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III Encuentro de Seminaristas Teólogos

“El Buen Pastor


da su vida por las ovejas”

Objetivo General:
Experimentar a Jesús encarnado,
como fuente de nuestra comunión y fraternidad,
profundizando nuestro perfil diocesano, para vivir el
desafío de la nueva evangelización.

Objetivos Particulares:
 Celebrar la alegría de ser llamados por Cristo a una
vocación común.
 Profundizar la espiritualidad de comunión: en
fraternidad, amistad y servicio.
 Ahondar el llamado a la santidad comunitaria.
 Descubrir en el Cura Brochero los rasgos de Jesús Buen
Pastor para afrontar los desafíos de la nueva
evangelización.
“Aunque amagara una tormenta brava o lloviera a
cántaros, si lo llamaban para enfermos, el cura no le arisqueaba
al peligro, montaba en su macho Malacara y salía de prisa.
Un muchacho le aviso que su abuela sólo esperaba la
confesión para bien morir. Pero distaba varias leguas en la
sierra. Todo lo arrastró el cura y después de haber sido
castigado rudamente por ramalazos de lluvia y ráfagas heladas,
se apostó ante el rancho. Pero ¡qué desilusión! O, mejor para la
interesada, ¡qué hermosa desilusión! La moribunda, doña
Estaurófila, yacía tan vivita que estaba saboreando y fumaba.
-¡Caracho! –gruñó el cura-. ¿Por esto me han traído?
Todos se disculparon y la misma enferma declaró que no
sentía nada; más aún, que vería boquear a todos los presentes.
Luego el cura reclamó:
-¡A ver, caray, levántese y cébeme unos mates!
Cumplido su ministerio el cura se retiró y al muchacho
que lo acompañó en el camino lo despidió así:
-Otra vez, cuando tu abuela les meta un susto, no tengan
miedo en llamarme. No esperen tanto, ¡aunque te aseguro que
tu abuela tiene el alma más limpia que plato lamido por
perros!...”
“Está bien construir una casa de ejercicios, sembrar la

parroquia de capillas, cumplir con los nobles oficios del ministerio

sacerdotal; pero ¿no nació Jesús en Belén para ser luz del mundo?

¿No se preocupó siempre la Iglesia de levantar juntos los dos

templos: el templo de la oración y el templo del saber, la casa de

Dios y la escuela? Los grandes misioneros de todos los tiempos, con

la evangelización ¿no han enfatizado también los grandes valores de

la promoción humana? ¿No lo podríamos hacer nosotros también en

Traslasierra?”
“El cura Brochero y su teniente Nis Santillán están por sentarse a la

mesa. Mientras se está preparando el asado advierten que no hay pan. El párroco

hurgue en su bolsillo y encuentra una moneda, único capital del que dispone.

Sale a la calle para comprar el pan; pero al rato vuelve sin el pan y sin la

moneda. Sonriendo, como si acabara de cometer una travesura, le dice al

teniente: ‘Nosotros, hijos de Dios, podemos comer asado sin pan; hallé en el

camino a uno más desagraciado que nosotros y le di la moneda’.

Privarse de algo para ayudar a otro, hacer algún sacrificio o desazonar la

comida… forman parte de ese arsenal ascético que se imponía el Siervo de Dios

en aras de los ideales evangélicos de desprendimiento y penitencia.”

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