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HECHO DE VIDA

En un pueblo sin sacerdote, al llegar la cuaresma se


reunió el comité pro-semana santa. Sus miembros
estaban muy preocupados por restaurar las imágenes,
trazar el recorrido de las a procesiones y organizar la
venta de los platos típicos.
Leonardo opinaba que debían hacer algo para llamar a la
conversión a la numerosa gente que participaba en las
ceremonias. Sus compañeros se resistían por que no
querían recurrir a la parroquia vecina. Temían que el
sacerdote los reprochara el negocio que hacían durante
la semana santa finalmente triunfó la opinión de la
mayoría y continuaron haciendo lo de siempre.

HECHO DE VIDA
En un pueblo sin sacerdote, al llegar la cuaresma se
reunió el comité pro-semana santa. Sus miembros
estaban muy preocupados por restaurar las imágenes,
trazar el recorrido de las a procesiones y organizar la
venta de los platos típicos.
Leonardo opinaba que debían hacer algo para llamar a la
conversión a la numerosa gente que participaba en las
ceremonias. Sus compañeros se resistían por que no
querían recurrir a la parroquia vecina. Temían que el
sacerdote los reprochara el negocio que hacían durante
la semana santa finalmente triunfó la opinión de la
mayoría y continuaron haciendo lo de siempre.
HECHO DE VIDA
En un pueblo sin sacerdote, al llegar la cuaresma se
reunió el comité pro-semana santa. Sus miembros
estaban muy preocupados por restaurar las imágenes,
trazar el recorrido de las a procesiones y organizar la
venta de los platos típicos.
Leonardo opinaba que debían hacer algo para llamar a la
conversión a la numerosa gente que participaba en las
ceremonias. Sus compañeros se resistían por que no
querían recurrir a la parroquia vecina. Temían que el
sacerdote los reprochara el negocio que hacían durante
la semana santa finalmente triunfó la opinión de la
mayoría y continuaron haciendo lo de siempre.
HECHO DE VIDA
En un pueblo sin sacerdote, al llegar la cuaresma se
reunió el comité pro-semana santa. Sus miembros
estaban muy preocupados por restaurar las imágenes,
trazar el recorrido de las a procesiones y organizar la
venta de los platos típicos.
Leonardo opinaba que debían hacer algo para llamar a la
conversión a la numerosa gente que participaba en las
ceremonias. Sus compañeros se resistían por que no
querían recurrir a la parroquia vecina. Temían que el
sacerdote los reprochara el negocio que hacían durante
la semana santa finalmente triunfó la opinión de la
mayoría y continuaron haciendo lo de siempre.
HECHO DE VIDA
En un pueblo sin sacerdote, al llegar la cuaresma se
reunió el comité pro-semana santa. Sus miembros
estaban muy preocupados por restaurar las imágenes,
trazar el recorrido de las a procesiones y organizar la
venta de los platos típicos.
Leonardo opinaba que debían hacer algo para llamar a la
conversión a la numerosa gente que participaba en las
ceremonias. Sus compañeros se resistían por que no
querían recurrir a la parroquia vecina. Temían que el
sacerdote los reprochara el negocio que hacían durante
la semana santa finalmente triunfó la opinión de la
mayoría y continuaron haciendo lo de siempre.

HECHO DE VIDA
En un pueblo sin sacerdote, al llegar la cuaresma se
reunió el comité pro-semana santa. Sus miembros
estaban muy preocupados por restaurar las imágenes,
trazar el recorrido de las a procesiones y organizar la
venta de los platos típicos.
Leonardo opinaba que debían hacer algo para llamar a la
conversión a la numerosa gente que participaba en las
ceremonias. Sus compañeros se resistían por que no
querían recurrir a la parroquia vecina. Temían que el
sacerdote los reprochara el negocio que hacían durante
la semana santa finalmente triunfó la opinión de la
mayoría y continuaron haciendo lo de siempre.
En un pueblo sin sacerdote, al llegar la cuaresma se
reunió el comité pro-semana santa. Sus miembros
estaban muy preocupados por restaurar las imágenes,
trazar el recorrido de las a procesiones y organizar la
venta de los platos típicos.
Leonardo opinaba que debían hacer algo para llamar a la
conversión a la numerosa gente que participaba en las
ceremonias. Sus compañeros se resistían por que no
querían recurrir a la parroquia vecina. Temían que el
sacerdote los reprochara el negocio que hacían durante
la semana santa finalmente triunfó la opinión de la
mayoría y continuaron haciendo lo de siempre.

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