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LEGITIMACIÓN DE LA FUNCIÓN QUE DESEMPEÑAN LOS JUECES SOBRE

“EL PRINCIPIO DEMOCRÁTICO ”

Keren Mc Taggart García1

I. Introducción

El Estado es el único detentador del poder de coacción y fuente única del derecho,
es decir, el derecho de define como el conjunto de normas según las cuales se
ejerce en un estado la coacción, según Rudolf Von Ihering.

Se mantiene la identificación del Derecho con la ley, se afirma que el Juez solo
puede ser la boca de la ley, se sostiene la teoría pura del derecho, constituyendo
sin duda un positivismo clásico, del que se puede obtener un concepto del
derecho prescindiendo de su justicia. 2

II. La función que desempeñan los jueces sobre el principio democrático

En el estado formal de Derecho el contacto del Juez se da con los expedientes, es


frio, inhumano, la ley piensa por él, no es director del proceso, es un simple
espectador, no se puede hablar de un Juez con poderes deberes.

En el Estado formal de Derecho el Juez cree, no piensa. El papel de los jueces es


el que marca la diferencia entre el estado legal y el Estado Constitucional, en este
último el juez no aplica, sino que interpreta jurídicamente los principios, los valores
y los derechos.

Su justificación reside en el principio de legalidad, igualmente ligado


estrechamente a la concepción que se tenía de la libertad en el Siglo de las Luces.
La expresión 'libertad política' tiene, en efecto, dos sentidos en esta época. En
sentido amplio, es la libertad de aquel que se encuentra sometido únicamente más
que a la ley.

Es libre porque, en la sociedad, como en el mundo físico, está en posibilidad, si


conoce las leyes, de saber, por lo mismo, todas las consecuencias de sus
acciones y, así, de tomar decisiones con claridad. La libertad es pues,
simplemente, la previsibilidad o seguridad jurídica.

La libertad política lato sensu sería destruida si existiera, por parte de la autoridad
ejecutora, el más mínimo margen de apreciación, porque entonces sería imposible
1
Nació en la ciudad de Panamá. Licenciada en Derechos y Ciencias Políticas, con estudios de maestrías en
derecho administrativo, Sistema Penitenciario, Procesal Penal. Ha laborado en diferentes posiciones en el
Órgano Judicial y Ministerio Público, como Juez Municipal Penal, Personera, Asistente de Fiscal y Juez,
asesora legal Municipal y actualmente labora como Secretaria Provincial en la Procuraduría de la
Administración.
2
COLMENARES URIBE, CARLOS. El Rol del Juez en el Estado Democrático y Social de Derecho y Justicia. Pág
65
prever las decisiones de esta autoridad. Por el contrario, la libertad es
perfectamente preservada si la sentencia no es más que la conclusión de un
razonamiento silogístico que deja al juez sin ningún poder y que le da un papel de
autómata.3

III. Conclusión

La conducta activa del judicirio en la garantía y efectuación de los derechos


fundamentales puede ser decisiva en el aporte de las mínimas condiciones de
ejercicio de la propia ciudadanía, fortaleciendo el principio democrático en el
Estado de Derecho.

En este sentido la judicialización de la política es una consecuencia natural de la


democratización del derecho y del intento de la máxima concretización de los
derechos fundamentales, motivo por el que un Judicial más intervencionista no
hiere la democracia si, en el ejercicio de su función, hace valer los preceptos
constitucionales; por el contrario, refuerza el régimen democrático a la medida en
que no permite la falta de respeto a los derechos fundamentales. 4

3
Michel Troper. Poder judicial y democracia. Université de Paris X-Nanterre.
4
CAROLINE MULLER BlTENCOURT y CLOVIS GORCZEVSKI. LA FUNCIÓN Y LA LEGITIMIDAD DEL PODER
JUDICIAL EN EL CONSTITUCIONALISMO DEMOCRÁTICO BRASILEÑO: ¿UN ACTIVISMO NECESARIO? Estudios
constitucionales vol.14 no.2 Santiago 2016. Versión On-line ISSN 0718-5200

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