedades, cuya principal característica
era la desigualdad. Por este motivo comenzaron a surgir ideologías que no solo centraban su
reclamo en los cambios políticos (como era el caso del nacionalismo) sino que también buscaban
profundas transformaciones económicas y sociales.

Socialismo

La palabra Socialismo comenzó a utilizarse durante la primera del siglo XIX para referirse
a un conjunto de pensadores que planteaban la construcción de una sociedad basada en los
principios de la cooperación y la solidaridad entre las diferentes clases sociales. Aspiraban a crear
comunidades donde haya igualdad social (no solo legal como en el Liberalismo), con un bienestar
colectivo para todos los integrantes de esa sociedad. Pero a este movimiento se le criticó pensar
más en los objetivos y no tanto en los medios o acciones para llegar a los mismos. Por este motivo
surgirían más adelante una serie de pensadores que adhirieron a los principios del Socialismo,
pero que ampliaron la reflexión teórica y práctica sobre el mismo. En este campo hubo dos figuras
centrales: Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895). Ambos filósofos escribieron
muchísimos artículos, folletos y libros en los cuales estructuraron la teoría del llamado Socialismo
Científico.

Socialismo Científico

¿Cuál es el motivo de que este socialismo se denomine a sí mismo “científico”? La idea


era diferenciarse del anterior (denominado ahora “socialismo utópico”) en la búsqueda de
construir y buscar una forma de llegar al tipo de sociedad que deseaban. Por este motivo
aplicaron métodos científicos: una exhaustiva observación de la realidad y la elaboración de
conclusiones propias basadas en base a ese proceso. Este planteo fue llevado a la práctica de
modo tal que en pleno Siglo XXI teorías y conclusiones de Marx y Engels son utilizadas como
herramientas de análisis en economía, sociología, historia y otras ciencias sociales, aun por
autores y académicos que no coinciden ideológicamente con las transformaciones políticas
propuestas por el Socialismo.
En primer lugar, lo que hicieron Marx y Engels fue buscar las causas de la desigualdad
social existente, realizando un desarrollo histórico y explicación histórico de la misma. Para ello
analizaron la historia de la humanidad como una sucesión de modos de producción1, el objetivo
de los mismos lógicamente es producir para el consumo de esa sociedad. Pero los frutos de esa
producción no son igualitarios (ya que uno o pocos sectores acaparan lo producido por la
mayoría) por lo que siempre podía observarse un sector privilegiado y otro perjudicado, cada
rol era ocupado de forma diferente de acuerdo al modo de producción al cual nos referimos.
Esto había provocado tensiones y conflictos a lo largo de toda la historia humana, que tuvieron

1
Modos de producción: en pocas palabras sería de qué forma produce una sociedad. Sus componentes
serían: fuerzas productivas (trabajo humano, medios de producción y el conocimiento sobre los mismos)
y las relaciones de producción (vínculos que son consecuencia de la forma de producir de esa sociedad
como: quién tiene la propiedad de los recursos, quién el poder, relaciones entre sectores sociales, etc.).
como consecuencia profundos cambios políticos y sociales en los cuales las formas de organizar
y producir fueron cambiando. Por ejemplo:

Modo de Producción Esclavismo Feudalismo


Época Histórica Antigüedad Edad Media
Beneficiados Amos Señores Feudales
Perjudicados Esclavos Campesinos

El modo de producción que analizaban Marx y Engels (vigente en ese momento y en este)
era el capitalismo, cada vez más fortalecido y expandido como consecuencia de la Segunda
Revolución Industrial. En él detectaban el mismo esquema que en los anteriores. En este caso la
clase social privilegiada era la burguesía (poseedora del dinero, las fábricas, máquinas y materias
primas), siendo la perjudicada el proletariado
(es decir los trabajadores, poseedores
únicamente de su fuerza de trabajo). En
este contexto, el capitalismo era visto
como el modo de producción
técnicamente más productivo y
desarrollado ideado por el hombre, pero
se consideraba perjudicial la desigualdad
social que producía. En la imagen puede
verse como expresaban los socialistas
gráficamente esta estructura social.
Frente a este panorama Marx y
Engels consideraban necesaria la
organización política de los obreros para
defender sus intereses como clase y
llevar a cabo una Revolución Social que
impondría una sociedad sin propiedad
privada ni clases sociales (ya las mismas
desaparecerían como consecuencias de la
inexistencia de la desigualdad). Los
autores eran conscientes de que las
revoluciones eran el motor de las
transformaciones de la historia, siendo
las mismas indispensables en los cambios de un modo de producción a otro (por ejemplo, la
Revolución Francesa fue crucial a la hora de debilitar el poder de la nobleza y que crezca el poder
de la burguesía). Por eso mismo planteaban como solución a la desigualdad una revolución porque
eran un fenómeno común en el pasado y veían como algo lógico que sucediera en un contexto de
tanta desigualdad social.
¿Hacia dónde apuntaba específicamente esta revolución? Hacia las bases del poder de la
burguesía: la propiedad privada de los medios de producción. La propuesta del socialismo, una
vez llevada a cabo la revolución, era la socialización de los medios de producción (expropiándolos
a la burguesía para que pasen a estar bajo control de los trabajadores), con el objetivo de buscar
un reparto justo, pero a la vez igualitario de lo producido. Obviamente, la burguesía y los sectores
beneficiados por el capitalismo no iban ceder su fuente de poder de forma voluntaria, por lo que
Marx y Engels plantearon la importancia de una Dictadura del Proletariado, para forzar este
proceso. Esta propuesta se vinculaba con el hecho de que no veían al Estado como un órgano o
árbitro social independiente sino más bien como un instrumento utilizado por la burguesía para
garantizar el mantenimiento y defensa de sus intereses. En este contexto, se hacía necesario tomar
el poder del Estado para utilizarlo a favor de los trabajadores para imponer la propiedad social de
las fábricas y tierras, preparando las condiciones para una nueva sociedad. Una vez que esta
misión estuviera cumplida el Estado ya no sería necesario ya que no existiría más la desigualdad
social.
Estos fueron los planteos teóricos del Socialismo, movimiento que tuvo mucho apoyo en
los sectores trabajadores, protagonizó revoluciones y movimientos sociales durante la segunda
mitad del Siglo XIX pero que no vió en esta etapa una revolución exitosa en la cual simpatizantes
de esta ideología llegaban al poder y lograban mantenerse en el mismo.2 Habría que esperar al
año 1917 para asistir a la primera revolución socialista exitosa en llegar al poder.
Al margen de las propuestas revolucionarias del Socialismo, la irrupción de este
movimiento impactó fuertemente en el ámbito de la política electoral. Por un lado, fueron
surgiendo partidos socialistas que si bien coincidían en los objetivos de esta ideología no
compartían la utilización de los métodos revolucionarios. Como consecuencia de esto,
comenzaron a participar en elecciones y en la política partidaria de sus países para buscar cambios
sociales favorables a los trabajadores a través de reformas políticas pacíficas. Este grupo
posteriormente sería denominado como “socialdemócratas”.
Por otro lado, los partidos en el poder (conservadores o liberales) comenzaron a notar el
peligro que para ellos era la expansión de reclamos e ideas impulsados por el Socialismo, basados
en una realidad cierta de desigualdad social y descontento obrero. Por este motivo, algunos
gobiernos atendieron demandas parciales y puntuales de los trabajadores, llevando a cabo
políticas concretas para atenderlos, buscando así que estos no se vean atraídos por el Socialismo.
En este contexto se aumentaron los gastos en vivienda, educación y salud pública destinadas a los
sectores populares.

Anarquismo

Otra ideología surgida durante el Siglo XIX con el objetivo de transformar profunda y
radicalmente la realidad era el Anarquismo, que planteaba como principal fuente de desigualdad
a la autoridad (en otras palabras, ninguna persona tendría legitimidad para ejercer su poder sobre
otra).
En este contexto, los anarquistas consideraban al Estado como
un instrumento de opresión de la burguesía y planteaban su
eliminación. Pero, a diferencia de lo que pensaban los Socialistas, ellos
creían que el Estado debía ser reemplazado por una federación de
pequeñas comunidades que permitirían a los hombres resolver de
común acuerdo sus conflictos.
Otra diferencia con el socialismo se encuentra en la oposición de los anarquistas a la
participación electoral de los trabajadores. Sus principales estrategias de la lucha fueron la huelga
general (los anarquistas tuvieron una activa participación en los sindicatos de trabajadores), los
atentados terroristas (cuyos objetivos eran autoridades políticas) y la insurrección popular.

2
Un dato a tener en cuenta fue la llamada Comuna de París, movimiento insurreccional que del 18 de
marzo al 28 de mayo de 1871, gobernó brevemente la ciudad de París, instaurando un proyecto político
popular socialista autogestionario. Esto pudo darse durante la guerra entre Francia y Prusia (futura
Alemania), con París sitiada por fuerzas alemanas y las principales autoridades políticas y burguesía fuera
de la ciudad por haber huido del avance enemigo. En estas circunstancias los obreros y sectores populares
buscaron mantener el funcionamiento de fábricas y demás industrias para poder tener su propio sustento.
Este movimiento fue duramente reprimido por tropas francesas luego de firmar una tregua con el ya
triunfante ejército alemán.

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