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Tipos de enfermedades virales

 La clasifica El contagio por virus puede producirse mediante ingestión o inhalación


directa, tras picaduras de insectos o por contacto sexual.

 Por lo general, las infecciones virales (o víricas) afectan la nariz, la garganta y las vías
respiratorias altas.

 Los médicos las diagnostican basándose en los síntomas, los análisis de sangre y los
cultivos, o mediante el examen de los tejidos infectados.

 Los medicamentos antivirales pueden interferir con la reproducción (replicación) de


los virus o fortalecer la respuesta inmunitaria ante la infección.

Los virus son organismos infecciosos diminutos, mucho más pequeños que un hongo o una
bacteria, que necesitan invadir una célula para reproducirse (replicarse). El virus se adhiere
a una célula (conocida como célula huésped), penetra en ella y libera su ADN o ARN en el
interior. El ADN o ARN del virus es el material genético que contiene la información
necesaria para hacer copias del virus (replicación). El material genético del virus toma el
control de la célula y la obliga a replicar el virus. Por lo general, la célula infectada muere,
dado que el virus le impide realizar sus funciones normales. Antes de morir, sin embargo, la
célula libera nuevos virus que infectarán otras células.
Los virus se clasifican como virus ADN o virus ARN, dependiendo de si utilizan ADN o ARN
para replicarse, respectivamente. Los virus ARN incluyen los retrovirus, como el VIH (siglas
correspondientes al virus de la inmunodeficiencia humana). Los virus ARN, en particular los
retrovirus, son propensos a mutar.
Algunos virus no matan las células que infectan, pero en cambio alteran sus funciones.
Algunas veces la célula infectada puede perder el control de su proceso normal de división y
convertirse en una célula cancerosa.

Algunos virus, como el virus de la hepatitis B o el virus de la hepatitis C, pueden provocar


infecciones crónicas. La hepatitis crónica puede durar años, incluso décadas. En muchas
personas, la hepatitis crónica es muy leve y causa poco daño hepático. Sin embargo, en
algunas personas, acaba dando lugar a una cirrosis (cicatrización grave del hígado),
una insuficiencia hepática y, a veces, un cáncer hepático.
¿Sabías que...?
 Un virus toma el control de la célula que infecta y la obliga a producir más virus.

Normalmente, los virus infectan exclusivamente cierto tipo de células. Por ejemplo, los virus
del resfriado común solo infectan células de las vías respiratorias altas. Además, la mayor
parte de los virus infectan solo unas pocas especies de plantas o de animales; algunos
infectan solo a seres humanos.

Muchos virus causan con frecuencia infecciones en lactantes y niños.

Tipos de infecciones virales


Las infecciones virales (víricas) más frecuentes son probablemente

 Infecciones respiratorias: infecciones de la nariz, garganta, vías respiratorias altas y


pulmones
Las infecciones respiratorias más habituales son las infecciones de las vías respiratorias
altas, que incluyen el dolor de garganta, la sinusitis y el resfriado común.
Otras infecciones respiratorias víricas son la gripe y la neumonía.
En los niños pequeños, los virus también causan frecuentemente crup (la inflamación de las
vías respiratorias altas y bajas, denominada también laringotraqueobronquitis) o de las vías
respiratorias bajas (bronquiolitis).
Las infecciones respiratorias suelen provocar síntomas graves con mayor frecuencia en los
lactantes, las personas de edad avanzada y las que tienen algún trastorno pulmonar o
cardíaco.

Otros virus infectan otras partes específicas del organismo:

 Tubo digestivo: las infecciones del tubo digestivo, como la gastroenteritis, están
causadas habitualmente por virus, como el norovirus y el rotavirus.
 Hígado: estas infecciones dan lugar a hepatitis.
 Sistema nervioso: algunos virus, como el virus de la rabia y el virus del oeste del
Nilo infectan el encéfalo, causando encefalitis. Otros infectan las capas de tejido que
cubren el encéfalo y la médula espinal (meninges) y causan meningitis o polio.
 Piel: infecciones virales que solo afectan a la piel y pueden provocar verrugas u otras
alteraciones cutáneas. Muchos virus que afectan otras partes del organismo, como el
virus de la varicela, también provocan una erupción.
 Placenta y feto: algunos virus, como el virus Zika, el virus de la rubéola y
el citomegalovirus, pueden infectar la placenta y el feto en mujeres embarazadas.
Algunos virus suelen afectar muchos sistemas y aparatos del organismo. Entre estos virus
se encuentran los enterovirus (como el virus de Coxsackie y el ecovirus) y los
citomegalovirus.

Propagación (transmisión) de los virus


Los virus se propagan (transmiten) de varias formas. Estas formas pueden ser

 Deglución

 Inhalación

 Transmisión mediante la picadura de insectos, como los mosquitos, ciertas moscas


que pican o garrapatas

 Transmisión sexual (en las enfermedades de transmisión sexual)


 Transmisión durante una transfusión de sangre contaminada

Muchos virus que antiguamente estaban presentes solo en determinadas zonas del planeta
en la actualidad se están extendiendo. Entre estos virus se encuentran el virus del
chicunguña, el virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, el virus de la encefalitis
japonesa, el virus de la fiebre del valle del Rift, el virus del Nilo occidental, el virus del río
Ross, el virus del Zika y el virus de la encefalomielitis ovina. Estos virus se propagan en
parte debido a que el cambio climático ha posibilitado que existan más áreas donde pueden
vivir los mosquitos que transmiten estos virus. Además, los viajeros pueden estar infectados,
y al regresar a su país pueden ser picados por un mosquito que transmite el virus a otras
personas.

Defensas contra los virus


El cuerpo humano tiene una serie de defensas contra los virus:

 Las barreras físicas, como la piel, cual dificultan el acceso.

 Las defensas inmunitarias del organismo, que atacan el virus

Cuando un virus penetra en el organismo, activa las defensas inmunitarias del cuerpo. Estas
defensas comienzan con los glóbulos blancos (leucocitos), como los linfocitos y los
monocitos, que aprenden a atacar y destruir el virus o las células que hayan sido infectadas.
Si el organismo sobrevive al ataque del virus, algunos glóbulos blancos (leucocitos)
recuerdan al invasor y son capaces de responder de una manera más rápida y eficaz a una
posterior infección producida por el mismo virus. Esta respuesta se denomina inmunidad. La
inmunidad también puede generarse al recibir una vacuna.
ción de las infecciones virales de acuerdo con el aparato más afectado (p. ej., pulmones,
tubo digestivo, piel, hígado, sistema nervioso central, mucosas) puede ser clínicamente útil,
aunque algunas enfermedades virales (p. ej., parotiditis) son difíciles de clasificar. Muchos
virus específicos y las enfermedades que causan también se describen en otras secciones
de THE MANUAL.

Virus y cáncer
Algunos virus alteran el ADN de sus células huésped de tal modo que se facilita el desarrollo
del cáncer. Algunos virus, como los virus del herpes y el VIH, dejan su material genético en
la célula huésped, donde permanece inactivo durante largo tiempo (lo que se denomina
infección latente). Cuando la célula sufre alguna alteración, el virus puede reanudar la
replicación y causar la enfermedad.
Solo se conocen unos pocos virus que causen cáncer, pero puede haber otros.

TABLA

Virus y cáncer: la conexión

Diagnóstico

 Evaluación médica

 En las infecciones que se propagan de modo epidémico, la presencia de otros casos


similares.

 Para algunas infecciones, análisis de sangre y cultivos

Las infecciones virales comunes (como el sarampión, la rubéola o la varicela) pueden


diagnosticarse en función de los síntomas.
En las infecciones que se propagan de modo epidémico (como la gripe), la presencia de
otros casos similares ayuda a los médicos a identificar una infección en particular.
Para otras infecciones pueden realizarse análisis de sangre y cultivos (que consisten en
hacer crecer en el laboratorio los microorganismos obtenidos de muestras de sangre, fluidos
corporales u otro material tomado de un área infectada). La técnica de reacción en cadena
de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) puede utilizarse para hacer muchas copias
del material genético del virus. Las técnicas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR,
por sus siglas en inglés) facilitan a los médicos la identificación del virus de forma rápida y
precisa. Los análisis de sangre también incluyen pruebas de detección de antígenos, que
son proteínas de la superficie o del interior de los virus que estimulan las defensas del
organismo. También se puede analizar la sangre para detectar anticuerpos frente a los virus.
(Los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmunológico para ayudar al
organismo a defenderse de un ataque en concreto.) Las pruebas se suelen realizar rápido,
especialmente cuando la infección representa una grave amenaza para la salud pública o
cuando los síntomas son graves.

Puede examinarse una muestra de sangre u otros tejidos con un microscopio electrónico,
que proporciona un gran aumento con una alta resolución.

Prevención

La prevención de las infecciones víricas puede incluir

 Medidas generales

 Vacunas

 Inmunoglobulinas

Las vacunas y las inmunoglobulinas ayudan al organismo a defenderse contra


enfermedades causadas por ciertos virus (o bacterias). El proceso de fortalecimiento de las
defensas del cuerpo se llama inmunización.

Medidas generales
Las personas pueden ayudar a prevenir muchas infecciones víricas mediante medidas de
sentido común para protegerse a sí mismas y a los demás (medidas de protección
personal). Estas medidas varían según cómo se produce la propagación del virus. Las
medidas incluyen las siguientes:

 Lavarse las manos con jabón de forma minuciosa y frecuente

 Consumir solo alimentos y líquidos que hayan sido preparados o tratados


adecuadamente

 Evitar el contacto con personas infectadas y superficies contaminadas

 Estornudar y toser sobre pañuelos (que deben desecharse) o sobre la parte superior
del brazo, cubriendo por completo la boca y la nariz

 Realizar prácticas sexuales seguras

 Prevenir las picaduras por garrapatas, mosquitos y otros artrópodos


Vacunas
Las vacunas estimulan los mecanismos naturales de defensa del cuerpo (la
llamada inmunización activa). Vacunas se administran antes de la exposición a un virus para
evitar la infección.
Las vacunas antivíricas de uso general son las siguientes:

 Hepatitis A
 Hepatitis B
 Virus del papiloma humano (VPH)
 Gripe
 Encefalitis (inflamación del encéfalo) japonesa

 Sarampión, paperas y rubéola


 Poliomielitis
 Rabia
 Rotavirus
 Varicela
 Herpes zóster
 Fiebre amarilla
Se dispone de una vacuna contra la viruela, pero se usa solo en personas que presentan un
riesgo elevado de contraer la infección, como cierto personal militar.
Las enfermedades víricas se pueden erradicar mediante una buena vacunación.
La viruela fue erradicada en 1978. La poliomielitis ha sido erradicada de todos los países
excepto unos pocos en los que la logística y el sentimiento religioso continúan afectando la
vacunación. El sarampión prácticamente ha sido erradicado de algunas partes del mundo,
como el continente americano. Sin embargo, dado que el sarampión es altamente
contagioso y la cobertura de vacunación es incompleta, incluso en las regiones donde se
considera erradicado no es probable que pronto se erradique por completo.

Inmunoglobulinas
Los concentrados de inmunoglobulinas son una solución esterilizada de anticuerpos
(también conocidos como inmunoglobulinas) extraídos de la sangre de un grupo de
personas. Las inmunoglobulinas se administran directamente a una persona
(llamada inmunización pasiva).
Las inmunoglobulinas se pueden recoger de la sangre de las personas siguientes:

 Personas generalmente sanas (estas inmunoglobulinas se llaman inmunoglobulinas


humanas agrupadas)
 Personas que tienen muchos anticuerpos que defienden contra un organismo
infeccioso específico, a menudo porque se han infectado con ese organismo (estas
inmunoglobulinas se llaman globulina hiperinmune)

La globulina hiperinmune está disponible solo para algunas enfermedades infecciosas, como
la hepatitis B, la rabia, el tétanos y la varicela.

Las inmunoglobulinas se administran mediante inyección en un músculo o en una vena. La


inmunización proporcionada por las inmunoglobulinas solo dura unos días o semanas, hasta
que el organismo elimina los anticuerpos inyectados.

Algunas inmunoglobulinas y vacunas, como las de la rabia y la hepatitis B, también se


utilizan después de la exposición al virus para ayudar a evitar el desarrollo de la infección o
reducir su gravedad.
El concentrado de inmunoglobulinas también puede ayudar a tratar algunas infecciones. Por
ejemplo, se pueden administrar a personas cuyo sistema inmunológico no responde
adecuadamente a una infección (ver Reemplazo de partes ausentes del sistema
inmunitario).
Tratamiento

 Tratamiento de los síntomas

 A veces, medicamentos antivirales (antivíricos)

Tratamiento de los síntomas


Muchos virus no tienen un tratamiento específico. No obstante, pueden hacerse muchas
cosas para ayudar a aliviar ciertos síntomas, como por ejemplo:

 Deshidratación: líquidos en gran cantidad, en ocasiones administrados por vía


intravenosa.

 Diarrea: a veces loperamida

 Fiebre y dolores: paracetamol (acetaminofeno) o antiinflamatorios no esteroideos


(AINE).

 Náuseas y vómitos: una dieta exclusivamente líquida y, a veces, un fármaco


antiemético (contra las náuseas), como el ondansetrón

 Algunas erupciones: cremas calmantes o hidratantes y, a veces, un antihistamínico


tomado por vía oral para el prurito
 Rinitis: a veces descongestionantes nasales, como la fenilefrina o la
fenilpropanolamina

 Dolor de garganta: a veces, pastillas para la garganta con anestésico que contengan
benzocaína o diclonina

No todas las personas que presentan síntomas necesitan tratamiento. Si los síntomas son
leves, puede ser mejor esperar a que remitan por sí solos. Algunos tratamientos pueden no
ser apropiados para los lactantes y los niños pequeños.

Medicamentos antivirales
Los fármacos que combaten las infecciones virales reciben el nombre de fármacos
antivirales (o antivíricos). No existen medicamentos antivirales efectivos para muchas de las
posibles infecciones virales existentes. Sin embargo, existen diversos fármacos para la
gripe, muchos fármacos para la infección por uno o más virus del herpes (ver Algunos
fármacos antivíricos para infecciones por virus del herpes), y muchos fármacos antivíricos
de nueva generación para el tratamiento de las infecciones por el virus del
VIH (ver Fármacos para la infección por VIH) y de la hepatitis C.
Muchos de ellos funcionan interfiriendo en la replicación del virus. La mayoría de los
empleados en el tratamiento del VIH actúan de este modo. Puesto que los virus son
pequeños y se replican en el interior de las células utilizando las rutas metabólicas de estas,
el número de funciones metabólicas que los fármacos antivirales pueden bloquear es
limitado. Por el contrario, las bacterias son microorganismos relativamente grandes, suelen
reproducirse por sí mismas fuera de las células y realizan muchas funciones metabólicas
contra las que pueden actuar los fármacos antibacterianos (antibióticos). Por lo tanto, los
antivíricos son mucho más difíciles de elaborar que los antibióticos. Además, a diferencia de
los antibióticos, que suelen ser eficaces contra muchas especies diferentes de bacterias, la
mayoría de los fármacos antivíricos (antivirales) son generalmente eficaces contra un único
(o muy pocos) virus.

Medicamentos antivirales
VIDEO

Además, los antivirales pueden ser tóxicos para las células humanas, y los virus pueden
desarrollar resistencias frente a ellos.

La mayoría de los antivirales pueden administrarse por vía oral; algunos también pueden
administrarse por vía intravenosa o intramuscular, y otros se aplican en forma de pomadas,
cremas o gotas para los ojos, o mediante inhalación en forma de polvo.

Los antibióticos no son eficaces contra las infecciones virales, pero si una persona tiene una
infección mixta por bacterias y virus suele ser necesario administrar un antibiótico.

Los fármacos basados en interferones son réplicas de sustancias que se producen de


forma natural en células del organismo y retrasan o detienen la replicación del virus. Estos
fármacos se utilizan para tratar determinadas infecciones víricas como

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