El proyecto hidroeléctrico El Quimbo está ubicado en la Cuenca Alta del Río
Magdalena, y aprovechará aguas del Río Suaza y Magdalena con un volumen de 3205 hm cúbicos. La construcción de la hidroeléctrica fue otorgada en 2008 por el Ministerio de Minas y Energía a la empresa EMGESA, filial del grupo hispano-chileno ENDESA (ENDESA posee una participación inferior al 50% de EMGESA. Sin embargo, ENDESA es el que ejerce el control de la sociedad. A su vez ENDESA cuenta con una participación importante del grupo ENEL de Italia).
La hidroeléctrica ampara diferentes problemáticas durante su ejecución estas son:
Ambientales: según la investigación realizada por INGETEC se vieron afectadas 324 especies de flora, 103 especies de aves, 13 especies de reptiles y 3 especies de mamíferos; lo cual es consistente con la licencia ambiental otorgada por el ministerio de Ambiente en el 2009 a EMGESA; donde se establece una remoción vegetal de 3034 has, esto va en contraparte con lo declarado en la ley 2 de 1959 donde se estableció que el rio magdalena hace parte de la reserva forestal de la Amazonía; por tal razón es coherente la oposición o conflicto entorno a la afectación medio ambiental que este proyecto representa. De igual forma EMGESA modifico 117 veces la licencia ambiental otorgada, esto generó malestar en la comunidad dado que el ministerio de ambiente avaló un situación que manifestaba falta de panificación y que por parte de la ANLA (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales) era merecedora de amonestaciones por falla en estudios de Vulnerabilidad de la hidroeléctrica. A esta situación se suma la afectación sobre el rio magdalena puesto que significo el desvío del cauce, extracción de materiales y afectación en los peces. La CAM denunció por ello “Fallas en el plan de contingencia para reducir riesgos y manejar emergencias ante eventuales desastres”. Teniendo en cuenta las problemáticas enunciadas anteriormente las comunidades afectadas por la construcción no entienden como se permitió el inicio de este proyecto aun cuando no tenía licencia si no hasta el 2009. Sociales y económicas: Debido a la insatisfacción de la comunidad por todos los problemas ambientales presentados durante la ejecución del proyecto se presentaron varias protestas por parte de los lideres de la población afectada, ante esta situación el gobierno respondió de forma agresiva, criminalizando las protestas presentadas. Se resalta que a lo largo de la lucha de las comunidades y de las OJA contra el proyecto ha habido bastante violencia por parte de los organismos del estado y un elevado proceso de militarización. Al mismo tiempo ha habido desalojos violentos de las comunidades e igualmente heridos. Los respuestas del gobierno fueron cierre de mesas de concertación o dialogo, hostigamiento al profesor Dussán o miembros del ASOQUIMBO, grupos que luchas por la defensa de la vida, territorio y conserva. De igual forma los habitantes han tenido que aceptar en condiciones desventajosas la compra de sus tierras dado que EMGESA-ENDESA no tuvieron en cuenta la inclusión de aquellas comunidades que sin residir dentro de la ubicación dependen del área de influencia directa del proyecto, por lo cual deben ser incluidos en la restitución de actividades productivas. Este aspecto ha sido de gran discusión para estimar las medidas de compensación. Sin embargo, EMGESA solo ha tenido en cuenta el área del embalse y de las obras complementarias. En ese sentido, Emgesa dice que los perjudicados son 3 mil, mientras Aso quimbo, que son 17 mil. Este problema se ha presentado en otros proyectos como la central hidroeléctrica de Betania donde también se presentaros inconformidades en el pago de la tierras de las personas directamente involucradas dentro del terreno afectado. Legales: en marzo de 2011 por parte del Ministerio de Ambiente, las comunidades afectadas, organizaciones, entes de control, manifestaron diferentes cuestionamientos al proceso desarrollado, incluyendo falta de seguimiento, adecuada concertación, inadecuados estudios sismológicos, afectados sin indemnización, incertidumbre por la ubicación de los sitios para el reasentamiento, etc. Además de las denuncias hechas por los líderes locales, organizados en ASOQUIMBO, la Defensoría del Pueblo solicitó al Ministerio la suspensión de la licencia ambiental. Durante todo 2011 hubo manifestaciones, marchas, denuncias públicas, cuestionamientos a los procedimientos legales y a la forma como han sido tratadas y desalojadas las comunidades de sus tierras, incluyendo la violencia y fuerza pública. El 23 de agosto de 2012, la Contraloría General de la República abrió investigación preliminar para esclarecer si el Ministerio de Ambiente y la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) incurrieron en irregularidades en la expedición de la licencia ambiental de la obra y generaron un posible detrimento patrimonial de COL$350 mil millones. Esta decisión del ente de control surgió después de que la Asociación de Afectados por El Quimbo (Asoquimbo) denunciara que el proyecto recibió su licencia ambiental sin siquiera tener los estudios de impacto necesarios para ello.