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HELENA CRUZ DE ORTIZ

UN EXTRATERRESTRE

LLAMADO KRAMAKÁN

EDITORIAL OVEJA BLANCA

Bogotá – Colombia 2001


Agradecimientos

Mis más sinceros agradecimientos a Luis Eduardo Cruz


Navarrete quien con sus conceptos y conocimientos colaboró en la
conformación de esta obra, al igual que a Diana Paola Ortíz
Cruz mi hija, Henry Bernal Cantor, Fredy Cruz López y a mi
esposo Carlos José Ortiz Lozano, quienes de una u otra forma
hicieron posible esta realización, brindándome sus valiosas
opiniones y su apoyo moral.
El autor

Helena Cruz de Oortiz. Casada, con una bella familia


integrada por su esposo y sus dos hijas, ha dedicado la mayor
parte de su vida al trabajo en Aduanas, en donde ascendió desde
el nivel técnico hasta ocupar el de Subdirectora pasando por
varias jefaturas de División.

Química Industrial de profesión, especializada en Tecnología de


Control de Procesos Químicos, con la natural inquietud
científica característica de su formación, dictó cátedra de
Química de Documentos en la Escuela General Santander, en
octavo semestre de la carrera profesional de Criminalística, en
donde pudo transmitir la experiencia adquirida al haber
participado en la evaluación técnica del Proyecto de Nueva
Cédula realizado por la Registraduría Nacional, y su desarrollo
en París acerca de la aplicación del rayo láser sobre plástico
para documentos de seguridad; investigación, que fue patrocinada
por la Asociación para la Investigación Latinoamericana
FUSTER.
De igual manera, preparó y dictó seminarios para la Aduana y
la Policía en los temas de textiles y control de estupefacientes y
sicotrópicos, siendo ponente en varios seminarios que sobre el tema
organizaron entidades internacionales, quienes publicaron sus
memorias en algunas de sus revistas.

Consultora de la Federación Textil Andina para el Proyecto


SITAC patrocinado por la Corporación Andina de Fomento, se
desempeñó durante su desarrollo en los cinco países de la
Comunidad Andina, basándose para ello en la investigación que
sobre el sistema de categorías de textiles realizó en los Estados
Unidos.

Animada por un profundo sentido social, que incluye dentro de


sus preocupaciones la falta de alimentos que padecen los pobres
del mundo, participó como expositora en el Primer Encuentro
Nacional de Inventores, con el Proyecto PROMINDA, que
propone la fabricación de alimentos a partir de microorganismos,
como una aplicación de la biotecnología industrial.

Esta obra, es su primera incursión en el campo literario y se


propone con ella, entregar un mensaje de amor, auscultando para
ello, en los recónditos espacios del pensamiento y las experiencias
extrasensoriales.
I

Serían las cinco de la tarde de un día cualquiera. El regreso

a casa sólo se encontraba iluminado por un especial

atardecer de esos que ahora se ven en la sabana de

Bogotá, a causa de los extraños e inadecuados cambios de

clima que sufre éste país y que son causa de toda clase de

catarros que mortifican a los ciudadanos. Todo parecía

augurar una noche más de las tantas veces vividas en una

ciudad en donde todo es trabajo y lucha diaria por el pago

de las deudas que nos acosan y que ni siquiera permiten a

los citadinos dormir en paz. La lánguida mirada del

atardecer por la ventana de la habitación principal era rito

diario para iniciar las labores nocturnas de preparar la cena

y el vestuario para el próximo día. El hermano hablaba, la


hija hablaba y todo parecía suceder lejos de este ser que no

veía a su alrededor más destino que cumplir con las

funciones de cualquier ser vivo de la naturaleza: nacer,

crecer, reproducirse y morir. Al respecto, sólo le quedaba

morir.

Sería por eso, o no se sabe por qué Bondad Infinita,

compadecida de tanto lamento interior, que entrada la

noche en este ir y venir de quehaceres hogareños, su

cuerpo pareció sentir un algo extraño que la invadía.

Contestaba sin entender preguntas que iban y venían de los

familiares, musitando temas triviales que no merecían su

atención. Pensó que se encontraba un poco enferma y se

recostó en su lecho sin dejar de contestar todo aquello que

se le preguntaba. La inquietud iba en aumento, y decidió

tomar un poco de agua, pero al llegar a la cocina se le fue

la sed que pensó tener. Camino de la habitación, creyó

escuchar algo así como dentro de su mente una voz que le

decía ¨ Camina con los pies descalzos hacia la luz que

emana de nuestras voluntades ¨ - ¨ Creo que estoy a


punto de enfermar ¨ Musitó y dio una vuelta por el

apartamento de clase media que era su único patrimonio

después de 20 años de trabajo como funcionaria del

Estado.

¨ Camina con los pies descalzos hacia la luz que emana de

nuestras voluntades ¨ Volvió a escuchar y regresó a su

dormitorio ésta vez para acostarse pues presintió que

definitivamente la gripe la había invadido.

Su hermano y su hija no dejaban de hablar sin notar lo que

estaba sucediendo y sin percatarse del malestar que la

embargaba, como era normal y como es normal en la

mayoría de los hogares, en los cuales la madre resuelve

todos los problemas, pero nadie se entera si se siente mal o

bien porque ella, siempre ha demostrado ser autosuficiente

y la panacea para la solución de cualquier dificultad que a

los demás les acontezca.

No se hizo esperar entonces, una inusitada sensación de


energía, similar a la que se experimenta cuando se toma un

cable que ha perdido su protección plástica, y una gentil

voz ordenando: ¨ Escribe Melisa lo que te voy a dictar ¨ La

Entidad que se intentaba comunicar, no se percataba que la

pobre mujer no obstante padecer el dominio de aquella

voz, permanecía como sembrada allí, sin lograr mover ni un

solo dedo de sus manos.

Como caído del cielo entró por enésima vez su hermano

que preguntaba si existía algún inconveniente para que se

quedase esa noche en casa de Melisa a lo que ella

respondió sin más reparos. ¨ Toma un papel y escribe lo

que voy a dictarte ¨ El hermano sorprendido acató

recibiendo el mensaje:

¨ El tiempo de la humanidad se ha

venido reduciendo. La venida de los

extraterrestres es inminente. Para

escuchar la voz de la conciencia, es

necesario sentir la voz de Dios que se


escucha a través de una actitud

decente.

Las medidas de conciencia son

indispensables para partir hacia una

evolución superior. Escucha con

objetividad los mensajes que te

hacemos llegar, ellos orientarán la vida

de tu planeta por una pequeña

temporada que viene entre la luz y la

oscuridad.

Camina con los pies descalzos hacia la

luz que emana de nuestras voluntades.

La conciencia es el Amor. El Amor, la

luz y la energía.

La energía forma los diodos

interplanetarios. Los planetas se unen

a través de termopares de dínamos

que emanan de un sistema energético

superior.

La evolución y la vida son una.


La luz vibrante proviene de una energía

superior que emana de los más altos

sistemas interplanetarios.

Vaga la razón, vaga la duda, vago el

poder del hombre.

La realidad es el Amor.”

Los rostros de los tres, incluyendo el de la hija que acababa

de ingresar al recinto, expresaban un inmenso interrogante.

¿Qué extraño fenómeno acaba de ocurrir y quien era aquel

que se comunicaba? Pero la hasta ahora inmóvil mujer, sólo

había alcanzado a preguntar mentalmente que significaba

aquello de ¨ camina con los pies descalzos hacia la luz que

emana de nuestras voluntades ¨ a lo que le habían

respondido que significaba que no interfiriera con su mente

en aquello que le estaban dictando. Luego de algunos

comentarios aduciendo que esto ocurre a muchas personas

y que abundantes libros explican este tipo de fenómenos,

cada quien se retiró a su habitación, dispuesto a tomarse el

merecido descanso.
No había transcurrido mucho tiempo, cuando la silueta de

una enorme persona con túnica blanca irrumpió en el

aposento de la fatigada mujer, que de pánico lanzó un grito

reclamando la presencia de su hija, con lo cual desapareció

la visión.

- Madre ¿me necesitas? - Respondió adormecida aquella

joven.

- No, ya no. – Murmuró la mujer un tanto cansada y se

dispuso a reposar, cuando de nuevo recibió la orden de

escribir. Esta vez, tomó el recibo del teléfono que era lo

único que tenía a la mano, un lápiz y escribió al reverso de

la hoja así:

¨ La comunión espiritual viene de la

armonía del alma.

La vida material deshumaniza los

sonidos del alma pero engrandece el

don de la sabiduría.

El dios dólar ha venido destruyendo la


humanidad permanentemente. Han

llegado para él también los tiempos de

destrucción, que evitarán la catástrofe

del hombre.

La vida es una, eterna, productiva y

larga. No obstante, se ha desgastado

tras las huellas del dinero infernal que

dividió a los hombres, destruyó la

buena fe e implantó la corrupción en la

humanidad. Responsable es, por tanto,

de sus desgracias como una creación

diabólica del hombre. La humanidad

recapacitará y así como lo creó lo

destruirá. Así como lo engendró creará

el contra maravilloso basado en el

Amor, que suplantará al diabólico ser

que ha destruido la confianza del

hombre en sí mismo y ha vinculado el

desamor al trato social del hombre. La

vida es una, uno es el Amor, uno el fin


de la humanidad, una la luz, una la

victoria, uno el fin del hombre

sembrado de paz infinita, venida de la

verdad AMOR.”

KRAMAKÁN.

El comunicante se identificó sin necesidad de que alguien se

lo solicitara. Su nombre no le era desconocido. ¡Aún lo

recordaba luego de 25 años de ausencia, de silencio! Es

posible que Melisa hubiese guardado por mucho tiempo un

escondido sentimiento de afecto hacia Kramakán. Pero más

que pensar en él, se dio a la tarea de imaginar por unos

minutos como sería un mundo sin dinero.

- Posiblemente la corrupción perdería su razón de ser,

porque para conseguir ¿Qué? Las fronteras se borrarían

porque no se cobrarían los tributos aduaneros, atinó a

pensar. Aunque mirándolo bien, no solo las fronteras,

mucho más que para eso. Tampoco existirían las

potencias económicas tratando de dominar y esclavizar a


los pequeños países, no habría narcotráfico porque no

tendría a quien venderle la droga, ni la guerrilla por falta

de clases sociales, todos seriamos iguales y finalmente

yo no pensaría todos los días como cancelar las deudas

mensuales para las cuales no poseo dinero porque

cuando las adquirí, el Estado le aumentaba a los

empleados oficiales una cantidad anual de salario igual a

la devaluación. En cambio ahora, cada día gano menos,

porque los aumentos no corresponden a la inflación,

mientras que las deudas aumentan un poco más que

ella. – Se decía.

Y así, con la idea de una humanidad maravillosa sin dinero,

Melisa por fin quedó dormida como un bebé, con la sonrisa

dibujada en sus labios, saboreando una vida que está muy

lejos de existir, pero que, la mera posibilidad de que

alguien la mencione, produce un alivio y una felicidad que

acaba con cualquier monotonía. ¿Que cómo sería un

planeta sin fronteras y sin dinero? ¿Que cómo se harían los

intercambios comerciales? Ese no era su problema. Su


problema era disfrutar de la visión de un mundo mejor, no

tan duro y previsible como este.

Caviló en contarle lo acontecido a su esposo al otro día, ya

que por lo demás siempre llegaba tarde. Su esposo; aquel

hombre grande, serio y rudo que luego de tanto tiempo

había logrado cambiar el impaciente, alegre y alborotado

temperamento de Melisa, era en el fondo un hombre

bueno, bondadoso y tierno como un osito de felpa. Pero

sucedió, que antes del amanecer, a eso de las 3:30 a.m., el

comunicante, sin meditar en que la pobre mujer no había

dormido suficientemente como para recobrar las energías

que necesitaba, para poder soportar el trajín del nuevo día,

la despertó con un ¨ escribe. ¨

Por fortuna, la hija, una joven blanca y pálida de cabellos

castaños largos, ojos zarcos y enigmática mirada, al final

de la noche, había aparecido con una libreta y un

estilógrafo por si alguien se decidía a dictar nuevamente. A

esta actitud, característica de éste ser estricto, directo,


meticuloso y a veces estresante, Melisa no comentó que

ello ya había ocurrido, para no tener que leer lo que le

habían dictado, y permitirse pernoctar tranquilamente. Así

que simplemente escribió.

“Fuente de vida es la luz radiante.

Fuente de amor, fuente de vida, que

inundará por siempre los caminos de la

humanidad al llegar la Nueva Era que

abrirá las puertas del amor y cerrará

por siempre las del dinero que ha

dañado su pasado y su presente.

Abrid tu corazón y dejad que de él

emanen las bondades de Dios. Del

verdadero Dios Amor.

Sólo así vencerás los obstáculos y

privaciones que se avecinan en el paso

de la oscuridad a la luz”

KERIM
¡Fue un día nuevo y esplendoroso! Parecía que el sol

brillaba más fuerte que siempre y que sus rayos hubiesen

invadido el apartamento, puesto que los acontecimientos le

habían suministrado un matiz a la vida de Melisa, que ella

no esperaba. Muy temprano se sentó a la computadora

para transcribir los mensajes y poder comprenderlos mejor.

Fue allí cuando empezó a preocuparse. - ¿Cómo así que el

tiempo de la humanidad se ha venido reduciendo y que la

venida de los extraterrestres es inminente? ¿Qué

significaba una actitud decente y qué son las medidas de

conciencia? ¿Cómo así que estos mensajes orientarán la

vida de mi planeta en el paso de la oscuridad a la luz?

¿Quién es KERIM? ¿Qué es la Nueva Era y cómo así que

habrá privaciones en el paso de la oscuridad a la luz? Esto

último era lo más inquietante. - Ya bastantes privaciones

sufrimos como para sufrir una más.- Se dijo.

La familia se encontraba consternada por el significado de

los mensajes más que por el fenómeno que se había

presentado. Sólo el esposo rehuía a los comentarios puesto


que su catolicismo, a lo mejor mal comprendido, no le

dejaba ver con buenos ojos estos temas.

Roxana la hija, propuso su propia solución. ¨ Llamemos al

abuelo Samuel, es el único familiar que ha estudiado los

fenómenos del espíritu y podrá orientarnos ¨

El abuelo fue claro y concreto:

- KERIM, no existe con ese nombre, pero los espíritus se

presentan con un nombre que permita reconocer su

identidad. KERIM es un extraterrestre mencionado en

algunos libros que tratan sobre el fenómeno ovni y

profundizan en sus consecuencias, llegando a explicar, que

una actitud decente es mantener las manos limpias, no

hacerse daño así mismo, al prójimo o al planeta.

- A propósito abuelo, ¿Qué es la Cuarta Dimensión y qué

es la Nueva Era?-

- La Nueva Era es según los astrólogos, la Era de Acuario

que va del año 2.000 al 4.000 D. de C., es posiblemente

éste el tiempo en que se imponga para el planeta Tierra, la


Comuna de Amor Universal de que hablaba el fundador de

la Escuela Magnético Espiritual de la Comuna Universal. El

Planeta ingresó en la Nueva Era o era de la Verdad, el 20

de septiembre de 1.911, con el inicio del séptimo día que

durará 750 siglos. Para pasar a la Cuarta Dimensión, ya

que nos encontramos en la Tercera, el planeta tendrá que

ser renovado y el gobierno será fraternal sin fronteras ni

propiedad privada. Será como ascender un escalón más en

el progreso infinito. –

- Bueno, para mi todo esto es muy confuso, Roxana ¿Qué

significa para ti la conciencia? - preguntó Melisa.

- Es algo subjetivo, es como aquello que le dice a uno lo

que está, o no está bien hacer. Nuestros ancestros han

depositado en nosotros creencias distintas de lo que se

debe o no hacer. Eso depende de nuestra religión, de la

clase social, de la cultura, en fin, creo que depende hasta

del nivel de comprensión de cada ser humano. -

- En mi concepto, existen varias conciencias. Replicó

Melisa. Es similar al amor. Existe un amor primario que es


el amor a uno mismo, luego viene el amor a la familia,

luego a la ciudad, al país, al mundo y el más grande que es

el amor al universo mismo. Así, yo tengo mi conciencia

individual, pero existen las conciencias colectivas que van

desde la familiar hasta la universal. De tal suerte, que si yo

voy a tomar una decisión en conciencia, es posible que mi

conciencia me indique un método de solución al problema,

sin embargo, debo conocer que opina la conciencia

colectiva y buscar el mayor bien colectivo para decidir lo

que voy a realizar. Es posible que en este momento, tenga

que sacrificar parte de mis creencias en busca del bien

común. Es decir que no estaría actuando totalmente de

acuerdo con mi propia conciencia. -

- Eso se debe a que tus derechos terminan cuando

empiezan los del otro y aquí lo que existiría sería un

problema de ética, que es la ciencia del bien.- Argumentó

Faustino, el hermano de Melisa, politólogo de profesión y

por costumbre muy pesimista.

- ¿Qué pasaría entonces, si el jefe de una oficina le exige

a su subalterno actuar en contra del fin que persiguen su


conciencia y la conciencia colectiva que está plasmada en

los programas de trabajo? Él está en todo su derecho de

exigir que se haga el trabajo como quiere, porque es el

superior en jerarquía y el subalterno estaría en la obligación

de obedecerle. ¿Qué llamado atiende, el de la conciencia, o

el del poder? – dice Samuel.

- Creo que si desea tranquilidad espiritual, debe obedecer

la voz de la conciencia, pero si se inclina por la tranquilidad

económica, debe obedecer al jefe. Puesto que de lo

contrario, arriesgaría el empleo. - Concluyó Melisa. -

- También depende de los fines que se persigan. Si la

tendencia es de aspiraciones por llegar muy lejos en la

institución y esto puede ser para ayudar a mucha gente

desde el poder, tendría que obedecer y esperar su

oportunidad de hacer las cosas como lo dicta su

conciencia o la conciencia colectiva – Aclaró Roxana.

- ¡ Imposible posponer la conciencia! Exclamó Melisa.

- Nos hemos desviado del tema. Observó Samuel. La

comunicación que habla de la conciencia, se refiere al Padre

que habita nuestros corazones, que no se equivoca, que


cuando logramos escuchar su voz, es sabiduría pura e

inobjetable. -

- Si, pero lo difícil es lograr escucharlo – Anotó Faustino.


II

¡Melisa recuerda a Kramakán! Aquella noche, no había

terminado aún de comer en casa de su padre, cuando

apareció aquel tremendo malestar; algo así como si la

comida se le hubiese indigestado. Tuvo que excusarse y

suspender para retirarse, no sin antes haber visto aquel

hombre desnudo, transparente y plateado de cabellos

largos. Prefirió no comentar nada por temor a no ser

comprendida. Ya en la habitación, recostada con su hija

mayor, que para entonces tendría cerca de un año, pudo

escuchar a lo lejos, voces que comentaban que la luz se

había ido en todo el barrio. Fue entonces, cuando una


orden dentro de su cabeza se escuchó. ¨ Escribe ¨ - No

puedo, ¿no sabe que no hay luz? - Replicó

- No interesa, escribe. Sobre la biblioteca hay lápiz y

papel- Contestó la voz. Mecánicamente, Melisa tomó un

esfero y una libreta que se encontraban en la biblioteca y

escribió. En esos instantes, el padre tocó a la puerta

¿Puedo seguir? Preguntó. A lo que Melisa respondió que

sí.

Venía cargado con vela, lápiz y papel. Como ser inquieto

por todos los fenómenos extrasensoriales, Samuel vivía

pendiente de cuanta publicación sobre el tema se

encontraba en el mercado, y era así que algunos diarios por

esos días habían publicado acerca de la presencia de

extraterrestres que coincidencialmente antes de

comunicarse, producían un apagón en la zona en que se

manifestaban. Fue por ello que llegó preparado.

En ése momento llegó la luz, y se dispusieron a leer lo

escrito. En resumen Kramakán relataba que había sido el


guía de Melisa en otro tiempo, y que ella era la elegida para

viajar a su planeta.

Melisa no se inquietó con la comunicación, aunque nunca se

preguntó por qué. Posiblemente aquel amoroso calor que

flotaba en el ambiente le transmitía confianza y paz.

Las comunicaciones se siguieron sucediendo

aproximadamente cada ocho días durante un mes, hasta

que una noche le ordenaron salir al patio de la casa. Allí,

recordaba muy bien, vislumbró en el cielo una luz que

crecía y ya empezaba a producir mucho viento, cuando de

pronto, la voz en su cabeza pidió ayuda. Solicitó que le

diera oxígeno.

- ¿Oxígeno? Le dijo. Si aquí no tengo. -

- Piensa en ayudarnos, en darnos oxígeno. – Decía la voz

con notoria angustia. Luego de obedecer, Melisa se

dirigió a su alcoba, no sin antes preguntar mentalmente

qué insuceso había ocurrido allí ¨ Al succionar la nave,

unas partículas de los alambres que sirven de cuerdas en


el patio, nos han intoxicado ¨ Respondió la voz.

Sólo ahora se le ocurría pensar que hubiera sido de sus

familiares y de su esposo si el viaje se hubiera convertido

en realidad. Posiblemente no los habría vuelto a ver jamás

o serían unos ancianos a su regreso. Pero la atracción por

aquella energía llamada Kramakán, no le había permitido

pensar. Unicamente deseaba obedecer!

Esa fue casi la última vez que supo de Kramakán. Sin

embargo, en 1.992, un amigo con el que ella había

compartido la historia, le comentó con gran algarabía, que

algún diario capitalino había publicado el testimonio de una

mujer que fue de repente transportada por extraterrestres

a otro sitio lejano del que se encontraba, y que en su relato

mencionaba a Kramakán. Aunque nunca vio el recorte de

periódico, siempre creyó que su amigo no mentía y sintió

alegría de tener noticias de Kramakán. Pues la verdad, al

no regresar, pensó que el daño había sido irreparable.

- Te va a buscar, yo sé que te va a buscar! - gritaba el


amigo.

- Yo sé que no, porque yo nunca me he ocupado de esos

fenómenos y más bien procuro alejarme de todo eso que

me inquieta. Tengo un hogar, con hijas, un trabajo, un

esposo, y la verdad, prefiero la tranquilidad. - Respondió

Melisa.

Y así ocurrió en ésa oportunidad. Kramakán no dio ni señas

de vida. Se había olvidado de ella. No le importaba. Era un

conejillo de indias más en sus manos, a la que se domina

con una orden telepática, y posiblemente dejó de ser

interesante para sus ensayos, pensaba Melisa.

Todas las ideas dormidas por muchos años, todo ese huir

de su propia naturaleza, despertaba muy a pesar suyo y se

manifestaba ahora más fuerte que nunca. ¨ Siempre quise

ser fiel a mis principios de hacer el bien a los demás, pero

seguro eso no fue suficiente ¨ Musitó para sí. Esta noche,

parecía que su mundo interior la arrastrara hacia aquello

que no deseaba, aunque la cercanía de Kramakán le


agradara tanto. A eso de las 10:30 p.m. el episodio se

volvió a repetir, dictando así:

“La voluntad del Padre tiene que

cumplirse. La mediunidad es una

herramienta indispensable en los

caminos que conducen al Señor.

Avanza en los estudios del bien y del

mal, de lo posible y lo imposible, de la

prosperidad y el atraso, pero huye

siempre de las vanidades del hombre.

Camina siempre seguro entre la gente

y no distraigas del amor, tu vida.

Profundiza en la oscuridad, da nueva

vida a tu vida, comienza hoy lo que

puedes hacer mañana y alarga tu vida

entre las vidas”

La mujer se sintió más confundida aún, y recordó que

tendría apenas catorce años de edad, cuando por primera


vez experimentó algo que su padre explicó con el nombre

de ¨mediunidad ¨ Las noches se hacían eternas pues la

sensación de estar volando en el interior de su dormitorio

apenas empezaba a dormir, le producía temor, no por la

sensación misma de estar volando, sino porque el vuelo no

iba más allá del techo en donde se quedaba pegada y era

entonces, cuando empezaba a escuchar aquellas voces

burlonas riéndose de ella. Luego caía y despertaba en su

lecho pensando en pasarse al de su hermana para poder

conciliar el sueño. Antes de poder lograrlo, el suceso se

repetía y así las noches se hacían interminables.

Su padre le aconsejó iniciarse en lecturas sobre estos

fenómenos y asistir a reuniones espiritistas donde una

persona que él conocía. Así lo hizo, y las manifestaciones

cedieron un poco porque ya no les temía, al pensar que se

trataba de una cualidad natural en muchos seres y por lo

tanto, manejable. Todo iba bien hasta que asistió a la

mencionada reunión.
Era un viernes santo. La hermana Josefina decidió que era

bueno leer sobre la vida de Jesús en el tema de la pasión.

No supo de qué libro se trataba. Cerró los ojos y empezó a

escuchar aquello que leían. De repente, una presión sobre

sus sienes se hizo sentir. Dejó de ser ella misma, y

comenzó a padecer, con un sufrimiento que le desgarraba

el alma. ¡ Mi hijo! ¡ Mi hijo! Decía mientras las palabras se

ahogaban en su garganta por el llanto y las lágrimas

brotaban como manantiales de sus ojos. Era presa de dolor

más fuerte, que ser humano alguno pueda resistir. Los

asistentes se tomaron las manos, pidieron ayuda a los

Maestros de la Cosmogonía y Melisa no podía dejar de

sollozar. Entonces trajeron agua y se la hicieron beber;

creo que hasta le pegaron en la cara con una toalla mojada.

Transcurrido un tiempo, Melisa recuperó la normalidad y se

prometió no regresar a una reunión más. Tal parecía, que

María le había hecho sentir el dolor que ella misma padeció

cuando su hijo Jesús expiró. ¡Melisa no tenía por qué volver

a sufrir dolor tan inhumano!. Cuando perdió, muchos años

después una de sus hijas porque nació prematura, pudo


comparar su dolor con el que había sentido en esa reunión,

y comprobó que era inferior, que en efecto ese dolor era

sobrehumano.

Melisa no quiso meditar sobre el resto de la comunicación.

Dejar pasar un poco de tiempo le parecía apropiado. No era

ésta la misma intención de los comunicantes, que al tercer

día insistieron:

“Los tiempos han llegado para la

humanidad de la tierra. La estructura

se ha venido resquebrajando y la

materia evoluciona rápidamente.

Nuestro mensaje de amor ha de traer

la esperanza a la humanidad, que un

mañana despejado y limpio se abrirá.

Los seres interplanetarios traerán a la

tierra los mensajes de amor y las

bondades de sus conocimientos

científicos.

Esperad con amor su venida y aceptad


con humildad aquello que tienen para

vosotros. Escuchadlos como los

orientadores de vuestra Nueva Era.

Así lo quiere el Padre y así será.”

KRAMAKÁN.

Antes de que Kramakán lograra alejarse, Melisa decidió

preguntarle de una vez por todas.

- ¿Cómo es que hasta ahora te apareces después de 25

años? –

- ¿Por qué no te veo como la primera vez sino que

pareces como un haz de luz amarilla, o simplemente sólo te

escucho? –

- Porque tu, te alejaste del mundo espiritual dedicándote

únicamente a conseguir el dinero que necesitabas para vivir

bien, como a ti te gusta. Cuando las mediunidades se

empiezan a manifestar en un ser, son como un llamado del

mundo espiritual para que se avance por éste camino y no

por el del mundo material. No me ves con forma, porque


las personas no son ni el cuerpo, ni la forma, sino lo que

refleja su alma conforme a su desarrollo espiritual. -

Sólo eso le esperaba a la pobre mujer, que ahora, luego de

una vida llena de sacrificios y esfuerzos se le dijera que

había fallado, que prácticamente estaba castigada por el

mundo espiritual. Pero, ¿Se supone que debía continuar

asistiendo a las reuniones espiritistas, después de

semejante experiencia tan dolorosa? O quizás, ¿ Debería

haberse dedicado a estudiar espiritismo, para ver si con eso

se alimentaba? Además, ¿Qué pasaba con Kramakán que

se sentía con derecho de venir a perturbarla, para regresar

con reproches luego de 25 años? Las excusas no eran muy

fuertes, lo cierto era que Melisa prefería alejarse de todo

aquello que no parecía normal, y que podría llegar a

confundirla. Igual, no había estudiado esas

manifestaciones en el entendido que eso, aumentaría la

frecuencia de las comunicaciones y fenómenos que tanto la

inquietaban y que por lo demás no siempre eran

agradables.
Las salidas nocturnas que al principio, por la resistencia a

ellas, se hacían difíciles y sonaban en el estómago, como

un motor despegando, llegaron a hacerse agradables, al no

oponerse a ellas. Hasta el punto, de danzar en el espacio

con una música celestial parecida a los valses, que dejaban

una sensación de felicidad y alegría al regresar, la cual

permanecía durante todo el día. Aún así, hasta esas

experiencias se habían ido alejando de tal suerte que se

producían muy de vez en cuando.

El problema ahora era ¿Qué hacer? Melisa decidió tomarse

su tiempo para decidir, aunque una tristeza inexplicable la

embargaba. Kramakán no pensaba lo mismo. Dos días le

permitió descansar y regresó:

“La paz sea contigo.

Esto que voy a dictarte es un remanso

de paz para las almas tristes.

La razón de nuestra vida es el Amor.

Las tribulaciones que hoy os


acompañan obedecen a una parte de la

evolución del hombre. Cada lágrima,

cada dolor, cada día, son necesarios

para superar las dificultades que se

han tenido en el avance por el progreso

infinito. Por ello, para progresar, la

vida nos ha colocado las tristezas y las

alegrías. Sin embargo, la tristeza no es

ingrediente indispensable en la línea

del progreso. Todo aquel que quiere

ser feliz, camina por el mundo

sonriendo y comprendiendo que todo

aquello que pasa es necesario, pero

que nada se prolonga infinitamente.

Que todo, óyelo bien, todo

absolutamente todo, se supera por

difícil que sea.

Esta comprensión, le permite sonreír

aún después de la desgracia en la

espera de un mañana mejor y en la


seguridad que en la medida en que

supere las dificultades, avanza más

velozmente en el camino del progreso

sin que ello le permita repetir la

experiencia.

Camina plácido entre la gente y no

permitas que las tribulaciones acaben

con tu sonrisa. La sonrisa es la luz que

aliviará las cargas de tus problemas.

Pero no sonrías cínicamente sin

resolverlos, porque todo lo que no se

supera se repite hasta alcanzar su

superación y terminar así el progreso

en ése aspecto. La voluntad de Dios es

el progreso y las cargas serían cada

vez más pesadas.

Por eso camina plácido entre la gente y

no permitas que la sonrisa se aleje de

ti. “

KRAMAKAN
¿Quién era Kramakán en realidad? Se preguntaba Melisa

¿Tendría alguna relación con el hombre de aquel sueño?

En 1.989 Melisa había soñado con un hombre majestuoso.

Corpulento de tez blanca y cabellos rubios y lisos. Sus ojos

de un azul indescriptible parecían girar dentro de sus

órbitas como produciendo luz. Ella había ingresado en

aquella casa de alfombra roja que se semejaba a la de

Alicia en el País de las Maravillas. Delante de ella, un gatito

blanco que la guiaba. ¨ Está desocupada ¨ Se dijo,

pensando que posiblemente no se estaba filmando allí por

ahora. Siguiendo al gatito, de pronto empezó a escuchar

voces y risas. Al acercarse, una especie de taberna con

mesones y bancas en madera y sobre ellas unos caballeros

de capas negras, casi todos ancianos. Pero ¡allí estaba él!

Con su hermosa figura la había subyugado, al extremo de

dejarla paralizada. La tomó en sus brazos y una música

celestial se escuchó. Al danzar, sus almas se abrazaron más

fuerte que sus cuerpos y nuevamente, un sentimiento


sobrehumano, ésta vez hermoso, profundo y alejado de

cualquier toque sensual o sexual, experimentaron. Era un

sentimiento angelical, silencioso, íntimo, terriblemente

íntimo, profundamente espiritual y maravilloso.

Fue en esos precisos momentos de éxtasis, en que

aparecieron dos ancianos que halando el hombre lo

arrancaron de sus brazos, como queriendo destrozarle el

alma. Y los dos sufrieron la separación hasta que las puntas

de los dedos de sus manos se alejaron y Melisa quedó allí

con el corazón en pedazos, mientras los ancianos

recriminaban al hombre diciéndole ¨ Usted sabía que no

podía verla en esta vida ¨ Melisa despertó en ése instante

con la sensación de amarlo más fuerte que nunca! Intentó

dibujar sus ojos durante todo el día sin lograrlo, y durante

los ocho siguientes, no permitió que su esposo se acercase

¡pues tenía la impresión de estar profanando aquel amor!

Nunca pudo olvidarlo, aunque poco a poco todo recobró su

normalidad.
No obstante, años después, durante un viaje a Estados

Unidos, Melisa cual si fuese una niña confundida, hizo

esfuerzos por ir a Disneylandia ¡en la esperanza de

encontrarlo! Una vez allí, lo primero que hizo fue preguntar

por la casa de Alicia, la del cuento, pero su desilusión no se

hizo esperar puesto que la única construcción que se

hallaba en remodelación era la casa de Alicia en el País de

las Maravillas.

Al regresar de sus recuerdos, la duda se apoderó de ella

pues la comunicación recibida parecía una respuesta a su

tristeza. ¿Estaría vigilada hasta en sus sentimientos? ¿Sería

que ya no volvería a tener vida privada? O, sería que su

mente estaba produciendo semejantes disertaciones. La

respuesta no se hizo esperar, y se manifestó así:

“ La paz sea contigo.

La duda es la manifestación perfecta de

las bondades del hombre. La duda

permite el avance en el camino del


conocimiento, pero la fe acalla la duda

del hombre incrédulo. La fe viva, llena

de esperanza y conocimiento cierto

venido de la voz de Dios Amor, salido

de tu corazón.

No todo parece explicable y es por eso

que es tan necesaria la comunicación

con Dios, de donde emanan todos los

conocimientos que despejan las dudas.

La razón, la pobre razón del hombre,

poco alcanza pero permite el

discernimiento y acalla la duda.

La duda mata, cuando no se tienen

elementos de juicio, pero aumenta el

saber cuando se percibe el origen de

las cosas a través de la percepción de

la verdad. La verdad se percibe a

través de Dios. De tu conciencia, de tu

dignidad, de tu vida.

No temas a las dudas, pero no


permanezcas en ellas. Despeja las

dudas y avanza en el camino del

conocimiento. Sólo así, traerás paz a tu

corazón y conocimientos a tu

existencia.”

KRAMAKÁN

A tanto llamado, no pudo resistirse más. Llamó a su hija

Roxana, y le dijo “Vamos a hacer muy feliz al abuelo. Le

pediremos que nos reunamos para estudiar”

El abuelo, no pudo disimular su alegría. Indicó que las

reuniones debían realizarse cada sábado o domingo en las

horas de laudo de rigor, que para él eran de 3 a 5 p.m.

Melisa pensó, y ¿cómo es que a mí se me comunican a la

noche o a la madrugada? Pero bueno, había que obedecer

al abuelo y arreglaron que serían los domingos.

Asistieron los mismos personajes involucrados en el asunto

más el novio de Roxana. Alto, blanco, rubio, muy


inteligente, callado y con un algo escondido en la mirada,

ya se encontraba intrigado con los comentarios de su novia.

La reunión se inició con el análisis de las comunicaciones

recibidas, pues el abuelo quería saber si podrían ser el

producto del dictado de algún espíritu burlón. ¨ Por sus

frutos los conoceréis ¨ Decía Samuel. Al leer las

comunicaciones se concluyó que sus mensajes eran todos

buenos e instructivos y por otro lado, era imposible que

fueran producto de disertaciones inconscientes de Melisa

por cuanto ni el lenguaje, ni el contenido tenían que ver

con su personalidad. Una mujer de formación científica,

alejada de todo estudio religioso, difícilmente podría

producir aquellos escritos.

- ¿Entonces, las comunicaciones no quieren decir, que se

va a acabar el mundo? Preguntó en voz muy baja, casi

inaudible, Alexander, el novio de Roxana.

- Por supuesto que no. Contestó Samuel. La

comunicación que habla del cataclisno lo dice claramente.

Si van a venir los extraterrestres a orientarnos en la Nueva


Era, es porque el Planeta Tierra no se va a acabar. Lo que

sucede es que al desprenderse un pedazo del mismo, que

va a formar su segunda Luna, vamos a sentir el

cataclismo, que será la misma renovación del planeta.

Porque se cambiarán las tierras que el hombre ha

envenenado con tantos químicos y ha bañado con tanta

sangre. Será entonces, cuando aquellos que no tengan las

medidas de conciencia suficientes, tendrán que salir de este

globo, para que sus hombres puedan progresar en amor y

disfrutar de su séptimo día que es el día de descanso.

Además todo será mejor, porque los extraterrestres traerán

su avanzada tecnología y no vamos a necesitar de la

tecnología que se destruya en la Tierra, como podría ser la

norteamericana.-

Menos mal, pensó Melisa al recordar que alguna vez, y

siendo muy mala en geografía, dibujó inconscientemente

un mapa y cruzó algunos países. Una voz le dijo que esos

se destruirían. Hasta hace poco votó el mapa en el trasteo,

pero lo que sí recuerda, es que Estados Unidos era uno de


esos países tachados, al igual que la Patagonia y las costas

de Colombia. Fue tan rápido e insignificante lo que pasó en

aquella oportunidad que decidió no comentarlo, aunque no

lo había olvidado.

- ¿Por qué la comunicación de la mediunidad nos invita a

estudiar sobre temas contradictorios, como el bien y el mal,

la prosperidad y el atraso, lo posible y lo imposible y la

oscuridad? – Preguntó Roxana.

- Porque son temas que aunque parezcan comunes y

triviales, nos permiten hacer claridad sobre conceptos

básicos y trascendentales en la vida del hombre. No se

puede pensar en el bien si no conocemos su opuesto, o en

la prosperidad si no sabemos qué es el atraso. Si no

profundizamos en la oscuridad, no podremos conocer la luz.

Lo normal es que huyamos por ejemplo, del conocimiento

del bien porque sería terrible hacer claridad sobre ello y

luego no practicarlo.- Dijo Faustino.

Melisa rumió la idea de que tal vez era eso lo que la había

alejado de todo estudio filosófico o religioso. Ya que la


responsabilidad de saber cómo debe ser el comportamiento

frente al bien o al mal fácilmente podría crear cargos de

conciencia a quien lo conoce y no lo practica.


III

Los atardeceres habían cobrado vida para Melisa, ya no era

la mirada lánguida, sino el ímpetu de su alma el que se

elevaba en cada atardecer. Se le antojaba que frente al

enrojecido sol que se intentaba ocultar por occidente, se

levantaba la luna dejando estelas que se ampliaban en el

cenit cubriéndolo todo de azul. Arriba, en su elemento, la

luna coqueta se dibujaba tan definidamente que ningún ser

podría negar su existencia y su dominio aún antes de

ponerse el sol. Los miles de matices cambiantes se le

ocurrían una sinfonía maravillosa tocada por el Creador de

este universo. Aún así, no sabía si prefería ahora su

monotonía. La nueva aparición de Kramakán, había

cambiado todos sus hábitos. ¡Y qué decir de los horarios,

de sus pensamientos!
No obstante, las constantes quejas de su amiga Romelia

por la aflicción en que la había sumido su hijo, quien se

había transformado en drogadicto, la hacía albergar la

esperanza que, tal vez, si los consejos de la madre y los del

psiquiatra no lograban cambiar al muchacho, muy

posiblemente aquellos extraterrestres tendrían la fórmula

mágica que consumaría el milagro.

Lo conocía desde muy pequeño. Patricio era un joven lleno

de contradicciones. Sensible, amoroso, generoso y alguien

a quien se le podía confiar el secreto más oculto. Sin

embargo, tal vez producto del alcohol o de la droga, se

comportaba como una persona violenta, grosera y ruda.

Era allí cuando se convertía en un desconocido. Los ojos de

loco y sus risas sarcásticas lo delataban. ¡No era el Patricio

que todos conocíamos! Pero los problemas de la

mediunidad y más adelante los amorosos, que terminaron

con cargos de conciencia, lo habían destruido, para

convertirlo en el Patricio cruel que parecía no ocuparse del


sufrimiento de Romelia. En sus ratos de paz que por lo

demás eran pocos, Patricio sólo deseaba la muerte, por el

daño que le proporcionaba a su familia y por su propia

impotencia ante el vicio.

Los sentimientos encontrados entre su naturaleza noble y

sensible y su monstruosa naturaleza viciosa, le ocasionaban

un choque interior de tal magnitud, que ni él podría

explicar, pero que si le tocaba vivir. ¡Deseaba suicidarse!

Esto preocupaba más a Romelia que el propio consumo de

droga, pero lo uno era consecuencia de lo otro.

Nuevamente, los recuerdos dormidos hasta entonces,

acosaban a Melisa. ¡No podía olvidar! Patricio no lograba

hablar puesto que era aún un bebé, cuando su amiga le

rogó que se lo cuidara en la tarde. Jugaba con él. De pronto

empezó a gritar y a llorar: No puede tener hambre, se dijo.

Tampoco está sucio. El llanto frenético del niño la asustó.

Le halaba el cabello como queriendo advertirle algo. Melisa

alcanzó a escucharlo cuando entre lágrimas repetía

¨Nonona, Nonona ¨ mientras señalaba la esquina de la


habitación. Presintió que una horrible mujer lo asustaba y

salió despavorida del lugar. Sólo eso pudo tranquilizarlo.

Eran varias las anécdotas que Melisa conocía de aquel

joven. Recordaba el día en que muy cansada y aún sin

apagar la luz de su cuarto, a eso de las 10 p.m. escuchó la

conocida carrerilla de Patricio que para entonces tendría

unos ocho años, quien irrumpió en el recinto diciéndole

¡ayúdame Melisa, ayúdame! Y sin mas, desapareció. Luego

de quedar muda por la impresión, Melisa llamó a Romelia

¿Cómo se encuentra Patricio? Le dijo y acto seguido, inició

el relato de lo que acababa de ocurrir. Romelia le comentó

que había aplazado inglés y como era colegio bilingüe

debería repetir el año, pero él se resistía y pedía que lo

cambiaran de colegio. Así se hizo. El chico fue cambiado de

plantel. Melisa entonces, reflexionó la trascendencia que

reviste para algunos párvulos, situaciones que para los

mayores son perfectamente prosaicas.

Al entrar en su pubertad, el jovenzuelo padeció todas


aquellas sensaciones de mediunidad que había tenido que

sobrellevar también Melisa y no conseguía conciliar el

sueño, hasta el punto que Romelia se vio precisada a

comentarle a Melisa quien le aconsejó que hablara con

Samuel. El viejo, hizo una práctica de protección mental

que surtió efecto por algún tiempo. Esporádicamente,

Romelia comentaba de las pesadillas de su hijo, casi

siempre coincidentes con la realidad de los estallidos de

bombas y muertes sucedidos en éste país. Nunca se le

prestó la debida atención, hasta el punto en que el

muchacho empezó a beber para poder adormecerse, y de

ahí a la droga apenas hubo un corto paso. Sólo ahora que

las cosas habían empeorado, todos se preocupaban por

criticarlo.

Patricio fue invitado y emprendió su participación en las

reuniones con bastante interés. El abuelo insinuó que se

debía empezar a estudiar espiritismo en un libro que para

el efecto, él se había tomado el atrevimiento de escoger, no

sin antes leer las comunicaciones que se habían recibido en


esos días y analizarlas. Y así se hizo:

“La humanidad ha elegido un camino

difícil a través de los tiempos. Ese

camino, es por decirlo así, demarcador

de los senderos de la voluntad del

hombre.

El libre albedrío ha dejado al hombre

en libertad de elegir su propio camino,

y él ha elegido éste.

El Padre ha respetado su elección, pero

no por ello, cambiará las dificultades

que pasará para superar su propia

elección.

La bondad del Padre, le impide

interferir en la decisión del hijo, al

respetar su libre albedrío.”

KRAMAKÁN

Solamente el mencionar su nombre, el sentirlo cerca de ella

al leer la comunicación, hacía ruborizar a Melisa como si


presintiera que alguien más, podría llegar a adivinar aquel

afecto que la embargaba.

Todos quedaron en silencio por unos instantes. Esto era

insoportable. ¡Nosotros, tan acostumbrados a echarle la

culpa a la vida, a la situación del país, a los gringos, ahora

resultaba que éramos los únicos culpables de todo cuanto

nos sucedía!

Melisa se resistía a creerlo. En realidad, siempre sospechó,

que por lo menos en el caso Patricio, el culpable no era él,

sino que le había faltado alguien que lo orientara a tiempo

acerca de los fenómenos espirituales. Persona ésta, que no

podría ser Romelia, puesto que sus convicciones religiosas

se lo impedían ¨Posiblemente yo debí prestarle atención ¨

Pensó.

El abuelo Samuel tomó la palabra.

- Antes de encarnar, cada espíritu realiza su plan de

trabajo, establece su misión voluntariamente, y escoge


su familia. Todas las cosas creadas por El Padre son

buenas. Pero el hombre, como hijo del Padre, que fue

hecho a su imagen y semejanza, es creador secundario.

Al usar su libre albedrío, ha escogido caminos

equivocados que dan por resultado la creación de las

manifestaciones malas. Tendrá por tanto, que corregir su

sendero y encontrar aquel que lo lleve al Padre. Pero

encontrarlo, es trasegar por caminos de abrojos, puesto

que el elemento principal es la purificación del alma que

se consigue a través del manejo correcto de nuestros

actos. –

Patricio, apenas enrojecía y bajaba su mirada. Nadie quiso

hacer comentario alguno y Melisa procedió a leer la

segunda comunicación.

“La madriguera es la cueva donde se

ocultan los malos.

La virtud es la fuerza del hombre que

lo obliga a actuar bien. Actuar bien es

compartir con el resto de la humanidad


los conocimientos, las tristezas, el

dinero, la vida. Es evitar que la

hipocresía favorezca la corrupción y la

mala vida se apodere de ti. Es no herir

al hermano, así mismo, o al planeta. Es

ignorar el mal recibido, es perdonar, es

amar sin condición. La virtud es alivio

del dolor ajeno, consuelo del enfermo,

luz en la oscuridad.

La virtud es parte del amor.

Ser virtuoso, bendición del Padre.”

KRAMAKÁN

- Siempre anduve confiada de ser virtuosa porque siento

que soy mujer decente, buena hija y excelente estudiante.

- replicó Roxana.

- Yo también permanecí engañada. Dijo Melisa. Supuse

que al ser buena madre y esposa, mujer trabajadora y sin

vicios, era bastante, pero ya ven que no es tan fácil,

porque eso de perdonar al que nos hace daño y luego

amarlo, ¡es algo que aún me queda imposible hacer!


- Y qué decir de no hacerse daño a sí mismo, yo por

ejemplo, cada vez que fumo sé que me estoy haciendo

daño y sin embargo, no soy capaz de dejar el cigarrillo.-

Añadió Samuel.

- ¿Qué opinan de compartirlo todo y amar sin condición? –

Puntualizó Alexander.

Las caras se veían largas. Eso de pasar a la Cuarta

Dimensión estaba muy lejos, porque si ser virtuoso era tan

difícil, quien sabe que otras tareitas se le ocurrirían a estos

extraterrestres. Además la muy buena imagen que casi

todos los asistentes tenían de ellos mismos, se había

desteñido

Melisa empezaba nuevamente a sentirse indispuesta. Sus

manos se movían involuntariamente tratando de decir algo,

pero las palabras se negaban a brotar de sus labios. Los

asistentes hicieron silencio. Samuel inquirió ¿Quien desea

comunicarse? Pero Melisa no logró emitir sonido alguno. En

su mente escuchó un mensaje de amor y paz que al volver


a su estado normal le fue imposible repetir; únicamente

recordaba el contenido.

La discusión se centró en el tema de los extraterrestres.

Melisa se empeñaba en sostener, que sí era posible que

extraterrestres con malas intenciones se acercaran a

nuestro planeta. Alexander aprobaba la idea asintiendo con

la cabeza. Mientras Samuel desesperado, intentaba aclarar

que eso no era posible, explicando que un niño de cuarto

de primaria no puede pasar a quinto sin haber aprobado el

año anterior y que en vista de que el progreso es por el

sendero del amor, los planetas más progresados viven en

amor y es de allí de donde pueden venir extraterrestres a

ayudarnos, mientras ¨ los malos ¨ que viven en planetas

inferiores, no podrían alcanzarnos.

En éste punto se encontraba el planteamiento, cuando

Melisa extendió los brazos involuntariamente y dijo ¨ La

virtud es la fuerza que nos impulsa a través del Universo ¨


¿Quién habló? Preguntó Samuel. Kerim, respondió Melisa,

luego de haber observado en el ambiente luces claras y

brillantes de muchos colores.

La discusión finalizó allí. Melisa que aún tenía sus dudas

sobre lo que le estaba aconteciendo, recapacita meditando

¨ Si yo misma produjera inconscientemente estos

fenómenos, no le habría dado la razón a Samuel sino que

me la habría dado yo misma ¨ Este pensamiento le

transmitió paz a su espíritu, pero el comunicante continuó:

“La luz de la esperanza traerá vida a la

vida.

Cuando la virtud y la vida sean una,

traerán al mundo la bienaventuranza

del hombre.

La vida es una y por larga que ésta

sea, parecerá corta a los ojos del

hombre virtuoso.

Abraza al hermano desvalido, protege


y cura al enfermo, revive al moribundo

y dad de beber al sediento de paz, de

amor, de vida.

La vida es una larga y hermosa vida,

para quienes saben vivirla por amor.

Para quienes hablan y viven con el

amor de Dios. Para quienes comparten

el amor de Dios y bendicen su

voluntad.

Larga es la vida entre las vidas para

quienes han superado la premisa del

progreso terreno. Para quienes

admiten la Cuarta Dimensión como

modelo de vida. Para quienes saben

amar.

Camina plácido entre la gente

conociendo y pregonando ésta verdad”

KERIM.
Melisa se sentía fatigada. No sabía aún como habían

sucedido tantas cosas en tan poco tiempo. Solicitó que le

trajeran un poco de agua y bebió como si viniera del

desierto. Era claro que no se trataba del mismo fenómeno

de comunicación telepática. Aquí lo que había ocurrido era

una posesión. ¿Hasta adonde llegarían con éstas

manifestaciones extrasensoriales? La única vez antes de

ésta, que le había sucedido algo similar había sido

espantosa.

Su suegro que poco la quería había fallecido. Melisa en un

intento por ganarse la voluntad de los hermanos de su

marido, asistió a un concurrido día de novenario,

posiblemente en la intención de que los hicieran partícipes

de la no despreciable herencia, que su esposo no pretendía

cobrar puesto que siempre anduvo en discusiones con su

padre y no le perdonaba que éste, no lo hubiese apoyado

cuando lo requirió.

Melisa se acomodó al lado de la viuda, que no dejaba de

lloriquear, contando que no había vuelto a leer la prensa


desde el fallecimiento de su querido esposo, porque eso,

siempre lo hacían juntos. Antes de iniciar los rezos, una de

las hermanas de Joel, el esposo de Melisa, colocó sobre la

mesita de centro de la sala, un cofre con las cenizas del

difunto y sobre ella, un blanco belón que emitía una

pequeña y débil lumbre amarilla y una pálida y trémula

rosa. Melisa se impresionó, pero imaginó que posiblemente

ni siquiera se trataba de sus cenizas, porque es sabido que

en muchos casos entregan cenizas que no pertenecen al

muerto. ¨ Como le sucedió al compañero de universidad de

mi hija, que luego de recibir las cenizas de su madre, la

encontró en un anfiteatro ¨ pensaba. Sin embargo, Melisa

no podía abstraerse de aquella inquietud y el malestar iba

en aumento. Afortunadamente, quienes debían llevar la

palabra en los rezos, eran los varones, ya que Melisa no se

los sabía. Ella trataba de repetir los padrenuestros y las

avemarías, haciendo un esfuerzo por no concentrarse. Ya al

final, se les ocurrió leer un pasaje de la Biblia, para lo cual

todos debían permanecer en silencio. Fue allí, cuando

Melisa escuchó al difunto pidiéndole permiso para poder


hablar por su intermedio. Ella respondió que si, puesto que

ya no era muy dueña de sus actos. De no haber sido así, la

respuesta sería negativa. Deseaba cualquier cosa, antes

que exponerse a semejante ridículo. Al instante quedó

como paralizada. Experimentó un crecimiento inusitado de

su cuerpo y sus brazos se elevaron como si los tuviese

recargados en los brazos de un gran sillón. La esposa del

difunto llamó a Joel. ¨ Mira, creo que a Melisa le está dando

un ataque¨ Acto seguido, la viuda y Joel, empezaron a

friccionarle las manos. ¡Hubo alarma general!. La

abanicaron con un cuaderno y abrieron las hojas de las

ventanas. Alguien preguntaba a Joel si Melisa sufría de

ataques a lo que él respondió que por el contrario, ella

gozaba de muy buena salud.

El Difunto se encontraba molesto o por lo menos así lo

percibía Melisa. En ese instante, ella sintió como si un gran

cono con el vértice hacia abajo hubiese penetrado por su

boca hasta llegar a su estómago y fue allí cuando

precisamente, salió como de su vientre una tremenda y


ronca voz que dijo ¨ M-a-n-u-e-l ¨ que así se llamaba el

difunto. Es posible que solamente Melisa hubiese escuchado

perfectamente ¿Qué está pasando aquí? Preguntó una voz

de mujer visiblemente alterada. ¡Saquen a los niños!

Exclamó otra. Haciendo un esfuerzo sobrehumano el

difunto volvió a decir para que todos comprendieran ¨M-a-

n-u-e-l ¨y fue allí donde Melisa escuchó una estampida.

Algo así como una partida de caballos en el hipódromo.

¡Todos se dispararon a refugiarse en la cocina, incluidos los

dos que sostenían sus manos! Es decir, la esposa del

difunto y Joel.

Con los brazos sostenidos en el aire, Melisa no lograba

moverse. Todos esperaron un poco, posiblemente, para

reponerse del tremendo susto y alguien dijo a escondidillas

¨ Es una posesión, yo sé que se trata de una posesión ¨ Y

tres vasos de agua bajaron por su garganta casi

ahogándola. Ella sentía como si el cono que pretendía

tener, se fuese llenando de agua poco a poco. ¡Por fin, el

difunto abandonó su cuerpo! Su cabeza y sus brazos se


desplomaron y alguien gritó ¡ Se murió! . Los minutos

parecieron interminables mientras Melisa logró empezar a

abrir sus ojos. Entonces, todos querían preguntarle, pero

no se atrevían.

Melisa quería salir de allí lo antes posible pero no se había

recuperado aún. Comió empanaditas, bebió gaseosa y

cuanta cosa ofrecían, pues en alguna oportunidad había

escuchado que mientras más lleno esté el estómago,

menos posibilidad de posesión existe.

Al despedirse, no podía escapar a la percepción exacta de

los pensamientos de cada persona. La viuda, la abrazó

como si efectivamente estuviera abrazando a Manuel. Una

amiga de la familiar la observaba como diciendo ¨ ¡Qué

vieja tan loca! ¨ Una hermana de Joel sacó a su hijo menor

que Manuel no había conocido, y se despedía como

enseñándoselo, con una mirada mística hacia Melisa . Una

más, pretendía preguntar qué había querido decir el difunto

y por último los hombres estupefactos, no se atrevían ni a

pensar.
Para Melisa la esperanza de la herencia quedó allí. Su

intento por acercarse a aquella familia había resultado un

desastre. Después de lo ocurrido, no se atrevió a regresar,

ni siquiera de visita.
IV

Kramakán se había apoderado de las riendas de su mundo

espiritual y por qué no decirlo; también de su mundo

material. Melisa, se hallaba derrotada. Estaba abocada a

enfrentar su caos interior, y eso haría.

Los bruscos cambios ocurridos en su vida diaria trascendían

hasta su vida sentimental y marital. Las calurosas noches

plagadas de placeres sexuales que acostumbraba disfrutar

con su cónyuge, hasta abordar el pecado capital de la

lujuria, se encontraban perturbadas por la virtual presencia

del extraterrestre. Hasta Joel, vivía la incomodidad al

presentirse observado por aquel comunicante. Era bien

sabido por él, que le dictaba a Melisa en las noches o en

las madrugabas y que parecía conocer de ella, hasta más

íntimos sus sentimientos.


El deterioro de la relación matrimonial parecía no preocupar

a Melisa quien se había dedicado al estudio de la

metafísica, el yoga y cuanta ciencia o filosofía se

encontraba relacionada con sus experiencias.

Sus costumbres alimenticias habían sufrido un serio viraje.

Ya no soportaba el olor de la carne, inconveniente éste que

la ponía en dificultades, pues la merienda del mediodía

debía tomarla cerca de su oficina. El desagradable olor a

sangre asada era lo que más la mortificaba.

El viaje en bus, pues se había quedado sin automóvil a

causa del asedio de las dificultades económicas, el reposo

luego del almuerzo y cualquier instante libre, los

aprovechaba para alimentarse de aquellas lecturas, que

luego de mucho cavilar, la llevaron a concluir que todas en

su esencia, convocan a un mismo resultado. Dios, el Padre

o como lo quieran llamar, habita en nosotros y tiene su

asiento en nuestro corazón. El punto de partida para llegar


a Él es la virtud y el fin último, comunicarse con Él,

escuchar su voz, sentir su amor. El Padre es el espíritu o

fuerza creadora que para los yogis, que todo lo reducen a

causa y efecto, es la Causa y para los materialistas

sicólogos, una parte de la mente llamada supraconciencia o

estado de iluminación de la mente. Sin embargo, este

espíritu coexiste con una forma de materia sutil o

envoltorio material sutil, que guarda los archivos o

memorias de todas las experiencias vividas y que no se

desprende en el hombre del espíritu Individualizado que

habita en él. Es esto lo que los espiritistas llaman alma, los

metafísicos aura, los sicólogos subconsciente y los yogis

llaman estado sutil de la mente, que por ser materia, la

ubican formando parte del efecto. La tercera que sin las dos

anteriores, no posee vida, vendría a conformar el cuerpo,

materia, efecto y consciente del hombre y su más

rudimentario constituyente.

Meditando acerca de todo ello se encontraba Melisa y

además en que en la última comunicación Kramakán


hablaba de revivir moribundos, privilegio de santos o

magos, cuando recibió:

“El mensaje que voy a dictarte traerá

luz a la de vida de quienes lo escuchan.

Venimos por la voluntad del Padre a

traer la luz a tu mundo de oscuridad.

Nuestra voluntad y nuestro deseo son

aliviar la pesada carga que los seres de

la tierra llevan sobre sus hombros. Es

la carga de la duda, de la

desesperanza, del desamor que reina

entre vosotros.

Avanzar en el camino de la virtud, se

dificulta en vuestros días. No obstante,

la virtud acaba con la desesperanza y

la duda. La virtud asegura un mañana

venturoso, despejado y libre. Un

mañana sin las ataduras fútiles del

egoísmo, la envidia y el dolor. Un


mañana cargado del amor de Dios.”

KERIM

Eso de aliviar la carga, sí que le sonaba a Melisa. Ya era

hora de que alguien nos ayudara a soportar el peso de las

cargas que esta sociedad nos impone. Pobreza, muerte,

desórdenes en todos los sentidos y el gran despotismo de

nuestros gobernantes los cuales han convertido el mundo

en un verdadero valle de lágrimas. O a lo mejor, ya ni

lágrimas salen de nuestros ojos, sino que nuestras almas

destilan rabia, odio y deseo de venganza! ¡Pobre tierra!

¡Pobre tierra nuestra, bañada de sangre de oriente a

occidente y de norte a sur!

Por lo demás, tenía razón el comunicante en que eso de ser

virtuoso se dificulta en nuestros días, se decía Melisa, ¨

¡Díganmelo a mí, que trabajo en aduanas, en donde ser

honesto es algo así como ser sapo y además, un sapo

maloliente al que se debe lanzar al rincón más lejano en

donde su peste no alcance a los demás! ¨


Su vida de trabajo, plagada de altibajos, no era nada fácil.

Cada vez que su fuerza de líder la ayudaba a alcanzar un

peldaño, terminaba luego en el último escalón por aquello

de ¨ la peste de la honestidad ¨ Hasta el punto que por

insinuación de sus propios compañeros, un contrabandista

le había logrado abrir un proceso en la sinvergüenza

Procuraduría, que en lugar de andar investigando a todos

los ladrones de cuello blanco que se apoderan de jugosas

cifras de dinero en cada sucio contrato administrativo en

este país, se dedica a perseguir empleados limpios, por el

simple error de cumplir con su deber.

Muchas eran las luchas que había librado Melisa en ese

campo de batalla, puesto que además odiaba la lagartería.

No obstante, en cada claro de luz, en cada oportunidad que

se le daba, sembraba su pequeña semilla en pro del

progreso de su querida Colombia, animada por un

patriotismo casi enfermizo, mal este, creo que de

nacimiento, porque en su humilde condición no le


importaba cuanto arriesgaba con el propósito de ser fiel a

sus principios y de obrar conforme lo consideraba su deber

con la Nación.

Pero aquello de ser virtuosa, le quedaba grande. Los

corrillos en los que como toda mujer participaba a diario,

empezaron a dejarle un sentimiento de culpabilidad, que

hizo que Melisa se retirara poco a poco de ellos y que

cuando ella misma, se descubría hablando mal de alguien,

le pidiera perdón así fuera mentalmente, y rodeara con un

pensamiento de amor a ese ser, para tratar de borrar el

mal que le hubiera podido causar con sus comentarios. Ya

no bebía ni de vez en cuando como antes. No solo por no

hacerle daño a su cuerpo, sino porque el licor dejó de

agradarle. Pensaba Melisa que así las cosas, la vida se

tornaba aburridora. A pesar de ello, la próxima cita

espiritual con Kramakán la ilusionaba. Ilusión, que por

supuesto era celosamente guardada en su corazón y no se

atrevía a compartir con nadie. A estas meditaciones él

apareció dictando telepáticamente:


“La voluntad del Padre es grande con

vosotros.

La luz que iluminará el camino está por

llegar. Se abrirán los cielos y bajarán

hermanos bondadosos a traer la paz y

la bienaventuranza.

Esa bienaventuranza que pondrá fin al

dolor de la humanidad como el inicio de

la Nueva Era. Esa Nueva Era que será

de luz sentida desde la Cuarta

Dimensión.

Abrid los ojos ahora que aún estáis a

tiempo y traed paz a vuestras almas.

Evitad la ira, el desconcierto y el dolor.

Procurad la calma para que vuestros

ojos puedan ver y vuestros oídos oír.

Traed luz a vuestros hermanos con el

amor. Difundid la palabra del Padre y

evitad caer en la vanidad. Esa vanidad


espiritual que agobia al egocéntrico,

truncando así su virtud.

Desafíad el mal colocando siempre una

talanquera de amor, y sobrevivid a ti

mismo, no permitiendo que tu ego

crezca.

Solo así podrás cumplir con la voluntad

del Padre”

KRAMAKÁN

Antes de que Kramakán se alejara Melisa le preguntó ¿ es

cierto que te podré ver físicamente, podré ver tu nave y de

pronto viajar en ella? Kramakán respondió afirmativamente

y la comunicación se rompió. ¡ Qué emoción tan grande

embargaba a Melisa! ¡Unicamente le restaba esperar para

verlo, para tocarlo, para conocerlo!

Las reuniones de los domingos habían cambiado su

derrotero. Ahora se hacían pedidos a los Maestros de la


Cosmogonía para que ayudaran a curar a los enfermos

conocidos. Parecía que la presencia de Melisa atraía a más

de un espíritu que sin más protocolo, decidía comunicarse a

través de ella, lo cual ya no le ocasionaba molestia

Una tarde, al pedir por Patricio, quien había mejorado

considerablemente su estado anímico pero que aún recaía

con facilidad, se presentó Juan el Bautista quien luego de

hacer una gran cantidad de señales y movimientos, le

transmitió a Patricio tal cantidad de energía, que Melisa

alcanzó a resentirse un poco. Ella lo vio como una silueta

de luz azul, pero no comentó nada al respecto. La sorpresa

se la llevó cuando Roxana exclamó ¨ ¡Madre, tenías las

manos llenas de luz azul, yo te las vi con los ojos abiertos!.

Melisa comprendió que Roxana era médium vidente.

Juan, durante su visita aseveró “Patricio se encuentra

enfermo del alma” Y procedió a realizar todos aquellos

extraños movimientos que para la opinión de los asistentes,

semejaban el retiro de alguna materia poco consistente


adherida a Patricio. ¨ Ví unas personas oscuras al lado de

Patricio ¨ Comentó Alexander. Surgió entonces para Melisa

un interrogante ¿sería que todos estaban repuntando en la

utilización de sus cualidades mediunímicas? O sería que la

sugestión había trascendido a los demás. Sin embargo, lo

visto por Roxana estaba comprobado por lo que ella misma

vio. “No fue posible una sugestión allí” Razonó.

La discusión sobre la anterior comunicación, se tornó

agitada por lo que su propio contenido significaba. ¨ En

primer lugar, ¿Se espera entonces, que una vez se inicie el

cataclismo, aparecerán muchas naves con extraterrestres a

rescatar a aquellos que tengan más de 700 medidas? ¨

Interrogó Patricio. ¨ Si su situación es de peligro, sí ¨

Respondió Samuel.

¨ Aquello de mantener la calma para poder ver y oír,

supongo que no se refiere a hacerlo en la tercera dimensión

¨ Añadió Roxana. Samuel aclaró que se trataba de ver con

el tercer ojo y poder escuchar el mundo espiritual que


posiblemente es como se hace en la cuarta dimensión. ¨

Tienen ojos y no ven y oídos y no oyen ¨ decía Jesús ¨

Concluyó el abuelo.

A Melisa lo que más la confundían eran los vericuetos de

ser virtuosa. Ahora resultaba como elemento indispensable,

controlar la ira. ¡Eso sí que era difícil para los reunidos, casi

todos de cabellos rubios y ojos zarcos! Por aquello del

adagio popular ¨ Rubio que no es bravo, es pintado ¨ En

cuanto al ego, ninguno se permitía hacer comentario

alguno. El abuelo, con un ego del tamaño de un gigante,

era el menos interesado. Además, con el correr del tiempo

entre reunión y reunión, estudio y estudio, todos se sentían

muy importantes. Casi especiales. Como guardándole una

sorpresa a la humanidad que sólo ellos poseían.

Melisa percibió este ambiente y quiso poner el dedo en la

llaga. ¿Cómo les parece lo del Ego? Samuel se apresuró a

responder. ´ El Ego es como una armadura que protege al

hombre para poder sobrevivir en la tercera dimensión. Sin


ella, todo aliciente para sobrellevar las cargas, sería

insuficiente. Si acabamos con el ego antes de obtener los

poderes de la cuarta dimensión, quedaremos a la deriva. Es

posible que debamos desaparecerlo, pero cuando hayamos

aprendido a trasegar por este mundo, sin que nada pueda

hacernos daño o destruirnos ¨ - ¨ Lo indicado entonces,

sería destruirlo paulatinamente en la medida en que

avanzamos hacia la obtención de nuestros poderes ¨

Precisó Roxana. ¨ A mi modo de ver las cosas, lo

importante es que la comunicación nos está presentado LA

FÓRMULA MÁGICA PARA COMBATIR EL MAL: COLOCAR UNA

TALANQUERA DE AMOR ¨ Analizó Alexander.

Al unísono, las musas se liberaron en Alexander, Roxana y

Melisa, anhelaron que se llegara el día. El esplendoroso

cielo brillando en un azul claro y abundantes y hermosas

naves de colores descendiendo como salidas de la nada. La

expectativa de conocer diferentes extraterrestres llenos de

amor y bondad. El posible viaje en una nave espacial.

¡Circundar el espacio a velocidades no previstas y


desprenderse de la tierra para volar al infinito! Inigualable

visión que remontaba sus mentes a mundos lejanos,

desconocidos, sublimes e indescriptibles. ¡Aventura

liberante, vivificante, embriagante y seductora, que no

querían ni podían perderse! Además de ello, para Melisa,

esto poseía un significado más. ¡ Ver a Kramakán!

“ La paz sea contigo.

Somos los mensajeros de la paz. Esa

paz que inundará la tierra a través de

los siglos venideros.

Apoyad a tu hermano en la lucha por

encontrar la paz interior. Procurad que

el tiempo venidero para él sea más

suave. Analizad los elementos de la paz

interior que no dependen del dinero, ni

del progreso material sino de una vida

espiritual vestida de decencia.

La paz del alma, es armonía con el

universo, es respeto de sí mismo y


cultura del saber llegar a Dios.

La paz es la fuente de vida que permite

a los seres humanos vibrar en armonía

con el universo. Por eso, no debéis dejar

que las tribulaciones os quiten la paz

espiritual. La paz espiritual es el sosiego

del deber cumplido y del esfuerzo

realizado.

Recobrad la paz interior para que fluyan

las respuestas a vuestras vidas.

Recibid este mensaje del Padre como

una lección de vida.”

KRAMAKÁN

Kramakán los sacó bruscamente de sus ensueños. No era

allí donde Melisa deseaba que se comunicase. Era en la

oscuridad de su habitación, en donde pudiera disfrutar de

su presencia o aclarar sensaciones que solo a los dos, les

incumbía.
¡ Encontrar, la paz interior! Que fácil y que frecuentemente

se escuchaba esto entre los terrícolas, pero qué difícil de

conseguir, se decía Melisa en su soliloquio mental. ¿Cómo

recobrar la paz con tantos acontecimientos, si aún antes de

estos últimos, su vida ya almacenaba suficientes como para

gastarse una encarnación resolviéndolos? Posiblemente el

sosiego del deber cumplido y del esfuerzo realizado, no

revestía problema para ella, pero aunque se argumentara

que la paz espiritual, no depende de las cosas materiales

sino de una vida espiritual vestida de decencia, ¡ Ha difícil

que esto resultaba! Faltaba algo allí que permitiera la paz

espiritual a pesar de las dificultades materiales. ¡

Posiblemente la fe en que con esa vida espiritual, con esa

actitud decente, todas las respuestas a su vida material se

abrirían paso, a partir de la justicia infinita del Creador! ¡

Fácil de pensar, pero qué difícil de sentir! La fe, aquello que

mueve montañas, según se dice, es algo intangible,

irrealizable, para algunos.


V

¡El mundo material de Melisa se había convertido en un

completo desastre! Las razones, ella no las conocía. Pero

conforme iban pasando los días, las noticias sobre nuevos

gastos, disminución de salario por pérdida de cargo de

dirección y sanciones por impuestos que creyó pagar

debidamente, entre otros, hacían su vida insoportable.

Sabía que no había descuidado nada a causa de sus

recientes experiencias espirituales. Sin embargo, allí

estaban los hechos desafiando su paz interior.

Prefirió entonces, imaginarse que el lado oscuro le estaba

colocando pruebas para que abandonara como siempre la

vida espiritual ¿ O sería señal de que aquel conocimiento de

la mediunidad en que estaba incursionando no era bueno?

¿En dónde estaba la solución? Leía la comunicación de


Kramakán acerca de la duda, pero no lograba desvanecerla

a partir del conocimiento ¡Y, qué difícil esclarecerlas a

partir de la fe! ¡ Más bien, el temor, el contrario de la fe, el

causante de que se convierta en realidad todo aquello, que

no deseamos que ocurra, se presentaba ante ella

imponente, invencible!

¡Ahora las dudas lo abarcaban todo! Intentó culpar a su

antiguo jefe de tanta desgracia, hablando de cuanta maldad

le soportó hasta que tuvo que renunciar a su cargo de

dirección, causa del desequilibrio económico que vivía.

Luego a Impuestos Distritales y más tarde a la economía

nacional, pero ninguno de estos entes daría solución a sus

problemas. Era ella quien tendría que resolverlos

incluyendo en ellos sus inconvenientes conyugales.

Kramakán hizo su aparición con un nuevo dictado, y Melisa

supuso que allí encontraría las respuestas:


“La paz del Señor sea siempre contigo.

La vida que has llevado manifiesta la

deficiente tarea que has cumplido

como misión.

Hoy has dejado una estela de

amargura en el ambiente al

comportarte como una mártir. La

mirada del Ser Superior, observa con

desagrado tu comportamiento.

No cesan las críticas, ni los desahogos.

Es necesario que a partir de hoy,

superes las dificultades y cumplas con

la Ley del Amor.”

KRAMAKÁN.

¡El desconcierto fue grande! Ahora no tendría libertad ni

para desahogarse. O posiblemente sí, pero sin involucrar

culpables, puesto que si era cierto que el Padre respetaba

nuestro libre albedrío, la culpable de lo que estaba le


aconteciendo no era otra sino Melisa, con sus propias

decisiones.

¿Qué estaba ocurriendo con aquella Melisa positiva,

dinámica, creadora, que acostumbrara a realizar cuanto se

proponía, que todos los obstáculos los vencía sin esfuerzos,

que colocaba en la realidad cuanta cosa imaginaba? Es

factible que esa Melisa hubiese desaparecido mucho tiempo

atrás, sin que ella misma se percatara.

Todo sucedió diez años atrás, cuando su esposo se resolvió

viajar a Europa, para trabajar con un pariente que poseía

una fábrica en España. El viaje lo realizó según le manifestó

a su familia, en la esperanza de poder llevárselos a todos

tan pronto estuviera establecido en ése país. Melisa que

vivía para él y sus hijas, que estudiaba, trabajaba y por si

fuera poco, trabajaba horas extras, para que el dinero

alcanzara; que nunca se compraba algo para ella, a menos

que fuera indispensable, había aceptado este cambio, en la


idea de alcanzar el viejo continente junto con su familia

para progresar.

Joel dejó la situación más o menos organizada con algún

dinero puesto a interés para que Melisa recibiera la

mensualidad a cambio de su aporte. Todo iba bien a pesar

de la insoportable ausencia de Joel, cuando por alguna

situación de la vida, el mejor amigo de Joel le advirtió a

Melisa que no debía esperar a su esposo, puesto que él no

estaba solo ¨ Se ha llevado a vivir una mujer de la cual se

encuentra profundamente enamorado ¨ Le dijo. Ella, que

nunca notó cambio alguno en Joel, pero que lo adoraba con

todas las fuerzas de su alma, sintió que el mundo se le

desmoronaba, se sintió sola, desprotegida, sin solución.

¿Por qué todas las situaciones oscuras la cogían por

sorpresa? ¿Por casualidad, nunca había dejado de ser

ingenua?

¡ Su llanto ahogado para que sus hijas no sufrieran la

desesperanza y el desconsuelo que ella anidaba en su


corazón, la obligó a levantarse con dignidad! No podía

darse por vencida teniendo que responder por sus hijas y

además por su suegra, que aún vivía con ella. ¡ Su aspecto

reflejado en el espejo de su cómoda, le hizo retroceder!

¿Cuánto tiempo hacía que no se observaba ella misma? Era

ésta la Melisa joven y hermosa que contrajo nupcias con

Joel? ¿Qué le había pasado a sus manos que enrojecidas

por el trajín y el descuido, parecían las de una empleada

doméstica?

Efectivamente, Melisa había olvidado su propia existencia

por dedicarse a Joel y a las niñas. Pero ya no sería más así,

esa era su determinación, aunque las fuerzas y la tristeza la

traicionaban. Buscaba algo o alguien en quien apoyarse,

cuando de pronto, allí ante sus ojos estaba aquella pequeña

caja que Joel le había regalado. Al escuchar las cintas de

autohipnosis, encontró lo que buscaba. Los casetes de

sofrología, lograrían aquello que por fuerza, ella no

conseguía. Los escuchó hasta casi terminar el curso. Mas o

menos un año en el cual su recuperación fue total. Tuvo


dinero y tiempo para ella, volvió a convertirse en una mujer

atractiva y fogosa y los éxitos no se dejaron esperar. Había

logrado el poder de la palabra, aún sin darse cuenta,

puesto que todo aquello que deseando mencionaba, se

cumplía.

¡ Un maravilloso mundo de aciertos la esperaba! Había

participado en un encuentro de inventores, más por cumplir

con una amiga que era la organizadora, que por interés

propio. Cerca de su Stand, que exhibía un proyecto sobre la

utilización de microorganismos en la alimentación humana,

se encontraba un Stan perteneciente a una organización

latinoamericana, con cuyos expositores Melisa se dio a la

tarea de platicar, obteniendo una invitación para conocer

sus instalaciones. Sus inquietudes por los temas científicos

la llevaron a trabajar Ad-Honorem con ellos hasta que un

día, estando en su sitio de trabajo diario, una envidiosa

compañera con tono irónico le preguntó ¿Será que la

doctora Melisa no toma vacaciones porque las está

guardando para viajar a Europa? Melisa, que no había


disfrutado de vacaciones pues la falta de recursos no le

permitía ir ni al pueblo más cercano, respondió que sí. Pero

en ese mismo instante decidió que no regresaría más a

aquel centro de investigaciones, puesto que una persona de

escasos recursos económicos no puede regalar su tiempo

sino vender su fuerza de trabajo, que es lo único que

posee. Como descubriendo estos pensamientos, llamó el

Director de la Asociación y la citó para esa noche a la hora

de costumbre. Melisa pensó que esa era la mejor

oportunidad para comunicarle lo resuelto. Pero al llegar a la

reunión, el Director exclamó ¡Doctora Melisa, necesitamos

que en ocho días usted se encuentre en París! Todo lo que

nos ha explicado acerca del nuevo desarrollo para

documentos de seguridad, no ha servido para que lo

hagamos por nuestra cuenta, de tal suerte que usted

misma debe hacerlo. Tenemos contactadas varias empresas

para que usted las visite en Europa. ¨-

¡Pero si no hablo francés, ni tengo listos los papeles!

Exclamo Melisa ¨ Usted por eso no se preocupe que

nosotros arreglamos todo, incluyendo los dos periodos de


vacaciones que tiene, se los hacemos decretar de inmediato

por la Aduana ¨ Y así fue. Quince días más tarde, se

encontraba dando el romántico paseo en el Bateaux

Mouche, por el río Sena, ella misma no lo podía creer. La

recibieron en empresas que poseían mil ingenieros, para

escuchar sus ideas a través de un traductor que para el

efecto había contratado la Asociación. Su desarrollo fue

todo un éxito, sólo que nunca recibió regalía alguna por él.

Melisa no se quejaba por ello, puesto que había tenido la

oportunidad de visitar Francia, Bélgica Suiza y por último,

su esposo la había invitado a pasar unos días con él en

España. Era obvio, que Melisa nunca lo recriminó por lo de

la mujer. En realidad, en su a veces incomprensible

raciocinio, no encontraba razón alguna para reclamarle a

alguien por haberse enamorado ¨ No venían consignados

los sentimientos en la partida matrimonial ¨ se repetía. Por

lo demás, si hubiera podido conocer a su rival, le habría

dado las gracias, porque de no ser por ella, nunca hubiera

despertado de su letargo.
Nunca se preocupó por las regalías. Su recompensa al

trabajo la entendía recibida con aquellos parajes y ciudades

recorridos que deleitaban su alma y sus sentidos. Los

Campos Elíseos, la Torre Eiffel, la iglesia de Nuestra

Señora, el parque de los artistas, con aquellos seres

totalmente libres que le recitaban versos y besaban sus

manos sin preámbulo alguno, o la dibujaban en segundos.

El Lido de París a donde se había atrevido a asistir sola, sin

que faltara el galán que ella se resistió a atender. El Palacio

de Versalles que la ornamentaba con trajes de reina y

llenaba sus jardines de príncipes y doncellas, cuando en su

recorrido Melisa se posesionaba mentalmente del lugar.

Qué decir de Brujas, con sus paisajes insólitos en donde los

gigantescos árboles se confundían en el reflejo del agua de

sus lagos, con sus pequeñas embarcaciones que ofrecían a

los visitantes un pasaporte a los cuentos infantiles más

hermosos.
Escuchar música flamenca en el teatro de la Villa de Madrid,

con su conocido embrujo gitano que despierta el natural

erotismo humano, y visitar las Fuentes de Montjuic en

Barcelona, representaban para Melisa un regalo

inigualable.

Todo aquello, parecía un sueño. Sin embargo al regresar a

su trabajo de funcionaria oficial, la magia se rompió y la

resentida compañera nuevamente preguntó ¿ Y la doctora

Melisa, ahora a donde tiene pensado viajar? Melisa

fortalecida, contestó ¨A Estados Unidos y luego a todos los

países del Grupo Andino ¨ Medio año más tarde, un sector

industrial le encomendó la tarea de realizar una

investigación en estados Unidos. Trabajo que al ser

presentado como ponencia de Colombia para toda el Area

Andina, fue aplaudido y Melisa consiguió el contrato para

repetirlo en los cuatro países restantes. Así Melisa

comprobó el poder de sus palabras. ¡Nunca aquella

compañera comprendería cuanto bien le había

proporcionado a Melisa al preguntarle!


¡ Y, qué decir del carro! En Estados Unidos, se había

alquilado un carro para las diligencias diarias, pues el

trabajo incluía un promedio de cinco visitas por ciudad que

estaban calculadas para dos días. Melisa graciosamente

comentó a su acompañante ¨ Cuando llegue a Colombia

voy a girar un cheque y me compro uno como éste ¨ Luego

del trabajo para el Grupo Andino, por el cual cobró 5.000

dólares Melisa decidió comprar un carro. El vendedor le

estaba dando las instrucciones de manejó, cuando ¡Ah,

sorpresa! Melisa se percata que había comprado un carro

igual al del alquiler.

Melisa iba de triunfo en triunfo, vendió la casa y compró

apartamento, cambió de muebles, de cortinas, de

decoración y sólo le quedaba cambiar de ollas y de marido.

Coincidencialmente, por esos días su suegra falleció y Joel

regresó a casa, en la intención de devolverse a los quince

días, intención que se quedó en sólo eso.


Lo que ahora Melisa no lograba entender, era qué le había

pasado. ¿ Por qué esa caída tan abrupta? ¿Por qué nunca

se dio cuenta del viraje de su vida? ¿En qué momento todo

se estancó y por qué ahora empeoró? Era posible que

Kramakán, el causante del último y peor desequilibrio

tuviera las respuestas, por ello esperó ansiosa su nueva

comunicación.

“La paz del Señor sea contigo.

Recoge de tu vida la bondad que

emana de tu corazón. A ese Dios Amor,

infinito y bueno.

La bondad habita en cada ser bajo la

figura de un Dios Amor. Abrid tu

corazón y dejad que de él emanen

todas las bondades. Solo así podrás

cumplir con la voluntad del Padre.

La clasificación eterna del amor no

tiene límites. Tampoco tienen límites

las bondades del hombre que logra unir


su corazón al Dios Amor.

Para vibrar a la altura necesaria, el

hombre debe cultivar su bondad y

esperar confiado en un mañana mejor.

Camina plácido entre la gente sin

importar que el desastre prevalezca a

tu alrededor.”

KRAMAKÁN

Kramakán, que antes parecía descubrir sus sentimientos,

ahora parecía totalmente ajeno a ellos. En la anterior

comunicación la había recriminado por no cumplir con una

misión que ella desconocía y ahora, le pedía que se

estuviera tranquila así el desastre prevaleciera. ¨ Esas no

son respuestas a mis problemas materiales ¨ pensó Melisa.

¨ Además de virtuosa ahora tengo que ser bondadosa y

vibrar a la altura necesaria para unir mi corazón al de Dios

¨ ¿Qué otra tareita se le ocurriría a Kramakán? ¿Por qué se

comportaba tan insensible ante sus angustias? ¿No

comprendía acaso, que la falta de fe en sí misma, no le


permitía recuperar la calma, ni solucionar sus problemas y

mucho menos, vibrar a la altura?

¡Tal vez esto último contenía la clave! ¿Pero, como

conseguiría vibrar a la altura? Por mero deseo no sucedería,

puesto que no era ni siquiera dueña de ellos. ! Los yogis

podrían tener la respuesta! Melisa buscó el camino más

expedito pues su temperamento le impedía realizar

prácticas complejas. Se hizo una rutina de meditación

consistente en colocarse con caderas, hombros y cabeza

rectos, dejando libre la espina dorsal, por si el Kundalini o

fuerza enroscada que habita en el chacra inferior al final de

la espina dorsal, se decidía a salir a través del sushumna o

canal central de la médula, para que se produjera la

iluminación. Luego, combinó ésta posición con tres

aspiraciones y expiraciones profundas, que le estabilizaran

los nervios y posteriormente hizo una corta oración para

pensar en el Padre y de paso solicitarle que la iluminara.

Acto seguido incluyó en su rutina dos respiraciones por

cada fosa nasal (aspiración, retención, expiración),


reteniendo el doble del tiempo que la inspiración o

expiración, para seguir los consejos de los libros. Colocó su

mente en blanco y concentró su atención para llegar a la

meditación. La concentró en Dios. Realmente necesitaba su

ayuda para solucionar todo ese cúmulo de calamidades. A

los ocho días ya se encontraba más tranquila a pesar de los

inconvenientes. Pero la lectura de los libros de metafísica,

la había llevado a combinar la meditación con la invocación

de las llamas de colores para que sus poderes elevaran su

vibración. Su vida se convirtió entonces en un concierto de

colores. El tono violeta, para liberarse de las energías

oscuras, el dorado - rubí para tranquilizarse, el rosa, para

rodearse o rodear a los demás de amor, el blanco para

cubrirse, el azul para fortalecerse, el amarillo para iluminar

la chispa del conocimiento y el verde para sanar. Melisa se

aprendió la oración que para invocarlas aparecen en los

libros, pero siempre modificándolas a su acomodo hasta

hacerlas más prácticas. Al final de ellas siempre daba las

gracias al Padre. Esto último significaba el acto de fe. Dar


las gracias implicaba la confianza de haber sido escuchada

por el Padre.

Y así, entre color y color, entre meditación y meditación,

Melisa consiguió la paz espiritual que necesitaba. Por el

cosquilleo que las llamas de colores le dejaba, la dominaba

luego, la grata sensación de haber elevado sus vibraciones

aunque no tanto como para escuchar la voz del Padre.

Aprendió también, una nueva oración para hacer pedidos

con cuatro ingredientes básicos. Lo primero era expresar el

deseo; en segundo lugar, que fuera en armonía con el

universo, para que su consecución, no afectara

negativamente a nadie; el tercero, que fuera fácil y

perfecto, para no tener que esforzarse buscando los medios

sino que se produjera por la gracia de Dios y el último,

agradeciendo para afirmar la fe. Así que hizo sus peticiones

y se olvidó de todas sus necesidades. Por si acaso, rezaba

el Padrenuestro, por aquello de ¨ danos hoy nuestro pan de

cada día” entendiendo que con ello el Padre cubriría

diariamente sus necesidades físicas y espirituales. Luego de

una de sus meditaciones nocturnas recibió:


“La paz del Señor sea contigo.

La bondad que emana del Padre es

grande con vosotros.

Abrid vuestros ojos a la verdad. La

verdad traerá tranquilidad a vuestras

vidas. Venced el temor al dolor y al

desconcierto y ellos no empañarán

vuestras vidas.

Iluminad de luz el ámbito que ocupáis

para que la oscuridad fallezca al

intentar cruzarlo. La luz impenetrable

del amor emanará de vuestros

corazones con solo intentar hacerlo.

No os durmáis a la esperanza de vida

por las necesidades materiales. Dad

prioridad a la luz del espíritu para que

éste guíe vuestros actos y vuestros

destinos hacia una vida mejor. No

invirtáis los valores porque podréis


fallecer en el esfuerzo.

Lo primero es el Amor, lo demás es

secundario. Solo siguiendo el orden

correcto podréis encontrar la paz que

anheláis.”

KRAMAKÁN

De todas formas, Melisa ya se había afirmado en su

voluntad de no abandonar el mundo espiritual, costara lo

que le constara. Era valiente por naturaleza y no se iba a

amedrentar tan fácilmente. ¡ Para Kramakán todo era fácil!.

Según él, no era necesario aprender a concentrarse, ni a

meditar o invocar las llamas. El simple intento de deseo, de

sacar el Amor que habita en nuestros corazones haría, que

como por arte de magia, este se desbordara iluminando el

lugar y colocándole al mal la tan mencionada talanquera de

amor.
Indiscutiblemente Kramakán tenía toda la razón del mundo.

En sus experiencias anteriores, Melisa no debía realizar

ningún esfuerzo para que sus deseos se convirtieran en

realidad. En cambio ahora que había estudiado un poco, las

cosas no salían tan bien. Pensar por donde sale la energía,

imaginarse el éter lleno de todo cuanto necesitamos y

hacer el ademán de tomarlo de allí, vibrar en cuanto color

existe, elevar las energías, son demasiados esfuerzos que

atan la mente al consciente impidiendo que el

subconsciente o el supraconsciente afloren.

Obviamente, el dominio y manejo a voluntad de todo

aquello, debería producir un poder insospechado.


VI

Los pedidos en las reuniones habían presentado resultados

definitivos en algunos casos, al punto que un yerno de

Samuel visitó Colombia antes de que le practicaran una

cirugía de ojos, en la esperanza de poder evitarla. Luego de

la reunión dijo ¨ Todos ustedes han tratado de darme una

explicación, que para mí resulta compleja. Pero nada es

comparable a lo que yo mismo sentí. ¡ Eso no lo puedo

negar! No obstante, en otros casos, como en el de Patricio,

las recaídas ocurrían, aunque más espaciadas,

evidenciando solo mejoría, pero falta de curación. Así fue

que los presentes, ya conocedores del efecto de las llamas,


y luego de haber leído que para curar un enfermo del alma

era conveniente utilizar la fuerza de la llama dorada – rubí,

color este característico de amaneceres y atardeceres,

invitaron a Ricardo. Este hombre era conocido entre ellos

por su fuerte energía y el acertado manejo de la llama

violeta. Llama de la transmutación mediante la cual el

hombre se libera de fuerzas oscuras que se han adherido a

su alma.

Ricardo no había sido invitado antes, puesto que su

obsesión por los platillos voladores, lo hacía imaginar

luchas interplanetarias en las cuales él participaba como

líder. Su imaginación había volado tanto, que sus

observadores tenían la sensación de que desvariaba. No era

vidente, pero decía que poseía una especie de mediunidad

que le dejaba palpar lo que estaba sucediendo. Además, se

preveía un choque entre él y Samuel, porque los dos

acostumbraban a creerse dueños de la verdad ´ y

efectivamente, así era, puesto que todos somos dueños de

nuestra propia verdad, sólo que todas son diferentes. El


único que posee la verdad absoluta es Dios por lo

inmutable ¨ pensaba Melisa. Ante todo, Melisa había

percibido su buena energía tiempos atrás y manifestó que

independientemente de su obsesión, podría resultar muy

benéfico y en especial, podrían aprender mucho de él.

A regañadientes el abuelo Samuel aceptó la presencia de

ésta maravilla. Por lo demás, Ricardo estaba advertido del

temperamento de Samuel. Ricardo, se hizo presente con

otra vidente amiga suya y el recibimiento fue amigable.

Antes de iniciar las prácticas, Roxana quiso explicar a los

visitantes el motivo por el cual se les había invitado. ¨ Al

intentar realizar pedidos por los enfermos, el mundo

espiritual se manifestó aclarando que no se debía pedir,

sino que se debía utilizar el poder propio, pero en razón de

que ninguno de nosotros tiene experiencia en estas

prácticas, nos hemos visto en la necesidad de buscar

alguien que pueda instruirnos al respecto, a propósito de

ello, inicio la lectura de la comunicación correspondiente ¨


“La paz del Señor sea contigo.

Habitamos en mundos superiores a los

vuestros, pero eso no impide nuestra

venida a vuestro mundo para cumplir

una misión. De igual forma muchos de

vosotros podréis ir a mundos inferiores

en misión. Nuestro deber es guiaros

por el camino del conocimiento, no

resolver vuestros problemas

domésticos. Vosotros mismos, a través

del conocimiento aprenderéis a

resolver vuestros problemas. Para eso

son la fuerza, el conocimiento y la

voluntad que os damos.

La vida humana es un eterno conocer a

través de las experiencias y nadie

puede vivir la vida de otro, ni por otro.

Por eso, cada uno debe buscar las

respuestas a sus propios problemas.


Se pide cuando aún no se tienen el

valor y la fuerza para resolver.

Vosotros ya debéis estar pasando esa

etapa. Ahora os toca decidir y ordenar

a vuestro propio yo.

Usad vuestro poder interno que viene

del Padre y haced que vuestra voluntad

se cumpla. Fortaleced vuestro poder

mediante la práctica de vuestra propia

voluntad a través de ordenes

impuestas por vosotros mismos y

veréis como poco a poco cada uno de

vuestros deseos se cumplirá y podréis

dominar el bien y el mal a través de

vuestra propia voluntad.

Nada ni nadie os podrá molestar, nada

ni nadie os hará débiles u objeto de sus

deseos, nada ni nadie obrará a través

de vosotros sin vuestra propia

voluntad, si creéis en vosotros mismos.


El principio de la vida es el Amor y por

él la organización del universo, por Él,

el libre albedrío, por Él, la luz de la

esperanza, por Él, el bien y el mal y el

orden universal.

Buscad la luz sin descanso y

encontraréis el Amor de Dios”

KRAMAKÁN

Al comprobar su importancia, el ego de Ricardo se había

crecido desmesuradamente, cosa que incomodó a Samuel

quien lo notó de inmediato. Conociéndolos como los

conocía, Melisa quiso desarmarles el ego antes de iniciar la

reunión, para mejorar el ambiente y les recordó ¨ Por

costumbre, leemos al inicio, las comunicaciones que se

han recibido en la semana. Por fortuna no hay sino una

más ¨ Aclaró, para disminuir la impaciencia de los

reunidos, que se encontraban ansiosos por asistir a la

práctica.
“Y el pueblo oscuro guardó sus obras

donde no debía y la tierra sufrió las

consecuencias…

No permitáis que esto vuelva a

suceder. Escoged las personas que

acogeréis en el Grupo y los

documentos que debéis guardar como

guías de la humanidad.

Procurad que en adelante primen la

limpieza espiritual y el compromiso con

esta misión, y que el ego de la gente

sea dejado en las puertas de tu

morada, porque aquí todos somos

iguales pero también todos somos

limpios y sanos.

El estudio que practicaréis será el de

las gentes santas y debéis ajustaros a

esa medida. Aquí no existen las

disculpas, la laxitud, ni la negligencia.

Cada uno debe cumplir con su cuota de


trabajo semanalmente y aportar con su

buen comportamiento parte del

progreso de la misión.

Afuera el ego, las debilidades, las

envidias, los odios y las disculpas.

Vosotros debéis responder por vuestros

actos diarios y promover la bondad y la

virtud en el planeta, pero solo las obras

hacen fe, y es por eso que debéis ser

los primeros en practicarlas.

HABLO EL PADRE.

Y estaré juzgando vuestras actitudes

de cerca.

Mi bendición os doy y la confianza que

seréis guiados adecuadamente en la

medida en que demostréis en vuestro

corazón, ser seres deseosos del

seguimiento de la Ley del Amor.”

Así sea.
Todos quedaron mustios. Hasta Melisa que había olvidado

quien firmaba esta comunicación. Samuel dijo que no era

posible que el Padre se comunicase a través de Melisa.

Melisa misma dudaba de ello. Patricio, Alexander y Roxana,

no se atrevían a musitar palabra. No obstante Ricardo

opinó que todo era cierto. Que el Padre se comunica a

través de muchos seres humanos que están en capacidad

de escuchar su voz. ¨ Yo he estudiado muchos libros que

enseñan que se debe aprender a escuchar la voz del Padre,

pero no creo que sea en esta forma, porque el Padre no es

una persona ¨ Expuso Samuel. Melisa sólo aclaró que sería

incapaz de mentir. Todos estuvieron de acuerdo, pero

pensaron que podría tratarse de un engaño. Ricardo seguía

asegurando que no importaba la forma, el Padre se

comunicaba con sus hijos y esta comunicación era

perfectamente posible.

“No trato de convencerlos, solamente transcribo fielmente

lo que recibo, mi intención al leer esta comunicación, es

recordarles que el ego, el odio, la ira y la envidia, deben


dejarse en la puerta de la casa antes de las reuniones, para

que transcurran en armonía y por lo menos en eso tiene la

razón el comunicante, sea o no, el Padre” Dijo Melisa.

Ricardo le pidió a Patricio que se sentara en una silla sin

brazos, casi en el centro de la sala y que dejara su mente

en blanco, relajando todos sus músculos. Luego le ordenó

salir de su cuerpo hacia el centro de la sala y pronunció

algunas oraciones, que no se comprendían. Hacía el

ademán de limpiar aquella entidad invisible que en sus

cuentas había salido de Patricio, limpiando y ordenando

que produjéramos la llama violeta con nuestra mente, para

transmutar las malas energías que le estaba retirando a

Patricio. Melisa entonces recibió a Juan el Bautista, quien

telepáticamente le decía que la limpieza no se debía

realizar así y empezó él mismo a retirar del aura de Patricio

las manchas negras. Melisa no quiso transmitir nada

verbalmente, para no defraudar a Ricardo. Posteriormente,

Ricardo le pidió a Patricio que se colocara de pie en el

centro de la sala. Patricio obedeció y Ricardo pidió a los


videntes que observaran su aura para que le indicaran los

sitios oscuros. Melisa señaló algunos, y la amiga de Ricardo

otros. Pero el aura no lucía limpia. Ricardo empezó a

desesperarse y trató duramente a Patricio ¨ Si usted no

desea curarse, nada podemos hacer nosotros, es su deseo

el que hace que este tratamiento obre. Igualmente,

podemos dejarle el aura transparente y si su deseo no es

real, apenas salga de aquí vuelve a ser el mismo de antes,

en ocho días está vuelto una porquería ¨ Melisa sentía que

Patricio quería gritar, quería desaparecer de allí, quería

llorar, pero no podía, sólo sonreía. Melisa dijo fuerte, casi

indignada ¨ él si quiere curarse, de lo contrario no estaría

aquí ¨ – ¨ Hagamos un último esfuerzo ¨ Dijo Ricardo y

nuevamente, ordenó a Patricio sentarse. Hizo el ademán de

sacarlo de su cuerpo y posteriormente, le preguntó a su

espíritu que si estaba de acuerdo con curarse, porque

según su amiga, faltaba que el espíritu de Patricio aceptara

la curación. Melisa, no estaba de acuerdo, si el espíritu es

Dios, no necesita curación, quien la necesita, es su alma.

La amiga de Ricardo también presintió el deseo de llorar de


Patricio y le dijo ¨ llore, deje salir todo eso, libere su

espíritu de esa presión ¨ Ricardo le hacía coro y Melisa sólo

deseaba que esto terminase. No soportaba más el maltrato

de que estaba siendo objeto Patricio. La amiga, dijo que el

espíritu de Patricio ya había aceptado la curación pero que

aún se encontraba muy oscuro. Melisa anotó que por ahora

era suficiente, y allí terminó el tratamiento de Patricio.

En éstos momentos Samuel le pidió a Ricardo que lo curara

del cigarrillo pero más que una petición fue un desafío

incrédulo. Ricardo obedeció y lo hizo de forma mecánica,

sólo por cumplir.

Acto seguido, Ricardo se dispuso a llevar a todos los

presentes a un viaje interplanetario mental, pero Melisa en

ese preciso instante, recibió a Kramakán, con mucha

dificultad ya que la presión que flotaba en el ambiente, la

había indispuesto. Kramakán palabras mas, palabras

menos, se dirigió a Ricardo, pidiéndole que abandonara

estas prácticas, que su misión de trabajar con la llama


violeta era más importante y debía dedicarse a ello, que los

tiempos de viajar en naves espaciales llegarían en su justo

momento. Ricardo se contuvo. ¿Alguien más desea

comunicarse? Preguntó. Luego se dirigió en tono fuerte

consultando a los médium si veían alguna entidad cerca.

Todos callaron. Por su parte Melisa que se encontraba en

medio trance, no podía moverse, mucho menos, hablar;

pero le molestaba la insistencia de Ricardo.

¡No se sentía ni el respirar de los asistentes! Todo había

quedado en silencio, cuando Melisa recibió: ¨ Y la tierra se

cubrió de montañas, de valles y colinas y los hombres

poblaron los campos, vosotros mis hijos, mis hijos del alma

“una singular ternura invadió a Melisa ¡No pudo contener el

llanto! Roxana exclamó” Por primera vez, veo llorar a mi

madre ¨ Samuel interrogó ¿Quién habló? Melisa respondió.

Habló el Padre. Nuevamente las miradas de desconcierto y

de duda aparecieron entre los concurrentes. ¿ Alguien más

quiere comunicarse? Volvió a preguntar Ricardo. Melisa

sentía que Ricardo la trataba como un aeropuerto en donde


cualquiera puede aterrizar. Kramakán que allí se

encontraba, le había dicho telepáticamente a Melisa que no

podía entrar, por la energía que había dejado el Padre. ¨

No insistas más, me siento muy cansada ¨ Contestó Melisa

y allí concluyó la reunión.

Mientras devoraban el espumoso chocolate santafereño,

con queso y almojábanas, que se había servido de onces,

la amiga de Ricardo, comentó que el hombre que le había

ayudado a Ricardo a limpiar a Patricio era de color azul.

Una prueba más de que no se trataba de sugestiones sino

de una realidad que todos los videntes podían verificar.

Para Melisa la reunión había sido un desastre. Ricardo se

fue en la intención de nunca volver, aunque no lo expresó

así. Sin embargo, como era amigo de Alexander luego le

dijo que no regresara porque todos los comunicantes eran

camuflados. Con seguridad, se había sentido muy ofendido

por la comunicación que le aclaraba que debía dejar sus

viajes y guerras interplanetarias mentales. Su orgullo


herido, lo llevó a negar todo cuanto había afirmado con

vehemencia durante la reunión.

Por su parte Melisa ya no deseaba que nadie se

comunicase a través suyo, pues le dolía que se dudara de

su honestidad ¨ Cualquier camuflado dejaría una mala

energía, acompañada de frío y no esa agradable sensación

que permanece cuando un espíritu progresado lo hace ¨

Pensó

Patricio huyó despavorido de las reuniones, no hubiera

soportada una vez más, que lo tomaran como ¨ ratón de

laboratorio ¨. La experiencia había sido insoportable y no

estaba dispuesto a repetirla ni por todo el oro del mundo. ¨

Creo que le está sucediendo lo que a mí, en la reunión de

la hermana Josefina ¨ pensaba Melisa mientras comprendía

perfectamente su actitud.

Una nueva comunicación sobre este asunto de la sanación,

se había recibido.
“La voluntad del Padre hará que

vuestro yo interior ilumine y guíe

vuestras manos para la práctica de la

curación. Empezad por ubicar en el

aura los lugares oscuros que

aparecerán como manchas negras

prácticamente demarcadas. Los

pedazos grandes son arrancados con

suavidad del cuerpo astral del enfermo

quien deseará curarse para siempre.

Las pequeñas partículas que quedan

adheridas serán retiradas con

posterioridad.

Estos tratamientos requieren de tiempo

que el enfermo aprovechará para irse

adaptando a su nueva vida.

El tratamiento debe ser reforzado con

baños de luz violeta o con vuestra

voluntad de sanar puesta sobre las

heridas que produce el


desprendimiento de la masa negra.

El color dorado rosado del amanecer es

una fuerza vibratoria que podéis usar

en estos casos de sanación del alma

pero su efecto de curar heridas

aparecerá en la medida en que sea

limpiada el aura de las manchas

negras.

Las sugestiones, no son personas o

seres adheridos al enfermo. Son solo

sugestiones negras intercambiables por

sugestiones blancas en la medida en

que el enfermo lo desee y ponga en

ello su empeño.

La práctica de esta sanación, requiere

de concentración, respeto por el

enfermo, fuerza vibratoria para

desprender la sugestión negra y

delicadeza para no romperla sino

desprenderla completa.
La limpieza posterior requiere de

mayor firmeza ya que se trata de

arrastrar con las manos los residuos

negros que han quedado adheridos al

alma.

Es vuestra voluntad curar y estaremos

guiando vuestras practicas hasta que

podáis hacerlo solos con

responsabilidad.

La paz del Señor sea siempre contigo”

KRAMAKÁN.

Pero las prácticas nunca llegaron porque ninguno de los

integrantes del grupo lo deseaba realmente. Patricio, no

regresaría y Samuel y Melisa preferían charlar, estudiar,

por ahora, mientras se disipaban las dudas. De tal suerte

que las reuniones perdieron su acostumbrado interés y

Melisa recibía una que otra comunicación, cada vez más

espaciadas, hasta el punto que Kramakán no se comunicó

más.
Roxana en cambio, solo pensaba en limpiar su aura. Se dio

a la tarea de mirarse al espejo en donde podía observar el

reflejo de su aura y limpiar de allí cuanta partícula oscura

veía. En realidad era una magnífica vidente, puesto que

veía con los ojos abiertos igual que la amiga de Ricardo.

Proeza que Melisa no podía realizar. Sin más reparo,

decidió desocupar la pieza de servicio y hacer allí un cuarto

de meditación. Con su acostumbrada meticulosidad, había

pintado paredes, limpiado alfombra, lavado cortinas y hasta

el último rincón del baño del servicio, colocando en la

alcoba únicamente libros esotéricos, velas, piedras

semipreciosas y cuanta cosa conocía que ayudaba al mundo

espiritual. Cambió todo en el apartamento para poder

colocar las cosas que de allí sacó y se enfrentó a su

hermana que ya no iba sino de visita, pero que exigía que

su habitación no se modificara. Melisa no quiso ni opinar;

para ella, los sahumerios, las esencias y los cristales no

eran necesarios en el desarrollo espiritual aunque no los

consideraba dañinos.
Melisa llevaba algunos días acongojada y sin fuerzas y esto

iba en aumento. Decidió pedirle a Roxana que le quitara

algo frío que sentía en la nuca, y solo con concentrarse, sin

hacer ninguna seña, Roxana logró retirarle la molestia. Una

vez más, Melisa podía comprobar que desde que existiera

fe, la sencillez produciría resultados más rápidos y directos.


VII

Patricio estaba curado, según contó Romelia. Las

turbulentas noches con Joel habían regresado. Los

problemas económicos ya no le molestaban. Confiaba en

que el Padre los solucionaría en la medida en que se iban

presentando, y así fue. Poco a poco, el problema

desapareció. La sensación de encontrarse abandonada en

un rincón de la empresa, se había terminado, y Melisa

disfrutaba de cuanta novedad acaecía, recobrando sus

acostumbradas bromas y carcajadas. Pero el estado de

ánimo de Melisa no se encontraba del todo bien, no

obstante haberse liberado aparentemente de su

mediunidad.
Una noche, despertó bruscamente en el empeño de

escribir, pero su deseo de huir de ello, la fundió

nuevamente adormeciéndola. El llamado era más fuerte

que su deseo y ya Melisa no pudo resistirse. Avasallada por

ese impulso escribió.

“Yo, Kramakán, requiero de ti Melisa,

para mi trabajo y no me es posible

cambiar de medium. Es por ello que

insisto en buscarte al amparo de la

voluntad del Padre. Eres la elegida por

Él para cumplir con ésta misión, la cual

no es intercambiable, como no es

intercambiable la misión de cada ser

que ha decidido encarnar en este

planeta o en otro.

Deseo que tengas absoluta claridad

sobre este punto, para que no sigas

huyendo de tu misión, como hasta

ahora lo has hecho. Como ser de luz


que eres, es tu deber, y así tu misma

lo decidiste, ayudar este planeta en su

evolución. No permitas que nada ni

nadie, se interponga en el

cumplimiento de este deber.

La felicidad de comunicarse contigo es

grande, pues nuestros espíritus han

recorrido largos caminos tiempo atrás,

en cumplimiento de nuestro trabajo de

amor.

Prestad toda tu buena voluntad a éste

llamado y no permitas que se

interrumpa nuevamente el trabajo

iniciado.

La paz del Señor sea siempre contigo.”

KKRAMAKÁN.

El regaño iba en serio. Melisa se sintió como Jonás el de la

Biblia, que después de tanto esconderse para no tener que

cumplir con la voluntad del Padre, terminó tragado por una

ballena que lo llevó al sitio en donde debía cumplirla.


Ya más fortalecida, y sin reparos, Melisa habló

telepáticamente con Kramakán. ¨Fíjate que no es tan fácil

creer en cosas que no se ven. Por ejemplo, donde tienes la

nave, muéstramela. Tampoco los he visto a ustedes, solo

los escucho ¿Por qué no tienes un poco de consideración

conmigo y me enseñas algo?

Kramakán accedió y sin más palabras la sacó en desdoble.

Desde lejos, Melisa vio la nave. ¡Lucía como un platillo

volador de esos que pintan en los cuentos! En el centro de

él, una luz de color verde fosforescente, similar a un

bombillo. Sin más, ingresó en la nave, pero allí no vio a

nadie. Estaba vacía. ¿Dónde están? ¡Quiero verlos! Gritaba,

pero a pesar de sentir la presencia de varias personas en

aquella sala de computadoras, nadie respondió ni se hizo

presente. Melisa lo observó todo. ¡ Estaba muy

emocionada! Con sigilo se fue acercando a aquella pantalla

negra y se dijo ¨ Este debe ser el bombillo verde que se ve


desde afuera ¨ a medida que se acercaba, la pantalla iba

virando de negro a azul, hasta convertirse en un color azul

noche profundo. Fue allí cuando Melisa empezó a sentirse

engrandecida, su corazón no le cabía en el pecho y su

cuerpo creció hasta desvanecerse y unirse al infinito. El

temor de haber perdido su identidad le hizo lanzar un grito

que la colocó nuevamente en su lecho ¨ Te estamos

preparando ¨ dijo Kramakán y desapareció.

Melisa misma se había defraudado. Si era cierto que había

trabajado con Kramakán en otras vidas, ¿ cómo era posible

que lo hubiese olvidado todo hasta el punto de tener que

enseñarle, como quien enseña a un niño a dar sus primeros

pasos? Posiblemente había pasado tantos siglos en la

tierra, que era más terrícola que cualquiera. Pensó.

Melisa volvió a rumiar sus dudas y sus angustias acerca de

Kramakán. Ya no dudaba de su existencia. Dudaba de sus

propios sentimientos y de los que él pudiera profesar hacia

ella.
Samuel propuso hacer un pedido por su cuñado que se

encontraba muy enfermo. Comenzaron por cubrir la casa y

llenarla de luz rosa amor, sacado del corazón. Pero al

iniciar el pedido, Melisa recibió:

“Os he dicho que la voluntad es la que

hace las obras. No es necesario que

pidáis. Vosotros mismos podéis realizar

todo aquello que deseáis. Vuestro

deseo, vuestra voluntad sacada desde

el corazón es la voluntad del Padre.

Empezad a practicar porque vosotros

mismos podéis curaros y curar a

vuestros hermanos, no esperéis todo

de regalo esa es la voluntad del Padre.

Estáis esperando regalos cuando en

vuestras manos tenéis todo el poder. Si

no empezáis a practicar ahora nunca

llegaréis a ser maestros. La vida es


una, pero el tiempo transcurre más

veloz cuantas más obras hacemos.

Vuestras manos nunca deben estar

vacías, sino llenas de obras, que podéis

realizar mejor si desarrolláis los

poderes naturales.

La voluntad del Padre sea siempre con

vosotros.”

KRAMAKÁN

Era la segunda vez, que les proponían lo mismo, así que

decidieron obedecer y enviaron toda su luz y su amor al

enfermo para que si estaba en ley se curase, Melisa recibió

el mensaje de que la misión del enfermo ya estaba

cumplida y que por lo tanto su deseo espiritual era

desencarnar. Y así fue. Esa misma semana falleció.

El Padre volvió a comunicarse, pero esta vez nadie dudó de

ello. Dijo así:


“La vida es un eterno trasegar por

mundos inmemoriales que quedan en

los recuerdos más íntimos de cada ser.

Vivid ésta vida que ahora vivís, para

que otros mundos superiores os sean

entregados.

Profetizar, impartir conocimientos

nuevos, no es más, que recordar

recuerdos del pasado y del futuro que

se encuentran a través del Dios

individual que habita en vuestros

corazones.

La razón de la existencia es el progreso

infinito y la razón de la vida es el amor

a Dios que es el amor a uno mismo y a

los demás.

El premio a una vida bien llevada es la

satisfacción del deber cumplido y la

felicidad de vivir en un mundo superior,


en donde solo la felicidad y el amor son

posibles.

Así es la vida interior y exterior de los

seres y así los caminos tortuosos que

los seres vivos eligen cuando

incumplen la Ley del Amor.

Esta es la voz del Padre que es vuestra

propia voz interior.

No dudéis de ello, porque todos y cada

uno de mis hijos podréis escucharla en

la medida en que os propongáis

hacerlo.”

Así sea.

No hubo comentarios, un ambiente de respeto saturó el

apartamento y se dispusieron a hablar acerca de los

poderes. ¿Cómo utilizarlos o mejor, cómo desarrollarlos?

Roxana que no dejaba escapar detalle, anotó ¨ Ya

Kramakán nos indicó que a través de pequeñas órdenes a

nuestro subconsciente, que se irán cumpliendo, nuestra fe


se acrecentará y lograremos usarlos, porque según él, ya

están ahí, ya los poseemos ¨ Melisa se decía ¨ Qué fácil es

poseerlos y utilizarlos sin control, cuando son el efecto de

una hipnosis, pero qué difícil usarlos a voluntad, bajo

nuestro propio dominio y de manera consciente ¨

Entre meditación y meditación, entre oración y oración,

asaltaba a Melisa el recuerdo de Kramakán y los temores

por sus propios afectos hacia él la hacían estremecer.

Kramakán, que efectivamente la escuchaba, le prometió

que la sometería a una apresurada inducción, en la

intención de poderle satisfacer sus caprichos. Cumpliendo,

Kramakán la sacó en desdoble al futuro y al pasado,

permitiéndole observar escenas por Melisa nunca vistas.

Voces discordantes resonando en el espacio, como si cada

palabra que hombre alguno lanzara, hubiese quedado en el

éter grabada para siempre. Escuchar aquello era

ensordecedor. Avistando por la ventana de su dormitorio

pudo observar una calle angosta, que así sería en el futuro,


y pequeñas naves descubiertas con dos pasajeros a bordo,

trasladándose de un lugar para otro, a una altura entre 4 y

6 metros, platicando y entregando información a cuanta

persona se encontraban.

Por fin llegó el anhelado día. Kramakán hizo esfuerzos por

advertir a Melisa del temor y la impresión que podrían

invadirla en el preciso momento de ver la nave. ´ Es

posible que la intención de huir de aquello te domine, pero

debes controlarte y comprender que estamos para

ayudarte y no para hacerte daño ¨ Pero Melisa estaba

segura de que disfrutando de la compañía de Kramakán,

nada la impresionaría.

Cierto día entre semana, Kramakán le rogó a Melisa que lo

esperara en su habitación. Sería el jueves y ella no dudó en

disculparse con la oficina aduciendo enfermedad.

Esperó confiada pero expectante, recostada en su lecho.

De pronto Kramakán llegó. Ella no lo vio pero lo escuchó,


como de costumbre. Los latidos de su corazón aumentaron

ostensiblemente. La tomó en sus brazos y la sacó por la

ventana de su habitación. Nadie vio a Melisa salir de

aquella manera. ¿ Se habría vuelto invisible? Melisa no lo

sabía, pero disfrutaba del viaje. Observaron la ciudad

desde arriba. El día era soleado. En un paraje solitario

Kramakán la descargó. ¡Allí estaba la nave! ¡ Déjate ver,

por favor! Una gran luz intentó enceguecerla. Este soy yo

en realidad. Mi materia no te la puedo mostrar ahora. Pero

quiero explicarte que el gran afecto que nos une,

corresponde a las vivencias compartidas por muchos siglos.

Mi afecto por ti va más allá del cariño fraternal, no

obstante, si lo que quieres es saber si soy tu alma gemela,

te diré que no.

Melisa ya lo presentía, de igual manera, Joel tampoco era

su alma gemela pero lo amaba profundamente.

Subieron a la nave casi abrazados. Melisa experimentaba

un sin fin de conmociones internas, entre temor, ternura y


felicidad, que ella misma no se atrevía a discernir. Una vez

allí todo se olvidó. Viajaron por el espacio sin rumbo. Se

hundieron en un inmenso vació, presintieron el roce de los

infinitos asteroides que a su paso se abrían como

queriendo cederles el espacio. Navegaron entre luces de

colores y bebieron la felicidad espacial sin límites. Miles y

millones de planetas, miles millones de sistemas solares. El

espectáculo era fantástico, irreal, maravilloso, sublime.

Inmóviles, asidos por las manos, observaban aquel milagro

del Creador, su manifestación más elocuente, su poder, su

majestuosidad. ¡ Nada ni nadie podría robarles este

momento! Lo habían tomado para sí como un

esplendoroso regalo del Creador y así sería porque todo lo

que el hombre imagina se plasma en la realidad

irremediablemente. No querían salirse de su embeleso. Los

ojos de Melisa profundamente abiertos se llegaron a

humedecer por la emoción. Algo similar sucedía con

Kramakán pues así lo alcanzaba a intuir Melisa. No se sabe

cuanto tiempo disfrutaron de su mutua compañía, hasta

que Kramakán suavemente susurró ¨ vamos de regreso ¨


¡Muy a pesar suyo, debían regresar! En silencio, pero algo

ensombrecidos, disfrutaron de los últimos momentos que

les quedaban juntos, observando el universo.

Kramakán la colocó delicadamente allí, junto a la ventana

de su dormitorio y ella lo imaginó, como una invisible ave,

alejándose del lugar a gran velocidad.

En la noche, todo se normalizó. Melisa no comprendía muy

bien lo de su misión, pero guardaba para sí, el sagrado

secreto de su vuelo espacial, la absoluta confianza de un

futuro mejor para la humanidad y el recuerdo de un

extraterrestre llamado Kramakán.

FIN

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