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HISTORIA DE LA SALVACIÓN
ÁREA DE EDUCACIÓN RELIGIOSA 1° SECUNDARIA
DIOS ELIGE UN PUEBLO: Después del pecado original, Dios nuestro Padre no abandonó al hombre, sino
que le revelo su plan para vencer al mal y levantarlo de su caída. Desde el principio, Dios eligió a algunos
hombres para entregarle una misión especial.
LOS PATRIARCAS
HISTORIA DE LOS PATRIARCAS: La palabra patriarca significa Padre. Fueron personajes que al frente
de su familia destacaron por su fidelidad a Dios, trasmitiendo su promesa y cumpliendo su voluntad divina.
Los tres grandes patriarcas fueron Abraham Isaac y Jacob; su descendientes serán el pueblo de Jacob o
Israel. Dios prometió a Abraham que le haría cabeza de un pueblo y que su descendencia nacería el Mesías.
ABRAHAM: PADRE DE LA FE: Abraham es conocido como padre de los
creyentes. Porque en todo momento creyó y confió en Dios, aún en las pruebas más
difíciles de su vida.
Dios llamo a Abraham para que abandone todo y lo siguiera sin saber a dónde.
Era un hombre justo que tenía un gran rebaño y vivía con su esposa Sara en la
ciudad de Ur en Caldea; junto con su esposa , sobrino Lot, su familia, sus trabajadores y
todas sus pertenencias partieron .
El primer mérito de la fe de Abraham, es haberse arriesgado abandonar su tierra
poniendo su confianza en Dios.
El segundo gran mérito de nuestro Padre Abraham, es haber desado su
fecundidad y descendencia en las manos de Dios. Dios promete a Abraham multiplicar su descendencia
como las estrellas del cielo. Él creyó a Dios aunque su esposa Sara no podía tener hijos. Recién en su vejez
concibe a Isaac. Con el nacimiento de Isaac se sella la alianza de Dios con Abraham y su descendencia.
Dios lo pone a prueba le dice que sacrifique a Isaac y cuando Abraham se dispone a obedecer por
medio de un ángel le dice que el sacrificio no es necesario porque su obediencia y fe incondicional ha sido
demostrada. Abraham se convierte así en un ejemplo grande de fe en el Antiguo Testamento.
La obra y la salvación, que Él nos concede dependen de la palabra de Dios y de la fe con que el
hombre responde a esa palabra como Abraham.
DIOS PRUEBA LA FE DE ABRAHAM: Posteriormente Abraham fue sometido a una prueba de fe, Dios
le pidió que sacrificara a su hijo Isaac en un monte; él se dispuso a obedecer pero por medio de un ángel,
Dios le dijo que el sacrificio no era necesario porque su obediencia y fe habían sido demostradas. Debemos
tener en cuenta que Isaac no sólo era hijo de Abraham sino el signo de la promesa de Dios en la cual él había
depositado toda su confianza. Abraham fue el primer gran patriarca del pueblo de Dios.
ISAAC HIJO DE LA PROMESA: Fue el segundo de los patriarcas quien vivió 180 años. Dios le repitió
su promesa que antes le había hecho a padre, que en su simiente todas las naciones serian bendecidas. Isaac
se casó con Rebeca, de lo cual nacieron gemelos Esaú y Jacob.
Según la costumbre de los hebreos el primer hijo debería ser el heredero de la promesa pero dice la escritura
que Esaú cambió por un plato de lentejas su puesto de primogénito a Jacob, su hermano y éste consiguió la
bendición de su padre.
Esaú buscó a Jacob para vengarse, pero él ya había huido a Jarán.
JACOB Y LAS TRIBUS DE ISRAEL: En Jarán Jacob tuvo un sueño: “Los mensajeros de Dios bajaban
por una escalera que llegaba hasta el cielo. Y Dios, junto a él, le dijo: “Soy el Dios de Abraham y de Isaac.
La Tierra en que estás echado te la daré a ti y a tus descendientes y será una gran nación. Yo estaré siempre a
tu lado”. Dios le cambió el nombre de Jacob, “el engañador” por el de Israel, “Fortaleza de Dios”.
Israel, fue el heredero de las promesas que Dios hizo a Abraham, distinguiéndose por su fidelidad a Él
durante toda su vida.
Israel tuvo 12 hijos, cuyos nombres fueron: Rubén, Simeón, Leví, Juda, Dan, Nftalí, Gad, Aser, Isacar,
Zabulón, José y Benjamín y también tuvo una hija Dina. Cada uno de los doce hijos de Jacob será la cabeza
de cada una de las doce tribus de Israel.
N R U S S O
2. PROMESA: Haré que tus descendientes sean muy …………….
O M E
forma en que lo habían tratado. Él creía que la forma en que habían actuado sus hermanos había hecho
posible que se cumpliera la voluntad de Dios (Gén. 45:4–15).
V. Lee Gn 25, 19-34; 27, 1-45; 33, 1-17 ahora cuenta la historia de Jacob: