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Representación de La Esclavitud Negroafricana PDF
Representación de La Esclavitud Negroafricana PDF
ISSN: 0122-8803
historiacaribe@mail.uniatlantico.edu.co
Universidad del Atlántico
Colombia
RESUMEN
Este artículo analiza el material gráfico que el Taller de Bry hizo sobre
los esclavos negroafricanos para el Libro V de los Viajes a las Indias
Occidentales (Francfort del Meno, 1595). Trata sobre la introducción de los
esclavos negroafricanos en el Caribe español durante el siglo XVI. También
describe las duras condiciones que padecían en las minas de Cibao y en las
plantaciones de azúcar, en la actual República Dominicana. Finalmente,
representa el cruel trato hacia los esclavos y las primeras fugas, durante la
Navidad de 1522.
Palabras clave
Esclavitud negroafricana, Caribe español, Taller de Bry, Theodor de Bry,
siglo XVI
ABSTRACT
This article analyses the graphic material about the black Africans slaves
that Bry’s Workshop used for the Book V of the Travels to the West Indies
(Francfort del Meno, 1595). It is about the introduction of black Africans
slaves in the Spanish Caribbean during the first half of XVI century. Here
it also describes the deplorable working conditions that were endured by
the slaves in the mines of Cibao (Isla de la Española), in the sugar cane
plantations, in what is known as the Domican Republic. Finally it studies
the cruel treatment and suffering of the slaves which led primarily to the
first black fugitives, during Christmas of 1522.
Key words
Black Africans Slaves, Spanish Caribbean, Bry´s Workshop, Theodor de
Bry, 16th century.
nos muestra sentado junto a dos en- ciones de los jerónimos y de los
comenderos o colonos que parecen colonos fueron apoyadas por fray
discutir sobre el reparto de las nuevas Bartolomé de Las Casas, quien, en
tierra y la mano de obra esclava, tal su deseo de aliviar la dura suerte
y como atestigua la presencia de los de los amerindios, recomendaba la
privilegios reales sobre la mesa: “Cum esclavitud de negros. En sus últimos
privilegio S. C. Maiestatis”. días, el propio dominico, reconoció el
daño que había hecho a la comunidad
El hecho de mostrar a un repre- negroafricana13.
sentante de la Iglesia papal entre
los encomenderos, deja de mani- Por lo que respecta a la imagen que
fiesto la estrecha vinculación entre nos concierne, los esclavos negroafri-
la Iglesia Católica y los colonos11. canos se representan en los laterales
Un “pacto” o relación que terminó de la composición del frontispicio,
convirtiéndose en uno de los fac- transportando la pesada carga de los
tores determinantes del triste des- españoles sobre sus fuertes hombros
tino de la población negroafriana y espaldas. Entre la multitud se ca-
en Hispanoamérica. Un ejemplo rece de la presencia del componente
es la visita de los padres jeróni- femenino esclavo, que en la reali-
mos a La Española en el invierno dad fue muy numeroso en isla de La
de 1516-1517, de la que se conven- Española. Un ejemplo es una Real
cieron de lo escasos que estaban los Cédula del 15 de Abril de 1541, que
colonos de trabajadores, no solo daba licencia a Cebrián de Charitate
para la explotación de los metales para llevar dos mil esclavos negros a
y cultivo de la caña de azúcar, sino La Española, siendo “el tercio dellos
para cubrir las bajas producidas por hembras”14.
la rápida mortalidad y emigración
de los indígenas, ya que, como re- Los esclavos aparecen como un gru-
fiere Conrado Habler, en cada car- po alejado de la Iglesia, lo que puede
ta que enviaban a la corte pedían representar el distanciamiento de la
esclavos negros12. Las reclama- Iglesia Católica hacia los esclavos
negroafricanos en estas tierras. Ex- minas, sino 200 negros más, que se
plica Genaro Rodríguez Morel que venderían por cuenta de la Corona16.
“la comunidad eclesiástica encon-
tró que la población de negros y Otros elementos de interés del graba-
mulatos estaba articulada median- do y de carácter artístico, es el fuerte
te concepciones socio-culturales, y sentido de verticalidad de la compo-
que habían conservado intactas sus sición, acentuado por el representante
creencias religiosas integradas aho- papal, el vano con la leyenda y la cruz
ra al medio antillano”15. Tampoco se de Cristo que corona el monte. Los
debe olvidar que dentro de la cúpula tres elementos se encuentran en un
eclesiástica había un sector esclavis- mismo eje y producen un efecto de
ta fuertemente constituido, que posi- alargamiento de la composición de la
blemente impidió una evangelización portada. A su vez, se produce un abi-
efectiva de los esclavos y esclavas de garramiento u horror vacui originado
la isla. En cualquier caso, los prime- por el propio vano y la concavidad
ros prelados que llegaron a la isla en de la cueva, desplazando a los per-
el siglo XVI, entre los que se encuen- sonajes hacia los laterales y acentúan
tran fray Pedro de Córdoba o Monte- el sentido de verticalidad ya señala-
sinos, se opusieron al régimen de los do. La abertura en el terreno permite
repartimientos y al maltrato genera- crear dos secuencias figurativas en la
lizado contra la población indígena; composición: en primer lugar, la es-
sin embargo, resulta extremadamen- cena principal donde se desarrolla el
te significativo que la esclavitud ne- conjunto del grabado comentado y en
groafricana permaneciera al margen segundo, la imagen que se aprecia a
de este pensamiento humanista y no través de la concavidad. En este caso
hubiera “defensores de los negros”. parecen ser tres carabelas españolas
Como se ha reseñado en el caso de que llegan a tierras americanas, aun-
Las Casas, incluso se llegó a poten- que también podría tratarse de tres
ciar la compra-venta y el comercio barcos negreros que anticipan la lle-
de personas de origen subsahariano gada de los esclavos representados.
para paliar los males causados a los
amerindios, como lo corrobora una Finalmente hay que señalar la dico-
carta escrita el 13 de Enero de 1510 tomía existente entre los esclavos
por Fernando el Católico y dirigida negros desnudos e indefensos y los
a la Casa de Contratación de Sevilla, españoles con vestimenta europea y
que disponía que se enviasen no sólo armados con lanzas, mosquetes y es-
los 50 esclavos negros pedidos por padas. Esa dualidad que representa
los colonizadores para trabajos de las las dicotomías naturaleza, cultura y
2. Lámina II del Libro Quinto, titulada: “Envía a los negros de tierras moras a la mina en la Isla
Nueva”. Theodor de Bry, Fráncfort del Meno 1595. Biblioteca Nacional de España, Madrid.
3. Lámina III del Libro Quinto, titulada: “Cuando ya no querían rendir los filones,
obligaron a los negros a refinar caña de azúcar”. Theodor de Bry, Fráncfort del
Meno, 1595. Biblioteca Nacional de España, Madrid.
sus oficios y su baja cuna “cobrando nos esclavos están apuntalando las
humos de noble”. No querían servir galerías y concavidades con grandes
a nadie sino ser servidos”28. vigas que se disponen verticalmente
para evitar posibles derrumbamien-
Los esclavos transportan el mineral tos que eran muy frecuentes en estos
en unos grandes cestos carentes de contextos. Las entibaciones de las
asas que apoyan sobre sus cabezas. galerías o pozos, constituían uno de
Era muy frecuente utilizar bolsones o los principales problemas mineros,
“baldeses” para el transporte del mi- las cuales se realizaban empleando
neral, particularmente en las minas de la madera, y así continuará hacién-
azogue, debido a que el mercurio era dose durante mucho tiempo, a pesar
muy pesado y líquido. En un segun- del peligro que representaban en caso
do plano, se desarrolla la comentada de incendios29. Gonzalo Fernández
extracción del mineral, donde algu-
29 GONZÁLEZ TASCÓN, Ignacio. “Inge-
niería española en América para la minería
28 MIRA CABALLOS, Esteban. El indio an- y metalurgia (siglos XVI-XVII)”, en LO-
tillano…, p. 219. PEZOSA APARICIO, Concepción (dir.).
bio, en la lámina los esclavos negros las calderas47, una vez que estas ha-
son los encargados de desempeñar bían sido trituradas en el molino. Uno
todas las labores, equiparándose con de los esclavos es el encargado de de-
animales de carga. positar la caña de azúcar en la caldera
que es calentada con leña, elemento
A diferencia del trapiche, el ingenio muy importante en un ingenio. Para
funcionaba durante las épocas de obtener una buena zafra era necesa-
lluvia utilizando la fuerza hidráuli- rio disponer de una gran cantidad de
ca como medio de producción. El leña para cocer el guarapo. Por eso,
problema está en el período de ac- la oligarquía azucarera pedía terre-
tividad de este, que no era el mejor nos con bosques madereros próximos
para las cañas, por el hecho de que a los mismos. Con esa práctica, se
las mismas tenían menos sacarosa. ampliaban los latifundios y la élite
O sea, que cuando el tiempo favore- agraria se adueñaba de mayores por-
cía al molino, no lo era así para las ciones de tierra48. En el centro de la
cañas45. El trapiche tenía la ventaja composición se visualiza el proceso
de que podía moler incluso cuando de almacenamiento y traslado de la
los ríos tuvieran poco caudal de agua, melaza en grandes vasijas, y en un es-
por el hecho de que su fuerza motriz tadio más primario la preparación de
eran los animales. En la mayoría de la caña para ser triturada. Esta última
los casos, las personas más ricas que secuencia presenta a un esclavo pe-
tenían un ingenio, también tenían tra- lando la caña de azúcar, mientras otro
piches, lo que les aseguraba la mo- la recoge para llevarla hasta la piedra
lienda sin interrupción. Si por algún del molino. La elaboración de la me-
accidente se averiaba el ingenio, cosa laza era un proceso duro, pues como
muy frecuente especialmente en los es sabido muchos esclavos fallecían
meses de lluvia, se molían las cañas por las condiciones inhumanas de sus
en los trapiches hasta que se reparaba trabajos. Las Casas lo relata así en su
la avería. Historia de las Indias:
4. Lámina IV del Libro Quinto, titulada: “Cuando algún negro incumple su faena diaria, es
atrozmente maltratado por su amo”. Theodor de Bry (Fráncfort del Meno 1595). Biblioteca
Nacional de España, Madrid.
así muchos dellos cada día mue- sario les cueste su sudor y dejen de
ren. Por eso huyen cuando pueden guardar las fiestas y descansar los
a cuadrillas y se levantan y hacen días que Dios les dio para cobrar
muertes y crueldades”49. aliento”. La economía de la planta-
ción exigió la uniformidad y baratu-
Estos penosos trabajos los realizaban ra en el vestuario, presentando cada
en condiciones lamentables, utilizan- prenda el mínimo de piezas y cos-
do por lo general prendas simples, turas50. Más piadosa en este sentido
aunque en otras ocasiones trabajan fue la Compañía de Jesús, que en sus
desnudos, como los esclavos repre- haciendas en Hispanoamérica, apa-
sentados en el grabado. El jesuita rece rigurosamente reglada por los
Alonso de Sandoval hace referencia a superiores la provisión del vestuario a
dicha desnudez: “los traen desnudos, los esclavos. Una vez al año, cercana
y que si los pobres negros se han de la Navidad, se repartían vestidos nue-
vestir y cubrir sus carnes, es nece-
50 MORENO FRAGINALS, Manuel. La his-
toria como arma y otros estudios sobre
49 LAS CASAS, Fray Bartolomé. Historia de esclavos, ingenios y plantaciones, (1983),
las Indias, t. III, libr. III, cap. 129, p. 2325. Crítica, Barcelona, , p. 39.
formaba una cifra, una letra u Indias57. Cabe señalar, que para en-
otro signo y a la cual se unía un tonces, el movimiento abolicionista
mango con el extremo de madera. ya tenía numerosos adeptos en Eu-
El hierro se calentaba sin dejarlo ropa, coincidiendo con dos corrientes
enrojecer, se solía frotar con sebo de pensamiento: Ilustración y Libera-
o grasa la parte del cuerpo donde lismo, que proclamaban la igualdad
se debía grabar la señal, se ponía racional y natural de los hombres.
encima un papel aceitado y se apli-
caba el hierro lo más ligeramente La Lámina IV cuyo título es: “Cuan-
posible”. do algún negro incumple su faena
diaria, es atrozmente maltratado por
Esta situación se mantuvo hasta 1784, su amo”, se aleja del método de tor-
cuando Carlos III lo prohibió, preci- tura descrito hasta ahora, es decir, el
samente por la crueldad que impli- uso del hierro candente. En este caso,
caba, y cuidó, además, de asegurarse
que se cumpliera, ordenando que se
57 ANDRÉS-GALLEGO, José. La esclavi-
remitieran los hierros al Ministerio de tud en la América, p. 177.
5. Lámina V del Libro Quinto, titulada: “Huyen los negros de la servidumbre por causa de
la crueldad de los españoles y matan a varios déstos”. Theodor de Bry, Fráncfort del Meno,
1595. Biblioteca Nacional de España, Madrid.
co60, fue hallado culpable por hurtar damento si murió del castigo, si de
en las propiedades de su amo, tras la la enfermedad”64.
inocente confesión del joven Laza-
rillo. Este fue castigado y torturado, Después de ser “pringado” el esclavo
así lo relata Lázaro: “Al triste de mi representado, era conducido hacia la
padrastro azotaron y pringaron61, y a caseta donde se abandonaba sobre
mi madre pusieron pena por justicia, una mesa con una manta. Es decir,
sobre el acostumbrado centenario62, el desamparo total ante la muerte.
que es casa del sobredicho comenda- Como es sabido, se trataba de prác-
dor no entrase ni al lastimado Zaide ticas habituales que se llevaron en
en la suya acogiese”63. Alonso de territorio americano, pero también
Sandoval, presenta el castigo de dar fueron propias de la Europa de la
azotes como un hecho generalizado: época. Amenazas, gritos, órdenes y
la presencia del látigo, formaban par-
te del diario de los esclavos. En las
“[...] el tratamiento que les ha-
mencionadas minas de Guadalcanal,
cen, de ordinario por pocas cosas
y de bien poca consideración, es
los esclavos debían después del día
brearlos, ladarlos hasta quitarles de trabajo en los pozos ir al servicio
los cueros y con ellos las vidas, de los oficiales bajo pena de latiga-
con crueles azotes y gravísimos zos65. En ocasiones, el carácter sádico
tormentos; ellos atemorizados, por de los castigos conducían al esclavo
ahí se mueren podridos y llenos de hacia la muerte, como se desprende
gusanos”, o “moríasele una vez a de una Real Cédula de 15 de Abril
un amo de estos una negra, de pas- de 1540, dirigida a la provincia de
mo, parecíole medicina barata que Tierra Firme, que prohibía que “los
entrase en calor con azotes, y diole negros que se alçaren se les corten
tantos que se dudó con mucho fun- los miembros genitales”66. El esclavo
igualmente podía ser ejecutado cuan-
do su amo debía importantes cantida-
60 FRA MOLINERO, Baltasar (Marzo, des de dinero a sus acreedores, como
1993). “El negro Zaide: marginación social manifiesta una provisión del 30 de
y textual en el Lazarillo”, en Hispania, 76,
nº. 1, pp. 20-21 y 26. Marzo de 1557 que prohibía ejercer
tales prácticas en la isla de La Espa-
61 Pringaron: atormentaron vertiéndole toci-
no derretido (el pringue) sobre las heridas
causadas por los azotes.
64 SANDOVAL, Alonso de. Un tratado so-
62 Los acostumbrados cien azotes con que
bre la esclavitud, libr. II, cap. II, pp. 235 y
se castigaba a las mujeres que vivían con
237.
hombres de otra religión.
65 STELLA, Alessandro. “Herrado en el ros-
63 Anónimo. El Lazarillo de Tormes, (2000),
tro”, p. 158.
edición y estudio de MORROS, Bienveni-
do, Editorial Vicens Vives, Barcelona, , 66 ENCINAS, Diego. Cedulario Indiano, t.
pp. 11-12. IV, fol. 383.
ñola “en los dichos ingenios, ni en los por las excelencias de una vida sen-
negros, ni en otras cosas” en casos cilla y pobre, llegando a proponer la
de deuda67. desnudez de los pueblos “salvajes”
como una señal de inocencia y de
La técnica de tortura y maltrato pre- pureza69.
sentada en la ilustración es la de
enterrar el cuerpo del esclavo bajo
tierra, dejando únicamente visible su Primera revuelta de
cabeza. Benzoni comenta que dicha negros cimarrones en
técnica se utilizaba como remedio las Antillas
curativo después de ser azotado el
esclavo. Para reforzar la crueldad de A menudo, determinados intelectua-
la escena, Theodor de Bry introduce les han intentado minimizar el im-
en un plano más alejado una escena pacto de las rebeliones de esclavos
de incesante trabajo en las minas a negroafricanos en Hispanoamérica,
cielo abierto, donde los esclavos des- reduciéndolo a un fenómeno de ám-
nudos y con picos extraen el mineral. bito residual. Sin embargo, estudios
Posiblemente esta desnudez en medio más recientes como el de Roberto
de la naturaleza remita a elementos Cassá y Genaro Rodríguez Morel70,
de carácter ancestral como las repre- han demostrado su verdadera impor-
sentaciones sobre la expulsión del tancia desde el punto de vista socio-
paraíso de Adán y Eva. Es decir, se económico y cultural, centrándose en
le atribuye un carácter peyorativo, el caso de Santo Domingo71.
aludiendo al pecado ancestral, a la
caída misma. Asimismo, la desnudez 69 SEBASTIÁN LÓPEZ, Santiago. Iconogra-
alude a la época dorada, a una vida fía del indio americano. Siglos XVI-XVII,
simple y, por lo tanto, no civilizada68 (1992), Ediciones Tuero, Madrid, , pp. 8-9.
que se le atribuye a los esclavos ne- 70 CASSÁ, Roberto y RODRÍGUEZ MOREL,
groafricanos y al amerindio. En el Genaro (1993). “Consideraciones alternati-
fondo no se hizo más que revalorizar vas acerca de las rebeliones de esclavos en
Santo Domingo”, en Anuario de Estudios
un mito antiguo: la vida paradisíaca Americanos, 50, nº. 1, pp. 101-131.
en los tiempos que precedieron a la
71 Son de gran interés para el estudio del
Historia. Según Santiago Sebastián cimarronaje en América las obras de FE-
López, no fue una idea propia del hu- DERICO GUILLOT, Carlos. Negros
manismo, ya que en la Edad Media rebeldes y negros cimarrones (Perfil
los franciscanos y algunas herejías afroamericano en la historia del Nuevo
Mundo), (1961), Fariña Editores, Buenos
cristianas mostraron su complacencia Aires, ; DIEZ CASTILLO, Luis A. Los
cimarrones y la esclavitud en Panamá,
(1968), Editorial Litográfica, Panamá, ;
67 Ibidem, t. IV, fols. 96-98.
Del mismo autor nos encontramos con la
68 APONTE RAMOS, Dolores. Mapas, cró- obra: Los cimarrones y los negros antilla-
nicas y natividades, p. 97. nos en Panamá, (1981), Impr. J. Mercado
que el día siguiente, en escla- nios80. Una práctica regular entre los
reciendo, pensaba los rebeldes insurgentes consistía en liberar a los
negros de dar en aquel ingenio e negros que estaban presos, llevándo-
matar otros ocho o diez cristianos se igualmente a las esclavas negras,
que allí había, e rehacerse de más todos los alimentos que podían lle-
gente negra. E pudiéronlo hacer, var consigo, las armas, los caballos,
porque hallaran más de otros cien- el ganado vacuno, etc.81 En algunas
to e veinte negros en aquel ingenio; ocasiones las revueltas de cimarrones
con los cuales si se juntaran, tenía llegaron a transcender hasta tal punto
pensado de ir sobre la villa de Azua de apoderarse de numerosos puertos
y meterla a cuchillo y apoderarse de mar82.
de la tierra, juntándose con otros
muchos negros que en aquella villa En cuanto al grabado, en un primer
hallaran de otros ingenios”78. plano se puede apreciar a un grupo de
seis cimarrones apresados por las ma-
Como indica el fragmento de texto, nos ante la presencia de Diego Colón
entre los objetivos de la rebelión en seguido de otros soldados armados
la Navidad de 1522, se encontraba con mosquetes que posan sobre sus
incorporar el mayor número posible hombros. El campo de acción se de-
de esclavos, con objeto de conformar sarrolla en un plano secundario de la
un importante contingente de escla- composición, donde cerca de un mo-
vos que pudiesen hacer frente a los lino, habiendo “estado ellos tumba-
colonos españoles. Por ello, marcha- dos (los cimarrones) ante uno de esos
ron a orillas del río Ocoa, donde se molinos para pasar la noche, atacóles
encontraba el ingenio de azúcar del li- mientras dormían” los españoles. Al
cenciado Alonso Zuazo, miembro de margen izquierdo se representa el ata-
la élite administrativa, para hacerse que de la caballería armada con largas
con “ciento e veinte negros en aquel lanzas y dirigida por el capitán Fran-
ingenio”79. Normalmente, este tipo de
rebeliones estuvieron acompañadas
por centenares de negros que seguían 80 FRANCO, José L. (1981). “Rebeliones ci-
las órdenes de sus capitanes. Los es- marronas y esclavas…”, p. 46
clavos alzados cometían numerosos 81 RODRÍGEZ MOREL, Genaro (1992).
robos y quemaban las plantaciones de “Esclavitud y vida rural…”, p. 108.
caña, así como las casas de los inge- 82 Real Cédula del 13 de Junio de 1615 di-
rigida a la Audiencia de Santo Domingo,
Valladolid (AGI, Santo Doming 869, leg.
6, fols. 217 v - 218 r). El licenciado García
Pérez de Arauel, fiscal del Consejo de In-
78 FERNÁNDEZ DE OVIEDO, Gonzalo.
dias, daba noticia sobre una cabalgada de
Historia General y Natural de las Indias,
negros cimarrones en La Española, que se
t. I, libr. IV, cap. 4, pp. 98-99.
apoderó de “más de veinte puertos de varo-
79 Ibidem. nes y hembras”.
cisco de Ávila. Los rebeldes aparecen siendo presos en apenas cinco días y
desnudos y prácticamente indefensos ahorcados la mayor parte de ellos85.
ante el ataque de la caballería. Sola-
mente algunos se defienden y atacan Es un grabado con varias secuencias
a un español tendido en el suelo, que figurativas en un mismo tiempo, es
posiblemente sea Melchior de Castro, decir, distintas acciones ocurridas en
escribano mayor y vecino de la ciudad el tiempo utilizadas en una misma es-
que “le pasaron el brazo izquierdo con cena. En este sentido, los prisioneros
una vara y quedó mal herido”83. Mel- cimarrones del primer plano son los
chior es atacado con una especie de mismos ahorcados de los árboles. Se
maza semejante a la ibira-pema o ta- trata un recurso narrativo muy utili-
cape, instrumento muy utilizado por los zado tanto en la plástica como en la
indígenas tupinambas para el sacrificio gráfica y también por el Taller de Bry,
ritual de los prisioneros. El resto de los como he podido constatar en muchas
esclavos huyen hacia el bosque. En el de sus ilustraciones. Además de su
margen derecho se acentúa el dramatis- valor artístico, es indudable su valor
mo del grabado con el ahorcamiento de histórico, pues es la primera gran re-
los principales cabecillas de la rebelión. belión de esclavos cimarrones en las
Fernández de Oviedo cuenta: Antillas, que no tardaría en reprodu-
cirse en otros lugares próximos como
“Y quedando el almirante en el cam- Puerto Rico, donde hubo por primera
po, hizo buscar con tanta diligencia vez, en el año 1533, una revuelta de
los negros que habían escapado de negros, que costó enormes esfuerzos
la batalla y eran culpados, que en para sofocar. En el mismo año de
cinco o seis días se tornaron todos, 1522 ocurrió la famosa rebelión de
e mandó hacer justicia dellos, e esclavos cimarrones en la ciudad de
quedaron sembrados a trechos por Panamá, encabezada por Bayano, que
aquel camino, en muchas horcas”84. al frente “de un ejército y escuadrón
de más de 1.200 negros y negras”,
Aquellos que consiguieron adentrarse causo importantes daños, “sacan-
en el bosque y escaparon en un primer do los negros y negras cautivas del
momento de la muerte, fueron perse- servicio de sus amos españoles”, y
guidos por el capitán Pero Ortiz de llevándolos a los montes donde se
Matienzo, “el cual los siguió e peleó refugiaban86. Igualmente merece re-
con ellos, e mató a algunos, e prendió
a aquellos de quien se hizo la justicia”,
85 HERRERA Y TORDESILLAS, Antonio.
Décadas del Nuevo Mundo, t. II, déc. III,
libr. IV, cap. 9, p. 392.
83 FERNÁNDEZ DE OVIEDO, Gonzalo.
86 ORTIGUERA, Toribio de. “Jornada del Río
Historia General y Natutal de las Indias, t.
Marañón”, en Biblioteca de Autores Espa-
I, libr. IV, cap. 4, p. 100.
ñoles (Tomo Ducentésimo decimosexto),
84 Ibidem. Madrid, Ediciones Atlas, 1968, cap. 1, p. 220.