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Evangelios Sinópticos

Tarea 7

César López Q.
En el documento "Teología Bíblica de los Evangelios", Simons dice: "Esta parte de Lucas
[9:51-19:38] tiene varias referencias al hecho de que Jesús y sus discípulos están viajando a
Jerusalén (Lc 9:51, 53, 56, 57; 10:1, 38; 13:22, 33; 14:25; 17:11; 18:31, 35–37; 19:1, 11, 28, 29,
37, 41, 45). Al leer estas referencias a un viaje, se puede observar que no registran una
progresión de un lugar a otro, como una ruta o itinerario, sino en forma muy general, hablan
de estar en el camino. Se puede notar que hay muchas referencias al viaje en el primero y el
último capítulo de la sección, y otras dispersas en forma irregular en capítulos 10, 13, 14, 17
y 18. Estas dos observaciones indican que el propósito de Lucas no es proveer una
cronología de un viaje literal, sino usar el viaje en forma metafórica como un medio de
enseñar la naturaleza de ser un seguidor de Jesús.

La tarea de esta semana es buscar un pasaje en esta sección (Lucas 9:51-19:38) donde
Jesús enseña en forma explícita la naturaleza de ser un seguidor (discípulo) de Jesús.
Escriba unas 500 palabras exponiendo lo que el pasaje enseña y cómo usted intenta llevar
esa verdad a la práctica en su vida.

Lucas 14:25-34 habla de cómo muchos seguían a Jesús y en medio de la multitud


Jesús les advierte que no sería fácil, que había que sacrificar el amor por los familiares
cercanos, hijos, y hasta la propia vida. Que quien se anime a ir tras sus pasos debe
estar consciente de cargar su propia cruz, aún en medio de que no se vislumbraba lo
gráfico que esto sería para el mismo Señor. Y en esta enseñanza muestra que el
cálculo que se hace para un proyecto, para una obra de construcción o para ir a la
guerra con su enemigo, deberá seguir el mismo procedimiento de planeación que
cuando se toma una decisión por Jesús. “cualquiera de ustedes que no renuncie a
todos sus bienes, no puede ser mi discípulo”.

Jesús había contado una parábola de un banquete que es ofrecido y sus muchos
invitados comenzaron a poner objeciones y a dar malas disculpas, entonces el
anfitrión ordenó que fueran traídos a su gran mesa todos aquellos marginados, los
necesitados, enfermos. Jesús está ilustrando con eso y en otros pasajes que la
invitación a seguirlo está dada, que no todos accederán, pero aquellos que lo hagan
deben hacerlo dejando todo lo que los pueda distraer atrás, en especial los bienes
materiales, pero también las relaciones personales, incluso familiares, que
distorsionen esa relación con el Señor.

Personalmente me confronta mucho esta enseñanza. Oro al Señor que pueda


mantener una correcta relación entre el llamado que Él me ha hecho a seguirlo con las
prioridades que pongo en mi vida cotidiana. Si bien entiendo que Jesús me ha
encargado la administración de bienes materiales, mi corazón no debe depender de
ellos; si Jesús me ha permitido encontrar esposa, mi amor por Él debe estar en primer
lugar; si Jesús me a permitido ser padre y disfrutar de la paternidad, debo ser
consciente que la vida de mi hija le pertenece, hoy y para siempre.

Muchas veces confundimos que estar en el ministerio nos habilita excepciones a las
condiciones que Jesús pone. Creemos que tenemos ciertos privilegios al trabajar “para
el Reino de Dios” y fácilmente confundimos que somos lo que somos y hacemos lo
que hacemos solamente por su gracia. De un pastor de edad avanzada, quien fue por
muchos años referente en la pastoral juvenil y quien tuvo que enfrentar una crisis de
drogas de su hijo adolescente, recuerdo una gran enseñanza: “Yo soy un pobre
miserable, uno a quien el Señor Jesús le concedió su gracia y por pura misericordia le
concedió servirle…”.

Es muy difícil asimilarlo, pero creo que en su infinito amor, poco a poco me va
enseñando a ser su seguidor, su discípulo, su hijo. Día tras día procuro aplicar sus
preceptos en mi vida. No hay nada que me separe de su misericordia, su bondad, de
su amor. No puedo pretender ponerle vanas disculpas ante su invitación. No puedo
negarme a responder a su llamado.

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