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“¿Gobierno representativo o democracia?


Hace algunos años atrás, desde que el hombre tiene poder y se
instauraron las primeras monarquías, aproximadamente en el año 2330.
a.C, ha surgido la necesidad de crear una forma de gobierno alternativa
en el que se deje atrás sistemas que no son igualitarios y donde solo
algunas personas tienen el poder. La democracia nace de esta necesidad
y es entendida como el sistema de gobierno en donde la mayoría toma las
decisiones. Abraham Lincoln en su discurso el 19 de noviembre de 1863
la definió como “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”,
es decir, aquel sistema que tiene su origen en la voluntad popular, aquel
por el que recurrentemente el pueblo toma decisiones y también, el
gobierno que tiene por objeto propiciar el beneficio de la población.

Entonces, si la democracia es el gobierno del pueblo, ¿cómo hace el


pueblo para gobernar?, es aquí donde surge la clasificación de esta: la
directa y la indirecta. La primera; también llamada democracia pura, la
aplicaban los atenienses en el siglo V a.C, es aquella en la que el pueblo
ejerce el poder por sí mismo, sin intermediarios o representantes. El
gobierno es el pueblo mismo, que dicta las leyes, las ejecuta y las aplica,
es decir, no hay representantes; la segunda, los ciudadanos gobiernan
por medio de representantes que ellos mismos eligen para tal efecto. Es
propia de los estados modernos.

En la actualidad hay quienes creen que un gobierno representativo


es la medicina a todos los males. Sin embargo, esto no es así, desde esta
perspectiva, la democracia se limita a la construcción de mayorías. Si hay
sufragio medianamente libre e igualitario y elecciones más o menos
competitivas, hay “democracia”. Esta concepción acepta como
“democracia” que un grupo, partido, o persona, en la medida que haya
sido elegida por el pueblo, puede acumular todo el poder posible, sin
límite alguno, lo que conlleva a una división entre los que ceden el poder
y los que tienen el poder. Si al elegir los representantes no creamos
mecanismos para que nos hagan caso, estos se convierten en jefes y no
en representantes, en el que el poder el electoral no importa porque le
cedemos todo el poder a ellos.

Para entender qué es la democracia lo primero que debemos hacer


es negar que un gobierno representativo y la democracia son lo mismo.
De hecho, los fundadores de la república de orden representativo
afirmaban que la democracia era algo negativo y opuesto a lo que habían
creado. Por lo tanto, la democracia como forma de organización política
debe cumplir con una serie de presupuestos o requisitos que la hacen
auténtica.

Antes de nada, como dijo Rousseau “todos debemos participar en la


creación de las leyes, sino, no son leyes”, es decir, tiene que estar
garantizada la igualdad ante la ley; la igualdad es una premisa
insoslayable, debe existir no sólo en la igualdad civil y en lo individual, sin
discriminaciones, sino también en la igualdad política, por parte de todos
los ciudadanos.

Aunado a lo mencionado anteriormente, en este sistema, el centro


del poder está en la asamblea conformada por cada uno de los
ciudadanos que habitan en la nación. No hay representantes, o sea, cada
uno de los ciudadanos se representan a sí mismos y de esta manera
eligen a los cargos, personas que están al mando de lo que quiere y
propone el pueblo.

Y por último, debe tener un mecanismo que permita elegir a los


sujetos postulados al cargo de manera aleatoria, para así evitar que estas
personas decidan por el pueblo una vez que los elijan. No posee un
programa electoral, es decir, esta organización política solo funciona si el
pueblo participa.

En síntesis, sin estos requisitos fundamentales la democracia solo


se convierte en un gobierno representativo, una máscara que aparenta
legitimidad y se transforma en un vínculo que solo beneficia a quienes
están en el poder.

En la actualidad, no cabe duda que en Venezuela nuestra


constitución plantea una “democracia” representativa, pues los
venezolanos le cedemos el poder a los dirigentes a través de elecciones y
el Poder Público Nacional está dividido en cinco poderes: el legislativo,
judicial, el ciudadano moral, electoral y ejecutivo. Sin embargo, este
último ha absorbido a sus iguales y dada las condiciones actuales no se
convocan a elecciones en sus períodos correspondientes, entonces
¿podemos los venezolanos estar en democracia cuando ni siquiera se
cumple la mal llamada democracia?. La democracia es algo que creemos
conocer, pero que en verdad desconocemos.

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