En la actualidad vivimos de una manera constante, en un clima de inseguridad e
incertidumbre. La violencia se expresa de formas relacionadas entre sí. Diariamente nos vemos sacudidos por hechos dramáticos que nos preocupan y conmueven. El maltrato animal es, a la vez, un factor que predispone a la violencia social y, al mismo tiempo, una consecuencia de la misma. Forma parte del determinante de la violencia que nos va alcanzando a todos como individuos y como sociedad. El concepto del maltrato animal comprende toda forma de abuso físico o emocional, así como el abandono y el desentendimiento de las necesidades básicas de un animal doméstico o silvestre. Es decir, toda acción o contexto que produzca dolor o sufrimiento al animal en cuestión. En cuanto al maltrato y caza de animales silvestres, expertos indican que el comportamiento tiene que ver con la evolución del ser humano, que desde sus orígenes fue un cazador. Pero aclaran que en estos tiempos se debe a la falta de educación y conciencia ambiental. A esto se suma una explicación desde el punto de vista científico, donde se agrega que el maltrato animal se debe a “una sociedad enferma e individuos que están enfermos. No es normal maltratar a los animales y gozar con ese maltrato”. En ese análisis, también se señala que este comportamiento no se hereda de manera genética, pero sí es adquirido por la herencia social, una actitud adquirida en la cotidianidad. Culturalmente no nos avergüenza hacer del dolor de un animal un espectáculo de “diversión”. Las corridas de toros, las peleas de perros y gallos no han sido lo suficientemente repugnantes para que nos opongamos a ellas y sean pasado. ¿Qué se puede esperar de una sociedad que tenga el maltrato animal como práctica cultural? El debate sobre si a los animales se les deben o no reconocer derechos, que hasta ahora son exclusivos de los humanos no es nuevo en Colombia, la norma determina que los animales gozan de derecho, los cuales, si como humanos se violan, debe ejercerse una sanción, la cual esta dictada en una legislación. Cada país puede tener su propia legislación con respecto a las penas aplicables en caso de maltrato animal; en Colombia desde marzo del 2015, las multas por actos de crueldad y violencia contra los animales cuestan hasta 60 salarios mínimos mensuales legales vigentes, y las penas de prisión oscilan entre 12 y 36 meses. Por consiguiente, debemos estar informados de los derechos de los animales, para hacerlos cumplir de la mejor manera posible para no causarles daño alguno que la mayoría de las veces es sufrimiento negligente e innecesario, además de tomar conciencia que los actos crueles y el maltrato contra los animales lesionan el principio de dignidad humana, asimismo que se debe fomentar el respeto por los seres vivos y que la empatía hacia los animales que sufren dignifica a las personas, valores todos que indica Brandon Felipe Mosquera
la ley deben ser enseñados a las personas menores de edad, en las familias y en las escuelas.