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Fiodor Dostoeivski: MEMORIAS DEL SUBSUELO

Conceptos claves: Dialogismo y polifonía

Derivamos, de Bajtín, en un sentido amplio, la idea central de que lo fundamental de la


modernidad es el desarrollo incipiente del dialogismo. Sin embargo, este dialogismo
inicial fue frenado por la presencia hegemónica de un monologismo, de índole idealista,
que continuó una línea predominante, que ya venía de la Edad Media. Lo que Bajtín
definió como monologismo es una actitud que continúa imperando en el mundo
occidental desde el Renacimiento en adelante, en todas las series culturales y artísticas
constitutivas de lo social.

El monologismo es una forma de discurso en el cual no se diferencia entre las distintas


voces participantes. La voz del narrador, de un príncipe y de un campesino aparecerán
con un mismo estilo, una misma entonación, un mismo léxico. Eso es porque el sujeto
autor está centrado en sí mismo y no intenta proceder a un acto de comunicación que
signifique un encuentro real con la otredad. Esto caracteriza la literatura de la Edad
Media, donde el sujeto cristiano presenta un monologo. Donde el autor organiza por
completo el mundo narrado, responde a la cultura oficial de la sociedad de manera
ideológica, ubicándose de esta manera dentro de las fuerzas oficiales o centrípetas de la
sociedad.

El dialógico, en cambio, es un enunciado cultural y artístico que muestra un intercambio


entre un emisor y un destinatario, los cuales se revierten en sus roles, convirtiéndose el
emisor en receptor y el destinatario en emisor, en un proceso dialógico de conversación.

Literatura dialógica

En la literatura existe una pluralidad de conciencias y de discursos, generalmente se


emparenta con la cultura popular y espera una respuesta por parte del lector ya que se
ubica en las fuerzas centrifugas de la sociedad esta respuesta puede ser de: risa, placer,
goce. Dialogismo proviene de la palabra dialogo, que es la representación directa en el
discurso novelístico del intercambio verbal entre dos o más personajes.

“La palabra (discurso) es la única posibilidad de transmitir y, lo que es más fundamental


dar pensamiento… discurso ajeno es; discurso en el discurso, enunciado dentro de otro
enunciado…” (Zavala, 1991: 20)
En la obra novelística, el plano del contenido, de la misma forma que el discurso
representa el plano de la forma. Prueba de la indisolubilidad de ambos está en que la
historia sólo existe y es aprehensible a través del discurso.

Según Bajtin, la cualidad especialmente destacada en las novelas es la polifonía por la


cual éstos resultan de la interacción de múltiples voces, conciencias, puntos de vista y
registros lingüísticos. Ese dialogismo implica:

Heterofonía o polifonía textual la aparición de voces distintas para caracterizar a los


personajes, uno de los elementos fundamentales del relato moderno. Es diferenciadora
del habla de los protagonistas se hacen presentes múltiples estilos orales y escritos de su
época.

La heterología o alternancia de tipos discursivos: variantes lingüísticas individuales,


maneras de pronunciación y articulación del habla, al igual que el lexicon de los
personajes.

La heteroglosia o presencia de distintos niveles de lengua diferentes formas de lenguaje


asociadas con diferentes grupos sociales y los diversos puntos de vista de éstos; de
manera que el hablante de una lengua tiene que apropiarse, partiendo de la boca de los
demás de la lengua que habla y adaptarla a sus propias necesidades.

Los inicios de la investigaciónde Mijaíl Bajtín en literatura se dan los años veinte con:

Los Problemas de la obra de Dostoievski (1929) de esa obra se desprende la idea de la


novela polifónica que se inserta dentro de la literatura dialógica pues presenta una
multiplicidad de conciencias dándose: la heterofonía, la heterología y la heteroglosia.

Discurso del héroe.

El discurso que impera las obras de Dostoievski, se puede cifrar en un determinado


mensaje, siempre uno: unitario y globalizante, en este discurso se apoyó Bajtín para
desarrollar su teoría y en esta incluido el discurso del héroe que es el personaje principal
de la novela, ya que es autónomo no aparece sometido al discurso normal del autor sino
que presenta una independencia de él, citando a Bajtin:

“El héroe posee una autoridad ideológica y es independiente, se percibe como autor de
una concepción ideológica propia y no como objeto de la visión artística… rompe el
plano monológico de la novela y provoca una respuesta inmediata, como si el héroe no
fuese objeto del discurso del autor sino el potador autónomo de su propia
palabra”(Bajtín, 1986: 15)

La descripción de la transindividualidad adquiere por primera vez forma de dialogo.


Este dialogo se desarrolla como relación entre el autor de una obra artística y su héroe.
Por medio del héroe dialoga la existencia. El héroe se concibe como otro yo, y el otro
yo tiene el valor constitutivo para la formación del yo individual. Bajtín plantea que la
historia literaria también cambia cuando se transforman sus héroes y, en especial,
cuando mutan las relaciones entre los autores y los héroes por ellos inscritos en la
literatura. La voz única e inigualable del héroe es una evidencia de la diferencia que
tiene con respecto a la voz del autor. Aquí, el héroe debe reconocer la presencia de otras
conciencias e interactuar con ellas. Se trata de percibir, aceptar, interactuar e incluso
incorporar otros acentos y tonalidades únicas. Este dialogo nos presenta a otro: el
tercero que es aquel que puede ver, comprender y valorar el acontecimiento globalizante
de la obra artística literaria, desde otro punto de vista, este tercero es el personaje con
dialogo de la novela que presenta al héroe desde su punto de vista.

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