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Nombre del Estudiante

Tomas Alberto Sepúlveda Cuevas.

Centro Educativo
UAPA. Universidad Abierta Para Adultos.

Matricula
17-6217.

Facilitador
Betzaida Kelly

Materia
Psicología General I

Fecha
15 de Agosto del 2018.
Tema
Paralelo de la Psicología actual con sus orígenes, como se concebía una
persona con trastorno mental, cuales termino técnico han cambio, algunas
actualizaciones del DMV.
Introducción

En un sentido importante, las cuestiones acerca de los orígenes sociales de la psicología


moderna resultan fundamentales para cualquier consideración del contexto social de ideas
psicológicas específicas durante el siglo presente. En efecto, es un periodo durante el cual
la creación y diseminación de ideas psicológicas se ve decididamente influenciada por la
existencia de un grupo profesional-académico de "psicólogos", crecientemente poderoso,
que reclama el monopolio de la producción y reproducción del conocimiento psicológico
validado. Las ideas psicológicas, por supuesto, habían tenido existencia mucho antes del
siglo presente; lo que ha cambiado es el contexto social inmediato en el cual las mismas son
desarrolladas e intercambiadas. La existencia del nuevo grupo profesional, crecientemente
bien organizado, proporciona el fondo sobre el cual las ideas particulares, los métodos y los
sistemas son proyectados como figuras, cuya inequívoca apariencia depende de la relación
figura-fondo.

Antes del siglo actual las ideas psicológicas fueron producidas e intercambiadas
ampliamente entre filósofos, hombres de la medicina, economistas políticos, historiadores,
artistas y otros. Lo que en la historia más reciente resulta absolutamente novedoso es la
aparición de grupos de especialistas que realizan demandas, crecientemente exitosas, de
monopolio de la verdad psicológica. Los miembros de estos grupos se han instituido ellos
mismo, y son gradualmente aceptados, como árbitros de lo que constituye o no constituye
un conocimiento psicológico validado. Ahora, para ser tomadas seriamente, las ideas
psicológicas deben atravesar el prisma formado por el marco normativo e institucional de la
comunidad de especialistas reconocidos.

Es este desarrollo, más que el uso de una nueva metodología, lo que define la naturaleza de
la famosa transición desde el largo pasado de la psicología a su corta historia. Las técnicas
de experimentación y cuantificación son herramientas potenciales, exentas en sí mismas de
mayor significación histórica; su real significación deriva de la manera en que son usadas,
por quien y para qué propósito. Ciertas técnicas empíricas fueron aplicadas muy
extensamente a problemas psicológicos en el siglo XIX por filósofos profesionales,
naturalistas, médicos y aficionados. Pero los cambios cruciales no se dieron hasta que las
aplicaciones de estas técnicas fueron usadas para legitimar la demanda del monopolio del
conocimiento psicológico válido, por parte de una comunidad de especialistas
autoconsciente y organizada.
OPINIÓN PERSONAL

Los aportes de la Psicología Educativa son numerosos en el campo de la Pedagogía. Su


aporte en el ámbito de los métodos de enseñanza ayuda la mejor clasificación de las
diferentes estrategias de enseñanza-aprendizaje.

Existen grandes debates entre pedagogos y psicólogos educativos entre los supuestos
nuevos métodos de enseñanza atribuyéndose características y nombres sofisticados. Cada
uno de estos delimitándose a uno sólo de los métodos lógicos o a la mezcla de dos,
criticando fuertemente a los excluidos de su método.

Es de suma importancia que los maestros entiendan que no existe un método de enseñanza
superior a otros y que el mejor método es el que pueda lograr un aprendizaje significativo y
duradero de los objetivos de la clase en específico que se esté tratando. En repetidas
ocasiones se ha demostrado que el mezclar diferentes métodos a través de la planeación
didáctica ayuda a mantener el interés activo de los estudiantes.
HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA

CONCEPTO.- Antes de Wundt, la psicología era concebida como el estudio o ciencia del
alma, a la cual asociaban a la consciencia y aquella facultad exclusiva del ser humano: la
razón, el entendimiento. Por tanto, la psicología ligada a la filosofía. También se ha
distinguido a la psicología en 2 etapas: ? Precientífica.- Que se remota desde los estudios
de los griegos hasta los mediados del siglo XIX. ? Científica.- Se dice que la psicología es
ciencia desde el año 1879, con la creación del primer laboratorio experimental de Wundt y
de ahí en adelante aparecen escuelas y corrientes psicológicas.
HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA 2. HISTORIA 2.1. EDAD ANTIGUA La Psicología
nace cuando el ser humano se pregunta sobre la causa del sujeto que percibe, recuerda,
siente, etc. desde: Tales de Mileto, Heráclito, Demócrito, Hipócrates, Sócrates, Platón
(Aristocles), Aristóteles. a. Sócrates. El hombre espiritual, – está c. Aristóteles. sujeto a la
ÉTICA. La sentencia está escrita en el templo Delfos frase “Conócete mismo”, a ti que
Sócrates hizo suya, plantea al hombre en cuanto espíritu y no del hombre como totalidad
psicobiológica. b. Platón.- Llevo a cabo un estudio del alma (psiché), a la dividió en tres
parte: ? Racional: En la cabeza ? Irascible: En el pecho ? Apetitiva (Concupiscible): Se
sitúa en el vientre. Relacionándolas en clases sociales de la República ideal: ? Filósofos –
gobernantes ? Soldados ? Clase productora o trabajadora En otras palabras para platón el
ALMA era separable del cuerpo como también eterno e inmortal. Es Padre de la psicología
antigua, ya que pertenece el concepto etimológico de la palabra psicología “estudio del
alma”. NEGÓ que el alma estuviera separada del cuerpo. Para él, ésta no es algo distinto a
la operatividad y funcionalidad de un cuerpo; por lo tanto, no podría estarb separada. El
ALMA es aquella por el cual vivimos, pensamos y sentimos. Distinguió tres clases de alma:
? Alma racional (Hombre) ? Alma sensible (Animales) ? Alma vegetativa (Plantas) 2.2.
EDAD MEDIA a. Santo tomas de Aquino.- Se destaca ya que posteriormente ha persistido
en la psicología moderna; donde distinguido cuatro modos de relacionarse el humano con el
mundo, correspondientes a las cuatro potencias del alma: o Vegetativa 4 potencias del alma
o Intelectiva o Sensitiva o Apetitiva
el 1650) estar lo e l del HI STORIA DE LA PSICOLOGÍA En esta distinción, S. Tomá
de Aquino concede una atención y trato special
e al ser humano. De la humanidad es cara
terística, esencial y exclusiva, la pot encia intelec tiva de razonar y la de querer librem
nte la irrupción del alma en el cuerpo humano por obra de Dios. Por tanto, como el se
humano solamente por el entendimiento y la voluntad libre puede llegar a Dios,
. Tomás de Aquino estudia especialmente como humano su alma intelectiva, dedicando ap
nas atención al componentel de mecanismo animal del humano en favor del estudio de la facu
tad superior. b. San Agustín de Hipona.- En su “confesiones” nos dice que “el alma fue
reada por Dios en el momento en que formó el cuerpo y cuando sopló sobre la figura de ba
ro que había hecho, el alma se transmitió al cuerpo” La consciencia es el espíritu conoci
ndose a sí mismo. El Yo es el centrode la vi da psicológica. Los nervios llenos de air
manifiestan el movimiento a los músculos y hacen posible las sen saciones. El alma ie s
te mediante el cuerpo y conoce muchas cosas sin necesidad de los sentidos. 2.3. EL
RENACIMIENTOrtirA del pa Renacimiento empieza el proceso de dependización
in de l
Psicología de la Religión y de la Filosofía. Además surgen las Ciencias Naturales Mater
alistas y los Racionalistas Con el Renacimiento se inicia la de svalorización d e la
speculación metafísica y emp ieza a cob rar valor la observación como el método, por ex
elencia , para conocer la naturaleza. Nicolás Copérnico lo aplica en astronomía. El español
Luis Vives (1 492 – 1540) la preconiza para el es tudio de la psicología,
eclamando para este el carácter de ciencia autónoma. 2.4. EDAD MODERNA Como señale a
teriormente, del estudio puramente metafísico o filosóficode la Psicología, se va llegando p
co a poco a un intentar reconstruir la síntesis general o filosófica con la mirada pue
ta en estudios parti culares de t ipo empírico, como vemos: Se destacan tres gran
des filósofos:
escartes, Spinoza y Leibnitz. c. Leibnitz (1646 – 1716) Planteó la teoría de la b. Sp
noza (1632 – 1677) armonía pre-establecida entre Consideraba que el cuerpo y alma,
egún la cual a. Descartes (1596 – hombre es un organismo psico- ambos podía actuar f
siológico y que, por lo tanto, a simul táneamente, pero sin Trazó a grosso mo
o, un esquema del acto reflejo y todo cambio en el cuerpo correspondía a un cambio correl
acionados (paralelismo psico-fisiológico). describió con bastante acierto la psico-fis
ología de las pasiones. correlativo en el espíritu. Cerdá descubrimiento conside
a inconsciente. E n los siglos XV II y XVIII aparecen los empiristas británicos, que consid
raban que el conocimiento de la vida mental tenía que basarse en la observación de lo
hechos y experiencias. Para ellos las sen saciones eran el origen de los fenómenos psíqui
os más complejos : ide a, recuerdos, imágenes. La explicación del orden de las ideas
se basaba en la leyes de asociación, según los cuales, los fenómenos más complejos resu
tan de la asociación de los más simples, que son las sensaciones. Los más notables
empiristas fueron Locke, Berckeley y Hume.
HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA RESUMEN DE LA HISTORIA LA DEPSI COLOGÍA – E
APA PRECIENTÍFICA REPRESENTANTES Tales de Mileto (Agua) Pitágoras (números) Her
clito Demócrito Alcmeón de Crotona TEMÁTICA - Destaca el carácter huidizo de la cap
ación de la realidad mediante la SENSACIÓN. - El ALMA está regida por leyes matemáticas
es inmortal. - Considerado el precursor de la psicología por sus estudios del AL
A HUMANA. - Señala que existen los ÁTOMOS vitales y psíquicos que resaral por
ing lo s c
nales de las sensoriales nos permiten alcanzar el conocimiento. - Desarrolla una teo
ía cerebral de la sensación. - Afirma que el TEMPERAMENTO resulta EDAD ANTIGUA
o se enfoca esp ecíficamente el estudio de la vida mental ni de la conducta humana. H
pócrates de Coos Sócrates Platón de krasis o mezcla de 4 (cuatro) humores: sangre, flema,
bilis y atrabilis. - La psicología está subordinada a la ÉTICA. - Para platón el ALMA e
a separable del cuerpo e inmortal y eterno. - Concibe que el ALMA posee tres partes: Raciona
, Irascible y Apetitiva. Ta mbién habla de la influencia educativa y social e
la personalidad. Considerado “PADRE DE LA PSICOLOGÍA ANTIGUA”. - Negó que el ALMA estu
iera separada del cuerpo y dice que el psique es el “soplo vital” que dinamiza las fun
iones Aristóteles vitales (Hombre, animales y plantas) - Menciona tres tipos de alma:
acional, sensitiva y vegetativa. - El ALMA es aquella por el cual vivimos, pensamos y
sentimos. EDAD MEDIA sicología
La p está subord inada a la teología o filosofía escolá
tica. Santo Tomás de Aquino San Agustín de Hipona - Afirma que el ALMA y DIOS son
los objetivos de
HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA EL RENACIMIENTO - Reclama la autonomía para los
estudios de la psicología. Desvalora la especulación metafísica. EDAD MODERNA Centra
los estudios en el mundo subjetivo del hombre (vivencia). Juan Luis Vives Melancthon
René Descartes Benito Spinoza Siglos XVII Y XVIII aparecen los empiristas británicos
(LOCKE, BERKELEY Y HUME) - Dentro de la época del renacimiento se considera a
Luis Vives padre de la Psicología. - Acuña la palabra Psicología. - Concibió el dualismo
cuerpo mente. - Considera al hombre como un organismo psicofisiológico. - Consideraban
que el conocimiento de la vida mental tenía que basarse en la observación de los hechos y
experiencias. El empírico John Locke basaba su metafísica en el mundo observable, no sólo
en creaciones teóricas. En contraste con los racionalistas como Descartes, Leibniz y
Spinoza, quienes pusieron gran énfasis en el uso de la razón para obtener conocimiento,
Locke pensaba que nuestro conocimiento del mundo debería depender de nuestra
experiencia diaria, la observación científica y el sentido común. El Ensayo sobre el
entendimiento humano de Locke describe a cada individuo como una pizarra en blanco. Las
experiencias de cada persona se convierten en anotaciones sobre la pizarra y la hacen
distinta de otras personas. 2.5. EDAD CONTEMPORÁNEA Acontecimientos importantes:
? En 1840 Ernest Weber y Gustav Fechner son considerados como los PRECURSORES de
la psicología científica porque impulsaron el surgimiento de la Psicofísica en Alemania.
Estos se dedicaron a estudiar las relaciones entre las SENSACIONES y los ESTÍMULOS
FÍSICOS. Para ella, no utilizaron ya la especulación, sino la aplicación de criterios
experimentales. ? En 1879 se considera que la psicología se independiza, dado con
fundación del “PRIMER LABORATORIO EXPERIMENTAL DE PSICOLOGÍA”,
realizada por Wilhelm Wundt en la Universidad de LEIPZIG (Alemania). A Wundt se le
considera “PADRE DE LA PSICOLOGÍA CIENTÍFICA”. ? A partir de ese momento
aparecieron diversas “ESCUELAS” o “CORRIENTES” psicológicas y en las cuales:
Wundt, James, Watson, Piaget, Skinner, Freud, Jung y muchos más, son representantes del
siglo XIX y XX. 3. CORRIENTES Y ESCUELAS PSICOLÓGICAS DEL SIGLO XIX Y
XX La psicología actual no dispone de una teoría única y aceptada por todos. Existen
diferentes ESCUELAS DE PSICOLOGÍA que intentan explicar la conducta y la mente
humana desde perspectivas diferentes y entre ellas se complementan.
HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA ESTRUCTURALISMO Esta escuela floreció en
Alemania durante la segunda mitad del siglo XIX. Wilhelm Wundt (1832 – 1920) ? Los
elementos simples e irreductibles sobre los que descansa toda la actividad mental son:
sensación, sentimiento e imagen. El estructuralismo, al basarse en la introspección como
método de investigación, no dispuso de suficiente confianza o recursos que pudieran
aumentar la validez de sus ideas. La observación interior variaba de unas personas a otras y
dependía de la “habilidad” de los sujetos para convertir sus ideas en contenido verbal; de
igual modo se deba un sesgo a causa de la propia reflexión del sujeto sobre sus ideas.
FUNCIONALISMO Considerado el primer enfoque de Psicología americano; surgió a
finales del siglo XIX y primera década del siglo XX. ? Los autores más representativos
fueron: William James (1842 – 1910) Considerado el padre de la psicología experimental y
creador del primer laboratorio de psicología en Leipzig (Alemania) en 1879 (fecha
fundacional de la psicología); la mayoría de sus estudios tenían como objetivo calcular el
tiempo de reacción (tiempo que un sujeto emplea para reaccionar a un nuevo estímulo).
Escribió un libro clave en la Historia de la Psicología titulado “Principios de la Psicología
fisiológica”. Edward Bradford Titchener (1867 – 1927): discípulo de Wundt, fue quién
propiamente introdujo el estructuralismo. ? El método empleado en sus investigaciones fue
la introspección analítica (autoexamen de nuestros propios estados emocionales y nuestros
procesos mentales). ? El objeto de estudio es la consciencia y la idea principal de los
estructuralistas se fundamenta en el elementalismo y el asociacionismo. ? La mente o
conciencia inmediata no es algo sustancial, sino un proceso. Filósofo y psicólogo. Del
estudio del estructuralismo James consideró un error separar la estructura mental en partes
elementales; para él, el verdadero interés estaba en estudiar las funciones derivadas de
nuestros pensamientos y sentimientos. Desarrolló también una filosofía conocida como
pragmatismo. En 1980 publicó sus influyentes Principios de Psicología.

El Tratamiento de los Trastornos Mentales a través de la Historia


Extracción de la Piedra de la Locura

  Probablemente no exista otro ámbito de la salud cuyos usuarios y usuarias hayan sido
objeto de maltrato y vejaciones que pueda compararse con lo que hemos sufrido el
colectivo de personas con un trastorno mental. ¿Cuáles han sido los “tratamientos” que se
nos han aplicado? Veremos algunos a continuación.

     En la Edad Media a las personas con un trastorno mental se las trataba como poseídas
por espíritus diabólicos. Especialmente por parte de la iglesia católica, que consideraba los
síntomas como algo relacionado con la brujería. Por lo tanto, el tratamiento pasaba por la
tortura o la hoguera para liberar el alma del demonio.

     Pero no hace falta remontarnos tan lejos. En la Europa del siglo XIX proliferaron los
Manicomios, una especie de cárceles en las cuales la tortura fue disfrazada en forma de
curación. Por ejemplo, en el hospital de Charenton de París hay registros de “tratamientos”
en los cuales a las personas se las mantenía atadas, se les sumergía la cabeza en una bañera,
se les aplicaban chorros de agua fría o se las golpeaba. Según ellos, para apartar las ideas
fijas e ilusiones que pudieran albergar. Precisamente, éste es el hospital en el cual estuvo
ingresado el Marqués de Sade, quién también trabajó allí como escritor, director y actor
principal en representaciones teatrales que realizaban con otros pacientes del manicomio,
ya que atraían a la clase burguesa francesa. Todas las atrocidades vividas en aquella época
pueden leerse en la obra de Michel Foucault “Historia de la locura en la época clásica”

     Ahora bien, en el siglo pasado, con los avances de la medicina y el desarrollo de los
tratamientos psiquiátricos, la situación no fue mejor. Como ya se expuso en otro artículo de
este blog (“Eugenesia y Trastorno Mental: una historia que no debe olvidarse”, de Fèlix
Rozey), durante la 2ª Guerra Mundial gran cantidad de personas con trastorno mental
fueron esterilizadas y ejecutadas en nombre de una supuesta pureza racial. Pero los horrores
descubiertos tras la finalización de la 2ª Guerra Mundial no fueron suficientes para cambiar
esta tendencia.

     Quizá os deje atónitos saber que en el año 1949 le fuese concedido al Dr. Egas Moniz, el
primer presidente de la Sociedad Española de Neurocirugía, el Premio Nobel de Medicina
por “su descubrimiento del valor terapéutico de la lobotomía en la psicosis”. ¿Qué es la
lobotomía? Pues un “tratamiento” que consiste en cercenarle un trozo del cerebro (la
corteza prefrontal) a la persona. ¿En base a qué investigaciones se justificó su aplicación?
Aunque os resulte increíble, la lobotomía se basó en “una única observación en un único
caso que ni siquiera era humano, sino un chimpancé”. Unas 50.000 personas fueron
lobotomizadas, con poco o ningún seguimiento posterior para conocer las consecuencias de
la intervención. En 1967, este “tratamiento” dejó de ser legal.

     Paralelamente, entre los años 1957 a 1964, la CIA llevó a cabo un proyecto denominado
MK-ULTRA, dirigido por Donald Ewen Cameron, el primer presidente de la Asociación
Mundial de Psiquiatría y ex miembro del Comité Profesional del Tribunal de Nuremberg
que juzgó a los nazis por sus crímenes. ¿En qué consistía este proyecto? MK-Ultra
pretendía, entre otras cosas, encontrar métodos para controlar la mente. Con esta idea se
desarrolló la Conducción Psíquica, una teoría según la cual era posible la corrección de la
locura, borrando la memoria existente y reconstruyendo la psique por completo. Algunos de
los experimentos realizados con este fin, aplicados a personas sin su consentimiento, fueron
la radiación, los psicodélicos, la inyección simultanea de barbitúricos y anfetaminas y las
descargas eléctricas al cerebro. La Conducción Psíquica nunca funcionó, pero como secuela
dejó un número incierto de personas con daño cerebral severo.

     Y en la actualidad, nos encontramos con la influencia de las compañías farmacéuticas,


entre las más poderosas desde el punto de vista económico. Actualmente, los antidepresivos
y los tranquilizantes se encuentran en la clase de medicamentos más vendidos. Estas
compañías financian buena parte de la investigación psiquiátrica y realizan presiones sobre
médicos, políticos, etc. Las políticas sanitarias están bajo su influjo. Un ejemplo de esta
presión lo tenemos en la nueva herramienta de diagnóstico: el DSM-V. Se trata de un
manual según el cual ser excéntrico, estar triste por la muerte de un familiar o ser un niño
respondón son trastornos mentales que necesitarían medicación. Si la sobremedicación ya
es un problema en el ámbito de la salud mental, imponer este manual sería como proponer
medicar a toda la población. ¿Cuándo nos tratarán con el mismo respeto que los usuarios y
usuarias de otros servicios sanitarios?

Terrminos que han cambiado en psicologia


El término psicólogo (también sicólogo1) se aplica al profesional que se dedica a ejercer la
psicología. Se trata de un especialista de la salud mental que, por esa razón, está interesado
en estudiar y entender el comportamiento (o la conducta, según el punto de vista de otras
terminologías). Académicamente, puede optar por especializarse en una o más áreas de su
carrera, de modo tal que puede llegar a especializarse como: psicólogo clínico (el que
trabaja en terapia y en el tratamiento en la salud mental y/o emocional), psicólogo
conductual o conductista o del comportamiento (interesado en el estudio del
comportamiento desde el punto de vista del conductismo y de las corrientes de él derivadas,
como la terapia cognitivo-conductual), psicólogo industrial o del trabajo o psicólogo laboral
(interesado en la capacitación para el trabajo y en la selección de personal), psicólogo
social (que aborda los procesos sociales, el estudio de los grupos, la influencia o
importancia de lo social sobre el comportamiento y las actitudes del individuo), psicólogo
educativo (la educación, la infancia, la escuela, los procesos de aprendizaje),
neurocientífico (las bases neurofisiológicas o neurobiológicas del comportamiento),
psicólogo forense, psicólogo comunitario, entre otras.

Algunas Actualizaciones del DMV.

Resumen

A través de un rápido y breve recorrido histórico se analizan las diversas concepciones que
se han adoptado en el campo de la psicología. Se estudia básicamente la aparición de la
psicología como ciencia, revisando las concepciones de ciencia, conocimiento y psicología,
tratando de explicar el origen del giro conceptual que llevó a la gran crisis de la psicología
en el siglo XX, y procurando vislumbrar el futuro que le espera a la psicología.

Palabras clave: Psicología científica, objeto de la psicología, conductismo, psicoanálisis,


ciencia de la conducta, ciencia cognitiva, skinner, historia de la psicología, crisis de la
psicología.

La construcción de conocimientos en la psicología no ha sido ajena al discurrir general de


la humanidad en sus perspectivas cognoscitivas, formas y valores; más bien, las ha
reflejado plenamente. Bastaría recorrer el camino de transformaciones que ha sufrido la

partícula griega  traducida al latín como psyché y al castellano como psique- para
reconocer las diferentes formas que ha ido adquiriendo la psicología. Desde luego, tales
mutaciones no se han producido en otro lugar que no sea en la mente de las personas y en
virtud del contexto general que su cultura adopta en cada etapa de la historia. Esto quiere
decir, visto de otra forma, que la cultura es, en última instancia, una estructura cognitiva de
carácter social que determina las disposiciones cognitivas individuales de las personas.

La transformación del concepto vinculado a la partícula psique empieza desde los tiempos
griegos, con el debate entre Platón y Aristóteles, debate que en cierta forma se mantiene a
lo largo de toda nuestra historia, es decir, entre la visión que otorga prevalencia a las formas
ideales que se generan en la conciencia y aquella que se la concede a los procesos naturales
que se desarrollan en los órganos. En todo este tiempo no sólo han estado cambiando la
naturaleza de estos fenómenos sino sus formas explicativas así como sus métodos de
exploración, paralelamente a la concepción y valoración del problema en el medio
científico y filosófico. Pero, además, ha dependido mucho de la visión que la humanidad
fue adoptando con respecto al hombre en general y al conocimiento en particular. La
conquista del conocimiento científico, por ejemplo, fue un logro que se produjo
específicamente en virtud al empeño por conocer el cosmos y la naturaleza, hasta que el
triunfo de la física y la química a finales del siglo XIX, sumados al impacto social de la
teoría de la evolución, llevaron a establecer el modelo cognoscitivo propio de las ciencias
naturales como la forma definitiva del conocimiento humano. Adicionalmente, apareció “la
ciencia” como una forma autónoma e independiente de preceptos cognoscitivos. En buena
cuenta, la ciencia fue arrancada de la física y convertida en una ideología que dictaba los
cánones del pensamiento y del proceder científico en cualquier escenario de estudio, lo que,
desde luego, terminó afectando la construcción de la psicología como proyecto científico.
En realidad, no existe la ciencia, así en abstracto, lo que existe es una variedad de
disciplinas científicas diferenciadas por su escenario y enfoque. Cada una de ellas debe
construir sus propios preceptos científicos, esto es, una ontología adecuada a las formas
materiales que estudia, una epistemología apropiada a los hechos o fenómenos de su
escenario y una metodología y tecnología que faciliten sus descubrimientos. En la ciencia,
como en cualquier otro contexto, no vale copiar. La construcción de una psicología
científica implica recorrer los pasos que hemos descrito, y no simplemente asumir los
preceptos de la física ni de las ciencias naturales, sin atender las complejidades propias y
exclusivas del escenario humano.

El hecho es que se erigió la imagen de una ciencia como modelo a seguir. Este formato del
saber era objetivo, empírico y basado en leyes universales descubiertas en las regularidades
percibidas por los hombres. Auguste Comte (1798 – 1857) proclamó a la ciencia
prácticamente como una nueva religión laica, que sería la respuesta a todos los males de la
humanidad. Fue el principio de lo que luego sería el cientificismo como ideología y
doctrina. Paulatinamente, la actividad científica fue convirtiéndose en una búsqueda
incesante de leyes para edificar su evangelio. Comte propuso a la Sociología como la
encargada de descubrir las leyes de la sociedad. Karl Marx (1818 – 1883) anunció las leyes
que rigen la historia, Sigmund Freud (1856 – 1939) anunciaría las leyes de la mente, B. F.
Skinner (1904 – 1990) las leyes de la conducta de todos los organismos, incluidos los seres
humanos, y así sucesivamente una larga colección de leyes cubriría el repertorio científico
relativo al hombre, durante un período en el que las visiones del mundo se trastocaron y, al
cabo del cual, la fe en esta clase de ciencia se fue disipando. Algunas de estas expresiones
científicas acabaron en entredichos con filósofos y científicos, algo que no había ocurrido
antes. La ciencia había sido criticada pero desde afuera, desde la religión, por ejemplo, pero
nunca desde adentro.

Fue en este período que la psicología tuvo que ser prácticamente reinventada según los
nuevos cánones. Así, partiendo de determinados descubrimientos bastante específicos y
hasta simples, se erigieron las bases de las nuevas concepciones de psicología. Primero fue
Pavlov (1900) quien, a partir del descubrimiento de asociaciones entre ciertos estímulos y
la salivación de los perros, expresó su convicción de que la conducta del hombre -como el
de cualquier otro animal- podía ser explicada desde simples asociaciones nerviosas, sin
recurrir a ningún otro tipo de explicaciones. Pavlov llegó a negar la necesidad de recurrir a
explicaciones psicológicas, incluso prohibió a sus colaboradores el empleo de expresiones
tales como “el perro recordó”, “el ardiente deseo de comer”, etc. (Vygotski, 1930). Es
decir, la fisiología se tragó a la psicología bajo la convicción de que lo psíquico podía
explicarse por lo fisiológico.

“Gracias a su gigantesco trabajo, los fisiólogos y naturalistas rusos alcanzaron la única


teoría exacta, la del materialismo filosófico, afirmando la unidad dialéctica de lo
fisiológico y lo psíquico. En los trabajos de Setchenov y Pavlov, esta teoría de la unidad
del espíritu y del cuerpo recibe su prueba irrefutable, basada en las ciencias naturales”
(Kochtoyiantz, 1924).

Desde otro lado, Skinner (1939), luego de estudiar el comportamiento de ratones y palomas
en experimentos muy concretos, estableció igualmente que cualquier forma de conducta
animal, incluida la del hombre, podía explicarse mediante la acción de condicionamientos
operantes. Esto fue presentado en sociedad como la nueva “ciencia de la conducta”, aunque
luego adquirió forma de psicología en función a las nuevas concepciones de la época. Así
fue que, finalmente, en medio de este ambiente, se le cambió a la psicología su histórica
definición para adoptar la novedosa forma de “ciencia de la conducta”.

Estas formas de psicología naturalista equiparaban al hombre con los demás animales, en
un mundo natural estudiado por una única ciencia que usaba un único enfoque cognoscitivo
en el que el ser humano carecía de cualquier prerrogativa. Ni siquiera el hecho de haber
generado la ciencia, contaba a su favor. Vygotski llamaba a estas formas “psicología
animal” por cuanto su saber lo obtenían a partir de experimentos con animales y pretendían
aplicarla a cualquier conducta animal. Esto significó un cambio radical en la concepción de
lo que era la psicología porque los hechos a explicar ya no le pertenecían al hombre, no
eran propios del hombre como hombre. En la misma época, Vygotsky no se opuso a que
pudiera existir una fisiología cerebral ni una tal “ciencia de la conducta”, pero sí lamentó
que se confundiera todo esto con psicología, pues consideraba que la psicología era el
estudio de los procesos mentales y no de otra cosa:

“La psique, la conciencia y el inconsciente representan no sólo tres cuestiones


psicológicas centrales y fundamentales sino que son, en mucho mayor grado, cuestiones
metodológicas, es decir, cuestiones relativas a los principios de estructuración de la
propia psicología como ciencia… Es sólo a partir de la introducción de estos conceptos
cuando se hace posible en todo su sentido la psicología como una ciencia independiente,
capaz de unir y coordinar los hechos de la experiencia en un determinado sistema… El
destino de nuestra ciencia depende de cómo se resuelva esta cuestión fundamental para
ella” (Vygotski, 1930).

Desde luego, Vygotsky era consciente de que tales problemas centrales no estaban al
alcance de la ciencia naturalista de la época ni podían resolverse solo experimentalmente, y
sospechaba que este enfoque no era el más adecuado o, por lo menos, no el único; y,
aunque no se opuso a usarlos, siempre tuvo en claro que era preciso no perder de vista las
cuestiones fundamentales de la psicología. Básicamente, estos problemas no debían
desaparecer a causa del método.
“Estamos ante una cuestión filosófica que es preciso resolver teóricamente antes de que
podamos ocuparnos de explicar hechos concretos” (Vygotski, 1930).

Un viejo dicho reza que quien tiene un martillo ve todo como un clavo. Algo similar
ocurrió con el uso del método científico naturalista, ya que generó la convicción de que
todo podía ser explicado desde su enfoque. Pronto esta actitud tomó forma ideológica y
derivó en el cientificismo como la expresión dominante de nuestra cultura, afectando el
desarrollo de todo proyecto cognoscitivo. La ciencia concebida como positiva, empírica,
objetiva, mecánica y determinista, basada en leyes universales, se extendió hasta los
dominios de la historia, la sociología e incluso, la religión. Y, desde luego, llegó a la
psicología.

En realidad, el efecto de las ciencias naturales en la psicología había empezado


modestamente mucho antes, en el estudio de meros constructos populares a los que se les
aplicó el “método científico”. Un buen ejemplo es el trabajo de uno de los personajes más
pintorescos de la historia científica, Sir Francis Galton (1822 – 1911) creador de la
“inteligencia” como objeto de estudio. Comprometió en su empresa al estadístico Karl
Pearson, cuyo trabajo influyó en su colega Charles Spearman, y al final de todo esto
emergió la primera “teoría de la inteligencia” fundada esencialmente en el tratamiento de
datos por métodos estadísticos, lo que a la larga constituyó el gran salto de la psicología
hacia la racionalidad matemática y su dependencia de la estadística. Simultáneamente,
Wilhelm Wundt (1832 – 1920) se devanaba los sesos pensando como crear una nueva
forma de psicología, compatible con el moderno enfoque científico del saber. Sus
preocupaciones en ese sentido lo llevaron a establecer en 1879 el primer laboratorio
destinado al estudio experimental de fenómenos psicológicos, entre ellos la conciencia,
pues él nunca dejó de lado los conceptos de mente y cultura. Fue entonces el primer
hombre que asumió la cuestión de la mente como un problema científico, aunque su
nombre haya pasado a la historia sólo por la eventualidad de haber fundado un laboratorio.
Es la única imagen que el cientificismo naturalista rescató de él.

Otro hecho fundamental para el cambio de giro conceptual en la psicología fue la aparición
del “Manifiesto Conductista” de Watson (1913), considerada por muchos como el
verdadero momento en que la psicología adquiere rango de ciencia. Desde luego, se trataba
de una ciencia mecánica, objetiva y empírica, con un modelo cognoscitivo que supone la
renuncia del ser humano en la construcción del conocimiento para someterse a los hechos
objetivos de la realidad, como simple observador que da cuenta de lo que ocurre. La visión
predominante por entonces era que el hombre sería como una placa fotográfica sobre la que
se imprime la realidad. El conocimiento llega del mundo exterior y el hombre no hace más
que aprenderlo. Se trataba prácticamente de la sustitución del hombre por la realidad. Una
realidad concebida como algo en lo que el hombre no interviene en su construcción ni en su
comprensión. Una realidad esencialmente plana donde no había más que objetos y animales
a los que se les podía considerar igualmente objetos explicados por la física o por la
biología que, en última instancia, era también una ciencia física y química. Bajo este tipo de
visiones, Watson llega a proponer que la psicología debería convertirse en física, e imitarla
en el estudio de los hechos objetivos y nada más. Desaparecieron así los hechos humanos,
individuales y sociales, los fenómenos psíquicos y hasta los procesos culturales, y todo
quedó reducido a hechos objetivos, que debían ser registrados minuciosamente sin ningún
tipo de interpretación, solo registrados hasta descubrir una relación de causalidad que
saltaría por sí sola como una liebre acosada por el escrutinio científico. En este caso fue la
física la que se tragó a la psicología totalmente. Y siguiendo las tendencias culturales de
moda, Watson condenó al destierro todo lo que no pudiera ser explicado desde esta
perspectiva. Así que todo lo psíquico o mental fue descartado del escenario científico, es
decir, todos los viejos y centrales problemas psicológicos desaparecieron de la visión de la
ciencia debido a esta moderna perspectiva; pero no solo fueron abandonados sino que se les
estigmatizó, profetizando su desaparición. Se escribieron teorías para demostrar que tales
problemas no existían en la realidad. Se relegaba todo el problema de la mente al plano de
la mera fantasía popular.

“I believe that ‘consciousness,’ when once it has evaporated to this estate of pure
diaphaneity, is on the point of disappearing altogether. It is the name of a nonentity, and
has no right to a place among first principles. Those who still cling to it are clinging to a
mere echo, the faint rumor left behind by the disappearing ‘soul’ upon the air of
philosophy (…) For twenty years past I have mistrusted ‘consciousness’ as an entity; for
seven or eight years past I have suggested its non-existence to my students, and tried to
give them its pragmatic equivalent in realities of experience. It seems to me that the hour is
ripe for it to be openly and universally discarded” (William James, 1904).

Evidentemente, desde el enfoque naturalista adoptado no se podían concebir muchos


problemas propios del escenario humano. La única manera de entender este giro tan radical
en la concepción de la psicología, a la hora de asumir rango de ciencia, es apelando a tres
factores explicativos: por un lado, la carencia definitiva de un concepto cabal y real del ser
humano como una especie diferenciada; por otro lado, una noción equivocada del
conocimiento científico como aquel se obtiene sin interferencia humana y gracias al
método; y por último, la confianza excesiva en un método de investigación de la realidad
que, al ser seguido rigurosamente, nos debía ofrecer la verdad. Resulta obvio que equiparar
al hombre con los demás animales es incompatible con un conocimiento válido de la
realidad, pues esta misma realidad nos informa que el hombre es un ser esencialmente
diferente. Sin embargo, había algo que impedía tan elemental comprobación y que sólo
puede entenderse como producto de una ceguera cultural, debida a una forma específica de
razonamiento, generada bajo un esquema de racionalidad que nos lleva a la convicción de
que la realidad es tan sólo exterior, y que seguir un método fundado en la objetividad para
descubrirla es el único camino válido. Esto conduce a privilegiar el método experimental,
sumidos en el empirismo como modelo. Pero de nada sirve atenerse a un método científico
si anteponemos dicho método a la comprensión de la realidad. Es decir, la posesión del
método determina la visión de la realidad. De este modo, la realidad se limita a los alcances
del método. Lo que no puede ser abordado por el método no cabe en el campo de la ciencia,
se le atribuye a la fantasía popular o simplemente es indigno de la ciencia. Así resulta que
el científico le impone condiciones a la realidad para ser estudiada. Como consecuencia, la
realidad es todo aquello que rodea al hombre mas no lo que ocurre en él como experiencia,
ya que en él no puede ocurrir nada más que la impresión de una realidad objetiva que lo
afecta con estímulos. Todos los determinantes de la conducta están fuera del hombre, y los
refuerzos también. Tenían que estarlo o no eran observables, y ser científico era ocuparse
de cosas observadas objetivamente, así que todos los fenómenos cognitivos, conativos y
emotivos, simplemente desaparecieron del campo de esta ciencia psicológica que se redujo
a una ciencia natural objetiva y empírica de alcances limitados.
Más tarde, cuando el metodologismo empirista fue confrontado epistemológicamente, se
deshizo como una telaraña, pues resulta perfectamente factible acogerse a un marco teórico
equivocado para producir hipótesis y experimentos cuyos resultados, analizados al amparo
de la teoría generadora, puede llevar a conclusiones lógicas que nos hacen creer que la
hipótesis es válida. Y esto ocurre a menudo con los constructos psicológicos más usados.
Por ejemplo, si partimos de la convicción de que existe algo llamado “personalidad” o
“inteligencia”, tanto las hipótesis como los experimentos se originarán en esta misma serie
de supuestos teóricos que hacen posible que ellos trabajen mutuamente, negándose o
confirmándose, y dejándonos con la creencia de que estamos trabajando en dicha
“realidad”. Lógicamente, no se pueden concebir hipótesis ni experimentos que estén fuera
de nuestro propio marco teórico de referencia. Es decir, estamos encerrados en nuestro
mismo error de perspectiva, aunque seamos todo lo empíricos que sea posible ser. A esto se
refería Vygotsky cuando advirtió que primero hay que resolver las cuestiones en un plano
filosófico y teórico antes de proceder a explicar hechos concretos. También Popper
explicaría más tarde los defectos del empirismo y del objetivismo dejado atrás cuatro siglos
de predominio del empirismo. Además, hay que tener presente que siempre actuamos
afectados por algún tipo de ceguera cultural provocada por nuestras visiones del mundo,
vinculada a nuestro momento histórico, de modo pues que el empirismo por sí solo no es
garantía de conocimiento válido si antes no se han resuelto los condicionantes del
conocimiento.

De otro lado es preciso entender que el conocimiento fundado en el establecimiento de


causas llega a ser bastante sólido y seguro en los escenarios más elementales de la realidad,
donde el método científico es muy eficaz, pero esta posibilidad tiende a hacerse más difusa
a medida que ascendemos en la escala de complejidad de la realidad. La materia pasa por
distintos niveles de complejidad en virtud de su propiedad para establecer enlaces y
configurar nuevas formas cada vez más complejas, creando niveles diferenciados donde las
formas materiales adquieren nuevas propiedades y se producen fenómenos exclusivos de su
nivel de complejidad. Es así como se llega al ser humano y al cerebro humano, un modelo
de estructura y organización de la materia que significa la emergencia de novedosas
propiedades que son exclusivas de su nivel de complejidad y que no pueden ser explicados
desde concepciones formadas en niveles inferiores. Por otro lado, la ciencia como modelo
cognoscitivo se basa en una estrategia que va en camino inverso, es decir, va partiendo la
materia para llegar a sus fundamentos finales, conocer sus leyes básicas y tratar de explicar
con ellas todos los niveles de la realidad. Esta estrategia ha tenido sus limitaciones en el
campo de los seres vivos a medida que se sube en la escala de complejidad, pues en cada
nivel existen fenómenos propios del nivel que son inexplicables con los principios
descubiertos en los niveles inferiores, pues los fenómenos sólo existen en su nivel de
complejidad y son irreductibles. Por ejemplo, el equilibrio animal no puede ser explicado
por la física o la química fisiológica. Mucho menos podrá serlo la inteligencia. Cuando se
llega al nivel del ser humano, su cerebro y sus propiedades, el método natural de
interrogación de la realidad es insuficiente, ya no puede ser usado con la misma eficacia de
los niveles elementales. Es imposible entender el cerebro y sus propiedades observando una
neurona y separando las sustancias presentes en su actividad fisiológica. Esta estrategia
cognoscitiva fue establecida por una ciencia mecánica y determinista que asumía los
principios generales desarmando las piezas y estableciendo sus relaciones causales. Por
estas mismas razones, el empleo del enfoque naturalista no le ha proporcionado mayor
consistencia a la psicología sino mayores limitaciones, ya que ni siquiera se ha atendido a
las peculiaridades del hombre como organismo complejo de tipo cognitivo, ya que esa es su
diferenciación fundamental. No en vano han transcurrido millones de años de evolución
para generar un cerebro tremendamente eficiente y exclusivo del hombre. Por otro lado,
tampoco podemos fundar todo nuestro saber en experimentos, ya que no siempre esto es
factible. No podemos, por ejemplo, elegir un bebe y privarlo de información cultural para
descubrir las consecuencias. No podemos abandonar a una pareja de amigos en una isla
desierta con limitados recursos para saber si sus vínculos se reforzarán o se diluirán. La
investigación de fenómenos humanos como el mobbing o acoso laboral y otros, no
permiten manipulaciones. Son realidades que requieren distintos enfoques. El mismo
fenómeno del aprendizaje no puede ser estudiado exclusivamente desde un enfoque
naturalista, como lo han demostrado Piaget, Bruner y Vygotski, cuyos estudios han
remarcado la importancia de los escenarios culturales.

Pero en el momento histórico en que se concibió a la psicología como ciencia, predominaba


la idea de que el conocimiento del hombre sólo podía obtenerse mediante una observación
exterior rigurosa y objetiva, y que el hombre carecía de cualquier naturaleza especial. Estas
creencias llegaron a calar con tal fuerza que le haría decir a Watson algo tan insulso como
esto:

“Denme una docena de infantes sanos, bien formados, y un mundo especial para criarlos.
Les garantizo que tomaré a uno de ellos por azar y lo entrenaré para que se convierta en el
tipo de especialista que yo elija: médico, abogado, artista, comerciante y, claro, hasta
limosnero y ladrón, sin que importen sus cualidades ni sus inclinaciones, como tampoco
sus tendencias, sus capacidades, su vocación ni la raza de sus antepasados” (Watson,
1924).

En suma, la psicología pagó un precio muy alto para convertirse en ciencia, ya que le
significó la pérdida de su objeto inicial de estudio y el cambio de su perspectiva histórica.
Puede decirse que el hombre fue sacrificado en aras del método. Pero también lo fue la
psicología, pues luego de estar por muchos siglos al nivel de la filosofía pasó a ser una
técnica rudimentaria de registro y comprobación, bajo la creencia de que la “verdad” estaba
en los datos que se recogían como manzanas desde una realidad objetiva exterior; y que,
gracias al empleo de técnicas estadísticas, nos revelarán si hay o no causalidad y ley. El
enfoque naturalista fundado en la verdad del hecho, confundió el hecho natural con el
hecho social humano. Si bien un hecho natural puede verse como una verdad en sí misma
¿cómo podemos asumir que una conducta humana es una verdad? Hay una diferencia
fundamental entre ambos hechos. Todos sabemos que no se puede confiar enteramente en
la conducta humana. Y es que hay una diferencia fundamental en la conducta que la
diferencia de cualquier hecho natural y es su intención. Comprender esto debería bastar
para dejar de lado el enfoque naturalista, objetivista y mecánico del conductismo.

Si bien, a la luz de un análisis histórico, resultaba inevitable que la psicología abrazara el


método científico naturalista como modelo, en general, este método resultó un aporte muy
pobre para la construcción de conocimientos psicológicos. Su valor puede fundarse en el
hecho de que resultó decisivo para escapar del idealismo y el espiritualismo heredados de la
psicología escolástica. Pero en cambio su aporte fue nefasto en el hecho de cambiar el
objeto de la psicología hacia la mera conducta observable, abandonando todos los aspectos
cognitivos, conativos, emotivos y culturales, lo cual generó la gran crisis de la psicología
del siglo XX. A la larga, todos estos aspectos humanos tuvieron que ser recuperados por la
psicología y restablecido su real objeto de estudio en los procesos cognitivos, antes que en
cualquier otra cosa. Las razones de que una forma de psicología se impusiera en
determinado período de la historia, hay que buscarlas en las circunstancias que rodearon tal
hecho. Existían otros enfoques que no tuvieron la misma suerte por esas mismas
circunstancias históricas. La perspectiva que se presentaba como alternativa fue la que se
emprendió con los trabajos de la Psicología de la Gestalt, iniciados en Alemania con Max
Wertheimer (1880-1943), Wolfgang Köhler (1887 – 1967) y Kurt Koffka (1887-1941),
quienes desarrollaron el programa de investigación de la Gestalt a principios de la década
de 1910, pero que lamentablemente se vio interrumpido por la aventura bélica en la que
Alemania se involucró. Los tres propulsores de esta psicología tuvieron que emigrar y
murieron fuera de Alemania, los dos primeros en EEUU y el último en Inglaterra. La
primera mitad del siglo XX estuvo marcada por las dos guerras mundiales que devastaron
Europa y trastocaron toda su actividad científica y cultural, dejando a los EEUU en el
predominio exclusivo en estos campos.

Lo deseable sería establecer cuáles fueron los aportes positivos del naturalismo a la
psicología como ciencia, pero también señalar cuáles fueron sus limitaciones y peligros.
Creemos que dicho modelo no proporciona ni los métodos ni los enfoques necesarios para
llegar a la comprensión y explicación cabal de los fenómenos humanos. Por lo tanto,
intentamos definir el escenario en el que los métodos naturalistas constituyen un aliado
esencial pero también señalar los campos en el que se precisan mayores enfoques, y además
las desviaciones que se producen al no intentar abrir nuevas perspectivas cognoscitivas y
enfrascarse en un modelo agotado.

Por ejemplo, gran parte de la psicología quedó hasta hoy dedicada a la tarea casi exclusiva
de buscar y probar sus hallazgos mediante el empleo del método científico natural, de tipo
cuantitativo estadístico-inferencial. Muchas revistas de psicología se consagran hoy a las
“investigaciones empíricas” basadas en análisis estadísticos de datos no extraídos sino
fabricados con algún tipo de instrumento curioso, cuya validez se sustenta también
estadísticamente pero cuyos fundamentos ónticos son dudosos y sus referentes culturales,
descuidados. Se trata de un despliegue de técnica aplicada en un microcosmos concreto
donde se supone que se evalúan exclusivamente ciertas variables humanas misteriosamente
aisladas, con el fin de hallar una causalidad lineal determinada por la fórmula. Semejante
contexto de investigación produjo a larga una gran cantidad de estudios insulsos de muy
dudosa factura y nula utilidad, que motivaron diversas reacciones negativas, al punto en
que la APA se vio obligada a conformar una comisión especial encargada de revisar esta
situación en 1996 (Task Force on Statistical Inference). El informe final salió a la luz en
1999 y, aunque no llegó a prohibir el empleo de tales metodologías estadísticas -como
muchos críticos esperaban-, ofreció una serie de recomendaciones puntuales en las formas
y enfoques de llevarlas a cabo. Entre sus recomendaciones finales puede leerse: “Good
theories and intelligent interpretation advance a discipline more than rigid methodological
orthodoxy (…) Statistical methods should guide and discipline our thinking but should not
determine it”.
Conclusión

Al concluir este trabajo de he podido aprender que para ver los orígenes de la psicología
hay que conocer la historia de quienes fueron los primeros que estudiaron a las personas y
sus mentes, ya que son muchos los que interactuaron en cuanto a lo que es la psicología, es
tan diversa su historia y sus inicios que se extiende desde siglos pasados y ha venido de
generación en generación y a su vez ha venido adoptando diferentes términos pero que su
significado es el mismo.

A medida que la psicología fue pasando de siglo en siglo fueron más lo que participaron en
el crecimiento de diversos estudios de personalidad en las personas que al día de hoy la
psicología tiene diferentes ramas y es más extensa y se desarrolla a cada momento son más
los descubrimientos que se hacen para el desarrollo del campo psicológico.

Bibiografia

HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA BIBLIOGRAFÍA SALINAS GARCÍA, Telmo


“Nociones de Psicología” Edit. DESA , Gral. Varela 1577, Breña.
UNSA, “Prospecto Desarrollo” Ediciones PRE-U , Arequipa – Perú, 2004.
UNSAAC “Cuestionario Desarrollo”, Ediciones PEDRO, Cuso – Perú, 2004.
GARCÍA ANCO, Sonia, “Psicología”, “Compendio Académico - Psicología”, Arequipa –
Perú.
"Psicología." Microsoft® Encarta® 2009 [DVD]. Microsoft Corporation, 2008.

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