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Contratos mercantiles

Un contrato mercantil o contrato comercial, es un negocio jurídico bilateral que tiene


naturaleza jurídico-mercantil. En general, para que un contrato sea calificados de mercantil,
debe referirse sobre actos de comercio, definidos según la legislación aplicable.
Un negocio jurídico puede ser considerado acto de comercio, según el ordenamiento
jurídico de que se trate, en función de la condición de las partes que intervienen en él (si
son comerciantes), en función de su objeto (si tiene un objeto que la legislación comercial
reputa con ese carácter), o en función de los dos criterios tomados conjuntamente.
La legislación aplicable a los contratos mercantiles ofrece diferencias con respecto a
la legislación civil común, debido a que busca adaptarse a las necesidades del tráfico
mercantil, el cual necesita soluciones distintas (normalmente más ágiles y rápidas) que el
ámbito civil.
Los contratos mercantiles se rigen por la legislación comercial general, como la contenida en
un Código de Comercio, por las leyes especiales en materia mercantil, y, en todo lo que éstas
no previeren, por las reglas generales de los contratos y obligaciones del Derecho civil,
tradicionalmente contenido en un Código Civil

1.1. ¿Qué es un contrato mercantil?


No existe propiamente una definición legal de lo que son los contratos mercantiles, podríamos
decir que son un acto jurídico de carácter bilateral que genera derechos y obligaciones de
carácter mercantil que son recíprocos entre las partes.
Es del caso señalar que la gran característica para diferenciar a un contrato civil de uno
mercantil dice relación básicamente con que el contrato celebrado tenga por objeto la
realización de uno o más actos de comercio.

Contrato
Un contrato es la representación jurídica de una disposición natural del hombre a
consensuar con su igual distintos pactos que representen beneficios mutuos.
Es decir, es un acuerdo voluntario entre dos partes, llamadas deudor y acreedor, que pueden
ser físicas o jurídicas; además, cada parte puede estar constituida por más de una persona,
así, puede haber más de un deudor y/o más de un acreedor vinculados por el contrato.
Las personas involucradas en un contrato deben considerarse capaces y ofrecer su
consentimiento libre de toda presión, pudiendo servir de objeto todo artículo comerciable. De
acuerdo con esto, el contrato puede ser:
 De Carácter oral.
 De carácter escrito.
En el caso de ser escrito, sus partes incluyen: título, que indica la clase de contrato; cuerpo
sustantivo, que señala a las partes; exposición, que vincula sucesos relevantes; cuerpo
normativo, que incluye las cláusulas normativas; cierre, que consiste en una fórmula que
muestra la forma de realizar el acuerdo; y, por último, los anexos, que explican algunos
aspectos del contrato.
El contrato representa para el o los deudores, una obligación contractual, denominada así por
la fuente de la que surge, y a través de la cual debe/deben cumplir a favor del acreedor, lo que
se conoce como prestación. Esta prestación puede consistir en un dar (ya sea entregar algo
en propiedad o establecer sobre un bien un derecho real), en un hacer (fundar una empresa),
en un no hacer (abstenerse el director de colaborar en los negocios de otras compañías) o en
entregar algo en tenencia (alquilar unas oficinas).

Clases de contrato
Contrato de arrendamiento
El contrato de arrendamiento o locación (locatio-conductio por su denominación originaria
en latín) es un contrato por el cual existe una relación entre dos partes, mediante la cual se
obligan de manera reciproca y por un tiempo determinado la cesión de un bien o servicio
quedando obligada la parte que aprovecha la posesión a pagar un precio determinado.1
Tiene que ver con el precio que puede consistir en una suma de dinero pagada de una sola
vez, o bien en una cantidad periódica, que en este caso recibe el nombre de renta. También
puede pagarse la renta en cualquier otra cosa equivalente, con tal de que sea cierta y
determinada, por ejemplo, con los frutos que produce la cosa arrendada (renta en especie);
que a la vez puede ser una cantidad fijada previamente o un porcentaje de la cosecha
(aparcería). Similar a alquiler
Naturaleza jurídica
Confiere un título de mero 'tenedor', porque el arrendatario no tiene el título de propietario,
sino que reconoce dominio ajeno (del arrendador, en este caso). Sean casas, autos, o
distintos inmuebles. 2
Clases de arrendamientos
Muchos derechos occidentales, como el derecho español, de acuerdo con el Derecho romano,
distinguen tres especies:3
1. Arrendamiento (locación de cosas o locatio conductio rei ): este crea un vínculo
personal, por virtud del cual puede exigir el arrendatario, el uso y disfrute de aquellas,
en tanto pesa sobre este la obligación de pagar la merced convenida.
2. Prestación de servicios (locación de servicios o locatio conductio operarum): en este
el arrendatario se obliga a trabajar o a prestar determinados servicios al arrendante en
forma, lugar y tiempo convenidos mediante un pago. El arrendatante está obligado a
retribuir los servicios. Este tipo de contrato concluye por incumplimiento de
obligaciones, por terminación de contrato o por la muerte.
3. Arrendamiento de obra o locación de obras (locatio conductio operis): en este
contrato una persona se compromete con otra a realizar una obra o un trabajo
determinado mediante el pago de un precio. Esto recae sobre el resultado de un
trabajo, sobre el producto del mismo, ya acabado. Ejemplo: la confección de un traje o
la construcción de una casa.

Contrato de compraventa
Atendida la circunstancia de que todos los contratos sean o no mercantiles se rigen por las
reglas generales del Código Civil, no existe una definición específica de la compraventa
comercial y para estos efectos utilizaremos la misma definición que para la compraventa civil,
es decir, “La compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una cosa y
la otra a pagarla en dinero.  Aquélla se dice vender y ésta comprar. El dinero que el
comprador da por la cosa vendida, se llama precio”.
Ahora lo que diferenciará a una compraventa mercantil de una civil, es que en la primera se
dan tres características que la distinguen, estas son:
 Que verse sobre cosa mueble.
 Que sea hecha con el ánimo de vender, permutar o arrendar en la misma forma o en
otra distinta, es decir que el comprado no sea un destinatario final.
 Que exista un propósito lucrativo.
Entonces la compraventa que cumpla con estos requisitos se podrá considerar como
mercantil.
Por último, en cuanto a su ámbito de uso, debemos señalar que se da normalmente entre un
comerciante y su proveedor, de esta manera cuando el comerciante adquiere mercaderías
para su negocio, o que utilizará para prestar un servicio posteriormente, estaremos en
presencia de una compraventa mercantil.

Contrato de obra
Con carácter previo al análisis del concepto de contrato de obra debe tenerse en cuenta que
tiene numerosas denominaciones que se refieren a la misma realidad, tales como "contrato
de obra", "contrato de arrendamiento de obra", "contrato de empresa" o "contrato de
construcción". Con esto queremos señalar que no existe unanimidad en la terminología
empleada a la hora de denominar o nombrar este contrato frente a la realidad que refleja, de
manera que incluso la jurisprudencia lo ha afrontado desde diversos puntos de vista.
El contrato de obra tiene numerosas denominaciones que se refieren a la misma
realidad.
Sin embargo podemos ofrecer como una primera denominación la contenida en el art. 1.544
del Código Civil, donde se califica este contrato como "arrendamientos de obras", que se
puede definir como el concierto de voluntades por el que una parte se compromete a
ejecutar una obra a favor de otra que, en contraprestación de lo obtenido, se obliga a
entregar un precio cierto o remuneración. Tenemos que aclarar que se califica como de
arrendamiento de manera impropia, ya que realmente en el contrato de obra lo que se está
adquiriendo es un resultado, es decir, la obra ejecutada.
Literalmente el art. 1.544 del Código Civil señala que "en el arrendamiento de obras o
servicios, una de las partes obliga a ejecutar una obra o a prestar a la otra un servicio por
precio cierto".
Resulta importante para centrar más el concepto acudir a la doctrina para ver cómo define el
contrato de obra; así, lo podemos definir como aquel en virtud del cual una de las partes,
llamada "empresario o contratista", se obliga frente a otra, llamada "principal o
comitente", a la producción de un resultado con su actividad autónoma e independiente a
cambio de un precio cierto.
En particular, y para el sector de la construcción, siguiendo la línea abierta por los
diferentes autores al señalar la dificultad que presenta utilizar un concepto como el de
"contrato de obra" para definir diferentes realidades, debemos partir de que puede utilizarse
para la contratación de toda clase de resultados, de manera que aparece cuando se le
encarga a alguien la ejecución de algo, en definitiva, cuando una de las partes se obliga a
ejecutar algo, una obra, por un precio cierto.
Ejemplo: Dentro de esta definición cabe desde la contratación de la reparación de un coche,
la realización de una operación de cirugía estética, el tapizado de unos sillones, la reforma de
un inmueble, la construcción de un chalet o el diseño y la ejecución de la obra de un edificio.
Como señalamos anteriormente, en el sector se denomina de diversas formas al contrato
de obra, como "contrato de construcción", "contrato de construcción de edificios", "contrato de
construcción de inmuebles" o "contrato de obra inmobiliaria", buscando definir lo que
específicamente se contrata entre empresas. Sin embargo, un contrato de obra también es,
por ejemplo, la reparación de las puertas de un inmueble, con lo que lo que se contrata y
ejecuta realmente no es el inmueble completo, sino sólo un trabajo de carpintería que se
incorpora a él.

Contrato de colocación de servicios


 
Art. 1251.- Definición. Hay contrato de obra o de servicios cuando una persona, según el
caso el contratista o el prestador de servicios, actuando independientemente, se obliga a favor
de otra, llamada comitente, a realizar una obra material o intelectual o a proveer un servicio
mediante una retribución. El contrato es gratuito si las partes así lo pactan o cuando por las
circunstancias del caso puede presumirse la intención de beneficiar.
Art. 1252.- Calificación del contrato. Si hay duda sobre la calificación del contrato, se
entiende que hay contrato de servicios cuando la obligación de hacer consiste en realizar
cierta actividad independiente de su eficacia. Se considera que el contrato es de obra cuando
se promete un resultado eficaz, reproducible o susceptible de entrega. Los servicios prestados
en relación de dependencia se rigen por las normas del derecho laboral. Las disposiciones de
este Capítulo se integran con las reglas específicas que resulten aplicables a servicios u obras
especialmente regulados.
Art. 1253.- Medios utilizados. A falta de ajuste sobre el modo de hacer la obra, el contratista
o prestador de los servicios elige libremente los medios de ejecución del contrato.
Art. 1254.- Cooperación de terceros. El contratista o prestador de servicios puede valerse
de terceros para ejecutar el servicio, excepto que de lo estipulado o de la índole de la
obligación resulte que fue elegido por sus cualidades para realizarlo personalmente en todo o
en parte. En cualquier caso, conserva la dirección y la responsabilidad de la ejecución.
Art. 1255.- Precio. El precio se determina por el contrato, la ley, los usos, en su defecto, por
decisión judicial. Las leyes arancelarias no pueden cercenar la facultad de las partes de
determinar el precio de las obras o de los servicios. Cuando dicho precio debe ser establecido
judicialmente sobre la base de la aplicación de dichas leyes, su determinación debe
adecuarse a la labor cumplida por el prestador. Si la aplicación estricta de los aranceles
locales conduce a una evidente e injustificada desproporción entre la retribución resultante y
la importancia de la labor cumplida, el juez puede fijar equitativamente la retribución. Si la obra
o el servicio se ha contratado por un precio global o por una unidad de medida, ninguna de las
partes puede pretender la modificación del precio total o de la unidad de medida,
respectivamente, con fundamento en que la obra, el servicio o la unidad exige menos o más
trabajo o que su costo es menor o mayor al previsto, excepto lo dispuesto en el artículo 1091.
Art. 1256.- Obligaciones del contratista y del prestador. El contratista o prestador de
servicios está obligado a:
a. ejecutar el contrato conforme a las previsiones contractuales y a los conocimientos
razonablemente requeridos al tiempo de su realización por el arte, la ciencia y la técnica
correspondientes a la actividad desarrollada;
b. Un contrato colectivo de trabajo, por su parte, es un convenio que establecen uno o más
empleadores con uno o más sindicatos para fijar determinadas condiciones que deben
respetarse en las relaciones laborales. Estos contratos pueden abarcar cuestiones como los
salarios, la duración de la jornada y las vacaciones.
proveer los materiales adecuados que son necesarios para la ejecución de la obra o del
servicio, excepto que algo distinto se haya pactado o resulte de los usos;
d. usar diligentemente los materiales provistos por el comitente e informarle inmediatamente
en caso de que esos materiales sean impropios o tengan vicios que el contratista o prestador
debiese conocer;
e. ejecutar la obra o el servicio en el tiempo convenido o, en su defecto, en el que
razonablemente corresponda según su índole.
Art. 1257.- Obligaciones del comitente. El comitente está obligado a:
a. pagar la retribución;
b. proporcionar al contratista o al prestador la colaboración necesaria, conforme a las
características de la obra o del servicio;
c. recibir la obra si fue ejecutada conforme a lo dispuesto en el artículo 1256.

Contrato de trabajo
Un contrato es un convenio que dos o más partes establecen para determinar
los derechos y las obligaciones sobre una determinada materia. La idea de trabajo, por su
parte, puede aludir a la actividad que se desarrolla a cambio de una remuneración.
Un contrato de trabajo, por lo tanto, es un documento que regula la relación laboral entre
los empleadores y los trabajadores. Los contratos de trabajo pueden ser individuales o
colectivos.
En el caso de un contrato individual de trabajo, detalla que una persona física (el
trabajador) asume el compromiso de realizar ciertas tareas para una persona jurídica o física
(el empleador), bajo dependencia y subordinación de ésta. El empleador, a su vez, asume la
obligación de pagar por dichas tareas una cierta remuneración.
Supongamos que un joven es contratado como empleado administrativo por una empresa de
telefonía. Antes de empezar a desarrollar sus tareas, el muchacho firma un contrato de trabajo
con un representante de la compañía, donde se señala que el empleado deberá cumplir con
trabajos administrativos de lunes a viernes de 9 a 17 horas y que el empleador lo retribuirá
con un salario bruto de 1000 dólares mensuales.
La relación laboral finaliza cuando el contrato de trabajo queda sin efecto. Esto puede suceder
cuando el empleador decide, de manera unilateral, la rescisión de dicho contrato, ya sea
invocando una causa o no. El trabajador, en este caso, es despedido. Otra posibilidad es
la extinción del contrato de trabajo, que supone la desaparición de las obligaciones y de
los derechos acordados.

Contrato de suministro
El contrato de suministro puede ser definido como el contrato por el que una parte
(suministrador o proveedor) se obliga a entregar a la otra (suministrado), a cambio de precio
unitario que puede pagarse periódicamente o caso por caso, cosas muebles que han de ser
objeto de entregas sucesivas, en el momento y cantidad establecidos de modo determinado o
determinable.
REGULACIÓN Y CARACTERES
El contrato de suministro no aparece regulado en nuestro derecho privado, pero sí en el
Derecho Administrativo, al establecer la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del
Sector Público, que a sus efectos se entenderá por contrato de suministro los que tienen por
objeto la adquisición, el arrendamiento financiero, o el arrendamiento, con o sin opción de
compra, de productos o bienes muebles; considerando en todo caso, aquellos en los que el
empresario se obligue a entregar una pluralidad de bienes de forma sucesiva y por precio
unitario sin que la cuantía total se defina con exactitud al tiempo de celebrar el contrato, por
estar subordinadas las entregas a las necesidades del adquirente.
En todo caso, se considerarán contratos de suministro los siguientes:
 - Los que tengan por objeto la adquisición y el arrendamiento de equipos y sistemas de
telecomunicaciones o para el tratamiento de la información, sus dispositivos y
programas, y la cesión del derecho de uso de estos últimos, en cualquiera de sus
modalidades de puesta a disposición, a excepción de los contratos de adquisición de
programas de ordenador desarrollados a medida, que se considerarán contratos de
servicios.
 - Los de fabricación, por los que la cosa o cosas que hayan de ser entregadas por el
empresario deban ser elaboradas con arreglo a características peculiares fijadas
previamente por la entidad contratante, aun cuando esta se obligue a aportar, total o
parcialmente, los materiales precisos.
 - Los que tengan por objeto la adquisición de energía primaria o energía transformada.
Características esenciales del contrato son su duración, y la finalidad que se busca, que es
estar suministrado, lo que hace que el incumplimiento de entregas concretas no debe
determinar necesariamente la resolución del contrato. Inicialmente se consideró por la
jurisprudencia, y todavía se sostiene por parte de la doctrina, que el contrato de suministro no
es otra cosa que una compraventa de carácter especial. Sin embargo, tal y como dice
la Sentencia del Tribunal Supremo de 20 de mayo de 1986"el contrato de suministro entraña
un cierto número de operaciones, que lo diferencia de la compraventa, especialmente por su
finalidad previsora en orden a la obtención, mediante precio, de unos bienes con la
periodicidad pactada y, por esta diferencia con la compraventa, solamente le son aplicables
aquellas reglas que no contradigan su carácter de contrato normativo, de duración y
prestación múltiples y, especialmente, que no contradigan lo pactado que suele ser la
liquidación de cuentas".

Contrato de crédito
Los préstamos o distintos tipos de financiaciones analizados en el presente módulo se
instrumentan a través de un contrato. ¿Cuáles son los elementos a tener en cuenta al
firmar un contrato de préstamo?
Contrato es el acuerdo por escrito entre partes que se obligan sobre una materia o cosa
determinada.
Del contrato de crédito o préstamo surgen los deberes y derechos de la entidad
prestamista y del cliente (prestatario o tomador de fondos).
Generalmente, cada tipo de préstamo posee su propio modelo de contrato, en virtud de
las distintas características y metodologías que tienen cada una de las financiaciones.
Al momento de tomar un préstamo, se debe leer detenidamente todo el contenido del
contrato, el cual como mínimo debe detallar ciertos elementos en base a las normas y
prácticas de cada país.

Contrato de futuro
Un contrato de futuros es un acuerdo estandarizado por el que dos partes se
comprometen a intercambiar un activo (físico o financiero), a un precio determinado en
una fecha futura.
El modelo de contrato más extendido en las operaciones financieras de cobertura es el
elaborado por la Asociación Internacional de Swaps y Derivados de EEUU conocido como
ISDA.
Este documento se preocupa de definir con exactitud tanto los términos más generales como
los supuestos específicos que pueden afectar a las operaciones. Así como los mecanismos
para evitar el riesgo de incumplimiento entre las partes a través de cámaras de
compensación centrales, que son aquellas que solicitan y gestionan las garantías sobre el
activo en cuestión, así como las posiciones entre el comprador y el vendedor.
A diferencia de un contrato de derivados OTC (Over the Counter) dónde el contrato es
bilateral y no existe cámara de compensación. En un contrato OTC, el inversor no deposita
garantías o en caso de depositarlas, suelen ser muy inferiores a las del mercado de futuros,
siendo lo más común un acuerdo de netting y de colateral con la contrapartida.
También son conocidos, simplemente como ‘futuros’.
Características de los contratos de futuros
Todo contrato de futuros tiene las siguientes características normalizadas:
 Valor nominal del contrato

El valor nominal del contrato se calcula a través de la siguiente fórmula:


 Valor por punto o tick
Es el multiplicador del contrato de futuros.
 Tamaño del tick
Es la variación mínima en la cotización de un contrato de futuros.
 Garantías exigidas por contrato
Son las garantías exigidas para cubrir el riesgo de mercado y poder operar sobre el futuro.
 Vencimiento
Puede ser mensual o trimestral. A este vencimiento se le conoce como Roll Over.

Contrato de Know-How
El contrato de transferencia de tecnología o contrato de licencia de "know-how" se enmarca
no sólo dentro de los contratos de ingeniería sino también en el ámbito del Derecho de
propiedad industrial, que regula los mecanismos de protección de las creaciones intelectuales,
técnicas y estéticas aplicadas a la industria, principalmente, mediante la concesión de
diversos títulos de propiedad industrial y derechos de exclusiva, oponibles frente a terceros,
que aseguran un monopolio variable según el tipo de derecho de que se trate.
¿Cuál es el origen de los contratos de Know How?
La evolución de la tecnología experimentada en la segunda mitad del siglo XX, de manera
fundamental después de la Segundo Guerra Mundial, hizo que la competencia de las
empresas obligase a las mismas a prescindir de los anteriores sistemas de patentes en orden
a la utilización de la tecnología y los avances industriales para, mediante la posesión exclusiva
de nuevas técnicas, invenciones, métodos o fórmulas de trabajo, dispusieran a las mismas en
condiciones competenciales más ventajosas frente al resto en el mercado.
El contrato de "know how" también denominado de transferencia tecnológica, tiene origen
anglosajón, si bien se difundió a Inglaterra y Alemania donde la tercera parte de los contratos
de tecnología son de licencia de "know how". En mayor proporción, tanto en Estados Unidos
como en Japón la difusión de la figura contractual referenciada supone el grueso de la
contratación mercantil de dichos países, y de ahí su importancia práctica. En países como
España, donde el mercado tecnológico avanza en mayor medida que la evolución de la propia
tecnología la figura que nos ocupa tiene por dicha razón un sentido e importancia prevalente.
¿Qué es el contrato de Know How?
Se puede definir como aquel negocio jurídico en virtud del cual, y a cambio de una retribución,
una empresa (cedente) suministra a otra (cesionaria) determinados conocimientos técnicos
que ésta recibe para explotarlos y utilizarlos en su beneficio, y que bien por secretos,
originales o por causa de su escasez, pero que en todo caso no tienen el grado inventivo para
ser patentados, permiten al receptor hacer uso de una información de confidencialidad que le
permite colocarse en situación favorable de competencia en el mercado a través del uso de
dichos conocimientos y el aprovechamiento de técnicas, que han sido fruto posiblemente de
grandes esfuerzos intelectuales y fuertes inversiones en investigación.
La Cámara de Comercio Internacional, define dicha figura jurídica como los conocimientos
aplicados, métodos y datos que son necesarios para la utilización efectiva y puesta en
práctica de técnicas industriales.

Contrato internacional
Los contratos internacionales son acuerdos legalmente vinculantes entre partes con
sede en diferentes países y, por tanto, sometidas a diferentes ordenamientos jurídicos.
Los contratos internacionales recogen por escrito los principales términos del acuerdo,
para cubrir los aspectos más importantes de la relación. En ocasiones, en la fase de
negociación y la de redacción de este tipo de documentos, las partes contratantes contarán
con la ayuda de especialistas en Derecho Internacional, bien procedentes de su propia
plantilla, bien subcontratados a través del outsourcing de consultorías o asesorías.
¿Qué aspectos ha que tener en cuenta al negociar contratos internacionales?
Cada industria y, dentro de ellas, cada empresa, debería confeccionar una lista de
verificación de los temas que deberían estar cubiertos en los contratos internacionales.
El apoyo de un checklist que se ha elaborado cuidadosamente ayuda a no dejar cabos sueltos
y a tener una visión global del proceso de negociación, que puede servir como guía en
momentos de mayor complejidad.
Entre los aspectos a considerar en la redacción de contratos internacionales se
encuentran los siguientes:
 Legitimidad de las partes. Antes de celebrar un contrato con una empresa extranjera,
se debe realizar la diligencia debida para verificar que efectivamente está registrada y
autorizada para hacer negocios en su país de origen, y que esté al día con respecto a sus
obligaciones. La obtención de un organigrama de la estructura de negocio de la empresa (por
ejemplo, matriz, subsidiarias, afiliadas, etc.) descubrirá áreas potenciales de preocupación o
áreas de oportunidad para una futura colaboración. Además, es preciso asegurarse de que
la persona designada para firmar contratos internacionales en nombre de esa compañía
tiene la autoridad legal para hacerlo, y, en el momento de la firma, cerciorarse de que el
contrato reúne las formalidades pertinentes.
 Ámbito geográfico. Si la capacidad de una de las partes para participar en el negocio
se limitará en virtud del contrato a un área geográfica específica (por ejemplo, franquicias o
distribuidores), dichas limitaciones geográficas deben especificarse en el contrato.
 Deberes, obligaciones y responsabilidades. Los malentendidos surgen cuando una
parte de un contrato cree que la otra parte es responsable de tomar ciertas acciones o asumir
ciertos costos. En consecuencia, para evitar este tipo de situaciones, los deberes de cada una
de las partes deben describirse en el contrato con la mayor especificidad posible. Por ejemplo,
las ventas internacionales de bienes tienen aspectos únicos de manejo, envío e impuestos. El
contrato debe especificar las reglas de INCOTERMS que se aplicarán al acuerdo
comercial para establecer los derechos, riesgos y costes asociados con el envío de
mercancías de un país a otro. Dado que las licencias o aprobaciones gubernamentales
pueden ser necesarias para importar o exportar ciertos bienes o para proporcionar bienes o
servicios en ciertos países, el contrato debe designar qué parte será responsable de
obtenerlas.
 La comunicación es esencial para que los contratos internacionales cumplan
expectativas. El contrato debe contener una disposición de donde se establezca la frecuencia
de comunicación, los contactos dentro de cada organización, el método de comunicación y el
idioma o los idiomas en los que se pueden mantener las comunicaciones.
 Al hacer negocios con una empresa extranjera, las partes no deben asumir que el
contrato será en español o que todas las comunicaciones futuras se mantendrán en este
idioma. Si las partes acuerdan que el contrato se redactará en una lengua, entonces el
contrato también debe indicar claramente que todas las comunicaciones posteriores se
realizarán en el mismo idioma, si eso refleja las intenciones de las partes.
 Propiedad intelectual. Si las partes desean transferir los derechos de propiedad
intelectual en virtud del contrato o no hacerlo expresamente, entonces el contrato debe incluir
una disposición que establezca las medidas oportunas con respecto a los derechos de
propiedad intelectual de las partes, incluida la concesión de cualquier licencia y la propiedad
de los derechos de propiedad intelectual desarrollados en relación con el contrato.

¿Qué tipos de contratos internacionales existen?


Prácticamente todas las figuras posibles en relación con los acuerdos entre dos partes
en el mercado local tienen su traducción en contratos internacionales. Los más
habituales son los siguientes:
 Contrato de venta internacional.
 Contrato de distribución internacional.
 Contrato de franquicia internacional.
 Contrato de agencia internacional.
 Contrato de representante de ventas internacional.
 Contrato de suministro internacional.
 Contacto internacional de fabricación.
 Contrato de servicios internacionales.
 Contrato de alianza estratégica internacional.

Incoterms
Los incoterms (palabra derivada del sigloide en lengua
inglesa international commercial terms, que se traduce al español como «términos
de comercio internacional») son términos, de tres letras cada uno, que reflejan las normas de
aceptación voluntaria por las partes en un contrato de compraventa internacional de
mercaderías acerca de las condiciones de entrega de las mercancías.123 Se usan para aclarar
los costes de las transacciones comerciales internacionales, delimitando las
responsabilidades entre el comprador y el vendedor, y reflejan la práctica actual en
el transporte internacional de mercancías.
La Convención de las Naciones Unidas sobre los contratos de compraventa internacional de
mercaderías, hecha en Viena el 11 de abril de 1980 (en inglés, CISG, U.N. Convention on
Contracts for the International Sale of Goods), en su Parte III, titulada «Venta de las
mercancías» (artículos 25 a 88), describe el momento en que el riesgo sobre la mercancía se
transfiere del vendedor al comprador. Según indica la nota explicativa de la Secretaría de
la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI o
«UNCITRAL») acerca de la CISG: «El determinar el momento exacto en que el riesgo de
pérdida o deterioro de las mercancías pasará del vendedor al comprador es de gran
importancia en los contratos de compraventa internacional de mercancías. Las partes podrán
resolver esa cuestión en su contrato mediante una estipulación expresa al respecto o
remitiendo a alguna cláusula comercial como sería, por ejemplo, alguna de las
cláusulas incoterms. La remisión a cualquiera de esas cláusulas excluiría la aplicación de toda
disposición en contrario de la CISG. Sin embargo, para el caso frecuente en que el contrato
no haya previsto nada al respecto, la CISG ofrece un juego completo de reglas supletorias».4
La Cámara de Comercio Internacional (CCI) (o ICC: International Chamber of Commerce) se
ha encargado desde 1936 (con revisiones en 1945, 1953, 1967, 1976, 1980, 1990, 2000, 2010
y 2020) de la elaboración y actualización de estos términos, de acuerdo con los cambios que
va experimentando el comercio internacional. Actualmente están en vigor los incoterms 2020
(desde el 1 de enero de 2020) tomando en cuenta que el Drafting Group por primera vez
incluye a representantes de China y Australia en el grupo de redacción ya que la mayoría de
los miembros son europeos. Sin que ello signifique que los anteriores incoterms hayan dejado
de usarse por lo que siempre se debe señalar la regla del incoterm y el año de la versión.

Contrato de franquicia
Se conceptuaba la franquicia como un conjunto de derechos de propiedad industrial o
intelectual relativos a marcas, nombres comerciales, rótulos de establecimiento, modelos de
utilidad, diseños, derechos de autor, know how, o patentes, que deberán explotarse para la
reventa de productos o la prestación de servicios a los usuarios finales.
Definición del contrato de franquicia
En la actualidad se define al contrato de franquicia como un contrato mercantil en los que
una de las partes (el franquiciador) otorga a la otra (el franquiciado), a cambio de una
remuneración, el derecho a desarrollar una actividad comercial (actividad de franquicia) en el
ámbito de la red de franquicia del franquiciador, para la venta de determinados productos en
el nombre y por cuenta del franquiciado, y en los que el franquiciado tiene el derecho y la
obligación de utilizar el nombre comercial y la marca del franquiciador, así como otros
derechos de propiedad intelectual, el know-how y el método empresarial.
El contrato de franquica en el derecho español
En Derecho español, el término «contrato de franquicia» es fruto de la traducción de
franchise agreement y contrat de franchise recogida en la versión española del Reglamento
CEE 4087/88 de la Comisión, de 30 de noviembre, relativo a la aplicación del apartado 3 del
artículo 85 del Tratado a determinadas categorías de acuerdos de franquicia, y en el Real
Decreto 1750/1987, de 18 de diciembre, por el que se liberaliza la transferencia de tecnología
y la prestación de asistencia técnica extranjera a empresas españolas, (BOE de 13 de enero
de 1988) -primera norma que en nuestro ordenamiento contendrá regulación sustancial de
este contrato, derogado por el Real Decreto 1816/1991, de 20 de diciembre, sobre
transacciones económicas con el exterior (Disp. Final 2.ª), que omite toda referencia al
contrato de franquicia.
Clases de contratos de franquicia
Hay tres tipos de contratos de franquicia:
Franquicia industrial o de producción, en la que el franquiciado adquiere el derecho a
fabricar los mismos productos que fabrica el franquiciador.
Franquicia comercial o de distribución, en la que el franquiciado adquiere el derecho a
vender determinados productos, ya se trate de productos fabricados por el franquiciador o por
terceros vinculados jurídica o económicamente con él -franquiciador productor-, ya se trate de
productos fabricados por terceros independientes -franquiciador seleccionador de los
productos.
Franquicia empresarial o de servicios, en la que el franquiciado adquiere el derecho a
prestar los mismos servicios que presta el franquiciador.

Modalidades de la franquicia
Si estás interesado en unirte a Imaginarium, puedes hacerlo a través de nuestro modelo de
franquicias. En función del país en el que te encuentres, podrás hacerlo de tres formas
diferentes.
1. Franquicia Directa.
Se lleva a cabo en mercados en los que la marca está operada directamente por el
franquiciador Imaginarium. En estos países puedes ser un franquiciado individual que quiera
abrir una tienda Imaginarium en una de las localidades donde tengamos planificada nuestra
expansión.
Modelo para España, Italia, Portugal, Grecia, Suiza y México.
2. Franquicia directa a través de Master Franquicia.
Este modelo se desarrolla en países en los que Imaginarium ya cuenta con un master
franquiciado. En estos mercados también puedes ser un franquiciado individual que quiera
abrir una tienda Imaginarium, pero cuyo proceso de selección se realiza directamente a través
del master franquiciado del país en cuestión.
Si estás interesado, en el Departamento Central de Expansión en España te pondremos en
contacto con el Master Franquiciado que necesites.
Modelo para Turquía, Rusia, Rumanía, Holanda, Polonia, Colombia y Perú.
3. Master Franquicia
Si quieres llevar la marca Imaginarium a otro país en el que actualmente no se
encuentre nuestra cadena, ponte en contacto con nuestro Departamento Central de
Expansión donde te informaremos de las posibilidades y condiciones de nuestro programa de
Franquicias Internacionales.

Obligaciones de comprador y vendedor


OBLIGACIONES DEL VENDEDOR
ARTÍCULO 922. TRADICIÓN DE INMUEBLES Y DE VEHICULOS AUTOMOTORES . La
tradición del dominio de los bienes raíces requerirá además de la inscripción del título en la
correspondiente oficina de registro de instrumentos públicos, la entrega material de la cosa.
PARÁGRAFO. De la misma manera se realizará la tradición del dominio de los vehículos
automotores, pero la inscripción del título se efectuará ante el funcionario y en la forma que
determinen las disposiciones legales pertinentes. La tradición así efectuada será reconocida y
bastará ante cualesquiera autoridades.
ARTÍCULO 923. VERIFICACIÓN DE LA ENTREGA . La entrega de la cosa se entenderá
verificada:
1. Por la transmisión del conocimiento de embarque, carta de porte o factura, durante el
transporte de las mercaderías por tierra, mar y aire;
2. Por la fijación que haga el comprador de su marca en las mercaderías compradas, con
conocimiento y aquiescencia del vendedor;
3. Por la expedición que haga el vendedor de las mercaderías al domicilio del comprador
o a cualquier otro lugar convenido, sin perjuicio de los dispuesto en el artículo 915.
La expedición no implicará entrega cuando sea efectuada sin ánimo de transferir la
propiedad, como cuando el vendedor ha remitido las mercaderías a un consignatario,
con orden de no entregarlas hasta que el comprador pague el precio o dé garantías
suficientes, y
4. Por cualquier otro medio autorizado por la ley o la costumbre mercantil.
ARTÍCULO 924. PLAZO DE LA ENTREGA . El vendedor deberá hacer la entrega de la cosa
dentro del plazo estipulado. A falta de estipulación deberá entregarla dentro de las veinticuatro
horas siguientes al perfeccionamiento del contrato, salvo que de la naturaleza del mismo o de
la forma como deba hacerse la entrega se desprenda que para verificarla se requiere un plazo
mayor.
ARTÍCULO 925. INDEMNIZACIÓN POR TRADICIÓN NO VALIDA . El comprador tendrá
derecho a exigir el pago de perjuicios por el incumplimiento del vendedor a su obligación de
hacerle tradición válida, sin necesidad de instaurar previamente cualquiera de las acciones
consagradas en el artículo 1546 del Código Civil y de este Libro.
ARTÍCULO 926. EXIGENCIA DE ENTREGA PAGANDO O ASEGURANDO EL PAGO . Si
después del contrato hubiere menguado considerablemente la fortuna del comprador, de
modo que el vendedor se halle en peligro inminente de perder el precio, no se podrá exigir la
entrega, aunque se haya estipulado plazo para el pago del precio, sino pagando o asegurando
el pago.
ARTÍCULO 927. ENTREGAS PARCIALES . En los contratos en que se pacte la entrega de
una cantidad determinada de mercaderías a un plazo fijo, no estará obligado el comprador a
recibir una parte, ni aún en el caso de que el vendedor le prometa entregar el resto; pero si
acepta la entrega parcial, quedará consumada la venta en cuanto a los géneros recibidos,
salvo el derecho del comprador a exigir el cumplimiento del resto del contrato o la resolución
de la parte de éste no cumplida, previo requerimiento al deudor.
ARTÍCULO 928. OBLIGACIÓN DE ENTREGAR . El vendedor estará obligado a entregar lo
que reza el contrato, con todos sus accesorios, en las mismas condiciones que tenía al
momento de perfeccionarse; y si la cosa vendida es un cuerpo cierto, estará obligado a
conservarla hasta su entrega so pena de indemnizar los perjuicios al comprador, salvo que la
pérdida o deterioro se deban a fuerza mayor o caso fortuito, cuya prueba corresponderá al
vendedor.
ARTÍCULO 929. RIESGO DE PÉRDIDA EN VENTAS DE CUERPO CIERTO . En la venta de
un "cuerpo cierto", el riesgo de la pérdida por fuerza mayor o caso fortuito ocurrido antes de
su entrega, corresponderá al vendedor, salvo que el comprador se constituya en mora de
recibirlo y que la fuerza mayor o el caso fortuito no lo hubiera destruido sin la mora del
comprador. En este último caso, deberá el comprador el precio íntegro de la cosa.
ARTÍCULO 930. PÉRDIDA FORTUITA DE MERCADERIAS VENDIDAS NO IMPUTABLE AL
VENDEDOR . Si la falta de entrega procediere de la pérdida fortuita de las mercaderías
vendidas, por causa no imputable al vendedor, el contrato quedará resuelto de derecho y el
vendedor libre de toda responsabilidad.
ARTÍCULO 931. OBJECIONES DEL COMPRADOR . Salvo prueba en contrario, se
presumirá que el comprador quiere adquirir la cosa sana, completa y libre de gravámenes,
desmembraciones y limitaciones del dominio.
Si el comprador, dentro de los cuatro días siguientes a la entrega o dentro del plazo estipulado
en el contrato, alega que la cosa presenta defectos de calidad o cantidad, la controversia se
someterá a la decisión de peritos; éstos dictaminarán sobre si los defectos de la cosa afectan
notablemente su calidad o la hacen desmerecer en forma tal que no sea de recibo o lo sea a
un precio inferior. En este caso, el comprador tendrá derecho a la devolución del precio que
haya pagado y el vendedor se hará de nuevo cargo de la cosa, sin perjuicio de la
indemnización a que esté obligado por el incumplimiento. El juez, por procedimiento verbal
proveerá sobre estos extremos.
Pero si el comprador lo quiere, podrá perseverar en el contrato al precio fijado por los peritos.
La regulación está contenida fundamentalmente en los arts. 1500 a 1505 del Código Civil
(CC).
Son las siguientes:
1.- Pago del precio
No hay compraventa si no hay cosa o no hay precio, ambos son elementos objetivos
necesarios. Véase Objeto y precio en el contrato de compraventa
Dispone el art. 1500, CC que:
El comprador está obligado a pagar el precio de la cosa vendida en el tiempo y lugar fijados
por el contrato. Si no se hubieren fijado, deberá hacerse el pago en el tiempo y lugar en que
se haga la entrega de la cosa vendida.
Esta obligación es fundamental, pues como dice la Sentencia nº 418/2008 de TS de 14 de
Mayo de 2008 [j 1] el incumplimiento contractual de la principal obligación del comprador, el
pago del precio, tiene el carácter de incumplimiento grave, que frustra el fin económico del
contrato de compraventa.
Tiempo y lugar
Del precepto resulta que el tiempo y el lugar en que el pago debe realizarse será el fijado por
las partes, pero a falta de pacto sobre ello el pago debe realizarse al mismo tiempo de la
entrega de la cosa y, en consecuencia, en el lugar donde se entregue; esta última solución
viene a ser una excepción de lo que, con carácter general, para el cumplimiento de las
obligaciones dispone el art. 1171, CC, (según este precepto, a falta de designación del lugar y
si se trata de la entrega de una cosa determinada, deberá hacerse el pago donde ésta
existía en el momento de constituirse la obligación y en cualquier otro caso, el lugar del pago
será el del domicilio del deudor.)
El lugar de pago, así como el lugar de entrega pueden ser determinantes para la competencia
del juzgado competente para resolver un litigio sobre una compraventa, como dijo
la Sentencia nº 356/2000 de TS de 30 de Marzo de 2000 [j 2]
Los pactos sobre cuando, en qué forma y en qué cuantía se paga el precio son muy
variados; puede tratarse de un pago al contado, un pago totalmente aplazado, un pago parcial
a la entrega de la cosa o formalización del contrato (conocido como entrada) y el resto quedar
aplazado, etc. Todo ello da juego a diversas garantías del vendedor mientras no haya
percibido íntegramente el precio convenido y sus intereses, en su caso.
Suspensión del pago
A salvo de pacto en contrario, habrá simultaneidad entre la entrega de la cosa y el pago del
precio; pero no será así siempre necesariamente.
El comprador, salvo que haya un pacto en contrario, podrá suspender el pago si fuere
perturbado en la posesión o dominio de la cosa adquirida, o tuviere fundado temor de serlo
por una acción reivindicatoria o hipotecaria hasta que el vendedor haya hecho cesar la
perturbación o el peligro, a no ser que afiance la devolución del precio en su caso; esta
facultad puede ser excluida por pacto, es decir, si se conviene que, no obstante cualquiera
contingencia de aquella clase, el comprador estará obligado a verificar el pago.
Hay que tener presente que el legislador habla de fundado temor, no de una simple sospecha
o temor.
Hay variada casuística (en especial referida a la venta de bienes inmuebles) sobre en qué
situaciones la suspensión se admite. Así,
 Casos que justifican la suspensión del pago del precio:
Pueden citarse, además del ejercicio contra el vendedor de una acción reivindicatoria o la
existencia de una hipoteca vigente, la existencia de un embargo, un censo o el ejercicio de la
acción de división de cosa común anotada en el Registro.
El comprador está obligado a:
La regulación está contenida fundamentalmente en los arts. 1500 a 1505 del Código Civil
(CC).
Son las siguientes:
1.- Pago del precio
No hay compraventa si no hay cosa o no hay precio, ambos son elementos objetivos
necesarios. Véase Objeto y precio en el contrato de compraventa
Dispone el art. 1500, CC que:
El comprador está obligado a pagar el precio de la cosa vendida en el tiempo y lugar fijados
por el contrato. Si no se hubieren fijado, deberá hacerse el pago en el tiempo y lugar en que
se haga la entrega de la cosa vendida.
Esta obligación es fundamental, pues como dice la Sentencia nº 418/2008 de TS de 14 de
Mayo de 2008 [j 1] el incumplimiento contractual de la principal obligación del comprador, el
pago del precio, tiene el carácter de incumplimiento grave, que frustra el fin económico del
contrato de compraventa.
Tiempo y lugar
Del precepto resulta que el tiempo y el lugar en que el pago debe realizarse será el fijado por
las partes, pero a falta de pacto sobre ello el pago debe realizarse al mismo tiempo de la
entrega de la cosa y, en consecuencia, en el lugar donde se entregue; esta última solución
viene a ser una excepción de lo que, con carácter general, para el cumplimiento de las
obligaciones dispone el art. 1171, CC, (según este precepto, a falta de designación del lugar y
si se trata de la entrega de una cosa determinada, deberá hacerse el pago donde ésta
existía en el momento de constituirse la obligación y en cualquier otro caso, el lugar del pago
será el del domicilio del deudor.)
El lugar de pago, así como el lugar de entrega pueden ser determinantes para la competencia
del juzgado competente para resolver un litigio sobre una compraventa, como dijo
la Sentencia nº 356/2000 de TS de 30 de Marzo de 2000 [j 2]
Los pactos sobre cuando, en qué forma y en qué cuantía se paga el precio son muy
variados; puede tratarse de un pago al contado, un pago totalmente aplazado, un pago parcial
a la entrega de la cosa o formalización del contrato (conocido como entrada) y el resto quedar
aplazado, etc. Todo ello da juego a diversas garantías del vendedor mientras no haya
percibido íntegramente el precio convenido y sus intereses, en su caso.
Suspensión del pago
A salvo de pacto en contrario, habrá simultaneidad entre la entrega de la cosa y el pago del
precio; pero no será así siempre necesariamente.
El comprador, salvo que haya un pacto en contrario, podrá suspender el pago si fuere
perturbado en la posesión o dominio de la cosa adquirida, o tuviere fundado temor de serlo
por una acción reivindicatoria o hipotecaria hasta que el vendedor haya hecho cesar la
perturbación o el peligro, a no ser que afiance la devolución del precio en su caso; esta
facultad puede ser excluida por pacto, es decir, si se conviene que, no obstante cualquiera
contingencia de aquella clase, el comprador estará obligado a verificar el pago.
Hay que tener presente que el legislador habla de fundado temor, no de una simple sospecha
o temor.
Hay variada casuística (en especial referida a la venta de bienes inmuebles) sobre en qué
situaciones la suspensión se admite. Así,
 Casos que justifican la suspensión del pago del precio:
Pueden citarse, además del ejercicio contra el vendedor de una acción reivindicatoria o la
existencia de una hipoteca vigente, la existencia de un embargo, un censo o el ejercicio de la
acción de división de cosa común anotada en el Registro.
La Sentencia de TS de 31 de Octubre de 1987 [j 3] consideró que la existencia de un embargo
posterior a la fecha del contrato deja autorizados a los compradores a suspender el pago del
mismo ínterin no se justifique documentalmente el levantamiento por los vendedores y a sus
expensas de esas cargas y de cualesquiera otras sobre la finca vendida.
Referida a la venta de una finca en la que apareció una hipoteca desconocida por el
comprador, dice la Sentencia nº 114/2012 de AP Salamanca de 5 de Marzo de 2012: [j 4]
la parte vendedora no ha cumplido con sus prestaciones, una de las cuales, la fundamental,
fue la de entrega del bien libre de cargas, puesto que entregó al vendedor el bien con una
carga hipotecaria de un valor superior al del precio del bien, nada menos, carga que, pese a
las manifestaciones del vendedor en la vista oral sobre la existencia de un pacto verbal
relativo a la extinción de dicha hipoteca una vez que el vendedor pagase el precio, lo cierto y
verdad es que dicha carga hipotecaria no ha sido cancelada por el vendedor. De manera que,
ante tal situación el comprador, no sólo estaba en su derecho al amparo del art. 1502,
CC para suspender el pago del precio, como de hecho hizo, sino también para oponerse,
como así ha hecho, a la resolución contractual pretendida por la parte vendedora, y reconvenir
frente a esa resolución con su propia resolución contractual por el incumplimiento que en
efecto llevó a cabo dicha vendedora al entregar un bien hipotecado que sin embargo había
vendido como libre de cargas, incumplimiento que no sólo impide al vendedor exigir por su
parte el cumplimiento del contrato, sino que también da pie al comprador para exigir por su
parte la resolución del mismo, siempre sobre la base del citado art. 1124, CC, y la
reiteradísima jurisprudencia del Tribunal Supremo que lo interpreta.
En cambio, si existe una hipoteca pero está satisfecha la obligación que la garantiza, no
puede el comprador suspender el pago del precio, sin perjuicio de que pueda exigir la
cancelación, pues como indicó la Sentencia nº 993/1997 de TS, Sala 1ª, de lo Civil, 14 de
Noviembre de 1997, [j 5] aceptando la doctrina de la Audiencia Provincial de Valencia, la acción
hipotecaria no se va a ejercitar.

El vendedor está obligado a.


Como dice la Sentencia nº 511/2013 de TS, Sala 1ª, de lo Civil, 18 de Julio de 2013 [j 2] y
reitera la Sentencia nº 696/2013 de TS, Sala 1ª, de lo Civil, 13 de Noviembre de 2013, [j 3] la
entrega constituye la obligación esencial y más característica de la compraventa para el
vendedor.
Según el art. 1461 del Código Civil (CC) el vendedor está obligado a la entrega y saneamiento
de la cosa objeto de la venta; y según el art. 1462, CC se entenderá entregada la cosa
vendida, cuando se ponga en poder y posesión del comprador.
Forma de entrega
 Bienes muebles sin escritura: La entrega de los bienes muebles se efectuará por la
entrega de las llaves del lugar o sitio donde se hallan almacenados o guardados; y por el
solo acuerdo o conformidad de los contratantes, si la cosa vendida no puede trasladarse a
poder del comprador en el instante de la venta, o si éste la tenía ya en su poder por algún
otro motivo (art. 1463, CC).
 Bienes muebles e inmuebles en escritura pública, el otorgamiento de ésta equivaldrá a
la entrega de la cosa objeto del contrato, si de la misma escritura no resultare o se
dedujere claramente lo contrario (apartado 2 del art. 1462, CC). Matiza la Sentencia nº
704/2013 de TS, Sala 1ª, de lo Civil, 25 de Noviembre de 2013 [j 4] que:
nuestro sistema traslativo permite establecer una equivalencia jurídica entre la entrega de la
cosa y el otorgamiento de la escritura pública de compraventa , tal y como se desprende del
párrafo segundo del art. 1462, CC, de suerte que el otorgamiento de la escritura pública
comporta, de por sí, la investidura posesoria a estos efectos, sin que resulte necesaria una
expresa voluntad al respecto que ya viene implícita en la finalidad o consecuencia de la
compraventa como negocio previo o antecedente. En esta línea, de acuerdo con la
interpretación del sentido literal del precepto, esta razón de equivalencia jurídica puede
resultar enervada cuando, en el seno de la propia escritura pública, se infiera o se deduzca
claramente el efecto contrario.
Puede verse en este punto: Venta de finca sin entrega de la posesión
 Bienes incorporales: Respecto de los bienes incorporales, regirá lo dispuesto para el
otorgamiento de escritura y en cualquier otro caso en que éste no tenga aplicación se
entenderá por entrega el hecho de poner en poder del comprador los títulos de
pertenencia, o el uso que haga de su derecho el mismo comprador, consintiéndolo el
vendedor (art. 1464, CC).
Recuerda la Resolución de la DGRN de 4 de noviembre de 2013 [j 5] que respecto de los
negocios traslativos, la tradición actúa como una forma esencial. Pero la tradición puede
responder a distintas formas o modalidades, sin identificarse única y exclusivamente (ni
siquiera principalmente en el caso de los inmuebles) con la entrega de la posesión, unida a la
voluntad de las partes de transmitir y adquirir el dominio, o derecho real de que se trate.
Desde el Derecho Romano hasta nuestros días se distingue entre la tradición en sentido
propio e impropio o instrumental (o tradición fingida, según la tradición romanista, en sus
distintas variantes de simbólica, «longa manu», «brevi manu» y «constitutum possessorium»).
Así, en el Derecho vigente español la tradición puede realizarse con transmisión de la
posesión o sin ella. Ciertamente, en sentido propio la tradición comporta la entrega de la
posesión, mediata o inmediata, en el concepto propio al dominio o derecho real que se
transmite. Pero el ordenamiento admite también que se produzca la tradición, y por tanto el
efecto traslativo querido en el contrato, sin transmisión de la posesión (o «nuda traditio»), que
es lo que sucede cuando el transmitente no tiene la posesión en concepto de dueño (se
transmite la acción reivindicatoria) o cuando se transmiten derechos reales no susceptibles de
posesión (derechos de adquisición preferente, servidumbres negativas no aparentes,
derechos de garantía sin desplazamiento de posesión, etc.). Ambas modalidades caben en la
llamada tradición instrumental a que se refiere el párrafo segundo del artículo art. 1464,
CC, conforme al cual «cuando se haga la venta mediante escritura pública, el otorgamiento de
ésta equivaldrá a la entrega de la cosa objeto del contrato, si de la misma escritura no
resultare o se dedujere claramente lo contrario». Este tipo de tradición vale para todo tipo de
derechos reales (pleno y limitados) y para todo tipo de bienes (corporales o incorporales).
Contenido
La obligación de entregar la cosa vendida comprende la de poner en poder del comprador
todo lo que exprese el contrato, mediante las reglas siguientes:
 Si la venta de bienes inmuebles se hubiese hecho con expresión de su cabida, a razón
de un precio por unidad de medida o número, tendrá obligación el vendedor de entregar al
comprador, si éste lo exige, todo cuanto se haya expresado en el contrato; pero, si esto no
fuere posible, podrá el comprador optar entre una rebaja proporcional del precio o la
rescisión del contrato, siempre que, en este último caso, no baje de la décima parte de la
cabida la disminución de la que se le atribuyera al inmueble.
Lo mismo se hará, aunque resulte igual cabida, si alguna parte de ella no es de la calidad
expresada en el contrato. La rescisión, en este caso, sólo tendrá lugar a voluntad del
comprador, cuando el menos valor de la cosa vendida exceda de la décima parte del precio
convenido (art. 1469, CC).
 Si resultare mayor cabida o número en el inmueble que los expresados en el contrato,
el comprador tendrá la obligación de pagar el exceso de precio si la mayor cabida o
número no pasa de la vigésima parte de los señalados en el mismo contrato; pero, si
excedieren de dicha vigésima parte, el comprador podrá optar entre satisfacer el mayor
valor del inmueble, o desistir del contrato (art. 1470, CC).
 En la venta de un inmueble, hecha por precio alzado y no a razón de un tanto por
unidad de medida o número, no tendrá lugar el aumento o disminución del mismo aunque
resulte mayor o menor cabida o número de los expresados en el contrato. Esto mismo
tendrá lugar cuando sean dos o más fincas las vendidas por un solo precio; pero, si,
además de expresarse los linderos, indispensables en toda enajenación de inmuebles, se
designaren en el contrato su cabida o número, el vendedor estará obligado a entregar todo
lo que se comprenda dentro de los mismos linderos, aun cuando exceda de la cabida o
número expresados en el contrato; y, si no pudiere, sufrirá una disminución en el precio,
proporcional a lo que falte de cabida o número, a no ser que el contrato quede anulado por
no conformarse el comprador con que se deje de entregar lo que se estipuló (art. 1471,
CC).
Las acciones que nacen de los apartados anteriores prescribirán a los seis meses, contados
desde el día de la entrega (art. 1472, CC).

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